Revista Comunicador URL - Universidad Rafael Landívar
Revista Comunicador URL - Universidad Rafael Landívar
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<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
Facultad de Humanidades<br />
Departamento de Ciencias de la Comunicación<br />
Edificio M, oficina 313<br />
Teléfono 2426-2626 ext. 2442<br />
www.url.edu.gt
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
Presentación<br />
E<br />
l Departamento de<br />
Ciencias de la<br />
Comunicación de la<br />
Facultad de Humanidades<br />
de la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong><br />
<strong>Landívar</strong> crea <strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong> como un espacio de<br />
expresión para docentes,<br />
egresados, estudiantes y<br />
comunicadores invitados<br />
que deseen compartir<br />
reflexiones académicas,<br />
síntesis de investigaciones<br />
y relatos de experiencias,<br />
sobre temáticas diversas<br />
vinculadas con el mundo de<br />
la comunicación.<br />
Departamento de Ciencias de la Comunicación. Año 1. No. 1<br />
La intención es construir<br />
conjuntamente un medio<br />
escrito y electrónico, a partir<br />
del cual podamos conocer<br />
y enriquecernos con el<br />
pensamiento de nuestros<br />
colegas, debatir ideas,<br />
puntos de vista, opinar,<br />
sobre nuestro hacer así<br />
como sobre los avances y<br />
retos de la disciplina.<br />
Los invitamos a leer este<br />
primer número, a<br />
compartirlo y a preparar<br />
nuevos artículos para dar<br />
vida a los siguientes<br />
ejemplares. Sus<br />
comentarios, observaciones<br />
y sugerencias permitirán<br />
consolidar la revista que<br />
hoy iniciamos.
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
Reinventar las Relaciones Públicas en Guatemala:<br />
El reto de una profesión para el diálogo<br />
D<br />
efinida de una forma sencilla, relaciones públicas es una<br />
disciplina de la comunicación que se encarga del diálogo<br />
entre las instituciones y sus diferentes interlocutores (clientes,<br />
empleados, accionistas, comunidad, medios de comunicación,<br />
gobierno). Esta definición se lee fácil y describe una función al<br />
parecer simple. Sin embargo, representa todo un reto para quienes<br />
se desenvuelven en este campo y especialmente en el contexto<br />
guatemalteco. Es el reto al que estamos llamados quienes nos<br />
hemos dado a la tarea de “reinventar” esta profesión, muchas<br />
veces malentendida, estereotipada, minimizada o manchada por<br />
prácticas poco profesionales del pasado y, lastimosamente aún<br />
muchas veces en el presente. El desafío de reinventar las relaciones<br />
públicas como una profesión de la comunicación para el diálogo.<br />
Trabajar para fomentar diálogos genuinos significa estar<br />
comprometidos a desarrollar procesos de comunicación de doble<br />
vía. Representa no sólo informar lo que la empresa u organización<br />
quiere decir, sino escuchar la opinión del cliente, consumidor o<br />
ciudadano. Este escuchar se puede desarrollar de manera formal<br />
(desarrollando investigación formativa, a través de diagnósticos y<br />
sondeos; investigación de seguimiento y monitoreo; libros de<br />
sugerencias; investigación de resultados; etc.) o informal (ventanillas<br />
de atención al cliente/ciudadano, conversaciones en sesiones de<br />
vecinos, números telefónicos de consulta, entrevistas y<br />
conversatorios en medios de comunicación comunitarios, etc.).<br />
Los resultados de esa actitud de escuchar se ven trasladados en<br />
estrategias, mensajes, productos y servicios con los cuales las<br />
instituciones deciden dar respuesta a inquietudes, necesidades,<br />
preocupaciones y gustos de sus interlocutores (llamados según la<br />
preferencia: audiencias, públicos, stakeholders). Algunas veces<br />
esas respuestas toman la forma de mensajes informativos del<br />
gobierno para aplacar la incertidumbre acerca de algún problema;<br />
otras veces se concretan en programas de responsabilidad social<br />
en los que las empresas actúan en conjunto con la comunidad<br />
para desarrollar alguna iniciativa de beneficio; y otras veces se<br />
traducen en programas de radios comunitarias en los cuales<br />
organizaciones locales discuten sus problemas más cercanos. La<br />
estrategia, los mecanismos y los materiales pueden variar y se<br />
diseñan de acuerdo a las características del proyecto, necesidades<br />
y recursos disponibles. Pero lo más importante es la visión, la<br />
“filosofía” que respalda, motiva y guía la manera de hacer<br />
comunicación para el diálogo.<br />
Hablar de una comunicación cuyo objetivo sea el diálogo parece<br />
redundante. Sin embargo, esta reiteración se hace necesaria porque<br />
actualmente muchos profesionales aseguran hacer comunicación,<br />
cuando se limitan a dirigir mensajes en una dirección. Es decir, a<br />
hablar sin escuchar.<br />
Esta bidireccionalidad de la comunicación es lo que afamados<br />
expertos e investigadores han enfatizado como crucial para el<br />
*Por: Karina J. García-Ruano<br />
fomento de instituciones y sociedades más participativas, menos<br />
oprimidas y más simétricas. El sociólogo alemán Jürgen Habermas<br />
(1996) proclama la necesidad de procesos de diálogo y discusión<br />
entre tomadores de decisiones y la sociedad civil para dar lugar<br />
a elecciones mejor informadas y consensuadas, dentro de lo que<br />
él llama esfera pública. En América Latina, el educador brasileño<br />
Paulo Freire (1970, 1998), en su “Pedagogía del Oprimido” y<br />
“Pedagoga de la Libertad” hace un llamado a saber escuchar,<br />
comprender e interesarse genuinamente por el otro, por su historia,<br />
por su contexto; a colaborar, sin imponer, a la construcción de su<br />
propio proceso; a mantener una actitud de apertura y búsqueda<br />
del cambio.<br />
Más directamente ligado a relaciones públicas, el profesor<br />
estadounidense James Grunig (1989), uno de los más reconocidos<br />
investigadores en la actualidad de esta rama, ha postulado el<br />
modelo bidireccional simétrico—instituciones que escuchan y<br />
buscan comprensión mutua—para lograr relaciones de largo plazo<br />
en las cuales ambos lados logren beneficio, como factor clave para<br />
la comunicación efectiva de las organizaciones.<br />
Sin embargo, como todo proceso comunicativo, para implementar<br />
este modelo de comunicación para el diálogo en las relaciones<br />
públicas, se debe tomar en cuenta el contexto donde se realiza.<br />
Impulsar el diálogo y la comprensión mutua en un país dividido,<br />
oprimido y empobrecido no es sencillo y muchos lo pueden<br />
considerar incluso idealista o imposible. Sin embargo, este mismo<br />
contexto llama a emprender la misión, a reinventar esta profesión<br />
tomando el compromiso de saber que no sólo el entorno puede<br />
influenciar nuestro hacer, sino también nosotros podemos<br />
–y debemos—influenciar ese entorno a través de los modelos<br />
adoptados para desarrollar nuestra labor de “mediadores” entre<br />
las instituciones y el resto de interlocutores.<br />
Reinventar las relaciones públicas en Guatemala significa que los<br />
profesionales de este campo de la comunicación fijemos nuestros<br />
propios parámetros de profesionalismo, efectividad y ética. ¿Se<br />
quiere medir efectividad en base a cuántas notas de prensa se<br />
publicaron favoreciendo a la institución o estimando la calidad de<br />
diálogo y relaciones establecidas con clientes, accionistas, gobierno,<br />
comunidad ¿Se quiere medir, cuántos clientes o ciudadanos<br />
fueron persuadidos o convencidos por un corto tiempo, o se quiere<br />
medir cuántos mensajes fueron comprendidos, cuántas<br />
negociaciones fueron realizadas y cuánto ha subido el nivel de<br />
confianza de esos clientes o ciudadanos hacia la institución Estas<br />
diferentes formas de medir efectividad no son necesariamente<br />
excluyentes, pero es preciso ver que algunas son metas intermedias<br />
mientras otras representan un objetivo mayor, a largo plazo y de<br />
mayores beneficios. Es el “capital intangible” o, como diría un<br />
notable experto de la comunicación, es como “dinero en el banco”.<br />
Las relaciones de las instituciones con sus interlocutores, cuando<br />
son basadas en buen servicio, actitud de apertura, diálogo,<br />
*Karina García-Ruano es Magíster en Comunicación y en Administración Pública por la <strong>Universidad</strong> Complutense de Madrid y Licenciada en Ciencias de la Comunicación Cum<br />
Laude por la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Becaria Fulbright, actualmente realiza un doctorado en Estudios de Información y Medios en Michigan State University. Catedrática<br />
invitada en el programa de Maestría en Comunicación Estratégica e Imagen Institucional.<br />
1
entendimiento mutuo, respeto y<br />
negociación, se convierten en un activo<br />
que las instituciones capitalizan y pueden<br />
utilizar en momentos difíciles, como las<br />
más recientes y populares crisis. A nivel<br />
institucional e interpersonal son las buenas<br />
relaciones las que permiten resistir los más<br />
graves problemas en momentos de crisis.<br />
Es la confianza y la reputación el salvavidas<br />
de las instituciones. Pero ese salvavidas<br />
no nace, se hace. Se construye y demanda<br />
trabajo y tiempo. Requiere “vender” la idea<br />
y lograr el apoyo de los directivos de las<br />
instituciones. Tener la convicción, la<br />
formación y la entereza para llevarlo a cabo.<br />
Mucho se ha criticado a las prácticas de<br />
comunicación y relaciones públicas por<br />
basarse en modelos extranjeros o poseer<br />
antecedentes poco profesionales. Sin<br />
embargo, el cambio no se logra<br />
simplemente modificando la denominación<br />
de la profesión (a veces es llamada<br />
comunicación institucional, comunicación<br />
corporativa o comunicación de imagen).<br />
La verdadera reinvención de las relaciones<br />
públicas en Guatemala se logra estando<br />
conscientes de la realidad de la profesión<br />
y de su contexto. De nuestros antecedentes,<br />
de nuestra historia. Reflexionando las<br />
particularidades de nuestra economía, de<br />
nuestra política, de nuestra cultura.<br />
Madurando sobre cómo queremos definir<br />
nuestra misión, ¿como simple transmisores<br />
de información o como verdaderos<br />
promotores y mediadores de diálogo,<br />
¿como observadores –y reproductores—<br />
del status quo o como generadores y<br />
agentes de cambio<br />
Referencias<br />
1. Freire, P. (1970). Pedagogia del oprimido. Montevideo: Tierra<br />
Nueva.<br />
2. Freire, P. (1998). Pedagogy of freedom: ethics, democracy and<br />
civic courage (P. Clarke, Trans.). Lanham, MD: Rowman &<br />
Littlefield Publishers, Inc.<br />
3. Grunig, J. E. (1989). Symmetrical presuppositions as a framework<br />
for public relations theory. In C. Botan and V. Hazleton, Jr<br />
(Eds.), Public relations theory (pp. 17-44). Hillsdale, NJ: Lawrence<br />
Erlbaum Associates.<br />
4.Habermas, J. (1996). Between facts and norms: Contributions<br />
to a discourse theory of law and democracy. (W. Rehg, Trans.).<br />
S<br />
e lleva gritando desde hace muchos años, pero tengo mis<br />
dudas: ¿Realmente alguien se lo creerá de verdad o sabrá<br />
exactamente lo que se quiere decir con cultura Sobre todo en<br />
los estratos académicos o de organismos profesionales, en donde<br />
se considera lo relacionado con la cultura popular como basura.<br />
Los esfuerzos de los millones invertidos en cultura van destinados,<br />
habitualmente, a proyectos "educativos" basados en ideales bien<br />
pensantes de la universalización de los valores sociales importados<br />
principalmente desde Europa. La preocupación por promover<br />
patrones de cultura elitista, dejaba de lado fenómenos como las<br />
telenovelas, consideradas como la degeneración más pobre de<br />
la industria cultural.<br />
Competir con las producciones cinematográficas de Hollywood,<br />
aunque sea para criticarlas desde malas imitaciones de formatos<br />
comerciales, ha sido la obsesión de inversiones culturales<br />
latinoamericanas y, por supuesto, nunca fueron rentables. Mientras,<br />
la rentabilidad más probada de las telenovelas, vistas por la<br />
mayoría de los latinoamericanos, ayudaba a fomentar las bases<br />
culturales de nuestros países.<br />
Dos estudios publicados por Chong (2009) para el Banco<br />
Interamericano de Desarrollo (BID) han demostrado lo contrario.<br />
Al menos, si se les considera, a las mujeres con menos hijos y<br />
divorciadas, más es desarrollo cultural. Por lo visto, el BID lo avala<br />
así, al financiar los estudios. Aunque haya autores, como Eduardo<br />
Galeano (2007), que visualiza la natalidad como una fortaleza de<br />
las razas indígenas latinoamericanas, frente al deseo occidental<br />
de minimizar su potencial cultural mediante la reducción de su<br />
población.<br />
Está claro, y parece el trasfondo de los estudios, que ambas<br />
cosas, la reducción de la natalidad y el divorcio, son indicativos<br />
de la independencia de la mujer. Eso sí sería un indicador de<br />
progreso social. En ese sentido las novelas televisadas<br />
latinoamericanas estarían contribuyendo al progreso social, el<br />
equivalente a dos años y medio de escolarización más, según los<br />
investigadores.<br />
Las telenovelas no sólo han sido las principales salvaguardas del<br />
lenguaje latinoamericano a nivel internacional, sino también las<br />
casi únicas representantes mediáticas de los valores culturales<br />
propios frente a la globalización occidental. Y, aunque parezca<br />
mentira, lejos de reproducir los modelos de los países del norte,<br />
las telenovelas los hace suyos, devolviéndolos de nuevo en<br />
ejemplos como Betty la fea, uno de los más importantes fenómenos<br />
mediáticos de los últimos años.<br />
2<br />
, cultura, y cultura<br />
En las telenovelas, lo propio de cada nación latina se junta con<br />
el proceso globalizador sin atacarlo,<br />
sino complementándose a un<br />
proceso inevitable. Sin duda alguna,<br />
lo hace muy lentamente, muy<br />
conservadoramente, pero también<br />
con cambios sustanciales. Influyen<br />
en la sociedad más que ningún otro<br />
formato mediático. Al parecer los<br />
"intelectuales" y profesionales de la<br />
inversión no han entendido cómo el<br />
cine, los libros y los reportajes en<br />
profundidad son ladrillos intragables<br />
para la mayoría de los habitantes del<br />
planeta. Mientras las telenovelas, con<br />
su formato televisivo, son accesibles,<br />
interesantes y reflejo de los nuevos<br />
intereses sociales.<br />
La independencia femenina, la diversidad sexual, la lucha contra<br />
el narcotráfico y otros muchos temas, aunque sea a cuenta gotas<br />
van ocupando los guiones de las telenovelas, transformándolas<br />
y cambiando a las audiencias. Gracias al cielo, este proceso ha<br />
ido desarrollando de forma natural, con el olvido y el desprecio<br />
de las clases académicas bien pensantes. Ello ha hecho posible,<br />
por el momento, telenovelas no convertidas en aburridos<br />
catecismos del siglo XXI, financiados por intereses de grupos<br />
moralizantes con los más diversos propósitos. Y no me refiero a<br />
las clases económicamente poderosas, sino a gobiernos,<br />
organismos internacionales, iglesias o instituciones educativas.<br />
Por el momento, el desprecio hacia las telenovelas genera<br />
contenidos dirigidos a contentar a los públicos. Mientras, los<br />
derechos de los ciudadanos se han fortalecido con la contribución<br />
de importantes historias de la cultura latinoamericana al mundo.<br />
Con Bandura (1982), se estará de acuerdo en sostener que el<br />
aprendizaje social no se debe tanto a los buenos deseos de<br />
superación social del organismo emisor de mensajes, sino a que<br />
al ciudadano le resulte cómodo y beneficioso adoptar la nueva<br />
conducta.<br />
Referencias<br />
*Por: Ignacio Laclériga<br />
Los esfuerzos de los<br />
millones invertidos en<br />
cultura van destinados,<br />
habitualmente,a<br />
proyectos "educativos"<br />
basados en ideales bien<br />
pensantes de la universalización<br />
de los valores<br />
sociales importados<br />
principalmente desde<br />
Europa.<br />
1. Chong, A. Ferrara, E. (2009) Telenovelas y Fertilidad: Las Evidencias de Brasil<br />
y “Televisión y Divorcio: Evidencias de las Novelas Brasileñas. Bocconi: BID.<br />
2. Galeano, E. (2007) Las venas abiertas de América Latina. México: Siglo XX I.<br />
3.Bandura, A. (1982) Teoría del aprendizaje social. Madrid: Espasa-Calpe.<br />
Licenciado en Ciencias Sociales y de la Información, sección periodismo. <strong>Universidad</strong><br />
Autónomas del País Vasco, Bilbao, España. Graduado Notable<br />
*Es Licenciado en Ciencias Sociales y de la Información, sección periodismo por la <strong>Universidad</strong> Autónomas del País Vasco, Bilbao, España. Graduado Notable. Actualmente,<br />
cursa la Maestría en Comunicación Estratégica e Imagen Institucional en la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Periodista y catedrático universitario.
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
De imaginarios a realidades y de<br />
realidades a nuevos imaginarios<br />
S<br />
omos tres amigas de diferentes procedencias. Una k'iche',<br />
otra de nosotras kaqchikel y yo, la mezcla que deambula<br />
entre los genes mestizos y alemanes. El origen pasa al<br />
campo de lo humano, lo cual nos une. Somos tres mujeres<br />
diversas, pero con una fuerza que nos hace estar allí, compartiendo<br />
luchas, tejiendo lazos. Compartimos lo cotidiano, las rupturas,<br />
los desafíos. Compartimos la Ceremonia y la creencia en un Dios<br />
Padre y Madre, Esencia, Puente, Unión. Cuando nos observo<br />
conversando, encuentro un espacio que no se cuestiona si dialogar<br />
en la diversidad es o no posible, simplemente se da, es palpable.<br />
Observo por otra parte, espacios en los cuales el tema se discute<br />
a nivel intelectual, donde en reiteradas ocasiones se escuchan<br />
voces que insisten en la división (no en la diversidad), donde el<br />
tema se vuelve tan abstracto y la pregunta final es:<br />
¿existe la posibilidad de llegar a<br />
un verdadero diálogo intercultural<br />
Los espacios públicos son necesarios, son un escenario ganado<br />
a pulso por personas en lucha por construir una sociedad donde<br />
se respeten todas las voces. Sin embargo, puede correrse el<br />
riesgo de llegar a un nivel de abstracción tal que nos aparte de<br />
la realidad, de ese objetivo de lograr un espacio de comunidad,<br />
de comunicación.<br />
De allí surgen infinidad de preguntas: ¿Qué es la realidad ¿Desde<br />
dónde la comprendemos, desde la historia, desde el prejuicio,<br />
desde el dolor ¿Cómo concibo el mundo y al otro o la otra que<br />
comparte junto a mí un espacio determinado<br />
Entra en juego el tema del imaginario social, definido como “una<br />
*Por: Magda Garcia von Hoegen<br />
manera compartida por grupos de personas de representarse<br />
mentalmente el espacio y el tiempo. (…) un imaginar o idear<br />
socializadamente, en donde se comparten, en una modalidad<br />
simbólica, formas y contenidos, es decir significantes y significados,<br />
en los cuales dichos grupos se reconocen, aún cuando –en nuestra<br />
individualidad moderna– las intensidades en dichos<br />
reconocimientos sean variables” (Baeza, 2000:9).<br />
Esta definición muestra varios elementos importantes: primero,<br />
que el imaginario social es colectivo, por tanto es una interpretación<br />
de la realidad heredada por la cultura, por el medio en el cual<br />
nacemos, crecemos y vivimos…<br />
Pero, ¿hasta dónde el imaginario nos<br />
configura y hasta dónde como personas<br />
tenemos la potencialidad de<br />
cuestionarlo<br />
Otro punto importante es el imaginario como representación<br />
mental, lo cual nos deja ver que aunque pudo tener en su origen<br />
elementos fundamentados en bases reales, estas pueden ya no<br />
existir y el imaginario seguir vigente en las mentalidades colectivas,<br />
subsistiendo sin fundamento, probablemente, convirtiéndose en<br />
un gran peligro es su reproducción y herencia de forma<br />
inconsciente, por simple costumbre, se toma como normal sin<br />
cuestionamiento alguno.<br />
En un sentido más profundo, Baeza describe los imaginarios<br />
sociales como “verdaderos esquemas de inteligibilidad de lo que<br />
es en definitiva una realidad invisible. Como tales, dichos<br />
imaginarios se levantan como auténticas matrices de sentido<br />
existencial, en este caso colectivo” (ídem)<br />
Esto plantea un enorme riesgo, pero también una gran oportunidad.<br />
3<br />
*Es Magister en Comunicación en el área de cultura por la <strong>Universidad</strong> Iberoamericana de México. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Coordinadora de la Maestría en Comunicación Estratégica e Imagen Institucional de la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong> y consultora<br />
en Comunicación para la Cooperación Técnica Alemana, GTZ.
Un riesgo porque si los imaginarios se convierten en “auténticas<br />
matrices de sentido existencial”, es muy difícil cambiarlos, pues<br />
se constituyen en aquello que emocional y moralmente sostiene<br />
nuestras vidas; las creencias son los pilares sobre los cuales nos<br />
movemos en el mundo. Por esta razón, si nuestra sociedad está<br />
profundamente marcada por el prejuicio y el estereotipo hacia<br />
quien no pertenece a mi cultura, es un gran desafío cuestionar<br />
el discurso en el que nos movemos y una gran valentía observarnos<br />
y cambiar. Un discurso no dicho formalmente detrás de un podio,<br />
sino el discurso cotidiano, el de todos los días: la actitud, la<br />
reserva ante el otro, la desconfianza, el miedo…<br />
Pero precisamente allí está también la oportunidad. Muchas<br />
veces se habla de que habrá posibilidad de llevar a cabo un<br />
verdadero discurso intercultural cuando las condiciones de<br />
desequilibrio social, económico, de oportunidades, sean superadas<br />
y se transformen en más equitativas para todos los sectores<br />
sociales; sin embargo, habría que preguntarse si cabe la posibilidad<br />
de que fuera al revés.<br />
Si lográramos centrarnos en los imaginarios sociales convergentes,<br />
aquéllos comunes y no en los que nos dividen, probablemente<br />
habría posibilidad de generar un diálogo para propiciar el inicio<br />
de un esfuerzo por crear condiciones más equitativas, justas y<br />
donde pudieran considerarse todas las voces.<br />
Por el contrario, el concepto de colisión, que es tomado de la<br />
física, nos propone una visión totalmente diferente. En términos<br />
de esa disciplina, si dos elementos chocan, colisionan, hay un<br />
desprendimiento de partículas, pero esas partículas llegan a<br />
fundirse. En términos de lo social y de nuestra realidad<br />
guatemalteca, puede ser que cosmovisiones diferentes choquen,<br />
discutan, debatan, pero hay elementos con potencialidad de<br />
fundirse, enriquecerse, construir visiones del tiempo distintas,<br />
compartir pensamientos, construir nuevas realidades.<br />
Si la división está en el imaginario, el diálogo también lo está.<br />
Se han abierto espacios donde se ha puesto a la luz la reflexión<br />
sobre los elementos que nos fragmentan como país, pero falta<br />
discutir, cómo construir plataformas facilitadoras de la<br />
comunicación entre culturas. ¿Es posible que existan imaginarios<br />
sociales convergentes a través de los cuales se pueda llevar a<br />
cabo una comunicación intercultural Identificarlos es un nuevo<br />
desafío…<br />
Mientras tanto, la esperanza es que sí existen ejemplos de<br />
convivencia intercultural, existe la apertura para dialogar desde<br />
lo convergente: lo humano. Nosotras tres seguimos viendo hacia<br />
objetivos comunes. En una profunda amistad, se unen nuestros<br />
orígenes y nos enriquecemos.<br />
En este sentido, me parece un gran aporte el estudio realizado<br />
por Sergio Mendizábal, denominado “Colisión en lo Profundo”.<br />
Este trabajo hace un planteamiento innovador y un gran aporte<br />
sobre este tema. Bajo el postulado de Fritjot Capra, sostiene que<br />
es necesario superar el imaginario del pensamiento cartesiano<br />
el cual ha dominado durante siglos a las sociedades occidentales.<br />
Esta lógica propone siempre binomios que se contraponen, es<br />
decir: la división. En nuestro caso, si somos indígenas, no<br />
indígenas (no sería una correcta denominación clasificar a alguien<br />
por lo que no es). Si somos católicos, o evangélicos, si somos<br />
ricos, pobres, etc. Esa visión, motiva un enfrentamiento sin<br />
sentido, nos deja en un estado de división y no nos permite<br />
avanzar.<br />
Referencias<br />
1. Baeza, Manuel Antonio (2000) Los Caminos Invisibles de la Realidad<br />
Social. Ensayo de Sociología profunda Sobre los Imaginarios<br />
Sociales. Chile: Ril Editores<br />
2. Canek, Observatorio Cultural (2008) La Construcción de<br />
Comunicación Intercultural Aplicada. Guatemala: Centro Cultural<br />
de España en Guatemala y Asociación Centro Cívitas<br />
3. Mendizábal, Sergio (2009) Colisión en lo profundo. Primera Parte.<br />
Guatemala: Cátedra Unesco y <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong><br />
Rojas, Miguel (julio, 2009) Conferencia: Indigenismo, Imaginario e<br />
Identidad Continental, Guatemala: <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong><br />
“Si la división está en el imaginario, el diálogo también lo está. ”<br />
4
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
Aprender comunicación<br />
S<br />
er comunicador en una sociedad tan compleja y diversa como<br />
la guatemalteca constituye un desafío que a mi criterio requiere<br />
al menos de cinco competencias fundamentales: capacidad<br />
de diálogo e interrelación; conocimiento del entorno y de las<br />
implicaciones que los diversos acontecimientos ocasionan; sensibilidad<br />
para abordar, profundizar y provocar la discusión pública de tópicos<br />
de interés social; habilidad para planificar, desarrollar, administrar y<br />
evaluar procesos de comunicación con enfoques diversos y,<br />
especialmente, compromiso ético a nivel personal y profesional.<br />
Alcanzar esas destrezas demanda un proceso serio de formación, en<br />
el cual el principal protagonista es el aspirante a comunicador y el<br />
comunicador mismo, quien a través del estudio sistemático de la<br />
disciplina, del ejercicio profesional, de la reflexión sobre el qué hacer<br />
diario, del debate, del compartir experiencias y de la actualización<br />
constante va asumiendo retos que lo habilitan y lo definen como tal.<br />
Mucho de esto, o al menos buena parte, va construyéndose y<br />
consolidándose en la <strong>Universidad</strong>, ese espacio y tiempo propicio para<br />
absorber las bases teóricas de la disciplina, para desarrollar propuestas<br />
innovadoras, para trabajar en equipo y debatir libremente con expertos<br />
y conocedores de la materia, para analizar realidades pasadas,<br />
presentes y futuras, para hacer alianzas y para proyectar la o las rutas<br />
profesionales por emprender.<br />
Por ello, para el logro de sus objetivos, el universitario se apoya<br />
principalmente en cuatro cimientos: la materia de estudio, cuya<br />
estructura básica se encuentra en el pensum de estudios; el facilitador<br />
del proceso, a quien conoce como catedrático; las experiencias de<br />
aprendizaje, fundamentadas en la metodología; y el acompañamiento<br />
académico-administrativo, brindado por los funcionarios de la Facultad.<br />
En este artículo, quiero detenerme en uno de esos cimientos: las<br />
experiencias de aprendizaje, y abordarlas a partir de la forma de<br />
aprender de algunos estudiantes landivarianos de Ciencias de la<br />
Comunicación.<br />
La información se basa en parte de los resultados de una investigación<br />
que realicé en el año 2009, la cual se apoyó principalmente en la<br />
técnica de estudio de casos y en la teoría de Alonso, Gallego & Honey<br />
(1999), la cual divide los estilos de<br />
aprendizaje en cuatro: reflexivo,<br />
activo, teórico y pragmático.<br />
El especialista enfatiza la<br />
importancia de propiciar<br />
experiencias en el aula que<br />
respondan a las cuatro formas de<br />
aprender, con dos objetivos<br />
fundamentales. El primero, facilitar<br />
el aprendizaje de todos los<br />
estudiantes, al brindarles la<br />
oportunidad de relacionarse con la<br />
materia desde la particular forma<br />
de ser y, el segundo, retándolos a<br />
vincularse con el tema desde<br />
*Por: Nancy Avendaño<br />
“Quienes participaron<br />
en la investigación,<br />
estuvieron interesados<br />
en todas las áreas<br />
profesionales para las<br />
cuales forma la<br />
licenciatura en Ciencias<br />
de la Comunicación de<br />
la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong><br />
<strong>Landívar</strong>.<br />
”<br />
ópticas diversas, donde nuevamente el rol lo ha de asumir el propio<br />
alumno.<br />
Esto nos brinda una primera luz a los profesores. A lo largo de un<br />
curso es importante utilizar metodologías y realizar actividades variadas.<br />
Entre ellas, aquellas que planteen retos novedosos, característica<br />
principal del estilo activo; otras, donde se estimule la observación de<br />
fenómenos, para analizarlos desde distintos ángulos, rasgo básico<br />
del reflexivo. A quienes aprenden de forma teórica, en cambio, les<br />
gusta identificar hipótesis y sustentarlas; mientras los pragmáticos<br />
prefieren experimentar para luego decir si algo funciona o no.<br />
Pero con respecto a esto, ¿qué dicen los estudiantes Durante las<br />
entrevistas, se identificaron en todos los jóvenes rasgos de los cuatro<br />
estilos de aprendizaje, aunque unos con mayor predominancia.<br />
Manifestaron, además, interés por hacerlo desde diversas<br />
metodologías, siempre que el planteamiento fuera interesante,<br />
motivador y en un clima de confianza y respeto.<br />
Entre las actividades académicas realizadas más positivas hicieron<br />
referencia a las que les permiten ser creativos, expresarse, compartir<br />
con otros, ampliar conocimientos y visitar el lugar de los hechos.<br />
Entre este último, los medios de comunicación, las exposiciones<br />
de arte, el mercado central, o algunas comunidades del interior<br />
del país y el Centro Histórico. También, la producción de programas<br />
audiovisuales, la elaboración de proyectos de comunicación, la<br />
cobertura del encuentro deportivo Inter-Suj, la participación en<br />
festivales; el análisis de obras de arte y fotográficas, la elaboración<br />
de guiones, la producción de radionovelas, ver películas y exponer<br />
sobre un tema de su interés.<br />
Dentro de las negativas, mencionaron situaciones relacionadas<br />
directamente con los docentes, tales como la falta de claridad<br />
al explicar un tema o de apoyo y de tiempo para atenderlos.<br />
Adicionalmente, el no propiciar el debate y la discusión en el aula;<br />
el infundir miedo; la inasistencia; el abuso de la exposición por<br />
parte de los alumnos; las clases repetitivas y las evaluaciones<br />
memorísticas. Enfatizaron, además, aspectos personales como<br />
cuando a pesar de esforzarse, un trabajo no queda bien hecho;<br />
los recursos limitados y la asistencia a conferencias aburridas y<br />
en espacios reducidos y cálidos.<br />
Para los futuros comunicadores la mejor forma de adquirir<br />
conocimientos es conversando con los conocedores de la materia,<br />
consultando diversas fuentes bibliográficas, a través de la web<br />
* Magister en Educación y Aprendizaje por la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la <strong>Universidad</strong> Francisco Marroquín. Directora del<br />
Departamento de Ciencias de la Comunicación de la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Experiencia profesional en periodismo, comunicación organizacional y docencia universitaria.<br />
5
y preguntando a profesores, amigos e, incluso, familiares. Si de<br />
aplicar se trata, aseguran hacerlo al ser críticos ante lo que leen,<br />
ven o escuchan; mostrando a otros lo realizado, aplicando el<br />
conocimiento en ambientes laborales y siendo líderes a partir de<br />
lo aprendido.<br />
Quienes participaron en la investigación, estuvieron interesados en<br />
todas las áreas profesionales para las cuales forma la licenciatura<br />
en Ciencias de la Comunicación de la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>.<br />
Expresaron interés por las ramas del periodismo, la producción<br />
radiofónica y audiovisual, las nuevas tecnologías, la comunicación<br />
institucional, las relaciones públicas, la publicidad, la fotografía, la<br />
comunicación para el desarrollo, la gestión de empresas o proyectos<br />
propios y los servicios de consultoría. Además, mencionaron otras<br />
como el cine, la literatura, la edición de textos y el diseño de sonido.<br />
Continuar especializándose en programas de posgrado y maestría,<br />
dentro y fuera del país; ejercer la profesión con creatividad, ética<br />
y responsabilidad; y aportar su conocimiento y esfuerzo para la<br />
transformación y mejora de la realidad comunicativa guatemalteca<br />
forman parte de los sueños y metas de estos jóvenes, quienes<br />
están comprometidos con un proceso de mejora continua, para<br />
“aprender comunicación”, tarea para la cual, los docentes y la<br />
<strong>Universidad</strong> estamos llamados a colaborar y estimular.<br />
Referencias<br />
1.Alonso, C.; Gallego, D.; Honey, P. (1999). Los estilos de aprendizaje. Procedimiento de<br />
diagnóstico y mejora. España: Ediciones Mensajero.<br />
2.Avendaño, N. (2009). Estilos de aprendizaje de estudiantes con alto y bajo rendimiento<br />
académico de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, carné 05. Guatemala:<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>.<br />
3.Rojas, A.; Ronderos, L. (2005). Excelencia Académica y Acreditación en las Escuelas<br />
de Comunicación de América Latina. Colombia: Federación Latinoamericana de Escuelas<br />
de Comunicación.<br />
Vidas interrumpidas<br />
L<br />
os observatorios de medios han tomado auge en Latinoamérica.<br />
Guatemala no es la excepción y entre ellos, uno de los más<br />
activos es La Nana, La Agencia de Noticias A favor de la Niñez<br />
y la Adolescencia, capítulo guatemalteco de la Red Andi América<br />
Latina. Esta red tiene como misión el estudio científico de los medios<br />
de comunicación social, el desarrollo de proyectos encaminados a<br />
elevar la calidad del ejercicio periodístico, así como de proyectos<br />
encaminados al estudio de la cultura en general.<br />
Entre sus objetivos están:<br />
Incidir en la construcción de un discurso público que promueva los<br />
derechos de niños, niñas y adolescentes, y por ende el desarrollo<br />
democrático del país, por medio de acciones encaminadas a un mejor<br />
tratamiento de la temática de derechos de la niñez y adolescencia en<br />
los medios masivos de comunicación, cuantitativa y cualitativamente.<br />
Durante el periodo de trabajo de La Nana, se ha podido apreciar que<br />
los medios de comunicación, en general, abordan muy poco el tema<br />
de la niñez y la adolescencia. Con el monitoreo se ha identificado a<br />
los periodistas que trabajan más el tema y también las fuentes que<br />
más frecuentan. Sin embargo, se ha notado que el trato que se le da<br />
es muy superficial, y no ahonda en las verdaderas raíces de los<br />
problemas que originan las noticias. Generalmente, la nota roja es la<br />
que menciona más a los niños, niñas y adolescentes.<br />
Otro de los aspectos que ha reflejado el trabajo, es que muchas de<br />
las notas no tienen fuente de referencia, las y los periodistas no buscan<br />
mayor información respecto a los temas que tratan, no se utilizan<br />
datos estadísticos y generalmente la opinión de los niños y niñas no<br />
se toma en cuenta.<br />
Mediante la realización del proyecto de La Nana se busca alentar un<br />
discurso mediático que promueva la reflexión en torno a la situación<br />
de la niñez y la adolescencia en Guatemala, que traslade al Estado la<br />
exigencia de una actuación distinta y que contribuya al entendimiento<br />
social de la temática como prioritaria.<br />
La violencia, lo más evidente<br />
*Por: Claudia Navas Dangel<br />
Como en años pasados, la violencia no ha dejado de ser uno de los<br />
temas más señalados por los medios de comunicación. Al hablar de<br />
niñez y adolescencia, este tema sigue siendo el primero. Pero además<br />
es preocupante si se toma en cuenta que año con año, la cifra de<br />
muertes violentas aumenta y que no se ha dado a conocer ninguna<br />
medida para poner un alto a una situación que enluta los hogares de<br />
miles de guatemaltecos.<br />
De acuerdo con el monitoreo de medios escritos realizado por La<br />
Nana, al 8 de marzo de 2010, se han reportado ya 130 muertes<br />
violentas de infantes y adolescentes.<br />
Una cifra que no asusta si se toma en cuenta que durante 2009 los<br />
medios dieron cuenta de 523 muertes violentas de infantes y<br />
adolescentes. Cifra que seguramente es mayor, si se anota la cantidad<br />
de adolescentes, sobre todo, que quedan heridos en ataques armados<br />
y son trasladados a las emergencias de los hospitales y de quienes<br />
no se sabe luego qué les ocurrió.<br />
Vale agregar que muchas de las muertes son debido a balas perdidas,<br />
como la de Anthony Josué Rosales, en marzo de 2009, quien murió<br />
a consecuencia de un balazo recibido en el estómago. Las niñas<br />
tampoco escaparon a esa ola de violencia y Manuela Celestina Xum<br />
Guachjoc apareció estrangulada en Nahualá, Sololá, el 2 de junio, o<br />
Lesly Elizabeth López, de 14 años, quien fue acribillada junto con su<br />
novio el 4 de diciembre en Masagua, Escuintla, estos entre otros casos<br />
en donde previo a su asesinato fueron abusadas sexualmente.<br />
Pero quizá uno de los casos más sonados fue el asesinato de las<br />
hermanas Wendy Joselyn Suruy Socoreque, de 12 años; Daina Liseth<br />
Suruy Socoreque, de 8, y Heidy Yolanda Cuc Suruy, de 7, en San<br />
Lucas Sacatepéquez, en mayo de 2009.<br />
*Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>. Actualmente realiza estudios de maestría en Literatura Hispanoaméricana<br />
en la <strong>URL</strong>. Es periodista y catedrática universitaria.<br />
6
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
Está claro que la capital no fue el único foco de violencia y que<br />
pese a que en muchas de las notas se vincula el asesinato con<br />
pandillas juveniles, estos crímenes tienen distintas causas. Entre<br />
ellas, por supuesto la violencia generalizada que se vive en el país,<br />
remarcada además por la inseguridad, la negligencia de padres,<br />
madres y adultos en el trato hacia infantes y adolescentes, la<br />
imprudencia de pilotos de buses y otros automotores al conducirse<br />
en carreteras, e incluso hasta problemas de tierras y de limpieza<br />
social, como el asesinato de Domingo de la Cruz, de 17, atacado<br />
por hombres vestidos de negro y con pasamontañas en Ciudad<br />
Quetzal y Dany Servando Ramírez, de 17, asesinado en Coatepeque<br />
tres días después de que circularan volantes anónimos de limpieza<br />
social ZETAS Escuadrón muerte, ahí estaba su nombre. Es<br />
importante anotar la muerte de Pedro de Jesús Sacúl, baleado<br />
por ejército en Alta Verapaz.<br />
Queda claro que pese a los informes de Gobierno, la violencia no<br />
ha disminuido, que la niñez y la adolescencia guatemalteca es<br />
blanco de ella, y que quizá por lo brutal de asesinatos a pilotos<br />
de buses y otros problemas sociales que aquejan al país, ha<br />
pasado desapercibida Por otro lado, es evidente la importancia<br />
de este tipo de observatorio de medios, ya que tomando en cuenta<br />
la deficiencia que evidencias las instituciones gubernamentales<br />
para proporcionar estadísticas, es a través de este trabajo que<br />
puede darse un seguimiento a ciertos temas, y con esta información<br />
realizar fiscalización y auditorías sociales.<br />
Referencias<br />
1. Los medios monitoreados son: Prensa Libre, Siglo Veintiuno, elPeriódico, Al Día, Nuestro<br />
Diario, La Hora y El Quetzalteco.<br />
Al infinito y más allá<br />
Q<br />
uise tomar una frase que Pixar y Disney nos hicieron<br />
escuchar en 1995, la cual marcó la infancia de mis<br />
alumnos, y será un referente de su generación. La frase enmarca<br />
el presente y el futuro de la radio. Cada cierto tiempo, la radio<br />
a enfrenta los signos de los tiempos. Otra vez se ve como un<br />
medio cuyo fin es inminente.<br />
Es un nuevo reto, como en su momento supuso la televisión,<br />
cuya atractiva oferta de imagen y sonido parecía un enemigo<br />
superior. La radio evitó la confrontación y creó una dependencia<br />
del oyente en beneficio de los medios como tal. Ambos ganaron.<br />
El mismo reto llegó con el aliado de la actual generación, el<br />
Internet, quien no sólo aglutina sonido e imagen, sino también<br />
las herramientas tecnológicas tan usuales para las nuevas<br />
generaciones. Parecía sí un rival insuperable. (1)<br />
Otro reto. Es decir, si el caballito de batalla para la radio era la<br />
inmediatez, pues bueno, las páginas web las ofrecen en tiempo<br />
real con el agregado de la imagen. ¿Qué la radio produce<br />
sentimientos como la nostalgia y el amor a través de la música<br />
bueno, la computadora se encargó de ofrecernos lo mismo, pero<br />
más barato, de mejor calidad y SIN PUBLICIDAD. Por ello a<br />
cualquier joven, la radio le parece algo desfasado, comparado<br />
con el MP3, IPod, ITunes, memorias y CD’s .Como dicen los<br />
chicos: “Es la música de mí preferencia, yo la bajé”. ¿Qué aporte<br />
tiene un medio cuyo referente es un viejo aparato colocado en<br />
la cocina o en el cuarto de la abuela, donde no se puede chatear,<br />
subir las fotos ni crear perfiles de hermosas princesas y atléticos<br />
adonis<br />
*Por:Juan Francisco Romero<br />
Vamos por partes. La comunicación es en esencia dinámica;<br />
partimos entonces de un principio: La magia de la radio sigue<br />
intacta. Por supuesto los tiempos cambian, incluso los ritmos.<br />
No pretendamos conquistar el corazón de una chica como<br />
nuestro abuelo lo hizo con las rítmicas notas de la marimba, un<br />
tango de Gardel o un bolero de Agustín Lara, incluso con la<br />
música de los ochenta por mucho que ahora se vea en Glee o<br />
Youtube (2)<br />
¿Se da cuenta No hablé nada de producción, contenidos,<br />
locución, ni bla, bla, bla. Hablé de música, recuerdos, íconos,<br />
en términos generales: IDENTIDAD, PERSONALIDAD. La radio<br />
lo sabe y siempre apuesta a ello, a identificar los elementos de<br />
sus nuevos, potenciales y reacios clientes, para convertirlos de<br />
público desinteresado, en auditorio fiel a los horarios y programas,<br />
¡con publicidad incluida! Pero el espacio se debe ganar. Y no<br />
es fácil. La competencia es mucha y de calidad, se debe trabajar.<br />
Por un lado tenemos los contenidos. Hablo de una tendencia<br />
mundial general; los medios lo reflejan. Hoy día el medio apuesta<br />
por temáticas y grupos específicos. El público conoce por lo<br />
que no se le puede desafiar con improvisación o aburrir con<br />
rutinas y temáticas predecibles. El locutor debe evitar la tentación<br />
de asumir que hay un único criterio y conocimiento: el suyo. (3)<br />
La radio, pacientemente espera su turno ante una generación<br />
que no le “ve el chiste” a eso de la cabina y el micrófono, cuando<br />
hoy día la realidad es otra.<br />
*Juan Francisco Romero Martínez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social egresado de la <strong>Universidad</strong> Francisco Marroquín. Cursa un<br />
doctorado en Ciencias Políticas y Sociología de la <strong>Universidad</strong> Pontificia de Salamanca. Catedrático de la <strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong> y comentarista<br />
deportivo en Red Deportiva, Radio Corporación Nacional<br />
7
<strong>Comunicador</strong> <strong>URL</strong><br />
Los europeos, promotores de la actualización<br />
en producción, advierten sobre el poco tiempo<br />
para atrapar la atención del oyente a través del<br />
oído, en medio de esta selva de oferta, temática<br />
y de contenidos. Los conocedores del mercado<br />
hablan de grupos muy definidos, no sólo desde<br />
una perspectiva de edad, género, condición<br />
social, credo religioso, ubicación geográfica,<br />
sino de otro competente clave: los hábitos.<br />
¿Qué hace mi oyente ¿A qué hora sale de<br />
casa ¿Dónde y con quienes trabaja ¿Por<br />
dónde circula ¿Puede escuchar radio en su<br />
trabajo La lista crece, conforme el tema es más<br />
puntual: ¿música Perfecto: año, género, idioma<br />
y rama por favor. ¿Política Bien ¿local o<br />
internacional ¿Las tendencias ideológicas de<br />
los gobiernos en Sudamérica, el ancestral<br />
conflicto de Medio Oriente<br />
Las nuevas culturas invaden América Latina y<br />
producen televisión como “El Cartel de los Sapos” ó “Sin senos<br />
no hay paraíso” Bueno mejor hablo de religión, ok. ¿Católico,<br />
protestante, pentecostal, anglicano, confucionista, mahometano,<br />
musulmán, agnóstico, indiferente, pues no cree en Dios... ah<br />
¿y el deporte, ¿desde qué perspectiva: rojo, crema, Real,<br />
Barca, Yankee, Laker, Fórmula Uno, deporte extremo, lucha<br />
libre... ¿Seguimos<br />
Bueno ya definimos los contenidos.<br />
Pero no basta sólo eso. Buenos ingredientes, no aseguran una<br />
buena ensalada, falta el buen cocinero. En radio, a mí me gusta<br />
llamarlo “producción”, lo enfoco hacia las herramientas propias<br />
enriquecidas con la tecnología actual para disfrutar de sonido,<br />
música, silencio y diálogo. Pero también incluir criterios propios<br />
de los medios mismos a considerar: Transmito sólo en mi colonia<br />
(contenidos y grupos estratégicamente definidos) o me escucha<br />
la capital, el país, el mundo, los guatemaltecos ausentes.<br />
ausentes” alrededor del mundo con la actual Guatemala ¿Y si<br />
vamos a contenidos específicos: cultura, noticias, deporte,<br />
religión, cine, música ¿Y si…..<br />
Los ítems son muchos, el campo es amplio y el medio es<br />
generoso. Por lo mismo no asociemos “radio” con aquel armatoste<br />
de madera con el cual la abuelita despedía la tarde. No, radio<br />
es un medio dinámico, activo y presente. Se adecúa a las<br />
exigencias que proponen públicos, cada vez más amplios y<br />
etéreos, exigentes y cambiantes. (5)<br />
Allí está lo fascinante. La radio invita y propone, el comunicador<br />
desarrolla y cumple. A los jóvenes, de la generación Internet<br />
y Pixar, a quienes viven en Facebook y Twitter, y ven por arriba<br />
del hombro a la radio, les lanzo el reto. Allí está la radio, los<br />
espera y reta para llevarla al INFINITO Y MÁS ALLÁ.<br />
Es en esa línea donde la radio gana la partida. Es inmediata, da<br />
la hora y el hecho, me actualiza con música y otros aspectos.<br />
Pero en la producción identifico una línea, una personalidad e<br />
identidad, la cual es tan atractiva que convoca y atrae. Escucho<br />
mi estación no sólo por la música, sino por la información,<br />
contenidos, nostalgia. El locutor me hace reír, me identifica con<br />
sus ideas, en fin me da algo más respecto a otros medios.<br />
Aparte de acompañarme, la voz del dial me hace sentir tranquilo<br />
cuando en medio del tránsito quiero liberarme de esa presión y<br />
olvidar las tensiones. Resuelvo problemas al conocer y escuchar<br />
testimonios similares al mío. Me actualiza y da conocimientos.<br />
Dice Manuel López Vigil, la democracia en radio es tan grande,<br />
todos cabemos en el dial. (4)<br />
Cierro esta pequeña reflexión alrededor de la idea sobre el medio<br />
del medio, es decir cómo lo voy a difundir. Acomodándose a<br />
sintonizar la radio en Internet, puedo aprovechar todas las<br />
características que me dan las herramientas de producción para<br />
hacerla funcional y efectiva.<br />
La apuesta de la Radio en línea es el futuro hoy, con todo lo que<br />
conlleva las plataformas mediáticas donde es fundamental el<br />
valor agregado del prestigio por experiencia y calidad del<br />
profesional y la persona.<br />
Y los quijotes que hacen radio siempre desafían a la lógica. ¿Y<br />
si recuperamos el A. M. ¿Y si conectamos a los “chapines<br />
Referencia bibliográfica<br />
1. Muñoz, José Javier. La Radio Teoría y Práctica. Instituto oficial de Radio y Televisión,<br />
ente público RTE. P. 13<br />
2.De León, Víctor Hugo La información en radio Tipografía Nacional 1985. P. 22<br />
3.Mario Portugal Hacer Radio Galerna 2008. P. 133<br />
4.López Vigil, Manuel Manual para radio analistas apasionados www.radialistas.net<br />
5.Ortiz, Miguel Ángel Técnicas de comunicación en radio Paídos. 1994. P. 19<br />
8
<strong>Comunicador</strong><br />
<strong>URL</strong><br />
P<br />
or lo regular cuando hablamos de la televisión y de su<br />
programación, los comentarios no son nada halagüeños,<br />
siempre estamos insatisfechos señalando errores sin apreciar<br />
que en nuestro entorno también hay otras realidades.<br />
Para muchos involucrados en la magia del audiovisual, la televisión<br />
sólo es el soporte financiero para sustentar a su familia, para<br />
otros, denominados creativos, también es la esencia principal<br />
para hacer realidad sus ideas, sus inquietudes, las cuales son<br />
realizadas por medio de un proceso artístico, que llena de gozo<br />
espiritual a cada participante, al poder compartir con el televidente<br />
sus obras.<br />
El Canal Argentino Telefé, canal denominado público y de corte<br />
educativo y el Canal BYO, en Estados Unidos, de corte religioso,<br />
son muestras de canales donde la variedad y el estudio de la<br />
imagen hacen la diferencia, expresándolo por medio de proyectos<br />
que le exponen al televidente una variedad de géneros y temas,<br />
los cuales posibilitan no sólo el aprendizaje de los diferentes<br />
públicos objetivos, sino también muestran que se pueden hacer<br />
otro tipo de propuestas para la televisión.<br />
Esta necesidad de hacer algo diferente en cuanto a producción<br />
audiovisual e intercambiarla con otros en Guatemala, fue la que<br />
impulsó en noviembre de 2006 a un grupo muy pequeño de<br />
jóvenes, a poner su atención no sólo en la crítica o valoración de<br />
programas de televisión, sino en cómo penetrar en ese mundo<br />
mágico, ya no como simples espectadores, sino como un ente<br />
activo dentro de la retórica o parlamentos.<br />
Fue así como surgió la idea y también el sueño de Ana Silvia<br />
Fernández, Eric de León y Alejandro Contreras de incursionar en<br />
un mundo hasta ese entonces desconocido, pero que al mismo<br />
18-50<br />
Televisión un<br />
canal y un sueño<br />
* Por: Lázaro Valdespino<br />
tiempo los atraía de una forma muy especial. Se sentaban y<br />
hablaban de televisión, dialogaban sobre cómo podían realizar<br />
programas televisivos como parte de un proyecto juvenil. En ese<br />
momento estaba naciendo la inquietud de hacer un canal; lo<br />
increíble de estos soñadores era que ninguno tenía las bases o<br />
conocimientos sobre cómo operaba y menos de la construcción<br />
productiva y financiera, solo expresaban la necesidad de poder<br />
hacer realidad aquello casi imposible de lograr.<br />
Todo comienzo para un proyecto de este tipo es difícil, pero no<br />
por ello se deja de luchar y seguir adelante cuando se está<br />
convencido de lograrlo pese a los obstáculos. Para emprender<br />
proyectos, aunque sean pequeños, se requiere de recursos<br />
económicos que permitan sentar las bases, financiamiento del<br />
cual carecían estos intrépidos jóvenes, quienes lo buscaban<br />
tocando puertas y hablando sobre sus sueños. Fue así como les<br />
tendieron la mano amiga en el momento preciso, cuando más lo<br />
necesitaban, siempre con cierta precaución, pero también con<br />
la expectativa de un proyecto ambicioso y, por ende, complejo.<br />
Cable Star fue la empresa que apoyó el crecimiento de esta obra.<br />
Fue así como los jóvenes comenzaron a buscar información y<br />
asesoría para concretar la idea, para lo cual aprendieron sobre<br />
la formación y explotación productiva de un canal de televisión,<br />
reto que se multiplicó con la búsqueda de personal interesado<br />
e identificado con el proyecto. Es así como se incorporan en la<br />
etapa inicial estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Rafael</strong> <strong>Landívar</strong>: Cristian Galicia, Edgar Zamora y<br />
Jeffree Carvajal, quienes tenían inquietudes y sueños, encontrando<br />
en este nuevo proyecto el espacio específico para realizarlos.<br />
En esta etapa inicial también se sumaron trabajadores de Cable<br />
Star, y otros estudiantes de la <strong>Landívar</strong>, quienes encabezaron el<br />
*Es Licenciado en Historia del Arte por la <strong>Universidad</strong> de la Habana, Cuba. Realizó estudios de posgrado en Introducción a la historia del Arte, Estudio del<br />
Arte Africano y publicidad capitalista, en el Instituto Superior de Arte de Cuba. Es director de programas para televisión y catedrático universitario.<br />
9
pequeño grupo de creativos que en junio de 2007 hicieron<br />
realidad el primer programa piloto, no importando las<br />
limitaciones, el esfuerzo, los desvelos e incluso los<br />
contratiempos técnicos. Era una meta y una obligación<br />
como creativos comprometidos con un sueño, el cual<br />
se hacía realidad.<br />
Así, se comenzaron a producir programas en un estudio<br />
de televisión al cual le faltaban algunas adecuaciones<br />
técnicas. Sin embargo, el deseo de hacer y expresar<br />
por medio de una obra audiovisual, era más fuerte que<br />
el esperar a tener todas las necesidades cubiertas. De<br />
esta forma nace el Canal 18-50, nombre al que se hace<br />
acreedor como homenaje a la casa donde cobijaron las<br />
primeras ideas: el número 18-50 de la zona 7. Un canal<br />
juvenil diseñado para darle a los jóvenes no solo<br />
entretenimiento, sino también informaciones y reflexiones<br />
valederas, programas de cocina, musicales, programas<br />
de diálogo, reportajes, entrevistas a artistas, modas,<br />
entre otros tópicos. Crean una parrilla de programas<br />
dirigida específicamente a un público pre establecido:<br />
los jóvenes.<br />
La televisión en Guatemala cuenta con personas que<br />
se esfuerzan por hacer lo mejor posible, dándole toda<br />
su imaginación y comprensión a este trabajo, el cual<br />
requiere no solo de profesión y sacrificios, sino también<br />
amor y respeto, compromisos y valores que conlleven<br />
a una apuesta, donde el reflejo de la sociedad y su<br />
presencia, sean el mejor premio.<br />
Hoy en día pueden existir muchos canales de televisión,<br />
unos por cable, otros con cobertura nacional, pero todos<br />
deben tener la primicia de servir y educar, de formar<br />
valores y expandir los resultados de una nación que se<br />
hace sentir no por sus contradicciones o su violencia,<br />
sino por los resultados de su trabajo y creatividad.<br />
Algunos autores como Herver Zett, o Raymond Bravo,<br />
Donald N. Wood, entre otros, solo se limitan a escribir<br />
muy buenos libros de textos sobre producción de<br />
televisión, enfocados solo en la parte técnica, exponiendo<br />
planteamientos de cómo aprender y desarrollar<br />
habilidades para dar respuestas dentro de una<br />
producción. Otros autores más teóricos, como Arturo<br />
Agramonte o Guillermo Mastrini, hablan sobre la<br />
globalización de los medios y cómo influyen dentro del<br />
crecimiento social de los países, pero no se exponen<br />
las diferencias y necesidades de poder contar con<br />
canales educativos y culturales que expresen otras<br />
realidades y nos acerquen a nuestra vida diaria.<br />
18-50<br />
Cada guatemalteco, cada persona que desea aportar<br />
y sentir el amor por su tierra, cada medio de difusión,<br />
cada creativo está obligado a esto y no a dedicar su<br />
tiempo a rivalidades, las cuales solo engrandecen el<br />
malestar de muchos y el beneficio de unos pocos.<br />
Démosle a la televisión en Guatemala un nuevo canto<br />
de amor y de esperanza, démosle todas nuestras<br />
capacidades creativas para hacer crecer esa nueva<br />
generación, cual flor perfuma cada rincón de nuestros<br />
hogares con una risa franca y sin odio.<br />
Tomemos estos retos y hagamos realidad nuestra<br />
imaginación al igual que estos soñadores de 18-50. La<br />
competencia no está en las rivalidades o disputas de<br />
los grandes consorcios por tener una supremacía<br />
audiovisual, la competencia está en ser más creativos,<br />
día a día, en dar y reflejar las necesidades de la sociedad,<br />
sus expresiones y sueños, en ser tolerantes y reflexivos<br />
por medio propuestas dirigidas a todo tipo de público.<br />
Ahí están los retos, no importa si contamos o no con<br />
una tecnología de punta, lo que impulsa una buena obra<br />
no es el soporte técnico, sino el soporte humano y en<br />
Guatemala sobra esto último.<br />
Referencias<br />
1. Herbert Zl. ( 2000 ) Televisión Producción Handbok New York. Editorial Wads. wrth<br />
Tubkis Hiing-Belmont California<br />
2. Raymond Bravo ( 1993 ) Producción y dirección de Televisión. Editorial Limusa,<br />
Grupo Noriega, México.<br />
3. Donanld N. Wood ( 2002 ) Producción de Video. Editorial Mc Graw Hill, México.<br />
4. Guillermo Mastrini-Martin Becerra ( 2009 ) Los Monopolios de la Verdad, Editorial<br />
Prometeos Libros, Buenos Aires Argentina.<br />
10