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El optimismo a través de la lectura<br />
la lectura cambiar de forma total<br />
nuestra vida Sobre esta premisa,<br />
Katarina Bivald, la autora, construye<br />
¿Puede<br />
una obra atrapante y con un gran<br />
convencimiento en el poder de los libros<br />
para mejorar nuestra vida. La historia nos presenta<br />
a un personaje, Sara Lindqvist, una mujer sueca de<br />
30 años que, tras perder su empleo en una librería,<br />
se marcha a Broken Wheel, un pequeño pueblo de<br />
Iowa. Sara esperaba conocer ahí a Amy Harris, una<br />
mujer de 67 años, con la que se ha estado mandando<br />
cartas durante dos años. Sin embargo, Sara descubre<br />
que Amy ha muerto y que en ese momento, se está<br />
celebrando su funeral. Al principio, Sara quería<br />
regresar, pero los habitantes de Broken Wheel no<br />
la van a dejar aun cuando tengan muchos recelos<br />
hacia ella. Esta llegada hará que Sara y los demás<br />
habitantes de Broken Wheel se replanteen toda su<br />
vida. La apertura de una librería por parte de Sara<br />
hará que los habitantes de Broken Wheel descubran<br />
el poder de la lectura para mejorar su vida aunque<br />
la novela presenta también otro mensaje igualmente<br />
poderoso: si solo te centras en soñar lo que lees y no<br />
en aplicar tus sueños entonces el poder de la lectura<br />
se anula.<br />
La librería de los finales felices quiere eliminar las<br />
mentiras que rodean a las personas que somos<br />
lectoras pero también la que rodea a la lectura en sí.<br />
Todos sabemos los prejuicios de algunas personas<br />
que no leen acerca de quienes sí lo hacemos: que<br />
si llevamos una vida triste, que si nos encerramos<br />
demasiado en nuestra “cueva”, sustantivo que<br />
representa el estado de concentración que a veces<br />
alcanzamos los lectores cuando leemos… Sin<br />
embargo, hay otra visión de la lectura que creo todos<br />
conocemos: el descubrimiento de mundos nunca<br />
conocidos o imaginados, la lectura de obras que<br />
nos emocionen y replanteen nuestra visión vital…<br />
Todo eso y más son los libros y el que lee mucho<br />
quizá lo sepa. Esta parte positiva de la lectura, la<br />
que realmente nos atrae a muchos lectores, es la<br />
que está magnificada en esta novela: la lectura logró<br />
que los habitantes de un pueblo que, anteriormente,<br />
tenían una vida gris, monótona, ahora tengan un<br />
nuevo centro vital que crea la posibilidad de tener<br />
sus finales felices. La novela está ambientada en<br />
la actualidad y eso se observa bastante ya que<br />
en la obra se menciona en diversas ocasiones la<br />
crisis económica, que hizo que en Broken Wheel<br />
se cerraran muchos negocios y por lo tanto, esta<br />
se viera como una ciudad en la que vivir no era<br />
posible. Sin embargo, en la novela, se insiste en un<br />
motivo mucho más subjetivo acerca del vacío que<br />
parece domina Broken Wheel: la muerte de Amy<br />
Harris, que poseía una biblioteca propia. En esta<br />
novela se deja ver que los libros son la principal<br />
fuente de felicidad que tenemos los seres humanos.<br />
Este optimismo respecto a la visión de la lectura, los<br />
personajes bastante bien definidos y con los que uno<br />
termina por simpatizar y sus <strong>numero</strong>sas referencias<br />
a obras literarias (tanto en la trama como solamente<br />
referenciales) son los puntos más fuertes de esta<br />
novela.<br />
La librería de los finales felices es la ópera prima de<br />
Katarina Bivald y eso se nota en su redacción. La<br />
novela está muy bien estructurada, los personajes<br />
están correctamente definidos y presentan una<br />
evolución gradual y el espacio y el tiempo están bien<br />
delimitados. Sin embargo, no todo es perfecto en<br />
esta novela. La simbología es bastante evidente y el<br />
desarrollo temporal del relato (la trama se desarrolla<br />
en apenas mes y medio) hace que la creencia en ese<br />
gran poder que alcanza la lectura en ese pueblo sea<br />
un tanto inverosímil. No obstante, no son grandes<br />
defectos si consideramos que la autora es primeriza<br />
y más si tenemos en cuenta el mensaje que esta<br />
novela quiere transmitir, que resulta necesario en<br />
este mundo tan complicado que nos ha tocado vivir.<br />
Denis-Fabiola Stoian<br />
Katarina Bivald, La librería de los finales felices<br />
Barcelona, Planeta<br />
459 páginas, 19 euros<br />
Traducción: Pontus Sánchez<br />
Polifonías<br />
Reseñas de otros géneros<br />
Séxtasis, y el poeta que desborda mientras quede poesía<br />
Alberto Guerra Obispo, Séxtasis<br />
Madrid, Pigmalión Ediciones<br />
134 páginas, 15 euros<br />
Alberto Guerra<br />
Obispo nace en<br />
Madrid en 1986.<br />
Licenciado en<br />
Filología Hispánica por la<br />
Universidad Complutense<br />
y, ahora, profesor de<br />
español para extranjeros.<br />
Nuestro autor, además<br />
de verso y poesía, dedica<br />
parte de su obra al cuento<br />
y al relato corto. Fue<br />
becado por la Fundación<br />
Rafael Alberti para asistir<br />
a los ciclos literarios del<br />
Puerto de Santa María y, además, ha participado<br />
en otros como “El Ovillo de Ariadna”. Ha ofrecido<br />
<strong>numero</strong>sos recitales en algunos de los lugares “míticopoéticos”<br />
más conocidos como Bukowski Bar, La<br />
Tabacalera y Café Libertad 8. Actualmente, continúa<br />
llevándolos a cabo el segundo jueves de cada mes con<br />
su grupo poético Lo prometido es duda, coordinado<br />
por Bolo García. Anteriormente, en el año 2009, forma<br />
su primer grupo literario Los albaricoques verdes, con<br />
el que publica el libro Hay un lugar (2010). Por si fuera<br />
poco, ha escrito varios guiones cinematográficos y<br />
ahora planea la publicación de su segundo poemario.<br />
Poesía que rompe, que atrapa y que destila libertad en<br />
cualquiera de sus formas.<br />
Séxtasis no es otro poemario sobre sexo, pues en él<br />
Alberto Guerra nos enseña el lado más “sexual” del<br />
amor, el más puro, la esencia misma del placer: “Con<br />
mi lengua te rezo y te llevo al paraíso, / tú te elevas en<br />
los cielos / y me unges con gemidos; / degusto el agua<br />
bendita / que me ofreces, sacramento, / exteriorizas<br />
tu fe, / te conviertes en mi credo.” La añoranza y el<br />
recuerdo pasado se convierten en su presente más<br />
efímero; la ausencia de un tú que se convierte en<br />
palabra, sin querer: “Lo que me condena ya no es la<br />
vida / sin ti, son los besos que aún espero; / sé que al<br />
beber voy a sufrir, pero es / la única forma de olvidar<br />
que tengo”. El carpe diem, la búsqueda del instante, del<br />
momento preciso, aunque fugaz en ocasiones, evoca<br />
el ansia de libertad que provoca la bebida, los besos<br />
y las noches: “Pero esta noche, por ser tú, / le seré<br />
infiel a la luna / con tus ojos, / mis anhelos jugarán<br />
a la verdad / con tu mirada, / y podré hacer el amor<br />
/ con los deseos / que me regalas, a escondidas”. El<br />
poeta se desnuda ante un lector capaz de percibir su<br />
yo más íntimo y profundo: “Ahora somos, con suerte,<br />
marionetas, / con desgracia, números de una lista. /<br />
¿Qué pasará cuando acabe la guerra”, a la vez que<br />
su lado más rebelde, sexual e inconformista: “¿Qué<br />
es poesía / dices, / mientras clavas en mi polla/ tus<br />
labios pintados de azul”; “…volveré amar a la luna, /<br />
volveré, de vez en cuando, a aquella cama, / al glorioso<br />
infierno / que es vivir entre mentiras, / que es obviar<br />
que esto es un juego / en el que nadie gana, / en el<br />
que siempre pierdo”. Un poemario que juega con la<br />
perfección sin ataduras, porque no hay forma más<br />
bonita de evocar la realidad humana que a través de<br />
las palabras.<br />
Alberto Guerra utiliza la expresión más pura del<br />
lenguaje. Un lenguaje mordaz, en ocasiones, duro<br />
pero real, sin artificios, claro y enigmático, cuya fuerza<br />
reside en el significado de las palabras. El alma que<br />
encierran los versos en boca de un poeta, que vive de<br />
las oportunidades que le brinda la poesía. Y es que<br />
Séxtasis se convierte en un final, en la recopilación<br />
más exacta del poeta, descrita en tantas partes como<br />
historias encierra el poemario. Los dibujos que<br />
acompañan a los textos no solo embellecen a la obra,<br />
en general, sino que muestran la esencia misma de<br />
aquello que se cuenta.<br />
En definitiva, Séxtasis es erotismo, sensualidad y,<br />
entre otras cosas, amor. Aquí, la palabra es vida, pero<br />
también son noches, sobre todo, noches: “Cada ocaso<br />
vuelve a nacer, / desde mi ventana, / la gota de leche<br />
que desayuna la noche, / el copo de nieve que cubre<br />
la calma / cuando todos duermen / y los sueños se<br />
narran”. El sexo es sexo, sin que falte de nada. La<br />
realidad es lo que se lee, sin dejar de ser autobiográfica.<br />
Esto es poesía y si no, lean Séxtasis.<br />
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Cristina Ruiz Moro