345 PRESIDENTES DE LA IGLESIA.pdf - Cumorah.org
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nombre a punto de quedar en descrédito."<br />
(Citado en Hinckley, Life<br />
of a Great Leader, pág. 206.)<br />
(17-7) Con la ayuda del Señor, el<br />
presidente Grant conservó su<br />
honor como hombre y como<br />
miembro<br />
"Si hay hombre alguno que tiene<br />
el derecho de decir 'No os pongáis<br />
en deuda', su nombre es Heber<br />
J. Grant. Dad gracias al Señor<br />
de que pude pagarlo todo, y pagarlo<br />
sin pedir un sólo dólar de<br />
descuento a nadie.<br />
No creo que habría podido pagar<br />
lo que debía si no hubiera sido<br />
completamente honrado con el Señor.<br />
Cuando ganaba dinero, la primera<br />
deuda que pagaba era la que<br />
tenía con El. Y creo sin ninguna<br />
duda que si los Santos de los Últimos<br />
Días como pueblo hubieran<br />
aceptado el consejo del profeta<br />
del Señor y hubieran pagado fielmente<br />
sus diezmos, no estarían<br />
en la condición en la que ahora<br />
están." (Grant, Gospel Standards,<br />
pág. 59.)<br />
EL PRESI<strong>DE</strong>NTE GRANT<br />
RECIBIÓ INSPIRACIÓN PARA<br />
ESTABLECER EL P<strong>LA</strong>N <strong>DE</strong><br />
BIENESTAR <strong>DE</strong> ACUERDO<br />
CON LOS PRINCIPIOS<br />
REVE<strong>LA</strong>DOS<br />
(17-8) El plan de bienestar de la<br />
Iglesia estaba basado en leyes<br />
divinas, invariables, morales y<br />
económicas<br />
"Nuestro propósito principal fue<br />
establecer, hasta donde fuera posible,<br />
un sistema bajo el cual la maldición<br />
del ocio fuera suprimida,<br />
se abolieran las limosnas y se establecieran<br />
nuevamente entre nuestro<br />
pueblo la industria, el ahorro y<br />
el autorrespeto. El propósito de la<br />
Iglesia es ayudar a las personas a<br />
ayudarse a sí mismas. El trabajo<br />
debe ser nuevamente el principio<br />
imperante en la vida de los miembros<br />
de nuestra Iglesia." (Grant,<br />
Gospel Standards, págs. 123-24. Véase<br />
también Manual de servicios de<br />
bienestar, pág. 1.)<br />
(17-9) La ley del ayuno es un<br />
cimiento temporal y espiritual del<br />
Plan de Bienestar<br />
"Permitidme prometeros hoy mis-<br />
El presidente Grant habló en la primera transmisión por radio por la estación KZN de<br />
Salt Lake City (1922)<br />
mo que si todos los Santos de los<br />
Últimos Días guardan el ayuno<br />
mensual y pagan honesta y concienzudamente<br />
de este día en adelante<br />
a sus obispos la cantidad<br />
real que hubieran gastado por los<br />
dos alimentos de los que se han<br />
abstenido; y si además pagan su<br />
diezmo apropiadamente, se resolverán<br />
todos los problemas relacionados<br />
con el bienestar de los Santos<br />
de los Últimos Días, ya que<br />
tendríamos el dinero necesario<br />
para cuidar de todos los pobres y<br />
los que se encuentran desocupados.<br />
Cada Santo de los Últimos Días<br />
que ayune dos comidas al mes<br />
recibirá beneficios espirituales y<br />
se establecerá en la fe del evangelio<br />
del Señor Jesucristo, el cual es<br />
un beneficio espiritual maravilloso,<br />
y a la vez, se pondrá en<br />
manos del obispo los medios suficientes<br />
para cuidar de todos los<br />
pobres." (Grant, Gospel Standards,<br />
pág. 123.)<br />
(17-10) El convenio del diezmo es<br />
para los miembros de la Iglesia la<br />
clave del éxito económico<br />
"La clave de prosperidad económica<br />
para los Santos de los Últimos<br />
Días, bajo convenio con<br />
Dios, es pagar un diezmo justo, y<br />
no robar al Señor en sus diezmos<br />
y ofrendas. Aquellos que observan<br />
la ley de los diezmos reciben<br />
prosperidad. Cuando digo prosperidad<br />
no estoy pensando en términos<br />
de dinero únicamente, aunque<br />
como regla general los miembros<br />
que mejor pagan sus<br />
diezmos son los que más prosperan<br />
económicamente. Pero lo que<br />
considero la verdadera prosperidad,<br />
como la cosa de mayor valor<br />
para cada hombre y mujer mortal,<br />
es el desarrollo del conocimiento<br />
de Dios, de un testimonio y el<br />
poder de vivir el evangelio e inspirar<br />
a nuestras familias a hacer lo<br />
mismo. Esa es la mejor clase de<br />
prosperidad . . .<br />
Un hombre dirá: 'Le debo dinero<br />
a mi vecino y debo pagarle antes<br />
de poder ajusfar mis diezmos.'<br />
Bien, yo sé que les debo dinero a<br />
muchos de mis vecinos, y ellos<br />
tratan de cobrarme. Pero le debo a<br />
Dios un diezmo justo. El me ha<br />
dado un testimonio de Jesucristo<br />
y la esperanza de obtener la vida<br />
eterna, y tengo la intención de<br />
pagarle a él en primer término, y<br />
a mis vecinos después. Nuestro<br />
deber es primeramente ajusfar<br />
nuestras deudas con el Señor, y<br />
tengo la intención de hacerlo, con<br />
la ayuda de mi Padre Celestial. Y<br />
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