“diplomado discapacidad y sexualidad” 18/ago/2011 - Geishad

SERGIO MENDOZA MUÑOZ
GEISHAD, A.C.
MONOGRAFÍA SOBRE “RESPUESTA SEXUAL INFANTIL”
IRENE TORICES RODARTE
“DIPLOMADO DISCAPACIDAD Y SEXUALIDAD”
18/AGO/2011
Página 1

INTRODUCCIÓN
El presente análisis se trabajará en relación al “Respuesta Sexual Infantil” por
lo que se iniciará con la siguiente hipótesis personal: “Los niños tienen placer
sexual desde que nacen porque son seres humanos”, y el objetivo de la
investigación es “saber si hay o no placer sexual” y dar a conocer el concepto
de niñez, su historia en algunos contextos y aterrizar en nuestro contexto
psicosocio-cultural.
Mi experiencia como maestro de educación especial me ha dado la pauta para
considerar este aspecto en esencia sobre el placer sexual de los niños con o
sin discapacidad para su pleno desarrollo psicosocial. Un factor por el cual se
lucha día a día es el combatir la discriminación y satanización sobre la
sexualidad en todas sus gamas, pareciera ser que no existe sexualidad en la
infancia, por lo que la cultura en la cual nos desarrollamos es muy precaria en
cuanto a este factor, por ejemplo si nos referimos a la cuestión religiosa es con
el cual nos enfrentamos de manera cotidiana y es un dragón de mucho poder y
sistema de control en todas sus esferas haciendo mayor énfasis en este caso
en la sexualidad.
Página 2

INDICE
CONCEPTO DE NIÑO 4
DESARROLLO EVOLUTIVO DE LA SEXUALIDAD 4
EL NIÑO Y SU SEXUALIDAD 5
CONCLUSIÓN 8
BIBLIOGRAFÍA 9
Página 3

CONCEPTO DE NIÑO
Referente a dicho concepto, el infante es el ser pasado, presente y el futuro del
adulto. De esto podemos preguntarnos: ¿qué es un niño Es un sujeto que
siente, desea, se comunica y responde a estímulos, sin olvidar que también
debe ser objeto de investigación y análisis.
Existen pocos registros que suministran información sobre los niños de la
época prehistórica que han constatado que el infanticidio era común. En
Mesopotamia alrededor del año 2100 a.C. se escribió sobre el cuidado de los
niños, la afirmación se hace con base en las descripciones registradas en unas
tablillas de arcilla encontradas después de hacer excavaciones en el área. En
Egipto, en el periodo 1600 a 1450 a.C. fueron escritos tres papiros que mas
tarde se hicieron famosos Ebers, Westea y Brugsh, en ellos se incluían temas
de pediatría y puericultura como lactancia natural y artificial, juego infantil,
relaciones sociales de los niños, circuncisión, etc. Los griegos planearon que
durante la vida, el ser humano pasaba por cuatro edades (niño, adolescente,
adulto y anciano). En otras etapas de la historia del niño, ha tenido tintes
diversos de ver la conceptualización de èste. Y actualmente la mirada del
adulto hacia el niño es muy variada, según la cultura, clase social, pero en
general en el mundo hay interés cada vez mayor (Posada, “El niño sano”, p.
19).
DESARROLLO EVOLUTIVO DE LA SEXUALIDAD
Desde la infancia hasta la vejez ocurren cambios en la sexualidad de la
persona. Conocer cuáles son los aspectos que contribuyen a la conformación
de una sexualidad sana puede facilitarnos la comprensión de las dificultades
que aparecen a lo largo de las etapas vitales en relación a la sexualidad
(Berger, “Psicologìa del Desarrollo”, p. 316).
En la etapa neonatal, la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual
poco diferenciado. A excepción de los órganos sexuales, distintos en cada
sexo, el comportamiento motor y sensorial es semejante en ambos
(http://mural.uv.es/majoan/Grupo2RespuestaSexualHumana.pdf).
En la primera infancia se establecen unos vínculos de afecto con los referentes
más próximos. Éstos generan sentimientos de protección y se comunican de
forma íntima (contacto corporal), proporcionando seguridad y estima hacia uno
mismo. También se aprende a reconocer y a expresar emociones. Hay
estudios que demuestran que déficits en la vinculación afectiva traen como
consecuencia déficits en la sexualidad.
Desde los 2 a los 6 años, hay una serie de cambios fundamentales (motores e
intelectuales) para el desarrollo en general y que tendrán un significado
especial para el desarrollo de la sexualidad. Comienzan las actividades
autoexploratorias y autoestimulatorias que pueden generar angustia en los
mayores y provocar reacciones reprobatorias hacia el menor si no se
contemplan como naturales. No se deben juzgar ni intentar corregir. En esta
etapa tiene una especial importancia el proceso de identificación e imitación de
Página 4

modelos de conducta sexual, que comienzan a definir las actitudes ante la
sexualidad y los modos de relacionarse en los planos eróticos y afectivos.
De los 7 a los 10 años el niño y la niña son más autónomos, se manejan mejor
en el mundo real y conocen su identidad sexual. Se reafirman en lo que
conocen por observación de la conducta de los adultos; son conscientes de las
sensaciones físicas y emocionales asociadas al contacto y la cercanía física;
experimentan la excitación sexual y la relación afectivo-sexual con su grupo de
iguales. Por ello, las actitudes de reprobación o castigo por su curiosidad
pueden tener una influencia negativa en el desarrollo posterior holìstico de la
persona. La falta de respuestas ante dudas sexuales convierte a lo sexual en lo
prohibido. Es conveniente una buena información sexual, animando a hablar de
la sexualidad cuando se crea preciso (Perinat, Adolfo, “Psicología del
Desarrollo”, p. 19).
EL NIÑO Y SU SEXUALIDAD
Se hicieron preguntas a algunos maestros para hacer un sondeo en relación a
qué tanto saben sobre si los niños siente placer sexual y de diez a los cuales
seis dijeron que no sienten y con eso me di cuenta que falta mayor difusión, ya
que caemos en mitos y prejuicios, porque tres respuestas que me llamaron la
atención iniciaron con la palabra: “creo, nunca me he puesto a pensar en eso y
ni idea”. Aunque sean pequeños, los niños como los adultos también son seres
sexuales y también como cualquier adulto están ansiosos de encontrar el
placer.
La sexualidad del niño es rica, viva y altamente estimulante para su desarrollo.
Todo niño accede desde los primeros instantes de su vida a un complejo
mundo de placeres sensuales que son explorados, vividos directamente y
libremente sin otros impedimentos que los que imponga la educación recibida.
Es muy importante entonces orientarlos adecuadamente basándose en la
información sobre cómo se va desarrollando la sexualidad en el niño y ahí se
encuentra la diferencia entre ser un padre que apoya a otro que limita, crea
culpas y frustraciones
(http://www.peques.com.mx/el_nino_y_su_sexualidad.htm).
Desde el nacimiento hasta aproximadamente el año y medio la fuente de placer
sexual del niño está relacionado con lo oral, en conductas como: mamar,
chupar, llevarse todo a la boca (prolonga su búsqueda) y la ingestión; cuando
los abrazan sobre todo si esa persona es mamá, así como cuando el niño atrae
objetos suaves como peluches, cobijas y almohadas.
Entre el año y medio y dos, una parte del placer sexual infantil se establece en
el control de esfínteres; dándole placer la expulsión o retención primero anal y
luego uretral, sin dejar de lado que también es en esta etapa cuando comienza
a tocarse sus genitales. Los niños muestran su interés por los excrementos,
Página 5

tratan e jugar con ellos, retienen sus defecaciones, aprenden rápidamente la
fisiología de la excreción.
Durante La fase anal, el niño tiene la idea de que los excrementos son un
regalo el cual ofrece como prueba de amor.
En esta fase es muy importante que los padres no presionen tanto a los niños
para enseñarlos a ir al baño, ya que lo único que lograrán es que no renuncie a
su debido tiempo a la fantasía de este regalo, y entonces lo retenga o se
ensucie como una forma de castigo sobre todo hacia su madre o quien lo
cuide. Si los adultos no violentan esta situación el niño finalmente comprenderá
que es un producto de desecho. El final de la fase anal llega más o menos a los
tres años.
Después de los tres años, los niños se enfocarán todavía más en tocarse sus
genitales. En esta etapa comienzan con el logro de su identidad sexual, es por
eso que los niños tratan de orinar como las niñas y viceversa.
A los cuatro años tiene mayor curiosidad por la diferencia de genitales y busca
la comparación de él con otros niños y adultos.
Les llama mucho la atención la desnudez y querrán tocar a los padres cuando
se bañen juntos; desde luego en esta etapa comienzan las incómodas
preguntas para los padres como por ejemplo ¿por qué yo no tengo lo mismo
que papá o hermano, ¿por qué los pechos de mamá son diferentes a los de
papá, ¿por qué tú tienes bellos y yo no, etc.
Aquí lo importante es que los padres no se escamen y alteren, sino que
respondan de manera natural y clara a los cuestionamientos de sus hijos, y
para eso deben informarse antes y después para así estar conscientes y
preparados.
Entre los cinco y seis años de edad se activan los juegos sexuales entre niñas
y niños manipulándose sus genitales, dándose probablemente los juegos
orogenitales, así como también la imitación de posturas sexuales.
Se dice que tal vez esta etapa junto con la de la pubertad son los momentos en
los que los padres deben ser más pacientes y comprensivos con sus hijos,
debido a que se encuentran tremendamente inestables.
Entre los siete y los ocho años se comienzan a definir sus límites, se
establecen las diferencias de sexo y los niños comienzan a jugar con los de su
mismo sexo. Aunque se sigue manteniendo el placer por el contacto físico.
A los nueve años el niño percibe que el sexo está rodeado de secretos, cosas
que aún no entiende y que expresa sólo en susurros a sus "mejores amigos".
Se inicia la masturbación que a veces es grupal así como también los juegos
para demostrar la capacidad sexual, probablemente en esta etapa hacen su
aparición las revistas pornográficas.
Página 6

Con esta breve información no quiere decir que descuide al niño o lo deje
porque ya sabe lo que va a pasar, sino al contrario que este al pendiente sin
necesidad de hacerlo sentir culpable o sucio; acérquese a sus hijos y platique
con ellos sobre sus dudas e inquietudes, siempre será mucho mejor que esas
dudas las exprese y le sean aclaras en casa y no fuera de ella.
A los diez años de edad por el desconocimiento que aún tiene sobre la
anatomía del sexo opuesto, así como también la actitud sincera y
despreocupada que presenta ante el placer, comienzan a darse los clásicos
juegos de mamá, papá o el doctor y por otro lado los primeros noviazgos, que
solamente se basan en abrazos, besos y caricias.
Continúa posteriormente hasta los doce años la fase de latencia, incluso desde
los seis años en que los impulsos placenteros sexuales pierden intensidad.
Aquí, la teoría psicoanalítica sitúa uno de los conflictos clásicos que afectan a
la sexualidad en desarrollo, conocido como el Complejo de Edipo visto
anteriormente (Perinat, Adolfo, “Psicología del Desarrollo”, pp. 295-296).
Es importante que en esta etapa los padres se sientan tranquilos antes los
primeros pasos de sus hijos en la relaciones amorosas que nada tienen de
peligrosas o prematuras, sino por el contrario, son una prueba para las
situaciones que van a producirse en la pubertad y adolescencia.
Página 7

CONCLUSIÓN
A manera de conclusión podemos decir que a partir de la hipótesis inicial
podemos decir que a lo largo del presente análisis podemos darnos cuenta que
el niño tiene sexualidad y debe poder disfrutarla de todas las formas que
permita la sensualidad, por lo tanto debe aceptarlo sin ver en ello nada
peligroso o reprobable, debemos como sociedad abrir nuestras mentes y evitar
así culpas, abusos y extremos; de tal manera que le procuremos un buen
desarrollo integral al niño.
Hablar con los niños sobre su sexualidad es importante no nos debe atemorizar
o sentir vergüenza, debemos usar nuestras estrategias mas importantes como
la información, la confianza, el respeto, los valores gradualmente.
Nuestra cultura nos ha enseñado a vivir una sexualidad prohibida, es decir,
vivimos con prejuicios calculados y con conjeturas ya dadas por hecho.
Se puede afirmar que la sexualidad en todas las edades se deberá
experimentar placer de acuerdo a la madurez del desarrollo propio periodo de
edad que se esté viviendo.
Podemos decir que el factor psicológico y socio-afectivo tiene gran importancia
para desenvolverse en la situación sexual del infante y finalmente todos los
niños presentan sexualidad viéndola hasta un punto agresiva o malévola
(complejo de Edipo y de Elektra) y pasando por varias etapas aunque muchas
veces no se terminan en la etapa infantil y por eso hay conflictos emocionales
en la adultez.
Página 8

BIBLIOGRAFÍA
DESARROLLO HUMANO, Diane, E. Papalia, Mc Graw Hill, 2010
DESARROLLO PSICOLÓGICO, Grace J. Craig, PEARSON, Prentice Hall,
2006
PERINAT, Adolfo. “Psicología del Desarrollo”, p. 19, ed. EDHASA, 2008
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO, Peronat, Adolfo, 1998.
http://mural.uv.es/majoan/Grupo2RespuestaSexualHumana.pdf
http://www.peques.com.mx/el_nino_y_su_sexualidad.htm
Página 9