Jesús y <strong>la</strong> <strong>familia</strong>Así como el Señor obró favorablemente en <strong>la</strong>s <strong>familia</strong>sdesintegradas, obrará en nuestra <strong>familia</strong> cuando lo invitemos a entrary llevará <strong>la</strong> sanidad a <strong>la</strong> madre por <strong>la</strong> perdida o falta del esposo,sanará al padre por <strong>la</strong> falta o pérdida de <strong>la</strong> esposa y sanará a los hijospor <strong>la</strong> perdida o falta de alguno de sus padres.40
Jesús y <strong>la</strong> <strong>familia</strong>JESÚSEN LA CASA DESIMÓN EL FARISEOUno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendoentrado en casa del fariseo, se sentó a <strong>la</strong> mesa. Entonces una mujerde <strong>la</strong> ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a <strong>la</strong> mesaen casa del fariseo, trajo un frasco de a<strong>la</strong>bastro con perfume; yestando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar conlágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba suspies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que lehabía convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quiény qué c<strong>la</strong>se de mujer es <strong>la</strong> que le toca, que es pecadora. Entoncesrespondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y élle dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debíaquinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con quépagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Yél le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a <strong>la</strong> mujer, dijo a Simón:¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies;mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con suscabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesadode besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta haungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchospecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quiense le perdona poco, poco ama.Lucas 7:36 al 47LOS eventos ocurridos en <strong>la</strong> casa de este fariseo son simi<strong>la</strong>res a losocurridos en <strong>la</strong> casa de Marta, María y Lázaro, porque una mujer regócon sus lágrimas los pies de Jesús, los enjugó con sus cabellos, losbesó y los ungió con el perfume; pero el fariseo murmuró de <strong>la</strong> mujer.41