10 de Junio del 2015 Lo mejor de: �Nicholas

La Verdad…
Rogelio Díaz Guerrero
Nacido en Guadalajara, Jalisco el 3 de agosto de 1918. Llegó a la ciudad de México para
estudiar la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México
donde despierta en él la inquietud por la ciencia psicológica por lo que decide cursar dicha
carrera al mismo tiempo que cursa Filosofía y Letras en la misma Universidad. Más tarde
obtiene los grados de Maestro en Psicología y Doctor en Neurofisiología y Psicología en la
Universidad Estatal de Iowa.
Su devoción por la investigación sumada a la influencia de
algunos de sus maestros como Enrique Aragón, Ezequiel
Chávez, Guillermo Dávila, Oswaldo Robles, Antonio Caso,
Samuel Ramos y José Gaos lo orillan a tratar de entender y
explicar la personalidad del mexicano para lo cual parte a lo que
el nombra las premisas histórico-socio-culturales. Por lo que
publica su libro “La Psicología del mexicano”. Propone la teoría
histórico-biopsico-sociocultural del comportamiento,
antecedentes de una teoría, aún más comprehensiva,
denominada Etnología del Mexicano, que ha influenciado a
nuestra ciencia no sólo a un nivel nacional sino también
internacional.
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Gracias a él, se empezó a hablar de la indigenización de la Psicología, la apropiación de los
diferentes pueblos y culturas hacen del conocimiento científico universal.
Entre los principales hallazgos avanzados por Díaz-Guerrero y su grupo de investigación,
se encuentra el que la cultura en la cual el individuo se desenvuelve le proveerá los
fundamentos, estructura y normas aceptables y deseables de conducta.
Díaz-Guerrero y Peck (1963) indicaron que estas normas socio-culturales son una guía de
comportamiento dentro de la familia, el grupo, la sociedad y en las superestructuras
institucionales. Empero, la dirección de estas normas también afecta el desarrollo de la
personalidad, las metas de vida, el estilo de enfrentamiento, la percepción de la humanidad,
la emisión del sexo, la masculinidad y feminidad. Especifica que la sociocultura en la que
un individuo crece y se desarrolla es la base para la formación del carácter nacional, así
como lo que delinea las normas y reglas de conductas aceptables y deseables en la
interacción humana. De esta forma, la conducta social se dirige y determina parcialmente,
dependiendo del grado en que cada sujeto adopta y cree en los dictados culturales.