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Suplemento Cultural Tres Mil 27 de Junio de 2015

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| Toque <strong>de</strong> piedra |<br />

Patrimonio <strong>Cultural</strong><br />

y propiedad privada<br />

Fe<strong>de</strong>rico A. Pare<strong>de</strong>s Umaña<br />

Doctor en Arqueología<br />

Director <strong>de</strong>l Proyecto Arqueológico<br />

Cabezas <strong>de</strong> Jaguar<br />

A<br />

pesar <strong>de</strong> la influencia vasconceliana que<br />

los intelectuales orgánicos <strong>de</strong>l régimen<br />

<strong>de</strong> Martínez imprimieron a las políticas<br />

culturales <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XX,<br />

la visión <strong>de</strong> un patrimonio cultural <strong>de</strong><br />

todos y para todos no se consolidó en El Salvador <strong>de</strong><br />

entonces y sigue sin existir en la legislación vigente<br />

o en la práctica cotidiana. Nuestra relación con el<br />

pasado se pue<strong>de</strong> caracterizar con varios sustantivos,<br />

pero entre ellos <strong>de</strong>staca el <strong>de</strong> la privatización. En<br />

la imagen que acompaña este texto vemos dos<br />

monumentos <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> la tradición Cabeza <strong>de</strong><br />

Jaguar que actualmente se alojan en colecciones<br />

particulares. A la izquierda vemos el perfil <strong>de</strong>l<br />

Monumento no. 12, mismo que Stanley Boggs, como<br />

joven arqueólogo llegado al país, conoció en el año<br />

<strong>de</strong> 1943. Veamos un extracto <strong>de</strong> sus notas <strong>de</strong> viaje:<br />

“Acompañado por el propietario <strong>de</strong> esta finca Sr.<br />

Don Guillermo Battle <strong>de</strong> Santa Ana, señores Baratta<br />

y Aguillón <strong>de</strong>l Museo Nacional <strong>de</strong> El Salvador, a<br />

principios <strong>de</strong> 1943, visité una ruina <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rable<br />

extensión en una Finca <strong>de</strong> café […] Esta área <strong>de</strong>be<br />

haber sido en el pasado una <strong>de</strong> las principales vías<br />

<strong>de</strong> circulación entre el valle <strong>de</strong> Santa Ana y el <strong>de</strong><br />

Zapotitán, ya que no hay colinas altas que interrumpan<br />

la ruta. En la actualidad tanto la carretera como la<br />

línea férrea <strong>de</strong> El Salvador R. R. Co. utilizan este<br />

paso.<br />

[…] En la propia finca, a ½ km <strong>de</strong> la casa, se pue<strong>de</strong><br />

ver en las plantaciones <strong>de</strong> café un grupo <strong>de</strong> unos<br />

10 montículos […] El Montículo 1 es bastante<br />

gran<strong>de</strong>; tanto como el Montículo 5 <strong>de</strong> San Andrés<br />

o el Montículo 1 <strong>de</strong> El Trapiche; es <strong>de</strong>cir, alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> 20 m <strong>de</strong> alto y entre 45 y 60 metros en su base.<br />

En su esquina noroeste se ha excavado un pozo que<br />

expone el mortero <strong>de</strong> adobe <strong>de</strong> su construcción. Al<br />

parecer, una espiga horizontal con la talla <strong>de</strong> un<br />

jaguar <strong>de</strong> piedra fue encontrada en dicho agujero,<br />

y luego llevada a la finca […] La cabeza <strong>de</strong> piedra<br />

está tallada en bulto más que la mayoría <strong>de</strong> este<br />

estilo en El Salvador y se diferencia también por<br />

tener un pequeño rostro humano emergiendo <strong>de</strong><br />

la boca <strong>de</strong>l jaguar […] Este sitio es muy digno <strong>de</strong><br />

investigación...”<br />

En pleno siglo XXI, este monumento, <strong>de</strong> refinada<br />

talla y <strong>de</strong> singular importancia para el conocimiento<br />

<strong>de</strong> las civilizaciones prehispánicas <strong>de</strong> El Salvador,<br />

yace en una colección particular <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l territorio<br />

nacional. Es relevante poner <strong>de</strong> manifiesto que el sitio<br />

arqueológico brevemente <strong>de</strong>scrito por Boggs podría<br />

ser tan importante como los que existen en la zona<br />

<strong>de</strong> Chalchuapa, pero a la fecha no se han realizado<br />

trabajos arqueológicos en dicha finca y carecemos<br />

<strong>de</strong> datos para atestiguar el estado <strong>de</strong> preservación <strong>de</strong><br />

los numerosos montículos reportados en 1943, dado<br />

que los dueños <strong>de</strong> la finca no han dado el permiso<br />

necesario.<br />

Propiedad Privada y la Política <strong>de</strong> la Cultura<br />

Así como los importantes vestigios localizados en<br />

la Finca Santa Teresa, la historia prehispánica <strong>de</strong>l<br />

territorio salvadoreño yace en terrenos agrícolas<br />

que, en su mayor parte, se encuentran en propiedad<br />

privada. Ante esta realidad, <strong>de</strong>bemos reconocer que<br />

nuestra legislación vigente en el tema <strong>de</strong> protección<br />

<strong>de</strong>l patrimonio cultural es <strong>de</strong>ficiente, pero la dificultad<br />

mayor que enfrentamos como sociedad no resi<strong>de</strong><br />

solo en las leyes, sino en cómo nos relacionamos<br />

como colectivo con los vestigios <strong>de</strong> nuestro pasado<br />

común. Lo paradójico es que el coleccionismo<br />

privado que aloja los vestigios más relevantes <strong>de</strong>l<br />

pasado prehispánico, se fomenta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la legislación<br />

vigente; dicha práctica se consi<strong>de</strong>ra algo natural, y el<br />

Estado ya ha llegado a insinuar que es incompetente<br />

para proteger los vestigios prehispánicos que se<br />

alojan en propiedad privada.<br />

En la práctica el Estado manda el mensaje <strong>de</strong> que los<br />

bienes patrimoniales están bien en manos privadas, y<br />

que su protección o <strong>de</strong>sprotección es potestad <strong>de</strong> los<br />

particulares, aun y cuando estos no estén dispuestos<br />

a registrarlos. Un cambio <strong>de</strong> filosofía en las políticas<br />

culturales implica que el Estado asuma su papel en<br />

la valoración y custodia <strong>de</strong> los bienes culturales<br />

patrimoniales <strong>de</strong> la nación, y esto requiere <strong>de</strong> varias<br />

acciones concurrentes: la aprobación <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong><br />

Arte y Cultura por parte <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa,<br />

que es un marco idóneo para <strong>de</strong>spués proseguir<br />

con la reforma a la ley específica <strong>de</strong> protección<br />

<strong>de</strong>l patrimonio cultural. Des<strong>de</strong> la sociedad civil,<br />

<strong>de</strong>bemos pedirle al Estado claridad sobre el papel<br />

que está llamado a jugar.<br />

Finalizamos esta nota <strong>de</strong>stacando el monumento #<br />

53 <strong>de</strong> la tradición Cabeza <strong>de</strong> Jaguar que aparece a<br />

la <strong>de</strong>recha en la imagen que acompaña este texto.<br />

Esta singular pieza <strong>de</strong> fina ejecución se aloja en<br />

una colección particular en el extranjero. Según<br />

los tratados internacionales, en un hipotético litigio<br />

para su repatriación, el Estado <strong>de</strong>be justificar quién<br />

es el dueño legítimo <strong>de</strong> esta pieza. Estamos en buen<br />

momento para que las políticas culturales perfilen<br />

una nueva filosofía y una nueva práctica respecto <strong>de</strong>l<br />

reconocimiento <strong>de</strong>l valor supremo que poseen los<br />

vestigios <strong>de</strong>l pasado indígena <strong>de</strong> la nación. A<strong>de</strong>más<br />

es buen momento para discutir sobre el régimen <strong>de</strong><br />

propiedad <strong>de</strong> bienes culturales muebles e inmuebles.<br />

España y Latinoamérica tienen legislación que ha<br />

servido <strong>de</strong> insumo para la redacción <strong>de</strong> la Propuesta<br />

<strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> Arte y Cultura que el FMLN presentó a<br />

la Asamblea Legislativa y que actualmente está en<br />

discusión. ¿Conoce usted ese proyecto <strong>de</strong> ley?<br />

Gracias por escribirme a fe<strong>de</strong>rico_pare<strong>de</strong>s@alumni.upenn.edu<br />

El saco <strong>de</strong> los maestros<br />

El aula es un santuario<br />

<strong>de</strong>l saber don<strong>de</strong> los<br />

maestros hombres<br />

usábamos saco,<br />

mañana tar<strong>de</strong> y<br />

noche, aunque llueva, haga frío<br />

o calor, bajo huracanes o a pleno<br />

sol.<br />

Ya se imaginan trabajar en<br />

La Unión, uno <strong>de</strong> los lugares<br />

más calientes <strong>de</strong> EL Salvador.<br />

Prosalegre<br />

Carlos Burgos<br />

Fundador<br />

Televisión educativa<br />

carlo_burgos@hotmail.com<br />

Llegábamos a las siete <strong>de</strong> la<br />

mañana con saco y corbata,<br />

trabajábamos las primeras dos<br />

horas y a las nueve, ya sudando lo<br />

colgábamos en el perchero y nos<br />

quedábamos con la agradable brisa<br />

<strong>de</strong>l Golfo <strong>de</strong> Fonseca. El instituto<br />

estaba situado a la orilla <strong>de</strong> la<br />

playa. A veces en la marea alta, el<br />

agua invadía el patio y salpicaba<br />

las aulas.<br />

En 1959, yo tenía tres trajes: azul,<br />

gris y café, colores fríos, opacos. Un<br />

año <strong>de</strong>spués compré en el almacén<br />

Caruso una tela <strong>de</strong> casimir, color rojo<br />

con rayas vistosas que contrastaban<br />

con el fondo. Los alumnos me<br />

<strong>de</strong>cían: traje juvenil, traje <strong>de</strong> alegría,<br />

traje <strong>de</strong> músico jelengoso y otros<br />

motes. Pero este traje<br />

era caliente por sí<br />

solo. El día viernes,<br />

al salir <strong>de</strong>l instituto,<br />

este traje me obligaba<br />

no ir a mi habitación<br />

sino al salón Las<br />

Chías, con otros<br />

colegas, Allí<br />

disfrutábamos <strong>de</strong><br />

las polarizadas y <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong><br />

las féminas, sirenas que se habían<br />

escapado <strong>de</strong>l mar.<br />

En cierta ocasión impartía clase<br />

<strong>de</strong> álgebra con ese traje, pero al<br />

alzar la mano para escribir con<br />

yeso en el pizarrón, me sentía<br />

apretado, y no alcanzaba, entonces<br />

me agachaba un poco y levantaba<br />

ambos brazos hacia arriba para que<br />

el saco también subiera y po<strong>de</strong>r<br />

escribir. Rolando Cañas, uno <strong>de</strong> mis<br />

alumnos, al ver este movimiento<br />

reía a carcajadas.<br />

Un día al salir <strong>de</strong> clase le pregunté<br />

por qué ríes tanto.<br />

–Es que me cae en gracia su<br />

movimiento como que ya va a<br />

volar.<br />

–Tienes razón – le dije – si para<br />

alcanzar el conocimiento científico<br />

hay que ascen<strong>de</strong>r.<br />

Treinta años <strong>de</strong>spués me encontré<br />

con Rolando en una recepción que<br />

nos ofrecía la empresa 3M en San<br />

Salvador. Él ya era un hombre<br />

maduro, con bigote espeso y sonrisa<br />

permanente, contador público. Al<br />

verme, <strong>de</strong> inmediato recordó mi<br />

saco y me imitó, con un movimiento<br />

tan real que me invadió la nostalgia<br />

sobre aquellas tierras.<br />

–Quizás solo eso aprendiste en mi<br />

clase – le dije.<br />

–No, profe, si la matemática<br />

que usted nos impartió ha sido<br />

básica para mi profesión con los<br />

números.<br />

Hoy, en <strong>2015</strong>, lo veo en Facebook,<br />

siempre alegre, con su inseparable<br />

bigote, bromista, y jelengoso, con<br />

mucha vida por <strong>de</strong>lante.<br />

La maestra Marina Garzona <strong>de</strong><br />

López, esposa <strong>de</strong> José Mario López<br />

Alvarenga, «comandante Venancio<br />

Salvatierra», nos relató que él<br />

siempre usaba saco. Con Mario<br />

fuimos compañeros en la Escuela<br />

Normal Superior, yo egresé en 1958<br />

y él en 1959.<br />

En cierta ocasión Mario iba<br />

con sus alumnos para la cancha<br />

<strong>de</strong>portiva y advirtió que esta<br />

actividad no era para andar con saco<br />

y lo <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>positado en una casa<br />

para recogerlo al regreso. Cuando<br />

pasó por su saco, la señora le dijo<br />

que ya había venido un muchacho<br />

por tal prenda. Él no había enviado<br />

a nadie. Se quedó sin su saco, y<br />

antes eran caros.<br />

El colega Luis Alfredo Hernán<strong>de</strong>z,<br />

«capitán Ulises», trabajaba en la<br />

escuela Urbana Mixta Pedro Pablo<br />

Castillo <strong>de</strong> Nuevo Cuscatlán. El<br />

director les exigía presentarse a<br />

trabajar con saco. Para llegar tenía<br />

que atravesar un área que llamaban<br />

La Joya, don<strong>de</strong> había cafetales,<br />

caminaba con su saco puesto,<br />

agachado, bajo los cafetos y llegaba<br />

mojado por el rocío.<br />

–¿Qué está lloviendo por dón<strong>de</strong><br />

vienes? – preguntaban sus colegas.<br />

–No, pero nadé bajo el rocío <strong>de</strong>l<br />

cafetal – reían.<br />

En 1973, el presi<strong>de</strong>nte Molina<br />

dispuso que los empleados públicos<br />

incluidos los maestros, no usaran<br />

saco sino guayabera como él lo<br />

hacía. Muchos <strong>de</strong>cían: Molina, con<br />

guayabera, y con bigote y sin bigote<br />

siempre es un…<br />

El viernes 20 <strong>de</strong> <strong>Junio</strong> <strong>de</strong> este año,<br />

los maestros marcharon con traje<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Catedral hasta el INDES,<br />

don<strong>de</strong> se entregarían las medallas<br />

magisteriales. Con este evento,<br />

ANDES 21 <strong>de</strong> <strong>Junio</strong>, en sus 50 años<br />

<strong>de</strong> su fundación, recordaba cómo<br />

los maestros usábamos traje.<br />

Pero con saco y sin saco, el<br />

maestro por vocación, sigue siendo<br />

excelente maestro.<br />

Sábado <strong>27</strong> / junio / <strong>2015</strong> TRESMIL 7

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