Revista Elevación Nº4, Febrero 2015.

Hay Maestr@s, facilitador@s, etc. con menos elevación espiritual que los zócalos del piso.
Se les “escapa” (no pueden ocultar estas emociones por mucho tiempo) los celos, la envidia, la
competencia desleal, el materialismo, la necesidad de sobresalir a todo costa por sobre los demás,
chismos@s, mal intencionad@s, etc. Esperando ahora muy poco, la verdad se revela...
Entonces la pregunta obligada es: ¿todas las técnicas, energías, conocimientos, etc. que dicen
enseñar o saber, sirven solamente en algunas personas, pero en otras (y en ellos) no.
La respuesta es: “no fallan las energías, técnicas, etc. fallan las personas …”
Fallan porque nos quieren vender o hacer creer en los grandes resultados prometidos si hacemos
tal o determinada práctica, técnica o energía, pero ell@s no las aplican en sí mism@s por 2
razones muy claras (pueden haber más):
1) Saben que hay que pasar obligatoriamente la “línea que duele, de los grandes cambios, la humildad,
etc.” y no están interesad@s en mejorarse en sí mism@s o cambiar algo negativo.
2) No saben el alcance o todo lo que es posible hacer con la energía que enseñan, ya que al no experimentarla
en sí mismos, no pueden comprender y/o explicar cómo funciona el proceso de sanación
en todos sus etapas.
No importa lo carismátic@s o conocid@s que sean, para quienes tenemos “el ojo entrenado”,
podemos reconocerl@s por lo que son: chantas la mitad, y la otra mitad restante, son personas
con muchos defectos sin trabajar (aún en baja vibración) o que aprendieron todo en forma
incompleta o errada en el peor de los casos (las buenas intenciones no bastan...).
Recordemos un viejo adagio muy conocido: “los médicos son muy malos pacientes…”. Los
médicos saben los efectos de las medicinas que recetan y l@s Maestr@ verdader@s saben lo que
la sanación espiritual es. En el caso de muchos Maestr@s, facilitador@s, etc. pasa que siguen aferrados
a preconceptos, miedos, bajas emociones, etc. y por esta razón, a pesar de (creen) saber lo
positivas que son las técnicas o energías, conscientemente no las aplican en sí mismos.
Pero eso si, pregonan a los 4 vientos o te recomiendan a toda costa que hagas lo que ellos
(no hacen) te ofrecen. Todos hemos vistos médicos obesos, que fuman o beben en exceso, etc. y
ellos saben bien que les es perjudicial. Bueno, también hay muchísimas personas, que están totalmente
convencidas que todas las sanaciones son necesarias para los demás. ¡PERO NO PARA
ELL@S MISM@S! Pero si te ofrecen sanarte “algo” y podemos percibir que ese “algo o similar”
también lo tiene en sí mismo, es mejor alejarse y seguir buscando a la guía correcta.
Entonces ¿cuál es el sentido de las fotos y su explicación al principio de la nota Bueno, de la
misma manera que existe una confianza y responsabilidad total en entre los niños, esto debería
servir de referencia para todos aquellos que empiezan a incursionar el camino espiritual.
Es necesaria la confianza total en el Maestr@ (al igual que los chicos se tienen entre si), y
para que esto suceda, entonces tiene que haber una sinceridad y capacidad absoluta por parte de
l@s Maestr@s para ganarse con hechos concretos y verdaderos esta confianza.
Porque cruzarnos con un “chanta”, “quienes se creen Maestr@s Ascendid@s” o “un aMaestrad@”
(el título de Maestr@ no se lo merecen) puede hacer que dudemos, dificultarnos, detenernos,
equivocarnos o simplemente, desistir de nuestro camino espiritual por la mala experiencia
que hemos pasado. ¡Esto no se puede permitir de ninguna manera!
Recomiendo ver la película “A Honest Liar” The Amazing Randi Story (está traducida). Es un
documental acerca de un mago profesional llamado James Randi, que pasó toda su vida mostrando
los fraudes de videntes, mentalistas, curanderos, etc. y va a ser el tema de la próxima nota...
Revista Elevación
“Para saber algo, no basta con haberlo aprendido.”
Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.
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