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162 EMILIO ONTIVEROS BAEZA<br />
me respondió, “pero nosotros, que aparentemente podemos ser más ortodoxos,<br />
somos desde luego mucho más libres a la hora de utilizar las finanzas<br />
públicas”. Él me dijo, era el verano pasado, “¿ves aquí algún debate, en la<br />
universidad o en los medios de comunicación, acerca de si es pecado venial<br />
o mortal endeudarse para minimizar la desdicha de los ciudadanos”. Yo le<br />
respondí que quizá en nuestro país teníamos la oportunidad de hacer un uso<br />
inteligente de esa capacidad de endeudamiento, y un uso inteligente es lo que<br />
recomendaban los hacendistas clásicos, y que llevamos diciendo años y años:<br />
uno nunca se debe endeudar para irse de juerga, para hacer gasto corriente,<br />
jamás, siempre para fortalecer la base de capital porque, entre otras cosas,<br />
sin el crecimiento de intensidad de capital, en la relación de capital trabajo, no<br />
hay prosperidad, no hay productividad. Pero no es suficiente endeudarse para<br />
invertir, la condición suficiente es que la rentabilidad esperada de inversión<br />
sea superior al coste del endeudamiento.<br />
El otro día miraba cómo salía el Tesoro a captar financiación, hizo una subasta<br />
en los mercados y pidió cuatro mil millones de euros a un año en letras. Los<br />
mercados le ofrecieron diez mil millones y en la subasta hizo la tasa de corte<br />
al 0,97. ¿Tiene sentido que este país tenga todavía esos dos pájaros que trató<br />
de matar la administración estadounidense (y que yo creo que los ha matado,<br />
porque va a ser la primera economía en levantar cabeza) ¿Tiene sentido que<br />
ha día de hoy la única evidencia que tengamos es que la recesión esté instalada<br />
en la economía española, y va a seguir instalada en el 2010, y ya veremos si<br />
no pasa a mayores a través de algún problema en entidades bancarias<br />
Ojalá Europa nos ayude, era éste el enunciado que me había asignado mi tocayo<br />
Emilio. Tengo cierta esperanza en Europa, creo que el consejo de esta<br />
semana, la cumbre que vamos a ver, va a tener un tono marcadamente financiero,<br />
pero en última instancia es cada país, cada gobierno en definitiva, quien<br />
tiene que jugar entre la minimización de los daños actuales y el uso para ello<br />
de instrumentos disponibles. Gracias