capítulo 2: fin de siglo y literatura - Sinabi

de un sector de la intelectualidad costarricense. Precisamente lo que
caracteriza a la generación de escritores que empe7-aron a publicar a
fines del siglo XIX es una tcn~;jón o escisión entre dos modelos de
escritura. dos visiones de mundo.
En Los últimos veinte afios del siglo XJX y los primeros del XX
aparecen, sobre lodo en periódicos y revistas, dos tipos de relatos,
llamados cuadros de costumbres y crónicas. No son cuentos ni novelas:
se trata de textos literarios cuyo motivo básico es describir un
lugar. sus habitantes y sus costumbre.~. Cuando cuentan un viaje, ya
sea a lugares alejados o extranjeros o hacia el pasado, se habla de
crónica, crónica de viajeros en el primer caso y crónica histórica en
el segundo. El cuadro de costumbres, en cambio. sugi.ere un movimiento
más hacja adentro, hacia el interior de un país o una región;
el cuadro resultante es cen'ado y casi estático temporalmente, aunque
a veces presenta un. pequeño argumento, con tema y personajes.
y generalmente de carácter cómico. En Costa Rica, ademús, las crÓnicas
de Manuel de Jesús Jiménez y Ricardo Fernández Guardia han
sido consideradas ejemplos de tradiciones, género creado durante la
segunda milad del sigLo XlX por el peruano Ricardo Palma.
Por otro lado. varios de estos escritores eran a la vez periodistas e
historiadores: Pío Víquez y Teodoro 'Yayo' Quirós eran periodistas
profesionales; Ricardo Fernández Guardia se dedicó, después de terminar
La Colección de documenlos para la histo,.ia de Cos!Q Rica
iniciada por su padre. a Wla amplia invesligación hislOriográfica.
En esta época, la concentración en el tema nacional distingue la
literatura costarricense de la que se escribía, por ejemplo, en países
como Nicaragua y Guatemala, donde surgieron brillantes cronistas
viajeros, como Rubén Darío y Enrique Gómez Carrillo, La literatura
se practicaba al mismo liempo como ulla fonna de reconocimiento
porque servía para mostrar una realidad ·eI país-, de aquí la )íte(atura
de costumbres de Argüello y las crónicas históricas de Jiménez.
Por otro lado, funcionaba como medio de recreación, como ejemplifican
los cuadros de Magón. que logran conquistar al lector gracias
al humor, la cercanía del mundo presentado y Jos personajes que
hablan como él.
Entre diciembre de 1895 Y marzo de 1896 aparece la mayoría de Magón
los cuadros escritos por Magón, en las ediciones dominicales de los
periódicos. Se trata de un tipo de Jiteratura concebida como esparcimiento
y evasión; por esto los temas no son dramáticos sino más
bien asuntos cotidianos: un baño en La presa, una batalla infantil, Jos
problemas con la empleada doméstica, la pintura de la casa, la coofección
del chocolate. Se refieren a actividades menores, que son
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