Encaje, Cultura y Tradición - Universitat per a Majors
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1<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
En primer lugar a Pili Escuder Cordinadora de la <strong>Universitat</strong> <strong>per</strong> a <strong>Majors</strong><br />
por creer en mi proyecto, orientarme y ayudarme a realizarlo; a Angela<br />
Carrasco, Pili Arroyo, Dolores Allepuz y Lola García, profesoras de las<br />
escuelas de bolilleras de Castellón, Alcora y Puebla Tornesa por el material<br />
que me proporcionaron y que tanto me ha facilitado su ejecución, y en<br />
particular también a mi amiga Amparo Ruiz, por el soporte técnico y su<br />
comprensión en momentos de desaliento y por último a profesores y<br />
compañeros de la Universidad, ya que con sus enseñanzas y compañía han<br />
propiciado que ésta sea una de las mejores etapas de mi vida.
2<br />
INDICE<br />
1. Introducción Página 1<br />
2- Importancia del encaje “ 2<br />
3. Historias y leyendas “ 4<br />
4. Los primeros encajes y sus antecedentes “ 6<br />
5. Importancia económica, social e industrial de los encajes en Europa “ 9<br />
5.1 Alemania “ 13<br />
5.2 Austria “ 18<br />
5.3 Brujas “ 20<br />
5.4 Dinamarca “ 21<br />
5.5 Grecia “ 23<br />
5.6 Inglaterra “ 25<br />
5.7 Hungría “ 27<br />
5.8 Italia “ 30<br />
5.9 Rusia “ 37<br />
6. España “ 42<br />
6.1 Introducción “ 43<br />
7. Almagro “ 48<br />
8. Camariñas “ 51<br />
8.1 La mujer palilleira “ 54<br />
8.2 Audio-video “ 56<br />
9. Cataluña “ 57<br />
9.1 Els treballadors de la punta “ 61<br />
10. Aspectos técnicos “ 63<br />
10.1 Material de trabajo necesario “ 64<br />
10.2 El pìcado “ 67<br />
10.3 Técnica<br />
“ 68<br />
11 Fichas de las características del encaje de bolillos “ 70<br />
12 Conclusiones “ 85<br />
13 Bibliografía “ 89<br />
Anexos<br />
Prensa<br />
Pintura<br />
Poesía<br />
Museos
3<br />
1) INTRODUCCION<br />
El trabajo que presento en este documento trata de la historia del encaje a través<br />
de varios siglos y me he decidido a exponerlo porque todo lo que conlleva forma parte<br />
del acerbo cultural de nuestro país, y de muchas de las naciones de nuestro entorno<br />
geográfico.<br />
Desde la más remota antigüedad, el hombre ha usado lo que la naturaleza le<br />
proporcionaba para confeccionarse prendas de vestir que le protegieran del frío y le<br />
aislaran del calor. En principio fueron las pieles de los animales que cazaba, y con el<br />
paso de miles de años descubrió la forma de hilar, de tejer y paulatinamente sus vestidos<br />
fueron cambiando, apareciendo las modas y la influencia de unos pueblos sobre otros.<br />
Siempre los tejidos ricos y las ropas suntuosas fueron para las clases privilegiadas, y<br />
siempre también las clases humildes y los artesanos de todo tipo fueron las que se los<br />
proporcionaron.<br />
En lo que hoy conocemos como Europa, la civilización romana impuso sus<br />
costumbres en el atuendo, ropas holgadas y sueltas de acuerdo con la climatología<br />
mediterránea, <strong>per</strong>o cuando las invasiones del norte debilitaron el im<strong>per</strong>io, las formas<br />
cambiaron y los ropajes se ajustaron más a las normas de los países fríos.<br />
Durante la Edad Media, el Im<strong>per</strong>io Bizantino (Im<strong>per</strong>io romano de Oriente), impuso<br />
entre las clases adineradas las formas más suntuarias y ricas propias de los musulmanes<br />
de Oriente próximo.<br />
La indumentaria aristocrática y de ceremonia fue lo que a partir del siglo XIV<br />
demandó en gran cantidad encajes y bordados, por lo que su fabricación, venta,<br />
comercialización y difusión tuvo gran importancia en todas las capas de la sociedad,<br />
especialmente desde los siglos XV al XIX y en países como Italia, Holanda, Brujas y<br />
otros todavía tiene mercado aunque canalizado de otro modo como más adelante<br />
expondré.<br />
A continuación , voy a dar una visión de conjunto de lo que fue la expansión del<br />
encaje en gran parte de Europa, de que modo influyó en el aspecto social y económico<br />
sobre todo en la vida de las mujeres.<br />
Y en lo referente a nuestro país, veremos la incidencia que tuvo y aún tiene en los tres<br />
lugares que considero más importantes: Almagro (C.Real), Camariñas (La Coruña) y<br />
Cataluña.
4<br />
2. IMPORTANCIA DEL ENCAJE<br />
He llevado a cabo un análisis de los documentos encontrados en libros y revistas<br />
especializados en el tema del encaje y sobre la importancia del mismo cito a<br />
continuación algunos datos<br />
Narciso Feliu de la Peña, autor del siglo XVIII, 1 dice que “en su tiempo, muchas<br />
mujeres en España habían llegado a igualar por sus encajes de oro, hilo y plata a las<br />
mejores encajeras de Flandes “, y en su libro titulado “ El Fénix de Cataluña ”, dice<br />
que durante el siglo XVII se fabricaban en Cataluña encajes de todas clases con hilo de<br />
oro, de plata, pita y lino, con mejor <strong>per</strong>fección que en Flandes, <strong>per</strong>o que para venderlos<br />
tenían que decir que eran extranjeros. Capmany, a fines del siglo XVIII, eleva a 12.000<br />
el número de encajeras en nuestra tierra.<br />
A mediados del siglo XIX, entre la Mancha y Cataluña habian unas 40000 obreras<br />
Bury Palliser y Pilar Huguet dicen, que después de la Guerra de la Independencia<br />
había solamente en Cataluña 34.000 encajeras, de las que 12.000 residían en el llano de<br />
Barcelona, haciendo blonda y chantilly<br />
Monsieur Aubry, que hizo la relación del jurado internacional en la exposición<br />
francesa de 1867 dice “A las encajeras de Cataluña no les falta habilidad, puesto que<br />
llegaban a vencer las dificultades mas grandes” 2 -<br />
Según Laborde, en un viaje que hizo en 1809 por encargo de Napoleón, había en el<br />
litoral catalán, entre otras poblaciones Malgrat, Pineda, Tordera, Mataró etc, siete<br />
fábrica de puntillas de hilo y 17 de blonda de seda.<br />
En el litoral catalán hacían puntillas de hilo. Pineda se distinguía por las puntillas con<br />
fondos de fantasía y Arenys por hacer las más finas.<br />
En lo que se refiere a países europeos, hay que resaltar lo siguiente:<br />
A raíz de un edicto, 4.000 encajeras de Alençon pasaron a Holanda y cuentan las<br />
crónicas que fueron tratadas como verdaderas artistas y fundaron en 1685 una<br />
manufactura de encajes.<br />
Los holandeses tenían una ventaja que les envidiaba todo el mundo y sobre todo en<br />
Inglaterra, que era el hilo de Harlem, considerado como el mejor del mundo. Ningún<br />
hilo quedaba tan blanqueado como el bañado con el agua del mar de Harlem.<br />
En Alemania, el encaje fue importado por Barbe Uttmann. Nacida en una familia<br />
burguesa de Nuremberg, aprendió a hacer encajes con su marido, protestante que había<br />
tenido que huir de su país. En el año 1561, después de hacer llegar encajeras de Flandes,<br />
fundó un taller. El oficio fue extendiéndose, llegando a reunir unas 30.000 o<strong>per</strong>arias. Al<br />
1 Revista de la Asociación Catalana de Puntaires<br />
2 Revista de la Asociación Catalana de Puntaires
5<br />
morir esta señora, el año 1575, dejó 65 descendientes. Antes de casarse le predijeron<br />
que su descendencia sería tan numerosa como las mallas de su primer encaje. Está<br />
enterrada en el cementerio de Auneberg y su tumba lleva la siguiente inscripción “Aquí<br />
yace Barbe Uttmann, fallecida el 14 de enero de 1575, que creó la industria encajera<br />
en las montañas del Hartz, de donde fue bienhechora”.<br />
En todas partes de Alemania había algunos hombres que hacían encajes y es de notar<br />
que la puntilla hecha por ellos está trabajada más estrecha. Esta consideración me hace<br />
pensar si se debe a que al tener más fuerza, la pequeña tensión que hay que ejercer sobre<br />
el hilo al hacer el encaje, hace que se apriete más, o también puede ser que al ser un<br />
dibujo más estrecho aumenta más rápidamente la cantidad del trabajo hecho.<br />
Ningún viajero ha pasado por Gand desde hace un siglo sin visitar y describir los<br />
beguinajes (comunidades religiosas belgas), y las escuelas de encajeras que de ellas<br />
dependían. Las mujeres, escribe en 1756 un autor inglés del Grand Tourd “Son unas<br />
5.000, salen y van donde quieren y emplean su tiempo haciendo encajes”. Cien años<br />
más tarde encontramos también las beguinas (beatas de las comunidades religiosas<br />
belgas), dirigiendo como siempre, las escuelas. Son menos numerosas, solamente unas<br />
800.<br />
Como en cualquier actividad humana que se dilata en el tiempo, surgen historias<br />
verdaderas junto a leyendas que al trasmitirse de una generación a otra van difuminando<br />
sus contornos y no se sabe muy bien donde termina la realidad y donde empieza la<br />
fantasía.<br />
Voy a describir alguna de las que me han parecido más interesantes.<br />
Cartel de bolillera
6<br />
3. HISTORIAS Y LEYENDAS<br />
De entre las historias y tradiciones que se relacionan con el encaje destaco las que me<br />
han parecido más interesantes.<br />
7<br />
salieron los hermosos encajes belgas. Dio gracias a la Virgen e hizo voto de castidad.<br />
Pasado un tiempo, otra vez se entrelazaron los hilos en su falda y formaron unas letras<br />
que decían: “te relevo de tu voto”. A mi el final de esta leyenda me parece un tanto<br />
pícaro.<br />
La leyenda italiana de matiz profano dice: había una jovencita prometida con un<br />
marinero; él, en uno de sus viajes le trajo una rama de coral de la variedad nombrada<br />
“punta de sirena”. Ella, que era encajera, la quiso reproducir en puntilla y después de<br />
muchas pruebas, realizó una muy bonita que fue la admiración de toda Europa. Este<br />
encaje es una variedad de las Venecias y aún se llama “la rama de coral”.<br />
Por último, a la blonda en Cataluña se la llama Punta de la Mare de Deu, y al guipur<br />
de la bruja. Esta leyenda fue recogida por Dª Adelaida Ferré de una encajera de la<br />
costa: había una joven (no tan buena como las anteriores) y una bruja le dijo ¿quieres<br />
vestidos muy bonitos para ir al baile. Yo te enseñaré a hacer una puntilla con la que<br />
ganarás mucho dinero. Se la empezó y cuando tuvo que hacer el tul no lo supo hacer y<br />
fue haciendo trenzas y agujeros de tal manera que la que lo explicaba, estando<br />
acostumbrada a hacer blonda decía: “Dios me libre de hacerla jamás”, y dicen que así<br />
nació el guipur.<br />
Estas historias y otras muchas que desconozco <strong>per</strong>o que seguro existen me hacen<br />
pensar en la importancia que tuvo durante cientos de años todo lo relacionado con la<br />
confección de los encajes .
8<br />
4. LOS PRIMEROS ENCAJES Y SUS ANTECEDENTES<br />
No es posible determinar la antigüedad del encaje. Su origen es desconocido, <strong>per</strong>o lo<br />
que sí sabemos que el punto a la aguja deriva del bordado y el encaje de bolillos, del<br />
tejido.<br />
La aguja de coser es antiquísima, dicen si ya Eva bordaba sus vestidos.<br />
Ante esta falta de datos para situar el encaje en una fecha determinada, cabe hacer<br />
preguntas sugerentes y respuestas analógicas. Entre las preguntas, hay una que muchos<br />
autores han planteado: ¿Cuándo comenzaría el hombre a fabricar redes de pesca y<br />
caza, o esta otra: ¿Qué fibras serían las primeras en los tejidos primitivos. Y otra más:<br />
¿empezaron estos trabajos en varios lugares, y en la misma época<br />
Para determinar el origen del encaje, una de sus dificultades es que esta nomenclatura<br />
no aparece hasta el siglo XV que es cuando la moda impone el final de la puntilla<br />
dentada. Se denomina puntilla al encaje que forma ondas terminadas en punta<br />
“dentelle” en francés.<br />
En los primeros tiempos, el encaje y el bordado se confunden y encontramos la palabra<br />
“pasamano”, que quiere decir “franja alrededor de una tela, de un vestido”. También<br />
quiere decir “hilos entrelazados”. Pasamanos parece que había de bordados, de encajes<br />
y de pasamanería. Según Carmen Baroja de Caro 4 , esta palabra pasamano, podría<br />
demostrar el origen del encaje en nuestra patria, ya que ha sido traducida literalmente a<br />
todos los centros encajeros de Europa.<br />
Para empezar en algún tiempo y lugar, daré el dato curioso e interesante de los tejidos<br />
de esparto, que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional, y que proceden de la<br />
Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada). Este dato, parece que nos aparta del<br />
tema a desarrollar. Sin embargo, sabemos que el horizonte de todos los hechos<br />
humanos, llega a veces, a orígenes sorprendentes.<br />
Para recorrer aunque sea muy brevemente, el transcurso de los siglos y las<br />
civilizaciones, a modo de pinceladas, y desde luego limitándolo al tema del encaje,<br />
expondré lo siguiente:<br />
En el Antiguo Testamento encontramos ya algunos pasajes relativos al bordado. Se<br />
trata de unas finas cortinas, adornadas de dibujos hechos con aguja de coser, de color<br />
azul, púrpura y escarlata y que, ejecutaban querubines, de un exquisito trabajo.<br />
Isaías habla de las redecillas de las damas. El “Libro de los Reyes”, cita unos<br />
entrelazados en forma de malla, <strong>per</strong>tenecientes al templo de Salomón. En fin, hay el<br />
retrato de la mujer que tiene las manos entre los bolillos.<br />
Es cierto que en la antigüedad hubo tejidos sutiles y trasparentes. Y que los egipcios<br />
usaron mallas de hilos, bordadas con cuentas de vidrio. Estas mallas, eran de hexágonos<br />
alargados y de tamaños diferentes. Los ejemplares que se conservan en el Museo de<br />
Tejidos Artísticos de Lyón, proceden de excavaciones hechas en Menfis, y con una<br />
antigüedad de dos mil años antes de Cristo. Los eruditos italianos nos dicen que el arte<br />
4 <strong>Encaje</strong> de bolillos y blondas en la ciudad de Almagro por Manolita Espinosa Estudios y monografías nº<br />
14 Museo provincial de C Real
9<br />
de los tejidos anudados por medio de bobinas, palitos, huesos, plomos, etc, con hilos<br />
arrollados, pasó A Italia cuando Egipto fue colonia romana. Y precisamente, la<br />
“scutulata vestis”, toga que vestían los romanos de la aristocracia , tenía cierto parecido<br />
a estas mallas o tules.<br />
A su vez, los vestidos de ceremonia, de las pinturas funerarias, parecen hechos de<br />
mallas de cadeneta con hilo de oro y de plata y en la época de las últimas dinastías,<br />
entrecruzaban hilos para formar adornos, los cuales como ya he dicho anteriormente<br />
estaban ovillados en bobinas, huesos o plomos, precursores de nuestros bolillos.<br />
En muchos Museos se conservan túnicas egipcias, formadas por hilos mates y<br />
sosteniendo tubitos de vidrio de color azul verdoso.<br />
En una piedra tallada que se conserva en el Museo Británico podemos apreciar los<br />
bordados y puntillas que adornan el vestido de uno de los Reyes de Babilonia que reinó<br />
unos mil cien años antes de Jesucristo.<br />
Parece que en el arte del encaje los hebreos tuvieron por maestros a los egipcios.<br />
Entre los griegos, los trabajos de aguja eran considerados como un gran honor, y<br />
Minerva, diosa de la sabiduría, quería poner este arte bajo su protección y ya sabemos el<br />
cruel castigo que infligió a Aracne convirtiéndola en araña porque quería igualar a la<br />
diosa en su ocupación favorita. Referente a esta leyenda, el poeta belga Jaime Van<br />
Eych, en 1651, habla del encaje, en unos versos en latín, diciendo 5 : Entre las artes hay<br />
una que sobrepasa a todas las demás. Es aquella de enlazar los hilos por el extraño<br />
poder de la mano, formando unas mallas o fondos, que la industriosa araña no pudo<br />
igualar y que Minerva tendría que confesar de no haber conocido nunca”.<br />
Homero y otros antiguos escritores hablan con frecuencia de velos y de cofias de<br />
tejidos de oro.<br />
El autor de “Letras de Italia”, escritas en 1770 por la Sra Miller 6 , menciona, entre las<br />
antigüedades de Portici (población de la provincia de Nápoles), una elegante estatua de<br />
Diana, en mármol, vestida a la moda de las damas romanas, cuyo vestido está rodeado<br />
por una puntilla semejante a un punto moderno, de la anchura de un dedo y medio.<br />
Pueblos menos civilizados que los nombrados no ignoraban esta industria como lo<br />
prueba el hecho que dentro de túmulos escandinavos fueron encontradas agujas de coser<br />
de oro, junto con otros instrumentos de trabajo.<br />
La más bella muestra del Opus Anglicanum , es la capa y el manípulo de San<br />
Cuthbert, pues bien, un lado del manípulo está guarnecido con puntilla de oro,<br />
probablemente trabajado encima de <strong>per</strong>gamino. (Este santo fue exhumado en el siglo<br />
XII).<br />
El encaje auténtico no aparece hasta el renacimiento; es entonces cuando surgen el<br />
encaje a la aguja, que se cree originario de Italia, y el encaje de bolillos, probablemente<br />
originario de Flandes. Ambos datan de mediados del siglo XVI. Al parecer los encajes<br />
españoles son de origen árabe. Los primeros se hicieron a la aguja, técnica que pasaron<br />
a los Países Bajos durante la dominación española; a cambio aprendieron de los<br />
5 Fuente Internet www.cultura.pueblos.espana.org/bolillos/<br />
6 Revista de la Asociación Catalana de Puntaires
10<br />
holandeses la técnica del encaje de bolillos. En el siglo XVI España ya era un centro<br />
exportador de encajes, destacando el llamado punto de España. Se cree que estos bellos<br />
encajes policromos ya se fabricaban en las juderías de Toledo en los siglos XII al XV.<br />
Con la expulsión de los judíos el mercado de encajes sufrió una fuerte recesión y<br />
empezaron a comprarse en el extranjero. Por ello se dictó una ley que prohibía la<br />
importación de encajes excepto los necesarios para el culto. En algunas ocasiones los<br />
encajes antiguos se denominan punto in aria (punto en el aire). Los tipos de encaje a<br />
fogliami (punto de hojas), con ondulantes diseños de hojas y flores, y el Reticel.la, que<br />
presenta dibujos geométricos, especialmente cuadrados y círculos (el reticel.la también<br />
era un tipo de bordado calado).<br />
El encaje se convirtió en un artículo de lujo de gran demanda, en parte debido a sus<br />
diseños geométricos claramente definidos, muy al gusto renacentista. También<br />
contribuyeron razones económicas: los alfileres (que eran necesarios para la elaboración<br />
del encaje de bolillos), ya no tenían un precio prohibitivo y la mejor calidad de los<br />
jabones hacía más fácil el lavado de los tejidos blancos, tan delicados y caros.<br />
Durante los siglos XVII y XVIII las gorgueras, los cuellos, los adornos de encaje para<br />
zapatos, los chales, las mantillas, delantales y sombreros, y las calzas de lino adornadas<br />
con puntillas que se llevaban sobre las medias, eran aderezos en la vestimenta de damas<br />
y caballeros de la nobleza y los sacerdotes. También se comenzaron a utilizar los<br />
encajes en los elementos de culto y religioso y en las casas para la ropa de cama y mesa.<br />
Los libros de patrones para encaje tenían mucha aceptación. En un primer momento<br />
estuvieron destinados a la nobleza y la realeza <strong>per</strong>o, más adelante, pasaron a incluir<br />
instrucciones prácticas para un público más amplio.<br />
Lo que está claro es que la moda de los encajes de bolillos se extendió rápidamente y<br />
su máximo esplendor estuvo en los fabulosos cuellos y puños del siglo XVIII. No hay<br />
más que ver los cuadros de Van Dyck o Velázquez, para apreciar dos formas diferentes<br />
de utilizarlos, unos almidonados y encañonados y otros con su caída natural. En el s<br />
XVIII y en el XIX lo que estaba de moda eran las espléndidas mantillas de blonda,<br />
también hechas con bolillos.
11<br />
5. IMPORTANCIA ECONÓMICA, SOCIAL E INDUSTRIAL DE<br />
LOS ENCAJES EN EUROPA<br />
El Antiguo Régimen<br />
Durante la Edad Media y hasta el siglo XVIII en toda Europa habían cambiado<br />
muy poco las instituciones y la forma de vida. Las monarquías absolutas concentraban<br />
en sus manos los tres poderes: judicial, ejecutivo y legislativo. Creían que su poder<br />
venía directamente de Dios y sólo ante Él debían responder de sus actos. Todo era<br />
propiedad del Rey incluso sus habitantes-súbditos.<br />
La sociedad estaba dividida en tres estamentos que venían datos por el<br />
nacimiento: la defensa militar correspondía a la nobleza, la función espiritual que<br />
incluía la cultura y la enseñanza al clero, y la de proporcionar manutención derivada del<br />
trabajo al pueblo llano.<br />
La economía tenía una fuerte base agraria. La mayor parte de la población se<br />
ocupaba del campo. Una agricultura dirigida especialmente al autoconsumo y con unas<br />
técnicas y herramientas que apenas habían cambiado en varios siglos. El arado romano<br />
seguía utilizándose y el mantenimiento del barbecho (dejar sin cultivar cada año un<br />
tercio de las tierras para que se recu<strong>per</strong>en sus nutrientes).<br />
Esta economía agraria atrasada convivía en muchos lugares con un importante<br />
desarrollo urbano y comercial, propiciado por los descubrimientos geográficos que<br />
aportaron a la cultura europea nuevas tierras, mares, razas, especies animales y<br />
vegetales.<br />
Pronto algunos países europeos construyeron enormes im<strong>per</strong>ios coloniales que<br />
animaron el comercio y enriquecieron enormemente a las burguesías mercantiles.<br />
En cuanto a la artesanía y entre ellas la del encaje, este cambio se vio frenado<br />
por la existencia de gremios; los trabajadores de cualquier sector artesanal estaban<br />
obligados a <strong>per</strong>tenecer a un gremio, los cuales controlaban la actividad en esa ciudad, de<br />
manera que las mercancías fabricadas en otros lugares no pudieran entrar. Asimismo<br />
fijaban horarios, precios, salarios, herramientas, número de trabajadores por taller e<br />
impedían cualquier avance técnico que pudiera dar ventaja a unos talleres sobre otros.<br />
El comercio no podía desarrollarse debido a multitud de aduanas interiores y a la<br />
mala calidad de los transportes que sólo mejoraron con la construcción de los primeros<br />
ferrocarriles.
12<br />
La Revolución Industrial.<br />
El cambio que se produce en la Historia Moderna de Europa por la cual se pasa<br />
de una economía agraria y artesana a otra dominada por la industria y la mecanización,<br />
es lo que se denomina Revolución Industrial<br />
Esta tuvo su origen en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y las razones por<br />
las cuales fué en este país y no en otro son varias:<br />
Un régimen político estable, una monarquía liberal frente a las monarquías<br />
absolutas de otros países.<br />
Las guerras en las que se vio envuelta no produjeron daño en territorio británico.<br />
La insularidad y una poderosa flora naval actuaron como escudo de protección.<br />
Una moneda estable y un sistema bancario organizado: el Banco de Inglaterra se<br />
creó en 1694.<br />
Desarrollo de la agricultura que <strong>per</strong>mite una mejor alimentación<br />
Una abundante mano de obra. La población crece constantemente, al estar bien<br />
alimentada hay menor mortalidad. Parte de esta población es la que se traslada a<br />
la ciudad y formará la masa de los trabajadores industriales.<br />
Abundancia de hierro y sobre todo de carbón.<br />
Fácil y constante suministro de agua como fuente de energía.<br />
Abundancia de puertos que facilitan el comercio nacional e internacional.<br />
Hasta aquí algunos de los factores que hicieron que la Revolución Industrial<br />
comenzara en Inglaterra, <strong>per</strong>o las consecuencias de la misma modificaron en gran medida<br />
las instituciones políticas, sociales y económicas de Europa siendo alguna de las más<br />
importantes:<br />
-La industria textil. Inglaterra desde principios del siglo XVIII importaba tejidos de algodón<br />
estampado de la India y pronto empezaron a ver la posibilidad de fabricar en Gran Bretaña<br />
algodón comparable al de los hindues. La materia prima el algodón en rama, se podía<br />
importar de América, <strong>per</strong>o el mayor problema era el de la fabricación del hilo. No se<br />
disponía de una técnica para fabricar un hilo tan fino como el hindú. A partir del año 1760<br />
se empezaron a ofrecer premios a quien inventara un mecanismo que <strong>per</strong>mitiera fabricar<br />
mucho hilo de algodón en poco tiempo. La primera hiladora mecánica la inventó en 1764<br />
Heargraves.<br />
-La mecanización en el sector algodonero revolucionó la industria textil; aparecieron las<br />
fábricas, el trabajo se hizo más productivo y constante y la mano de obra dedicada a la<br />
industria fue su<strong>per</strong>ando a la dedicada a las tareas agrícolas.<br />
-Uno de los elementos sustanciales de la mecanización y modernización industrial fue la<br />
aplicación de un nuevo tipo de energía: el vapor para cuya producción se requería<br />
carbón del que Inglaterra poseía enormes cantidades.<br />
-Desarrollo comercial. El dominio comercial británico, se había hecho con el control de<br />
buena parte de los intercambios comerciales de otros continentes con Europa. El<br />
comercio de productos como el té o el tabaco, y el tráfico de esclavos habia <strong>per</strong>mitido la<br />
creación de enormes fortunas en manos de comerciantes y banqueros. El comercio con
13<br />
las colonias proporcionaba a Inglaterra de un lado materias primas y de otro mercado<br />
para vender sus productos manufacturados.<br />
-Se desarrollaron nuevas clases sociales, la burguesía que era la propietaria de<br />
los medios de producción y el proletariado que trabajaba para la burguesía.<br />
-Liberalismo económico y político. Según las teorías del economista Adam<br />
Smith, el Estado debía desentenderse de las cuestiones sociales y reservarse únicamente<br />
el papel de policía y garantizar el orden público, por lo que al ser los empresarios<br />
quienes fijaban precios y salarios la situación del proletariado iba empeorando<br />
continuamente a medida que se desarrollaba la industrialización.<br />
-Explosión demográfica. Como consecuencia de una mejor alimentación y de<br />
adelantos médicos y mejores hábitos higiénicos en países industrializados hay un<br />
crecimiento notable de la población y se favoreció la inmigración.<br />
-Hundimiento de la pequeña industria. El campesino además de trabajar en el<br />
taller de la ciudad seguía cuidando sus campos y si era artesano vendía él mismo los<br />
productos que salían de sus manos. Era un poco de todo: comerciante, artesano y<br />
campesino. En el campo la pequeña industria era en gran parte familiar y doméstica y se<br />
limitaba a los meses de invierno, porque la llegada de la primavera obligaba a dejar el<br />
taller por el cultivo de la tierra donde se trabajaba más de ocho meses, es decir la<br />
industria rural se movía con las estaciones.<br />
Estructura social<br />
En Europa a finales del siglo XVIII se detectaban cambios en sus estructuras<br />
políticas, sociales y económicas. La revolución demográfica ocurrida a lo largo de los<br />
últimos cien años favoreció el rejuvenecimiento de la población que imprimió un mayor<br />
dinamismo al proceso histórico y junto a factores económicos e ideológicos propiciaron<br />
el progresivo deterioro de las estructuras sociales que apenas habían variado durante<br />
cientos de años. Estas estaban basadas en la división <strong>per</strong>fectamente delimitada de cada<br />
uno de los tres grupos que formaban la pirámide social. En la cúspide se hallaba el<br />
primero: el eclesiástico que no solamente tenía la misión de adoctrinar a los fieles en lo<br />
espiritual sino que también tenía la de difundir la cultura y la ciencia desde las primeras<br />
letras hasta las Universidades. Por todo ello la sociedad los sostenía y entre sus<br />
privilegios estaba el de no pagar impuestos.<br />
El segundo escalón era el de la nobleza cuya misión consistía en la defensa<br />
frente a los enemigos interiores y exteriores. Servían a la Corona cuando se les<br />
necesitaba y en compensación recibían parte del fruto del trabajo de la sociedad y<br />
además tampoco pagaban impuestos.<br />
El tercer grupo que integraba al resto de la sociedad estaba formado por<br />
artesanos, comerciantes y todo aquel que desempeñaba una actividad laboral. Tenía<br />
derecho a ser instruido por el clero y defendido por la nobleza <strong>per</strong>o a cambio debía<br />
mantener a ambos con su trabajo y sobre todo con sus impuestos.<br />
Con el transcurso del tiempo y las sucesivas oleadas revolucionarias y<br />
económicas, los cambios sociales fueron intensos y la nueva sociedad a partir del siglo
14<br />
XVIII quedaba dividida en tres grandes grupos: clases su<strong>per</strong>iores, medias y bajas. La<br />
primera, formada por aristocracia y alta burguesía. Estos últimos eran los grandes<br />
banqueros, empresarios del sector textil, constructores de ferrocarriles, de la minería o<br />
de la siderurgia y junto con los aristócratas eran los que formaban los gobiernos, tenían<br />
derecho al voto restringido, y defendían una moral conservadora y el orden social.<br />
En las clases medias se incluían los pequeños burgueses, tenderos y<br />
comerciantes de telas y ultramarinos principalmente, así como propietarios de negocios<br />
de tipo familiar y profesiones liberales.<br />
Las clases bajas: los trabajadores constituían como siempre el sector mayor de la<br />
población y estos eran los campesinos, los pequeños artesanos y la clase obrera o<br />
proletarios. Estos aparecen por primera vez con esta denominación y son los<br />
trabajadores rurales emigrados a las ciudades para trabajar en fábricas, las minas o la<br />
construcción, cuyo único sustento proviene de su trabajo que alquilan a cambio de un<br />
salario. Como seguridad de futuro sólo cuentan con su prole, es decir con el número de<br />
hijos a los cuales obligan a trabajar desde edades muy tempranas.<br />
La industrialización impulsó también el trabajo de las mujeres pues si antes en<br />
muchos oficios la fuerza del trabajador era clave, ahora la fuerza la hacían las máquinas<br />
y los empresarios fomentaban el trabajo de mujeres y niños porque su salario era dos o<br />
tres veces inferior al de los hombres. De este aspecto social trataré con más profundidad<br />
en otro apartado de este trabajo.<br />
La Revolución Industrial que se inició en Inglaterra en el siglo XVIII supuso la<br />
transformación de una sociedad agrícola en otra industrial y tecnológica, con lo que los<br />
cambios fueron de orden social, económico, político e ideológico como he expuesto,<br />
brevemente, en este capítulo.<br />
Estas nuevas ideas y formas de vida se extendieron por toda Europa y de la<br />
incidencia que en la artesanía tuvieron voy a ocuparme a continuación, fijando<br />
especialmente la atención en la influencia que tuvieron en la vida cotidiana de las<br />
mujeres.
15<br />
5.1 ALEMANIA<br />
En principio señalar un aspecto indiscutible: donde Alemania ha destacado, es en la<br />
publicación de libros de patrones. El hecho que la actividad de editar e imprimir libros<br />
en general haya tenido en Alemania un desarrollo importante, es debido al hecho de que<br />
este país tuvo el honor de ser el de Johann Gutenberg , que en el año 1440 inventó la<br />
imprenta tipográfica. El diccionario nos dice de la imprenta “es el arte de imprimir<br />
sobre un papel u otra materia, por medio de presión con una plancha o unos caracteres<br />
impregnados con tinta”. En el siglo XV, pues, este invento revolucionó el estricto y<br />
selecto mundo editorial e hizo posible la difusión de los documentos y libros a gran<br />
escala. Hasta entonces cualquier libro o documento había de pasar necesariamente por<br />
el lento y costoso procedimiento de ser copiado manualmente página a página.<br />
Pues bien, desde el punto de vista que nos afecta, la divulgación de los puntos es<br />
también deudora de la imprenta, ya que hasta entonces los únicos procedimientos para<br />
conocer nuevos puntos eran dos: los limitados muestrarios de fragmentos de puntos<br />
preparados sobre tela o bien mostrar directamente la pieza de bolillos de que se tratase,<br />
A partir de la aparición de la imprenta, la propagación de puntos y modelos se puede<br />
realizar más extensivamente, con más rápidez y eficacia a lo largo del mosaico de países<br />
europeos.<br />
En este campo, Alemania fue una adelantada. Desde el principio se imprimieron un<br />
numeroso conjunto de libros de muestras y de patrones, en una cantidad ni tan sólo<br />
comparable con las que se producían en Italia.<br />
El libro más antiguo de los que se imprimieron en Alemania, se realizó en la ciudad<br />
de Colonia en el año 1527 : D Gedruckt tzu Collen vp dem Doemhoffr. Sabemos que su<br />
editor se llamaba Peter Quentell. Se trata de un documento que muestra modelos de<br />
carácter medieval, arabesco, alfabetos etc,. Existe una referencia de una segunda edición<br />
del año 1529 y una tercera del año 1532. Esto nos da una idea del éxito y la aceptación<br />
que tuvo entre el público.<br />
Otro notable libro de patrones que contenía 46 planchas con motivos arabescos se<br />
editó el año 1534, en la ciudad de Ausburgo, y el autor fue Johan Achartzemberger.<br />
En la ciudad de Estrasburgo se editó el libro de patrones New Modelbüch allen<br />
Nägerin und Sydensticke de Hans Forman, impreso en rojo y negro que eran los<br />
colores habituales, para la impresión de estos tipos de libros ilustrados.<br />
En la ciudad de Frankfurt se imprimieron un buen conjunto de libros de patrones:<br />
Año 1530 Mödelbück Welscher, Ober un Niderlandischer Arbait de A.D. de 20<br />
páginas.<br />
Año 1537 Mödelbück von erhabener und flacher Arbait de Christian Egenolffs ,<br />
que presentaba 178 modelos.<br />
Año 1568 Das new Mödelbüch de Nicolas Baseus
16<br />
Año 1569 Mödelbück citado por el cronista Marqués d`´Adda y muchos más<br />
libros de patrones de gran difusión entre los años 1605 a 1618.<br />
En la ciudad de Nuremberg, sucesivamente se editaron una serie de libros que<br />
contenían modelos y puntos. Del más antiguo que se tiene información se<br />
imprimió en el año 1597 M¨delbück editado por Seibmacgher.<br />
En la ciudad de Dresde el año 1582 se imprimieron Nelies Künslicher<br />
Mödelbück de B Tabin.<br />
En la ciudad de Leizpig el año 1619 se editó New Mödelbüch Darinnen de A.<br />
Bretschneider. Libro dedicado y muy posiblemente financiado por Mdme<br />
Catherine von Dorslats. 7 .<br />
Esta actividad tan floreciente continuó en Alemania durante los siglos XVIII y<br />
XIX y podríamos decir hasta la actualidad, sobretodo si se compara con la<br />
escasa actividad editora de nuestro país.<br />
Estos documentos tan valiosos uno por uno, necesarios para comprender como<br />
fue el camino que recorrieron los encajes hasta llegar a nosotros, no están<br />
recopilados en ninguna biblioteca única, sino que figuran dis<strong>per</strong>sos y forman<br />
parte de los fondos bibliográficos de diversas bibliotecas como la de Artes<br />
Decorativas de Paris, la Real de Bruselas. La Real de Munich, la de San Marcos<br />
de Venecia, en Milán, Florencia, Génova, Oxford, etc. Pero también hay que<br />
pensar que entre todo lo que se ha podido conservar, es muy posible que nos<br />
haya llegado tan solo una parte de lo que en realidad se editó. Este listado de<br />
libros tan esclarecedor en sí mismo y que tan solo es un listado incompleto,<br />
constituye la argumentación en que nos basamos para poner énfasis en la<br />
importancia del papel que ejerció Alemania en la popularización de los encajes.<br />
Históricamente, en este aspecto tan importante Alemania fue líder indiscutible.<br />
A continuación comentaré quienes eran los usuarios de los bolillos en<br />
territorios alemanes. El hecho que durante siglos un país denominado Alemania<br />
no existiera sino una serie de pequeños estados (Bohemia, Brandenburgo,<br />
Sajonia, el Palatinado y las ciudades independientes de Maguncia Colonia y<br />
Treveris), fue una circunstancia que tuvo consecuencias también para el<br />
desarrollo de la producción de encajes.<br />
Este hecho se traducía en una multiplicidad de cortes. Cada una con sus<br />
príncipes, nobles y otros cortesanos. Un buen número de familias poderosas,<br />
hombres y mujeres que habían de poner en evidencia su status y su riqueza,<br />
especialmente en las reuniones conjuntas donde habían de mostrarse, cuidando<br />
con atención los lugares de aparición que era una manera pacífica de rivalizar<br />
entre sí. Esta situación, prolongada durante siglos, los convirtió en compradores<br />
naturales de artículos suntuarios, joyas, telas, ornamentos, encajes…. Durante<br />
los siglos XVI y XVII las diferentes cortes del área de lengua alemana<br />
supusieron una fuerte demanda para el floreciente mercado de artículos de lujo<br />
comandado por los comerciantes venecianos. Para regular este comercio,<br />
7 Revista Asociación Catalana de Puntaires.
17<br />
también desde el Sacro Im<strong>per</strong>io Romanogermánico se promulgaron leyes que<br />
limitaban el consumo de artículos suntuarios que como en el resto de los estados<br />
europeos en la práctica no tuvieron apenas cumplimiento.<br />
Otro hecho histórico de magnitud que tuvo lugar en esta área durante el siglo<br />
XVI fue de orden religioso. Por encima de la fragmentación política, en estos<br />
territorios, de la mano del monje agustino Martín Lucero, estalló el<br />
protestantismo que se inició en la ciudad de Wittenberg y que rápidamente<br />
extendió su radio de influencia. La Reforma será un movimiento que formulará<br />
cambios dentro de la doctrina católica, como la no obediencia al Papa o la libre<br />
interpretación de la Biblia, que bien pronto traspasarán el ámbito puramente<br />
religioso para impregnar la vida política, división entre estados católicos y<br />
estados reformistas y la vida social con cambios como la anulación del celibato o<br />
la participación de la mujer en los oficios eclesiásticos. Muchos de estos<br />
cambios tendrán reflejo en la manera de vivir, muy especialmente se reflejaron<br />
en la indumentaria masculina y femenina donde los bordados constituían buena<br />
parte de la ornamentación.<br />
Una vez más se demuestra que la vida de un país es como un mosaico donde<br />
todas las piezas forman parte de un conjunto; y cualquier acontecimiento si es<br />
relevante tiene influencia sobre todo el entramado social: el cambio religioso y<br />
político necesariamente tuvo que dejar sin trabajo a un número importante de<br />
artesanos que basaban parte o la totalidad de sus ingresos en la producción de<br />
encajes y que al cambiar las modas se verían muy afectados en sus vidas.<br />
Dejando de lado la historia nos centraremos en como eran las primeras<br />
puntillas alemanas.<br />
Tenemos noticias de la existencia de puntos de aguja fechadas entre los siglos<br />
XVI y XVII del tipo “lacis” y de “punto cortado”. Así figuran en la<br />
catalogación de algunas muestras del Museo Victoria & Alberto de Londres. Se<br />
conocieron estos géneros de puntos tradicionalmente de procedencia veneciana<br />
muy posiblemente a través de la ruta comercial que unía las ciudades de<br />
Venecia, Ausburgo-Nuremberg, Leipzig y Hamburgo.<br />
Para iniciar el tema que hace referencia a los trabajos de bolillos, hay que<br />
hablar de un <strong>per</strong>sonaje emblemático . Se trata de Bárbara Uttman (1514). Hija<br />
de una familia burguesa de Nuremberg. Desde muy joven se traslada a vivir a<br />
Ammeberg, pueblecito minero donde se casa y donde una bolillera emigrada de<br />
Brabante la inicia en los bolillos, una actividad que va a convertirse en su<br />
ocupación hasta su muerte en el año 1575. Bárbara Urttmann organiza diferentes<br />
talleres de bolilleras con las mujeres e hijas de la colonia de los mineros que<br />
pasa a comercializar directamente y abre una tienda especializada en puntillas de<br />
bolillos. Trabajaban con hilo de lino y repetían modelos tradicionales de<br />
Flandes. Esta iniciativa llegó a tener un gran éxito y dio trabajo a 30.000<br />
<strong>per</strong>sonas. En Alemania el nombre de esta bolillera es todavía hoy un referente<br />
indiscutible.<br />
Muy primitivas son también las puntillas de hilo metálico que se<br />
comercializaron con la denominación “puntas de Hamburgo”. Esta modalidad
18<br />
es posible que se iniciase con el establecimiento de bolilleras francesas<br />
refugiadas en la zona norte de Alemania, huidas de su país a causa de la<br />
<strong>per</strong>secución contrareformista. Eran trabajadas con filamentos de oro y plata y<br />
seguían los modelos tradicionales. Por ruta marítima salían del puerto de<br />
Hamburgo y se transportaban a los otros puertos del mar del Norte que<br />
<strong>per</strong>tenecían a la Liga Anseática.<br />
Dentro de la división del trabajo, aquí también eran las mujeres las encargadas<br />
de hilar el lino y la lana y trabajar tejiendo al taller. Tanto en el medio rural<br />
como en las ciudades oficialmente estas actividades textiles, consideradas de<br />
mujeres, se practicaban dentro del ámbito doméstico sin ninguna protección<br />
gremial.<br />
Como pasaba en el resto de los países de Europa, en Alemania los gremios<br />
eran entidades de gran prestigio social que estaban integrados exclusivamente<br />
por hombres. Tan sólo en el caso de que el marido fuera el maestro del taller y<br />
muriese, a la viuda le era <strong>per</strong>mitido mantenerlo como heredera, <strong>per</strong>o nunca<br />
pasaba a poder firmar como maestro aún que hubiera estado unida al taller<br />
durante toda su vida.<br />
Por otro lado, cualquier mujer al casarse había de asumir el status del marido,<br />
por esta razón su familia había de aportar al matrimonio la dote, una cantidad<br />
que estaba estipulada según el rango. Por esta cuestión, en la práctica muchas<br />
mujeres de familia humilde se quedaban solteras o bien habían de buscarse un<br />
trabajo que les <strong>per</strong>mitiese ganar un sueldo y ahorrar los dineros para su dote. Y<br />
¿cuáles eran los trabajos a que podía aspirar una joven pobre y analfabeta para<br />
poder ganar dinero en los siglos XVI o XVII. Suponemos que debía haber<br />
pocas salidas: o irse a la ciudad y tener trabajo como niñera o trabajar al textil,<br />
hilando, tejiendo, cosiendo, bordando…, o haciendo bolillos. La norma para una<br />
jovencita sin patrimonio era ofrecerse como mano de obra alrededor de los 10 o<br />
12 años.<br />
Referente a la alfabetización es interesante dedicar unas líneas al tema, sólo<br />
para aportarlas como referencia. En los territorios de habla alemana no hay<br />
ninguna ley reguladora antes del siglo XVIII. También sobre esto según los<br />
distintos territorios hubo muchas desigualdades. Por ejemplo, en Prusia, situada<br />
al norte, en el año 1717 fueron creadas por decreto las escuelas elementales<br />
(Volksschulen) y las escuelas primarias (Mittelschulen), ambas eran obligatorias<br />
tanto para niños como para niñas desde los 6 a los 14 años. Esto mismo ocurrió<br />
en el territorio del sur, en Baviera muchos años después. en 1802. Por otro lado<br />
al este, en Berlin, se promulgó una ley parecida <strong>per</strong>o en el año 1818, casi un<br />
siglo más tarde.<br />
También la ocupación de las mujeres casadas eran los trabajos domiciliarios<br />
que ejercían especialmente durante el invierno. Estos trabajos eran compatibles<br />
con las labores de la casa. Para los comerciantes tenían la ventaja de que no<br />
habían de invertir en ningún local ni asumir ningún coste como calefacción, luz<br />
Esta modalidad de trabajo domiciliario era como se realizaban el grueso de la<br />
producción de puntillas alemanas.
19<br />
Por tanto, como puede verse, dada la situación de carencias generales nos<br />
podemos explicar el éxito de iniciativas como las de Bárbara Uttmann que<br />
ofreció trabajo haciendo puntillas a millares de jóvenes de Baviera.<br />
Volviendo de lleno al tema que nos ocupa, decir que al norte del territorio, el<br />
elector de Brandenburgo y el elector de Hesse que se declararon defensores de<br />
las ideas luteranas, dictaron leyes de acogida y protección de extranjeros<br />
<strong>per</strong>seguidos por motivos de religión. Por esta razón dentro de sus territorios en<br />
poco tiempo se instalaron contingentes de artesanos expulsados del oeste del<br />
continente europeo entre los que había bolilleras. Se fundaron y proliferaron<br />
talleres de encajes en muchos lugares como Leizpig, Auspach, Eberfeld y<br />
Hannover que produjeron género a buen precio para el consumo interior y para<br />
la exportación a otros países como Polonia o Rusia. Eran puntillas de todo tipo,<br />
en hilo de lino natural, blanco o de color, imitando conocidos modelos italianos,<br />
franceses y flamencos.<br />
En las ciudades de Lubec, Bremen y Leizpig se crearon fábricas de puntillas<br />
trabajadas con filamentos metálicos siguiendo el estilo de las “puntas de<br />
Hamburgo”. En la ciudad de Dresde se dedicaban a trabajar, desde el año 1700,<br />
puntos de aguja denominados “puntas de Kelso”, con acabados de calidad y que<br />
eran apreciadas en el mercado. En la ciudad de Erzgebirge se trabajaban<br />
puntillas geométricas de tipo “torchón de Ischia”. En este género tiene la<br />
particularidad de la intervención de hombres. Unos puntos que no destacaban<br />
por su originalidad, <strong>per</strong>o que adquirieron un cierto prestigio por lo bien hechas<br />
que estaban. Sin pretender restar mérito al trabajo de los hombres es muy posible<br />
que su tiempo no tuvieran que compartirlo con las tareas domésticas, ni la<br />
atención al cuidado de la familia, lo que favorece la dedicación y el sosiego que<br />
se requieren para la realización de cualquier tarea.<br />
Grabado de Bárbara Uttman (1514-1575)
20<br />
5.2 AUSTRIA<br />
Tal y como ocurre cuando tratamos de aproximarnos a la historia del encaje de<br />
bolillos de un país concreto, en el caso de Austria también nos encontramos delante la<br />
dificultad de definir y fijar unos límites territoriales, ya que a lo largo de los siglos las<br />
fronteras se ensanchan o disminuyen dependiendo de los acontecimientos políticos de<br />
cada época.<br />
Fijándonos en Austria, el territorio actual del estado austriaco es bien poca cosa si lo<br />
comparamos con el que ocupaba durante el siglo XVIII cuando el Im<strong>per</strong>o<br />
Austrohúngaro integraba entre otros países: Chequia, Eslovaquia, Rumania, Croacia,<br />
Servia, Eslovenia y buena parte del norte de Italia. Aclarado esto, daremos una ojeada a<br />
las puntillas y bolilleras austriacas tratando de no limitarnos nada más a copiar las<br />
escasas referencias que figuran en los libros de consulta mas conocidos.<br />
Como preámbulo hay que decir que Austria, desde antiguo, si puede decirse que eran<br />
grandes consumidores de todos los géneros textiles, y naturalmente de bordados de gran<br />
calidad, ya que los dos estamentos del poder: la corte de Viena y la Iglesia habían de<br />
hacerse notar. Históricamente Austria era el más firme bastión católico en la Europa<br />
central y se encontraban en situación de constante amenaza por las corrientes<br />
reformistas que triunfaban en Alemania (Prusia). De otro lado, la vida de la corte en<br />
Viena era el paradigma del estado absolutista y estaba presidida por una rígida<br />
“parafernalia” y un protocolo muy exigente que habían de ser seguidos por todos los<br />
cortesanos: familia real, nobleza, militares, etc.<br />
A causa de esta situación, y siguiendo las pautas marcadas años antes por otros países<br />
como Francia, en Austria se crearon en el año 1879 la escuela de bolilleras<br />
austrohúngara (k.u. Zentralspotzenkurs), con sede en Viena, que fue desde entonces la<br />
encargada de elaborar encajes para el consumo interno que de otra manera las habrían<br />
tenido que importar y que eran muy caras. Al poco tiempo de su creación salieron de<br />
sus talleres importantes piezas, especialmente de punto a la aguja que eran exhibidas y<br />
premiadas en las diferentes exposiciones universales sucesivas.<br />
Al margen de esta iniciativa, en otros territorios del Im<strong>per</strong>io Austrohúngaro también<br />
se trabajaron los encajes con éxito.<br />
En la región del Tirol: tradicionalmente trabajaban encajes siguiendo los modelos<br />
italianos. Hacia 1850 se abre una escuela de bolilleras estatal que mejora y diversifica<br />
los encargos.<br />
En Bohemia: eran tradicionalmente los trabajos de encajes con hilos de colores. En el<br />
siglo XIX se dedicaban a los encajes unas 60.000 <strong>per</strong>sonas entre mujeres y niñas. Se<br />
creó una escuela de bolilleras estatal en el año 1879<br />
En la región de Salzburgo, la tradición se inició hacia el año 1600, por iniciativa de<br />
dos encajeras italianas. En un primer momento, la implantación fue discreta, <strong>per</strong>o pocos
21<br />
años después, entre 1680 y 1780, centenares de bolilleras se dedicaban a trabajar<br />
encajes con hilo de lino de calibre mediano imitando los motivos de moda en la corte de<br />
Viena. Llegaron a crear un estilo propio basado en diferentes y variados motivos locales<br />
“Nähtchen” que iban juntos y separados del fondo del encaje por una galería. Este<br />
género tuvo una gran aceptación y se pudo abrir una corriente de exportación a las otras<br />
provincias y también a otros países como Suiza y Holanda. En esta región de Salzburgo<br />
fueron también conocidos los trabajos de: Lungau, denominados “tream”, que eran<br />
encajes de gran simplicidad y los trabajos de puntos a la aguja de Mondsee, piezas para<br />
la lencería del hogar. De entre sus promotores destacó la bolillera Margarethe Breuer<br />
que los dio a conocer <strong>per</strong>sonalmente a la em<strong>per</strong>atriz Elisabeth, conocida como Sissi.<br />
Años más tarde, hacia el año 1913 montó una Asociación que presidió hasta su muerte<br />
en 1989, a los 103 años<br />
Es importante destacar que paralelamente a la creación a finales del siglo XIX de la<br />
Escuela de encajeras estatal de Viena, la iniciativa fue continuando abriendo un total de<br />
46 escuelas de encajeras a lo largo del territorio austrohúngaro, cosa que hace suponer<br />
que estas escuelas constituyeron la labor de muchas bolilleras que hoy reconocemos<br />
como propias de cada país.<br />
Para terminar, hay que resaltar que en Viena se forjaron un colectivo de artistas<br />
cercanos al movimiento modernista que desde finales del siglo XIX y principios del<br />
siglo XX desarrollaron una gran actividad en diversos campos, entre todos hemos de<br />
destacar la importante aportación de los diseñadores de encajes durante aquel <strong>per</strong>iodo.<br />
Em<strong>per</strong>atriz-Elisabeth
22<br />
5.3 BRUJAS<br />
Hacia el siglo XV Brujas cultivó el arte del encaje como nadie. Su producción de encaje<br />
de bolillos fue unida a su declive como antigua potencia comercial.<br />
En el siglo XVIII, la mitad de sus apenas 30.000 habitantes vivía en la<br />
pobreza, mientras la aristocracia y descendientes de la burguesía mas pudiente se<br />
refinaba y adornaba los cuellos y puños de sus trajes con encajes.<br />
Esta moda causó furor en toda Europa, así que las ciudades de Flandes se<br />
dedicaron con esmero a tejer encajes. Cada una de ellas se especializó en un punto<br />
diferente.<br />
El de Brujas era el punto “del hada”, el más delicado. Lástima que hoy muy<br />
pocos son capaces de realizarlo, además de que es muy difícil encontrar materiales tan<br />
finos.<br />
Tampoco este arte de tan delicada manufactura y elementos podría competir<br />
con el mercado oriental, que acapara el comercio mundial de los encajes.<br />
En realidad fueron los comerciantes flamencos los que introdujeron sus<br />
secretos de fabricación en el <strong>per</strong>iodo de entreguerras a las misiones asiáticas. Allí los<br />
misioneros empujaron a los obreros orientales a su manufactura, una mano de obra<br />
extremadamente barata.<br />
Esta producción hizo cerrar muchos talleres en Flandes. Lo que demuestra una<br />
vez más que muchas de las cosas que están ocurriendo en estos momentos en el<br />
mercado textil –que los productor orientales por su bajo precio están hundiendo muchas<br />
empresas en España- ya ha ocurrido en otros lugares y otros momentos de la historia.<br />
Volviendo al tema, actualmente el centro de encaje de Brujas Kantcentrum,<br />
mantiene esta tradición y posee una escuela para iniciar a los artesanos que lo desean. El<br />
centro está abierto al público. En la escuela de encaje de la calle Balstraat, en Brujas,<br />
aún se teje el encaje con los bolillos que hicieron famosa a Brujas.<br />
Punta de Bruselas
23<br />
5.4 DINAMARCA<br />
Dinamarca está situada al norte de Alemania, siendo un país fuera del área<br />
mediterránea que nos es más próximo, para nosotros resulta un país lejano, siendo que<br />
en realidad la distancia en kms, es relativa. El territorio actual del estado danés lo<br />
forman la península de Jutlandia y tres islas grandes: Sjaelan donde se sitúa la capital<br />
Copenhague, la Gran Belt y la Pequeña Belt. Una vez situada en el mapa de geografía<br />
sería bueno continuar dando una ojeada sobre su historia y así poder llegar a situar<br />
mejor el desarrollo del encaje de bolillos en este país.<br />
Primero, decir que Dinamarca, es en la actualidad, dentro de los países<br />
escandinavos el de territorio más pequeño. Pero no siempre fue así, ya que en la Edad<br />
Media incluía bajo su soberanía los enormes territorios de Noruega, Islandia y Suecia.<br />
Esta situación le daba una dimensión de poder incomparable al actual y le convertía en<br />
una verdadera potencia estratégica en la ruta marítima entre el Mar del Norte y el mar<br />
Báltico.<br />
Esta hegemonía les <strong>per</strong>mitía ejercer el control sobre el comercio del norte del<br />
continente europeo. Cada barco que hacía la rentable ruta comercial entre Flandes y<br />
Rusia había de contar con su consentimiento y naturalmente pagar tasas. De camino a<br />
Rusia los barcos transportaban sobre todo artículos de madera, pescado y metales y de<br />
regreso de Flandes transportaban: especias, sal, vino, lana, tejidos y sederías.<br />
A los flamencos naturalmente, lo de los impuestos no les satisfacía demasiado<br />
y por eludir las trabas al libre paso de los barcos cargados de mercancías crearon una<br />
asociaciones de navieros “La Hansa” con la que tuvieron que luchar mucho para mitigar<br />
la presión que ejercían los daneses desde sus costas<br />
Esta información nos deja entrever que entre las mercaderías textiles que<br />
transportaban los comerciantes flamencos, en algún momento muy posiblemente se<br />
empezaron a comercializar las ya famosas puntillas flamencas que poco a poco<br />
comenzaron a darse a conocer y a hacer clientes hacia la Europa oriental.<br />
Visto desde otro punto de vista, en el siglo XVI, en los archivos oficiales hay<br />
documentos que describen la presencia de piezas de bolillos en la corte de Copenhague,<br />
ya que el poderoso rey de Dinamarca Cristian II se casó con Isabel de Austria, hermana<br />
del em<strong>per</strong>ador Carlos. Es por esto que por otro camino los daneses entraron en contacto<br />
con los diversos géneros de encajes flamencos.<br />
Dentro del país los bolillos se empezaron a trabajar al sur del territorio<br />
peninsular, justo en la frontera con Alemania, en la zona de Tönder. Las primeras<br />
noticias de esta modalidad de puntillas son de 1610. Un hecho importante a tener en<br />
cuenta es que hacia el año 1647 un bolillero de la región denominada Steenbeck se<br />
decidió a trasladar a once bolilleras ex<strong>per</strong>imentadas de Dormunt (Westfalia) para que
24<br />
pudieran enseñar a las jóvenes campesinas. Años más tarde, sobre 1712 llegan también<br />
bolilleras de Brabante.<br />
Estas iniciativas pros<strong>per</strong>an y dan el fruto es<strong>per</strong>ado, la producción de puntillas<br />
de bolillos de Tönder mejorará en calidad. Extendiéndose su producción por el sur este<br />
de la península y a la isla de Romö. También contribuyó al desarrollo del encaje de<br />
bolillos el hecho que el año 1643 desde la corona se publica un Acta de protección de la<br />
producción de puntos autóctonos y se grava el uso de los puntos extranjeros.<br />
Las puntillas danesas tienen mucho en común con los géneros denominados de<br />
Amberes. Sus principales características son: puntos de hilos seguidos de anchura entre<br />
4 y 8 cm; de diseños geométricos, llevan hilo siguiendo los motivos y están trabajados<br />
en hilos de lino de calibre entre fino y fino. Dentro de la producción de puntos Tönder<br />
había muchas variedades, <strong>per</strong>o en general las piezas tenían un buen nivel técnico y de<br />
acabado. Por otra parte, en el siglo XIX en Dinamarca, llegan a trabajarse con éxito<br />
modalidades de puntillas de bolillos siguiendo modelos franceses clásicos de los<br />
géneros Lille y Muslín.<br />
El año que marca el mejor momento de desarrollo de las puntillas danesas es<br />
allá por el año 1801, época en la que se dedican a hacer puntillas en Dinamarca más de<br />
20.000 <strong>per</strong>sonas entre hombres y mujeres. Y como ocurre en cualquier proceso, pasados<br />
unos años de rendimiento óptimo, la actividad empieza a decaer y ya bien entrado el<br />
siglo XIX, las puntillas de Tönder pasan una crisis, estando abiertos alrededor del año<br />
1840 tan sólo 6 talleres de producción de encajes. Por otra parte, las bolilleras de<br />
Dinamarca también llegaron a trabajar puntos a la aguja del tipo veneciano y siguiendo<br />
el estilo nórdico de trabajar aprovechando los propios hilos de la tela, puntos del género<br />
macramé de buena calidad.<br />
En la actualidad la situación es parecida a la del resto del continente, o sea que<br />
la producción de encajes de bolillos se mantiene como actividad de tiempo libre.<br />
Por si alguien le interesa hacer una visita hay colecciones de encajes<br />
interesantes en el Museo de Koge, Museo del Greve y Museo Nacional de la tradición<br />
danesa de Copenhague.<br />
Como resumen puede decirse que desde el punto de vista del encaje de<br />
bolillos, no hay “un país pequeño”. Cada uno desarrolla unos géneros que a lo largo del<br />
tiempo toman unas características y novedades que lo hacen singular.
25<br />
5.5 GRECIA<br />
Con referencia a este país hay que dejar claro que el conjunto de los puntos<br />
griegos nunca han tenido un nivel comparable a los de Italia, Francia, Bélgica,<br />
Inglaterra o España. Son en realidad unos puntos autóctonos que muestran influencias<br />
directas de otras manufacturas procedentes tanto de Occidente como de Oriente.<br />
Desde el punto de vista del encaje de bolillos, en las islas del mar Jónico se<br />
encuentra la presencia de trabajos de influencia veneciana del género reticel en casi<br />
todas las islas, <strong>per</strong>o sobre todo en las islas de Corfú y Zante. Pero lo cierto es que los<br />
puntos más famosos de esta zona son las piezas de puntos trabajados en seda negra. La<br />
producción llegó a ser importante en el pasado y se ha de mencionar un hecho<br />
interesante: durante el <strong>per</strong>iodo de ocupación de estas islas por parte de Inglaterra se<br />
generó un prós<strong>per</strong>o comercio entre los nativos y los funcionarios ingleses. Como la<br />
producción de puntillas era poco importante, la demanda se nutrió de las puntillas<br />
negras que sacaban de los ajuares de las tumbas. Esta práctica se convirtió en un hecho<br />
común ya que se pagaba bien, mucho más que si era puntillas nuevas, sin estrenar. Esta<br />
información un tanto macabra, no es inventada. Está recogida en libros de historia de los<br />
encajes tan prestigiosos como History of lace de Mrs Bury Palliser. 8<br />
Corinto era un enclave importante desde la antigüedad, su situación<br />
privilegiada, muy cercana a Atenas, <strong>per</strong>o con salida al mar Jónico le ofrecía ventajas<br />
para ejercer el comercio por todo el Mediterráneo. Comerciaban con todo tipo de<br />
mercancías desde vino, pasas y aceites finos a cerámica, <strong>per</strong>o enseguida se<br />
especializaron en tapices y en tintes para textiles hasta bien entrado el siglo XIX.<br />
Cuando en el año 1858 la ciudad quedó prácticamente destruida por un terremoto,<br />
nuevamente reconstruida, volvió a padecer un nuevo terremoto en 1920 que<br />
definitivamente debilitó su producción textil entre los que se encontraban los encajes.<br />
De los puntos de Corinto hemos de destacar los puntos metálicos realizados con hilo de<br />
oro que eran una de las mercancías de lujo más cotizadas.<br />
Para cerrar el tema, hablaremos de los puntos de la isla de Chipre que si bien<br />
en la actualidad es un territorio independiente de Grecia, su proximidad y sobre todo el<br />
parecido de los puntos que allí se trabajaban con los puntos griegos hace que se puedan<br />
incluir en este apartado.<br />
Desde antiguo se trabajaban en Chipre puntos metálicos trabajados con hilo de<br />
plata, <strong>per</strong>o las piezas de puntos chipriotas más conocidas son también del tipo reticel.la<br />
de marcada influencia veneciana. Con todo esto, tan solo queda dar una ojeada por los<br />
puntos de las islas griegas situadas al mar Egeo así como a las manufacturas<br />
procedentes de la parte continental y sobre todo de la capital, Atenas.<br />
De entre las islas griegas del mar Egeo donde se trabajaban los encajes, hemos<br />
de destacar la isla de Chio, un pequeño territorio, situado estratégicamente cerrando el<br />
8 Revista de la Asociación Catalana de Puntaires
26<br />
golfo de Esmirna y que por tanto de alguna manera hace de frontera natural actual con<br />
Turquía.<br />
Esta situación geográfica tan comprometida ha propiciado el interés constante<br />
de dominio de la isla desde el exterior. Por Chio pasaron primero los genoveses y más<br />
tarde lo venecianos. Durante estos dos <strong>per</strong>iodos se iniciaron los trabajos artesanales.<br />
Entre la artesanía local, desde el año 1737 se potenció la textil. En 1810<br />
tenemos noticias que el promotor era un tal Richard Pocoko. En el siglo XIX se inició el<br />
momento más floreciente de producción bajo el patrocinio del ingles John Gait que se<br />
instaló en Chio en 1874 y consiguió crear en la isla un centro de producción textil de<br />
primer orden que naturalmente se dedicaba a la exportación. En Chio se hacían trabajos<br />
de punto de aguja.<br />
En la isla de Rodas también se producían géneros de encaje, <strong>per</strong>o con una<br />
importancia irrelevante y sobre todo para el consumo propio.<br />
Ya en el continente, hemos de hacer referencia a la producción de encajes de<br />
las regiones de Atica y Beotia, territorios próximos a Atenas. En estas dos<br />
localizaciones se especializaron en puntos del tipo “mosaico”. Se trata de piezas<br />
redondas u ovaladas que se montan cuidadosamente sobre un papel y sobre este soporte<br />
van configurándose armoniosamente los espacios con puntos, calados y también<br />
bordados. Cada pieza es casi podríamos decir única ya que incorporar en cada ocasión<br />
los fragmentos y aplicaciones que tienen a mano. Los fragmentos van unidos los unos a<br />
los otros con un punto de zigzag o bien con un punto invisible llamado “stilakia”.<br />
También del continente son otras piezas singulares: los Bolio, velos de novia.<br />
Estas piezas son las más apreciadas y tradicionalmente son regaladas a la novia por la<br />
familia del marido y la costumbre dice que ha de llevarla toda la semana siguiente al día<br />
del casamiento.<br />
Las medidas del bolio son: 2,50 x 0,50 metros. Los trabajos de las puntillas y<br />
los entredoses denominados Meriza son hechos con seda natural. Con frecuencia las<br />
familias guardan las piezas heredadas de la generación anterior y los vuelven a montar<br />
de nuevo. Los dos conjuntos de encaje acabados con flecos y entredoses de los bolia<br />
(uno a cada extremo), se denominan “thekes”. De entre todos los diferentes modelos<br />
destacan por su cualidad, los Bolios de Mesogeia trabajados con seda finísima de<br />
Kalamata al Peloponeso. Todavía hoy son piezas muy apreciadas para las bodas de<br />
cierto rango social.<br />
Por último hemos de citar los puntos propios de Atenas. Se trata de trabajos de<br />
encajes realizados con hilos de seda blanca y que se utilizan en los rituales de los judíos.
27<br />
5.6. INGLATERRA<br />
En la segunda mitad del siglo XVIII, se detecta en Inglaterra una transformación<br />
profunda de los sistemas de trabajo y en la estructura social. La agricultura tradicional<br />
fue modificándose como consecuencia de la aparición paulatina de innovaciones<br />
técnicas y de cambios en la distribución de la propiedad. Los campesinos abandonan los<br />
campos y se trasladan a las ciudades al ser suprimidas las zonas comunales de pastos y<br />
no poder hacer frente a la competencia de las máquinas.<br />
En el sector algodonero es donde por primera vez se introdujeron máquinas para<br />
mejorar el hilado de lana o algodón que hasta entonces se hacía con la rueca. En 1764 la<br />
“Jenny” de Heargraves desarrollaba un mecanismo que mediante el movimiento de una<br />
manivela y aprovechando el movimiento de una rueca obtenía simultáneamente varias<br />
bobinas de hilo. La mujer que hilaba a mano sólo podía mover un huso, para manejar<br />
una spinning-Jenny bastaba el trabajo de un solo hombre ayudado por tres o cuatro<br />
niños.<br />
En 1769, Arkwright presentó un nuevo tipo de hiladora mecánica: la water frame. El<br />
hilo que fabricaba esta máquina era de mas calidad que el de la spinning-Jenny: era más<br />
fino y resistente. Pero la water-frame era un mecanismo grande y pesado que ya no<br />
podía mover un hombre. Para accionarla se empezó a utilizar la fuerza hidráulica de los<br />
ríos, <strong>per</strong>o a partir de 1785, ya se empezó a aplicar la máquina de vapor. La abundancia<br />
de hilo obtenido gracias a las hiladoras mecánicas, impulsó la creación de las máquinas<br />
tejedoras.<br />
El telar tradicional constaba de un entramado de hilos que pasaban de un lado a otro.<br />
La bobina se pasaba de una mano a otra por lo que la anchura de la tela quedaba<br />
limitada a la envergadura del tejedor. En 1733, J. Kay creó la “lanzadora automática”<br />
con la que se podían fabricar piezas mas anchas en la mitad de tiempo. En 1785<br />
Cartwright presentó el primer telar mecánico. Se trataba de un mecanismo grande y<br />
pesado que precisaba de bastante dinero para adquirirlo y de una gran fuerza para<br />
hacerlo funcionar. Los primeros telares mecánicos eran movidos por caballos, y a partir<br />
de 1789, se empezaron a mover también con máquinas de vapor.<br />
Estas novedades correspondieron a la industria del algodón y no a la de la lana en<br />
parte por la mayor elasticidad de la fibra vegetal y a la cantidad de algodón bueno y<br />
barato provinente de las colonias de Norteamérica y luego de la India.<br />
La industria algodonera surgida en el siglo XVIII continuó su progreso: las máquinas<br />
hiladoras y tejedoras fueron <strong>per</strong>feccionándose y todas eras movidas por máquinas de<br />
vapor.<br />
Los talleres artesanos no reunían las condiciones necesarias para albergar las<br />
máquinas que se concentraron en grandes naves destinadas exclusivamente a la<br />
producción: las fábricas.
28<br />
En la ciudad el artesano trabajaba todo el día en el taller, oficiales y aprendices vivían<br />
generalmente en la casa del maestro que les daba de comer y les pagaba por meses y<br />
años; la producción era pequeña y poco competitiva. El maestro vivía de un mercado<br />
pequeño que le <strong>per</strong>mitía beneficios modestos. Pero cuando el ferrocarril abrió la<br />
mercancía a los grandes fabricantes, los precios se unificaron y el pequeño artesano no<br />
pudo resistir la competencia.<br />
En lo que se refiere a la producción de encajes, a lo largo del siglo XVIII se crean las<br />
puntillas de aplicación, un procedimiento hasta entonces nuevo y del que destacan las<br />
puntillas de Inglaterra que tendrán a partir de ese momento mucho éxito.<br />
El procedimiento consiste en combinar un tul de fondo sobre el cual se su<strong>per</strong>ponen<br />
cosidos, unos motivos trabajados con bolillos. Todo encaminado a conseguir el efecto<br />
de una puntilla de hilos seguidos. Desde el punto de vista de las medidas de las puntillas<br />
de Inglaterra se ganó la posibilidad de hacer, no solamente piezas de dimensiones<br />
discretas sino piezas más grandes.<br />
Otra consideración a tenor en cuenta es el abaratamiento de coste ya que<br />
técnicamente este artificio de la época rococó como son las puntillas de Inglaterra es<br />
mas sencillo y buena parte de su resultado final se basa en el arte y la gracia del<br />
montador.<br />
En general, los motivos de las puntillas de Inglaterra son de estilo vegetal y<br />
especialmente floral. Se realizan en hilo de lino o algodón finísimo de color blanco o<br />
crudo.<br />
Por su ligereza y transparencia con encajes que nunca han caído en el olvido, ya que<br />
cuando se contemplan producen una sensación inmediata de lujo y ligereza difícil de<br />
encontrar.<br />
Se podría decir que son el paradigma del espíritu de la encajera.
29<br />
5.7 HUNGRIA<br />
En primer lugar hay que decir que, anteriormente y durante siglos, una buena parte<br />
del territorio húngaro formó parte del im<strong>per</strong>io otomano, bajo soberanía turca. Esta<br />
circunstancia tuvo una gran re<strong>per</strong>cusión en su desarrollo como país y también influyó<br />
fuertemente en su cultura.<br />
Podríamos decir que la larga ocupación turca de Hungría favoreció el aislamiento de<br />
las corrientes culturales de la Europa occidental y consecuentemente les orientó hacia<br />
Oriente.<br />
Como veremos seguidamente, esta formulación general se reproduce de una manera<br />
evidente cuando nos fijamos en el ámbito concreto de los encajes.<br />
Antes de nada daremos un repaso a las otras labores textiles artesanales como son<br />
los bordados húngaros, ya que muchas veces acompañan al encaje de bolillos, muy<br />
particularmente en los magníficos vestidos tradicionales.<br />
Dentro del conjunto de bordados artísticos europeos el bordado húngaro, tiene un<br />
nombre propio. Se trata de motivos sencillos, generalmente geométricos, hechos a<br />
puntada pasada trabajados en un color, <strong>per</strong>o utilizando toda la gama del mismo, es decir<br />
que la decoración está basada en el efecto del degradado. Esta tendencia colorista<br />
presente en los bordados, se extiende a la rica artesanía de Hungría y esta característica<br />
y otros de tipo decorativo, son aportaciones de Oriente que han contribuido a su<br />
originalidad, singularidad y riqueza.<br />
Al describir los tejidos textiles de encajes húngaros, encontraremos también la<br />
evidencia, de una fuerte influencia oriental especialmente presente en los encajes más<br />
antiguos. Las primeras puntillas de las cuales se tienen descripciones son del siglo XVI,<br />
se trata de adornos en la indumentaria festiva tanto femenina como masculina. Eran en<br />
realidad trabajos ornamentales muy cercanos a la pasamanería oriental, donde junto al<br />
hilo de lino o de lana teñidos de colores mezclaban hilo de seda e hilo de oro y plata. La<br />
profusión de ornamentación era un signo externo para mostrar públicamente la<br />
categoría social y la riqueza de una familia.<br />
Los encajes de hilo de lino blanco no aparecen al norte de Hungría., donde había<br />
una floreciente industria de hilaturas de lino, hasta el siglo XVII. Pero el gusto por el<br />
color blanco prevaldrá entre los húngaros, una vez libres de la ocupación turca, e<br />
influidos por el gusto occidental.<br />
Las mujeres de la burguesía y de la aristocracia local iban adornadas con encajes<br />
blancos importados o de manufactura autóctona. Los motivos de estas primeras piezas<br />
trabajadas con hilo de lino blanco eran del re<strong>per</strong>torio popular, cada puntilla solía<br />
presentar dos motivos florales alternos muy estilizados. Se popularizó el uso combinado<br />
de hilo de lino blanco y crudo dentro de la misma puntilla, un recurso imaginativo y que
30<br />
de alguna manera dejaba claro el gusto por los colores. De estos encajes había de<br />
diversas categorías. Las de calidad más sencillas se denominaban “puntas<br />
campagnarde”. El éxito de este tipo de encaje de bolillos se extendió también durante<br />
todo el siglo XVIII.<br />
De todos modos, la producción de encajes de bolillo húngaro, que ya formaban parte<br />
del im<strong>per</strong>io austriaco, nunca pudo competir con las checas o alemanas. Su papel, era<br />
como máximo, satisfacer la demanda interna. Esta situación llevó con el paso del<br />
tiempo al encasillamiento de los motivos que llegaron a tener un carácter primitivo y<br />
rural..<br />
De los encajes de bolillos húngaros destacaremos dos de los que continúan vigentes:<br />
Puntos Hunnia. Se trata de trabajos con motivos de inspiración folklórica, sobre un<br />
fondo de puntos de París.<br />
Puntos Toroko. Son puntos populares del tipo guipur trabajados con hilos de<br />
colores. Originariamente provienen de la vecina región de Transilvania (Rumanía)<br />
Hay que dedicar una especial atención a la modalidad de puntos de aguja.<br />
A este respecto, las bolilleras húngaras tienen un lugar destacado muy posiblemente<br />
porque han gozado desde siempre de una gran tradición de bordados y pasamanerías. De<br />
alguna manera, el alto nivel de los trabajos húngaros de bordados a la aguja es fruto de<br />
esta tradición tan arraigada en el país.<br />
De los diferentes puntos a la aguja húngaros destaca la modalidad denominada<br />
“punta de Halas”. Estos bordados nacieron en el año 1902 de la mano del diseñador<br />
Arpad Dëkani, que ya tuvo la idea de dar una alternativa a la moda im<strong>per</strong>ante de los<br />
bordados de imitación hechos con la base de un galón trabajado mecánicamente.<br />
Estas puntas de Halas recibieron el nombre del pueblo donde se iniciaron<br />
Kiskunhalas, situado al sur, fronterizo con Servia. Este mismo año inicial ya pudieron<br />
elaborar y presentar quince piezas a una exposición en Bucarest. Los diseños más<br />
conocidos de Dëkani son los de estilo modernista, <strong>per</strong>o de hecho dibuja multitud de<br />
propuestas, de una gama muy amplia de temas todos de una gran calidad artística.<br />
En el desarrollo de los bordados de Halas tuvo mucho peso la implicación de un<br />
grupo de bolilleras de gran nivel como María Markovits que con gran eficacia llegaron<br />
a pulir la técnica y los acabados de las piezas. Uno de los puntos de partida de su<br />
creadora fue no hacer un género de bordados de precio caro. Para poder cumplir con<br />
este objetivo se plantearon no utilizar los puntos de aguja clásicos como el punto de<br />
festón. Literalmente se tuvieron que inventar un nuevo procedimiento más asequible. La<br />
técnica consiste en trabajar los fondos de punto entero, siguiendo el procedimiento de<br />
zurcido. Los motivos de tipo figurativo, vegetal, animal. Etc., siempre van bordeados<br />
por un <strong>per</strong>fil con relleno y cubiertos con diferentes puntos provinentes de la rica<br />
tradición de los bordados húngaros. Este proceso de creación tardó cinco años en<br />
<strong>per</strong>feccionarse. A partir de entonces los puntos de Halas fueron presentados con éxito en<br />
las exposiciones universales de Milán y Paris.
31<br />
Para evitar que esta modalidad de bordados de Halas se pudiese copiar y repetir<br />
fuera, cada pieza de puntos de Halas había de presentar como garantía un distintivo de<br />
identificación.<br />
Esta modalidad tan singular se trabajó con mucha fuerza y continúa gozando de gran<br />
prestigio en la actualidad en Kinhunhalas tienen abierta la Casa de los Puntos donde<br />
pueden verse muchas y variadas piezas. Para protegerse cuentan con la Fundación de<br />
Puntos de Halas una institución que aglutina estos magníficos bordados del siglo, los<br />
divulga y los tiene en cuenta.<br />
Por lo que se refiere a la otra especialidad de puntos de aguja, también en Hungría<br />
las bolilleras trabajaron con gran <strong>per</strong>fección piezas de punto de tul bordado. Las mas<br />
famosas son las procedentes de Sarkol y las de Kalozaizeg de la región de Transilvania.<br />
Otra especialidad de puntos de aguja húngaros son los denominados “puntos de<br />
Pannolia”. Se trata de un género asequible y de gran originalidad. En realidad es una<br />
combinación de punto de aguja y de punto de ganchillo. Su creadora fue la bolillera<br />
Janos Györffy quien en el año 1914 inició estos puntos de motivos generalmente flores<br />
o procedentes del rico folklore húngaro.<br />
Por último hay que hacer referencia a los puntos de aguja húngaros denominados<br />
“puntos Nemeshany ”Se trata de puntos siempre con forma de medallón, que presentan<br />
motivos geométricos que imitan a los realizados con bolillos.<br />
Como puede verse, el papel de los puntos húngaros, que a primera vista podría no<br />
parecer relevante, nos deja asombrados cuando nos acercamos con interés y curiosidad<br />
y para aprender, en consecuencia nos conviene acercarnos con los ojos y el corazón bien<br />
abiertos, de la mano de la prudencia y hasta de la humildad delante del trabajo de los<br />
demás.<br />
Creo que hay que tomar conciencia de nuestro pequeño papel delante de este alud de<br />
creatividad, que venga de donde venga, contribuye generosamente a enriquecernos y<br />
enriquecer el mundo del encaje de bolillos.
32<br />
5.8 .ITALIA<br />
La aportación de los encajes italianos es de tal importancia en la amplitud de los<br />
puntos y en su historia que para adentrarnos y comprender como eran, no veo otra forma<br />
que seguir un itinerario imaginario por su geografía. Creo que esta forma fragmentada<br />
nos <strong>per</strong>mitirá yendo paso a paso, poder hacerlo bien y extraer un mayor<br />
aprovechamiento De momento, para iniciar el camino, he decidido hacerlo con los<br />
puntos del Véneto, que tienen como centro la ciudad de Venecia.<br />
Se trata de una región, que estando situada mirando al Adriático, ha tenido gran<br />
influencia en el desarrollo de la cultura mediterránea: también hay que tener en cuenta<br />
que quedó bajo la jurisdicción de Bizancio y donde mandaba un Duxe elegido vitalicio.<br />
En este enclave entre Oriente y Occidente <strong>per</strong>vivieron dos culturas: germánica, eslava y<br />
bizantina además de estar muy relacionada, por cuestiones comerciales, con el mundo<br />
musulmán. El momento mas esplendoroso de la República Veneciana se produjo<br />
durante los años 1204 a 1453, en este <strong>per</strong>iodo (1284) acuñaron su propia moneda: el<br />
ducado, que durante tres siglos fue el patrón monetario vigente en todo el Mediterráneo.<br />
En 1453, con la conquista por los turcos de Constantinopla se inició el declive<br />
comercial, ya que <strong>per</strong>dieron el monopolio que ejercían sobre los artículos de lujo que<br />
importaban de Oriente. Llegado este momento, los venecianos se vieron forzados a<br />
intentar una nueva estrategia para atender la demanda de mercancías suntuarias: crear<br />
una industria propia, potenciando los trabajos de los artesanos de la ciudad, donde<br />
gozaban de prestigio los trabajos de hierro, vidrio, ebanistería, cerámica, esmaltes,<br />
bordados, tejidos, etc.<br />
En el apartado específico del textil, esta idea se demostró específicamente fructífera,<br />
ya que potenció el desarrollo de los tejidos bordados, entre ellos los encajes.<br />
Por tanto, alrededor del siglo XV la aparición de los encajes vino de la mano de los<br />
artesanos bordadores venecianos, que cercando el artificio de las piezas, fueron<br />
sofisticando los trabajos de calados y será a lo largo de este proceso donde irán<br />
gradualmente surgiendo los genuinos puntos del Véneto.<br />
Inicialmente los diseños de los primeros encajes conservaron gran similitud con el<br />
estilo presente en los bordados ya que hasta la aparición de la imprenta, las pautas con<br />
las que se trabajaba eran dibujadas a mano sobre un soporte de <strong>per</strong>gamino que eran<br />
escasos y extremadamente caros. Poco a poco, a medida que la técnica de los encajes se<br />
iba consolidando paralelamente también se diversificaron de la propia de los bordadores<br />
y de esta manera, podemos suponer que aparecieron los primeros bolilleros, artesanos<br />
que se dedicaban específicamente a realizar las piezas de encaje.<br />
A continuación veremos una a una las diferentes puntillas venecianas, siguiendo el<br />
orden cronológico de su aparición:
33<br />
Los “reticel.les”, son inicialmente trabajos sobre tejidos de lino sin teñir. Pertenecen<br />
al género de los desfilados. Eran siempre de forma cuadrada o rectangular, hechos<br />
siguiendo diseños radiales a punto de festón. Estas piezas marcan el tránsito entre los<br />
bordados y los encajes ya que están trabajadas conservando todavía el soporte de hilos<br />
de la tela.<br />
Como era propio de artículo de lujo, la calidad de la tela y de los hilos con que se<br />
realizaban eran siempre de los mejores géneros.<br />
Puntos “tagliato”, (calado), son trabajos siguiendo los diseños geométricos y<br />
radiales de los “reticel.les”, <strong>per</strong>o hechos en espacios vacíos de la tela, que se <strong>per</strong>filaban<br />
a punto de festón. Los radios están trazados por hilos nuevos, añadidos.<br />
Punto “in iria”, son en realidad los primeros encajes: piezas trabajadas siguiendo<br />
una pauta, sin ningún soporte de hilo-guía. Una vez acabado el trabajo de aguja, la guía<br />
que ha servido para seguir el diseño se saca y la pieza, totalmente acabada, está<br />
dispuesta para ser aplicada.<br />
Estas tres modalidades, a la aguja veneciana: las reticelles, los puntos tagliato y los<br />
puntos in iria, son los fundamentos de la etapa inicial en la historia de los encajes tal y<br />
como se conocen hoy en día.<br />
Estas modalidades tuvieron una gran aceptación entre la ávida clientela de la propia<br />
ciudad de Venecia y la demanda hizo posible el desarrollo de una gran industria de los<br />
encajes, que dio trabajo a centenares de bolilleras por toda la región.<br />
En la moda había estado el uso de cuello y gorgueras de encajes por toda Europa:<br />
piezas y piezas cada día más sofisticadas que forzaron a los venecianos a continuar<br />
inventando modalidades para el consumo de la alta sociedad sobre todo la nobleza y la<br />
iglesia. De esta manera fue como aparecieron otros géneros de puntillas como:<br />
“Venecianas”: suele denominarse “punta de Venecia” a cualquier puntilla de aguja<br />
que presente características parecidas a las auténticas y genuinas puntillas de Venecia y<br />
también he de añadir que con frecuencia se utiliza como genérico de cualquier trabajo<br />
de aguja: eso para mi es una muestra de la alta consideración que estas puntillas<br />
conservan todavía entre el ambiente de las bolilleras.<br />
Ahora bien, si nos atenemos a la regla general de definir un género, ateniéndose a<br />
sus características , serán encajes de Venecia los trabajos de puntos a la aguja trabajados<br />
siguiendo diseños idénticos o semejantes a las piezas trabajadas en Venecia durante los<br />
siglos XVI y XVII, por tanto con motivos marineros, florales o figurativos. Las piezas<br />
han de presentar las diferentes variaciones del punto botonero para los motivos,<br />
bordados a punto de festón.<br />
Se trabajaban generalmente a mano sin soporte, <strong>per</strong>o si tenían cierta complejidad<br />
eran realizadas con la ayuda de un soporte, invento de los venecianos, denominado<br />
tómbola consistente en dos cilindros su<strong>per</strong>puestos.
34<br />
Antes de terminar con el tema de los puntos del Véneto no quiero hacerlo sin hacer<br />
referencia a la importante recu<strong>per</strong>ación que estas modalidades tuvieron a finales del<br />
siglo XIX.<br />
En el año 1872 la laguna veneciana padeció un invierno gélido y el peligro del<br />
hambre se extendió a las comunidades de pescadores que vivían en las islas. Ante esta<br />
situación de precariedad retomaron la iniciativa de volver a realizar encajes, y por<br />
iniciativa de la Condesa Adriana Marchelo comenzaron a trabajar en la isla de Burano<br />
donde ya no quedaba más que una bolillera anciana: Cencia Scaparida, que conocía la<br />
técnica y sobre todo que conservaba la práctica, <strong>per</strong>o que por su avanzada edad, no se<br />
veía en disposición de enseñarla: visto el panorama se decidieron a poner a su lado a<br />
una maestra de labores: Ana Bellorio, que después de semanas de observación pudo<br />
abrir una serie de talleres en las islas, donde volvieron a tejer encajes centenares de<br />
mujeres y niñas copiando y recreando modelos antiguos…. Y en el año 1878 se<br />
vendieron encajes por un valor de 21.244 liras y pasados unos años en 1906 las ventas<br />
se multiplicaron llegando a las 154.802 liras.<br />
Este resurgimiento tan es<strong>per</strong>anzador sirvió para llamar la atención de la opinión<br />
pública del país que había dejado de lado uno de sus patrimonios mas enraizados.<br />
Actualmente estos encajes continúan haciéndose en la región de Véneto,<br />
especialmente en la isla de Burano y en Chioggia, población situada al sur de la laguna.<br />
Para trabajarlos utilizan hilo de algodón o de lino: para el punto de festón del contorno y<br />
para los fondos utilizan el hilo del tipo “glace”, una terminación especial que le da una<br />
textura más rígida y para trabajar los arabescos, las figuras y el interior de las flores el<br />
hilo de lino sin tratar.<br />
Después de haber dedicado este espacio a las encajeras del Véneto, pondremos<br />
atención en una producción de encajes de aguja de otra zona de Italia situada al<br />
nordeste, concretamente en la región de l`Emilia-Romanya y muy especialmente nos<br />
centraremos en una producción de encajes con denominación de origen. Se trata de las<br />
manufacturas conocidas como Aemilia Arts.<br />
Como ocurre con frecuencia el nombre le viene de la localización de procedencia,<br />
en este caso la región italiana de l`Emilia, un territorio bañado por el mar Adriático,<br />
situado al sur de la franja que formaba históricamente la República de Venecia, y que<br />
desde la época del Papa Julio II formaba parte de los Estados Pontificios.<br />
Económicamente l`Emilia era una zona deprimida donde la producción agrícola<br />
estaba dedicada sobre todo a los cultivos de la remolacha y de la vid.<br />
La vinculación de esta región a los encajes no viene de lejos como en el caso del<br />
Véneto, sino de una vinculación reciente que podemos concretar en un siglo; los cien<br />
años que van desde la fundación de la Escuela-Taller Aemilia Arts, en Bolonia, en el<br />
año 1901.<br />
Esta escuela de bolilleras nace impulsada por la corriente que a finales del siglo XIX<br />
se extiende por Europa y que proponía la recu<strong>per</strong>ación de oficios antiguos. Estas ideas<br />
ya habían hecho posible iniciativas importantes como la creación en Francia de Lúnio<br />
Centrale de Beaux Arts en 1863, en Inglaterra el movimiento Art and Crafts fundado en
35<br />
Londres en 1888.y otras como en Austria Werkbond. Etc. Estas sociedades creadas por<br />
todas partes, en conjunto consiguieron atraer la atención al problema que planteaba el<br />
abandono de viejos oficios enfrentados a la presión del nuevo mundo industrial.<br />
Volviendo al tema, la escuela de bolilleras Aemilia Arts, fue fundada por tres<br />
seguidores de estas nuevas ideas conservadoras: Carmelita Zucchini, Luisa Bellini y<br />
Lira Cavaza. Los planteamientos iniciales las llevaron a tomar la decisión de orientar<br />
los trabajos de encajes teniendo como base, los patrones de un fondo documental<br />
antiguo inédito y que había sido editado en Bolonia: se trataba de dos obras magníficas:<br />
II LIBRO DEL LABORI DE AURELIO PASSEROTTI. Editado a finales del siglo<br />
XVI.<br />
Este libro de patrones original había sido dedicado a Margarita Gonzaga d`Este,<br />
duquesa de Ferrara. Un libro excepcional donde se recogieron y trabajaron a la aguja<br />
una a una toda la serie de puntillas del más depurado estilo cortesano de la época.<br />
VARI DESEGNI DI MERLETTI DE BARTOLOME DANIEL. Editado en el siglo<br />
XVII.<br />
Otro libro excepcional lleno de propuestas originales para los puntos de aguja. Al<br />
margen de estas dos publicaciones inéditas, también se copiaron modelos de otra<br />
publicación de Elisabeta Catanea Parasole Romana, editada por primera vez en Roma<br />
el 5 de mazo de 1616.<br />
En la primera etapa la escuela de bolilleras copiaron literalmente los modelos<br />
propuestos como patrones de los libros de referencia. Poco a poco hicieron pruebas con<br />
el fin de conseguir unos acabados de alta calidad que desde entonces caracterizaron<br />
todas las piezas que salían con el sello Aemilia Arts.<br />
Pasada esta primera etapa inicial, las bolilleras continuaron trabajando teniendo<br />
como base los modelos de los libros antiguos, <strong>per</strong>o enseguida se plantearon recreaciones<br />
de los modelos originales. El resultado ofreció más variaciones <strong>per</strong>o sin <strong>per</strong>der el<br />
criterio de calidad al más alto nivel que desde los inicios le dieron renombre.<br />
Y poco a poco el éxito de la iniciativa atrajo la atención de dibujantes como Alfonso<br />
Rubiani Casanova que diseñaron carpetas de patrones inéditos que sirvieron de modelo<br />
para los trabajos de puntos de aguja de la escuela de Aemilia Arts.<br />
El resultado de esta iniciativa bolillera fue muy positiva ya que integró<br />
profesionalmente a centenares de buenas encajeras que llevaron a término un número<br />
importante de piezas de aguja muy valoradas tanto en el mercado interior como para dar<br />
cumplimiento a la demanda del extranjero, especialmente al continente americano.<br />
El éxito de los encajes salidos de Aemilia Arts junto a la aparición de otras<br />
iniciativas como las nuevas puntillas de la Escuela de Burano, puntos de Rapallo, etc.<br />
Propiciaron la creación en Italia el año 1903 de un movimiento con soporte institucional<br />
que se llamaba Sociedad Coo<strong>per</strong>ativa Nacional de Industria femenina, organización<br />
que promovió el trabajo por un sueldo digno a centenares de bolilleras que de otra<br />
manera nunca se hubieran dedicado a hacer encajes.
36<br />
De otro lado, históricamente en la Romanya, se trabajaban puntillas de bolillos<br />
siguiendo los modelos de los puntos flamencos: motivos florales generosos sobre puntos<br />
de fondos variados. Eran utilizadas en la indumentaria, para cuellos y sobrecapas.<br />
También hemos de mencionar los antiguos y tradicionales trabajos de puntillas de<br />
bolillos de Urbino, lugar situado al sur de San Marino y que destacaban por su fama y<br />
finura y parecido en cuanto al diseño, a los encajes del norte.<br />
Hemos de hacer un repaso a la tradición bolillera de un territorio que se extiende,<br />
para entendernos, alrededor del golfo de Génova: la región denominada La Ligúria.<br />
Aquí la historia de los encajes se inicia precisamente en Génova, una ciudad que<br />
desde hace siglos es conocida por contar con uno de los puertos más importantes del<br />
Mediterráneo, y que rivalizó por el comercio con puertos como los de Venecia y<br />
Barcelona y con ciudades como Pisa. Esta situación de rivalidad supuso una alternancia<br />
de ataques y pactos según el juego de intereses particulares de las familias: los Fieschi,<br />
los Spínola, los Grimaldi, los Doria et., que en cada época mandaban en la ciudad. Es<br />
precisamente esta característica individualista la que hizo que Génova nunca fuera una<br />
ciudad políticamente independiente.<br />
En este baile de amor/odio entre Génova y Barcelona hay dos fechas de interés:<br />
- 1147 cuando firman un acuerdo de colaboración. En este año un contingente<br />
de genoveses se desplazan hacia aquí para tomar parte en la conquista de la<br />
ciudad de Tortosa que estaba bajo el dominio de los árabes.<br />
- En el <strong>per</strong>iodo que va desde 1327 a 1336 las relaciones pasaron por su peor<br />
momento con continuas luchas que finalizaron con la firma urgente de un<br />
tratado de no agresión.<br />
Por otra parte y pasando a otro tema, después del descubrimiento del continente<br />
americano, la relación de la corona de España con los banqueros genoveses fue muy<br />
estrecha ya que intervinieron activamente en ventajosas transferencias que se pagaban<br />
con el oro y la plata americano.<br />
Y es precisamente la acumulación de metales preciosos, lo que favoreció el desarrollo<br />
en Génova de una tradición de encajes en hilos metálicos que se desarrolló en el siglo<br />
XVI. En relación con estos trabajos en hilos metálicos hemos de saber que como<br />
materia prima los genoveses inventaron una aleación de oro y latón con unas<br />
características excelentes de ductilidad y que se conocía como “falso galón”. El<br />
resultado eran unos trabajos a buen precio <strong>per</strong>o de un acabado impecable, muy parecido<br />
a los de oro de ley.<br />
El otro material con que se trabajaban mayoritariamente los encajes era el hilo de lino<br />
y como era una fibra que no se cultivaba en la región la importaban desde la Lombardía<br />
y sobre todo de Francia y de Flandes.<br />
En el año 1550, si Venecia era el centro para lo que se refiere a los puntos de aguja,<br />
podríamos decir que Génova era el centro para el resto de las manufacturas.
37<br />
En Génova, el comercio de encajes estaba regulado y cada mercancía estaba bajo<br />
control. La regulación se basaba en que cada género tenía un destino establecido por<br />
ley:<br />
- Los encajes de aguja se reservaban para el uso eclesiástico.<br />
- Las puntillas de géneros finos donde destacaban los encajes de tipo chantilly e<br />
seda negra se reservaban para la exportación: Inglaterra, Alemania, España y<br />
después para América del Sur.<br />
- Los encajes de tipo torchón y un género parecido al de Milán que eran<br />
utilizadas sobre todo para ornamentar la ropa de casa y que eran las que se<br />
reservaban para uso interno.<br />
De la cantidad de encajes que se comercializaban a través del puerto de Génova no<br />
todas se hacían en la ciudad. A medida que el uso de los encajes se puso de moda,<br />
las necesidades de incrementar la producción hizo que se extendieran las bolilleras<br />
por otros pueblos de la región: Savona, Albissola, Rapallo y Chiavari. En Savona y<br />
especialmente el Albissola se iniciaron, hacia el año 1600, el trabajo de puntillas con<br />
hilo de pita natural y blanco. También se trabajaron encajes en seda teñida que se<br />
traían de Nápoles y sobre todo en color negro para exportar a España.<br />
En Rapallo y su entorno, que comprenden los lugares de Santa Margaretta,<br />
Portofino, Camogli i Zoagli, comenzaron a trabajar los encajes también alrededor<br />
del año 1600 y continúan trabajando con continuidad, con bajadas notables durante<br />
algunos <strong>per</strong>iodos como después de la Revolución Francesa o cuando llegan al<br />
mercado los primeros encajes mecánicos, <strong>per</strong>o su momento de esplendor será a<br />
mediados del siglo XIX, una época en que cada casa del municipio tenía trabajando<br />
alguna bolillera.<br />
La tradición bolillera de Rapallo estuvo animada a lo largo de su historia por<br />
diversas iniciativas que contribuyeron enormemente a divulgar sus trabajos de<br />
encajes:<br />
- En el año 1866: la fundación de l`O<strong>per</strong>a dei pizza di Nostra Signora de<br />
Montallegro que consistió en una colecta para comprar una corona para la<br />
imagen de esta iglesia. Las bolilleras de Rapallo destinaron una parte de su<br />
trabajo de encajes y después de dos años consiguieron reunir 4.000 liras. Esta<br />
actividad suplementaria estimuló el aspecto de colectividad.<br />
- Año 1908: se creo la Manifattura Mario Zennaro. Dos años antes este<br />
empresario se había establecido en Rapallo, y desde el primer momento fue<br />
uno de los grandes impulsores del comercio de los encajes en la región.<br />
La Manifattura Zennaro dio trabajo a centenares de bolilleras y consiguió llevar los<br />
encajes con su sello al más alto nivel en un momento propicio y de resurgimiento de los<br />
encajes. Este negocio se mantuvo vigente y trabajó ininterrumpidamente hasta el año<br />
1968 que definitivamente cerró. Contaban con un muestrario muy completo donde<br />
figuraban desde los modelos geométricos, puntos de la tradición local de inspiración<br />
marinera denominados “Forbici-Corallo”, puntos de género clásico donde destacaron
38<br />
los trabajos de puntos de “Lille”, puntos en seda negra, et., y puntos de creación que<br />
generalmente reservaban para presentar en Ferias y Muestras donde sus piezas muy a<br />
menudo eran premiadas. Diseñaron para la Manifattura Zennaro entre otros<br />
especialistas: Tomaso Buzzi, Lidia Morelli, Giulia Varonesi, Vittorio Zeechin, Giovanni<br />
Solari, Diego Carnelutti, Virgilio Guzzi o Etore Rambaldi.<br />
Esta casa fue tan importante para la economía y el prestigio del pueblo que una vez<br />
cerrada, el Ayuntamiento se hizo cargo de la colección y abrió en Rapallo un Museo del<br />
Pizzo al Tombolo donde se puede admirar, entre miles de encajes de todo tipo una pieza<br />
muy especial, se trata del mural denominado: La commedia del l `arte, encargo salido<br />
del taller de Mario Zennaro y que hasta el año 1986, fecha de su donación, decoraba uno<br />
de los salones de primera clase del barco “Oceanía”, de la Compañía Cruise Lines de<br />
Florida en los Estados Unidos.<br />
Antes de terminar, no podemos hacerlo sin mencionar la importancia que en la<br />
Liguria tradicionalmente tuvieron los trabajos de macramé. Eran generalmente piezas<br />
para ornamentar la ropa de la casa y tenemos también constancia de una aplicación de<br />
macramé muy de moda en el 1700: como cubrecabezas de las mujeres denominadas<br />
“pezotti”. Pasado el tiempo, ya sobre el 1800 la moda cambia y el nuevo modelo de<br />
cubrecabezas denominado “mesero” era de seda estampada.<br />
A finales del siglo XX volvió a la ropa de casa y se trabajó mucho en el pueblo de<br />
Chiavari dando trabajo a centenares de mujeres, jóvenes y niñas.<br />
Bolilleras Venecianas
39<br />
5.9 RUSIA<br />
Si queremos adentrarnos en la historia de los bolillos y las bolilleras en un país<br />
gigante como es Rusia, hemos de empezar con unas pinceladas sobre los<br />
acontecimientos históricos, sociales, económicos, etc., del país en cuestión y hemos de<br />
dar también una ojeada con un mapa por delante, para situar los límites territoriales que<br />
varían en cada época.<br />
Una peculariedad de Rusia que no podemos dejar de lado es el hecho que constituyó<br />
el país más grande y con más población de Europa hasta finales del siglo XIX. Esta<br />
dimensión en sí misma nos condiciona y obligará posiblemente a fragmentar el tema<br />
para tratar de ordenarlo y sacarle mayor provecho.<br />
Para empezar hemos de decir que alrededor del año 1328 el principado de Moscú<br />
unificó a diversos principados bajo la soberanía del príncipe Iván I. Esta Rusia inicial<br />
que ya ocupaba un territorio de dimensiones considerables, a lo largo de los siglos<br />
siguientes fue ampliándose en todas direcciones, anexionándose y conquistando más y<br />
más territorios.<br />
En el siglo XVI, el zar Iván IV denominado el Terrible conquistó a los pueblos<br />
tártaros enormes territorios hacia oriente e incorporó las inmensas planicies del río<br />
Volga. En el siglo siguiente, se produjo la expansión dirección sur, y Rusia incorporó<br />
las regiones de Armenia y Georgia, territorios valiosísimos entre el mar Negro y el mar<br />
Caspio.<br />
En el siglo XVIII se incorporan territorios hacia occidente, las regiones de Ucraina,<br />
cedida por Polonia y los territorios de Finlandia, Lituania, Estonia y Letonia<br />
conquistados a los suecos. Estas nuevas incorporaciones proporcionaron la ansiada<br />
salida al mar del Norte. Inmediatamente el zar Pedro I fundó la ciudad de San<br />
Petesburgo a donde trasladó la capital administrativa y la corte.<br />
Dejando en este punto lo que hace referencia al marco histórico y territorial de Rusia<br />
pasamos a fijarnos en el tema central que nos ocupa: bolillos y bolilleras rusas desde el<br />
siglo XIV al siglo XVIII.<br />
De la influencia cultural oriental, el gusto por los metales preciosos, hizo que los<br />
primeros trabajos de bolillos, los más primitivos se tratasen de puntos trabajados con<br />
hilos de oro y plata. También hacían unos ciertos géneros de bolillos para ropa de casa,<br />
estos trabajados con hilos de lino donde aparecen motivos ornamentales recurrentes de<br />
tipo naturalista: pájaros y flores. Estos puntos van siempre acompañados, haciendo un<br />
conjunto de bordados de tradición rural.<br />
A partir del siglo XVI inician la utilización de los encajes con hilos de seda hechos de<br />
colores vivos. En ruso la denominación genérica de bolillos es “kruzevo” y sabemos de<br />
su existencia a través de los inventarios de los ajuares de los monasterios. Su presencia<br />
es más frecuente en las regiones septentrionales. Los grandes monasterios atesoraban<br />
con frecuencia un gran patrimonio propio, entre los que se encontraban un buen número
40<br />
de piezas de bolillos que enriquecían los ornamentos rituales del sofisticado culto<br />
ortodoxo. Estas lujosas piezas, solían estar trabajadas con hilos de seda y ornamentadas<br />
con <strong>per</strong>las y pedrería.<br />
En el siglo XVIII, en la corte del zar im<strong>per</strong>aba la moda occidental y se nutría de<br />
géneros suntuarios de todo tipo que les llegaban por las rutas comerciales del mar del<br />
Norte. Los encajes de bolillos provenían sobretodo de Flandes, de Milán y de Venecia.<br />
En el territorio ruso se tiene constancia de la existencia de bordados autóctonos<br />
provenientes de la región de Kostroma, en concreto de la región denominada Galitsch.<br />
Son piezas hechas con hilo de seda de color, su característica singular era que llevaban<br />
una orilla en un tono más vivo: azul, verde o rojo. Con el paso del tiempo el gusto varía<br />
y posteriormente continúan trabajando los bolillos con hilos de seda <strong>per</strong>o tiñendo de<br />
colores suaves como el salmón o el de la hoja seca.<br />
Otra procedencia singular son los bordados de Nogorod, donde a finales del siglo<br />
XVIII, el zar Pedro V ordena la fundación de un taller de bolilleras bajo la dirección de<br />
o<strong>per</strong>arios venidos de la región de Brabante.<br />
Era común que en los conventos de cierta importancia funcionara, entre otros talleres,<br />
uno dedicado a las labores, entre ellas la de bolillos. Los géneros que salían de los<br />
conventos eran tanto para el consumo interno como para la venta. Se trataba de modelos<br />
de encajes que reproducían los géneros que les llegaban desde fuera. Estas manufacturas<br />
nunca pudieron adquirir una calidad suficiente para desterrar la presencia de bordados<br />
extranjeros, sobre todo porque habían de trabajar con hilos gruesos, y por tanto el<br />
resultado era tosco.<br />
A partir del año 1750 se inicia una modalidad de punto de cinta con fondo de “punt<br />
de vió”, que se utilizaba inicialmente para usos funerarios.<br />
Y ¿Quiénes eran las bolilleras. Por lo que sabemos eran mujeres y niñas siervas de<br />
las explotaciones rurales y que trabajaban, sin sueldo ni derecho alguno, haciendo<br />
encajes para el amo, que se encargaba de comercializarlos entre los otros propietarios en<br />
las ferias locales y en los mercados de las ciudades, en la corte y a la iglesia ortodoxa<br />
con sede en Moscú.<br />
Volviendo al tema de los bolillos hay que aclarar algo sobre los puntos más<br />
característicos de los que se produjeron en este país. Se trata de los puntos de cinta que<br />
nosotros denominados “puntos rusos”. Esto quiere decir, que si bien generalmente los<br />
puntos reciben el nombre del lugar de procedencia, esto nada más nos viene a decir que<br />
entre las bolilleras rusas no lo reconocen como un género de puntos autóctonos,<br />
aceptando que es una modalidad de punto foránea, importada del oeste, concretamente<br />
de Alemania.<br />
Este tipo de punto, trabajado con 12 bolillos, es en realidad una modalidad de punto<br />
muy común, y que se trabajaba por todos los países de Europa. Creo que su popularidad<br />
se debe a la originalidad que presentan los patrones en Rusia. Son en realidad puntos de<br />
una gran simplicidad técnica y de factura, <strong>per</strong>o a pesar de esto tienen mucho mérito ya<br />
que consiguen sobresalir y popularizarse con nombre propio. De los talleres de<br />
bolilleras de Novgorod salieron gran cantidad de estos géneros de bolillos trabajados en
41<br />
hilo de algodón de grueso intermedio, que las o<strong>per</strong>arias realizaban juntamente con otros<br />
tipos de bordados trabajados con hilos de seda.<br />
Como en otros lugares, también en Rusia hay una fuerte tradición de puntos<br />
denominados “sin patrón”. Son puntos de tipo rural, un trabajo popular entre los<br />
campesinos. En este punto haremos un paréntesis, ya que creo conviene dedicar un<br />
tiempo a explicar que pasaba y como eran buena parte de las bolilleras que hacían<br />
trabajos de esta modalidad y de todos tipos en Rusia.<br />
¿Quiénes eran los siervos. Como hemos comentado, Rusia, dentro de Europa, es un<br />
país singular por su enorme dimensión. Un territorio inmenso que alrededor de<br />
mediados del siglo XIX concentraba, especialmente, en las regiones más occidentales,<br />
una población que sobrepasaba los 170 millones de habitantes. Pero a pesar de su<br />
potencial arrastró una muy precaria situación. Trabajar el campo era la ocupación del<br />
80% de la población. Políticamente continuaba vigente un régimen absolutista bajo la<br />
voluntad del zar.<br />
El resultado de esta situación de marginalidad económica y de inmovilismo político<br />
provocó progresivamente un deterioro a nivel social. La condición de siervo <strong>per</strong>duró en<br />
Rusia hasta bien entrado el siglo XIX, porque a pesar de la promulgación de la ley de<br />
1861 que dejaba en libertad a los siervos, eso no fue acompañado del reparto de las<br />
tierras y en consecuencia condenó a millones de campesinos al hambre.<br />
El siervo no era un ciudadano de pleno derecho. Vivía sometido a un amo y estaba<br />
obligado a trabajar para él durante toda su vida. La mayoría trabajaban labrando las<br />
tierras del propietario, <strong>per</strong>o dentro de la organización de la granja también hacían todos<br />
los trabajos que se les encomendaban, entre ellas, bolillos, esto lo sabemos cierto por<br />
medio de la documentación generada en el momento de la comercialización.<br />
Un siervo no era nadie, ni tenía nada, y obviamente no cobraba sueldo por su trabajo.<br />
Tenía en realidad un status comparable al de un esclavo. La condición de siervo no<br />
finalizaba ni con la muerte, ya que se trasmitía a su descendencia. Esta era una situación<br />
que venía del feudalismo.<br />
Esta situación nos sitúa en el escenario en donde se desenvolvían las bolilleras rusas.<br />
Los bolillos junto con los bordados eran actividades artesanales casi únicas en el<br />
ambiente rural donde en general hombres y mujeres analfabetos llevaban una vida muy<br />
pobre, faltos de toda formación que les <strong>per</strong>mitiera dejar atrás la miseria. Por fortuna<br />
para los que vivían en las ciudades, posiblemente había más variedad de oficios donde<br />
poder ganarse la vida.<br />
Durante el siglo XIX tenemos noticia de que se trabajaban mucho los encajes. Hay<br />
constancia de que se trabajaban en 17 provincias a lo largo del país. Esto visto con la<br />
dimensión de Rusia puede significar miles de bolilleras y en consecuencia metros y<br />
metros de encaje.<br />
A continuación citamos algunas de las 17 ciudades donde se trabajaban los encajes:<br />
En Jelez, Rjasan y Moscu trabajaban copiando modelos de “duquesa” y a partir de<br />
1825 comienzan a trabajar modelos de “blonda”.
42<br />
En Rjasan también inician los trabajos de hilo continuo con hilos de metal. Lino y<br />
seda unos materiales textiles que trabajados solos o combinados siempre fueron del<br />
gusto de los rusos.<br />
En Torshok también trabajaban puntos de hilo continuo de técnica más depurada. En<br />
los diseños con motivos añaden los presentes en los bordados tradicionales: pájaros.<br />
Mujeres y caballos.<br />
En nueve localidades de la provincia de Sachoshje continúan trabajando puntos sin<br />
patrón.<br />
Los puntos in patrón son aquellos que se trabajan directamente sobre la almohadilla,<br />
siguiendo las rayas y franjas presentes en la tela que los cubre. Estos puntos sin patrón<br />
rusos se trabajan utilizando tres colores combinados: blanco, azul y rojo. Esta<br />
modalidad de trabajo es muy primitiva. La primera descripción la hace en 1895 Sophie<br />
Davydova que la sitúa en dos localidades:<br />
En Mikhailov, en la provincia de Riaza. Son puntos de tipo popular que se utilizan<br />
sobretodo en los adornos de los vestidos tradicionales y para la ropa de casa.<br />
En la comuna Ludonitchi, situada en los alrededores de la ciudad de Minsk, las<br />
campesinas que trabajaban estos puntos llamaban a las agujas “chipiki”.<br />
Por otro lado, en Vologda, un lugar donde ya se practicaban los tradicionales puntos<br />
sin patrón durante el siglo XIX, se estableció una escuela de bolilleras que se<br />
especializó en trabajos de puntos del género torchón. El año 1885 desde San Petesburgo<br />
se traslado a Vologda, la maestra bolillera Marie Schule, que fue la encargada de<br />
introducir mejores técnicas con buen resultado, ya que en poco tiempo la producción se<br />
incrementó casi el doble: de 20.000 bolilleras censadas el año 1904 pasaron a 39.000 en<br />
poco más de 10 años.<br />
Como puede deducirse, la producción de puntos en Rusia no fue relevante en cuanto<br />
a la calidad y de siempre, se mantuvo produciendo puntos de los géneros más comunes,<br />
por ejemplo para la ropa de casa.<br />
Toda esta producción básicamente realizada por la comunidad campesina poco a<br />
poco a lo largo del siglo decae y se vulgariza ya que se ha de desarrollar sin ninguna<br />
ayuda ni intervención. Los precios se incrementan hasta un 300% ya que desde que<br />
salen de las manos de las bolilleras hasta que llegan al cliente, los bordados pasan por<br />
entre tres y cinco intermediarios.<br />
A finales del siglo XIX, por iniciativa de la zarina, se funda una escuela de bordado<br />
de aguja en Moscú. Esta escuela quiere seguir muy de cerca las ex<strong>per</strong>iencias exitosas de<br />
Venecia y se trabajan los puntos con hilos de algodón importados de Inglaterra. De<br />
estos talleres surge una especialidad denominada “punto de Moscú”.<br />
En el stand de Rusia, dentro de la Exposición Universal celebrada en Viena en el año<br />
1874, se exhibieron muchos de los mejores puntos rusos. Sabemos que se trataba de
43<br />
piezas de puntos policromos trabajados en hilo azul y rojo combinando piezas que<br />
según los cronistas tenían una excelente calidad y eran de gran originalidad.<br />
Después de 1917, la revolución no hizo desaparecer la actividad ya que debieron<br />
entender que suponía un activo más. Al contrario se abrieron explotaciones en lugares<br />
remotos:<br />
En la región de Wjatka sin tradición bolillera se creó una escuela en el distrito rural<br />
de Jaransk. Esta iniciativa dio trabajo a centenares de bolilleras que trabajaban puntos<br />
de aguja siguiendo modelos de estética modernista.<br />
También en los lejanos territorios del Volga se abrieron talleres de bolilleras. A partir<br />
del año 1921 se abrieron nuevos talleres de bolilleras por todo el territorio de la URSS.<br />
Punta Rusa
44<br />
6) ESPAÑA<br />
INTRODUCCION<br />
Hasta ahora hemos ido viendo en un recorrido por varios países de Europa, qué era el<br />
encaje, como aparecía en cada uno de ellos, la implicación en la vida cotidiana de las<br />
<strong>per</strong>sonas, la importancia económica y social que tuvo en muchos momentos, así como<br />
la evolución de las distintas sociedades en las que esta artesanía se hallaba presente.<br />
Siendo consciente de que hay otros países en los que también el encaje tuvo<br />
desarrollo y no han sido tratados en este trabajo, para no hacerlo exhaustivo, es el<br />
momento de intentar explicar cual ha sido el camino que la industria textil ha seguido en<br />
España , teniendo en cuenta que, dentro de la misma se halla todo lo relacionado con<br />
los encajes de aguja y de bolillos, y como ha ido formando parte del devenir cotidiano<br />
de muchas mujeres y niñas sobre todo, desde su aparición en el siglo XVI.<br />
Desde el Renacimiento –momento de máximo esplendor-, hasta principios del siglo<br />
XIX los avatares por los que atravesó fueron muy numerosos y la aparición del primer<br />
encaje mecánico fue un golpe fatal para la artesanía , que no había evolucionado en<br />
ningún aspecto y por lo que la mecanización dejó sin trabajo a gran número de obreras.<br />
A pesar de la industrialización, de que la máquina hacía en poco tiempo lo que a<br />
muchas mujeres costaba horas interminables de trabajo, la encajera no ha desaparecido,<br />
al contrario, en estos momentos, principios del siglo XXI, son muchos los talleres,<br />
escuelas, asociaciones que se dedican a enseñar y a trabajar piezas de todo tipo, sobre<br />
todo por la belleza que tienen por sí mismas, y ya no como antaño como un medio de<br />
ganarse la vida.<br />
En la mayoría de regiones de nuestro país hay tradición encajera, <strong>per</strong>o hay<br />
especialmente tres, en las que no se ha roto nunca el lazo que las unía con el pasado y a<br />
ellas dedicaré más atención. Se trata de<br />
- Almagro<br />
- Camariñas<br />
- Cataluña<br />
Voy a dar un repaso a modo de “máquina del tiempo” de lo que ha sido la historia de<br />
los encajes a la aguja y al bolillo, desde los primeros datos de los que he podido tener<br />
referencia.
45<br />
6.1 INTRODUCCION HISTORICA<br />
En España, también hay varias opiniones en cuanto a la fecha de aparición del encaje,<br />
de cualquier manera, se puede decir que empezó a llamarse “encaje”, cuando estaban<br />
las labores encajadas entre telas o labores de diferentes clases. Y así aparece con este<br />
nombre en inventarios y otros documentos, a finales del siglo XVI.<br />
Sin embargo, en este caso particular de España, nos remontaremos también hasta<br />
nuestros antepasados iberos, que ya sabían hacer borlas, como se ve en la dama ofrante<br />
(Museo Arqueológico Nacional), y también cordones, trenzados, etc., únicamente que<br />
los hilos usados eran rígidos y más gruesos. Podría decirse que todo esto ya eran<br />
trabajos de pasamanería incipiente.<br />
Según Pérez de Villamil (en una conferencia que dio sobre la mujer en la industria<br />
española), leyendo a Estrabón y Tito Livio tenemos el dato curioso de las mujeres<br />
celtíberas y turdetanas, que llevaban el pelo en forma de rodete y se distinguieron por<br />
usar velo florido de color oro. Ello hace pensar (y así lo dice Pérez de Villamil) sí ya en<br />
esta época de nuestra historia llevarían las mujeres española encajes de seda natural<br />
En las excavaciones hechas por el Marqués de Cerralbo, en Arcóbriga, se<br />
encontraron en sepulturas de mujer –tal vez de sacerdotisas-, hierros formados por<br />
varillas de 70 cm de longitud, que arrancaban de un collar, terminaban en dos puntas<br />
finas, curvadas hacia delante, y que según deducciones parece que servían a las mujeres<br />
celtíberas para sujetar el manto o ca<strong>per</strong>uza. Lo que hace imaginar esta armadura como<br />
el origen de la “peineta”que después se colocó (y se coloca) bajo el velo o la mantillas.<br />
Llegando al siglo VII, la invasión musulmana aumenta en nuestra Península la<br />
suntuosidad del im<strong>per</strong>io bizantino, y nos trae sus industrias. De aquí, que algunos<br />
autores hayan creído que la industria del encaje empezó en nuestra Península antes que<br />
en otros países. Aunque se reconoce que los musulmanes de España <strong>per</strong>feccionaron el<br />
arte textil, ya usado por los españoles, el encaje de hilo no lo practicaban los árabes.<br />
España, con la <strong>per</strong>egrinación de toda la cristiandad al sepulcro de Santiago Apóstol,<br />
tenía una importante corriente comercial con toda Europa, que hacía llevar y traer<br />
numerosos conocimientos, artes e industrias. De modo que no nos venía todo<br />
exclusivamente de Oriente.<br />
Los judíos también tuvieron “su arte y su parte” en nuestra historia. Y así sabemos<br />
que en las juderías de Toledo, Mallorca y Barcelona se hacían muchas redecillas de oro<br />
y plata, que las llamaban “telillas”, y que las mencionan en las leyes suntuarias dadas<br />
en Castilla, León, Aragón y Navarra. Con la expulsión de los judíos decayó esta<br />
industria. Pero no desapareció y más adelante tuvo un nuevo apogeo.<br />
Considerando todo lo dicho hasta ahora, vemos como en España se tejieron y<br />
bordaron telas, mallas, gasas, etc., trabajadas de diferentes maneras, <strong>per</strong>o que ninguno<br />
de estos tejidos adornados y valiosísimos puede considerarse lo que hoy conocemos por<br />
encaje.
46<br />
Siguiendo la historia, y según varios autores, doña Catalina de Aragón, que contrajo<br />
matrimonio con el príncipe Arturo de Inglaterra, llevó encajes de España a aquella<br />
corte. Y dicen también que cuando fue recluida en el castillo de Amphill por Enrique<br />
VIII, ocupaba su tiempo haciendo encajes. Por tradición se sabe que las labores que<br />
hacía esta princesa, le habían sido enseñadas por su madre.<br />
Afirmar que el encaje en España, tal como hoy lo conocemos, fue anterior al siglo<br />
XVI, parece falto de confirmación documental, puesto que, hasta aquí, siempre hay<br />
autores que aportan otros datos diferentes y dignos igualmente de consideración.<br />
Aunque se nombre en varios documentos la palabra “randa” o “randilla”, parece que<br />
se designaba con este vocablo todo aquello que adornaba una pieza en su derredor,<br />
cualquiera que fuese el trabajo con que estaba hecha. Sin embargo, los historiadores, al<br />
leer tantas veces la palabra randa, han creído que podía referirse a “randas” de encaje.<br />
El origen etimológico de “randa”, viene del sajón “rand”, igual a borde, orla. Y<br />
cuando las randas terminaron en picos, se añadió la palabra “puntas” o “puntillas”.<br />
Podría darse otras acepciones a la palabra “randa” y otras opiniones de autores. Pero,<br />
todo lo dicho hasta ahora, nos lo confirma bastante las pinturas de la época. Sabemos<br />
que los pintores de entonces cuidaban mucho los detalles, y no se encuentran encajes en<br />
los vestidos de los <strong>per</strong>sonajes hasta entrado el siglo XVI.<br />
También hay grandes debates sobre que país fue el primero en la fabricación del<br />
encaje. A los belgas e italianos se les ha tenido siempre como pioneros en esta artesanía.<br />
España ha podido demostrar que, al menos, puede ponerse junto a estos dos grandes<br />
países, en cuanto a su origen en el tiempo y, por supuesto, de una calidad excepcional.<br />
Y así lo confirma Lefebure en el prólogo del Catálogo del Museo de Lyon: Esta<br />
colección tan completa como variada <strong>per</strong>mite, acaso por primera vez, juzgar en su<br />
conjunto el arte del encaje tal como ha sido practicado en España, a través del tiempo,<br />
y clasificar este país entre los que mejor han practicado desde los tiempos más remotos<br />
el manejo de la aguja y el bolillo”. Y sigue diciendo….España, desde fines del siglo<br />
XVI, ha creado modelos de ornamentación que no son copias inspiradas en un estilo,<br />
sino géneros de encaje con un carácter absolutamente original”.<br />
Otro dato de su particular estilo, es que España siempre ha adoptado un modo de<br />
trazado para el picado de sus dibujos, que consiste en una malla cuadrada ejecutada con<br />
ayuda de alfileres fijados en total cruzamiento de hilos, muy diferentes de los italianos y<br />
flamencos, cuyas mallas son exagonales.<br />
Los encajes españoles del siglo XVI están hechos en seda, oro y plata, Buscan los<br />
efectos del relieve más que la delicadeza del trabajo, y son apreciados en toda Europa<br />
por su complicación, riqueza y suntuosidad. Son las denominadas “puntas de España”,<br />
hechas a la aguja o con bolillos<br />
Las puntas de España hechas con bolillos son similares al guipur. Se hacían como he<br />
dicho con oro, plata y sedas policromas y podían llevar una cinta plana de plata para<br />
decorar el dibujo. Cuando por razones económicas no se podían hacer con oro, se<br />
fabricaban con pita. De este último tipo, se han encontrado en iglesias con bajo poder<br />
económico.<br />
Después de estos datos, llegamos a la tradición, que, precisamente, no ha podido<br />
confirmarse aún. Y esta dice que los españoles llevaron el encaje a la aguja a los Países
47<br />
Bajos, con nuestra dominación, y de ellos aprendimos el bolillo. Y aquí vendría de<br />
nuevo el análisis, el estudio, la comprobación de hechos, costumbres, etc., Pero hay un<br />
dato significativo que lo pone en duda: las almohadillas belgas son diferentes de las<br />
españolas y la manera de manejar el bolillo también lo es. Esto no significa que hoy no<br />
haya algunas copias de modelos de Brujas, que vinieron a España precisamente a finales<br />
del XVII y a principios del XVIII. Los puntos de Flandes llegaron a nuestro país en<br />
grandes cantidades. En esta época, casi desaparecieron los encajes españoles y se<br />
fabrica al gusto extranjero. El comercio de las puntas de Flandes era de una gran<br />
importancia en este <strong>per</strong>iodo de su historia. Había gran importación de Amberes a Cádiz,<br />
y una parte se quedaba en el país y otra se enviaba a América del Sur.<br />
El encaje en España, tuvo su tiempo de esplendor. Y su fama de ricos, suntuoso y<br />
policromados, corría por todo el mundo. Se utilizaban para decorar la indumentaria y<br />
los objetos litúrgicos, y en pequeña escala para la indumentaria civil. Los cuellos que se<br />
pusieron de moda, flexibles y con su caída natural, demandaban un tejido maleable<br />
como los hilos que se utilizaban para el encaje de bolillos. Este tipo de puntillas era<br />
indispensable para el vestuario de los nobles. Se utilizaban tanto para el interior como<br />
para el exterior de su indumentaria. Incluso llegaron a coserse en las orillas de las botas<br />
de los hombres.<br />
Durante la dinastía de los Austria los reyes prohibieron el uso de los encajes por el<br />
uso desmedido que se hacía de ellos, con lo que su industria quedó desprotegida.<br />
Concretamente en esta época, Felipe II decretó dos pragmáticas contra el uso de los<br />
encajes, una el año 1600, otra el 1610. Felipe IV hizo lo mismo el año 1.623. A pesar<br />
de todas estas leyes, los encajes eran cada vez mas usados y su exportación a Europa<br />
constituyó una fuente de ingresos. Se continuaban haciendo los encajes policromos con<br />
decoraciones de plata y oro; sus formas al principio geométricas, se fueron convirtiendo<br />
poco a poco en temas vegetales y de estilo barroco,<br />
Dando un pequeño salto, en España en el año 1733 Felipe V paga a mujeres encajeras<br />
para que no decaiga en nuestro país esta artesanía, siguiendo los pasos de su abuelo Luis<br />
XIV y se dio una Pragmática prohibiendo los metales en los bordados, puntas o<br />
pasamanos. Así como también se prohibía la importación de cualquier encaje<br />
extranjero. A pesar de esto, la influencia francesa se dejará sentir en las técnicas y en la<br />
decoración de las puntillas.<br />
Hacia el año 1745, las encajeras normandas empezaron a fabricar encaje con hilos de<br />
seda natural. Esta seda se traía de China, y como tenía un ligero color rubio se le llamó<br />
“blondes” o blondas. Después se consiguieron sedas de un blanco crema y un blanco<br />
puro, y los encajes fueron más ligeros, más brillantes y más delicados .En esta<br />
especialidad de blondas, se distinguió la <strong>per</strong>fección de la fabricación española.<br />
Las blondas de España, se hicieron de dos clases de seda: el tul que corresponde al<br />
fondo, que se hace con seda retorcida sin brillo, y los motivos, de seda lasa brillante. A<br />
la labor de unir los pedazos de encaje, para formar las mantillas, se les llamó en España<br />
“ingerir”.<br />
Dejando ya las fechas, daré unos datos importantes de Carmen Baroja 9<br />
9 Historia de la blonda y el encaje de Manolita Espinosa
48<br />
Los nombres de los encajes, no correspondieron siempre al de su procedencia. Y así<br />
vemos que los llamados “Valenciennes”, se hacían en Ipres; el “punto de Inglaterra” en<br />
Flandes; el “Venecia”, se trabajó mucho tiempo en Alençon. Y el “Alençon” en Italia.<br />
Por todo lo expuesto hasta aquí, vemos, así nos lo dice Migeon, que el estudio del<br />
encaje es una ciencia muy completa.<br />
El encaje, como trabajo u oficio, no ha estado nunca sometido a gremios o<br />
asociaciones. En un principio, parece que <strong>per</strong>tenecía al gremio de pasamaneros. Este<br />
gremio, como otros similares, tenían estatutos y reglas, <strong>per</strong>o al que no <strong>per</strong>tenecían las<br />
mujeres<br />
Por ser un trabajo hecho por mujeres, y en su casa, no se conoce cuales eran su<br />
organización social y económica. No se sabe el precio que recibían las encajeras por su<br />
trabajo. Sólo sabemos los precios que pagaba el comprador definitivo. Esta situación<br />
duraría hasta bien avanzado el siglo XIX. Y la forma de trabajo era la siguiente: las<br />
niñas lo aprendían de sus de las madres o las abuelas, y no necesitaban el taller o el<br />
obrador. Pero aunque esta es la costumbre tradicional de aprender el encaje, en todas las<br />
épocas existieron escuelas, más o menos reconocidas como tales.<br />
Hacia 1700, Denis Papin había descubierto la fuerza del vapor como fuente de<br />
energía mecánica susceptible de mover máquinas. Sin embargo, habría que es<strong>per</strong>ar aún<br />
bastantes años para que se manifestaran, en toda su plenitud, las aplicaciones prácticas<br />
en el campo de la industria.<br />
Las comunidades humanas, que desde la Edad Media fueron cubriendo sus<br />
necesidades materiales –indumentaria, útiles de guerra, trabajo, transporte, uso<br />
doméstico, adorno etc., mediante el desarrollo de técnicas y prácticas donde la destreza<br />
y habilidad de las manos del hombre jugaba un elemento importante, veían de este<br />
modo, amenazada no sólo la preponderancia de la artesanía, sino que a la vez les llegaba<br />
una verdadera revolución de ideas, que acompañan siempre a todo proceso. Y las bases<br />
socioeconómicas, jurídicas e ideológicas, se verían afectadas.<br />
La artesanía sufrió un verdadero varapalo. Aunque en España por circunstancias<br />
históricas, se retrasó la decadencia de los oficios artesanos. Lo que explica, de alguna<br />
manera, el hecho de que aún hoy tengamos una rica y variada panorámica de sus<br />
actividades.<br />
Concretamente en el año 1768, apareció el primer encaje mecánico. Fue un intento y<br />
un ensayo que llevó a cabo en su telar un fabricante de tejidos en Nottingham, cuyo<br />
nombre era Hammond. En 1778.en Francia se inventó una máquina parecida a la de<br />
Inglaterra, aquí fue un tal Caillon .Y ya en los primeros años del siglos XIX, José María<br />
Jacquard, que era tejedor de Lyon, inventó una máquina de tejer de una gran precisión,<br />
llegando a sustituir a las antiguas lanzaderas y los antiguos lazos por agujas y por<br />
patrones de cartón con el dibujo que se quería fabricar.<br />
Como dato curioso, tengo que decir que el primer telar mecánico movido a vapor, fue<br />
creación del reverendo Cartwright, en el año 1787.
49<br />
Para la paulatina decadencia en la producción de este tipo de encajes, coincidieron<br />
entre otros dos hechos importantes; uno la imparable mecanización que suponía por un<br />
lado la rapidez en la confección y el abaratamiento de los precios por una producción<br />
más numerosa y por otro lado que todos estos cambios sociales y económicos<br />
coincidieron a principios del siglo XIX con un decaimiento en el entusiasmo por el uso<br />
de los encajes, que acabaron por desaparecer de la indumentaria masculina. Hacia<br />
mediados de siglo volvió a ponerse de moda en las prendas femeninas.<br />
Para entonces, los encajes mecánicos, realizados en telares de artesanía, habían<br />
reemplazado casi por completo, a los realizados a mano, y se utilizaba el sistema Levers<br />
(inventado por John Levers en Inglaterra alrededor de 1820), que combinaba las<br />
técnicas de telares de bobina con los de tejido, para fabricar encajes con diferentes<br />
dibujos.<br />
Al ser realizados a máquina, los encajes para cortinas y manteles, como ya he dicho<br />
antes se abarataron mucho, <strong>per</strong>o sí que hay que hacer notar que a pesar de esto los<br />
encajes hechos a mano siguieron conservando su prestigio en las prendas de vestir. De<br />
algún modo ocurre ahora lo mismo en nuestra sociedad: las prendas “pret a porter”<br />
gozan de mucha aceptación por razones económicas, <strong>per</strong>o cuando un acontecimiento<br />
especial o bien el poder económico lo <strong>per</strong>mite, la confección individualizada y<br />
<strong>per</strong>sonal resulta mucho más atrayente.<br />
A partir de 1900 o 1910 se extendió el encaje hecho a máquina y en China se fabricó<br />
en gran cantidad para su exportación a Europa y a América. En 1910 se fundó en<br />
España la primera escuela especializada en la enseñanza de las técnicas de encaje.<br />
En esta escuela se realizó en 1952 un mantel para el altar mayor de la catedral de<br />
Barcelona, que es la pieza de encaje contemporánea más importante realizada en<br />
España.<br />
El éxito de la fabricación industrial junto con los cambios sociales que trajeron la I y<br />
la II Guerra Mundial asestaron un golpe mortal al encaje realizado artesanalmente que,<br />
sin embargo, como ya he dicho en la introducción de este trabajo, sobrevive en algunos<br />
lugares, en los que se sigue realizando a mano, técnica con la que se obtienen<br />
verdaderas obras de arte.<br />
Por todo ello voy a exponer lo que he podido averiguar de Almagro (C Real)
50<br />
7. ALMAGRO<br />
El comienzo y origen ciertos del encaje en Almagro, están tan velados como en la<br />
historia general del encaje. Sin embargo, existen particulares datos históricos, que hacen<br />
posible la aparición de esta artesanía en una ciudad, como Almagro, situada en el<br />
interior de la Península, y a la vez, abierta a tantas gentes. Y en España cuando se dice<br />
que una pieza es de Almagro significa que es un encaje de bolillos.<br />
Aunque no hay nada escrito sobre la historia del encaje en Almagro, al menos en<br />
monografía o libro, algunos historiadores han hecho brevísimas alusiones a lo que<br />
podría ser el comienzo. De este modo, admitimos como posible la realización del<br />
trabajo del encaje durante la Edad Media. Aunque como labor remunerada, y sobre<br />
todo con datos más concretos, no aparece hasta el siglo XVI. Eugenio Larruaga nos<br />
dice en sus “Memorias Políticas y Económicas” que la industria del encaje se conocía<br />
desde tiempo inmemorial.<br />
También supone cierta base histórica, admitir que el encaje fue traído de Flandes por<br />
las damas del séquito de la reina Doña Juana. Y que fue enseñada su labor a las<br />
almagreñas, cuando en unión de su marido Don Felipe el Hermoso, pasaron por la<br />
ciudad al comienzo del siglo XVI<br />
En la segunda mitad del siglo XVI se hicieron cargo de la explotación de las minas de<br />
mercurio de Almadén la familia Fúcares, que tuvieron una destacada participación en la<br />
vida social de esta ciudad.<br />
Es importante consignar una fecha y un lugar concreto, a través de las palabras de<br />
Cervantes, en el Quijote y que hacen a esta artesanía históricamente cierta en ….”un<br />
lugar de la Mancha”….Sanchica Panza gana,”haciendo puntas de randa ocho<br />
marevedís, ahorros que va poniendo en una alcancía para ayuda de su ajuar”.Es<br />
evidente que no nos dice la clase de puntas que hacía, y tampoco nos dice si los ocho<br />
marevedís los gana en un día, <strong>per</strong>o es un documento precioso.<br />
Por entonces, la industria encajera se practica en la casa. No hay obradores. La niña,<br />
lo aprende, principalmente, viendo tejer a su madre o a su abuela. En algunas escuelas<br />
se enseña a manejar los bolillos, a la vez que se recita la doctrina.<br />
En el año 1766, el matrimonio Lambert, vecinos de Madrid, establecieron en<br />
Almagro una fábrica para hacer encajes de hilo y seda, enseñando a fabricarlos a<br />
mujeres y niñas de la ciudad y sus contornos. La dedicación y entusiasmo que pusieron<br />
en la empresa, dio como resultado que en 1767 ya trabajaban el encaje 140 mujeres y<br />
que dos años después se incrementó a 417.<br />
La Sra. Lambert facilitaba con amabilidad los diseños y muestras para fabricar<br />
encajes. De este modo, consiguió extender esta industria hasta el extremo que la<br />
ocupación más corriente de las mujeres de la región fue hacer encajes. Así se llegó<br />
también a una técnica y resultados más óptimos y primorosos.
51<br />
El hilo, o la seda (en el caso de las mantillas), materia prima de esta artesanía, tuvo<br />
siempre la problemática de su alto precio y las cargas correspondientes a la importación<br />
que se hacía de otros países. Esto era a nivel nacional en el siglo XVIII, y en Almagro<br />
hay constancia de que se hizo una petición a la Junta General de Comercio que redujera<br />
estos impuestos y por supuesto esta petición fue desestimada<br />
El hilo tenía un precio altísimo y se traía de Holanda, Flandes y Malta. Las o<strong>per</strong>arias<br />
no querían trabajar en estas circunstancias, y las que qué lo hacían, cercenaban los<br />
pares.<br />
En este momento la producción de encajes era de 1.450.000 varas, de las cuales<br />
salían más de la mitad para América. Los mercaderes intermediarios pagaban, como<br />
precio más alto, 5 ó 6 reales la vara, aunque valiese mucho más. De nuevo, se repite la<br />
historia actualmente, con los agricultores, los intermediarios y el consumidor.<br />
Retomando el tema, a veces, les compraban la labor a cambio de otros géneros que las<br />
obreras necesitaban. De los tratantes, según el Catastro de Ensenada, nos habla<br />
Carmen Sarasúa en su trabajo “La Industria del encaje en el Campo de Calatrava”.<br />
Estos tratantes vendían el encaje a comerciantes de las ciudades y en casas particulares,<br />
puesto que había tratantes que vendían por cuenta de otros. Tan pintoresca forma de<br />
distribución de esta artesanía ha llegado hasta el siglo XX.<br />
En esta época ya se puede hablar de industria del encaje en La Mancha. Y Larruga<br />
nos dice:”así se consigue que las mujeres desde los 6 hasta más de 50 años estén<br />
ocupadas, dedicadas al trabajo y abstraídas de la holgazanería y mendicidad que<br />
acarrea muchos vicios”.<br />
Como anécdota curiosa, se pusieron muchas trabas a la instalación de fábricas de<br />
encajes, por parte de los facultativos en medicina y cirugía, que opinaban que quedarían<br />
ciegas las mujeres que se dedicasen a este trabajo. La miseria y la desnudez que existía<br />
por entonces, no las convencía de las ventajas que les daba esta nueva ocupación,<br />
cuando sólo subsistían rebuscando el grano y la aceituna con la mísera ganancia de 6 u 8<br />
cuartos al día.<br />
A pesar de tanto inconveniente, empresarios emprendedores no desistieron de su<br />
empeño y la producción de encajes se extendió rápidamente por toda la región, y su<br />
producción tenía un curso de salida regular y constante. Las blondas de Almagro tienen<br />
interés en las exposiciones, obteniendo medallas en competencia , nada menos, que con<br />
las catalanas.<br />
El Gobierno protegió especialmente la fábrica de blondas de Almagro, y le concedió<br />
el título de “Real”, con la facultad de colocar en ella el escudo de armas<br />
correspondiente.<br />
Las fábricas de encaje y blondas tuvieron, como toda la economía nacional, sus altas<br />
y bajas. Sin embargo, en Almagro, siempre hubo “encajerías” (este era el nombre en el<br />
argot de las mujeres dedicadas a esta labor).<br />
En el año 1920 llega una época de verdadero apogeo y universalidad para el encaje de<br />
Almagro. Había numerosas fábricas, y el comercio al exterior empezaba a organizarse<br />
de nuevo. Pero en el plano laboral, la situación de la encajera no era muy razonable.
52<br />
Precisamente el <strong>per</strong>iódico “La Tierra Hidalga”, de 15 de septiembre de 1923, un<br />
artículo, con autor anónimo, nos habla de “la tragedia de la encajera sometida a este<br />
trabajo durante dieciocho y veinte horas”, para ganar una peseta cincuenta céntimos, o<br />
dos pesetas, como jornal medio. Es verdaderamente un contraste durísimo, que un<br />
trabajo tan bello, como el encaje, haya tenido siempre (y aún en el presente) la adversa<br />
correspondencia de su remuneración. También nos dice este <strong>per</strong>iódico que las<br />
condiciones de trabajo eran muy precarias “al arrimo de las murallas libres del soplo<br />
frío de los vientos”. De noche, a la luz del candil y el fuego bajo. Estas escenas, se<br />
repiten todavía algunas de ellas. De noche, y a la luz del candil, no queda tan lejos, nos<br />
cuentan las encajeras de hoy, que hacia los años 1940, y toda esta década, se reunían<br />
grupos de cuatro mujeres, tejiendo el encaje, a la luz de un solo candil.<br />
A pesar de estos inconvenientes, hay un dato muy curioso que evidencia la<br />
importancia del encaje de Almagro, en esta época. Como consecuencia del prós<strong>per</strong>o<br />
comercio que existía, surge un deseo generalizado de aprender esta artesanía. Y<br />
aparecen maestras del encaje, que lo enseñan por todos los barrios de la ciudad.<br />
Hacia el año 1960, comienza la crisis para esta artesanía. Se sabe, que la situación<br />
laboral de la encajera no ha cambiado nada, pues según nos cuentan, ganaba de quince<br />
a veinte pesetas diarias. El encaje, en estos años, “va y viene”; expresión marinera, y a<br />
la vez de realidad de un vaivén económico, en un horizonte cambiante. Unos años más<br />
adelante se anuncia que las encajeras gozarán de “seguros sociales”. Esto supone un<br />
resurgir del entusiasmo, <strong>per</strong>o la emigración de los manchegos (y por supuesto de los<br />
almagreños), como los de otras regiones del país en busca de mejores oportunidades de<br />
vida, supone una crisis y llevará el encaje a la actualidad que hoy tiene; precisamente y<br />
felizmente no tan lamentable como entonces se vaticinaba.<br />
En estos últimos años ha surgido una nueva luz en el horizonte: la ciudad se presenta<br />
como monumental y turística; ha des<strong>per</strong>tado su historia y el encaje se <strong>per</strong>fila como un<br />
valor autóctono. Su industria, con sus mujeres, aún hoy, sentadas a la puerta tejiendo el<br />
encaje, se ha convertido en empresa turística y lucrativa, y es a su vez un museo abierto<br />
al público.<br />
Paralelo a este nuevo enfoque surgen multitud de exposiciones, congresos, jornadas<br />
y concursos en los que la presencia de Almagro es constante; los premios se suceden, la<br />
participación es numerosa en todos los eventos, tanto en categorías de mayores e<br />
infantiles y no sólo de Almagro sino de toda la región.<br />
La década de los 90 tuvo un marcado carácter internacional para el encaje de<br />
Almagro. En 1997 se reciben por segunda vez a encajeras de Bélgica ,a las que se les<br />
muestra el taller de encajes de la Universidad Popular ,el Monumento a la Mujer<br />
<strong>Encaje</strong>ra y se ofrecen otros actos y recepciones. En años sucesivos, se repiten Las<br />
Jornadas del <strong>Encaje</strong>, en los que la Universidad Popular junto a la Concejalía de<br />
Educación y <strong>Cultura</strong> toman la responsabilidad de la organización.<br />
Como puede verse por todo lo expuesto, el encaje queda hoy, a comienzos del siglo<br />
XXI, confirmado como un valor cultural con horizonte de futuro
53<br />
8.CAMARIÑAS<br />
El pueblo gallego tiene en su tradición cultural multitud de leyendas y una de las que<br />
se refieren a la introducción del encaje, resulta muy adecuada, teniendo en cuenta que la<br />
variedad de su paisaje es tan grande que abarca desde la luz radiante y el clima suave de<br />
las rías y costas a las brumas y nieblas de los bosques de la Galicia interior, donde el<br />
silbido del viento entre los árboles resulta cuando menos misterioso, y todo el conjunto<br />
es proclive a las historias fantásticas.<br />
A grandes rasgos dice así: “había una vez un joven pescador que estando faenando<br />
con su pequeña barca, de repente se levantó la mar brava y sin poder controlar su<br />
embarcación naufragó. Cuando ya estaba a punto de ahogarse, surgió del fondo de las<br />
aguas una sirenita que compadecida del joven lo salvó de la muerte, y llevándolo con<br />
ella a lo más profundo le mostró un mundo maravilloso donde las algas, los corales y<br />
los peces de todos los colores le dejaron asombrado. Pasado un tiempo el amor surgió<br />
entre los jóvenes que vivían felices. Pero,,,, el joven empezó a languidecer, porque<br />
sentía añoranza de su familia, su aldea, sus montañas, y la sirenita que lo comprendió<br />
le dijo: volverás a tu casa y voy a hacerte un regalo, que solo abrirás cuando te<br />
encuentres en ella. Así lo prometió él, y despidiéndose lo dejó cerca de la costa,<br />
mientras ella se sumergía definitivamente. Cuando el muchacho estuvo en su hogar con<br />
los suyos, abrió la cajita de ámbar y coral, que contenía una concha en la que había<br />
impresos unos preciosos dibujos que la madre del joven dijo al verlos: ¡que maravilla,<br />
intentaré repetirlos! Y ….así dice la leyenda que llegó el encaje a Galicia.<br />
Por supuesto que la introducción del encaje en Galicia recorrió un camino bien<br />
distinto que pudo pasar por múltiples vías: una es la llegada por mar, traído por alguno<br />
de los pueblos y que en sus rutas comerciales, se acercaron a sus costas, como sucedió<br />
con los fenicios, griegos, venecianos o normandos.<br />
El profesor Filgueria Valverde defiende la introducción del encaje en Galicia a través<br />
de los emigrantes irlandeses del siglo XVI. Tampoco se puede desechar la influencia<br />
que tuvo el camino de Santiago en la expansión de la cultura y las artes.<br />
El encaje no fue una artesanía exclusiva de A Costa da Morte, sino que se practicó a<br />
lo largo de toda la costa gallega, desde Viveiro hasta A Guarda. El hecho de que se<br />
conservara en esta zona pudo ser debido al aislamiento a que estuvo sometida, que<br />
<strong>per</strong>mitió que el sistema de economía tradicional <strong>per</strong>durase hasta más tarde.
54<br />
Tuvo una buena acogida debido a que se convirtió en un complemento con el que<br />
aliviar las necesidades económicas existentes y a la abundancia de materia prima<br />
necesaria para su fabricación, el lino.<br />
Según relata el Marqués de Valverde, a finales del siglo XV y principios del siglo<br />
XVI el encaje es ya una industria doméstica pujante en la zona. En el siglo XVII el<br />
conde Fernando de Andrade marcha a la guerra de Flandes con un grupo de nobles y<br />
soldados. De regreso algunos llegan casados con mujeres flamencas, las cuales traen<br />
nuevos modelos y técnicas, promocionándolos entre la nobleza que deseaba ir a la moda<br />
europea.<br />
Fue en el siglo XVIII cuando el encaje de bolillos alcanzó su máximo esplendor,<br />
ayudado en parte por la actuación de las “Sociedades Económicas de Amigos del País”.<br />
Se <strong>per</strong>feccionó el hilado y se formaron las “palilladas”, donde las artesanas se reunían<br />
para aprender y trabajar juntas el encaje.<br />
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX nos encontramos con una gran<br />
exportación de encaje a tierras americanas desde el puerto de Camariñas, figurando en<br />
las notas de embarque y demás documentos navieros con el nombre de “encaje de<br />
Camariñas”, término con el cual empezó a denominarse el encaje gallego.<br />
La posible comercialización del encaje a través del puerto de Camariñas. Situado en<br />
el noroeste gallego, al abrigo de la ría del mismo nombre convierte a esta villa en el<br />
centro encajero de esta comarca y de Galicia, aunque los principales exportadores se<br />
encontrasen en las villas de Ponte do Porto, dentro de aquel ayuntamiento y de Muxía.<br />
La crisis del comercio del encaje a América, que comienza a finales de los años<br />
veinte, hace que la venta exterior casi desaparezca, quedando reducida la práctica de<br />
esta artesanía a la comarca de A Costa da Morte. Esta crisis se debió a los problemas<br />
coloniales y a las guerras mundiales que, sumadas a la desorganización del sector,<br />
hicieron que este comercio decayera, con el consiguiente <strong>per</strong>juicio para el mismo, el<br />
cual no resurge hasta los años cuarenta.<br />
En esta etapa crítica la práctica de este arte estuvo a punto de desaparecer debido a la<br />
transformación social que se estaba viviendo, a la incorporación de la mujer al mundo<br />
del trabajo, a la emigración a Europa o al poco valor que se le daba a este tipo de<br />
artesanía.<br />
El resurgimiento fue debido a la acción de la Sección Femenina, que intentó<br />
reorganizar no sólo el sector del encaje, sino todo lo referente a la artesanía preparando<br />
a mujeres jóvenes que iban por los caseríos enseñando a las mujeres y niñas los<br />
distintos trabajos manuales. Se crearon escuelas de palilleiras y se empezaron a hacer<br />
exposiciones, muestras o ferias de artesanía que se realizaron dentro y fuera de Galicia<br />
que llevaron a que importantes diseñadores de moda incorporaran este producto a sus<br />
modelos
55<br />
La organización en la villa de Camariñas, a partir del año 1991 de A Mostra do<br />
Encaixe de Bolillos, marcó un nuevo hecho histórico en la expansión de esta artesanía..<br />
En uno de sus folletos se recogía de esta manera la finalidad de A mostra” los<br />
objetivos de la feria son básicamente la promoción y la difusión del encaje, el<br />
encuentro de todos los sectores relacionados con esta artesanía y el intercambio de<br />
ideas, diseños, materiales, técnicas entre artesanos españoles”.<br />
En la actualidad sigue siendo la comarca de Camariñas la que concentra la mayor<br />
parte de la actividad del subsector encajero. A pesar de que no hay un censo actualizado<br />
se pueden estimar en más de 3.500 el número de mujeres palilleiras, calculándose del<br />
orden de mil millones anuales la facturación de la producción.<br />
La media de edad entre las artesanas encajeras está estimada en 38,2 años. Siendo<br />
esta una actividad complementaria a la que en la mayor parte de los casos no se ha<br />
prestado demasiada atención, el Ayuntamiento de Camariñas, ha desarrollado en el<br />
último quinquenio un Plan de Desarrollo del <strong>Encaje</strong> de Bolillos, asentado en la<br />
formación, comercialización, promoción y en reestructuración del sector, que en poco<br />
tiempo ha conseguido dinamizarlo mediante el rejuvenecimiento de las artesanas,<br />
recu<strong>per</strong>ación de diseños antiguos y el diseño de nuevos motivos .La versatilidad del<br />
encaje ha <strong>per</strong>mitido la diversificación de su aplicación en el sector textil, extendiéndose<br />
a la decoración y el diseño de objetos de regalo.
56<br />
8.1 LA MUJER “PALILLEIRA”<br />
Como ya he dicho anteriormente, en los primeros tiempos de la introducción del<br />
encaje en Galicia, el dinero que se sacaba con la venta del encaje servía de<br />
complemento a una débil economía de las familias campesinas y marineras.<br />
Esta organización económico-familiar se ha mantenido en el tiempo hasta hace<br />
relativamente pocos años; el cambio ha venido entre otras razones por la mejoría en las<br />
carreteras que favorece el desplazamiento y la comunicación entre lugares de los que se<br />
desconocía hasta su existencia.; por el aumento de nivel de vida que deja muy atrás las<br />
costumbres de las <strong>per</strong>sonas que hoy tienen una edad avanzada, y porque todos los<br />
cambios sociales, industriales, y económicos nos hacen ver como una imagen romántica<br />
y anticuada la vida de la palilleira y creo que conviene recordar como se desarrollaba<br />
su trabajo un día cualquiera.<br />
Después de pasados los meses de verano y acabadas las faenas del campo, era cuando<br />
se dedicaba más tiempo a palillar. Por las noches, sobre todo, a partir de las ocho y<br />
hasta las doce o una de la mañana, las palilleiras se juntaban en grupos en un local de la<br />
casa de una de ellas, repartiendo entre todas los gastos de luz. Eso cuando ya existía la<br />
luz eléctrica, que cuando se alumbraban con un candil, cada grupo de tres o cuatro se<br />
reunían a la luz del mismo para trabajar.<br />
Sentadas en el suelo, con los pies cruzados a ambos lados de un banco largo donde<br />
apoyaban sus almohadas, pasaban las horas moviendo los palillos, al mismo tiempo que<br />
comentaban las novedades del día, contaban cuentos o cantaban, para pasa mejor el<br />
tiempo.<br />
La manera de trabajar de las palilleiras difiere de la forma en que lo hacen en otros<br />
lugares, su almohadilla es más ancha y menos curvada, de tal modo que los bolillos no<br />
son cogidos por la mano de la bolillera, sino que van pasando haciendo los cruces, sin<br />
levantarlos de la almohada, con lo que se consigue una velocidad que no tiene<br />
comparación con ninguna otra forma de trabajo.<br />
Volviendo al tema, las palilladas también servían como escuelas de aprendizaje de<br />
ahí su nombre de “escolas”, para las niñas que se iniciaban en el oficio y de centro de<br />
diversión y enamoramiento, ya que a ellas acudían los mozos solteros a mocear. Los<br />
sábados se organizaban bailes de pandereta y en el carnaval recobraban una gran<br />
animación.
57<br />
Precisamente a esta relación de amoríos con las palilleiras hacen referencia estas<br />
canciones populares:<br />
Palillera que palillas<br />
No cordón da almohada<br />
Dime ti, palilleiriña<br />
A quen tes palabra dada<br />
O amor da palilleira<br />
Non o queiras meu irmán,<br />
Porque leva todo o día<br />
Sempre sentada no chan<br />
Eu nacín en Camariñas<br />
Unha vila mariñeira<br />
Onde teño os meus amores<br />
Cunha nena palilleir
58<br />
8.2 AUDIO/VIDEO<br />
Otra de las iniciativas en estos últimos años del Concello de Camariñas, dentro de su<br />
programa de recu<strong>per</strong>ación de la tradición oral, ha sido la de llevar a cabo una serie de<br />
entrevistas con palilleiras desde los 7 años hasta los 105 años de edad.<br />
Esta recu<strong>per</strong>ación etnográfica relacionada con el encaje se ha hecho sobre un soporte<br />
de video digital en formato original y luego copiada a cintas VHS.<br />
Estas cintas forman parte de la base documental del Museo do Encaixe de Camariñas<br />
y pueden ser consultadas por investigadores previa cita y según la disponibilidad de las<br />
mismas.<br />
Cada cierto tiempo se agregan nuevos documentos a esta base de datos.<br />
Además de las entrevistas orales, se hacen fotografías a todas las entrevistadas que<br />
son incluidas en el archivo “Memoria fotográfica”, en el apartado “palilleiras del siglo<br />
XX desde 1914 hasta 1998.<br />
Al tiempo que se les hacían las fotos, las niñas y mujeres de más edad contaban sus<br />
ex<strong>per</strong>iencias y conocimientos acerca del encaje en Camariñas.<br />
Por todo lo que hemos visto hasta aquí no puede decirse en absoluto que la creación<br />
de encajes sea algo que <strong>per</strong>tenece a otros tiempos ya su<strong>per</strong>ados; no solo tiene vigencia<br />
sino que se están usando las tecnologías que tenemos al alcance para difundir, y<br />
conservar para las siguientes generaciones un patrimonio cultural que de ninguna<br />
manera puede dejarse <strong>per</strong>der.
59<br />
9. CATALUÑA<br />
Históricamente Barcelona ha sido, junto con otros núcleos, un centro importante de<br />
producción de encajes, y ha participado de una leyenda y de una historia común a todos<br />
los puntos de Cataluña donde se ha desarrollado la artesanía del encaje.<br />
El origen del encaje, tanto en Cataluña como en el resto de los países, es un tanto<br />
desconocido a causa precisamente del carácter conventual o familiar que se le atribuye a<br />
esta actividad.<br />
Observamos la definición que Angeles González Mena da de puntilla ”Es toda<br />
estructura de una sola o varias filas que se unen entre ellas mismas para con<br />
combinaciones variadas formar dibujos en una unidad armónica decorativa y regida<br />
por una cadencia o ley interna”. 10<br />
Como ya he comentado en otros apartados de este trabajo, también con referencia al<br />
encaje de Cataluña son bastantes los autores que citan a los asirios como precursores de<br />
los trabajos de aguja, y a los egipcios como “padres” de los encajes de bolillos.<br />
Restos arqueológicos confirman la existencia de trabajos realizados entrecruzando<br />
cuerdas e hilos de diferentes materiales unos sobre otros, lo que se denomina como<br />
pasamanería. Documentos escritos también <strong>per</strong>miten mantener estas teorías de una<br />
manera bastante aproximada; citas bíblicas, pinturas y esculturas hablan de unos tipos<br />
de tejidos y ropajes que hacen pensar en trabajos más o menos artísticos precursores de<br />
lo que sería más tarde el encaje.<br />
Avanzando en el tiempo encontramos cuatro países que se disputan el origen de los<br />
encajes tal y como hoy los conocemos: Italia. Francia, España y Flandes<br />
Estudiando la bibliografía existente se manifiesta un cierto partidismo por parte de<br />
los historiadores de los diferentes países, en su lucha por atribuirse el origen de los<br />
encajes. Bury Palliser 11 afirma que España enseñó a Flandes la técnica del bordado a la<br />
aguja, y que ellos nos enseñaron la técnica del encaje de bolillos. En su opinión, nuestro<br />
país no tuvo necesidad de buscar modelos en Génova o Venecia, ya que sus modelos<br />
fueron célebres y se fabricaron a gran escala.<br />
Lefébure 12 , en el prólogo de su catálogo de encajes del Museo de Lyón, considera que<br />
España, especialmente Cataluña, tenía bolilleras tan hábiles como las de Italia y<br />
Flandes, y que no se sabía si los españoles habían precedido o sucedido a los italianos y<br />
flamencos en el desarrollo de esta artesanía, ya que habían creado desde el siglo XVI<br />
modelos originales.<br />
Hoy debemos lamentar que la magnífica colección de encajes reunida por el Sr.<br />
Pascó de Barcelona no llegase a ser adquirida por el Museo de esta ciudad, y fuera<br />
10 González MENA, Angeles. Catálogo de <strong>Encaje</strong>s, pp. 13 Instituto Valencia de Don Juan, Madrid 1976<br />
11 Palliser, Bury. Historia de la Dentelle Libraire Firmin Didot et cie. Paris 1890<br />
12 Lefébure, Auguste. Collectión de dentelles au Musée des Tissus de Lyon. Paris
60<br />
remitida al Museo Histórico de Tissus de Lyón. El mismo Augusto Lefébure manifestó<br />
su sorpresa y admiración al estudiar aquellos magníficos trabajos, obras maestras de las<br />
encajeras catalanas y donde está <strong>per</strong>fectamente representada la punta de Catalunya.<br />
A pesar de la indudable calidad de estas piezas, los franceses se resistían a admitirlo y<br />
se sabe positivamente que Cataluña exportaba blondas a Francia durante el <strong>per</strong>íodo<br />
napoleónico, que se hacían pasar por originales de aquel país<br />
Actualmente se carece de una investigación seria por lo que se refiere a la producción<br />
de encajes de Barcelona, y el enfoque de una serie de estudios para localizar<br />
documentación: inventarios de los vendedores, de casas señoriales donde las poseían, de<br />
intermediarios, etc., a fin de conocer el peso específico y la importancia que tuvo dentro<br />
de la economía local.<br />
Arenys de Mar, otro importantísimo punto de producción de encajes de Barcelona, ha<br />
llevado más lejos esta investigación, posiblemente porque en esta localidad costera la<br />
realización de encaje de bolillos ha sido fundamental en su economía y ha concentrado<br />
gran parte de las fuerzas productivas, evitando la dis<strong>per</strong>sión de datos. Barcelona en<br />
cambio ha compartido el apogeo de los encajes con la pujanza de muchas otras<br />
industrias, y la producción de puntillas no se concentró en un solo punto de la ciudad,<br />
cosa que ha dificultado la identificación del posible material histórico existente.<br />
Por tanto, los datos que se poseen de la industria de los encajes de Barcelona son<br />
mínimos. Se puede afirmar que, en general, la poca información que ofrece la<br />
bibliografía cambia de un autor a otro repitiéndose y hasta deformándose ligeramente.<br />
Passamans, guipurs, randes i puntes son los diferentes nombres que encontramos en<br />
la documentación escrita en catalán.<br />
Con referencia a Barcelona, queriendo hacer remontar en el tiempo el arte del encaje,<br />
ciertos autores han presentado las puntillas de Na Elisenda de Montcada, del siglo XIV,<br />
esposa de Jaime II, fundadora del Monasterio de Pedralbes, donde hoy todavía se<br />
conservan.<br />
Adelaida Ferré, la más importante investigadora de los encajes catalanes y maestra<br />
de las fundadoras de l Èscola de Puntaires de Barcelona, considera las puntillas citadas<br />
como “dos guipures: el primero, hecho de una tira, forma un centro y un cuerpo; es un<br />
trabajo de transición entre la pasamanería y la puntilla de bolillos; el segundo forma<br />
también un centro y es de una técnica diferente, <strong>per</strong>o también primitiva; esta hecho al<br />
modo de los puntos <strong>per</strong>sas y rusos; es decir formando un motivo por medio de una<br />
trenza tejida con el bolillo que va siguiendo todas las sinuosidades del dibujo. Los dos<br />
motivos están trabajados con hilo de oro y plata y recamados con <strong>per</strong>las y rubíes”. A<br />
partir del estudio de la pieza y de los datos históricos, Adelaida Ferré, las considera<br />
importadas de Oriente, posiblemente de Bizancio, y cree que es a partir del siglo XV<br />
cuando el encaje de bolillos aparece claramente en Cataluña y se puede seguir su<br />
evolución. 13<br />
13 Ferré de Ruiz-Narvaez, Adelaida. Les puntes de Na Elisenda de Montcada
61<br />
Los núcleos más importantes en la producción de encajes en Cataluña han sido los<br />
del área del Penedes, los del Llobregat y Barcelona, y los pueblos de la costa del<br />
Maresme, por ser donde han vivido la mayoría de las encajeras. Barcelona, ciudad<br />
puntera en el comercio marítimo del siglo XVI, recibía ricos cargamentos provenientes<br />
de los puertos más importantes de Europa, entre los que se encontraban los encajes,<br />
posiblemente realizados con hilos de oro y plata. 14 . Esta introducción de productos<br />
extranjeros fue un fuerte estimulante para la producción encajera catalana.<br />
Las pragmáticas reales de los siglos XVI y XVII prohibiendo el uso de los encajes<br />
tanto en los trajes femeninos como en los masculinos fueron varias, lo que demostraba<br />
la tendencia exagerada a la suntuosidad; <strong>per</strong>o a pesar de ellas hubo un constante tira y<br />
afloja entre la prohibición y la <strong>per</strong>misividad.<br />
Cataluña mantuvo, en los inicios de su industria encajera, siempre una independencia<br />
absoluta en el diseño de sus modelos, y no fue hasta finales del siglo XVII y principios<br />
del XVIII cuando se adoptaron modelos a la moda de Francia y de Flandes.<br />
A partir de una obra titulada Lettres d`une dame publicada en 1677, sabemos que las<br />
mujeres ricas españolas apreciaban mucho los encajes ingleses, hasta el punto de<br />
provocar que Carlos II, en 1667, dictara la primera disposición protectora gravando las<br />
tarifas de introducción de productores extranjeros. Con todo ello no se pudo impedir<br />
que continuara el contrabando y le importación de encajes belgas.<br />
Hacia el siglo XVIII, los encajes pasaron a tener en Cataluña una parte importante de<br />
la vida comunitaria, hasta el punto que esta industria es citada en los diarios de viajes de<br />
diferentes <strong>per</strong>sonajes. En el año 1775 un viajero inglés llamado Swinburne visitó<br />
Barcelona y pudo constatar el gran comercio existente por lo que hace referencia a las<br />
puntillas y la gran cantidad de mujeres de los pueblos de las cercanías que hacían<br />
encajes de color negro con los bolillos, algunas de ellas, las de trabajo más grueso<br />
realizados con hilos de aloe.<br />
Martorell fue considerada por el mismo viajero como una gran ciudad llena de<br />
manufacturas de encajes negros, en cuya producción trabajaban hasta niñas de tres y<br />
cuatro años.; Esparraguera también es citada por una gran productora de tejidos y<br />
encajes. 15 .También Antonio Ponz, en su Viaje de España, destaca la importante<br />
producción de encajes de Martorell. 16 .<br />
Un autor francés, Peuchet, hablando de Barcelona, afirma que sus encajes son<br />
parecidos a los franceses si bien de inferior calidad, dejando de lado su partidismo,<br />
aporta importantes datos referidos al siglo XVIII: en esta época, la fabricación de<br />
encajes ocupaba a 2.000 mujeres entre la ciudad de Barcelona y los pueblos vecinos, y<br />
esta producción era vendida en Castilla, Andalucía y los países sudamericanos y<br />
centroamericanos.<br />
14 Capamny de Mo0ntplau, Antoni de Memorias históricas sobre la marina, comerio y artes de la antigua<br />
ciudad de Barcelona. Pp.222 Madrid 1792<br />
15 Swinburrne, Henry, Travels through Spain, in the years 1775 and 1776. pp. 45-50 Londres 1779<br />
16 Pons, Antonio. Viaje de España v.14 pp 132 Madrid 1778
62<br />
Estas 2.000 bolilleras de que habla Peuchet contrastan con las 12.000 que en 1795,<br />
solamente veinte años más tarde, hace constar Vargas en su Diccionario Geográfico,<br />
solamente en la ciudad de Barcelona.<br />
Ya en el siglo XIX aparecen nuevos pueblos citados como centros de producción;<br />
Tordera, Malgrat, Pineda, Calella y especialmente Arenys de Mar y Arenys de Munt.<br />
Mataró es citada por Laborde 17 , cronista de Napoleón, por sus siete fábricas de puntillas<br />
de lino y las diecisiete de blonda.<br />
Bury Palliser afirma que después de la Guerra de la Independencia había en Cataluña<br />
34.000 encajeras. La verificación de estos datos es difícil, <strong>per</strong>o lo que sí es cierto que<br />
durante el <strong>per</strong>íodo napoleónico Cataluña exportó gran cantidad de encajes a Francia,<br />
realizado en Barcelona y otras poblaciones como el Vendrell, l`Arboç, Sant Vicenç de<br />
Calders, Sant Andreu de Llavaneres y Argentona.<br />
No hay ninguna duda que si algún lugar se puede destacar en la producción encajera<br />
en Cataluña es en Arenys de Mar y Arenys de Munt. La investigadora Florence Lewis<br />
May, llegó a decir que en Arenys es como si todas las mujeres se hubiesen dedicado a<br />
tejer encajes desde el día de su nacimiento. 18 .<br />
Los tipos de encaje que trabajan son muy variados, <strong>per</strong>o los nombres más evocativos<br />
se han <strong>per</strong>dido en el tiempo. Actualmente se conocen con el nombre genérico de punta<br />
d´Arenys o ret fi catala. 19 .<br />
No podemos olvidar que Cataluña ha sido pionera en la producción de blondas al<br />
estilo de Chantilly, no sólo en la cantidad sino en la calidad. Son muchos los<br />
especialistas en la materia que consideran que el origen de la blonda es catalán y no<br />
francés. Algunas de estos trabajos estilo Chantilly han recibido el nombre de randes<br />
barceloneses. Por otro lado, sin lugar a dudas, Cataluña no ha sido su<strong>per</strong>ada en el arte<br />
de dar color a los encajes, con materiales como pueden ser el oro, la plata y las sedas.<br />
De las blondas policromas de Cataluña se conserva una de las más bellas obras maestras<br />
en el Museo Textil de la Indumentaria de Barcelona; el diseño fue realizado por Joseph<br />
Fiter i Tomás i Estruch, y supuso una habilidad técnica difícil de su<strong>per</strong>ar porque está<br />
realizada en una sola pieza, utilizándose más de doscientos bolillos.<br />
Después de este paseo por la historia de los encajes en Cataluña, creo que también es<br />
interesante conocer como se desarrollaba la vida cotidiana dels treballadors de la punta.<br />
.<br />
17 Labordem Aleixandre Itineraire descriptif de l`Espagne v Firmin Didot Fréres Libarires Paris 1829<br />
18 May, Florence Lewis. Hispanic lace and lace making. The Hispanic Society of América Nueva York<br />
1939<br />
19 Vegeu Pons Hurí, Joseph Maria. Museu d`Arenys de Mar. Departament de <strong>Cultura</strong> de la Generalitat de<br />
Catalunya. Ajuntamente d `Arenys de Mar 1973
63<br />
9.1 ELS TREBALLADORS DE LA PUNTA.<br />
Cuando se hace referencia a alguna leyenda sobre el origen de los encajes y las<br />
encajeras, hay que hacer notar el carácter fundamentalmente femenino de esta actividad<br />
y la estadística así lo confirma. Las bolilleras son mujeres.<br />
Tanto en las localidades costeras como en el interior, en los momentos en los que el<br />
tiempo no <strong>per</strong>mitía trabajar en el campo o en el mar, la agilidad de las manos y la<br />
habilidad de las mujeres con los bolillos, eran la única actividad que <strong>per</strong>mitía el ingreso<br />
de algún dinero en el ámbito familiar.<br />
Estas mujeres crearon un comercio y una gran industria, que en muy poca medida<br />
revirtió en ellas mismas.<br />
Algunas crónicas históricas, como la de Laborde, constatan que esta industria se<br />
desenvuelve en las casas particulares, donde las mujeres trabajan por su cuenta y bajo su<br />
propio criterio.<br />
Pero en realidad, este trabajo “casero y familiar”, formaba parte de una cadena de<br />
producción que algunos autores no dudan en calificar de absolutamente jerarquizada. 20<br />
En el primer escalón encontramos a los comerciantes, que invertían el capital,<br />
vendían y exportaban. En segundo lugar los diseñadores; estos creaban el modelo o<br />
dibujo, que a veces hasta incluso patentaban. Por debajo del diseñador aparece el que<br />
dibuja el patrón y las puntillas sobre el cartón. Este picador o picadora se asegura que el<br />
modelo pueda ser adaptado a la técnica del encaje. Una vez los cartones son definidos y<br />
debidamente autentificados por los comerciantes, pasan a manos de los merceros,<br />
capataces o dadores, según se les nombraba en diferentes lugares. Parece ser que la<br />
figura de estas mujeres, piezas importantes en la cadena de producción de los encajes, se<br />
remonta al siglo XVI, y son las intermediarias indispensables entre los comerciantes y<br />
las obreras. Ellas distribuían el trabajo, el cartón y el hilo necesario y lo pasaban a<br />
recoger de semana en semana, e incluso podían rehusarlo si no se había seguido el<br />
dibujo punto por punto. Al final de la cadena es donde aparece “la puntaire”<br />
En ocasiones las bolilleras y merceros podían introducir algún cambio, transformando<br />
parte de los cartones, <strong>per</strong>o por norma general la realización de una pieza se convertía en<br />
un trabajo colectivo, ya que una parte importante del trabajo de los merceros era<br />
fraccionar en diferentes trozos o patrones la composición total de una pieza. La<br />
repartidora procuraba no darlos nunca a una misma bolillera, e incluso evitaba que parte<br />
de un mismo diseño fuera a parar a encajeras vecinas o conocidas. Con este sistema<br />
ninguna de las obreras llegaba a conocer el conjunto en su totalidad y el comerciante se<br />
aseguraba que la encajera no pudiese representar una competencia desleal trabajando<br />
por su cuenta.<br />
20 Durand, Jacques. Le monde dentelliére, pp.153-157.Artisans du Pays d`Oc Editions de la Source.
64<br />
Nunca a lo largo de su historia las bolilleras estuvieron organizadas en defensa de sus<br />
intereses ni económicos ni laborales, ni tampoco existían reglamentaciones para su<br />
protección. Bury Palliser escribió que a principio del siglo XIX, descontando los días<br />
festivos, las encajeras trabajaban 260 días al año y apenas cobraban por su trabajo: una<br />
media de 2 reales diarios.<br />
En contrapartida, los diseñadores de los cartones han sido siempre hombres, y así<br />
como la encajera siempre ha figurado en el anonimato, se conocen los nombres de<br />
bastantes dibujantes de patrones, que a partir de la segunda mitad del siglo XIX fueron<br />
artistas especializados, entre ellos un catedrático de Bellas Artes de la Escuela de Artes<br />
y Oficios así como el escultor Fausté que aprendió el arte de dibujar los encajes en<br />
Paris.<br />
A pesar de la creatividad de estos diseñadores casi siempre la influencia de la moda<br />
se hacía notar, especialmente la francesa, y muchas veces se repiten los modelos mas<br />
aceptados por el público con tal de aumentar las ventas.<br />
La Biblioteca de los Museos de Arte de Barcelona, conserva una colección de<br />
cartones cedida por Joseph Puig i Cadalfach de Mataró 21 .<br />
Por esta razón, una muestra que ha sido creada en un lugar no quiere decir que sea en<br />
él donde se trabaje. La movilidad actual de las trabajadoras del encaje, especialmente<br />
cuando se reúnen en “trobadas” “diadas” o encuentros según se llama donde se<br />
celebran propicia el continuo intercambio de patrones.<br />
21 Ferré de Ruiz-Narvaez, Adelaida. Col.lecció de patrons de puntes al coixí ingresada la biblioteca dels<br />
museus d`Art.
10.ASPECTOS TÉCNICOS<br />
65
66<br />
10.1 MATERIAL DE TRABAJO NECESARIO<br />
ACERICO<br />
BOLSITA PARA BOBINAS. Se hace una bolsita o saquito de tamaño un poco mayor<br />
que el de los bolillos, para guardar en ella los bolillos restantes, los pares que se saquen,<br />
las tijeras, la bobina, etc.<br />
PORTABOLILLOS<br />
TAPADOR. Se corta un trozo de tela algo mayor que las dimensiones de la<br />
almohadilla, para tapar la labor y protegerla del polvo, etc.<br />
CINTA O VENDA PARA SUJETAR LOS BOLILLOS. Necesaria para sujetar los<br />
bolillos a la almohadilla siempre que vayamos a desplazarla o si la vamos a dejar<br />
apoyada en una silla…. Así aseguramos que, si se nos cae la almohadilla, los bolillos y<br />
los hilos seguirán en su sitio.<br />
BOLILLOS<br />
La tradición dice que al principio del encaje, de los hilos se colgaron pequeños<br />
plomos o huesos de las patas de los corderos. En la versión actual, son palillos de boj u<br />
otras maderas, torneados o trabajados a mano, que se dividen en tres partes: el mango, la<br />
caja y la cabeza. En la caja va el hilo arrollado, la cabeza sujeta la vuelta del hilo, y el<br />
mango es la parte que toma la encajera.<br />
Para la blonda, debido al finísimo grosor de la hebra de seda, los bolillos son de<br />
hueso o de madera muy ligera. Y su tamaño es más pequeño y delgado.<br />
El número de bolillos que se usa para cada labor, depende lógicamente del ancho de<br />
ésta. Hay puntillas muy estrechas, que no necesitan más de una docena de bolillos. En<br />
cambio, hay encajes que llevan varias docenas (a veces más de veinte) y parece un<br />
verdadero laberinto, para el profano en esta artesanía, saber cual corresponde coger. Si<br />
bien como nos dicen siempre que aprendemos a trabajar el encaje que no hay asustarse,<br />
porque sólo se trabajan dos pares cada vez.<br />
La fabricación de bolillos ha pasado desde el pastor que tallaba a mano el trozo de<br />
leña, hasta el tornero moderno que hace varias docenas al día.<br />
UNA CAJITA DE ALFILERES: La fabricación de alfileres y su <strong>per</strong>feccionamiento<br />
tuvo una especial influencia en los trabajos de encajes de bolillos. En Francia no se<br />
usaron hasta 1575.<br />
Como dato curioso decir que en Rusia en un principio, antes que alfileres se usaban<br />
espinas de madera. De cualquier manera se sabe que en los primeros encajes su uso era
67<br />
muy limitado y que el abaratamiento en su fabricación también contribuyó a la<br />
expansión del encaje entre las clases menos favorecidas económicamente.<br />
Es preferible que los alfileres sean largos y finos, de acero inoxidable y de buena<br />
calidad, para evitar que se doblen, se rompan o incluso que se oxiden.<br />
HILO DE ALGODÓN O DE LINO: El mejor hilo para hacer encaje de bolillos es el<br />
lino. En España es difícil de encontrar, ya que apenas se cultiva, por lo que se está<br />
utilizando mucho el algodón. Siempre debemos comprar el hilo de la mejor calidad y de<br />
un retorcido mediano.<br />
Hoy todos los hilos, además de las fibras naturales del algodón llevan fibras<br />
sintéticas. Y, desde luego, su torcido y fabricación es especial, aclarando esta diferencia<br />
la palabra “encaje” impresa en la etiqueta de las bovinas.<br />
Todos los hilos gruesos han tenido su aplicación para hacer encaje. Sin embargo hay<br />
unos números más usados porque se adapten mejor a la realización de la labor. Los<br />
números 20, 30 y 40 tienen prioridad. Con los números 50, 60, y 70 se trabajan piezas<br />
especiales. El número 100 se usa para trabajos equivalentes a la blonda.<br />
LA ALMOHADA es el elemento fundamental para el trabajo de la artesana encajera.<br />
Generalmente la confecciona ella misma rellenando de paja una funda de tela. La<br />
almohada típica de Camariñas tiene una forma semejante a la de un cilindro aplastado.<br />
Sus dimensiones dependen de la labor que se trabaje, siendo más ancha o larga según lo<br />
sea ésta. Se puede establece una media de 30 cm de ancho por 50 cm, de altura.<br />
Almohadillas las hay de muchos tipos. Dependiendo del lugar donde se trabaje el<br />
encaje recibe un nombre distinto: mundillo es por el que se le conoce en muchas<br />
regiones y tiene la particularidad que a medida que se avanza en el trabajo del encaje, el<br />
espacio se va reduciendo, y cuando se llega al pie de la almohadilla hay que quitar todos<br />
los alfileres que sujetan la plantilla y subir toda la labor a la parte su<strong>per</strong>ior de la<br />
almohada. Este sistema es más complicado sobre todo cuando se es poco diestra en el<br />
trabajo. Por ello abundan mucho los bolilleros que tienen un cilindro redondo al que se<br />
sujeta la plantilla y a medida que se trabaja va girando, la puntilla se va enrollando<br />
sobre sí mismo y nunca hay que quitar los alfileres.<br />
Cuando el trabajo lo requiere por su anchura y no puede acoplarse el bolillero<br />
tradicional, hay también otros redondos o suplementos que se sujetan al cilindro y que<br />
sirven para la confección de tapetes o pañuelos de mayor tamaño.<br />
Otros elementos que componen la almohada son:<br />
. Cornas, cilindros de madera que sobresalen de la parte su<strong>per</strong>ior de la almohada.<br />
. Coira, que consiste en un rectángulo tradicionalmente hecho de cuero que se coloca<br />
debajo de los bolillos para que estos se deslicen mejor.
68<br />
.Palleta, trozo de madera que se apoya en las cornas de la almohada y que sirve para<br />
ir enrollando el encaje realizado.<br />
. Cartón o picado, previamente agujereado por el cual se va siguiendo el modelo a<br />
desarrollar.<br />
. Palillos de madera en los cuales va enrollado el hilo que se va soltando a medida<br />
que es necesario para realizar la labor.<br />
El hilo es un elemento fundamental para hacer el encaje, puesto que de su calidad y<br />
grosor va a depender en gran medida el resultado de la labor. El grosor de hilo más<br />
utilizado es el del número 20 (hilo fino). Cabe señalar que en el pueblo de Camariñas se<br />
emplea más el hilo fino que en los alrededores ( Arou, Ponte do Porto, Xaviña, etc.),<br />
donde se emplea el hilo más grueso.<br />
ACCESORIOS<br />
Punzón Fantasía<br />
Punzón sencillo<br />
Punzón torneado<br />
Tablilla sujetabolillos<br />
Colgador bolillos<br />
Varillaje para abanico<br />
Minimundillo<br />
Buril saca alfileres<br />
Buril con aguja de ganchillo para remates<br />
Buril picador para patrones<br />
Punzones fantasía
69<br />
10.2 EL PICADO<br />
El picado es el patrón (hecho sobre cartón, cuero etc), por el cual se guía la artesana<br />
para hacer la labor. Está agujereado en aquellos lugares donde la encajera deberá<br />
colocar los alfileres al realizar la labor.<br />
Un buen picado es fundamental para que el trabajo de la artesana llegue a buen fin,<br />
puesto que por muy buena que sea ésta, si el picado esta mal hecho la labor resultante<br />
será de mala calidad.<br />
Para hacer un picado son necesarios conocimientos de geometría, dibujo, encaje y un<br />
cierto sentido de la estética. La mayor parte de los encajes, sobre todos los geométricos,<br />
se hacen sobre un papel cuadriculado. La razón del uso de este papel es que sirve como<br />
pauta sobre la cual se va repitiendo el módulo básico que forma el dibujo. Además la<br />
cuadricula sirve de guía para construir líneas rectas y ángulos de 45 y 90 grados, que<br />
son los más habituales en los encajes geométricos.<br />
Según el grosor del hilo los agujeros deberán estar más o menos separados (a mayor<br />
grosor, mayor separación) por lo cual se emplean cuadrículas de distinto tamaño para<br />
realizar los picados.<br />
Hay artesanas que se dedican exclusivamente a esta labor de picar patrones, son las<br />
llamadas “picadoras”. El trabajo de estas mujeres consiste fundamentalmente en hacer<br />
los picados de las labores que traen las encajeras.<br />
Hoy en día también nos podemos ayudar de la informática para hacer los picados, con<br />
lo cual se consigue gran <strong>per</strong>fección, pudiéndose incluso ajustar un accesorio <strong>per</strong>iférico<br />
al ordenador para que agujeree el cartón.<br />
Casi no existen nuevos diseños y los pocos que se realizan consisten<br />
fundamentalmente en pequeñas variaciones de otros, sobre todo cambios de puntos o<br />
leves variaciones de forma.<br />
Por ello se considera un hallazgo para las encajeras ex<strong>per</strong>tas cuando por un azar<br />
afortunado se recu<strong>per</strong>an viejos dibujos encontrados en algún convento o casa de alguna<br />
<strong>per</strong>sona anciana que ni recordaba que los tenía .
70<br />
10.3 TECNICA.<br />
Las partes de que se compone cualquier encaje son las siguientes:<br />
El pié. Es la parte por la cual el encaje se va unir a la tela, por lo<br />
que debe tener una cierta consistencia. Normalmente está<br />
confeccionado con punto de par entero y de par volteado, aunque<br />
existen variantes tanto en la forma (rectilíneos, curvilíneo o mixtos)<br />
como en las técnicas utilizadas.<br />
El Pié<br />
El Centro. Esta parte está situada entre el pié y la puntilla, entre<br />
dos pies (entredós) o entre dos puntillas. En el centro distinguimos<br />
dos elementos: el fondo y los nutridos. Se puede decir que el fondo<br />
es la red, más o menos transparente, sobre el cual destacan los<br />
nutridos, que configuran formas opacas.<br />
El centro<br />
La puntilla. Esta es la parte del encaje en que el borde queda libre;<br />
es decir, no se una a la tela. En su confección pueden intervenir pares<br />
que le llegan desde el centro y/o pares que son exclusivos de la<br />
puntilla propiamente dicha<br />
Ornamentación<br />
La puntilla.<br />
1 Geométrico. En este tipo de encajes no encontramos representados motivos<br />
concretos, sino una continua repetición de un módulo básico a lo largo de todo el<br />
trabajo, de manera que se consigue un claro predominio de la simetría y armonía en toda<br />
la pieza.<br />
2 Figurativo. En ellos cabe destacar la presencia de distintos tipos de figuras sobre<br />
fondo formado a veces por una malla geométrica (formada por puntos de fondo) o<br />
sujetos por cordones o pares volteados al resto del trabajo.<br />
La técnica del encaje de bolillos es bastante sencilla a pesar de la fama de enredosa y<br />
complicada. Siempre se juega con las torsiones, trenzados, enlaces y cruces.<br />
Las torsiones son dos hebras que giran una sobre otra y sirven para hacer cuerdas.
71<br />
Las trenzas son entrelazados de al menos tres hebras, aunque lo usual es que se hagan<br />
con cuatro, se entrelazan alternativamente por arriba y por abajo, igual que las trenzas<br />
del cabello. Los trenzados están en el origen de los “puntos de tela, espíritu, trenzas,<br />
guipur etc”.<br />
Los enlaces están en los lugares de encuentro del dibujo, y pueden hacerse por<br />
simples cruces de las hebras, cruces sucesivos y también enganches hechos con<br />
ganchillo.<br />
CRUCES<br />
Cruce de medio par.: Para hacer este cruce utilizamos tres bolillos (un par y un guía).<br />
Le llamamos guía al par (en el par entero) o palillo (en el medio par) que llevan los hilos<br />
que hacen de trama de la labor de dichos puntos, es decir, el hilo o hilos que van y<br />
vuelven de derecha a izquierda de la zona que cubre el punto, pasando por los demás<br />
hilos de los bolillos que cubren la zona<br />
En el cruce de medio par se pasan primero el bolillo derecho sobre el izquierdo del<br />
par y luego el bolillo guía sobre el primero y por debajo del segundo.<br />
Cruce de par entero. En este cruce utilizamos dos pares (cuatro bolillos). Se pasa<br />
primero el dos por encima del tres y luego el cuatro por encima del dos y el tres por<br />
encima del uno. Por último se pasan el uno por encima del cuatro.<br />
Zurcidos: Para hacer el zurcido utilizamos cuatro bolillos. Llevando siempre el<br />
mismo bolillo como lanzadera lo vamos pasando por los otros tres, alternando una vez<br />
por encima y otro por debajo.<br />
DISEÑOS<br />
La técnica del encaje de bolillos <strong>per</strong>mite diseñar prácticamente cualquier dibujo,<br />
aunque lo más habitual es copiar los modelos tradicionales y adaptarlos a cualquier<br />
su<strong>per</strong>ficie: cuellos, colchas, mantelerías, cojines, etc.<br />
Para realizar tapetes y paños cubre mesas, los adornos geométricos parecen casi una<br />
norma. No aparece ningún dibujo concreto, sólo una combinación de formas en donde<br />
la simetría es básica para dar armonía a la pieza. A base de zurcidos se van creando<br />
polígonos circulares, rectilíneos, cuadrados, rectángulos, rombos….<br />
La naturaleza también es un recurso de lo más utilizado. Animales y plantas son<br />
recreados por las encajeras, así como figuras humanas.<br />
Las posibilidades son infinitas, por lo que no es de extrañar que se imiten floreros,<br />
jarrones…. y prácticamente cualquier objeto inerte de la vida.<br />
Además, el encaje de bolillos se puede utilizar para realizar bordados y grabar<br />
iniciales y nombres.
11.FICHAS DE LAS<br />
CARACTERÍSTICAS DEL<br />
ENCAJE DE BOLILLOS<br />
72
73<br />
NOMBRE: GUIPUR<br />
PAÍS DE ORIGEN: ESPAÑA<br />
UTENSILIOS: ALMOHADILLA, ALFILERES Y BOLILLOS<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINO<br />
CARACTERÍSTICAS: HOJITAS FORMANDO FLORES<br />
USOS: PAÑUELOS, TAPETES PEQUEÑOS
74<br />
NOMBRE: PUNTA DE MILAN<br />
PAÍS DE ORIGEN:, ITALIA ,<br />
UTENSILIOS: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODONES FINOS<br />
CARACTERÍSTICAS: COMBINA CINTAS CON FLORES Y HOJAS<br />
USOS: CUBREMESAS, TAPETES, CHALES
75<br />
NOMBRE: PUNTA DE BRUSELAS<br />
PAÍS DE ORIGEN: BELGICA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA REDONDA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN, MUY FINO EXCLUSIVO DE BELGICA Y<br />
SEDAS<br />
CARACTERÍSTICAS: LAS PESTAÑAS, ES LA MAS RICA DE LAS<br />
PUNTAS BELGAS. BARROCO<br />
USOS: CHALES, GUANTES Y MANTILLAS
76<br />
NOMBRE: DUQUESA CLASICA DE BRUJAS<br />
PAÍS DE ORIGEN: BELGICA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA REDONDA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN, MUY FINO.<br />
CARACTERÍSTICAS: MEDALLONES QUE FORMAN MEDIOS<br />
OVALOS Y MOTIVOS RODEADOS DE GALERIAS<br />
USOS: ABANICOS, APLICACIONES Y TAPETES
77<br />
NOMBRE: VALENCIENNES<br />
PAÍS DE ORIGEN: BELGICA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN MUY FINO<br />
CARACTERÍSTICAS: FONDOS DE TUL CON CALADOS DE<br />
TRENZAS<br />
USOS: LENCERIA FEMENINA
78<br />
NOMBRE: PUNTO DE CINTA<br />
PAÍS DE ORIGEN: ITALIA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINO<br />
CARACTERÍSTICAS: CINTA HECHA CON 12 BOLILLOS A PUNTO<br />
DE TEJIDO<br />
USOS: VE STUARIO ECLESIASTICOS, ABANICOS Y TAPETES
79<br />
NOMBRE: CHANTILLY<br />
PAÍS DE ORIGEN: FRANCIA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINO Y SEDAS GRANADINA<br />
CARACTERÍSTICAS: FONDO DE TUL CON DECORACIONES<br />
FLORALES<br />
USOS: INDUMENTARIA FEMENINA
80<br />
NOMBRE: BLONDA<br />
PAÍS DE ORIGEN: ESPAÑA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODONES FINOS Y SEDAS O HILO METÁLICO<br />
CARACTERÍSTICAS: CUADRADOS DE PUNTO TEJIDO UNIDOS<br />
CODN TRENZA<br />
USOS: REMATES ( MANTELES, TOALLAS, ROPA FEMENINA)
81<br />
NOMBRE: GEOMÉTRICA<br />
PAÍS DE ORIGEN: DESCONOCIDO<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA CUADRADA, BOLILLOS Y<br />
ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN MUY FINO<br />
CARACTERÍSTICAS: FIGURAS GEOMÉTRICAS REPETIDAS<br />
USOS: PAÑUELOS Y MANTELITOS
82<br />
NOMBRE: PUNTA DE INGLATERRA<br />
PAÍS DE ORIGEN: INGLATERRA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINÍSIMO<br />
CARACTERÍSTICAS: PUNTA MIXTA QUE REQUIERE BOLILLO Y<br />
AGUJA ALTERNÁNDOLOS. DIBUJOS VAPOROSOS Y ELEGANTES<br />
USOS: MANTILLAS, CHALES, CUELLOS
83<br />
NOMBRE: PUNTA DE BARCELONA<br />
PAÍS DE ORIGEN: CATALUÑA, ESPAÑA<br />
MATERIALES: AGUJA, TUL Y BOLILLOS<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINO DE UNA SOLA HEBRA<br />
CARACTERÍSTICAS: ASPECTO LIGERO A PESAR DE LA<br />
DIFICULTAD DE UNIR EL TRABAJO DE AGUJA CON EL DE<br />
BOLILLOS<br />
USOS: ORNAMENTACION RELIGIOSA
84<br />
NOMBRE: MALINAS<br />
PAÍS DE ORIGEN: ITALIA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA, HILO Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN, LINO<br />
CARACTERÍSTICAS: FONDO DE TUL, TRENZAS Y DECORACION<br />
VEGETAL<br />
USOS: MANTELERIAS, TAPETES, COLCHAS
85<br />
NOMBRE: ENCAJE<br />
PAÍS DE ORIGEN: ESPAÑA<br />
MATERIALES: ALMOHADILLA REDONDA, HILO Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN Y LINO FINO<br />
CARACTERÍSTICAS: COMBINACION DE VARIOS PUNTOS<br />
LIGEROS Y DENSOS<br />
USOS: MEDALLONES PARA APLICACIONES, TAPETES
86<br />
NOMBRE: RET FI CATALA<br />
PAÍS DE ORIGEN: CATALUÑA, ESPAÑA<br />
MATERIALES: ALMOHADIDLLA, BOLILLOS Y ALFILERES<br />
TIPOS DE HILO: ALGODÓN FINO BLANCO<br />
CARACTERÍSTICAS: FONDO DE TUL Y DECORACIONES<br />
INGENUAS DE INSPIRACION NATURALISTA DE TEMAS MARINEROS<br />
USOS: MANTELES, SOBREMESA Y TAPETES
12. CONCLUSIONES<br />
87
88<br />
CONCLUSIONES<br />
En el desarrollo de este trabajo he tratado de mostrar la importancia que a través<br />
de varios siglos tuvo todo lo relacionado con el encaje, tanto a la aguja como al bolillo.<br />
Desde épocas muy remotas sabemos que se trabajaron las redecillas, los<br />
bordados con cuentas de vidrio, los tejidos anudados por medio de bobinas, palitos y<br />
huesos y el cruce de hilos, todo ello precursor de lo que más tarde sería el encaje, que no<br />
aparece con este nombre hasta el siglo XVI. Son varios los países que se disputan su<br />
origen entre ellos Italia, Bélgica y España. Pronto ser convirtió en un artículo de lujo de<br />
gran demanda, en parte debido a sus diseños geométricos claramente definidos muy al<br />
gusto renacentista. Durante los siglos XVII y XVIII, las gorgueras, los cuellos, las<br />
mantillas, delantales y sombreros y las calzas de lino adornadas con puntillas que se<br />
llevaban sobre las medias eran aderezos en la vestimenta de damas y caballeros de la<br />
nobleza y de la burguesía adinerada. La Iglesia también utilizaba los encajes no sólo<br />
para uso <strong>per</strong>sonal de las altas jerarquías sino para enriquecer los ornamentos rituales.<br />
La gran demanda de estos artículos de lujo hizo que los diseños cada vez fueran<br />
más sofisticados llegando a ser los pintores en ocasiones quienes dibujaban los modelos<br />
barrocos que luego se trabajaban en hilos y sedas de la mejor calidad.<br />
En todo este tiempo, alrededor de esta industria se desarrolló rápidamente lo que<br />
denominaríamos comercio interior y exterior: si la producción propia no cubría las<br />
necesidades del mercado porque la demanda era mayor como ocurría en Austria, o<br />
porque la calidad de las puntillas autóctonas no era la mejor como en Grecia, se recurría<br />
a la importación generalmente de Italia y Flandes, que era las mayores productoras junto<br />
con España especializada en piezas suntuarias. A la inversa, no sólo se exportaba a<br />
países del norte de Europa como Dinamarca y Rusia, sino que muchas veces los propios<br />
artesanos se desplazaban a otros lugares para enseñar la técnica y al mismo tiempo crear<br />
escuelas, puestos de trabajo y sobre todo riqueza.<br />
En lo referente a este último punto las ganancias proporcionadas por la<br />
confección, venta, comercialización y exportación de los encajes no llegaban nunca a<br />
las manos de quienes los trabajaban; eran los comerciantes quienes invertían el capital,<br />
vendían y exportaban. Diseñadores, patronistas y quienes repartían el trabajo entre las<br />
trabajadoras eran quienes disfrutaban los beneficios y en el último escalón encontramos<br />
a las mujeres y niñas que eran las que lo confeccionaban.<br />
La mujer en el antiguo régimen: en principio sus circunstancias eran casi<br />
siempre las mismas: analfabetas, de clase humilde, cuya única forma de aportar ingresos<br />
a la débil economía familiar era, o trabajar en las ciudades de niñeras, o en la<br />
producción textil y dentro de ella los bordados y encajes. Este trabajo lo realizaban<br />
después de las labores de la mar o del campo, no hay que olvidar que la Europa<br />
medieval era eminentemente agrícola y por tanto la artesanía estaba condicionada por la<br />
siembra y la recogida de las cosechas.
89<br />
Trabajaban en el domicilio familiar en solitario, trasmitiendo las enseñanzas de madres<br />
a hijas empezando a edades muy tempranas y con una remuneración muy escasa. No<br />
tenían protección social de ningún tipo porque los gremios estaban formado<br />
por hombres y sólo excepcionalmente admitían a la viuda de algún miembro del gremio<br />
<strong>per</strong>o sin derecho a firmar ningún trabajo. En aquellos lugares en los que trabajaban<br />
muchas mujeres, para evitar que se organizasen y pudieran comercializar por ellas<br />
mismas sus productos, los intermediarios les repartían el trabajo fraccionado y de este<br />
modo nunca conocían la composición total de una pieza.<br />
Con pequeñas variaciones debidas a la climatología y a las costumbres de cada<br />
país, de este modo se desenvolvía la vida de la mujer trabajadora hasta que en Inglaterra<br />
a mediados del siglo XVIII tuvo origen la Revolución Industrial, que empezó por el<br />
sector del algodón y que al introducir el maquinismo fue el principio de unos cambios<br />
que se extendieron por toda Europa , con mayor rapidez en los países de occidente y<br />
más lentamente en los orientales <strong>per</strong>o que modificaron profundamente los sistemas de<br />
trabajo y la estructura social. De este cambio participaron también las mujeres<br />
trabajadoras que al abandonar los campos empezaron a trabajar en las fábricas, donde<br />
competían en el mercado laboral con los hombres, <strong>per</strong>o sobre todo en las primeras fases<br />
de elaboración de la lana y fábricas textiles. Los empresarios preferían emplear a<br />
mujeres por su habilidad y porque los sueldos que se les pegaban eran dos o tres veces<br />
inferiores al de los hombres, <strong>per</strong>o también porque las primeras organizaciones sindicales<br />
estaban formadas sólo por hombres. Las largas jornadas de trabajo –de hasta 14 horascon<br />
descanso sólo el domingo por la tarde, las pésimas condiciones laborales y la<br />
explotación infantil fueron algunos de los peores ejemplos del primer capitalismo<br />
industrial.<br />
En lo que se refiere a la producción del encaje, la mecanización, la desaparición<br />
de muchos de los talleres artesanales, la incorporación de la mujer a la fábrica y el<br />
cambio en las modas, fueron algunos de los factores que estuvieron a punto de hacer<br />
desaparecer esta artesanía tan pujante hasta entonces. Sin embargo, la creación de<br />
escuelas de encajeras proliferaron por toda Europa, algunas tan importantes como la<br />
escuela estatal de Viena fundada en 1850, L’Unió Centrale de Beaux Arts en Francia en<br />
1863 y en Inglaterra el movimiento Art and Crafts fundado en 1888. Estas iniciativas<br />
respondían al deseo de no <strong>per</strong>der viejos oficios enfrentados a la presión del nuevo<br />
mundo industrial. Y para garantizar su funcionamiento se crearon movimientos con<br />
soporte institucional como la Sociedad Coo<strong>per</strong>ativa Nacional de Industria italiana, que<br />
garantizaban el trabajo por un sueldo digno a centenares de bolilleras que de otro modo<br />
no se hubieran dedicado a hacer encaje.<br />
Llegando a este punto pienso en el giro que ha dado la relación de la mujer con el<br />
encaje en la actualidad: hay dos formas de hacerlo; una es la de aquellas <strong>per</strong>sonas que lo<br />
confeccionan para su venta, bien individualmente o formando parte de algún taller o<br />
escuela, <strong>per</strong>o siempre en condiciones de trabajo adecuadas, con protección social y<br />
debidamente remuneradas. La otra, según mi punto de vista “la mejor”, tejer encaje es<br />
ahora una oportunidad más del tiempo libre, ya no se hace para ganarse la vida, sino<br />
para disfrutar, y es muy gratificante por muchas razones, algunas de las cuales son:<br />
- Aleja de la mente cualquier pensamiento molesto por la<br />
concentración que exige su confección
90<br />
- Desarrolla la paciencia<br />
- La creatividad<br />
- La disciplina<br />
- La pulcritud<br />
- La destreza manual<br />
- El orden<br />
- La finura en los acabados,<br />
Pero sobre todo es crear belleza a partir del cruce constante de los bolillos y ver como<br />
lentamente van surgiendo dibujos y formas de una gran delicadeza y que por ese medio<br />
pueden crearse piezas dignas de figurar en los museos.<br />
Otro punto que me parece necesario destacar, es un hecho que en estos últimos años en<br />
cualquier época, <strong>per</strong>o especialmente en primavera y verano se repite en muchos lugares,<br />
tanto en pueblos como ciudades importantes: me refiero a los encuentros de bolilleras,<br />
llamados según la región “trobadas” “palilladas””diadas “ etc.<br />
Se trata de una iniciativa que cada vez reúne a mayor número de encajeras –<br />
generalmente siempre hay también algún hombre- suelen hacerse con ocasión de alguna<br />
fiesta local o simplemente como un medio de atraer visitantes. En torno a largas mesas<br />
que los organizadores colocan en lugares adecuados, se colocan las encajeras con sus<br />
bolillos alrededor de las 10 de la mañana y hasta medio día, y en ese tiempo se habla<br />
con compañeras de otros pueblos, se intercambian patrones, ideas, se muestran los<br />
trabajos realizados, se invitan unos participantes a otros para sucesivos encuentros, y lo<br />
más maravilloso es el ambiente distendido, relajado y cordial del que se disfruta. Es la<br />
magia del encaje que consigue que en estos atareados tiempos que vivimos en los que<br />
la comunicación inter<strong>per</strong>sonal es cada día más difícil, estos encuentros sean como en un<br />
puente tendido entre aquellos en que las mujeres salían a la puerta de su casa a tejer y a<br />
gozar de la tranquilidad de una charla amable con las vecinas y este mundo de ahora,<br />
maravilloso en cuanto a avances tecnológicos <strong>per</strong>o un poco estresante.<br />
Esto es en líneas generales lo que para mí ha supuesto sumergirme en el pasado y<br />
conocer algo más de un mundo que siempre me ha parecido enriquecedor en todos sus<br />
aspectos y no sé si es procedente hacerlo, <strong>per</strong>o invito a cualquier <strong>per</strong>sona que no lo haya<br />
hecho nunca a empezar a tejer encaje. Estoy segura que es una ex<strong>per</strong>iencia por lo menos<br />
interesante.
13 BIBLIOGRAFIA<br />
91
92<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
<strong>Encaje</strong> de bolillo y blondas en la ciudad de Almagro por Manolita Espinosa<br />
El “ret-fí catalá” o puntes d Arenys por Dolores Simarro Caiser y Nuria Adela<br />
Marot-Diez<br />
25 Anys d Escola de Puntaires.Museu Textil de Indumentaria 31-05-1988 a 30-04-<br />
1989.<br />
Puntas. Antonia y Monserrat Raventós Ventura, Profesoras de la Escola de<br />
Puntaires de Barcelona 1967.<br />
Associació Catalana de Puntaires.<br />
www.puntaires.com<br />
www.cultura.pueblos-espana.org./Bolillos/<br />
Associació de Puntaires de Terrassa<br />
www.iespana.es/yolanda-artesanía-de-bolillos/encaje<br />
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www.pasqualinonet.com.ar/el-bolillo.htm<br />
www.finesterrae.com/encaje/técnica.htm<br />
www.estilismo.com/decoración/reportaje2-decoración.htm<br />
www.victorian.fortunecity.com/museum/483/encaje2.htm<br />
www.manosmaravillosas.com/tienda/index.pgpcategoría-id=68<br />
www.camarinas.net/web/encaje/museo/intro.htm<br />
www.es.geocities.com/antjeglezherrero/materiales necesarios.htm<br />
www.dicoruna.es/neria/artesanía-pl.thm<br />
www.iaga.com/camarinnas/encaje.htm
93<br />
www.artehistoria.com/genios/cuadros/1502htm<br />
www.artehistoria.com/genios/cuadros/980.htm<br />
www.artehiustoria.com/genios/cuadros/1473.htm<br />
www.livronet.com/br/arteyestilos/biografías/pintores/fabritius.htm<br />
www.livronet.com.br/arteyestilos/biografías/pintores/fabritius.htm<br />
www.libronet.com/br/arteyestilos/biografías/pintores/fabritius.htm<br />
www.livronet.com.br/arteyestilos/biografías/pintores/fabritius.htm<br />
www.ciudad-almagro.com/04gacete/museo_encaje.htm<br />
http://<strong>per</strong>so.wanadoo.fr/dentelle.fuseau/reportagemuseebattexwyES.htm<br />
http://museu.arenysdemar.org/mares/00mares05.htm<br />
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http://www.terra.es/<strong>per</strong>sonal2/puricoll/objetivo.htm<br />
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http://museu.arenysdemar.org/mares/00mares_e.htm<br />
http://www.terra.es/<strong>per</strong>sonal2/puricoll/objetivo.htm<br />
http://<strong>per</strong>so.wanadoo.fr/dentelle.fuseau/reportagearlancES.htm<br />
http://<strong>per</strong>so.wanadoo.fr/dentelle.fuseau/reportagemuseebattexeyES.htm<br />
http://216.239.37.104/translate.ville-alencon.fr/dentell<br />
http://216.239.37.104/trasnslate.virtualbruges.com/mu<br />
http://www.merlettoitaliano.com<br />
http://www.cyberlink.co.uk/allhallows/m<br />
http://www.kenmare.com/history/l<br />
http://www.radio.cz/es/artículo/41377
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Los grandes genios del arte. Biblioteca El Mundo. Goya<br />
Los grandes genios del arte. Biblioteca El Mundo. Velázquez<br />
Los grandes genios del arte. Biblioteca El Mundo. El Greco<br />
www.indexnet.santillana.es/rcs/archivos<br />
www.cnice.mecd.es/eos/materiales educativos/bachillerato/historia/rev-indus.<br />
www.artehistoria.com/historia/contextos/2440<br />
http://thales.cica.es/rd99/ed99-0314-01rev_ind.<br />
www.gentiuno.com/articulo.asparticulo 2305<br />
www.monografías.com/trabajos14/revolucionindustrial2<br />
html.rincondelvag.com/derechos-y-libertades-de-la-mujer<br />
www.monografías.com/trabajos12/revin/revin.shtml
95<br />
ANEXOS<br />
PRENSA<br />
PINTURA<br />
POESÍA<br />
MUSEOS
96<br />
1.1ACEBO<br />
(Artículo sacado de la revista de la Asociación Catalana de Puntarires)<br />
Acebo, un pueblecito de la provincia de Cáceres. Situado en plena sierra de Gata, es un<br />
de los lugares de Extremadura en los que se hace encaje de bolillos. Las bolilleras d<br />
Acebo han constituido una asociación y tienen una exposición <strong>per</strong>manente en los bajo<br />
del Ayuntamiento, donde previa cita, se puede visitar durante todo el año. Son un<br />
<strong>per</strong>sonas amables y acogedoras, explican que la función de la asociación e<br />
primordialmente ayudar a las bolilleras para que puedan vender sus trabajos, el preci<br />
de los cuales, son más que correctos en relación a la calidad de los mismos. Trabaja<br />
con bolillos gruesos y largos, de medida parecida a las de Arbos, hechos con madera d<br />
naranjo, ya que es un árbol muy abundante en estos lugares. Utilizan hilos nacionales30<br />
Su léxico es muy diferente del que se utiliza en Cataluña; por ejemplo, de la trenz<br />
dicen “cordón”, del punto de la Virgen, “arnero”, del punto de espíritu “panero”, de<br />
puntillón “gallito”, de la reja “mecedora·”, del torzal “vena”, etc. Todas las puntillas qu<br />
hacen tienen un nombre, una de las que hay en la exposición que en Cataluñ<br />
denominamos de los puentes, o de la punta de todo el mundo, allá la llama<br />
“caramelitos”. Otro nombre curioso es el de una puntilla que tiene un bonito dibuj<br />
floral que lleva por nombre “la envidiosa”, y es un nombre muy oportuno, ya qu<br />
cuando la ves tienen ganas de saber hacerlo o bien de comprarla.<br />
Extremadura es una región que reúne todas las condiciones geográficas y sentimentale<br />
necesarias para hacer deseable una visita: pueblos dormidos en el tiempo, espléndida<br />
“dehesas”, donde se cría el cerdo ibérico, ciudades como Cáceres llenas de arte<br />
rincones donde se mantienen vivas las tradiciones ancestrales.<br />
Acebo, a una hora y media de Cáceres, es un buen punto de partida para visitar el vall<br />
del Jerte, famoso por sus cerezos que en la primavera llevan de flores blancas y cuand<br />
maduran los frutos, lo visten con el rojo intenso de las cerezas.<br />
De hecho, encuentro muy interesante que las <strong>per</strong>sonas que amamos y valoramos l<br />
pequeña obra de arte que es una puntilla de bolillos, conozcamos las tradiciones, lo<br />
gustos, las preferencias de bolilleras muy alejadas de nosotras en el espacio, <strong>per</strong>o mu<br />
próximas en los sentimientos que nos mueven a todas delante de un bolillero si<br />
estrenar.<br />
Pilar Bregante<br />
-----------------------
97<br />
1.2 ARTICULOS DE PRENSA<br />
1.2.1 EUROPA PRESS 18-10-2003 10:34<br />
El Pabellón de La Azucarera de Monzón alberga el Encuentro de <strong>Encaje</strong> de Bolillos,<br />
en que participan más de mil <strong>per</strong>sonas.<br />
Un millar de <strong>per</strong>sonas participan en el VII Encuentro de <strong>Encaje</strong> de Bolillos, que se<br />
desarrolla en el Pabellón de la Azucarera de Monzón. Durante toda la mañana se<br />
sucederán diferentes actividades, y además se podrá contemplar la ejecución de<br />
trabajos de encaje. La directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) Elena Allué,<br />
ha inaugurado el centro.<br />
El pasado año, este Encuentro contó con la participación de un total de 892 <strong>per</strong>sonas,<br />
mientras que para la presente edición se han inscrito 1024 encajeros: teniendo que dejar<br />
en reserva a <strong>per</strong>sonas y grupos que presentaron su solicitud fuera de plazo.<br />
En esta séptima edición, como en años anteriores, se otorgarán premios al asistente<br />
de mayor y menor edad, al grupo asistente más distante de Monzón y a los tres trabajos<br />
más originales de cuantos se hayan realizado durante la mañana.<br />
Entre los datos de participación, además de destacar las 1024 <strong>per</strong>sonas inscritas, la<br />
provincia que contará con mayor número de participantes será Zaragoza (326), seguida<br />
de la de Huesca (314) y de Lérida (128). Pero no sólo estarán presentes bolilleras y<br />
bolilleros de provincias cercanas; también se han inscrito 96 <strong>per</strong>sonas de la provincia de<br />
Tarragona, 72 de Barcelona, 51 de Teruel, así como participantes de poblaciones de<br />
Gerona, Navarra o Castellón. La concejal del área de la mujer, María Eulalia Mateos, ha<br />
resaltado la colaboración en el desarrollo de esta actividad de Ibercaja, Caixa Penedés y<br />
la Asociación de Viudas “Renacer”, así como las ayudas recibidas por diversos<br />
establecimientos comerciales, al tiempo que ha invitado a “todos los ciudadanos a asistir<br />
al Encuentro de <strong>Encaje</strong> de Bolilllos”, con la seguridad de que “se sorprenderán por la<br />
gran afición existente, la calidad de los trabajos expuestos y el enriquecimiento cultural<br />
que se está logrando con la recu<strong>per</strong>ación de la técnica del encaje”
98<br />
1.2.2 EL MUNDO.<br />
Especial bolilleras. Barcelona, junio 2.000<br />
La “trobada” de hoy en el paseo de San Juan está llena de actos festivos y homenajes.<br />
DIADA DE LA BOLILLERA A BARCELONA O EL TRECE TAMBIEN TRAE BUENA<br />
SUERTE.<br />
Tal como anunciaba el titular del suplemento del diario El Mundo la XII Diada de la<br />
Bolillera, “llenó Barcelona del arte milenario de los hilos”, el domingo 4 de junio de<br />
2.000 en el paseo de San Juan, ¡y de que manera!. Con 5300 bolilleras inscritas. Con<br />
una cincuentena de puestos de comerciantes, con una serie de actos institucionales y<br />
festivos que movilizaron a unas 30.000 <strong>per</strong>sonas, según estimaciones de la Guardia<br />
Urbana de Barcelona.... fue una fiesta redonda, plena, de las que crean admiración,<br />
como suele ser lógico en esta clase de manifestaciones, altamente compartidas y con<br />
responsabilidades eficazmente asumidas, y desde la Asociación de Puntaires<br />
querríamos que así constase: todo el mundo estuvo donde hacía falta para que todo<br />
saliese redondo. Puede ser que hubiera demasiado sol.... <strong>per</strong>o esto habríamos de<br />
imputarlo a la calidad de los huevos que se llevaron, como para cada Diada, a las<br />
monjas de Santa Clara!.. Con el Instituto de <strong>Cultura</strong> del Ayuntamiento de Barcelona a la<br />
cabeza del cual, el concejal Sr. Ferrán Mascarell, se volcó en la Diada desde el mismo<br />
momento de su anuncio, como sabemos muy bien las <strong>per</strong>sonas de la Junta y como<br />
pudieron comprobar <strong>per</strong>fectamente las socias y socios presentes en la Asamblea<br />
ordinaria que aprobó la sede de la XIII Diada, y con las <strong>per</strong>sonas que forman parte del<br />
distrito de Gracia. Bajo el mismo concejal, la sintonía fue excelente, a pesar de que la<br />
magnitud de la manifestación podía abrumarnos a todos en cualquier instante.<br />
La alegría de la fiesta que presidió el alcalde Sr. Joan Clos, que ya había sido<br />
seducido por las puntillas durante la última y mojada Mostra de la Mercé, en las<br />
Ramblas de Barcelona, tuvo una proyección lúdica con los danzarines Gigantes y<br />
Cabezudos de la ciudad, el grupo de animación Flic-Flac, la Banda Municipal con un<br />
ajustado programa. Por lo que refiere a la seriedad y trascendencia, el descubrimiento de<br />
una placa en el domicilio de los Sres. Antonia y Monserrat Raventós, fundadores de la<br />
Escuela de Bolilleras y creadores de la puntilla que lleva el nombre de la ciudad, el<br />
ofrecimiento de pañuelos a los gigantes de Gracia a cargo de las bolilleras del centro<br />
católico de Gracia y las bolilleras Bienestar Social de la calle de Siracusa, las palabras al<br />
mas alto nivel de la Sra. Isabel Crego, presidenta de la Asocación Catalana de<br />
Bolilleras, del Ilmo. Sr. Ferrán Mascarell, y del Excmo Sr. Joan Clos, que fueron<br />
obsequiados, respectivamente, con el escudo de Gracia, hecho de encaje por la<br />
Asociación Catalana de Bolilleras, y con una muestra de la Punta de Barcelona, por<br />
parte de la Sra. Roser Abelló, directora de la escuela de Puntaires de Barcelona. Al acto<br />
asistieron como invitados especiales algunos alcaldes y concejales de poblaciones que
99<br />
han hecho anteriormente diadas, como el concejal de <strong>Cultura</strong> de Arenys de Mar, los<br />
alcaldes de lÀrboc del Penedés,<br />
El espléndido Paseo de San Juan de Barcelona se convirtió por un día, en la arteria<br />
bolillera más potente que nunca se ha podido ver. Por lo que se refiere all puesto de la<br />
Asociación, la multitud de responsables de los grupos que desfilaron pudieron admirar<br />
una pieza única, expuesta por gentileza de la magnífica compañera bolillera Josefina<br />
Castellví, “Maregassa”, de 70 x 100 cm hecha el año 2.000. Los bolillos de colección<br />
de este año, también hechos en Brujas, de madera de guatambo dentro de un estuche<br />
rojo, siguiendo la línea de color adoptada así mismo en los boletines de este año.<br />
La procedencia de las bolilleras también es una cuestión de enorme interés, y al<br />
margen de estar representadas prácticamente todas las comarcas con bolilleras de<br />
Cataluña pudimos gozar de la presencia de artesanas venidas del País Valenciano, del<br />
País Vasco, de Aragón, de Andorra, de la Rioja, Navarra, Andalucía, Castilla, <strong>per</strong>sonas<br />
todas ellas extraordinarias que han querido dar testimonio de su fidelidad a los encajes<br />
de Cataluña.<br />
.
100<br />
1.2.3 NOTAS DE PRENSA. Revista nº 52 Associació Catalana Puntaires<br />
EL MIRADOR. Joan Pallares Personat<br />
EN MI CASA HACEN BOLILLOS. Mi hija, una joven, que el mes que viene hará<br />
23 años, es bolillera como las de Arenys, <strong>per</strong>o esto de los bolillos no es sólo cosa<br />
catalana, es una tradición extendida por todas partes, con fama acreditada en Flandes,<br />
Alemania, y por toda Europa. Los encuentros de bolilleras son un recurso de fiesta<br />
mayor, cada vez más habitual, en el transcurso de las cuales las bolilleras muestran sus<br />
habilidades y el público disfruta paseando por las calles que ellas amenizan. Sardanas,<br />
castellers, correfocs, gigantes,... son elementos de la cultura tradicional popular que<br />
habitualmente constituyen un buen vínculo de integración. La oportunidad de las<br />
bolilleras es única y lo es esencialmente porque para las mujeres que llegan de países<br />
lejanos, las manualidades todavía son habituales, a pesar de que no constituyen una<br />
actividad cultural como aquí, sino un quehacer cotidiano, de modo que los puntos de<br />
bolillos, silenciosos, pueden constituir el punto de confluencia entre la cultura catalana<br />
de las mujeres de aquí y las recién llegadas. El encaje de bolillos acerca el idioma y la<br />
normalización y podrían ser bien patrocinados, no sólo un vínculo de integración, sino<br />
de vertebración de la próxima generación de catalanes.<br />
Con el título de “Boixets” el <strong>per</strong>iodista firma su colaboración diaria con el <strong>per</strong>iódico<br />
20 Minuts, el 271003.<br />
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101<br />
Leído en “DE SOL A SOL”. Publicado por LA VERDAD DE MURCIA 1 septiembre<br />
de 2001.<br />
El encaje de bolillo, el macramé, la malla o el frivolité puede que para algunos<br />
recuerden a otros tiempos y tengan quizás demasiado olor a alcanfor, <strong>per</strong>o son sin duda<br />
alguna uno de los mejores remedios para el estrés. Por si fuera poco, comienza a ser<br />
recetado por los médicos para aliviar la artrosis y otras patologías óseas y musculares<br />
propias de la época actual. El ayer y el hoy encajan a la <strong>per</strong>fección y darán prueba este<br />
fin de semana en la localidad granadina de Guadix en el I Encuentro Nacional de<br />
<strong>Encaje</strong>s.<br />
Labores domésticas denostadas para quienes quizás malinterpretan la liberación de la<br />
mujer y que son en realidad un arte y también un negocio con enormes posibilidades.<br />
Por ello, más de medio centenar de especialistas, bolilleros y bolilleras, llegados de toda<br />
España se afanarán este fin de semana en debatir sobre las técnicas y tendencias de estos<br />
trabajos artesanos, transmitidos de generación en generación, que alcanzan en el<br />
mercado de la moda, el hogar y la decoración precios cada vez más altos y,<br />
progresivamente logran estar día a día más solicitados por su calidad y prestigio.
102<br />
Artículo de prensa, Periódico ABC , del domingo 26 de septiembre de<br />
1.3 EL HILO DE LA PACIENCIA<br />
Madrid.. Pocas actividades artesanas exigen tanto tiempo y paciencia como el encaje<br />
de bolillos. Para demostrar al público como se realiza esta técnica tan tradicional –en<br />
Cataluña desde el siglo XV- doscientas encajeras de toda España se reunieron ayer en<br />
Spaitex , una de las muestras en vivo de artesanía textil más importantes del país que<br />
discurre en paralelo a la Intermercería.<br />
Junto al Pabellón La Pipa, en la Casa de Campo, artesanas de Móstoles,<br />
Arroyomolinos, Nalvalcarnero, Siguenza, Villarejo de Salvanés, Azuqueca y Burgos ,<br />
entre otras, se reunieron ayer en el Primer Encuentro de <strong>Encaje</strong>ras Espaitex y durante<br />
tres horas realizaron en vivo sus esmerados patrones. Puntillas, pamelas, abalorios,<br />
chales, bolsos, mantillas de novia, guantes, abanicos y campanitas y estrellas para<br />
árboles de Navidad son algunas de las labores que pueden realizarse con esta ancestral<br />
actividad textil.<br />
Y aunque la técnica ha variado muy poco con el paso de los años, si lo han hecho el<br />
diseño y el estilo. Así, laboriosas encajeras de Sigüenza –que contaban con las artesanas<br />
más jóvenes de la exhibición- recordaban todos los utensilios necesarios para este arte:<br />
el picado (el dibujo), los bolillos, la almohadilla o mundillo, las agujas o alfileres, los<br />
separadores y el hilo. Lo que ya no pueden comprarse son la constancia, la paciencia y<br />
el tiempo a invertir para realizar los bordados.<br />
Así lo confirmaba también la asociación más veterana., la Asociación Catalana de<br />
Puntaires, una entidad dedicada a preservar la cultura tradicional del encaje y a<br />
promover su renovación.<br />
Talleres y exhibiciones.<br />
Además de este encuentro de encajeras, Espaitex ofrece hasta hoy domingo talleres<br />
de patchwork, punto de cruz, ganchillo, pintura sobre seda, decoración de vestuario y<br />
confección de abalorios. También los aficionados al punto de cruz podrán disfrutar con<br />
una gran exposición de cuadros de punto de cruz ofrecida por Eder Centro de Labores<br />
y de colchas realizadas por la Asociación Española de Parchwork, sin olvidar la<br />
muestra de telares de la Escuela Municipal de Telares de San Lorenzo de El Escorial y<br />
de bordados mallorquines.<br />
Pero además de disfrutar con exhibiciones y talleres, en este espacio artesanal se<br />
pueden comprar kit de primeros pasos de bolillos, revistas, lanas, esquemas para<br />
labores, cuadros de puntos de cruz. ...En definitiva, una oportunidad única para admirar<br />
la creatividad en el sector textil y para animarse a realizar algunas de las numerosas<br />
manualidades que allí se muestran.
103<br />
Carta dando cuenta del resultado del tercer encuentro de encajeras de bolillos en<br />
LA PLATA-ARGENTINA.<br />
Estimado Pasqualino: me <strong>per</strong>mito distraer un poco de su tiempo para comentarle<br />
acerca del tercer encuentro de encajeras desarrollado en la ciudad de La Plata “el d´dia<br />
sábado 24 de abril, con motivo de los festejos de “San Jordi”.<br />
Con gran alegría le diré que estoy muy contenta, ya que habiendo sido la responsable<br />
de invitar a las encajeras como los años anteriores, entendí que todo debía salir lo mejor<br />
posible.<br />
La cantidad de asistentes su<strong>per</strong>ó enormemente las expectativas: concurrieron 104<br />
encajeras, de varias localidades, a saber, de Rosario. Mar del Plata, Gran Buenos Aires,<br />
Capital Federal y por supuesto La Plata.<br />
Estuvimos en la peatonal céntrica, desde las 10 hasta las 13 h. Hubo gente de todas las<br />
edades, y entre nosotras asistió una niña de 8 años de Rosario y un niño de su misma<br />
edad.<br />
Mientras se desarrollaba la “trobada” se repartieron 600 rosas a las encajeras y al<br />
público en general; se cantó el coro catalán y se bailó sardana.<br />
Merece destacar los trabajos presentados en todos los estilos de encajes. Esa mañana<br />
soleada y fría era el fondo de quienes se lucían más con sus bolillos, con enormes<br />
carpetas, largas puntillas, sofisticados encajes realizados con fusión de colores,<br />
abanicos, cuellos, chales, etc.<br />
No puedo dejar de comentar de que manera el público nos descubría, atónito a vernos<br />
realizar esta técnica tan antigua y exquisita y maravillados y motivados para aprender a<br />
hacerlos.<br />
Una vez terminado el evento en la calle, nos reunimos todas a almorzar en el campo<br />
japonés de la ruta 36 “mizujo”, y allí compartimos la comida., aprovechamos para<br />
saludarnos, entregar diplomas de asistencia y los souvenir a cada una, realizados en<br />
encaje por mis alumnas, mi madre y yo. El motivo fue una sombrilla.<br />
Las encajeras ya distendidas, pudieron visitar el jardín japonés del lugar.<br />
No quiero abrumarlo más con los comentarios, se que a usted esto le puede interesar,<br />
y si lo prefiere le mando fotos del evento.<br />
También puedo comentarle los preparativos del viaje que realizaremos a Cataluña, el<br />
mes próximo coincidiendo con el Forum de las <strong>Cultura</strong>s. A este encuentro irán<br />
alrededor de 5000 encajeras (cinco mil), luego por mi parte visitaré Italia. Todo el<br />
itinerario está relacionado con el encaje de bolillos.<br />
Lo dejo hasta la próxima, quedando a la es<strong>per</strong>a de noticias.<br />
Lo saluda: Monica Montes
104<br />
BOLILLERAS Y SALUD MENTAL<br />
Isabel Grego<br />
Entrevista con el Dr. Antoni Bulbena Vilarrasa, Jefe del Servicio Psiquiátrico y de<br />
Salud Mental del Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria en el Hospital del Mar de<br />
Barcelona, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad Autónoma, autor de<br />
numerosos trabajos y con años de ex<strong>per</strong>iencia en el estudio y el tratamiento de los<br />
comportamientos.<br />
Me ha parecido bien proponerle algunas cuestiones todas referentes a los bolillos,<br />
que, como todos sabemos, es una afección adquirida que no nos viene de la luna, forma<br />
parte de la cultura heredada, y también crece en un entorno de aprecio a los trabajos<br />
manuales y a las labores, con un cierto grado de sensibilidad añadido y donde las<br />
cualidades innatas cuentan: curiosidad, paciencia, acompañadas de deseos de aprender y<br />
espíritu de su<strong>per</strong>ación. Y yo podría añadir, porque me defino de mi misma, que, como a<br />
bolillera soy “una loca” una “viciosa”, y no me escondo, del placer de contemplar<br />
texturas lujosas, que me dejan maravillada, como un niño delante de las transparencias y<br />
del artificio de un tejido de bolillos, por pequeño que sea.<br />
También le he propuesto otras cuestiones en torno de comportamientos “típicos” de<br />
las bolilleras, un puñado de preguntas que alguna vez todos nos hacemos y que tienen<br />
respuestas interesantes y de gran valor para mí y que deseo que también tengan para<br />
vosotras.<br />
LA PUNTA DE PSICOLOGÍA<br />
DR. ANTONI BULBENA VILARRASA<br />
¿Qué hace un psiquiatra hablando de bolillos ¿Es que hacer encajes es malo para los<br />
nervios, pues no. No hay ningún indicio; todo lo contrario. Es bien seguro, hacer<br />
bolillos tiene ingredientes psicológicos que pueden ser muy buenos para la salud<br />
mental.<br />
Lo que propongo hacer aquí es un sencillo ejercicio de higiene mental: pensar y<br />
reflexionar un poco, pasarlo bien un rato y seguir haciendo ex<strong>per</strong>iencia activa, y si es<br />
oportuno algún cambio. Antes de hacer ningún comentario sobre los arquetipos<br />
peculiares de bolilleras (pregunta inexorable para el psiquiatra), examinaremos primero<br />
unos cuantos ingredientes psicológicos de hacer encajes. Después podremos observar<br />
algunas variaciones anormales de estos ingredientes. Y siempre que hablemos de<br />
variaciones o anormalidades de ingredientes mentales podemos resumirlos en dos: de<br />
cantidad (cuando hay demasiados o demasiados pocos ingredientes) o de cualidad<br />
(cuando el ingredientes no es bueno). Es como si examinásemos una receta de cocina.<br />
Veremos, pues, seis dimensiones psicológicas que el arte del encaje de bolillos encara.<br />
Hay más, <strong>per</strong>o con estas ya haremos las recetas de hoy.
105<br />
Primero la destreza manual y mental, que nos <strong>per</strong>mite articular los movimientos, la<br />
vista, la estética, el colorido, las dimensiones, distancias y el tacto, en pro de una obra.<br />
Esto se puede aprender y lo que las escuelas de bolilleras tratan de transmitir a los<br />
alumnos, <strong>per</strong>o, como en toda destreza humana, también es necesario “nacer” un poco.<br />
Hacer encaje de bolillos es mucho más que mover los palillos.<br />
Segundo, la creatividad, que nos da la oportunidad de armonizar y elegir colores,<br />
puntos, imágenes, dibujos, textura y patrones. Hay bolilleras, que son muy imaginativas,<br />
y sin apenas elementos, fabrican una buena idea; otras, son buenas haciendo versiones,<br />
<strong>per</strong>o todas crean cuando eligen sus propias combinaciones. No siempre la bolillera<br />
creativa es la más diestra.<br />
Tercero, la producción o producto, es decir la concreción del esfuerzo, y el arte en<br />
una dimensión o cosa material que se puede tocar, enseñar, ver, etc . Esto diferencia el<br />
hacer bolillos de otras formas de entretenimiento como los juegos de mesa y de azar,<br />
que después de pasar horas y horas no queda ninguna obra hecha. En el caso de l encaje<br />
de bolillos, cuando más tiempo se le dedica, más obra queda. Es pues, un arte que<br />
incluye el compromiso de llegar a la obra concreta y ......terminada.<br />
Cuarto, la transacción, es decir, la oportunidad de intercambiar puntillas, opiniones,<br />
miradas, admiraciones, capacidades, patrones, ideas,, y ....hasta envidias. Esta es la<br />
dimensión social de hacer bolillos, <strong>per</strong>o no sólo se trata de comunicarse, sino que ha DE<br />
HABER SIEMPRE UN OBJETO DE REFERENCIA. Un buen ejemplo son las<br />
entrañables “Trobadas”: sociales, sí, <strong>per</strong>o exhibiendo encajes.<br />
Quinto, la disciplina, o sea la capacidad de ir haciendo y cumpliendo, <strong>per</strong>o también<br />
la de terminar lo que se empieza. Esto incluye ciertas dosis de paciencia y<br />
concentración, <strong>per</strong>o sobre todo de voluntad.<br />
Sexto, el orden, nos referimos al orden externo, que en el caso del encaje de bolillos<br />
es tan claro y definido (seguir el patrón), que al mismo tiempo se puede pensar,<br />
escuchar, incluso hablar y, si se quiere, soñar. Inconscientemente notamos que el mundo<br />
externo tiene un orden claro y seguir el patrón nos proporciona aquella extraña calma y<br />
regusto de seguridad.<br />
Veamos ahora algunos arquetipos de bolillera peculiar, que he desarrollado sobre las<br />
ideas que me habéis transmitido<br />
La bolillera impaciente.<br />
Es la que empieza una pieza y ya la querría tener terminada La ilusión del comienzo<br />
se termina pronto, casi siempre antes que la pieza. Le falla un poco la disciplina, y el<br />
producto (terminado) queda sustituido por la escena mágica del rito iniciatico. Padece la<br />
dificultad de es<strong>per</strong>ar y no tiene ninguna paciencia para continuar. Este es un caso de<br />
poca fuerza en producción, disciplina y orden externo. Pero a veces puede ser muy<br />
creativa y los demás lo saben.
106<br />
La bolillera que ha de tenerlo todo.<br />
Lo compra todo, lo fotocopia todo, colecciona casi todo. Al mismo tiempo, teniendo<br />
todo a punto para empezar, no empieza casi nunca. A pesar que impresiona el<br />
lucimiento de lo que llega a tener, confunde el se con el tener. No es lo mismo el ser<br />
bolillera que tener todo lo que se necesita para serlo. La bolillera que ha de tenerlo todo<br />
padece una pequeña desviación en la producción ya que tiene todos los productos<br />
excepto el suyo propio: revistas, patrones, herramientas., etc. Es como si sustituyera sus<br />
encajes con las obras y herramientas que compra o copia. Es bien tolerada por los demás<br />
ya que quien más quien menos se aprovecha cordialmente de tantos productos y<br />
además, como no produce apenas obra propia por tanto no es de hecho una competidora.<br />
La bolillera plagiaria<br />
Es más grave que lo anterior. No se para en “confundir” el ser y el tener, sino que<br />
sustituye su propia producción por la de las demás. Inconscientemente, no puede<br />
soportar su falta de destreza, o de disciplina e invierte su creatividad en enmascarar sus<br />
defectos. La transacción está falseada. Con tal de mantener el nivel o ritmo de<br />
producción, presenta obra como si fuera propia, <strong>per</strong>o lamentablemente a menudo es<br />
falsa. En este caso y contrariamente al caso precedente, suele ser poco tolerada por las<br />
demás, que a menudo sospechan el engaño.<br />
La bolillera presumida<br />
Es la que hace cada pieza como si fuera una estrella, y la enseña una y otra vez,<br />
proponiéndonos la respuesta: Está bien, ¿verdad que sí, puede tener destreza e incluso<br />
creatividad, <strong>per</strong>o necesita alimentar constantemente su ego. El miedo inconsciente de no<br />
haberlo hecho bien se transforma en demanda reiterada de aprobación y alabanza. Puede<br />
resultar mal tolerada por las demás, si ven que sistemáticamente no valora tan bien el<br />
trabajo de las demás<br />
.<br />
La bolillera tímida<br />
Es el caso simétrico al anterior. También tiene mido por no haberlo hecho bien, <strong>per</strong>o<br />
en lugar de huir inconscientemente hacia delante como hacía la presumida, hace una<br />
huida abierta hacia atrás. Se hace de rogar para mostrar sus propias piezas y rehusa<br />
aparentemente la competencia: “No, si yo no sé hacerlo bien”. No me ha quedado bien<br />
¿verdad, piden inconscientemente aprobación. Es lo mismo que antes, quieren lo<br />
mismo <strong>per</strong>o lo piden al revés. Son mejor toleradas <strong>per</strong>o siempre necesitan alguien que<br />
las arrastre y eso comporta un poco de dependencia.<br />
Comentarios finales<br />
Bien bolilleras, quiero advertiros que cuando se hace un repaso de los tipos de<br />
comportamiento como lo que hemos hecho aquí, es habitual que todos nos sintamos un
107<br />
poco identificados con uno y otro. Pero si os parece, recordad sobretodo que son<br />
esquemas parciales y en absoluto <strong>per</strong>sonales. No caigáis en la torpeza de confundir un<br />
arquetipo con una <strong>per</strong>sona concreta. Por otro lado a menudo hay quien se ofende al<br />
verse un poco retratado y lo niega furiosamente. En cualquier caso tomároslo bien, que<br />
esto es sencillamente higiene mental, que nos conviene siempre que se tome de un<br />
modo desenfadado.<br />
Seguro que la creatividad de cada uno de los lectores y lectoras haría otras<br />
propuestas de bolilleras típicas, incluso tantas, que darían lugar a una sección fija de la<br />
Revista.<br />
Por último recordemos que hacer encajes es un arte y el arte es una forma<br />
maravillosa y única de conocimiento que nos <strong>per</strong>mite acceder a complejidades de la<br />
naturaleza (incluyendo la humana), a la que no podemos llegar por ningún otro camino.<br />
Ni la ciencia nos puede conducir a lo que se aprende con la práctica, un arte. La ciencia<br />
nos da una vía de conocimiento riguroso <strong>per</strong>o parcial. El arte es el que da las<br />
sensaciones indescriptibles y deliciosas que tenéis cuando libráis una pieza del bolillero.<br />
Esto es salud mental. Seguir.<br />
Queremos agradecer al Dr. Bulbena esta aportación que encontramos llena de interés y<br />
utilidad, y que es<strong>per</strong>amos que tenga continuación otro día.
108<br />
1.5 CRÓNICA<br />
COMENTARIO DEL X CONGRESO OIDFA, LUND (SUECIA)<br />
Gloria Ibáñez<br />
Como ya sabemos, en el mes de agosto de este año, tuvo lugar el X Congreso de<br />
OIDFA. Esta vez viajamos a Suecia, concretamente a Lund, una tranquila y bonita<br />
ciudad universitaria que, en estos momentos acoge a más de 25.000 estudiantes y donde<br />
nos es<strong>per</strong>aban unos días de descubrimientos, reencuentros, ¡trabajo!,<br />
sorpresas....!nuevas ex<strong>per</strong>iencias!. Ahora explicaré un poco como fue todo.<br />
Los días anteriores al congreso tuvieron lugar cinco cursos que se impartían en<br />
inglés y francés de puntos autóctonos: puntos de Escania, Puntos de Dalecárliua,<br />
Puntos de Ovanáker. Puntos de Vadstebna, puntos de aguja. Como no pude asistir a<br />
ninguno, no puedo hacer ningún comentario.<br />
El día antes de la a<strong>per</strong>tura tuvimos que preparar el stand de España con los nervios<br />
correspondientes porque, a pesar de tenerlo todo pensado desde aquí, siempre se tiene la<br />
impresión que no quedaría bastante bien. Una vez montado, nos dimos cuenta que<br />
estaba muy bonito. En esta ocasión el tema era unitario sobre el lema “La cultura<br />
grecorromana” y se presentaban diversas piezas a título individual y una que se montó<br />
como un mural formando mosaico que se componía de once piezas bajo el lema<br />
“Mediterránia”.<br />
El número de congresistas fue de 504, siendo numerosos el número de visitantes en<br />
un solo día.<br />
La a<strong>per</strong>tura oficial fue al Stadhallen donde los congresistas fuimos recibidos por la<br />
Alcaldesa de la ciudad y nos ofrecieron una pequeña “cantata a capella”, por parte de<br />
cuatro muchachos suecos que fue muy bonita. Aquí también pudimos disfrutar de dos<br />
exposiciones: una donde estaban todas la piezas presentadas por el concurso “De la<br />
cabaña al castillo”, los premios de los cuales eran otorgados por un jurado competente<br />
en encajes y diseños donde nos sorprendió agradablemente el trabajo presentado por la<br />
Sra. Ana M Rubio de La Garriga; otra, en la planta baja, donde estaba la exposición de<br />
puntillas d ´Idrija así como piezas de las Asociaciones de Estocolmo, Goteborg, Orebro<br />
y otras. El primero y segundo premio del concurso correspondieron a dos piezas de<br />
bolilleras suecas, y el tercero a una de Chequia.<br />
Al terminar, fuimos a la Akademiska Föreningen, un magnífico edificio de la<br />
Universidad de Lund donde está situada la Unión de Estudiantes, una de las bibliotecas<br />
y diversos departamentos, donde estaban las exposiciones, demostraciones y ventas, y al<br />
dar una vuelta por los diferentes stand pudimos ver una gran diversidad de puntos, tanto<br />
clásicos como modernos. En este Congreso participaron 18 paises. Como ya es habitual,<br />
los stands de Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Japón o Chequia , de entre otros,<br />
nos dejaban admirados por la gran calidad de las obras expuestas. Los holandeses, por<br />
ejemplo, presentaron unas toallas hechas por un grupo de gente con una veintena de<br />
hexágonos (todos con diferentes dibujos) y cinco más en cada uno de los cuales estaba<br />
una de las letras del logo OIDFA que cosieron a todo lo largo (más o menos 4 m y<br />
medio de tela de hilo) que servirá para decorar la mesa del comité holandés en sus
109<br />
jornadas. Las danesas tenían unos divertidos individuales con forma de paleta de pintor<br />
así como una casulla con una gran flor, muy original. En el stand de Bélgica había<br />
piezas, como siempre, realmente preciosas con una realización de gran <strong>per</strong>fección.<br />
Suecia tenía una sala aparte con las puntillas tradicionales con los diferentes tipos de<br />
bolilleros que utilizan. Es realmente curioso ver como trabajan sin patrón y nada más<br />
ponen agujas en los dos finales de la puntilla, guiándose por las rayas de la tela que<br />
recubre el bolillero.<br />
Todo esto estaba muy bien <strong>per</strong>o donde había una puntilla nueva, diferente y llena de<br />
color, eral en el Kulturen, donde estaban las puntillas de Chequia y donde pueden verse<br />
murales, motivos tridimensionales, cuellos preciosos de un diseño impactante y a donde<br />
fuimos después de dar una vuelta por los stands.<br />
Por la tarde tuvo lugar la recepción en el Kulturen, nombre popular que se da a uno<br />
de los más grandes e interesantes museos al aire libre donde encontramos los diferentes<br />
tipos de granjas que había en el país que fueron trasladadas de diversos distritos del sur<br />
de Suecia, reconstruyéndolas con su forma original. Después de las palabras de las<br />
autoridades de la ciudad, Comité Organizador y de la Presidente de OIDFA, tuvieron<br />
lugar unas danzas tradicionales y, al terminar, nos ofrecieron un tentempié.<br />
Las tres conferencias que nos dieron en los tres días del Congreso en el Stadshallen<br />
fueron sobre “La puntilla en los vestidos tradicionales de Escania”, “La puntilla rural<br />
en Suecia” y “Aspectos sociales del encaje de bolillos”, con gran profusión de<br />
diapositivas que resultaron muy interesantes. Se podían seguir en francés, o en inglés,<br />
según las preferencias de los congresistas, en diferentes días.<br />
El sábado, a medio día, tuvo lugar una Asamblea general donde se siguió el orden del<br />
día que ya se había anunciado, aprobándose la modificación de los artículos 7 y 9<br />
relativos a la composición y las reuniones del Consejo. Los diferentes grupos de trabajo<br />
informamos de la situación en que se encontraban los estudios realizados desde el<br />
anterior Congreso. Se informó de los premios del concurso “de la cabaña al castillo”,<br />
que ya hemos comentado anteriormente. Se dio la bienvenida a los nuevos miembros<br />
del Consejo así como el agradecimiento por el trabajo hecho a los miembros salientes.<br />
La Sra. Hilary Booths, miembro del Comité Organizador del XI Congreso en<br />
Nottingham (Inglaterra), expuso algunos datos del que ya estaba llevándose a cabo en<br />
vistas al año 2.002. Por la tarde, como ya es habitual, tuvo lugar la cena de hermandad<br />
en el Grand Hotel Lund donde se pudieron admirar unos espejos modernistas preciosos.<br />
Al terminar, las <strong>per</strong>sonas vestidas con los trajes típicos fueron desfilando por los<br />
diferentes salones del comedor para que todas las <strong>per</strong>sonas pudieran admirarlas.<br />
El domingo por la tarde, último día del congreso, la presidenta de OIDFA, Sra, Lidia<br />
Thiels-Maertens, antes de proceder al cierre ofreció al comité organizador sueco el<br />
original del Trofeo Sally Johansson que se había entregado, por última vez, en el<br />
Congreso de Gant. A continuación hizo la presentación del nuevo Trofeo, diseñado y<br />
realizado en plata por Isabel Moreno y que fue escogido por el Comité Ejecutivo entre<br />
otros diseños y maquetas que les habían presentado y que se otorgaría al trabajo más<br />
votado por el público que visitase el Congreso. Cuando ya hizo toda la explicación y<br />
dijo el nombre del trabajo ganador nos quedamos literalmente de piedra ¡era para la<br />
“Mediterránia”!. Si en aquellos momentos nos pinchan no nos encuentran una gota de<br />
sangre dando que, al ser por votación popular, no pensábamos que entre tantos trabajos
110<br />
tan bien hechos, hubiesen escogido la nuestra. Fue como tocar el cielo con las manos.<br />
Después de recibir el trofeo, se libraron los seis premios del concurso “De la cabaña al<br />
castillo”. Después de enviar la bandera de OIDFA de Suecia a Inglaterra se dio por<br />
clausurado el congreso.<br />
El mismo día y después de desmontar los stands, 147 <strong>per</strong>sonas comenzamos el tour<br />
de cinco días. El primer tramo lo hicimos en ten, y al día siguiente, ya nos distribuimos<br />
en tres autocares.<br />
Pudimos ver muchas cosas y muy interesantes, <strong>per</strong>o, eso de cambiar cada día el lugar<br />
de alojamiento, se hizo un poco pesado, dado que la distancia entre los lugares a visitar<br />
era, la mayoría de las veces, de centenares de kilómetros. Durante todo el viaje tuvimos<br />
ocasión de ver, además de puntillas, bordados y tejidos, y todo tipo de artesanía.<br />
--------------------------
111<br />
1.6 UNA TARDE INOLVIDABLE (Nieves Plaza)<br />
(Revista de la Associacio Catalana de puntaires.<br />
Como tantos otros veranos de mi vida, volvía a reencontrarme con la tierra que vio<br />
nacer varias generaciones de mis antecesores, esa tierra llana, seca, austera, árida y<br />
noble. Volvía a Ciudad Rodrigo (Salamanca).<br />
Este año había pensado buscar entre la gente más anciana del pueblo, algún patrón,<br />
algún bolillo antiguo, alguna pequeña muestra de encaje, quería llevar a mis compañeras<br />
algo que nos sirviera para entablar conversación en los ratos que estamos trabajando<br />
juntas. Pero “mi gozo en un pozo”, en Ciudad Rodrigo se ha <strong>per</strong>dido la costumbre, la<br />
tradición del encaje de bolillos, ahora intentan resucitarla del olvido con la recién<br />
inaugurada escuela municipal de encaje.<br />
Decepcionada, comenté mi afición a un buen amigo. Instantáneamente me contestó<br />
que para ver hacer encaje de bolillos a las mujeres en la calle tenía que ir a Acebo; no<br />
daba crédito a mis oídos, eso era más de lo que yo había imaginado, sabía que no me<br />
engañaba, por razones de trabajo conoce muy bien la región, y la sinceridad una de sus<br />
muchas virtudes,<br />
Aquella tarde de sábado, soleada, calurosa del mes de agosto, pusimos rumbo por la<br />
carretera de Cáceres hacia Acebo, 60 kms. nos separaban de nuestro destino. Acebo,<br />
pequeño pueblo de la provincia de Cáceres, agrícola, silencioso, tranquilo, aparcamos<br />
nuestro coche en una empinada callejuela y mis sentimiento fue el mismo de siempre en<br />
estos casos, me siento intrusa.<br />
Caminamos escasos pasos, dimos la vuelta a una esquina y ... allí estaban, 4 en una<br />
calle, 3 en otra, sus bolilleros apoyados en el respaldo de la silla de bayón; habíamos<br />
entrado en la máquina del tiempo, mujeres ancianas, vestidas de luto; el silencio del<br />
pueblo sólo roto por el delicado sonido de los bolillos, el botijo de agua fresca a sus<br />
pies, no, no podía ser, nosotros habíamos retrocedido 100 años, no encajábamos allí con<br />
nuestra ropa deportiva y veraniega, <strong>per</strong>o era verdad, allí estaban.<br />
Cuando asumí la evidencia, saludamos a aquellas mujeres, fijé mi atención en sus<br />
encajes, espléndidos, complicados, maravillas de los últimos días del siglo XX.<br />
Intercambié con ellas los nombres de los puntos, el punto de la virgen para ellas<br />
“jebreo”, la trenza de 2 pares de bolillos para ellas cordón y la de 4 pares trenza....<br />
Me demostraban como hacer esto o aquello, se desvivían por enseñarme, mis manos<br />
parecían cobrar vida propia y se iban hacia los bolillos, quería tocarlos, a punto estuve<br />
de pedirles que me dejaran hacer una vuelta...<br />
Perdí la noción del tiempo y debió pasar bastante, porque cuando volví a mirar a mi<br />
amigo, estaba sentado en una piedra junto a la fachada mirándome con entusiasmo .
113<br />
1.7 ENTREVISTA A DOLORES ALLEPUZ<br />
En la búsqueda de material de información sobre el trabajo de investigación que<br />
pretendo realizar para la Universidad, he tenido una ex<strong>per</strong>iencia interesante que<br />
describiré a continuación .<br />
El pasado día 29 de mayo hubo una concentración de bolilleras en Almazora, a la que<br />
asistí en compañía de unas amigas para participar en la misma. Aprovechando la<br />
ocasión me presenté a varias de las profesoras que imparten clase en las escuelas o<br />
talleres, con el fin de pedirles información que pudiera serme útil.<br />
En general, cuando se explican los motivos de lo que se pretende, las <strong>per</strong>sonas<br />
reaccionan bien y enseguida encontré varias de ellas que se ofrecieron a facilitarme<br />
revistas , libros y la información que pudiera necesitar y que estuviera a su alcance,.<br />
Una de ellas, Dolores Allepuz Escrig, presidenta de la Asociación de Bolilleras de<br />
Alcora me recibió en su casa la tarde del día 6 de junio para dejarme unos libros de los<br />
que podía sacar las fotocopias que me interesaran.<br />
Me acompañó mi amiga Amparo Ruiz que con la grabadora y la cámara de fotos<br />
tomó nota de la conversación e hizo algunas fotografías. La Sra. Allepuz nos enseñó<br />
unos trabajos maravillosos : Un Cristo crucificado, una dama con vestido de época,<br />
varios bolilleros con encajes empezados, pañuelos hechos con unos puntos muy difíciles<br />
que hablaban sólo con verlos de la <strong>per</strong>icia de su autora.<br />
Nos llamó la atención una foto firmada de la reina Dª Sofía, y nos contó la historia.<br />
Hace varios años tuvo un día la idea de regalarle algo a la reina, y para ello se pusieron<br />
en contacto con la casa real, por medio de una carta, indicando lo que pretendían. Les<br />
contestaron aceptando y entonces confeccionaron unos guantes, un pañuelo y un<br />
broche, con la idea de ir <strong>per</strong>sonalmente a entregarlo. Volvieron a escribir a la casa real,<br />
desde donde les contestaron que por problemas de agenda no podían recibirlas, <strong>per</strong>o les<br />
enviaron la foto firmada por la reina, la cual conservan en la Asociación como recuerdo.<br />
Le preguntamos por sus inicios como bolillera y nos contó que había aprendido de<br />
pequeña en el pueblo, <strong>per</strong>o después la afición se olvidó hasta que hace unos 20 años le<br />
volvió el gusanillo del encaje, <strong>per</strong>o no había en toda la comarca quien supiera para<br />
poder enseñarle.<br />
Indangando se enteró de que en Reus había una profesora de Barcelona Teresa<br />
Orquín que daba clases y allá se fue un día –en que llovía torrencialmente- con su<br />
bolillero en el tren. Una vez que comprobó su maestra que tenía un cierto nivel la<br />
admitió como alumna y nuestra amiga Dolores iba todos los jueves durante tres años a<br />
Reus para en clase intensiva de mañana y tarde aprender todo lo que pudiera.<br />
Al volver a Alcora empezó a enseñar a las mujeres del pueblo y de este modo fue<br />
aumentando el número de las que querían aprender, las cuales a su vez enseñaban a<br />
otras y así poco a poco se fue extendiendo la afición por el encaje de bolillos.
114<br />
Como el gusanillo de saber más la impulsó a ello, hizo un viaje con uno de sus hijos a<br />
Camariñas, uno de los pueblos de más tradición de España en esta labor. Y allí<br />
<strong>per</strong>maneció unos días aprendiendo su técnica y la forma de venta de lo que producen.<br />
Con el paso del tiempo pensaron que sería interesante formar una Asociación, con el<br />
fin de tener un nombre y acceder a alguna subvención si fuera el caso, y dada su<br />
ex<strong>per</strong>iencia fue elegida Presidenta de la misma, cargo que todavía ejerce y no quieren<br />
que se jubile del mismo.<br />
Por medio de la Asociación el Ayuntamiento ha organizado ya tres “Encuentros de<br />
Bolilleras” a lo largo de estos últimos años, y nos mostró los carteles anunciadores que<br />
como no podía ser de otro modo también reflejaban alguna muestra de la cerámica<br />
alcorina.<br />
Mientras hablábamos nos enseñó una vitrina repleta de bolillos o boixets en Cataluña,<br />
y de otros motivos de decoración todos relacionados con el tema.<br />
Una vez que hice las fotocopias de lo que podía interesarme nos despedimos de<br />
Dolores prometiéndole que si el trabajo se lleva a efecto se lo enseñaré para que vea que<br />
su colaboración ha sido importante para mí.<br />
Castellón, 6 de junio de 2.005
115<br />
Leído en “DE SOL A SOL”. Publicado por LA VERDAD DE MURCIA 1<br />
septiembre de 2001.<br />
El encaje de bolillo, el macramé, la malla o el frivolité puede que para algunos<br />
recuerden a otros tiempos y tengan quizás demasiado olor a alcanfor, <strong>per</strong>o son sin duda<br />
alguna uno de los mejores remedios para el estrés. Por si fuera poco, comienza a ser<br />
recetado por los médicos para aliviar la artrosis y otras patologías óseas y musculares<br />
propias de la época actual. El ayer y el hoy encajan a la <strong>per</strong>fección y darán prueba este<br />
fin de semana en la localidad granadina de Guadix en el I Encuentro Nacional de<br />
<strong>Encaje</strong>s.<br />
Labores domésticas denostadas para quienes quizás malinterpretan la liberación de la<br />
mujer y que son en realidad un arte y también un negocio con enormes posibilidades.<br />
Por ello, más de medio centenar de especialistas, bolilleros y bolilleras, llegados de toda<br />
España se afanarán este fin de semana en debatir sobre las técnicas y tendencias de estos<br />
trabajos artesanos, transmitidos de generación en generación, que alcanzan en el<br />
mercado de la moda, el hogar y la decoración precios cada vez más altos y,<br />
progresivamente logran estar día a día más solicitados por su calidad y prestigio.
7.2 PINTURA<br />
116
117<br />
PINTURA<br />
ENCAJERA: 1669-70<br />
Autor: Vermeer de Delft<br />
Museo: Museo Nacional del Louvre<br />
Características: Oledo sobre lienzo 24,5 x 21 cm<br />
Estilo: Barroco Centroeuropeo<br />
Johannes Vermeer es el autor de este<br />
cuadrito con una típica escena de<br />
interior, como el resto de su obra.<br />
Vermeer ha restringido el marco de la<br />
escena proponiendo un primer plano<br />
muy próximo a la modelo, lo cual dota<br />
de una sorprendente modernidad a la<br />
imagen. La muchacha ha quedado<br />
recortada a menos de medio cuerpo,<br />
recogida sobre su labor y totalmente<br />
ajena a la mirada del pintor o del<br />
espectador. El artista juega con el poder<br />
de la luz con una habilidad que<br />
sorprendió a finales del siglo XIX a los<br />
impresionistas, que también estaban<br />
muy interesados en los efectos de la luz<br />
sobre los objetos. Renoir menciona este<br />
lienzo como uno de los más bellos de la<br />
historia de la pintura. La joven está<br />
modelada con golpes de luz y de sombra, en una evolución de la técnica del claroscuro<br />
que inauguró Caravaggio, Este autor fue muy importante para Vermeer y en general<br />
para el barroco holandés, pues de él tomaron el modo de iluminar y componer una<br />
escena. Fuera de la influencia de Caravaggio, hemos de destacar la audacia cromática de<br />
Vermeer, propia del artista, reflejada en el hermoso azul específico de su paleta, el<br />
amarillo brillante de la blusa y los rojos de las madejas de hilo en primer plano. Todos<br />
estos colores están utilizados en sus gamas puras, sin matices, lo que da una intensidad<br />
rítmica muy constructiva. En cuanto al tema, Vermeer se interesa en esta composición<br />
por mostrar a la mujer como ejemplo de virtudes.
118<br />
EL BUFON JUAN CALABAZAS, LLAMADO CALABACILLAS<br />
Título: El bufón Juan Calabazas, llamado Calabacillas<br />
Autor: Velásquez (1638-1639)<br />
Öleo sobre lienzo 106 x 83 cm<br />
Madrid, Museo Nacional del Prado<br />
El <strong>per</strong>sonaje retratado está sentado trabajosamente en el suelo, dada su deformidad.<br />
Lleva un traje verde con cuello y puños de vaporoso encaje de Flandes, pintado con<br />
la soltura y la atención que acostumbra Velásquez en los ornamentos.<br />
A la derecha del bufón hay una calabaza de la mejor calidad, dorada y brillante, y a su<br />
izquierda se ve lo que podría ser un gran jarro de vino o simplemente otra calabaza.<br />
El apodo Calabacillas, derivado de “calabazas”, alude evidentemente a su desgraciada<br />
condición. En una primera época, el bufón, estuvo al servicio del cardenal infante don<br />
Fernando de Austria. Tras la partida de este a Flandes, en julio de 1632pasó al servicio<br />
del rey Felipe IV. La muerte de Calabacillas aconteció en octubre de 1639, por tanto la<br />
fecha del retrato es anterior.
119<br />
FELIPE II<br />
Título: Felipe II<br />
Autor: Sofonisba Anguissola (1573)<br />
Carac: Oleo sobre lienzo 88 x 72 cm<br />
Museo del Prado<br />
La fama como retratista de Sofonisba llegó a España por lo que Felipe II requirió sus<br />
servicios para la ejecución de los retratos de su familia. El soberbio lienzo que guarda<br />
EL Prado nos presenta al monarca casi rozando los cincuenta años, vestido de negro,<br />
con los puños y el cuello de encaje blanco. En su pecho apreciamos el Toisón de Oro<br />
y en sus manos sostiene un rosario, elemento significativo de la piedad del monarca. La<br />
figura de medio cuerpo se recorta ante un oscuro fondo neutro, recibiendo un potente<br />
foco de luz procedente de la izquierda que resalta las calidades de las talas y la<br />
fisonomía del rey, siguiendo de esta manera las pautas indicadas en los años iniciales<br />
del Cinquecento por la escuela veneciana, especialmente Tiziano
120<br />
MAJAS EN EL BALCON<br />
Título: Majas en el balcón<br />
Autor: Goya (1810-1812)<br />
Öleo sobre lienzo 162 x 107,5 cm<br />
Suiz,a, colección particular<br />
Este cuadro se cita en el inventario de<br />
los bienes de Goya hecho a la muerte de<br />
su mujer en 1812. No es un sencillo<br />
tema de género, sino que contiene una<br />
referencia oculta al mundo de la<br />
prostitución, como se argumenta por la<br />
ambigua sonrisa de las dos mujeres y<br />
sobre todo de la que se inclina hacia su<br />
amiga y entreabre los labios, sin desviar<br />
los ojos del espectador, para susurrarle<br />
algo al oído. Sus elegantes vestidos se<br />
arrugan contra la barandilla con un<br />
crujido encantador; las mantillas<br />
mezclan ambiguamente tonos de<br />
blanco marfil, verde amarillento,<br />
negro pez y encajes dorados. Tras<br />
ellas, -sombras enmascaradas y<br />
silenciosas con curvados sombreros,<br />
luctuosos fantasmas dieciochescosaparecen<br />
sus protectores.
121<br />
MARIA LUISA EN TRAJE DE CORTE<br />
Título: María Luisa en traje de corte<br />
Autor. Goya (1799-1800)<br />
Öleo sobre lienzo 204 x 125 cm<br />
Nápoles, Museo e Galleria Nazionali di Capodimonte.<br />
Esta pintura es una réplica del<br />
retrato que se encuentra en el<br />
Prado, compañero del de Carlos<br />
IV en uniforme de coronel de la<br />
Guardia, y forma parte de una<br />
serie de retratos de la pareja<br />
real que Goya realizó en la<br />
época del gran cuadro de<br />
familia y que fueron<br />
posiblemente encargados en<br />
bloque para el decenario del<br />
reinado.<br />
Todos estos cuadros están<br />
pintados con un desdén de<br />
espadachín en la representación<br />
de los valores de la materia y<br />
con una tensión psicológica y<br />
una mirada implacable casi<br />
embarazosos, El efecto,<br />
grotesco, es el que tendría una<br />
mona vestida de <strong>per</strong>sona.<br />
Realmente, la expresión<br />
animalesca de la reina, el rostro<br />
surcado de arrugas, los ojos<br />
consumidos y ennegrecidos, los<br />
delgados labios plegados en un<br />
amago de sonrisa maliciosa,<br />
parecen revelar de ella más de<br />
cuanto se puede imaginar que<br />
ella hubiera querido. Todo esto resalta más al aparecer encima de un vestido<br />
elegantísimo, entretejido de reflejos de un fulgor como de ascua, Destacan de la sombra<br />
densa del fondo las sedas marfil y anaranjadas del traje de corte, bordado con anchas<br />
bandas de hilos de oro y recorrido por una vibración encrespada de crujidos, en el cual<br />
la tenue luz se inflama y se oscurece, de un pliegue a otro, como impulsadas por una<br />
llama languidecente.
122<br />
RETRATO DE UN CABALLERO DE LA CASA DE LEIVA<br />
Título: Retrato de un caballero de la casa de Leiva<br />
Autor: El Greco (hacia 1580)<br />
Montreal. The Montreal Museu Arts<br />
Es uno de los retratos realizados en los primeros años en Toledo; ha sufrido<br />
restauraciones que han estropeado la inscripción y cortado parte de la mano del<br />
caballero, cuya identidad es insegura. Tomando como base la inscripción, hoy poco<br />
legible, se ha identificado al retratado con un miembro de la casa de Leiva, un tal<br />
Alonso Martinez, caballero de la Orden de Santiago, por la cruz de Santiago antaño<br />
visible en el jubón. Dirige la mirada al espectador; el rostro sereno e inteligente destaca<br />
del fondo oscuro y del traje negro, animado por los blancos encajes del cuello y los<br />
puños. Se manifiesta el carácter del caballero, un aristócrata de la época, de cuidada<br />
apariencia y rasgos típicamente españoles. Ningún detalle deja entrever su historia,<br />
contenida sin duda en la inscripción y en el pomo de la espada que lleva al costado, que<br />
hacen pensar en un importante dignatario estatal. Otras veces el papel o la actividad del<br />
<strong>per</strong>sonaje son subrayados por los objetos que le acompañan, como el libro de hortas<br />
miniado en la mano de Giulio Clovio, el artista croata al servicio de los Farnesio,<br />
retratado en los años romanos.
123<br />
EL GEOGRAFO<br />
Título: El geógrafo<br />
Autor: Velázquez (1624 o 1640)<br />
Öleo sobre lienzo, 98 x 81 cm<br />
Rouen. Musée des Beaux Arts<br />
El lienzo representa a un<br />
hombre con un manto<br />
rojo y traje negro, bigote<br />
de guías enhiestas,<br />
cabello con flequillo y<br />
patillas y dientes que<br />
brillan detrás de unos<br />
labios carnosos; sonríe al<br />
espectador y señala con<br />
la mano izquierda un<br />
globo terráqueo que está<br />
sobre una mesa en la<br />
cual hay también un libro<br />
y una pequeña redoma de<br />
vino. Tiene el brazo<br />
derecho apoyado en el<br />
costado, movimiento éste<br />
que produce profundos<br />
pliegues en el manto. Se<br />
ha pensado que este<br />
hombre delgado de<br />
rostro ordinario y<br />
expresión bromista,<br />
jubón negro y cuello de<br />
encaje blanco, pudiera<br />
ser el retrato de Galileo<br />
Galilei, o de Cristóbal<br />
Colón. Recientemente,<br />
algunos críticos han<br />
avanzado la hipótesis de<br />
que se tratara, por el<br />
contrario, del filósofo<br />
griego Demócrito, que se burla del mundo en forma de globo terráqueo colocado sobre<br />
la mesa.
124<br />
MARIA LUISA CON MANTILLA<br />
Título: Maria Luisa con mantilla<br />
Autor: Goya (1799-1800)<br />
Caract: Oleo sobre lienzo 208 x 127 cm<br />
Museo del Prado Madrid<br />
El original del retrato de la reina María Luisa con mantilla está en el Palacio Real de<br />
Madrid, El cuadro que contemplamos en el Museo del Prado se considera copia, y para<br />
algunos especialistas sería obra de Agustín Esteve, La reina aparece de pie, vistiendo<br />
traje negro de maja con mantilla y lazo rosa, sobre un fondo de paisaje muy esbozado.<br />
En la mano derecha lleva un abanico y la izquierda se adorna con varios anillos. María<br />
Luisa no era una mujer bella y lo sabia, <strong>per</strong>o estaba muy orgullosa de sus bien torneados<br />
brazos que siempre exhibía, como en esta ocasión. Habitualmente la vemos con la boca<br />
cerrada ya que había <strong>per</strong>dido todos sus dientes; aunque tenía dentadura postiza en la eue<br />
trabajaban múltiples mecánicos, sus dificultades de adaptación provocaron que muy<br />
pocas veces la llevase, Las transparencias de la mantilla son dignas de mención; sin<br />
embargo, las demás calidades de las telas no están bien conseguidas –posiblemente<br />
incapacidad de Esteve a la hora de copiar -. Pero lo más significativo de la obra es la<br />
facilidad del maestro para dejarnos ver la <strong>per</strong>sonalidad de la reina, en la que destacaban<br />
su genio, por su carácter y altivez.
125<br />
ABRAHAM DE POTTER<br />
Título: Abraham de Potter (1648-49)<br />
Autor:Carel Fabritius<br />
Nuseo: Rijksmuseum<br />
Abraham de Potter era un rico comerciante de sedas asentado en Ámsterdam. Sara<br />
Sauchelle, su esposa, era originaria de Emdem, donde el padre de Carel Fabritius tenía<br />
parientes lejanos. Los Fabritius y los Potter mantenían una relación amistosa, siendo<br />
Abraham y su esposa padrinos de Johannes Fabritius en 1636. Carel solicitó un<br />
préstamo en 1647 a Gaspar de Potter, hijo del retratado, por lo que no sería muy<br />
descabellado pensar en esta obra como una muestra de agradecimiento por el apoyo<br />
económico prestado. Estilísticamente, es uno de los primeros ejemplos en que Carel se<br />
separa del estilo dependiente de Rembrandt con el que se inició –véase el Retrato de<br />
hombre- por lo que se puede considerar ya un pintor independiente. Sus pinceladas son<br />
rápidas y certeras, eliminado estos contrastes lumínicos anteriores y resaltando el<br />
carácter del modelo.
126<br />
MUJER SENTADA CON UN PAÑUELO<br />
Título: Mujer sentada con un pañuelo (1644)<br />
Autor: Carel Fabritius<br />
Museo: Galería de Arte de Toronto<br />
Caract: Oleo sobre lienzo 124,5 x 100,3 cm<br />
Carel Fabritius será uno de los mejores seguidores de Rembrandt en la te,ática del<br />
retrato. En el año 1641 entró en el taller, siendo uno de los discípulos aventajados,<br />
colaborando estrechamente en la ejecución de retratos. En esta anciana se ha encontrado<br />
la firma de Rembrandt y la fecha de 1644, datos que posiblemente sean faltos. Los<br />
especialistas consideran más factible atribuir esta obra a Carel Fabritius por la manera<br />
más suelta de trabajar, dotando de volumen al rostro de la dama a través de toques de<br />
pincel, coloreando y estructurando al mismo tiempo. Así surge un retrato de gran<br />
belleza protagonizado por una mujer sentada en un sillón, que apoya su mano derecha<br />
con fuerza en él. Viste el tradicional traje negro de la alta burguesía holandesa, porta en<br />
su mano izquierda un pañuelo de rico encaje, símbolo de su distinción social, al igual<br />
que la sortija de la mano derecha que apenas se contempla. El esmerado cuello y el<br />
gorrito forman parte del vestido, demostrando el artista su calidad a la hora de realizar<br />
detalles. Junto a la modelo encontramos una mesa con un libro, posiblemente una Biblia<br />
que indicaría su religiosidad. La figura se recorta sobre un fondo neutro, recibe un fuerte<br />
impacto de luz en el rostro que indica su <strong>per</strong>sonalidad, produciendo sensibles contrastes<br />
lumínicos inspirados en Caravaggio. La similitud de esta anciana con la mujer de<br />
Cornelis Claesz Anslo resulta patente por lo que la obra de Rembrandt tuvo que influir<br />
en su discípulo.
127<br />
RETRATO DE HOMBRE<br />
Título: Retrato de hombre (1645-50)<br />
Autor: Carel Fabritius<br />
Museo: Colección particular<br />
Caract: öleo sobre lienzo<br />
Aunque con dudas, se considera que este retrato y el Retrato de mujer que se encuentra<br />
en la misma colección son obras de Carel Fabritius. Su similitud con el estilo de<br />
Rembrandt en la década de 1640 es manifiesta <strong>per</strong>o encontramos ciertas características<br />
definitorias de su estilo, especialmente la aplicación de toques de óleo en los rostros,<br />
coloreando y estructurando con ellos. El modelo se presenta en primer plano. Ataviado<br />
como un rico burgués de Ámsterdam con su amplio sombrero, sus oscuros trajes, y su<br />
blanco cuello de fino encaje. Recorta su figura sobre un fondo claro que sirve para<br />
contrastar con sus ropas, impactando un fuerte foco de luz en el rostro para destacar la<br />
<strong>per</strong>sonalidad, especialmente los ojos que se dirigen al espectador. Esta pincelada rápida<br />
también la apreciamos en el cabello y en las manos, configurando un excelente retrato.
128<br />
EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO<br />
Título: El Caballero de la mano en<br />
el pecho<br />
Autor: Domenicos Theotocopoulos.<br />
“El Greco” (1541-1614)<br />
Lienzo (81x66 cms)<br />
Escuela Española Manierismo<br />
Siglo XVI<br />
En un famoso soneto, el poeta<br />
Manuel Machado inicia la<br />
presentación de este <strong>per</strong>sonaje con los<br />
versos …”Este desconocido es un<br />
cristiano/de serio porte y negra<br />
vestidura/donde brilla no más la<br />
empuñadura/de su admirable estoque<br />
toledano……” Aún cuando ya se<br />
conoce quien era este “desconocido”<br />
–Juan de Silva, notario mayor de<br />
Toledo- el retrato ha quedado siempre<br />
como la representación típica del<br />
hidalgo español: austero, espiritual y<br />
profundamente serio. Y a este<br />
paradigma de “lo español” debe<br />
también su gran fama esta pintura. El<br />
caballero aparece vestido de negro,<br />
con el cuello y los puños de encaje<br />
blanco, sólo una mínima cadena de<br />
oro –de la que pende una medallaparece<br />
animar la negrura del<br />
conjunto; también es de oro labrado<br />
el puño de la espada que porta. Toda la expresión del retratado se concentra en esa<br />
profunda y abstraída mirada, dirigida al espectador como una evocación clara de<br />
aquellas imágenes orientales que El Greco debió pintar en su juventud en Grecia, donde<br />
nació
129<br />
RETRATO DE AGATHA BAS<br />
Título: Retrato de Agatga Bas<br />
Autor: Rembrandt (1641)<br />
Öleo sobre lienzo 105,2 x 83,9 cm<br />
Londres, BuckinghaM Palace, Royal Colection<br />
El retrato de Agatgha Bas fue concebido en pendant con el de su marido, Nicolaes van<br />
Bambeck, actualmente en los Musées Royaux des Meaux-Arts de Bruselas. Los dos<br />
cuadros, mencionados por primera vez en 1805 en casa de un comerciante de arte de<br />
Ameberes, fueron separados en 1814 y cinco años después el de Agatha ingresó en las<br />
colecciones reales inglesas.<br />
En los dos retratos, la elegante vestimenta y el rebuscamiento de la pose y la actitud<br />
se ajustan al rango de los clientes; él, un acaudalado comerciante en telas, y ella, hija de<br />
un burgomaestre de Ámsterdam. Los lienzos están construidos con arreglo al mismo<br />
esquema compositivo: las medias figuras de los <strong>per</strong>sonajes dominan dentro de unos<br />
marcos fingidos de ébano, adornados con capiteles. Rembrandt aprovechó este elemento<br />
ilusionista creando trampantojos: la mujer, por ejemplo, se apoya con la mano izquierda<br />
en el marco, mientras que su abanico sobresale en el espacio del espectador. Ante un<br />
fondo oscuro e indefinido, Agatha, aparece a plena luz, el rostro, vivamente iluminado,<br />
es tratado con extraordinaria intensidad. Rembrandt se deleita en los ricos ropajes de la<br />
mujer:el cuello a modo de chal, la pechera y los puños bordados, el abanico, las<br />
<strong>per</strong>las y las joyas se describen con un vívido sentido plástico y material.
130<br />
RETRATO DE CORNELISW CLAESZOON ANSLO Y SU MUJER, AALTJE<br />
SCHOUTEN<br />
Título: Retrato de Cornelis Claeszoon Anslo y su mujer, Aaltje Acgouten.<br />
Autor. Rembrandt (1641)<br />
Öleo sobre lienzo 176 x 210 cm<br />
Berlín, Preussischer Kulturbesitz<br />
En 1640, Rembrandt realizó y firmó dos retratos dibujados del comerciante y predicador<br />
menonita Cornelis Claeszoon Anslo (1592-1646), estos estudios documentan las<br />
primeras fases de la relación del pintor cosn el rico cliente, que, posteriormente se hizo<br />
retratar en un aguafuerte y en una pintura. El cuadro, que <strong>per</strong>maneció en Ámsterdam, en<br />
casa de los herederos de Anslo, hasta 1780, aproximadamente, fue adquirido por el<br />
museo berlinés en 1894.<br />
En el lienzo, como en el grabado y en los dibujos relacionados con él, Rembrandt se<br />
propuso representar la actividad del cliente como predicador, subrayando su<br />
conocimiento de las Sagradas Escrituras. Está retratado ante su escritorio, en un estudio<br />
del cual se entrevé al fondo una estantería cubierta con un paño; en la mesa hay varios<br />
libros, uno de los cuales está abierto y colocado sobre un atril. Al lado de Also está<br />
sentada su mujer, Aaltje Schouten, retratada con un severo traje negro del que destacan<br />
la blancura del cuello y el pañuelo que sostiene con su mano izquierda del mismo<br />
encaje que el gorro que le cubre la cabeza. La luz llega de la izquierda e ilumina los<br />
objetos que hay sobre la mesa y a las dos figuras, descritas Con extraordinaria<br />
sensibilidad.
131<br />
EL BUFON SEBASTIAN DE MORRA<br />
Título: El bufón Sebastián de Morra<br />
Autor: Velázquez (hacia 1644)<br />
Öleo sobre lienzo 106 x 81 cm<br />
Madrid, Museo Nacional del Prado<br />
Este retrato es uno de los más hermosos de Velázquez y su autenticidad no es discutida.<br />
La belleza de sus tonos dorados y carmesíes, de los blancos, verdes y azules, lo hace<br />
comparable con las mejores efigies principescas de la última década.<br />
En una primera época, el enano estuvo al servicio del cardenal infante don Fernando de<br />
Austria en Flandes. A la muerte su señor, pensó volver a España, su país, y en 1643<br />
entró al servicio del príncipe Baltasar Carlos, que lo aprecia tanto que le legó en su<br />
testamento un espadín plateado con tahalí, espada y daga, además de dos veneras con la<br />
flor de lis y un cuchillo. Es muy probable que, dada la afición a la caza que el príncipe<br />
demostraba desde la infancia, que el enano lo acompañase en sus cacerías, motivo por el<br />
cual le legó tal testamento. Por lo demás el traje es de paño verde, como el que<br />
regalaron los duques a Sancho Panza en el Quijote. Don Sebastián lleva encima del traje<br />
una ropilla de púrpura y oro digna de un príncipe, probablemente regalo de su segundo<br />
amo. Cuello y puños son de sutil encaje de Flandes, que la regla de austeridad<br />
prohibía a los caballeros. Pero Morra gozaba del fervor del príncipe y era por ello algo<br />
más. El enano murió en octubre de 1649.
7.3 POESÍA<br />
132
133<br />
POESIA<br />
BOLILLERAS DE MONZÓN – 1997<br />
Bolilleras bolilleras<br />
No os junteis con els gaiters<br />
Porque son unos troneras<br />
Y os saltara el bolillet<br />
Del asunto bolilleras<br />
Preguntarme que yo sé<br />
Si con gaitas y dulzainas<br />
Tuvo o no tuvo que ser<br />
A las nueve la mañana<br />
Sin haber dormido res<br />
En la puerta el Acapulco<br />
Se juntaban els gaiters<br />
Cuatro agentestirurirus<br />
El Ramon Justo y Andrés<br />
Y el forragaitas de Pedro<br />
Que llegó a todo correr.<br />
Bajo aquel sol de justicia<br />
Como podeis suponer<br />
Tras “soplar” toda la noche<br />
Fueron pan puesto a cocer<br />
Apoyados contra un árbol<br />
Sonó música “souflé”<br />
Quejáronse bolilleras<br />
Fueron pocas, tal vez diez<br />
Que con el ruido del bombo<br />
Les saltaba el bolillet<br />
Como estaba estipulado<br />
Invitados a comer,<br />
Llegaron como pudieron<br />
Solo dos: no eran ni tres<br />
Donde bailaba el ponché<br />
En la esquina de cocina<br />
De escuela o qué se yo qué<br />
Bolilleras cocineras<br />
Navegaban por doquier<br />
Preparando caldereta<br />
Qué resultó estar chipen
134<br />
Y se quedó a tal altura<br />
La verdad sí se por qué<br />
Que a la verbena del barrio<br />
Les dijeron de volver<br />
N`este fraternal encuentro<br />
Del primer plato al café<br />
Chascarrillos chirigotas<br />
Se dijeron más de cien<br />
Solamente una recuerdo<br />
Y con ella digo amén:<br />
BOLILLERA S BOLILLERAS<br />
NO OS JUNTEIS CON ELS GAITERS<br />
PORQUE SON UNOS TRONERAS<br />
Y OS SALTARA EL BOLILLET<br />
D Fdez. de Otelaya
135<br />
MUSEO DEL ENCAJE DE LA CIUDAD DE PRACHATICE<br />
El Museo del <strong>Encaje</strong>, situado en la ciudad de Prachatiuce, Bohemia del Sur, posee<br />
amplias y valiosas colecciones de todos los rincones del mundo. Las más antiguas datan<br />
del año 1600.<br />
El Museo del <strong>Encaje</strong>, situado en un valioso edificio histórico en el centro de<br />
Prtachatice, fue abierto al público en 1999. Según explicó su directora, Hana Mizerová,<br />
el museo alberga una de las colecciones más amplias y valiosas de Europa.<br />
“Las colecciones ofrecen una imagen completa del desarrollo de encajes,<br />
especialmente de encajes de bolillos que se propagaron desde Italia a todo el Viejo<br />
Continente. El museo posee piezas históricas muy valiosas como, por ejemplo, una<br />
parte de vestimenta adornada con encajes del año 1600. A los visitantes les gusta<br />
mucho también un gorro de encaje para bebé del año 1650”, dijo Hana Mizerová.<br />
En el museo se pueden ver los más diversos tipos de encaje de España, Inglaterra,<br />
Holanda y Bélgica, que son admirados por especialistas y también por laicos. Gran<br />
atención llaman los preciosos encajes que se elaboraban en París.<br />
Las colecciones incluyen, naturalmente, muestras de encaje de los territorios que<br />
forman actualmente la República Checa. En cuanto a los encajes checos, lo más bello<br />
que posee el museo son las prendas con encajes que forman parte de las típicas<br />
vestimentas nacionales.<br />
“En el pasado ,cada una de las regiones de Bohemia y Moravia se había<br />
caracterizado por una vestimenta diferente, rica en bordados y en encajes”, dijo la<br />
directora del museo, Hana Mizerová.<br />
El Museo del <strong>Encaje</strong> está situado en un precioso edificio de mediados del siglo XVI,<br />
proclamado monumento histórico . Los historiadores aseguran que antes servía como<br />
taller para producción de malta, que utilizaba la fábrica local de cerveza. Precisamente<br />
por esta razón la casa dispone de amplias salas, lugares muy aptos para la instalación de<br />
las colecciones del museo, destacó Hana Mizerová.<br />
“Con el correr de los siglos el edificio sufrió pocos cambios sustanciales, de manera<br />
que a los restauradores les resultó bastante fácil reconstruir los interiores del edificio<br />
en el original estilo renacentista”, dijo la directora del museo, agregando que los<br />
trabajos se prolongaron desde 1995 a 1999.<br />
El Museo del <strong>Encaje</strong> en Prachatice es uno de los atractivos turísticos de la República<br />
Checa que suele ser visitado anualmente por miles de turistas nacionales y extranjeros.
136<br />
BREVE INTRODUCCION<br />
El encaje y todo lo que está relacionado con el mismo, desde los diferentes hilos<br />
que se han utilizado para su confección, pasando por los alfileres, maderas para los<br />
bolillos, almohadillas, accesorios, etc., constituyeron por sí mismo una industria que<br />
dio trabajo a muchas <strong>per</strong>sonas y creó riqueza.<br />
Esto es sólo un aspecto de la importancia que tuvo la fabricación del encaje, y si<br />
bien hubo épocas en los que su desarrollo fue sólo artesanal, en otros momentos y<br />
lugares se convirtió en una verdadera industria de gran influencia en la vida y economía<br />
de muchas <strong>per</strong>sonas en la mayor parte de los países de Europa.<br />
A lo largo de varios siglos en los que estuvo de moda la confección y el uso del<br />
encaje éste abarcó todo tipo de prendas: indumentaria masculina y femenina,<br />
ornamentos litúrgicos, ajuar doméstico, y un sinfín de piezas de todos los estilos,<br />
formas y tamaños creados no sólo para usos prácticos, sino como exponentes de belleza<br />
y dignas de ser admiradas y expuestas.<br />
Por estas y otras razones, se han creado en distintas ciudades de España y de<br />
otros países museos del encaje, como un medio de dar a conocer a las nuevas<br />
generaciones lo que fue en otro tiempo esta artesanía Esto a la vez supone la<br />
recu<strong>per</strong>ación de una parte del patrimonio cultural y artístico de un país Al igual que<br />
ocurrió con la expansión de la enseñanza y creación de talleres y escuelas de encajeras,<br />
también los Museos del encaje se encuentran en muchos lugares y en algunos de ellos<br />
incluso se ofrecen cursos de aprendizaje.<br />
A continuación citaré algunos de los que he tenido referencia, tanto en España<br />
como en otros países europeos.
137<br />
EL MUSEO DO ENCAIXE<br />
El Museo do encaixe de Camariñas se creó en el mes de noviembre de 1996. Se<br />
trataba de un ansiado proyecto, que finalmente, el Ayuntamiento de Camariñas pudo<br />
llevar a cabo.<br />
La iniciativa municipal de crear una entidad museística en Camariñas dedicada al<br />
encaje de bolillos ha sido la respuesta a una serie de necesidades derivadas de la gran<br />
riqueza en patrimonio etnográfico con que cuenta dicho municipio y, en general, la<br />
comarca de Soneira.<br />
El encaje de bolillos supone un testimonio excepcional de la su<strong>per</strong>vivencia de las<br />
artes y oficios populares, siendo un exponente de la tradición que <strong>per</strong>manece<br />
prácticamente en sus contextos originales.<br />
Por ello, asumió la responsabilidad de recu<strong>per</strong>ar su memoria histórica, conservarla y<br />
difundirla mediante la creación de esta institución.<br />
Los objetivos generales que se plantea el Museo do Encaixe son los siguientes:<br />
Promover el conocimiento y la difusión de una práctica artesanal que <strong>per</strong>manece viva<br />
desde hace siglos en Camariñas y en otros lugares de la comarca de Sonería, a la que<br />
<strong>per</strong>tenece este municipio. Consecuentemente, se estará contribuyendo a la promoción<br />
del patrimonio etnográfico y artístico gallego.<br />
. Recu<strong>per</strong>ación de piezas antiguas y diseños utilizados tradicionalmente en la loza.<br />
. Establecer un centro de investigación, documentación y consulta sobre el encaje de<br />
bolillos de Camariñas.<br />
. Potenciar el desarrollo y la evolución del sector encajero que en gran medida<br />
identifica a Camariñas, mediante la formación y la aplicación de nuevas tecnologías, de<br />
manera que al beneficio socio-cultural aportado por el Museo pueda añadirse un<br />
beneficio económico.<br />
. Servir como instrumento mediador para el conocimiento de las características<br />
culturales comunes con otros lugares y países productores de encaje artesanal.<br />
. Ofrecer un servicio cultural público que se sume a los puntos de interés turístico que<br />
posee este municipio.<br />
. Utilización de nuevas tecnologías. Mediante sistemas multimedia y a través de<br />
Internet, el Museo ofrece la posibilidad de consultas externas.
138<br />
….La presencia del encaje de Camariñas en otros museos no es muy significativa, <strong>per</strong>o<br />
aún así se encuentran libros de muestras en el Museo do Pobo Galego (Santiago de<br />
Compostela) y en el Museo Etnográfico de Ponte do Porto (Camariñas), piezas con<br />
encajes en el Museu des Puntaires de Arenys de Mar (Barcelona) , y sobre todo, una<br />
importante colección de muestras antiguas que conserva el Museo Pedagógico Textil de<br />
la Universidad Complutense (Madrid), sobre el en una breve reseña hay que decir que<br />
en su origen, formó parte de un complejo centro pedagógico fundado bajo el patrocinio<br />
del Ministerio de Instrucción Pública, según la Real Orden de 6 de mayo de 1882.<br />
Adscrito, más tarde, al Consejo Su<strong>per</strong>ior de Investigaciones Científicas, en la actualidad<br />
está integrado en el ICEUM, cuya sede se halla en la Facultad de Ciencias de la<br />
Educación de la Universidad Complutense de Madrid.<br />
El fin pedagógico e investigador que ha caracterizado a este Museo desde su<br />
fundación, ha <strong>per</strong>mitido reunir una importante y variada colección de piezas –<br />
principalmente de arte textil- que pueden agruparse en los siguientes fondos:<br />
Indumentaria civil y militar, ajuar doméstico, ajuar ritual de ceremonias religiosas y<br />
sociales, encajes, tejidos, dechados o “libros” de bordados, complementos y accesorios<br />
de indumentaria, distintivos y conmemoraciones de carácter social y religioso, muñecos<br />
con típica vestimenta, fotografías, libros publicados, instrumentos técnicos y objetos<br />
varios.<br />
El fondo de los encajes es el más numeroso. Existen ricas piezas aplicadas a diversos<br />
fines, <strong>per</strong>o, sobre todo, se conservan muchas muestras que, con un valor didáctico,<br />
presentan toda una gama de variantes en géneros y estilos. Entre ellas destacan las<br />
catalogadas como “CAMARIÑAS”.
139<br />
EL MUSEO DEL ENCAJE Y LA BLONDA DE ALMAGRO<br />
En el mes de junio de 2.004 se inauguró en la localidad de Almagro un museo<br />
dedicado a la blonda y el encaje.<br />
Se encuentra ubicado en el mismo lugar que ocupara durante años el Museo<br />
Nacional del Teatro, y se concibió como una respuesta a la demanda de gran parte de la<br />
sociedad almagreña, que pedía el reconocimiento público de una labor puramente<br />
artesanal, arraigada profundamente no sólo en Almagro sino en toda la comarca y<br />
pueblos del Campo de Calatrava a lo largo de varios siglos.<br />
Este museo reúne un gran número de piezas variadísimas, desde prendas de ajuar<br />
<strong>per</strong>sonal a colchas, manteles, pañuelos y un largo etcétera, realizadas por encajeras<br />
almagreñas, así como fondos cedidos por <strong>per</strong>sonas particulares, asociaciones y<br />
hermandades.<br />
Al final de la visita se ofrece a los visitantes un video, donde se cuenta la<br />
trayectoria histórica y la situación actual del encaje.
140<br />
MUSEU MARÉS DE LA PUNTA<br />
Situado en la comarca del Maresme, el Museu Marés de la Punta ofrece una<br />
exposición <strong>per</strong>manente, en la que se pueden apreciar todas las técnicas y los estilos en el<br />
arte del encaje. Dispone de piezas de gran valor por su singularidad y finura en la<br />
realización del trabajo.<br />
Dispone de varias plantas: en la planta baja una gran exposición de los utensilios<br />
necesarios para la confección del encaje, así como un gran número de fotografías que<br />
muestran el trabajo de las “puntaires”.<br />
En otras salas de esta planta se exponen muestrarios de diferentes o<strong>per</strong>arios, así<br />
como una amplia exposición de trajes con adornos realizados con bolillos.<br />
En la primera planta hay varias salas dedicadas cada una a un tema concreto: la<br />
sala de los encajes negros, la de los pañuelos, albas y otras piezas con interesantes<br />
trabajos de bordado a la aguja.<br />
Hay también otras salas con algunas piezas muy antiguas, mallas zurcidas del<br />
siglo XVI y paños de ofrenda procedentes de otros lugares de España.
141<br />
MUSEO DEL ENCAJE DE ARLANC (FRANCIA)<br />
Musee de la Dentelle, Es un museo municipal que se encuentra situado en los<br />
sótanos abovedados del Ayuntamiento.<br />
Está dedicado el encaje de bolillo. En él se encuentran más de 500 pìezas de<br />
encaje, así como todo el material necesario para su confección. Una encajera<br />
confecciona encaje delante de los visitantes y explica la diferencia entre el que se realiza<br />
con aguja y el de bolillos.<br />
Existe en la localidad una asociación llamada “Amis de la Dentelle”, que han<br />
investigado en la historia del encaje y gracias a la cual se realizan los encajes con<br />
respeto a las tradiciones.<br />
Cada semana unas cuarenta encajeras se reúnen para disfrutar de su afición y al<br />
mismo tiempo transmitir sus conocimientos en la técnica de los encajes.
142<br />
EL MUSEO DEL ENCAJE EN BATTEXEY<br />
En Battexey en les Vosges<br />
Francia<br />
En esta localidad se encuentra un museo <strong>per</strong>sonal del Sr. yY LA Sra. Noel, donde<br />
se puede admirar la magnífica colección reunida por ellos, tanto de bolillos procedentes<br />
de la región de Lorraine, como de soportes y bolilleros de distintas formas y tamaños.<br />
Pero lo más interesante de este museo, aparte de poder apreciar la variedad<br />
extraordinaria de formas y tamaños de los bolillos, es que el Sr. Noël tiene un taller en<br />
el mismo museo donde se dedica a fabricar los bolillos de forma artesanal y con gran<br />
delicadeza va torneando cada maderita hasta darle la forma y el diseño que ha elegido<br />
previamente.<br />
Además de fabricar los bolillos, el Sr. Noël también confecciona encaje.
143<br />
MUSEO DEL ENCAJE DE ALENÇON<br />
Francia<br />
Alençon, la ciudad del encaje.<br />
Alençon tiene tres museos dedicados al encaje. El Museo de artes finos y el<br />
encaje, está situado en lo que fue la Universidad creada por los Jesuitas en el siglo<br />
XVII, y contiene los fondos del encaje especialmente el creado en Alençon y que es uno<br />
de los más importantes de Francia, gozando de prestigio internacional.<br />
Las piezas exhibidas muestran la gran variedad de puntos del trabajo a la aguja y<br />
al bolillo, desde los puntos de Brujas, Venecia, Milán, Flandes, etc.<br />
Una encajera <strong>per</strong>teneciente al taller nacional de bolillo de Alençon muestra a los<br />
visitantes la forma de hacer el encaje.<br />
-----------------------<br />
El museo del encaje de Alençon (la antigua escuela de fabricación del encaje)<br />
Se trata de un museo privado que se abre de nuevo y que data su origen<br />
alrededor de 1640 cuando las “señoras de Providence” comenzaron a reunir artículos.<br />
En la actualidad tiene piezas de gran valor, como un paño de altar de 12 m. o un<br />
mantón de 2,30 m. de encaje del siglo XVIII.<br />
La magnífica colección de pañuelos, cuellos, manteles, etc., provienen de la<br />
antigua colección de “Providence” y de donaciones privadas.<br />
Al final de la visita, un documental muestra la historia del encaje de Alençon ,y<br />
las técnicas utilizadas por las encajeras.<br />
--------------------------<br />
Taller nacional del encaje de Alençon<br />
Este museo taller se creó en el año 1976, y se trata de un departamento<br />
<strong>per</strong>teneciente al Ministerio de <strong>Cultura</strong> con el fin de continuar la tradición y la técnica<br />
del encaje de Alençon.<br />
Trabajan alrededor de doce encajeras y los trabajos que se realizan se dedican<br />
principalmente a las ceremonias religiosas del estado.
144<br />
BRUJAS<br />
Museo del <strong>Encaje</strong>, y Casa de Arents.<br />
El Kantcentrum (centro del encaje), se encuentra en uno de los “almshouses”<br />
restaurados al lado de la Iglesia de Jerusalén. Estos locales fueron donados por una<br />
familia noble de Adornes en el siglo XVI.<br />
Unos paneles informativos dan a conocer a los visitantes como se ha<br />
desarrollado la confección del encaje durante los siglos XVI y XVII y los diseños<br />
refinados de encaje del norte de Francia y de los Países Bajos.<br />
Se realizan demostraciones de confección y al lado hay una tienda donde puede<br />
adquirir quien lo desee, todo el material necesario para iniciarse en el arte del encaje.<br />
-------------<br />
La Casa de Arents, es un edificio del siglo XVIII de una conocida familia de<br />
Brujas. En la actualidad se dedica al museo del encaje y en ella hay una magnífica<br />
colección de encajes antiguos, incluyendo el encaje de aguja y de bolillos,<br />
especialmente de la región de Brujas y Bruselas, y también algunos de otros países.
145<br />
MERLETTO ITALIA<br />
Museo del encaje de Offida<br />
Este museo fue creado en el año 1995, por la ciudad de Offida y se encuentra en el<br />
Palazzo Castellotti, un edificio antiguo en el centro de la ciudad.<br />
En las siete salas de que consta se encuentran piezas de los siglos XVII al XIX,<br />
que provienen de familias nobles en su mayoría, al lado de vestidos modernos; muy<br />
interesante es uno que fue exhibido por la modelo Naomi Campbell en un desfile en<br />
Londes que llevaba franjas de encaje de color marfil.<br />
En la actualidad se hacen cursos para niños de primaria en el mismo museo y<br />
también se imparten otros para mayores. En esta nueva etapa se trata de que se<br />
conozcan las técnicas específicas de Offida (flores, animales).
146<br />
MERLETTO ITALIANO<br />
PIERO<br />
La Asociación “Cittá di Piero del nella del merletto de li”, se creó en el año 1996<br />
para volver a descubrir la importancia del arte del encaje tradicional en la zona de<br />
Sansepolcro.<br />
La Asociación se encuentra situada en un antiguo edificio en el centro de<br />
Sansepolcro En la planta baja se encuentra la escuela del encaje y el bordado, y en ella<br />
se imparten las lecciones. En la primera planta hay una pequeña sala dedicada a las<br />
hermanas Marcelli,, cuya actividad dio vida al encaje de Sansepolcro.<br />
La confección del encaje de Sansepolcro requiere (y esto no necesariamente en<br />
toda Italia) una almohadilla plana situada en un soporte que <strong>per</strong>mita que ésta se mueva<br />
siguiendo las vueltas del trabajo. El hilo de lino es el que se utiliza tradicionalmente,<br />
<strong>per</strong>o otros hilos más modernos pueden ser utilizados igualmente. Los diseños son<br />
tradicionales, basados en figuras de la Edad Media.
147<br />
INGLATERRA<br />
Allgallows Museum<br />
La Galería de Nicoll.<br />
Este museo se encuentra dentro de un edificio muy antiguo de la ciudad de Honiton,<br />
que empezó su vida como parte de una capilla y que más tarde fue escuela antes de ser<br />
convertida en un museo. Su antigüedad data de 1327 y a través de los siglos fue<br />
utilizado para muy diversos fines.<br />
Hace cincuenta años la capilla fue comprada por el Municipio y se abrió como<br />
museo. Este tiene tres galerías de las cuales la que nos interesa es la de Nicoll.<br />
En esta se encuentra una exhibición de la industria encajera de Honiton, de su<br />
historia y de los utensilios para su fabricación.<br />
El encaje se ha confeccionado en Honiton desde 1560. Esta galería contiene una<br />
exposición que comprende muestras desde 1630 hasta nuestros días. Se pueden<br />
contemplar fragmentos de las piezas más importantes realizadas, y otros que se hicieron<br />
en los años en los que se luchaba por la su<strong>per</strong>vivencia de esta artesanía.
148<br />
INGLATERRA<br />
MUSEO DEL ENCAJE DE KENMARE<br />
A finales del siglo XIX, en una época de desempleo especialmente para mujeres,<br />
las monjas del convento de Kenmare establecieron una escuela y enseñaron a las<br />
jóvenes la técnica del bordado y del encaje.<br />
Los principios fueron difíciles, <strong>per</strong>o poco a poco alcanzaron renombre los<br />
trabajos que realizaban, y además de ganarse un sueldo, visitantes de otros lugares<br />
fueron adquiriendo piezas y se consiguieron premios en exposiciones.<br />
Por todo ello las monjas pudieron adquirir los materiales más sofisticados que<br />
había en el momento y erigieron una ala nueva para exposiciones.<br />
Con los cambios sociales causados por la 1ª Guerra Mundial , el mercado para el<br />
encaje declinó, <strong>per</strong>o el museo todavía hoy es visitado por centenares de turistas,<br />
especialmente americanos y australianos.<br />
Entre sus piezas más famosas figuran un cuello de encaje comprado por Eduardo<br />
VII para la reina Alejandra; Isabel II recibió entre sus regalos de boda un cubrecama de<br />
encaje a la aguja de Kenmare.
149<br />
REPUBLICA CHECA<br />
MUSEO DEL ENCAJE DE LA CIUDAD DE PRACHATICE<br />
Este Museo situado en un valioso edificio histórico en el centro de Prachatice,<br />
fue abierto al público en 1999. Posee amplias y valiosas colecciones de todos los<br />
rincones del mundo. Las más antiguas datan del año 1600<br />
Estas colecciones ofrecen una imagen completa del desarrollo del encaje,<br />
especialmente del de bolillo. Entre sus piezas históricas, figura una parte de vestido<br />
adornada con encajes del año 1600. Hay un traje para bebé del año 1650, que figura<br />
entre las piezas mas valoradas por los visitantes,<br />
También pueden verse los más diversos tipos de encaje de España, Inglaterra,<br />
Holanda y Bélgica, que son admirados por especialistas y profanos. Merecen destacarse<br />
los preciosos encajes que se elaboraban en París.<br />
Las colecciones incluyen, muestras de encajes de los territorios que forman la<br />
República Checa. Referente a estos, lo más bellos que posee el museo son las prendas<br />
de encaje que forman parte de las típicas vestimentas nacionales.
BIBLIOGRAFIA<br />
150
151<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
<strong>Encaje</strong> de bolillo y blondas en la ciudad de Almagro por Manolita Espinosa<br />
El “ret-fí catalá” o puntes d Arenys por Dolores Simarro Caiser y Nuria Adela<br />
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