R estaurantes

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sociedad
están en situaciones económicas inmejorables, niveles de vida
altísimos sienten sin embargo angustia por el “hambre”. Independientemente
de su situación real, sienten angustia, inseguridad,
temor y repiten incesantemente su temor a perder lo
que tienen, o no sienten sólidas sus conquistas y temen perderlas.
En realidad están muy lejos del peligro del hambre
real, pero viven atemorizados de que alguna vez lo puedan
padecer, como que todo lo que tienen siempre es inseguro,
poco, nunca alcanza, siempre se puede perder.
Yo catalogaría a esas personas como las que no han superado
etapas evolutivas, no alcanzando por lo tanto la posibilidad
de “amar”. Puede ser que estén casados, tengan una
vida sexual placentera, quieran a sus parejas, quieran a sus
hijos, pero sus deseos siguen anclados básica y principalmente
en el hambre. A mi criterio, siguen repitiendo el esquema
primario, primero por “hambre” y no pueden avanzar
a la dimensión del “amor”. No pueden alcanzar altura. No
pueden cambiar de deseos. Están muy alto y sin embargo,
se ven siempre con la posibilidad de caer. Entonces cuando
una persona ama profundamente, trascendentemente es porque
superó a mi criterio la etapa del “hambre”, alcanzó una
etapa superior, evolucionó por sobre lo básico.
Sólo me resta aclarar que cuando me refiero a superar la
etapa del “hambre”, no se refiere exclusivamente a lo económico,
sino aquellos que agotaron la etapa angustiante
siempre PUNTA / Invierno 2011