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«El hombre ha hecho allí sus habitaciones de lujo; pero no ha cuidado suficientemente
las comodidades de que una ciudad moderna no puede prescindir. En el verano las calles
están llenas de polvo, en el invierno de fango. Una municipalidad progresista y honrada
comienza a hacer obras de saneamiento que van a darle el ciento por uno. Acaba el Congreso
de autorizar un gran empréstito para dotar a Viña del Mar de todo lo que necesita. Va a
comenzar para esa ciudad una época de prosperidad continuada...» 34
Junto al pavimento, se echaba de menos otra necesidad, la de alojamientos adecuados
y en cantidad suficiente para acoger al creciente flujo de turistas, incluyendo a los visitantes
que comenzaban a venir, ya en ese entonces, de Argentina:
«En nuestro balneario falta un hotel, un verdadero hotel límpido y de cocina cuidada.
Un hotel que reciba hospitalariamente y no explote sin pudor al transeúnte. En una
palabra, un hotel diverso de los que existen y con empresarios que estén habituados a
alojar personas decentes y educadas y no la abigarrada muchedumbre de algún puerto
como Marsella, Messina o Trieste. Mientras esta elemental exigencia no sea satisfecha
los extranjeros se llevarán un mal recuerdo de Chile.» 35
Breve descripción de la obra
El «Álbum de Viña del Mar» fue editado en 1913 por la Sociedad Imprenta y Litografía
Universo, la misma que publicaba la revista gráfica porteña «Sucesos» (se incluía un aviso
de la misma). La propiedad se reservaba a dicha empresa y al editor del álbum, el periodista
y abogado Darío Risopatrón Barros. Según aparecía en la misma obra, su tirada fue de tres
mil ejemplares, lo que contrasta con el panorama actual, al cabo de un siglo, cuando ésta ha
llegado a ser una obra muy escasa y buscada por bibliófilos en los circuitos de librerías de
viejo o ferias de antigüedades.
El álbum tiene una cubierta y contracubierta de cartulina y 80 folios o pliegos sin numerar,
por lo cual su orden exacto es difícil de determinar, toda vez que se trata de hojas
sueltas, dotadas de tres perforaciones para atarlas. Ello con el propósito manifiesto de se-
34 Viña del Mar, balneario ideal de Sudamérica... Op. Cit.
35 Ibid.
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