Revista cuatrimestral de las Escuelas - Escuelas San José

11Recursos para intentar sermejores padresy madres - 1Comunicación - Límites - Autoridaden el grupo familiarSiempre hay comunicación, aún en el silencio.Los gritos, un cachete, la malacara o la sonrisa, un abrazo, unregalo, repetir lo mismo cien veces,contestar con una pregunta,la indiferencia.... son comunicación.La pregunta es: ¿la comunicaciónes adecuada o inadecuada?.También las ambivalencias y lascontradicciones son comunicación:sea entre diversas cosasque se expresan verbalmente,sea entre lo que se expresa verbalmentey lo que se expresa físicamente(lenguaje no verbal),entre lo que se dice y lo que sepiensa... entre lo que dice unpadre y lo que dice una madrea su hijo....Repetir lo mismo cien veces oque baste con decirlo una veztambién son comunicación. Si sehace costumbre que repitamoslas cosas cien veces, siempre seesperará que lo hagamos, y porlo tanto las anteriores noventay nueve no serán nunca oídas.Esto desgasta a todo el grupo familiar.La regla del “1-2-3” puedeser una buena alternativa (“apartir de ahora cuando te dé unaindicación hay que atenderla ala primera, y si la tengo que repetir,a la tercera habrá un “castigo”...Por supuesto podemosdialogar sobre la indicación, y túpuedes argumentar lo que creasconveniente -en su justa medida( y entendemos que la autoridadla ejercen los padres/madres)-pero ya no se repetirá cien vecesporque eso nos cansa y mortificatanto a tí como a mí”.Por supuesto que del 100 al 1-2-3 no se pasa en un día, padremadree hijo/s debemos desacostumbrarnosdel ritmo anterior, yhabituarnos a esta nueva modalidadde comunicación.Escrito por: Federico L. Petricca. PsicólogoMaster Internacional en Psicología de la Salud.Especialista en Intervención Social y ComunitariaAmenazar, jurar castigos,“¡Nunca más te voy a dejar hacer...!”,“¡a partir de mañana verásque...!”, pueden ser una actitud“comprensible” por el enojodel momento pero son poco saludablespara el grupo familiar.“Gritar” un castio y no hacerlocumplir es perder autoridad.Pero cuidado: aplicar “castigos”inadecuados, sea por inmerecidos,exagerados, fuera demomento, irrespetuosos, invasores...tampoco construye adecuadamenteel crecimiento delgrupo familiar.Los gritos frecuentes suelen generarclima de “obligatoriedadde gritar” para hacerse entender,lo cual desgasta a todos.Además, muchos gritos hacerperder la eficacia de un gritoque en un determinado momentopuede ser necesario.San José JesuitasRevista cuatrimestral de las EscuelasESCUELASSANJOSE• VALENCIA-•JESUITAS