firma importadora del vehícu el registrador ha realizado la ins

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documental y formal
registral. La primera,
examina los requisitos de validez según la es
pecie documental que se presente a inscribir,
que enla consulta que nos ocupa deberá cumplir
en cuanto corresponda, con el art. 39 del Decreto
Ley 1.421.
La Ley 16.320 fue reglamentada por el Decre
to 64/93, que fija en su art. 1° el principio en
cuanto a la presentación de documentos, esta
bleciendo que la inscrípción de todos los actos y
negocios jurídicos que deban publicarse por
mandato legal en el Registro Público y General
de Comercio, se realizará con la presentación
de la primera copia de la escrítura o testimonio
de la protocolización notarial, expedidos para el
interesado.
En el caso que nos ocupa, se debió presentar
al Registro el prímer testimonio de la proto
colización, que comprende el contrato, la certifi
cación de firmas y el acta de protocolización.
Desde el punto de vista de la normativa re
gistral vigente, sería de aplicación el art. 19 del
Decreto 168/79, referente al llamado recurso de
ilegalidad. Consiste en la oposición de perso
nas que, sin ser parte en el acto inscripto, con
sideran que el registrador ha realizado la ins
cripción violando las normas de calificación,
perjudicando su derecho. Es un recurso contra
una
inscrípción definitiva vigente, entretanto
se informará según lo inscripto aún cuando
tenga defecto formal.
Esc. Rosario Vizcarret
Informante
La Comisión de Derecho Registral integrada
por los Escribanos Ma. Celia Corral, Ana Ma.
Ranzetti, Alvaro Garbarino, Enrique Marna,
Martha Toneguzzo, Juan Lazaroff, Ma. del So
corro Sangiovanni, AnaMa. Canobbio, Crístina
Croce, Carlos del Campo, Susana Cambiasso y
Susana Igarabide aprueba el informe que ante
cede.
Esc. Susana Cambiasso
Coordinadora
Aprobado por unanimidad por la C.D. de la
A.E.U., Resol. N° 30252, de 4 de setiembre de
1995.
3.9.5. EMBARGO. AUTOMOTORES.
La traba de embargo contra el importador, no afecta el vehículo en tanto estuvo
en su dominio en calidad de mercadería comerciíd. No puede ser considerado bien
registrable hasta tanto no se empadrone. El sistema registral nacional garantiza
la oponibilidad de las enajenaciones de automotores en tanto haya documento ins
cripto; si no, se estará a la prueba de la titularidad por los medios previstos por la
ley,
CONSULTA
Deseo poner en conocimiento de laAsociación
y de ser posible al mayor número de colegas,
aportando mi punto de vista al respecto, sobre
una situación que derivó en actuaciones judi
ciales y que abarca un tema que a pesar de ha
ber sido ampliamente debatido, sigue generan
do confusiones y contradicciones en la práctica
jurídica.
En efecto, en ocasión de la celebración del
compromiso de compraventa sobre un automo
tor, que en la instancia me tuvo como parte en
sentido sustancial, se me informó por la profe
sional actuante por el promitente comprador,
de la existencia de diversos embargos genéricos
trabados sobre la firma importadora del vehícu
lo.
El rodado en cuestión —que carecía de ins
cripción alguna en sede del Registro de Auto
motores— fue introducido al país en el año 1991
y empadronado por primera vez en ese año por
su primer adquirente, quien a su vez lo enajena
al suscríto en 1992. Las operaciones se documen
taron en el primer caso, con la factura de venta
al contado y en el segundo, con un compromiso
de compraventa cuyo saldo de precio quedó to
talmente integrado en ese año, pero no se ins
cribió el contrato de compraventa en el Registro
respectivo, efectuándose sí latransferenciamu
nicipal y además un reempadronamiento hacia
este Departamento.
En 1994 como consecuencia de varias deman
das laborales contra la sociedad introductora

CONSULTA
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de la marca al país, se inscriben en el Registro
de Actos Personales tres embargos genéricos.
La Escribana patrocinante del promitente
adquirente sostuvo que dichas medidas caute
lares afectaban al bien, precisamente porque
sus propietarios no inscribieron la documen
taciónnecesaría que acreditaran sus
respectivas
compraventas (v.g. títulos de propiedad). Según
se me expresó, ese criterio aparentemente
estaba, o es aún avalado, por la Sala de Abogados
del B.R.O.U. y otras instituciones de crédito.
Como su chente iba a realizar la compra con un
préstamo de uno de esos bancos y en garantía
del mismo debía prendar el vehículo, la opera
ción no era posible llevarla a cabo.
Desde ya adelanto mi posición contraria a
dicha concepción. Como solución al diferendo,
propuse y me fue aceptado, la presentación
ante los Juzgados en los cuales se habían or
denado las medidas, a fin de que los mismos las
levantaran parcialmente
en lo referido a dicho
automotor.
En el largo peregrinaje por
las distintas
etapas del procedimiento judicial, pude nueva
mente constatar la diversidad de opiniones
sobre el punto y obteneruna sentenciafavorable
de la tenaz
en uno de los Juzgados, a pesar
oposición de la oficina actuaria y de la parte
acreedora. Sin embargo, en otro Juzgado se re
chazó el pedido, estando al presente el expe
diente a estudio de uno de los Tribunales de
Apelaciones. Sobre dichas actuaciones, de con
siderarse de interés para el gremio, a pedido de
la Asociación, puedo oportunamente ampliar la
información.
Básicamente, la cuestión se situó en la de
mostración de que el bien no se encontraba en
el patrimonio de la demanda,
a la fecha de ins
cripción de las interdicciones, planteándose
nuevamente la consideración de si las inscrípciones
de las enajenaciones de automotores en
los Registros
son "constitutivas" o "declarati
vas".
En efecto, por un lado, se dice que el Art. 100
de la Ley 13.420 estableció una presunción "de
iure" respecto de la propiedad de automotores.
num.
Siguiendo al Escribano Cafaro y al Doctor
Carnelli, el art. 100 de la Ley 13.420 de creación
del Registro de Automotores se hallaría dero
gado por el Decreto-ley 14.948 en su art. 41
5 (que deroga el tributo a la enajenación
de automotores), por lo cual regiría el sistema
del Código Civil y el traspaso de la propiedad se
opera como cualquier bien mueble. El Registro
se mantiene como pubhcidad declarativa, si
bien la oponibilidad puede lograrse por docu
mento público o prívado de fecha cierta (art.
1587 del Código Civil) y tiene además el co
metido de crear una presunción relativa de
propiedad. Sobre el punto ya se ha expedido la
jurisprudencia, así como existen consultas eva
cuadas por la Comisión de Derecho Civil de la
propia A.E.U.
Pero además agrego, aún vigente plenamen
te la Ley 13.420, es decir antes de la sanción del
Decreto-ley 14.948, el citado art. 100 ya esta
blecía una presunción "juris tantum".
En particular, a mi juicio, aun admitiendo la
tesis de la llamada "inscrípción constitutiva",
la presunción antedicha se refería a los casos en
que no había inscripción alguna sobre un
automotor determinado, por lo tanto la propie
dad podría probarse por otros medios "extraregistro".
Tan es así, que la propia Ley 13.420
en su art. 102, exoneraba del impuesto que
creaba y por lo tanto de la carga de inscribir, a
laprimera enajenación del importador, armador
o fabricante.
De esta forma constructiva armonizamos
las disposiciones de la ley y su Decreto Regla
mentario 143/977, que en una primera lectura
serían incongruentes, es decir, por un lado se
afirma "no valdrá..." y por otro lado "... salvo
prueba
en contrario". Es en la circunstancia
anotada, es decir cuando no existe inscripción
alguna
—sea cual sea la posición doctrinaría
que se —
adopte que recupera plena vigencia el
régimen del Código Civil.
Específicamente, tal es el caso del primer
adquirente del vehículo en cuestión, que no es
tando obligado en ninguna forma a inscribir
título alguno a su nombre, a la fecha de su ad
quisición a la concesionaria local de la casa im
portadora, esta última no tenía gravamen algu
no sobre sí.
En efecto, no es posible sostener que en el
caso que nos ocupa, el embargo genérico cuya
traba dispusiera el Juzgado afecta dicho auto
motor, cuando el mismo no estaba dentro de los
bienes de la demandada, que son como todos sa
bemos, la garantía común de los acreedores.

Se
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Dicho rodado fue vendido por la casa im
portadora a su concesionario en el interior del
país
—lo que se probó con la respectiva factura
de venta al contado— con mucha anterio
ridad a la medida cautelar. De ello se pro
porcionaron a la sede judicial, amplias prue
bas documentales, con la categorización de que
la mayoría de ellas tenían la calidad de
instrumentos públicos y por tanto hacen plena
fe. Tales son y valga la pena reiterarlos, los
documentos probatorios del empadronamien
to, reempadronamiento y transferencia munici
pales, todos ellos documentos públicos, sin
perjuicio de la factura de venta al contado al
primer adquirente.
¿Cómo es posible desconocer toda esa serie
de hechos y actos jurídicos? ¿Cómo sostener la
tesis que el rodado en cuestión durante todo ese
tiempo
—casi dos años—
seguía perteneciendo
al Importador? Ya que para congruentemente
afirmar —como lo hizo la Oficina Actuaria—
que el embargo lo afecta, debemos admitir que
el bien estaba en el patrimonio de la demanda
da.
La absurda consecuencia de este razona
miento es que en tanto no exista título de pro
—
piedad inscripto en materia de automotores—
siempre los mismos pertenecerán a su Impor
tador, Armador o Concesionario, por más que
hubieran sido vendidos, empadronados y nueva
mente vendidos, etc. Creo francamente que los
propios miembros redactores de la Ley 13.420
se hubieran sorprendido ante tal desatino, pues
to que ese no era, no es, ni será el alcance de las
disposiciones aquéllas, bastando para ello leer
el art. 102.
Lo que ocurre aquí es que se está desco
nociendo toda la legislación que en materia de
bienes muebles y el modo de probar su propie
dad, contiene el Código Civil.
Pongamos este ejemplo sencillo: quien com
pra un automotor O Km. primero lo paga, al
contado o a crédito y luego lo empadrona a su
nombre en la Intendencia de su elección. ¿Qué
diríamos entonces durante el tiempo interme
dio, o en caso de que dicho comprador no quisie
ra
empadronarlo inmediatamente, lo dejara
depositado en algún lugar para revenderlo o
disponer de él como se le plazca, que es lo que
ocurre con muchas concesionarias de gran po
der económico y que compran al contado canti
dades respetables de vehículos a las terminales?
En este caso, no habiendo empadronamiento,
no es posible registrar el automotor, pues carece
de los elementos formales que requiere el Re
gistro de Vehículos Automotores para la ins
cripción. Entonces, ¿llegaríamos también al
absurdo de decir que siguen perteneciendo a la
casa Importadora o Armadora, porque no hay
título inscripto a nombre del adquirente y en
tonces, se podrían reivindicar por la terminal o
inclusive un embargo sobre la misma podría
afectarlos?
No podemos hacer decir a la letra de la ley
más de lo que ellas misma dice, ni tergiversar el
espíritu y fundamento del legislador que lo guió
en su redacción (que
a mi entender no era mo
dificar el Código Civil, sino lograr una rápida y
efectiva recaudación). La Ley 13.420 precisa
mente en el art. 102 previo la exoneración del
impuesto que creaba y por tanto de la carga de
inscribir en el Registro de Automotores a la prí
mera enajenación del importador, armador o
fabricante. En tal caso y en el ejemplo reseñado,
cobra plena vigencia lo dispuesto en materia de
bienes muebles por el Código Civil y la propie
dad se prueba por todos los medios que en dicho
cuerpo de leyes se admiten. Y esto es así inde
pendientemente de la posición que
respecto de la inscripción registral es "consti
tutiva" o "declarativa".
se sustente
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHO REGISTRAD
Relación de hechos.
14.04.91 Se introduce una camioneta en
territorio nacional por la firma importadora A.
-
18.04.91 enajena la unidad a favor del
Concesionario B. mediante factura de venta al
contado. B. lo empadrona a su nombre en R., el
25 del mismo mes.
27.05.92 B. lo enajena a C (Escribano
consultante), suscribiendo un
compromiso de
compraventa, quedando saldo de precio. Se
completó el 23.10 según recibos de pago.

Una
Se
CONSULTA 577
-
23.12.92 efectuó transferencia munici
pal a favor de C, quien reempadronó
en Mon
tevideo el 29.12.
09.03 y 16.05.94 Se inscriben embargos
genéricos contra la firma importadora A.
13.10.94 B. y C suscriben compraventa
dando cumplimiento al compromiso de 1992,
con carta de pago total. Se inscribió en el Re
gistro de Automotores de Montevideo.
1995
-
Escribana observó la titulación
en razón de los embargos contra el importador
que afectarían el vehículo. Asimismo, el com
prador gestionó un préstamo del B.R.O.U. para
financiar el negocio, que le fue denegado, en
atención a la incidencia de dichas inscripciones.
El consultante se presentó en ambos Juzgados
a solicitar el levantamiento parcial del embar
go, obteniendo una sentencia favorable en uno
de ellos, y adversa en otro, la que actualmente
está siendo apelada.
Opinión del consultante.
Entiende que los embargos
no afectan la ca
mioneta, argumentando lo siguiente:
1) Desde la vigencia del Decreto-ley 14.948,
derogatorio del art. 100 de la Ley 13.420, el
traspaso de la propiedad de los automotores
opera como un bien mueble cualquiera, mante
niéndose el acto de registración como publici
dad declarativa.
La oponibilidad puede lograrse por docu
mento público o prívado de fecha cierta (art.
1587 del Código Civil) creando una
presunción
relativa de propiedad.
2) Aun estando plenamente vigente la Ley
13.420, en su art. 100 establecía una presunción
jurís tantum: la propiedad de los automotores
podría ser probadapor medios extrarregistrales,
para los casos en que no existiese inscripción
alguna. Tal es así, que la citada ley
en su art.
102 exoneraba del impuesto y de la carga de ins
críbir a la primera enajenación del armador,
importador o fabricante.
En
3) El primer adquirente, por tanto, no tenía
la obhgación de inscríbir.
el caso concreto, a la fecha de adquisición
del vehículo al concesionario, la firma impor
tadora no tenía gravamen alguno sobre sí.
La factura de venta de A. a B., y actos ad
ministrativos con fuerza de documento público
como el empadronamiento de B. y los posterio
res transferencia y empadronamiento, demues
tran con claridad la salida del patrimonio del
importador de la unidad de referencia.
4) La absurda consecuencia de desconocer
toda esa serie de hechos y actos jurídicos es que
en tanto no exista título de propiedad inscripto,
el derecho de propiedad sobre el automotor
seguirá correspondiendo al importador. Aún
los redactores de la Ley 13.420 se hubieran sor
prendido con tal desatino.
5) Finalmente, en el caso cobra plena vigen
cia el régimen del Código Civil y la propiedad se
prueba por todos los medios admitidos por el
régimen, independientemente de la posición
se sustente en cuanto al efecto declarativo
que
o constitutivo de la inscripción.
Consideración del problema.
I. Concepto de automotor.
Esta Comisión se ha expedido durante este
año en dos oportunidades acerca del concepto
de automotor, circunscribiéndolo a las subes
pecies indicadas en el art. 99 de la Ley 13.420.
En los referidos informes, se estableció que, de
acuerdo a la doctrina de derecho comercial, los
vehículos no empadronados (no enajenados al
público por el importador o el concesionario, en
su caso) pueden considerarse como
integrando
la "mercadería" del establecimiento comercial,
siendo los verdaderos "automotores" los que es
tán en condición reglamentaria de circular, que
se logra con el empadronamiento en algún Mu
nicipio.
II. Alcance del embargo genérico.
Mucho se ha discutido acerca del alcance del
art. 380 del C.G.P., respecto de los automotores.
La doctrina dominante, compartida por el in
formante, y tomando en consideración los arts.
547 y 548 del mismo Código, entiende que el
embargo genérico afecta a los automotores en

-
La
578
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tanto el procedimiento judicial en que fue de
cretada la providencia, se haya iniciado después
de la entrada en vigencia del citado cuerpo
(20.11.89), correspondiendo efectuar la indaga
ción judicial para verificar ese extremo.
En el caso, el embargo contra el importador
A., mientras el vehículo no esté empadronado,
afectaría al vehículo como integrante de la mer
cadería, y no como automotor, entrando en el
supuesto del inciso final del referido artículo
que dice "no comprende los bienes concretos
que integran esta universalidad, que deberán
ser objetos de embargos específicos"
III. La oponibilidad.
Respecto de la oponibilidad de las enaje
naciones del vehículo,y al solo efecto de recapi
tular, considero importante
lo siguiente:
hacer mención de
Según la norma y el uso comercial, efec
tivamente hubo una salida del vehículo del pa
trimonio del importador A., documentado con
la factura de venta; asimismo, del patrimonio
del concesionario B .
, según compromiso de com
praventa con los posteriores recibos de pago.
Una primera posición doctrinal entiende
que, de acuerdo ala Ley 13.895 de 07.01.70, que
no ha sido derogada, existe la obligatoriedad de
inscribir todos los actosjurídicos referidos en el
art. 100 de la Ley 13.420, criterio sustentado
por esta Comisión, expediente 69/91, protegien
do de esta manera los principios de inscripción
y prioridad registral, en un todo de acuerdo con
la Ley 10.793. Esta es la garantía de oponibili
dad frente a terceros que el ordenamiento na
cional da al contrato respectivo.
posición contraria sostiene que desde la
derogación de la Ley 13.420, la compraventa de
automotores es consensual, rigiendo plena
mente el Código Civil, por lo tanto la calidad de
dueño habrá de ser probada siempre, estando a
la fecha del acto, primando los criterios de je
rarquía de los documentos (públicos y privados)
y su fecha cierta.
Existen asimismo dos posiciones que la
doctrina acerca del efecto declarativo o cons
titutivo de la inscripción de títulos sobre au
tomotores, debidamente relacionadas en la con
sulta evacuada por esta Comisión, y las de
Derecho Civil y Procesal, expediente 277/90.
Conclusiones.
1) La traba de embargo contra el importador
no afecta al vehículo, en cuanto estuvo en su
dominio en calidad de mercadería comercial, y
en esa misma calidad tiene prueba de su enaje
nación. No puede ser considerado bien regis
trable hasta tanto no se encuentre en condi
ciones reglamentarias de circular, es decir, ha
berse efectuado el acto de empadronamiento.
2) El sistema registral nacional garantiza la
oponibilidad de las enajenaciones de automo
tores en tanto haya documento privado con fir
mas certificadas o escríturapública, debidamen
te inscripto. Si no se observan esos extremos, se
estará a la prueba de la titularidad por los me
dios previstos por la ley, en cada procedimiento.
Esc. Juan Eduardo Lazaroff
Informante
Montevideo, 23 de agosto de 1995. La Co
misión de Derecho Registral integrada por los
Escribanos Susana Cambiasso, Susana Iga
rabide, Ma. Celia Corral, Carmelo Curbelo,
Ana Ma. Canobbio, Enríque Marna, Carlos del
Campo, Rosario Vizcarret, Ma. del Socorro San
giovanni, Martha Toneguzzo, Ana Ma. Ranzetti
y Miguel Cacciatori.
Esc. Inés Rodríguez Sarmiento
Coordinadora
Aprobado por unanimidad por la C.D. de la
A.E.U-, Resol. N" 30403, de 25 de setiembre de
1995.