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TEMA MÉDICO
Manifestaciones hepatobiliares de la EII
NÚMERO 4
Manifestaciones
hepatobiliares de la
enfermedad inflamatoria intestinal
Dr. Manuel Castro Fernández Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Digestivas. Hospital Universitario de Valme. Sevilla
L
os pacientes con enfermedad de
Crohn o con colítis ulcerosa presentan
en el 25-45% de los
casos, además de la enfermedad intestinal,
afectación de otros órganos o sistemas.
Estas manifestaciones extraintestinales,
que se relacionan parcialmente en
la tabla I, pueden compartir mecanismos
patogénicos con la enfermedad inflamatoria
intestinal (EII), pueden ser complicaciones
de esta enfermedad o ser consecuencia
de efectos adversos de la
medicación empleada. Los órganos afectados
con mayor frecuencia son la piel,
las articulaciones, los ojos y el hígado.
Las manifestaciones hepatobiliares,
que se relacionan en la tabla II, se presentan
bien en el momento del diagnóstico
o durante la evolución de la EII y
afectan al menos al 15% de los pacientes.
En la mayoría de los casos cursan de
forma asintómatica y se diagnostican al
detectarse alteraciones en la bioquímica
hepática (elevaciones de transaminasas
o de la fosfatasa alcalina). En ocasiones
se detectan alteraciones analíticas
leves y transitorias de etiología no
totalmente aclarada.
A continuación comentamos las
principales enfermedades hepáticas y
biliares asociadas a la EII.
En el 25-45% de los
casos los pacientes
de EII presentan,
además, afectación
de otros órganos
o sistemas
ENFERMEDAD GRASA DEL
HÍGADO NO ALCOHOLICA
(EGHNA)
La infiltración grasa del hígado es la
hepatopatía más frecuentemente asociada
a la EII, bien como esteatosis con buen
pronóstico o como esteatohepatítis, con
capacidad de progresar a una hepatopatía
de mayor trascendencia. En la población
general las causas más frecuentes
son el alcoholismo o trastornos metabólicos
(obesidad, hiperlipemia o diabetes),
mientras que en la EIIC son la malnutrición,
el tratamiento con corticoides o la
acción de bacterias o toxinas de origen
intestinal. Es una complicación tanto de la
colítis ulcerosa como de la enfermedad
de Crohn y cursa de forma asintomática,
manifestándose por elevación de transaminasas,
hepatomegalia y/o alteraciones
en la ecografia del hígado. La frecuencia
de la EGHNA varía dependiendo del método
diagnóstico empleada. Puede afectar
hasta el 35-40% de los pacientes cuando
se valora únicamente el diagnóstico ecográfico.
COLELITIASIS
La presencia de cálculos en la vesícula
biliar se detecta en el 7-10% de la población
con EII, siendo más frecuente en la
enfermedad de Crohn que en la colítis
ulcerosa. La frecuencia se incrementa
(13-34%) en los pacientes con enfermedad
de Crohn con resección quirúrgica o
afectación del ileon terminal, donde se
absorben las sales biliares. La colelitiasis
suele cursar de forma asintomática o ser
origen de cólicos biliares, colecistitis,
ictericia obstructiva o pancreatitis, valorándose
en estos casos la práctica de
colecistectomía. Se origina por alteraciones
en la composición de la bilis, con disminución
de sales biliares e incremento
de colesterol y/o bilirrubina.
COLANGITIS ESCLEROSAN-
TE PRIMARIA (CEP)
Es una enfermedad inflamatoria crónica
de las vías biliares intra y extrahepáticas..
Evoluciona hacia la fibrosis y obstrucción
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