el estigma que no cesa - Ilustre Colegio de Abogados de Valencia

en cortoFotos. José Luis BortJosep Lluís Albiñana, presidente preautonómico, antiguo colegiadodel ICAV y magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona“Ser juez de instruccióncrea una mentalidadde cruzado universal”Bernardo Carriónrientado. Y en ese sentido el juezy el magistrado agradecen profundamentela intervención de unbuen abogado, porque le resuelvemuchísimas cosas.¿Qué es lo que más encuentra,buenos o malos abogados?El proceso de masificación dela profesión de abogado empezóa crear mucha confusión. A mí mealarma ver que las buenas prácticasen las que yo me formé, deabogados de izquierda y de la derecha,como Enrique Blanes, MiguelRamón Izquierdo o Emilio Attard,se han ido perdiendo poco a poco,aún hoy. No soy quién para juzgarlo,pero le pongo dos ejemplos:cuando estaba de juez en Castellóncelebraba todas las audienciasdel proceso civil. Recibí la críticade que esa manía perjudicaba alos abogados que no hablabanbien. En otra ocasión un abogado,cuando recibimos pruebas, me dijoque eligiese la que más me gustara.Son ejemplos que chocan.Antes había una formación muchomás competitiva, más cuidada…Yo recuerdo los informes de donVicente Alfaro: si tenías ocasión, temetías en la sala para escucharlo.Cuando has encontrado un moldede abogado que te ha impresionado,como Alberto García Esteve,que parecía un comisario políticointerrogando... Hoy en día eso loecho a faltar. Los veo con menosestímulo y menos ambición.¿Qué opinión le merece la recientepropuesta del ministro de Justicia,Mariano Fernández-Bermejo,de potenciar el cuarto turno paraacceder a la judicatura?Es un tema tremendamentesensible y conflictivo. Aunque seaun tópico conozco buenos y malosmagistrados de oposición y decuarto turno. La vía de acceso noes definitoria sobre el resultadofinal. Hay que ponerse de acuerdosobre el perfil o unos rasgos característicos.Primero, conocimientodel derecho. Segundo, la madurez.Y tercero, la capacidad de gerenciaro relacionarse, las habilidades.El mecanismo tiene que respondera un pacto nacional en queconvivan los dos sistemas porqueel control objetivo para verificar laUsted accedió a la magistraturapor el turno de jurista de prestigio.¿Por qué decidió dar elpaso?No hay abogado que no tengaesa ambición como uno de los objetivosde su actividad profesional.Lo que no significa que supongauna renuncia a la abogacía, carreraque me ha proporcionado toda miformación. Con mucho gusto haríael camino inverso ahora. Cuandoeres abogado te planteas el retode pasar a la otra parte del mostradorpara cambiar las cosas que note gustan cuando trabajas.¿Cambió su forma de ver a losabogados?No, no. Creo que el buen abogadohace buenos jueces. Y losabogados desorientados creanun modelo de juez también desocalidaddel acceso es trascendental.Hay que actualizar los temarios.Es criticable el hecho de convertirla oposición en una especie deconcurso infernal, me parece uncrimen para un joven quemarse laspestañas estudiando institucionesque no va a ver en la vida.Fama de autoritarioy arroganteUsted, que tiene una trayectoriapolítica muy marcada, ¿cómocompatibiliza ese pasado con elhecho de impartir justicia en laactualidad?No me causa ningún problema,nunca me he considerado cautivode ninguna ciencia ni de ningunaideología. La función jurisdiccionalme inspira el suficiente respetopara acudir a ella de la forma máshumilde y personal. No puedo acudircon un bagaje impuesto.¿Qué recuerdos guarda de supaso por Castellón, donde llegóa ser juez Decano?Los propios de toda primeraexperiencia, que duró casi nueveaños. Hay aciertos y errores. Leagradezco mucho a Castellón, asus abogados y procuradores, elhecho de haber aprendido lo quesé: me vale para mi quehacer diario.Lo que sucede también es queen Castellón era juez de instruccióny creo que el papel de este juez,como todo ejercicio de poder, selo digo con mucha prudencia, hayque saberlo limitar, porque acabauno siendo reo de ese poder. Tecrea una mentalidad como unaespecie de cruzado universal. Hayque salir de esa tentación, hay quetratar de ser versátil. El propio juezha de buscar no encasillarse enese ejercicio tan poderoso comoes la instrucción.He pulsado diversas opiniones deabogados de Castellón y Valencia,y no guardan buen recuerdode usted. Dicen que es muy autoritarioe incluso arrogante.Si lo dicen es su opinión. Meexcusaría porque no he pretendidoserlo nunca. Y que piensen que silo he sido, he sido, por una parte,un maleducado, y por otra tambiénvíctima de un serie de actuacionesprocesales de malas prácticas antelas que inconscientemente a vecesreaccionas, sobre todo cuando vienesde un ejercicio de la abogacíadel que has aprendido a exigirmucho. Yo nunca bajé la guardiacon un juez.Dicen incluso que abrió un expedientea un letrado por presentarseen un juicio en plenoverano sin calcetines.Yo era y soy muy exigentedesde el punto de vista de no bajarla guardia por muchas razones: elrespeto a la función justiciable ya la ley. Sobre todo al principio, loque no aceptaba era este tipo deactuaciones de prescindir de lasropas que la ley marca en actos deaudiencia pública. Dicho esto, noentra en mi ánimo disculparme porhaberle dicho a aquel abogado, quese presentaba con chancletas playeras,tejanos y camiseta de mangacorta a una prueba civil, que recompusierasu atuendo. Lo siento, perono me es fácil prescindir de estetipo de exigencias.Una intensaetapa políticaEstuvo usted en política desde lafacultad e ingresa formalmenteen el PSOE en 1974. ¿Qué ledecide a entrar en ese mundo?En la facultad vivimos una épocade mucho ajetreo, con el desmantelamientodel SEU, la aparición delprimer movimiento estudiantil, ycomo abogado me interesé por ladefensa de la jurisdicción de ordenpúblico. Los abogados estábamosidentificados por ideologías, y yome situaba entre la democraciacristiana y la socialdemocracia. Misreferentes eran Gregorio PecesBarba y Pablo Castellano.Tras su ingreso en el PSOE, entan sólo tres años es cabeza delista al Congreso y en cuatro presideel Consell preautonómico.“Me alarma ver que lasbuenas prácticas en lasque yo me formé, deabogados de izquierday de la derecha, comoEnrique Blanes, MiguelRamón Izquierdo oEmilio Attard, se vanperdiendo poco a poco”2223