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DOSSIERES-EsF-16-El-procomún-y-los-bienes-comunes

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Comunes materiales e inmateriales<br />

Otro tipo de <strong>comunes</strong> radicalmente diferente en<br />

cuanto al nivel de replicabilidad y escasez sería el de<br />

<strong>los</strong> llamados <strong>comunes</strong> “inmateriales”. La emergencia<br />

de este tipo de producción -en forma de generación de<br />

datos, procesos de cooperación, trabajo emocional y<br />

afectivo- en el modo de producción contemporáneo,<br />

a lo que se añade la extraordinaria accesibilidad al<br />

conocimiento y su amplia difusión, ha provocado<br />

una riqueza sobre la que se sustenta gran parte de <strong>los</strong><br />

procesos de acumulación de este tipo específico de<br />

capitalismo cognitivo de la producción capitalista<br />

a través de dispositivos que, por una parte, extraen<br />

esta capacidad de cooperación -que sin embargo no<br />

es considerada a la hora de calcular la productividad<br />

(que se sigue contando en horas, como en la época<br />

fordista)- y, por otra, intentan establecer sistemas<br />

de escasez artificial a través de leyes de copyright,<br />

patentes, etc.<br />

<strong>El</strong> software libre, por ejemplo, ha generado una<br />

comunidad capaz de producir código bajo la premisa<br />

de que compartir el acceso al mismo, proteger la<br />

capacidad de modificación y garantizar el acceso<br />

a su uso y distribución son condiciones esenciales<br />

para el desarrollo del conocimiento. La premisa<br />

fundamental de que se permite el uso, incluso<br />

comercial, del software, pero cualquier adaptación<br />

y modificación tiene que respetar la condición de<br />

software libre, es decir, que cualquiera lo pueda usar,<br />

copiar y modificar 12 , garantiza la universabilidad del<br />

acceso a través de la replicabilidad. Esta sencilla regla<br />

de replicabilidad abierta del copyleft ha permitido<br />

desarrollar un amplia gama de programas que no sólo<br />

ofrecen alternativas a <strong>los</strong> productos con software<br />

propietario, sino que en muchos casos <strong>los</strong> superan,<br />

como es el caso de <strong>los</strong> servidores de Internet o las<br />

grandes super-computadoras que operan bajo Linux.<br />

<strong>El</strong> concepto de “cultura libre” de Lawrence Lessig<br />

(2004) amplía las características básicas del software<br />

libre a otros aspectos de la producción cultural,<br />

ampliando su significado. 13<br />

12 Richard Stallman (2004,) Sofware libre. Madrid:<br />

Traficantes de Sueños.<br />

13 Texto online: <br />

Comunes relacionales y trabajo<br />

afectivo<br />

Aunque realmente conlleven una parte importante<br />

de materialidad, el trabajo afectivo y de cuidados forma<br />

parte de <strong>los</strong> llamados <strong>comunes</strong> inmateriales. Este tipo<br />

de trabajo no asalariado es a veces considerado como<br />

un común, aunque las teóricas feministas como Silvia<br />

Federici 14 lo consideran como una externalización por<br />

parte del capital de las tareas de reproducción social,<br />

que, al no estar asalariadas, disminuyen el coste de<br />

la mano de obra. Según <strong>los</strong> cálcu<strong>los</strong> de la economía<br />

clásica, el porcentaje que el trabajo doméstico aporta a<br />

la economía española supone entre el 30 y el 45% del<br />

PIB. 15 Pero el papel de las mujeres como encargadas<br />

de las tareas de reproducción es especialmente<br />

importante en países con economías de subsistencia,<br />

como en África, donde <strong>los</strong> ajustes del FMI llevan<br />

intentando desde <strong>los</strong> años 80 poner fin al sistema<br />

de propiedad colectiva de la tierra, como una de las<br />

causas de subdesarrollo de la región. <strong>16</strong> Las mujeres<br />

en África mantienen, por tanto, una doble lucha:<br />

contra las estructuras patriarcales de <strong>los</strong> <strong>comunes</strong><br />

tradicionales, en áreas rurales donde luchan por <strong>los</strong><br />

títu<strong>los</strong> de propiedad que le son arrebatados por la<br />

parte masculina de las familias, y por la ocupación de<br />

tierras baldías y la reapropiación de <strong>comunes</strong> para el<br />

cultivo urbano en las ciudades, en lo que supone un<br />

amplio movimiento de rururbanización africana. 17<br />

En <strong>los</strong> países occidentales, el Estado del Bienestar<br />

supuso el intento de compaginar acumulación<br />

financiera y el cuidado de la vida, pero el flujo asimétrico<br />

de cuidados (dentro y fuera de las instituciones)<br />

provoca conflictos que se absorben, principalmente,<br />

en otros ámbitos. Base de trabajos invisibilizados, es<br />

privatizada (en las casas) y feminizada, hasta el punto<br />

de que, como explican Veronica Bennholdt-Thomsen<br />

y María Mies , “de alguna manera, las mujeres<br />

son tratadas como <strong>comunes</strong>, y <strong>los</strong> <strong>comunes</strong> como<br />

14 Silvia Federici (2010), Calibán y la bruja. Mujeres,<br />

cuerpo y acumulación originaria. Madrid: Traficantes de<br />

Sueños.<br />

15 Para 2003 sería del 42%. Moltó, María Luisa y<br />

Uriel, Ezequiel (2008), “¿Cuánto vale el trabajo doméstico en<br />

España”. Cuadernos de Información Económica, nº. 200.<br />

<strong>16</strong> World Bank (1989), Sub-Saharan Africa: From crisis to<br />

sustainable growth. Washington, DC: The World Bank.<br />

17 Silvia Federici (2010), “Mujeres, luchas por la tierra y<br />

la reconstrucción de <strong>los</strong> <strong>bienes</strong> comunales”, Veredas, nº. 21.<br />

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