DebateEl tamaño atenta contra el mo<strong>de</strong>locientíficoLa cuestión <strong>de</strong> tamaño <strong>de</strong> una universidadafecta directamente en la cuestión <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los.Una megauniversidad como la UBAnunca pue<strong>de</strong> ser una universidad científica.Para ser científica, una universidad <strong>de</strong>be serpequeña. La ciencia es una empresa ágil,casi caótica, caprichosa, espasmódica. Undía se abre un campo <strong>de</strong> investigación y, ala semana, otro. Y otros se cierran o caenen <strong>de</strong>suso. Para ser una universidad científicahay que estar en la cresta <strong>de</strong> la ola. Sino se es capaz <strong>de</strong> generar nuevas líneas <strong>de</strong>investigación, al menos es necesario po<strong>de</strong>rgirar para don<strong>de</strong> va la corriente. Por esouna Universidad científica <strong>de</strong>be ser ágil,capaz <strong>de</strong> crear o cerrar <strong>de</strong>partamentos, carreras,orientaciones, especializaciones o loque fuere, en tiempos razonables. La hipertrofiadaUBA es incapaz <strong>de</strong> resolver NADAni en tiempos infinitos. El tamaño giganteva acompañado <strong>de</strong> intereses corporativosgigantes, <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res gigantes y <strong>de</strong> burocraciasgigantes. Todo eso es incompatible conla creación <strong>de</strong> conocimiento.Estos cursos básicos suelen estar a cargo<strong>de</strong> los respectivos <strong>de</strong>partamentos. Porejemplo, los cursos <strong>de</strong> matemática (pordon<strong>de</strong> pasan, todos mezclados, los futurosmatemáticos, físicos, psicólogos,contadores, filósofos, etc.) están dadospor los docentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong>matemática <strong>de</strong> la universidad. Por ello,las universida<strong>de</strong>s científicas suelen teneruna organización <strong>de</strong>partamental. Encontraposición, las profesionalistas estánorganizadas en estructuras <strong>de</strong> cátedra.Las primeras tienen docentes “generalistas”que van rotando entre diferentesmaterias; las segundas, docentes especialistas;en ellas, habitualmente, el máximoespecialista se adueña <strong>de</strong> una cátedra yforma una especie <strong>de</strong> feudo académico, amenudo inexpugnable.Otra característica <strong>de</strong> los currículos profesionalistases que son rígidos. En las científicas,suele haber muchas materias optativasy comunes entre diferentes carreras(a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las básicas). Los estudios sonflexibles y es difícil encontrar dos graduadoscon idéntica formación.Un buen momento para calar una universidad,si es que todavía tiene dudas, es el mediodía.Un comedor universitario es i<strong>de</strong>alpara hacer la caracterización. Es sencillo:los almuerzos <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s humboldtianasson divertidos y estimulantes,cuando no, eróticos. Es fácil encontrar mesasen las que comen un futuro ingeniero,con una futura veterinaria, con un filósofoy un economista. Es fácil imaginar unacharla estimulante, digestiva.Otro lugar don<strong>de</strong> se ve claramente la diferenciaes en las bibliotecas universitarias. Lacientíficas están llenas <strong>de</strong> estudiantes, <strong>de</strong> libros,¡<strong>de</strong> revistas!, <strong>de</strong> terminales <strong>de</strong> computadoracon internet y los catálogos on-line. Launiversidad profesionalista, en cambio, es lamayor subsidiaria <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong>l apunte.Las materias <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s científicastienen un contenido interdisciplinarioimportante y hay que hacerlas en inglés.Hay quien con esto pue<strong>de</strong> emocionarse ya otro pue<strong>de</strong> generarle urticaria. Pero esasí, la ciencia es una empresa global y secomunica en lengua franca.Permítaseme intercalar una frase <strong>de</strong> uno<strong>de</strong> nuestros adali<strong>de</strong>s por la ciencia, MarcelinoCereijido: “La universidad profesionalistapue<strong>de</strong> generar expertos, o a losumo eruditos, pero sólo <strong>de</strong> una universidadcientífica salen los sabios”.Las universida<strong>de</strong>s científicas son pequeñas.Las emblemáticas MIT o Harvard nosuperan los 18.000 estudiantes. El últimocenso en la UBA arroja la friolera cantidad<strong>de</strong> 320.000. De ellos, la mayoría se anotaen carreras tradicionales, sin sentido aca-Científica, no cientificistaOscar Varsavsky acuñó el término cientificistaen los años 70 para criticar la actitud<strong>de</strong> diversos científicos que, según él, le dabanla espalda a los problemas <strong>de</strong>l país. Sinembargo, se pue<strong>de</strong> ser tan autista haciendociencia <strong>de</strong> primera calidad como haciendouna ciencia pretendidamente aplicada opretendidamente al servicio <strong>de</strong> la sociedad.Sus argumentos fueron bastar<strong>de</strong>ados y utilizadosen <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la mediocridad.8
EsfuerzoActualmente, los actores <strong>de</strong> la vida universitariaque estamos convencidos <strong>de</strong> que laArgentina <strong>de</strong>be tener una universidad científicaper<strong>de</strong>mos muchísimo tiempo en <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rnuestro i<strong>de</strong>al académico. Gastamosenorme cantidad <strong>de</strong> energía en <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r laperiodicidad <strong>de</strong> cátedra, las <strong>de</strong>dicacionesexclusivas, los concursos abiertos, las estructuras<strong>de</strong>partamentales... y tantas otrascosas que son absolutamente necesariaspara el mo<strong>de</strong>lo científico y apenas accesoriaso incluso molestas para el mo<strong>de</strong>loprofesionalista.La partición <strong>de</strong> la UBA en nuevas universida<strong>de</strong>scon tamaños racionales, gobernables,direccionables, a las que se pueda insuflar unapolítica académica clara y <strong>de</strong>finida, resultaráen que cada una produzca beneficios para lasociedad <strong>de</strong> manera eficiente, y sin necesidad<strong>de</strong> gastar esfuerzos en pujas innecesarias.démico ni estratégico. Las leyes <strong>de</strong> mercadoy las modas gobiernan la matrícula<strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s profesionalistas. ¿Sepuso <strong>de</strong> moda el periodismo?, macanudo:mañana compramos un edificio nuevo yahí entran los 40.000 estudiantes <strong>de</strong> ciencias<strong>de</strong> la comunicación que manejarán lostaxis <strong>de</strong>l futuro. Las universida<strong>de</strong>s científicasplanifican con visión <strong>de</strong> futuro.Con docentes full time, con estudiantesfull time, viviendo juntos en la universidad,están atrapados en la tradición <strong>de</strong> laformación discípulo-maestro. En la otra,en cambio, el estudiante esta con<strong>de</strong>nado ala masividad y el anonimato.Ya po<strong>de</strong>mos formular una preguntacrucial: ¿Cuál es el objetivo académico último<strong>de</strong> estos tipos <strong>de</strong> universidad? Para laprofesionalista: la EFICIENCIA. Para lacientífica: la EXCELENCIA.Y a mí quéAhora bien, supongamos que acordamoslas diferencias entre ambos tipos <strong>de</strong> universidad.¿Qué podría hacer que prefiriéramosuna universidad científica a unaprofesionalista? Yo tengo dos motivosimportantes. El primero es la ciencia en símisma. La ciencia es una concepción <strong>de</strong>luniverso, un modo <strong>de</strong> enfrentar el universo,basada en la razón, la observación, laexperimentación, con prescin<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>dogmas, creencias y <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> autoridad;es un sistema <strong>de</strong> conocimiento conenormes implicancias en la filosofía, la ética,la moral y la vida. Ser científico es un<strong>de</strong>safío personal <strong>de</strong> cada uno, que <strong>de</strong>berálibrar en angustiosa minoría.El segundo es estratégico. Basar el sistemaeducativo superior en universida<strong>de</strong>s profesionalistases el mejor modo <strong>de</strong> enca<strong>de</strong>narsea un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> país <strong>de</strong>pendiente; <strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong> insumos, recetas y saberes <strong>de</strong>sarrolladosen el primer mundo, consumidory esclavo <strong>de</strong> tecnologías y conocimientosimportados. Por el contrario, tener universida<strong>de</strong>scientíficas es condición necesariapara generar un proyecto <strong>de</strong> país in<strong>de</strong>pendiente.No se pue<strong>de</strong> ser un país soberanoni, menos aún, rico, sin tener ciencia.Bueno, me <strong>de</strong>tengo aquí. Debe haber unaguía más seria y más completa. Este es unresumen para todo público.De aquí en másLa perspectiva no es muy halagüeña. Nuestrosgremios docentes están embarcadosen conseguir estabilidad laboral, contrarioal principio reformista <strong>de</strong> la periodicidad<strong>de</strong> cátedra, lo que convertiría la universida<strong>de</strong>n un ente burocrático y mediocreparecido a un ministerio kafkiano. Loscentros estudiantiles, hoy dominados porpartidos políticos <strong>de</strong> izquierda (una nuevay reaccionaria izquierda) sostienen, ensu mayoría, la trasnochada i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que laciencia es una herramienta <strong>de</strong> dominacióncapitalista y no pue<strong>de</strong>n distinguir entrecientífica y cientificista. La opinión públicay los medios <strong>de</strong> comunicación masivossoportan el bombar<strong>de</strong>o mentecato <strong>de</strong> losdiscursos posmo<strong>de</strong>rnistas que relativizanel conocimiento científico equiparándoloa creencias religiosas y modas culturales.La cosa está peluda.Pero aunque parezca una meta inalcanzable,generar universida<strong>de</strong>s científicas noes imposible. La época <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> la UBA,<strong>de</strong>l 56 al 66, <strong>de</strong>muestra que en muy pocotiempo se pue<strong>de</strong> patear el tablero y dar ungolpe <strong>de</strong> timón que nos encamine haciaun rumbo <strong>de</strong> excelencia. Algo tenemos losargentinos, yo no se qué, pero somos elúnico país latinoamericano con tres PremiosNobel <strong>de</strong> ciencia, y con otras treintaluminarias científicas que no recibieronel Nobel, otros trescientos en puestos topen todo el mundo, y unos 60.000 científicosformados, yirando aquí y allá. Algohay. Tal vez ese algo nos permita darnosel tiempo necesario para reflexionar sobreesta encrucijada y, quién sabe, un día, tomemosel rumbo señalado.Es imposible modificar el sistema universitarioargentino para que adopte el mo<strong>de</strong>locientífico. Pero no hay razón vale<strong>de</strong>rapara evitar que ciertos grupos académicosque están en condiciones <strong>de</strong> adoptarlo <strong>de</strong>banrenunciar a ese objetivo. Las condicionesestán dadas para que una particiónracional <strong>de</strong> la UBA permita la generación<strong>de</strong> una (tal vez dos) universidad científicaque nuestro país necesita y merece.9