Jesús y <strong>la</strong> <strong>familia</strong>JESÚSEN LA CASA DESIMÓNEntonces Jesús se levantó y salió de <strong>la</strong> sinagoga, y entró en casa deSimón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por el<strong>la</strong>.E inclinándose hacia el<strong>la</strong>, reprendió a <strong>la</strong> fiebre; y <strong>la</strong> fiebre <strong>la</strong> dejó, ylevantándose el<strong>la</strong> al instante, les servía.Lucas 4:38 al 39CUANDO Jesús entró a <strong>la</strong> casa de Simón, reprendió <strong>la</strong> fiebre queestaba molestando a <strong>la</strong> suegra de éste. Esto, nuevamente, deja verque uno de los beneficios de que Jesús entre a nuestro hogar es <strong>la</strong>sanidad a nuestra <strong>familia</strong> incluyendo a nuestros suegros.Simón estaba preocupado por <strong>la</strong> salud de su suegra y no dejópasar <strong>la</strong> oportunidad de que Jesús estaba en su casa para pedirle que<strong>la</strong> sanara; esto es ejemplo de que así como los esposos se ocupan yprocuran <strong>la</strong> salud y el bienestar de sus padres, también deben buscarel de sus suegros, orando e intercediendo al Padre por ellos y/oproveyéndoles materialmente.Con este ejemplo <strong>la</strong> Biblia nos enseña que es muy importantecomprender <strong>la</strong> importancia de tener buenas re<strong>la</strong>ciones con los suegrosporque en todo matrimonio <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con ellos tiene un papelimportante para el éxito o fracaso del mismo.Además de comprender <strong>la</strong> necesidad de <strong>la</strong>s buenas re<strong>la</strong>cionescon los suegros, <strong>la</strong> llegada de Jesús a nuestro hogar debe provocar eldeseo de iniciar o seguir con <strong>la</strong>s buenas re<strong>la</strong>ciones con ellos yviceversa.Los suegrosEn los capítulos 29 al 31 de Génesis encontramos a Labán, quiencometió varios errores cuando se entrometió en <strong>la</strong> vida sentimental desus hijas; por ejemplo, cuando Jacob había trabajado por Raquel para34
Jesús y <strong>la</strong> <strong>familia</strong>casarse con el<strong>la</strong>, Labán le dio por esposa a Lea. Este puede ser el casode los padres que según sus criterios, conveniencia o interesespersonales le buscan esposa a sus hijos y esposo a sus hijas y eligenmal, causándoles muchos males porque <strong>la</strong> base de esos matrimoniosno es el amor. Como consecuencia de <strong>la</strong> intromisión de su padre Leano era amada ni feliz, sino aborrecida (Gn. 29:30-31 LBLA); situaciónque seguramente fue evidente para sus hijos, porque más ade<strong>la</strong>nteRubén, el primogénito de Lea, como que tomó venganza cuando tuvore<strong>la</strong>ciones sexuales con una concubina de Jacob (Gn. 35:22).Labán había instruido a sus hijas en <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría, pues Raquelescondió los ídolos que le robó.Labán siguió entrometiéndose en el hogar de sus hijas cuandoengañó a Jacob cambiándole varias veces el sa<strong>la</strong>rio, también le fue dema<strong>la</strong> influencia porque le provocó miedo y además le hizo pronunciaruna maldición que afectó a Raquel (Gn. 31:6-7, 31-35).Saúl no fue un buen suegro para David porque en variasocasiones quiso matarlo, además había instruido o permitido <strong>la</strong>ido<strong>la</strong>tría en su hija, porque en una ocasión que David salió huyendo,el<strong>la</strong> tomó un ídolo doméstico y lo metió en <strong>la</strong> cama (1 S. 19:9-13).Los ejemplos de Labán y Saúl nos enseñan cómo no debe ser <strong>la</strong>re<strong>la</strong>ción de los yernos y nueras con sus suegros.Contrario a los ejemplos anteriores, el de Noemí y Rut nosenseña cómo sí debe ser <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con los suegros. Noemí comosuegra buscó el bienestar de <strong>la</strong> <strong>familia</strong> de sus hijos, luego cuandoéstos habían muerto, procuró el bienestar de sus nueras y finalmenteel bien de Rut (Rut 1:11-13). Rut también procuró el bien de Noemíporque no <strong>la</strong> abandonó, <strong>la</strong> cuidó y le proveía comida (Rut 1:14-18;2:18); incluso vemos que <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de Noemí y Rut era de madre ehija, pues Noemí cinco veces le dice «hija mía» a Rut (Rut 2:2, 22,3:1, 3:16, 18).Dejando al padre y <strong>la</strong> madreJacob falló como esposo y padre, porque desde el principio nobuscó vivir con su <strong>familia</strong> independientemente de sus suegros (Gn.2:24; Ef. 5:31), tampoco buscó su independencia económica sino quese atuvo a lo que le proveía su suegro, lo que seguramente le provocóproblemas económicos; además, como lo vimos anteriormente, sedejó llevar por <strong>la</strong> influencia de su suegro y pronunció una maldiciónque afectó a su esposa, Raquel.35