Revista Elevación Nº4, Febrero 2015.

toda oscuridad que haya a tu alrededor y esto de por sí, facilita todas las cosas.
El estado de “positividad”, es una tarea de todos los días y sus efectos se potencia con el tiempo.
Como todo lo importante, se necesita trabajo interno para reconocer y cambiar aspectos de tu
personalidad y pensamientos, actitudes sobre la vida, etc. Pero todo esto se puede hacer…
La cuestión del carácter es un tanto complejo para explicar resumidamente. Todos tenemos
el nuestro y lo importante es que nos identifica y diferencia. Como no mencionaste que edad tenés,
deduzco que no tenes tantos como yo. Es bueno saber que el carácter, si bien se nace con el,
se va modificando según los aprendizajes y sucesos importantes en nuestras vidas. Pero esto solamente
pasa para quienes están abiertos a reconocer los cambios que estas experiencias traen. Por
esta razón, es posible encontrar “jóvenes” sabios y maduros, y también “viejos” ignorantes e inmaduros.
La edad no da experiencia por sí sola, sino que es necesario extraerla del tiempo vivido.
Que seas “enojona”, puede deberse a muchos factores, estos son los más comunes:
Sos muy exigente con vos misma o con los demás.
Poca paciencia.
Emociones negativas (celos, rencor, etc.).
Las 2 primeras son consecuencia, generalmente, de la influencia que recibiste en tu casa mayormente.
Uno suele hacer lo que suele ver seguido. Y si desde pequeña, te fueron exigiendo como
a alguien de más edad, bueno, eso queda marcado. Ej. Que tus padres se fueran a trabajar y
tuvieras que cuidar a tus herman@s menores todo el día. Estas cosas te hacen ver la realidad de
una forma muy diferente a, por ejemplo, si te la hubieras pasado el día con tus amigas. Cosas como
estas te vuelven “exigente”, tanto con vos misma como con lo demás. Pero también sucede
que a medida que crecemos, tenemos situaciones que no podemos superar aplicando lo de siempre
(la exigencia), por eso que vamos viendo y aprendiendo nuevas formas de resolver problemas
y situaciones.
Así como podés tener tus cosas (ser exigente y con poca paciencia), el relacionarte con más
personas te hace ver un montón de cosas para mejorar, y que cada persona que te cruces también
tiene. Con los años vas discerniendo qué fallas son “terribles o insoportables” para vos, mientras
dejás pasar otras. Y esto mismo se aplica en vos misma también, mucha gente deja pasar cosas
tuyas. Por eso, ¡sé flexible con la gente, porque nunca podemos estar seguros de cuánta paciencia
nos tienen!
Con respecto a las amistades, bueno, si te sirve como referencia, hasta los 24 años, yo tenía
un carácter bastante fuerte y era menos accesible que un puercoespín enojado, contestaba feo y
mal a cualquiera, con o sin razón. Pero con el tiempo, la experiencia y los aprendizajes por las malas,
aprendí a moderar mi carácter y por sobre todo que: la franqueza no te da muchos amigos,
pero al menos, si te dá amig@s de los buenos. Siempre sé sincera y no te calles nada, así vaya en
contra de tus propios intereses, porque eso te identificará. Muchas veces “no hay palabras duras,
sino oídos blandos”, esto significa que te vas a encontrar con gente que no le gusta que le digan
sus verdades, ya sea con un susurro o a gritos, así que no te preocupes. No es tu problema, como
manejan un comentario verdadero… Igual decilo de la mejor manera, esto siempre ayuda a que
algo sea mejor recibido. Y lo de las emociones negativas, esta muy explicado en las revistas anteriores,
así que no voy a extenderme en este punto.
Revista Elevación
“Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla…”
Platón (428 a.C.-347 a.C.) Filósofo griego.
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