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Módulo - CENDEISSS

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Curso Especial de Posgrado en<br />

Atención Integral para Médicos Generales<br />

m ó d u l o<br />

T R E C E<br />

OTROS PROBLEMAS DE SALUD FRECUENTES EN LA<br />

CONSULTA: CEFALEA, LUMBALGIA, DISPEPSIA Y<br />

SÍNDROME DE DIGESTIVO IRRITABLE<br />

Caja Costarricense de Seguro Social<br />

Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud<br />

y Seguridad Social (<strong>CENDEISSS</strong>)<br />

Proyecto Fortalecimiento y Modernización del Sector Salud<br />

Universidad de Costa Rica<br />

Sistema de Estudios de Posgrado (SEP)<br />

Facultad de Medicina<br />

Escuela de Salud Pública<br />

1


362.172<br />

088-o Otros problemas de salud frecuentes en la consulta:<br />

cefalea, lumbalgia, dispepsia y síndrome de digestivo<br />

irritable : módulo 13 / Herberth Burgos Quirós … (et.al) - -<br />

San José, C.R.:<br />

EDNASSS-CCSS, 2004.<br />

154 p. : il - - (Curso Especial de Posgrado en Atención<br />

Integral de Salud para Médicos Generales)<br />

ISBN: 978-9968-916-33-2<br />

Palabras clave: cefalea, lumbalgia, síndrome de colon<br />

irritable,.dispepsia.<br />

1. CEFALEA 2. DOLOR DE LA REGION LUMBAR 3. DOLOR 4.<br />

DISPEPSIA 5. ENFERMEDADES FUNCIONALES DEL COLON<br />

6.JAQUECA COMUN 7. ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD<br />

I. Burgos Quirós, Herberth II. Serie<br />

Comité Editorial<br />

Raúl Torres Martínez<br />

Carlos Icaza Gurdián<br />

Eduardo Cambronero Hernández<br />

Alvaro Salas Chaves<br />

Equipo de Producción<br />

Edición: Ileana Vargas Umaña<br />

Asesoría pedagógica y metodológica: Raúl Torres Martínez.<br />

Corrección filológica: Raúl Torres Martínez<br />

Diseño y edición digital: Dunia Masís, Ana María González.<br />

Edición del sitio en Internet: Magally Morales Ramírez, BINASSS<br />

Apoyo secretarial: Dunia Masís, Juan Manuel Sanabria, Ana María González.<br />

Coordinación del Curso<br />

Coordinación institucional por <strong>CENDEISSS</strong><br />

Carlos Icaza Gurdián<br />

Coordinación académica por UCR<br />

Ileana Vargas Umaña<br />

Colaboración en el Curso<br />

Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica<br />

Colegio Holandés de Médicos de Familia (NHG)<br />

Proyecto Fortalecimiento y Modernización del Sector Salud<br />

Primera edición, 2004<br />

© Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social<br />

(<strong>CENDEISSS</strong>)<br />

Todos los derechos reservados<br />

Prohibida la reproducción parcial o total de la obra sin la autorización previa del<br />

<strong>CENDEISSS</strong>.<br />

Las opiniones y contenidos de los módulos, no necesariamente evidencian la posición y<br />

las perspectivas de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la<br />

Universidad de Costa Rica.<br />

2


Autoría de Contenidos<br />

Herbert Burgos Quirós<br />

Eduardo Cambronero Hernández<br />

Hernán Fernández Barrantes<br />

Carmen Marín Baratta<br />

Xinia Monestel Vega<br />

Ileana Vargas Umaña<br />

3


6 Presentación<br />

7 Prefacio<br />

8 Introducción<br />

11 Primera Unidad<br />

Cefalea<br />

Contenidos<br />

12<br />

12<br />

16<br />

27<br />

27<br />

42<br />

49<br />

55<br />

60<br />

60<br />

62<br />

66<br />

I. Elementos conceptuales y abordaje de la cefalea<br />

A. Elementos conceptuales<br />

B. Abordaje del paciente con cefalea<br />

II. Cefaleas primarias de consulta frecuente en el Primer Nivel de<br />

Atención<br />

A. Migraña<br />

B. Cefalea tensional<br />

C. Cefalea en racimos<br />

D. Cefalea por sobreuso de medicamentos<br />

III. Cefaleas secundarias de interés en el primer nivel de atención<br />

A. Neuralgia del trigémino<br />

B. Otras causas<br />

Referencias bibliográficas<br />

68 Segunda Unidad<br />

Lumbalgia<br />

69 I. Elementos teóricos-conceptuales<br />

78<br />

78<br />

95<br />

II. Abordaje Clínico<br />

A. Diagnóstico<br />

Referencias bibliográficas<br />

97 Tercera Unidad<br />

Síndrome de Digestivo Irritable<br />

98<br />

98<br />

I. Elementos teóricos-conceptuales<br />

A. Descripción de la enfermedad<br />

4


103<br />

103<br />

108<br />

108<br />

116<br />

118<br />

II. Abordaje y manejo de la enfermedad<br />

A. Detección y Diagnóstico<br />

B. Diagnóstico Diferencial<br />

C. Tratamiento<br />

D. Seguimiento<br />

Referencias bibliográficas<br />

120 Cuarta Unidad<br />

Enfermedad Ácido Péptica<br />

121<br />

121<br />

127<br />

127<br />

141<br />

147<br />

I. Elementos teóricos-conceptuales<br />

A. Descripción de la enfermedad<br />

II. Abordaje y manejo integral de la enfermedad<br />

A. Dispepsia tipo úlcera<br />

B. Reflujo Gastroesofágico<br />

C. Hernia Hiatal (HH)<br />

152 Referencias Bibliográficas<br />

5


6<br />

Presentación


Prefacio<br />

El Curso ESPECIAL DE POSGRADO EN ATENCIÓN INTEGRAL DE SALUD, es la<br />

respuesta que el <strong>CENDEISSS</strong> y el Proyecto de Fortalecimiento y Modernización del<br />

Sector Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social, en contrato con la Escuela<br />

de Salud Pública, de la Universidad de Costa Rica, implementan para actualizar<br />

adecuadamente los conocimientos teórico-prácticos del recurso médico en el primer<br />

nivel de atención.<br />

La combinación de producción de material teórico-metodológico instrumental,<br />

representa uno de los ejes de desarrollo de la línea argumental de los programas de<br />

extensión docente de la Escuela. La articulación de herramientas e instrumentos para<br />

la atención médica integral con las necesidades y las oportunidades que generan los<br />

procesos de reforma son parte de una posición analítica y práctica frente a la<br />

problemática y los avances del Sistema Nacional de Salud y del modelo de atención<br />

del primer nivel de atención.<br />

En todos los casos, los módulos -dada su integración- se vinculan y realimentan entre<br />

ellos, necesariamente, condición favorecedora de la metodología en uso (MOUSE),<br />

que permite que ninguno sea exhaustivo en el contenido que aborda, sino con<br />

características de complementariedad producto del fenómeno de la intertextualidad.<br />

Este esfuerzo se concreta en el conjunto de trece módulos, elaborados por grupos de<br />

autores procedentes de los servicios de salud, de la CCSS, de la Universidad de<br />

Costa Rica y otras instituciones públicas, asesorados técnica y metodológicamente<br />

por la Escuela de Salud Pública, de los cuales, el módulo de Atención Integral de<br />

Salud y el de Promoción, Prevención y Educación para la Salud, constituyen los ejes<br />

del curso<br />

Alcira Castillo Martínez<br />

Directora<br />

ESCUELA SALUD PÚBLICA<br />

UNIVERSIDAD DE COSTA RICA<br />

7


Introducción<br />

Existen padecimientos que son importantes de considerar en la formación continua<br />

de los médicos generales, por la frecuencia con que los usuarios consultan a los<br />

servicios de salud y si no son atendidos adecuadamente pueden a cronificarse.<br />

Una capacitación sólida, permite al médico general brindar una Atención Integral a los<br />

usuarios que consultan por éstos padecimientos; mejorando la prevención, el<br />

diagnóstico, el manejo y su capacidad resolutiva en el EBAIS. Es por esto, que se<br />

consideró importante incluir éstos tópicos en este módulo.<br />

El mismo, módulo sobre otros problemas de salud frecuentes en la consulta: se<br />

incluyen cuatro problemas de salud que son de alta frecuencia en la consulta externa<br />

de los servicios de salud, en particular del primer nivel de atención: cefalea,<br />

lumbalgia, dispepsia y síndrome de digestivo irritable. A cada problema de salud se<br />

le dedica una unidad completa.<br />

8


Claves<br />

Objetivo<br />

específico<br />

Ejemplo<br />

Resumen<br />

parcial<br />

Conclusión<br />

O<br />

Ej.<br />

Res.<br />

Concl.<br />

9


Objetivo General del Módulo Trece<br />

Aplicar los conocimientos y<br />

herramientas a fin de brindar una<br />

atención integral del paciente que<br />

consultan por cefalea, lumbalgia,<br />

dispepsia y/o síndrome de digestivo<br />

irritable.<br />

10


PRIMERA<br />

U N I D A D<br />

Cefalea<br />

Objetivo de la Primera Unidad<br />

Analizar las principales causas de cefalea<br />

para lograr un adecuado abordaje y manejo<br />

del paciente en el primer nivel de atención<br />

11


I. ELEMENTOS CONCEPTUALES Y ABORDAJE DE LA CEFALEA<br />

O<br />

Adquirir las destrezas clínicas básicas necesarias<br />

para el abordaje inicial del paciente con cefalea.<br />

A. Elementos conceptuales<br />

El paciente con cefalea es una de las situaciones clínicas más frecuentes que<br />

enfrentan los médicos tanto de primer nivel como en los servicios de emergencias.<br />

Sin embargo, la falta de guías claras para su manejo o el temor a su posible<br />

relación con patologías intracraneales, llevan a muchos médicos a diagnósticos<br />

incorrectos, tratamientos infructuosos o pruebas de laboratorio y gabinete<br />

innecesarias.<br />

1. La Cefalea<br />

Concepto<br />

La cefalea se define como un dolor difuso en una<br />

o varias partes de la cabeza. Es el dolor no<br />

confinado al área de distribución de un nervio<br />

(Randall, 2001).<br />

No obstante, no debe olvidarse que la cefalea es tan sólo un síntoma y no una<br />

enfermedad por sí misma, por la cual puede presentarse en una inmensa<br />

variedad de condiciones clínicas. Por lo que siempre se debe interrogar al<br />

paciente sobre la presencia de otros síntomas asociados (fiebre, vómitos,<br />

déficits neurológicos, etc.).<br />

12


2. Importancia en<br />

el sistema de<br />

salud pública<br />

• Casi todas las personas han experimentado una o<br />

varias cefaleas en algún momento de su vida.<br />

• Los costos directos e indirectos tan sólo de la<br />

migraña han sido estimados en $17 000 millones<br />

por año. En Estados Unidos, las ausencias al<br />

trabajo y los costos médicos asociados con la<br />

cefalea tienen un costo estimado de $50 000 por<br />

año (Randall, 2001).<br />

• En Costa Rica, las consultas por cefalea<br />

constituyen el 1,92% del total de consultas a los<br />

servicios de emergencias.<br />

• En el año 2 001, se presentaron 20 192 pacientes a<br />

consulta por cefalea en el primer nivel de atención.<br />

Aunque la atención de los pacientes con cefalea representa una gran carga<br />

económica para el sistema nacional de salud, sin embargo, su subdiagnóstico y<br />

su manejo inadecuado constituyen una carga aún mayor para el país,<br />

representada por ausencias al trabajo o centro de estudios y la disminución de<br />

la productividad de la población afectada.<br />

En España, por ejemplo, sólo un 15 a 30% de los pacientes con cefalea<br />

consultan con el médico de atención primaria y sólo un 10% con un neurólogo<br />

(Liaño, 2004). En Costa Rica, la situación no es diferente dado que muchos<br />

pacientes no deciden acudir al médico porque no creen que eso pueda<br />

ayudarlos, se resignan a vivir con su cefalea o prefieren la automedicación.<br />

3. Situación epidemiológica<br />

Durante el año 2003 en Estados Unidos, casi un 90% de los hombres y un 95%<br />

de las mujeres han presentado al menos una cefalea, de las cuales, más del<br />

90% son clasificadas como cefaleas primarias (migraña, cefalea tensional,<br />

cefalea en racimos) y menos del 10% presentan cefaleas secundarias a otras<br />

condiciones médicas (ACHE, 2004).<br />

En Inglaterra, se estima que al menos un 15% de la población adulta presenta<br />

migraña y hasta un 80% presenta episodios ocasionales de cefalea tensional<br />

(Steiner, 2004).<br />

En Costa Rica, durante el año 1996 se presentó un total de 41 747 pacientes<br />

a los servicios de urgencias producto de esta patología (1,82% del total de<br />

consultas). La cifra que para el año 2001 se elevó a 67 756 consultas<br />

(equivalente al 1,92% del total) (CCSS, 2001). A pesar de la alta incidencia<br />

13


que muestran estas cifras, se cree que existe un alto índice de subdiagnóstico,<br />

principalmente de casos leves u ocasionales que logran resolverse con<br />

automedicación o que ceden espontáneamente.<br />

4. Clasificación de las cefaleas<br />

De acuerdo con la clasificación propuesta en el 2003 por la Sociedad<br />

Internacional de Cefaleas, estas se clasifican como:<br />

Primarias: son todas aquellas cefaleas no atribuibles a otras causas, por ser la<br />

cefalea el problema en sí; estas incluyen: migraña, cefalea tensional, cefalea en<br />

racimos y causas misceláneas.<br />

Secundarias: son aquellas en que se encuentra una causa subyacente<br />

(trauma, infecciones, patologías vasculares o intracranealas, etc.).<br />

a. Clasificación Internacional de Cefaleas<br />

a 1 . Cefaleas primarias<br />

• Migraña<br />

- Con aura<br />

- Sin aura<br />

• Cefalea tensional<br />

- Episódica frecuente<br />

- Episódica infrecuente<br />

- Crónica<br />

• Cefalea en racimos<br />

• Causas misceláneas<br />

b 1 . Cefaleas secundarias<br />

• Cefalea atribuida a trauma de cabeza y/o cuello<br />

• Cefalea tribuida a un desorden vascular craneal o cervical,<br />

incluyendo:<br />

- Hemorragia subaracnoidea<br />

- Arteritis de células gigantes<br />

• Cefalea atribuida a un desorden intracraneal no vascular, que incluye:<br />

- Hipertensión intracraneal idiopática<br />

- Neoplasia intracraneana<br />

14


• Cefalea atribuida al uso de fármacos o abstinencia de estos, se<br />

incluye:<br />

- Inducida por alcohol<br />

- Sobreuso de medicamentos<br />

- Sobreuso de ergotamina<br />

- Sobreuso de triptanes<br />

- Sobreuso de analgésicos<br />

• Cefalea atribuida a infección, que incluye:<br />

- Infección intracraneana (meningitis, meningoencefalitis, etc.)<br />

• Cefalea atribuida a desórdenes de la homeostasis<br />

• Cefalea o dolor facial atribuido a desórdenes de cráneo, cuello, ojos,<br />

oídos, nariz, senos paranasales, dientes u otras estructuras faciales o<br />

craneales<br />

• Cefalea atribuida a desórdenes siquiátricos<br />

• Neuralgias craneales, dolor facial primario y central y otras cefaleas.<br />

Incluye:<br />

- Neuralgia del trigémino<br />

Esta clasificación es considerada internacionalmente como el “Gold<br />

Standard” en cefaleas. Incluye criterios diagnósticos para cada tipo de<br />

cefalea, los cuales presentan una alta especificidad y sensibilidad para su<br />

diagnóstico; sin embargo, dada su extensión no es práctica su aplicación en<br />

el primer nivel de atención de la salud, por lo cual sólo serán incluidos en<br />

esta unidad los criterios diagnósticos para las cefaleas más frecuentes:<br />

migraña, cefalea tensional, cefalea en racimos y cefalea por sobreuso de<br />

medicamentos. Aquellos que deseen consultar los criterios diagnósticos para<br />

los otros tipos de cefalea, las pueden encontrar en la siguiente dirección<br />

electrónica: www.i-h-s.org.<br />

Es importante tener en la mente esta clasificación al abordar a un paciente<br />

que consulta por cefalea, ya que su manejo y pronóstico varía mucho según<br />

el origen de esta.<br />

15


B. Abordaje del paciente con cefalea<br />

Al enfrentarse a un paciente que consulta por cefalea, se debe tomar el tiempo<br />

necesario para realizar una historia clínica completa pero dirigida, un examen físico<br />

y un examen neurológico. Esto es de gran importancia especialmente si<br />

recordamos que las cefaleas primarias constituyen más del 90% del total y que el<br />

diagnóstico de estas se hace clínicamente.<br />

La mayoría de los diagnósticos erróneos o tratamientos inadecuados se debe a la<br />

falta de tiempo, voluntad o conocimientos necesarios para realizar estas acciones<br />

de manera apropiada por parte del médico. El médico debe tomarse el tiempo<br />

necesario para poder realizar un diagnóstico certero, lo cual en el futuro le ahorrará<br />

reconsultas innecesarias y al paciente le brindará una mejor calidad de vida y le<br />

ahorrará tiempo, preocupaciones y exámenes innecesarios.<br />

Ej.<br />

Un paciente de 26 años consulta a su EBAIS por<br />

presentar episodios recurrentes de cefaleas. El<br />

médico que lo atiende decide tomar una historia<br />

clínica rápida y decide enviar varios exámenes que<br />

resultan normales, esta situación hace que el paciente<br />

deba reconsultar varias veces sin conseguir un<br />

diagnóstico ni tratamiento satisfactorios.<br />

1. Historia clínica<br />

La historia clínica es fundamental en el abordaje del paciente con cefalea. En<br />

primer lugar, se debe tratar de descartar la presencia de signos de alarma que<br />

hagan sospechar un origen siniestro de la cefalea que pueda comprometer la<br />

vida del paciente.<br />

El siguiente esquema presenta las preguntas clave que se deben realizar para<br />

identificar los signos de alarma:<br />

16


Esquema No. 1<br />

Preguntas clave para la identificación de los signos de alarma<br />

No preocupante<br />

Signo de alarma<br />

No<br />

¿Es la cefalea de aparición<br />

reciente (menor a 6 meses)<br />

Sí<br />

No<br />

Si no es de inicio reciente, ¿es<br />

el paciente 50<br />

años<br />

Sí<br />

Fuen No<br />

¿La cefalea es de inicio muy<br />

agudo (segundos o minutos)<br />

Sí<br />

No<br />

¿Tiene el paciente síntomas<br />

atípicos (sistémicos o<br />

neurológicos)<br />

Sí<br />

No<br />

¿Presenta historia de rash,<br />

vómitos frecuentes, déficits<br />

neurológicos que no<br />

resuelven, trauma de cráneo,<br />

infección, hipertensión,<br />

cáncer, HIV, embarazo<br />

Sí<br />

Fuente: Diagnosis and classification of hedache.<br />

La respuesta positiva a cualquiera de estas preguntas debe alertar al médico con<br />

el fin de investigar y descartar la presencia de causas secundarias de cefalea que<br />

puedan, potencialmente, amenazar la vida del paciente.<br />

17


Según la presencia de signos de alarma, el médico debe guiarse para iniciar un<br />

diagnóstico diferencial. Para cada respuesta afirmativa, además de las causas<br />

primarias, se deben tener en cuenta los siguientes diagnósticos diferenciales:<br />

Tabla No.1<br />

Signos de alarma para el establecimiento del<br />

diagnóstico diferencial de la cefalea<br />

Signo de alarma<br />

Cefalea de aparición súbita<br />

Cefalea que empeora en sus<br />

características de presentación,<br />

intensidad, ubicación<br />

Cefalea que se acompaña de<br />

manifestaciones sistémicas (fiebre,<br />

rigidez nucal, rash cutáneo)<br />

Signos neurológicos focales u otros<br />

síntomas que no sean aura visual o<br />

sensorial<br />

Considerar<br />

Hemorragia subaracnoidea, sangrado<br />

dentro de masa ocupante o MAV<br />

(especialmente fosa posterior)<br />

Lesión ocupante, hematoma subdural,<br />

abuso de medicamentos<br />

Meningitis, encefalitis, infecciones<br />

sistémicas, enfermedad del colágeno<br />

con compromiso vascular, arteritis<br />

Masa ocupante, MAV, enfermedad del<br />

colágeno<br />

Papiledema Masa ocupante, pseudotumor<br />

cerebral, encefalitis, meningitis<br />

Cefalea desencadenada por tos,<br />

ejercicio o Valsalva<br />

Cefalea durante el embarazo o el post<br />

parto<br />

Cefalea de nueva aparición o nuevas<br />

características en paciente con cáncer<br />

o HIV<br />

Hemorragia subaracnoidea, masa<br />

ocupante<br />

Trombosis del senos durales o venas<br />

cerebrales, disección carótida o<br />

apoplejía hipofisiaria<br />

Metástasis, meningoencefalitis,<br />

infecciones oportunistas, tumor<br />

Fuente: Dowson, A.J., et al (2002)<br />

18


Una vez descartada cualquier causa potencialmente mortal de cefalea, se interroga<br />

al paciente sobre sus antecedentes personales y familiares y luego se procede a<br />

caracterizar la cefalea. Para esto se debe interrogar al paciente sobre (Moriarty,<br />

2000):<br />

a. Intensidad<br />

Resulta útil que el paciente asigne un valor del 1 al<br />

10 a su cefalea (1= leve, 10= muy severo), ya que<br />

esto es útil para observar su evolución y es<br />

necesario para establecer un tratamiento<br />

satisfactorio.<br />

b. Frecuencia y<br />

hora de<br />

aparición<br />

Determinar que tan frecuentes son los episodios y<br />

cuánto tiempo pasa el paciente libre de crisis, así<br />

como, si los episodios se presentan durante el<br />

sueño o a determinadas horas, puede ser muy útil<br />

en el diagnóstico y al evaluar la efectividad del<br />

tratamiento. No olvidar que algunas cefaleas de<br />

origen orgánico, como las causadas por tumores,<br />

suelen aumentar progresivamente en intensidad y<br />

frecuencia (Moriarty, 2000).<br />

c. Momento<br />

de inicio de<br />

los<br />

episodios<br />

Se debe indagar con el paciente si esta es la<br />

primera vez que presenta la cefalea y, si no fuera<br />

así, si se mantienen las mismas características de<br />

episodios anteriores (independientemente de la<br />

intensidad).<br />

19


d. Duración<br />

Se debe interrogar al paciente sobre la duración de la<br />

crisis actual, así como la duración de episodios<br />

previos, y su respuesta ante el tratamiento.<br />

e. Caracterización<br />

del dolor<br />

Se debe determinar claramente las características<br />

del dolor que siente el paciente: punzante, ardoroso,<br />

opresivo, pulsátil, constante, etc. Evitando<br />

conformarse con definiciones confusas o<br />

inconsistentes cuando al paciente le cuesta describir<br />

el dolor.<br />

f. Localización<br />

Averiguar en que sección o secciones de la cabeza<br />

se origina el dolor (región frontal, occipital, ocular,<br />

un área específica de un nervio, etc.). Recordar que<br />

las lesiones en el área supratentorial suelen<br />

producir dolor en la región frontal, mientras que las<br />

del área infratentorial lo suelen hacer en la región<br />

occipital (Sheehan, 2000).<br />

g. Síntomas<br />

asociados<br />

Los síntomas asociados pueden ser muy variados.<br />

En las causas primarias pueden presentarse<br />

síntomas como: náuseas, vómitos, lagrimeo,<br />

rinorrea, inyección conjuntival, etc., que pueden<br />

facilitar el diagnóstico. Cabe destacar que las<br />

alteraciones neurológicas producto de la migraña, a<br />

diferencia de las causas orgánicas, suelen ser<br />

completamente reversibles y no durar más de 60<br />

minutos (Sheehan, 2000).<br />

20


h. Factores<br />

exacerbantes<br />

y aliviantes<br />

Preguntar al paciente sobre los factores que<br />

desencadenan o empeoran la cefalea (ruidos o<br />

luces fuertes, estrés, olores, algunas comidas,<br />

alteraciones del sueño, tos, valsalva, etc.), así<br />

como sobre los factores que lo alivian (dormir,<br />

vómitos, caminar, tipo y cantidad de medicamentos<br />

que usa actualmente o que ha usado, etc.).<br />

i. Sobre el<br />

diagnóstico<br />

diferencial<br />

• Una cefalea no debe ser atribuida a una afección<br />

de los senos paranasales ante la ausencia de otros<br />

síntomas sugestivos de ella. La sinusitis crónica no<br />

es una causa válida de cefalea a menos de que<br />

haya una exacerbación aguda.<br />

• Los problemas de refracción están ampliamente<br />

sobreestimados como causa de cefalea la cual, si<br />

de hecho ocurre, es leve, frontal, en los ojos<br />

mismos y ausente al despertar.<br />

• La cefalea no debe ser considerada por problemas<br />

de oídos, articulación témporomandibular o<br />

dientes, a menos que otros síntomas lo indiquen.<br />

(Steiner, 2003)<br />

Una vez caracterizada la cefalea y con un diagnóstico diferencial en mente, se<br />

procede a realizar el examen físico.<br />

2. Examen físico<br />

Aunque la realización de una adecuada historia clínica usualmente es suficiente<br />

para obtener un diagnóstico satisfactorio, un examen físico breve y guiado con<br />

base en lo encontrado durante el interrogatorio es recomendable,<br />

principalmente con el fin de descartar causas secundarias, pero también porque<br />

su realización tranquiliza al paciente y puede evitar reconsultas innecesarias en<br />

el futuro.<br />

21


El examen físico debe incluir al menos: signos vitales, auscultación<br />

cardiopulmonar en busca de soplos, palpación de cara, cabeza y cuello, y fondo<br />

de ojo (Randall, 2001).<br />

Se debe tomar en cuenta que el aumento de la presión arterial en raras<br />

ocasiones es causa de cefalea, aunque los pacientes suelan pensar esto. Sin<br />

embargo, su elevación puede hacer más difícil el tratamiento de otras causas<br />

de cefalea (Steiner, 2003).<br />

En pacientes mayores, la palpación de la región temporal puede demostrar<br />

dolor y vasos engrosados y tortuosos, asociado a claudicación de mandíbula,<br />

que hagan sospechar la presencia de una arteritis temporal.<br />

Finalmente, se debe incluir la realización de un fondo de ojo. A continuación se<br />

detalla el procedimiento correcto para la realización de este, así como los<br />

errores más frecuentes al realizarlo:<br />

22


• Sentar al paciente en una habitación semi-oscura.<br />

• El fondo de ojo derecho se observa con el ojo<br />

derecho del explorador, quien sostendrá el<br />

oftalmoscopio con la mano derecha. El izquierdo<br />

con el ojo izquierdo y el oftalmoscopio en la mano<br />

izquierda.<br />

• Sentado o de pie frente al paciente con los ojos a<br />

la misma altura del examinado se le indica que<br />

mire a un punto lejano.<br />

a. Pasos para<br />

la realización<br />

del fondo de<br />

ojo<br />

• Una vez encendido el oftalmoscopio se mantiene<br />

con el disco en 0 y con luz blanca circular a una<br />

distancia aproximada de 50 cm, se dirige hacia el<br />

ojo del paciente para visualizar a través de la<br />

ventana del aparato la translucidez normal de los<br />

medios oculares (humor acuoso, cristalino y<br />

humor vítreo) como un reflejo rojo-anaranjado.<br />

• Seguidamente se observa el fondo de ojo, puede<br />

ser de utilidad colocar la mano en la frente del<br />

paciente y elevar suavemente el párpado superior<br />

con la yema del pulgar; para esto el observador<br />

debe moverse unos 15 grados hacia fuera y<br />

acercarse lenta y progresivamente al examinado<br />

sin perder el reflejo de los medios oculares, hasta<br />

lograr una distancia de 2,5 cm entre el<br />

oftalmoscopio y la córnea del paciente.<br />

b. Errores<br />

frecuentes<br />

al realizar<br />

el fondo<br />

de ojo<br />

• Algunos observadores suelen cerrar el ojo que no<br />

usan durante la oftalmoscopia, esto limita el<br />

rendimiento de dicho procedimiento, ya que al<br />

cabo de unos minutos aparece fatiga (temblor en<br />

cara y párpados), por lo tanto se recomienda tener<br />

ambos ojos abiertos al realizar la valoración del<br />

ojo y retina.<br />

• El examinador debe formar una unidad indivisible<br />

con su instrumento, los movimientos hacia arriba,<br />

abajo, derecha e izquierda durante la valoración<br />

del fondo de ojo se hacen con la cabeza y no con<br />

el oftalmoscopio.<br />

• Aquellos que usen gafas deben prescindir de ellas<br />

para este procedimiento y usar los lentes del<br />

instrumento como correctores de los vicios de<br />

refracción<br />

23<br />

del observador.


El fondo de ojo es una parte importante del examen físico del paciente con<br />

cefalea ya que este podría mostrar la presencia de papiledema bilateral, lo<br />

cual es uno de los signos más tempranos en los casos de aumento de<br />

presión intracraneana (Bienfang, 2005).<br />

A continuación, se muestran ejemplos de fondos de ojo normal y con<br />

papiledema:<br />

Figura No.1<br />

Fondo de ojo normal<br />

Ej.<br />

Figura No.2<br />

Fondo de ojo con Papiledema<br />

Ej.<br />

Fuente: Digital atlas of ophthalmology. New York eye and ear infirmary. www.nyee.edu/digital-atlas-ofophthalmology.html<br />

24


3. Examen neurológico<br />

Al igual que con el examen físico, el examen neurológico debe ser realizado<br />

buscando alteraciones que hagan sospechar la presencia de causas<br />

secundarias.<br />

El examen debe incluir evaluación del estado mental, pares craneales,<br />

coordinación, sensibilidad, fuerza muscular, reflejos y marcha. Cabe destacar<br />

que una gran parte del examen neurológico se puede realizar durante la<br />

entrevista misma.<br />

Ej.<br />

• La entrada del paciente en el consultorio sirve para<br />

conocer las características de la marcha y su<br />

coordinación a la hora de tomar asiento frente a la<br />

mesa.<br />

• Mientras el enfermo habla con el médico puede<br />

tomarse nota de la motilidad facial y ocular, y de los<br />

gestos espontáneos de los miembros.<br />

• Durante el interrogatorio mismo se puede explorar el<br />

estado de conciencia y orientación, coherencia de<br />

juicios y lenguaje.<br />

Cualquier hallazgo durante el examen neurológico, como alteración de la<br />

conciencia, parálisis de pares craneales, hemiparesias, dificultad para la<br />

marcha, etc.; debe ser estudiada más a fondo o referida a un especialista<br />

según corresponda.<br />

4. Exámenes de laboratorio y gabinete<br />

Los exámenes de laboratorio y gabinete no deben ser considerados de rutina<br />

en el estudio del paciente con cefalea. Deben ser estimados solamente cuando<br />

se encuentren hallazgos durante la historia clínica, el examen físico o<br />

neurológico que haga sospechar la presencia de una causa secundaria, en<br />

cuyo caso su realización puede facilitar el diagnóstico (Steiner, 2004).<br />

La cefalea es un problema muy común en la práctica clínica, no obstante,<br />

muchos médicos se sienten reacios a afrontarlo. Sin embargo, si se aborda<br />

adecuadamente, en la mayoría de los casos se puede obtener un diagnóstico<br />

acertado y un tratamiento adecuado con relativa facilidad.<br />

25


Res.<br />

Abordaje del paciente con cefalea<br />

Historia<br />

clínica<br />

¿Presencia de<br />

signos de alarma<br />

No<br />

Sí<br />

Examen<br />

físico<br />

Sospechar causa<br />

secundaria (10% de<br />

los casos)<br />

Normal<br />

Examen<br />

neurológico<br />

Alterado<br />

Exámenes de laboratorio<br />

y/o gabinete, referencia a<br />

especialista o servicio de<br />

emergencias, según<br />

criterio médico<br />

Alterado<br />

Causa primaria<br />

de cefalea (90%<br />

de los casos)<br />

26


II. CEFALEAS PRIMARIAS DE CONSULTA FRECUENTE EN EL<br />

PRIMER NIVEL DE ATENCION<br />

O<br />

Conocer las características clínicas de las<br />

cefaleas primarias de consulta más frecuente en<br />

el primer nivel de atención, con el fin de lograr un<br />

diagnóstico y tratamiento satisfactorios.<br />

Debido a que la gran mayoría de las cefaleas son de causa primaria y que estas<br />

pueden ser, en la mayoría de los casos, reconocidas y tratadas por el médico en el<br />

primer nivel de atención, la presente unidad muestra las características clínicas y los<br />

esquemas de tratamiento para las cefaleas primarias de consulta más frecuente:<br />

migraña, cefalea tensional, cefalea en racimos y cefalea por sobreuso de<br />

medicamentos. Asimismo, se incluye también a la cefalea medicamentosa, la cual<br />

puede presentarse en cualquier paciente con historia de cefalea y que el médico<br />

general debe ser capaz de reconocer.<br />

A. Migraña<br />

La migraña es una de las formas más comunes de cefalea, sin embargo, su<br />

importancia radica en la gran discapacidad que provoca en aquellas personan que<br />

la padecen y el gran costo que esto representa. Asimismo, la migraña presenta un<br />

alto nivel de subdiagnóstico debido a que, como se mencionó anteriormente,<br />

muchos pacientes no consultan al médico o este no logra dar el diagnóstico<br />

correcto.<br />

1. Descripción de la enfermedad<br />

a. Concepto<br />

La migraña es una cefalea crónica primaria que se<br />

caracteriza por ataques recurrentes de dolor de<br />

cabeza muy variables en cuanto a intensidad,<br />

frecuencia y duración. La localización suele ser<br />

unilateral y es típica la asociación de náuseas y<br />

vómitos. En ocasiones el dolor es precedido de<br />

síntomas neurológicos focales (aura). Las crisis de<br />

dolor están separadas por intervalos absolutamente<br />

libres de síntomas.<br />

Fuente: Plan de Formación en Neurología, 2004.<br />

www.redcefaleas.org/rec/pfn/doc/indice.html<br />

27


. Epidemiología<br />

• La migraña en Estados Unidos afecta<br />

aproximadamente al 16% de las mujeres y al 6%<br />

de los hombres, de los cuales menos de la mitad<br />

han consultado con un médico (Polizzotto, 2002).<br />

• La migraña puede iniciarse en cualquier época<br />

de la vida, aunque lo habitual es que se presente<br />

en el adulto joven.<br />

• Cerca de un 70% de los pacientes tienen una<br />

historia familiar de cefalea.<br />

• Aproximadamente un 25% de los pacientes<br />

migrañosos presentan la primera crisis en la<br />

primera década de la vida, aunque con<br />

frecuencia pasa desapercibida, y<br />

aproximadamente el 85% inician la enfermedad<br />

antes de los 30 años, con un máximo de<br />

presentación en la segunda década.<br />

• Antes de los 15 años es una situación más<br />

frecuente en el hombre y, tras la pubertad, la<br />

relación se invierte volviéndose más frecuente en<br />

la mujer.<br />

• El debut de la migraña en mayores de 50<br />

años es excepcional.<br />

(Liaño, 2001)<br />

• En Costa Rica, la migraña constituye la<br />

novena mayor causa de incapacidad<br />

(CCSS, 2006)<br />

c. Fisiopatología<br />

Alrededor de la migraña se han generado una gran cantidad de teorías<br />

respecto a su fisiopatología, sin embargo, en los últimos años la teoría<br />

trigeminovascular ha sido una de las que ha mostrado mayor aceptación<br />

entre la comunidad médica.<br />

28


Teoría trigéminovascular<br />

Esta teoría indica que la formación reticulada del tallo<br />

cerebral en los pacientes migrañosos muestra una<br />

“hiperrespuesta” a una variedad de estímulos (como las<br />

emociones, el hambre, estímulos visuales o auditivos,<br />

etc.), esta actividad genera una activación de neuronas<br />

serotoninérgicas y catecolinérgicas. Estas neuronas<br />

siguen una ruta ascendente a través de los tractos<br />

espinotalámico y trigéminotalámico.<br />

Las estructuras sensibles al dolor intracraneales, como<br />

los vasos meníngeos, las meninges y los vasos<br />

extracerebrales, son estimuladas y causan<br />

vasodilatación, con lo cual péptidos vasoactivos, como<br />

el óxido nítrico, son liberados causando una inflamación<br />

alrededor de la pared del vaso. Esta inflamación causa<br />

estímulos dolorosos que descienden por el V par<br />

craneal de vuelta al tallo cerebral, desde donde<br />

ascienden a la corteza cerebral donde el dolor es<br />

percibido (Moriarty, 2000).<br />

Figura No.3<br />

Vías de producción de la migraña y<br />

estructuras intracraneales sensibles al dolor<br />

Fuente: N Engl J Med, Vo. 346, No.4, 2002.<br />

29


2. Abordaje y manejo integral<br />

Al igual que en los demás casos de cefalea primaria, se debe dar especial<br />

énfasis a la elaboración de la historia clínica, ya que esta brindará elementos<br />

para el diagnóstico y ayudará a ofrecer un tratamiento más efectivo. Se debe<br />

interrogar por factores predisponentes presentes en el paciente, caracterizar<br />

adecuadamente la cefalea y, finalmente, brindarle un tratamiento integral y un<br />

seguimiento adecuado al paciente.<br />

a. Factores predisponentes<br />

Existen varios factores predisponentes de la migraña, los cuales pueden ser<br />

de índole sicológica, biológica y ambiental, que pueden funcionar como<br />

elementos gatillo que pueden desencadenar una crisis de cefalea. Así<br />

mismo existe una alta predisposición a ella en personas con historia familiar<br />

de migraña.<br />

Factores<br />

predisponentes<br />

• Factores heredofamiliares<br />

• Estrés<br />

• Alteraciones en el ritmo del sueño<br />

• Factores dietéticos<br />

• Menstruación<br />

• Esfuerzo físico<br />

a 1 . Factores heredofamiliares: Son de gran importancia en la migraña, se<br />

estima que el riesgo que tiene un niño de presentar migraña se estima<br />

en el 70% si ambos padres están afectados, en 45% si únicamente uno<br />

de ellos padece de migraña y en 30% si posee un familiar diferente de<br />

sus padres afectado (Liaño, 2001).<br />

b 1 . Estrés: es el elemento precipitante de la migraña reconocido con mayor<br />

frecuencia. Esto puede dificultar el diagnóstico diferencial con la cefalea<br />

tensional, la cual se logra descartar con una adecuada historia clínica.<br />

También cabe destacar que un mismo paciente puede presentar tanto<br />

migraña como cefalea tensional, ya que estas no son mutuamente<br />

excluyentes.<br />

30


c 1 . Alteraciones en el ritmo del sueño: provoca crisis en el 35% de los<br />

migrañosos, tanto si es por falta de este, como por su exceso (Liaño,<br />

2001).<br />

d 1 . Factores dietéticos: se reconocen como precipitantes en el 38% de los<br />

casos. Destacan el ayuno prolongado, el alcohol, los condimentos, los<br />

preservantes, derivados del cacao, derivados lácteos, frutos secos, café,<br />

cítricos y huevos, entre otros (Liaño, 2001).<br />

e 1 . Menstruación: en el 60% de las ocasiones las crisis de migraña suelen<br />

relacionarse con el ciclo menstrual (Moriarty, 2000) y suelen empeorar<br />

con el uso de anticonceptivos orales. Asimismo, en un 75% de estos<br />

casos las crisis de migraña ceden durante el embarazo (Victor, 2001).<br />

f 1 . Esfuerzo físico: Cualquier tipo de actividad que implique un esfuerzo<br />

físico se puede considerar un potencial factor precipitante de la migraña.<br />

Incluye, tanto ejercicios prolongados, como esfuerzos intensos de breve<br />

duración. Este factor precipitante es mucho más frecuente en niños<br />

menores de 10 años (Liaño, 2001).<br />

b. Criterios diagnósticos de migraña<br />

El diagnóstico de migraña se basa casi enteramente en la historia clínica.<br />

De acuerdo con la International Headache Society, los criterios diagnósticos<br />

para la migraña con y sin aura son los siguientes (adaptados por Polizzotto,<br />

2002):<br />

a 1 . Migraña sin<br />

aura<br />

• Historia de al menos 5 crisis, cada una de 4 a 72<br />

horas de duración y con al menos 2 de las<br />

siguientes características:<br />

• Unilateral<br />

• Pulsátil<br />

• Su intensidad limita o evita la realización de las<br />

actividades diarias<br />

• Empeora con la actividad física de rutina<br />

• Se asocia al menos uno de los siguientes<br />

síntomas:<br />

• Náuseas y/o vómitos<br />

• Fotofobia y fonofobia<br />

• El cuadro clínico no puede ser atribuido a otra<br />

condición clínica.<br />

31


1 . Migraña<br />

con aura<br />

• Historia de al menos 2 crisis, cada una con al<br />

menos 3 de las siguientes características:<br />

- Al menos 1 síntoma completamente reversible<br />

de aura<br />

- Desarrollo gradual de al menos 1 síntoma de<br />

aura en 4 o más minutos, o varios síntomas<br />

sucesivos<br />

- Ningún síntoma de aura dura más de 60<br />

minutos<br />

- Inicio de cefalea que cumple los criterios para<br />

migraña sin aura, luego o durante la aparición<br />

del aura, en un periodo no mayor de 60<br />

minutos.<br />

• El cuadro clínico no puede ser atribuido a otra<br />

condición clínica.<br />

Los síntomas de aura incluyen:<br />

• Alteraciones visuales (las más comunes): hemianopsia transitoria o<br />

escotomas.<br />

• Alteraciones sensitivas: parestesia unilateral de mano, brazo o cara (la<br />

pierna rara vez se ve afectada).<br />

• Alteración del habla: disfasia.<br />

32


Tabla No. 2<br />

Criterios para clasificación de la severidad de la migraña<br />

Leve a moderada<br />

• Siempre la cefalea es catalogada<br />

por el paciente como leve a<br />

moderada en su desarrollo<br />

• No presencia de síntomas<br />

asociados y si aparecen son<br />

catalogados como leves<br />

• Sin impacto sobre la calidad de<br />

vida MIDAS I o II, HIT 1 o 2.<br />

www.migraine-disability.net<br />

• No requiere del uso temprano de<br />

triptanes<br />

Moderada a severa<br />

• Siempre la cefalea es<br />

catalogada por el paciente de<br />

moderada a severa en su<br />

desarrollo<br />

• Hay presencia de síntomas<br />

asociados<br />

• Impacto sobre la calidad de<br />

vida MIDAS III o IV, HIT 3 o 4<br />

• Requiere del uso temprano de<br />

triptanes<br />

Migraine Disability Assessment (MIDAS): Es un cuestionario desarrollado para<br />

mejorar la atención de la migraña para ayudar a los médicos a identificar a<br />

pacientes severamente afectados en su calidad de vida cuando padecen migraña.<br />

El enfoque en que se utiliza MIDAS aumenta la probabilidad de los pacientes para<br />

que reciban un tratamiento adecuado, la primera vez que visitan al médico por su<br />

migraña.(www.midas-migraine.net/edu/question/Default.asp)<br />

Headache Impact Test (HIT): Es una prueba del impacto de la cefalea (HIT =<br />

IMPACTO), en la capacidad de una persona para funcionar en su trabajo, en<br />

familia, en la escuela y en situaciones sociales.<br />

(www.headachetest.com/HIT6/PDFS/Spanish%20Spain.pdf)<br />

Fuente: Dowson, A.J., et al (2002)<br />

33


Premonitorias: Suelen ser difíciles de identificar, pues los<br />

pacientes con frecuencia no los refieren espontáneamente,<br />

pero si se les interroga de forma específica, en el 35% de los<br />

casos, se refieran síntomas prodrómicos del tipo de cambios<br />

de humor como irritabilidad, excitabilidad, hiperactividad,<br />

sensación de alerta, depresión, cansancio, bostezos<br />

frecuentes y apetito especialmente de alimentos dulces.<br />

Predisponentes: El 70% de los pacientes reconocen una<br />

serie de factores psicológicos, biológicos o ambientales que<br />

actúan como auténticos elementos gatillo de sus crisis de<br />

cefalea. Esto es importante, pues permiten prevenirlos (por<br />

ejemplo: alteraciones del sueño 35%, dietéticos 38%,<br />

menstruación 60%).<br />

De carácter: suele describirse como de carácter pulsátil. Su<br />

intensidad tiende a cursar de moderada a severa.<br />

c. Manifestaciones<br />

clínicas<br />

De localización: unilateral, aunque el 60% de los pacientes<br />

reconocen esta localización en algún momento de sus crisis,<br />

es usual que el dolor cambie de localización en su evolución.<br />

Es típico que exista un predominio de lateralidad en cada<br />

paciente. Otras localizaciones frecuentes del dolor son:<br />

bifrontal, occipital, nucal y retroocular. La distribución<br />

holocraneal es la más común en la evolución del dolor hacia<br />

el final de la crisis.<br />

De frecuencia: Cerca de la mitad de los pacientes que<br />

consultan por crisis recurrentes de migraña presentan entre<br />

una y cuatro crisis mensuales. Los pacientes que presentan<br />

de forma exclusiva episodios de migraña con aura suelen<br />

tener menor número de crisis.<br />

De duración: Es un criterio fundamental en la definición de<br />

la migraña. El límite se establece entre 4 y 72 horas en<br />

adultos, aunque la mayoría de los pacientes refieren crisis<br />

entre 6 y 24 horas. Cuando la duración es superior a 72<br />

horas entramos en el concepto de complicaciones de la<br />

migraña, ya sea como estatus migrañoso. En niños la<br />

duración puede ser menor de 4 horas.<br />

De aura: se presentan solamente en un 25% de los<br />

pacientes migrañosos (Moriarty, 2000), aunque un mismo<br />

paciente, a través del tiempo, puede presentar episodios de<br />

migraña con aura y sin ella.<br />

34


Ej.<br />

Una paciente de 18 años, conocida como sana, acude<br />

a consulta por presentar, desde hace varios meses,<br />

episodios recurrentes de cefalea unilateral, de hasta<br />

un día de duración, pulsátil, asociada a náuseas, foto<br />

y fonofobia. Esta empeora cada vez que tiene<br />

exámenes, lo que ha afectado su rendimiento<br />

académico. El examen físico y neurológico no<br />

muestran alteraciones.<br />

Aunque la presencia de aura o cefalea típica de migraña hace muy probable<br />

su diagnóstico, siempre se debe realizar una historia clínica completa y<br />

plantear un diagnóstico diferencial adecuado para cada paciente, ya que se<br />

pueden presentar casos especiales que requieran un abordaje diferente,<br />

como por ejemplo:<br />

• La persistencia de aura por más de 60 minutos a<br />

pesar de la resolución de la cefalea (conocida<br />

como aura prolongada), debe ser referida a un<br />

especialista para descartar otras enfermedades.<br />

Casos<br />

especiales<br />

de migraña<br />

• En algunos casos, especialmente en pacientes<br />

mayores, puede ocurrir un aura visual típica sin<br />

la aparición de cefalea. Estos pacientes deben<br />

ser referidos para descartar la presencia de<br />

isquemia cerebral transitoria (Steiner, 2004).<br />

• En niños y menores de 15 años, la cefalea puede<br />

durar menos de 4 horas y suele ser bilateral, con<br />

predominancia de síntomas gastrointestinales y<br />

con posible historia de dolores abdominales<br />

paroxísticos y náuseas o vómitos sin causa<br />

orgánica de fondo (López, 2003).<br />

35


d. Tratamiento<br />

El manejo de la migraña deben esta orientado a:<br />

Objetivos<br />

• Alivio de la cefalea y síntomas<br />

asociados, para restaurar la calidad de<br />

vida y permitir el retorno a las<br />

actividades diarias, en forma rápida y<br />

consistente.<br />

• Prevención, que reduce la frecuencia y<br />

el impacto de los ataques<br />

El tratamiento de la migraña debe involucrar tanto la utilización de<br />

tratamiento farmacológico como no farmacológico:<br />

a 1 . Tratamiento no farmacológico<br />

El tratamiento no farmacológico debe ir enfocado hacia la educación del<br />

paciente sobre su condición, de modo que aprenda a reconocer el inicio<br />

de las crisis, su tratamiento y brindarle tranquilidad; así mismo, se debe<br />

educarlo sobre los factores desencadenantes y cómo evitarlos. Para esto<br />

se deben aconsejar cambios en el estilo de vida: evitar estrés o<br />

relajación excesiva, tener horas regulares de sueño, etc.<br />

36


Tabla No. 3<br />

Eficacia de las diferentes modalidades de tratamiento<br />

de la migraña<br />

Eficacia confirmada en estudios<br />

clínicos<br />

Terapias conductuales:<br />

Biofeedback<br />

Terapias de relajación<br />

Reducción de estrés<br />

Control de eventos precipitantes<br />

Terapias físicas:<br />

Manipulación cervical<br />

Masaje cervical más reducción de<br />

estrés<br />

Ejercicio más reducción de estrés<br />

Fuente: Dowson, A.J., et al (2002)<br />

Eficacia no confirmada en estudios<br />

clínicos<br />

Terapias conductuales<br />

Control del tipo de alimentos<br />

Terapias físicas:<br />

Hipnosis<br />

TENS (Estimulación eléctrica nerviosa<br />

transcutánea)<br />

Tratamientos de ajuste de oclusión dental<br />

Oxígeno hiperbárico<br />

b 1 . Tratamiento farmacológico<br />

El tratamiento farmacológico es importante y debe tratar ser<br />

individualizado de acuerdo a cada paciente. Se divide en: tratamiento<br />

agudo y tratamiento profiláctico.<br />

37


a 2 . Tratamiento agudo<br />

Tabla No.3<br />

Perfil de los tratamientos para el manejo agudo de la migraña<br />

Eficacia,<br />

tolerabilidad y<br />

seguridad<br />

confirmadas<br />

Aines y AAS<br />

Acetaminofen más<br />

domperidona<br />

AAS o<br />

acetaminofen más<br />

metoclorpropamida<br />

Triptanos:<br />

Sumatriptan vo<br />

Naratiptan vo<br />

Zomitriptan vo, inh<br />

Rizatriptan vo<br />

Almotriptan vo<br />

Elpriptan vo<br />

Eficacia no<br />

confirmada o<br />

posibles riesgos<br />

de seguridad<br />

Acetaminofen más<br />

codeína<br />

Analgésicos<br />

opiáceos<br />

Barbitúricos<br />

La evidencia<br />

muestra no<br />

efectividad en<br />

migraña<br />

Acetaminofen en<br />

monoterapia<br />

Antiheméticos en<br />

mmonoterapia<br />

Ergotamina oral<br />

Fuente: Dowson, A.J., et al (2002)<br />

38


2 . Tratamiento profiláctico<br />

Se recomienda el inicio de tratamiento profiláctico en las siguientes<br />

condiciones:<br />

Indicaciones<br />

• Crisis frecuentes (>2/mes), las cuales,<br />

a pesar del tratamiento agudo, causan<br />

discapacidad significativa.<br />

• Contraindicaciones, efectos<br />

secundarios intolerables o falla<br />

terapeútica del tratamiento agudo.<br />

• Sobreuso de medicamentos.<br />

• Más de 2 crisis por semana<br />

• Preferencia del paciente.<br />

Los fármacos recomendados como profilaxis, son:<br />

Tabla No.5<br />

Perfil de los tratamientos para el manejo profiláctico de la migraña<br />

Eficacia,<br />

tolerabilidad y<br />

seguridad<br />

confirmadas<br />

Beta bloqueadores:<br />

(propanolol,<br />

metoprolol, nandolol,<br />

timolol)<br />

Anticonvulsivantes:<br />

Acido valproico<br />

Antidepresivos:<br />

amitriptilina<br />

Eficacia no confirmada<br />

o posibles riesgos de<br />

seguridad<br />

Agonistas de la<br />

serotonina:<br />

Metisergida,<br />

cicloheptadina, pizotifen<br />

La evidencia<br />

muestra no<br />

efectividad en<br />

migraña<br />

Alfa agonistas<br />

centrales:<br />

Clonidina<br />

Fuente: Dowson, A.J., et al (2002)<br />

Se debe administrar el medicamento a dosis adecuadas por 4 a 6<br />

meses antes de considerar falla terapéutica.<br />

39


En el caso de migraña menstrual, se recomienda el uso de AINEs,<br />

especialmente naproxeno 500- 1000 mg/d 3 a 5 días antes y 1 a 5<br />

días después de la menstruación (López, 2003). Para la migraña<br />

inducida por el ejercicio se recomienda el uso de betabloqueadores o<br />

indometacina (Steiner, 2003).<br />

La migraña es una patología muy común que afecta a muchas<br />

personas y que con un tratamiento adecuado puede ser controlada<br />

satisfactoriamente en la mayoría de los casos. Para facilitar su<br />

tratamiento, existen “diez mandamientos” del manejo de la migraña<br />

que siempre deben ser tomados en cuenta:<br />

Diagnóstico:<br />

• La gran mayoría de las cefaleas son de<br />

origen benigno (primarias) y deben de ser<br />

manejadas en el primer nivel de atención<br />

• Investigar el impacto sobre la calidad de vida<br />

del paciente, utilizando herramientas como<br />

el cuestionario MIDAS o HIT 6<br />

Los “diez<br />

mandamientos” en<br />

el manejo integrado<br />

de la migraña<br />

Manejo:<br />

• Compartir el manejo con el paciente (el<br />

paciente toma el control de su problema y el<br />

médico ofrece guía y educación)<br />

• Ofrecer un manejo individualizado y apoyar<br />

al paciente para que pueda manejar su<br />

problema<br />

• Dar seguimiento al paciente (invitando al<br />

paciente a regresar a sus controles y a llevar<br />

un registro de sus crisis)<br />

• Flexibilizar el manejo de la migraña de<br />

acuerdo a la presentación, evolución y<br />

cambios a través de los años<br />

Tratamiento:<br />

• Dar tratamiento a todas las crisis agudas lo<br />

mas pronto posible(evitar medicamentos que<br />

produzcan dependencia, como analgésicos<br />

regulares, codeína o ergotamina)<br />

• Prescribir tratamiento profiláctico temprano<br />

en aquellos pacientes que tengan indicación<br />

al mismo<br />

• Monitorizar el tratamiento profiláctico<br />

regularmente<br />

• Asegurarse que el paciente este cómodo<br />

con el tratamiento y que este sea practico<br />

con su estilo de vida y la presentación de su<br />

migraña (www.migraine-disability.net)<br />

40


Figura No. 4<br />

Flujograma para el manejo integrado de la migraña<br />

Historia clínica detallada ,<br />

Educación y reconocimiento del problema por<br />

el paciente<br />

Tamizaje Diagnóstico y diagnóstico diferencial<br />

inicial (Clasificación Internacional Cefalea )<br />

• Cuantificar la severidad de la enfermedad<br />

• Frecuencia de ataques<br />

• Severidad del dolor<br />

• Impacto sobre calidad de vida<br />

• Síntomas acompañantes<br />

• Historia del paciente y sus preferencias<br />

Tratamiento inicial<br />

Migraña Intermitente<br />

leve a moderada<br />

Con o sin aura<br />

Migraña intermitente<br />

moderada a severa<br />

Con o sin aura<br />

Terapias conductuales y complementarias<br />

AINES a dosis terapéuticas<br />

AAS / acetaminofen más antiheméticos<br />

Rescate<br />

Triptanes orales<br />

rescate<br />

Triptanes<br />

spray nasal o<br />

subcutáneos<br />

Seguimiento del<br />

tratamiento<br />

Triptanes orales<br />

Si el tratamiento inicial no tiene éxito<br />

Rescate<br />

Triptan oral alternativo<br />

Spray nasal / subcutáneo<br />

Cefalea frecuentes<br />

> o = 4 ataques por mes<br />

Migraña<br />

Considerar profilaxia más<br />

Tratamiento agudo para<br />

Interrumpir el ataque<br />

migrañoso<br />

Si no hay respuesta<br />

Cefalea crónica diaria<br />

Si no hay respuesta<br />

Considere referir<br />

Fuente:<br />

Tomado y modificado de : Curr Med Res Opin 18(7):414-439, 2002. New Guidelines for the Management of Migraine in<br />

Primary Care.<br />

41


B. Cefalea tensional<br />

La cefalea tensional es la causa de cefalea más frecuente y, junto con la migraña,<br />

constituye la mayoría de causas de cefalea primaria. Sin embargo, esto puede no<br />

ser evidente a nivel de consulta, ya que en muchos casos se presenta de manera<br />

leve y episódica por lo que muchos pacientes deciden no consultar con el médico y<br />

automedicarse, lo cual a su vez suele ser efectivo.<br />

1. Descripción de la enfermedad<br />

a. Concepto<br />

La cefalea tensional se define como episodios<br />

recurrentes de dolor de cabeza que duran desde<br />

minutos a varios días. Generalmente, el dolor es<br />

opresivo, de intensidad leve o moderada, de<br />

localización bilateral y no empeora con la actividad<br />

física habitual (Liaño, 2001).<br />

b. Epidemiología<br />

• Es la causa más frecuente de cefalea<br />

primaria, su prevalencia oscila entre 30%<br />

y 80% de los pacientes con cefalea en<br />

países desarrollados<br />

• Es más frecuente en mujeres que en<br />

hombres, aunque esta diferencia no es tan<br />

marcada como en la migraña, y en ambos<br />

sexos tiende a disminuir con la edad.<br />

• Aproximadamente el 60% de los pacientes<br />

sufren un episodio de cefalea tensional al<br />

mes y el 3% tienen episodios más de 15<br />

días por mes.<br />

• Se estima que la prevalencia anual de<br />

cefalea tensional con más de un episodio<br />

al mes es de 20 a 30%.<br />

(Liaño, 2001)<br />

• Puede presentarse a cualquier edad, pero<br />

su incidencia pico es entre los 20 y 40<br />

años (Moriarty, 2000).<br />

• En Costa Rica no hay estadísticas claras<br />

sobre su prevalencia, pero probablemente<br />

estas son cercanas a las presentadas en<br />

países desarrollados.<br />

42


c. Fisiopatología<br />

Hasta el día de hoy aún existe controversia respecto al verdadero origen de<br />

la cefalea tensional. Algunos investigadores consideran que el dolor se<br />

origina debido a isquemia tisular producto de la contracción sostenida de los<br />

músculos pericraneales como respuesta al estrés físico o emocional<br />

(Moriarty, 2000). Sin embargo, pruebas realizadas con electromiografías no<br />

han comprobado que la actividad muscular anormal sea una constante en<br />

estos pacientes (Schreiber, 2004).<br />

Otra teoría consiste en un mecanismo fisiopatológico análogo al presentado<br />

en la migraña, en donde pacientes con cefalea tensional presentan<br />

hipersensibilidad central a los estímulos provenientes de los músculos<br />

pericraneales El núcleo trigeminal es entonces estimulado, resultando en la<br />

estimulación de nociceptores miofaciales hipersensitivos (en migraña son<br />

nociceptores vasculares), que producen dolor en las zonas inervadas por<br />

estos nervios (Moriarty, 2000). Incluso algunos investigadores consideran a<br />

la cefalea tensional como una forma leve de migraña, en la que la<br />

contracción de músculos pericraneales actúa como gatillo.<br />

d. Clasificación y criterios diagnósticos<br />

La Internacional Headache Association subdivide a la cefalea tensional en<br />

episódica infrecuente, episódica frecuente o crónica. La clasificación y<br />

criterios diagnósticos son los siguientes:<br />

a 1 . Cefalea tensional episódica infrecuente<br />

A. Al menos 10 episodios de cefalea que ocurren con una frecuencia de<br />

menos de 1 día al mes y que cumple con los criterios B, C y D.<br />

B. Duración de 30 minutos a 7 días<br />

C. La cefalea tiene al menos 2 de las siguientes características:<br />

- Bilateral<br />

- Dolor opresivo (no pulsátil)<br />

- Intensidad de leve a moderada<br />

- No empeora con la actividad física como caminar o subir<br />

escaleras<br />

D. Cumple con:<br />

- No asocia náuseas ni vómitos (puede presentar anorexia)<br />

- Presenta fotofobia o fonofobia (pero no ambas juntas)<br />

E. El cuadro clínico no puede ser atribuido a otra condición clínica<br />

43


1 . Cefalea tensional episódica frecuente<br />

A. Cumple con los criterios de cefalea tensional episódica infrecuente,<br />

excepto por:<br />

- Al menos 10 episodios de cefalea con una frecuencia >1 pero


Carácter: Los pacientes suelen referir la<br />

cefalea como un dolor sordo, opresivo, no<br />

pulsátil, con la sensación de tener una banda<br />

apretada alrededor de la cabeza. La intensidad<br />

suele ir de leve a moderada y usualmente no es<br />

causa de discapacidad para el paciente.<br />

Localización: el dolor usualmente es bilateral y<br />

generalizado o puede ser localizado en la<br />

región frontal o temporal. Comúnmente irradia<br />

hacia o desde el cuello.<br />

a. Manifestaciones<br />

clínicas<br />

Frecuencia: los episodios pueden ser desde<br />

ocasionales hasta diarios; determinar la<br />

frecuencia es importante para establecer si la<br />

cefalea es episódica o crónica. Aunque esta<br />

diferenciación pueda ser difícil realizarla en<br />

algunos pacientes, es importante hacerla, ya<br />

que con base en ella es que se determinará el<br />

manejo posterior del paciente.<br />

Duración: es muy variable, puede ir desde 30<br />

minutos hasta 7 días, con una duración<br />

promedio de 12 horas. Puede comenzar a<br />

cualquier hora del día y aumentar<br />

progresivamente conforme este avanza.<br />

Síntomas asociados: En ocasiones los<br />

pacientes refieren síntomas asociados<br />

inespecíficos: astenia, anorexia, etc. Asimismo,<br />

algunos pacientes pueden presentar una<br />

depresión subyacente, la cual debe ser<br />

reconocida y tratada. Al contrario de la migraña,<br />

no hay síntomas prodrómicos ni aura y no se<br />

asocian vómitos, aunque puede haber náuseas<br />

leves. Pueden referir fotofobia o fonofobia pero<br />

no las dos juntas.<br />

(Liaño, 2004)<br />

Examen físico: Puede no mostrar hallazgos<br />

pero, en ocasiones, pueden hallarse áreas<br />

dolorosas a la palpación de músculos<br />

cervicales o la presencia de nódulos en los<br />

músculos pericraneales (Moriarty, 2000).<br />

45


Ej.<br />

Un paciente de 38 años, conocido sano, gerente de un<br />

banco, refiere que desde hace como 5 meses<br />

presenta episodios cada semana de cefalea difusa,<br />

leve, opresiva, de hasta 3 días de duración y que<br />

alivia parcialmente con el uso de aspirina. La<br />

persistencia de este cuadro lo ha preocupado por lo<br />

que decide consultar.<br />

b. Tratamiento<br />

El objetivo del tratamiento en la cefalea tensional es brindar un tratamiento<br />

simple, efectivo y bien tolerado en los casos de cefalea tensional episódica,<br />

y de remisión a largo plazo en los casos de cefalea tensional crónica.<br />

En términos generales, el tratamiento consiste en:<br />

• La identificación y, si es posible, la supresión o modificación de los<br />

factores desencadenantes.<br />

• La instauración de un tratamiento sintomático adecuado para el control<br />

de los episodios dolorosos.<br />

• La prevención de las crisis recurrentes, en función de la frecuencia,<br />

intensidad e incapacidad que producen.<br />

El tratamiento debe ser tanto farmacológico como no farmacológico.<br />

a 1 . Tratamiento no farmacológico<br />

En algunos casos, especialmente en aquellos episódicos y leves, el<br />

tratamiento sintomático y la explicación al paciente sobre el origen de su<br />

condición será suficiente para obtener un tratamiento satisfactorio.<br />

Siempre es necesario darle educación y seguridad al paciente sobre su<br />

condición, indicarle que sus cefaleas no tienen un origen secundario y<br />

que el pronóstico es, en general, bastante bueno.<br />

46


Entre las medidas no farmacológicas se puede emplear:<br />

• Reconocimiento y eliminación de factores precipitantes: Si se logra<br />

determinar la causa del estrés, sea físico o emocional, se debe<br />

estimular al paciente para que la elimine o disminuya en la medida de<br />

lo posible.<br />

• Técnicas de relajación y biofeedback: Se ha encontrado hasta un<br />

50% de reducción de las crisis con la aplicación de técnicas de<br />

relajación y biofeedback. Asimismo, también se pueden emplear<br />

técnicas para el manejo del estrés o consejería (Liaño, 2001).<br />

• Fisioterapia: En los casos en que predominan los síntomas<br />

musculoesqueléticos, la fisioterapia, aplicada por una persona<br />

capacitada, se considera de elección (Steiner, 2004). Esta puede<br />

incluir masajes, movilización y corrección de la postura.<br />

• Actividad física: Dado que la cefalea tensional es más frecuente en<br />

personas sedentarias, el ejercicio regular podría ser de gran<br />

beneficio, por lo que siempre vale la pena recomendarlo.<br />

b 1 . Tratamiento farmacológico<br />

El tratamiento inicial dependerá de la frecuencia de los episodios, la<br />

experiencia del paciente con tratamientos previos y las características<br />

propias del paciente. Se debe iniciar con el tratamiento más simple y<br />

progresar al más complejo de acuerdo a la respuesta.<br />

Cefalea tensional<br />

episódica<br />

• En aquellos casos en que se presentan<br />

menos de 2 episodios por semana, el<br />

uso de analgésicos simples suele ser<br />

suficiente (aspirina, ibuprofeno,<br />

naproxeno, etc.), estudios recientes<br />

señalan una menor eficacia con el uso<br />

de acetaminofén (Steiner, 2004).<br />

• El uso de codeína o dihidrocodeína<br />

debe ser evitado ya que este aumenta<br />

el riesgo de cefalea medicamentosa.<br />

47


Cefalea tensional<br />

crónica<br />

• En los casos de cefalea crónica o en<br />

aquellos en que la frecuencia de los<br />

episodios sea mayor a 2 por semana, la<br />

amitriptilina se considera el tratamiento<br />

profiláctico de elección. Se inicia a<br />

dosis baja (10-25 mg HS), para reducir<br />

la intolerancia a ella, y se incrementa<br />

poco a poco hasta alcanzar un total de<br />

75-150 mg por 4 a 6 meses.<br />

• Cabe destacar que su actividad contra<br />

la cefalea es independiente de su<br />

efecto antidepresivo.<br />

• En caso de fallar, algunos expertos<br />

recomiendan la nortriptilina como<br />

alternativa.<br />

(Steiner, 2004)<br />

Tratamiento<br />

adyuvante<br />

• Aunque no se ha encontrado<br />

efectividad en el uso de inhibidores de<br />

la recaptación de serotonina en la<br />

cefalea tensional, estos se pueden<br />

utilizar para tratar una depresión<br />

subyacente.<br />

• Las benzodiacepinas pueden ser de<br />

utilidad en los casos en que haya<br />

ansiedad asociada, aunque deben ser<br />

usados con precaución ante el riesgo<br />

de dependencia. (Steiner, 2004)<br />

La cefalea tensional es un problema muy frecuente en la consulta diaria<br />

de todo médico y, a pesar de la relativa facilidad de su tratamiento, su<br />

diagnóstico puede representar un reto para este, por lo que siempre<br />

debe estar atento y realizar un diagnóstico diferencial adecuado.<br />

48


C. Cefalea en racimos<br />

La cefalea en racimos constituye la tercera causa más frecuente de cefalea<br />

primaria. Aunque esta no es tan frecuente como la migraña y la cefalea tensional,<br />

las manifestaciones clínicas de esta, así como la gran discapacidad que produce<br />

en aquellos que la padecen, hace que sea de gran importancia para todo médico<br />

saber diagnosticarla y tratarla.<br />

1. Descripción de la enfermedad<br />

a. Concepto<br />

Cefalea estrictamente unilateral, que ocurre en<br />

asociación con síntomas autonómicos craneales y<br />

que, en la mayoría de los pacientes, posee<br />

periodicidad anual y circadiana.<br />

(Goadsby, 2002)<br />

b. Epidemiología<br />

• En países desarrollados, se ha encontrado que<br />

presenta una prevalencia de entre 56 y 381 casos<br />

por cada 100 000 personas.<br />

• Al contrario de la migraña, la cefalea en racimos<br />

presenta una predilección por el sexo masculino a<br />

una razón de 3.7:1.<br />

• La edad de aparición va desde los 20 a los 50<br />

años, con una edad promedio de 30 años. Rara<br />

vez ocurre en ancianos o niños.(Adams, 2005).<br />

• No existen estadísticas específicas sobre su<br />

prevalencia en Costa Rica.<br />

49


c. Fisiopatología<br />

Estudios recientes identifican al hipotálamo como el origen de la cefalea en<br />

racimos. Sus células posteriores regulan la función autonómica y su núcleo<br />

anterior funciona como un importante marcapaso del ciclo circadiano.<br />

Muchos investigadores consideran que los ataques agudos implican la<br />

activación del sistema trigéminovascular, como lo demuestra la distribución<br />

predominante en la división oftálmica del nervio trigeminal y cambios en las<br />

concentraciones intracranealas de algunos neuropéptidos, como melatonina<br />

o prolactina. Debido a esto, las crisis agudas de dolor son consideradas por<br />

algunos como una manifestación de un reflejo trigémino- autonómico<br />

(Goadsby, 2002).<br />

Figura No.5<br />

Origen de la cefalea en racimos<br />

Dura madre<br />

Tálamo<br />

Nervio trigémino<br />

Fuente: Adams, S. Practical strategy for detecting and relieving cluster<br />

headaches. Journal of family practice, 2005; 54: 1036<br />

d. Clasificación y criterios diagnósticos<br />

Al igual que con la cefalea tensional, la Asociación Internacional de Cefaleas<br />

subdivide a la cefalea en racimos en episódica o crónica. La clasificación y<br />

criterios diagnósticos son los siguientes:<br />

50


a 1 . Cefalea en racimos<br />

A. Al menos 5 episodios que cumplan con los criterios B a E<br />

B. Dolor unilateral orbital, supraorbital y/o temporal, severo o muy<br />

severo que dura de 15 a 180 minutos sin tratamiento<br />

C. La cefalea se acompaña de al menos 1 de los siguientes:<br />

- Lagrimeo y/o inyección conjuntival ipsilateral<br />

- Rinorrea y/o congestión nasal ipsilateral<br />

- Edema de párpado ipsilateral<br />

- Sudoración ipsilateral de frente o cara<br />

- Ptosis y/o miosis ipsilateral<br />

- Sensación de agitación o cansancio<br />

D. La frecuencia de los episodios va de ocasional hasta 8 por día<br />

E. El cuadro no puede ser atribuido a ninguna otra condición clínica<br />

b 1 . Cefalea en racimos episódica<br />

A. Los episodios cumplen con los criterios A a E<br />

B. Al menos 2 periodos de cefaleas con duración de 7 a 365 días y<br />

separados por periodos de remisión libres de dolor de 1 mes o más<br />

c 1 . Cefalea en racimos crónica<br />

A. Los episodios cumplen con los criterios A a E<br />

B. Los episodios recurren por más de 1 año sin periodos de remisión o<br />

estos duran menos de 1 mes.<br />

2. Abordaje y manejo integral<br />

Las manifestaciones clínicas de la cefalea en racimos son muy características<br />

de esta y, una vez que se ha visto un caso, es difícil no reconocer casos<br />

posteriores. Sin embargo, para alguien que nunca ha conocido un caso puede<br />

ser difícil alcanzar el diagnóstico correcto, lo cual, a su vez, debido a la gran<br />

intensidad del dolor, conllevará mayor sufrimiento para el paciente. Debido a<br />

esto, el médico debe estar en capacidad de reconocer la patología y dar<br />

tratamiento rápidamente.<br />

Existen varios factores predisponentes de la cefalea en racimos que es<br />

preciso tomar en cuenta. La herencia constituye un factor predisponerte. En un<br />

estudio de 495 pacientes se encontró que 27% de los hombres y un 37% de las<br />

mujeres tenían al menos un familiar de primer grado afectado (Goadsby, 2002).<br />

El fumado también constituye un factor de riesgo, 74% de los pacientes refieren<br />

historia de fumado (Adams, 2005). Asimismo, las crisis pueden ser precipitadas<br />

por: alcohol, viajar en avión y vasodilatadores.<br />

51


Carácter: el dolor es punzante, continuo o<br />

intermitente y extremadamente intenso.<br />

Localización: el dolor es estrictamente<br />

unilateral, en la distribución del nervio<br />

trigémino. Un 92% de los pacientes lo<br />

describen como retroorbital y un 70% asocian<br />

dolor en la región temporal, en la mitad de los<br />

casos refieren dolor en la dentadura superior,<br />

mandíbula, frente o mejilla (Adams, 2005)<br />

a. Manifestaciones<br />

clínicas<br />

Frecuencia: una de las principales<br />

características de la cefalea en racimos es su<br />

patrón de presentación. Usualmente se<br />

presenta a la misma hora del día o noche, cada<br />

día, por períodos de 6 a 12 semanas, una o dos<br />

veces al año; a menudo en la misma época del<br />

año.<br />

Duración: cada crisis suele ser intensa pero<br />

breve, con una duración usual de 15 a 180<br />

minutos.<br />

Síntomas asociados: el dolor se asocia a<br />

signos y síntomas de disfunción autonómica<br />

ipsilateral como: lagrimeo (el más frecuente),<br />

rinorrea, inyección conjuntival, inflamación de<br />

mejilla o frente o un síndrome de Horner<br />

parcial. Al contrario de la migraña, durante la<br />

crisis el paciente suele estar inquieto y caminar<br />

de un lado a otro. Asimismo, la mitad de los<br />

pacientes suelen asociar náuseas, fotofobia o<br />

fonofobia (Adams, 2005).<br />

Examen físico: durante una crisis el examen<br />

físico puede mostrar las alteraciones<br />

autonómicas mencionadas, mientras que en el<br />

periodo entre crisis suele ser normal.<br />

52


Ej.<br />

Un paciente de 27 años, fumador y bebedor ocasional,<br />

conocido como sano, se presenta por cuadro de 5<br />

días de evolución de dolor intenso y punzante en el<br />

ojo derecho, asociado a lagrimeo y rinorrea<br />

ipsilaterales. Refiere que el dolor lo hace levantarse<br />

de noche, siempre a la misma hora y que dura<br />

aproximadamente 1 hora hasta que se alivia solo.<br />

Afirma que hace 10 meses tuvo crisis similares. No<br />

muestra hallazgos al examen físico ni neurológico.<br />

b. Tratamiento<br />

Lamentablemente, la cefalea en racimos no tiene cura y no se puede<br />

prevenir el inicio de los ciclos de cefalea, pero una vez que estos inician se<br />

debe brindar tratamiento.<br />

El tratamiento de la cefalea en racimos debe tener 2 objetivos principales:<br />

terminar con la crisis actual y acabar con el ciclo de cefaleas. Para lograr<br />

esto se pueden usar medidas farmacológicas y no farmacológicas.<br />

a 1 . Tratamiento no farmacológico<br />

El tratamiento no farmacológico consiste básicamente en evitar cualquier<br />

factor desencadenante de la crisis: evitar las bebidas alcohólicas, los<br />

viajes en avión y es posible que se requiera suspender algún<br />

medicamento vasodilatador, si lo usa. El dejar el fumado no parece<br />

alterar la evolución del cuadro (Adams, 2005).<br />

b 1 . Tratamiento farmacológico<br />

El tratamiento farmacológico consta de 2 partes, el tratamiento agudo y<br />

el tratamiento profiláctico.<br />

53


Tratamiento agudo<br />

• Sumatriptán subcutáneo: constituye el<br />

tratamiento de elección, produce alivio<br />

en un 88% de los casos. La<br />

presentación intranasal también ha<br />

presentado efectividad aunque menor.<br />

• Oxígeno: oxígeno al 100% por<br />

mascarilla facial por 15 minutos alivia o<br />

termina la cefalea en un 75% de los<br />

casos<br />

• Dihidroergotamina: se puede utilizar en<br />

episodios agudos de manera<br />

intramuscular, subcutánea o<br />

intravenosa. Produce alivio en un 73%<br />

de los episodios agudos refractarios y<br />

en un 63% de los crónicos refractarios.<br />

(Adams, 2005).<br />

El tratamiento profiláctico debe iniciarse en aquellos casos de pacientes<br />

asintomáticos al momento de la consulta, pero con una historia<br />

consistente con cefalea en racimos, con el fin de detener el ciclo de<br />

cefaleas.<br />

Tratamiento<br />

profiláctico<br />

• Verapamilo: es el medicamento que ha<br />

demostrado mejores resultados. Se<br />

requiere de una dosis mayor a la<br />

antihipertensiva (120 - 480 mg/d) para<br />

su efecto (Adams, 2005).<br />

• Prednisolona: inicia con 75mg por 3<br />

días y luego se reduce la dosis cada 3<br />

días (Victor, 2001), puede ser<br />

combinado con verapamilo.<br />

• Otros medicamentos que han<br />

demostrado alguna efectividad son:<br />

litio, ácido valproico, gabapentina y<br />

topiramato<br />

54


En aquellos casos en que, a pesar del tratamiento médico, no hay<br />

mejoría del cuadro (especialmente en casos crónicos), se debe<br />

considerar la referencia a un especialista.<br />

La cefalea en racimos constituye una patología que produce un gran<br />

dolor y discapacidad a aquellos que la presentan, por lo que, a pesar de<br />

ser relativamente infrecuente, debe poder ser reconocida y tratada<br />

oportunamente por el médico.<br />

D. Cefalea por sobreuso de medicamentos<br />

La cefalea por sobreuso de medicamentos (CSM) es una patología relativamente<br />

común, producto de la automedicación de los pacientes o un diagnóstico y<br />

tratamiento previos incorrectos. Su importancia radica en que muchas veces su<br />

presencia es pasada por alto, lo que lleva al paciente a un gran deterioro en su<br />

calidad de vida.<br />

1. Descripción de la enfermedad<br />

a. Concepto<br />

Se define como una cefalea diaria o casi diaria causada<br />

por el sobreuso de algunos de los medicamentos<br />

utilizados para tratar originalmente una cefalea<br />

episódica.<br />

(Eross, 2003)<br />

b. Epidemiología<br />

• Se estima que en países desarrollados 1 de cada<br />

50 adultos presenta esta cefalea, con una<br />

relación entre sexos de 5 mujeres por cada<br />

hombre y en ocasiones se puede presentar en<br />

niños (Steiner, 2004).<br />

• Estudios recientes indican una prevalencia entre<br />

los pacientes con cefalea de 1.2% en mujeres y<br />

de 0.6% en hombres luego de 3 meses de<br />

sobreuso de medicamentos (Zwart, 2004).<br />

• La prevalencia aumenta hasta la edad madura y<br />

disminuye posteriormente a ella, con un pico<br />

entre los 40 y 50 años en las mujeres y entre los<br />

50 y 60 años para los hombres (Zwart, 2004).<br />

• En Costa Rica, no se cuenta con estadísticas<br />

claras de su prevalencia.<br />

55


c. Fisiopatología<br />

Su fisiopatología no es aún del todo clara y parece depender del<br />

medicamento implicado. En el caso de los analgésicos, se cree que su uso<br />

crónico en pacientes con cefalea (la CSM no se produce cuando se usan<br />

analgésicos por otra causa como lumbalgia o enfermedades reumáticas)<br />

produce una supresión del sistema antinociceptivo, previamente anómalo o<br />

suprimido en estos pacientes (Liaño, 2001).<br />

Para los ergotamínicos, la cefalea se produce por acumulación del<br />

medicamento al ser este eliminado lentamente, lo que eventualmente lleva a<br />

una cefalea por abstinencia. En el caso de los triptanes, se cree que su<br />

mecanismo se relaciona con la regulación a la baja (down regulation) de los<br />

receptores 5HT (Steiner, 2004).<br />

d. Clasificación y criterios diagnósticos<br />

Los criterios diagnósticos presentados por la Sociedad Internacional de<br />

Cefaleas se dividen de acuerdo al medicamento implicado de la siguiente<br />

manera:<br />

a 1 . Cefalea por sobreuso de analgésicos<br />

A. Cefalea que se presenta más de15 días al mes con al menos 1 de las<br />

siguientes características:<br />

- Bilateral<br />

- Opresivo (no pulsátil)<br />

- Intensidad leve a moderada<br />

B. Uso de analgésicos simples por 15 o más días al mes por más de 3<br />

meses<br />

C. La cefalea apareció o empeoró marcadamente durante el sobreuso<br />

de analgésicos.<br />

D. La cefalea se resuelve o se revierte a su patrón original luego de 2<br />

meses de discontinuar el analgésico.<br />

b 1 . Cefalea por sobreuso de ergotamínicos<br />

A. Cumple con los criterios para cefalea por sobreuso de analgésicos,<br />

excepto:<br />

- Uso de ergotamínicos por 10 o más días al mes por más de 3<br />

meses.<br />

56


c 1 . Cefalea por sobreuso de triptanes<br />

A. Cumple con los criterios para cefalea por sobreuso de analgésicos,<br />

excepto:<br />

- La cefalea presenta al menos uno de las siguientes<br />

características:<br />

• Predominantemente unilateral<br />

• Pulsátil<br />

• Intensidad moderada a severa<br />

• Se agrava por o impide la realización de la actividad física<br />

rutinaria (como caminar o subir escaleras)<br />

• Asocia al menos 1 de los siguientes:<br />

a. Náuseas y/o vómito<br />

b. Fotofobia y fonofobia<br />

- Uso de triptanes por 10 o más días al mes por más de 3 meses.<br />

Así mismo, para cualquier combinación de medicamentos se considera<br />

sobreuso si estos se utilizan 10 ó más días al mes por más de 3 meses.<br />

Cabe destacar que, en un inicio, el diagnóstico es presuntivo y que estos<br />

criterios implican que sólo se puede lograr un diagnóstico seguro luego<br />

de realizar una prueba terapéutica, discontinuando el medicamento por<br />

dos meses y lograr así con esto una mejoría del cuadro. Asimismo, es<br />

muy difícil lograr determinar la presencia de otras cefaleas subyacentes<br />

mientras la CSM esté presente.<br />

2. Abordaje y manejo integral<br />

Este tipo de cefalea debe sospecharse en pacientes que presentan cefaleas<br />

diarias, uso de medicamentos 3 ó más veces por semana o que recurren<br />

constantemente a consulta buscando medicamentos.<br />

a. Manifestaciones clínicas<br />

Las manifestaciones clínicas pueden variar mucho entre pacientes, así<br />

como, por el tipo de medicamento que está siendo usado. Generalmente es<br />

opresivo y suele presentarse, y ser peor, al despertar y empeorar con el<br />

ejercicio; las náuseas y los vómitos asociados suelen ser leves.<br />

57


Típicamente, el paciente se presenta con una historia de cefalea episódica<br />

originalmente tratada con analgésicos o algún otro medicamento agudo.<br />

Estas aumentan de frecuencia con el tiempo, así como el uso del<br />

medicamento hasta presentar cefaleas diarias o casi diarias. A menudo<br />

estos pacientes se presentan a la consulta buscando “algo más fuerte”. A su<br />

vez, es más frecuente el sobreuso de analgésicos que de otros tipos de<br />

medicamentos (Steiner, 2004).<br />

En un estudio con 64 560 pacientes, se encontró que la cefalea crónica es<br />

hasta 7 veces más frecuente en aquellos pacientes con sobreuso de<br />

medicamentos, que sin él. Asimismo, se encontró una relación más fuerte<br />

de CSM en pacientes con migraña que para las otras cefaleas y que el<br />

riesgo de sobreuso es mayor conforme mayor sea el tiempo de uso de los<br />

analgésicos (Zwart, 2004).<br />

b. Tratamiento<br />

En los casos en que se sospeche CSM, el primer paso que deben<br />

considerarse es la educación del paciente. En este caso es necesaria una<br />

buena relación médico-paciente, ya que puede ser difícil convencer al<br />

paciente de que el origen de su cefalea radica en la solución que él usa para<br />

esta. Se le debe explicar que las cefaleas actuales son de diferente origen a<br />

las que presentaba previamente y que su tratamiento también será<br />

diferente. Además, se le debe explicar la forma adecuada de medicarse en<br />

caso de presentar una cefalea, una vez resuelta la CSM, así como, del<br />

riesgo existente de cefalea de rebote una vez que suspenda el<br />

medicamento, la cual puede ser severa.<br />

El paso siguiente es eliminar el medicamento causante de la CSM,<br />

usualmente pueden pasar semanas o meses antes de que se logre resolver<br />

el cuadro. La presencia de sobreuso de un medicamento hace a la cefalea<br />

refractaria a otros tratamientos sintomáticos.<br />

Katsarava encontró una reducción del 50% de los episodios de cefalea un<br />

mes después de eliminar el medicamento causante de ella. Además,<br />

determinó que en 4 de cada 10 pacientes la CSM recurría al cabo de 1 año<br />

y que el riesgo de recurrencia es mayor, si la CSM se asocia a cefalea<br />

tensional o si se debe al sobreuso de analgésicos (Eross, 2003).<br />

Una vez resuelta la CSM, se debe determinar el origen de la cefalea<br />

subyacente (si aún no se conoce) y readecuar el tratamiento para esta,<br />

iniciando tratamiento profiláctico de ser necesario.<br />

58


La CSM es una patología cada vez más común debido al aumento de los<br />

casos de cefalea y a la facilidad para conseguir algunos analgésicos, pero<br />

que una vez establecida puede deteriorar mucho la calidad de vida del<br />

paciente. Es por esto que el médico tratante debe estar siempre atento a<br />

reconocer estos casos y eliminar el ciclo de cefalea-medicamento-cefalea.<br />

Concl.<br />

Las cefaleas primarias son un problema muy común en la práctica<br />

clínica. Si el médico sabe abordarlas correctamente, estas pueden ser<br />

tratadas exitosamente, en la mayoría de los casos, mejorando mucho la<br />

calidad de vida del paciente.<br />

59


III. CEFALEAS SECUNDARIAS DE INTERÉS EN EL PRIMER NIVEL<br />

DE ATENCIÓN<br />

O<br />

Reconocer las características clínicas más relevantes de<br />

las cefaleas secundarias de consulta más frecuente en el<br />

primer nivel de atención, a fin de lograr un diagnóstico<br />

adecuado y su referencia a la instancia pertinente.<br />

Cefaleas<br />

secundarias<br />

Bajo este nombre se agrupa una serie de cefaleas<br />

debidas a alteraciones estructurales o metabólicas<br />

identificables. Engloban desde cuadros leves a otros<br />

potencialmente graves y mortales si no se diagnostican<br />

y se tratan a tiempo, de ahí la importancia de saber<br />

reconocerlas o al menos sospecharlas. En general,<br />

representan menos del 5 por ciento del total de<br />

cefaleas.<br />

La cantidad de causas de cefalea secundaria es enorme, ya que casi cualquier<br />

patología puede llevar a una cefalea. Sin embargo, existen algunas causas que, ya<br />

sea por su frecuencia o severidad, merecen especial atención y deben saber ser<br />

reconocidas por todo médico.<br />

A continuación se presentan algunas de las causas frecuentes y que pueden ser<br />

motivo de consulta en el primer nivel de atención<br />

A. Neuralgia del trigémino<br />

La edad del paciente casi siempre es superior a los 50 años (cuando se presenta<br />

antes se deben descartar neuralgias sintomáticas).El dolor es unilateral y afecta<br />

clínicamente a los territorios tributarios de una o más ramas del nervio trigémino<br />

(sobretodo la 2ª y 3ª ramas). Se manifiesta con accesos de intenso dolor de breve<br />

duración (de menos de un segundo a unos dos minutos) que los pacientes suelen<br />

comparar con descargas eléctricas cuyo inicio y final son bruscos. Estas crisis son<br />

muy breves, pero se pueden acumular en gran número durante uno o más días<br />

invalidando a quien las sufre. El dolor puede aparecer en forma espontánea, pero<br />

lo más típico es que se desencadene al lavarse la cara, afeitarse, cepillarse los<br />

dientes o por otros estímulos similares sobre áreas gatillo faciales u orales. No<br />

existe déficit sensitivo en la exploración, que debe ser normal.<br />

60


a. Tratamiento médico<br />

La primera opción terapéutica es el manejo farmacológico, para lo cual se<br />

dispone de las siguientes opciones:<br />

Medicamentos<br />

para la<br />

neuralgia del<br />

trigémino<br />

• Carbamazepima<br />

• Ácido valproico<br />

• Gabapentina<br />

• Plegabalina<br />

• Baclofeno<br />

• Topiramato<br />

Existen revisiones sistémicas que demuestran eficacia de la carbamazepima en<br />

un 70% de los casos y un 20% de recaídas, además de un 5 – 10% de<br />

reacciones adversas, produce alivio en las primeras 24 a 48 horas y es<br />

considerado el medicamento de primera línea en el tratamiento de la neuralgia<br />

del trigémino.<br />

La dosis es de 100 mg cada 12 horas, puede aumentarse gradualmente (200<br />

mg. cada vez) hasta el alivio del dolor o alcanzar la dosis máxima de 800 –<br />

1200 mg por día, repartidos en tres tomas. Después de un periodo libre de<br />

dolor se puede reducir la dosis a un mantenimiento que puede ser hasta de 200<br />

mg por día.<br />

El ácido valproico es un medicamento de segunda línea, con una eficacia del<br />

65%, dosis de 800 a 1200 mg por día, por sus interacción se recomienda su<br />

uso como monoterapia.<br />

La gabapentina puede estar indicada en combinación con carbamacepina o<br />

como alternativa en casos resistentes a ésta o que presenten afectos adversos.<br />

La dosis recomendada es de 900 a 3600 mg por día.<br />

No hay evidencia sobre el tratamiento de la pregabalina para la neuralgia del<br />

trigémino, sin embargo puede estar indicada en casos resistente a<br />

carbamazepina o que no la toleren, la dosis es de 150 mg por día, y se<br />

incrementa gradualmente hasta un máximo de 600 mg diarios en dos tomas.<br />

El baclofeno es un relajante muscular utilizado en combinación con<br />

carbamazepina, para casos de perdida de efectividad de ésta.<br />

El topiramato es utilizado en paciente con esclerosis múltiple y neuralgia del<br />

trigémino.<br />

61


. Tratamiento quirúrgico<br />

Se considera falla al tratamiento medico, a aquellos pacientes con un mínimo<br />

de 4 semanas de tratamiento y a dosis adecuadas.<br />

Los pacientes candidatos al tratamiento quirúrgico son aquellos en los que<br />

existe falla al tratamiento medico (20 - 30%) o aquellos que inicialmente<br />

responden al manejo medico que luego se vuelven intolerantes al tratamiento,<br />

cerca de un 50% de los paciente requieren tratamiento quirúrgico.<br />

Dentro de los procedimientos están: descompresión vascular, termo<br />

coagulación por radiofrecuencia, rizolisis con glicerol, radio cirugía esterotaxica,<br />

compresión del ganglión por medio de balón.<br />

Como recomendación en atención primaria para el manejo de la neuralgia del<br />

trigémino, se puede decir que, cuando no se logra la meta de control de dolor<br />

con carbamazepina a dosis y tiempo adecuados, se debe considerar la<br />

referencia a un especialista en control del dolor y/o neurocirugía.<br />

B. Otras Causas<br />

A continuación se presentan las características de otras causas de cefalea de tipo<br />

secundario que pueden ser causa de consulta en el primer nivel de atención, las<br />

cuales el médico general debe considerar ya que su diagnóstico es fundamental<br />

para una evolución favorable del paciente.<br />

1. Hemorragia subaracnoidea<br />

Generalmente se debe a la ruptura de un aneurisma o una malformación<br />

arteriovenosa. Aunque puede aparecer a cualquier edad, la media son los 50<br />

años y afecta algo más a las mujeres. La prevalencia se estima en 16-28 por<br />

100.000 habitantes.<br />

La cefalea aparece prácticamente en la totalidad de los pacientes y suele ser<br />

de intensidad muy severa (definida como "la peor que he tenido en mi vida"), de<br />

aparición brusca y localización difusa y se acompaña de náuseas, vómitos y<br />

ocasionalmente de otros síntomas como convulsiones, letargia, debilidad,<br />

síncopes, etc. Aunque a veces se desencadena por esfuerzos bruscos,<br />

generalmente ocurren durante la actividad habitual.<br />

En la exploración física se encuentra rigidez de nuca (78 por ciento), paresia<br />

del III par craneal y hemorragia retiniana, preretiniana o edema de papila<br />

(aunque ésta suele aparecer varios días después del sangrado). En ocasiones,<br />

la exploración física puede ser normal.<br />

62


2. Hematoma intracerebral<br />

El hematoma intracerebral comprende del 3 al 10 por ciento de los accidentes<br />

cerebrovasculares. Cursa con cefalea en alrededor del 30 al 60 por ciento,<br />

fundamentalmente los hematomas cerebelosos y los lobares.<br />

La cefalea es de comienzo súbito y se acompaña de obnubilación y signos<br />

focales. Además, se ha descrito una cefalea centinela que precede a la<br />

hemorragia en el 15 por ciento de los casos.<br />

La causa más frecuente es la hipertensión arterial no controlada (50 por ciento)<br />

y en estos casos suelen ocurrir durante la actividad. La localización más<br />

frecuente de la hemorragia es el putamen y los ganglios de la base. Otras<br />

causas de hemorragia intraparenquimatosa son malformaciones vasculares,<br />

rotura de aneurismas, tumores, trastornos de la coagulación, arteritis cerebral.<br />

3. Hematoma epidural<br />

Generalmente secundario a la rotura de las arterias meníngeas después de un<br />

traumatismo craneal grave asociado a fractura de cráneo. Es más frecuente en<br />

los niños.<br />

Tras una pérdida inicial de conciencia, se desarrolla una cefalea progresiva<br />

asociada a vómitos, signos neurológicos focales y crisis, se produce un rápido<br />

deterioro hasta llegar al coma.<br />

4. Hematoma subdural<br />

Secundario al sangrado dentro del espacio subdural, puede ser: agudo tras un<br />

traumatismo o, más frecuentemente, subagudo o crónico, que van produciendo<br />

síntomas en días o semanas. La cefalea aparece en el 60 por ciento de los<br />

casos y suele ser severa y se exacerba con mínimos movimientos, se<br />

acompaña de gran variedad de síntomas inespecíficos como cambios<br />

fluctuantes en el nivel de conciencia, alteraciones de la marcha, debilidad focal,<br />

etc., lo que dificulta su diagnóstico. Hasta en un tercio de los casos no se<br />

reconoce traumatismo previo.<br />

Debe sospecharse en pacientes alcohólicos con cefalea, epilépticos, mayores<br />

de 60 años y aquellos en tratamiento anticoagulante.<br />

5. Hipertensión intracraneal<br />

La cefalea es de carácter sordo o pulsátil, generalizada y<br />

63


característicamente interrumpe el sueño, empeora por la mañana y se agrava<br />

con la maniobra de Valsalva y los esfuerzos. Junto a la cefalea aparecen<br />

alteraciones visuales como eclipses visuales (pérdida brusca de visión mono o<br />

binocular de unos segundos de duración), aumento de la mancha ciega,<br />

diplopia e incluso ceguera total en el 5-10 por ciento de los casos.<br />

En la exploración física con papiledema bilateral hasta en el 99 por ciento de<br />

los pacientes.<br />

6. Meningitis<br />

La meningitis puede ser ocasionada por infecciones fúngicas, víricas y<br />

bacterianas, por procesos cancerosos y por reacciones químicas a inyecciones<br />

intratecales.<br />

La presentación clínica incluye: Cuello rígido (rigidez de nuca), fiebre,<br />

escalofríos, vómitos (sin nausea o en proyectil), fotofobia y un severo y<br />

constante dolor de cabeza que empeora con el movimiento. Inicialmente, el<br />

paciente puede estar confuso e irritable y puede llegar a estar somnoliento y<br />

comatoso.<br />

64


Resumen general de la unidad<br />

Clínica Migraña Tensional Cluster<br />

Hombre / mujer 25:75 40:60 90:10<br />

Lateralización 60% hemicraneal Difuso bilateral 100% unilateral<br />

Frontal,<br />

Difusa<br />

Periorbital<br />

Localización<br />

hemicraneal<br />

Duración 4 – 72 horas Variable 15 min a 3 horas<br />

Frecuencia<br />

1 – 4 mes 1 – 30 mes 1-3 al dia / 3 –<br />

12 mes<br />

Severidad Moderada /<br />

severa<br />

Ligera /<br />

moderada<br />

Muy intensa<br />

Tipo dolor Pulsátil compresivo lancinante<br />

Periodicidad + - - +++<br />

Historia familiar +++ + - + -<br />

Síntomas<br />

asociados<br />

o Aura<br />

o Autonómicos<br />

o Nausea<br />

vómito<br />

o Foto /<br />

fonofobia<br />

o Aumenta<br />

movimiento<br />

+++<br />

+<br />

+++<br />

+++<br />

+++<br />

Nota: Las características clínicas de la cefalea por sobreuso de medicamentos dependen<br />

del medicamento involucrado, sin embargo todas comparten la presencia del ciclo<br />

cefalea-medicamento-cefalea (Ver texto previo)<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

+ -<br />

-<br />

-<br />

65


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67


SEGUNDA<br />

U N I D A D<br />

Lumbalgia<br />

Objetivo de la Segunda Unidad<br />

Integrar los elementos teóricos conceptuales<br />

de la lumbalgia a la práctica clínica cotidiana<br />

__________________________________________________________________<br />

68


I. ELEMENTOS TEORICO-CONCEPTUALES<br />

O<br />

Incorporar los elementos teórico-conceptuales de<br />

la lumbalgia para el manejo adecuado de los<br />

pacientes con este padecimiento.<br />

Los cambios de hábitos, la vida sedentaria y el estrés tienen gran importancia, en<br />

una sociedad en donde nos desplazamos en automóvil, caminamos poco y nuestra<br />

vida está organizada oprimiendo botones cada vez más cómodos.<br />

1. Impacto en<br />

la salud<br />

pública<br />

• Hart y Cols, (1990) , estimaron que<br />

anualmente 15 millones de adultos visitan al<br />

médico en E.E. U.U. por problemas en la<br />

espalda.<br />

• A lo largo de la vida un 60% a 90% tienen un<br />

episodio de dolor el cual en el 13.9% de los<br />

casos dura 2 ó más semanas. Un 12% se<br />

acompaña de ciática(grupo 40 a 59 años).<br />

• Es la segunda causa de ausentismo en USA,<br />

es la causa más frecuente en el grupo de<br />

edad menor de 45 años En 1988, más de<br />

175 millones de personas restringieron sus<br />

actividades por desórdenes espinales.<br />

• Produce incapacidad temporal en 1% de<br />

casos e incapacidad crónica en 1% como<br />

resultado del dolor lumbar.<br />

• En Costa Rica la dorsalgia es un problema de<br />

frecuente consulta en los servicios de salud:<br />

en el año 2001 el 2.64% de todas las<br />

consultas de urgencias fueron por dorsalgia<br />

(CCSS, 2004), de los cuales son muy<br />

frecuentes, los de lumbalgia específicamente.<br />

(Hills, 2004)<br />

69


2. Lumbalgia<br />

(Concepto)<br />

La lumbalgia no es una enfermedad, es un síntoma<br />

caracterizado por dolor lumbar ó paravertebral<br />

lumbar. Puede ser secundario a diversas etiologías<br />

y tiene importante impacto social, especialmente<br />

en países industrializados. (Ivancovich, 2000)<br />

3. Factores de<br />

riesgo<br />

• Envejecimiento<br />

• Realizar trabajos pesados: Particularmente si<br />

implica posturas estáticas en el trabajo o si las<br />

personas están sometidas a vibración y<br />

torsiones<br />

• Factores psicosociales, como insatisfacción o<br />

monotonía en el trabajo<br />

• Depresión<br />

• Obesidad<br />

• Fumado<br />

• Escoliosis severa (más de 80%)<br />

• Abuso de drogas<br />

• Cefaleas<br />

(Deveraux, 2004)<br />

70


4. Causas más<br />

frecuentes<br />

de la<br />

lumbalgia<br />

• Lesiones traumáticas y mecánicas<br />

• Fracturas comprensivas<br />

• Enfermedad degenerativa del disco<br />

• Artropatía de las facetas lumbares<br />

• Espondiloliis y espondilolistesis<br />

• Osteoporosis<br />

• Estenosis del canal espinal<br />

• Escoliosis y dismetría de miembros inferiores.<br />

Otras causas por considerar son las siguientes:<br />

• Tumores primarios benignos y malignos<br />

• Anormalidades congénitas de raíces nerviosas<br />

lumbares<br />

• Quistes sinoviales<br />

• Infecciosas: Absceso epidural, peritonitis<br />

• Quiste de ovario, pancreatitis<br />

• Mieloma<br />

• Aneurisma aórtico<br />

• Colagenopatías<br />

• Cálculos renales<br />

• Artritis seronegativas, síndrome de Reuter,<br />

espondilitis anquilosante<br />

(Devereaux, 2004)<br />

5. Descripción general de la lumbalgia<br />

a. Conceptos anatómicos básicos<br />

Una vértebra tipo se podría descomponer básicamente en dos porciones:<br />

cuerpo vertebral por delante y arco posterior por detrás. Cada vértebra<br />

tiene: un cuerpo, dos pedículos, dos láminas, cuatro facetas<br />

articulares y un proceso espinoso. Las vértebras lumbares tienen un<br />

cuerpo más ancho y las apófisis espinosas y transversas son más<br />

voluminosas.<br />

Debemos hacer mención de las estructuras vásculo-nerviosas que<br />

envuelven y protegen el raquis óseo a manera de estuche protector:<br />

71


Se extiende desde la región occipital hasta el<br />

sacro y está constituido por la aposición de los<br />

arcos posteriores pieza a pieza; presenta<br />

aberturas laterales en cada piso. Las aberturas<br />

laterales son importantes, porque con<br />

frecuencia son causa de patología y por su<br />

contenido.<br />

El canal<br />

raquídeo<br />

• La dos raíces, su unión en el nervio<br />

raquídeo, su división en dos ramas anterior y<br />

posterior.<br />

• El nervio sino-vertebral de Luschka<br />

formado de la raíz anterior y una raíz<br />

simpática que retrocede hacia adentro para<br />

inervar las estructuras anteriores (cuerpos,<br />

anulus, ligamentos longitudinales y dura<br />

madre).<br />

• La arteria espinal radicular lateral con sus<br />

ramas anterior y posterior.<br />

• El plexo venoso.<br />

El canal<br />

espinal<br />

Esta formado por la lámina, el ligamento flavun, el<br />

anterolateral, por los pedículos y anteriormente<br />

por la superficie posterior del cuerpo vertebral y el<br />

disco. Su longitud es aproximadamente 18mm.<br />

La estrechez como resultado de una<br />

degeneración espondilótica puede comprimir la<br />

cauda equina, que es la punta del cono medular<br />

a nivel de L1 y L2.<br />

Se debe tener presente que las facetas articulares son articulaciones<br />

sinoviales y por eso están sujetas a degeneración y cambios inflamatorios.<br />

El disco intervertebral tiene el rol de proveer soporte de la columna<br />

vertebral, manteniendo elasticidad y permitiendo la movilidad de la espina.<br />

Cada disco está compuesto de un anillo de colágeno, anulus fibroso<br />

alrededor del núcleo pulposo gelatinoso.<br />

72


El disco es avascular. A la edad de los 20 años, el núcleo pulposo no está<br />

inervado, pero las lamelas del anulos contienen terminaciones nerviosas<br />

derivadas del sinus vertebral. Korkala y cols. mostraron que esas<br />

terminaciones nerviosas no contienen sustancia P y no son nociceptores.<br />

Estudios recientes sugieren presencia de nociceptores en el ligamento<br />

posterior adyacente al disco.<br />

A partir de los 50 años de edad, el anulus inicia fisuras, se deteriora el<br />

disco, se diseca y se fragmenta y el anulus fibroso se desgasta alrededor<br />

del núcleo pulposo fibrótico. La herniación del núcleo pulposo a través del<br />

anulus fibroso no es causa de dolor. Éste resulta de la compresión e<br />

inflamación de estructuras que contienen nociceptores, como<br />

consecuencia de la hernia de disco.<br />

Desde el punto de vista clínico es importante destacar el papel del<br />

ligamento posterior. Éste forma la pared anterior del canal espinal. La<br />

estrechez gradual de la 1era a la 5ta vértebra lumbar, resulta en un<br />

incremento inadecuado del refuerzo del disco, creando una debilidad<br />

estructural, con susceptibilidad a hernia discal sobre todo lumbar.<br />

Los músculos paraespinales son responsables de mantener la postura<br />

erecta y conforma un sistema de estabilidad en el movimiento. Son la<br />

principal causa de dolor agudo.<br />

b. Nociones de Biomecánica<br />

Un segmento móvil es todo lo que separa una vértebra de la otra y es<br />

susceptible de movimiento por estar constituido por estructuras no rígidas.<br />

Si hacemos un recorrido de adelante hacia atrás, en un corte lateral<br />

tendríamos el ligamento longitudinal anterior, el anulus fibroso, el canal<br />

vertebral, el articular posterior, el ligamento amarillo, el ligamento<br />

interespinoso y el ligamento epiespinoso. Este conjunto de articulaciones y<br />

ligamentos son susceptibles de hacer que una vértebra se desplace sobre<br />

la otra, por ello fue denominado “segmento móvil” por Junghams.<br />

Maigne estudió a muchos pacientes con dolor lumbar en los que no se<br />

podía objetivar a ninguna patología mayor responsable. Él llegó a la<br />

conclusión que la mayor parte de estos pacientes lo que sufren es un<br />

trastorno mecánico a una de estas estructuras del segmento móvil,<br />

alteración generalmente reversible a la que llamó: Derangement<br />

Intervertebral Mineur (DIM).<br />

73


Estructuras<br />

en<br />

riesgo<br />

La médula, las raíces y los vasos<br />

Las estructuras nobles en riesgo son importantes porque se deslizan entre<br />

desfiladeros óseos más o menos angostos que en condiciones normales<br />

les sirven de concha protectora. En circunstancias patológicas sucede lo<br />

contrario, con un trauma, la estructura ósea o disco ligamentoso<br />

comprime los frágiles elementos vasculo-nerviosos, originando un conflicto<br />

de espacio. De éste modo, los elementos nobles cada vez acusan un<br />

mayor grado de sufrimiento por la progresiva oclusión del canal por donde<br />

discurrían normalmente.<br />

c. Clasificación de la enfermedad<br />

Desde el punto de vista clínico la lumbalgia puede ser de dos tipos:<br />

a 1 . Clasificación<br />

clínica<br />

Mecánica y no mecánica (Ivancovich, 2000)<br />

En la lumbalgia mecánica, en el diagnóstico por exclusión el paciente<br />

presenta dolor lumbar que empeora con los movimientos y cede con el<br />

reposo. Existe historia de factor desencadenante:<br />

Ej.<br />

Esfuerzo físico, trauma, etcétera.<br />

Hay historia de episodios previos, sin dolor nocturno, sin fiebre y sin<br />

síntomas sistémicos asociados. Al examen lumbar hay dolor a la<br />

palpación para vertebral, sin irradiación a los miembros inferiores y sin<br />

signos de irritación nerviosa.<br />

En la lumbalgia no mecánica el paciente presenta dolor diurno y nocturno<br />

de intensidad progresiva que no cede, ni empeora con el reposo y<br />

despierta al paciente.<br />

El cuadro se acompaña de fiebre y/o síntomas generales, ocasionados por<br />

alteraciones inflamatorias o infecciosas como la osteomielitis o la discitis,<br />

tumorales.<br />

74


1 . Clasificación<br />

el tiempo<br />

de<br />

evolución<br />

• Aguda<br />

• Crónica<br />

• Subaguda<br />

(Devereaux,2004)<br />

La lumbalgia aguda tiene un tiempo de evolución, menor a las de 6<br />

semana. El dolor lumbar agudo, frecuentemente es causado por un<br />

incremento de la tensión en los músculos en relación con la actividad física<br />

o sea con el esfuerzo. Tiene como resultado la avulsión de los tendones<br />

de los músculos, con ruptura de las fibras y desgarro muscular.<br />

La lumbalgia sub-aguda presenta un cuadro clínico similar al anterior, pero<br />

el tiempo de evolución es de 6 semanas a tres meses.<br />

La lumbalgia crónica a diferencia de las anteriores tiene un tiempo de<br />

evolución mayor de tres meses.<br />

c 1 . Clasificación<br />

según<br />

origen<br />

del dolor<br />

• Localizado<br />

• Irradiado<br />

• Referido<br />

(Devereaux,2004)<br />

Deyo y Cols, manifiestan que no se puede establecer un diagnóstico<br />

definitivo en el 89% de los pacientes debido a la débil asociación entre<br />

síntomas, cambios patológicos y los resultados de imagen.<br />

El dolor localizado es mediado primariamente a través de la rama posterior<br />

del nervio espinal que provee fibras sensitivas a la fascia, los ligamentos,<br />

el periostio, las facetas articulares y los músculos para espinales de la<br />

columna y del nervio sinuvertebral que entra al canal espinal a través del<br />

foramen y suple inervación a las estructuras dentro del canal.<br />

Se produce por el sobreuso de un grupo muscular que en ausencia de<br />

lesión muscular, que en dolor y contracción tónica (espasmo). El aumento<br />

de la actividad metabólica y la producción de sustancias químicas estimula<br />

la desmielinización de fibras nerviosas.<br />

El dolor irradiado no es mediado por el nervio sinuvertebral, más bien de la<br />

parte proximal: generador de ciática (irradiación del dolor a una o dos<br />

extremidades inferiores distal a la rodilla). Puede ser menos definido con<br />

referencia solamente al muslo, como por ejemplo en la radiculopatía L2-<br />

L3.<br />

75


Hay dos factores involucrados en el dolor irradiado<br />

Factores<br />

Involucrados<br />

• Compresión: de las raíces nerviosas que<br />

produce isquemia local, lleva a edema y<br />

afecta las fibras largas mecano-receptoras<br />

de lo que resulta menor inhibición de<br />

impulsos dolorosos portados por fibras no<br />

mielinizadas, con resultado un incremento<br />

nociceptivo dentro del cordón espinal.<br />

• Inflamación: puede ser neurogénica o<br />

inmunológica en el sitio de compresión,<br />

usualmente relacionado con hernia discal;<br />

sustancia gelatinosa que, contribuye a<br />

dolor radicular, envolviendo fibras de la<br />

rama posterior y el nervio sinuvertebral.<br />

En cuanto al dolor referido existen múltiples procesos que afectan muchos<br />

órganos en el abdomen y estructuras retro peritoneales que pueden dar<br />

lumbalgia:<br />

Ej.<br />

Aneurisma disecante de aorta, cólico renal y<br />

tumores.<br />

Por lo tanto, el examen de abdomen es importante en el manejo inicial de<br />

lumbalgia.<br />

Existen dos entidades que con frecuencia producen dolor, por lo cual se<br />

considera necesario conceptualizarlas:<br />

Espondilosis<br />

(Concepto)<br />

Se refiere a los cambios degenerativos que<br />

ocurren en la columna (Deveraux, 2004)<br />

Es normal que ocurran procesos degenerativos en la columna por la edad,<br />

sin embargo hay una pobre correlación entre la presencia de espondilosis<br />

en los rayos X de la columna y dolor. Algunos pacientes pueden tener<br />

cambios marcados degenerativos y poco o ningún dolor, otros tienen dolor<br />

significativo y ausencia de cambios degenerativos.<br />

76


En la espondilosis progresiva con formación de osteofitos y torcedura de<br />

ligamentos, (particularmente del ligamento flavun, bulging y barras<br />

transversas), los discos lumbares podrían iniciar una estenosis del canal y<br />

producir compresión individual de las raíces nerviosas o de la cauda<br />

equina.<br />

Ciática<br />

(Concepto)<br />

Se refiere al dolor distal a la rodilla. irradiado a<br />

cualquiera de las piernas Es más frecuentemente<br />

asociado con radiculopatías de L5 y S1. La<br />

combinación de ambas es la causa de ciática<br />

más común. (Devereaux, 2004)<br />

77


II. ABORDAJE CLINICO<br />

O<br />

Realizar un adecuado diagnóstico de los<br />

problemas de la lumbalgia, a fin de brindar un<br />

abordaje integral.<br />

A. DIAGNÓSTICO<br />

El médico juega un rol importante en la evaluación inicial y en el tratamiento del<br />

dolor lumbar agudo. Dado lo limitado del tiempo es necesario tener una visión de<br />

los puntos más relevantes de la historia clínica, de lo esencial del examen físico y<br />

neurológico, de la opción de pruebas diagnósticas y de la efectividad de los<br />

tratamientos disponibles.<br />

Es muy importante realizar una historia clínica completa enfatizando en los<br />

siguientes aspectos:<br />

Al iniciar la historia clínica preguntar lo siguiente:<br />

1. Historia<br />

clínica<br />

• Edad, lado dominante y ocupación.<br />

• Si el dolor tiene origen en las actividades<br />

laborales.<br />

• Historia previa similar, curso y respuesta al<br />

tratamiento.<br />

• Factores muy influyentes asociados y<br />

respuesta al tratamiento.<br />

Es esencial establecer el perfil del dolor de la siguiente forma:<br />

78


Perfil del dolor<br />

Inicio: puede ser un dolor agudo como ocurre<br />

en Hernia de disco, o de progresión gradual<br />

como ocurre en cambios degenerativos o<br />

tumores de crecimiento lento.<br />

Localización: dolor músculo-esquelético<br />

usualmente localizado en la región de<br />

paravertebrales, a flancos y nalgas. Con<br />

compromiso de raíces nerviosa (radiculopatía)<br />

generalmente se irradia a una o ambas<br />

extremidades.<br />

Duración: dolor mecánico puede ser<br />

solamente de días a semanas. El dolor<br />

radicular es de resolución más gradual y puede<br />

requerir de 6 a 8 semanas.<br />

Presentación: en ausencia de historia de<br />

trauma, la radiculopatía lumbar se presenta<br />

generalmente al despertar en la mañana.<br />

Síntomas asociados: parestesias, debilidad en<br />

extremidades inferiores.<br />

Factores agravantes: toser, estornudar<br />

(Maniobra de Valsalva), posiciones, como el<br />

dolor radicular que se reduce en posición<br />

supina.<br />

Evolución del dolor recuperación, deterioro,<br />

meseta.<br />

Signos bandera roja: es una condición grave de<br />

lumbalgia, se caracteriza por la presencia de<br />

déficit neurológico, disfunción de vejiga o<br />

intestino, debilidad sistémica, etc. Hay deterioro<br />

de función física y funcional a causa del dolor.<br />

79


El siguiente cuadro resume las características de los signos bandera roja:<br />

(Devereaux,2004)<br />

SIGNOS BANDERA ROJA: Condición Grave de Lumbalgia<br />

__________________________________________________________________<br />

Déficit neurológico progresivo Cauda equina RMN y valoración<br />

Y Retención urinaria<br />

quirúrgica<br />

__________________________________________________________________<br />

Lumbalgia y Fiebre Infección, Discitis RMN y laboratorio<br />

Absceso espinal,<br />

Meningitis<br />

__________________________________________________________________<br />

Trauma, osteoporosis<br />

ó mayores de 70 años Fractura vertebral Rx, TAC, densitometría<br />

__________________________________________________________________<br />

Dolor lumbar en pacientes<br />

con historia de cáncer Neoplasia espinal RMN<br />

__________________________________________________________________<br />

80


2. Examen<br />

físico<br />

Es esencial realizar un examen físico completo<br />

que incluya lo siguiente:<br />

• Temperatura: signo de infección en la<br />

columna como en osteomielitis, discitis o<br />

absceso epidural.<br />

• Evaluacion de la piel: psoriasis,<br />

neurofibromatosis: manchas café olé,<br />

presencia de vesículas asociado a herpes<br />

zoster. Marcas de agujas en abuso de<br />

drogas.<br />

• Examen abdominal: Presencia de masa<br />

pulsátil, vello en área lumbar: espina bífida.<br />

Dolor a la percusión lumbar y asociarse con la<br />

presencia de malignidad o infección.<br />

• Palpación ósea : apófisis apófisis espinosa,<br />

superficie posterior del cóccix, crestas iliacas<br />

posteriores. Promontorio sacro en pacientes<br />

delgados teniendo de referencia anterior que<br />

el ombligo está entre disco vertebral L3 y L4.<br />

• Palpación de tejidos blandos<br />

• Arcos de movimiento: flexión, extensión ,<br />

inclinación lateral y rotación.<br />

• Examen neurológico<br />

- Valoración de marcha: Posición<br />

antálgica, caída de pie, punta –talón<br />

- Signos especiales:<br />

1. Wassermann: Irritación de nervio femoral,<br />

radiculopatía L4.<br />

2. Lassegue: irritación nervio ciático(L5-S1)<br />

3. Puntos de Valleix: Signo irritativo del<br />

nervio ciático<br />

4. Cavazza interno y externo: presión en<br />

primer espacio interdigital del pie (L5) y en<br />

el cuarto espacio interdigital (S1)<br />

81


El siguiente cuadro resume los principales aspectos a evaluar en el examen<br />

neurológico a nivel de los miembros inferiores:<br />

Disco Raíz Reflejo Músculos Sensibilidad<br />

L3 y L4 L4 Patelar Tibial Anterior Medial de la pierna y<br />

medial del pie<br />

L4 y L5 L5 Ninguno Extensor<br />

propio1er dedo<br />

Parte lateral de pierna,<br />

dorso de pie<br />

L5 y S1 S1 Aquíleo Peroneos largo Parte lateral y una parte<br />

y corto plantar del pie<br />

Diagnóstico<br />

A continuación se presenta una tabla con las pruebas que se deben de tomar<br />

en cuenta al realizar el examen físico, a fin de establecer el diagnóstico:<br />

Todas las Test a Tiempo Hallazgos<br />

Posiciones Realizar Posibles<br />

Posición de Postura y 15 segundos Mala postura<br />

pié marcha 10 segundos Debilidad L5<br />

Punta talón<br />

o S1<br />

Simetría- 5 segundos Escoliosis,<br />

Asimetría<br />

Atrofia<br />

rango de 15 segundos Limitación por<br />

movimiento<br />

dolor<br />

Posición Erguido- 10 segundos Dolor radicular<br />

sentada<br />

Levantarse<br />

Examen 40 segundos Déficit neurológico<br />

neurológico<br />

Posición supina Longitud del 5 segundos Contribución<br />

miembro<br />

mecánica<br />

Levantar la 10 segundos Dolor radicular<br />

pierna estirada<br />

Test de Patrick´s 10 segundos Compromiso de<br />

Cadera<br />

Posición prona Palpación 20 segundos Disfunción<br />

muscular<br />

Extensión de 10 segundos Dolor radicular<br />

cadera<br />

“Prono Pro” 10 segundos Disfunción de<br />

faceta<br />

articular<br />

Total de Tiempo:<br />

2:40 segundos<br />

82


Además, para realizar el diagnóstico el médico debe tener claro, cuales son los<br />

mecanismos, según la fuente del dolor; lo cual se presenta a continuación:<br />

FUENTE DE DOLOR MECANISMO DE ACCION<br />

LESION<br />

AGRAVANTE<br />

Estiramiento ligamentoso Flexión Flexión o Torcedura<br />

Disco intervertebral Flexión Flexión<br />

Compresión<br />

Sentarse<br />

Faceta articular Extensión Extensión<br />

Rotación<br />

Rotación<br />

Articulación Caída de Nalgas Caminar<br />

sacroiliaca<br />

Sentarse<br />

Nervio Flexión Flexión<br />

Compresión<br />

Sentarse<br />

__________________________________________________________________<br />

4. Estudios de imágenes (Hills, 2004)<br />

• La Québec Task Force of Spinal Disorders sugiere que los rayos X son<br />

necesarios solamente si hay fiebre, trauma, mayores de 50 años o menores<br />

de 20 años, o déficit neurológico.<br />

• Estudios radiológicos antero posterior y lateral. Oblicuas, en algunos casos.<br />

• Lumbalgia mecánica persistente puede requerir estudios como TAC siendo<br />

muy sensitivo en sospecha de hernia de disco.<br />

• RMN es superior cuando ocupamos valoración de tejidos blandos como en<br />

infección, tumores o déficit neurológico persistente.<br />

• Electro miografía: no está indicada en procesos menores de 4 semanas de<br />

evolución, nos ayuda sobre todo cuando no hay diagnóstico concluyente<br />

entre examen físico y estudios de imágenes. Descarta polineuropatás y<br />

miopatías.<br />

5. Manejo<br />

El abordaje de la lumbalgia debe ser integral, el énfasis en el primer nivel de<br />

atención se enfoca en la educación para la salud<br />

a. Lo primero que se debe tener claro es la presencia de factores de mal<br />

pronóstico: ansiedad o depresión, problemas económicos o laborales.<br />

83


. Tratamiento<br />

farmacológico<br />

• Antiinflamatorios no esteroides por un período<br />

de 10 días.<br />

• Relajantes musculares.<br />

• Los opioides no se indican como primera<br />

elección. (Devereaux,2004)<br />

El tratamiento de la lumbalgia crónica es similar a la aguda. En estos se<br />

debe considerar el soporte de Escuelas de Espalda, para lo cuál se refiere<br />

al paciente a la unidad que corresponda. Se debe considerar el soporte<br />

psicológico en los casos que lo ameriten.<br />

c. Educación al paciente y Escuelas de la Espalda<br />

En general existe la posibilidad de prevenir los trastornos de la espalda, sea<br />

cual sea su causa, con la excepción de las lesiones por artrosis. Cuando<br />

éstas ya han aparecido, ni siquiera el mejor de los médicos conseguirá<br />

remitirlas.<br />

Comprender cómo aparecen las alteraciones de la columna vertebral<br />

supone conocer las estructuras, el funcionamiento y las disfunciones. Los<br />

conocimientos adquiridos nos convertirán en nuestro propio escultor, por<br />

ello, el objetivo de la escuela de espalda es que las personas afectadas,<br />

descubran el riesgo que corre su espalda cuando se le utiliza<br />

incorrectamente y como evitar o mejorar aquellos aspectos que les produce<br />

el problema.<br />

“No basta con saber, también es necesario aplicar lo que se<br />

sabe”(Goethe)<br />

6. Prevención<br />

a. Primaria<br />

El ser humano sano debe comprender los comportamientos que le<br />

permitirán proteger su columna vertebral en todas las actividades de la vida<br />

cotidiana para prevenir el desarrollo de los problemas de la espalda. La<br />

prevención, debería iniciarse en el jardín de niños, proseguir en la escuela<br />

en el ámbito de la educación sanitaria e integrarse en la empresa bajo el<br />

control del médico laboral.<br />

84


. Secundaria<br />

Se aplica en los casos de trastornos crónicos para evitar o disminuir las<br />

frecuentes recaídas que aparecen tras la fase aguda de la enfermedad. El<br />

paciente debe evitar las recaídas, no reduciendo su actividad, sino<br />

mejorando su movimiento, para ello se debe incluir en las actividades de<br />

información y educación para la salud los principios para conservar la<br />

columna vertebral en buen estado.<br />

Principios<br />

básicos<br />

• El hombre y la mujer son los seres vivos que<br />

mejor controlan la fuerza de atracción terrestre<br />

cuando se mantienen de pie. Las desviaciones<br />

respecto de la línea de gravedad demasiado<br />

prolongadas, dan origen a posturas viciadas ,<br />

con la consiguiente lesión de músculos<br />

involucrados.<br />

• El ser humano necesita hacer ejercicio para<br />

mantener sanas todas las estructuras:<br />

articulaciones, músculos, ligamentos, tendones<br />

y discos intervertebrales.<br />

• Mantener la columna estable: la forma de la<br />

columna se mantiene con la fuerza de los<br />

músculos. Los brazos y las piernas hacen de<br />

palanca.<br />

• Relajar la espalda, solamente una posición<br />

acostada correcta proporciona una relajación<br />

completa.<br />

• Pasar poco tiempo sentado.<br />

• Hacer pausas con el ejercicio: se puede<br />

prevenir los trastornos de la posición sentada<br />

mediante ejercicios de contracción-relajaciónestiramiento<br />

de los músculos.<br />

• Entrenar la espalda: un órgano necesita estar<br />

bien entrenado para poder desarrollar sus<br />

posibilidades. No hay resultados sin<br />

entrenamiento.<br />

85


Actualmente estamos casi siempre sentados. Una posición sentada inmóvil<br />

continua conlleva a la fatiga de los músculos de la espalda que en esa<br />

posición están estirados. En esa postura, nos apoyamos sobre los<br />

ligamentos que unen unas vértebras con las otras.<br />

La posición sentada habitual elimina el equilibrio muscular de la pelvis y los<br />

hombros, lo cual altera el juego antagonista de los músculos que mantienen<br />

el cuerpo erguido contra la gravedad.<br />

La posición sentada confortable favorece el hundimiento de los discos<br />

intervertebrales.<br />

La postura<br />

correcta<br />

La posición sentada sólo es satisfactoria cuando es<br />

dinámica, es decir, cuando la columna vertebral y<br />

sus curvaturas oscilan respecto de la línea de la<br />

gravedad.<br />

La posición sentada dinámica alrededor de la línea<br />

de gravedad reparte equitativamente la presión<br />

sobre toda la superficie del conjunto de los discos.<br />

Además, gracias a la alternancia compresióndescompresión<br />

generada por el movimiento, se<br />

asegura la nutrición de los discos intervertebrales.<br />

Cuando nos sentamos sin precaución, la pelvis se inclina hacia atrás y la<br />

columna vertebral se dobla en la 4ta y 5ta vértebras lumbares. Si este<br />

proceso se repite miles de veces, todos los días, durante años, la columna<br />

lumbar se convertirá en sede de lesiones difícilmente reparables. Una barra<br />

de metal tratada de esta forma se quebraría por una fractura debido a la<br />

fatiga. La columna vertebral no se fractura, pero pierde estabilidad y<br />

movilidad.<br />

Las sillas de balancín previenen todos estos defectos perjudiciales. El<br />

enderezamiento de la pelvis y la estabilización, mediante los músculos del<br />

complejo columna lumbar-pelvis-caderas son las condiciones<br />

indispensables para la prevención de trastornos.<br />

Se debe tener presente que las personas que tienen problemas en posición<br />

sentada, no pueden ser ayudadas o ayudarse ellas mismas sino toman<br />

conciencia del problema y permanecen sentadas el menor tiempo posible.<br />

El médico debe tener claro cuál es la forma correcta de sentarse para<br />

orientar a sus pacientes.<br />

86


Los ejercicios de relajación para después de<br />

estar sentado<br />

• Cuello y hombros:<br />

- Inclinar la cabeza alternativamente hacia<br />

delante, hacia atrás y hacia los lados.<br />

- Realizar rotaciones de los hombros y los<br />

brazos, primero un lado, después el otro.<br />

- Tirar los codos hacia atrás en el plano<br />

horizontal.<br />

Ejercicios de<br />

relajación<br />

• Caderas:<br />

- Rotación de las caderas con el tronco fijo.<br />

- Rotación de la parte alta del cuerpo, pelvis<br />

inmóvil.<br />

• Piernas y pies:<br />

- Levantar las rodillas con las manos sobre las<br />

rótulas, alternativamente realizar rotaciones<br />

del pie.<br />

- Mantenerse sobre los extremos externos e<br />

internos de los pies.<br />

• Circulación:<br />

- Caminar, correr, saltar con o sin<br />

desplazamiento por 5 minutos cada dos horas<br />

si es posible. En la medida de lo posible subir<br />

las escaleras en vez del ascensor, caminar en<br />

lugar de tomar el auto.<br />

Quien conoce las técnicas de relajación puede, en pocos minutos, recuperar<br />

el equivalente a dos horas de sueño. Se puede reducir la tensión mediante<br />

sencillos ejercicios:<br />

Técnicas de<br />

relajación<br />

• Abrir la ventana, apretar los puños y mantener la<br />

contracción durante 10 ó 15 segundos y abrirlos.<br />

Todo ello concentrándose en la sensación de<br />

contracción y relajación.<br />

• Fruncir el ceño y después relajarlo lentamente.<br />

• Apretar y relajar los dientes varias veces.<br />

• Inspirar y espirar profundamente.<br />

• Apoyar los antebrazos sobre los muslos y dejar<br />

que la cabeza caiga relajada hacia delante.<br />

• Cerrar los 87 ojos y alejarse del instante y los<br />

problemas.


a 1 . La columna vertebral en la vida cotidiana<br />

A continuación, se presentan algunas recomendaciones que se pueden<br />

utilizar para dar información o educación para la salud a los pacientes:<br />

• Acostarse bien<br />

La forma de acostarse es muy importante, al igual que la posición sentada<br />

y de pie, es necesario que la columna vertebral conserve su forma normal<br />

en posición acostada, tanto si nos apoyamos sobre la espalda como en<br />

decúbito lateral.<br />

• Levantarse bien<br />

Las extensiones y los estiramientos restablecen el tono de actividad que<br />

ha sido modificado durante la noche. Los ejercicios de estiramiento bajo<br />

una ducha caliente antes del desayuno tienen efecto beneficioso;<br />

conceder atención en la parte cervical.<br />

• Lavado de dientes<br />

Es necesario evitar por todos los medios flexionar la espalda, todavía<br />

ligeramente contraída y rígida sobre el lavatorio. Lo mejor es estabilizar el<br />

tronco y después inclinarse en bloque a partir de las caderas, apoyándose<br />

con una mano o el antebrazo en el borde. Para lavarse la cara, puede<br />

hacerse sentado en un taburete.<br />

• Vestirse<br />

Es conveniente apoyar la espalda en la pared, así se liberan los brazos y<br />

se facilita el gesto de ponerse la falda o el pantalón. Para atarse los<br />

zapatos es mejor agacharse e inclinarse hacia delante.<br />

• Inclinarse<br />

Al enderezarnos después de habernos inclinado abruptamente, notamos el<br />

dolor lumbar. La sujeción del tronco mediante el apoyo de un brazo o una<br />

mano sobre la rodilla, un taburete o cualquier objeto protege la espalda.<br />

Se logra optimizar si se inclina el tronco por encima del muslo,<br />

manteniendo la rodilla flexionada a 90°.<br />

• Planchar<br />

Es un trabajo isométrico del brazo que maneja la plancha. La cabeza se<br />

encuentra inclinada hacia delante y la espalda a veces también. No se<br />

debe hacer durante varias horas seguidas, debe haber pausas en las que<br />

88


se deben practicar ejercicios de relajación.<br />

• Cargar un niño<br />

No llevarlo siempre del mismo lado, se sobrecargará el conjunto del brazo<br />

y el hombro, mientras que la columna vertebral se inclinará en la dirección<br />

opuesta, obteniéndose como resultado una fuerte contracción muscular.<br />

Cambiar los pañales en una base preferiblemente alta.<br />

• Llevar compras<br />

Lo mejor es llevar dos bolsas, una en cada lado, a fin de repartir la carga.<br />

Un carrito con ruedas debería ser la solución para todos los casos.<br />

b 1 . La columna vertebral y el trabajo<br />

En todas las empresas, los lugares de trabajo deberían ser analizados por<br />

expertos en ergonomía. A veces, sólo con unas pequeñas modificaciones<br />

bastaría para obtener grandes mejoras.<br />

• Levantar un objeto<br />

La carga por levantar debe situarse lo más cerca al cuerpo. No hay que<br />

levantar el peso con la columna vertebral, sino con las grandes<br />

articulaciones, las rodillas sobre todo. Los músculos deben estar en<br />

tensión “ ajustar su tono de trabajo” en el momento que se requiere el<br />

esfuerzo.<br />

• Colocar un objeto sobre un estante<br />

- Aproximarse lo más cerca posible al objeto situado entre las pierna.<br />

- Flexionar los miembros inferiores con los pies separados.<br />

- Estabilizar la columna lumbar contrayendo simultáneamente los<br />

músculos abdominales y dorsales.<br />

- Inclinar el tronco hacia delante a partir de las caderas, sin curvar ni<br />

hundir la región lumbar.<br />

- Contraer todos los músculos de los brazos, piernas y el tronco.<br />

- Elevar el objeto hasta la altura de la pelvis.<br />

- Enderezarse mediante una extensión de las caderas y las rodillas y a<br />

continuación mantenerse firmemente sobre las dos piernas<br />

separadas en ligera rotación externa, con las rodillas ligeramente<br />

flexionadas.<br />

89


- Después de estabilizar de nuevo la columna lumbar y la pelvis,<br />

levantar el objeto por encima de la cabeza, sin separarlo de la línea<br />

de gravedad y colocarlo en la estantería.<br />

• Asiento ideal para el Automóvil<br />

El elemento más importante es el apoyo lumbar que debe ser regulable de<br />

manera que pueda adaptarse a cada espalda en función de la curvatura<br />

lumbar de su conductor.<br />

Fuente: Manual de cuidados de la espalda de KRAMES, 1995<br />

90


c 1 . Actividades en tiempo libre<br />

Las actividades en el tiempo libre también deben ser controladas, puesto<br />

que muchas veces ponen en riesgo nuestro aparato locomotor. No se<br />

exponga a actividades de tiempo libre que le produzcan estrés o<br />

tensiones suplementarias debido a la presión del tiempo. Relájese<br />

paseando y pensando en cosas bonitas y agradables. Una velada<br />

prolongada delante de la televisión genera más estrés, mientras que el<br />

ejercicio conseguirá disminuirlo.<br />

La gimnasia de relajación llevada a cabo con música y en familia puede<br />

convertirse en la nota deportiva del día.<br />

Procure no permanecer mucho tiempo sentado. Siéntese en una silla lo<br />

bastante firme, que sostenga la región lumbar y el sacro, conservando la<br />

curvatura natural de la columna vertebral. Coloque un cojín en la región<br />

cervical para relajar los músculos. Permanezca el menor tiempo inmóvil.<br />

Programa de ejercicios<br />

Se trata de una serie de ejercicios de estiramiento muy fáciles que se<br />

pueden hacer descansando sobre la espalda. Son de gran beneficio, ya<br />

que cada posición estira una parte del cuerpo generalmente difícil de<br />

relajar. Se puede seguir este orden para lograr una preparación y<br />

relajación suaves.<br />

Lo más recomendado es enseñar a los pacientes primero a estirar la<br />

columna y caderas. Asegurarse que los aprendan bien para que continúen<br />

haciéndolos diariamente. Además dárselos impresos.<br />

Al mes, se debe instruir sobre los ejercicios de fortalecimiento. De ahí en<br />

adelante, el paciente debe hacer las dos secuencias una vez al día.<br />

91


Fuente: libro “Estirándose” Bob Anderson, 1980.<br />

92


Fuente: “Manual de cuidado de la espalda” KRAMES, 1992<br />

93


Fuente: “Manual de cuidado de la espalda” KRAMES, 1992<br />

94


Referencias Bibliográficas<br />

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Adams, R.D. Principles of Neurology. 10ª edición, 1997.<br />

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Braunwald et al. Harrison’s Principles of Internal Medicine. 13ª edición, 1994.<br />

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2003. Tomo 2 . Características de la población atendida. Serie: estadísticas de la<br />

salud No. 55-J.b. Setiembre 2004<br />

Chusid, J. G. Correlative Neuroanatomy & Functional Neurology. 15ª edición,<br />

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Devereaux, M.. Low back pain. Primary care; Clinics in office practice. 31(1), 2004<br />

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95


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Vélez et al. Fundamentos de Medicina: Neurología. 4ª edición, 1994.<br />

96


TERCERA<br />

U N I D A D<br />

Síndrome de Digestivo Irritable<br />

Objetivo de la Tercera Unidad<br />

Aplicar los elementos teóricos<br />

conceptuales del Síndrome de Digestivo<br />

Irritable a la práctica clínica a fin de brindar<br />

una atención integral a los usuarios de los<br />

servicios de salud.<br />

__________________________________________________________________<br />

97


I. ELEMENTOS TEORICOS-CONCEPTUALES<br />

O<br />

Reconocer las características del síndrome de<br />

digestivo irritable, a fin de realizar un diagnóstico<br />

y manejo adecuados.<br />

A. DESCRIPCIÓN DE LA ENFERMEDAD<br />

El Síndrome de Digestivo Irritable (SDI) es conocido en la práctica médica bajo<br />

diferentes denominaciones, tales como: colon irritable, trastorno funcional<br />

intestinal, “colitis”. Estos términos son incompletos e inducen a clasificar<br />

inadecuadamente, tanto la enfermedad como su fisiopatología, por lo cual deben<br />

ser sustituidos por un término más genérico de este tipo de trastornos, que<br />

incorpore un aborde fisiopatológico correcto: síndrome de digestivo irritable.<br />

El SDI representa una de las causas más importantes de consulta médica del<br />

aparato digestivo, tanto por su incidencia como por la necesidad de evaluar en<br />

forma repetitiva su evolución en los pacientes, además del alto costo que involucra<br />

la evaluación y el estudio de éstos paciente para los servicios de salud, ya que, en<br />

el proceso es necesario descartar la presencia de enfermedades crónicas.<br />

Gasto en la<br />

evaluación y<br />

el manejo del<br />

paciente con<br />

SDI<br />

Directo<br />

• Consultas médicas<br />

• Estudios diagnósticos<br />

• Tratamiento<br />

• Visitas Extemporáneas<br />

Indirecto<br />

• Productividad reducida<br />

• Abstencionismo laboral<br />

• Invalidez permanente<br />

• Cirugía innecesaria<br />

98


Este hecho hace necesario que el médico general conozca ampliamente el proceso<br />

de diagnóstico y evaluación, así como, la terapia adecuada para mejorar la salud y<br />

evitar la multiplicidad de estudios y fármacos.<br />

1. SDI<br />

(Concepto)<br />

Manifestaciones que se producen por alteraciones<br />

funcionales del tracto digestivo, que muestran<br />

como síntomas y signos el dolor abdominal, la<br />

distensión, alteraciones en el hábito de evacuación<br />

y moco en las heces (Drossman,1999).<br />

Estas alteraciones se presentan bajo un patrón variable, y pueden existir múltiples<br />

combinaciones de los síntomas.<br />

Por ser una manifestación disfuncional, el SDI carece de una causa estructural<br />

identificable, que con frecuencia se asocia con alteraciones emocionales, además<br />

de que, su evaluación y diagnóstico efectivos con frecuencia se tornan difíciles.<br />

Otro aspecto importante, que hay que considerar, es que, la generalidad del<br />

síntoma presente conduce en ocasiones a desestimar en forma temprana e<br />

inadecuada la patología orgánica que pueda estar subyacente o coincidente con el<br />

síndrome. Por ello es necesario realizar siempre un detallado trabajo diagnóstico<br />

en esto pacientes.<br />

Los esfuerzos para definir este síndrome en los últimos cuarenta años, se han<br />

dirigido a crear un patrón de manifestación que pudiese recopilar las<br />

características más relevantes. Este esfuerzo se concreta en la Declaración de<br />

Roma de 1994 (Drossman,1999) , en donde se establecen como criterios<br />

diagnósticos los siguientes:<br />

2. Criterios<br />

Diagnósticos<br />

de SDI<br />

Presencia en el último año, de doce semanas o<br />

más (no necesariamente consecutivas) con<br />

malestar y dolor abdominal, que tenga más de<br />

dos de las siguientes características:<br />

• Alivio de síntomas con la defecación<br />

• Cambio en la frecuencia de la defecación:<br />

más de 3 deposiciones al día, o menos de 3<br />

deposiciones a la semana.<br />

• Cambio en la apariencia de la defecación:<br />

heces muy endurecidas o blancos acuosos.<br />

99


Síntomas más<br />

frecuentes<br />

Los síntomas que con mayor frecuencia se<br />

presentan son:<br />

• Dolor abdominal<br />

• Frecuencia anormal en la defecación<br />

• Apariencia anormal de las heces<br />

• Alteraciones en el acto de la defecación:<br />

tenesmo, esfuerzo de evacuación,<br />

urgencia o evacuación incompleta.<br />

• Moco en las heces<br />

• Distensión abdominal<br />

3. Epidemiología<br />

El síndrome de digestivo irritable es un padecimiento común y prácticamente<br />

cualquier adulto, puede referir al menos un evento en su vida.<br />

a. Prevalencia<br />

Las estadísticas mundiales establecen una<br />

prevalencia mayor de 20 % en la población<br />

general, de los cuales hasta un 50% de ellos no<br />

consulta en los servicios de salud. (Jones J,<br />

Boorman J, Cann P., 2000).<br />

b. Distribución<br />

por sexo<br />

Este trastorno es dos veces más común en la<br />

mujer que en el hombre, sin embargo en términos<br />

de atención médica la mujer ocupa un 80% de las<br />

consultas por esta causa. (Jones J, Boorman J,<br />

Cann P., 2000) (Thompson WG, Heaton KW,<br />

Smyth GT, Smyth C, 2000)<br />

Esta mayor frecuencia de consulta en las mujeres se debe muy<br />

probablemente a las manifestaciones pélvicas de la enfermedad que<br />

requieren discriminarse de otras patologías.<br />

100


c. SDI en el niño<br />

La presencia de este trastorno en la población<br />

infantil es poco común, pero los factores<br />

predisponentes a la enfermedad se inician en<br />

este período en la mayoría de los casos.<br />

La prevalencia depende también de factores culturales y económicos donde<br />

predominan: el nivel educativo intermedio y bajos ingresos económicos.<br />

(Thompson WG, Heaton KW, Smyth GT, Smyth C, 2000)<br />

Es frecuente el inicio de estos trastornos funcionales del tubo digestivo en<br />

poblaciones que han sido afectadas por procesos diarréicos infecciosos,<br />

situación que se asocia más con grupos sociales desposeídos o de bajos<br />

ingresos económicos.<br />

La dieta es otro factor a considerar en la génesis del SDI ya que existen<br />

alimentos que pueden producir o potenciar este padecimiento:<br />

Alimentos a<br />

considerar<br />

• Productos lácteos<br />

• Alimentos, bebidas o compuestos elementos que<br />

contengan fructuosa o sorbitol<br />

• Consumo excesivo de cafeína<br />

• Alimentos que estimulen la formación gas como<br />

las legumbres<br />

Otros factores de riesgo involucran aspectos psicosociales relacionados con la<br />

integración del núcleo familiar, historia de agresión familiar, aprendizaje del<br />

proceso de asimilación de la frustración, el abuso sexual, entre otros.<br />

Los pacientes con este padecimiento que consultan a los servicios presentan<br />

mayor frecuencia de diagnósticos de índole psiquiátrico. (Harrison, 1998)<br />

(Jones J, Boorman J, Cann P,2000) (Kapoor KK, Nigam P, Rastogi CK,1985)<br />

Ej.<br />

• Trastornos de personalidad<br />

• Depresión<br />

• Histeria<br />

• Somatización<br />

En ocasiones pueden haber antecedentes de abuso sexual o físico en la<br />

infancia o adolescencia. (Delvaux M, Denis P, Allemand H,1997)<br />

101


También: Se han descrito diferencias en la frecuencia del SDI según el estado<br />

conyugal y la profesión lo cual podría tener relación con situaciones de estrés y<br />

ansiedad. Las personas que practican ejercicio o actividad física frecuente<br />

pueden controlar mejor este problema. (Kapoor KK, Nigam P, Rastogi CK,1985)<br />

(Delvaux M, Denis P, Allemand H,1997) (Bennet EJ, Tennant CC, Piesse C,<br />

1998)<br />

En el siguiente esquema se resume la etiología y la patogenia del SDI:<br />

Fisiología del<br />

tubo digestivo<br />

- Motilidad<br />

- Sensibilidad<br />

Factores<br />

• Genéticos<br />

• Ambientales<br />

- Edad<br />

- Sexo<br />

Psicosociales<br />

- Stress<br />

SDI<br />

Síntomas<br />

Conductas<br />

Resultados<br />

- Demanda de<br />

servicios<br />

- Calidad de vida<br />

- Actividad diaria<br />

-Estado psicológico<br />

- Soporte social<br />

- Autoevaluación<br />

- Condición<br />

socioeconómica<br />

- Alimentación<br />

- etc.<br />

Fuente: esquema del autor.<br />

Como se muestra, existen factores y predisponentes que pueden ser de índole<br />

genético o ambiental, que producen con el tiempo el desarrollo de la<br />

enfermedad con los consiguientes resultados en la demanda de los servicios de<br />

salud y en la calidad de vida del paciente.<br />

102


II. ABORDAJE Y MANEJO DE LA ENFERMEDAD<br />

O<br />

Analizar los diferentes elementos que deben de<br />

tomarse en cuenta en el manejo del síndrome de<br />

digestivo irritable y sus aplicaciones en la<br />

práctica.<br />

A. DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO<br />

La evaluación de los datos clínicos es compleja, y depende de la capacidad de los<br />

servicios de salud, así como, de la disponibilidad de las técnicas adecuadas. Los<br />

siguientes son elementos a considerar:<br />

Elementos para<br />

diagnóstico en<br />

el SDI<br />

• Historia<br />

• Examen Físico<br />

• Hemograma<br />

• VES<br />

• Heces al fresco<br />

• Sangre oculta en heces<br />

• Examen colónico<br />

- Enema opaco<br />

- Endoscopía<br />

• Ultrasonido abdominal<br />

1. Historia Clínica<br />

La historia clínica se dirige a descartar las causas orgánicas, en primera<br />

instancia, con atención especial en los siguientes síntomas y signos de alarma:<br />

Síntomas y<br />

signos de<br />

alarma<br />

• Sangrado rectal<br />

• Pérdida de peso<br />

• Diarrea continua<br />

• Distensión constante<br />

• Anemia<br />

• Fiebre<br />

• Síntomas que despiertan al paciente<br />

• Inicio de los síntomas en el adulto mayor<br />

• Historia 103familiar de cáncer


Ante todo antecedente que sugiera enfermedad crónica subyacente, proceso<br />

infeccioso, enfermedad maligna, etc., se debe de estudiar al paciente<br />

(Drossman,1999) (Thompson WG, Heaton KW, Smyth GT, Smyth C, 2000).<br />

Elementos a<br />

considerar en<br />

el dolor<br />

El dolor abdominal debe ser analizado en:<br />

• Localización<br />

• Frecuencia<br />

• Patrón relacionado con la ingesta de alimentos<br />

• Tipo<br />

• Patrón de intensidad<br />

• Condiciones agravantes con alimentos<br />

• Emociones Ej.<br />

• Relación con posiciones anatómicas<br />

• Otros.<br />

La distensión abdominal requiere del mismo tratamiento evaluativo, procurando<br />

identificar el tipo de alimentos que producen la mayor sintomatología:<br />

Hábito<br />

defecatorio<br />

Este es también determinante e interesa explicar:<br />

• La frecuencia de la defecación<br />

• Las características de la deposición<br />

• El color<br />

• El volumen<br />

• Presencia de sangre<br />

Hábitos<br />

alimentarios<br />

• Frecuencia de la ingesta<br />

• Tipo de alimentos que consumen<br />

• Presencia de gas: eructos, flatulencia,<br />

borborigmos<br />

104


La evaluación del paciente con SDI requiere de la atención del explorador, es<br />

importante contemplar que existen dos tipos de evaluación:<br />

Evaluación<br />

Abierta: cuando el paciente explica su<br />

padecimiento y las medidas que ha aplicado. Se<br />

enfoca en la búsqueda de una causa orgánica<br />

para su padecimiento.<br />

Oculta: explican los temores del paciente con su<br />

ansiedad, tristeza, ira, represión, entre otros.<br />

Es sumamente importante que el explorador no desestime el padecimiento del<br />

paciente, es muy frecuente que en el primer contacto con el paciente, se defina en<br />

el profesional de salud un pensamiento de falta de interés, debido a que los<br />

aspectos causales requieren de un contacto más cercano con los factores<br />

emocionales del paciente, los cuales en algunos casos, el paciente quiere<br />

compartir.<br />

Para obtener un mayor resultado con la historia, es importante dejar al paciente<br />

relatar su padecimiento, y conduciendo el interrogatorio a las posibles causas<br />

relacionadas en su experiencia emocional.<br />

Los aspectos de la historia sexual deben tratarse con cuidado ante la posible<br />

experiencia de abuso en el paciente, ya que este antecedente se ha visto<br />

relacionado en una proporción no despreciable de casos con el SDI, lo mismo, en<br />

relación con la violencia intra familiar. (Drossman,1999) (Bennet EJ, Tennant CC,<br />

Piesse C, 1998) (Kapoor KK, Nigam P, Rastogi CK, 1985)<br />

Otros síntomas pueden trascender el habito digestivo y referirse a otras áreas:<br />

Hallazgos<br />

Extraintestinales<br />

del SDI<br />

• Letargia, astenia, hipodinamia.<br />

• Poliaquiuria<br />

• Saciedad temprana<br />

• Urgencia urinaria<br />

• Náusea<br />

• Dispareunia<br />

• Dorsalgia<br />

• Fibromialgia<br />

• Cefalea<br />

• Mialgias<br />

• Trastornos ginecológicos<br />

105


2. Examen Físico<br />

El examen físico debe ser detallado, evaluando factores que puedan relacionarse a<br />

causas orgánicas, la evaluación del abdomen se realiza en forma convencional,<br />

pero practicando primero la inspección y orientación por parte del paciente del sitio<br />

del dolor. Iniciar la exploración con una palpación suave, que le permita al paciente<br />

acostumbrarse al proceso.<br />

Palpación<br />

profunda<br />

Es necesario descartar la presencia de masas,<br />

signos de reacción peritoneal, líquido presente.<br />

Por lo general el examen abdominal es normal, con alguna frecuencia se<br />

encuentra fácilmente movimiento de material a medida que desplazamos nuestra<br />

mano en el abdomen, esto debido al gas presente.<br />

Percusión<br />

Mostrará la presencia de distensión y de la<br />

auscultación puede manifestar la presencia de<br />

ruidos intestinales alterados<br />

3. Exámenes de laboratorio y gabinete<br />

a. Pruebas sanguíneas<br />

Es necesario realizar un hemograma completo, buscando anemia y otras<br />

anormalidades. La velocidad de eritrosedimentación (VES) y las pruebas de<br />

función tiroidea pueden ser necesarias.<br />

b. Examen de heces<br />

Las heces al fresco aportan información valiosa en el estudio del SDI diarrea<br />

predominante con el fin de descartar una causa inflamatoria y/o infecciosa.<br />

Ejemplo<br />

La prueba de sangre oculta orienta hacia la presencia<br />

de causas que se asocien con sangrado: pólipos,<br />

enfermedades tumorales, entre otras.<br />

106


c. Enema<br />

El enema opaco es una alternativa a fin de la endoscopía digestiva, la cual<br />

permite una evaluación adecuada del colon, descartar defectos estructurales<br />

mayores, como:<br />

Ejemplo<br />

Divertículos, pólipos, lesiones tumorales y patrones<br />

inflamatorios crónicos. Sin embargo no permite la<br />

evaluación de pólipos pequeños.<br />

c. Endoscopía<br />

La endoscopía es un método que muestra una alta sensibilidad y especificidad<br />

en el diagnóstico de lesiones del tracto digestivo, la endoscopía alta o<br />

gastroscopía puede orientar sobre causas que alteren el hábito alimentario:<br />

Ejemplo<br />

Ulcera duodenal, gástrica, gastritis, lesiones tumorales<br />

etc.<br />

La rectoscopia debe dirigirse al estudio específicamente de la porción<br />

anorectal, sin embargo es un estudio comprensivo del tracto digestivo bajo.<br />

Para ese efecto es necesario realizar una colonoscopía.<br />

Indicación<br />

de la<br />

colonoscopía<br />

• La decisión en nuestro medio sobre cual<br />

paciente debe realizarse una colonoscopía<br />

requiere de aborde epidemiológico, si el<br />

paciente es joven, no hay síntomas de alarma<br />

presente, no hay historia de cáncer de colon, en<br />

familiares cercanos, muy probablemente su<br />

evaluación no necesite una colonoscopía.<br />

• El punto opuesto es el adulto con historia<br />

familiar de cáncer de colon con síntomas de<br />

inicio reciente, que muestra signos de alarma y<br />

edad mayor a los 40 años.<br />

El buen juicio crítico de los hallazgos del paciente, será lo que determinará la<br />

realización de la colonoscopía.<br />

El otro aspecto a considerar es la falla terapéutica lo cual obliga a replantear el<br />

diagnóstico. Es común que este tipo de evaluaciones ejerza un “efecto<br />

terapéutico” en el paciente, al aclarar la ausencia de enfermedades malignas<br />

107


entre otras, permitiendo al paciente replantear las causas de su padecimiento.<br />

Existen una amplia variedad de pruebas de evaluación, pero ellas deben de<br />

dirigirse a las características del padecimiento y su diagnóstico diferencial.<br />

B. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

El diagnóstico diferencial del SDI se realiza considerando los siguientes<br />

padecimientos:<br />

Diagnóstico<br />

diferencial<br />

• Mala absorción de carbohidratos: fructosa, sorbitol<br />

• Intolerancia a alimentos<br />

• Mala absorción de sales biliares<br />

• Diarrea inducida por lesiones tumorales<br />

• Colitis: colagenosa, linfocítica, eosinofílica<br />

• Pseudobstrucción intestinal: miopatía, neuropatía<br />

• Enfermedad inflamatoria del intestino<br />

• Enfermedad celiaca y sprue tropical<br />

• Alteraciones metabólicas: hipotiroidismo,<br />

hipertiroidismo<br />

• Infecciones<br />

C. TRATAMIENTO<br />

Uno de los aspectos más importantes en el manejo del paciente con SDI es el<br />

establecimiento de una buena relación médico-paciente. Existe un mayor éxito<br />

cuando el médico implica al paciente en las decisiones terapéuticas, le brinda<br />

educación sobre la enfermedad y sus factores desencadenantes.<br />

Educación<br />

para la salud<br />

Enfatizar en los siguientes aspectos:<br />

• Naturaleza benigna de la enfermedad.<br />

• Es un padecimiento difícil de eliminar ya que necesita<br />

un esfuerzo importante en el control de los<br />

mecanismos de activación somática de la<br />

enfermedad, pero las mejoras que se hagan influyen<br />

en forma significativa en la evolución y presentación<br />

del padecimiento.<br />

• Factores que aumentan el problema o lo disminuyen.<br />

• Rol de los medicamentos en el control del<br />

padecimiento.<br />

• Síntomas y signos de alarma.<br />

108


1. Tratamiento no farmacológico<br />

a. Apoyo al paciente<br />

El primer objetivo terapéutico a cumplir es brindar la paciente apoyo para<br />

que logre racionalizar que el padecimiento que acontece tiene múltiples<br />

causas y que requiere una cuidadosa evaluación de los factores<br />

desencadenantes.<br />

b. Señalar factores psicosociales<br />

Señalar las conductas que pueden generar dicho cuadro, el manejo del<br />

stress y la racionalización de la ira, entre otros, son factores a controlar.<br />

El desarrollo de una adecuada sublimación de la frustración ejerce un<br />

impacto sustancial en la evolución, existe una mejoría cuando el paciente<br />

aprende a vivir con sus problemas en lugar de mantener estos como cargas<br />

diarias.<br />

c. Reforzar actividades saludables<br />

Dieta saludable, evitando el consumo de alimentos que generan o<br />

potencian el SDI. Además, se debe de promocionar la práctica de ejercicio<br />

o actividad física en éstos pacientes.<br />

Se recomienda el uso de suplementos de fibra, independientemente de los<br />

síntomas que se presenten, aunque el beneficio se produce<br />

mayoritariamente en los pacientes con constipación:<br />

Suplementos<br />

de fibra<br />

• Salvado de trigo.<br />

• Psilio.<br />

• Metilcelulosa.<br />

Todos los suplementos de fibra pueden causar repleción y molestias<br />

inicialmente, las cuales normalmente desaparecen al cabo de unas semanas.<br />

Es importante controlar factores de intolerancia a la lactosa cuyo fenómeno es<br />

muy común y tiende a empeorar debido a que en forma temprana se<br />

desestiman los lácteos por su potencial de producir síntomas. Debemos<br />

entonces intentar mantener el consumo de este grupo de alimentos<br />

seleccionado productos menos reactivos como puede ser el yogurt, la<br />

109


leche cultivada, el queso fresco, evitando aquéllos excesivamente grasosos.<br />

El uso de probióticos es esencial para mejorar la absorción de alimentos y el<br />

crear una flora intestinal que produzca menos gas.<br />

Además, de recomienda evitar el consumo excesivo de cafeína.<br />

d. Apoyo profesional psicológico o psiquiátrico<br />

Dado que este padecimiento con frecuencia se desarrolla en personas que<br />

están expuestas a altos grados de estrés familiar o laboral, o presentan<br />

situaciones de violencia, abuso y problemas económicos, entre otros. En<br />

estos casos es recomendable valorar la referencia a un psicólogo(a) o<br />

psiquiatra para psicoterapia.<br />

Existen dos áreas de desarrollo:<br />

a. Psicoterapia dinámica, la cual requiere algunas sesiones para evaluar<br />

en forma apropiada el entorno y la dinámica de acción.<br />

b. Terapia Cognitiva conductual, que busca que el paciente pueda percibir<br />

y reaccionar a sus síntomas.<br />

e. Hipnoterapia<br />

Puede ser una opción en éstos pacientes, cuando se tenga al alcance. Es la<br />

técnica más evaluada debido a su carácter, mostrando en un estudio<br />

randomizado en 30 casos severos de SDI una efectividad mayor a la simple<br />

discusión del stress y los síntomas. Sus resultados son menos efectivos en<br />

casos atípicos y en pacientes mayores de 50 años, su mejoría se observa<br />

generalmente durante el primer año. (1,7,8).<br />

2. Tratamiento farmacológico<br />

La mayoría de los síntomas mejoran cuando el paciente adopta medidas no<br />

farmacológicas, sin embargo en algunos requiere de medicamentos para<br />

controlar los síntomas. El uso de medicamentos debe de enfocarse a los<br />

síntomas predominantes. A continuación se presentan los fármacos que<br />

pueden ser utilizados de acuerdo con la sintomatología observada:<br />

Los cuadros de prescripción son muy variables de un país a otro, con<br />

diferencias sustanciales en las diferentes farmacopeas, para nuestro contexto<br />

es importante señalar los grupos más comunes:<br />

110


a. Antidiarreicos: Loperamida<br />

Es un medicamento bien tolerado ya que no cruza la barrera<br />

hematoencefálica con pocos efectos a nivel de sistema nervioso central, es<br />

útil en el manejo de la variedad de SDI asociado a diarrea, estimula la<br />

absorción e inhibe la secreción a través de disminuir el tránsito intestinal.<br />

Dosis<br />

usual<br />

2 mg con cada deposición hasta un máximo de 16<br />

mg al día.<br />

Contraindicaciones<br />

Constipación<br />

En relación con esta no hay alguna interacción con medicamentos.<br />

Es conveniente educar al paciente en evitar el abuso de este fármaco ya<br />

que es común que no se apliquen las medidas correctivas de fondo desde el<br />

punto de vista de alimentación y adaptación en conductas y se abuse del<br />

fármaco para controlar los síntomas.<br />

b. Antagonistas 5-HT3: Alosetron<br />

Inhibe la secreción y reduce el tránsito intestinal, ha demostrado en estudios<br />

placebo control ser efectivo en el manejo de SDI asociado a diarrea (Lembo<br />

T, Wright Ra, Bagby B, et al. 2001).<br />

Dosis usual<br />

1 mg dos veces al día<br />

Contraindicaciones<br />

Constipación, tendencia a desarrollo de<br />

trombosis<br />

Se metaboliza por el citocrómo P450 pero no tiene interacciones<br />

significativas con los inhibidores de la recaptación de serotonina,<br />

benzodiacepinas, teofilina y anticonceptivos orales.<br />

111


No está disponible en todos los países, se ha relacionado a colitis isquémica<br />

en pacientes utilizando medicamentos que alteren el lecho microvascular<br />

intestinal y en tóxicos de abuso.<br />

c. Agonistas 5-HT4: Tegaserod<br />

Estimula el reflejo peristáltico, acelerando la velocidad de tránsito, mejora el<br />

tono, aumenta la captura de agua intraluminal y disminuye el umbral del<br />

dolor.<br />

Dosis usual<br />

6 mg dos veces al día.<br />

Contraindicaciones<br />

No conocidas<br />

No se conocen interacciones con medicamentos; tampoco se afecta el<br />

cotocromo P450.<br />

Diversos estudios han demostrado beneficio significativo con aumento en la<br />

feciuncia defecatoria y disminución de la distensión (11,12), durante los<br />

primeros días hay tendencia a aparición de diarrea, la cual es controlada<br />

después de pocos días.<br />

d. Levosulpiride<br />

Es un medicamento procinético con actividad sobre receptores de dopamina<br />

que favorece la disminución de la motilidad intestinal y disminuye el<br />

peristaltismo, es útil en la variedad de SDI asociado a diarrea.<br />

Dosis usual<br />

25 mg dos a tres veces al día antes de las<br />

comidas<br />

Contraindicaciones<br />

Contraindicado en pacientes con<br />

feocromocitoma, epilepsia, estados maníaco<br />

depresivos, hiperprolactinemia<br />

112


En relación con las principales interacciones con medicamentos, debe<br />

tenerse especial cuidado con la combinación con medicamentos<br />

antidepresivos que pueden potenciar su efecto.<br />

Produce en forma ocasional galactorrea, amenorrea por lo cual debe ser<br />

utilizado con las advertencias necesarias que al presentar alteraciones<br />

deben suspender el medicamento.<br />

e. Antidepresivos: Amitriptilina, Imipramina, Tianeptina, Inhibidores de la<br />

recaptación de la serotonina<br />

Son útiles en el manejo del dolor con un efecto menor en el peristaltismo.<br />

Dosis usual<br />

Depende del medicamento, pero se inicia en<br />

forma usual con la menor dosis posible<br />

Contraindicaciones<br />

Glaucoma de ángulo abierto, prostatismo,<br />

epilepsia, arritmias cardíacas, hepatopatía<br />

crónica, riesgos ocupacionales por efecto<br />

sedante.<br />

Dentro de las principales interacciones con medicamentos se describe una<br />

mayor sedación con opiáceos, ansiolíticos, hipnóticos y alcohol, toxicidad<br />

con antipsicóticos e inhibidores de la MAO.<br />

Tener en cuenta que tienden a ser más efectivos los tricíclicos y<br />

tretracíclicos que los inhibidores de la recaptación de serotonina, con dosis<br />

menores a las utilizadas en terapia antidepresiva (Clouse RE, Lustman PJ,<br />

Geisman RA, Alpers DH, 1994)<br />

f. Antiespasmódicos: Mebeverina, Hioscina, bromuro, Otilonio bromuro,<br />

Pinaverio bromuro<br />

Su efecto primordial es la relajación del músculo liso disminuyendo entonces<br />

el dolor asociado a contracción y el efecto sobre la distensión. Son<br />

medicamentos de uso común, asociado a su adecuada tolerancia, pero con<br />

una efectividad muy variable en la población. Su beneficio en el tratamiento<br />

global se encuentra en discusión.<br />

Dosis Usual<br />

Depende del medicamento, su frecuencia usual<br />

es tres veces al día<br />

113


Contraindicaciones<br />

La presencia de íleo, cuadros pseudoobstructivos<br />

Se producen interacciones: principalmente con antidepresivos tricíclicos y<br />

amantadina.<br />

La evidencia de beneficio es pobre, no mostrando mayores diferencias que<br />

con uso de placebo. (Poynard T, Regimbeau C, Benhamou Y, 2003)<br />

g. Laxantes : Fosfosoda, Lactulosa, Lactitiol, Polietilén glicol<br />

Este grupo de medicamentos se utilizan primordialmente en el tratamiento<br />

del estreñimiento agudo, y no deben ser considerados para el manejo de la<br />

variedad de digestivo irritable asociado a constipación.<br />

Dosis Usual<br />

Una sola dosis es conveniente o su<br />

fraccionamiento en tres tiempos para reducir el<br />

efecto sobre el dolor cólico secundario.<br />

Contraindicaciones<br />

Cuadros obstructivos y pseudo-obstructivos,<br />

alteraciones hidroelectrolíticas<br />

Dentro de las principales interacciones con medicamentos se describe: El<br />

aumento de la velocidad de paso del bolo intestinal puede producir<br />

disminución de la absorción de los fármacos.<br />

El efecto catártico de estas sustancias favorece una rápida acción en el<br />

control del estreñimiento, pero impacta en el movilidad en forma significativa<br />

creando mayor falta de coordinación que lleva finalmente a la necesidad de<br />

aumentar progresivamente su frecuencia de uso y dosis, hasta un punto en<br />

que se torna ineficiente.<br />

114


Este mismo efecto contraviene a toda metodología de aborde terapéutico<br />

descrita por lo cual no debe ser una solución para aplicar en forma continua.<br />

En ocasiones es necesario el uso de catárticos cuando, se presenta una<br />

crisis severa de constipación, pero esta medida debe ser autolimitada.<br />

La escogencia dependerá del nivel de tolerancia al producto, la severidad, la<br />

edad del paciente y las enfermedades concomitantes.<br />

h. Probióticos: Lactobactillus sp<br />

Su uso muestra una disminución en la presencia de dolor y distensión con<br />

efectos en el volumen y consistencia de las heces. Por lo cual es útil en la<br />

terapia de todas las formas de digestivo irritable (Nobaek S, Johansson Ml,<br />

Molin G, et al, 2000).<br />

Dosis Usual<br />

Es preferible su uso combinado con alimentos de<br />

una a dos tabletas con alimentos<br />

Contraindicaciones<br />

Ninguna<br />

No describen interacciones con otros medicamentos. Es un método natural<br />

que ayuda a mejorar la tolerancia de los alimentos, sin efectos secundarios.<br />

i. Enzimas Digestivas y simeticona:<br />

Su utilización es muy frecuente, sin embargo su efectividad es cuestionable,<br />

con resultados en la práctica clínica muy variables.<br />

Dosis Usual<br />

Usualmente con los alimentos<br />

Contraindicaciones<br />

Ninguna<br />

115


Este tipo de sustancias son frecuentes en el manejo de los síntomas de<br />

distensión y tolerancia a algunos alimentos, sin embargo su efecto no<br />

trasciende en forma significativa en el manejo del SDI.<br />

Para efectos de una mejor prescripción a los pacientes con síndrome<br />

digestivo irritable a continuación se presentan algunos medicamentos que<br />

producen constipación o diarrea, que se deben de considerar:<br />

Medicamentos<br />

que alteran el<br />

movimiento<br />

intestinal<br />

• Causan constipación:<br />

- Opiaceos (codeína, morfina)<br />

- Fenotiazinas (clorpromazina)<br />

- Antidepresivos Tricíclicos (Amitriptilina)<br />

- Antagonistas 5-HT3 (Ondasetron)<br />

- Antagonistas del calcio<br />

- Anticlolinergicos<br />

- Anticonvulsivantes<br />

- Carbonato de calcio<br />

• Causan Diarrea:<br />

- Misoprostol<br />

- Antiácidos a base de Magnesio<br />

- Te conteniendo hojas de senna<br />

- Alcohol<br />

- Cafeína<br />

D. SEGUIMIENTO<br />

Se recomienda dar seguimiento al paciente con el fin de diagnosticas<br />

adecuadamente su padecimiento, determinar las causas del problema y<br />

proporcionar el manejo adecuado.<br />

116


Res.<br />

El síndrome de digestivo irritable es un padecimiento cuya causa no es clara, se<br />

conoce que se produce pro alteraciones funcionales del tubo digestivo. Se trata de<br />

un problema incurable, pero que en colaboración con el paciente el médico puede<br />

tratar y controlar adecuadamente.<br />

Dentro de los factores predisponentes se mencionan diferentes aspectos<br />

psicosociales, el sexo, los hábitos alimentarios, el estado socioeconómico, etc.}<br />

Se deben de considerar en la evaluación del paciente la presencia de síntomas de<br />

alarma y el descarte de otros padecimientos que producen sintomatología similar.<br />

117


Referencias Bibliográficas<br />

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McGraw-Hill 14° edición. Volumen II p 1868-70. 1998.<br />

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118


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Nobaek S, Johansson Ml, Molin G, et al: Alteration of intestinal microflora is associated<br />

with reduction in abdominal bloating and pain in patients with irritable bowel syndrome.<br />

Am J Gastroenterol 2000, 95:1231-1238.<br />

119


CUARTA<br />

U N I D A D<br />

Enfermedad ácido péptica<br />

Objetivo de la Cuarta Unidad<br />

Reconocer las características clínicas de los<br />

pacientes con enfermedad ácido péptica y su<br />

abordaje adecuado en el primer nivel de<br />

atención.<br />

__________________________________________________________________<br />

120


I. ELEMENTOS TEORICO-CONCEPTUALES<br />

O<br />

Aplicar los elementos teórico-conceptuales de la<br />

enfermedad ácido péptica a la práctica clínica<br />

cotidiana.<br />

A. DESCRIPCIÓN DE LA ENFERMEDAD<br />

1. Enfermedad<br />

Ácido<br />

Péptica<br />

(Concepto)<br />

Es la enfermedad producida por la agresión del<br />

ácido clorhídrico, pepsina y sales biliares en las<br />

partes del aparato digestivo expuestas al jugo<br />

gástrico. Resulta de un desequilibrio entre factores<br />

agresores y protectores de la barrera mucosa<br />

(Harrison, 1998).<br />

2. Localización<br />

Las zonas del tubo digestivo principalmente<br />

afectadas son el duodeno (UD), estómago (UG) y,<br />

con menor frecuencia, el esófago terminal (Hospital<br />

General de México, O.D. (s.f.)).<br />

3. Prevalencia e<br />

incidencia<br />

La manifestación principal son las lesiones ulcerosas<br />

del estómago y el duodeno.<br />

Prevalencia e<br />

incidencia de la<br />

úlcera<br />

La prevalencia de úlcera es aproximadamente 1-2%<br />

(Hospital de México, O.D., 2004; Grup SAGESSA,<br />

2001). Es más frecuente en hombres que en<br />

mujeres.<br />

• Úlcera duodenal (UD): más frecuente que la<br />

úlcera gástrica, el pico de incidencia es 45 años,<br />

similar en ambos sexos.<br />

• Úlcera gástrica (UG): su incidencia oscila entre el<br />

0.3-0.4 por 1.000 habitantes, el pico de incidencia<br />

entre 55 y 65 años, similar en ambos sexos (Group<br />

SAGESSA, 2001).<br />

121


A continuación se presentan ilustraciones de la úlcera duodenal y gástrica:<br />

Úlcera Duodenal:<br />

Fuente: 200.21.45.2/.../trabajos_ estudiantes/duodenal/<br />

Úlcera Gástrica:<br />

Fuente: http://www.sepd.org/formacion/pepticum/1-061.htm<br />

En Costa Rica, reportes de la CCSS indican que el 0,27% de las consultas externas<br />

tuvieron por diagnóstico úlcera gastro - duodenal en el 2001, con mayor frecuencia en<br />

varones (0,39%) que en mujeres, 0,21% (CCSS, 2003).<br />

122


4. Etiología<br />

• Actualmente la infección por Helicobacter pylori,<br />

es causa de hasta el 90% de la Úlcera duodenal<br />

y del 80% de la Úlcera gástrica (Morales, s.f.);<br />

Padrón, 1998).<br />

• Ingestión crónica de medicamentos<br />

(principalmente AINE's).<br />

• La hiper acidez e hiper gastrinemia por<br />

enfermedad de Zollinger-Ellison.<br />

• Otros: herencia, tabaquismo, neumopatía<br />

obstructiva e insuficiencia renal crónicas,<br />

aclorhidria, estrés, cafeína y alcohol (Hospital<br />

de México, O.D., 2004; ASCOFAME, s.f.).<br />

A continuación se presenta una fotografía del Helicobacter pylori:<br />

Helicobacter pylori<br />

Fuente: www.bioweb.uncc.edu/.../ index_files/image018.jpg<br />

5. Historia natural de la enfermedad<br />

En la actualidad es conocido el papel etiológico del Helicobacter pylori.<br />

Existen evidencias de que el Helicobacter pylori tiene un papel importante en<br />

la fisiopatología de la úlcera péptica, especialmente como un factor en la<br />

génesis de las recidivas ulcerosas. Sin embargo, no está claro cuál es la<br />

implicación del microorganismo en el inicio de la enfermedad.<br />

En los pacientes con úlcera péptica es constante: una alta prevalencia de<br />

infección por Helicobacter pylori y una frecuente asociación con gastritis.<br />

123


La prevalencia de infección, a nivel antral, en el caso de la úlcera duodenal,<br />

está por encima de 90%, mientras que en úlcera gástrica es algo menor<br />

(80%) .<br />

Recurrencia<br />

El 90% de las úlceras recurren, con mayor<br />

frecuencia las duodenales, lo cual puede ocurrir<br />

tres o cuatro veces en el primer año. Si se da<br />

tratamiento de mantenimiento, la recurrencia baja<br />

al 25-50%, cifra que casi desaparece al erradicar<br />

el Helicobacter pylori (Padrón, 1998).<br />

La úlcera duodenal, se complica con hemorragia en 2-3% de los pacientes por<br />

año, mientras que la perforación y obstrucción suceden en menos del 5% de<br />

los pacientes durante toda su vida.<br />

Las úlceras gástricas, tienen estrecha relación con cáncer gástrico; hasta un<br />

3% de ellas, con apariencia de benignidad son carcinomas y su diagnóstico<br />

temprano conduce a una sobrevida hasta del 50% a cinco años. En general,<br />

cicatrizan mas lentamente (ASCOFAME s.f. consultado 2005).<br />

6. Clasificación<br />

En general se utiliza la clasificación de Johnson, que distingue 5 tipos de<br />

úlcera gástrica crónica.<br />

Clasificación<br />

• Tipo I: lesión localizada en la curvatura<br />

menor, cerca de la cisura angularis.<br />

• Tipo II: ulcera gástrica asociada con úlcera<br />

duodenal.<br />

• Tipo III: ulcera gástrica prepilórica.<br />

• Tipo IV: ulcera gástrica alta (cercana al<br />

fondo).<br />

• Tipo V: estómago con úlceras múltiples.<br />

124


Esta clasificación es muy útil para planear el tratamiento quirúrgico:<br />

Los tipos II y III tienen una etiopatogenia similar a la úlcera duodenal (Hospital<br />

General de México, O.D. s.f.)<br />

• Genéticos :<br />

Asociación del 50% en gemelos homocigóticos.<br />

Los grupos sanguíneos O y los HLA B5 , B12 y<br />

BW35 tienen mayor incidencia de úlcera<br />

duodenal.<br />

7. Factores de<br />

riesgo<br />

• Edad:<br />

La úlcera duodenal es mas temprana que la<br />

gástrica.<br />

Las úlceras asociadas a los AINES son mas<br />

frecuentes en mayores de 60 años.<br />

• Consumo de agresores gástricos:<br />

Cigarrillo , alcohol y AINES (riesgo relativo siete<br />

veces mayor).<br />

• Enfermedades asociadas:<br />

Zollinger - Ellison, mastocitosis sistémica, MEA<br />

I, EPOC, Crohn, Insuficiencia renal crónica,<br />

cirrosis hepática, urolitiasis, deficiencia de alfa<br />

antitripsina (ASCOFAME, s.f.).<br />

Antecedentes de<br />

riesgo<br />

• Edad superior a 45-50 años.<br />

• Historia previa de úlcera gástrica.<br />

• Historia familiar de cáncer digestivo.<br />

• Cirugía gástrica previa (más de 15-20 años).<br />

• Antecedente de hemorragia digestiva alta no<br />

filiada.<br />

• Uso prolongado de AINE.<br />

125


8. Mortalidad<br />

• Se trata de una enfermedad relativamente<br />

benigna, la mortalidad global es inferior al 2%,<br />

fundamentalmente por complicaciones y causas<br />

inherentes a la cirugía.<br />

• Se eleva en enfermos de más de 60 años que<br />

toman AINE de forma crónica y en fumadores<br />

(Grup SAGESSA, 2001).<br />

• En Costa Rica, se reporta una tasa más alta en<br />

varones (1,77 x 100.000.00) que en mujeres<br />

(1,73 x 100.000.00), (CCSS, 2003).<br />

126


II. ABORDAJE Y MANEJO INTEGRAL DE LA ENFERMEDAD<br />

O<br />

Brindar al al paciente con con enfermedad ácidopéptica,<br />

un un abordaje integral en en el el primer nivel de de<br />

atención.<br />

A. DISPEPSIA TIPO ÚLCERA<br />

1. Presentación clínica<br />

Dispepsia<br />

(Concepto)<br />

La dispepsia tiene una prevalencia de 25% a 30%<br />

en la comunidad, constituye cerca del 4%-9% de<br />

todas las visitas al médico general y es la razón<br />

más frecuente para la realización de endoscopia;<br />

por tal razón su uso en estos pacientes debe ser<br />

racional para evitar sobrecarga de los servicios y<br />

prolongación de la programación de citas (Hospital<br />

de México, O.D., 2000).<br />

Ulcera<br />

Duodenal<br />

Dolor localizado en epigastrio, ardoroso (sensación<br />

de "vacío" o hambre dolorosa), generalmente poco<br />

intenso, tolerable, post prandial tardío o pre<br />

prandial, suele ser nocturno, aliviarse con el<br />

consumo de comida o de antiácidos en forma<br />

periódica (patrón recidivante y remitente con<br />

síntomas prominentes durante 2-4 semanas y<br />

remisiones que duran 1-3 meses), se exacerba con<br />

el ayuno prolongado o con ingestión de irritantes,<br />

calma con los alimentos, vómito y con los<br />

antiácidos.<br />

127


Ulcera Gástrica<br />

Dolor postprandial que puede ser desencadenado<br />

por cualquier tipo de alimento. Lo característico es<br />

el dolor ardoroso quemante en epigastrio, que en el<br />

caso de la úlcera gástrica se aumenta con la<br />

ingestión de alimentos , se acompaña de náusea y<br />

se proyecta hacia el dorso. En algunos casos la<br />

primera manifestación es hematemesis o<br />

perforación. El dolor es intermitente, su presencia y<br />

severidad no correlacionan con la actividad, puede<br />

inclusive cursar asintomática hasta en 70% de<br />

casos, por ello la sensibilidad y especificidad del<br />

dolor son bajas.<br />

En ausencia de complicaciones no hay signos especiales a la exploración física; a<br />

veces dolor en epigastrio o ligeramente a la derecha.<br />

Manifestaciones<br />

clínicas en<br />

presencia de<br />

complicaciones<br />

En pacientes complicados: chapaleo gástrico con<br />

ruidos y peristalsis audibles en caso de estenosis<br />

pilórica; en hemorragia crónica o aguda, además,<br />

manifestaciones de síndrome anémico y en<br />

perforación signos de abdomen agudo con<br />

irritación peritoneal y en algunos casos aire libre<br />

en hipocondrio derecho ó signo de Jaubert<br />

(Hospital Nacional de México, s.f.).<br />

El dolor abdominal agudo que representa una perforación no es característico,<br />

pues el neumoperitoneo no es excesivamente doloroso y sólo comienza a serlo<br />

su complicación principal, la peritonitis, que aparece más tarde. Su localización<br />

predomina en el hipocondrio derecho, mientras que es igualmente mal definido el<br />

dolor de la penetración al páncreas, que se localiza en el plano mediano<br />

supraumbilical. El vómito es síntoma predominante en el síndrome pilórico.<br />

128


Síntomas y<br />

signos de<br />

alarma de la<br />

enfermedad<br />

ácido péptica<br />

• Dolor continuo, predominantemente nocturno<br />

y /o intenso.<br />

• Vómitos de repetición.<br />

• Hemorragia: hematemesis /melenas.<br />

• Síndrome tóxica.<br />

• Masa epigástrica o linfadenopatía<br />

supraclavicular.<br />

• Anemia.<br />

• Palidez cutánea-mucosa.<br />

2. Diagnóstico<br />

a. Diagnóstico<br />

de la úlcera<br />

gastroduodenal<br />

Laboratorio<br />

Puede hallarse anemia asintomática en el hemograma<br />

originada por pérdida crónica de sangre o, más<br />

raramente, por hemorragia digestiva aguda.<br />

Radiología<br />

El tránsito digestivo debe demostrar la existencia de<br />

nicho ulceroso para confirmar el diagnóstico. Su<br />

precisión es limitada a la hora de establecer la<br />

malignidad de una úlcera gástrica, lo que obliga a<br />

realizar exploración endoscópica posterior en este caso.<br />

Endoscopia<br />

Constituye en la actualidad el método de elección<br />

dirigido a la identificación y toma de muestras para<br />

biopsia gástrica; igualmente es capaz de contribuir a<br />

verificar la presencia de infección por HP. No obstante,<br />

su escasa accesibilidad inmediata para la mayoría de la<br />

población hace necesario encontrar nuevas estrategias<br />

de filiación y manejo de estos pacientes. Las úlceras<br />

gástricas deben ser reevaluadas a las 12 semanas de<br />

comenzado el tratamiento, pues la falta de reparación<br />

lesional en respuesta al mismo induce a pensar en la<br />

malignidad del proceso. Las úlceras duodenales rara<br />

vez se malignizan, por lo que no es necesario su<br />

estudio histopatológico ni su seguimiento endoscópico<br />

periódico (El médico interactivo, s.f.). Otros autores<br />

optan por instaurar terapia erradicadora en todo proceso<br />

ulceroso conocido o en todo nuevo diagnóstico. Algunos<br />

documentos recientes van más allá y prescinden incluso<br />

de realizar cualquier test para la detección de la<br />

infección por HP en los que tienen úlcera duodenal, lo<br />

que se justifica por su amplia prevalencia en estos<br />

pacientes y en el marco de actuaciones con mayor<br />

coste-efectividad. Denominamos terapia erradicadora<br />

primaria a la 129 descrita anteriormente como de elección.<br />

(El médico interactivo, s.f.).


Puede ponerse en evidencia mediante diferentes<br />

métodos, a saber:<br />

• Directos (endoscopía digestiva)<br />

o Cultivo<br />

• Estudio histológico<br />

• Hematoxilina-eosina<br />

• Giemsa<br />

• Whartin-Starry<br />

b. Diagnóstico<br />

de la<br />

infección por<br />

Helicobacter<br />

pylori<br />

o Prueba de la ureasa<br />

• Indirectos: identifican la respuesta inmune<br />

humoral a la infección (prueba de anticuerpos) o<br />

por detección de la ureasa bacteriana, una<br />

enzima producto del H. pylori (prueba de<br />

aliento).<br />

o Test de la urea marcada en el aliento (UBT)<br />

o Serología:<br />

Las pruebas serológicas son altamente<br />

específicas y sensibles, pero no diferencian<br />

entre una infección previa o una infección<br />

activa. Se mide la cantidad del anticuerpo<br />

presente utilizando la técnica de ELISA,<br />

cuya ventaja es que con seguimiento<br />

prolongado después de la terapia los<br />

pacientes pueden clasificarse como curados<br />

si los niveles de ELISA disminuyen<br />

significativamente, sin embargo, es una<br />

técnica muy costosa.<br />

130


En las condiciones actuales el test de urea marcada en el aliento (UBT) resulta<br />

de elección en la consulta del médico general.<br />

La urea que alcanza el estómago y primeras porciones del duodeno es<br />

desdoblada por el HP, que utiliza el amoniaco generado a modo de escudo<br />

protector que tampona con suma eficacia la acidez extrema del medio en que<br />

sobrevive. Este sutil mecanismo de adaptación a un ambiente tan hostil, le<br />

garantiza ser el único habitante de la zona. Junto al amoniaco se libera CO2 que<br />

entra a formar parte del ciclo de intercambio vital del carbono entre el organismo<br />

y el exterior.<br />

El UBT aprovecha precisamente esta peculiaridad del HP para detectar su<br />

presencia. El paciente ingiere una cantidad conocida de una solución de urea<br />

marcada con 13C y al cabo de unos minutos se recoge una muestra de aire<br />

exhalado (ver imagen No.1) en el que se determina la presencia de 13C como<br />

parte del CO2 espirado. A continuación se presenta un gráfico que ilustra la<br />

cantidad de partículas de 13C en una muestra positiva, en comparación con la<br />

negativa:<br />

Fuente: archivo personal del autor.<br />

131


Imagen No.1<br />

Recolección de la muestra en el test de la urea marcada<br />

Fuente: archivo personal del autor.<br />

Se trata de una prueba diagnóstica de coste relativamente reducido, actualmente<br />

comercializada en farmacias en forma de kit cuyo precio incluye su<br />

procesamiento en uno de los laboratorios concertados previamente con el<br />

fabricante (El médico interactivo, s.f.).<br />

Otros autores mencionan que la prueba respiratoria de urea no se utiliza<br />

corrientemente para el diagnóstico de rutina, por no estar disponible en la<br />

mayoría de los centros, y debe utilizarse para documentar la erradicación del<br />

Helicobacter pylori después del tratamiento, pero igualmente es un método<br />

costoso (ASCOFAME, s.f.).<br />

Sus limitaciones están relacionadas sólo con defectos técnicos durante la<br />

recogida de muestras del paciente.<br />

El «patrón de oro» es la identificación del H. pylori en la biopsia realizada en la<br />

endoscopia (al menos dos especimenes de biopsia obtenidos de la mucosa<br />

antral), con una seguridad del 98%.<br />

La prueba de ureasa rápida es un método altamente efectivo, con una<br />

sensibilidad y especificidad mayor del 95%, y es en la práctica la línea de primera<br />

elección en la mayoría de los pacientes.<br />

El método más específico para su diagnóstico es el cultivo de la biopsia, pero aún<br />

no ha llegado a ser un procedimiento de rutina, y su mayor utilidad actual es la<br />

detección de la resistencia a los antibióticos.<br />

Otros métodos diagnósticos más nuevos incluyen la reacción en cadena de<br />

polimerasa (PCR) en la biopsia, o en heces o en jugo gástrico.<br />

132


Para determinar la curación, ninguna prueba debe realizarse antes de cuatro<br />

semanas después de haber terminado el tratamiento, pues todos los métodos<br />

diagnósticos, excepto la detección de anticuerpos, son dependientes de la<br />

presencia de medicamentos que suprimen al organismo, dando una falsa<br />

posibilidad de curación (ASCOFAME, s.f.).<br />

Test de la ureasa: sensibilidad: 88-95%,<br />

Comparación de<br />

las pruebas<br />

diagnósticas<br />

especificidad: 95-100%<br />

Histología: sensibilidad: 95-98%, especificidad: 98-<br />

100%<br />

Cultivo: sensibilidad: 70-95%, especificidad: 100%<br />

Serología: sensibilidad: 85-95%, especificidad: 90-<br />

95%<br />

Test del aliento con urea: sensibilidad: 90-95%,<br />

especificidad: 90-98% (Grupo SAGESSA, 2001)<br />

3. Diagnóstico<br />

Diferencial<br />

• Enfermedad por reflujo gastroesofágico: esta<br />

enfermedad y la úlcera péptica muchas veces<br />

van asociadas.<br />

• Dispepsia por fármacos: teofilina, digoxina o<br />

antibióticos o la gastritis erosiva por AINE.<br />

• Carcinoma gástrico: se tiene que sospechar en<br />

un paciente de edad avanzada con una historia<br />

corta de epigastralgias de carácter continuo,<br />

que empeora con la ingesta de alimentos y se<br />

asocia a anorexia y pérdida de peso. Hay que<br />

tener presente que clínicamente un cáncer<br />

gástrico precoz puede ser indistinguible de la<br />

úlcera péptica.<br />

• Dispepsia funcional.<br />

• Otras: patología biliar, pancreática.<br />

• Manejo de la Enfermedad<br />

4. Manejo de la enfermedad<br />

Ante un paciente con clínica sugestiva de enfermedad ácido péptica, hay<br />

que hacer una evaluación clínica inicial. Se valora lo siguiente:<br />

133


a. Aspectos a<br />

valorar<br />

• Edad.<br />

• Signos y síntomas de alarma.<br />

• Características del cuadro clínico.<br />

El estudio de Mansi y colaboradores clasifica los síntomas dispépticos en<br />

tres grupos, de acuerdo con el principio general de que dispepsia consiste<br />

en la asociación de síntomas crónicos o recurrentes del aparato digestivo<br />

superior, excluyendo la ictericia y la hemorragia digestiva, así:<br />

• Dispepsia tipo úlcera: 43%, dolor epigástrico nocturno que cede con la<br />

ingesta. Hallazgo endoscópico normal, 26,3%; úlcera gástrica 2,14%,<br />

úlcera duodenal 6,63%; esofagitis, 3,47%.<br />

• Dispepsia tipo reflujo: 38% malestar epigástrico o subesternal, pirosis,<br />

regurgitación que se acentúa con las comidas , bebidas o cambios<br />

posturales. Hallazgo endoscópico normal 25,7%; úlcera gástrica 1,4%;<br />

úlcera duodenal 3,84%; esofagitis 8,49%.<br />

• Dispepsia tipo dismotilidad: 19% saciedad temprana, náusea, malestar<br />

difuso abdominal, pesadez o llenura epigástrica, hambre con distensión,<br />

eructos y flatulencia. Hallazgo endoscópico normal, 36,89%; úlcera<br />

gástrica, 0,97%; úlcera duodenal, 3,64 %; esofagitis, 3,16%.<br />

134


Las guías de ASCOFAME sugieren tratar en forma<br />

empírica este tipo de pacientes durante seis a ocho<br />

semanas; aquellos que no respondan al tratamiento y<br />

que permanezcan sintomáticos o presenten<br />

complicaciones, deben ser llevados a endoscopia. Al<br />

igual que otros autores, proponen que la endoscopia<br />

sólo debe realizarse cuando el paciente con dispepsia<br />

tiene una característica de “alarma” (edad avanzada,<br />

historia de larga evolución, pérdida de peso, etc.).<br />

b. Manejo<br />

inicial<br />

Los japoneses aceptan que el propósito de estas<br />

guías es válido en las áreas geográficas donde la<br />

prevalencia de cáncer gástrico es baja y el costo de la<br />

endoscopia es relativamente elevado, pero en países<br />

con alta prevalencia la realidad es diferente. Múltiples<br />

estudios demuestran que el rendimiento de la<br />

endoscopia es bajo en pacientes remitidos por<br />

dispepsia, principalmente en menores de 45 años, y<br />

por eso, la falta de criterios clínicos para la realización<br />

de la misma, explica el por qué existe un gran número<br />

de pacientes (46%) con dispepsia que no tienen<br />

alteración orgánica en la endoscopia. Definir el tipo de<br />

dispepsia probablemente ayuda a seleccionar los<br />

pacientes a quienes se les debe realizar endoscopia<br />

(ASCOFAME, s.f.).<br />

Cabe recordar el efecto bactericida del Omeprazol, no recomendándose su<br />

uso antes de realizar la endoscopia, ya que interfiere en el resultado de la<br />

biopsia para determinar H. Pylori, si está indicado. En caso que el enfermo<br />

esté con tratamiento, se tendrá que retirar 15 días antes de la prueba.<br />

c. Educación<br />

Existen factores de riesgo modificables, que<br />

contribuyen al desequilibrio entre factores<br />

agresores y de defensa de la mucosa, como son<br />

el consumo de AINES, alcohol y el tabaquismo;<br />

éstos se pueden intentar suspender como parte<br />

del manejo integral del paciente con UP.<br />

135


d. Dieta<br />

El paciente con UP puede continuar su dieta<br />

habitual, se recomienda tres comidas diarias y<br />

con un horario regular. Actualmente existen<br />

terapias eficaces que permiten obviar el uso de<br />

dietas restrictivas o ricas en lácteos, que se<br />

recomendaban anteriormente.<br />

e. Medicamentos<br />

a 1 . Antiácidos<br />

Se pueden usar para el manejo de síntomas<br />

iniciales o que se presentan durante el tratamiento<br />

antisecretor. Usados en esquemas de horario y<br />

dosificación adecuados, tienen un efecto que se<br />

puede comparar con el de los bloqueadores de los<br />

receptores H2. Su eficacia depende mucho del<br />

cumplimiento del paciente y de la presencia de<br />

efectos secundarios. No se recomiendan como<br />

tratamiento único.<br />

Actualmente no se utilizan.<br />

b 1 . Fármacos<br />

con efecto<br />

antisecretor<br />

y<br />

protector<br />

de la<br />

mucosa<br />

gástrica:<br />

• Prostaglandinas:<br />

• PGE1 y PGE2 :<br />

A dosis antisecretoras consiguen porcentajes de<br />

cicatrización inferiores a los obtenidos con los<br />

antagonistas H2 tanto en la úlcera duodenal como<br />

en la gástrica.<br />

El tratamiento de mantenimiento no está definido.<br />

La diarrea es el efecto secundario más importante,<br />

habiéndose de suspender a veces el tratamiento<br />

por este motivo.<br />

Por su acción sobre la contractilidad uterina, están<br />

contraindicados en las mujeres gestantes o que<br />

deseen quedarse embarazadas.<br />

• Acexamato de zinc.<br />

136


c 1 . Fármacos<br />

con<br />

efecto<br />

protector<br />

sobre la<br />

mucosa<br />

gastro -<br />

duodenal:<br />

• Sucralfato:<br />

Dosis: 1 gr./6 horas.<br />

Su utilidad más importante es la<br />

gastroprotección en enfermos que toman AINE.<br />

El efecto adverso más frecuente, es el<br />

estreñimiento.<br />

Fármaco de elección en mujeres embarazadas.<br />

• Dosmalfato.<br />

Sales de bismuto coloidal.<br />

El consenso del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos reunió a la<br />

mayoría de la información disponible acerca de la importancia de erradicar el<br />

Helicobacter pylori para modificar la historia natural de la UP al disminuir las<br />

recidivas de esta entidad; los resultados de este consenso han servido como<br />

guía para el desarrollo de protocolos de investigación y manejo de la UP en la<br />

mayoría de los países del mundo.<br />

137


d 1 . Terapia de<br />

infección<br />

por<br />

Helicobacter<br />

pylori:<br />

Las principales conclusiones del consenso son:<br />

• La erradicación del Helicobacter pylori en pacientes con<br />

dispepsia no ulcerosa sigue siendo controvertido y no<br />

hay estudios que uniformemente demuestren<br />

resultados clínicamente significativos que justifiquen el<br />

tratamiento en estos pacientes.<br />

• Dado que la erradicación del Helicobacter pylori<br />

disminuye la recurrencia de la úlcera y parece facilitar la<br />

cicatrización, el tratamiento con antibióticos<br />

definitivamente está indicado en todos los pacientes<br />

infectados que tengan úlcera péptica<br />

• Para seleccionar el esquema hay que tener en cuenta<br />

varios factores:<br />

El porcentaje de erradicación obtenido con el esquema<br />

debe ser superior al 90%. Los estudios han<br />

demostrado que la tasa de reinfección no es mayor de<br />

1-2% por año. Los resultados que se encuentran en<br />

algunas series sobre contaminación después del<br />

tratamiento obedecen más a una inadecuada<br />

erradicación, que a una reinfección. El costo del<br />

tratamiento de las recidivas es el factor que más influye<br />

en la efectividad de un tratamiento de erradicación, por<br />

lo que los esquemas con mejores porcentajes de<br />

erradicación se convierten en las mejores alternativas,<br />

aunque el costo inicial del tratamiento sea<br />

aparentemente mayor.<br />

Actualmente el tratamiento recomendado como primera<br />

elección es:<br />

- Inhibidor de la bomba de protones: omeprazol 20 mg.<br />

cada 12 horas por una semana.<br />

- Amoxicilina, 1 gr cada 12 horas por una semana.<br />

- Claritromicina, 500 mg cada 12 horas por una<br />

semana.<br />

- Si hay fracaso terapéutico de la primera opción se<br />

repetirá de nueva la misma pauta durante una<br />

semana más.<br />

- Si aún no se ha podido erradicar: omeprazol como<br />

indicado anteriormente, amoxicilina 1 gr cada 12<br />

horas y metronidazol 500 mgr cada 8 horas durante 1<br />

semana.<br />

- Si hay alergia a la penicilina se sustituye la<br />

amoxicilina por tetraciclina 500 mg cada 6<br />

horas(ASCOFAME, s.f.).<br />

138


Antagonistas de los receptores H2 de la<br />

histamina:<br />

f. Inhibidores de<br />

la secreción<br />

ácida gástrica:<br />

• Cimetidina:<br />

- Dosis para cicatrización: 800 mg./día.<br />

- Dosis de mantenimiento: 400 mg./día, por la<br />

noche.<br />

• Ranitidina:<br />

- Más utilizado. Junto a la famotidina son los<br />

dos fármacos con menos efectos<br />

secundarios.<br />

- Dosis para cicatrización: 150 mg./12 horas.<br />

- Dosis de mantenimiento: la mitad de la dosis<br />

utilizada en la cicatrización.<br />

• Famotidina:<br />

- Dosis para cicatrización: 20 mg./12 horas.<br />

- Dosis de mantenimiento: la mitad de la dosis<br />

utilizada en la cicatrización.<br />

Con éstos medicamentos se consigue una cicatrización del 80-90% de las<br />

úlceras duodenales a las 6 semanas del tratamiento y del 75-85% de las<br />

úlceras gástricas a las 8 semanas. Se produce interaccionan con:<br />

difenilhidantoina, teofilina, warfarina y antidepresivos tricíclicos.<br />

139


g. Inhibidores<br />

de la bomba<br />

de protones:<br />

• Omeprazol:<br />

Dosis: habitualmente, 20-40 mg./día en una sola<br />

dosis diaria.<br />

Cicatrización: a dosis de 20 mg./día, el porcentaje de<br />

cicatrización a las 2 semanas es significativamente<br />

superior al conseguido por los antagonistas H2.<br />

Estas diferencias no son significativas a las 4-8<br />

semanas de tratamiento.<br />

Administrado en una sola dosis de 40 mg./día se<br />

consigue la cicatrización de la mayoría de las úlceras<br />

refractarias al tratamiento con antagonistas H2.<br />

De todas maneras, la rápida cicatrización de la<br />

úlcera no modifica la evolución de la enfermedad, y<br />

el porcentaje de recidivas después de suspender el<br />

tratamiento es similar a la de los antagonistas H2.<br />

Tratamiento de mantenimiento: una vez conseguida<br />

la cicatrización, se ha demostrando su eficacia en la<br />

prevención de las recidivas.<br />

• Lansoprazol:<br />

Dosis: 30 mg./día.<br />

Se obtienen tasas de cicatrización tanto para la<br />

úlcera gástrica como para la duodenal parecidas a<br />

las conseguidas con el omeprazol.<br />

• Pantoprazol:<br />

Dosis: 20-40 mg./día.<br />

Hay que tener presente que la efectividad terapéutica<br />

de los inhibidores de la bomba de protones y de los<br />

antagonistas de los receptores H2 (a dosis<br />

terapéuticas), es la misma.<br />

5. Referencia<br />

Las úlceras gástricas requieren múltiples biopsias<br />

para excluir carcinoma y se debe realizar<br />

seguimiento para garantizar la cicatrización, y no<br />

retardar el diagnóstico de carcinoma.<br />

Las úlceras duodenales no complicadas responden<br />

al tratamiento y no requieren control endoscópico,<br />

a diferencia de las refractarias, que sí lo requieren<br />

para descartar si es úlcera refractaria o síntomas<br />

refractarios secundarios a otros mecanismos.<br />

140


Criterios de<br />

referencia al<br />

gastroenterólogo<br />

• Fracaso de dos tratamientos erradicadores en<br />

pacientes ulcerosos.<br />

• Signos de alarma.<br />

• Linfoma gástrico.<br />

• Adenocarcinoma gástrico.<br />

• Pacientes con lesión de riesgo por neoplasia que<br />

requieran vigilancia.<br />

• Otras patologías poco comunes que requieran<br />

exploraciones especiales.<br />

B. REFLUJO GASTROESOFÁGICO<br />

La prevalencia de la enfermedad por reflujo gastro esofágico (ERGE) se ha<br />

incrementado en los últimos años. Varios estudios epidemiológicos han sugerido<br />

que entre 5 y 10% de la población puede presentar un episodio de pirosis una<br />

vez al día. Se estima que un 7 por ciento, de la población adulta norteamericana<br />

refiere pirosis diaria, el 20 por ciento lo manifiesta al menos una vez por semana<br />

y el 44 por ciento en al menos una vez al mes. De los pacientes que acuden a su<br />

médico un 45 por ciento tienen un diagnóstico endoscópico de esofagitis; el 42<br />

por ciento no tienen esofagitis; y entre el 10-20 por ciento de los enfermos<br />

presentan complicaciones de la ERGE, fundamentalmente el esófago de Barrett.<br />

En Europa la prevalencia de la ERGE sintomática es algo más de 5 por ciento de<br />

la población, y de la esofagitis por reflujo en el 1-2 por ciento.<br />

Estos datos subestiman la frecuencia de la ERGE pues muchos pacientes no<br />

acuden al médico al pensar que sus síntomas pueden ser normales; por otra<br />

parte, un número elevado de pacientes con enfermedades extraesofágicas<br />

(asma, etc.) no son diagnosticados de reflujo. Así se considera que ERGE es<br />

probablemente la causa de morbilidad digestiva más frecuente en la población y<br />

se vaticina que su incidencia seguirá incrementadose en los próximos años.<br />

El término «enfermedad por reflujo gastroesofágico», es utilizado para incluir<br />

todos los síntomas y las lesiones mucosas que resultan de reflujo anormal del<br />

contenido gástrico.<br />

141


1. ERGE<br />

(Concepto)<br />

Se considera que existe reflujo gastroesofágico<br />

(RGE) cuando hay un paso anómalo del contenido<br />

del estómago, y en ocasiones del duodeno al<br />

esófago, sin que le precedan náuseas o<br />

vómitos.<br />

Este es un fenómeno fisiológico, pues ocurre varias veces a lo largo del<br />

día en las personas sanas durante períodos breves de tiempo, en general,<br />

menores de 5 minutos, especialmente tras la ingesta. No ocurre durante la<br />

noche, suele ser asintomático y pasa inadvertido. Es más, cualquier sujeto<br />

con buen estado de salud tiene de uno a cuatro episodios de RGE a la<br />

hora durante las tres primeras horas después de una comida.<br />

La pirosis, la regurgitación ácida y la disfagia son los síntomas típicos de<br />

RGE, y usualmente ninguna prueba diagnóstica es requerida para iniciar<br />

terapia empírica. Otros síntomas incluyen: disfagia, hipo, tos crónica,<br />

ronquera, dolor torácico, sensación de globo faríngeo, neumonitis<br />

recurrente, enfermedad dental y asma (Lozzi, 1999; ASCOFAME, s.f.).<br />

2. Sintomatología<br />

a. Síntomas<br />

principales<br />

Pirosis, regurgitación ácida, disfalgia en<br />

presencia de los síntomas típicos de ERGE,<br />

usualmente ninguna prueba diagnóstica es<br />

requerida para iniciar terapia empírica.<br />

142


. Síntomas<br />

principales<br />

- Sensación de ardor que comienza en la parte<br />

inferior del pecho y puede subir hacia la<br />

garganta<br />

- Sensación de que sube la comida<br />

- Sabor agrio o ácido en la garganta<br />

- Dolor que aumenta al doblarse, acostarse,<br />

hacer ejercicios o levantar objetos pesados<br />

- Otros síntomas y complicaciones del reflujo<br />

incluyen:<br />

• Dolor de garganta<br />

• Ronquera<br />

• Tos<br />

• Sensación de tener un bulto en la<br />

garganta<br />

• Asma<br />

• Voz afónica (laringitis)<br />

• Apnea de sueño (se deja de respirar<br />

varias veces durante la noche)<br />

- Si el reflujo persiste, el ácido puede ocasionar<br />

daños en el esófago, produciendo lo<br />

siguiente:<br />

Hemorragia y úlceras<br />

• Hemorragia y úlceras en el esófago<br />

• Dificultad para tragar<br />

• Vómitos de sangre<br />

• Materia fecal negra o con aspecto de<br />

alquitrán<br />

• Inflamación y cicatrización del esófago<br />

• Esófago de Barrett (condición<br />

precancerosa del esófago)<br />

• Problemas dentales (debido al efecto del<br />

ácido estomacal en la porcelana de los<br />

dientes)<br />

143


1. Diferencia<br />

entre reflujo<br />

patológico<br />

y fisiológico<br />

La delimitación entre el RGE fisiológico o<br />

patológico se basa en dos aspectos cuantitativos,<br />

la frecuencia y duración del mismo,<br />

estableciéndose el límite de cinco minutos para<br />

establecer como patológico un episodio de RGE (El<br />

médico interactivo, s.f.; Lozzi, 1999).<br />

Por otro lado, el concepto de esofagitis péptica genera controversias sobre su<br />

fisiopatología, e inexactitud en la terminología y la relación entre reflujo ácido,<br />

esofagitis, hernia hiatal (HH) y la competencia del esfínter esofágico inferior (EEI).<br />

Durante mucho tiempo, el reflujo gastroesofágico (RGE) fue considerado sinónimo<br />

de esofagitis y de hernia hiatal.<br />

Para mejor comprensión es importante utilizar una nomenclatura clara y uniforme:<br />

Enfermedad por<br />

reflujo<br />

gastroesofágico<br />

(ERGE)<br />

Este término debe ser utilizado para describir<br />

cualquier evento clínico sintomático o alteración<br />

histopatológica resultante de episodios de reflujo<br />

gastroesofágico.<br />

Esofagitis por<br />

reflujo (ER)<br />

Es el subgrupo de pacientes con ERGE que<br />

presentan cambios histopatológicamente<br />

demostrables en la mucosa esofágica.<br />

No todos los pacientes con ERGE tienen esofagitis por reflujo y no todos los<br />

pacientes con ERGE tienen hernia hiatal, pero sí la mayoría de los pacientes con<br />

esofagitis severa tienen hernia hiatal (Lozzi, 1999).<br />

144


Diagnóstico de la ERGE<br />

Usualmente, la realización cuidadosa de la historia clínica nos ayuda a definir si los<br />

síntomas son debidos a ERGE complicado o no. Casi la mitad de los pacientes con<br />

síntomas de RGE tienen esofagitis.<br />

Por parte del grupo Genval se aconseja que se utilicen cuestionarios basados en<br />

síntomas para administrarlos a lo pacientes. Uno de ellos se expone a<br />

continuación:<br />

Preguntas<br />

Diagnósticas<br />

¿Suele experimentar una sensación de malestar<br />

creciente y que se expande, localizada detrás del<br />

esternón<br />

¿Esta sensación suele combinarse con otra de<br />

quemazón en el pecho<br />

¿Siente alivio con los antiácidos<br />

¿Ha tenido síntomas durante 5 o más días durante<br />

la última semana<br />

Si todas son afirmativas, hay un 85% de probabilidades que exista una esofagitis<br />

erosiva en la endoscopía ó una pHmetría de 24 horas patológica o ambas cosas<br />

(El médico interactivo, s.f.).<br />

Las principales entidades con las que debemos<br />

diferenciar la ERGE son:<br />

1. Diagnóstico<br />

diferencial<br />

• Enfermedades gástricas, caso de las gastritis o<br />

el ulcus péptico gastroduodenal.<br />

• Alteraciones de la motilidad digestiva como los<br />

trastornos motores esofágicos (TME).<br />

• La dispepsia funcional, generalmente no<br />

presenta pirosis.<br />

• Colelitiasis.<br />

• Otras esofagitis.<br />

• Otras causas de dolor torácico.<br />

145


2. Indicaciones<br />

de endoscopía<br />

en ERGE<br />

• Síntomas de alarma:<br />

• Disfagia y /o odinofagia<br />

• Anemia o datos de hemorragia digestiva<br />

• Pérdida de peso<br />

• Falta de respuesta al tratamiento empírico<br />

• Recurrencia rápida o frecuente al abandonar el<br />

tratamiento<br />

• Aparición de síntomas atípicos<br />

• Mayores de 50 años con historia reciente de<br />

síntomas<br />

• Síntomas en inmunosuprimido<br />

• Presencia de estenosis, úlcera o masa en el<br />

estudio baritado<br />

La ERGE no siempre progresa: el 46% de los pacientes presenta un episodio<br />

aislado de esofagitis, el 31% tiene enfermedad no progresiva, y 23% sufre de<br />

esofagitis recurrente y /o progresiva (Lozzi, 1999).<br />

Otra circunstancia a valorar en la ERGE es su relación con el desarrollo de un<br />

adenocarcinoma esofágico. Se estima que el riesgo de esta neoplasia es de<br />

1/10.000 en las personas que tienen pirosis alguna vez al mes; 1/4.500 si es<br />

semanal; 1/2.000 caso de ser diario este síntoma y se acentúa como veremos<br />

después este riesgo en 1/200 caso de existir un esófago de Barrett (El médico<br />

interactivo s.f.).<br />

3. Manejo de la enfermedad por reflujo gastroesofágico<br />

Las pautas de tratamiento, a criterio de Lozzi, son:<br />

• La mayoría de los pacientes con pirosis episódica no complicada pueden<br />

manejarse con cambios en el estilo de vida y antiácidos.<br />

• En pacientes con síntomas recurrentes, severos o atípicos sugerimos<br />

la endoscopia digestiva alta (EDA) como primer estudio;<br />

- Si presentan esofagitis: inhibidores de la bomba de protones (IBP)<br />

(detalle en pág. 112) más metoclopramida 10-15 mg, cuatro veces al día,<br />

30 minutos antes de ingerir alimentos y al acostarse (CCSS, 2004).<br />

- Si no presentan esofagitis y los síntomas son severos: prueba<br />

terapéutica con IBP más metoclopramide o pHmetría esofágica para<br />

diseñar un tratamiento de acuerdo con los hallazgos.<br />

• En los pacientes que consultan por disfagia, se debe realizar un tránsito<br />

esofágico para evaluar la estenosis, y luego un estudio endoscópico y<br />

eventualmente dilataciones y tratamiento farmacológico con IBP. Se<br />

146


evaluará la cirugía si el paciente es joven, no cura de su esofagitis y /o tiene<br />

recaídas frecuentes. Los pacientes añosos con fibrosis panmural y daño<br />

esofágico irreversible no son buenos candidatos para la cirugía.<br />

• Mantenimiento para pacientes con esofagitis leve: pueden utilizarse<br />

metoclopramida y/o bloqueadores de los receptores H2 (preferentemente<br />

famotidina).<br />

• Mantenimiento para pacientes con esofagitis y /o síntomas severos: IBP más<br />

metoclopramida y considerar cirugía antirreflujo de acuerdo con la edad y el<br />

estado general.<br />

• En los pacientes con asma y sin pirosis ni regurgitaciones, se efectuará una<br />

pHmetría esofágica, y de presentar reflujo severo se indicará cirugía o<br />

tratamiento con IBP a largo plazo y en dosis doble.<br />

• Diagnóstico de esófago de Barrett: tratamiento con IBP a largo plazo o cirugía<br />

según la edad y el estado general. En un paciente joven con esófago de<br />

Barrett debe plantearse la cirugía antirreflujo. Los pacientes con metaplasia<br />

intestinal deben ingresar en un protocolo de vigilancia endoscópica (con toma<br />

de múltiples biopsias) semestral para determinar el grado de displasia.<br />

En la actualidad se dispone de métodos como la citometría de flujo para<br />

estudiar la ploidía e identificar los grupos de mayor riesgo de desarrollar<br />

cáncer en el epitelio metaplásico. De haber displasia severa, se debe<br />

confirmar histológicamente con otra biopsia y plantear la resección<br />

(esofagectomía) (Lozzi, 1999).<br />

C. HERNIA HIATAL (HH)<br />

1. Hernia Hiatal<br />

(Concepto)<br />

Es un prolapso adquirido de una porción del<br />

estómago a través del hiato diafragmático en el<br />

interior del tórax.<br />

2. Prevalencia<br />

Es una alteración muy frecuente puesto que existe<br />

en cerca de la mitad de la población adulta. Su<br />

prevalencia aumenta con la edad y alcanza un<br />

punto máximo entre los 40 y 70 años. Es más<br />

frecuente en pacientes obesos, en las mujeres, y<br />

en países industrializados.<br />

147


De acuerdo con su morfología se pueden distinguir tres tipos de HH:<br />

3. Clasificación<br />

• Axial, por deslizamiento o tipo I: en este caso<br />

la cavidad gástrica asciende a través del canal<br />

hiatal, por lo que se produce un desplazamiento<br />

axial de la unión esofagogástrica a través del<br />

hiato esofágico hacia el tórax. Es la más<br />

frecuente (90-95 por ciento).<br />

• Paraesofágica o tipo II: cuando una porción<br />

del estómago se hernia a través del hiato<br />

esofágico de forma paralela al esófago, por lo<br />

que la unión esofagogástrica se encuentra en<br />

su posición normal, fijada por la membrana<br />

frenoesofágica de uno de los lados del hiato<br />

diafragmático.<br />

• Mixta o tipo III: es una combinación de las dos<br />

anteriores.<br />

Se desconoce la causa de la HH. Suele ser de origen adquirido, las axiales<br />

se han descrito secundariamente a traumatismos, yatrogenia y, rara vez, a<br />

malformaciones congénitas.<br />

4. Etiología<br />

Una teoría reciente sugiere la posibilidad de que la<br />

HH sea una consecuencia de la esofagitis causada<br />

por el RGE. Las HH paraesofágicas pueden<br />

depender en algunos enfermo, de intervenciones<br />

quirúrgicas sobre la unión gastroesofágica (cirugía<br />

antirreflujo, miotomía, gastrectomía parcial, etc.).<br />

Un error común es el de asimilar la ERGE a la existencia de una hernia<br />

hiatal (HH). Aunque esta asociación es frecuente (50-94 por ciento de los<br />

enfermos con ERGE tienen HH), no siempre coexisten ambos procesos, y<br />

no es infrecuente ver a pacientes con ERGE sin HH y a la inversa, pacientes<br />

con HH sin ERGE. Así se ha demostrado en algunos estudios que sólo el 9<br />

por ciento de los pacientes diagnosticados de HH tienen clínica de reflujo,<br />

pero en el 75-90 por ciento de los enfermos con ERGE se puede evidenciar<br />

una HH (El médico interactivo, s.f.).<br />

148


5. Sintomatología<br />

Se producen los síntomas de reflujo ya descritos<br />

Diagnóstico diferencial de la úlcera gastroduodenal<br />

• Gastritis aguda<br />

• Cáncer gástrico<br />

• Enfermedad por reflujo gastroesofágico<br />

• Litiasis biliar<br />

• Enfermedades pancreáticas<br />

• Enfermedad de Crohn<br />

• Infecciones (parasitosis, citomegalovirus, herpes)<br />

• Dispepsia por fármacos (eritromicina, teofilina, digoxina)<br />

• Gastritis erosiva por antiinflamatorios no esteroideos (AINE)<br />

• Dispepsia funcional<br />

149


El siguiente esquema, resume el manejo de la enfermedad del ácido-péptico<br />

Fuente: ASCOFAME, s.f.<br />

150


Concl.<br />

En conclusión , los signos y síntomas de la enfermedad ácido péptica<br />

deben ser analizados cuidadosamente por el médico, ya que son poco<br />

sensibles y específicos. (ASCOFAME, s.f.).<br />

151


Referencias Bibliográficas<br />

Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME) (s.f.) Guías de<br />

Práctica clínica basadas en la evidencia. Disponible en:<br />

http://www.ascofame.org.co/guiasmbe/enferm~1.pdf. Consultado 11/03/05.<br />

Atlas of Gastrointestinal Videoendoscopy. Departamento de Gastroenterología.<br />

Hospital Centro de Emergencias. San Salvador El Salvador. Disponible en:<br />

http://www.gastrointestinalatlas.com/Espanol/espanol.html. Consultado 20/03/05.<br />

Caja Costarricense Seguro Social. Estadísticas Generales de los Servicios de<br />

Atención de la Salud 1980-2002. Gerencia de División Médica. Costa Rica. 2003.<br />

Caja Costarricense Seguro Social. Formulario Terapéutico Institucional. 2004.<br />

El médico interactivo. (s.f.). Patología péptica del tubo digestivo (I). Disponible en:<br />

http://www.medynet.com/elmedico/aula2002/tema1/peptica3.htm. Consultado 20/03/05<br />

Grup SAGESSA. (2001). Guía de manejo de la úlcera péptica. Disponible en:<br />

http://hgm.salud.gob.mx/servmed/u_consulta_guias_5a.html. Consultado 11/03/05.<br />

Harrison. Principios de medicina interna. Enfermedad Ácido péptica. Editorial<br />

McGraw-Hill 14° edición. Volumen II . 1998.<br />

Hospital General de México, O.D. (s.f.) Guías diagnósticas. V. Enfermedad ácido<br />

péptica. Disponible en:<br />

http://www.bago.com/Bolivia/html/doc_pdf/ulcera_peptica.pdf. Consultado 11/03/05.<br />

Jiménez C, Calzada A. (2001). Análisis del Centro de Diagnóstico del Hospital<br />

Nacional de Niños "Dr. Carlos Saénz Herrera. Acta pediátr. costarric v.15 n.1 San José<br />

2001. Disponible en: http://www.scielo.sa.cr/scielo.phppid=S1409-<br />

00902001000100005&script=sci_arttext&tlng=es. Consultado 14/03/05.<br />

Lozzi (1999). Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Conceptos sobre su<br />

fisiopatología clínica, diagnóstico y tratamiento. Disponible en:<br />

http://www.sam.org.ar/publicaciones/avances/avances99/02.pdf. Consultado 20/03/05<br />

Morales M., Castillo G., Helicobacter pylori. Disponible en:<br />

http://biblioweb.dgsca.unam.mx/libros/microbios/Cap11/. Consultado 11/03/05.<br />

Padrón N., Fernández Vallin E. (1998). Helicobacter pylori y enfermedad péptica<br />

ulcerosa. Rev Cubana Med Gen Integr 1998; 14(6):619-27<br />

Sociedad Española de patología digestiva. Aparato digestivo revisión e imágenes.<br />

Disponible en: http://www.sepd.org/formacion/pepticum/. Consultado 20/03/05.<br />

152


De los autores y autoras<br />

Xinia Monestel Vega<br />

Médico Especialista en Medicina Física y Rehabilitación. Médico Fisiatra Hospital Max<br />

Peralta , Cartago.<br />

Herbert Burgos Quirós<br />

Medico Cirujano, especialista en Gastroenterología graduado de la Universidad de<br />

Costa Rica. Médico asistente en el servicio de Gastroenterología del Hospital México.<br />

Presidente del Área Centroamericana-Caribe y México de la Sociedad Interamericana<br />

de Endoscopía Digestiva. Integrante de la Junta Directiva de la Asociación<br />

Interamericana de Gastroenterología. Autor de diversas publicaciones en el área de<br />

Endoscopía terapéutica y enfermedades digestivas.<br />

Hernán Fernández Barrantes<br />

Médico general graduado con Licenciatura en Medicina y Cirugía en la Universidad de<br />

Costa Rica, ganador del primer promedio de admisión a dicha institución en el año<br />

2000. Realizó dos pasantías en el 2005 en los campos de Neurocirugía y Neurología<br />

clínica avanzada a través de Harvard Medical School. Actualmente labora como<br />

médico investigador en el Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular de<br />

la Universidad de Costa Rica<br />

Carmen Marcela Marín Baratta<br />

Médica con maestría en Salud Pública, Posgrado en Gestión de Tecnologías de<br />

información y comunicación. Docente e investigadora en la Escuela de Salud Pública<br />

(UCR), en el campo de la Epidemiología y de capacitación continua.<br />

Ileana Vargas Umaña<br />

Médica Cirujana (UCR), Maestría en Ciencias en Servicios de Salud, Universidad de<br />

California en Los Ángeles (UCLA) y Maestría en Psicopedagogía (UNED). Actual<br />

Directora del Programa de Maestría en Salud Pública (UCR), docente de la Escuela<br />

de Salud Pública (UCR). Experiencia profesional en el primer nivel de atención.<br />

153


CAJA COSTARRICENSE DEL SEGURO SOCIAL<br />

DR. EDUARDO DORYAN GARRÓN<br />

Presidente Ejecutivo<br />

DRA. ROSA CLIMENT MARTIN<br />

Gerente Médico<br />

Autoridades Institucionales<br />

DR. ZEIRITH ROJAS CERNA<br />

Coordinador<br />

Proyecto de Fortalecimiento y Modernización del Sector Salud<br />

DR. IGNACIO SALOM ECHEVERRÍA<br />

Director Ejecutivo<br />

Centro de Desarrollo Estratégico e Información de Salud y Seguridad Social<br />

(<strong>CENDEISSS</strong>)<br />

DRA. NURIA BAEZ BARAHONA<br />

Coordinadora<br />

Sub Área de Posgrados y Campos Clínicos<br />

<strong>CENDEISSS</strong><br />

UNIVERSIDAD DE COSTA RICA<br />

DR. YAMILETH GONZÁLEZ GARCIA<br />

Rectora<br />

DRA. MARIA PÉREZ YGLESIAS<br />

Vicerrectora<br />

Vicerrectoría de Acción Social<br />

M.SC. FLOR GARITA HERNÁNDEZ<br />

Directora Sección Extensión Docente<br />

Vicerrectoría de Acción Social<br />

DR. JORGE MURILLO MEDRANO<br />

Decano<br />

Sistema de Estudios de Posgrado<br />

M.SC. ALCIRA CASTILLO MARTÍNEZ<br />

Directora<br />

Escuela de Salud Pública<br />

DRA. ILEANA VARGAS UMAÑA<br />

Directora<br />

Maestría en Salud Pública<br />

154

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