Descargar (PDF) - XV Muestra de Dramaturgia Nacional

JEAN PIERRE : Saxofonistas, mujeres, niños, maricones.KIPRIAKIS: Quizás alguno de los que nombró, en su época, lo pudohaber merecido.JUANCLAUDIO: Me extrañan que digan tanta huevada. Chile es un paísdonde no hay ninguna de esas cosas. Ahora entiendo porqué llegaron todos estos chiquillos y sus ancestros a viviracá. Son unos traumados. Pero los hemos recibido bien.Con los brazos abiertos. En Chile puede haber, quizá, unpoquito de clasismo. Pero racismo, jamás. Y eso me parecenatural. Somos muy buenos anfitriones.(Se quedan todos quietos. Continua Juan Claudio)Hmmm, hay un olor un poco raro, como a cebolla frita.TODOS HACEN UNA GRAN ASPIRACION, MENOS EL COREANO.JUAN: Se me debe haber pasado la mano con el bistec a lo pobre.Ay, Miriamcita por qué no me hace ese masajito tan rico enla espalda que usted sabe, ¿ya?MIRIAM: Ya se me puso regalón, mi chinito. ¿Y qué me va a dardespués?JUANCLAUDIOMIRIAM: (Va a tenderse a un camastro) Te presto un Mustang 67para que vayái a tirar pinta a Las Tacas. Claro que no tepodís bajar del auto porque te van a cachar al tiro que eresde La Pincoya. Por muy rica que estís, pos chiquilla.: Chhi. La otra vez un cabros de Las Condes se volvió loquitoconmigo. Y si yo no hablo, no hay ni rocha. Así que mepresta el Mustang, no más.LEO: Veís que todo lo que hablai es pura labia, Juanucho. No tecreís lo de la igualdad chilena ni cuando soñái.9