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Carmen Conde y Antonio Oliver

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CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER.LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENAEN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASJosé Sánchez Conesa2Exposición fotográfica sobre los molinos de viento.Universidad Popular, 1935.Es pretensión del autor homenajear conel presente artículo la vida y la obra delos cartageneros <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> Abellán y<strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong> Belmás. La efeméride celebradaen el año 2007, el centenario delnacimiento de <strong>Carmen</strong>, ha sido una buenaocasión para conocer lo que supuso en laliteratura y en la cultura la contribución deestos creadores de la tierra, enamoradosde los molinos de viento, las balsas, lostrovos, los cantes mineros, los auroros, loscuentos populares, la gastronomía, los festejos;elementos todos ellos claves de laidentidad comarcal.El término cultura popular resultaambiguo por su carga ideológica, aunqueresulta evidente que es cultura del pueblo.Desde el siglo XVIII se empezó a aceptarque en las sociedades europeas existía almargen de las clases superiores que detentabanel poder, un colectivo, el pueblo, quetenía una cultura propia diferente de lasélites con un arte característico desplegadoen danzas, canciones, vestidos, artesanía,arquitectura o cuentos. La cultura delos iletrados, por ello de transmisión oral,y al margen de lo impartido en las escuelas,universidades o iglesias. Menospreciadapor acientífica, relegada solo a dar coloridonacional o regional, algo así como unadorno para un rato, por ejemplo los llamadosbailes regionales.Un evidente error cuando por su especialrelación con el medio natural han atesoradouna sabiduría milenaria que ha dadobuenos resultados y que deberían recuperarsedeterminadas prácticas en agricultura,uso de las plantas con fines medicinales,respeto al medio ambiente, etc.Lo popular está en la propia definiciónde Universidad Popular. En el año 1927comienza un movimiento cultural en Cartagenade la mano de <strong>Oliver</strong> y su esposa,inspirándose para ello en la experiencia dela primera Universidad Popular instituidaen Segovia por <strong>Antonio</strong> Machado. Una instituciónque pretenderá convertirse envanguardia cultural de ciudad, barrios ydiputaciones rurales con el respaldo depolíticos republicanos como <strong>Antonio</strong> Ros yCasimiro Bonmatí, padre.Entre sus objetivos la elevación delnivel educativo y cultural, desde una pedagogíarenovadora, y la promoción y extensiónde la cultura a la clase obrera. Todoello con actuaciones como conferencias deintelectuales y poetas sobre temas políticos,educativos y literarios. Además deexcursiones educativas a zonas rurales ocosteras de la comarca: Fuente-Álamo,Cabo de Palos o a otros lugares comoMallorca y Úbeda.Otras experiencias llevadas a cabo fueronla biblioteca, exposiciones como lafotográfica dedicada a los molinos de viento,cine y las iniciativas que no lograroncuajar por falta de tiempo como el rodajede películas documentales sobre artesaníase industrias de la región, la primeraprevista por <strong>Oliver</strong> sobre los molinos deviento cartageneros.


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASLA GENERACIÓN DEL 27 MURCIANO-CARTAGENERATodos sabemos que aquel grupo depoetas, la Generación del año 27, representóun segundo siglo de oro para lasletras hispanas. Hoy se hace en España lamejor poesía de Europa le dijo GarcíaLorca a Miguel Hernández, quienes seconocieron precisamente en Murcia, cuandoFederico llevaba junto a jóvenes universitariosel teatro clásico, los Entremesesde Cervantes y la Vida es sueño de Calderón,por pueblos y ciudades españolasen aquella experiencia republicana de laBarraca, el arte para el pueblo.Muchos componentes del 27 eran profesoresuniversitarios como Pedro Salinas,Gerardo Diego, Dámaso Alonso o JorgeGuillén, que ganó la cátedra de LiteraturaEspañola de la Universidad de Murcia yaquí enseñó desde 1926 a 1929, teniendoentre sus alumnos precisamente a <strong>Antonio</strong><strong>Oliver</strong>. Esta presencia del autor de Cánticoen la ciudad del Segura sirvió para impulsaralgunos proyectos literarios como lasrevistas que se editan en Murcia y su conexióncon los poetas citados. Jorge Guillénfue seducido por la luminosidad murciana,sus huertos y el carácter acogedor de susgentes, hasta que marchó a enseñar a launiversidad de Oxford.Generación de la Amistad ha sido llamadatambién por los estrechos vínculosque los aunaban. <strong>Carmen</strong> dedica unpoema a Pedro Salinas, al que visita en suexilio sudamericano tras la guerra incivil.Cuelga <strong>Carmen</strong> en las paredes de su casa,y que ahora podemos apreciar en sumuseo en Cartagena, el poema La niña,que le dedicó nuestro Nobel Vicente Aleixandre,vecinos además que fueron enMadrid, y una fotografía de Jorge Guillénrealizada por <strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong>.Las revistas literarias en estos añosjugarán un destacado papel como portavocesde lo más renovador de unos inquietosjóvenes creadores, siendo tres las revistasliterarias murcianas que reflejan en losaños 20 el espíritu de esta Generación: ElSuplemento Literario del diario La Verdad,Verso y Prosa y Sudeste. Ampliamenteestudiadas por Díaz de Revenga, catedráticode nuestra universidad.Juan Ramón Jiménez, muy conocidopor la prosa poética de su Platero y yo,Premio Nobel, ejerció un notable magisterioen todos los poetas del 27, y como noen <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> y <strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong>. En susinicios la joven <strong>Carmen</strong> le escribió dándolea conocer sus primeros poemas, recibiendono solo contestación del extravagantepoeta, sino la invitación a publicaren su revista. Todo un honor para la cartagenera.Juan Ramón inspiró revistas y dirigióÍndice, teniendo como secretario al murcianoJuan Guerrero Ruíz, en ella publicará<strong>Antonio</strong> Machado, Salinas, Guillén,Gerardo Diego, Dámaso Alonso, GarcíaLorca, Concha Espina y prosistas comoJosé Bergamín.Juan Guerrero será fundamental paragenerar en Murcia, su ciudad natal, elclima adecuado para el surgimiento de lasrevistas, enriquecido todo ello por la personalidad,como ya hemos indicado delgran Jorge Guillén. Guerrero fue doctor enDerecho, secretario de distintos ayuntamientosde la región, y que conocerá enMadrid a Juan Ramón corriendo el año1.913.Traban una gran amistad, posteriormenteextendida a los artistas del 27,siendo el murciano muy querido y admiradopor todos ellos. Fue traductor y escritorde poesía, prosa y crítica literaria.Otro escritor conectado con el 27 seráJosé Ballester, nacido en Murcia en 1.892,redactor jefe de La Verdad y a veces, demanera intermitente, ejerció la dirección.Alma mater del Suplemento literario de LaVerdad y fundador con Guerrero de Versoy Prosa. Como novelista recibió la decisivainfluencia de Azorín y Gabriel Miró, unestilo muy levantino.3


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASLa guerra civil truncó la vida de <strong>Antonio</strong><strong>Oliver</strong>, como a tantas personas por sucompromiso republicano, que pudo rehaceren parte en Madrid donde será profesorde instituto y más tarde profesor universitariode Historia de Literatura Hispanoamericana,responsabilidad académicaque le llevará a dirigir un gran número detesis doctorales. Conoció a la última mujero compañera de Rubén Darío, lograndocatalogar y clasificar el archivo del granpoeta. El cartagenero será su biógrafo,premiado por ello, además de convertirseen conferenciante itinerante por diversospaíses sudamericanos, siendo investidoDoctor Honoris Causa en Nicaragua, año1963.<strong>Oliver</strong> cantó a los molinos de su campocartagenero, ahora derruidos para vergüenzade autoridades y ciudadanía:Como el verso de ocho sílabas,el molino de ocho aspas.Las palabras son las velas.Las velas son las palabras.Da vueltas, molino blanco,para que la estrofa cante.Gira, octosílabo, gira,que hay viento de levante.Da vueltas, molino blanco,para que la estrofa cante.Gira, octosílabo, gira.Del pozo profundo y frescosacará el molino el agua.Y la estrofa, la alegríadel claro pozo del alma.Otro ciudadano de nuestra comarca enel grupo: Andrés Cegarra. Nacido en LaUnión en 1894, falleciendo muy joven en1928, tras una existencia marcada por eldolor y la enfermedad. No podía escribircon sus propias manos, lo que no le impidiópublicar en el Suplemento y Verso yProsa, además de fundar la editorialLevante. Un optimista, según su amiga<strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong>, rico en imágenes y metáforasimaginativas.Miguel Hernández, <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> y <strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong>ante el molino del tío Poli. Los Dolores, Cartagena,1935.Algo más diremos sobre Miguel Hernández,poeta nacido en Orihuela, cabrerode alpargata, campesino levantino. No seincluye en la Generación del 27, al ser másjoven, y se le suele agrupar a otro grupopoético que algunos llaman del 36. A veceslas fronteras que establecen los estudiososson algo artificiosas.En el libro de José Rodríguez Canovastitulado <strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong> y la Universidadde Cartagena se reproduce la famosa fotografíaen la que podemos observar almatrimonio con su amigo Miguel, junto aun molino de viento y rodeados de cabrasen el barrio de Los Dolores, donde vivióuna temporada la pareja. <strong>Carmen</strong> explicaese momento:“Enfrente de nuestra casa está la balsacon el molino del tío Poli, sobre unas callecillasde granados y almendros. Allí acudíaMiguel en primavera o verano, no lorecuerdo, y después de comer nos paseábamospor Los Dolores, admirando lasnumerosas y hermosas fincas, cuyastapias están rematadas por puntas decristales infernales. Miguel brama palabrotascontra quienes hacen semejantesinfamias contra los pobres chiquillos queya no pueden saltar las cercas para cogerla fruta de los huertos (...) nos reíamos ynos retratamos ante el molino del tío Poli,rodeados de cabras que parecen llevadasa propósito”.5


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASLos tres grandes molinos que te vuelan,se arrebatan de sol, giran ebrios deazul,salobres velasen las manos del viento que te baña.Campo y mar tan unidos en un cánticopocas veces halló el hombre en elmundo.Marinero y labriego, juntamente;Con la tierra y la red, oficio unísono.Un poema lleva por título Luna en elMar Menor.Cuéntanos del mar; si puedes, luna,contarnoscomo hicieron este mar.Si a la vez que tú, si antes;si cuando abriste tu cáliz estaba aquí,mirándonos...Si fue después cuando oísteel rumor de su estallido....cuéntanos.Este libro está pidiendo a gritos unareedición, a ser posible edición facsímilpues es una joya tanto en su contenidocomo en su continente: el formato, las pinturasde Carpe y las fotografías de Abellán,fotógrafos profesionales de Cartagena,parientes de la autora: barcas varadas, elmar, pescadores que faenan, que preparanen la orilla el caldero, molinos. Hace 44años todo era muy distinto en el Mar Menor.Preparando esta conferencia lleguéhasta la casa siempre abierta de AsensioSáez, precisamente a mano tenía dos fotografíasde <strong>Carmen</strong>.“A <strong>Carmen</strong>, –me cuenta–, le gustaba irpor Cabo de Palos, pero unas horas solo,iba con prisa porque siempre tenía cuarentacosas que hacer. Me hizo graciasiempre. Era tan suya, tan <strong>Carmen</strong>...¡Aquíestoy yo! Era mandona, y tierna, afable.Otro rasgo de su personalidad era la religiosidad.Decía que tenía con Dios todoslos días una comunicación. Visitamos unaiglesia en Orihuela y admiraba el artesacro, la imaginería, los retablos.Le gustaba Portman por su personalidad.Bueno, es que a todos nos gustabaPortman. El paisaje de la sierra minera.Venía al festival del cante de las minas”Festival que el propio Asensio, junto aotros unionenses, puso en marcha en1961 para reivindicar los estilos cantaoresde la tierra. <strong>Carmen</strong>, otra intelectual daráaños después su apoyo, como el propioCamilo José Cela a este certamen. Compromisoque supone enlazar con los escritoresdel 27, especialmente Lorca y Albertien la labor de dignificación de este arte,tan menospreciado por los bienpensantes,por las elites políticas, sociales y culturales.Como acto reivindicativo Garcia Lorcajunto a Manuel de Falla y otros ponen enmarcha el Concurso de Cante Jondo deGranada, celebrado en el Generalife,corriendo el año 1922, Fiesta del Corpus.El primero de los festivales flamencos quese convocan.Prosigue la conversación con Asensio,quien nos relata:“Tenía mucha amistad <strong>Carmen</strong> conMaría Cegarra (hermana de Andrés Cegarra,amiga y mentora del propio Asensio).Yo me reía con lo que siempre le decía <strong>Carmen</strong>a María:– María, déjate La Unión y vente conmigoa Madrid.– ¿Para que? Replicaba rápida María.– Pa echarte novio”.Otras veces remataba:– “Pa echarnos novio las dos”.Maria murió soltera, aunque se dijoque Miguel Hernández estuvo enamoradode ella.El trovero, historiador del trovo y poetaÁngel Roca me cuenta que <strong>Oliver</strong> leyó unode sus libros, escribiendo a propósito deesa lectura un artículo en La Verdad. Apartir de ahí conoció a <strong>Carmen</strong>. Pero quesea Roca quien nos cuente:“Era de carácter subido. Una periodis-7


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASta la entrevistó en el hotel Entremares y lepreguntó: ¿Qué prepara para las próximatemporada? <strong>Carmen</strong> respondió cortante:Señorita, usted cree que me dedico a lamoda”.Roca la propuso como Cartagenera delAño, pero hubo cambios de opinión a últimahora y no salió por su fama de roja.LOS CANTES MINEROSEl pintor cartagenero, aficionado a lostrovos y al flamenco, Damián Ximénez leha dedicado una obra: <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong>. Biografía.Me lo presta Asensio junto a unatarjeta del autor, lo que me permite telefonearloa una localidad catalana dondereside actualmente.“La conocí en el Festival minero, en elaño 1971”.Ese año el hermano de Damián, el cantaorEl Macareno, Juan Jiménez Martínez,se alzó con la Lámpara Minera, el primerpremio destinado a la mejor minera cantada.Macareno era alumno de <strong>Antonio</strong>Piñana padre, rescatador de muchos delos estilos de la tierra. Leemos de la obrade Asensio Crónicas del Festival Internacionaldel Cante de las Minas, un fragmentode la correspondiente a esa edición:“<strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong>, invitada de honor. Esla primera vez que asiste al Festival. Alpreguntarle a <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> si se encuentrasatisfecha en La Unión, contesta rápidamente:Es una cosa significativa, yagradezco más, el que haya sido La Uniónel primer pedazo de mi tierra que me hareclamado para tenerme con ella unosdías (El Noticiero).<strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> crea el Premio <strong>Antonio</strong><strong>Oliver</strong> a favor del Festival, en memoria delamor que él sentía por esta manifestacióndel arte, el mismo que siento yo. El premioirá luego a manos-grata coincidencia- deun intelectual del cante: Alfredo Arrebola.Con el dinero, la propia <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong>entregará al ganador un libro de poemasde <strong>Antonio</strong> <strong>Oliver</strong>. Hermosa fórmula deequilibrio ésta de aunar verso con plata”.Retomando el hilo de la conversacióntelefónica con Damián Ximénez me diceque aquel año del Festival revivió <strong>Carmen</strong><strong>Conde</strong> recuerdos de infancia y juventudjunto a su amiga inseparable Eulalia Ruizde Clavijo Aragón, procuradora de tribunales.“<strong>Carmen</strong> era de una generosidad espiritualtremenda. Era de izquierdas y creyente.Cada vez que venía por Cartagenallevaba un ramo de flores a la Caridad yotro lo depositaba en la iglesia donde fuebautizada y donde se casó, la de la calledel <strong>Carmen</strong>..Amaba los molinos de viento, tantoque deseaba comprar uno por la zona delMar Menor para reunir allí sus recuerdos.Un pequeño templo. También le gustabalos trovos y el flamenco. Tanto quequedó maravillada con el Festival y mihermano cantó días después para ellamineras y cartageneras junto a la guitarradel gitano de la Unión..(No lo recuer-<strong>Carmen</strong> escucha el cante del cartagenero El Macarenoy la guitarra de <strong>Antonio</strong> Piñana.8


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASda y le apunto el nombre que busca en sumemoria: <strong>Antonio</strong> Fernández). Aunqueluego, en otra ocasión le acompañó <strong>Antonio</strong>Piñana, hijo. Y esas fotografías sereproducen en mi libro. <strong>Carmen</strong> escribióletras, quintillas para ser cantadas pormineras y cartageneras. Pidió que mi hermanolas grabara en un magnetófono deaquellos, para que su amigo SantiagoAmón, crítico de arte, las escuchase enMadrid. No nos quedamos copia. Se laquedaría <strong>Carmen</strong>. Se grabó en los estudiosAbellán, fotógrafos de Cartagena queeran familia suya”.Considero oportuno reproducir algunasquintillas que <strong>Carmen</strong> escribió paraser cantadas por cartageneras y mineras:Lo que mis ojos lloraronno lo sabe Cartagena.En La Unión me lo cantaronen unas noches serenasque los mineros cavaron.Cuando revolví a La Unióntraje mis penas sangrandoy ahora de fuego son.No se me fueron cantando,me muerden el corazón.Todo el que acude a La Uniónse encuentra con compañeros.Es gente cuyo empujónsaca oro del terrero:su pica es su corazón.Taleguico y carburicocantándolos vas, minero.A veces, casi aboníco.No sabes cuánto te quieroteniéndolo calladíco.La pena tiene al mineroclavao a su galería.No es el vino ni el dineroes que no goza en el díadel viento cartagenero.Si yo pudiera cantarrompería una explosión,que m´he matao a trabajarpara poderle arrancara la mina el corazón.De plata los goteronesque tu sudor va dejandoconfundidos con terronesmientras te pudres ahondandolas minas de tus patrones.Siempre que nos aproximamos al flamencode la comarca tiene que salir a relucirla memoria cantaora de don <strong>Antonio</strong>Piñana, que como es sabido fue quien recibióa partir del año 1952 las lecciones de<strong>Antonio</strong> Grau Dauset, hijo del mítico <strong>Antonio</strong>Grau Mora, el Rojo el Alpargatero(1846-1907) quien quería dejar a buenrecaudo los cantes que aprendió de supadre y que se perdían definitivamente enel olvido. El Rojo fue un forastero que,como tantos otros, acudieron atraídos porel boom minero, estableciéndose en Cartagenay La Unión para regentar cafés cantantesy posadas, propiciando con otroscantaores y cantaoras, hace unos 140años, toda una gama de estilos nuevos.Cantes que se alumbran como las distintasmodalidades de cartageneras,tarantas, tarantillas o mineras, levanticas,fandango y verdial minero, sanantonera omalagueñas de Cartagena, en los quemucho tuvieron que ver los aires folklóricosdel Campo de Cartagena, el cante de lamadrugá de los mineros, el propio folklorede los almerienses que vinieron a trabajaren las minas, el cante de la malagueña flamenca,etc.Pues bien mi amigo y estudioso denuestros cantes, Juan Ruiperez, mecomenta que <strong>Carmen</strong> trató en Madrid, losdos residían allí, con el venerable anciano<strong>Antonio</strong> Grau, el hijo del Rojo, interesadacomo estaba por el flamenco de su tierra.Le grabó cantes que <strong>Carmen</strong> llegó a emplearcomo ilustración de alguna de sus conferencias.EL REENCUENTRO, EN DEMOCRACIA,CON CARTAGENASiempre dispuesta a animar la vida9


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRAScultural de su tierra y a que sea reconocidafuera, como expresa a Damián en cartafechada el 15 noviembre de 1971:“He pensado en que se realice unasesión en TVE dedicada a los trovos y troverosde nuestros campos. Hablé conDomínguez Millán, el guionista de Cesta yPuntos, y ahora de Subasta de triunfos.Está casado, él periodista y escritor, trabajaen Radio Nacional y en TV, con lapoetisa Acacia Uceta. Son buenos amigos.Vas a escribirle...y yo ayudaré aquí cuantopueda”.Telefónicamente me dice Damián:“Un sector de Cartagena no la quería.En cierta ocasión vino a dar una conferenciasobre Santa Teresa de Jesús en laSociedad Económica de Amigos del País,pero el acto no pudo ser porque una amigaintima, yo creo que María Cegarra, leavisó que no la diera porque un grupo depersonas iban a boicotearla. Ella siemprese lamentó de no tener apoyo entre suspaisanos. Tiempo después logró por findar una conferencia y allí estábamos susamigos: María, Asensio...La cosa cambiócon la democracia”.La asociación cultural cartageneraAbraxas, en los prolegómenos de la transiciónle rinde homenaje, al frente la escritoray flamencóloga Génesis García.Apunto que serán años triunfales conla puesta en marcha otra vez en Cartagenade la Universidad Popular que creara enfeliz ayuntamiento con su marido, y quetanto abonara ella con su esfuerzo. Doblementetriunfales con su nombramiento deacadémica de la Lengua, la primera mujeren la historia, año 1978. Atrás quedaronlos tiempos de sus visitas de incógnito aCartagena para no ser descubierta por susenemigos y delatores.Finalmente entró por la puerta grandede Cartagena y hoy día hay calles a sumemoria dedicadas, un colegio, y un colectivode educación de adultos que lleva sunombre, que mejor homenaje a la quetanto creyó en la educación como herramientapara la liberación. La auténticarevolución, dijo el propio <strong>Oliver</strong>.Aunque sea brevemente diremos queapreciaba la gastronomía de la zona, frecuenteseran sus visitas al bar restauranteFelipe de La Palma. En ese sentido se haceeco Damián de una interesante anécdotanarrada por Paco Hernández Cop, pintorunionense afincado en Madrid. La dramáticanoche del 23 F sorprendió a <strong>Carmen</strong>con la folklórica Antoñita Moreno en casadel pintor comiendo morcillas de la ciudadminera. La Moreno cantó en su estilo decanción española varios poemas de suamiga cartagenera.LOS CUENTOS POPULARESCONTENIDOS EN LA RAMBLAEspecial relieve deseo dar a esta publicaciónporque se nutre de relatos de tradiciónoral que los pudo escuchar de sumadre, cuentos folklóricos producto de lacultura popular de la comarca, narracionesen algunos casos centenarias o hastamilenarias. La tradición cuentística europeaes larga, nos llega de la India.Da la impresión que <strong>Carmen</strong> pretendeconstruir un Decamerón rural, pero notermina de tenerlo claro y a la sucesión decuentos da remate con una novela corta,no continúa, por tanto, con la estructurainicial de raíces medievales en la que cadapersonaje narra una historia como en elcitado Decamerón de Boccacio o en las Mily una noches. Como señala el autor delprólogo de la Rambla, Ramón JiménezMadrid, existe un afán moralizador, sonenseñanzas provechosas para conducirseen la vida, vehículo didáctico o de enseñanzapara los más jóvenes.Es curioso como recuerda <strong>Carmen</strong> quesu madre le llamaba ejemplicos a estoscuentos, tal y como hacía el propio infantedon Juan Manuel: enxiemplos, en sulibro famoso El conde Lucanor, fechadoen 1335, llamado igualmente Libro de los10


CARMEN CONDE Y ANTONIO OLIVER. LA CULTURA POPULAR DEL CAMPO DE CARTAGENA EN SUS VIDAS Y EN SUS OBRASenxiemplos del <strong>Conde</strong> Lucanor e dePetronio.Es en definitiva esta obra de don JuanManuel, nuestro primer novelista, la filosofíamoral del medievo reducida a ejemplos,a cuentos que recogen una graninfluencia oriental. A don Juan Manuel,que precisamente fue señor de Cartagenay sobrino de Alfonso X el Sabio, le interesantemas como la salvación del alma, laguarda de la fama, la honra y la hacienda,preocupaciones básicas de los nobles castellanos.<strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong> continúa una tradiciónde siglos, pero también de una granmodernidad, como insertar material de lacultura tradicional del pueblo en la novela.Ya lo hicieron los escritores medievales,así como los clásicos, y los narradores delos siglos XIX y XX. Y se continuaráhaciendo per secula seculorum. No haynada nuevo, salvo lo olvidado.Los personajes que desfilan por LaRambla son gentes humildes, mineros deLa Unión, tenderos de Santa Lucia, pastores,carreteros. Todo gente sencilla, singrandes propiedades, ni títulos. La geografíaes comarcal, está dedicada la obra a laciudad minera y cantaora: A La Unión, tierrade mi tan querida tierra. Están presentesademás el Mar Menor, San Ginés dela Jara, Cabo de Palos y el barrio de SantaLucia, barrio de pescadores y aficionadosal cante. También el habla de la zona:láguena, alboroque, callacuezo, repalandoria,manifacero, abonico, guisque, yexpresiones como sanseacabó, tan campanteo se atizó un buen latigazo deaguardiente.Las historias que <strong>Carmen</strong> nos cuentaforman parte del acervo cultural de nuestratierra, tan es así que mi amigo y compañeroen tareas etnográficas, AnselmoSánchez Ferra, profesor del IES IsaacPeral de Cartagena, recopiló estos mismosrelatos no hace mucho en los pueblos de ElAlgar, La Puebla, Isla Plana, La Magdalena,Molinos Marfagones, Galifa, Tallante,Santa Ana, Pozo Estrecho, Miranda, SantaLucia, Perín. O sea que se siguen contandoactualmente, forman parte de la tradicióny se transmiten oralmente, de padres ahijos.Aunque esto corre un peligro notablepor la amenaza de los medios de comunicación,en especial la televisión, el uso dela informática con fines lúdicos: los videojuegos, las prisas de la vida moderna, eltrabajo fuera de casa de la mujer. Todosellos son condicionantes que contribuyen ala perdida de este hermoso y rico patrimoniooral, inmaterial, frágil y que merecetodos nuestros esfuerzos para al menosfijarlos en la inmortalidad del papel. Comohizo <strong>Carmen</strong> <strong>Conde</strong>.11

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