Descargar ficha Quiero ser italiano hoja público - Verdi

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QUIERO SER ITALIANO
(L’Italien)
DIR. OLIVIER BAROUX
SINOPSIS
Dino Fabrizzi es el vendedor número 1 de Maserati en
Niza. A la edad de 42 años, está a punto de ser ascendido
en su trabajo y su novia quiere casarse con él. La vida es
magnífica para Dino. Pero esta vida perfecta está basada en
una mentira.
El verdadero nombre de Dino es Mourad Ben Saoud,
un dato que mantiene en secreto de su jefe e incluso de su
novia. Excepcionalmente Mourad deberá cumplir el
Ramadán para honrar una promesa hecha a su padre enfermo...
y no va a ser fácil disimularlo.
FICHA ARTÍSTICA
Dino Fabrizzi .................................................. KAD MERAD Karim ...................................................... TAREK BOUDALI
Hélène ............................................. VALÉRIE BENGUIGUI Nadège ......................................... NATHALIE LEVY-LANG
Charles Lemonnier ............................... ROLAND GIRAUD Iman Abdel ...................................... KARIM BELKHADRA
Cyril Landrin .................................... PHILIPPE LEFEBVRE André ........................................................ ALAIN DOUTEY
Jacques .................................... GUILLAUME GALLIENNE Marie-Paule ...................................... ARIELLE SÉMENOFF
Mohamed Ben Saoud ...................... SID AHMED AGOUMI M. Maizière .............................................. GUY LECLUYSE
Rachida Ben Saoud ............................. FARIDA OUCHANI Geneviève ...................................... RAPHAËLE GERMSER
Amel Ben Saoud ............................... SAPHIA AZZEDDINE Bourgeaux ............................................. PASCAL VINCENT
Dirección ............................................... OLIVIER BAROUX
Guión .................................................... OLIVIER BAROUX,
.................................................................... ÉRIC BESNARD,
........................................................ NICOLAS BOUKHRIEF
Productor ................................. RICHARD GRANDPIERRE
Coproductor ....................................... ROMAIN LE GRAND
Productor ejecutivo ...................... FRÉDÉRIC DONIGUIAN
Productor adjunto ................................ VIVIEN ASLANIAN
Música ............................................ MARTIN RAPPENEAU
Fotografía .............................................. ARNAUD STEFANI
Montaje ................................................ RICHARD MARIZY
FICHA TÉCNICA
EL DIRECTOR: OLIVIER BAROUX
FILMOGRAFÍA
Diseño de Producción ................................ PÉRINE BARRE
Vestuario ......................................... SANDRA GUTIERREZ
Maquillaje ............................................... LISA SCHONKER
Ayudante de dirección ........................ MARYLINE NOBILI,
...................................................................... ERIC PIERSON
Distribuidora .................... A CONTRACORRIENTE FILMS
Aspect ratio .................................................. HD-2D – 1:1´85
Idioma .......... Francés e italiano con subtítulos en castellano
Duración ................................................................... 102 min.
Nacionalidad .............................................................. Francia
Año de producción .......................................................... 2011
Es actor, guionista y realizador. Comenzó su carrera como animador en una radio libre de Caen. Durante cinco años fue
especialista de grandes eventos en la radio normanda RVS (Radio Vallée de Seine).
En 1991 entró a trabajar en “Ouï FM” donde conoció a Kad Merad. El 12 de marzo de 1992, el dúo comenzó su propio
programa: Rock’n’roll circus. Después debutaron en la televisión, ayudados por Jean-Luc Delarue.
“ Entre 1999 y 2001 fueron animadores en el canal de cable “Comedie! Olivier hizo algunas apariciones en cine, pero su
carrera comenzó realmente en la película que él co-escribió con Kad: “Pero…¿ quién mató a Pamela Rose”, una película realizada
en 2003 por Eric Lartigau.
En 2007 dirigió su primera película “Ce soir je dors chez toi”.
2007 Ce soir je dors chez toi 2011 Quiero ser italiano (L’Italien)
CINES VERDI MADRID 5 SALAS (C/. BRAVO MURILLO, 28). TEL. 91 447 39 30 – METRO CANAL Y METRO QUEVEDO – 28015 MADRID – www.cines-verdi.com
PROYECCIÓN EN ALTA DEFINICIÓN: 2.000.000 DE PÍXELS, CROMA 2000:1

Al estar inspirada en una realidad social, Quiero ser italiano es una película
aparte dentro de su filmografía.
Kad y yo teníamos ganas desde hace tiempo de volver a trabajar juntos
en una comedia con un argumento que nos diera algo de “fondo”. Sin llegar
a hablar de “comedia social”, digamos que soñábamos con una película
que nos permitiera mostrar un poco otra cosa, sin dar la espalda al humor
que es nuestra razón de ser desde el principio.
Cada uno buscó por su lado, hasta que un día llegó un guión firmado
por Nicolas Boukhrief y Éric Besnard, sobre la dificultad de ser francés,
todavía hoy, cuando uno es hijo de inmigrantes.
Su versión inicial era bastante distinta ya que era más bien realista, ¿no
Nicolas Boukhrief no procede de la comedia y con Eric Besnard tuvieron
la buena fe de imaginar que sabríamos trasladar el argumento a un registro
más ligero.
¿Cómo fue el trabajo de reescritura
Al principio, sentí la necesidad de replantearme lo esencial para tener
la sensación de apropiarme de la película: el protagonista no jugaba a ser un
italiano perfecto, sino que se hacía pasar por un auténtico francés, llegando
a veces a la caricatura. Sin duda demasiado, porque una vez, por no quedar
mal ante sus compañeros, llegó a adoptar actitudes racistas y ¡sin duda la
película no iba a ser divertida para todo el mundo! Sin embargo, quería estar
seguro: le di el nuevo guión a Kad para leerlo y me dijo “¡imposible!” ¡Al
menos, estaba claro! (risas) Es la ventaja de conocerse bien. Volví a ponerme
a trabajar, lo cual consistió en optimizar el guión de base y en integrar
las observaciones de Kad.
¿Hasta qué punto el personaje de Quiero ser italiano se parece a Kad y a
lo que ha podido vivir antes de ser conocido
Pienso que Kad ha sufrido menos que su padre esos pequeños problemas
cotidianos de discriminación que conocen los franceses que proceden de la
inmigración, ya sea magrebí o africana. Contrariamente a Dino en la película,
por ejemplo, Kad no ha creído necesario cambiar de nombre para hacer
olvidar sus orígenes. Ha quitado una sílaba, lo cual es un matiz, un pequeño
arreglo con la realidad que me parece más bien interesante. Sin embargo,
nunca se ha dejado encerrar en un papel. Cuando Kad me contó cómo y porqué
su padre se había hecho llamar Rémi toda su vida, me pareció algo increíble.
Ahora, rascando un poco, te das cuenta de que muchos hombres de su
generación han hecho lo mismo, optando por un nombre de pila francés en
algún momento, porque era más fácil para las entrevistas de trabajo.
Lo cual, por una vez, es exactamente lo que hace Dino en la película.
Sí, porque no quería perderse las oportunidades profesionales que
pudieran llegarle. ¡Así que llega hasta el fondo: se inventa un nombre italiano
e incluso una familia italiana! ¡Entonces se hunde totalmente en una
identidad falsa, sobre todo ante los ojos de su compañera! ¡Ahí es cuando
el argumento se decanta especialmente hacia la comedia!
La película subraya también el peso y la importancia de la religión, ya
que en cierto momento, Dino, para complacer a su padre, decide seguir al
pie de la letra las reglas del Corán. ¿Cómo trabajó este aspecto
Stéphane Ben Lahcene nos ayudó a ser lo más justos y creíbles posible
en todas las escenas en las que se ve a Dino haciendo el rezo e intentando
seguir el Ramadán.
Usted es hijo de madre francesa y de padre argelino. ¿Cuáles son sus
recuerdos más antiguos de Argelia
Cuando nos íbamos allí a pasar el mes de agosto, ¡Un éxodo delicioso!
Mi padre tenía un Citroën Ami 8, íbamos los cuatro críos atrás, mi hermana,
mis hermanos y yo. Era folclórico, se lo aseguro. Recuerdo que hacíamos
un mínimo de tres horas de cola en la frontera entre Marruecos y
Argelia. El viaje duraba tres días sin aire acondicionado, dormíamos en el
coche aparcado en el parking del barco. La llegada al pueblo era una fiesta.
Mis abuelos tenían una granja familiar, en Ouled Mimoun, (en francés,
Lamoricière), cerca de Tlemcen.
¿Cómo les recibían
Eran súper amables con nosotros, un calor comunicativo inmediato.
Aunque éramos los blanquitos, pero gracias a nuestros nombres, la integración
era más fácil: Kaddour, Karim, Yasmina y Reda. Fue mi madre la que
quiso que tuviéramos nombres argelinos.
¿Hablaba un poco el árabe
Nada de nada. ¡Y mi abuela tampoco hablaba francés! A pesar de lo
cual, nuestra complicidad era inaudita. Nos pasábamos las vacaciones cantando
a grito pelado, jugando en el patio, con las tortugas que pasaban a
veces. Recuerdo que había un surtidor y que éramos los reyes del mundo.
No era nuestra casa de verdad y sin embargo nos sentíamos en casa.
¿No sintió deseos de aprender el idioma
Cines
Verdi
Premio
al Mejor
Cine Europeo
del año 2002
Europa
Cinemas
ENTREVISTA CON OLIVIER BAROUX
Es un idioma muy difícil y mi padre nunca nos lo
impuso. ¡Llegué a creer que era una lengua hecha para
pelearse, por lo marcial que puede llegar a ser! ¡Ahora a
veces me arrepiento de no haberlo hecho, hablaría las
dos y sobre todo parecería menos tonto cuando me
encuentro con gente de allí que se me enrolla en árabe
imaginando que lo hablo! (risas)
¿Qué es lo que le sigue seduciendo de esta cultura
Cuando escucho música árabe siempre me
dan escalofríos, se lo juro. Me recuerda los
ENTREVISTA CON KAD MERAD
Las escenas de rezo están impregnadas de una hermosa solemnidad y
ofrecen a Kad momentos de pura emoción. ¿Cómo se dirige a Kad Merad
en la emoción
Muy sencillamente. Tanto más cuanto que Kad le daba una importancia
especial a esas escenas, que trabajó con un coach para hacerlas dentro de
una veracidad protocolaria absoluta. Esto nos costó un buen disgusto cuando
le dije que quería filmar el rezo en la terraza a la salida del sol. Me dijo
“¡ni hablar, el rezo se hace dentro!” Le dije que, en nombre de la belleza del
plano, podíamos hacer un pequeño cambio en la ortodoxia. Y de hecho, utilizamos
los dos.
¿Es usted creyente
Ni creyente, ni practicante, lo cual no me impide sentir el más simple y
puro respeto por la religión en general, que es practicada mayoritariamente
por gente que hace de ella una lectura tolerante. En las escenas en las que
Dino consulta al Imam y se cruza con un fundamentalista, nos permitimos
ser más ligeros, igual que lo hubiéramos sido con el personaje de un cura de
nuestro país.
¿En qué momento de su vida tomó conciencia de que nuestra sociedad
era una sociedad pluriétnica
¡Bueno, pues bastante tarde, en realidad! Crecí en los años 70 en
Normandía y no he tenido ningún amigo marroquí antes de Kad, ¡que ya es
decir! (risas) Buscando bien, una vez, en Caen, recuerdo haber tenido un
amigo africano, pero era en una escuela privada y su padre era diplomático…
¡No era muy representativo! En realidad, no fue hasta muy tarde, al
llegar a París a principios de los años 80, cuando descubrí que había comunidades
que poblaban barrios enteros.
¿Cómo encuentran los demás actores su espacio entre Kad y usted
Al final, Kad es con el que menos hablo. Hemos hablado tanto “antes”
(hace veinte años que dura esto) que en el plató va muy rápido. Paso más
tiempo con los demás actores.
Es conocida la importancia que tiene la religión en la vida de Roland
Giraud. ¿Le ha hecho partícipe de su filosofía
Roland me explicó que era protestante y me quedé muy impresionado
por su sentido del perdón; esa fuerza inaudita que tiene dentro y que le permite
seguir viviendo.
¿Quiero ser italiano seguirá siendo un punto y aparte en su carrera
Sin duda. Si es tan importante es porque sé que va a conmover tremendamente
a la familia de Kad, especialmente a su padre. Estoy impaciente
por ver su reacción en el preestreno de Marsella. Quiero ser italiano es una
película que nos representa a Kad y a mí, dentro de lo que nos gusta, es
decir: hacer reír y emocionar también…
Además, no todos los días se hace una película en directo con la vida
cotidiana haciéndose eco de un reciente debate sobre cuestiones de identidad.
¿La película puede verse como su contribución a este debate
No. He hecho una comedia con un fondo social que permite como
mucho deducir cual es mi postura en relación a la cuestión. Pero si Quiero
ser italiano ayuda al público en algo, aunque sea poco, a alimentar su propia
reflexión sobre el tema, mejor.
domingos de nuestra niñez. A mi padre le gustaba escuchar música en casa
mientras preparaba el cuscús.
¿Y sus hermanos y su hermana, qué ha sido de ellos
Uno de mis hermanos es restaurador en Marsella, el otro trabaja en
seguros, en cambio mi hermana trabaja en turismo. ¡Y yo, como ya sabe, he
prosperado en el campo médico!
¿Usted llegó a ser actor, a pesar de sus orígenes, o gracias a ellos
Un poco de los dos en realidad. Yo estudiaba para ser actor, y por culpa
de mi nombre, me perdí un primer papel en el teatro. En ese momento, fue
una frustración para mí. Pero ahora, es una vieja historia y guardo de ella
un vago recuerdo.
¿El primer papel llegó de todas formas
¡Sí, el de un educador magrebí en la serie “El Tribunal”! Mi personaje
se llamaba Ahmed Ben Mabrouk y pensé que si no metía la pata, yo era
válido para interpretar al árabe de turno durante mucho tiempo. Ahí fue
cuando hice la tontería que hace Mourad en la película, cambiar de nombre
y llamarme François Merad, más común. He pensado mucho en ello.
¿Su padre había hecho lo mismo en su juventud
Mi padre se llamaba Mohamed pero todo el mundo le conocía por el
nombre de Rémi. A él le iba bien así, fue su manera de evitar el inquietar al
otro sobre sus orígenes y de tener paz en su vida profesional. Pero yo no
quise reproducir el mismo esquema y al final seguí siendo Kaddour, pero
bajo el diminutivo Kad.
¿Lo que cuenta Quiero ser italiano es una realidad
Absolutamente, sin haber querido hacer una película con mensaje, la
historia toca un tema que está en el aire, sobre las nociones de identidad, de
nacionalidad. Es una película que hace una especie de balance ofreciendo
un efecto de lupa. Los resortes son cómicos, pero el tema se ajusta bien a
cierta realidad. ¡Las pizzerías de Francia y de Navarra las llevan muchos
Mourad que se hacen llamar Dino! (risas).