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Arce Leonardo

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consensuado y/o el crecimiento personal de los participantes. El abuso no. 10. En el juego SM la parte dominante<br />

siempre mantiene sus emociones bajo control. Las emociones de un maltratador están fuera de control” 60 .<br />

El BDSM es un ars erótica, una alta tecnología sexual y fragmentador de las identidades rígidas. No es<br />

violento ni agresivo, no es intimidatorio per se. La violencia o el miedo que sienta un sumiso por parte de su<br />

dominante es parte del mismo juego del BDSM y la conciencia que de ello tienen los participantes es continua. El<br />

BDSM bien practicado puede ser interrumpido en cualquier momento por la palabra de seguridad, ya sea que el<br />

esclavo la emplee por no soportar un tormento; como que la emplee el amo por no ser capaz de alcanzar los<br />

extremos de dolor al que es capaz de llegar un esclavo masoquista. Y respecto de este último punto es necesario<br />

señalar este extremo complejo de decidir y desentrañar, que es la imbricación entre el SSC y las experienciaslímites<br />

a las que puede llegar en particular un masoquista.<br />

El masoquista es, dentro del BDSM un espécimen particular. Desde la figura del sumiso usualmente es quien<br />

lleva las riendas de la sesión, exigiendo más dolor, más castigos: “Los masoquistas, por otro lado, parecen tener<br />

un sistema nervioso diferente del resto de nosotros. Los niveles de dolor que pueden traumatizar a otras personas<br />

les dejan en un estado de excitación. Lo adoran y quieren más” 61 .<br />

En el caso de los masoquistas se dan las llamadas experiencias-límites, estados alterados de conciencia, de<br />

disolución del yo infinitamente más intensos que los que viven los practicantes más “tradicionales” dentro del<br />

BDSM:<br />

Muchos masoquistas hablan de entrar en un estado alterado de conciencia. Si se sienten sanos y salvos con la<br />

situación y con la gente con la cual están, se relajan y se entregan en un grado asombroso. Algunas veces entran<br />

en un estado mental en el que los azotes ya no se sienten como algo no placentero; uno comento que sentía los<br />

azotes de una dura pala de madera como apacibles gotas de bienvenida, como una lluvia calida cayendo en una<br />

lejana parte de su cuerpo. Los masoquistas parecen tener estados de conciencia comunes con los yoghis, los<br />

faquires y otras personas que siguen caminos de alteración de la conciencia. He oído hablar de la complejidad del<br />

sistema nervioso, de endorfinas y de encefalinas.<br />

Una cosa es cierta: las viejas teorías que “explican” el masoquismo únicamente en términos de sicopatología<br />

occidental convencional, aunque no presente ninguna duda para algunos, fallan en su totalidad a la hora de<br />

responder cuestiones planteadas tras examinar a estos masoquistas eufóricos. He visto a gente tener experiencias<br />

extracorpóreas mientras era azotada o torturada eróticamente. Aquí esta pasando algo importante y, si insistimos<br />

en que ya lo entendemos, nos perderemos una gran oportunidad de aprendizaje. 62<br />

¿Cómo se compatibiliza este nivel de excitación del masoquista con el SSC Wiseman incluso da una<br />

advertencia en su libro, al momento de señalar que hay que tener cuidado con las exigencias de un masoquista<br />

quien, al ingresar al estado de experiencia-límite puede borrarse y tolerar niveles de dolor dañinos que<br />

contravengan a los límites iniciales pactados en la sesión BDSM. Un ejemplo sencillo: los límites de una sesión<br />

BDSM tradicional tienden a ser “no scat”, “no sangre”, “no marcas”, “no medical sado” 63 . Un masoquista<br />

entregado al dolor perfectamente puede tolerar latigazos que le marquen su cuerpo, que incluso le produzcan un<br />

sangrado en las heridas, etc. De ahí la importancia de la palabra de seguridad para interrumpir ese estado de<br />

éxtasis.<br />

Un dato interesante que asocia a la palabra de seguridad con el rompimiento de ese estado de éxtasis viene<br />

dado por el hecho de que dicha palabra suele ser el nombre “real” de los participantes. Bien puede ser una palabra<br />

60 Jay Wiseman, Op. Cit., pp. 81-82.<br />

61 Ibíd.., p. 51.<br />

62 Ibíd.., pp. 51-52.<br />

63 El “scat” es una práctica que viene de la palabra “escatológico” y que corresponde a los juegos con las<br />

heces y desechos corporales como la orina. El “medical sado” es el juego de SM que se práctica, pero no se<br />

limita, a las agujas.<br />

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