Los muertos y la voz del Hijo de Dios - Believers Chapel

La autoridad general de juzgar (Juan 5:22, 23).Jesús continúa: “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio selo ha confiado al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran alPadre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió” (vv. 22, 23).El dar la vida está evidentemente dentro de la órbita del poder de juzgar.El don del Padre del poder para juzgar es un tremendo reclamo de partedel Hijo. Es la opinión común de muchos teólogos contemporáneos quelos cristianos de matiz evangélico hacen demasiado de Jesucristo. Porsupuesto, a ellos no les gusta confesar su deidad, ya que sus puntos devista son frecuentemente de carácter unitario. De hecho, hace muchosaños Nels F. L. Ferré escribió un libro intitulado: El sol y el paraguas, enel que buscaba negar la deidad de Jesús por una especie de una simplealegoría. El profesor Ferré, profesor de filosofía y de teología en laVanderbilt University's School of Religion (Ecuela de Religión de laUniversidad de Vanderbilt) hace unos años, inventó una parábola del soly del paraguas. En esta parábola, el paraguas se designó paraguardarnos de los rayos del sol, representaba tales cosas como a Cristo,la Biblia y a la iglesia. Los rayos del sol representaban las influenciasbenéficas de Dios Padre, y nosotros estábamos bajo el paraguas,sosteniéndolo para resguardarnos de los rayos del sol. En otras palabras,la enseñanza de que Jesús es el Hijo de Dios, el mismo Dios del mismoDios, es una enseñanza que nos evita disfrutar los beneficios delministerio de Dios nuestro Padre. Nuestra adoración se desvía a unobjeto indigno. De la misma manera, la Biblia, si se toma como lainspirada palabra de Dios, tiende a desviar nuestra alabanza, porquetendemos a adorar la Biblia más que de quien la Biblia habla. No esnecesario ocuparnos de la cuestión de la iglesia, ya que la dirección delcomentario del profesor es simple. El profesor piensa que representar aCristo como sin pecado es robarle su humanidad; es el comentario másilógico que se haya hecho por un profesor de teología filosófica. Elejemplo del Adán sin pecado en el Jardín del Edén debió haber aclaradosu mente de la confusión, porque Adán era verdaderamente humano, y5

confianza no se puede situar en otro lugar que no sea solamente en lamisericordia de Dios 6 ”.ConclusiónEl camino a la muerte es claro por los pasajes (ver vv. 24, 25, 28-29).(Ver Jer. 44:4; Ezeq. 18:20). La necesidad es reconocer nuestro pecado,tanto por naturaleza como por práctica, y descansar en la obra expiatoriade nuestro divino salvador.El camino a la vida está delimitado por oír y creer (ver vv. 24, 25), einvolucra, de acuerdo con las figuras de la Biblia, ir a Cristo, recibir aCristo, confiar en Cristo tal como somos (ver Mat. 11:28; Juan 1:12; Ef.1:13).Y, finalmente, una palabra de amonestación es apropiada. Existen dosperíodos de oír su voz, de acuerdo con este pasaje, ahora y después.(Ver vv. 25, 28). Pero oírla después es demasiado tarde. ¡Cuánto mejoroírla ahora!Notas:1 James Atkinson, Martin Luther and the Birth of Protestantism [Martín Lutero y el nacimientodel protestantismo] (Atlanta: John Knox Press, 1968), p. 202.2 Nels F. S. Ferre, The Sun and the Umbrella, pp. 27-35. [El sol y el paraguas]3 Tenney, p. 106.4 Morris, pp. 321, 322.5 Calvin, I, 133.6 Ibídem., 133, 134.10