18.06.2015 Views

Niñez y adolescencia prensa argentina - Unicef

Niñez y adolescencia prensa argentina - Unicef

Niñez y adolescencia prensa argentina - Unicef

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fuentes<br />

Desequilibrios y falta<br />

de pluralidad<br />

Pocas cosas definen mejor la preocupación de los<br />

periodistas por el rigor de nuestro trabajo que el uso<br />

y la cita de sus fuentes. Pocas cosas, también, condicionan<br />

tanto la construcción de un texto periodístico<br />

como la cantidad y calidad de nuestras fuentes. La<br />

crónica con mayor pretensión de imparcialidad<br />

puede adquirir gran poder editorial cuando el texto<br />

se construye sólo a partir de la mirada interesada de<br />

un determinado tipo de fuente.<br />

La Policía para episodios de violencia, los docentes para la<br />

vida de la escuela y el Gobierno para las políticas públicas<br />

pueden resultarnos a diario las fuentes más accesibles, y hasta<br />

las más obvias. Pero no siempre son las mejores y pueden distorsionar<br />

su valor cuando son las únicas. El derecho a la información<br />

nos impone deberes como contrapartida y en la profesión<br />

periodística el uso equilibrado y transparente de las<br />

fuentes es uno de los primeros.<br />

Todo se complica aún más cuando una nota carece directamente<br />

de fuentes. Pues bien: el primer dato saliente de este<br />

monitoreo ha sido que 17,1 por ciento de los textos clasificados<br />

sobre niñez y <strong>adolescencia</strong> han caído bajo la categoría<br />

“No hay fuentes citadas” y otro 9,8 por ciento tuvo al menos<br />

una fuente que no pudo ser identificada.<br />

La falta de fuentes puede dejar partes de la historia sin contar<br />

e impedirle además al lector saber quién es el responsable<br />

de la versión que se publica para obtener así sus propias conclusiones.<br />

Otros riesgos que corremos son los recortes que<br />

impone la falta de contexto, la ausencia de pluralismo y la<br />

hegemonía de las voces más poderosas, en perjuicio por ejemplo<br />

de las voces de los propios niños, niñas y adolescentes y<br />

todo su entorno.<br />

Las causas tampoco son fácilmente reductibles. La escasa pluralidad<br />

de fuentes puede evidenciar también la simple reacción de<br />

periodistas presionados por los tiempos de cierre, o limitados<br />

por la falta de acceso a expertos y Organizaciones de la<br />

Sociedad Civil (OSC’s). Para Agustín Bottinelli, de La Prensa,<br />

las fuentes menos frecuentadas, como las OSC’s, están “escondidas”.<br />

Claudio Jacquelin, de La Nación, menciona el temor a “las<br />

consecuencias legales de citar a personas menores de edad”.<br />

Fernando Capotondo, editor de Crónica vespertina,<br />

sostiene que “las limitaciones en fuentes tienen directa<br />

relación con las posibilidades materiales existentes a la hora<br />

de encarar una determinada noticia. No sólo hablamos de<br />

recursos, sino también de tiempos con respecto al cierre de<br />

la edición”. Pablo Icardi, del diario Los Andes, de<br />

Mendoza, coincide: “Si un periodista debe resolver una<br />

nota en pocas horas, o apenas más de una hora, difícilmente<br />

podrá tomarse el tiempo para analizar y buscar fuentes<br />

alternativas. Y tampoco es sencillo hablar con un niño”.<br />

“La falta de tiempo –aporta Adrián Simioni, de La Voz<br />

del Interior- también es una dificultad para acceder a los<br />

chicos. Entenderlos, saber qué les pasa, distinguir si están<br />

hablando en piloto automático o no, demanda un tiempo<br />

que no demandan otras fuentes más estándar, con quienes<br />

se comparte un contrato de habla más obvio y cotidiano. En<br />

particular, esta dificultad existe con los chicos en situación<br />

más vulnerable. Incluso, por una cuestión de seguridad,<br />

muchas veces no es posible hablar con ellos en su medio.<br />

Eso resta mucho a la posibilidad de escucharlos verdaderamente”.<br />

Los Poderes Públicos,<br />

voz privilegiada<br />

Los Poderes Públicos (40,9 por ciento) quedan a la cabeza<br />

del total de fuentes identificadas, un sesgo marcado de los textos<br />

de la <strong>prensa</strong> <strong>argentina</strong> en general y desde hace mucho<br />

tiempo, que favorece siempre las versiones oficiales.<br />

Las distintas voces agrupadas como Niños y su Entorno<br />

quedaron en un distante segundo lugar de preferencia (17,3<br />

por ciento) y las de la Sociedad Civil (12,3) en tercer lugar.<br />

Y en ese “entorno” son los adultos los que hablan, básicamente,<br />

por los niños (en una relación de 6 a 1). Así como la<br />

sociedad muchas veces no los reconoce como sujetos de<br />

derecho y ciudadanos, la <strong>prensa</strong> tampoco consigue legitimar<br />

su voz en los textos.<br />

. 20 . Fuentes / Periodismo Social

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!