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ARTÍCULOS DE REVISIÓN
marcha muchos de los consejos que sobre
las recomendaciones actuales de control
holísitico y sostenible de los parásitos
internos existen. Lo que se expone a
continuación es una breve sinopsis de
estos factores:
• Desde la perspectiva del ganadero,
los parásitos no están normalmente entre
sus prioridades, habiendo, habitualmente,
otras que parecen ser más urgentes
o importantes. En muchas situaciones,
esto es totalmente cierto. Además, por
razones similares, los ganaderos prefieren
soluciones sencillas y rápidas, incluso,
aunque éstas sean insostenibles a largo
plazo. En gran medida, esto se derrumba
por el hecho de que el control de los
parásitos a través del manejo es más
complicado que un programa estandarizado
de tratamientos (12, 14). Por tanto, un
enfoque del tipo “trato y me olvido” parece
ser el preferible para la mayoría de los
ganaderos.
De manera inherente, el control
parasitario es, todavía, complicado, porque
factores como el manejo de la explotación
o la climatología afectan de diferentes
maneras a las diferentes especies de
parásitos, y, por lo tanto, demandan
distintos enfoques para lograr la eficacia
(15, 24).
También está claro que, generalmente,
los ganaderos tienen más voluntad de
pagar por los fármacos que por las consultas.
Esto es un problema de percepción del
valor de las cosas y es el resultado inevitable
de décadas de asesoramiento gratuito en
muchos países. El asesoramiento sin
remuneración, a menudo, es ignorado.
Finalmente, el ganadero no suele
darse cuenta del problema de la resistencia
a los antihelmínticos hasta que está muy
avanzada (15, 20). Esto se debe, de manera
parcial, a que la resistencia sólo se hace
evidente una vez que la eficacia cae por
debajo del 50%, y, por otra parte, porque
los ganaderos, sencillamente, se pasan a
otro grupo o a otra combinación de drogas
cuando los problemas emergen, hasta que
eventualmente no hay tratamiento alguno.
• Los veterinarios y los parasitólogos
son también culpables, en parte, de la reacia
puesta en marcha del manejo holísitico de
los parásitos. Para empezar, hay muy
pocos veterinarios bien informados que den
asesoría imparcial que se mantenga a largo
plazo (16). Quizás más importante, y debido
a que la mayoría de los investigadores que
están desarrollando sistemas de control
son expertos parasitólogos, que tienden a
centrarse en el parásito y no en la rentabilidad
de la explotación, su asesoramiento
no necesariamente encaja con el manejo
del pastoreo o con otros requerimientos y
procedimientos de las explotaciones, sino
que, simplemente, se da, independientemente
de lo anterior. Desgraciadamente,
un consejo no realista dado por un
parasitólogo puede estar basado en un
control perfecto del parásito y no en la
economía o en lo factible de la situación.
Además, a menudo, se comprueba que los
investigadores ofrecen una muy pobre
comunicación al beneficiario final, el
productor. El mensaje práctico puede
hacerse confuso o disfrazarse por la
discusión científica.
Igualmente importante, si el veterinario
a pie de granja también es el que vende los
tratamientos, hay un potencial conflicto de
intereses. Esto ocurre, particularmente,
cuando los veterinarios desempeñan
ambos papeles, ya que habrá una tentación
de vender los fármacos basándose en
motivos financieros y no primando el
beneficio del ganadero.
• Los laboratorios farmacéuticos y los
distribuidores tienen, también, su parte
de culpa. Las compañías más importantes
tienen inmensos presupuestos publicitarios
y un gran número de personal de campo, y
pueden, por tanto, ejercer una importante
influencia sobre la mentalidad y el
Foto: I.Palacín
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