Acceso al tratamiento de SIDA en Bolivia y Paraguay - Abia

especialmente del Department for
International Development (DFID) del
Reino Unido, de la Deutsche Gesellschaft
für Technische Zusammenarbeit (GTZ) de
Alemania, de la United States Agency for
International Development (USAID) de los
EUA, de la Agência Brasileira de Cooperação
(ABC) de Brasil, y, en menor escala, de la
Cooperación Suiza y del Fondo Mundial
para Tuberculosis, SIDA y Malaria, desde
2005;
c) las organizaciones de la sociedad
civil, incluyendo las asociaciones de personas
viviendo con VIH/SIDA, y las redes
nacionales (Redbol y Unibol) que constituyen
un movimiento reciente, pero muy
bien organizado y actuante en todos los
frentes (prevención, asistencia y promoción
de derechos humanos), especialmente en lo
referente a las cuestiones de acceso a
medicamentos.
2.3. La Organización de la Sociedad Civil
Un punto importante, en lo referente a
las políticas de control de la epidemia en
Bolivia, fue el registro de la ausencia de
ONG/SIDA ejerciendo el papel fundamental
de control social al inicio de la epidemia.
Aparentemente, aun con la histórica movilización
de la sociedad civil boliviana por la
reivindicación de los derechos laborales y
políticos, se ha notado la ausencia de un
movimiento social organizado y de gran
cohesión en la lucha contra la discriminación
sexual y social y por los derechos de
las personas que viven con VIH/SIDA en los
años 90.
La llegada de los medicamentos
incluyendo ARV, antibióticos y antifúngicos
para el tratamiento del SIDA en Bolivia sólo
ocurrió en diciembre de 2003, significando
un hito histórico en la lucha contra la epidemia
en el país, tras la movilización de personas
viviendo con VIH/SIDA en un forum
en septiembre de 2002 en la ciudad de
Cochabamba para reivindicar la necesidad
de medicamentos. Las personas estaban
muriendo, pues no tenían acceso al
tratamiento de las infecciones oportunistas
(IO) o ARV para el tratamiento del SIDA. En
ese forum, se decidió que se hiciera una
denuncia contra el gobierno boliviano a
través de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos en Washington. La
denuncia contó con 52 firmas de personas
viviendo con VIH/SIDA. La Comisión se
puso a favor de las personas seropositivas y
le exigió al gobierno la compra de medicamentos.Aun
así, el gobierno no tomó ninguna
medida sistemática para el acceso al
tratamiento del SIDA y los pacientes siguieron
muriendo. Según datos recogidos en las
entrevistas,morían un promedio de cuatro a
cinco personas por mes.Y, a medida que las
muertes ocurrían, las personas seropositivas
denunciaban y exigían el tratamiento. Ante
la presión llevada a cabo por el movimiento
social que repercutió también en el ámbito
internacional, el Ministerio de Salud y el
Programa Nacional de SIDA se vieron
obligados a crear una estrategia que disminuyera
el número de esas muertes.
A partir de 2003, comenzaron también
los primeros trabajos comunitarios con la
participación de las personas viviendo con
VIH/SIDA en el país. En los departamentos
donde no existen ONG, la única instancia
para el control de la epidemia acaba siendo
la gubernamental, que es bastante deficiente,
según los relatos. La mayor parte de
las acciones de control de la epidemia están
16