124 revista <strong>de</strong> la Competencia y la Propiedad Intelectual Nº 10<strong>de</strong> <strong>los</strong> consumidores. En consecuencia, producida la compleja crisis financiera quese inició el año 2008, con sus efectos económicos y sociales, tanto en <strong>los</strong> paísesindustrializados como en las naciones en <strong>de</strong>sarrollo, las empresas han <strong>de</strong>bidorediseñar sus planes <strong>de</strong> negocios para efectos <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lizar a sus clientes y paraa<strong>de</strong>cuar la oferta <strong>de</strong> <strong>servicios</strong> a condiciones más estrictas por parte <strong>de</strong>l usuario.Si aceptamos que en una economía <strong>de</strong> mercado las reglas <strong>de</strong>ben ser equilibradas,en la medida en que el consumidor tiene opciones, <strong><strong>de</strong>rechos</strong> y márgenes para<strong>de</strong>terminar el nivel <strong>de</strong> sus gastos, resulta evi<strong>de</strong>nte que las empresas no están encapacidad <strong>de</strong> imponer <strong>de</strong>terminadas condiciones que no respondan a esa realidad <strong>de</strong>ajuste <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la crisis, salvo que corran el riesgo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r participación en elmercado o que <strong>los</strong> <strong>usuarios</strong> opten por elegir a otro proveedor <strong>de</strong> <strong>servicios</strong>.En etapas monopólicas tal situación no se producía. Pero cuando la políticageneral <strong>de</strong> un Estado, las normas regulatorias y las propias <strong>de</strong>finiciones corporativasse orientan a la competencia, el usuario dispone <strong>de</strong> nuevos elementos para efectos <strong>de</strong>fortalecer su capacidad negociadora. Esta, indudablemente, no se ejerce <strong>de</strong> maneraindividual cuando existe una significativa masa crítica <strong>de</strong> <strong>usuarios</strong>.En el caso peruano, con la existencia en el mercado <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 28 millones<strong>de</strong> teléfonos celulares, pue<strong>de</strong> apreciarse que <strong>los</strong> <strong>usuarios</strong> cuentan en la actualidadcon más opciones para hacer valer su dinero y recibir <strong>servicios</strong> <strong>de</strong> mejor calidad.Cabe preguntarse, en tal sentido, si en condiciones <strong>de</strong> competencia, en que lasempresas procuran aumentar el tráfico, es <strong>de</strong>cir el consumo, y lograr una mayorcomunicación entre <strong>los</strong> <strong>usuarios</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>servicios</strong>, son las políticas regulatorias lasque mejoran el comportamiento <strong>de</strong> la industria o si, por el contrario, la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong>propios consumidores, en conjunción con un buen marco regulatorio para permitirel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>los</strong> negocios y con buenas prácticas <strong>de</strong> competencia por parte <strong>de</strong>las empresas operadoras, transforman la realidad. Tal es una interrogante que no haperdido vigencia y que enfrenta muchas veces a teóricos y académicos.La política <strong>de</strong> competencia aspira a lograr, cuando menos, dos resultados <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la industria operadora. En primer término, aumentar el número <strong>de</strong><strong>usuarios</strong> y, en segundo lugar, incrementar el tráfico <strong>de</strong> manera significativa. Ambosobjetivos, para ser alcanzados, requieren <strong>de</strong> estrategias comerciales que reconozcanla realidad <strong>de</strong>l consumo, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r adquisitivo <strong>de</strong> la población y <strong>de</strong> la necesidad porparte <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong> establecer productos y paquetes <strong>de</strong> carácter comercial que
<strong>Telecomunicaciones</strong>: <strong>ten<strong>de</strong>ncias</strong>, <strong>servicios</strong> y <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>usuarios</strong> 125le resulten atractivos al consumidor y que, por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong>terminen que éste se <strong>de</strong>cidaa utilizar<strong>los</strong> por encontrar ventajas a<strong>de</strong>cuadas y beneficios tangibles.La experiencia reciente <strong>de</strong> la economía internacional y <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong>las empresas que operan en múltiples mercados, es que, en <strong>de</strong>terminados tipos <strong>de</strong>productos y <strong>de</strong> <strong>servicios</strong>, tal como en el caso <strong>de</strong> las telecomunicaciones, no resultaposible aplicar un mo<strong>de</strong>lo único, en el cual <strong>los</strong> criterios vigentes para un mercado<strong>de</strong>terminado puedan ser trasplantados <strong>de</strong> manera automática a otros mercados. Sibien es cierto las gran<strong>de</strong>s políticas son <strong>de</strong> naturaleza global, en la expresión concretaéstas <strong>de</strong>ben a<strong>de</strong>cuarse a la realidad local para ser exitosas.En todo este entorno <strong>de</strong> nuevas realida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> oferta <strong>de</strong> <strong>servicios</strong>, <strong>de</strong>competencia y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un sector tan innovador y dinámico como el <strong>de</strong>las telecomunicaciones, es necesario enfatizar en la información a<strong>de</strong>cuada para elconsumidor y en la educación <strong>de</strong> éste. Tal es una tarea en que <strong>de</strong>ben intervenir, <strong>de</strong>manera conjunta, las propias empresas operadoras, el regulador, las asociaciones <strong>de</strong>consumidores y el Estado, en un marco en el cual se registran cambios significativosen lo que respecta a las relaciones entre <strong>los</strong> actores citados.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esa modificación cualitativa en <strong>los</strong> términos <strong>de</strong> las vinculacionesentre tales actores económicos, políticos y sociales, el factor <strong>de</strong> la neutralidadtecnológica en algunas activida<strong>de</strong>s, como las telecomunicaciones por ejemplo,ha introducido una transformación profunda en lo que respecta a la normativa <strong>de</strong>lsector y, en especial, a la protección <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>usuarios</strong>. El marco <strong>de</strong>innovaciones y <strong>de</strong> competencia constituye el obligado telón <strong>de</strong> fondo. En tal sentidopue<strong>de</strong> hablarse <strong>de</strong> un equilibrio <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> las nuevas opciones <strong>de</strong> elección parael consumidor, a efectos que puedan obtenerse relaciones menos asimétricas entre<strong>usuarios</strong> y proveedores <strong>de</strong>l servicio público.Los cambios <strong>de</strong> naturaleza política y la más activa participación <strong>de</strong> <strong>los</strong>ciudadanos en <strong>los</strong> asuntos públicos, aspecto <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l muro <strong>de</strong> Berlíny, por tanto, <strong>de</strong> la afirmación <strong>de</strong>l consumidor como un agente económico esencial,ha traído consigo la incorporación <strong>de</strong> nuevas dimensiones para analizar y abordarlas relaciones entre todos <strong>los</strong> protagonistas en el área <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>servicios</strong> públicos.De tal manera, aspectos como lo social, lo ético, lo regulatorio y las dimensionestecnológicas y ambientales, han adquirido connotaciones relevantes en unanormativa que <strong>de</strong>be ser dinámica para a<strong>de</strong>cuarse a <strong>los</strong> cambios en la oferta y en ladinámica <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda.
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