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aspectos religiosos de la actual experiencia del ... - Selecciones

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HEINZ ZAHRNTASPECTOS RELIGIOSOS DE LA ACTUALEXPERIENCIA DEL MUNDO Y DE LA VIDAREFLEXIONES SOBRE LA NECESIDAD DE UNANUEVA TEOLOGÍA DE LA EXPERIENCIALa secu<strong>la</strong>rización y <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong>l horizonte <strong>de</strong> Dios son un . hecho real que no ha sidoverda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>smentido por <strong>la</strong>s reviviscencias posteriores <strong>de</strong> fenómenos o sectasreligiosas. Pero lo que estas fenómenos ponen <strong>de</strong> relieve es que existen zonas, en <strong>la</strong><strong>actual</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, que articu<strong>la</strong>n en mo<strong>de</strong>los nuevos <strong>la</strong>s clásicas dimensionesreligiosas <strong>de</strong> <strong>la</strong> existencia. Este hecho marca a <strong>la</strong> teología un camino: <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong>lo que el autor l<strong>la</strong>ma "una teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>".Religióse Aspekte gegenwürtiger welt-und Lebenserfahrung. Reflexionen über dieNotwendigkeit einer neuen Erfahrungstheologie, Zeitschrift für Theologie und Kirche,71 (1974) 94-122I. ACTUALIDAD DEL PROBLEMA Y PRECISIONESLa religión resurgeAún no se ha acal<strong>la</strong>do el rumor <strong>de</strong> <strong>la</strong> "muerte <strong>de</strong> Dios" y surge el <strong>de</strong>l "re<strong>de</strong>scubrimiento<strong>de</strong> <strong>la</strong> religión". Y no son meras ganas <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, al menos por lo que se refiere al<strong>de</strong>sarrollo teológico -más reciente. De un tiempo a esta parte, <strong>la</strong> teología está empeñadaen volver a <strong>de</strong>scubrir el sentido y gusto por <strong>la</strong> religión. Se ha jubi<strong>la</strong>do <strong>la</strong> vieja ycombativa reg<strong>la</strong>, que ha estado vigente medio siglo: La reve<strong>la</strong>ción viene <strong>de</strong> arriba, <strong>de</strong><strong>la</strong>bios <strong>de</strong> Dios; <strong>la</strong> religión viene <strong>de</strong> abajo, <strong>de</strong>l corazón, si es que no <strong>de</strong>l vientre <strong>de</strong>lhombre (por lo <strong>de</strong>más, como argumento contra <strong>la</strong> crítica atea <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión, esa reg<strong>la</strong> noha servido para gran cosa). La teología evangélica vuelve a ocuparse <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión,respondiendo a una tónica general <strong>de</strong> <strong>la</strong> época, como <strong>la</strong> "teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> crisis" <strong>de</strong> Barthcorrespondía a <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> suya. Hoy vivimos algo así como un re<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>religión. El pronóstico <strong>de</strong> Bonhoeffer (un tiempo "sin religión", puramente secu<strong>la</strong>r) nose ha cumplido. Mientras sigue aumentando a ojos vistas <strong>la</strong> indiferencia, y hostilidad alcristianismo eclesiástico y a <strong>la</strong> iglesia institucional (si exceptuamos el corto período <strong>de</strong>entusiasmo postbélico), no disminuye parale<strong>la</strong>mente el interés religioso, sino más bienaumenta.Ante esta situación, a <strong>la</strong> teología cristiana, si quiere aten<strong>de</strong>r responsablemente a su tareaante Dios y los hombres, no le quedará más remedio que volver a interesarse por <strong>la</strong>"religión". Pero también ha <strong>de</strong> poner sobre aviso ante juicios exaltados y esperanzasexageradas. Así como algunos vieron en <strong>la</strong> secu<strong>la</strong>rización no sólo un diagnósticohistórico (historisch) <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación, sino un giro salutífero, y otros, por el contrario,vieron en el secu<strong>la</strong>rismo no sólo una manifestación parcial <strong>de</strong>l espíritu histórico(geschichtlich), sino el final <strong>de</strong> toda religión, <strong>la</strong> "muerte <strong>de</strong> Dios" <strong>de</strong>finitiva, así hoyvuelven a entusiasmarse algunos ante un nuevo resurgir, y ven a su alre<strong>de</strong>dor frescasflores religiosas; incluso llegan a imaginarse que florecen rosas cristianas. Mas <strong>la</strong>teología ha <strong>de</strong> ser comedida. Detal<strong>la</strong>mos nuestra advertencia ante un excesivooptimismo religioso en cuatro puntos:


HEINZ ZAHRNTAmbigüeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l fenómeno1) Aquel movimiento, o mejor conmoción, que por <strong>la</strong> incertidumbre sobre su <strong>de</strong>sarrolloulterior se calificó en sus comienzos (con poca precisión) <strong>de</strong> nueva "o<strong>la</strong> religiosa", sevuelve a encontrar hoy, al menos en Europa, en reflujo. Ha hecho pensar a algunosciudadanos, pero no ha ejercido ningún influjo notable en el conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad yen sus lineas <strong>de</strong> fuerza espirituales. Una gran parte <strong>de</strong>l movimiento Jesus people hacetiempo que ha vuelto a encontrar su hogar religioso en un fuerte fundamentalismotradicional; esto, y una fe literal en <strong>la</strong> Biblia, le coloca, para una consi<strong>de</strong>raciónreligioso-sociológica, entre <strong>la</strong>s "sectas". Y los que permanecen en el un<strong>de</strong>rground, oafluyen a él, los adictos a <strong>la</strong> subcultura religiosa en los grupos marginales <strong>de</strong> <strong>la</strong>sociedad, y entre ellos especialmente aquellos que buscan fabricarse con drogas unpentecostés químico, son una confirmación casi literal <strong>de</strong> <strong>la</strong> famosa tesis <strong>de</strong> Marx: <strong>la</strong>religión es el "opio <strong>de</strong>l pueblo".2) La crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión, que <strong>la</strong>nzaron Feuerbach, Marx y Freud, prosigueinquebrantable, reforzada y renovada por el positivismo lógico, el análisis <strong>de</strong>l lenguaje yel racionalismo crítico. La nueva religiosidad tampoco es invulnerable -a esta crítica <strong>de</strong><strong>la</strong> religión. Toda verdad tiene que pasar por el estrecho embudo <strong>de</strong> una epistemologíauni<strong>la</strong>teral. Se tiene por verda<strong>de</strong>ro sólo aquello que satisface <strong>la</strong>s exigencias <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciaque rigen en el campo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias exactas <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza: En el fondo sólo vale elreflejo <strong>de</strong>l mundo científico-técnico, "<strong>la</strong> teoría para <strong>la</strong> praxis", a lo sumo suavizadacon<strong>de</strong>scendientemente por aquel oscuro aserto <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Wittgenstein: "se <strong>de</strong>becal<strong>la</strong>r sobre aquello <strong>de</strong> lo que no se pue<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r". De aquí se sigue una merma <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios; y este déficit sigue siendo -a pesar <strong>de</strong> todos los "re<strong>de</strong>scubrimientos<strong>de</strong> <strong>la</strong> religión"- <strong>la</strong> característica <strong>de</strong>cisiva <strong>de</strong> nuestra <strong>actual</strong> situación religiosa.3) La <strong>actual</strong> situación, en su aspecto religioso, no sólo es disonante, sino tambiénambigua. De muchos hechos y manifestaciones no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir con exactitud yprecisión si presentan un nuevo impulso religioso o el último retoque <strong>de</strong> <strong>la</strong>secu<strong>la</strong>rización total.4) Por diverso que sea el juicio <strong>de</strong> los historiadores y sociólogos <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión sobre el<strong>de</strong>sarrollo ulterior <strong>de</strong> <strong>la</strong> secu<strong>la</strong>rización y sobre el futuro <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión, en todo caso hayuna diferencia fundamental si es un individuo el que en una situación vital concreta sesiente inquietado por <strong>la</strong> no comparecencia <strong>de</strong> Dios, o si para toda una época ya notienen valor públicamente <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s y convicciones cristianas y, por tanto, ya no son"p<strong>la</strong>usibles", antes bien han perdido sus "estructuras sociales <strong>de</strong> p<strong>la</strong>usibilidad", y susa<strong>de</strong>ptos se han convertido en una "minoría cognitiva", cuya fe no es ya, en <strong>la</strong>,concurrencia pluralística <strong>de</strong> cosmovisiones, más que una "opinión" entre otras.Teológicamente po<strong>de</strong>mos expresar este diagnóstico religioso-sociológico con ayuda <strong>de</strong><strong>la</strong> distinción entre "ocultamiento" y "ausencia" <strong>de</strong> -Dios. "Ocultamiento <strong>de</strong> Dios": Diosestá realmente ahí, pero no se le ve; "ausencia <strong>de</strong> Dios": Dios no está; y eso esprecisamente lo que se experimenta ahora. Dicho en imágenes: El ocultamiento <strong>de</strong> Diosse asemeja a una tormenta pasajera, <strong>de</strong> <strong>la</strong> que uno se pue<strong>de</strong> poner a cubierto; <strong>la</strong> ausencia<strong>de</strong> Dios, por el contrario, a un cambio <strong>de</strong> clima, <strong>de</strong>l que nadie pue<strong>de</strong> escapar a <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga.


HEINZ ZAHRNTNuestra situaciónEste cambio <strong>de</strong> clima espiritual hace tiempo que se está produciendo. Los "veinte añosáureos" <strong>de</strong> <strong>la</strong>s iglesias en occi<strong>de</strong>nte (1945-1965) son un paréntesis. El movimientointerno y externo <strong>de</strong> retirada <strong>de</strong>l cristianismo prosigue inquebrantable. El punto<strong>de</strong>cisivo, y por ello el núcleo <strong>de</strong> <strong>la</strong> crisis religiosa, lo constituye <strong>la</strong> <strong>de</strong>saparición -imposible <strong>de</strong> <strong>de</strong>tener por lo que parece- <strong>de</strong> una viva seguridad y certeza <strong>de</strong> Dios. Todo<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> si el <strong>de</strong>nominado "re<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión" es capaz <strong>de</strong> establecer <strong>de</strong>nuevo tal certeza <strong>de</strong> Dios. La pérdida <strong>de</strong> fe en Dios se ha <strong>de</strong> diagnosticar no sólo como<strong>de</strong>stino histórico (geschichittich) en razón <strong>de</strong> un análisis histórico (historisch) <strong>de</strong>ltiempo, sino también como culpa personal <strong>de</strong>l hombre en razón <strong>de</strong> una interpretaciónteológica <strong>de</strong>l tiempo.Un padre tenía dos hijos. Cuando envejeció, repartió su herencia entre ellos y semarchó. Dejados por su padre, los hijos tuvieron que seguir su vida solos. Lo hicierontan bien como pudieron. Hubo guerras, catástrofes, hambres, carestías y sufrimientos.Juntos lo soportaron todo con bravura, por propia fuerza; ellos mismos sesorprendieron. Después se pusieron a <strong>de</strong>rribar los viejos edificios y a reorganizar porcompleto su vida: todo tenía que ser diferente y mejor <strong>de</strong> lo que fue en tiempo <strong>de</strong>l padre.Al principio, los hijos hab<strong>la</strong>ban con frecuencia <strong>de</strong>l padre, pero poco a poco se fueronacostumbrando al hecho <strong>de</strong> que el padre no estaba allí. El narrador no sabe <strong>de</strong>cir si lohabían olvidado por completo o si <strong>de</strong> cuando en cuando, a so<strong>la</strong>s, pensaban en él; comotampoco si el padre ha vuelto un día a casa. Pues esta historia no ha concluido todavía.Ahí están parábo<strong>la</strong> frente a parábo<strong>la</strong>, <strong>la</strong> <strong>de</strong>l padre "pródigo" y <strong>la</strong> <strong>de</strong>l hijo pródigo. Cuál<strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos tendrá razón -es <strong>de</strong>cir, quién va a ser el "pródigo", el padre o los hijos estápor <strong>de</strong>cidir. Si hay que dar (o volver a dar) <strong>la</strong> razón a <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l hijo pródigo, serátan sólo en el sentido <strong>de</strong> un retorno al hogar paterno, pero no como una vuelta a unperdido jardín <strong>de</strong> infancia religioso. No hay ninguna perspectiva <strong>de</strong> una reconversión<strong>de</strong>l mundo racional-secu<strong>la</strong>r en otro religioso-sacral; cualquier esperanza en estadirección es un autoengaño piadoso. Lo que a lo sumo podría florecer, sería <strong>la</strong>"remagización" anunciada por O. Splenger para los últimos tiempos <strong>de</strong> una cultura.También en el futuro, una respuesta a <strong>la</strong> pregunta por una posible revivificación <strong>de</strong> <strong>la</strong>religión en nuestro tiempo sólo se pue<strong>de</strong> dar en el horizonte <strong>de</strong> <strong>la</strong> secu<strong>la</strong>rización total.Por ello nos atenemos al consejo <strong>de</strong>l sociólogo <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión P. L. Berger: "No sabemoscuál es el futuro <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión en nuestra sociedad. Si, pues, preten<strong>de</strong>mos fundar nuestraactuación sobre un saber hipotético, edificamos sobre arena... Si creemos tener en <strong>la</strong>smanos una brizna <strong>de</strong> verdad religiosa, en ese caso, opino yo, hemos <strong>de</strong> confesar esaverdad, aun cuando parezcan <strong>de</strong>sfavorables <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> éxito".Guiados por este consejo, queremos <strong>de</strong>dicarnos ahora a buscar <strong>aspectos</strong> <strong>religiosos</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Para englobar tales posibles fenómenos<strong>religiosos</strong> preferiríamos hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> una "nueva sensibilidad religiosa" y no <strong>de</strong> un"re<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión".


HEINZ ZAHRNTII. CONCEPTO DE RELIGIÓNAunque precisar este concepto sea un "problema casi insoluble", necesitamos unconcepto <strong>de</strong> religión que dirija nuestra búsqueda <strong>de</strong> los <strong>aspectos</strong> <strong>religiosos</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.Para <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>rna sociología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión y para muchos teólogos, religión es aquel<strong>la</strong>forma humana <strong>de</strong> vida en <strong>la</strong> que cada <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad se expresa en sutotalidad y en <strong>la</strong> que, por ello, también tiene su raíz <strong>la</strong> orientación <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad y <strong>la</strong>comprensión <strong>de</strong> sentido que <strong>la</strong> funda. Esta <strong>de</strong>finición tiene <strong>la</strong> ventaja <strong>de</strong> no limitar <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> religiosa al p<strong>la</strong>no individual, sino que incluye <strong>la</strong> vida social <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad;y el inconveniente <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>masiado amplia y general. "Experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad en sutotalidad" lo dice todo y no dice nada, pues se da <strong>de</strong> muchas formas, y no sólo en <strong>la</strong>religión.Esperamos no caer en una concreción excesivamente estrecha afirmando que <strong>la</strong> religiónincluye dos <strong>experiencia</strong>s fundamentales: 1) negativa. La <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> unainsuficiencia, el <strong>de</strong>sencanto <strong>de</strong> comprobar que el mundo está lleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgracias, que va<strong>de</strong> mal en peor, y uno mismo con él. 2) positiva. El anhelo <strong>de</strong> superar esa situación<strong>de</strong>sesperante, <strong>la</strong> añoranza <strong>de</strong> algo pleno y ,completo, <strong>la</strong> esperanza <strong>de</strong> que el mundopodría sanar, y uno mismo con él. De <strong>la</strong> confluencia <strong>de</strong> ambas <strong>experiencia</strong>s surge unmovimiento que va <strong>de</strong> lo dañado, <strong>de</strong>smembrado, perdido y fragmentario hacia locurado, lo pleno, lo seguro, lo total, es <strong>de</strong>cir, aquel<strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia e intensidad vital quel<strong>la</strong>mamos "trascen<strong>de</strong>r" el aquí y el ahora. Encontramos aquí un rasgo esencial <strong>de</strong> <strong>la</strong>religión: el hombre no cree que pueda hacerse él mismo su salvación y plenitud, y <strong>la</strong>espera <strong>de</strong> fuera, <strong>de</strong> aquello último y total, en que todo se basa, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> un "Dios",cualquiera que sea <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> manifestarse y <strong>de</strong> representarlo.Aun en el <strong>de</strong>seo más pervertido <strong>de</strong> felicidad está oculto el presentimiento <strong>de</strong> que <strong>la</strong> vida<strong>de</strong>bería ser <strong>de</strong> otra manera (más plena, más libre, etc). Es como si nos lo hubieranprometido alguna vez y esperáramos y buscáramos que se cumpliera.III. DESCRIPCIÓN DE ASPECTOS RELIGIOSOS CONCRETOS DE LAEXERIENCIA ACTUAL DEL MUNDO Y DE LA VIDA1. La cuestión <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>l mundoEl ciudadano corriente no se pregunta por el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida en abstracto, sinosiempre parcialmente, como pregunta por el sentido <strong>de</strong> una acción concreta, <strong>de</strong> unacontecimiento <strong>de</strong>terminado, <strong>de</strong>l siguiente paso a dar. Con todo, siempre se refiere "a <strong>la</strong>totalidad", está siempre en el horizonte <strong>de</strong> <strong>la</strong> pregunta por el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> totalidad:cada sentido parcial es sentido sólo en el sentido total. La cuestión <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong>realidad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>l mundo en conjunto está ligada a aquel<strong>la</strong>s situaciones en que senos abren los límites <strong>de</strong> nuestra vida; "se abren" en el doble sentido <strong>de</strong> que reconocemoslos límites <strong>de</strong> nuestra vida, y <strong>de</strong> que precisamente en dicho reconocimiento se abren a <strong>la</strong>totalidad. La pregunta general por el sentido se concreta en <strong>la</strong>s cuestiones-límite <strong>de</strong> <strong>la</strong>vida. Recor<strong>de</strong>mos que si a veces son negativas (injusticia; enfermedad, sufrimiento ymuerte... ) otras son positivas (alegría, éxtasis y felicidad... ). Las "<strong>experiencia</strong>s-límite"positivas y negativas coinci<strong>de</strong>n en que el hombre, en <strong>la</strong>s fronteras <strong>de</strong> su vida, es


HEINZ ZAHRNTconsciente <strong>de</strong>l ser, en totalidad y <strong>de</strong> que no pue<strong>de</strong> -disponer <strong>de</strong> su propia existencia. Enambos casos ha <strong>de</strong> recibir.Que <strong>la</strong>s más <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces <strong>la</strong> pregunta por el sentido se le concrete al hombre en <strong>la</strong>s<strong>experiencia</strong>s-límite no quiere <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>bamos recordar continuamente a nuestroscontemporáneos los límites <strong>de</strong> su existencia, estrechando así el cerco para que <strong>de</strong>spuésadmitan a Dios como "solventador <strong>de</strong> problemas" y "tapa-agujeros". Pero tampocoquiere <strong>de</strong>cir que no se haya <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> los "limites" <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana ni <strong>de</strong> Dios enesos limites. Si estas preguntas "metafísicas" o "religiosas" son burguesas, habríamos <strong>de</strong><strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> "burguesía" empezó hace dos mil años.Cuando ya no se p<strong>la</strong>ntean estos problemas y ya no se tienen en cuenta los <strong>aspectos</strong>universales y <strong>la</strong>s estructuras constantes en <strong>la</strong>s particu<strong>la</strong>rida<strong>de</strong>s variables <strong>de</strong> nuestra<strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida,' hacen su aparición peligrosos "síntomas <strong>de</strong><strong>de</strong>ficiencia". Tales "omisiones" conducen, o al "<strong>de</strong>senfreno", o a aquellos sistemastotalitarios cerrados, cuya ausencia <strong>de</strong> limites y agujeros es el síntoma más c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong> suinhumanidad.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l aspecto religioso <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l sentido, aparece aquí también surelevancia crítico-social. Si no es <strong>la</strong> religión, <strong>la</strong> teología y <strong>la</strong> Iglesia quienes hacen ver<strong>la</strong>s insuficiencias <strong>de</strong>l mundo y mantienen vivas <strong>la</strong>s cuestiones-límite <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, ¿quiénlo hace en nuestra sociedad? Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, incluso los actos <strong>religiosos</strong>, quehoy suscitan tantos recelos, podrían adquirir nueva cualidad religiosa y relevanciasocial. Por ejemplo, si se refirieran a los momentos culminantes y profundos <strong>de</strong> <strong>la</strong>existencia humana y social (nacimiento, educación, matrimonio, muerte, etc) eintentaran darles una respuesta que satisfaciera no sólo <strong>la</strong> necesidad intelectual <strong>de</strong>lhombre, sino también su justificado <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso y festividad. Los ministros no<strong>de</strong>berían <strong>de</strong>generar en maestros <strong>de</strong> ceremonias, sino sentirse l<strong>la</strong>mados a ser corifeos <strong>de</strong><strong>la</strong> sociedad y abogados <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong>l hombre.2. Cualidad <strong>de</strong> vidaEn nuestra <strong>actual</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vidase concentra en concreto hoy en <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, concepto éste ambiguo yun tanto gastado. Ultimamente se ha puesto <strong>de</strong> moda esta expresión, que como una granesponja parece absorberlo todo. La fórmu<strong>la</strong> "cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida" viene a expresar una<strong>de</strong>sazón que muchos contemporáneos sienten con mayor o menor c<strong>la</strong>ridad. No vamos aprecisar el concepto sino tan sólo a mostrar los <strong>aspectos</strong> <strong>religiosos</strong> que encierra. Untexto <strong>de</strong>l "Club <strong>de</strong> Roma" pue<strong>de</strong> servirnos para ver cómo <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l sentido seconcretiza en el concepto <strong>de</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista científicotécnicoe histórico-universal. En el informe sobre <strong>la</strong> situación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad se dice:"Mientras durante los últimos trescientos años el hombre se esforzó con éxito porromper por medio <strong>de</strong> innovaciones técnicas <strong>la</strong>s fronteras puestas al crecimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ción y <strong>de</strong> <strong>la</strong> economía... <strong>de</strong> manera que el principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha contra los límitesllegó a ser un ídolo cultural... ahora se ve obligada <strong>la</strong> humanidad a tomar conocimiento<strong>de</strong> <strong>la</strong> limitación <strong>de</strong>l p<strong>la</strong>neta que habita... Por primera vez, es vitalmente necesariopreguntarse por el precio <strong>de</strong>l crecimiento material ilimitado... ". Esto representa "<strong>la</strong>necesidad <strong>de</strong> cambiar <strong>la</strong>s tab<strong>la</strong>s valorales <strong>de</strong> nuestra sociedad... <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r nuevasformas <strong>de</strong> pensamiento, que lleven a un cambio fundamental <strong>de</strong>l comportamiento


HEINZ ZAHRNThumano y, por ello, también <strong>de</strong> <strong>la</strong> estructura global <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad <strong>actual</strong>". Este texto<strong>de</strong>scribe un viraje en <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, y pi<strong>de</strong> <strong>la</strong> conversión correspondiente.El shock <strong>de</strong> una <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>l límite <strong>de</strong> proporciones cósmicas ha suscitado <strong>la</strong>cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Es <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fronteras <strong>de</strong>l crecimiento.Casi como un shock ha sido para nosotros reconocer que el continuo crecimientocuantitativo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> vida no hace por sí solo <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre más humana, sino,al contrario, <strong>la</strong> hace más inhumana en algunas circunstancias. El cambio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrolloexige más bien una marcha atrás, una conversión. El informe sobre <strong>la</strong> situación <strong>de</strong> <strong>la</strong>humanidad viene a ser una exhortación a <strong>la</strong> penitencia. Pi<strong>de</strong> no sólo un cambio <strong>de</strong>nuestra postura frente al medio ambiente, sino respecto <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> nuestra vida<strong>actual</strong>: un "cambio fundamental <strong>de</strong>l comportamiento humano", lo que en <strong>la</strong> Biblia sel<strong>la</strong>ma "metanoia", es <strong>de</strong>cir, conversión. Este "cambio <strong>de</strong>l espíritu" tiene profundida<strong>de</strong>xistencial y relevancia social; afecta al individuo y se refiere al estado <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación.Para que se dé esta metanoia, el Club <strong>de</strong> Roma ape<strong>la</strong> a <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> los hombres. Pero¿basta tener razón para actuar razonablemente? ¿Lo razonable no ha <strong>de</strong> pasar siemprepor el corazón para que llegue a realizarse? Para afrontar <strong>la</strong>s consecuencias que el Club<strong>de</strong> Roma trae en su informe se requiere un nuevo "coraje <strong>de</strong> ser". Con lo que se estádando a enten<strong>de</strong>r aquel<strong>la</strong> fuerza que en el lenguaje religioso se l<strong>la</strong>ma "fe". Es <strong>la</strong> fe <strong>la</strong>que lleva al hombre a <strong>la</strong> razón, o al menos <strong>de</strong>bería hacerlo.La misma cuestión <strong>de</strong>l sentido, manifestándose como pregunta por <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>vida, po<strong>de</strong>mos ver<strong>la</strong> expresada en el impacto inmediato en <strong>la</strong> existencia individual.Tomamos <strong>de</strong> un periódico <strong>de</strong> jóvenes editado en Bonn: "Siempre fue así: Quiensiembra, recogerá. No se cogen truchas a bragas enjutas. Todos tenían lo mismo en <strong>la</strong>boca: el cumplimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber. ¿Qué es eso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber? Los padres, se <strong>de</strong>cía, cumplenel <strong>de</strong>ber matrimonial. Y a<strong>de</strong>más dispensaban <strong>la</strong> vida. El así obsequiado tiene, pues, el<strong>de</strong>ber <strong>de</strong> dar lo mejor <strong>de</strong> sí. Pero ¿qué es lo mejor?, ¿una jornada <strong>la</strong>boral <strong>de</strong> ocho horas?,¿el cumplimiento impecable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber?, ¿el poco <strong>de</strong> amistad y <strong>de</strong> compañía?, ¿unascopas?, ¿<strong>la</strong> partida <strong>de</strong> cartas?, ¿lo mejor <strong>de</strong> mi vida?... ¿buenas notas, buena carrera,buena vida?... "Sociedad <strong>de</strong>l éxito". Exito en cualquier situación. En <strong>la</strong> cinta continua.En <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong>l bar. En <strong>la</strong> cama. Exito, e. d.: producción, chimeneas humeantes, másdinero. Más dinero, e. d.: más autos, más ambiente contaminado, más calles atascadas,más restos <strong>de</strong> opulencia... Pero ¿más vida?, ¿qué es en realidad eso <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida? ".El texto seña<strong>la</strong> el núcleo personal <strong>de</strong> vivencia en el problema <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida: el perturbado intercambio entre el hombre y <strong>la</strong> naturaleza, el amenazadoba<strong>la</strong>nce entre progreso exterior e interior. Cargado con el espíritu propio <strong>de</strong>l hombre ycon su propia fuerza el mundo le <strong>de</strong>vuelve, con un brío <strong>de</strong>sconocido hasta hoy, losgolpes al hombre. Y están en peligro tanto <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong>l hombre como <strong>la</strong>mundanidad <strong>de</strong>l mundo.Bajo <strong>la</strong> mano <strong>de</strong>l hombre, el mundo se va convirtiendo cada vez más en un productohumano, en un mundo artificial, en <strong>la</strong> segunda creación; c<strong>la</strong>ro que también corre elpeligro <strong>de</strong> convertirse en una ruina. Para el hombre, <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> su empeño porsometer y explotar <strong>la</strong> naturaleza es también <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> explotación ysojuzgamiento <strong>de</strong>l hombre por el hombre. En su vida y acción se ve arrastrado cada vezcon más fuerza por <strong>la</strong> resaca <strong>de</strong> un pensamiento puramente racional <strong>de</strong> objetivos yutilida<strong>de</strong>s. Se siente cada vez más <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> estructuras sociales anónimas y <strong>de</strong>


HEINZ ZAHRNTabstractas obligaciones técnico-burocráticas, que cada vez le parecen menos p<strong>la</strong>usibles.Ve que <strong>la</strong>s funciones que <strong>de</strong>sempeña en <strong>la</strong> sociedad <strong>de</strong> consumo son intercambiables, <strong>de</strong>forma que en realidad no tiene ninguna. Y se pregunta: ¿en realidad quién soy yo? Yquisiera ser "alguien". Se preocupa por su i<strong>de</strong>ntidad; querría no más vida, sino tener supropia vida.En el fondo <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida está <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> que "estar convida" no quiere <strong>de</strong>cir "vivir" auténticamente. Esta <strong>experiencia</strong> confiere a <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra"vida" su doble fondo; y <strong>de</strong> ahí le viene a <strong>la</strong> "cualidad <strong>de</strong> vida" su aspecto religioso,p<strong>la</strong>smado en el dicho <strong>de</strong> Jesús: " ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero siarruina su vida?" (Mt 16,26). Esta frase resume los dos textos contemporáneos citados yda al concepto <strong>de</strong> cualidad <strong>de</strong> vida su carácter y seriedad religiosas. Conozco <strong>la</strong>shipotecas con que está cargada esta sentencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia. Pero si es verdad no sólo queel mensaje bíblico se ha <strong>de</strong> interpretar <strong>de</strong> nuevo en cada situací6n, sino también que <strong>la</strong>situación interpreta <strong>de</strong> nuevo el mensaje bíblico, entonces adquiere esta sentencia <strong>de</strong>Jesús un significado sorpren<strong>de</strong>ntemente nuevo y <strong>actual</strong>. Como lo prueba el parecido conestas frases <strong>de</strong>l ateo M. Machovec: "El género humano ha conseguido éxitossorpren<strong>de</strong>ntes, el universo entero está a su alcance. Pero ¿qué ha sido <strong>de</strong>l individuohumano?... El problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana se ha convertido fatalmente para millones <strong>de</strong>hombres en el problema más atormentador". En estas dos citas se constata lo mismo: elhombre está obligado, preparado y es capaz <strong>de</strong> ganar el mundo; y ambas manifiestan <strong>la</strong>misma preocupación: por encima <strong>de</strong> este querer y <strong>de</strong>ber ganar el mundo, el hombre seexpone a per<strong>de</strong>rse a sí mismo.El "alma" aparece hoy como 'algo anticuado y pasado <strong>de</strong> moda en su significadocristiano tradicional. Pero todos reaccionan <strong>de</strong> inmediato a <strong>la</strong> oferta <strong>de</strong> salud psíquica.Cada vez son más los hombres que se preocupan porque se les malogra <strong>la</strong> vida ypropiamente no viven; y esta preocupación crea el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> una vida buena, completa,lograda y <strong>la</strong> pregunta por <strong>la</strong> vida "auténtica". No dudamos en calificar <strong>de</strong> "religiosa"esta preocupación <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su vida, aunque no se trate <strong>de</strong>l miedo ante <strong>la</strong>con<strong>de</strong>nación eterna, y ese <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> una vida plena, aunque no se piense en <strong>la</strong> vidaeterna. En el problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida se concreta hoy, pues, <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>lsentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> nuevas <strong>experiencia</strong>s religiosas.Preguntándose por el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida en el mundo, el hombre pregunta por <strong>la</strong>certidumbre <strong>de</strong> su propia existencia y por <strong>la</strong> confianza <strong>de</strong>l mundo. La cuestión <strong>de</strong>lsentido se concretiza, pues, en <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> confianza.3. Confianza en el sentido <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vidaNo se da comprensión <strong>de</strong> sentido sin confianza en el sentido. El sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>l mundo en su totalidad, se abre en su realización plena. Hasta entonces,toda respuesta a esta cuestión es provisional, un proyecto anticipatorio. Que nosatrevamos a hacer estos proyectos es una expresión <strong>de</strong> nuestra confianza en el sentido<strong>de</strong>l mundo. Cierto que estos proyectos son hipotéticos y requieren siempre crítica ycorrecciones. Pero que una y otra vez los hagamos no hace sino patentizar nuestraconfianza.


HEINZ ZAHRNTEn <strong>la</strong> confianza tenemos el aspecto religioso más importante y <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuestión<strong>de</strong>l sentido y <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. El acto <strong>de</strong> confianza tiene,en vistas a nuestro propósito, estos rasgos esenciales:1) Toda vida humana se basa en una confianza profunda, inconsciente. Kafka hizo notarque "el simple hecho <strong>de</strong> vivir tiene un valor <strong>de</strong> fe inagotable. No po<strong>de</strong>mos no vivir". Fey confianza son los presupuestos tácitos, pero insos<strong>la</strong>yables, <strong>de</strong> toda vida humana; <strong>la</strong>fuerza <strong>de</strong> <strong>la</strong> que se alimenta en sus raíces.2) La confianza surge no porque nosotros actuemos sobre algo, sino porque algo actúasobre nosotros. Se basa en <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> que el hombre no es primordialmente"productor" sino "receptor" <strong>de</strong> su vida;. que su existencia "<strong>la</strong> <strong>de</strong>be". La confianza se nossuscita; tiene su fundamento fuera <strong>de</strong> nosotros mismos.' Cierto, que somos nosotrosquienes nos hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir por confiar, pero sólo po<strong>de</strong>mos hacerlo cuando ya se hainsta<strong>la</strong>do en nosotros <strong>la</strong> confianza.3) Todas <strong>la</strong>s afirmaciones religiosas se basan en <strong>la</strong> confianza fundamentalexperimentada por el hombre. Pue<strong>de</strong>n dar certidumbre y seguridad sólo porque son"representaciones" <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> confianza original y más profunda, que siempre <strong>la</strong>sprece<strong>de</strong>. Esa confianza constituye el fundamento <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s religiones. La función <strong>de</strong><strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra 'Dios' es remitir a esa razón objetiva, que se da en <strong>la</strong> realidad misma, <strong>de</strong> <strong>la</strong>confianza indispensable para el hombre. "La pa<strong>la</strong>bra 'Dios' es <strong>la</strong> <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> aquelloque en este todo que experimentamos suscita y justifica nuestra confianza original einevitable" (S. M. Og<strong>de</strong>n). El hombre es capaz <strong>de</strong> reflejar ese fundamento <strong>de</strong> todo, quesuscita en él confianza. Este reflejar no está libre <strong>de</strong> proyecciones, pero no esúnicamente proyección. Si <strong>la</strong> fe <strong>de</strong>l hombre en Dios no se fundara en <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>inmediata <strong>de</strong> una "confianza fundamental", no podría librarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> sospecha <strong>de</strong> ser unaproyección.IV. NUEVA TEOLOGÍA DE LA EXPERIENCIAAl <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar que todas <strong>la</strong>s afirmaciones religiosas son en última instanciarepresentaciones y reflejos <strong>de</strong> esta confianza originaria e incondicional, cuyofundamento objetivo está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mundo pero fuera <strong>de</strong>l hombre, se ha dado un<strong>de</strong>terminado principio teológico. Resultado <strong>de</strong> nuestra búsqueda <strong>de</strong> <strong>aspectos</strong> <strong>religiosos</strong><strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong> mundo y- <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida es comprobar <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> una nuevay <strong>actual</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>, que medie en <strong>la</strong> lucha fratricida entreneopositivismo y neopietismo y responda al recelo <strong>de</strong> Schleiermacher: "¿Es que a lo<strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia <strong>la</strong> ciencia ha <strong>de</strong> ir con <strong>la</strong> incredulidad y el cristianismo con <strong>la</strong>barbarie?".El camino, que en consonancia con <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su época, siguió elneoprotestantismo <strong>de</strong>l siglo XIX ("<strong>de</strong> <strong>la</strong> religión a <strong>la</strong> historia") parece que está acabado.No es que fuera falso, sino que no da más <strong>de</strong> sí. Hoy se anuncia un nuevo <strong>de</strong>rrotero: De<strong>la</strong> historia a <strong>la</strong> religión. No <strong>de</strong>cimos "vuelta a <strong>la</strong> religión". No se pue<strong>de</strong>n olvidar <strong>la</strong>saportaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> problemática histórica y <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación crítica. Lo que ha<strong>de</strong>mostrado ser mitológico no se pue<strong>de</strong> volver a presentar como historia (Geschichte).Pero sí se pue<strong>de</strong> volver a reconocer su valor religioso en <strong>la</strong> historia (Geschichte). Lareligión queda ligada a <strong>la</strong> historia (Historie), pero ésta ya no es su maestra y señora; ya


HEINZ ZAHRNTno le prescribe qué es lo que hay que creer en el futuro, sino le comunica qué se hacreído en otro tiempo.La investigación histórico-crítica ce<strong>de</strong> el lugar dominante en <strong>la</strong> teología a <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>religiosa. El único medio <strong>de</strong> poner en circu<strong>la</strong>ción <strong>experiencia</strong>s es referir<strong>la</strong>s. Y esto valetambién <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>l hombre con Dios. Por eso, tras <strong>la</strong> "teología proc<strong>la</strong>mativa"<strong>de</strong> Barth y Bultmann, y tras <strong>la</strong> "teología ape<strong>la</strong>tiva" <strong>de</strong> los moralistas políticos, seanuncia hoy un tercer estadio <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> postguerra, <strong>la</strong> "teologíanarrativa".La teología narrativa no anuncia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba, una acción divina eterna (teologíaproc<strong>la</strong>mativa), ni se compromete, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo, a una acción humana temporal (teologíaape<strong>la</strong>tiva), sino que re<strong>la</strong>ta algo <strong>de</strong> lo que los hombres han experimentado <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidaddivina en su <strong>de</strong>stino terreno-temporal. K. Barth, "el positivista <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción", <strong>de</strong>c<strong>la</strong>róal final <strong>de</strong> su vida que si pudiera volver a empezar, comenzaría con <strong>la</strong> pneumatología.Esto no quiere <strong>de</strong>cir que no volvería a situarse en <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> Dios, sino que estavez no partiría <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y acción divinas, sino <strong>de</strong> <strong>la</strong> aceptación y <strong>experiencia</strong> que elhombre hace <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y acción <strong>de</strong> Dios. Aunque habría protestado con todavehemencia contra esta formu<strong>la</strong>ción, ¿qué otra cosa es esto sino un viraje "<strong>de</strong> <strong>la</strong> historiaa <strong>la</strong> religión"?En <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> humana <strong>de</strong> Dios se trata <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> lo eterno en el tiempo, enuna época <strong>de</strong>terminada. Esto da a <strong>la</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>la</strong> estructura básica <strong>de</strong>una bipo<strong>la</strong>ridad. Un polo lo constituye <strong>la</strong> tradición bíblica, el otro <strong>la</strong> situación presente.Cuando estos dos polos entran en contacto surge una nueva y <strong>actual</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>Dios, que transmite y <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong>s que están en <strong>la</strong> Biblia. El narrador teólogo goza <strong>de</strong>libertad metódica para situarse en uno u otro <strong>la</strong>do. Pero en ningún caso pue<strong>de</strong> <strong>la</strong> teologíaempezar, al hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Dios, "<strong>de</strong> arriba" (ni por una autoridad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Escritura previamentereconocida, ni por una teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, tomada <strong>de</strong> prestado <strong>de</strong> alguna parte), sinoque ha <strong>de</strong> estar "abajo", en el mundo en que vivimos, y- referirse a <strong>experiencia</strong>s yconocimientos que afecten a todos los hombres. El camino a <strong>la</strong> fe pasa, como <strong>la</strong>Encarnación, por <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong>l establo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s vitales cotidianas y <strong>de</strong> <strong>la</strong>sre<strong>la</strong>ciones humanas corrientes. La teología cristiana <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> no pue<strong>de</strong> hacermás que lo que <strong>de</strong>cía M. Buber <strong>de</strong> su trabajo: "Me <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ro a favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> yapelo a <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>... No tengo ninguna doctrina. Tan sólo muestro algo. Muestrorealidad".1. La teología como arte narrativo crítico <strong>de</strong> <strong>la</strong> feAsí po<strong>de</strong>mos caracterizar a <strong>la</strong> nueva teología <strong>actual</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>. En esta teologíavale <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>: A Dios no se le pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir en abstracto. De Dios sólo se pue<strong>de</strong> referiralgo en concreto. Lo que no es narrable <strong>de</strong> Dios no cuenta en teología. El concepto, <strong>de</strong>"arte narrativo" se re<strong>la</strong>ciona con el <strong>de</strong> tensión dramática, fantasía poética, imaginacióncreadora y suave poesía, cosas y características que <strong>de</strong>sgraciadamente echamos <strong>de</strong>menos hoy, en <strong>la</strong> teología protestante alemana. Algo curioso ha sucedido con <strong>la</strong> historia'y <strong>la</strong> investigación histórica en <strong>la</strong> teología protestante. Uno podría esperar que a unateología, que se ha transformado casi por completo en historia, le rebosaría <strong>la</strong> boca <strong>de</strong>narraciones. Pues nada <strong>de</strong> eso. La teología protestante <strong>actual</strong> hab<strong>la</strong> mucho, pero narrapoco. Tiene poca "acción" y mucho "ensayo". Su estilo le traiciona: faltan verbos; <strong>la</strong>s


HEINZ ZAHRNTfrases están formadas por acumu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> sustantivos y participios. En sus sentencias no"ocurre" nada; y eso precisamente en una religión que, como ninguna otra, busca <strong>la</strong>acción, que se basa en un libro en el que casi en cada página suce<strong>de</strong> algo, que en <strong>la</strong>historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad ha <strong>de</strong>scubierto <strong>la</strong> "historia".Kierkegaard recordaba que es muy distinto colgar un cartel que rece "se <strong>la</strong>va ropa" y<strong>la</strong>var <strong>de</strong> verdad <strong>la</strong> ropa. Nuestros coetáneos pue<strong>de</strong>n fácilmente tener <strong>la</strong> impresión <strong>de</strong> queen <strong>la</strong> teología (y no sólo en <strong>la</strong> protestante) no se <strong>la</strong>va, sino que se hacen carteles con <strong>la</strong>inscripción "se <strong>la</strong>va ropa", que se utiliza y disputa sobre cómo hay que hacer y escribirlos letreros que aseguran que se <strong>la</strong>va ropa.Avida, no ya <strong>de</strong> ser <strong>la</strong> reina <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencias, sino al menos <strong>de</strong> tener un reconocido ropajecientífico, <strong>la</strong> teología busca hoy con gran<strong>de</strong>s dificulta<strong>de</strong>s justificarse teoréticamente, noya como en su "edad <strong>de</strong> oro" ante <strong>la</strong> filosofía, o como en su "edad <strong>de</strong> p<strong>la</strong>ta" ante <strong>la</strong>historia, sino ante cualquiera <strong>de</strong> <strong>la</strong>s nuevas ciencias humanas (sociología, psicoanálisis,etcétera) y en general ante <strong>la</strong> crítica i<strong>de</strong>ológica. Y se pregunta si aún pue<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> fey <strong>de</strong> Dios. ¿Por qué dan tanto valor los teólogos a habitar en <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias?¿Por qué pasan <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgo ante el arte? Dice Novalis: "<strong>la</strong> doctrina religiosa es poesíacientífica".Cuando <strong>la</strong> teología <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Dios, se ha <strong>de</strong> temer que ha <strong>de</strong>jado también <strong>de</strong>experimentar a Dios. "Una teología que ha perdido <strong>la</strong> categoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> narración o que <strong>la</strong>consi<strong>de</strong>ra teoréticamente como una forma <strong>de</strong> expresión precrítica, no pue<strong>de</strong> sino alejarhacia lo inobjetivo e inexpresable a <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s "originarias" y "propias" <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe...Con lo que <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe se hace in<strong>de</strong>terminada y su contenido se conserva sóloen el lenguaje <strong>de</strong> los ritos y <strong>de</strong> los dogmas, sin que <strong>la</strong> forma narrativa convertida enfórmu<strong>la</strong> muestre el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> intercambio <strong>de</strong> <strong>experiencia</strong>s" (J. B. Metz).Por el contrario, don<strong>de</strong> <strong>la</strong> teología se entien<strong>de</strong> como arte narrativo crítico <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, seinvitará a los hombres (en lugar <strong>de</strong> predicarles dogmáticamente o enar<strong>de</strong>cerlosmoralmente) a participar activamente en un intercambio común <strong>de</strong> <strong>experiencia</strong>s y aexponer <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s -iguales o contrarias- que hayan tenido <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l mundo.Esta teología no es ningún monólogo aristocráticoelitista <strong>de</strong> almas piadosas entre sí,sino el diálogo <strong>de</strong>mocrático-popu<strong>la</strong>r entre aquellos que creen en Dios y aquellos quetodavía no o ya no creen.2. Algunos rasgos esenciales <strong>de</strong> <strong>la</strong> teología cristiana <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>a) Concentración teológica: El hecho <strong>de</strong> que vivamos en una época en <strong>la</strong> que, a lo quepareceapenas si se da <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios, no pue<strong>de</strong> ser motivo para que <strong>la</strong> teologíatampoco hable <strong>de</strong> Dios. Pues, ¿cuándo no ha sido así? Dios es el único objeto y el único<strong>de</strong>stino <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe. No es <strong>la</strong> reducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> religiosa a un último resto, sino suconcentración en el núcleo firme, cuantitativa y cualitativamente. Para una fe infantil,cuantos más objetos <strong>de</strong> fe, mejor (como en un policromo bazar). Cuando <strong>la</strong> fe hamadurado se refiere a un único objeto: Dios. Esta reducción <strong>de</strong>l otrora amplio surtido <strong>de</strong>objetos <strong>de</strong> fe en <strong>la</strong> línea <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en Dios significa también <strong>la</strong> liberación y limpieza <strong>de</strong> <strong>la</strong>fe cristiana <strong>de</strong> motivos utilitaristas. Los cristianos no creen en Dios para conseguir algoprovechoso (felicidad celestial o justicia terrenal), sino que los cristianos creen en Dios


HEINZ ZAHRNTy hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> ello porque han experimentado algo que tienen por verda<strong>de</strong>ro, ya que esfundamento y <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> su vida, y querrían comunicarlo a sus semejantes.A <strong>la</strong> pregunta "¿Para qué necesitas a Dios? ", y a <strong>la</strong> constatación: "A quien cree en Diosle es más fácil vivir y morir", <strong>la</strong> respuesta <strong>de</strong> una teología cristiana <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>sólo pue<strong>de</strong> ser: En el sentido <strong>de</strong> un efecto útil (para salir airosos en <strong>la</strong> vida, para tener unapoyo firme, para ser mejor moralmente, para explicar el origen <strong>de</strong>l mundo, parasostener el. estado o para cambiar <strong>la</strong> sociedad... ) el hombre no necesita <strong>de</strong> Dios. Quiense esfuerza por probar <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en Dios por su utilidad y finalidad inmediatapara el hombre, <strong>la</strong> sociedad, el estado, o lo que sea, infravalora al hombre en suscapacida<strong>de</strong>s morales, racionales y productivas, y rebaja a Dios al nivel <strong>de</strong> una"provisión", al nivel <strong>de</strong> un repartidor <strong>de</strong> piezas <strong>de</strong> recambio para una existencia humanadañada.Dios no es función, sino <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe. Cuando a Dios se le asigna una función, seempequeñece, y aquello a que sirve se agranda. Bajo el aspecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad yfinalidad, Dios es lo total y enteramente innecesario en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre, peroprecisamente por eso se muestra como lo único <strong>de</strong> que precisa el hombre. Sólo quien hacomprendido que, en el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad y finalidad, Dios no es necesario para elhombre, ha reconocido <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra necesidad que el hombre tiene <strong>de</strong> Dios; y viceversa:sólo quien ha reconocido <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra necesidad <strong>de</strong> Dios para el hombre, compren<strong>de</strong>que <strong>la</strong> fe en Dios tiene para el hombre también consecuencias en el campo <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidady <strong>de</strong> <strong>la</strong> finalidad.Si <strong>la</strong> teología aprendiera algo más a creer en Dios y a hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> El "sin intención" (sincelo apologético, sin miedo profesional teológico y con menos preocupación por suhonor científico) sería probablemente más creíble en <strong>la</strong> disputa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Faculta<strong>de</strong>s y másalegre en su fe. Hab<strong>la</strong>r "sin intención" no quiere <strong>de</strong>cir hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Dios prescindiendo <strong>de</strong>lhombre, sino hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong>s intenciones <strong>de</strong> Dios para con el hombre, que se encuentranen <strong>la</strong> Biblia.b) Tradición bíblica: El impulso a una <strong>experiencia</strong> nos- ha <strong>de</strong> venir <strong>de</strong> fuera, si es querealmente hemos <strong>de</strong> tener una nueva <strong>experiencia</strong>. Esto es válido también <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios. La narración <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en Dios empieza con <strong>la</strong> repetición <strong>de</strong> <strong>la</strong>snarraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s <strong>de</strong> Dios, que han quedado en los testimonios bíblicos.Quien quiere experimentar qué significa el nombre 'Dios' en nuestro mundo histórico, seha <strong>de</strong> atener a <strong>la</strong> historia en <strong>la</strong> que Dios mismo se hizo un nombre en el mundo. En lostestimonios <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia nos ha quedado lo que los hombres, sobre todo Jesús <strong>de</strong>Nazaret, han experimentado con Dios. La historia <strong>de</strong> Dios con los hombres, conservadaen <strong>la</strong> memoria <strong>de</strong> los hombres; <strong>la</strong> Biblia es un gran libro <strong>de</strong> recuerdos humanos <strong>de</strong> Dios:memoria Dei in memorabilibus hominum.Las <strong>experiencia</strong>s <strong>de</strong> Dios acumu<strong>la</strong>das en los testimonios bíblicos son como los virus,que tanto pue<strong>de</strong>n quedar <strong>la</strong>tentes como ser virulentos. Si han <strong>de</strong> ser virulentos, <strong>de</strong>benvolverse a contar <strong>de</strong> manera que se conviertan en posibles respuestas a <strong>la</strong>s preguntas <strong>de</strong>nuestra historia y nuestro tiempo. Por tanto, <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s, contenidas en <strong>la</strong> Biblia yque han- llegado hasta nosotros "por <strong>la</strong> transmisión eclesiástica", no sólo se han <strong>de</strong>volver a narrar, sino que se <strong>de</strong>be llevar a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>la</strong> narración, e incluso refundir<strong>la</strong> <strong>de</strong>nuevo.


HEINZ ZAHRNTNos hal<strong>la</strong>mos ante el otro polo <strong>de</strong> toda teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong>: <strong>la</strong> situación <strong>de</strong>l quenarra y <strong>de</strong> aquel a quien se dirige. Si es que ha <strong>de</strong> surgir un nuevo hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Dios y, porconsiguiente, una nueva fe en Dios, ha <strong>de</strong> haber un contacto entre los dos polos: <strong>de</strong> unaparte, el testimonio histórico <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia y <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s <strong>de</strong> Dios contenidas en el<strong>la</strong>,y, <strong>de</strong> otra, <strong>la</strong> <strong>actual</strong> situación histórica y <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s <strong>de</strong>l mundo contenidas en el<strong>la</strong>.Para que este contacto salga bien se requiere imaginación religiosa y concreciónmundanal.c) Imaginación religiosa: Ya es tiempo <strong>de</strong> que eliminemos <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong>"imaginación religiosa" su <strong>de</strong>jo negativo. Esta connotación negativa le viene a partesiguales <strong>de</strong> los teólogos cristianos radicales <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción (Barth, Bultmann yBonhoeffer) y <strong>de</strong> los críticos ateos radicales <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión (Feuerbach, Marx y Freud).Para todos ellos, "imaginación" es sinónimo <strong>de</strong> ficción, ilusión, irrealidad. Mas <strong>la</strong>pa<strong>la</strong>bra 'imaginación' no dice <strong>de</strong> primera intención nada sobre el contenido y valor <strong>de</strong>una verdad, sino sólo sobre <strong>la</strong> manera en que se ha originado. "Imaginación religiosa"viene a significar que los hombres han experimentado a Dios en unas <strong>de</strong>terminadassituaciones <strong>de</strong> su vida, gracias a su fe, y que, influidos por <strong>la</strong> tradición bíblica y por elta<strong>la</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> época, estas <strong>experiencia</strong>s han tomado cuerpo en <strong>de</strong>terminadas imágenes yrepresentaciones.No ha sido el "Jesús histórico" el que ha actuado en <strong>la</strong> historia (Geschichte), sino cadauna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s imágenes <strong>de</strong> Cristo, que los hombres se han formado <strong>de</strong>l Jesús histórico. Loshombres, gracias a su fe y fantasía creyente, han concretado en una imagen <strong>la</strong>s<strong>experiencia</strong>s que han tenido al oír <strong>la</strong> tradición histórica <strong>de</strong> Jesús en su propia situaciónhistórica.En el encuentro con <strong>la</strong> tradición bíblica <strong>de</strong> Jesucristo suce<strong>de</strong> fundamentalmente siemprelo mismo: Jesús trae a los hombres un nuevo mensaje <strong>de</strong> Dios, y, aceptándole estenuevo mensaje, el mensaje <strong>de</strong> Jesús sobre Dios se les convierte en el mensaje <strong>de</strong> Diosen Cristo. Siempre que se produce este cambio, los creyentes crean una nueva imagen<strong>de</strong>l creador <strong>de</strong> su fe, con pa<strong>la</strong>bras, formas y colores <strong>de</strong> su época. Puesto que creen queen <strong>la</strong> figura y mensaje <strong>de</strong> Jesús han experimentado <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios, es ésta unaimagen <strong>de</strong> su propia <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios (pero no es sólo una expresión <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>ranímico, sino más bien <strong>la</strong> impresión, <strong>de</strong>jada por Jesús en sus almas, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r divino,que <strong>la</strong>s ha "animado"). El hecho <strong>de</strong> que Jesús <strong>de</strong> Nazaret haya originado en todas <strong>la</strong>sépocas una tal abundancia <strong>de</strong> imágenes <strong>de</strong> Cristo pue<strong>de</strong> que sea un indicio <strong>de</strong> que en Else da <strong>la</strong> plenitud <strong>de</strong> los tiempos.d) Concreción mundanal: Antes no era fácil no ser ,cristiano; hoy es difícil no ser ateo.Lo que más pesa hoy sobre <strong>la</strong> fe en Dios es <strong>la</strong> invisibilidad <strong>de</strong> Dios en un mundo, en elque parece que sólo tiene valor lo visible. La invisibilidad <strong>de</strong> Dios constituye unproblema fundamental <strong>de</strong> <strong>la</strong> existencia cristiana en nuestro tiempo. Y, si no se quiereabandonar <strong>la</strong> fe, sólo queda un camino: quien hoy cree en Dios y hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> ello, sólo lopue<strong>de</strong> hacer mostrando qué quiere <strong>de</strong>cir, no en el sentido <strong>de</strong> una <strong>de</strong>finición filosóficoteológica,sino con <strong>la</strong> vista fija en una concreción mundanal. La función <strong>de</strong> estaconcreción queda reflejada en el enunciado paradójico: La <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios escontraria a <strong>la</strong> apariencia <strong>de</strong>l mundo, y, sin embargo, ha <strong>de</strong> dar pruebas <strong>de</strong> su verdadprecisamente en <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong>l mundo.


HEINZ ZAHRNTLa teología sólo pue<strong>de</strong> corroborar sus afirmaciones sobre Dios intentando mostrar (encontinua competencia con otras ofertas <strong>de</strong> sentido total) hasta qué punto <strong>la</strong> fe en Dios,como <strong>la</strong> realidad que lo <strong>de</strong>termina todo, le <strong>de</strong>scubre con plenitud <strong>de</strong> sentido al hombre<strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> su vida en el mundo, y le ayuda a seguir. Su arte narrativo ha <strong>de</strong> afrontarlos esfuerzos por hacer patente <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l mundo, no para<strong>de</strong>mostrar <strong>de</strong> esa forma <strong>la</strong> fe en Dios, sino para concretizar<strong>la</strong>. Para nosotros, el asunto <strong>de</strong>Dios se da sólo en los asuntos <strong>de</strong>l mundo. Si habláramos <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> otra forma nosasemejaríamos a unos arqueólogos que han encontrado unos trozos <strong>de</strong> cerámica antiguay los muestran a un reducido público <strong>de</strong> interesados en <strong>la</strong> materia. La justificación <strong>de</strong>lnombre <strong>de</strong> Dios sólo es posible en <strong>la</strong> atención al mundo.La teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> querría con su método <strong>de</strong> <strong>la</strong> concreción mundanalproporcionar a <strong>la</strong> fe en el Dios "invisible" un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> persuasión haciendo "visible" surelevancia en <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l mundo. Lo único que honradamente pue<strong>de</strong> hacer es <strong>de</strong>circon humildad: "¡Mira esto! ¡Mira allá! ... ". Ha logrado su objetivo cuando consigue dara un hombre nuevas "maneras <strong>de</strong> ver", y a éste se le abren los ojos y exc<strong>la</strong>ma: "Creo,Señor, ayuda mi incredulidad", o en una jerga teológica algo más nueva: "¡Caray, estomarcha!".Así pues, <strong>la</strong> fe en Dios no aña<strong>de</strong> a <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l mundo una segunda realidad; sólo<strong>de</strong>scubre <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l mundo como realidad <strong>de</strong> Dios. No miramos a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> cristiana <strong>de</strong> Dios otro mundo nuevo; lo vemos <strong>de</strong> otra manera, <strong>de</strong> unamanera nueva. Esto supone que entre los dos polos <strong>de</strong> <strong>la</strong> teología cristiana <strong>de</strong> <strong>la</strong><strong>experiencia</strong> existe una re<strong>la</strong>ción fundamental previa a todo contacto concreto. Estare<strong>la</strong>ción fundamental entre los dos polos <strong>de</strong> <strong>la</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> nos vuelve aremitir a <strong>la</strong> confianza fundamental.e) Corre<strong>la</strong>ción estructural: Para po<strong>de</strong>r percibir hoy <strong>la</strong>s <strong>experiencia</strong>s humanas <strong>de</strong> Dioscontenidas en <strong>la</strong> Biblia, el hombre ha <strong>de</strong> poseer ya, en virtud <strong>de</strong> sus propias <strong>experiencia</strong>s<strong>de</strong>l mundo, <strong>la</strong> disposición para <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> <strong>de</strong> Dios, o, al menos, para <strong>la</strong> pregunta por<strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> tal <strong>experiencia</strong>. Esta "disposición" está ejemp<strong>la</strong>rmente reflejada en <strong>la</strong>parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l hijo pródigo: no se le hubiera podido ocurrir volver, sí no se hubieraacordado <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l padre.La teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> tiene, pues, <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong> encontrar posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong>s estructuras <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> presente <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong><strong>la</strong> vida como puntos <strong>de</strong> contacto para <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> cristiana <strong>de</strong> Dios. Lo que a esterespecto pue<strong>de</strong> lograr o no el arte narrativo teológico lo ac<strong>la</strong>ra el versículo <strong>de</strong>l evangelio<strong>de</strong> Juan: "Vino a su casa, y los suyos no le recibieron" (1,11)."Vino a su casa": El mundo es creación <strong>de</strong> Dios, por eso se da una conexión estructuralentre <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> Dios y <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l mundo. El Logos, el sentido universaldivino, que se representa en Jesús <strong>de</strong> Nazaret, es el mismo logos, el mismo sentidodivino, que está presente en <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l universo. Las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una<strong>experiencia</strong> <strong>actual</strong> <strong>de</strong> Dios no son interpretaciones que el hombre introducearbitrariamente en su vida, sino estructuras que Dios ha otorgado al mundo. Dios mismoentra en contacto con <strong>la</strong> situación <strong>de</strong>l hombre; corrige con eficacia, pero no se cruza entodo.


HEINZ ZAHRNT"Y los suyos no le recibieron". La pregunta <strong>de</strong>l hombre por- "Dios" es ambivalente. Nole dispone sólo a <strong>la</strong> aceptación <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción cristiana; le prepara también paraaceptar cualquier otra ofertó <strong>de</strong> un sentido total, malográndose así <strong>la</strong> respuesta queofrece el evangelio. El hombre no <strong>de</strong>scubre <strong>la</strong>s huel<strong>la</strong>s generales <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong> realidad<strong>de</strong> su vida y <strong>de</strong>l mundo, y, por consiguiente, tampoco <strong>de</strong>scubre <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción especial <strong>de</strong>Dios en Jesús Cristo. No fue Dios, sino los hombres los que levantaron <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> Jesúsy quienes "se cruzaron" en <strong>la</strong> oferta <strong>de</strong> Dios.Tampoco <strong>la</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>experiencia</strong> pue<strong>de</strong> ofrecer un "paseo procesional" hacia Dios,que acompañara <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> pregunta <strong>de</strong>l hombre en una ininterrumpida ascensión a <strong>la</strong>respuesta divina. A <strong>la</strong> pregunta <strong>de</strong>l hombre por Dios sólo pue<strong>de</strong> contestar hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> <strong>la</strong>propia respuesta <strong>de</strong> Dios a esta cuestión."Pero a todos los que le recibieron les dio po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> hacerse hijos <strong>de</strong> Dios" (Jn 1,12).Porque han <strong>de</strong> llevar a los hombres esta regocijante noticia, se cuenta a los"dogmáticos" entre los cultivadores <strong>de</strong> <strong>la</strong> "literatura agradable". Lo serían más si no lesencasquetaran a los hombres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera esta alegre Nueva como una ley abstracta <strong>de</strong> feal estilo <strong>de</strong> los escribas, sino si <strong>la</strong> narraran al estilo <strong>de</strong> los escritores, en forma concreta yexpresiva.Nuestros semejantes, sobre todo los no-cristianos, esperan estos re<strong>la</strong>tos y narraciones, oal menos <strong>la</strong>s esperan más que los consejos sobre acción política. Como recientemente<strong>de</strong>cía un ateo: "Hay que conce<strong>de</strong>r que el cristianismo, más que otras religiones, tien<strong>de</strong> aavergonzarse. Apetece el beneplácito <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón como un tímido <strong>la</strong>s crónicasescandalosas. A medida que envejece es más melindroso, y sacrifica su reputación <strong>de</strong> <strong>la</strong>forma más inverosímil... Los mismos cristianos han empequeñecido el cristianismo,reduciéndolo a un resto <strong>de</strong> frases sobre <strong>la</strong> justicia, <strong>la</strong> virtud y <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> unmundo digno, cosas todas el<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que los marxistas entien<strong>de</strong>n más y mejor -¡y Diossabe que es verdad!" (P. Hacks). Esto suena a sermón penitencial ateo. Los cristianos no<strong>de</strong>ben echar por <strong>la</strong> borda sus <strong>experiencia</strong>s con Dios y <strong>la</strong>s imágenes que <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s se hanhecho. Como consejo <strong>de</strong> vecinos y padres <strong>de</strong> <strong>la</strong> patria, como ven<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> productos yconsejeros eclesiásticos, no nos necesitan. Si es que todavía tienen necesidad <strong>de</strong>nosotros, quieren saber <strong>de</strong> nosotros algo <strong>de</strong>l asunto <strong>de</strong> Dios. De esto hemos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r anuestros semejantes. Seguir entreteniéndonos con cosas secundarias, no nos lo permiteni <strong>la</strong> situación <strong>de</strong>l mundo <strong>actual</strong> ni <strong>la</strong> presente condición <strong>de</strong> <strong>la</strong>s iglesias.Tradujo y con<strong>de</strong>nsó: JOSÉ ESPINA

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