12.07.2015 Views

10 J)uros - 100 años gran vía madrid

10 J)uros - 100 años gran vía madrid

10 J)uros - 100 años gran vía madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

WTTEVOMüfDOPOR ESPAÑAENDIGOS Y VAGOS ¿Fórmulas para resolverel problemaMde la mendicidad? Ni pensarlo. Tantas se hanpropuesto y por tan varios procedimientos seha intentado extinguir esa plaga, sin que ningunohaya servido para cosa más positiva quepara reducir momentáneamente sus proporciones,dando ocasión á que más tarde se presentararecrudecida, que hay motivo para temerque el tal problema no tenga solución, ópor lo menos que si no han podido dar conella personas más competentes y más autorizadas,menos podría yo, en los estrechos límitesde un articulo- y con mis escasas luces,rssolverlo de una plumada.No.se alarmen, pues, los sociólogos, encargadosde suministrar las ideas más prácticas yprovechosas, ni los munícipes que tienen eldeber de mostrar sus iniciativas en este y entodos los asuntos relacionados con el mejoramientode la vida urbana. Ni pienso desflorarlesel tema, ni disputarles la gloria de haberlogrado la beneficiosa solución.Me propongo única y exclusivamente deciralgo, formular ligerisimas observaciones quejuzgo provechosas y creo que debieran tomaren cuenta los que se decidan á abordar el asuntocon propósito de resolverlo, ya que las circunstanciasen que actualmente se ofrece leden un carácter tan agudo que exige prontas yradicales determinaciones, si no para extinguirlo,para aminorarlo y evitar que continúeextendiéndose en la forma alarmante con queamenaza, y es de presumir que los más obligadosá ello se apresuren á hacerle frente.Esa nueva forma colectiva en que desdehace algunos meses se ofrece la mendicidad ála consideración de los transeúntes, distintapor completo de la otra mendicidad aislada delos que pudiéramos llamar profesionales; elpordioseo en cuadrilla que ha invadido las callesmadrileñas aumentando los caracteres depresivosy bochornosos del espectáculo de lamiseria individual,porque hace suponerácuantoslo presencien y juzguen de las cosas porapariencia que nuestra penuria social ha llegadoá extremos tan enormes como la incuriay el abandono de las autoridades que talesbochornosos espectáculos consienten y autorizancon su pasividad, me ha sugerido" estasreflexiones que voy á someter á la consideraciónde cuantos tienen el deber de estudiar lostemas sociales.Sería prudente, para llegar á conclusionesprovechosas para el más exacto conocimientodel problema y por consiguiente para su mássatisfactoria y rápida solución, seleccionar,clasificar, digámoslo así, á los que ejercen lamendicidad, porque á nadie puede ocultárseleque hay mendigos de varias clases y que ácada una de estas ha de corresponder una maneradistinta de evitar su propagación y desarrollo.Por ejemplo: hay mendigos á los cuales nohay más remedio que socorrer con la limosna,sea oficial ó particular, como son los impedidos,los lesionados, los ancianos. El remedioprecedente, único, para quitar de la vía públicael lamentable espectáculo que estos ofrecen esrecluirlos en los asilos, y las autoridades tienenel deber ineludible de hacerlo asi.A los niños no debe consentírseles pordiosearbajo ningún pretexto. Sobre qué esta vidade holganza e ineducación los hará seres despreciables,inútiles, cuando no delincuentes,mejor que junto á sus padres pordioseandoestarán material y moralmente en las casasbenéficas que para cuidar de ellos existen.Nos quedan no más que los que, faltos detrabajo, aunque aptos para él, tienen que recurriral pordioseo temporalmente y los vagosde condición que en la mendicidad encuentranmedio más cómodo de proporcionarse recursosque en el trabajo.A los primeros, que no son tantos como parecen,porque se confunden con los segundos,que son los más, debe proporcionárseles ocupacióny garantirles concia el derecho quenenen á vivir, y á los segundos, bien probadasu condición de vagos, cosa facilísima, perseguirlosy castigarlos como delincuentes queson.En cuanto, hecha la selección, se vea que losque mendigan por falta de trabajo siendo hombresútiles dispuestos á ganar su vida honraday laboriosamente son los menos, este aspectodel problema social quedará reducido á términosmucho más breves y de más sencillasolución, puesto que de la categoría que hoyocupan indebidamente de obreros sin trabajoimpelidos á la mendicidad pasarán á ocuparla de vagos que de- derecho les corresponde,la mayor parte de los que actualmente dan alproblema obrero las apariencias pavorosascon que se ofrece á nuestros ojos.Hecho este espurgo, esta clasificación escrupulosay equitativa, no tendrán que preocuparselas autoridades más que de dos extremos,á saber: el de proporcionar trabajo á losverdaderos trabajadores y el de limpiar la poblaciónde holgazanes indignos de todo amparoy protección.Y efectuada esta limpia por los medios másconducentes y atentos á que la plaga de vagosno se reproduzca, impidiendo que se restablezcala lamentable confusión que hoy existeentre los que no trabajan porque no pueden ylos que no trabajan porque no quieren, todoslos vaiios aspectos del problema de la mendicidadquedarían también reducidos á susdebidos términos y proporciones.E. CONTRERAS Y CAMARGOVicente Blasco IbáñezAcaba de publicar este insigne novelista LaArgentina y sus <strong>gran</strong>dezas, obra verdaderamentemonumental donde su autor refiere lahistoria y describe los tipos, los paisajes, lasindustrias, las fuentes de riqueza, etc., deaquella vastísima y floreciente República. Laaparición de este libro constituye, sin duda,la actualidad literaria más notable de estosúltimos días. Vicente Blasco Ibáñez y SáenzPeña, el ilustre presidente de la RepúblicaArgentina, se embarcarán en Lisboa,con rumboá Buenos Aires, el día 8 de Agosto.Entre ellas—Chica, estoy la mar de contenta: ¡por finha caido á mis pies Fernando!—¿Borracho?. —No, completamente cuerdo. En cambio,Pepe lleva dos años haciéndote el amor, estáborracho siempre... y no se cae nunca.CADENATEMPORAL¡Vivan las caenas!Dentro de ese modisto genial que ha inven*tado la moda de atar corto á las señoras, hayun sociólogo formidable. ¡Vayase por los sociólogosque nos resultan modistos, que noson pocps!En España no hacía falta aún la opresión desemejante tiranía, toda vez que nuestras mujeres,mejor dicho, las vuestras, porque yo notengo ninguna, á pesar de andar buscándolapor ahí lo que se dice loco perdió; repito queno hacía falta esta moda, porque todavía nose han rebelado contra nosotros en demandade la igualdad de derechos politicos y otrasgollerías que reclaman las mujeres que caminaná pasos agigantados por ésos países quevan á la cabeza de la civilización y del progresoy de los adelantos.Aquí, dicho sea en honor del bello sexo español,podemos seguir viviendo confiados enla virtud del adagio que aconseja dar á la mujery á la cabra soga larga, sin que esto quieradecir que no esté bien que las vayamos haciendoropa á propósito para cuando llegue elcaso, que llegará.Aquellas famosas faldas trotonas, que ya estánen el destierro á fuerza de andar, teníanque venir á parar en estas, tan otras, que nodejan dar un paso.Pero, bueno: en Francia, Ingjaterra, Alemania,Italia, si ustedes quieren, y Estados Unidos,estas faldas para paso de japonesa tienenrazón de ser; es más, ya estaban haciendo falta,porque á las mujeres se les habían desarrolladolas facultades andariegas en tal formaque no las alcanzaba un galgo; mientrasque las españolas, con su paso menudo desuyo para darle al garbo lo que es del garboy al contoneo lo que es de razón, no necesitabande las elegantes ligaduras para ir andandomenudito.Yo no protesto contra la moda actual porqueá mí me favorece, para eso de buscar mujer,de un modo extraordinario. ¡Ahora ya sepuede seguir á las mujeres! Pero ¿antes?¿Cuando se usaban las trotonas? De ningunamanera. ¡Imposible!¡Cuántas conquistas habré yo tenido queabandonar á mitad de camino, por tratarse damujeres que vestían trotona y presumían desaber llevar la prenda y darla carácter y acreditarlaen el fin para que fué creada!¡Las veces que yo me habré quedado jadeantey con la lengua fuera viendo alejarsecon rapidez de pájaro á mujeres que yo lashubiera hecho mías de poder seguirlas!Yo no estoy casado porculpa de las faldastrotonas; pero ahora ya es otra cosa: ahora selas puede seguir aunque se le salga á uno elasma por los ojos. Y qué sé yo si esta moda,que como todas será efímera, me dejará á mírecuerdos eternos, porque hasta puede ocurrirmequeme case.La moda de las estrecheces será útil, y hastaeconómica, porque con un metro de tela sobrapara una falda de buena moza; pero hayque convenir en que es fea, porque cada señorita parece un hongo, y una reunión de elegantes un campo de setas gigantescas, lo cual noestá bien.La mujer debe asemejarse al lirio; pero á laseta, por esbelta que sea la seta, me parecemal.Es decir, aún sería tolerable esta imitaciónsi cuando uno entra en un restaurant y pidesolomillo con champignon, le sirvieran á unoel solomillo con señoritas.En este caso, sería cosa de buscar un tribunalque modificase la sentencia del modisto yelevase la pena de cadena temporal á cadenaperpetua. • ~De todas maneras, como es una moda quelas pone más á mi alcance, no tengo más remedioque gritar:¡Vivan las caenasjFÉLIX MÉNDEZAyuntamiento de Madrid

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!