capítulo 2: fin de siglo y literatura - Sinabi

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generó oposición pues representaba al héroe nacional no con divisa
militar, como aparecía antes. sino como un humilde mulato. En esos
mismos años el gobierno nombró a Povedano director de la Escuela
Nacional de Bellas Artes.
En oca ión de la inauguración del Teatro Nacional (1897) se discutió
sobre el tipo de vestimenta que debía usarse y si el estreno
debía hacerse con la obra de un autor nacional o uno europeo.
Finalmente se acordó exigir el frac y la inauguración se llevó a cabo
con la ópera Fausto, interpretllda por una compañía francesa. En
este contex.to puede entenderse, entonces, que la polémica sobre el
nacionalismo en la literatura iba más allá dc los ¡¡mites literarios: al
igual que en otras p(ácticas culturales contemporánea~, se est.aba
definiendo la identidad nacional.
En literatura. la primera polémica surgió a raíz de la publicación,
en 1894, de un tomo de cuentos de Ricardo Femández Guardia. Hojarasca.
Varios autores como Gagini. Magón y Cardona escribieron
en contra de Femández Guardia y su orientación hacía lo que ellos
llamaban "el ex.otismo de los modernistas". En la polémica no sólo
participaron escritores costarricenses. sino también centroamericanos,
como el poela hondureño Juan Ramón Molina y el gua¡emalteca
Máximo Soto Hall. Todos publicaron anículos y obras literarias
con los que trataron de demostrar sus tesis: en 1898 Gagini publicó
su colección de cuentos Chamarasca que, como su título lo sugiere.
era la respuesta nacionalista al tomo modernista de Fernández Guardia.
Y un año después, aparecieron las novelas Cawlinn y El problema
de Soto Hall -uno de los más conocidos escritores modernistas
en el continente después de Rubén Oar)o -. escritas con el fin de
probar que se podía hacer literatura sobre asuntos locales sin utilizar
el habla regional.
Los escritores estaban conscientes de que la práctica literaria en
el país era incipiente y que, precisamente por esto, se hacía necesario
establecer las normas, es decir, acordar cómo y sobre qué se debía
escribir. Los nacionalistas postulaban una. li¡eralUra que fuera la
representación de la realidad perceptible. Planteaban que la fuente
inspiradora del