10.07.2015 Views

Ver descripción - Museo Virtual de la Emigración Extremeña (Muveex)

Ver descripción - Museo Virtual de la Emigración Extremeña (Muveex)

Ver descripción - Museo Virtual de la Emigración Extremeña (Muveex)

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EXTREMAÑOS3


D.L.: Z-XXX-09Imprime: Gráficas Kalko4


PRÓLOGODebo reconocer que mi buena amiga Juliana (mente inquietadon<strong>de</strong> <strong>la</strong>s haya), me ha puesto en un brete al solicitar que sea yo,quien escriba el prólogo <strong>de</strong> su libro, libro que venía urdiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>hace ya algún tiempo; humil<strong>de</strong> en su contexto, pero <strong>de</strong> un valor intrínseco,difícilmente <strong>de</strong> igua<strong>la</strong>r.En él, Juliana, ha pretendido y, conseguido, recopi<strong>la</strong>r una serie <strong>de</strong>vivencias, recuerdos y costumbres, basándose, esencialmente, enlos re<strong>la</strong>tos proporcionados por <strong>la</strong> numerosa colonia <strong>de</strong> paisanosextremeños que, tiempo há, tuvieron que abandonar aquel<strong>la</strong> amadatierra, cual colonos en busca <strong>de</strong> horizontes más ha<strong>la</strong>güeños.Y… esa travesía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto hacia el incierto futro, los llevóhasta esta noble y acogedora ciudad a oril<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l río Ebro.Obvio en todo extremo resulta <strong>de</strong>cir, que los comienzos <strong>de</strong>bieronser extraordinariamente duros, difíciles, con escasos o nulosmedios, pero, si algún rasgo especial distingue a los extremeños, esesencialmente, el <strong>de</strong> un pueblo trabajador; un pueblo que, seguramente,ha tenido que bregar en <strong>la</strong>s condiciones más duras sin esperar,jamás, ayuda <strong>de</strong> nadie y, que por tal motivo, a nadie le <strong>de</strong>benada.Estas vivencias, repito, son <strong>la</strong>s que Juliana ha p<strong>la</strong>smado en estashojas y, que a buen seguro, harán hume<strong>de</strong>cer los ojos <strong>de</strong> quien <strong>la</strong>slea: recuerdos, costumbres <strong>de</strong>l pasado, autóctonas pa<strong>la</strong>bras olvidadasen el túnel <strong>de</strong>l tiempo, etc.…Por otro <strong>la</strong>do y, para finalizar con este breve prólogo, no quiero<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> manifestar, como buen aragonés que me consi<strong>de</strong>ro, que<strong>de</strong>bemos estar especialmente agra<strong>de</strong>cidos a que personas <strong>de</strong> estatal<strong>la</strong> humana hayan contribuido, con su esfuerzo como auténticospioneros, a <strong>la</strong> creación <strong>de</strong> este pujante barrio que es hoy Val<strong>de</strong>fierro,en el que sus <strong>de</strong>scendientes han echado raíces en perfecta simbiosis,sintiéndose, en <strong>la</strong> actualidad, auténticos maños; lo que le hallevado a su Juliana, a resolver el primer problema que le p<strong>la</strong>nteabael libro, su título: ¡¡¡ EXTREMAÑOS!!!5


Gracias, querida amiga, por darme esta nueva oportunidad <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r volver a manifestar mi admiración (que como bien sabestambién comparte Esther, mi mujer), por tu tierra, por tu gente.INDALECIO ALQUÉZAR JUSTEDiciembre <strong>de</strong>l 20086


Vientos <strong>de</strong>l pueblo me llevan,Vientos <strong>de</strong>l pueblo me arrastran,Me esparcen el corazónY me aventan <strong>la</strong> garganta.Extremeños <strong>de</strong> centeno,Yugos os quieren ponerGentes <strong>de</strong> <strong>la</strong> hierba ma<strong>la</strong>,Yugos que habéis <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarRotos sobre sus espaldas.(MIGUEL HERNÁNDEZ)7


A <strong>la</strong> Asociación Cultural, Paisanos <strong>de</strong> Campillo <strong>de</strong>Llerena, Barrio <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>fierro, Zaragoza.Cómo podría empezar, ¿unos chascarrillos,o una poesía, o simplemente unos versos?,cuando <strong>la</strong> emoción me embarga,y sólo por estar con, todos vosotros,y en estos instantes o momentos.Qué lección nos dais, Extremeños,que año tras año, no os olvidáis, <strong>de</strong> vuestra Tierra,y por supuesto <strong>de</strong>, vuestro Pueblo,CAMPILLO DE LLERENA,Tierra dura, EXTREMADURA.Historia hicieron nuestros antepasados, en tiempos lejanos,e historia hacéis los que regresáis, año tras año,sólo, por unos días, sí,pero nunca, olvidéis,que en Campillo <strong>de</strong> Llerena y en Extremadura,siempre os esperaremos.Como casi todo, en esta vida acaba,he <strong>de</strong> terminar estos versos que os <strong>de</strong>dico,convencido estoy <strong>de</strong> esto, lo afirmo, son, unos versos,¿con cariño?, no sólo con cariño,más amistad, y con muchísimo, Respeto.Un día <strong>de</strong> Mayo, esto expreso,y en honor a <strong>la</strong> Tierra que os acogió, Zaragoza,Aragón,y <strong>la</strong> Tierra don<strong>de</strong> nacisteis, Campillo <strong>de</strong> Llerena, Extremadura,propongo, y no es una pa<strong>la</strong>bra mía,que a partir <strong>de</strong> este momento,os l<strong>la</strong>méis, EXTREMAÑOS.Campillo <strong>de</strong> Llerena, 17 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 2009.9


Soy IsabelTrenado Machío y nací en Campillo De Llerena un 31<strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong> 1944. Mis padres fueron José y Manue<strong>la</strong>.Recuerdo que cuando era pequeña vivía junto a mis hermanasen el campo, porque mi padre, trabajaba guardando el ganado.Vivíamos en un cortijo y, a veces, en un chozo, pero sobre todorecuerdo que éramos muy felices.Cuando mi madre iba al pueblo a comprar nos sentábamos en<strong>la</strong> puerta todo el rato mirando al cielo por si había tormenta; ibaal pueblo montada en un burro y, como es natural, nos preocupabamucho.A mí me gustaba mucho el campo; siempre que podíamos íbamosa buscar tagarnil<strong>la</strong>s, cocineras y hongos, que luego mi madrelos guisaba y estaban muy buenos.También me gustaba mucho jugaral “tejo”.Yo pasaba temporadas en casa <strong>de</strong> mi abue<strong>la</strong> María para po<strong>de</strong>rir al colegio. Mi abue<strong>la</strong> me daba una perra gorda todos los domingospara que comprara altramueces, que también se l<strong>la</strong>maban chorchosy, ¡estaban ricos!El colegio era el <strong>de</strong> Eu<strong>la</strong>lia Pajuelo y, mi maestra fue Dña. Dolorescon <strong>la</strong> cual me llevaba muy bien.En aquel<strong>la</strong> época no había c<strong>la</strong>ses mixtas, por lo cual <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong><strong>la</strong>s chicas y <strong>la</strong> <strong>de</strong> los chicos estaban separadas.Recuerdo que al entrar al colegio por <strong>la</strong>s mañanas cantábamosel “cara el sol” y, por <strong>la</strong>s tar<strong>de</strong>s, hacíamos <strong>la</strong>bores.También empecéa hacer encaje <strong>de</strong> bolillos, pero mi madre me quitó y, siempre meha apenado que lo hiciera, pues me gustaba mucho.En invierno, cuando hacia tanto frío, mi madre nos ponía unasbrasas en aquel<strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas redondas <strong>de</strong> sardinas e íbamos al colegiovolteándo<strong>la</strong>s para avivar<strong>la</strong>s y que duraran más.Recuerdo también, que al recreo nos daban un trozo <strong>de</strong> quesoamarillento y un vaso <strong>de</strong> leche en polvo. Estos alimentos los envidiabanlos americanos pues a consecuencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, había enEspaña mucha <strong>de</strong>strucción.En el mes <strong>de</strong> mayo, cogíamos flores para a ofrecer<strong>la</strong>s a <strong>la</strong> virgenMaría y cantábamos aquello <strong>de</strong>:“con flores a María que madre nuestraes”.11


A <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> fui hasta los 11 años so<strong>la</strong>mente y ya, con esta edad,me pusieron a trabajar en el campo.Cada año para <strong>la</strong> feria <strong>de</strong> Campillo estrenábamos vestido. Lopasábamos muy bien, pues subíamos a <strong>la</strong> noria y también comíamosturrón.En semana santa, mi madre nos hacía “roscas” con un huevoduro en el centro y, también recuerdo, que para S. Isidoro mi tío mellevaba a <strong>la</strong> romería.En navidad, en casa me rega<strong>la</strong>ban una culebrita <strong>de</strong> mazapán quevenía enroscadas en una majita redonda.Acostumbrábamos a pasear <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuatro esquinas hasta losgrupos dando vueltas y más vueltas.Ya, los chicos, nos seguían ytonteábamos con ellos mostrándoles una falsa indiferencia. Tuvebastantes pretendientes pero, mi primer y último novio formal, fueVictoriano, mi marido.Ya con 18 años, vinimos a vivir a Zaragoza. Primero lo hicimosmi hermana María y yo y fuimos a vivir con mi tío Pedro el cuálvivía en una parce<strong>la</strong> en alquiler en Val<strong>de</strong>fierro.Inmediatamente entré a trabajar en una casa, en <strong>la</strong> limpieza y,mi hermana María lo hizo en <strong>la</strong> fábrica <strong>de</strong> turrones “Doravent”-Pasados tres años; o sea; con 21 me casé conVictoriano con elcual he tenido tres hijos: dos chicas y un chico.Los tres primeros años <strong>de</strong> casados vivíamos con mi madre, hastaque mi marido, sin <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> nadie, construyó nuestra parce<strong>la</strong>. Porcierto, que al principio por no tener no teníamos ni agua corriente;¡Qué tiempos aquellos!, pero con qué ilusión tan gran<strong>de</strong> hacíamos<strong>la</strong>s cosas.Hoy, ya jubi<strong>la</strong>dos, echamos <strong>la</strong> vista atrás y nos enorgullece enormementelo conseguido. Con gran esfuerzo sí, pero… ¿No tiene asímás valor?También, como otros paisanos, visitamos Campillo en cuanto senos presenta <strong>la</strong> ocasión y, puedo asegurar, que al recorrer <strong>de</strong> nuevosus calles los recuerdos <strong>de</strong> <strong>la</strong> infancia embargan mi corazón.ISABEL TRENADO MACHIO12


Soy Victoriano Gómez y nací en Campillo <strong>de</strong> Llerena el dio 20<strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 1942, hijo <strong>de</strong> Victoriano y Antonia <strong>de</strong>l “Cantaor”.Con sólo 7 años, ya estaba yo trabajando <strong>de</strong> vaquero con el tío“Vinagre”. Iba al huerto temprano a dar <strong>de</strong> comer a <strong>la</strong>s vacas y ganabauna peseta diaria y <strong>la</strong> comida; que antes <strong>de</strong> llegar al “Cerro Llerena”,ya me <strong>la</strong> tenía comida, tal era el hambre que pasábamos paraquel entonces.Al colegio, como podéis ver, fui muy poco tiempo. Mi maestrorecuerdo que se l<strong>la</strong>maba Don Emilio. Hacíamos “piro<strong>la</strong>” en elCastillejo.Años más tar<strong>de</strong>, con 18 o 19, fui en el pueblo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l trabajoa c<strong>la</strong>ses nocturnas y, <strong>la</strong>s niñas iban a <strong>la</strong> puerta a echar unvistazo.Dejé <strong>la</strong> vaquería y pasé <strong>de</strong> aprendiz <strong>de</strong> zapatero con Jesús <strong>de</strong>lRey. Limpiaba y remendaba los zapatos y ganaba dos pesetas.Después me fui con Miguel, el tío “Cuco” don<strong>de</strong> seguí trabajando<strong>de</strong> zapatero.Dejé <strong>la</strong> zapatería y con 12 años me fui a trabajar con los fabricantes,y hacía toda c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> trabajos <strong>de</strong>l campo: vacas, mulos, y <strong>la</strong>branzahasta los 18 años.Recuerdo que para feria comíamos turrón y bailábamos en elMorimor.También, nos juntábamos los amigos y hacíamos guateque.En San Isidro, en <strong>la</strong> Romería <strong>de</strong> <strong>la</strong> Andihue<strong>la</strong>, comíamos gratis <strong>la</strong>cal<strong>de</strong>reta <strong>de</strong>l Ayuntamiento y que servía mi tía Carmen con uncazo.Para Semana Santa, comíamos escabeche <strong>de</strong> baca<strong>la</strong>o, puchas ychorchos. Paseando, comíamos garbanzos tostados.En Nochebuena también hacíamos guateque.Dejé los trabajos <strong>de</strong>l campo y me metí en <strong>la</strong> construcción y, estandotrabajando en casa <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>rón, en <strong>la</strong> casa vieja <strong>de</strong> los fabricantes,conocí a Isabel.Yo <strong>la</strong> veía entrar y salir y, pensé… ¡Quéguapita es esta muchacha!Un día que fui a casa <strong>de</strong> <strong>la</strong> abue<strong>la</strong> María a buscar a Isabel y, el tíoBasilio me echó <strong>la</strong> bronca.13


Con 20 años me vine a Zaragoza, al barrio <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>fierro. Alprincipio, estuve <strong>de</strong> patrona con <strong>la</strong> Manue<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Paca <strong>de</strong> Serranoy, <strong>de</strong>spués, con <strong>la</strong> Ventura y Elías que me llevaron a su casa.Empecé a trabajar en <strong>la</strong> construcción y, al año, alquilé una casay me traje a mis padres, <strong>de</strong>spués vino mi hermana.Con 23 años, me casé con Isabel, que tenía 21 y, al contrario <strong>de</strong>los gran<strong>de</strong>s viajes que los recién casados organizan hoy día, nosotrosno tuvimos “luna <strong>de</strong> miel”.Al poco me compré un terreno y, trabajando sin <strong>de</strong>smayo, mehice una casa en el barrio.Hoy, jubi<strong>la</strong>do, vivo felizmente con mi mujer, mis tres hijos y misnietas.Por otro <strong>la</strong>do, como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> Asociación <strong>de</strong> “Paisanos <strong>de</strong>Campillo <strong>de</strong> Llerena”, tengo <strong>la</strong> enorme satisfacción <strong>de</strong> visitar nuestroquerido pueblo todos los años, en compañía <strong>de</strong> los amigos campillejosque residimos en este popu<strong>la</strong>r barrio <strong>de</strong> Zaragoza, como esVal<strong>de</strong>fierro. Barrio, que, en aquel<strong>la</strong> época, se consi<strong>de</strong>raba marginal,<strong>de</strong> parce<strong>la</strong>s <strong>de</strong> adobe levantadas al amparo <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche, so pena <strong>de</strong>que <strong>la</strong> autoridad no te <strong>la</strong> echara abajo al día siguiente y, que hoy,cuenta con hermosas parce<strong>la</strong>s y urbanizaciones <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n.Gracias a aquellos pioneros, entre los que contamos no pocosoriundos <strong>de</strong> Campillo <strong>de</strong> Llerena, y otras pob<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> nuestraquerida Extremadura.VICTORIANO GOMEZ GRANDE14


¡Ho<strong>la</strong>!, Soy JOSEFA ASENSIO CHECA.Y nací en ése preciosopueblo que es Campillo, un 23 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1939, como quien dicerecién acabada <strong>la</strong> guerra.Mi padre se l<strong>la</strong>maba Gerardo,“Piche”, y mi madre Leonor,“DeCheca”En mi niñez fui muy poco al colegio y, entre eso, y <strong>la</strong>s pocas ganasque yo ponía, pues aprendí más bien poco. Mi maestra se l<strong>la</strong>mabaPi<strong>la</strong>r.Mi abue<strong>la</strong> Encarnación, trabajaba en casa <strong>de</strong> Doña Pepa, <strong>la</strong> cualfue mi madrina en mi bautizo. Me crié en casa <strong>de</strong> mi madrina hastaque cumplí los 15 años <strong>de</strong> edad. Entonces ya tuve que volver a casacon mi madre para ayudarle, pues éramos cinco hermanos y yo, era<strong>la</strong> mayor. Luego me tuve que ir a servir a Retamar por una cuartil<strong>la</strong><strong>de</strong> garbanzos al año y, tres pesetas al mes.Los domingos íbamos al baile.A los 13 años tuve mi primer amor, pero no pudo ser porquese fue <strong>de</strong>l pueblo a trabajar fuera.Cuando conocí a mi marido,Antonio, yo tenía 18 años. El estabacumpliendo el servicio militar en Mérida y, en un permiso que vinoal pueblo se enamoró <strong>de</strong> mí.Me casé con 21 años y, en mi matrimonio hubo <strong>de</strong> todo; lomejor mis cinco hijos, a los cuales tuve que criar yo so<strong>la</strong>. Resulta,que mis padres se marcharon a D. Benito y, mi marido se fue alnorte a trabajar. Cuando volvió al pueblo, ya venía enfermo y se <strong>de</strong>dicóa arreg<strong>la</strong>r sil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> anea; yo le acarreaba <strong>la</strong>s sil<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> cabezapara que él <strong>la</strong>s arreg<strong>la</strong>ra.En casa criábamos dos guarros; uno para ven<strong>de</strong>r y otro paracasa. Hacíamos morcil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> arroz, chorizos <strong>de</strong> patata y morcil<strong>la</strong>dulce.Teníamos un burro con el que traíamos leña <strong>de</strong>l campo para <strong>la</strong>lumbre. También teníamos un cacho <strong>de</strong> huerto yendo por elcamino <strong>de</strong>l Moro y con el burro llevábamos el estiércol paraabonarlo.15


Mi hijo mayor,Antonio, se fue a <strong>la</strong> “Casenza”, a cuidar guarros.Le pagaban quince mil pesetas al mes.Un tiempo <strong>de</strong>spués, Gerardo también fue a cuidar guarros a <strong>la</strong>“Casenza”.El pequeño Joaquín, como teníamos unas cuantas cabras y, dosó tres ovejil<strong>la</strong>s, se fue <strong>de</strong> pastor con el rebaño <strong>de</strong> otro y nuestrasovejil<strong>la</strong>s.Mi marido echó los papeles en Badajoz para que le concedieran<strong>la</strong> venta <strong>de</strong> los “Iguales”, pero se lo <strong>de</strong>negaron. Le dijeron que lo pidieraen otro sitio y, como él tenía en Zaragoza a sus padres y hermanosse vino para aquí.Una vez en Zaragoza, echó <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> solicitud y, por fin se <strong>la</strong>aprobaron.Al mes justo nos vinimos todos aquí.Como podéis imaginar, fue muy duro y me costó muchas lágrimasabandonar mi familia, mi casa y mi pueblo, pero no quedabamás remedio que emigrar (Qué terrible pa<strong>la</strong>bra ésta).Cuando llegamos, fuimos a vivir al barrio <strong>de</strong> Casab<strong>la</strong>nca en unascondiciones malísimas. De Casab<strong>la</strong>nca nos fuimos a Val<strong>de</strong>fierrodon<strong>de</strong> alqui<strong>la</strong>mos una parce<strong>la</strong>, hasta que pasado un tiempo (<strong>de</strong>mucho trabajo y sacrificio), nos pudimos comprar un piso.En Campillo sigo manteniendo mi casa y dos ó tres veces al año<strong>la</strong> visito.Hoy vivo muy feliz y ayudo a mi hija con los nietos, a los cualesles hablo <strong>de</strong> Campillo muy a menudo para que sepan <strong>de</strong> dón<strong>de</strong>provienen sus raíces.JOSEFA ASENSIO CHECA16


¡Ho<strong>la</strong>!, soy María Gómez Gran<strong>de</strong> y como es fácil <strong>de</strong> adivinar yotambién nací en Campillo <strong>de</strong> Llerena.Corría el año 1940, cuando un 2 <strong>de</strong> junio venía yo al mundo,concretamente en <strong>la</strong> calle López <strong>de</strong> Aya<strong>la</strong>, nº 24 <strong>de</strong> Campillo. Mispadres se l<strong>la</strong>maban Victoriano y Antonia.A <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> como es lógico, empecé con los “Cagones, o sea,con los más pequeños, y <strong>de</strong> aquí pasé al Colegio Nacional “Eu<strong>la</strong>liaPajuelo”, don<strong>de</strong> tuve <strong>de</strong> maestra, (qué bonito es este nombre,“maestra”), a Doña Pi<strong>la</strong>r. Por <strong>la</strong> noche también me daban c<strong>la</strong>se tresmonjas “arrepentías”; También nos enseñaban a coser, y luego alcumplir yo los 9 años, me fui a cuidar un niño pequeño con el queestuve hasta que hizo <strong>la</strong> primera comunión. No me pagaban naday como en otros muchos casos mi sueldo era <strong>la</strong> comida. Por cierto,que estando en esta casa me <strong>de</strong>jaban salir para ir a <strong>la</strong> sastreríadon<strong>de</strong> aprendí a coser.Mi padre tenía un huerto en los pantanos, mi hermano Victorianoy yo íbamos a cavar <strong>la</strong>s lechugas, los ajos y, en fin, todo lo quelleva <strong>de</strong> trabajo un huerto.A los 12 años ya salía por <strong>la</strong>s esquinas Macario, con el cual mecasé años más tar<strong>de</strong>.Recuerdo, que mi hermano Victoriano en cuanto nos veía memandaba para casa y, había que obe<strong>de</strong>cerle porque llevaba un paloen <strong>la</strong> mano.Como Macario porfiaba, mi padre terminó por mandarme conuna tía que estaba en Guadiana <strong>de</strong>l Caudillo a coger algodón, con<strong>la</strong> intención <strong>de</strong> que el obstinado pretendiente me olvidara,pero…Macario, con el pretexto <strong>de</strong> que se iba a Llerena a sacarsee carnet <strong>de</strong> transportista, venía a Guadiana <strong>de</strong>l Caudillo a verme amí. El entonces, trabajaba arrancando chaparros y le daban un duropor cada uno.Contando yo con 17 años, entró en casa para hab<strong>la</strong>r con mimadre y, a <strong>de</strong>cirle que quería ser mi novio y que iba en serio.Así seformalizó <strong>la</strong> cosa.En Campillo como a Macario no le gustaba el baile, nos <strong>de</strong>dicábamosa pasear por <strong>la</strong>s “Cuatro Esquinas”, o nos sentábamos en17


un ve<strong>la</strong>dor a tomar algo. La música sí que recuerdo que le gustabamucho.Para <strong>la</strong>s fiestas <strong>de</strong> agosto me lo pasaba muy bien. Había caballito,carrusel, noria, pero lo que más me gustaba era tirar al b<strong>la</strong>nco con<strong>la</strong>s escopetas,Anda, que no me comía yo bo<strong>la</strong>s <strong>de</strong> caramelo ni nada!¡No fal<strong>la</strong>ba ni una!Cuando Macario entró en quintas, y pensando que le iban a <strong>de</strong>stinara Madrid, me fui a esta ciudad a cuidar niños en una casa; entoncestenía yo so<strong>la</strong>mente 19 años .Nos equivocamos, ya que en elsorteo <strong>de</strong> quintos le tocó servir en… ¡Zaragoza!, en Sanidad.Con el tiempo, Macario l<strong>la</strong>mó a mi hermanoVictoriano para queviniera a trabajar aquí, pues, según le dijo se ganaba dinero.Así quevino mi hermano, mis padres y yo.Vivíamos en una parce<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle Altair, nº 13 <strong>de</strong>Val<strong>de</strong>fierro, enalquiler, e, inmediatamente, me puse a trabajar en <strong>la</strong> limpieza en unacasa.Al cumplir los 25 años, me casé con Macario, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 13años <strong>de</strong> ir juntos, y poco <strong>de</strong>spués, compramos un terreno e hicimosnuestra parce<strong>la</strong> en <strong>la</strong> calle Piscis, 76, que es don<strong>de</strong> sigo viviendo actualmente.También compró una nave para encerrar el camión. El estaba<strong>de</strong> Jefe <strong>de</strong> almacén y se <strong>de</strong>dicaba al reparto y el alquiler <strong>de</strong> un garajeresultaba muy caro.Tuvimos cinco hijos:Tres hembras y dos varones. El mayor se memurió con 19 años y luego también perdí otro con 18, ambos condistrofia muscu<strong>la</strong>r.Pero no acabaron aquí mis penas; mi marido, que nunca había estadoenfermo murió <strong>de</strong> repente a los 57 años, a causa <strong>de</strong> un <strong>de</strong>rramecerebral; El día que cumplíamos 32 años <strong>de</strong> casados, loenterramos.Pero, por si esto era poco, <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> vida me daba otro durogolpe: El mayor <strong>de</strong> mis seis nietos, nacía con el síndrome <strong>de</strong> Down.Hoy vivo con <strong>la</strong> resignación que me permiten mis recuerdos ypara esto participo en cuantos actos se programan en el Centro Cívico<strong>de</strong> Val<strong>de</strong>fierro, que son muchos.18


También formo parte como vocal, <strong>de</strong> <strong>la</strong> “Asociación Las Estrel<strong>la</strong>s,<strong>de</strong>Vecinas yVecinos <strong>de</strong>Val<strong>de</strong>fierro, y recientemente, estuvimosen un programa <strong>de</strong> <strong>la</strong> Televisión Autónoma Aragonesa <strong>de</strong> gran audiencia,don<strong>de</strong> dimos a conocer una <strong>de</strong> nuestras activida<strong>de</strong>s, comoel “Café <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Buenas I<strong>de</strong>as”.Tuvimos un éxito enorme y personas<strong>de</strong> otros barrios <strong>de</strong> Zaragoza, l<strong>la</strong>maron al programa interesándosepor esta actividad.En él tuve un protagonismo <strong>de</strong>stacado, pues como acostumbroa hacer cuando nos reunimos, serví el café incluso a <strong>la</strong> presentadora,pero en esta ocasión me puse un <strong>de</strong><strong>la</strong>ntal b<strong>la</strong>nco y una cofia.También serví pestiños hechos por mí, pues siempre me ha gustado<strong>la</strong> cocina: Flores, pestiños, repápalos, migas o gazpacho, son algunas<strong>de</strong> mis especialida<strong>de</strong>s.Me había olvidado <strong>de</strong>cir antes que Macario, mi marido, compróun terreno en un pueblo cercano a Zaragoza, concretamente enGuerra <strong>de</strong> Gállego, <strong>de</strong> 5.040 metros y, con una piscina <strong>de</strong> 14x7 m.Lo teníamos como un auténtico jardín, y en el bonito porche, pasábamosve<strong>la</strong>das preciosas. Hoy <strong>la</strong>mentablemente, lo tenemos abandonadoy es muy doloroso verlo así.Al igual que mis amigos <strong>de</strong> Campillo, visito el pueblo que me vionacer en cuanto tengo ocasión. ¿Quién pue<strong>de</strong> olvidar sus raíces?MARÍA GÓMEZ GRANDE19


Me l<strong>la</strong>mo JuanaTrenado Algaba. Nací en Campillo en el año 1934y, mis padres fueron Manuel y María “<strong>la</strong> Chaquita”.Al colegio fui muy poco tiempo pues a los nueve años, me pusierona trabajar. Hoy a mis 74 años, voy a <strong>la</strong> universidad popu<strong>la</strong>rpara mayores y, nada es más bonito que saber letras.El colegio no era tal, pues, se trataba <strong>de</strong> una casa particu<strong>la</strong>r queestaba en <strong>la</strong>s cuatro esquinas. Mi maestra se l<strong>la</strong>maba Dña. Pi<strong>la</strong>r.Como <strong>de</strong>cía antes, con nueve años me sacaron <strong>de</strong>l colegio y mepusieron <strong>de</strong> niñera a cuidar una niña que se l<strong>la</strong>maba Joaquina, comosu madre; bueno, a su madre le l<strong>la</strong>maban Quina.El sueldo que me daban era <strong>la</strong> comida y, también recuerdo, que<strong>la</strong>s primeras zapatil<strong>la</strong>s que yo tuve me <strong>la</strong>s regalo esa mujer, porquehasta entonces, siempre había ido <strong>de</strong>scalza.De chica, mi hermana y yo siempre estábamos so<strong>la</strong>s en casa,pues mi madre tenía que ir a trabajar, ya que mi padre murió muyjoven y éramos ocho hermanos. Creo que no tenía más <strong>de</strong> 45 añoscuando falleció; años mas tar<strong>de</strong> en Madrid, también murió una hermanamía con solo 25 años. Estaba sirviendo en una casa.En aquellos años se pasaba verda<strong>de</strong>ra hambre y, al respecto, meviene a <strong>la</strong> memoria una anécdota: un día, entré en casa <strong>de</strong> Clemencia<strong>de</strong> viro saltando <strong>la</strong> tapia <strong>de</strong>l corral con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> coger comida,pues tenía mucha hambre y nada para comer. Entonces se presentóel<strong>la</strong> y, como no sabía dón<strong>de</strong> escon<strong>de</strong>rme, lo hice en <strong>la</strong>s “<strong>de</strong>spensa”.Cuando el<strong>la</strong> abrió <strong>la</strong> puerta y me vio se pego un susto <strong>de</strong> Cristopadre. Luego, fue a hab<strong>la</strong>r con mi madre y le conto lo que había pasadoy, mi madre le dijo: si <strong>la</strong> quieres <strong>de</strong>nunciar <strong>la</strong> <strong>de</strong>nuncias pero,que se le va a hacer, solo tiene 10 años.Cuidando a <strong>la</strong> niña estuve hasta los 14 años, pues con esta edad,me fui a Almendralejo don<strong>de</strong> estaba mi hermana sirviendo. Con mihermana, estuve acogida hasta que me encontraron una casa don<strong>de</strong>entre a servir. Recuerdo que un día me perdí y lloré mucho, porqueno había forma <strong>de</strong> dar con <strong>la</strong> casa don<strong>de</strong> yo servía, ni con <strong>la</strong> queestaba mi hermana al final me ayudaron, y Salí <strong>de</strong>l apuro.Estando en Almendralejo me eche novio. Resulta, que en <strong>la</strong> casadon<strong>de</strong> estaba yo tuvieron que obrar y, él, que era albañil, fue allí.Asílo conocí.21


Después <strong>de</strong> tres años <strong>de</strong> novios nos casamos Patricio y yo; yoentonces tenía 21 años y, mi marido 20. Nos fuimos a vivir a casa<strong>de</strong> mi suegra que estaba enferma <strong>de</strong>l corazón y me hice cargo <strong>de</strong>mi cuñada pequeña que no tenía más <strong>de</strong> dos o tres años.Aparte <strong>de</strong>esta, Patricio tenía dos hermanas más.Al poco <strong>de</strong> casarnos tuve a mi hijo Julio y, mi esposo se tuvo queir a Melil<strong>la</strong> al servicio militar. Él era miope pero así y todo no libró.Al regresar <strong>de</strong> <strong>la</strong> “mili” y no encontrar trabajo en Almendralejo, se vino a Zaragoza y se fue a vivir a casa <strong>de</strong> <strong>la</strong> tía Chefa y Buriles.Yo vine un poco <strong>de</strong>spués con mis tres hijos, pero antes, tuveque enterrar allí a otro que se murió con 5 meses.Todo esto, metoco pasarlo a mi so<strong>la</strong>. Luego, ya en Zaragoza trabajando mi maridoy yo, mandamos el dinero que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>l entierro a mi familia.Al principio nos fuimos a vivir <strong>de</strong> alquiler a una parce<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>calle Hércules <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>fierro.Yo entre a limpiar en una casa y, a los chicos, los <strong>de</strong>jaba por <strong>la</strong>mañana en el portillo, en el colegio que hay <strong>de</strong> monjas. Por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>volvía a recogerlos.DeVal<strong>de</strong>fierro nos fuimos a vivir al otro extremos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad,a <strong>la</strong>s fuentes, don<strong>de</strong> estuvimos en un piso <strong>de</strong> alquiler 8 años y, luego,en una portería <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong> S. José don<strong>de</strong> permanecimos 20 años.Mi marido, que trabajaba también en <strong>la</strong> portería, enfermó ymurió con tan solo 63 años.Ahora, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 9 años, vivo <strong>de</strong> nuevo en Val<strong>de</strong>fierro, en unpiso alqui<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> avenida <strong>de</strong> su mismo nombre.Como comprobáis mi vida ha sido muy sacrificada; nunca pare<strong>de</strong> trabajar, per, así y todo, siempre con gran ánimo <strong>de</strong> espíritu. Noquedaba otra.Hace 2 años, para S.Isidoro, volví a campillo, y… ¡señor que cambiadolo encontré!Hacía unos 20 años que no iba, pero, campillo, lo llevo siempreen mi recuerdo.JUANA TRENADO ALGABA22


Me l<strong>la</strong>mo Manuel Trenado Algaba nací en 1937 soy dijo <strong>de</strong> Manuel(frente Nabo) y María (La Rata), aunque <strong>la</strong> familia era <strong>de</strong> Campillo<strong>de</strong> Llerena, yo nací en Quintana <strong>de</strong> <strong>la</strong> Serena, un pueblo cerca<strong>de</strong> Campillo, porque mis padres temían y huían <strong>de</strong> <strong>la</strong>s bombas <strong>de</strong><strong>la</strong> guerra. Cuando tenía 2 años volvíamos a Campillo y me bautizaron,por entonces esto no era muy normal, porque a los niños seles bautizaba con muy pocos días, pero <strong>la</strong>s circunstancias así vinieron.É ramos 8 hermanos y cuando yo tenía 3 años mi padre murió.Cuando ya tenía 9 años me fui a trabajar a una finca a cuidar 30 cabras,por este trabajo me pagaban 2 reales y comida al día. Coneste trabajo me pu<strong>de</strong> comprar unos zapatos bastos “a p<strong>la</strong>zos” porquecostaban 150 ptas., y lo más gordo es que como acostumbrabaa ir <strong>de</strong>scalzo por <strong>la</strong> necesidad, <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces los llevaba colgando<strong>de</strong>l hombro porque me rozaban. Hasta los 18 años tuve queapren<strong>de</strong>r todas <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores <strong>de</strong>l campo, hacer tejas y lo que surgiera,con 19 años me fije en mi mujer Amparo una chica guapa <strong>de</strong> 16años, que también vivía en Campillo. Se acercaba <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> entraren fi<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> mili, pero aquellos tiempos ser hijo <strong>de</strong> viuda te librabas<strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Como en el pueblo había pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajo,muchos mozos tuvimos que irnos a trabajar fuera.Amparo mi noviaentonces se fue a trabajar a Madrid y yo al poco me fui también.Allítrabajábamos los dos; el<strong>la</strong> <strong>de</strong> niñera y yo en <strong>la</strong> construcción. Noscasamos en Madrid en <strong>la</strong> iglesia <strong>de</strong> Chamartín a <strong>la</strong>s 9 <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañanaen un 15 <strong>de</strong> Diciembre con un frío he<strong>la</strong>dor.Pensareis que vaya horas, pero os lo voy a explicar: si me casabaa <strong>la</strong>s 9 valía 50Pts, si te casabas a <strong>la</strong>s 12 valía 1000 pts, pero aúnhay más, si te casabas a <strong>la</strong>s 6 <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana era gratis (vaya chollo).En Madrid nació nuestro primer hijo José Manuel y a los 4 mesesnos fuimos a Zaragoza que es don<strong>de</strong> todavía vivimos.Aquí han nacidomis otros tres hijos. Junto con mi mujer y mis cuatro hijos vivimosbien acomodados, aunque tres <strong>de</strong> ellos ya están casados ytengo cinco nietos. La vida a veces ha sido dura, pero tambiénhemos tenido muchas alegrías. Des<strong>de</strong> que llegamos aquí, estuve trabajandoen <strong>la</strong> construcción.Actualmente tengo 71 años y llevo unos cuantos jubi<strong>la</strong>do,he vuelto al pueblo varias veces a ver a mis paisanos. Ahora que23


podríamos ir más a menudo mis bronquios no me lo permiten perobueno, no me puedo quejar, porque aquí tengo a mi familia y mishermanas para estar con ellos aunque siempre seré EXTREMEÑO.MANUEL TRENADO ALGABA24


Me l<strong>la</strong>mo Amparo Lombardo Rico soy hija <strong>de</strong> Antonio (el Tremendo)y Joaquina (<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> huerta <strong>de</strong> Graná). Nací en Campillo DeLlerena en 1940. Cuando tenía un año y medio, y con 5 meses <strong>de</strong>diferencia uno <strong>de</strong> otro, me quedé huérfana junto con mis cuatroshermanos. La mayor tenía 13 años y yo, <strong>la</strong> más pequeña. Nos acogieronmis abuelos maternos, ellos nos sacaron a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte como buenamentepudieron, porque verte con 5 niños <strong>de</strong> golpe no tiene queser fácil. Mis abuelos tenían una huerta “<strong>la</strong> huerta <strong>la</strong> Graná” y vendíanen <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za lo que recogían. Mientras mis abuelos iban a ven<strong>de</strong>r<strong>la</strong>s verduras y hortalizas, mi hermana <strong>la</strong> mayor cuidaba <strong>de</strong>nosotros, incluso nos hacia los juguetes, que por entonces <strong>la</strong>s muñecasy <strong>la</strong>s pelotas eran <strong>de</strong> “trapo”.Aún con todas <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l momento éramos felices. Con 8 años iba hacer <strong>la</strong> comunión,no pudo ser porque mis abuelos fallecieron y tuvimos que posponerlopara más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte. Mi hermana Josefa (<strong>la</strong> mayor) y su maridose hicieron cargo <strong>de</strong> mí y mis hermanos, ellos ya eran más mayoresy ya podían co<strong>la</strong>borar en <strong>la</strong> casa. Cuando tenía 12 años me pusea trabajar cuidando el niño <strong>de</strong> <strong>la</strong> señoraTrini “<strong>la</strong> Pana<strong>de</strong>ra” que mepagaba 2,5 Ptas. Según iba creciendo, podía hacer más <strong>la</strong>bores ypodía cambiar <strong>de</strong> trabajo si me ofrecían más dinero. En el últimotrabajo que estuve en una casa ganaba 25 Ptas. Pero no era suficientepara <strong>la</strong> necesidad que había. La mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mozas fueronmarchando fuera <strong>de</strong>l pueblo para ganar más. Cuando tenía 18 añosmi amiga A<strong>de</strong><strong>la</strong> “<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Chozil<strong>la</strong>” que ya trabajaba en Madrid, meofreció <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> trabajar en <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores <strong>de</strong> una casa don<strong>de</strong>el<strong>la</strong> trabajaba. La diferencia era para no pensárselo, me pagaban1000 Ptas. al mes, comida y alojamiento. Mi novio Manuel se quedóen Campillo, más tar<strong>de</strong> también vino a Madrid a buscar trabajo.Alpoco tiempo nos casamos. Fue una boda con pocos invitados porque<strong>la</strong> familia no tenía muchas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> viajar. Fue un díafeliz aunque echábamos <strong>de</strong> menos a nuestra gente.Alqui<strong>la</strong>mos unCadil<strong>la</strong>c azul y cruzamos todo Madrid para hacernos <strong>la</strong>s fotos en unestudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Puerta <strong>de</strong>l Sol, y <strong>de</strong>spués al convite.Tuve mi primerhijo, José Manuel, que nació precioso con 4 kilos y medio.Aunqueteníamos una buena vida familiar en Madrid, nos vinimos a Zaragozaporque prácticamente toda <strong>la</strong> familia se habían venido <strong>de</strong>l puebloy así podríamos estar juntos. Mis otros tres hijos han nacido aquí25


y también mis nietos. Hemos tenido una vida plena, con altibajoscomo todo el mundo, pero ha habido más momentos felices que recordar.Lo que no puedo olvidar, ni olvidaré, es mi pueblo Campilloque lo llevo en el corazón.Tengo 68 años y se me llena <strong>la</strong> bocacuando hablo <strong>de</strong> él. Mí hab<strong>la</strong>r y mi sentir, me <strong>de</strong><strong>la</strong>tan. Espero quealgún día no muy lejano podamos volver a verte Campillo <strong>de</strong> Llerena.AMPARO LOMBARDO RICO26


Me l<strong>la</strong>mo María GuijeñoValver<strong>de</strong> y nací en Campillo De Llerenaun 27 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1924. Mis padres fueron Juan, “culorroto”, yPaca <strong>de</strong> Hornacho.En mis primeros años, fui a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> <strong>de</strong>l pueblo y tuve <strong>de</strong> maestraa Dña. Pi<strong>la</strong>r.Al contrario <strong>de</strong> lo que ocurre hoy en que <strong>la</strong>s pobrescriaturas van “eslomadas” por el peso <strong>de</strong> sus mochi<strong>la</strong>s llenas<strong>de</strong> libros, yo solo llevaba uno, el famoso “Catón” y, acaso, un catecismo.Como <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s en casa apretaban, comencé a trabajar a<strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 12 años en Isabel <strong>de</strong> <strong>la</strong> Mariquita.En mis ratos libres me encantaba corretear por <strong>la</strong>s calles <strong>de</strong>lpueblo que habían sido empedraras por mi padre.Esta vida sufrida, aunque alegre para una niña <strong>de</strong> 12 años, se viotruncada por el estallido <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra civil; que como todos sabeis,es <strong>la</strong> menos civilizada <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s guerras, suponiendo que algunalo sea.Recuerdo que el día que entraron en Campillo los “nacionales”,mi padre se hal<strong>la</strong>ba trabajando en el campo, pero que todos juntos,salimos <strong>de</strong>l pueblo por el camino <strong>de</strong>l moro entre los tiros y, llegamosa Quintana De La Serena don<strong>de</strong> estuvimos un año. De nuevo,con <strong>la</strong> entrada en esta pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> los “nacionales”, tuvimos quesalir y, en esta ocasión, llegamos hasta Val<strong>de</strong>mauco, pueblo este <strong>de</strong><strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Ciudad Real, don<strong>de</strong> ya permanecimos hasta finales<strong>de</strong> <strong>la</strong> contienda fratricida en el 39.De nuevo toda <strong>la</strong> familia regresamos al pueblo, y yo con mis 15años cumplidos, me puse a trabajar. Eran años duros los años 40(los l<strong>la</strong>mados <strong>de</strong>l hambre), don<strong>de</strong> el trabajo se pagaba únicamentecon <strong>la</strong> comida.Fuera <strong>de</strong>l trabajo, nos <strong>de</strong>dicábamos a pasear por <strong>la</strong>s “<strong>la</strong>nchas” y,también, a bai<strong>la</strong>r en el Zurrón, el Joñito y el salón <strong>de</strong> cuentas.De los juegos <strong>de</strong> mi infancia recuerdo <strong>la</strong> “pído<strong>la</strong>” (como pue<strong>de</strong>verse en <strong>la</strong> foto); también jugaba al “tejo”, y me encantaba cogermariposas.Como se pue<strong>de</strong> ver, a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s penurias mi infancia fue muybonita pues siempre he sido una persona muy alegre.29


De mi primer amor juvenil, no guardo muy buen recuerdo, porlo cual, no merece <strong>la</strong> pena hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> ello.Ya, con 23 años, me case con Lorenzo Tamayo, con el cual tuvesiete hijos.Corría el año 1957, cuando <strong>de</strong>cidimos <strong>de</strong>jar, con todo dolor <strong>de</strong>nuestros corazones, nuestra querida tierra. Mi marido, como entantos otros casos simi<strong>la</strong>res, se fue por <strong>de</strong><strong>la</strong>nte un par <strong>de</strong> mesesantes al objeto <strong>de</strong> encontrar acomodo para su prole y, este, lo encontróen el barrio <strong>de</strong> Las Fuentes don<strong>de</strong> fuimos a vivir.Recuerdo que cuando llegamos a Zaragoza, mi hija pequeña contabasolo con ¡dos añitos!En estas condiciones tocaba trabajar sin <strong>de</strong>scanso y… mi maridoLorenzo en <strong>la</strong> construcción, yo en una casa <strong>de</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za sanFrancisco, don<strong>de</strong> me pagaban <strong>la</strong>s 3000Ptas. que nos costaba el alquiler<strong>de</strong>l piso <strong>de</strong> Las Fuentes, y mis dos hijos mayores, sacamosa<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, <strong>de</strong> forma ejemp<strong>la</strong>r, a <strong>la</strong> familia compuesta por ¡nueve personas!.Hoy a mis 82 años, sigo añorando mi tierra extremeña; mi CampilloDe Llerena y, siempre que se me presenta alguna ocasión, lovisito con gran emoción por mi parte.MARIA GÜIGEÑO VALVERDE30


Soy Basilio Algaba Cabanil<strong>la</strong>s y nací en Campillo De Llerena (Badajoz),un 17 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1929, en <strong>la</strong> calle so<strong>la</strong>nas; hijo <strong>de</strong> Basilioel cano <strong>de</strong> <strong>la</strong> “Rata” y, <strong>de</strong> Consuelo Cabanil<strong>la</strong>s.Con 7 años conocí <strong>la</strong> Guerra Civil, pero antes, mis padres, mishermanos, y yo, estábamos en <strong>la</strong> finca “el saltaero”, pues mi padreestaba allí <strong>de</strong> guarda.Cuando estalló <strong>la</strong> contienda, volvimos a Campillo pero tuvimosque huir <strong>de</strong> allí. Fuimos hacia Quintanar De La Serena, don<strong>de</strong> permanecimosdos años y, al entrar en Quintanar los nacionales, tuvimosque correr y llegamos hasta La Mancha (Ciudad Real) don<strong>de</strong>ya nos quedamos hasta que termino <strong>la</strong> guerra.A <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, como podéis imaginar, fui muy poco tiempo perotodavía me acuerdo <strong>de</strong> mi maestro que se l<strong>la</strong>maba D. Emilio.Como <strong>de</strong>cía,al finalizar <strong>la</strong> Guerra volvimos a Campillo;yo ya contabacon 10 años, y me acuerdo como si fuera ahora mismo, <strong>la</strong> miseriaque nos envolvía. El hambre era atroz y, por estos motivos, mefui a guardar guarros, vacas o lo que saliera.Me pagaban 1,5Ptas. Pero no me daban <strong>de</strong> comer; el patrón sel<strong>la</strong>maba José ortega y, estuve trabajando para él hasta que cumplí los16 años.Tenía mucha hambre, pero yo me <strong>la</strong>s apañaba bien: compartía <strong>la</strong>sbellotas y <strong>la</strong>s habas con los guarros y, <strong>la</strong> teta <strong>de</strong> <strong>la</strong> vaca, <strong>la</strong> mitadpara el becerro y, <strong>la</strong> otra mitad para mí.Con <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 16 años, me fui a guardar ovejas con ValentinaGata. Estuve unos meses , y me pagaba 60Ptas.Al mes y <strong>la</strong> comida.De cualquier forma, yo creo que si no me llega a <strong>de</strong>spedir a cabocomiéndome hasta <strong>la</strong>s cabras; a esa edad y en el campo, el apetitono se saciaba nunca.Después, me fui con mi hermano Antonio <strong>de</strong> guarda a una sierraa cuidar un rebaño <strong>de</strong> unas 350 cabras y, allí, no había más quemonte y lobos. En mi vida he pasado más miedo.En el año 46, cuando mas apretaba <strong>la</strong> hambruna, me vine <strong>de</strong>nuevo a Campillo y, nos alimentábamos <strong>de</strong> cocineras, tagarnil<strong>la</strong>s yalgunas habas que robábamos.Con 19 años, <strong>la</strong> vida empezó a cambiar.31


Había siega y, en compañía <strong>de</strong> mi padre, nos <strong>de</strong>dicábamos a estemenester; el trabajo era muy duro, pero te ponían buena comida y,entre broma y broma <strong>de</strong> los segadores, <strong>la</strong> vida se hacía más agradable.También hacíamos <strong>la</strong>drillos y tejas, picón y carbón vegetal queluego lo vendíamos.Total que se trabajaba en lo que salía.A los 22 años, y tras celebrar una gran <strong>de</strong>spedida con mis mejoresamigos: “Caracoles”, el “Quintanejo”, “Zaramal<strong>la</strong>” y, algunosmás partí para Melil<strong>la</strong> con los quintos <strong>de</strong> Campillo. FranciscoTriviño;Enrique Trenado;Victoriano Valenzue<strong>la</strong>; Juan Alcántara, Juan Abad yJuan Vita. A cada uno nos tocó servir en un regimiento diferente,pero nos juntábamos los domingos.Al licenciarme volví al pueblo y me casé con mi prima Juliana,con <strong>la</strong> que ya éramos novios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> críos.Tuvimos tres hijos, y comoel trabajo escaseaba, me llevó a pensar en emigrar con otros compañerosa Francia; pero al final, cambié <strong>de</strong> ruta a Zaragoza, pues enesta ciudad, se encontraban trabajando mis hermanos y mis sobrinos.Comencé a trabajar en <strong>la</strong> construcción y, pronto mi mujer, tambiénempezó a trabajar.Aquí en Zaragoza nacieron dos hijos más.Siempre he sido un luchador y me ha tocado trabajar mucho,pero hoy, que estoy próximo a cumplir 80 años, aún recuerdo mipueblo con nostalgia.Mis años mozos, <strong>la</strong>s juergas con mis amigos, <strong>la</strong>s risas y los vasillos<strong>de</strong> vino que nos ponían alegres (<strong>de</strong> buen rollo, como se dicehoy día), y nos hacían olvidar <strong>la</strong>s carencias <strong>de</strong> entonces.Ahora, cuando vuelvo a mi pueblo con <strong>la</strong> “asociación paisanos <strong>de</strong>Campillo”, me gusta recorrer, <strong>de</strong>spacio, sus calles y los lugaresdon<strong>de</strong> otrora corrí <strong>de</strong> niño.Tiempos duros aquellos pero… ¡qué feliz, a pesar <strong>de</strong> todo, fuien mi pueblo!BASILIO ALGABA CABANILLAS32


Me presento: mi nombre es Juliana Trenado Algaba y, nací el día30 <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong>l año 1929 en Campillo <strong>de</strong> Llerena (Badajoz), en <strong>la</strong>calle P<strong>la</strong>zue<strong>la</strong> Nº10. Soy hija <strong>de</strong> Manuel y María <strong>de</strong> <strong>la</strong> tía “rata”.Con 7 años estábamos en el campo cuando estalló <strong>la</strong> guerraCivil. Mis padres se quedaron en Campillo y yo, con unos vecinosque huían a <strong>la</strong> Mancha (Ciudad Real) me fui con ellos, hasta quepoco <strong>de</strong>spués, nos juntamos toda <strong>la</strong> Familia allí, don<strong>de</strong> permanecimosdurante <strong>la</strong> guerra.De nuevo, y con 10 años cumplidos, regresamos todos a Campillo.Eran tiempos malos, difíciles y <strong>de</strong> pasar muchas hambres (asíen plural) máxime, en una familia como <strong>la</strong> nuestra compuesta porlos padres y ocho hermanos; podéis imaginaros <strong>la</strong>s ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s quepasábamos.Con esta edad <strong>de</strong> tan solo 10 años me puse a trabajar en elcuidado <strong>de</strong> un niño en casa <strong>de</strong> los “fabricantes” y, el jornal era <strong>la</strong>comida.Recuerdo que corría por <strong>la</strong>s calles <strong>de</strong> mi pueblo <strong>de</strong>scalza, perocon alegría porque al atar<strong>de</strong>cer, nos juntábamos todas <strong>la</strong>s niñas asaltar a <strong>la</strong> comba.Con 17 años me fui a trabajar a Almendralejo con mi primaChefa, y con mi hermana Isabel. Fueron, recuerdo días felices, porquetuvimos <strong>de</strong> patrones muy buenas personas.En el parque <strong>de</strong> <strong>la</strong> piedad <strong>de</strong> Almendralejo, nos juntábamos losdomingos todas <strong>la</strong>s chicas que servíamos <strong>de</strong> niñeras con los pequeñosy, nuestras risas, se <strong>de</strong>jaban oír entre los árboles fue <strong>la</strong> primeravez que vi el cine.A los 19 años regresé a Campillo a trabajar y estuve con unosseñores muy buenos que se l<strong>la</strong>maban Dña.Ventura y D. Minervino.Fue por aquel entonces cuando me hice novia formal <strong>de</strong> miprimo Basilio (“Chilio”), el que hoy, sigue siendo mi marido.Me casé en Campillo y, me fui a vivir con mi madre y mi hermanoel pequeño.¿Queréis saber dón<strong>de</strong> y como hicimos nuestro viaje <strong>de</strong> novios?.Pues bien: fuimos a Badajoz y, lo hicimos ¡en una so<strong>la</strong> bicicleta! Mistres hijos mayores nacieron en Campillo.Yo no trabajaba entonces35


(ya sabéis, que al hecho <strong>de</strong> cuidar <strong>de</strong> los hijos y <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa en aquel<strong>la</strong>época no se consi<strong>de</strong>raba trabajo.Y, hoy poco menos), pero, anuestra manera, éramos felices.A principios <strong>de</strong> los años 60, mi marido, como otros muchoscampillejos, <strong>de</strong>cidió emigrar a Francia, pero, nos escribió mi cuñadaChefa y mi cuñado Burile que tenían casa en Zaragoza y, tambiéntrabajo para nosotros; así que cogimos nuestras viejas maletas y, eldía 3 <strong>de</strong> <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong> 1963, llegábamos a Val<strong>de</strong>fierro.Aquí, en Zaragoza, nacieron dos hijos más. Los comienzos enesta ciudad fueron muy duros; también trabajábamos los dos, mimarido y yo, y mi madre, que también vivía con nosotros, cuidaba<strong>de</strong> los hijos.Hoy, a mis 79 años, vivo feliz con mi marido, mis hijos, mis nietosy mis biznietos, que son mi vida.A mi pueblo vuelvo <strong>de</strong> vacaciones y siempre que puedo (no tantascomo <strong>de</strong>searía) y, últimamente lo hice con <strong>la</strong> asociación <strong>de</strong> campillejoscreada aquí y, aunque los avatares <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida hicieron echarraíces en esta noble tierra, mi querido pueblo extremeño siempreestará en mi recuerdo.JULIANA TRENADO ALGABA36


No se me hace nada difícil recordar mi niñez en mi pueblo, miniñez feliz, pese a todas <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s y carencias <strong>de</strong> que se componíannuestras vidas entonces.Los amaneceres en “La Huerta <strong>la</strong> Graná”, que era mi hogar, esosamaneceres rojos y amarillos <strong>de</strong> mi tierra. Cierro los ojos y veo ami padre salir con mis hermanos Gabriel y Diego a <strong>la</strong> faena <strong>de</strong>l día;huelo <strong>la</strong> “cebail<strong>la</strong>” en el fogón don<strong>de</strong> mi madre preparaba los frugales<strong>de</strong>sayunos, que nos <strong>de</strong>cían que un nuevo día comenzaba.Por aquellos parajes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Huerta, transcurrió mi niñez. Jugabacon mis primos y no necesitábamos nada para ser felices, sólo nuestraenergía para correr, saltar y un sin fin <strong>de</strong> cosas que se nos ocurrían.Recuerdo una vez saltando entre los mojones y el puente<strong>de</strong>l “Pocico”, me caí y, nuestras alegres risas, parecen retumbar enmis oídos.Con siete años me colocaron a trabajar con una familia <strong>de</strong>l pueblo;se suponía que para cuidar a Cándido, un niño que era mayorque yo; hoy, en el recuerdo tan lejano y con una sonrisa me pregunto:¿Quién cuidaba a quién ?. Me pagaban un duro.Así contribuíaa <strong>la</strong> economía familiar.La escue<strong>la</strong> <strong>la</strong> visité poco, eran tiempos difíciles y no pensábamosmucho en <strong>la</strong> cultura, era cuestión <strong>de</strong> supervivencia.Con doce años me “ajusté “en casa <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eustaquia y su hermanoManuel, también familia <strong>de</strong>l pueblo; fueron tiempos… bueno,había lo que había y no teníamos opción a elegir.Con dieciséis años tuve mi primer amor; un campillejo que sel<strong>la</strong>maba Juan.Me encantaba ir al baile <strong>de</strong> “Cuenta”, me quitaba los calcetinespara parecer mayor y que me <strong>de</strong>jaran entrar. Iba con mi prima Amparoy mis amigas, Constanza, Mari Carmen y Mari. Los tiemposeran difíciles como ya dije antes, pero nosotras éramos felices ennuestro pueblo. En <strong>la</strong> feria, los paseos por el ro<strong>de</strong>o, nuestros vestidosnuevos, nuestros miraditas cómplices con los muchachos, nuestrocachito <strong>de</strong> turrón…Y <strong>la</strong> Semana Santa…paseábamos por <strong>la</strong> “Huerta <strong>la</strong> Graná”, (queera <strong>de</strong> mis abuelos) y nos comíamos unas lechugas que quitaban el37


sentío. Las matanzas para Noche Buena en casa <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eustaquia mehartaba yo <strong>de</strong> “bofe”, que me encantaba.Mi madre también criaba guarros, pero para ven<strong>de</strong>rlos. Nosotrosno nos podíamos permitir matarlos.Con esta edad y con los hermanos mayores vigi<strong>la</strong>ndo para queno te juntaras con los chicos, pocas re<strong>la</strong>ciones podíamos tener. Recuerdoque mi hermano Diego, ¡el guantazo que me dio un día en<strong>la</strong>s Cuatro Esquinas!, porque me vio hab<strong>la</strong>ndo con uno.Mi hermano Gabriel era muy trabajador, iba por ramas parahacer picón.Mi padre y mis dos hermanos, trabajaban juntos segando en“Canta el Gallo” o don<strong>de</strong> salía.Con veintitrés años me vengo a Zaragoza con mi hermana Maríay sus cuatro hijos pequeños, su marido ya se había venido antes abuscar trabajo. Nos metimos todos en casa <strong>de</strong> mi hermana Luisa;tenía solo dos habitaciones y una pequeña cocina, en Val<strong>de</strong>fierro.Mi padre también estaba ya en Zaragoza con mis hermanos.Empecé pronto a trabajar y a ganar mil pesetas al mes; eso eratodo un jornal.A los ocho meses <strong>de</strong> estar enVal<strong>de</strong>fierro, mandamosl<strong>la</strong>mar a mi madre al pueblo y se vino con mi hermana pequeña Joaquina.Alqui<strong>la</strong>mos nuestra propia casa, y empezó una nueva vida.Por ésa época conocí a Francisco, el que sería mi marido: mecasé y tuve tres hijos. No todo fue <strong>de</strong> color <strong>de</strong> rosa, era un barrioque empezaba, no había agua corriente, ni estaban asfaltadas <strong>la</strong>s calles,pero sí había un gran grupo <strong>de</strong> campillejos y <strong>la</strong> nostalgia <strong>de</strong>nuestra querida tierra, nos unía.Val<strong>de</strong>fierro es ahora un gran barrio.Vivimos muy bien acomodadosy nuestros hijos son maños, pero mi Campillo nunca moriráen mi recuerdo.ANTONIA TAMAYO38


La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> hacer una “Asociación <strong>de</strong> Paisanos <strong>de</strong> Campillo DeLlerena”, todos residiendo en <strong>la</strong> actualidad en Val<strong>de</strong>fierro (Zaragoza),nace <strong>de</strong> <strong>la</strong> necesidad y <strong>de</strong> <strong>la</strong> inquietud <strong>de</strong> que no se pierdannuestras costumbres.Nuestra forma <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, nuestra gastronomía, <strong>la</strong> historia <strong>de</strong>nuestro pueblo y con el<strong>la</strong> <strong>la</strong> nuestra propia y <strong>de</strong> nuestros antepasadostodos ellos Campillejos.Queremos <strong>de</strong>jarle a nuestros hijos y nietos nacidos en Aragónuna herencia muy especial y es… que no olvi<strong>de</strong>n nunca <strong>de</strong> don<strong>de</strong>proce<strong>de</strong>n.Invitándoles a conocer <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Extremadura animándoles aque lleven a sus hijos/as Campillo De Llerena el pueblo <strong>de</strong> sus padresy abuelos el pueblo don<strong>de</strong> tantos <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> cariño y añoranzanos une.Nuestro mayor <strong>de</strong>seo es que, con este humil<strong>de</strong> libro nacido másque <strong>de</strong> <strong>la</strong> pluma <strong>de</strong>l corazón que<strong>de</strong> constancia <strong>de</strong> esas pequeñas ygran<strong>de</strong>s historias todas el<strong>la</strong>s reales y vividas por sus autores.Contadas a su manera, sin quitar ni añadir nada.¡ Con que entusiasmose han escrito estas líneas!, unas veces con sonrisa y otrascon lágrimas ante el dramatismo y lo crudo <strong>de</strong>l recuerdo. L<strong>la</strong>ma <strong>la</strong>atención, que todos los paisanos que han participado escribiendotrozos <strong>de</strong> su vida coinci<strong>de</strong>n en <strong>de</strong>cir: ¡Qué feliz fui en mi pueblo!Aquí enVal<strong>de</strong>fierro tenemos participación en <strong>la</strong> Semana Culturalcon el proyecto:“Viviendo nuestras raíces”.Tiene mucho éxito;nos juntamos los campillejos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Asociación y hacemos puchas, repápalos,gazpacho, tostadas con manteca colorá, flores, gañotes y un<strong>la</strong>rgo etc.… <strong>de</strong> p<strong>la</strong>tos que <strong>de</strong>spués consumimos entre nosotros yofrecemos a <strong>de</strong>gustar a paisanos <strong>de</strong> Aragón que a <strong>la</strong> vez nos ofrecensus p<strong>la</strong>tos típicos. La alegría es general y disfrutamos mucho. En2006 tuvimos <strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> que nos acompañaron en este evento elentonces alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Campillo JuanValenzue<strong>la</strong>, su esposa, Paco y sunovia; pasamos un día feliz entre recuerdos <strong>de</strong> nuestro CampilloDe Llerena y <strong>la</strong> vida propia en Zaragoza.Hemos hecho cuatro viajes a Campillo, una vez al año dos enSan Isidoro y dos en Semana Santa. Este es el proyecto mayor y41


más esperado <strong>de</strong> todos los socios. Des<strong>de</strong> el día que empiezan lospreparativos para el viaje hasta que volvemos es todo entusiasmoy alegría.Todos somos jubi<strong>la</strong>dos, vamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los cincuenta años ypico hasta más <strong>de</strong> los noventa y nos une sin lugar a dudas el amora <strong>la</strong> tierra.No quiero terminar estas líneas sin dar <strong>la</strong>s gracias a los dueños<strong>de</strong> <strong>la</strong> Casa Rural y el restaurante Maldonado; allí nos alojamoscuando vamos al pueblo. Son gente entrañable, nos hacen comidastípicas <strong>de</strong> Campillo, y no nos falta ni un <strong>de</strong>talle con ellos. La CasaRural es para nosotros como un hotel <strong>de</strong> cinco estrel<strong>la</strong>s.Por <strong>la</strong>s noches, antes <strong>de</strong> irnos a dormir hacemos “botellón”como los jóvenes y cantamos…, mezc<strong>la</strong>mos <strong>la</strong> jota aragonesa, con<strong>la</strong>s cop<strong>la</strong>s popu<strong>la</strong>res extremeñas, chascarrillos, y cuentos <strong>de</strong> siempreverídicos ocurridos en Campillo y, es imposible <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong>sensación que nos envuelve, es esa sensación <strong>de</strong>… estamos en casa.El viaje lo hacemos en los autobuses <strong>de</strong> Juan; viene <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Campilloa buscarnos a Zaragoza, y <strong>de</strong>spués nos trae otra vez. El sabelo que significa para nosotros este viaje.Tenemos un nuevo amigo que resi<strong>de</strong> en Mérida, Soriano: el nosestá ayudando y animando a terminar este libro.Le conozco solo <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra, porque en persona no lo he vistonunca, pero tiene <strong>la</strong> voz recia y sincera que caracteriza al extremeño<strong>de</strong> bien. Espero que en el próximo viaje, podamos toda <strong>la</strong>Asociación conocerle y darle un fuerte apretón <strong>de</strong> manos.No quiero olvidarme <strong>de</strong> dar <strong>la</strong>s gracias a José Luís Calvo por suapoyo a <strong>la</strong> Asociación.JULIANA ALGABA42


MADRE ENCINAMadre encina que vivesBajo el cieloMoreno <strong>de</strong> Campillo tanQuerido,Tú corazón ma<strong>de</strong>ra estáEncendidoComo un altar <strong>de</strong> tierraSobre el suelo.Buscando van los ángelesEn el hieloTe arrodillo mi alma en míPañuelo.Oh madre <strong>de</strong> los recios encinaresDe esta brava y viril ExtremaduraCapital vegetal, patria <strong>de</strong> besos.Como el viento que reza en tus altaresQuiero abrir esta tierra dulce y duraY morirme besándote los huesosLUIS ALVAREZ LANERO43


RELATO DE UNA EXCURSION A CAMPILLODE LLENERA “SEMANA SANTA DEL 2008”Aprovechando <strong>la</strong> invitación <strong>de</strong> nuestros amigos campillejos, mimujer Esther, y yo, tuvimos <strong>la</strong> ocasión <strong>de</strong> visitar aquel<strong>la</strong>s tierras extremeñasy, concretamente, Campillo.En el autobús que fletó (y ya es el cuarto año consecutivo quelo hace), <strong>la</strong> “Asociación Cultural <strong>de</strong> Paisanos <strong>de</strong> Campillo”; asociaciónregistrada a todos los efectos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace dos años, salíamosrumbo a aquel<strong>la</strong> comunidad autónoma a <strong>la</strong>s 22h. <strong>de</strong>l MiércolesSanto, llegando a nuestro <strong>de</strong>stino a <strong>la</strong>s 6:50h. <strong>de</strong>l Jueves Santo con<strong>la</strong>s primeras luces <strong>de</strong>l alba.Debo reconocer, que para alguien que como yo no tiene facilida<strong>de</strong>n conciliar el sueño, el viaje nocturno en sí, resulto un tantopesado.Pero… valió <strong>la</strong> pena realizarlo ¡Vaya si valió!Nada más llegar nos alojamos en <strong>la</strong> “Casa Rural <strong>la</strong> Posada”; casamagníficamente ambientada, a <strong>la</strong> vez que muy céntrica.Este primer día lo <strong>de</strong>dicamos a visitar el pueblo (los naturales,no daban dos pasos sin tener que parar a saludar a los paisanos) y,en honor a <strong>la</strong> verdad, <strong>de</strong>bo reconocer que ni mi esposa, ni yo, esperábamosencontrar un pueblo tan bonito y acogedor.En primer lugar, lo que más atrajo nuestra atención fue, sin duda,su extremada limpieza: fachadas pulcramente enca<strong>la</strong>das; aceras sinrastro <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sagradables “recaditos”, que los dueños <strong>de</strong> los canesno tienen a bien recoger y, puertas, como si hubieran sido barnizadaspocas horas antes.Asimismo, nos l<strong>la</strong>mó también <strong>la</strong> atención <strong>la</strong> anchura <strong>de</strong> sus calles,máxime, cuando que <strong>la</strong> altura <strong>de</strong> los edificios en su mayoría, nosobrepasan <strong>de</strong> p<strong>la</strong>nta baja y una alzada.Por cierto, que casi todas <strong>la</strong>s viviendas tienen <strong>la</strong> puerta abierta,al objeto, <strong>de</strong> que el viandante pueda apreciar <strong>la</strong> belleza ornamental<strong>de</strong> sus patios, en los que hay que <strong>de</strong>stacar preciosas cance<strong>la</strong>s <strong>de</strong>ricas forjas (forjas, que abundan asimismo en <strong>la</strong>s balconadas) y, ar-45


tísticas figuras y bellos y caros jarrones <strong>de</strong> porce<strong>la</strong>na.Por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, tuvimos ocasión <strong>de</strong> visitar un par <strong>de</strong> granjas <strong>de</strong><strong>la</strong>famado cerdo “Ibérico”; <strong>la</strong> potenciación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s industrias <strong>de</strong> e<strong>la</strong>boración,tratamiento y conservación <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne (sin olvidarse <strong>de</strong><strong>la</strong>s condiciones <strong>de</strong>l suelo; el clima; y <strong>la</strong> abundancia <strong>de</strong> pastizales y <strong>de</strong>hesas)ha llevado con todo merecimiento a este sector, al auge actual.El Viernes Santo, acompañamos a nuestros amigos al Camposanto,don<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> ellos, tienen allí a sus <strong>de</strong>udos enterrados,<strong>de</strong>jando sendos ramos <strong>de</strong> flores.De vuelta al pueblo visitamos <strong>la</strong> “ermita <strong>de</strong>l Divino Señor” <strong>la</strong>cual, según pu<strong>de</strong> leer en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ca que hay en <strong>la</strong> entrada, data <strong>de</strong>lS.XVIII (1721).Después <strong>de</strong> comer y, haciendo tiempo para <strong>la</strong> procesión, paseamoshasta el colegio nacional “Eu<strong>la</strong>lia Pajuelo”, lo que provocó, enel algunos <strong>de</strong> nuestros acompañantes, emotivos recuerdos <strong>de</strong> <strong>la</strong> infancia.La procesión fue muy concurrida y, aunque humil<strong>de</strong>, seguida portodos con gran <strong>de</strong>voción.El Sábado Santo visitamos Zafra (en tiempos romanos conocidacomo “Segeda”, e, incluso,“Restituta Iu<strong>la</strong> Imperial”, según nos explico<strong>la</strong> guía) y, en el<strong>la</strong>, el alcázar <strong>de</strong> los duques <strong>de</strong> feria; y <strong>la</strong> colegiata<strong>de</strong> nuestra señora <strong>de</strong> <strong>la</strong> Can<strong>de</strong><strong>la</strong>ria; Convento <strong>de</strong> Santa C<strong>la</strong>ray, p<strong>la</strong>za chica y p<strong>la</strong>za gran<strong>de</strong>. Encantadora ciudad, Zafra.El domingo <strong>de</strong> resurrección y <strong>de</strong> vuelta a <strong>la</strong> capital <strong>de</strong>l Ebro visitamosMérida (antigua Emérita Augusta”, con sus famosísimos teatroy anfiteatro romanos. ¿Qué se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> estas milenariasmaravil<strong>la</strong>s que no haya sido dicho ya?Después <strong>de</strong> comer en esta ciudad y <strong>de</strong> nuevo en el autobús,pue<strong>de</strong> comprobar (ya me había dado cuenta <strong>de</strong> esto al <strong>de</strong>jar Campillo)que mis compañeros entraban en una fase <strong>de</strong> me<strong>la</strong>ncolía, alir <strong>de</strong>jando atrás <strong>la</strong> patria chica.No quiero terminar estas breves notas recogidas al vuelo, sinexpresar mi opinión personal <strong>de</strong> este viaje; opinión, que es compartidatotalmente por mi mujer: <strong>de</strong> siempre, nos han pintado Ex-46


tremadura como tierra pobre (“si alguien te dice que Extremaduraes pobre, dile que ¡tú padre es pobre”! Pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>l Sr. Ibarra), sinrecursos (cuánto daño le ha hecho el <strong>la</strong>tifundio; o pelícu<strong>la</strong>s como“<strong>la</strong>s Ur<strong>de</strong>s” <strong>de</strong> mi paisano turolense L. Buñuel) pero, lo que yo hepodido apreciar es totalmente diferente: he visto una tierra perfectamentebien trabajada <strong>de</strong> un color rojo oscuro hermoso; <strong>de</strong>unos extensos campos <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>s espigas <strong>de</strong> trigo y cebada; <strong>de</strong> unacabaña <strong>de</strong> ganado ovino y, porcino, que dudo pueda ser igua<strong>la</strong>dopor cualquier otra comunidad; he visto también gran<strong>de</strong>s viñedos y,un olivar, rico y joven.Me han encantado sus pueblos. Pequeños pueblos apegados a <strong>la</strong>tierra cual si quisieran pasar <strong>de</strong>sapercibidos, pero, que su inmacu<strong>la</strong>dab<strong>la</strong>ncura, hace harto difícil este propósito.Y por encima <strong>de</strong> todo… sus gentes. Gente humil<strong>de</strong> (que nosiempre es sinónimo <strong>de</strong> pobreza), trabajadora, leal en <strong>la</strong> amistad,<strong>de</strong> <strong>la</strong>s que van <strong>de</strong> frente; gente, en <strong>de</strong>finitiva, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que me gustana mí.Finalmente, quiero felicitar a <strong>la</strong> “Asociación Cultural <strong>de</strong> Paisanos<strong>de</strong> Campillo”, por <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor que vienen <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo tanto aquí, enZaragoza, (recientemente han salido en un programa <strong>de</strong> máximaaudiencia en <strong>la</strong> televisión local) como, esencialmente, en el apartado<strong>de</strong> <strong>la</strong>s excursiones anuales a Campillo <strong>de</strong> Llerena. Excursiones,que al realizar<strong>la</strong>s en grupo posibilitan que personas <strong>de</strong> edad avanzaday limitados recursos, puedan satisfacer el natural <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> visitarsu amada tierra extremeña.INDALECIO ALQUÉZAR JUSTE(PRIMAVERA DEL 2008)47


Nací en Campillo <strong>de</strong> Llerena, provincia <strong>de</strong> Badajoz el 28 <strong>de</strong> Noviembre<strong>de</strong> 1944, en <strong>la</strong> calle Santa Ana. Soy hijo <strong>de</strong> José (el Conqui)e Isabel. Me l<strong>la</strong>mo Juan Gran<strong>de</strong> Machío.El pueblo, en aquellos tiempos, era agríco<strong>la</strong> y gana<strong>de</strong>ro.Tenía, apesar <strong>de</strong> que <strong>la</strong> economía no era <strong>la</strong> mejor, 6.000 habitantes.Yo era un niño feliz. Empecé el colegio a los cinco años conmucha ilusión, pero al cabo <strong>de</strong>l tiempo esa ilusión se fue perdiendo.Fue muy duro para mí; me levantaba a <strong>la</strong>s siete <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana, me <strong>la</strong>vabaen una pa<strong>la</strong>ngana porque ni baño había.El <strong>de</strong>sayuno era una tostada con aceite porque no había paramás. Encendía <strong>la</strong> estufa con picón, <strong>la</strong> estufa hecha con una <strong>la</strong>ta <strong>de</strong>sardinas con un agujero y, un a<strong>la</strong>mbre atado en los extremos. Porel camino tenia que ir dándole vueltas para que no se apagara.Tengo que <strong>de</strong>cir, que los medios <strong>de</strong> trabajo eran malos; trabajábamoscon material <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> época. La tinta <strong>la</strong> teníamos que hacercon una pastil<strong>la</strong> <strong>de</strong> color azul, en <strong>la</strong> botel<strong>la</strong> poníamos <strong>la</strong> pastil<strong>la</strong> y, asííbamos rellenando el tintero.El tintero lo poníamos en el pupitre que tenía un agujero pero,había un problema: que el tintero no ajustaba bien, y cada dos portres, se caía al suelo rompiéndose en mil pedazos; se manchabatodo, el suelo, <strong>la</strong> ropa, todo. Nuestros padres no le daban importanciaa eso, era normal, escribíamos con pluma y, cuando se rayabanos <strong>la</strong> cambiaban por otra.En aquellos tiempos los padres no te acompañaban porque teníanque trabajar. El camino era muy <strong>la</strong>rgo, aproximadamente un kilómetroy medio. Aquello era mi sacrificio, no por los estudios,sino porque tenía miedo al profesor; aquello no parecía un colegio,sino una aca<strong>de</strong>mia militar.Lo primero que teníamos que hacer era formar y cantar el¡Cara al Sol!; como todos los críos <strong>de</strong> mi edad, era travieso y, porcualquier cosa te castigaban con media hora con los brazos en cruzy, en <strong>la</strong>s palmas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos, sujetando los libros, o si no, te tiraban<strong>de</strong> <strong>la</strong>s patil<strong>la</strong>s.En mi infancia no todo fue malo, cuando yo tenía diez años, mipadre se puso a trabajar en una finca que se l<strong>la</strong>maba, ¡El Bercial!49


Yo me iba con mi padre cuando tenía fiesta en el colegio. Allíconocí a los hijos <strong>de</strong>l comandante.Tenía cuatro hijos, tres varonesy, una hembra y, recuerdo que se l<strong>la</strong>maban: Enrique,Aurelio,Antonioy María <strong>de</strong>l Carmen. Enrique y Aurelio eran mayores que yo,13 y 14 años respectivamente y,Antonio, <strong>de</strong> mi edad.Me enseñaron a montar a caballo y, aunque por mi corta edadme costo apren<strong>de</strong>r, al final lo conseguí. Cada uno teníamos un caballoy, muchos días montábamos y nos íbamos por <strong>la</strong> sierra comolos bandoleros y, por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, hacíamos guardia a un animal muertopara que se acercaran los buitres y, cuando llegaba alguno, le disparábamoscon una escopeta <strong>de</strong> aire comprimido.A los doce años, mis padres emigraban a Andalucía para cuidarovejas y, por este motivo, tuve que <strong>de</strong>jar el colegio y emigrar juntoa ellos.Empecé a trabajar <strong>de</strong> pastor con doce años, y estuve allí hastalos diecisiete. No me gustaba ser pastor. Era muy duro.Teníamosque hacer trashumancias <strong>de</strong> ocho a diez días y, el rebaño era <strong>de</strong>ochocientas cabezas. Para llevarlo solo estábamos mi padre, JoséManuel y yo. El camino se hacía <strong>la</strong>rgísimo, andábamos <strong>de</strong> 15 a 20 kilómetrosdiarios. El transporte eran dos yeguas y, empleábamospara llevar <strong>la</strong> comida y el equipaje, nosotros siempre a pie.A los dos años me fui al servicio militar y, estando allí, mi vidasufrió un duro golpe: mi padre murió en un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tráfico; uncoche lo mató cuando salía <strong>de</strong> trabajar.Tan solo tenía 56 años.Yome hundí, porque mi padre era todo para mí y, mi familia, psicológicamentey, económicamente, quedó mal.Hundido como yo estaba le conté al teniente lo que había sucedidoy, me dijo ya lo arreg<strong>la</strong>remos. Me dio cinco meses <strong>de</strong> permisoy, cada mes iba <strong>de</strong> Cádiz a Zaragoza. Los meses <strong>de</strong> permisolos empleaba en trabajar en <strong>la</strong> obra.Cuando terminé el servicio militar, me fui a Zaragoza en busca<strong>de</strong> mi familia, ellos estaban allí, puesto que se marcharon <strong>de</strong> Andalucíaen 1966, y me puse a trabajar en una obra.A los cuatro meses lo <strong>de</strong>jé. No me gustaba <strong>la</strong> obra y me puse atrabajar en una fábrica <strong>de</strong> maquinaria agríco<strong>la</strong>. Entré en 1967 y, a los50


dos años, ya era oficial <strong>de</strong> segunda y, a los cuatro, <strong>de</strong> primera. La vidame sonreía; todo lo amargo que viví en <strong>la</strong> niñez, se convertía endulce: conocí a una chica preciosa,Amalia, y enseguida me enamoré.El<strong>la</strong> tenía algo especial, por eso, en 1974 nos casábamos.Me sentía lleno, feliz, y tan solo me faltó mi padre para tener <strong>la</strong>dicha completa, aunque pecaría <strong>de</strong> ingrato, si no reconociera elcalor <strong>de</strong> mis suegros que son para mí como padres, pues me handado tanto amor, como si fuera su hijo.Al año <strong>de</strong> casarme tuve una hija, Leticia. Es lo más bonito que mepasó. El<strong>la</strong> es todo para mí y, he intentado siempre, darle todo loque a mí no pudieron darme; mi madre se <strong>de</strong>shacía por mis hermanosy por mí, pero no había medios. Por ese motivo, nunca epermitido que le faltara <strong>de</strong> nada a mi hija y, hoy puedo <strong>de</strong>cir orgulloso,que es una gran mujer.La vida me ha dado todo; soy un hombre completo y, a día <strong>de</strong>hoy, puedo <strong>de</strong>cir que soy feliz. Después <strong>de</strong> 41 años trabajando en¡Lan<strong>de</strong>r Internacional S.A.!, soy un hombre jubi<strong>la</strong>do <strong>de</strong> 64 años y,tengo una situación acomodada, con <strong>la</strong> que puedo disfrutar <strong>de</strong> mifamilia que es lo mejor que tengo.He llegado a <strong>la</strong> conclusión <strong>de</strong> que, <strong>la</strong> vida, te <strong>de</strong>vuelve todo loque un día te quita.JUAN GRANDE MACHÍOZaragoza 28 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong>l 200851


En 1948, en un pueblo extremeño l<strong>la</strong>mado Campillo <strong>de</strong> Llerenanacía yo, Magdalena Gran<strong>de</strong> Machío .Tuve cuatro hermanos.Vivíamos en <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l hermano <strong>de</strong> mi madre, mi tía Visita; erasegún yo recuerdo muy trabajadora y muy buena. Mi tío era el pana<strong>de</strong>ro<strong>de</strong>l pueblo y, era querido <strong>de</strong> todos.Como éramos pequeños, mis primos y yo nos escondíamos <strong>de</strong>bajo<strong>de</strong> <strong>la</strong> cama.Nos fuimos toda mi familia a Sevil<strong>la</strong>, a vivir en un ¡chozo! con <strong>la</strong>sovejas que guardaba mi padre. De mi padre tengo un recuerdo muybonito porque me adoraba y, me l<strong>la</strong>maba ¡mi pocholita!. …l ahorrabapara que no nos faltara comida en el invierno.Yo trabajaba mucho en el campo, y un tractor nos llevaba por<strong>la</strong> mañana a coger algodón, era un trabajo muy duro. Cuando llegabana pesarlo por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, se quedaban asombrados <strong>de</strong> lo que yohabía recogido con solo 12 años que tenía.También iba a recogerolivas y, hacía tanto frío, que me calentaba <strong>la</strong>s manos con una tejacaliente envuelta en una manta. Las manos se me quedaban he<strong>la</strong>das.También recolectábamos y escardábamos garbanzos, trigoÖEsavida no era para mí, no me gustaba nada; yo prefería coser, hacer encargosy punto. Había una señora que cosía camisas y, yo, cogía lostrocitos para hacer sabanas para <strong>la</strong> señora.Me fui a Sevill<strong>la</strong> a casa <strong>de</strong> los dueños <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ovejas y, me trataroncomo una más <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa, incluso me prestaban trajes andaluces<strong>de</strong> <strong>la</strong>s hijas, para ir al Rocío.A los 16 años nos vinimos a Zaragoza toda <strong>la</strong> familia. Me encontreausente, porque iba mirando los carteles y no sabía lo que<strong>de</strong>cían, ya que no sabía leer ni escribir.Entonces, me fui a una aca<strong>de</strong>mia que daban c<strong>la</strong>se para mayoresy, recuerdo, que era <strong>la</strong> única chica pero, yo iba contenta porque ibaaprendiendo lo que no sabía y, estuve 20 años sirviendo para unosmaestros.A los 17 años se murió mi padre; lo que más queríamos en estavida nos lo arrebató un coche.A los 19 años conocí a Pascual; hoydía es mi marido y el padre <strong>de</strong> mis tres hijos.También tengo ya unanieta que es una joya <strong>de</strong> niña.53


Durante 27 años he estado con una señora y, cuando se murió,me quedé con los hijos en una empresa y aún estoy con ellos.De mi madre tengo muchos recuerdos. Le hice una misa en Extremadurapor una promesa, y me gustó tanto, que a los años volvía mi pueblo y me quedé maravil<strong>la</strong>da <strong>de</strong> lo bien que hab<strong>la</strong>ban losvecinos <strong>de</strong> mi madre. Se me quedó grabado en el corazón y, aprovecho<strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí, para agra<strong>de</strong>cérseles.Todo cambió. La vida sigue con sus penas y glorias, pero nuncaolvidaré, aquellos años que viví en Campillo <strong>de</strong> Llerena.MAGDALENA GRANDE MACHÍO54


Me l<strong>la</strong>mo Consuelo Zache Moruno y, nací el día 18 <strong>de</strong> Diciembre<strong>de</strong> 1943. Esta es mi historia: nací en Hornachos, en <strong>la</strong> calle San Francisconº 21;en una pequeña casa <strong>de</strong> sólo dos habitaciones y <strong>la</strong> cocina,don<strong>de</strong> estaba el fuego y hacíamos <strong>la</strong> comida.Allí teníamos que comer <strong>de</strong> lo que había, que no era mucho,pero lo que teníamos nos sabía bueno.Tenía tres hermanos: Juan José, Petra y Miguel.A los tres días <strong>de</strong>nacer, mi madre me llevó al campo ya que mi padre era pastor; allíteníamos que vivir en ¡chozos! que estaban hechos <strong>de</strong> anea.Ahoranos quejamos <strong>de</strong> lo pequeños que son los pisos ¡aquello si que erapequeño! .Así viví mis primeros años.A los seis años ya ayudaba a mi hermano a cuidar ovejas porqueél solo no podía. Las ovejas eran muy puñeteras: tenían <strong>la</strong> hierba <strong>de</strong><strong>la</strong>ntepero se iban a los sembrados y, anda, que no se enfadaba eldueño y, con razón.En los ratos libres íbamos a coger espárragos para ven<strong>de</strong>rloslos fines <strong>de</strong> semana.Don<strong>de</strong> trabajaba mi padre pasaba un río que se l<strong>la</strong>maba Mataché,allí había dos molinos don<strong>de</strong> se molía <strong>la</strong> cebada para hacer harina. Enel río había muchos peces, les poníamos trampas l<strong>la</strong>madas ¡ganlitos!que se ponían en <strong>la</strong> corriente, y así los cogíamos.También recolectábamostacarnil<strong>la</strong>s, vomazas, berros y otras cosas silvestres.Cuando tenía once años me tuve que poner a trabajar; habíaque ayudar a <strong>la</strong> casa. Entraba a <strong>la</strong>s ocho <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana, y salía a <strong>la</strong>socho <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>.A los quince años, me fui a Sevil<strong>la</strong> con mi tía a cuidar a un niñopequeño, don<strong>de</strong> estuve tres años.En una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces que vine al pueblo conocí al que hoy es mimarido y, al venir <strong>de</strong> Sevil<strong>la</strong>, me fui a trabajar a Almendralejo.Aquíestuve hasta que me casé a los 23 años.Lo que saqué <strong>de</strong> trabajar, fue que llevé el traje <strong>de</strong> novia <strong>de</strong> missueños. Era muy bonito y aun lo conservo.A <strong>la</strong> semana <strong>de</strong> casarme me fui a Tarragona, a un pueblo quese l<strong>la</strong>ma San Oliva y, allí, nacieron mis hijas Isabel y Mª José: mis dostesoros.55


De allí nos vinimos a Zaragoza, hace ya 36 años. Zaragoza esuna ciudad muy gran<strong>de</strong> y bonita y, en el<strong>la</strong> se han casado mis hijas yhan nacido mis nietos, Raquel y Adrián, mis dos alegrías.Vivimos en el barrio <strong>de</strong>Val<strong>de</strong>fierro don<strong>de</strong> tengo muchos amigos.La mayoría son <strong>de</strong> Campillo <strong>de</strong> Llerena y han hecho una Asociación.Casi todos los años van a Campillo, así que me pareció interesantey me apunté.Ahora soy <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> Hornacho y, <strong>la</strong> mitad<strong>de</strong> Campillo.A todos esos sitios he tenido que emigrar, pero sigo recordandomi pueblo con mucho cariño y, siempre que puedo voy.Ahora quisiera contaros como es Hornachos, que como sabéis,pertenece a <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Badajoz.Tiene una sierra que se l<strong>la</strong>maSierra Gran<strong>de</strong> <strong>la</strong> cual tiene abundante vegetación: encinas, alcornoques,jara, y muchas p<strong>la</strong>ntas más.Tiene un castillo que lo hicieron los moros cuando vinieron aEspaña. Tenemos dos fuentes preciosas l<strong>la</strong>madas Fuente <strong>de</strong> losMoros,y Fuente <strong>de</strong> los Cristianos,que era don<strong>de</strong> íbamos a por aguay don<strong>de</strong> todavía hay, y se sigue cogiendo agua porque es buenísimay fresca. En el<strong>la</strong>s están los <strong>la</strong>va<strong>de</strong>ros don<strong>de</strong> se iba a <strong>la</strong>var. Muchaspersonas se <strong>de</strong>dicaban a <strong>la</strong>var y, se l<strong>la</strong>maban <strong>la</strong>van<strong>de</strong>ras para sacarsealgunas pesetas;<strong>de</strong>jaban <strong>la</strong> ropa como los chorros <strong>de</strong>l oro.Cada unatenía su propia piedra, porque se <strong>la</strong>vaba <strong>de</strong> rodil<strong>la</strong>s y, ¡hay que vercomo dolía estar allí sentada <strong>de</strong> rodil<strong>la</strong>s, <strong>la</strong>vando horas y horas!.Tenemos unas cuevas con pinturas muy antiguas, una piedra queestá atada con ca<strong>de</strong>nas, pero cuidado, no os <strong>de</strong>jéis engañar porqueeso no es verdad.También tenemos dos pi<strong>la</strong>res don<strong>de</strong> bebían losanimales, y que aun se mantienen en pié. En <strong>la</strong> sierra también hayun ¡bautiza<strong>de</strong>ro! don<strong>de</strong> bautizaban a los niños, y que todavía estálleno <strong>de</strong> agua.Tenemos tres ermitas: <strong>la</strong> ermita <strong>de</strong> <strong>la</strong> Virgen <strong>de</strong> los Remedios,que es <strong>la</strong> patrona <strong>de</strong>l pueblo; allí vamos a pedirle <strong>de</strong> todo. Las personasmayores, cuando su hijo se iba a <strong>la</strong> mili, le ofrecían estar undía entero en <strong>la</strong> ermita, si sus hijos volvían bien.A mí me tocó estarcon mi madre por mi hermano mayor. Luego está <strong>la</strong> iglesia <strong>de</strong> <strong>la</strong>Concepción que es muy antigua y, lo que es bonito <strong>de</strong> ver, es SanFrancisco, que es todavía mas antiguo y digno <strong>de</strong> ver.56


Ahora voy a contar algunas costumbres <strong>de</strong> mi pueblo: <strong>la</strong>s bodasantes no tenían nada que ver con <strong>la</strong>s bodas <strong>de</strong> ahora; el novio y <strong>la</strong>madrina iban a buscar a <strong>la</strong> novia y, <strong>de</strong> allí, salía toda <strong>la</strong> gente andandohasta <strong>la</strong> iglesia.El banquete se celebraba en casa <strong>de</strong>l novio y, <strong>la</strong> gente se sentaba.Las jóvenes pasaban ofreciendo perrunil<strong>la</strong>s y gañotes y, los chicosllevaban <strong>la</strong>s bebidas que eran <strong>de</strong> anís y resolío, que era una bebidacasera.También ofrecían aguardiente.¡Que divertido era todo!, y como antes no había ¡taper wears!,<strong>la</strong>s mujeres tenían pañuelos gran<strong>de</strong>s y b<strong>la</strong>ncos, don<strong>de</strong> metían losdulces que sobraban y se los llevaban a casa.Al día siguiente se hacía una cal<strong>de</strong>reta, ¡que buena estaba <strong>la</strong>sopa!, era una sopa que se te quitaba el sueño. Si me casara otra vez,lo haría igual.Otras <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas mas significativas para mí, fueron aquellosjuegos tan bonitos que marcaron mi infancia, y que nunca olvidaré.Recuerdo tantas cosasÖ ; me acuerdo <strong>de</strong> cuando mi padre se levantabapara or<strong>de</strong>ñar a <strong>la</strong>s ovejas para luego hacer queso (aquellosquesos que hacía mi madre), también esqui<strong>la</strong>ba a <strong>la</strong>s ovejas y, eso sique era trabajo, porque lo hacía a mano.Con esto he terminado mi re<strong>la</strong>to y, quisiera <strong>de</strong>cirle a los jóvenes,que cui<strong>de</strong>n lo que tienen. Que ha sido el sacrificio <strong>de</strong> los mayores,y que procuren que no haya más guerras ni tantas muertestan inútiles; que eso no quiere <strong>de</strong>cir que no se diviertan, pero quelo tengan en cuenta.La guerra da muchas penas y, una historia podría contaros: a miabue<strong>la</strong> <strong>la</strong> mataron sin motivos ni razones en <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l cementerio.Mi madre juró no entrar en el cementerio hasta que no se murieracomo así ha sido. Nunca supo, don<strong>de</strong> enterraron a su madreni a su hijo que murió <strong>de</strong> pequeño, y tampoco a su marido, mi padre,pero son penas pasadas y, aquí me <strong>de</strong>spido.CONSUELO57


Juan y yo que éramos novios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía dos años, <strong>de</strong>cidimoscasarnos. Sus padres nos rega<strong>la</strong>ron un terreno en <strong>la</strong>s afueras <strong>de</strong>lpueblo en <strong>la</strong> carretera <strong>de</strong> Azuaga. No me acuerdo si se lo vendió¡Tía Maria el Niño! o ¡Gabriel Tamayo!Nos casamos el día 26 <strong>de</strong> Agosto <strong>de</strong> 1948. El cura era D. José y,los padrinos fueron Antonia y DiegoTamayo. Fue una fiesta muy familiar,con mucha comida que prepararon mi madre y mis hermanas,durante días. Después baile, que duró hasta tar<strong>de</strong>.Como aun no teníamos <strong>la</strong> casa hecha, mi viaje <strong>de</strong> novios fuemontada en un burro acarreando agua <strong>de</strong> <strong>la</strong> ¡Fuente Pichón!, hastalo que sería mi casa. Primero para hacer <strong>la</strong>s tapias y, luego, una pequeñacasa con dos habitaciones y <strong>la</strong> cocina ¡en el corral!Después <strong>de</strong> tanto trabajar, y tener una hija en el pueblo, <strong>de</strong>cidimosvenir a Val<strong>de</strong>fierro (Zaragoza), llegamos el 23 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong>1960 y, estuvimos unos años <strong>de</strong> arriendo y, luego, vuelta a empezar,otra casa. Esta vez, el agua era <strong>de</strong> <strong>la</strong> acequia pero, también teníamosque traer<strong>la</strong> hasta <strong>la</strong> obra. En esta nueva casa he criado a mis cincohijos y, seguimos viviendo.Ahora tengo seis nietas y una biznieta que comulga el próximonueve <strong>de</strong> Mayo.GREGORIA SANTOS ROMERO59


Recordé un re<strong>la</strong>to que me contó mi madre, para que yo lo pudieracontar.En el año 1941, en un pueblo extremeño ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> al<strong>de</strong>as,chozas y, casas <strong>de</strong> señoritos nacía yo, Maria Gran<strong>de</strong> Machio. Estepueblo es Campillo <strong>de</strong> Llerena.Mi padre era pastor, los señores le habían encargado que guardarauna manada <strong>de</strong> ovejas. Mi madre cuidaba <strong>la</strong> choza don<strong>de</strong> vivíany, buscaba berros y verduras campestres para po<strong>de</strong>r comer.Un ocho <strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong> aquel año nacía yo, Maria, en unachoza pobre pero muy limpia aun con los pocos medios que teníanmis padres. Mi madre se encontraba so<strong>la</strong>, so<strong>la</strong>mente su hermanopequeño estaba con el<strong>la</strong> y, le llegó el momento <strong>de</strong>l parto que nacierayo. No sabía que hacer; tapó <strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong>l niño con una mantapara que no viera el trance, que a mi madre le llegaba.Cuando mas apurada estaba, mi abue<strong>la</strong> se presentó y ayudo a mimadre a recoger a su nieta; me cortó el cordón umbilical, no teníanada para atarlo y, con un hilo negro lo ató. Después <strong>de</strong> <strong>la</strong>var a mimadre y, arreg<strong>la</strong>r<strong>la</strong>, mi abue<strong>la</strong> se marchó al pueblo.Al cabo <strong>de</strong> los tres días mi abue<strong>la</strong> visitaba a mi madre. Se quedóasombrada <strong>de</strong>l cuadro que encontró; su hija tenía una fiebre muyalta, <strong>la</strong> niña no había mamado y daba pena <strong>de</strong> ver<strong>la</strong>. Mi abue<strong>la</strong> en unamantita me lío y se fue corriendo al pueblo y, a <strong>la</strong>s personas quesabía que estaban amamantando, por favor les pidió que le dierana su nieta un poco <strong>de</strong> leche, por que se moría. Así pasaron dosmeses, mi abue<strong>la</strong> estaba cansada, yo no a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntaba mucho y seguía<strong>de</strong>bilucha, pálida, y muy pequeñita.Un día llegó el Mayoral y, a mis padres les dijo: José e Isabel, hepensado en traer una cabra para que María pueda mamar. Mi padrele contestó, me parece una buena i<strong>de</strong>a, quiero salvar a mi hija.A <strong>la</strong>socho <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana todos los días <strong>la</strong> cabra venía y se ponía a berrear,hasta que mi madre asomaba; cogía mi boca y en su ubre <strong>la</strong> ponía,no me quitaba <strong>de</strong> el<strong>la</strong> hasta que me quedaba dormida.Así pasaron seis meses, y cuanto cambié, me puse gorda y hermosa,<strong>la</strong> cabra me salvó <strong>la</strong> vida, gracias a ese hombre bueno quetuvo esa i<strong>de</strong>a.61


Mi madre <strong>la</strong>vaba <strong>la</strong> ropa <strong>de</strong> los señores <strong>de</strong> <strong>la</strong> finca en un riachueloque había cercano y, cuando tenía tres años, que siempreme llevaba con el<strong>la</strong>, había unas higueras y me puso a <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong>el<strong>la</strong>s. Me quitaba el vestidito y me lo <strong>la</strong>vaba, luego al sol se secaba,pero cuando iba a ponérmelo mi madre, yo lloraba, y era que habíamuchas avispas y me picaron y, mi madre estaba muy nerviosa, nosabía que hacer, me cogió en brazos y con su calor me callé.Hice un <strong>de</strong>scanso, di un suspiro y, ahora ya no recordaba el re<strong>la</strong>to<strong>de</strong> mi madre, sino el mío.Fui creciendo, y con mi madre estuve hasta los ocho años; el<strong>la</strong>sufría por no llevarme al colegio, ni tampoco tenía una amiga, peroyo era feliz, eso a mí no me molestaba. Lo mas importante <strong>de</strong>lmundo es lo que mi madre me daba: cariño, y me trató como unareina. Con Isabel, mi madre, iba al río a <strong>la</strong>var <strong>la</strong> ropa y, por los campos,a coger verduras silvestres.A los ocho años mi padre me llevó a que le echara una manopara guardar <strong>la</strong>s ovejas,porque el solo no podía.Eso era muy pesado,guardar ovejas todo el día para una niña <strong>de</strong> ocho años, que teníaque ir al colegio y, jugar con <strong>la</strong>s amigas; pero me conformaba porqueotra cosa no había. Un día me dijo mi padre: Maria, vete para <strong>la</strong>casa pero antes haz el cercado para <strong>la</strong>s ovejas para cuando yo vaya.Cogía una estaca y, con un martillo gran<strong>de</strong> unos palos c<strong>la</strong>vaba, y conuna cuerda <strong>de</strong> soga, ro<strong>de</strong>aba los palos y, el corral ya estaba terminado,para cuando llegase mi padre, pudiera guardar <strong>la</strong>s ovejas.Me miraba <strong>la</strong>s manos y <strong>de</strong>cía: ¿Cómo una niña <strong>de</strong> ocho añospue<strong>de</strong> hacer esta faena? Tenía callos en mis manos y, <strong>de</strong> verdad medolían.Mi padre me enseñó a or<strong>de</strong>ñar a <strong>la</strong>s ovejas; al principio no sabía,pero cogí <strong>la</strong> marcha y lo hacía todos los días. Llenábamos cuatrocantaras y, a un burro que teníamos, mi madre le ponía <strong>la</strong>s agua<strong>de</strong>rasy, montaba <strong>la</strong>s cantaras y al pueblo <strong>de</strong> Campillo se marchaba aven<strong>de</strong>r <strong>la</strong> leche para traer comida para <strong>la</strong> semana.Cuando regresaba mi madre, al camino yo salía, yo me poníacontenta, pues sabía que traía algo <strong>de</strong> comer. Mi madre estabacontenta62


De po<strong>de</strong>r ponernos en <strong>la</strong> mesa comida, porque todos los díasno había. Cuando había escasez, con mi madre me marchaba alcampo a coger tagarnil<strong>la</strong>s y, nos metíamos en el río a coger berrosy , también, espárragos. Mi madre hacía unas tortil<strong>la</strong>s con los huevosque le habían rega<strong>la</strong>do los señoritos; también hacía ensa<strong>la</strong>da <strong>de</strong>berros y nos acostaba llena <strong>de</strong> alegría, porque aquel<strong>la</strong> noche, todoshabíamos cenado.Cuando mi madre me mandaba a comprar pan, a mitad <strong>de</strong> caminocasi me lo había comido todo cachito a cachito.Fueron años duros, pero siempre mi madre ponía algo en <strong>la</strong>mesa. Nos tras<strong>la</strong>damos a otros lugares, a otras chozas, pues losdueños <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ovejas así lo <strong>de</strong>cidían. Pasaron unos años, <strong>la</strong> vida cambiómucho, mi padre ganaba más y comíamos mejor, a mi padre ledaban harina y, mi madre hacía el pan en el horno que tenían los señoritospara amasar.El señorito le regaló a mi padre dos guarros para que los engordaray, cuando ya estaban gran<strong>de</strong>s, hacían matanza ¡qué bonitaestaba <strong>la</strong> choza con lo que allí había!: tocino, morcil<strong>la</strong>s, chorizos ymucho pan.Ya no había tanta hambre.A los nueve años nos fuimos a una finca l<strong>la</strong>mada el ¡Bercíal!, allíhabía una capil<strong>la</strong> preciosa. Llegaba el mes <strong>de</strong> Mayo, y todas <strong>la</strong>s niñashacían <strong>la</strong> comunión: <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los señoritos, y <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los obreros, perocon una diferencia muy gran<strong>de</strong>. El<strong>la</strong>s iban todas vestidas <strong>de</strong> b<strong>la</strong>nco,y yo, no tenía vestido. Mi madre se puso muy triste por lo <strong>de</strong>l vestido,pero ni corta ni perezosa cogió una sábana y me hizo un traje,pero, <strong>la</strong> sábana estaba un poco <strong>de</strong>scolorida y, pensó teñir<strong>la</strong>.Y, asífue, un vestido colorado llevé a mi comunión para que se vieramejor.Todas <strong>la</strong>s niñas llevaban un ramo <strong>de</strong> flores en <strong>la</strong> mano y, yo notenía flores, pero me salí corriendo al patio y. <strong>de</strong> unos árboles quehabía les corté unas ramas ver<strong>de</strong>s y me hice un ramo. Las niñas le<strong>de</strong>cían cosas bonitas a <strong>la</strong> Virgen, y le ofrecían ese ramo tan bonito,y cuando a mí me tocó, yo también a <strong>la</strong> Virgen le <strong>de</strong>cía: no quieroser rica ni tampoco tener dinero, lo que quisiera tener es muda <strong>de</strong>babero.Yo solté mis hojas ver<strong>de</strong>s y todas se emocionaron, porquetambién comulgué, aunque no iba <strong>de</strong> b<strong>la</strong>nco.63


Había nacido mi hermano y, a mi padre le ayudaba él, y yo mefui <strong>de</strong> niñera a los diez años con <strong>la</strong> alcal<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Campillo y, cuidabaa sus hijos.Ya me iba cambiando un poco <strong>la</strong> vida. Por el pueblo paseabacon los niños y <strong>la</strong>s niñeras que guardaban otros niños. Era unpoco traviesa, no estaba acostumbrada a tratar con gente rica y,tenía que servir con <strong>la</strong> mano atrás y, mi trabajo me costaba.Un día se fue <strong>la</strong> señora a un cortijo que tenía; me quedé con <strong>la</strong>cocinera y,yo le ayudaba.Me dijo:Maria,hazme el baño y,yo entré enel baño y pensé al mirarme en el espejo, øcómo es esta mujer tanguapa, y yo tan negra y fea soy?. Empecé a recoger el baño y, cuantascremas y potingues me encontré; pensé que eran para ponermeguapa,cogí un bote <strong>de</strong> crema y me di en <strong>la</strong> cara,pero pasó un minuto,y mi cara se empezó a contraer y,a ponerse muy tiesa.Me dio miedo.¡Celestina!, me he dado esa crema para estar guapa como <strong>la</strong> señora,pero mira lo que me ha pasado. Celestina cogió el bote y, <strong>la</strong>risa no aguantaba; Maria, ¿qué has hecho mujer?, esto no es crema,es pegamento y medio. El<strong>la</strong>, con risa en <strong>la</strong> boca <strong>la</strong> cara me limpió,¡que trabajo le costó hasta que me quitó aquel dichoso pegamento!Me daban poco jornal, y se lo entregaba todo a mi madre. Iba arecoger espigas <strong>de</strong> trigo, <strong>la</strong>s limpiaba y sacaba dos o tres kilos queluego vendía y, con el dinero que me daban me marchaba al cine. Enesta casa estuve hasta los quince años; <strong>de</strong>spués, me fui a Sevil<strong>la</strong> conmis padres y mis tres hermanos. De los quince a los veintiuno, nosquedamos allí.Yo estaba interna en una casa <strong>de</strong> doncel<strong>la</strong>, pero apesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s penurias pasadas, nunca he podido olvidar a los señoritos<strong>de</strong> esa casa, que no me trataban como una criada; para ellos,era una más <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa.En Sevil<strong>la</strong> conocí al que hoy es mi marido.Vinimos a Zaragozapara buscar un trabajo y, una casa para vivir.Yo me casé aquí y, hetenido cuatro hijos. La vida ha sido muy dura pero, los he queridotanto, que todo lo mejor que tenía era para mis hijos.Cuando había un día que me llegaba <strong>la</strong> cuerda al cuello, siempreme encontraba con amigos que me echaban una mano.Cuando se murió Paquirri, le hice una poesía y l<strong>la</strong>mé a RadioZaragoza y <strong>la</strong> dije. Mas tar<strong>de</strong> me invitaron a volver otro día; el64


locutor se emocionó y me dijo que le había encantado y, como sintener estudios, podía sacar esas poesías y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel día ya no heparado. Llevo veinte años diciendo poesías y, eso es lo que más megusta y me da alegría <strong>de</strong> vivir.Mi madre, Isabel, tuvo coraje para criar cuatro hijos en aquellosaños con medios tan precarios. No sabía mas que trabajar y trabajar,para traer algo a casa para po<strong>de</strong>r dar <strong>de</strong> comer a sus zagales,pero, a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida tan dura que pasó, nunca se quejó y, vivióhasta los ochenta y seis años y, siempre, ayudando a los más necesitados.Y esta historia que fue difícil y triste <strong>de</strong> llevar, es bonito contar<strong>la</strong>y, es un homenaje que quiero hacerle hoy a mi madre Isabel. Queesté don<strong>de</strong> esté, nunca <strong>la</strong> voy a olvidar; que junto a mi padre medieron <strong>la</strong> vida, y no pudieron darme más.SOY EXTREMEÑA Y QUIERO LA TIERRA DONDE NACÍPERO PARTE DE MI VIDA EN ARAGÓN LA VIVÍ,NUNCA HE OLVIDADO, MI PUEBLO Y MI GENTE,PORQUE AUNQUE ESTÉ MUY LEJOSMIS RAÍCES NO HE OLVIDADO.ESE PUEBLO DE CAMPILLOEN MI CORAZÓN LO LLEVO GRAVADO,Y TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA,YO INTENTO RECORDARLO¡¡VIVA LA TIERRA EXTREMEÑAY LA VIRGEN DE GUADALUPE!!MARIA GRANDE MACHÍO65


VIVENCIASVeía a mi madre llorar muy a menudo y, como yo era pequeña,no comprendía muy bien que es lo que pasaba allí.Un día, oí <strong>la</strong> conversación entre mi abue<strong>la</strong> y mi madre; ¡mi padrese iba a trabajar a Francia!. Recuerdo como si fuera hoy, que me dioun vuelco el estómago, y lloré.Los padres <strong>de</strong> otras amigas <strong>de</strong> mi pueblo no estaban con el<strong>la</strong>shacía años y yo, no comprendí hasta ese momento porqué era: estabantodos trabajando en el extranjero. El<strong>la</strong>s vestían y comíanmejor que yo.Aquél día, supe porqué.Solo pensar que mi padre iba a <strong>de</strong>jarnos, se me hacía casi imposible<strong>de</strong> po<strong>de</strong>rlo soportar.Ya tenía el pasaporte y todos los papelesen reg<strong>la</strong> cuando una carta que llegó <strong>de</strong> mi tía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Zaragoza,sembró <strong>la</strong> alegría en mi casa.En el<strong>la</strong> nos <strong>de</strong>cía que había encontrado una casita para alqui<strong>la</strong>ren Val<strong>de</strong>fierro; que era muy pequeña, pero que nos arreg<strong>la</strong>ríamosy, lo mas importante, trabajo para mi padre como peón <strong>de</strong> <strong>la</strong> construcción.Primero se fue mi padre porque no había dinero para el trenpara tanta familia y, cuando a los seis meses pudo ahorrar y nosmandó lo justo para el viaje, emprendimos <strong>la</strong> gran marcha mi madre,mi abue<strong>la</strong> y todos los hermanos. Aun hoy, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cuarenta ypico <strong>de</strong> años, me acuerdo <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> aventura: maletas viejas atadascon cuerdas, tortil<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> fiambrera y, un adiós a mi pueblo, que mellenó <strong>de</strong> tristeza.Nos subimos en un viejo tren hasta Madrid; yo alucinaba (comose dice hoy) con mis ocho años. No había visto nunca tanta maravil<strong>la</strong>.Vi, hasta un avión en un viejo aeropuerto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> ventanil<strong>la</strong>.Al llegar a Madrid cogímos otro tren y yo, no me cansaba <strong>de</strong> mirar<strong>la</strong> ciudad, los coches, los edificios, tanta gente junta; creo Ö que nohe tenido en mi cuerpo tanta excitación y tanto asombro como enaquél viaje.Llegamos agotados a Zaragoza <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> dos días <strong>de</strong> viaje y,por fin, vi a lo lejos a mi padre. Casi me tiro por <strong>la</strong> ventanil<strong>la</strong>; estaba67


igual que cuando salió <strong>de</strong>l pueblo, incluso llevaba su boina y, a mí mepareció, que hacía siglos que no lo veía.Des<strong>de</strong> ese día han pasado muchos años; seguimos siendo emigrantesextremeños, pero, con <strong>la</strong> suerte, <strong>de</strong> que esta tierra se haportado bien con nosotros. Nos acogió cuando lo necesitábamosy, por eso, le estamos muy agra<strong>de</strong>cidos.JULIANA ALGABA68


P O S T R E S ( 1 )G A Ñ O T E SE X T R E M E Ñ O SINGREDIENTES:* Anís ver<strong>de</strong> en rama* Piel <strong>de</strong> naranja* 1 vaso <strong>de</strong> vino b<strong>la</strong>nco* 1 vaso <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> oliva* Una pizca <strong>de</strong> sal* Un poquito <strong>de</strong> bicarbonato* Harina <strong>la</strong> que admita (aprox. 1 kgr.)* Aceite <strong>de</strong> oliva para freírlos* Azúcar y cane<strong>la</strong>PREPARACIÓN:1. Ponemos el vaso <strong>de</strong> aceite a freír con <strong>la</strong> cáscara <strong>de</strong> naranja y losanisetes ver<strong>de</strong>s, y cuando está temp<strong>la</strong>do le añadimos el vaso <strong>de</strong>vino.Vamos incorporando harina, el bicarbonato y una pizca <strong>de</strong>sal hasta que nos que<strong>de</strong> una masa homogénea y no se pegue en<strong>la</strong>s manos, <strong>de</strong>jamos reposar <strong>la</strong> masa, al menos una hora.2. Hacemos bolitas <strong>de</strong> masa, y con un rodillo, <strong>la</strong>s vamos ap<strong>la</strong>standohasta conseguir una masa fina, y le damos forma, uniendo un<strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> masa con otro.3. Una vez hecho esto, freímos en aceite bien caliente. Cuando sedoren los vamos retirando a una fuente don<strong>de</strong> habremos colocadoun poco <strong>de</strong> papel secante para que absorba el aceite exce<strong>de</strong>nte.4. Una vez fritos los <strong>de</strong>jamos enfriar y los rebozamos en azúcar ycane<strong>la</strong>.69ANTONIA TRENADO


P O S T R E S ( 2 )F L O R E SE X T R E M E Ñ A SINGREDIENTES:* 6 huevos* La misma cantidad que dan los huevos batidos, <strong>de</strong> agua y <strong>de</strong>harina.* Aceite <strong>de</strong> oliva abundante para freír.* Azúcar, cane<strong>la</strong> o miel.*Un mol<strong>de</strong> <strong>de</strong> metal en forma <strong>de</strong> flor con el mango <strong>la</strong>rgo (lopue<strong>de</strong>s encontrar en ferreterías).PREPARACIÓN1. Mezc<strong>la</strong>r bien en un recipiente don<strong>de</strong> quepa el mol<strong>de</strong>; los huevos,el agua y <strong>la</strong> harina. Dejamos reposar.2. Calentamos bien el mol<strong>de</strong> en el aceite.3. Y <strong>de</strong>spués en <strong>la</strong> crema sin llegar al bor<strong>de</strong> superior, <strong>de</strong>jamos unmomento para que <strong>la</strong> crema se adhiera al mol<strong>de</strong> y...4. Lo metemos en el aceite muy caliente; <strong>la</strong> flor se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rá...5. Dejamos que se fría.6. La colocamos sobre papel <strong>de</strong> cocina para que escurra el aceitesobrante. Las flores saldrán mas bajas cuando que<strong>de</strong> menosmasa, pero están igual <strong>de</strong> <strong>de</strong>liciosas.7. Una vez que estén listas <strong>la</strong>s pue<strong>de</strong>s rebozar con azúcar, espolvorear<strong>la</strong>scon cane<strong>la</strong> o regar<strong>la</strong>s con miel ¡para <strong>de</strong>sayunar, merendaro <strong>de</strong> postre te encantarán!ANTONIA TRENADO70


CALDERETA EXTREMEÑAINGREDIENTES:* Dos kilogramos <strong>de</strong> cor<strong>de</strong>ro* Pimiento rojo y una cabeza <strong>de</strong> ajos* Un litro <strong>de</strong> vino b<strong>la</strong>nco* Almendras* Pan fritoPREPARACIÓN :1. Se fríe el pimiento con los ajos (una cabeza) junto con el hígado<strong>de</strong>l cor<strong>de</strong>ro. Se reoga todo bien y cuando está todo dorado sereserva el hígado y los ajos. Se le aña<strong>de</strong> <strong>la</strong> carne y el vino.2. Se <strong>de</strong>ja cocer a fuego lento hasta que esté muy tierno, tambiénse le aña<strong>de</strong> agua, <strong>la</strong> que se necesite para <strong>la</strong> cocción.3. En un almirez se machacan los ajos y <strong>la</strong>s almendras junto con elhígado reservados y un poco <strong>de</strong> pan frito; se le aña<strong>de</strong> a <strong>la</strong> carney, cuando está todo tierno... ¡A comer!P E R R U N I L L O SINGREDIENTES :* Medio kilo <strong>de</strong> manteca* Tres yemas <strong>de</strong> huevo* Un huevo entero* Ral<strong>la</strong>dura <strong>de</strong> un limón* Harina <strong>la</strong> que se admitaPREPARACIÓN:Se le dan forma y al horno el tiempo <strong>de</strong> cocción según el tamañoy <strong>la</strong> forma. ¡ Vigi<strong>la</strong>r!71


B E B I D A D E B O D AINGREDIENTES:* Un kilo <strong>de</strong> azúcar* Medio kilo <strong>de</strong> almendra amarga* Un puñado <strong>de</strong> hierba luisa* Dos litros <strong>de</strong> aguardientePREPARACIÓN:Cocer para que que<strong>de</strong> una masa y... ¡ Ojo que emborracha !P U C H O SINGREDIENTES:* Cinco cucharadas soperas <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> oliva* Tres dientes <strong>de</strong> ajo* Dos litros <strong>de</strong> leche* Harina <strong>de</strong> trigo <strong>la</strong> que admita* Azúcar al gustoPREPARACIÓN:1. Se refríen los ajos y se retiran. Se le aña<strong>de</strong> <strong>la</strong> leche y el azúcar;se le echa un poco <strong>de</strong> harina y no se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> remover hasta queespesa.2. Se <strong>de</strong>jan enfriar y se adorna con trocitos <strong>de</strong> pan frito pinchado.C O L L E J A S ( Cocineras- Tagarnil<strong>la</strong>s )Un poco <strong>de</strong> aceite para freir ajitos; luego se le bate y echa unhuevo con un chorrito <strong>de</strong> vinagre.72


T A G A R N I L L A SCon ajito machacado y una cucharadita <strong>de</strong> pimiento molidoagridulce para se note el picante. Un chorrito <strong>de</strong> vinagre y, si se leecha un huevo, <strong>la</strong> dicha completa.E S C A B E C H E D E B A C A L A OINGREDIENTES:* Baca<strong>la</strong>o <strong>de</strong>sa<strong>la</strong>do previamente (24 h. cambiando el agua)* Harina* Huevo* Naranja* Laurel* C<strong>la</strong>vo* Azafrán* <strong>Ver</strong>dura* Agua fríaPREPARACIÓN:1. Se reboza el baca<strong>la</strong>o en harina y huevo. Cuando está frito seponen en una barreña o simi<strong>la</strong>r.2. Se hace un caldo con agua <strong>de</strong> <strong>la</strong>urel el c<strong>la</strong>vo y el azafrán,todo elloen frío; se le pica <strong>la</strong> verdura menudita y <strong>la</strong> naranja a trocitos, y sele incorpora el baca<strong>la</strong>o.3. Recomendación: esta mejor <strong>de</strong> un día para otro.73


L O S R E P Á P A L O S (Guisados o con leche)(También l<strong>la</strong>mados Obispos)INGREDIENTES (Para cuatro personas):* Ocho huevos* Aceite <strong>de</strong> oliva* Un litro <strong>de</strong> caldo* Una hoja <strong>de</strong> <strong>la</strong>urel* Tres ajos* Una cucharada sopera <strong>de</strong> pimentón dulce* Una barra <strong>de</strong> pan <strong>de</strong>l día anterior para ral<strong>la</strong>r* Una cebol<strong>la</strong>* Una cucharada sopera <strong>de</strong> harina* Perejil* SalPREPARACIÓN:1. Picar y pe<strong>la</strong>r (en trozos menudos) <strong>la</strong> cebol<strong>la</strong> y los tres ajos. Enuna sartén calentamos cuatro cucharadas <strong>de</strong> aceite y rehogamos<strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> los ajos y <strong>la</strong> cebol<strong>la</strong> hasta que <strong>la</strong> cebol<strong>la</strong> se nostorne trasparente. Retiramos y conservamos.2. Se baten los ocho huevos y se incorporan los ajos y <strong>la</strong> cebol<strong>la</strong>rehogados, media cucharada <strong>de</strong> pimentón dulce, perejil picado,sal al gusto y, vamos añadiendo poco a poco el pan ral<strong>la</strong>do hastaconseguir una masa espesa.3. Trabajamos <strong>la</strong> masa y dividimos en trocitos dándole forma <strong>de</strong>croquetas ¡espachurrás!.4. Se fríen en aceite bien caliente hasta que se doren; se retiran yse pasan a <strong>la</strong> cazue<strong>la</strong>.5. Retiramos <strong>de</strong> <strong>la</strong> sartén parte <strong>de</strong>l aceite <strong>de</strong>jando solo dos cucharadasy, sofreímos <strong>la</strong> cebol<strong>la</strong> y los ajos restantes; incorporamosuna cucharada <strong>de</strong> harina y media <strong>de</strong> pimentón dulce.74


Añadimos el caldo <strong>de</strong> carne y lo <strong>de</strong>jamos reducir sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> removerdurante unos cinco minutos.6. Añadimos esa salsa a <strong>la</strong> cazue<strong>la</strong> <strong>de</strong> los repápalos junto a unahoja <strong>de</strong> <strong>la</strong>urel, sa<strong>la</strong>mos al gusto y, lo <strong>de</strong>jamos cocer al fuego suavehasta que nos que<strong>de</strong> una salsa bien espesa.7. Y... listo para <strong>de</strong>gustar.Al emp<strong>la</strong>tarlo se <strong>de</strong>cora el p<strong>la</strong>to con unaramita <strong>de</strong> perejil como hace Arguiñano.75


E X T R E M A D U R A¡Como huele mi Pueblo! ¡Y su gente!A brisa <strong>de</strong>l sur, a retama encina y tomillo; a guarrillos negros corriendoentre ver<strong>de</strong>s olivos.Cuanto te echo <strong>de</strong> menos; que lejos estoy <strong>de</strong> ti, mi querida tierra.Tierra roja, fuerte, <strong>la</strong>brada por manos rudas, secas, <strong>la</strong>s manosincansables <strong>de</strong> <strong>la</strong> raza extremeña.¡Hay mi Pueblo!. Sus casas b<strong>la</strong>ncas; sus calles anchas; San Bartolomé,El Divino Señor; <strong>la</strong> p<strong>la</strong>zue<strong>la</strong>, el Castillejo. ¡Como huele miPueblo!Ö a retama, encina y romero.Mis ojos, llenos <strong>de</strong> ti se alejan.Una lágrima triste asoma ¡¡¡Adiós CAMPILLO!!!Toda yo, llevo TU AROMA.Por JULIANA ¡LA CAMPILLEJA¡77


PALABRAS PROPIAS O ADAPTADASDE CAMPILLO DE LLERENAABUJAR - Aguja.ALGOCIFAR - Pasar <strong>la</strong> fregona.ALPHITE - Vino o bebida alcohólica.ATORAO - Atragantarse; obstruido; saturado.ARBULAGAS - Aci<strong>de</strong>z <strong>de</strong> estómago.ARRAMPL¡ - Llevárselo todo por <strong>de</strong><strong>la</strong>nte.BERRÍO - L<strong>la</strong>nto o grito muy agudo.BERRIONDO - Estar receptivo/a sexualmente.BILONDO - Persona con cierto <strong>de</strong>sequilibrio.BUCHE - Trago, también estómago.BUJERO - Agujero.CALCAÑAL - Agujeros en los calcetines.CHORRANDITO - Estar empapado/empapada.DESACOTO - Limpio <strong>de</strong> polvo y paja.EMBERRECHINAO/A - Enfadado/a.ENRAM¡ - Pequeño cortijo.EHTRATO - Regaliz.FORRONDÓN - Desconchado en <strong>la</strong> pared.HACER LA CONCHA PARDA - Meter <strong>la</strong> pata.IRSE DE LOS GORRIONES - Enajenación mental.IRSE DEL PESQUE - Lo mismo que lo anterior. Enajenación mental.RECACHA - Lugar protegido <strong>de</strong>l sol y <strong>de</strong>l viento.SUERTE - Pequeña finca rústica.SOCOCHÓN - Irónico, Utiliza pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> doble sentido.SONCO/A - Persona poco transparente, maliciosa.TENER MAS ARDORES QUE UNA PAVA VIEJA JARTÁ.TOCADÉ -Juego infantil consistente en pintar con tiza o una teja unoscuadrados en el suelo. En otros sitios , ¡Rayue<strong>la</strong>!.TRANCA - Cerrojo o sistema <strong>de</strong> seguridad antiguo.ZANCAJO - Talón.79

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!