Procesos de HABITAR desde las relaciones intersubjetivas, en la ...

Procesos de HABITAR desde las relaciones intersubjetivas, en la actual
reconfiguración de Medellín, como ciudad de servicios y turística.
Caso: Alejandro Echavarría.
Gleidy Alexandra Urrego Estrada 1
"Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos.
Sin memoria no existimos y sin responsabilidad
quizá no merezcamos existir".
José Saramago
Resumen: La ponencia tiene como objetivo, presentar el tema de investigación, el
cual se basa en la identificación del habitar como proceso histórico, a partir de las
relaciones intersubjetivas, conformadas por los habitantes del barrio Alejandro
Echavarría, en el contexto de Medellín ciudad industrial, consolidada en 1950. Con
la transformación de Medellín, hacia ciudad de servicios y turística, a partir de la
década del noventa, las relaciones intersubjetivas se reconfiguran, debido al
nuevo modelo económico de la ciudad, y a políticas e intervenciones
gubernamentales locales de renovación urbana. Por tanto, el tema de la
investigación será analizar y describir dicha reconfiguración, lo cual consideré
imaginarios comunitarios y acciones colectivas conformadas en el barrio,
analizadas a partir de conceptos de espacio- territorio, multiculturalidad y
movilidad.
Palabras claves: habitar, imaginarios comunitarios, acción colectiva, barrio
Alejandro Echavarría.
El hábitat se establece como un proceso que es histórico, conformado de hechos
vividos que exteriorizan transformaciones materiales y relacionales, que
comparten los sujetos. Las relaciones establecidas entre los habitantes del barrio
Alejandro Echavarría, para el presente tema de investigación, son intersubjetivas.
Las relaciones intersubjetivas, son vínculos interdependientes de intimidad,
pertenencia y proyección que el sujeto establece a partir de su Yo, exteriorizado
en los otros, en la acción de estar presente en la tierra (Husserl, 1991). Ésta
acción parte del modo como el sujeto conoce e interpreta lo exterior, conforme a
su vivencia, éste lo ordena acorde a la incidencia que tienen las cosas, acciones y
hechos para su sistema de representaciones valorativas.
Estudiante de segundo Semestre de la Maestría en Hábitat de la Universidad Nacional de Colombia, Sede
Medellín. Correo: Gleidy.urrego@gmail.com. Celular: 310 841 35 36.
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Las relaciones intersubjetivas son regidas por la intencionalidad, como la
motivación y sentido que el sujeto otorga a sus acciones. Por la intersubjetividad
como la multiplicidad de actos subjetivos de valoración y legitimación del otro, en
una realidad próxima. Y por último, las verdades intersubjetivas, como
concepciones e ideales reales, creadas y compartidas entre los sujetos, en un
afuera-exterior, a través de vínculos comunes. El presente tema investigativo
comprende dos momentos, el primero es describir la conformación del barrio
Alejandro Echavarría, en el marco de una ciudad industrial, y el segundo
momento, es presentar los propósitos que abarcará la investigación.
El tema de investigación: los procesos de habitar desde las relaciones
intersubjetivas, caso barrio Alejandro Echavarría, considera dos tiempos claves de
Medellín, el primero, la ciudad industrial, y el segundo, la ciudad de servicios -
turística. Con la configuración del modelo económico y urbano de Medellín, que se
presenta entre 1950 a 2012, las relaciones intersubjetivas se transforman, al igual
que los imaginarios comunitarios establecidos en los habitantes de barrio. Estos
imaginarios son esquemas y representaciones (Silva, 1992) de sentido y
significado (Saussure 1916 y Castoriadis 1989) en un mundo social.
Los imaginarios comunitarios relacionan un sistema simbólico –
valorativo/representativo, el cual se manifiesta en códigos descifrables para
quienes intervienen en un entorno social. La ocupación del barrio Alejandro
Echavarría, se presenta en un espacio, como constructo social (Santos, 2000),
materializado en el territorio, soporte material de intercambio físico y simbólico
(Bachelard y Bozzano, 2000).En los habitantes del barrio Alejandro Echavarría, el
ocupar el espacio configuró una acción colectiva, como un proceso contractual y
reflexivo en las relaciones sociales, las cuales están en permanente
transformación, a partir de la cotidianidad.
El tema de investigación, abordará la acción colectiva en el barrio Alejandro
Echavarría, su conformación y reconfiguración a partir de las relaciones
intersubjetivas, en el contexto de transformación de ciudad. La acción colectiva en
el barrio, se estableció en pensamientos comunes que impulsaron un orden social,
determinado por motivaciones individuales (Torres, 2007) manifiestas en procesos
organizativos de la comunidad. La acción colectiva se fundamentó en la identidad
individual y social, como sentimiento común que caracteriza un sistema social,
frente a un hecho que no siempre implica reacciones conflictivas, sino que
fortalece las relaciones afectivas, sociales y culturales en los habitantes del barrio.
En la conformación del barrio Alejandro Echavarría, el aspecto cultural se
conforma e identifica en la pluralidad, en la medida que se multilocaliza en
prácticas sociales de referencia y significación heterogénea para quienes las
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efectúan, es decir, en las relaciones de los sujetos con los otros (Certau, 2004). La
cultura es el resultado constante de sentidos, espacios y apropiaciones de
estructuras y prácticas sociales, donde se concibe relaciones del sujeto con el otro
y los otros, lo cual permea el habitar de formas de sociabilidad, a partir de la
reconfiguración vertiginosa de la identidad de los sujetos.
El primer momento se especifica de la siguiente manera:
El sector industrial marcó un hito en la visión progresista de Medellín,
destacándose el sector textil, en reciprocidad a costumbres artesanales de tejido a
mano. Para el año 1790 los habitantes de Medellín por invitación del cura de
Envigado, doctor Cristóbal de Restrepo, siembran algodón, tradición de los
habitantes aborígenes del Valle de Áburra, expertos en tejidos de telas de este
material (Retrepo, 1981). La vocación y las relaciones comerciales en esa época,
se dieron paso en una forma de producción semi- fabril, la cual implicó en las
relaciones socioculturales la distinción de las clases sociales. La producción fue
promovida por personas adineradas, quienes contaban con el capital para
promover actividades económicas semi fabriles, a su vez, el espacio territorial fue
identificándose en centros de producción industrial.
Entre los años 1910 hasta 1950 se consolidaron las primeras industrias
antioqueñas, asentadas en Medellín, debido a las condiciones geográficas, la
infraestructura ferroviaria y cercanía al Río Magdalena, principal canal fluvial del
comercio en Colombia. La lógica de ocupación del espacio territorial, fue la
expansión fabril. La industrialización se consolida en “1935, en el ramo textil,
habiendo cinco fábricas grandes de Antioquia, a saber: Fábricato, Coltejer,
Rosellón, Tejicóndor y Bello”. (Restrepo, 1981, p.436) constituyéndose entre 1870
– 1900 una industria expansionista de fábricas de producción de alimentos, textil y
materias primas. Las relaciones socioculturales se establecieron en la
diferenciación de clases: la obrera, los dueños de los medios de producción y la
clase política estaba en las esferas pudientes. El acelerado crecimiento de
Medellín tuvo como condicionantes, las guerras civiles internas el
desmembramiento de Panamá y la política proteccionista del presidente Rafael
Núñez, desarrolló una conciencia industrial sobre la producción nacional, la cual
salvaguardo la economía colombiana de las crisis del año 1929 y la segunda
guerra mundial (Retrepo, 1981 y Poveda, 1996).
En el contexto de Medellín ciudad industrial, la conformación del barrio Alejandro
Echavarría nace en el concepto urbanista de barrio obrero, ubicado en la
estructura físico espacial de Buenos Aires, con un eje estructúrate natural, la
quebrada Santa Helena y como eje artificial, la calle 49, actualmente denominada
Ayacucho. En 1874, Buenos Aires se urbanizó en un marco general de suelo rural,
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ubicándose en predios privados - fincas, al respecto Botero (1996, p.300)
menciona:
“Don Modesto Molina abrió la venta de solares en los terrenos del barrio
Buenos Aires, a partir de lo cual se inicio la construcción de casas,
aunque de forma desordenada. Este barrio se extendía desde la calle
Nariño hasta la denominado puerta inglesa, que había mandado a
construir en el centro del camino Carolino Amador, dueño de la gran finca
Miraflores”.
La quebrada Santa Helena fue referente importante en la urbanización del barrio
Buenos Aires, desde el puente de hierro (lugar hoy del Pablo Tobón Uribe) hacia
el oriente de Antioquia. La calle principal Ayacucho antes era conocida como el
“camellón de Buenos Aires que giraba hacía Rionegro” (Moreno y Zuluaga, 1986,
p.42). La distribución urbana de los primeros asentamientos en Buenos Aires,
tenían como referente la denominada la Puerta Inglesa, influencia de la
arquitectura internacional, y en el referente imaginario como la representación y
significación, desde el sentido valorativo dado por los sujetos, al considerar que
los objetos importados conferían estatus al lugar donde estuviesen ubicados.
En la finca de propiedad de Don Diego Echavarría hijo de don Alejandro
Echavarría comienza la construcción de viviendas para los obreros de la fábrica
Coltejer, quien la entrega a la urbanizadora nacional para lotear los terrenos
(Video comunitario historia del barrio, 2012). Para Velásquez (entrevista, 2012) el
barrio Alejandro Echavarría se conformó en dos etapas; la primera fue entre la
carrera 17 con la carrera 15 y la calle 49 Ayacucho con la calle 50 y 51, entre los
años cincuenta y sesenta. Y la segunda etapa fue carrera 17 con la carrera 12 y
la calle 49 Ayacucho con la calle 50 y la 51, entre mediados de los años sesenta y
setenta (ver mapa n°2). Según el diario El Mundo (marzo, 2011, p.8) “fue el señor
Carlos J. Echavarría, quien impulsó el proyecto que incluyó una escuela y una
cancha.” Para el año 1952 se inauguro la cancha, donde antes era una laguna, y
la escuela se construyó con el propósito de brindar educación a los hijos de los
obreros, ya que en las cercanías no se tenía un centro educativo.
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Gráfica N°2. Etapas de Urbanización (pueden notarse a demás en el cambio de los trazados).
Barrio Alejandro Echavarría. Fuente: Planos SIGMA
Para acceder a la construcción de la vivienda, los obreros tenían primeramente
que comprar el lote y posteriormente enviar la solicitud a la fábrica quien les
asignaba el arquitecto para la elaboración de los planos. Con éstos planos, era el
empleado quien daba el visto bueno y la fábrica avalaba la construcción, así fue
como el señor Jesús Montoya, Alber López, Humberto Osorio, la señora Alicia
Yepes y la mayoría de los habitantes construyeron sus viviendas. Los créditos
para la construcción consistían en dos modalidades, la primera a través de un
crédito directo con Coltejer y la segunda por medio de la urbanizadora nacional
(Video comunitario historia del barrio, 2012).
Los lotes de venta oscilaban entre los 126 m2, y era el empleado quien con el
arquitecto diseñaba la estructura física y la distribución espacial de su vivienda,
conforme a sus necesidades, bajo la modalidad de autoconstrucción. De la
quebrada Santa Helena se extraían materiales entre piedra y arena para la
edificación de las viviendas, además era un punto de encuentro recreacional y
comunitario, al igual que la quebrada de la finca la pastora. La calle 49 Ayacucho
era la única vía hacia el oriente antioqueño y la movilidad se concentraba en el
Tranvía en el sector de la Puerta Inglesa, y de allí el servicio de transporte público
tenía tres rutas que llegaba hasta la escuela del barrio (Video comunitario historia
del barrio, 2012).
El nombre del barrio, según Velásquez (entrevista, 2012), “fue apropiación
colectiva tanto de los obreros de la fábrica Coltejer y los ocupantes de la
urbanizadora nacional, que ahora está entre la calle 50 hasta la carrera 12”. Éste
proceso histórico de ocupación identifica dos momentos de transformación físico
espacial, el primero, los obreros vivieron en lotes comprados para la construcción
de sus viviendas. Y un segundo momento, la extensión de la vía Ayacucho y los
otros habitantes no obreros, quienes compraron lotes a través de la urbanizadora
nacional, fueron configurando relaciones de cercanía, conformándose una sola
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unidad barrial. Para los años ochenta y noventa (ver mapa N°3) se configuró el
barrio como unidad de relaciones vecinales, con la cancha como referente
recreacional, debido a la permanente realización de actividades de balón pie; la
iglesia como proceso colectivo de cooperación y solidaridad para su construcción,
y la escuela como centro educativo (Video comunitario historia del barrio, 2012).
Mapa N°3. Barrio Alejandro Echavarría. Fuente: Alcaldía de Medellín, catalogo de mapas de
proyectos viales, 2011. http://poseidon.medellin.gov.co/geonetwork/srv/es/main.home. (Consultado
el 17 de agosto de 2012)
El segundo momento, interés del tema de la presente investigación, es identificar
las relaciones intersubjetivas en los habitantes del barrio Alejandro Echavarría, en
la actual configuración de Medellín, como cuidad de servicios y turística. Esta
identificación implica describir las relaciones intersubjetivas, consolidadas a través
de imaginarios comunitarios en los pobladores del barrio Alejandro Echavarría.
Para ello, la conformación del barrio, permitirá identificar los imaginarios
comunitarios, y cómo se reconfiguran a partir de la trasformación de Medellín,
ciudad de servicios y turística, la cual incidirá en las relaciones intersubjetivas
consolidadas.
Los imaginarios comunitarios serán medidos en:
Percepción espacial de la apropiación, uso y transformación de las
viviendas, equipamientos urbanos y puntos de encuentro común -
esparcimiento.
Experiencias comunes
Historia barrial
Imágenes verbales –visuales y su representación para los habitantes.
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Motivaciones y desencuentros en las relaciones con el otro – familia,
vecinos.
Concesos pactados para la convivencia.
Creencias e ideologías religiosas – morales, éticas
Costumbres y modales de educación y trato interpersonal.
Seguidamente, analizar las relaciones intersubjetivas, construidas desde acciones
colectivas en el barrio Alejandro Echavarría, en la configuración de Medellín,
cuidad de servicios y turística. Esto implica realizar un análisis del cómo la
organización social conformada por los habitantes del barrio, se desfragmenta y se
reconfigura, en la transformación de la ciudad. Y qué pasará con la estructura
social conformada en el barrio, la cual está en permanente tensión con las
políticas urbanas actuales. Para este análisis se considerará lo siguiente:
Organizaciones comunitarias existentes.
Grupos sociales conformados e identificados.
Valores comunitarios (solidaridad, tolerancia y respeto, entre otros)
Acciones en la defensa de un interés común.
Decisiones comunes realizadas.
Sentido de pertenecía.
Planes de desarrollo municipal a partir de 1993 hasta el 2012.
Para el cumplimiento de este objetivo, es necesario realizar un análisis al discurso
planificador de la ciudad, desde 1993 hasta 2012. La transformación de Medellín,
radica en los planes de desarrollo de Medellín, los cuales se han caracterizado por
un considerar como elemento de conexión entre la planeación urbana y el modelo
económico de Medellín, la competitividad y la apertura internacional de la ciudad,
a partir de la maximización de los atributos físicos del espacio, como la
localización, recursos naturales, infraestructura vial y equipamientos urbanos, con
patrones de crecimiento espacial (conexión urbano –ruralidad), y mejoramientos
de áreas centrales de la ciudad. El desarrollo urbano en Medellín, en el contexto
globalizador, dispone de estrategias de interdependencia económica y geográfica
con las demás regiones del mundo, aumentando el volumen y la variedad de
transacciones de bienes y servicios.
El desarrollo establecido para la ciudad, a través de los planes de desarrollo, se
basa en la intervención física, como la movilidad y la configuración de territorios de
intercambio de servicios tecnológicos y turísticos. Es coherente el discurso del
desarrollo para Medellín, en la medida que en el paisaje global, la configuración
físico espacial de la ciudad, en gran medida parte del suelo urbano, el cual a partir
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del siglo XXI es condicionado como mercancía, por apropiación privada, en la
participación de mercados de tierra, para la edificación de viviendas, oficinas y
centros turísticos. La transformación del modelo económico y urbano en Medellín,
se fundamenta en la visión del desarrollo, que a escala global, condiciona las
ciudades en una lógica de competitividad, y para el Caso de Medellín, se basa en
la internacionalización del territorio.
La vocación económica del territorio y la dinámica social del suelo, radica en el
surgimiento de nuevos sistemas de centralidades urbanos, organizados en
servicios sostenibles y bienes intangibles de comercialización. La transformación
de Medellín, ciudad de servicios y turística, se presenta en un contexto
globalizador, en el cual, el territorio se ordena y configura en unidades espaciales
estratégicas, donde se establecen lugares como centros de servicios para
encuentros de negocios e inversión extranjera. En el actual modelo tecnológicoinstitucional
de Medellín, las alianzas económicas extrajeras y esquemas de
diversificación de la industria, son claves; su ubicación son en lugares estratégicos
y especializados, como los Clúster.
Por último, en el tema de investigación, se describirá la reconfiguración de las
relaciones intersubjetivas, conformadas en los habitantes del barrio Alejandro
Echavarría, en un contexto de transformación de Medellín, ciudad industrial hacia
la ciudad de servicios y turística. Para el alcance de este objetivo, se retomará las
variables puntualizadas anteriormente, que guardan relación con los imaginarios
comunitarios y la acción colectiva en el barrio Alejandro Echavarría, además se
considerará la actual política de movilidad para la ciudad, que en el barrio es
ostensible en el proyecto Tranvía Ayacucho.
La movilidad en Medellín está centrada en la Empresa de Transporte Masivo del
Valle de Aburrá, comienza su operación el 30 de noviembre de 1995. A mitad de la
década del 90 y el siglo XXI, el Metro es el sistema de transporte articulador del
área metropolitana, con un enfoque de calidad de vida, cultura cívica, facilidad y
oportunidad en el desplazamiento, con principios ambientalistas al utilizar como
fuente energética la electricidad. En el Siglo XXI, el Metro al igual que el Río
Medellín son ejes y referentes estructurantes de ciudad, cuya articulación de rutas
y recorridos que realiza el transporte público se modulan con el Sistema De
Transporte Masivo.
Dentro del trayecto de desplazamiento del Metro, a partir del año 2000 se
establecieron otras líneas del recorrido inicial 2 , como los cables, la Línea J San
Javier y Línea L Santo Domingo, con accesibilidad al Corregimiento de Santa
2 Línea A Itagüí – Niquía y Línea B, San Antonio- San Javier.
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Helena, Parque Arví. Está la línea de buses, cuyo recorrido es desde la
Universidad de Medellín hasta el barrio Aranjuez. De igual forma, con recorridos
integrados de las estaciones del Metro a barrios cercanos y municipios del área
metropolitana donde no se extiende el trayecto.
El proyecto que está en etapa de planeación y adquisición de predios, es el
Tranvía, el cual considera retomar el antiguo recorrido del tranvía a Buenos Aires,
pero con nuevos trayectos, como extender el recorrido hasta el barrio Alejandro
Echavarría con transferencia al metro cable la Sierra (ver mapa N°3) y
posteriormente con el Parque Arví y el Valle de San Nicolás. El último Plan de
Desarrollo 2012- 2015, “Medellín un hogar para la vida” de la administración de
Aníbal Gaviria Correa, en el tema de movilidad y ordenamiento urbano de ciudad,
se realizará un análisis del discurso al programa bandera “corredores verdes”
como claustros de conectividad regional y nacional, son modelos de transporte
limpio con el medio ambiente, en la creación de condiciones urbanas de
desplazamiento para los pobladores de Medellín.
Mapa N°5. Recorrido Tranvía Ayacucho. Fuente: Alcaldía de Medellín, catalogo de mapas de
proyectos viales, 2011. http://poseidon.medellin.gov.co/geonetwork/srv/es/main.home. (Consultado
el 28 de diciembre de 2011)
El proyecto Tranvía – Ayacucho implicará en el barrio Alejandro Echavarría lo
siguiente (actualmente proyectado):
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Desfragmentación de las relaciones afectivas, sociales y culturales
establecidas – compartidas por los habitantes del barrio, porque se
demolerán viviendas (tres manzanas) para la construcción de la terminal del
Tranvía y la estación transferencia metro cable.
Desfragmentación físico espacial del Alejandro Echavarría como barrio
residencial, por el cambio de uso del suelo. Éste uso será mixto, es decir,
suelo residencial y de infraestructura pública.
El barrio será un territorio de transferencia hacia otros territorios, se
configurará el barrio como un lugar de paso, por la masiva circulación de
personas que utilizarán el metro cale y el Tranvía, como medio de
transporte hacia otros territorios de la ciudad.
La carrea 15 será una vía de jerarquía superior, la cual conecta la calle 49
con las calles 50, 51 y el barrio de Caicedo- cancha los Molinos. En esta
carrera se centrará la movilidad vehicular de intercambio del barrio, con
otros barrios y con la terminal del Tranvía – metro cable.
Una nueva jerarquía vial dentro del barrio, lo cual fortalecerá la calle 51,
porque por ésta calle pasará el Tranvía, y la carrera 15 será vía primaria y
de circulación vehicular. Por tanto, cambiará la morfología del barrio y habrá
un cambio perceptual por parte de los habitantes, en cuanto a
cercanías/lejanías de viviendas y espacios públicos, porque el barrio se
dividirá en tres zonas.
Conclusión – hipótesis
Las relaciones intersubjetivas construidas entre los habitantes del barrio Alejandro
Echavarría, desde imaginarios comunitarios y acciones colectivas, como un
proceso de habitar, se reconfiguran en la transformación de Medellín como cuidad
industrial a ciudad de servicios y turística.
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