Lafourcade, Enrique - Una Belleza Nueva

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TRADUCCIÓN ENTREVISTA A ENRIQUE LAFOURCADE
Esta entrevista al escritor chileno Enrique Lafourcade, fue grabada en Santiago de Chile.
Junio, 2003.
Agradecemos la transcripción de esta entrevista a Ignacio Vega Nelson.
C.W.
Hay un hermoso poema de Jorge Teillier que es uno de mis poemas
favoritos, que se llama Despedida, él dice:
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Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.
Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.
Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.
Me despido de las virtudes y las gracias del planeta:
los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.
Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.
Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo

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cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.
Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
–la sal y el agua
de mis días sin objeto—
y me despido de estos poemas:
palabras, palabras –un poco de aire
movido por los labios—
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.
Y quise partir leyendo este poema de Jorge Teillier porque creo que su
espíritu estará presente en esta conversación puesto que el invitado es
Enrique Lafourcade, escritor chileno, amigo de Teillier, amigo de tantos
amigos que partieron y se despidieron algunos, otros no y a quien le
agradezco su presencia aquí, en esta conversación…
E.L.
Si hay algunos que se fueron sin despedirse, muy mal educados ah, no han
llamado por teléfono, nada. Curiosamente acabo de escribir una crónica sobre
Tellier y Gardel, porque el veinticuatro de junio pasado fue la muerte, aniversario
de la muerte de Gardel y del nacimiento de Teillier.
C.W.
¿Y que tiene en común Teillier con Gardel
E.L
La memoria, el tono de la memoria, el modo cómo los dos, de alguna manera,
enfrentan la nostalgia como una experiencia absolutamente esencial de la vida.
Yo creo que Teillier ya cuando tenía dos meses de edad, ya estaba nostálgico. Él,
yo no diría que la nostalgia en él fue algo teatral, una escenificación de su vida,
por el contrario, la nostalgia era su modo de respirar, todo era pasado, tenía
sospechas del presente en el sentido de que pudiera ser pasado disfrazado de
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presente. Ese tono lo llevó obviamente a identificarse con los poetas de la
nostalgia, había tres por lo menos que lo marcaron muy fuerte: Rilke, otro poeta
con un nombre como de crujido de puerta, que se llamaba Trakl.
C.W.
¡Jajajaja! George Trakl…
E.L.
¡Qué nombre! ¿Qué apellido para un poeta ah...una cosa espantosa.
C.W.
Pero es un estupendo poeta.
E.L.
Claro, muy buen poeta… otro que le interesó muchísimo también y lo tradujo del
francés por supuesto es Esénin.
C.W.
Ah… el ruso claro.
E.L.
Y el último… no, el último cronológicamente fue Rimbaud, ahí estaban las furias y
las penas de un poeta, pero sobre todo las penas que en Teillier se alzaron a
categoría de nostalgia… en una protesta secreta.
C.W.
Ahora Enrique, este poema es una despedida, yo no partí diciendo que esto
vaya a ser una despedida sino que vamos a ir haciendo como un resumen,
pero si usted tuviera que despedirse ¿qué colocaría en su despedida
E.L.
Nada, absolutamente nada.
C.W.
¿Nada
E.L.
Un estornudo a lo mejor.
C.W.
¡Jajaja!
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E.L.
No haría teatro, para qué hacer teatro ¿cierto Una tontera es hacer teatro…había
una abuela mía que decía… muy vieja… que decía, había llegado ya a los
noventa años, y decía cuando la encontraban tan bien que estaba… decía: “es
una tontera morirse” decía. Estuve recién con doña Isolina Barraza ¿ah, Isolina
Barraza vive en Vicuña, en su casa de Vicuña, siempre ha vivido ahí y justamente
traje esta foto para mostrarla…no sé si se ve bien esta foto aquí… ¿cómo
está…acerquen la cámara…
C.W.
Ahí está, impecable, qué hermosa mujer…
E.L.
Doña Isolina me recibió en su casa y me dijo así con gran orgullo que había
cumplido cien años, aquí está de cien años hace quince o veinte días atrás…ella
tiene su casa en Vicuña y la casa es un verdadero museo, un templo a la memoria
de Gabriela Mistral y… y también a su propia vida, ella escribe versos, Doña
Isolina ha publicado unos tres o cuatro libros pero no se los quiere mostrar a nadie
porque dice: “cómo puedo yo siquiera exhibir un libro mío de versos después de
haber leído toda la vida a la Mistral y conocer y admirar a la Mistral”, entonces la
edad mayor deja la creatividad muchas veces intacta y en otras oportunidades la
exacerba.
C.W.
Ahá, todo lo contrario a lo que uno pudiera creer. Ahora, hemos partido con
poetas, usted citó a la Gabriela Mistral y me da la impresión, siendo usted
narrador, que la poesía, el espíritu poético y los poetas chilenos han sido
sus grandes compañeros y la poesía atraviesa de alguna manera como tema
y como obsesión toda su obra y su vida ¿por qué
E.L.
Bueno es que es lo mismo ah, es lo mismo la prosa y la poesía, se tocan, se
abrazan, se interpenetran…y los grandes escritores, tome usted la prosa de
Marcel Proust o de Joseph Conrad ¿mh donde hay prosa funcional, en Conrad
especialmente y poesía particularmente en Proust, pero Proust no se sentía poeta,
él se sentía prosista o más bien un cronista, un cronista lírico en algún sentido
mm, entonces hay una interpenetración perfecta, el novelista tiene momentos en
que dice voy a trabajar esta situación, esta escena de otro modo… por ejemplo, en
vez de decir “caí el sol aceleradamente y llenó de colores la naturaleza” con cuatro
líneas o tres líneas, el desarrolla diez o quince líneas dentro de una novela y da
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eso que hacen los poetas, da las palabras exactas, da con las palabras exactas
para “hacer” la realidad del crepúsculo, “no cantes, hazlo ver” como dice Huidobro,
no cantes a la lluvia, hazlo ver, el gran poeta hace llover…
C.W.
Ahora, el chico Molina, su amigo, decía que la novela era la poesía de los
tontos ¿Qué piensa usted de esa definición
E.L.
Decía tantas cosas Molina ¿ah…
C.W.
¡Jajaja!
E.L.
Evidentemente él trabajó la contradicción de forma espléndida, fue un gran
discípulo de Huidobro, lo siguió en muchas cosas. Molina a pesar de que la poesía
para él era su primera tentación, él trato de escribir prosa varias veces… como no
le resultaba todo, usurpaba, fue un maravilloso usurpador de prosas ajenas, es tan
conocida la historia del... del lobo estepario, de Demian…
C.W.
Pero es bonito que la cuente porque quizá alguien no la conoce, es una
historia magnífica…la del chico Molina…
E.L
Es notable la historia de Molina…Hesse era virtualmente desconocido en Chile…
aparece El Lobo Estepario en la edición francesa, Molina se la consigue no sé
cómo, con alguien que se la trae de Paris… no estaba ni siquiera en la Librería
Francesa ni en el Instituto Chileno Francés. Entonces Molina que leía francés un
poco, a salto de mata pero leía, se maravilla con esto, empieza a traducir así en
secreto esto, traduce dos capítulos y convoca a sus amigos del Forestal, de la
tertulia, de la peña del Forestal donde estaba su tío Enrique Lihn, entre otros,
Jodorowski, muchos escritores que usted ha entrevistado en este programa, los
convoca para que escuchen los dos primeros capítulos de su gran obra en la cual
ha trabajado durante… diez años que se llama El Gran Taimado. Y la
escuchamos nosotros, Molina le pide a Luis Oyarzún que lea porque él dijo: “yo
leo muy mal Luchito” le dice “y además me emociono, me pongo a llorar así que
lee tú” y Lucho lee. Lucho era un gran lector en altavoz, un gran lector, lee los dos
capítulos que eran sorprendentemente buenos, extraordinariamente y lo
felicitamos y todo y Molina decía: “¡No, lo que viene!” decía, “Lo que viene va a ser
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lo importante, ¡si esto no es nada!”, ¡Qué sé yo! Entonces Lucho dice esto: “Hay
que escribir sobre esto, si esto es un acontecimiento, esto es algo importante en la
literatura chilena”. Entonces esa misma tarde lo celebramos con una comida en el
Club Alemán de Canto, una parte del grupo que estaba ahí, debajo del tilo del
Forestal…y lo seguimos celebrando, al día siguiente hubo un almuerzo no sé
dónde porque era… por fin Molina daba…
C.W.
A luz
(risas)
E.L:
A luz un libro concreto, no los libros que estaba soñando, aquí había los dos
capítulos magistrales de El Gran Taimado, se sigue durante una semana la
celebración, entonces Lucho que era una ardilla, pasa como un mes o poco más y
muy celebrado muy, muy… se hablaba incluso de darle un premio literario no sé
qué y Molina aceptaba todos los homenajes, entonces como al mes Lucho en una
revista francesa lee estos dos capítulos en francés y se entera que el libro era de
Hermann Hesse y que había aparecido en Francia, en francés…
C.W.
Qué personaje más extraordinario el chico Molina… es un personaje que
está presente además en su obra, por ejemplo en esta novela, que a mí me
gustó mucho Enrique, Frecuencia Modulada, una novela que no estaba en mi
horizonte y creo que es una de las buenas novelas que se han escrito en
Chile, es una novela muy viva, muy palpitante y que va mostrando distintos
mundos, mundo de un Santiago de la década del sesenta ¿cincuenta,
¿sesenta
E.L.
Por ahí, sesenta sí.
C.W.
Donde vemos aparecer los poetas, aparece Eduardo Anguita creo que lo
descubrí por ahí…
E.L.
Anguita si…
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C.W.
El chico Molina, está también el mundo del lumpen, está el mundo de los
espartacos, es una novela de amor también, es una bellísima novela sobre la
ciudad de Santiago
E.L.
Muchas gracias.
C.W.
Y aquí uno de los personajes fundamentales es el chico Molina que usted lo
llama aquí Pin… ¿no Pinky
E.L.
Pinky.
C.W.
Pinky, Pinky, si… ¿A qué arquetipo ¿Por qué digamos ¿qué arquetipo
representa el chico Molina Es como el loco que ha existido siempre en
Chile, el loco de la familia, el extravagante, el dandy, el duende. ¿Quién fue
Alguien que habitó poéticamente, que a lo mejor no escribió poemas ¿pero
que habitó poéticamente ¿Qué arquetipos hay detrás de él
E.L:
Habitó poéticamente el mundo y enseñó a habitar poéticamente el mundo, bueno
él fue el gran mentiroso, el gran fabulador, el gran soñador. Él hizo suyos los
versos de Teófilo Cid, me parece que es Teófilo Cid cuando escribe esos versos
espléndidos que dicen: “He soñado tanto y tanto que ya no estoy aquí”.
C.W.
Qué hermoso verso, tremendo verso, lo voy a copiar, lo vamos a plagiar
(risas)
E.L.
“He soñado tanto y tanto que ya no estoy aquí”, plágielo… Entonces la historia de
Molina culmina cuando Luis Oyarzún decide llamarlo al orden en el Forestal, lo
llama al orden y Molina se defiende… le baja un ataque de furia, dice que eso es
un test cultural, un test cultural para probar la ignorancia de estos chilenitos, decía.
Él era muy despreciativo con los chilenitos que no conocían París, porque a él lo
había paseado su mamá cuando tenía dos meses o tres meses por Champs
Elysees y… qué sé yo y… no podía él dialogar con estos chilenitos que no sabían
francés que no sabían nada. Entonces, de todas maneras Lucho le dedica un…
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inmediatamente le dedica un artículo en El Mercurio al nuevo libro de Hermann
Hesse y le dedica unas líneas a Molina y Molina estaba enfurecido con esto y…
bueno esa fue la historia. Ese fue el comienzo de las aventuras de Molina en la
literatura, en un nuevo género que había descubierto literario, que era el del
plagio.
C.W.
Esta novela, hablemos de Frecuencia Modulada… es una novela que…
tenemos imágenes del Parque Forestal, hay un recorrido por las calles, por
los lugares secretos, por los bares, que ya han desaparecido prácticamente
de la ciudad de Santiago y hay una vida muy palpitante muy hiperkinética,
muy viva de personajes llenos de energía, delirantes…
E.L.
¿Ahí sale Rosario perdón
C.W.
Ahí sale Rosario, sí, ahí sale Rosario, ¿quién fue Rosario este personaje
lumpesco…
E.L.
Manuel Rojas, Manuel Rojas
C.W.
¡Manuel Rojas es Rosario!
E.L.
Bueno, no era…
C.W.
Pero tiene mucho que ver con Rosario.
E.L.
Es la base, la base física, acuérdese que era enorme Rosario, el silencio también
¿ah, su culto al silencio y su culto a la amistad y al caminar, es una novela donde
se camina mucho por Santiago ¿ah Entonces yo mezclé, bueno, un escritor
siempre hace eso, es una receta que aplican, no será receta tal vez pero lo han
hecho, lo han repetido muchas veces, tomar de la realidad personajes que uno
conoce y transfigurarlos, mejorarlos y con ellos ir armando una ficción. Entonces
Manuel Rojas no era especialmente amigo de Molina pero aquí para estos efectos
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sí lo fue. Creo que aparece un jorobadito ahí, el jorobadito Palomera, ese existía
en mi barrio, mi barrio plateado con la luna de Santa Isabel…
C.W.
¡Ahá!
E.L.
En ese barrio existía el jorobadito Palomera…
C.W.
De alguna manera es una novela bastante autobiográfica, el protagonista
vive en Santa Isabel, ¿no es cierto
E.L.
Sí.
C.W.
Y es una mezcla entre este mundo poético, este mundo lumpesco y ese
cruce de esos mundos distintos, el mundo poético y el mundo popular
pareciera ser uno de los ejes de su propia narrativa ¿no
E.L.
Lo es, lo es porque bueno, yo siento de repente el olor de la verdadera vida, lo
contrario de los automatismos vitales. La vida imaginativa, la vida lúdica, la vida de
penumbras, crepuscular o nocturna, la vida de la fiesta mezclada con la vida del
dolor, la nostalgia todo eso se encuentra, siempre se ha encontrado. La fuente
básica de creación artística de los escritores, generalmente ha estado en el
pueblo, en los estratos bajos, en la lucha por la vida. La lucha por la vida le
permite al escritor proveerse de materias primas para hacer la lucha por la
literatura. Y ese mundo me ha interesado muchísimo y los contrastes, contrastar
eso con los… con los exquisitos, los elegidos, los ricos…¿ah las pobres gentes
con los ricos, en fin, ahí está, en esas tensiones está tal vez algo del espíritu que
mueve al ser humano.
C.W.
Y al mismo hay una historia de amor… de idealización…de amor ideal, de
amor romántico ¿no es cierto Voy a leer un fragmento: “Alicia llegó
corriendo, llegaste corriendo Alicia, el puente en arco, el puente de Santa
María, te hacía caer, frenar tus pasos…”
E.L.
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Colorín colorado ¿ah
C.W.
“Primero, fue una huella rubia que flotaba una nube de oro entre las
púrpuras de la tarde, ases de color, suntuosos corpúsculos, una abstracción
plena en el medio de las sanguinolentas suavidades del verano… pronto,
cabellos, indicios, resplandores, voz…”
E.L.
Esos son mis… mis raptos poéticos, líricos ¿ah la Alicia es inventada, está
obviamente basada en la Alicia
C.W.
De Carrol.
E.L.
De Carrol claro, incluso en la trama hay aproximaciones al libro de Carrol… está el
coneji… el ¿cómo se llama el relojero loco por ejemplo creo que está, hay dos o
tres personajes, no sé si está ¿hay un gato ahí parece no ya no me acuerdo
¿ah
C.W.
Del gato no me acuerdo.
E.L.
No son tantas…a lo mejor ya se fue el gato…
C.W.
Si me acuerdo que el personaje tomaba te en una tasa de te esperándola en
un lugar…
E.L.
El relojero…
C.W.
¿El lugar estaba en el Parque Forestal
E.L.
Emm… sí, con todos sus… en el Japonés.
C.W.
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¿En el Parque Japonés, del cerro Santa Lucía
E.L.
El Parque Japonés y el Colorín Colorado era… un cafecito que había donde está
ahora el Centro Cultural Providencia, el café literario de Providencia, ahí estaba.
Esa es la ubicación exacta de una parte de la novela, donde se produjo también
ese puente que hicieron después, entonces ahí yo situé el escenario pero también
para efectos de no fatigar al lector con el mismo escenario, corría la trama al
Parque Forestal
C.W.
Ahora, usted es conocido en Chile como el polemista, el hombre irónico, el
que es capaz de mostrar estos submundos con un sentido del humor, estas
fiestas pero, pero es un tremendo romántico Existen en Lafourcade esos
dos, el romántico… cercano un poco al Gran Meaulnes que nos sumerge en
esa atmósfera… y el narrador que es capaz de meterse, sumergirse en el
bajo mundo…
E.L.
Sin duda, sin duda que existen… entre otros seres que existen ahí, por ejemplo en
este libro…
C.W.
Las Señales van hacia el Sur
E.L.
Existe la huella inequívoca de Alain Fournier, este es una especie de Gran
Meaulnes en Chile, en el sur de Chile mezclado con California… esto está basado
en… yo tomo como partida, no es que ande haciendo biografías de nadie, como
partida tomo experiencias reales, de amigos, por ejemplo aquí el personaje
principal es Mario Espinoza.
C.W.
Ese es David.
E.L.
Ese es David o podría ser David.
C.W.
¿Quién fue Mario Espinoza
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E.L.
Ornamentado, transformado, transfigurado por supuesto… Mario Espinoza fue una
especie de…de David, David fue una especie de… de Agustín Meaulnes.
C.W.
Y de Sinclair de Hesse también ¿ah
E.L.
Y también, sí… un desesperado al que no le interesaba especialmente la
literatura, sino la experiencia vital…él quería vivir la vida con esplendor… con
poesía, con amor y la vida obviamente para él no estaba en Puerto Montt donde
nació, no estaba en Santiago ni en la bohemia de los cafés de Santiago donde
anduvo, no estaba en la generación del 50 y del Forestal, generación que integró,
que ayudó a desarrollar en la primera etapa en que esa generación era tal
generación, después ya se desarmó entera y… y se descubrió de que nadie
pertenece a una generación, si eso es una tontería ¿ah Entonces salió a recorrer
el mundo ¿ah, así como la canción de la Violeta Parra: “Porque ese era mi
destino” ¿te acuerdas... na cosa así… Se fue a París, vivió las mil y una en París,
después se fue por Europa, distintos países de Europa, después terminó en
California, terminó en Sausalito, San Francisco, con los hippies, con los beatniks
especialmente, específicamente con los beatniks, se hizo amigo de varios de ellos,
en la última época fue envuelto en las drogas, para ser más beatnik que nadie
supongo, y murió en el desierto en un campamento de hippies y de beatniks…
Exactamente ese campamento estaba en el estado de California casi al llegar a
Nevada en un lugar que se llama el Valle de la Muerte, Death Valley, ahí murió
Mario Espinoza. Lo encontraron en una silla de playa, todo es bastante increíble,
surrealismo puro, yo eso lo supe mucho después… creo que lo digo ahí…sí lo
digo… en una silla de playa como si hubiera salido a tomar sol al desierto de la
muerte donde se producen las temperaturas más altas del mundo debido al sol
¿ah entonces murió devorado por el sol… Entonces toda esta cosa me dio
vueltas durante algunos años y dije: ¡Tate! igual que el chico Molina éste es un
detonante de historias, de mentiras, el escritor es un mentiroso, yo hago plena…
doy plena fe a esa afirmación de Jean Paul Sartre cuando declara, dice: “El más
grande mentiroso que existe en el mundo es el escritor” porque dice: “Está
lloviendo afuera” y uno mira y no está lloviendo afuera.
C.W.
Pero esa es la idea que plantea también Vargas Llosa cuando habla de la
verdad de las mentiras, ¿qué piensa usted de esa verdad de las mentiras…
no, no me hable de Vargas Llosa, hábleme del concepto ¡jajaja! se va a tirar
en picada
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(risas)
E.L.
No, acabo de estar con Mario, no que había leído a Sartre nomás, porque Sartre lo
dijo como veinte años antes ¿ah… no hay la menor duda de que la realidad tal
cual, tal como la quieren los historiadores… es poca cosa y que el escritor, el gran
escritor, el gran poeta que necesita embellecer la vida, embellecer la realidad que
es el escenario de la vida hermosa, se ve obligado a inventarla o a mejorarla, la
cosmetiza.
C.W.
Y será porque la realidad es un poco insoportable, Rimbaud hablaba de la
“realidad rugosa”.
E.L.
Claro, porque la realidad es… puede ser… puede llegar a ser irrespirable,
irrespirable… llevar al suicidio a seres sensibles, hay seres que…
afortunadamente yo no he tenido esa sensibilidad porque, me habría pegado un
tiro hace mucho tiempo.
C.W.
¿No la ha tenido yo creo que la tiene en extremo quizás acorazada ¿ah
E.L.
La tengo controladita, domesticada, sensibilidad domesticada pero… y esa
fue la historia de Mario, no se suicidó, se descuidó tomando sol en exceso…
C.W.
¿Por qué, se fija que Chile Enrique, usted sabe muy bien captar eso en sus
libros, Chile es un país tan alejado, tan extraño, tan… siempre ha sido ahora
quizás ya no tanto, tan insular, tan calmado, tan… de gente de pocas
palabras que produce estos personajes extremos, locos, el Marqués de
Cuevas, el chico Molina…
E.L.
Pero si… en todos lados…
C.W.
¿De dónde vienen esos personajes excesivos y desbordados digamos
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E.L.
Hay algunos chilenos nacionalistas que creen que viene del pueblo chileno, de la
esencia del pueblo chileno, ignorando que Chile es un mestizaje reciente y que
tiene muy poca antigüedad. Somos todos mestizos ¿ah De las mezclas supongo
vendrá… de alemanes con mapuches, de griegos con árabes, de irlandeses con
italianos… qué sé yo…mezclas, mezclas y los barrios, los viejos barrios que van
ayudando a mezclar… a mezclar esto que no se puede hablar de raza chilena, es
una tontería eso…
C.W.
De ahí viene Nicolás Palacios.
E.L.
Claro…
C.W.
No existe la raza chilena.
E.L.
De seres viviendo en un territorio bastante áspero, desde un punto de vista físico
es una cornisa, es un plano inclinado de norte a sur, desde Arica hasta Punta
Arenas es un plano inclinado que tiene una media… yo acabo de estar en el
Instituto Geográfico Militar y me mostraron unos mapas de Chile muy perfectos
que ellos hacen, entonces les dije: “Bueno ¿cuál es el término medio de anchura
de Chile, cuál es el ancho de Chile como término medio” Ochenta kilómetros… y
el largo son miles de kilómetros… entonces en ochenta kilómetros se baja de… la
altura máxima será ¿cuánto cerca de siete mil metros…
C.W.
Sí.
E.L.
De siete mil metros al nivel del mar en ochenta kilómetros, entonces ¿qué
tenemos aquí Tenemos un tobogán, un tobogán de miles de kilómetros y ahí
están los valles, los vallecitos, las parcelitas de agrado, las lagunas, los lagos
¿qué se yo Entonces, en ese territorio es donde se establecieron los mapuches y
las otras etnias de norte a sur y donde llegaron los españoles, llegaron los
inmigrantes y ahí es donde estamos… así como tratando de no caernos al mar tal
como dicen ¿ah “Te arde la frente y por los pies tiritas” le dijo un español a Chile
“Te arde la frente y por los pies tiritas”.
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C.W.
Qué bonito.
E.L.
Y en otro verso dice: “Y Dios en su misericordia… infinita tal vez… infinita, te está
remeciendo las entrañas” porque justamente a todo ese paisaje o descripción de
un paisaje, nada muy excepcional se agrega el elemento sísmico, esta cornisa es
sísmica, este plano inclinado es sísmico, se pasa remeciendo… eso determinó
que Jodorowsky por ejemplo que es muy nervioso decidiera emigrar ¿ah
C.W.
(risas)
E.L.
Vamos a hablar de Jodorowsky… quiero agradecerle públicamente a Alejandro en
este programa su mención que hizo… en fin, de mi persona… él fue muy
generoso al calificarme de… ¿de qué me calificó de bueno parece
(risas)
C.W.
Sí, de bueno, de que era muy bueno porque hubo una parte del público en
una conversación que tuvimos con público, un público que pifió y él
inmediatamente hizo un elogio, un panegírico de su amigo
E.L.
Alejandro por ejemplo no podía resistir, decía que había unas vibraciones, unas
cosas que no eran sólo los terremotos, que la gente vibraba, que la gente andaba
con un terremoto adentro y que trataba de meterlo en ese terremoto ¿ah
C.W
¿Vivimos quizás, como diría Kierkegaard, entre el temor y el temblor
E.L.
Temor y temblor en muchos aspectos, en muchos aspectos, especialmente gente
cuya vida es totalmente… tubo digestivo ¿ah entonces, que es la mayoría de los
chilenos, tubo digestivo y equipo de reproducción sexual y estas tonterías que les
ha dado ahora a mucha gente de creer que únicamente la digestión y la cópula
son las razones básicas de la vida, y usted ve cómo está el país, con todos los
programas de la televisión, bueno, entonces…
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C.W.
Pero ¿qué le falta es espíritu, es capacidad espiritual, capacidad de volar,
de soñar, porque en sus novelas está lleno de cópula y también de comida y
de placeres y de fiestas y de… hay una parte de Lafourcade bien vital y
bien…
E.L.
Por supuesto, no yo no le hago asco a la comida ni…
C.W.
Ni a la cópula
(risas)
E.L.
Ni a la cópula del amor, la otra no, la cópula prostituta y… la mujer arrendada no
me interesa para nada, absolutamente me parece una idiotez para animalitos,
para perritos ¿ah Entonces el país hace que los intelectuales, los sensibles en
algún sentido necesiten de pronto… la necesidad de escapar… para regresar tal
vez ¿ah, el hijo pródigo, “¿Qué hay al otro lado ¿al otro lado ¿qué hay al otro
lado” dice Huidobro ¿ah, pasaba viajando a París, ya debió haber sabido lo que
había al otro lado ¿ah
(risas)
C.W.
(risas)
E.L.
Un monumento al mar ¿ah se vuelve loco… y lo que le pasó a Alejandro también
y lo que le pasó a tanta gente ¿ah
C.W.
Enrique Lihn dijo: “Nunca salí del horroroso Chile”… usted nunca ha salido
de Chile, hay una opción ahí. Hay otros escritores que se van, narradores,
parece que los poetas se quedan más y los narradores… ¿Por qué no ha
salido nunca de Chile y si está de acuerdo con esa afirmación de…
E.L.
No, yo he salido no.
C.W.
Pero no ha salido de irse, de radicarse definitivamente…
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E.L.
Bueno, estuve siete años en Estados Unidos ¿ah ¿es un tiempo, cierto estuve
casi dos años en París ¿mh, esas fueron mis largas estadías, trabajando claro,
haciendo cosas y tratando de encontrar un aire respirable y sobre todo intentando
desafíos… desafíos intelectuales, artísticos mayores, quería ver museos, quería
ver ruinas, quería conocer otra gente, intentar hablar en otros idiomas, toda esa
cosa que es la segunda educación primaria donde no se dan exámenes pero que
es fundamental moverse un poco por el mundo. Oiga, todos los seres humanos
deberían andar dando vueltas por el mundo…
C.W.
Enrique, en esta novela Las Señales van hacia el Sur aparece nombrada una
suerte de isla o lugar mágico que se llama Rananín.
E.L.
Rananín, claro…
C.W.
Que encontré además en otra novela suya muy delirante de la que vamos a
hablar, una novela dostoievskiana, pero que ocurre en Chile en la década del
setenta, que se llama Variaciones sobre…
E.L.
… el tema de Nastasia Filíppovna y el Príncipe Mishkin …
C.W
Una novela loquísima… vamos a hablar de ello… ¿qué es lo que es Rananín
y además, usted le coloca en un sello editorial propio Rananín, parece que
aquí hay secreto de Lafourcade ¿qué es lo que es ¿una utopía ¿la isla de
los bienaventurados ¿qué es lo que es
E.L
Sí, Rananín fue un invento que armó D.H. Lawrence con la Katherine Mansfield,
su mujer… no la mujer era la otra, -la Mansfield era casada con Middleton Murry
que era un crítico literario inglés-, a mujer de Lawrence era la von Richthofe…
tenían un grupo ellos, a este grupo incluso perteneció Aldous Huxley… Se iban a
vivir a lugares hermosos, con muy poca plata porque nadie tenía plata, entonces
los lugares hermosos estaban generalmente orillando el Mediterráneo, iban a
Florencia a vivir porque era una de las ciudades más baratas del mundo, de
Europa por lo menos… entonces Lawrence con Huxley con sus respectivas
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mujeres y la Mansfield también con su esposo, gustaban mucho de estas
comunidades y vivieron siete años en Florencia, en algún momento… regresaban
a Inglaterra donde tenían unas ladies que los protegían y les daban libras ¿ah la
Ottoline Morrell fue una de las ladies que proveía de libras… con una o dos libras
podían vivir un mes en Florencia y aquí se las gastaban en dos horas, entonces
así eran las proporciones económicas…
C.W.
Pero, ¿cuál es el Rananín de Lafourcade
E.L.
Entonces en esa época en que estaban muy pobres viviendo en Inglaterra, la lady
Ottoline parece que no se había manifestado… deciden arrendar unas casitas en
la campiña inglesa cerca de Corless, unas casitas muy baratas, unas cabañitas
que estaban en ruinas y van y las pintan y eso está contado por ellos y qué se yo,
y aparece buscándolos un ruso blanco que andaba dando vueltas, que había
salido vivo de todas las purgas, las revoluciones, las guerras, todas las cosas…
que se llamaba Koteliansky y éste era un judío ruso que había perdido todo en las
carnicerías que hicieron moros y cristianos con los rusos, con los judíos…
entonces él cantaba una canción en hebreo antiguo que decía algo así como:
“!rananín, codedian, bilikin, ta ta tan!”, no sé qué cosa… que tenía que ver con
Dios y con la vida… ninguno logró nunca ponerse de acuerdo cual era la
traducción exacta pero les sonó Rananín Rananín, entonces Lawrence dijo: “Éste
va a ser el nombre que va a tener nuestro lugar en la tierra, vamos a buscar
Rananín y nos vamos a establecer en Rananín y vamos a fundar la ciudad del
espíritu, la ciudad de la sangre y el espíritu, del amor y la vida, la vida aquí
perenne, no la vida eterna, en fin, toda una teoría, qué sé yo, vamos a ser una
comunidad muy selectiva.
C.W.
¿Y resultó la comunidad
E.L.
Bueno, la comunidad resultó en la medida en que Lawrence llegaba a un lugar y
decía: “Esto es Rananín” hasta que fracasaba, entonces tenían que irse…
C.W.
Se parece un poco a la colonia tolstoyana.
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E.L.
La colonia tolstoyana exactamente.
C.W.
De Fernando Santiván y…
E.L.
Claro, claro, esto es como en la época de la Colonia, por ahí ¿ah
C.W.
Y ¿cuál es su Rananín Si usted tuviera un lugar en la tierra que fuera el
Rananín de Lafourcade ¿cómo sería y dónde sería
E.L.
En mi memoria tal vez ¿ah lo que queda de la memoria tal vez por ahí… Pero la
historia de Lawrence no ha terminado porque salen a buscar Rananín a Italia, no
la encuentran por ningún lado, salen después a una isla griega creo que fue Creta,
después se van a Australia, en todas partes él iba buscando Rananín y pidiendo
ayuda para que… entonces y va escribiendo, va escribiendo novelas, en Australia
escribió “Canguro” por ejemplo, entonces hay una norteamericana que se llama
Mabel Dodge del imperio de los autos Dodge ¿mm que… él escribía mucha carta
y que salía de esto y le ofrece unas tierras en New Mexico de una… de un fundito
que ella tenía que era de miles de hectáreas, miles de miles de hectáreas para
que funde Rananín y él llega con la Frieda allá, los demás estaban en muy mala
situación, la Mansfield estaba muy enferma, se le había agravado su tuberculosis,
el propio Lawrence ya andaba con su tuberculosis a cuestas.
C.W.
La enfermedad romántica.
E.L
Y llegan, claro y llegan a New Mexico y se toma posesión de un territorio que era
como esas parcelas de agrado que venden en Chile, ahí en el sur que uno se
demora como tres meses en encontrarlas en los bosques… entonces construye
una cabaña ahí y declara inaugurado Rananín y en esa época estaba pintando,
bueno y Kotelianski a todo esto, se niega a acompañarlos, se queda en Inglaterra
y se consigue un trabajo no sé… entonces él hasta el final hablaba de Rananín, el
lugar mágico donde los seres iban a poder ser ellos en la plenitud de sus vidas
¿mmh Yo estuve en ese… yo fui a Rananín, por allá de hecho y vi la tumba, ahí
está la tumba de la Frieda y de Lawrence, en Taos, esto queda en Taos, New
Mexico. Pueden ir, cuando quieran, vayan a Taos, una maravilla… Entonces, se
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me ocurrió después por qué no tener mi Rananín propio y además una pequeña
editorial, mi editorial consiste en simplemente en escribir los libros, ir a una
imprenta, pagar, pagar el costo de la impresión y yo diseñar con mi señora que es
pintora, diseñar las portadas, escribir el texto y pagarlo…
C.W.
En el fondo usted se salta el circuito editorial tradicional, se salta las
editoriales ¿por qué esa opción tan radical
E.L.
Porque las editoriales en Chile habría que decir y en Latinoamérica también son
un desastre a la hora de repartir los royalties, los derechos de autor con los
escritores… unas malísimas experiencias… En México me estafaron con un libro
que se llama ¿En el fondo no, ¿lo tiene usted aquí creo que no… después con
el Neruda que hice sobre la Alicia justamente…
C.W.
¿Una biografía de Neruda Un texto de Neruda…
E.L.
Hice, no, hice una investigación sobre la Alicia Urrutia que fue sobrina de Matilde,
que fue el último amor de Neruda, entonces decidí escarmenar un poco en esta
vida amorosa de Neruda donde los capítulos… muchos capítulos están ya
develados y pormenorizados…
C.W.
¿Y por qué se metió en eso porque ¿no es como entrar un poco en la
copucha de la vida…
E.L.
Porque es nuevo, en el momento en que yo me metí se ignoraba que la Alicia
Urrutia había sido el último amor de Neruda ¿ah y que Neruda le había comprado
una casa.
C.W.
Ya pero ¿por qué le interesó a usted sacar eso, eso es lo que le pregunto.
E.L.
Porque aparece un Neruda como de los años veinte, enamorado, de nuevo el
amor vuelve a él porque él se había casado con mujeres viejas y él ya estaba viejo
y las mujeres eran mayores y…
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C.W.
Necesitaban ínfulas jaja.
E.L.
Una que andaba muerta de la risa que era la Delia, en estado así como de… de
clavel del aire y otra que era severa, celosa, terriblemente mandona que era la
Matilde Urrutia. Entonces la Matilde le pide a Pablo, si puede él acoger a una
sobrina de ella que está separada, que tiene una niñita y que no tiene donde vivir y
si la puede tener en Isla Negra, que ella le puede ayudar en la casa a la Matilde.
Neruda le dice que encantado… Llega, llega la Alicia que era igual a la Matilde
pero veinte años menos, treinta años menos pero muy parecida, así con unas
pechuguitas así, qué se yo… y Neruda empieza rápidamente a enamorarse de la
Alicia ¿ah y ahí vienen estos amores, fue el último amor de Neruda, todo esto lo
tenían tapado ¿ah Volodia Teitelboim sabía todo esto y… Gonzalo Drago, todos
los amigos de Neruda, no podía ser que esta especie de dios de la izquierda
revolucionaria lírica fuera a caer en estas tentaciones propias de la burguesía más
espantosa.
C.W.
Humanas.
E.L.
Guardan y guardan esto. Se muere Neruda y empiezan a aparecer algunas cosas,
yo investigo, fui tres veces a Arica a tratar de entrevistarme con Alicia. Vivía en
Arica. Imposible, no hubo manera. Hablé con un hermano de ella, bueno, en
definitiva escribí un libro que se llama Neruda en el país de las maravillas.
C.W.
Y ahí lo estafaron.
E.L.
Entonces el libro me lo publicó la editorial Norma de Colombia, de Medellín,
entonces después de muchas gestiones y cosas y cartas me mandaron unos
derechos de autor… yo le traje estos documentos porque es interesante que los
nuevos escritores especialmente vean lo que ganan los viejos escritores.
C.W
¡Jajaja!
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E.L
Por un libro que me aseguraron que la primera edición, la única que salió se había
vendido, había salido una edición de nueve mil ejemplares, no, no me consta
ehh… por estos royalties que me mandaron debe haber sido de veinte ejemplares,
me mandaron un cheque por treinta y dos dólares ¿mmh ¿eeh... y después este
otro que me pareció más divertido por cinco dólares, aquí está, cinco dólares
cámara ¿dónde está la cámara a ver… ¿se puede ver no, se fueron los
camarógrafos.
C.W
¡Jajajaja!
E.L.
Ya, cinco dólares señores por el trabajo de seis meses de un escritor chileno X.
C.W.
Esa sí que es usura ¿ah según el concepto de Pound… eso sí que es usura
¿ah
E.L.
Claro y yo intenté unas cartas de pataleo pero nada, hasta aquí llegué, entonces la
situación de los escritores chilenos en términos de derechos de autor en este
momento, los últimos veinte años tal vez o treinta, ha sido desastrosa, ahora con
la venta mínima de libros en las calles, con la usurpación de los derechos
legítimos de la propiedad del escritor mediante la piratería que de alguna manera
ha sido como no vista por el gobierno, realmente no han querido ver esto de la
piratería ¿ah… La piratería hace que se desvanezcan todos los derechos de autor
de un libro con éxito y con calidad y que los pobres escritores queden
tamboreando con un cacho.
C.W.
Pero usted se inventó su Rananín y con eso se salvó, se salió del sistema.
E.L.
Claro, con esto yo vendo en mi librería y en la feria.
C.W.
Enrique, hay otra novela que dejamos de lado que me interesó que la
encuentro muy delirante y muy viva también como Frecuencia Modulada,
que es un ejercicio juguetón este del príncipe Mishkin… y la Nastasia
Filippovna y el príncipe Mishkin, usted toma los personajes de Dostoievski
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del Idiota y los encarna en personajes chilenos de la década del setenta,
hasta Volodia Teitelboim aparece como personaje, Armando Casivoli ¿ah
E.L.
CClaro, claro, son como homenajes ¿ah… Dostoievski es uno de mis grandes
escritores…
C.W.
¿Qué le gusta… por qué le gusta tanto Dostoievski
E.L.
Uff, feroz, tremendo… porque… con la libertad que tiene y la seguridad y la
profundidad para enfrentar la vida, la vida tal cual ¿ah sin mitologías literarias o
estéticas, la vida de los humillados y ofendidos, la vida de la pobre gente que está
también en gran parte de la literatura rusa desde el siglo diecinueve, principios del
siglo veinte, entonces Dostoievski toca fondo en Crimen y Castigo y en el príncipe
Mishkin y en los Karamazov…
C.W.
¿Cuál es el fondo que toca Dostoievski, ¿A dónde llega este buceador
ruso
E.L.
Él, a la misericordia, él llega a descubrir que en el hombre más miserable hay un
trasfondo, un sustrato de misericordia, un soma que puede en la miseria de un
asesino arrepentido o un hombre enfermo, puede transfigurar todo ese pasado de
violencia, de furia en un estado casi angélico de arrepentimiento y eso… en ese
sentido Dostoievski fue un predicador del cristianismo como no ha habido nadie en
el mundo, ni Jesucristo creo ha sido más elocuente, ni el Señor de la montaña es
más elocuente que él… usted lo ha leído, por supuesto, usted ha leído todo…
C.W.
Sí, me encanta Dostoievski… fíjese que es curioso porque en la literatura
chilena los narradores, hay una corriente de su generación que se ha
inclinado más por Flaubert, Henri James y escritores que hacen una
literatura más redonda y más perfecta, usted parece que pertenece a una
corriente más dostoievskiana.
E.L.
Claro, esos son los “saloneros” los llamo yo.
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C.W.
¿Los qué
E.L.
Saloneros, que pasan por los salones, los exquisitos, Flaubert menos porque
Flaubert creía en la racionalidad y en la artesanía racional, armar un libro, una
novela como quien levanta un edificio.
C.W.
¿Y usted cree en eso
E.L.
No, no.
C.W.
¿Cómo se escribe un libro y cómo escribe usted un libro ¿Cuál es su
manera de construir o de trabajar
E.L:
Eeh… colocándome primero en el estado de trabajo que para mí consiste en
concentrarme en esa cosa, en ese tema, en una idea fija, en una historia y
después dejando entrar, dejando entrar… cuesta explicar esto ¿ah dejando
entrar los sueños, las obsesiones eeh… un poco de artesanía, no tanta…
sobremanera permitir que se produzca una especie de dictado automático ¿mmh
una vez que uno tiene ya los personajes rondándole en la cabeza a veces por
meses o por años, permitir que actúe, que opere el otro escritor, el que está
escondido, agazapado dentro de la cabeza, de la imaginación y que funciona aun
en los sueños… aun soñando funciona, yo he despertado y he tenido resuelto un
capítulo por ejemplo porque lo había soñado… y haciéndose el leso al principio
con todos los problemas gramaticales, de sintaxis y de repeticiones de cosas y
qué se yo… la artesanía aquí no anda bien, no es… no se construye una novela
como se construye una casa o un edificio departamento…
C.W.
¿Por qué
E.L.
Porque no obedece a leyes ni a normas racionales la novela, es como una
respiración interior que uno saca en palabras… entonces en esa medida es
cuando uno puede llegar a una gran novela, a una gran novela, cuando ya no
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sabe bien lo que hizo, cómo terminó eso… yo esta experiencia la he tenido con
alguno de mis libros… no con todos…
C.W.
¿Con cuál ha tenido… Eso le iba a preguntar ¿Con cuál ha tenido la
experiencia más radical de ser… de que la novela se le imponga y lo
arrebate
E.L.
Bueno, en el último tiempo con varias de las últimas, yo creo que me estoy
volviendo loco en forma progresiva.
C.W.
¡Jaja!
E.L.
Mis tres novelas que yo llamo de alguna manera por llamarlas de algún modo
menos… menos malas ¿mmh menos imperfectas
C.W.
¡Jajaja, ¿cuál ¿Mano bendita
E.L.
Mano bendita, Las cristianas…
C.W.
…viejas y limpias.
E.L.
y Otro… Otro baile en París.
C.W.
Otro baile en París.
E.L: Estas novelas tuve la ingenuidad de mandarlas al premio…
C.W.
Planeta.
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E.L.
Internacional Planeta y me aseguraron que me iban a dar el premio y me
llamaban, tengo cartas de Lara que me decía que estaba peleando la punta del
premio, qué se yo…
C.W.
Ahá, ¿son un bluf estos premios
E.L.
Son un negocio, son un negocio, entonces en el último minuto yo llegaba finalista,
llegué finalista con estos tres títulos en tres oportunidades distintas, en la última
oportunidad había otros finalistas también muy buenos que fueron desechados por
una escritora que inventó Planeta para llenar el mercado.
C.W.
Una escritora de mentira.
E.L.
Una escritora que era bastante de mentira, que tenía un programa de televisión
muy exitoso.
C.W.
Oye, voy a hacer lo mismo entonces, ¡jajaja!
E.L.
Pero por supuesto, cualquier persona… por ejemplo el Kike Morandé.
C.W.
¡Jajajaja!
E.L.
Una editorial aquí llama a dos o tres de estos escritores esclavos que tienen y les
pide hagan una novela sobre esto, sobre esto y sobre esto y le ponemos Kike
Morandé, no sé qué cosa, un título, le pedimos a él unas líneas y es el éxito más
grande de ventas, entonces el editor normalmente lo que le interesa es la venta
del libro, no la calidad del libro.
C.W.
En esta… en esta novela… en un recorrido rápido, Mano bendita, usted se
mete en un mundo que lo apasiona mucho que es el mundo del box ¿qué es
lo que… hablemos un poco del box chileno, los personajes, los boxeadores
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¿qué es lo que le fascina de ese… de ese mundo sus personajes… es una
novela muy tierna, llena de ternura.
E.L.
Sí, si si…
C.W.
Hay varias novelas suyas donde usted explora esto… la ternura de estos
personajes perdedores y…
E.L.
Los perdedores sí, los losers como les llaman… los americanos han trabajado
mucho esa teoría del perdedor… bueno el boxeador es un ser que tiene un
desarrollo tan rápido en su vida y pasa de la infancia tierna, delicada a los
ejercicios gimnásticos, de los ejercicios gimnásticos al deporte honorable, después
a la violencia, al alcohol, a la decadencia y a la muerte y todo y de repente…
tienen cuarenta años y ya están terminados y conservan una especie de lealtad
entre ellos ¿mmh Es un gremio muy, muy leal entre ellos y conservan también un
cariño por su familia eeh… el alcohol los mata, la droga y el alcohol los… más que
los combos de… los puñetes de otros boxeadores.
C.W.
Hay una cierta pureza en el mundo del boxeo.
E.L.
…entonces claro, hay una desesperación, una pureza, un intento de salir, el
concepto del honor que tienen, en fin, hay muchas cosas que están guardadas en
los viejos púgiles ¿mmh Entonces me interesó mucho varios viejos púgiles como
Simón Guerra, Fernandito Caravante, Arturo Godoy. Nosotros conocíamos a
Arturo Godoy, nosotros digo la generación del cincuenta, el grupo que se quedaba
hasta las dos de la mañana a veces, una vez a la semana por lo menos en El
Bosco, el antiguo Bosco, entonces ahí estaba su tío Enrique, Enrique Lihn, yo le
he contado esto, se lo voy a contar de nuevo… Lihn se quedaba ahí, era la época
en que andábamos todos así… enloquecidos con la idea del artista adolescente
de Joyce ¿ah que todos queríamos ser El artista adolescente Stephen Dedalus.
C.W.
Y ¿cómo es el artista adolescente
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28
E.L.
Era un rebelde, un enfurecido, un maldito, nosotros no exagerábamos eso porque
si no, no nos dejaban entrar a la casa ¿ah, volvíamos tarde los viernes,
generalmente los días viernes regresábamos a las dos de la mañana, a las tres de
la mañana a las casas, entonces como a la una y media de la mañana ya
estábamos pensando en irnos, además que nuestros caudales eran muy
moderados, mínimos y si no había gente que nos convidara a tomar… té ruso
tomábamos, con Jodorowsky tomábamos té ruso que es esto mismo con un
pedazo de limón aquí… caliente, Jodorowsky era abstemio, no tomaba, sino té
ruso… le metíamos nosotros cerveza ya… cuando, para enfriar digamos… y
Enrique Lihn era muy bueno… muy aficionado a la cerveza, yo menos… llegaba
como a la una y media de la mañana ahí una serie de actores, actrices y
deportistas y llegaba Arturo Godoy que en esa época hacía clases en la
academia… militar, no sé, en algún lado, a Investigaciones le hacía clases
también, entonces llegaba a tomar su cerveza solo, estaba enorme Godoy, era
alto, más de un metro ochenta, uno ochenta y cinco pero se había enanchado
también, entonces era una cosa tremenda.
C.W.
Un ropero.
E.L.
Claro y Enrique Lihn estaba más flaco que nunca, nosotros le llamábamos el flaco,
estaba muy flaco en esa época ¿ah debe haber pesado unos cincuenta y ocho
kilos, todos éramos delgados digamos ¿ah eeh… entonces Lihn cuando tomaba
sus tragos desafiaba a Godoy a pelear…
C.W.
¡Jajaja! ¡Lihn contra Godoy!
E.L.
Claro, se le acercaba y le decía: “Siempre te he creído un pésimo boxeador, sale a
pelear conmigo si te atreves, sé valiente, sale a pelear” y nosotros con
Jodorowsky… Enrique calma, cálmate, “¡no a este le quiero pegar un combo a
este para que sepa…!” y le bajaba esa locura ¿ah esa locura que era también un
poco de la cerveza ¿ah
C.W.
¡Jajaja!
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29
E.L
Entonces le salvamos la vida un par de veces a Enrique Lihn con Jodorowsky…
C.W.
Hay otro mundo… para ir cerrando esta conversación han quedado
muchas… eso es interesante, que queden preguntas abiertas para otra
conversación, que es, hay un mundo que a usted también lo atrae como el
box y en el cual usted es un experto en Chile que es… el tango, usted ha
publicado este libro que se llama Carlitos Gardel mejor que nunca, una
suerte de ensayo y recorrido…
E.L.
Y tengo el tango metido en varias novelas…
C.W.
Y tiene también el tango metido aquí en Hoy está solo mi corazón.
E.L.
Claro, ese fue un Carlitos Gardel sin piernas que cantaba en la calle Estado…
Carlitos…
C.W.
¿Qué tango es este
E.L.
Uno, pero ese no era de Gardel, ese lo cantaba Hugo del Carril.
C.W.
A ver, hablemos del tango, qué es lo que ha encontrado usted en el tango
como escritor…
E.L.
Bueno, es un poco cursi la definición que dieron… “un pensamiento triste que se
baila…” no, es un baile que tiene… que es como un homenaje a la desdicha, a la
desdicha del emigrante, el emigrante busca un camino de felicidad dentro de todas
las penurias que está pasando, entonces el tango le da, le da… y en el tango ellos
explican ¿ah ¿Qué le pasó… ¿Qué le pasó ¿Qué le pasó a Gardel con esta
niña que lo desvalijó ¿Qué le pasó a Gardel con ese amigo que se le murió …
¿Qué le pasa con el barrio, cuando llega al barrio y no encuentra a nadie, en
fin… es un desahogo musical, rítmico, de poesía, de música y de coreografía. La
coreografía… hay que ver lo importante que fue para los inmigrantes pasar del
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tango solitario porque bailaban solos, al tango con hombres porque no habían
mujeres y después al tango con mujeres y con su noviecita. Ahí hay un… se cierra
una cosa, algo… se nos acaba el tiempo, yo quería contar para que me invite a
otro programa a lo mejor, en unos años más… que terminé una novela, quiero
informarle a la muchachada del barrio…
C.W.
¡Jaja! a los chicos del barrio.
E.L.
…que terminé una novela que me ha tomado dos años y medio de trabajo, es una
novela que considero importante, que la tengo ya en traducción inglesa y
española, que la voy a editar fuera de Chile por este problema que les cuento, que
en Chile da lo mismo editar por el problema de las editoriales, la distribución y por
el problema de la crítica, la crítica en Chile ya es desastrosa, de mala ¿ah de
comprometida, le falta independencia, le falta imaginación, en fin, entonces da lo
mismo publicar en Chile ¿ah pero no da lo mismo publicar en Hispanoamérica o
especialmente publicar en el mundo inglés y francés.
C.W.
Y ¿De qué trata esta novela, un adelanto, ¿En qué es lo que está ahí
E.L.
Del hombre de nuevo…el hombre, el as otra vez pero no voy a contar nada más,
por supuesto yo quiero crear condiciones de mercado, curiosidad…
C.W.
Del ser humano.
E.L.
Pero de lo que no trata es de lo que le pasa a mi cuerpo, que tengo un cáncer o no
tengo un cáncer, que se me abrió la vieja herida que me duele tanto, que peleé
con mi mujer, que me trataron tan mal durante el pinochetismo… porque los
novelistas chilenos se han dedicado a eso, a contar una peripecia que carece de
todo interés poético y lírico ¿ah biográfico tal vez para historiadores será eso,
pero nada más y escriben novelas y vuelven a escribir otra novela sobre mi
infancia, que me confunden con la hija de Salvador, en fin…
C.W.
Don Enrique, no sé cómo agradecerle su presencia en este programa…
como lector de sus novelas… por la producción y por ciertas novelas
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entrañables como las que hablábamos recién, quedaron muchas en el
tintero, no sé cómo pagarle… usted me sugirió que yo le diera un paraguas y
le he traído este paraguas de regalo, no sé por qué me pidió un paraguas…
E.L.
Porque me robaron el otro….
C.W.
¡Jajajaja! yo pensé que era por Lautreamont, se acuerda la frase sobre la
mesa de operaciones, el encuentro fortuito entre un paraguas y una máquina
de coser…
E.L.
Ah de veras, claro y ¿a quién le decían “el niño paraguas” en la literatura chilena
C.W.
¿A quién
E.L.
Aquí lo pillo.
C.W.
No lo sé.
E.L.
Lo bautizó Augusto D’ Halmar.
C.W.
¿ya
E.L.
Al poeta Anguita.
C.W.
El niño… y ¿por qué “el niño paraguas”
E.L.
El niño paraguas, según D’ Halmar era igual a un paraguas ¡jajaja! no me pregunte
más por qué, no sé cómo se le ocurrió eso y así lo bautizaron por mucho tiempo,
“el niño paraguas” ¿ah
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C.W.
Bueno, que ese paraguas le sirva para todas las lluvias y los temporales que
vienen.
E.L.
No y me puede servir también para defenderme… para defenderme de los gays,
usted sabe que me atacan los gays por… me consideran un homófobo ¿mmh
C.W.
Y no lo es.
E.L.
Que yo sepa no, pero en fin, capaz que lo sea… no sé ni lo que es un homófobo,
homo y fobia, que odio a los hombres. No lo he probado. Odio a mis amigos, odio
a los seres humanos maravillosos que son hombres y son mujeres, en fin, ese es
otro cuento… pero me sirve de defensa esto además ¿ah contra la lluvia y para
defenderme…
C.W.
Jajaja, muchas gracias Enrique por haber estado en esta conversación…
E.L.
Muchas gracias y lo felicito por la tarea que está cumpliendo, realmente se
necesita varios programas como este en nuestra televisión que toca fondo en lo
que a mediocridad, vulgaridad y estupideces surtidas se refiere.
C.W.
Hasta la próxima Enrique.
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