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Lecturas Devocionales para Adultos A Través de la Biblia Pr. Israel ...

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<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> LeitoOctubre 9 Yo soy tu socorro«No temas, gusanito <strong>de</strong> Jacob; vosotros, los poquitos <strong>de</strong> <strong>Israel</strong>. Yo soy tu socorro», diceJehová, tu Re<strong>de</strong>ntor, el Santo <strong>de</strong> <strong>Israel</strong>. Isaías 41: 14Es importante escuchar <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Señor gritándonos «Yo soy tu socorro». Es como si seempeñase en preguntarnos: «¿De qué te preocupas?» No es poca cosa tener al Dios <strong>de</strong>l cielocomo nuestro pronto auxilio. Son tantas <strong>la</strong>s veces que él ha llegado al socorro <strong>de</strong>l hombre queya difícilmente se pue<strong>de</strong>n contar. Pero, por si hay olvido, consi<strong>de</strong>remos lo que el Señor nosrecuerda.«Te he comprado con mi sangre». Cristo murió <strong>para</strong> sacarnos <strong>de</strong> <strong>la</strong> con<strong>de</strong>nación eternaen <strong>la</strong> que nos encontrábamos. ¿No es este el mayor y mejor socorro que hemos podido recibir <strong>de</strong>lo alto? Si esto, que ha sido lo más gran<strong>de</strong> acaecido en el universo, no nos convence <strong>de</strong> <strong>la</strong>sbuenas intenciones <strong>de</strong>l Señor, entonces nada nos convencerá. El Señor nos asegura que ha hecholo máximo que nadie pue<strong>de</strong> concebir, y hará todo lo necesario <strong>para</strong> garantizarnos que es nuestrosocorro.«Antes que el mundo fuese, yo te escogí. Decidí ser tu socorro en cualquiereventualidad». La ayuda no esperó a <strong>la</strong> necesidad, porque antes que el hombre tuviesenecesidad, Dios proveyó el socorro oportuno. Él hizo pacto eterno con nosotros, dándonos <strong>la</strong>garantía <strong>de</strong> estar siempre a nuestro <strong>la</strong>do. Para ayudarnos a compren<strong>de</strong>r su disponibilidad asocorrernos, abandonó su gloria <strong>para</strong> hacerse hombre y así arrancarnos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s garras <strong>de</strong>lenemigo. No hay necesidad temporal que Dios no pueda suplir, ni hay situación que resulteimposible <strong>para</strong> él. Las cosas que nosotros podamos necesitar son ínfimas cuando nos ponemos acom<strong>para</strong>r<strong>la</strong>s con <strong>la</strong> riqueza inconmensurable <strong>de</strong> <strong>la</strong> multitud <strong>de</strong> dones que el Señor está dispuestoa otorgarnos.Y es que nuestras necesida<strong>de</strong>s no son nada en com<strong>para</strong>ción con lo que él ya ha dado<strong>para</strong> nuestro beneficio. En materia <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, no hay nada que pueda ni empezar a com<strong>para</strong>rsecon lo que <strong>la</strong> Trinidad nos ofrece. En materia <strong>de</strong> riquezas, todas <strong>la</strong>s <strong>de</strong>l universo están a nuestradisposición. En materia <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s, todas <strong>la</strong>s abundantes provisiones <strong>de</strong>l cielo estándisponibles. Si el Dios <strong>de</strong> universo ha dado a su Hijo unigénito, no hay nada que él no puedahacer <strong>para</strong> socorrernos. A nosotros nos correspon<strong>de</strong> confiar en su promesa <strong>de</strong> socorremos entodo. «Yo soy tu socorro», asegura Jehová.-24:27Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 39:1 -41: 29; Hechos 23:1


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> Leito10 octubre La visión celestialAsí que, rey Agripa, no fui <strong>de</strong>sobediente a esa visión celestial. hechos 26: 19, NVILa visión celestial era <strong>la</strong> que había recibido en el camino a Damasco y en calle l<strong>la</strong>madaDerecha. Vio al Señor, y escuchó <strong>de</strong> <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> su mensajero <strong>de</strong>signado el encargo que Dios lehacía: «"Ve", insistió el Señor, "porque ese hombre es mi instrumento escogido <strong>para</strong> dar aconocer mi nombre tanto a <strong>la</strong>s naciones y a sus reyes como al pueblo <strong>de</strong> <strong>Israel</strong>. Yo le mostrarécuánto tendrá qué pa<strong>de</strong>cer por mi nombre"» (Hech. 9: 15, 16, NVI).Tres días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> visión, recobró <strong>la</strong> vista y, pocos días <strong>de</strong>spués, «se <strong>de</strong>dicó apredicar en <strong>la</strong>s sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo <strong>de</strong> Dios» (Hech. 9: 20, NVI). ¿Por quéobe<strong>de</strong>ció inmediatamente el mandato? ¿Porque <strong>la</strong> visión fue muy impresionante? ¿Porque teníauna disposición obediente por naturaleza? ¿O porque <strong>para</strong> él era muy agradable y fácil predicary enseñar <strong>de</strong> casa en casa? Él dijo <strong>de</strong>spués: «Sin embargo, cuando predico el evangelio, notengo <strong>de</strong> qué enorgullecerme, ya que estoy bajo <strong>la</strong> obligación <strong>de</strong> hacerlo. ¡Ay <strong>de</strong> mí si nopredico el evangelio!» (1 Cor. 9: 16, NVI).La única razón por <strong>la</strong> cual predicaba era porque sentía que Dios le había dado unacomisión seria y solemne y sentía que <strong>de</strong>bía obe<strong>de</strong>cer bajo cualquier circunstancia. Por esocomenzó a predicar inmediatamente en Damasco, confundiendo y <strong>de</strong>jando perplejos tanto a susamigos como a sus nuevos hermanos. «Después <strong>de</strong> muchos días» (Hech. 9: 23, NVI), los judíoshicieron p<strong>la</strong>nes <strong>para</strong> matarlo, porque Pablo «cobraba cada vez más fuerza» (vers. 22, NVI) yconvencía a todos <strong>de</strong> que Jesús era el Mesías.Llevaba más <strong>de</strong> veinticinco años predicando cuando dijo: «No me atreveré a hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>nada sino <strong>de</strong> lo que Cristo ha hecho por medio <strong>de</strong> mí <strong>para</strong> que los gentiles lleguen a obe<strong>de</strong>cer aDios. Lo ha hecho con pa<strong>la</strong>bras y obras, mediante po<strong>de</strong>rosas señales y mi<strong>la</strong>gros, por el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>lEspíritu <strong>de</strong> Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación<strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong> Cristo por todas partes, hasta <strong>la</strong> región <strong>de</strong> Iliria» (Rom. 15: 18, 19, NVI)-Des<strong>de</strong> Palestina hasta el mar Adriático, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Egipto hasta Eslovaquia y <strong>la</strong> i RepúblicaCheca, no hubo lugar don<strong>de</strong> no predicara con gran sufrimiento. Con ¡ razón dijo al rey Agripa:«No fui <strong>de</strong>sobediente a <strong>la</strong> visión celestial». Lo que posiblemente nos falte hoy es lo que Pablotuvo en abundancia: sufrir por Cristo.26.Complemente su lectura con los siguientes textos, Isaías 42:1 - 43: 28; Hechos 25:1 –


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> LeitoOctubre 11 CiroAsí dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien tomó <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano <strong>de</strong>recha <strong>para</strong> someter a sudominio <strong>la</strong>s naciones y <strong>de</strong>spojar <strong>de</strong> su armadura a los reyes, <strong>para</strong> abrir a su paso <strong>la</strong>spuertas y <strong>de</strong>jar abiertas <strong>la</strong>s entradas. isaías 45: 1, NVIDios l<strong>la</strong>ma a Ciro su ungido. La pa<strong>la</strong>bra ungido viene <strong>de</strong>l hebreo ma-shíaj, <strong>de</strong> don<strong>de</strong>viene <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra Mesías. Ese término se aplicaba tanto al sumo sacerdote como al rey. Lapa<strong>la</strong>bra Cristo viene <strong>de</strong>l griego justos, y significa "ungido". Sí, Ciro era el ungido, el mesías <strong>de</strong>Dios. Era muy importante.¿Quién era Ciro? La leyenda <strong>de</strong> Ciro, registrada por Jenofonte en <strong>la</strong> Ciropedia, lopresenta como un monarca i<strong>de</strong>al, fundador <strong>de</strong> un gran imperio. Su imagen, recordadanítidamente en <strong>la</strong> historia y <strong>la</strong> leyenda, es <strong>la</strong> <strong>de</strong> un sabio organizador y gobernante con amplitud<strong>de</strong> miras que escribió un nuevo capítulo en <strong>la</strong> ajetreada historia <strong>de</strong> Oriente. Las victorias y <strong>la</strong>sconquistas <strong>de</strong> Ciro marcan el inicio <strong>de</strong>l dominio ario en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l semítico en ampliosterritorios. La caída <strong>de</strong> Babilonia a manos <strong>de</strong> Ciro y sus <strong>de</strong>más conquistas fueron losfundamentos <strong>para</strong> muchos <strong>de</strong>sarrollos históricos posteriores. Cuando Ciro murió en un combatecontra los masagetas, en el mes <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l año 530 a.C, el mundo perdió a uno <strong>de</strong> los másgran<strong>de</strong>s monarcas que han existido.En <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong> se recuerda a Ciro como el libertador <strong>de</strong> los judíos <strong>de</strong>l cautiveriobabilónico. Cien años antes <strong>de</strong> que naciera Ciro, Dios lo l<strong>la</strong>mó por su nombre (Isa. 45: 3). Diosanunció c<strong>la</strong>ramente el nombre <strong>de</strong>l libertador, y <strong>la</strong> dirección <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vendría: el onente. CuandoCiro entró en Babilonia, evi<strong>de</strong>ntemente porque Dios le había abierto <strong>la</strong>s puertas, como <strong>de</strong>cía <strong>la</strong>profecía, los judíos cautivos sabían que él era el libertador.El profeta Daniel, que entonces vivía en Babilonia, le leyó a Ciro los rollos <strong>de</strong> losprofetas, y «cuando el rey vio <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras que habían predicho, más <strong>de</strong> cien años antes <strong>de</strong> que élnaciera, <strong>la</strong> manera en que Babilonia seria tomada; cuando leyó el mensaje que le dirigía elGobernante <strong>de</strong>l universo.... su corazón quedó profundamente conmovido y resolvió cumplir <strong>la</strong>misión que Dios le había asignado. Dejaría ir libres a los cautivos judíos y les ayudaría arestaurar el templo <strong>de</strong> Jehová» (PR 409). Nadie será confundido si confía en <strong>la</strong> segura pa<strong>la</strong>braprofética.28: 31Complemente su lectura con los siguientes textos, Isaías 44:1 - 45: 25; Hechos 27:1 -


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> LeitoOctubre 13 El cristianismo está aquí <strong>para</strong> siempreAsí ha dicho Jehová: «En tiempo favorable te he respondido, y en el día <strong>de</strong> salvación te heayudado. Te guardaré y te pondré por pacto <strong>para</strong> el pueblo, a fin <strong>de</strong> que restablezcas <strong>la</strong>tierra y poseas <strong>la</strong>s hereda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>so<strong>la</strong>das». Isaías 49: 8Des<strong>de</strong> su inicio se dijo que el cristianismo era un fenómeno pasajero, que era so<strong>la</strong>mentecuestión <strong>de</strong> tiempo que se <strong>de</strong>jase <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> él. Tal era <strong>la</strong> predicción realizada por losdirigentes religiosos judíos. De hecho, ese p<strong>la</strong>nteamiento fue usado por Gamaliel en <strong>la</strong> <strong>de</strong>fensa<strong>de</strong> los seguidores <strong>de</strong> Cristo (Hech. 5: 34-39). La historia citada por Gamaliel mostró que habíaverdad en sus pa<strong>la</strong>bras, puesto que otros que hab<strong>la</strong>n precedido a Cristo pretendiendo ser algo nolegaron a <strong>la</strong> posteridad un movimiento que sobreviviese a su propia muerte.Hay voces que predicen que <strong>la</strong> "era <strong>de</strong>l pez" (el pez es el símbolo <strong>de</strong>l cristianismo)pasará y que lo que venga <strong>de</strong>spués no tendrá nada que ver con el cristianismo. Sin embargo, losseguidores <strong>de</strong> Cristo sabemos que <strong>la</strong> realidad es muy diferente. El cristianismo no está <strong>de</strong>stinadoa <strong>de</strong>saparecer como otras religiones <strong>de</strong>l pasado. Tenemos <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> que estaremos aquí hastael final <strong>de</strong> los días, y sabemos que tenemos que predicar el evangelio <strong>de</strong>l reino antes <strong>de</strong> que elSeñor regrese.En <strong>la</strong> profecía <strong>de</strong> Isaías, el Señor nos dio <strong>la</strong> promesa <strong>de</strong> que seremos «pacto <strong>para</strong> elpueblo». Los cristianos somos esperanza <strong>para</strong> el mundo. Cristo es <strong>la</strong> suma y sustancia <strong>de</strong> estepacto y sus dones. Los cristianos tenemos el privilegio <strong>de</strong> mantener vivo ese pacto con lospueblos <strong>de</strong> este mundo, y, mediante nuestra presencia aquí en <strong>la</strong> tierra, garantizar <strong>la</strong> salvación<strong>para</strong> todo aquel que cree. La ayuda y salvación que hemos recibido <strong>de</strong> Jehová no <strong>de</strong>bieran seregoísta-mente guardadas <strong>para</strong> nosotros so<strong>la</strong>mente. Se <strong>de</strong>be recordar que <strong>la</strong>s hemos recibido <strong>para</strong>compartir<strong>la</strong>s y hacer que otros lleguen al conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia salvadora <strong>de</strong> Cristo. Por esonos dice el Señor: «Te guardaré y te pondré por pacto <strong>para</strong> el pueblo, a fin <strong>de</strong> que restablezcas <strong>la</strong>tierra y poseas <strong>la</strong>s hereda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>so<strong>la</strong>das» (Isa. 49: 8).Que hoy sea un día en el que el Señor nos pueda usar <strong>para</strong> cumplir su pacto hecho conel mundo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Edén: que él traería salvación a los hombres que quieran aceptar a su HijoJesucristo como Salvador.Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 49:1 - 51: 23; Romanos2:1-29.


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> Leito14 octubre Me es un gozo hacer tu voluntadLuego, ¿invalidamos <strong>la</strong> ley por <strong>la</strong> fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos <strong>la</strong> ley.romanos 3: 31Cuando el creyente acepta a Jesús y es adoptado en <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> Dios, su re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>ley cambia al instante, porque <strong>la</strong> ley ya no lo con<strong>de</strong>na, siendo que Cristo lo ha justificado. Sinembargo, como hijo <strong>de</strong> Dios ahora se <strong>de</strong>leita en obe<strong>de</strong>cer a su Padre celestial. Tal obediencia noes <strong>la</strong> <strong>de</strong> un esc<strong>la</strong>vo, sino <strong>la</strong> <strong>de</strong> un hijo: <strong>la</strong> <strong>de</strong> un hijo que ama tanto al padre que su mayor gozo esobe<strong>de</strong>cer los más mínimos requisitos <strong>de</strong>l padre. Esto no es <strong>para</strong> llegar a ser hijo, sino porque eshijo.Pablo no estaba poniendo <strong>la</strong> fe en contraposición con <strong>la</strong> ley. El hijo cree en <strong>la</strong>s promesas<strong>de</strong>l padre; el hijo no busca minar <strong>la</strong> autoridad <strong>de</strong>l padre; el hijo no intenta cambiar al padre. Elhijo que ama a su padre <strong>de</strong> verdad acepta sin más todo lo que el padre le pi<strong>de</strong> sin quejarse nimurmurar. A esto se refiere el aposto! Pablo: a aceptar al Padre por <strong>la</strong> fe en Cristo, gozosos <strong>de</strong>senario como hijos obedientes, no a intentar cambiar al Padre.La fe pone a <strong>la</strong> ley en el lugar correcto en el p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong> salvación, porque ayuda alcreyente a enten<strong>de</strong>r que <strong>la</strong> ley no salva, que <strong>la</strong> salvación es so<strong>la</strong>mente en Cristo, pero que <strong>la</strong> ley,<strong>la</strong> voluntad expresa <strong>de</strong> Dios, no estorba, sino más bien guia y orienta <strong>para</strong> conocer ía voluntad<strong>de</strong>l Padre, mientras que el Espíritu da <strong>la</strong> gracia <strong>para</strong> hacer <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre gozosamente,como hace un hijo que admira a su padre y <strong>de</strong>sea ser como él. El propósito <strong>de</strong>l hijo agra<strong>de</strong>cidono es establecer un nuevo régimen o una nueva dinastía, sino promover y mantener en alto elbuen nombre <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia. La fe que nos salva, por lo tanto, no nos se<strong>para</strong> <strong>de</strong> lo que el Padrehabía hecho hasta este momento, sino que, con gozo, nos pone en <strong>la</strong> misma trayectoria <strong>de</strong>lPadre.La voluntad <strong>de</strong>l Padre no fue <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> <strong>la</strong> perdición <strong>de</strong>l hombre, sino más bien íainclinación <strong>de</strong> este a hacer su propia voluntad. La. fe que nos restaura con el Padre no elimina <strong>la</strong>voluntad <strong>de</strong>l Padre, sino que, más bien, nos ayuda a compren<strong>de</strong>r que cuando <strong>de</strong>cimos «Señor,gracias por tu salvación», estamos didéndole al Padre: «Te acepto con todo lo que ello conlleva<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad, y te obe<strong>de</strong>zco gozoso».La oración <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Dios no <strong>de</strong>biera ser «Oh Padre, libéranos <strong>de</strong> tu ley», sino másbien «Oh Padre, danos <strong>la</strong> gracia <strong>para</strong> obe<strong>de</strong>certe en todo».31.Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 52:1 -54:17; Romanos 3:1-


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> LeitoOctubre 15 <strong>Pr</strong>omesa completa, cumplimiento parcialEn efecto, no fue mediante <strong>la</strong> ley como Abraham y su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia recibieron <strong>la</strong> promesa<strong>de</strong> que él sería here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l mundo, sino mediante <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> cual se le tomó en cuenta comojusticia. romanos 4: 13, NVIDios le hizo una promesa solemne a Abraham: «Y apareció Jehová a Abram, y le dijo:"A tu <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia daré esta tierra"» (Gen. 12: 7; 15: 18). Dios les repitió <strong>la</strong> promesa aAbraham, Isaac y Jacob muchas veces.Cuando Josué y el pueblo <strong>de</strong> <strong>Israel</strong> estaban a punto <strong>de</strong> entrar en <strong>la</strong> Tierra <strong>Pr</strong>ometida, <strong>la</strong>promesa ya se había extendido: «Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugarque pisare <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta <strong>de</strong> vuestro pie» (Jos. 1:3). Pero el p<strong>la</strong>n era, en realidad, que <strong>Israel</strong> llegara aposeer todo el mundo. «Los hijos <strong>de</strong> <strong>Israel</strong> <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> ocupar todo el territorio que Dios les habíaseña<strong>la</strong>do... A medida que aumentara el número <strong>de</strong> los israelitas, estos habían <strong>de</strong> ensanchar susfronteras, hasta que su reino abarcara todo el mundo» (PVGM 232-3).Las promesas territoriales hechas a <strong>Israel</strong> estaban sujetas a <strong>la</strong>s mismas condiciones <strong>de</strong> suelección como pueblo escogido. Los pequeños límites <strong>de</strong> <strong>la</strong> nación y reino <strong>de</strong> <strong>Israel</strong> en el MedioOriente nunca constituyeron el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s promesas territoriales hechas a Abraham.Es evi<strong>de</strong>nte que los padres, Abraham, Isaac y Jacob, que recibieron <strong>la</strong>s promesas,comprendieron que <strong>la</strong> tierra que se les prometía no era solo un país geográficamente limitado alMedio Oriente. Ellos buscaban una tierra nueva y una ciudad "con fundamento, artífice yhacedor <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual es Dios".Es significativo que ni Cristo ni los escritores <strong>de</strong>l Nuevo Testamento aplicaron <strong>la</strong>spromesas territoriales <strong>de</strong> Jerusalén y Palestina a <strong>la</strong> Iglesia <strong>de</strong> Cristo, que es el remanente o restofiel <strong>de</strong> <strong>Israel</strong>. Esto está <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong>l <strong>Israel</strong> actual, o sea, <strong>la</strong> Iglesia, como unanación espiritual.»Pero esto no significa que los escritores <strong>de</strong>l Nuevo Testamento espiritualicen <strong>la</strong>spromesas territoriales que <strong>la</strong> nación judía restringió a los estrechos límites <strong>de</strong> Palestina; se hacenuniversales cuando se aplican a <strong>la</strong> iglesia, en cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> promesa hecha a Abraham quesería "here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l mundo"» (Félix Cortés A., Más allá <strong>de</strong>l futuro, pp. 89, 90).Cristo, <strong>la</strong> Simiente <strong>de</strong> Abraham, nos está pre<strong>para</strong>ndo el cumplimiento final <strong>de</strong> <strong>la</strong>promesa que le hizo <strong>de</strong> seria «here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l mundo (Rom. 4: 13).4:1-25Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 55:1 -57: 21; Romanos


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> Leito16 octubre Las luces <strong>de</strong>l mundoLevántate, resp<strong>la</strong>n<strong>de</strong>ce; porque ha venido tu luz, y <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Jehová ha nacido sobre ti.Porque he aquí que tinieb<strong>la</strong>s cubrirán <strong>la</strong> tierra, y oscuridad <strong>la</strong>s naciones; mas sobre tiamanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán <strong>la</strong>s naciones a tu luz, y losreyes al resp<strong>la</strong>ndor <strong>de</strong> tu nacimiento. Isaías 60: I -3Este texto parece que tiene su contrapartida en el Nuevo Testamento: «Uste<strong>de</strong>s son <strong>la</strong>luz <strong>de</strong>l mundo. Una ciudad en lo alto <strong>de</strong> una colina no pue<strong>de</strong> escon<strong>de</strong>rse. Ni se encien<strong>de</strong> unalám<strong>para</strong> <strong>para</strong> cubrir<strong>la</strong> con un cajón. Por el contrario, se pone en <strong>la</strong> repisa <strong>para</strong> que alumbre atodos los que están en <strong>la</strong> casa. Hagan bril<strong>la</strong>r su luz <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> todos, <strong>para</strong> que ellos puedan ver<strong>la</strong>s buenas obras <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s y a<strong>la</strong>ben al Padre que está en los cielos» (Mat. 5: 14-16, NVI).Parece que ya no le queda ninguna duda a nadie <strong>de</strong> que esto sea así. Gran<strong>de</strong>s tinieb<strong>la</strong>sespirituales y morales cubren <strong>la</strong> tierra en <strong>la</strong> actualidad. La humanidad anda a ciegasespiritualmente en medio <strong>de</strong>l brillo cegador <strong>de</strong>l conocimiento científico, tecnológico yfilosófico. Un autor adventista lo expresó así: «La perspectiva es sombría. Serios peligrosnub<strong>la</strong>n el horizonte <strong>de</strong> <strong>la</strong> civilización. La humanidad, al parecer, está recorriendo el tramo másoscuro <strong>de</strong> su historia. Los peligros acechan en <strong>la</strong>s sombras. El temor y <strong>la</strong> confusión caracterizan<strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong>l hombre contemporáneo. En esta hora confusa y oscura, <strong>la</strong>s doctrinasfilosóficas y los sistemas religiosos que pretendían seña<strong>la</strong>r el camino parecen haberse agotado.La humanidad se tambalea al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l abismo en <strong>la</strong> hora más sombría <strong>de</strong> su historia, sin luz ysin esperanza ante el mañana» (Félix Cortés A. Más allá <strong>de</strong>l futuro, p. 53).Hay quienes se preguntan: ¿Será posible que Dios haya <strong>de</strong>positado toda <strong>la</strong> luz que unmundo en tinieb<strong>la</strong>s necesita en una iglesia tan pequeña, tan débil, tan poco ferviente, tan lenta<strong>para</strong> creer y tan poco activa?No existe <strong>la</strong> menor duda. Así es. Como <strong>de</strong>cía San Pablo: «Pero tenemos este tesoro envasijas <strong>de</strong> barro <strong>para</strong> que se vea que tan sublime po<strong>de</strong>r viene <strong>de</strong> Dios y no <strong>de</strong> nosotros» (2 Cor.4: 7, NVI). Pero no <strong>de</strong>bemos preocupamos <strong>de</strong>masiado. Así como el silencioso po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong>levadura leuda toda <strong>la</strong> masa, así el silencioso po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l testimonio cristiano se está ejerciendo enel mundo.Un ejército <strong>de</strong> fieles portaestandartes está dando su testimonio y pronto <strong>la</strong> tierra seráalumbrada con <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l Señor.Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 58:1 - 60: 22; Romanos5:1-21.


<strong>Lecturas</strong> <strong>Devocionales</strong> <strong>para</strong> <strong>Adultos</strong>A Través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong><strong>Pr</strong>. <strong>Israel</strong> LeitoOctubre 17 Gran<strong>de</strong> <strong>para</strong> salvar¿Quién es este que viene <strong>de</strong> Edom, <strong>de</strong> Bosra, vestido con vestiduras bril<strong>la</strong>ntes? ¿Quién eseste <strong>de</strong> ropa esplendorosa, que marcha en <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r? «Soy yo, que hablo enjusticia, gran<strong>de</strong> <strong>para</strong> salvar». isaías 63: 1Hay personas que se quedan sentadas a un <strong>la</strong>do esperando ver quién va a ganar <strong>para</strong> asísubirse a última hora al carro <strong>de</strong>l vencedor. Así, sin pasar por <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha, confíanen disfrutar <strong>de</strong> los frutos <strong>de</strong> <strong>la</strong> victoria. En toda gran empresa hay quienes se apuntan cuando eltrabajo ya está hecho.Nuestro versículo <strong>de</strong> hoy dice <strong>de</strong> nuestro Salvador que es «gran<strong>de</strong> <strong>para</strong> salvar». Regresa<strong>de</strong> Edom, símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong> conquista <strong>de</strong> sus enemigos, pero no viene cansado <strong>de</strong> <strong>la</strong> batal<strong>la</strong>, ni conheridas <strong>de</strong> guerra, sino triunfante tras una victoria total sobre el mal y con ganas <strong>de</strong> seguirluchando. Cuando Cristo regrese por los suyos, el lema <strong>de</strong> «gran<strong>de</strong> <strong>para</strong> salvar» será <strong>de</strong> sumaactualidad. Jesús nos dirá: «Lo he hecho con gusto, y si tuviera que repetirlo, lo haría <strong>de</strong> mi<strong>la</strong>mores». La victoria <strong>de</strong> Cristo no es consecuencia <strong>de</strong>l agotamiento <strong>de</strong>l enemigo, ni <strong>de</strong> que estequedase sin reservas, ni <strong>de</strong> que le faltasen ganas <strong>para</strong> pelear. La victoria se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisióndivina <strong>de</strong> que, no importa el po<strong>de</strong>río <strong>de</strong>l enemigo, él, Cristo, será victorioso.Es importante que nos percatemos <strong>de</strong> esta realidad, porque vencer al enemigo porcansancio o por agotamiento no es victoria. Es una <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l enemigo, pero no victoria <strong>de</strong>lvencedor. Nuestro Salvador es y será po<strong>de</strong>roso <strong>para</strong> salvar, porque no hay salvación en ningúnotro. Esto <strong>de</strong>be impulsarnos a no esperar <strong>para</strong> ver quién va a ganar <strong>para</strong> luego correr a subirnosal carro <strong>de</strong>l vencedor. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> los <strong>de</strong>talles, el resultado <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha es cierto:Cristo será victorioso.Los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> Cristo son incom<strong>para</strong>bles porque solo él, a través <strong>de</strong>l Espíritu Santo,pue<strong>de</strong> causar el arrepentimiento; solo él pue<strong>de</strong> darnos un nuevo corazón; solo él pue<strong>de</strong> darnosfe; solo él pue<strong>de</strong> hacer que los que odian <strong>la</strong> verdad lleguen a amar<strong>la</strong> hasta el extremo <strong>de</strong> dar <strong>la</strong>vida por el<strong>la</strong>. Solo él pue<strong>de</strong> hacer que los b<strong>la</strong>sfemos acaben arrodillándose al nombre <strong>de</strong> Cristo.Él es po<strong>de</strong>roso <strong>para</strong> salvar. No hace falta esperar al final <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha <strong>para</strong> unirse al bandovictorioso. No habrá otro vencedor. Debemos unirnos y permanecer unidos a nuestro Señor ysus santos ahora. Él es gran<strong>de</strong> <strong>para</strong> salvar.Para complementar su lectura lea los siguientes textos, Isaías 61:1 - 64:12; Romanos6:1-23.

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