Autor, para Lupe,es el ardiente deseode la hembra primitiva.• . .Amor, para Dolores,es el romántico ensueño del alma mcadenaAa. . . .L—L cinema es la <strong>gran</strong> pantalla de ficcionesy realidades. Es algo así como un espejode la vida, en el que se exponen los caracteresde sus actores-luminarias; cuanto denatural y artístico existe en el género humano.La pantalla, como manifestación dela vida, es un escuela de observación psicológica.Dentro del arte del cinema, entre lasluminarias de Hollywood, logó franco,merecido éxito Dolores del Río, tierna,suave, delicada criatura.El sentido de la época, que señala comovirtud máxima toda concepción mercantilista,resultado de una era positivista y pagana,forzó el cerebro de los productores,y surgió una necesidad: OTRA ESTRE-LLA MEXICANA!Azares colocan ante la expectación y lapopularidad a Lupe. Ella fue buscada.Su popularidad, como todas las popularidades,fue creada. Y surge Lupe. Y al surgiren el procenio del cinema, se le declaraRIVAL de Dolores.¿Es Lupe realmente, rival de Dolores?Mujeres de temperamento e ideologíadistinta, nunca pueden ser rivales. Lupees mujer a cuerpo entero; incontrolada porel arte de ninguna educación. Lupe esnaturaleza, todo NATURALEZA; esenciade la vida misma.Dolores es todo arte, todo educación, loque transforma la libre expresión emocionalfisiológicade la persona.Dentro de las concepciones mentales deLupe, realidad y la libre expresión son dominantes.En Dolores, reflexión, cálculo,sacrificio, convencionalismo es lo que gobierna.Dos viejas tendencias que, en la mujer,son algo así como las luces del tránsito.Verde; que significa SIGA verdadero, naturalsentir de la mujer. Rojo, que significaPARE, que expresa todo lo que de"reflexión" existe en la mujer. Eso esDolores.Esa diferencia temperamental entre lasdos estrellas hace imposible la rivalidad.Por ello, mientras Dolores ha caído en lasredes del romanticismo en calidad de reincidente,Lupe vive refrescando la vida quebosquejan amores y amoríos.Entre Lupe y Dolores ha existido unsolo punto de rivalidad: idéntica sugestividaddentro de sus compañeros de arte.Así Dolores tuvo quién, dentro de la ficciónde una cinta, trabajando en conjunto, prendadode ella, repitiera palabras amorosasque fueran expresadas en las escenas de losestudios. Similarmente, Lupe ha sido favoritatambién.Y alguien preguntará, ¿cómo es posiblfesto, siendo Lupe y Dolores mujeres dftemperamento distinto? La psicología amorosa explica el hecho. Lupe es fuerza dinámica para el tipo de hombre que la mujetclasifica de "romántico". Dolores es podeidominante para el "hombre-diablo", comola mujer llama al hombre que, presumiendode su técnica, desprecia el amor, se declara"Don Juan", para, finalmente, convencersede que, en la leyes del amor, la técnica estáen la infancia.Así, Dolores ha sido cortejada por cadenade "hombres-diablos".Flores llegadas al chalet de Dolores, enlos días de su soltería—período que equivalea "se alquila"—antes que absorber lafragancia de las rosas, la curiosidad femeninala inclinaba a leer la tarjeta que es-(Continúa en la página 108)Ayuntamiento de Madrid
I_l|AY personas que no saben hacer doscosas a la vez. Conozco a un caballero aquien le es imposible escribir y pensar almismo tiempo. . . .Y existen prójimos que no tienen dón deubicuidad, como yo. A las tres de la mismatarde, Joan Crawford y Lenore Ulric mecitaron para charlar en sitios diferentes.¿A quién ver? Resolví que la suerte decidiera: escribí los respectivos nombres ensendos papelitos que luego convertí en pelotillasy metí en mi sombrero. Después,agité éste fervorosamente ... y las bolitassalieron disparadas por el aire. A gataspor la redacción, entre colillas de cigarroy multicolores pedazos de papel, emprendíla caza y, por fin, encontré una: tenía elnombre de Lenore Ulric. A verla me fui,todo empolvado.Lenore me había citado en su casa.Rara vez tengo la fortuna de visitar alas estrellas a domicilio; y es lástima, porqueme parece que ahí se sienten más francasy se trasparentan mejor (y conste queno aludo al cuerpo, sino al espíritu, suspicazlector).No me voy a meter a describir a la artista.Aquí tienen ustedes un retrato queella misma escogió entre centenares de otroscomo el más parecido. Lo que si diré esque la joven—-que ha figurado sólo en cintasbastante primitivas de la época del cinesilencioso—es una de las intérpretes teatralesmás famosas de este país y que, ahoraque acaba de contratarla RKO-Radio parafilmar películas sonoras, está dispuesta ademostrar cuánto talento tiene. ¡Ya loveredes! Además añadiré que Lenore poseeuna fogosidad, una movilidad de fisonomíay un modo de expresarse tan nuestroque, o mucho me equivoco, o nos va a resultaruna verdadera reina de la pantalla.Tanto me impresionó encontrarla así queinmediatamente le pregunté:—¿Tiene usted sangre latina en las venas?—Mi abuela era española,—aclaró.También tiene mucho de alemán, unalemán que no impide que sus ojos seannegros y su encrespado cabello más negroaún; pero, huérfana desde niña, apenas sivagamente recuerda nombres y fisonomíasde sus progenitores.—¿ Ha viajado ustedpor el extranjero?—Por Europa .. . ¡ tressemanas justas!—me contesta.—¿Tres semanas?—Sí, señor. Tres semanasdedicadas casi exclusivamentea buscar las maletas y baúlesque se me extraviaron y a impedir que zamparanen la cárcel a la doncella de servicioque me acompañó. Sin equipaje, no teníayo más ropa que la puesta y así no me dejabanentrar en ningún teatro, en ningúncomedor de hotel a cenar, ni mucho menosen ninguna reunión de las muchas aque quería yo asistir. Tenía yo que comer. . . y divertirme ... y rabiar . . . aparte.Mientras, mis condenadas maletas hacíanun extenso viaje por su cuenta. En cuantoa mi doncella, como era alemana y comomi francés no lo entendían los franceses,resultó un estorbo peligrosísimo. Ni laaduana ni los agentes de inmigración podíancomprender qué diablos venía haciendoconmigo y, mientras más explicaciones suministrabayo, peor se ponía el asunto.Hasta que, a los dos días de estar en París,me dió un ataque de furia y, por el trenmás rápido, regresé a Cherburgo y le volvíla espalda al Viejo Mundo. . . .Lenore Ulric, consumadoactriz, que vuelve al cinrcon RKO-Radio.—¿De modo que ni conoció usted París,entonces?—Como conocerlo, por fuera, sí. Tuvela suerte de encontrarme un chofer inteligentísimo y servicial que me llevó por todas partes, que me sirvió de guía, de apoyode protector y hasta de compañero a la mesaSin él, estaba yo perdida. Y una noche enque de repente surgió otro enredo con motivo de mis baúles en el hotel en que mthospedaba, causé magno escándalo cuandosalí de mi habitación a pedir socorro a michofer, gritando con toda mi alma "Cherchezmon homme!" Esa misma madrugadatuve que abandonar París.—Sí, eso de mandar a la gente a buscaia "su hombre" a las altas horas de la noche. . . .—¿Verdad que no podía ser?—agregóLenore con la expresión más picaresca delmundo.—¿Y qué argumento va usted a filmar(Continúa en la pagina 109)Ayuntamiento de Madrid