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LA REVOLUCIÓN DE LOS CUIDADOSTextos:Ilustraciones:Propuesta didáctica:Ivana MolloLeticia NavarroAlicia <strong>de</strong> B<strong>la</strong>s


La P<strong>la</strong>taforma MUÉVETE POR LA IGUALDAD, ES DE JUSTICIA, organizadapor Ayuda en Acción, Entreculturas e InteRed y apoyada por <strong>la</strong> Comunidad<strong>de</strong> Madrid ha e<strong>la</strong>borado este cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> cuentos con el objetivo <strong>de</strong> proponery ayudar a crear alternativas para una educación no sexista, a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>cuales quienes educan puedan ser agentes <strong>de</strong> transformación para promover<strong>de</strong>s<strong>de</strong> todos <strong>los</strong> ámbitos educativos re<strong>la</strong>ciones más igualitarias entre mujeresy hombres.La P<strong>la</strong>taforma MUÉVETE POR LA IGUALDAD, ES DE JUSTICIA es una P<strong>la</strong>taforma<strong>de</strong> información, difusión y reflexión sobre Género y Desarrollo. Con esteespacio queremos contribuir a visibilizar el papel que juegan <strong>la</strong>s mujeres en el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus socieda<strong>de</strong>s, haciendo énfasis en <strong>los</strong> países <strong>de</strong>l Sur, y difundiraquel<strong>los</strong> proyectos, noticias e iniciativas, orientadas a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres en <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> una sociedad y un mundo más justo yequitativo.Se permite libremente copiar, distribuir y comunicar públicamente estaobra siempre y cuando se reconozca <strong>la</strong> autoría y no se use para fines comerciales.No se pue<strong>de</strong> alterar, transformar o generar una obra <strong>de</strong>rivada a partir<strong>de</strong> esta obra.Textos: Ivana MolloIlustraciones: Leticia NavarroPropuesta didáctica: Alicia <strong>de</strong> B<strong>la</strong>sCoordinación: Mª Luisa Caparrós, Raquel Tanarro y María Pascual.Departamentos <strong>de</strong> Educación para el DesarrolloEntreculturas, InteRed y Ayuda en AcciónDiseño y maquetación: Leticia NavarroISBN: 978-84-937893-7-4Depósito Legal: M-4751-2012


ÍNDICEI. La rana graciana2. Huelga <strong>de</strong> mamá3. Crepes <strong>de</strong> manzana4. Una experiencia intensa5. Luna se va6. La revolución <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>Co<strong>la</strong>boraciones61528425874934


La ranaGraciana6 6


La rana GracianaLa rana Gracianaestaba encantada.Tanto pedir votosmontada en su moto,ganó <strong>la</strong> campañay salió alcal<strong>de</strong>sa<strong>de</strong> toda <strong>la</strong> charca.Los ranos saltaron,<strong>la</strong>s ranas croaron,muy felices viventras tiempos <strong>de</strong> cambio.Pues se organizaroncon mucha confianzay con gesto amableestán en el agua.7


Pero hace un añoy algunas semanas,esa charca estabatotalmente pringada.Caliente, apestada,fea, maloliente,triste y repelente.Nadie <strong>la</strong> cuidaba,nadie <strong>la</strong> quería.El agua estancada,lo menos, podrida.Así que votarony ganó Graciana,muy fuerte, manzana,redonda y muy sana.Aquel<strong>la</strong> mañana<strong>de</strong> su primer díase oyeron rumores:“¡aquí no hay tutía!”“A empezar ahora”,<strong>de</strong>cía Graciana.“Haced bien <strong>la</strong>s cosas”,cantaba <strong>la</strong> rana.8


Sin <strong>de</strong>tenimientofue su nombramiento.Graciana leyósu discurso al vientoy así convocóal grupo al completo:“A limpiar <strong>la</strong> charca,es cosa importante.Y atraer mosquitos,asunto imperante.Formemos equipos<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l agua,fuera, con el aire,agitemos algas.Y ahora os pidomáxima atención,que aquí se oiga bienmi principal resolución:Ya no habrá quien salgay no hay quien se que<strong>de</strong>.9


¡DERECHOSREPARTOEQUITATIVOCUIDADOS!


Huelga <strong>de</strong> mamáREPARTOEQUITATIVOCOMUNIDADCUIDADOS!¡DERECHOS !HUELGA16 15


16Huelga <strong>de</strong> mamáTeresa y Samuel no salían <strong>de</strong> su asombro. El cristal <strong>de</strong> <strong>la</strong>ventana se estaba quedando opaco por el vaho <strong>de</strong> sus bocascompletamente abiertas. Como una “O “o una “A “redonda,gigante y admirada por el espectáculo <strong>de</strong> aquel martes a <strong>la</strong>sochoe <strong>la</strong> mañana.—¿A estas horas? ¿Cómo pue<strong>de</strong> ser?—¿Y con el megáfono? ¿Qué hacen?—¿Están bai<strong>la</strong>ndo?—No, no, hacen ejercicio, ¿no ves cómo saltan en el fondo?—Y se ríen...—¡Mira, está Coral, <strong>la</strong> <strong>de</strong>l cuarto!—Y <strong>la</strong> mamá <strong>de</strong> A<strong>la</strong>n... Y <strong>la</strong> <strong>de</strong> Rocío. Y mira, está <strong>la</strong> yaya conun bombo.—Y <strong>la</strong> señora Mariví con <strong>la</strong>s hijas <strong>de</strong> Cuenca.Teresa y Samuel no podían <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mirar. Parecía que estaban<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una pelícu<strong>la</strong>. No era so<strong>la</strong>mente que todas <strong>la</strong>s mujeres<strong>de</strong>l barrio estuvieran en el parque. No era que llevaran ban<strong>de</strong>ras,tambores, el megáfono, termos con café y ¡hasta magdalenas!No era que se pusieran <strong>de</strong> acuerdo y ap<strong>la</strong>udieran y gritarantodas al mismo tiempo. No eran so<strong>la</strong>mente colores. No eraso<strong>la</strong>mente música. No. Era mucho más y eso se podía sentir<strong>de</strong>s<strong>de</strong> cualquier ventana.Pero había otra cosa. Era martes. ¡Martes! Y eran <strong>la</strong>s ocho,¡<strong>la</strong>s ocho! Y entonces sí: era lo que era.


—Yo ya tengo ganas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sayunar, a mí me crujen <strong>la</strong>stripas, ¿y a ti? —dijo Teresa.—C<strong>la</strong>ro, soy tu hermano mellizo, Teresa. Cuando a ti tecrujen <strong>la</strong>s tripas, a mí me “super crujen”, y luego a ti te“requete super crujen”, entonces a mi me “archi crujen”.Somos una máquina sincronizada y cuando estamosen compañía, nos potenciamos.—Bueno, bueno... —dijo su padreen pijama <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong>l salón—yo no estoy <strong>de</strong> acuerdo coneso <strong>de</strong> <strong>la</strong> máquina sincronizada, nosé <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> sacáis esas historias.—Es nuestro código interno...—Será eso, igual yo no estoy muy<strong>de</strong> acuerdo, y si os interesa saber miopinión, cada cual es cada cual y siahora tenéis hambre es porque soncasi <strong>la</strong>s ocho y media <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana.¿Qué? ¿Las ocho y media <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana?,¡por favor!, ¡<strong>la</strong>s ocho y media<strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana!¡Vamos, Teresa!¡Vamos, Samuel!¡A vestirse, a <strong>de</strong>sayunar, a cepil<strong>la</strong>rse<strong>los</strong> dientes, a prepararse, hoy nollegamos... ni siendo una máquinasincronizada en potencia!17


El padre entró en estado turbo-centrifugado, es <strong>de</strong>cir, movíasu cabeza <strong>de</strong> un <strong>la</strong>do a otro al tiempo que <strong>la</strong>nzaba frases sueltassobre su propio eje. Teresa y Samuel se miraron con terror.Si algo estaba c<strong>la</strong>ro, era que había que salir <strong>de</strong> ese estadocuanto antes...—Yo creo que <strong>de</strong>beríamos organizarnos, papá.—Sí, hija, es verdad, ¡a preparar el <strong>de</strong>sayuno!—¡¿Cómo que a preparar el <strong>de</strong>sayuno?! —exc<strong>la</strong>maron a dúo.—Yo no sé preparar <strong>de</strong>sayunos —dijo Teresa.—Yo estoy muerto <strong>de</strong> hambre —agregó Samuel.—¿Y mamá no sube? —preguntaron a dúo.—Salió —respondió el padre.—No, papá, está ahí abajo —dijo Teresa.—Si —agregó Samuel—, está en el parque con todas <strong>la</strong>s señoras<strong>de</strong>l barrio.18


—¿Pero ya subirá, no papá? —preguntó Teresa.— Ahora no. Mamá está en huelga —dijo el padre mientrasse internaba en <strong>la</strong> cocinil<strong>la</strong> y ponía <strong>la</strong> tostadora—, y vamos,andando que así no llegamos ni al cole ni al trabajo.La <strong>de</strong>sesperación <strong>de</strong> Teresa y Samuel se transformó en estado<strong>de</strong> auxilio! ¡¿Qué?! ¡Qué era eso <strong>de</strong> <strong>la</strong> huelga? ¿Mamá enhuelga? ¿Con todo lo que había que hacer? Des<strong>de</strong> luego, erauna mañana disparatada, rara y con un olor a pan quemado...—¡Que alguien abra <strong>la</strong>s ventanas <strong>de</strong>l salón!, ¡que corra e<strong>la</strong>ire!, esto apesta.—¡Ese olor no se quita con nada, papá! —exc<strong>la</strong>mó Samuel<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su habitación—, mamá siempre lo dice.—¡Ay, <strong>la</strong> leche! —exc<strong>la</strong>mó su padre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cocinil<strong>la</strong>.—¿Estás bien, papá? —preguntó Teresa que se estaba cepil<strong>la</strong>ndo<strong>los</strong> dientes.—Sí, se me ha volcado.—Ahora voy, papá —dijo Samuel— yo sé cómo fregar<strong>la</strong>, amamá también le pasa a veces, <strong>la</strong> leche es puro misterio... haydías que con un minuto se vuelca y otros que con un minutoqueda fría.19


—¿Quién va a enganchar <strong>los</strong> juguetes <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> <strong>la</strong> camacon el mango <strong>de</strong>l paraguas?—Bueno, al menos no se va a comer todas <strong>la</strong>s palomitas enel cine...—Ya, pero quién se va a pasar el domingo entero en el sofáhaciendo <strong>de</strong> cojín...Con <strong>la</strong> tostada a medio comer, y el mantel llenito <strong>de</strong> migas,Teresa miró a su padre que por fin se sentaba a <strong>de</strong>sayunar yle dijo:—¿Sabes qué, papá?, yo también estoy en huelga, en huelga<strong>de</strong> hija.—Sí, eso—agregó Samuel—. Yo también. Estamos en huelga<strong>de</strong> hija y <strong>de</strong> hijo.—¿Cómo? —preguntó su padre y se quedó con <strong>la</strong> taza <strong>de</strong> caféen el aire.—Eso significa que yo no haré cosas <strong>de</strong> hija, como por ejemplo,no haré más dibujos chu<strong>los</strong> para <strong>la</strong>s taquil<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l trabajo.—Y yo no pienso saludar a <strong>la</strong>s vecinas, ni pedir <strong>la</strong> vez en <strong>la</strong>frutería mientras hacen <strong>la</strong> compra.21


—Ni pienso llevar <strong>la</strong> ropa al cesto ni recoger mi cuarto.—No comeremos más...La máquina sincronizada estaba entrando en su máximo estado<strong>de</strong> potenciación.—Pero..., es que a mí me gusta comer, Samuel —dijo Teresamirando a su hermano.—Ya, y a mí... Y también me gusta tener el cuarto or<strong>de</strong>nado—agregó Samuel con cara <strong>de</strong> absoluto guirigay.—¿Y entonces que sentido tiene hacer <strong>la</strong> huelga?—reflexionó Teresa.—Ya, y qué sentido tiene <strong>la</strong> huelga <strong>de</strong> mamá —quiso saberSamuel mirando a su padre.—Pero... ¿no os habréis creído que mamá está haciendo“huelga <strong>de</strong> mamá”?—¿Y entonces qué? No enten<strong>de</strong>mos nada —dijeron a coro.—A ver, máquina sincronizada en potencia —el padre <strong>de</strong>jóel café sobre <strong>la</strong> mesa—. Mamá no está haciendo “huelga <strong>de</strong>mamá”. Mamá es mamá, pero por eso no hace huelga.Teresa sonrió y Samuel respiró.—Pero... —continuó el padre.—¿Pero qué? —dijeron a coro en estado <strong>de</strong> máxima alerta.—Mamá es una mujer, y una mujer pue<strong>de</strong> ser mamá y tambiénotras muchas cosas. Todas esas señoras, mamá incluida,viven en un lugar en el que hay que arreg<strong>la</strong>r asuntos importantes,por eso hacen <strong>la</strong> huelga, para que <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s, elgobierno, <strong>la</strong>s empresas y <strong>la</strong> gente en general <strong>la</strong>s oigan y leshagan caso.23


—¿Y po<strong>de</strong>mos saber qué pi<strong>de</strong>n? —preguntó Teresa calzándose<strong>la</strong>s gafas en su diminuta nariz—, porque si estamos<strong>de</strong> acuerdo, en lugar <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong> huelga <strong>de</strong> hija,po<strong>de</strong>mos hacer <strong>la</strong> huelga <strong>de</strong> mamá, ¿verdad Samuel?—Eso, yo también quiero saber y si acaso nos bajamosahora mismo con el<strong>la</strong>s—agregó Samuel.—No, ahora no nos bajamos, ahora están el<strong>la</strong>s. Ni osimagináis lo que supone que todas <strong>la</strong>s mamás estén enhuelga. Ya lo veréis. En el cole, <strong>la</strong> mayoría tendrá algoque contar. C<strong>la</strong>ro, si es que llegan a horario porque...¡es tardísimo! Vamos, ¡Apuren sus máquinas que nosda <strong>la</strong> hora <strong>de</strong>l recreo!—dijo el padre que ya había abandonado<strong>la</strong> cocina en estado <strong>de</strong> turbo-centrifugado.—Vale, pero para <strong>la</strong> próxima nos sumamos —dijo Teresamordiendo su tostada.—Sí, eso, y así somos más, todo el barrio al completo,música, colores, tambores y mucho más para pedir loque el<strong>la</strong>s quieren... Nos oirán hasta en <strong>la</strong>s montañas<strong>de</strong>l Hima<strong>la</strong>ya.—De acuerdo —contestó su padre.—¡Bien! —dijeron a dúo y ya en calma, se alegraron en<strong>la</strong> cocinil<strong>la</strong>.24


Pautas teóricas para el profesorado1º ciclo <strong>de</strong> Educación PrimariaHuelga <strong>de</strong> mamáEsta mañana, <strong>la</strong> mamá <strong>de</strong> Teresa y Samuel se ha puesto en huelga junto a otras mamás.Han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong>s cosas que siempre hacen para <strong>de</strong>mostrar lo importante queson <strong>la</strong>s mujeres para que todo funcione bien. Las mamás quieren que todo el mundoparticipe <strong>de</strong> estas tareas que se realizan en <strong>la</strong>s familias, y que se tengan en cuenta a <strong>la</strong>hora <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones importantes.Algunas i<strong>de</strong>as sobre <strong>la</strong>s que po<strong>de</strong>mos reflexionar tras <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>l cuento:• Los trabajos <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, como hacer el <strong>de</strong>sayuno, ayudar a vestirse, preparar <strong>la</strong>mochi<strong>la</strong>, recoger <strong>la</strong>s tazas y <strong>los</strong> p<strong>la</strong>tos, acompañar al colegio y dar muuuuchos besos yabrazos para que el día empiece bien, son imprescindibles para el funcionamiento <strong>de</strong><strong>la</strong> sociedad. Sin el<strong>los</strong>, no podríamos realizar otras tareas como el trabajo remunerado,<strong>la</strong> participación política, <strong>la</strong> formación académica o <strong>la</strong> creación artística.• A pesar <strong>de</strong> su importancia, a veces ni siquiera se consi<strong>de</strong>ran “trabajo”, y <strong>la</strong>s personasque lo realizan no suelen ser reconocidas en su esfuerzo, ni en <strong>los</strong> saberes y experienciaque requieren para ser realizados correctamente. A pesar <strong>de</strong> eso, todos y todaspo<strong>de</strong>mos apren<strong>de</strong>r a realizar estos trabajos con un poco <strong>de</strong> interés y atención.• Todas <strong>la</strong>s personas, sin excepción, necesitamos y tenemos <strong>de</strong>recho a que nos cui<strong>de</strong>n,a cuidar y a cuidarnos. Sin embargo, son mujeres, mamás, abue<strong>la</strong>s, hermanas, trabajadorasdomésticas…, <strong>la</strong>s que realizan el 80% <strong>de</strong> estos trabajos y, en consecuencia, <strong>la</strong>sque reciben menos <strong>cuidados</strong> y tienen menos tiempo para cuidarse. Hay que repartirestos trabajos <strong>de</strong> manera más equilibrada para que todos y todas seamos más felicesy estemos mejor <strong>cuidados</strong>.25


Propuestas para seguir reflexionando sobre estos temas• Un día <strong>de</strong>scuidadoEl cuento que hemos leído tiene lugar un martes por <strong>la</strong> mañana, pero, ¿po<strong>de</strong>mosimaginar como sería un día entero sin <strong>cuidados</strong>? Para hacerlo, propondremosal grupo continuar el re<strong>la</strong>to imaginando <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s que experimentaríamossi nadie realizara estas tareas: hacer <strong>la</strong> compra, hacer <strong>la</strong> comida, llevar ytraernos <strong>de</strong>l colegio, ayudarnos a bañarnos, limpiar <strong>la</strong> casa, ayudarnos a hacer<strong>los</strong> <strong>de</strong>beres, escuchar nuestras preocupaciones, cuidarnos si nos enfermamosy hasta reponer el papel <strong>de</strong> water. Son muchísimos <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong> que necesitamosy nuestro objetivo es <strong>de</strong>scubrir<strong>los</strong>, e imaginar <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> quenadie <strong>los</strong> realizara.• Yo te cuido, tú me cuidas,el<strong>la</strong> se cuidaEl objetivo <strong>de</strong> esta activida<strong>de</strong>s hacer más visibles<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> cuidadoque se dan entre todas <strong>la</strong>spersonas <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia, a <strong>la</strong>vez que ponemos en evi<strong>de</strong>nciaposibles <strong>de</strong>sequilibriosen el reparto <strong>de</strong> tareas.Prepararemos una tab<strong>la</strong> siguiendo el ejemplo <strong>de</strong> <strong>la</strong> que figura al margeny, en el<strong>la</strong>, cada niño o niña <strong>de</strong>berá recoger <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong> que <strong>los</strong> miembros <strong>de</strong>su familia dan a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más o a sí mismos. Después, con otro color, se pue<strong>de</strong>nañadir otros que quieran empezar a ofrecer a otras personas <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia.• El que quiera peces, que se mojeAl igual que hacen <strong>la</strong>s mamás <strong>de</strong>l cuento, es importante apren<strong>de</strong>r a reivindicaraquel<strong>la</strong>s cosas que necesitamos o nos parecen justas e importantes. Recogiendo<strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as seleccionadas en <strong>la</strong> anterior actividad “La escue<strong>la</strong> que queremos”,o eligiendo una nueva en ese momento, animaremos al grupo a presentar suspropuestas al resto <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad esco<strong>la</strong>r. Para ello, prepararemos carteles,lemas o canciones y realizaremos una sentada en el patio o una pequeña manifestaciónpor <strong>la</strong>s zonas comunes <strong>de</strong>l centro.26


Crepes <strong>de</strong> Manzana28


Crepes <strong>de</strong> manzanaHabía una vez una señora que vivía en el centro y se l<strong>la</strong>mabaCarmen. A simple vista, se <strong>la</strong> veía muy bien, aunque aveces su cabeza se iba lejos. Muy lejos. Al pasado, al pueblo,a <strong>los</strong> recuerdos <strong>de</strong> su infancia y con personas que ya no estaban.Por eso, <strong>la</strong> señora Carmen necesitaba <strong>cuidados</strong>.Altagracia vino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> República Dominicana para cuidara <strong>la</strong> señora Carmen. Apenas <strong>la</strong> vio, pensó que lo que <strong>la</strong> señoraCarmen tenía era el mal <strong>de</strong> estar tantas horas so<strong>la</strong> en el piso. Ysupo que so<strong>la</strong>mente con su compañía, se pondría mejor. PorqueAltagracia era muy vital. Y a esa casa y a esa señora le faltabanque se abrieran <strong>la</strong>s ventanas, para que entrara <strong>la</strong> luz. Ytambién <strong>la</strong>s puertas, para que entraran otras personas. Y c<strong>la</strong>roque sí <strong>la</strong>s bocas, para contar historias.La señora Carmen pensó que Altagracia estaría bien allí aunqueextrañara mucho a sus hijas y a su madre, que se habíanquedado en Dominicana. Tan lejos en el espacio y tan cerca<strong>de</strong> sus pensamientos. El trabajo le permitiría a Altagracia enviarlesdinero para que estudiaran bien, y a su madre para quecuidara perfectamente <strong>de</strong> sus nietas mientras el<strong>la</strong> trabajaba.Y so<strong>la</strong>mente <strong>de</strong> pensar que con su trabajo Altagracia podíaenviar el dinero para que sus hijas estudiaran y su madre <strong>la</strong>scuidara, <strong>la</strong> señora Carmen ya se sentía mejor. Al menos nopensaba tanto en el pasado, en el pueblo, o en <strong>la</strong>s personas29


que ya no estaban sino en Fany y Margolit, que ocupaban consus sonrisas <strong>la</strong>s carteras <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos.La señora Carmen también tenía un hijo y también lo extrañabamucho, aunque vivía muy cerca, en <strong>la</strong> misma ciudad.¡Pero siempre tan ocupado con su trabajo! A<strong>de</strong>más estabansus nietas, pero como estudiaban, no tenían tiempo <strong>de</strong> nada.Lo cierto es que pasaban <strong>los</strong> días y nadie tocaba el telefonillo<strong>de</strong> <strong>la</strong> señora Carmen... Aunque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que estaba Altagracia,<strong>la</strong> casa tenía otro movimiento y <strong>la</strong> señora Carmen estabamejor. Pero no todo era tan sencillo. Para <strong>los</strong> mayores, convivirno es algo fácil. Y <strong>la</strong>s costumbres <strong>de</strong> una y <strong>de</strong> <strong>la</strong> otra a veceseran un problema.La señora Carmen queríaque todo fuera comosiempre, pasar <strong>los</strong> díasigual que antes, sentadaen el sofá, mirando por <strong>la</strong>ventana.A Altagracia <strong>la</strong>s horas sele hacían eternas <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l piso, el<strong>la</strong> quería salirun poco a <strong>la</strong> calle, tomar e<strong>la</strong>ire, ver cosas nuevas...30


El<strong>la</strong> sentía que el encierro era tan malo como <strong>la</strong> soledad,pero había otras cuestiones. Por ejemplo, a <strong>la</strong> señora Carmenle gustaba comer el pescado a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ncha y a Altagracia el polloen salsa.• A <strong>la</strong> señora Carmen le gustaban <strong>la</strong>s tar<strong>de</strong>s.• A Altagracia, <strong>la</strong>s mañanas.• La señora Carmen usaba vestidos o faldas.• Altagracia usaba vaqueros o pantalones.• A Altagracia le gustaba <strong>la</strong> música y salir a bai<strong>la</strong>r.• A <strong>la</strong> señora Carmen le gustaba más el silencio.O hab<strong>la</strong>r por teléfono.• A Altagracia le chif<strong>la</strong>ba tomarse un té con un crepe <strong>de</strong>manzana.• Y a <strong>la</strong> Señora Carmen, también. Esa fue una gran coinci<strong>de</strong>ncia.Y también una medicina mágica.De tanto insistir mañana trasmañana, al llegar <strong>la</strong> primavera,Altagracia logró que <strong>la</strong> señoraCarmen se pusiera un vestido<strong>de</strong> tantos que tenía y salieranjuntas a dar un paseo.31Fue tan buena experiencia,que a partir <strong>de</strong> esa primeravez, todos <strong>los</strong> días, a <strong>la</strong>s oncey media, salían <strong>de</strong>l piso, se dabanel brazo y caminaban unbuen rato.


El barrio había cambiado mucho. La señora Carmen casi nolo reconocía. Y no era cuestión <strong>de</strong> que su cabeza estuvieraequivocada, era <strong>la</strong> realidad. Ahora había muchas tiendas, localesnuevos y gente joven con peinados raros. ¡Hasta <strong>los</strong> perroshabían cambiado!Pero lo que <strong>la</strong>s tenía locas <strong>de</strong> contentas era una creperíaque habían puesto en un local muy pequeño. Altagracia convencióa <strong>la</strong> señora Carmen y se sentaron a tomar un té con uncrepe <strong>de</strong> manzana.Y así fue. Así día tras día. Entre dulcesy aromas <strong>de</strong> cane<strong>la</strong>, <strong>la</strong> señora Carmense animaba. Las salidas le habían dadoun poco <strong>de</strong> color a su cara. Sus ojosveían mucho más que por <strong>la</strong> ventana. Y<strong>de</strong>l paseo, sus siestas eran más intensasy reparadoras.Pero no todo lo bueno dura mucho. Al menos, eso suelen<strong>de</strong>cir por ahí, y eso pensó Altagracia en algún momento <strong>de</strong>aquel día tan triste, cuando ocurrió lo que ocurrió.Era <strong>de</strong> mañana, Altagracia se movía <strong>de</strong> habitación enhabitación con su minica<strong>de</strong>na musical. Le divertía escucharmúsica mientras trabajaba, pero como a <strong>la</strong> señora Carmen no,<strong>la</strong> mejor solución para que <strong>la</strong>s dos pudieran estar contentas,era ir con el aparatejo <strong>de</strong> cuarto en cuarto, darle al p<strong>la</strong>y y cerrar<strong>la</strong> puerta.32


Fue <strong>de</strong> un momento a otro. Altagracia atravesaba el pasillocon <strong>la</strong>s sábanas hechas un nudo cuando un aire fresquito ycargado <strong>de</strong> ruidos <strong>de</strong>l ascensor recorría <strong>la</strong>s habitaciones.Altagracia <strong>de</strong>jó todo en el suelo y salió corriendo al salón.Ya era tar<strong>de</strong>, <strong>la</strong> señora Carmen no estaba. Se había ido.Buscó por todo el edificio, llegó hasta <strong>la</strong> azotea, <strong>los</strong> cuartos<strong>de</strong> <strong>la</strong> basura, <strong>la</strong> cochera... La señora Carmen no aparecía. Después,salió a <strong>la</strong> calle. Estaba <strong>de</strong>sesperada. Pensó que no podíairse muy lejos porque caminaba <strong>de</strong>spacio. Pero <strong>la</strong> realidad eraque no aparecía.Entró en <strong>la</strong> pana<strong>de</strong>ría, en el mercado y en <strong>la</strong> frutería <strong>de</strong>Jacinta... Ni rastro. La señora Carmen se había esfumado. Elbarrio, tan mono y tan mo<strong>de</strong>rno, ahora le parecía un <strong>la</strong>berintoescanda<strong>los</strong>o y lento.Altagracia comenzó a llorar. Las lágrimas iban muy rápidas,el tiempo muy lento y <strong>la</strong> <strong>la</strong> señora Carmen no aparecía.Pero <strong>de</strong> repente, entre un c<strong>la</strong>xon fortísimo que <strong>la</strong> sobresaltóy <strong>la</strong> parada <strong>de</strong>l autobús don<strong>de</strong> Altagracia ya pensaba lopeor, tuvo una i<strong>de</strong>a que le iluminó <strong>la</strong> cara. Entonces correteópor aquel<strong>la</strong>s calles a toda velocidad. Iba disparada, no mirabanada, <strong>los</strong> coches le pitaban, <strong>los</strong> reca<strong>de</strong>ros se topaban con el<strong>la</strong>a <strong>la</strong> entrada <strong>de</strong> <strong>los</strong> locales, <strong>los</strong> perritos se apartaban, <strong>los</strong> caminantesse asustaban pensando que algo malo le pasaba...33


Hasta que llegó. De lejos vio el cartel <strong>de</strong>corado <strong>de</strong> <strong>la</strong> creperíay el olor <strong>de</strong>l dulce <strong>la</strong> tranquilizó un poco.Altagracia pensó que lo mejor era que <strong>la</strong> señora Carmen no<strong>la</strong> viera tan alterada así que, unos pasos antes y en un escaparate,se arregló <strong>la</strong> cara y <strong>la</strong> ropa y respiró bien fuerte para queno le cayeran tantas lágrimas.Entró. El dueño ya <strong>la</strong> conocía y <strong>la</strong> saludó con una sonrisa.Aunque el local era pequeño, <strong>los</strong> pasos que llevaron a Altagracia<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> entrada hasta <strong>la</strong> barra fueron infinitos. Eserecorrido se le hizo más <strong>la</strong>rgo que todo el camino <strong>de</strong>l piso a<strong>la</strong> crepería. Porque el local estaba vacío, no había nadie en <strong>la</strong>smesas ni en el baño.La señora Carmen tampoco estaba allí.34


Entonces, con <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> Marc, el dueño <strong>de</strong> <strong>la</strong> crepería,Altagracia se sentó en una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s sil<strong>la</strong>s, tomó un vaso <strong>de</strong> aguapara calmarse y no tuvo más opciones que l<strong>la</strong>mar al hijo <strong>de</strong> <strong>la</strong>señora Carmen para <strong>de</strong>cirle lo que había ocurrido.Fue un momento horrible. Ni el dulce más dulce <strong>de</strong> un crepe<strong>de</strong> manzana podía hacer nada por Altagracia.Aquel<strong>la</strong> fue una mañana <strong>de</strong> l<strong>la</strong>ntos, voces y explicaciones.Una y otra vez lo mismo. Al hijo, al conserje, a <strong>la</strong>s nietas y finalmente,a <strong>la</strong> policía. Sin comer siquiera, se hizo <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>.Altagracia se sentía muy mal. Tan responsable y tan tristepor lo ocurrido que no sabía ni qué hacer ni qué <strong>de</strong>cir. Necesitabasalir y tomar un poco <strong>de</strong> aire. Y a<strong>de</strong>más, seguir buscandoa <strong>la</strong> señora Carmen. Tal vez estaba cerca y no daba con el portal.¡El barrio había cambiado tanto!35


Bajó. Dio un par <strong>de</strong> vueltas por <strong>la</strong>s calles que solían recorrerjuntas. Volvió a <strong>la</strong> pana<strong>de</strong>ría, a <strong>la</strong> frutería <strong>de</strong> Jacinta y tambiénse acercó al centro <strong>de</strong> salud, don<strong>de</strong> <strong>la</strong> señora Carmen se tomaba<strong>la</strong> tensión. También fue hasta el parque don<strong>de</strong> se sentabana ver jugar a <strong>la</strong>s niñas y niños.¡Y hasta <strong>la</strong> estación <strong>de</strong> metro! Aunque <strong>la</strong> señora Carmennunca lo tomaba, bajó <strong>la</strong>s escaleras y miró por todos <strong>la</strong>dos. Nirastro. Entonces se metió en el locutorio y l<strong>la</strong>mó a Dominicana.Tuvo mucha suerte porque <strong>la</strong>s niñas estaban en casa. Sepusieron felices <strong>de</strong> escuchar a su madre y, apuradas y contentas,le contaron lo que estaban haciendo.Fany, <strong>la</strong> mayor, estudiaba f<strong>la</strong>uta dulce para <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> música.Margolit, <strong>la</strong> pequeña, no se aguantó y le dijo a su madreque en unos días recibiría una carta que el<strong>la</strong> misma le habíaescrito, y un dibujo <strong>de</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya, con mucho sol y muchas palmeras.Para que no <strong>la</strong>s echara <strong>de</strong> menos. Ni a el<strong>la</strong>s ni a <strong>la</strong>spalmeras.Altagracia <strong>de</strong>spués habló con su madre y le contó lo quehabía ocurrido. Su madre <strong>la</strong> tranquilizó. Le dijo que el<strong>la</strong> sentíaque todo se arreg<strong>la</strong>ría y que seguramente <strong>la</strong> señora Carmenesta noche dormiría en <strong>la</strong> casa.36


Al rato, y tras dar varias vueltas buscando alguna pista, Altagraciavolvió al piso dón<strong>de</strong> ya no estaba <strong>la</strong> señora Carmen,sino su hijo y sus nietas. Pensó que había llegado el momento,que <strong>la</strong> <strong>de</strong>spedirían por irresponsable y que tendría que irse.Pero lo que más le preocupaba a Altagracia era dón<strong>de</strong> estaría<strong>la</strong> señora Carmen, si habría comido, si habría tomado sus medicinas...Cuando estaba esperando el ascensor, escuchó unos pasosque le resultaron conocidos. Y también sintió un aroma que yale resultaba familiar. Lo primero que vio Altagracia fue a Marc,con su <strong>de</strong><strong>la</strong>ntal. A su <strong>la</strong>do y <strong>de</strong>l brazo, <strong>la</strong> señora Carmen.—¡Señora Carmen! —gritó Altagracia y le dio un abrazo bienapretado.—No nos tomamos el crepe —le dijo <strong>la</strong> señora Carmen conpicardía.—Bueno, yo me voy —dijo Marc—. Mañana <strong>la</strong>s espero con un<strong>de</strong>sayuno especial.Altagracia entró al piso con <strong>la</strong> señora Carmen <strong>de</strong>l brazo. Lasnietas estaban sentadas en el sofá. El hijo, en <strong>la</strong> mesa, con elor<strong>de</strong>nador, terminando un trabajo.La familia al completo se aba<strong>la</strong>nzó sobre <strong>la</strong> señora Carmen.—¿Pero qué les pasa hoy? —dijo y se ruborizó por tanta efusividad—,no es mi cumpleaños, ¿qué hacen aquí?—Te vinimos a ver, abue<strong>la</strong>, y como ya es hora <strong>de</strong> cenar, voypedir una pizza.37


—¿Dón<strong>de</strong> estabas mamá?—Fui a dar un paseo, hijo. No sabes lo bonito que está todo,hay locales nuevos, gente joven, te ponen música mientraste tomas un café, te ven<strong>de</strong>n otra vez <strong>la</strong>s especias sueltas. Elbarrio está tan vivo como en mis tiempos aunque, eso sí, unpoco cambiado.—¿Y eso?—Salimos todos <strong>los</strong> días, hijo, con Altagracia. ¡Nos damosunos paseos!—Ya se ve, abuelita, lo bien que están juntas —dijo con alegría<strong>la</strong> otra nieta.Todo volvió a su sitio. Altagracia sesentía tranqui<strong>la</strong> al ver que a <strong>la</strong> señoraCarmen no le había pasado nada. Sólole recomendaron que tuviera cuidadopor si acaso. Y nada más.Muy a pesar <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> <strong>la</strong> señoraCarmen, que le gustaba comer en <strong>la</strong>mesa, esa noche <strong>la</strong> pizza se comió enel sofá <strong>de</strong>l salón. Sin protoco<strong>los</strong> ni solemnida<strong>de</strong>s.Con <strong>la</strong> frescura <strong>de</strong>l día adía y <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> días.Y esa fue <strong>la</strong> segunda coinci<strong>de</strong>ncia.A Altagracia le encantaba <strong>la</strong> pizza, y a<strong>la</strong> señora Carmen, comer en el salón<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sofá mientras conversaban omiraban una pelícu<strong>la</strong>.38


Crepes <strong>de</strong> ManzanaPautas teóricas para el profesorado2º ciclo <strong>de</strong> Educación PrimariaAltagracia ha venido <strong>de</strong> <strong>la</strong> República Dominicana para cuidar <strong>de</strong> <strong>la</strong> señora Carmen, quees muy mayor y, a veces, olvida <strong>la</strong>s cosas y hasta dón<strong>de</strong> está. Juntas recorren el barrio yevitan <strong>la</strong> nostalgia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas queridas. Hasta que un día <strong>la</strong> señora Carmen sale <strong>de</strong>casa sin avisar y nadie <strong>la</strong> encuentra. Cuando por fin aparece, todos se han dado cuenta<strong>de</strong> lo mucho que se necesitan… al final, resulta que no sólo <strong>la</strong> señora Carmen <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más.Algunas i<strong>de</strong>as sobre <strong>la</strong>s que po<strong>de</strong>mos reflexionar tras <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>l cuento:• Los Trabajos <strong>de</strong> Cuidados, como <strong>los</strong> re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> alimentación, <strong>la</strong> crianza, <strong>la</strong>limpieza, el cuidado <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>pendientes, el apoyo emocional o el mantenimiento<strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones familiares han sido consi<strong>de</strong>rados, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre, una responsabilidadpropia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres. Esto es lo que <strong>de</strong>nominamos roles <strong>de</strong> género, es <strong>de</strong>cir, <strong>la</strong>asignación cultural <strong>de</strong> tareas y responsabilida<strong>de</strong>s a <strong>la</strong>s personas en función <strong>de</strong> su sexo.• En <strong>la</strong>s últimas décadas, <strong>la</strong>s mujeres han ejercido también su <strong>de</strong>recho a trabajarfuera <strong>de</strong>l hogar, siendo sustituidas parcialmente en sus tareas por otras mujeres <strong>de</strong>origen extranjero. De esta manera, y a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios en nuestra sociedad, <strong>los</strong><strong>cuidados</strong> siguen siendo cosa <strong>de</strong> mujeres y, hoy en día, éstas siguen realizando el 80%<strong>de</strong> estas tareas.• Estas mujeres extranjeras son también <strong>la</strong>s principales responsables <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong><strong>de</strong> sus familias <strong>de</strong> origen, que <strong>de</strong>jan al cargo <strong>de</strong> otras mujeres, madres o hermanasgeneralmente, formando lo que se conoce como ca<strong>de</strong>nas globales <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>. Dadoque <strong>los</strong> trabajos <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> son generalmente poco valorados, <strong>la</strong>s mujeres migrantesque <strong>los</strong> realizan suelen hacerlo en condiciones <strong>la</strong>borales poco satisfactorias y a vecesprecarias. Aún así, hay que tener presente que estas mujeres tienen <strong>los</strong> mismos <strong>de</strong>rechosque cualquier otra persona trabajadora, que tienen proyectos <strong>de</strong> vida propios yque siguen mayoritariamente haciéndose cargo <strong>de</strong> sus familias, cuidando en <strong>la</strong> distancia.39


Propuestas para seguir reflexionando sobre estos temas• ¿Quién hace qué?Vamos a explorar <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> roles <strong>de</strong> género, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>activida<strong>de</strong>s que se entien<strong>de</strong>n que son propias <strong>de</strong> hombres y propias <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres.Empezaremos por preparar un amplio listado <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s humanas: tocar el violín,cocinar, conducir, aten<strong>de</strong>r una tienda, arar el campo, operar… A continuación, pediremosal grupo que diferencie aquel<strong>la</strong>s realizadas mayoritariamente por hombres, pormujeres o <strong>de</strong> manera equilibrada por ambos sexos. Este ejercicio pondrá en evi<strong>de</strong>ncia<strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género presentes en nuestra cultura, que, a continuación, podremos cuestionarpreguntando: ¿Cómo te sentirías si sólo pudieras realizar activida<strong>de</strong>s “propias”<strong>de</strong> tu sexo? ¿Conocemos a personas que realizan activida<strong>de</strong>s que no son habitualespara su sexo? Aunque <strong>de</strong> manera diferente, ¿lo hacen igual <strong>de</strong> bien? Si todas y todospo<strong>de</strong>mos hacer todo, ¿<strong>de</strong> qué <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> que realicemos unos trabajos u otros?• Una biografía.Seguro que todo el mundo conoce a alguna mujer extranjera que esté realizando trabajos<strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>: cuidar a alguna persona mayor, limpiar en casa, recoger a <strong>los</strong> niñoso niñas <strong>de</strong>l colegio… Una vez que ya <strong>la</strong> hayamos i<strong>de</strong>ntificado, animaremos al grupo aentrevistar a esa persona y a realizar un cartel o re<strong>la</strong>to para compartir con el resto <strong>de</strong><strong>la</strong> c<strong>la</strong>se lo que hayamos <strong>de</strong>scubierto sobre su vida.Algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s preguntas a formu<strong>la</strong>r serían: ¿De dón<strong>de</strong> viene? ¿Por qué vino? ¿De quétrabajaba allí y en qué trabaja ahora? ¿Si <strong>de</strong>jó hijos, hijas u otra familia en su lugar <strong>de</strong>origen? ¿Cómo mantiene el contacto con el<strong>los</strong>? ¿Quién <strong>los</strong> cuida ahora? ¿Si piensavolver algún día?40


Una experienciaintensa42 42


Una experiencia intensaOs voy a contar algo que pasó en mi casa. En mi casa so<strong>la</strong>menteno, en mi casa y en mi vida. Para hacerlo con másprecisión, en mi casa, en mi vida y en <strong>la</strong> <strong>de</strong> mis padres, Lo<strong>la</strong>y Benito. Y para rematar: en mi casa, en mi vida, en <strong>la</strong> <strong>de</strong> mispadres Lo<strong>la</strong> y Benito y en <strong>la</strong> <strong>de</strong> Altagracia, Grace o “Greis”.Empezaré diciendo que Altagracia, Grace o Greis es <strong>la</strong> mismapersona,-es “tu cuidadora”, dice mi abue<strong>la</strong> Marifé,-“<strong>la</strong> asistenta”, según mi abuelo Benito,-“Grace (léase Gra-ce) es <strong>la</strong> chica”, explica mi padre solo al quele pregunta,-“quien ayuda en <strong>la</strong> casa”, expone mi abue<strong>la</strong> Carme<strong>la</strong>,-“es parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia” o sin el parte, directamente, “es <strong>de</strong> <strong>la</strong>familia”, concluye mi madre, Manue<strong>la</strong>, Lo<strong>la</strong> o Manolita, que <strong>la</strong>quiere con locura,La familia al completo quiere mucho a Grace. El<strong>la</strong> está aquí<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que yo soy yo y lleva conmigo el 90% <strong>de</strong> <strong>los</strong> días <strong>de</strong>mi vida. Esa marca es insuperable. Y tantos también como mimadre y mi padre llevan <strong>la</strong> tienda. Es más, tengo una foto conGrace que está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mis preferidas y <strong>la</strong> pusimos en elsalón. Estamos en el Parque <strong>de</strong>l Retiro. Yo ya mediría unos80cm y reposaba en <strong>la</strong> hierba como un cachorro. El<strong>la</strong> comíauna nube <strong>de</strong> azúcar rosa chicle con sus <strong>de</strong>dos <strong>la</strong>rgos.43


Alguien nos hizo <strong>la</strong> foto. Salió estupenda. Los <strong>de</strong>más miembros<strong>de</strong> mi familia, con algo <strong>de</strong> envidia, dicen que es imposibleque yo me acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> ese día, sin embargo, yo insisto en quelo recuerdo perfectamente.Hecha <strong>la</strong> presentación correspondiente, pasaré a exponermi experiencia más intensa, que <strong>de</strong> eso se trata este cuento,que continúa en el siguiente renglón.Aquel<strong>la</strong> tar<strong>de</strong> salimos <strong>de</strong>l cole con <strong>la</strong> mochi<strong>la</strong> dando botes,centrifugados como gotas <strong>de</strong> agua y con escolta, que es comome dice mi padre cuando voy a pedirle algo en compañía. Estavez eran Daiana y Leo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hoy mismo en el cole, en mic<strong>la</strong>se y lo más importante, recién llegados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong>Grace, <strong>la</strong> República Dominicana.44


Pero no era Grace quien estaba allí, sino mi madre. Sintiéndolomucho por mis escoltas <strong>de</strong> <strong>la</strong> República Dominicana, nopuedo <strong>de</strong>cir que no me sobrevino una carga emotiva <strong>de</strong>smesuradaal ver a mi madre con su abrigo, sus zapatos y su bolsocruzado.Tenía <strong>los</strong> ojos picarue<strong>los</strong> revoloteando a diestra y siniestray <strong>la</strong> bolsa <strong>de</strong> <strong>la</strong> merienda en <strong>la</strong> mano. Estaba completamentefeliz. El<strong>la</strong> y yo. Felices como perdices.—Mami, te presento a mis compis, empezaron hoy y vienena mi c<strong>la</strong>se.Mi madre les dio un beso chillón a cada uno.—¡Ho<strong>la</strong>! —les dijo— soy Lo<strong>la</strong>, su madre, ¿y vosotros?Daiana y Leo se presentaron con un poco <strong>de</strong> vergüenza,pero se escabulleron <strong>de</strong> <strong>la</strong>s preguntas porque una voz con <strong>la</strong>s“a” muy abiertas y <strong>los</strong> “eo” muy cerrados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong>lcole, <strong>los</strong> l<strong>la</strong>maba con insistencia.—Vienen <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> Grace, <strong>de</strong> Dominicana —le expliqué a mimadre con conocimiento <strong>de</strong> causa.—Pues cuando le toque a el<strong>la</strong>, se lo dices. Seguro que tambiénquiere conocer a su madre.—Es su abue<strong>la</strong>, mami.—¿Su abue<strong>la</strong>? Si es muy joven...—Sí, es que su madre es interna, el<strong>los</strong> están viviendo con suabue<strong>la</strong>.—Pues eso, a Grace le encantará que les presentes a <strong>la</strong> familia<strong>de</strong> Daiana y <strong>de</strong> Leo.—¡Hecho!, mañana mismo —respondí con alegría.45


—Mañana viene papá —dijo mi madre y me miró con sus ojospicarue<strong>los</strong> a diestra y hacia abajo esperando mi reacción.—¿Papá? —pregunté yo con cara <strong>de</strong> “acá ocurre algo raro yquiero saberlo ya mismo”.A partir <strong>de</strong> aquí, esta historia se fue abriendo como <strong>los</strong> cordones<strong>de</strong> nylon <strong>de</strong> <strong>los</strong> zapatos, en un plis. Pero no era algomolesto, al contrario, era tan bueno que no parecía real.—¿Me estás diciendo que mañana viene papá a recogerme yel miércoles me llevas tú a <strong>la</strong> piscina y el jueves papá al cumpleaños<strong>de</strong> Chús? —pregunté con <strong>la</strong> sensación <strong>de</strong> “no pue<strong>de</strong>estar pasando esto y me voy a <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> un momento aotro”.Mi madre asintió con <strong>la</strong> cabeza y me respondió:—Yes.Tuve un rapto <strong>de</strong> alegría..., pero inmediatamente mepreocupé:—¿Y Grace?—Grace se quedará en <strong>la</strong> tienda, no te preocupes, vendrá <strong>los</strong>viernes a recogerte, y seguramente también <strong>los</strong> lunes —explicómi madre haciendo cálcu<strong>los</strong> mentales.46


El p<strong>la</strong>n era un festival, era maravil<strong>los</strong>amente bueno para serverda<strong>de</strong>ro y que funcionara. Pero era cierto y así quedó <strong>de</strong>mostrado<strong>la</strong>s semanas siguientes. La familia al completo estabasuper a gusto y esta felicidad empezaba a dar envidia.Tal es así que <strong>la</strong>sabue<strong>la</strong>s pidieron tambiénun día para recogerme,y se les asignóuno, pero mi padredijo ya habrá tiempoen primavera, que elcurso es <strong>la</strong>rgo y justoempezaba el frío.Aunque, a veces, mi abuelo Benito se escapaba <strong>de</strong> <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses<strong>de</strong> pintura que tomaba en el centro cultural y se venía conquien le tocara: mi madre, mi padre, con Grace o con cualquiera<strong>de</strong> <strong>la</strong>s otras abue<strong>la</strong>s.Pero tanta felicidad se nos volvió en contra y sobrevino enmis notas en forma <strong>de</strong> aluvión <strong>de</strong> suspensos. Algo que nadiehabía notado en un principio y que yo tampoco me esforcéen remarcar dado el estado <strong>de</strong> felicidad <strong>de</strong> festival en el quevivíamos ahora, saltaba a <strong>la</strong> vista con luz. Luz roja.47


Llevaba tantos años estudiando con Grace que no me organizabani con mi madre, ni con mi padre, ni conmigo. Y <strong>los</strong>lunes, si acaso nos daba tiempo <strong>de</strong> algo... Y <strong>los</strong> viernes eranviernes...—Vamos, acaba <strong>de</strong> estudiar hoy y el domingo das un repasito.—Pero Grace, no voy a hacer dos veces <strong>la</strong>s mismas cosas...—repetía yo con lógica ap<strong>la</strong>stante.—C<strong>la</strong>ro que sí, ¿por qué no?—Vale, y luego jugamos al tres en raya.—Mejor al parchís —contestaba casi siempre Grace paraquien el parchís era pan comido.—Pero <strong>de</strong>spués tenemos que salir —<strong>de</strong>cía yo <strong>de</strong>seando quellegara el momento <strong>de</strong>l paseo.Y es que <strong>los</strong> viernes yoacompañaba a Grace al locutorio,a l<strong>la</strong>mar a sus hijas Fanyy Margolit.El<strong>la</strong>s esperaban <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada<strong>de</strong> su madre. Le contaban quétal <strong>la</strong> semana, que básicamenteera qué tal el colegio. Estabac<strong>la</strong>ro que, para Grace, esteera un asunto <strong>de</strong> máxima importancia.48


Algunas veces yo también saludaba a <strong>la</strong>s niñas, sobre todohab<strong>la</strong>ba con Margolit, que es simpática y muy graciosa. Y poresas l<strong>la</strong>madas y por conocer tan bien a <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> Grace,logré el primer y tal vez el único sobresaliente <strong>de</strong> mi vida.Fue a comienzos <strong>de</strong> este año. Era un trabajo sobre América.Yo preparé el Caribe. Grace me ayudó. Me contó sobre <strong>la</strong>sciuda<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> vivían sus familiares, sobre sus costumbres,sus comidas, sus juegos... También me contó que allí <strong>la</strong>s madresson muy jóvenes, como el<strong>la</strong>, y <strong>la</strong>s abue<strong>la</strong>s también. Graciasa eso, muchas se vienen a trabajar aquí o a otros paísesque pue<strong>de</strong> seña<strong>la</strong>r sin problemas en el globo terráqueo. Coneso viven el<strong>la</strong>s y quienes se hayan quedado en Dominicana.Como me dijo Grace, son golondrinas, aves migratorias. ¡Yhasta ahorran!Al menos Grace ahorra porque trabajatodo el día sin parar, excepto <strong>los</strong> domingosa <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>. Cuando sale <strong>de</strong> casa, va alo <strong>de</strong> <strong>la</strong> señora Carmen, una señora mayorque está malita. La cuida toda <strong>la</strong> noche yhace <strong>la</strong>s tareas hasta <strong>la</strong>s cuatro y media,que llega al barrio. Así todos <strong>los</strong> días. Y sequeda hasta <strong>la</strong>s ocho y media. Y otra vezlo mismo.Antes estaba todo el día con <strong>la</strong> señora Carmen, pero ahorapor <strong>la</strong>s tar<strong>de</strong>s van <strong>la</strong>s nietas o el hijo. Entonces Grace pudocoger otro trabajo, ¡este! Y ese fue un gran cambio. El<strong>la</strong> diceque <strong>la</strong> vida da muchas vueltas. También dice que no tienemiedo al futuro.49


Eso, dice mi madre, es muy bueno. Pero <strong>la</strong> verdad es queahora, yo sí que tengo miedo al futuro, <strong>de</strong> bastante a mucho.Y es que por mucho que mi padre llevara <strong>la</strong> tienda, no habíaquien le entendiera cuando explicaba conocimiento <strong>de</strong>l medio,lengua o mates. Por mucho que mi madre se esforzara enexplicarme inglés, el<strong>la</strong> había aprendido <strong>de</strong> otra forma y nosponíamos <strong>de</strong> <strong>los</strong> nervios, no nos teníamos paciencia y antes<strong>de</strong> empezar ya me estaba regañando para que acabara. A<strong>de</strong>mas,nadie se reía tanto como Grace haciendo <strong>la</strong>s tareas.Mi abue<strong>la</strong> Marifé lo dijo muy c<strong>la</strong>rito:—Ha cogido vicio y ahora sólo se entien<strong>de</strong> con Grace.El resto <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia al completo se quedó en silencio aqueldomingo catastrófico en el que yo y mi curso nos tambaleábamosen <strong>la</strong> cuerda floja.—¿Y si Grace vuelve a ayudar con <strong>la</strong>s tareas <strong>de</strong>l colegio? —sugirió<strong>la</strong> abue<strong>la</strong> Carme<strong>la</strong> mientras le echaba azúcar al poleo.—Mamá, el día <strong>de</strong> Grace tiene <strong>la</strong>s mismas horas que el <strong>de</strong>cualquiera —dijo mi madre—, el<strong>la</strong> tiene dos trabajos. Y ahoratambién va a <strong>la</strong> tienda.—Pues que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> ir a <strong>la</strong> tienda —dijo mi abuelo Benito quesiempre era muy resolutivo.—Pero es que yo no quiero estar todas <strong>la</strong>s tar<strong>de</strong>s en <strong>la</strong> tienda—dijo mi madre—, si es que casi no conozco a nadie ni nada<strong>de</strong>l cole.—Yo también estoy a gusto con estos cambios —agregó mipadre.50


—Pero a<strong>de</strong>más hay otra cosa —dijo mi madre—. Esta chicalleva con nosotros un porrón <strong>de</strong> años. El<strong>la</strong> tiene que apren<strong>de</strong>ra llevar una tienda, Grace es muy joven y volverá con sus hijasy su familia a Dominicana. Hemos pensado que <strong>la</strong> queremosayudar a que se ponga un negocio.—Esto sí que no me lo esperaba yo —mi abue<strong>la</strong> Marifé se agarrócon pasión <strong>la</strong>s medal<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> ca<strong>de</strong>na—, no me digáis quese nos va...—¿Y eso? —agregó mi abue<strong>la</strong> Carme<strong>la</strong>— y nosotras aquí tantranqui<strong>la</strong>s sin saber nada con el disgusto que tienen que estarpasando, ¿verdad Lo<strong>la</strong>?—Por eso —dijo mi padre—, queremos enseñarle a llevar unatienda, porque se le da muy bien, es tan buena con <strong>la</strong> gente,tan cariñosa.—Y trabajadora —agregó e<strong>la</strong>buelo Benito— porque es muytrabajadora, mira que yo llevé <strong>la</strong>tienda casi cincuenta años y sémuy bien lo que digo.—El<strong>la</strong> tiene que apren<strong>de</strong>r a tratarcon <strong>los</strong> proveedores, tenerrutinas <strong>de</strong> tienda, conservar <strong>la</strong>scosas, organizar <strong>la</strong>s compras... ysi se lo po<strong>de</strong>mos dar —agregó mimadre que ya empezaba a llorar.51


—El<strong>la</strong> no se quiere per<strong>de</strong>r nada —agregó mi abuelo Benito yhubo carcajada general en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> tristeza y preocupación.Pero cuando terminó <strong>la</strong> gracia, nos quedamos en silencio,mirando el mantel. ¿Y el examen <strong>de</strong> mañana? El tema resurgióal rojo vivo, como mi expediente.—¿Y si <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mamos y le preguntamos si pue<strong>de</strong> venir? —dijomi abuelo Benito.—¿Hoy?, ¿ahora? No, no. Hoy tiene <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> libre para hacersus cosas. Es su único rato libre.—¿Y cuáles son sus cosas, mami?, si sus hijas están lejos, estafamilia está aquí reunida y <strong>la</strong> señora <strong>de</strong>l centro <strong>los</strong> domingosse va a comer afuera con el hijo... —pregunté con ce<strong>los</strong>.—Mira que eres cotil<strong>la</strong> —agregó mi padre— sus cosas son suscosas. Estará con sus amigas o con sus amigos.—O con su novio —dijo mi abue<strong>la</strong> Carme<strong>la</strong>.—Eso, o con su novio... —agregó mi madre con <strong>la</strong> mirada perdidaen <strong>la</strong>s bolitas <strong>de</strong> miga <strong>de</strong> pan que ya estaban negras <strong>de</strong>tanto vaivén—, <strong>la</strong> echaremos <strong>de</strong> menos cuando “se <strong>de</strong>vuelva”,como el<strong>la</strong> dice.Y ahí sí cayeron lágrimas torrenciales en el salón.52


Pasados unos 6 meses, con el curso ya acabado y en plenapiscinada, Grace hizo <strong>la</strong>s maletas y se marchó. En esa épocaen casa se lloró mucho, y como hacía calor y mi abue<strong>la</strong> Mariféno llevaba mangas <strong>la</strong>rgas, nos trajimos <strong>de</strong> <strong>la</strong> tienda una caja<strong>de</strong> pañue<strong>los</strong> <strong>de</strong> esas que salen como servilletas. Mi madre, <strong>la</strong>que más. Y yo también.Por cierto (1), pasé el año y <strong>los</strong> suspensos <strong>de</strong> matemáticas,inglés, lengua y cono se fueron borrando <strong>de</strong> mis notas. Lentamente,pero <strong>de</strong>saparecieron. Mi madre y mi padre hicieronun gran esfuerzo, pidieron cita con cada profesor o profesorasegún el día que les tocara ir a recogerme y preguntaron cómoayudarme. Fue un proceso <strong>la</strong>rgo y en <strong>la</strong> familia aprendimos alcompleto. Pero lo conseguimos y eso anima. De bastante amucho.Por cierto (2): en el salón <strong>de</strong> mi casa, mi padre ha colgadoun marco con una fotografía <strong>de</strong> Fany y <strong>de</strong> Margolit, felicesy sonrientes como yo aquel<strong>la</strong> tar<strong>de</strong> en el Parque <strong>de</strong>l Retiro,pero en Tamayo, <strong>la</strong> ciudad don<strong>de</strong> viven en Dominicana. Ya lesconté que puedo localizar<strong>la</strong> en el mapa casi sin mirar. Pero lomejor <strong>de</strong> todo, y lo más importante, es que Grace nos escribióuna carta:53


Querida familia:Ni se imaginan <strong>la</strong> alegría que fue para míreecontrarme con mis hijas y mi madre. Fue tanta emoción,que hubiera necesitado todos <strong>los</strong> pañue<strong>los</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> tienda y más.Nos abrazamos un buen rato, <strong>la</strong>s niñas habían crecido mucho.Fany ya me llega a <strong>los</strong> hombros, y eso que yo soy alta.Parece que ha salido a mí.Margolit, en cambio, es más pequeña, pero sigue tan graciosacomo siempre. Me vio y dijo:—¿Para qué voy a llorar si ahora te quedas con nosotras?Y se puso a saltar como un resorte.Mi madre está más mayor, pero <strong>la</strong>s niñas <strong>la</strong> mantienen superactiva. Ahora estamos acostumbrándonos a estar juntas<strong>la</strong>s cuatro otra vez. Nos cuesta pensar que va a ser siempreasí. El<strong>la</strong>s aún se sienten raras.Ya he mirado locales para poner el negocio. Hay muchos,pero están caros. Lo haré con calma, como me sugirió el señorBenito. Y sé que <strong>la</strong>s cosas van a estar bien, como siempre me<strong>de</strong>cía Lo<strong>la</strong>.Extraño mucho, sobre todo a ti... A veces me imagino que tecuento cosas. O tú a mí.Ya nos volveremos a ver, me lo ha prometido tu madre, apenaspuedan vendrán a conocer Dominicana.Con un abrazo fuerte, inmenso, y un beso más fuerte aún,<strong>los</strong> <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> con mucha felicidad.Grace54


Pautas teóricas para el profesorado2º ciclo <strong>de</strong> Educación PrimariaUna experiencia intensa – Altagracia, Greis o GraceA<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cuidar a <strong>la</strong> señora Carmen, Altagracia lleva años yendo a buscar al colegioal protagonista <strong>de</strong> este cuento. Pero, <strong>de</strong> repente, todo ha cambiado. Ahora son su padrey su madre, y hasta sus abue<strong>la</strong>s, quienes lo hacen. Es agradable y todos son felicespor po<strong>de</strong>r participar, hasta que llegan <strong>los</strong> suspensos: nadie ayuda a estudiar comoAltagracia. ¿Por qué no volver a <strong>la</strong> situación anterior? Por que Altagracia <strong>de</strong>be volvera <strong>la</strong> República Dominicana con sus hijas, y todos <strong>de</strong>ben empezar a acostumbrarse a <strong>la</strong>nueva y feliz realidad.Algunas i<strong>de</strong>as sobre <strong>la</strong>s que po<strong>de</strong>mos reflexionar tras <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>l cuento:• Los Trabajos <strong>de</strong> Cuidados suponen el 65% <strong>de</strong>l trabajo total que se realiza en unasociedad y son imprescindibles para <strong>la</strong> sostenibilidad material y afectiva <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma.A pesar <strong>de</strong> su poca visibilidad y valoración, sin el<strong>los</strong>, no podríamos realizar otras tareascomo el trabajo remunerado, <strong>la</strong> participación política, <strong>la</strong> formación académica o <strong>la</strong>creación artística.• Tras <strong>la</strong> incorporación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres a <strong>los</strong> trabajos remunerados fuera <strong>de</strong>l hogar y, yaque <strong>los</strong> hombres y otras instituciones sociales, como <strong>la</strong>s empresas o <strong>la</strong>s administraciones,no se han hecho cargo <strong>de</strong>l trabajo que el<strong>la</strong>s <strong>de</strong>jaban <strong>de</strong> hacer, cada vez tenemosmenos tiempo para <strong>de</strong>dicarlo a estas tareas <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> tan importantes. Es lo que seconoce como Crisis <strong>de</strong> Cuidados.• Todas <strong>la</strong>s personas tenemos <strong>de</strong>recho a cuidarnos, a cuidar y a ser cuidadas, pero elreparto <strong>de</strong> estas tareas <strong>de</strong>be ser equilibrado para que todos y todas podamos <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rnosplenamente y ser felices. Este reparto equilibrado, en el que hombres, mujeres,empresas y administraciones se hacen cargo por igual <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, seconoce como corresponsabilidad.55


Propuestas para seguir reflexionando sobre estos temas• Con mucho cuidadoAhora que hemos leído <strong>los</strong> dos cuentos, vamos a repasar todos <strong>los</strong> personajes y a preguntarnosqué <strong>cuidados</strong> necesitan. También analizaremos a quién cuidan y si tienentiempo <strong>de</strong> cuidarse a sí mismos.Finalmente, reflexionaremos en grupo: ¿Hay alguna persona que sea totalmente in<strong>de</strong>pendiente,es <strong>de</strong>cir, que no necesite ningún cuidado? ¿Hay alguien que sea totalmente<strong>de</strong>pendiente y no pueda brindar ningún cuidado? ¿Quién realiza más trabajo <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>?¿Te parece un buen reparto <strong>de</strong>l trabajo? ¿Quién <strong>de</strong>bería co<strong>la</strong>borar más? ¿Cómopodría hacerlo?• El iceberg <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>.Una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas <strong>de</strong> representar <strong>la</strong> poca visibilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong> es a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>imagen <strong>de</strong> un iceberg. Arriba se situarían <strong>los</strong> trabajos que se dan en el ámbito públicoy, en <strong>la</strong> parte sumergida, <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong> que sostienen <strong>la</strong> vida cotidiana. Con <strong>la</strong> participación<strong>de</strong> todo el grupo vamos a construir un iceberg en el que representar todas<strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s humanas. Para ello, haremos una primera lluvia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as en <strong>la</strong>s quei<strong>de</strong>ntificaremos trabajos productivos y trabajos <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>. Después, recortaremos<strong>de</strong> revistas imágenes que representen estos trabajos y realizaremos un gran col<strong>la</strong>ge,situando unos arriba y otros abajo y explicando el motivo <strong>de</strong> dicha separación. Tras<strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración <strong>de</strong>l iceberg, reflexionaremos sobre <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> cada trabajo, <strong>la</strong>spersonas que lo realizan con mayor frecuencia y <strong>la</strong> valoración que suelen recibir.56


Luna se va5858


Luna se vaRodrigo abrió <strong>la</strong> puerta suavemente. Luna ya estaba <strong>de</strong>ntro,sentada en <strong>la</strong> misma sil<strong>la</strong> <strong>de</strong> siempre.—Ho<strong>la</strong>.—Ho<strong>la</strong>.—¿No te habrá visto nadie? —preguntó Luna.—No. ¿Y <strong>la</strong> guitarra? —preguntó Rodrigo.—¿La guitarra? Se supone que no veníamos a ensayar, sino alcole... ¿para qué iba a traer <strong>la</strong> guitarra?—Luna estás en todo, a mí se me hubiera escapado, comoveníamos al local <strong>de</strong> ensayo —contestó Rodrigo.—Yo no puedo permitirme que se me escapen <strong>los</strong> <strong>de</strong>talles,Rodrigo. Sí o sí tengo que “estar en todo” —contestó Luna <strong>de</strong>ma<strong>la</strong> manera.La puerta se abrió <strong>de</strong> repente, era Keta que llegaba <strong>de</strong><strong>la</strong>nte<strong>de</strong> su mochi<strong>la</strong>.—Ho<strong>la</strong>, ¿no habrán <strong>de</strong>sayunado? He traído <strong>de</strong> todo —dijoKeta y se quitó <strong>la</strong> mochi<strong>la</strong> como pudo.—No —dijo Rodrigo.Luna se quedó cal<strong>la</strong>da.—¿Y tú? —Keta miró a Luna.—¿Yo qué?—Que cómo has hecho para no <strong>de</strong>sayunar... —preguntó Ketacon cara <strong>de</strong> estar diciendo una obviedad.—Como siempre...—¿Cómo que como siempre? ¿No <strong>de</strong>sayunas, tú?Luna se quedó cal<strong>la</strong>da. Rodrigo no salía <strong>de</strong> su asombro alver<strong>la</strong> tan tiquismiquis.59


—Sí, c<strong>la</strong>ro que <strong>de</strong>sayuno, pero hoy estaba enfadada con mimadre y entonces, no me ha insistido.Keta llevaba bol<strong>los</strong> y galletas para toda <strong>la</strong> semana. Rodrigosacó <strong>de</strong> su mochi<strong>la</strong> un bote <strong>de</strong> zumo <strong>de</strong> naranjas y Luna unabolsa <strong>de</strong> carame<strong>los</strong>.—No tenemos vasos para el zumo —dijo Luna a Rodrigo.Pero Rodrigo no contestó, parecía que esa mañana tan raratodo estaba fuera <strong>de</strong> lugar. Porque ni Rodrigo, ni Luna, ni Keta,ni Karim, que aún no había llegado, nunca se habían escapado<strong>de</strong>l colegio y nunca se habían embarcado en una mentiratan organizada. Pero esta vez, necesitaban pasar ese rato así.No podían concentrarse en nadamás. Necesitaban pensar quépasaría con el<strong>los</strong> ahora que Lunase volvía a Me<strong>de</strong>llín. Llevabanmuchos años siendo una pandil<strong>la</strong>unida y simpática. Y, cuandoestaban <strong>los</strong> cuatro, se reían y sedivertían mucho.También pasaron juntos todoel cole, sus profes y sus veranos.De primero a sexto.Y a<strong>de</strong>más, habían formadouna banda <strong>de</strong> música pop que sel<strong>la</strong>maba Madre Sveva.60


La noticia solo llevaba dos días entre el grupete y apenasunos más en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> Luna. Fue repentino, como una <strong>de</strong>sgracia.Pero no era una <strong>de</strong>sgracia, sino más bien una tristerealidad. Cosas que pasan en el mundo <strong>de</strong> <strong>los</strong> adultos y quese aceptan y se hacen, aunque no se sepa muy bien por qué.Eso pensaba Luna. De lo que ocurría y <strong>de</strong> su vida en general.El<strong>la</strong> ya había hecho un cambio <strong>de</strong> país. Ya se había acostumbradoa su nueva vida en esta ciudad y estaba pasando unmomento grandioso con <strong>la</strong> pandil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Madre Sveva. ¡Lotenía todo! Amigas y amigos, a su madre, llevaba bien el cursoy ¡hasta su grupo musical!Pero parecía que no. Cuando estaba más contenta que nunca,le tocaba otra vez lo mismo, pero al revés. C<strong>la</strong>ro que antessólo se <strong>de</strong>spidió <strong>de</strong> su abue<strong>la</strong> y <strong>de</strong> su hermanita, que apenasandaba. Ahora se tenía que <strong>de</strong>spedir <strong>de</strong> sus colegas, el cole,sus cosas, sus gustos... Y también <strong>de</strong> su madre.Su abue<strong>la</strong>, que estaba en Me<strong>de</strong>llín con su hermana, se habíaquebrado una pierna y el<strong>la</strong> tenía que ir a cuidar a <strong>la</strong> pequeña.Mara, <strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Luna, llevaba días sin dormir, pensando,repensando, hab<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong>rgas horas por teléfono con su familia<strong>de</strong> Colombia para encontrar una alternativa. Pero alguna<strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos tenía que irse y Mara no podía. Tanto <strong>la</strong> abue<strong>la</strong>,Luna, y <strong>la</strong> pequeñita <strong>de</strong>pendían <strong>de</strong> su trabajo con <strong>la</strong> Sra. Peterson...El<strong>la</strong> era el sostén <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia. Y Luna se estaba haciendomayor...61


Karim no tardó en llegar. Apenas entró, cerró <strong>la</strong> puerta ymiró por entre <strong>los</strong> cristales pintados hacia <strong>la</strong> calle.—Me ha visto <strong>la</strong> <strong>de</strong> Plástica —dijo agitado.—Hoy no tenemos Plástica —replicó rápidamente Keta.—Uf, ¡menos mal! —dijo Luna <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su sil<strong>la</strong>.—¿Y no te ha visto nadie más? —preguntó Rodrigo.—Pues si ha dicho que lo ha visto <strong>la</strong> profesora <strong>de</strong> plástica, esque no lo ha visto nadie más —respondió Luna con ru<strong>de</strong>za.Rodrigo se puso más serio aún y bajó <strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sutaburete <strong>de</strong> baterista. Luna no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> meterse con él. Keta,que estaba repasando su tec<strong>la</strong>do con un pañuelo <strong>de</strong> papel,levantó <strong>la</strong> vista y dijo:—Igualmente, nadie <strong>de</strong>bería saber que estamos aquí.—¿Y cómo vamos a hacer en el concierto?, ¿han pensadoalgo? —preguntó Karim sentándose junto a <strong>la</strong> puerta con <strong>la</strong>espalda apoyada en <strong>la</strong> pared.—Yo no me voy a ir... —dijo Luna mordiéndose el <strong>la</strong>bio <strong>de</strong> abajocon fuerza y moviendo <strong>la</strong> mandíbu<strong>la</strong>.Pero, apenas terminó <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir estas pa<strong>la</strong>bras, empezó asonar un móvil.62


—¡Un móvil! —dijo Keta.—¿Y quién tiene móvil? —preguntó Karim.—¿Y quién va a ser? —se burló Luna—, Rodrigo.—Es mi madre —dijo Rodrigo mirando el móvil— ¿Qué hago?—No lo cojas —comentó Karim.Rodrigo, muy afligido, levantó <strong>la</strong> vista. Su madre lo estabal<strong>la</strong>mando en horario <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se. Era algo que no había hechonunca y que no haría a no ser que...A<strong>de</strong>más, se suponía que a esas horas el móvil <strong>de</strong>bería estarapagado, ¡y estaba encendido! En menos <strong>de</strong> un minuto, elmóvil <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> sonar.—Lo que yo no entiendo, Rodrigo, es porqué no has apagadoel móvil —agregó Luna.—Habérmelo dicho —agregó Rodrigo enfadado.—¿Siempre tengo que <strong>de</strong>cirte todo, Rodrigo? Lo que hay quehacer, lo que no hay que hacer. Eres un consentido. Y que teque<strong>de</strong> c<strong>la</strong>ro, Rodrigo. Que mi madre cui<strong>de</strong> a tu abue<strong>la</strong> no significaque yo cui<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti.Se hizo un silencio y se suspendió todo lo <strong>de</strong>más. Karim mirófijamente a Rodrigo, que completamente contrariado por <strong>la</strong>respuesta <strong>de</strong> Luna, se levantó <strong>de</strong> <strong>la</strong> batería y se metió en elbaño dando un portazo.—Te has pasado, Luna —le dijo Keta y se fue a buscar a Rodrigoal baño.Karim se puso <strong>la</strong>s manos en <strong>los</strong> bolsil<strong>los</strong> y volvió a mirarpor el cristal que daba a <strong>la</strong> calle. Luna se tapó <strong>la</strong> cara con <strong>la</strong>smanos. Pero ese silencio que volvía a suspen<strong>de</strong>r todo lo queocurría <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l local, fue roto.63


—¡Keta, ahí viene tu madre! —dijo nervioso y con <strong>la</strong> voz apagada.—¡¿Mi madre?! —dijo Keta susurrando en alto— ¿a estas horas?,imposible, está trabajando.—Juraría que es tu madre, ahora está cruzando.—Mira bien, Karim, no pue<strong>de</strong> ser mi madre —agregó Keta.—Sí que es tu madre, Keta, ¡es tu madre!, y viene para acá.Karim, agitado y nervioso, se agachó para que no lo vieran.—Keta, que viene, que viene...—Si viene no abrimos —dijo Luna.—Eso —asintió Keta.Pero <strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre Ketase asomaba por encima <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pinturas<strong>de</strong> <strong>los</strong> cristales. Y el picaportese movía <strong>de</strong> arriba abajo al compás<strong>de</strong> <strong>la</strong> melena <strong>de</strong> Mara que gritaba:—Luna, abra ya <strong>la</strong> puerta que séque está allí.—¡Enriqueta!, ¡Enriqueta!, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>luego Enriqueta... —agregó <strong>la</strong> señoramuy angustiada.—Vamos, abra <strong>la</strong> puerta Luna, está<strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve puesta por <strong>de</strong>ntro, <strong>la</strong> estoyviendo, abra <strong>la</strong> puerta ahora.—¡Menudo fallo <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve puesta!—comentó Luna acercándose a<strong>la</strong> entrada.64


El móvil volvió a sonar. Rodrigo no contestó, abrió <strong>la</strong> puerta<strong>de</strong>l baño y lo apagó. Karim, Keta y Luna lo miraron fijamenteotra vez.—Lo he apagado —dijo Rodrigo.—¡No! —se a<strong>la</strong>rmó Karim—, ahora sabrán que no lo quierescoger, siempre podías <strong>de</strong>cir que no lo habías oído...—Bueno —dijo Rodrigo— mi móvil estuvo sonando, perovuestras madres están ahí fuera, así que no me miréis así.—Voy a abrir —dijo Luna y se abrió paso.Mara y <strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Keta estaban enfadadísimas. Y tambiénvieron al padre <strong>de</strong> Karim, que aún no se había quitado elmono <strong>de</strong> trabajo y no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> farful<strong>la</strong>r cosas como:“Sin conso<strong>la</strong>. Y sin bicicleta. Sin conso<strong>la</strong>, sin bicicleta nitelevisor. ¡Ni libros! ¡Nada! Verás cuando se entere tumadre, verás”.65


—Es que necesitábamos hab<strong>la</strong>r, estar aquí, mamá —dijo Ketaque siempre era <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l grupo y encontraba <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>braspara romper <strong>la</strong> tensión.—Eso, papá —dijo Karim—, Luna se vuelve a Me<strong>de</strong>llín. Estamosmuy confundidos.—No sabemos qué va a pasar con el grupo, no podremos tocaren verano... ¡con todo lo que hemos ensayado! —agregóKeta.—Sí, eso, no <strong>de</strong>bimos faltar a c<strong>la</strong>se, pero es que hoy no podíamosconcentrarnos en nada, papá... —continuó Karim.El padre <strong>de</strong> Karim seguía muy serio, pero <strong>la</strong> expresión se fueab<strong>la</strong>ndando.—Luna me ha robado <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves —dijo Mara—. Eso no se lopermito.—Y tú, ¿no dices nada? —el padre <strong>de</strong> Rodrigo se paró en <strong>la</strong>puerta y oscureció el local.—¡Papá! ¡Has venido!—¿Qué están haciendo aquí, Rodrigo?, tendríais que estar enc<strong>la</strong>se. Tenéis al barrio <strong>revolucion</strong>ado.—Estamos reunidos porque no podremos tocar en junio, conel grupo —explicó Rodrigo muy nervioso.—¿Y por eso han mentido? No me parece muy buena solución—se enfadó el señor.—A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que no podamos tocar, se va mi mejor amiga,papá. Yo estoy muy triste —agregó Rodrigo.Tras <strong>la</strong> confesión, Rodrigo corrió y se puso al <strong>la</strong>do <strong>de</strong> su padre.Su padre ya no pudo regañarle más. Sabía que <strong>los</strong> sentimientos<strong>de</strong> su hijo eran sinceros.66


Luna no supo qué <strong>de</strong>cir. Estaba contrariada, así que se mantuvoen silencio, con <strong>la</strong> mirada en el suelo. Rodrigo era su amigo,su mejor amigo, y el<strong>la</strong> lo había tratado mal. Justamente aél, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer día le <strong>de</strong>jó sus juguetes y su bicicleta.Rodrigo, quien <strong>la</strong> había protegido cuando no sabía muy bienqué hacer o cómo respon<strong>de</strong>r...La madre <strong>de</strong> Keta, miró a su hija y le dijo:—Esto no pue<strong>de</strong> volver a ocurrir.—Des<strong>de</strong> luego, a estas horas tienen que estar en c<strong>la</strong>se, estudiando—agregó el padre <strong>de</strong> Rodrigo.—Eso, eso, ya son casi <strong>la</strong>s 10:30 —dijo el padre <strong>de</strong> Karim conapuro.—¿Y quién se ha chivado? —preguntó Karim.—La <strong>de</strong> Plástica —respondieron al unísono Keta y Rodrigo.Luna se sonrió, pero <strong>los</strong> padres y <strong>la</strong>s madres, que ya estabanmás tranqui<strong>los</strong>, no dijeron ni pío.—¿Y en qué po<strong>de</strong>mos ayudar? —preguntó <strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Keta.—Que Luna no se vaya a Me<strong>de</strong>llín —afirmó Keta.—Creo que con eso no hay mucho que hacer, ¿verdad mamá?—dijo Luna tímidamente.—Me temo que no, hijita —contestó Mara.—No. Vale, pues no se pue<strong>de</strong> hacer nada. Vale. Pero no queremosque Luna se vaya sin tocar con nuestro grupo. Llevamostodo el año ensayando —refunfuñó Karim.—¿Y no se pue<strong>de</strong> cance<strong>la</strong>r el viaje? O tal vez, retrasarlo unpoco? —preguntó Rodrigo.—Rodrigo, no te metas —agregó con vergüenza su padre.67


—Yo se lo voy a explicar, Rodrigo —dijo Mara y se sentó enuna sil<strong>la</strong>—, a ti y al resto.En <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> se hizo un silencio, pero no suspendía todo lo <strong>de</strong>más.Esta vez era un silencio que invitaba a escuchar.Keta, Karim y Rodrigo miraron a Mara con atención. Lunasabía cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras que su madre diría pero, aúnasí, quería oír<strong>la</strong>s otra vez y compartir<strong>la</strong>s con su pandil<strong>la</strong> parano sentirse tan so<strong>la</strong>.—Luna y yo hemos venido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín, hace ya seis años.Yo, a trabajar y trabajar. Tengo dos hijas y una madre que mantener.Luna, a estudiar y a estar conmigo, c<strong>la</strong>ro. Pero <strong>la</strong>s cosasse han complicado. Mi madre, que cuida <strong>de</strong> <strong>la</strong> hermanita <strong>de</strong>Luna, se ha quebrado una pierna. Y, como está mayor, <strong>la</strong> recuperaciónes <strong>la</strong>rga. Ahora mi niña está al cuidado <strong>de</strong> vecinasy familiares, pero es pequeña, necesita a su hermana mayor.—¿Pero cómo que Luna va a cuidar <strong>de</strong> su hermana y <strong>de</strong> suabue<strong>la</strong>?, ¡aún somos niñas!, no sabemos hacer todo —quisosaber Keta.—No te preocupes, Keta, no tendrá que hacerlo todo. Allí haymuchas mujeres para ayudar en <strong>la</strong> casa. Pero el<strong>la</strong> tiene que irallí a estar con su hermana, a acompañar a su hermana. Aúnasí, <strong>de</strong>ben saber que yo, con once años, ya me hacía <strong>la</strong> casa alcompleto... —explicó Mara.—Eso —dijo el padre <strong>de</strong> Karim—, yo ayudaba a mi padre en eltaller y hasta cobraba un sueldo.—Papá yo quiero mi sueldo —dijo Karim a su padre.Y todos se rieron <strong>de</strong> <strong>la</strong>s farful<strong>la</strong>s que <strong>de</strong>cía entre dientes. Yael ambiente estaba más re<strong>la</strong>jado.68


—Y ahora tenemos que ir al colegio, ¡cada vez es más tar<strong>de</strong>!Y aprovecho, y hablo con <strong>la</strong> directora para ver si es posiblea<strong>de</strong><strong>la</strong>ntar el concierto antes <strong>de</strong> que se vaya Luna. Esto se tieneque hacer sí o sí —dijo Mara.—¡Pero esto no pue<strong>de</strong> volver a ocurrir! —agregó con seriedad<strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Keta—, no pue<strong>de</strong>n faltar al colegio y mucho menosmentirnos.—Exacto. Está bien que quieran acompañar a su amiga en <strong>los</strong>momentos difíciles, pero <strong>la</strong>s cosas no se resuelven así —agregóel padre <strong>de</strong> Rodrigo.—Karim, sabes bien lo que pienso <strong>de</strong> no ir a c<strong>la</strong>se, ¿verdad?—No me acuerdo si crees que está muy bien o muy mal.El grupo al completo se rió <strong>de</strong> <strong>la</strong> ocurrencia <strong>de</strong> Karim. Esamañana <strong>la</strong> pandil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Madre Sveva habían aprendido muchascosas importantes.Finalmente, el concierto se hizo. Los Madre Sveva triunfaronen el anfiteatro <strong>de</strong> aquel incipiente verano. Tocaron cuatrocanciones, lo que les dio tiempo.Luna se fue. Llevaba una mochi<strong>la</strong> muy gran<strong>de</strong> y dos maletascon rega<strong>los</strong> para su familia <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín. Seguramente suabue<strong>la</strong> se repondría muy pronto.69


Luna se vaPautas teóricas para el profesorado3er ciclo <strong>de</strong> Educación PrimariaLuna y sus amigos han faltado a c<strong>la</strong>se. Necesitan juntarse y hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong>ráa final <strong>de</strong> curso: Luna vuelve a Me<strong>de</strong>llín para cuidar <strong>de</strong> su abue<strong>la</strong> y <strong>de</strong> su hermana.Entonces, ¿se suspen<strong>de</strong>rá el concierto <strong>de</strong> su grupo <strong>de</strong> música?Cuando les pil<strong>la</strong>n, a pesar <strong>de</strong> su falta, encuentran una solución para tocar su música,a pesar <strong>de</strong> todo.Algunas i<strong>de</strong>as sobre <strong>la</strong>s que po<strong>de</strong>mos reflexionar tras <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>l cuento:• Todas <strong>la</strong>s personas envejecemos, <strong>de</strong> hecho, en nuestras socieda<strong>de</strong>s cada vez haymás personas mayores. Sin embargo, cuidar es una actividad poco valorada o reconocida,y pocas personas elijen cuidar a sus mayores en su propia casa, como anteriormentehacían muchas mujeres. A<strong>de</strong>más, cada vez tenemos menos capacidad parahacerlo: <strong>los</strong> trabajos productivos son difíciles <strong>de</strong> conciliar, el estado no cubre <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas mayores so<strong>la</strong>s o sin recursos y <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s son tan gran<strong>de</strong>sque <strong>los</strong> miembros <strong>de</strong> una familia viven alejados unos <strong>de</strong> otros.• Solemos pensar que hay una edad para cuidar y otra para ser cuidado, pero lo ciertoes que todas <strong>la</strong>s personas po<strong>de</strong>mos cuidar y necesitar cuidado, es <strong>de</strong>cir, todas <strong>la</strong>spersonas somos inter<strong>de</strong>pendientes. Será <strong>la</strong> cultura y tradición <strong>de</strong> cada sociedad <strong>la</strong>que <strong>de</strong>termine el reparto <strong>de</strong> roles en función <strong>de</strong>l sexo, <strong>la</strong> edad, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se social… Al seruna construcción cultural, dicho reparto es modificable, como lo prueba el hecho <strong>de</strong>que en muchos lugares, y en nuestro entorno hasta hace no mucho, <strong>los</strong> niños y niñas<strong>de</strong> pocos años tuvieran que cuidar <strong>de</strong> sus mayores o sus hermanos pequeños… algoimpensable hoy en nuestro contexto.• Mujeres extranjeras, y algunos hombres, cuidan <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> nuestras personasmayores. La mayoría <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s han <strong>de</strong>jado a su familia en su país <strong>de</strong> origen para venir atrabajar, quedando <strong>la</strong>s personas que <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n al cuidado <strong>de</strong> otras mujeres.Estas ca<strong>de</strong>nas globales <strong>de</strong> cuidado permanecen fuertes a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong> distancia, ya que<strong>la</strong>s madres siguen ocupándose <strong>de</strong> sus hijos e hijas, no sólo a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s remesas <strong>de</strong>dinero que periódicamente envían a sus casas, sino también manteniendo <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción<strong>de</strong> autoridad y apoyo personal por teléfono o Internet.Son lo que se conoce como familias transnacionales.71


Propuestas para reguir reflexionando sobre estos temas• Inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciaComenzaremos por proponer a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se que, <strong>de</strong> manera colectiva o en pequeños grupos,escriban <strong>la</strong>s historias <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> un hombre y una mujer, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nacen hastaque mueren, pasando por <strong>la</strong> infancia, <strong>la</strong> adolescencia, <strong>la</strong> juventud, <strong>la</strong> edad adulta, <strong>la</strong>primera vejez y <strong>la</strong> ancianidad. Les pediremos que representen <strong>la</strong>s vidas <strong>de</strong> ambas personasen una línea temporal que po<strong>de</strong>mos dibujar en papel continuo.A continuación, les pediremos que i<strong>de</strong>ntifiquen y escriban, a un <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> línea, <strong>los</strong><strong>cuidados</strong> que necesita una persona en esa etapa y, al otro, <strong>los</strong> que pue<strong>de</strong> prestar. Pararealizar este trabajo, les invitaremos a que investiguen y pregunten a personas <strong>de</strong> sufamilia.Cuando hayan terminado el trabajo, reflexionaremos conjuntamente: ¿En qué momentos<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida necesitamos más <strong>cuidados</strong>? ¿Somos por completo in<strong>de</strong>pendientesen algún momento? ¿En qué momentos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida cuidamos más <strong>de</strong> otras personas?¿Necesitan hombres y mujeres <strong>los</strong> mismos <strong>cuidados</strong> a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> toda su vida? ¿Prestanhombres y mujeres <strong>los</strong> mismos <strong>cuidados</strong> a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> toda su vida? ¿Qué te pareceeste reparto <strong>de</strong> roles? ¿A quién podríamos cuidar más y mejor en este momento <strong>de</strong>nuestra vida?• ¿Dicen que <strong>la</strong> distancia es el olvido?Propondremos a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se que, <strong>de</strong> manera individual, piense en alguna ocasión en <strong>la</strong>que hayan pasado varios días lejos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas con <strong>la</strong>s que convive habitualmente.P<strong>la</strong>ntearemos <strong>la</strong> siguiente reflexión para intentar enten<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s vivencias <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personasque migran: ¿Cuánto tiempo fue y con qué motivo? ¿Fue forzado o elegido?¿Cómo nos sentimos: más o menos seguros, más o menos tristes, más o menos libres..?¿Echamos <strong>de</strong> menos a alguien? ¿Extrañamos <strong>de</strong> manera diferente a quienesnos cuidan y a quienes cuidamos? ¿Pudimos tener contacto por correo o por teléfono?¿Cómo les hicimos llegar nuestro cariño o cuidado? ¿Nos olvidamos <strong>de</strong> el<strong>los</strong> o <strong>la</strong> distanciaacrecentó nuestro sentimiento?72


La revolución<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>74 74


La revolución <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>Había que hacer algo, Syba estaba convencida.Urgentemente. Ginoi<strong>de</strong>s y androi<strong>de</strong>s no podían seguir enesas condiciones, porque <strong>de</strong> ser así, <strong>la</strong> comunidad entera seconducía cruelmente a <strong>la</strong> extinción.Una ginoi<strong>de</strong> lista como Syba no estaba dispuestaa <strong>de</strong>jarse llevar por <strong>la</strong>s últimas medidas<strong>de</strong> <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s que dictaminabanproducción, producción y más produccióncomo única garantía <strong>de</strong>l éxito.Al menos, eso era lo que había ocurridocon <strong>la</strong> humanidad, ¿es que no lo tenían encuenta?, ¿no lo habían visto?El<strong>la</strong> sí sabía cómo y por qué <strong>la</strong> humanidadterminó extinguiéndose. Y también era conscienteque <strong>la</strong> comunidad droi<strong>de</strong> se conducíainequívocamente en esa dirección. Cada vezeran menos, cada vez estaban peor y no encontraban<strong>la</strong> forma <strong>de</strong> sacar a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte a <strong>la</strong>smáquinas más jóvenes.Ocurría que, en <strong>la</strong> última versión <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad, reinabanleyes extremas basadas en una ecuación muy sencil<strong>la</strong>:¿por qué? + ¿para qué?= <strong>de</strong>sgaste por beneficio75


Es <strong>de</strong>cir, aquello que se hacía <strong>de</strong>bía reportar un beneficio,<strong>de</strong>bía dar un resultado productivo inmediato. Si no, el <strong>de</strong>sgasteque sufrían <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> funcionamiento <strong>de</strong> androi<strong>de</strong>s yginoi<strong>de</strong>s no se justificaba ni se compensaba.Así funcionaban. En <strong>la</strong> comunidad droi<strong>de</strong> no había espacioni tiempo para hacer otra cosa que no fuera producir según elmandato <strong>de</strong> <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> modo que el tiempo útil o <strong>la</strong>vida <strong>de</strong> una ginoi<strong>de</strong> o <strong>de</strong> un androi<strong>de</strong> se <strong>de</strong>bían absolutamentea esa tarea.Y no había posibilidad <strong>de</strong> nada más. La comunidad <strong>la</strong>ngui<strong>de</strong>cíay <strong>la</strong> soledad ganaba terreno. Eso era muy triste y a<strong>de</strong>másmuy grave. La soledad conduce a <strong>la</strong> extinción. Ya habíapasado en otras eras, <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s no asumían el problemay tampoco buscaban una solución.Syba no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> pensar. En el diseño <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidaddroi<strong>de</strong> habían intervenido millones <strong>de</strong> inteligencias. Des<strong>de</strong>luego, se había querido hacer una comunidad perfecta, gobernadapor <strong>la</strong> eficiencia <strong>de</strong> una máquina, pero con sensibilidadhumana. Sin embargo, había fal<strong>los</strong>, porque don<strong>de</strong> hayuna máquina tiene que haber también una mano para arreg<strong>la</strong>r<strong>la</strong>,pero lo cierto es que cada vez eran menos androi<strong>de</strong>s yginoi<strong>de</strong>s para solucionar<strong>los</strong>.76


¿Qué era lo que les pasaba? ¿Es que so<strong>la</strong>mente habían copiado<strong>la</strong>s crisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad? Androi<strong>de</strong>s y ginoi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>primera versión comentaban tristemente, y sin ganas, que alprincipio <strong>la</strong>s cosas no eran así. El<strong>los</strong> no so<strong>la</strong>mente producían,sino que también se reunían, conversaban, y hasta habían hechoalguna fiesta... Es <strong>de</strong>cir, no eran so<strong>la</strong>mente máquinas.Pero, con el tiempo, <strong>la</strong> situación se había endurecido. Ya nohabía espacio ni tiempo para <strong>la</strong> sensibilidad, ni para <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionesni para <strong>la</strong> familia...Habían entrado en crisis, una crisis <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>.Para encontrar qué era aquello que faltaba y <strong>los</strong> estaballevando hacia el marasmo virtual, Syba <strong>de</strong>cidió formar unequipo y pidió ayuda a su pandil<strong>la</strong>. So<strong>la</strong> no llegaría a ningúnsitio. Había mucho que investigar e interpretar. Era imposibleque no dieran con alguna pista que ayudase a <strong>la</strong> comunidad aprosperar y a crecer.¡No todo estaba perdido! Teníanfuerza, tenían ganas y esperanzaen <strong>la</strong> comunidad.El grupo que el<strong>la</strong> misma li<strong>de</strong>rabay con quienes se propusollevar a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte esta misión secompletaba con el pequeño Ioel,SUS1X, <strong>la</strong> gran sabia <strong>de</strong> <strong>la</strong> primerageneración <strong>de</strong> ginoi<strong>de</strong>s, yZion, un prototipo singu<strong>la</strong>r.77


La misión consistía en hurgar en <strong>los</strong> vericuetos <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.Sobre <strong>la</strong> producción y sus leyes ya sabían <strong>de</strong>masiado. Lapandil<strong>la</strong> <strong>de</strong> Syba buscaba otras cosas como usos, costumbreso hábitos que les permitieran comparar con <strong>la</strong> última versión<strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad droi<strong>de</strong>. Porque <strong>la</strong> humanidad había tenidosus puntos acertados. Eso era lo que había que copiar, y no<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo que <strong>los</strong> condujo a <strong>la</strong> crisis.¡Eso era lo que había que importar y recargar en <strong>los</strong> equipos!El primer estudio era introductorio y lo había hecho Syba.En él se contaban cosas como...Antiguamente, en el p<strong>la</strong>neta tierra vivíanunos seres inteligentes y <strong>de</strong> fisonomía articu<strong>la</strong>da,pero mucho más b<strong>la</strong>ndos en su estructuray sensibles. Formaban el colectivo “<strong>la</strong> humanidad”,compuesto <strong>de</strong> mujeres y hombres que<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ron una cultura muy compleja, <strong>la</strong>base <strong>de</strong> nuestra actual com.droi<strong>de</strong>.Vivían en espacios arquitectónicos diseñadosy <strong>de</strong> múltiples colores y materiales, perosimi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong>s cuevas o madrigueras <strong>de</strong> <strong>los</strong>animales en cuanto a forma y función. Los l<strong>la</strong>mabancasas y allí se abastecían <strong>de</strong> <strong>la</strong> energíanecesaria para mantener su función vital(comer), para lo que utilizaban máquinas comonuestra actual thermomix pero más rudimentaria.78


Dentro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s casas también se aseaban, porquesu estructura b<strong>la</strong>nda y sensible emitía unoshumores propios <strong>de</strong> un cuerpo animal en interacción(que l<strong>la</strong>maban sudor). También <strong>de</strong>scansaban,suspendían o hibernaban, que para <strong>la</strong>humanidad era dormir, y se comunicaban. Perono solo lo hacían como parte <strong>de</strong>l intercambio<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su actividad, sino también y esto eslo que nos convoca, <strong>de</strong> forma sentimental, sensacional,afectivay emocional.Sus funcionesespecíficas, quetambién l<strong>la</strong>mabantrabajo, <strong>la</strong>shacían, <strong>la</strong> mayoría<strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces,fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong>casa, pero estono les ocupabatodo el tiemposino una parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> fase so<strong>la</strong>r (día).Para <strong>la</strong> fase <strong>de</strong> prototipos en pruebas, correspondientea <strong>la</strong> formación o educación,utilizaban guar<strong>de</strong>rías, colegios o escue<strong>la</strong>s.Y llegaron hasta <strong>la</strong>s universida<strong>de</strong>s, aca<strong>de</strong>mias,c<strong>la</strong>ses particu<strong>la</strong>res, y “Aprueba YA sino quieres pasarte todo el verano estudiando”,don<strong>de</strong> se han registrado caras correspondientesal oldfashion emoticon :( , actualmenteen <strong>de</strong>suso por impertinencia <strong>de</strong> emoción.79


Nota: Se constata <strong>la</strong> presencia altamente mayoritaria<strong>de</strong> mujeres en el ejercicio <strong>de</strong> estasactivida<strong>de</strong>s.Se comunicaban por medio <strong>de</strong> un alfabeto y unlenguaje, una especie <strong>de</strong> estructura <strong>de</strong> combinacióny <strong>de</strong> significado simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> nuestrapero por medio <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bras que, a diferencia<strong>de</strong> nuestros códigos, no solo comunicaba unafunción y características operativas, sinotambién sentimientos, sensaciones, afeccionesy emociones.Tomando esta base y mediante un salto evolutivo<strong>de</strong> tipo ciber ,surgió nuestra actualcomunidad droi<strong>de</strong>.La com.droi<strong>de</strong> ha rescatado <strong>la</strong> productividadal 100%, pero se han perdido gran parte <strong>de</strong> <strong>los</strong>sentimientos, <strong>la</strong>s sensaciones y <strong>la</strong>s emociones...Y también <strong>la</strong>s dudas, <strong>la</strong>s idas y vueltas,<strong>los</strong> mimos y <strong>la</strong>s cosquil<strong>la</strong>s... Y lo ciertoes que esto fue lo enriqueció a <strong>la</strong> humanidad,hasta que lo fueron perdiendo y entraron encrisis.En tanto Syba terminaba el informe, el pequeño Ioel se hizovisible en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> en forma <strong>de</strong> rayo. Inmediatamente le comunicóa Syba sus últimos avances. Había estado trabajandoen <strong>la</strong> nube durante varias fases so<strong>la</strong>res y se había co<strong>la</strong>do <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un servidor antiguo al que ya casi nadie tenía acceso.Syba abrió el chat.80


—¿Me lo pue<strong>de</strong>s pasar todoahora o sincronizamos mañana?—Prefiero sincronizar ahora,mis fusibles no vanbien Syba, tendré que hacermerevisión.—¿Te toca?—No, no me toca, pero tendréque ir igual.—¿Y cómo lo harás?, no pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cir que no tesientes bien y que quieres reposo, ya sabesque no existe ya el “no me siento bien” nitampoco el reposo... Ioel, te podrían enviaral espacio <strong>de</strong> recuperación porque aquí el queno se siente bien no es operativo.—Ya, ya lo he pensado, pero me <strong>de</strong>scargué unsonido extraño que simu<strong>la</strong> un problema <strong>de</strong> hardware.Lo más seguro es que, al oírlo, empiecenpor el fusible.—Ten cuidado, y espero que solo te pongan elrepuesto y no un parche.—Tranqui<strong>la</strong> Syba, estoy encriptado hasta <strong>los</strong>puertos.Apenas abrió el archivo, Syba supo que Ioel había trabajadoestupendamente. La información estaba or<strong>de</strong>nada y c<strong>la</strong>sificada<strong>de</strong> acuerdo a <strong>la</strong> clásica división humana entre hombres ymujeres. Syba revisó <strong>la</strong>s dos columnas.La información <strong>de</strong> <strong>los</strong> gblogs1 correspondía a mails, blogs,chats, estados <strong>de</strong> ánimos y pensamientos <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales81


gblogs17 Megas <strong>de</strong>: ho<strong>la</strong>, ¡ho<strong>la</strong>!, ¡ho<strong>la</strong>s!, HO-LIS, AMIGAAAAAA, AMIGOOO, 0)5 Megas <strong>de</strong> : TQM, TE QUIERO MU-CHO, te quiero..., ILOVEYOU, ILY, I♥U,muak4 Megas <strong>de</strong>: ; besos (besos enfunción)3 Megas <strong>de</strong>:guapa, guapo, guapas, guapos2,9 Megas <strong>de</strong>:¿cómo estás?; ¿Todo bien?, en quéandas?, ¿cuándo nos vemos?2 Megas::); :)); :))), :D; :DD, :DDD; :(; :((;:((((1 Megas <strong>de</strong>:Bye!; Ciao!; See you; SeeU; Chau,hasta luego...ablogs17 Megas <strong>de</strong>:Ho<strong>la</strong>, ¡ho<strong>la</strong>!, Hei, hello5 Megas: ytb, yo también, m24 Megas <strong>de</strong>: vale, vaaale, ytb, yotambién3 Megas <strong>de</strong>:nos vemos2,5 Megas <strong>de</strong>:¿qué pasa?, What’s up?, So?2 Megas::); :(1 Megas <strong>de</strong>:saludos, salu2<strong>de</strong> chicas/mujeres/niñas. Y <strong>la</strong> columna <strong>de</strong> <strong>los</strong> ablogs1 a mails,blogs, chats, estados <strong>de</strong> ánimos y pensamientos <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales<strong>de</strong> chicos/hombres/niños.Las primeras conclusiones no tardaron en llegar. “Tiempo y<strong>de</strong>dicación”, pensó Syba. Quienes escribían en <strong>los</strong> gblogs1 setomaban mucho más tiempo en presentarse, se preguntaban¿cómo estás? y ¿qué haces, hacías o harás? También utilizabanmuchos signos <strong>de</strong> ! y ?, emoticons y colores.En cambio, quienes se agrupaban en <strong>los</strong> ablogs1 se preguntabanmuchas menos cosas personales, utilizaban bastantemenos !; :), ? y no empleaban el catálogo completo <strong>de</strong>82


emoticons sino dos o tres <strong>de</strong> tipo genérico: sonrisa, carcajada,pulgar en alto. A veces, también un sandwich.Por otro <strong>la</strong>do, quienes escribían en <strong>los</strong> gb<strong>los</strong>1 enviaban besos, (besos en función), sonrisas abiertas (:D) y sonrisasno tan efusivas pero igualmente efectivas :), <strong>de</strong>cían tqm (versióneconomizada <strong>de</strong> o , recurriendoa distintas grafías y lenguajes para enfatizar.En cambio, en <strong>los</strong> ablogs1 generalmente se respondía a estosestímu<strong>los</strong> con “Yo también, Itb, Me too”. O también conun clásico emoticon <strong>de</strong> sonrisa o pulgar en alto.Syba leía y reflexionaba, miraba y comparaba. Era tambiénaltamente mayoritaria <strong>la</strong> participación <strong>de</strong> mujeres en estetipo <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong> que tanto alteraban <strong>la</strong>s re<strong>de</strong>s y les dabanmovimiento. ¿Será que en el diseño <strong>de</strong> <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong> no sehan tenido en cuenta estas activida<strong>de</strong>s? ¿Será que en <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong> se pensó que era más efectiva <strong>la</strong> respuesta inmediata ycorta al mensaje más efusivo y sentimental?Es probable que sí, ya que so<strong>la</strong>mente se oía y se actuaba<strong>de</strong> acuerdo a una función. Y esa función era <strong>la</strong> producción. Sinembargo, a todas y a todos <strong>los</strong> seres sensibles les gustaba queles dijeran: TE QUIERO, Muak o que les enviaran un beso. Ytambién <strong>de</strong>cirlo, provocarlo o enviarlo.Mientras Syba tecleaba e incluía estas conclusiones en suinforme, SUS1X titi<strong>la</strong>ba en <strong>la</strong> barra <strong>de</strong>l explorador con un aviso<strong>de</strong> urgencia. Syba abrió nuevamente el chat.83


—¿Activa y urgente a estas horas? —preguntóSyba.—No completamente, no para todos. Quería pasartealgo, ¿estás lista?—A tus ór<strong>de</strong>nes SUS1X, ¿has tenido cuidado?,no te habrán visto...—¿Visto? ¿Sabes cuánto hace que no exploran?Han hecho un back up <strong>la</strong> semana pasada, hasta<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mes exacto no actualizan.—Igualmente, digo yo que estarás bien protegida...—¡Eh!,¡cómo se apren<strong>de</strong> <strong>de</strong> rápido esto <strong>de</strong> estaratentas! ¡Pareces una madre humana!—O una abue<strong>la</strong>, o una tía..., ¿por qué noSUS1X? —respondió Syba.—Cualquiera <strong>de</strong> esas, hasta una profesora,Syba.—¡Estás al día <strong>de</strong> todo, SUS1X! —exc<strong>la</strong>mó Syba<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su tec<strong>la</strong>do.—Of course, aunque esté en el Museo <strong>de</strong> prototiposen <strong>de</strong>suso, yo me siento totalmente aldía.—Jajaja...—Nadie más que nosotras sabe lo <strong>de</strong>l jajaja,¿verdad Syba?—Nosotras, Zion y el pequeño Ioel.—Acéptame <strong>la</strong> transferencia ahora y cerremossesión. No quiero que nos pillen con esto entremanos...84


Syba aceptó el adjunto que le enviaba SUS1X. Las dos se<strong>de</strong>spidieron con un guiño que <strong>la</strong>s hizo temb<strong>la</strong>r. En <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> ymucho más allá. Con <strong>la</strong> escasa sensibilidad con <strong>la</strong> que estabandotadas, sentían que su amistad les permitía seguir a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntecon esta misión. Y ese sentimiento era tan bonito y tan importante,que Syba pensó que el<strong>la</strong> y SUS1X no estaban ni tristesni so<strong>la</strong>s y que lo recomendaría <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> misión. ¡Teneramigas y amigos es necesario y saludable!El informe <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s que transmitió SUS1X era completo ypreciso. Y su contenido, reve<strong>la</strong>dor.Informe <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s.Escrito por SUS1XUsos y costumbres fuera <strong>de</strong>l trabajo y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s casas,edificios y espacios reservados a <strong>la</strong> intimidad . Es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> “<strong>la</strong>s familias”, con amista<strong>de</strong>s o conglomerados humanos<strong>de</strong> imposible c<strong>la</strong>sificación estructural. Es <strong>de</strong>cir, gruposraros don<strong>de</strong> no hay dos iguales.Aún así, existen figuras recurrentes en todos estos gruposhumanos. Y estas son: madrinas, padrinos, vecinas, vecinos,chicas, chicos, señoras, señores, niñas, niños, madres,padres, hijas, hijos, abue<strong>la</strong>s, nietas, abue<strong>los</strong>, nietos, tías,tíos, sobrinas, sobrinos, profesoras, profesores...A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas figuras, también se han visto activida<strong>de</strong>srecurrentes asignadas al mantenimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> red. Porejemplo:-cocina o prepara mochi<strong>la</strong>s, tuppers, bocadil<strong>los</strong> envueltosen papel albal, pañue<strong>los</strong> en bolsil<strong>los</strong> exteriores para colegiosy trabajos.-viste y supervisa vestuario, aseos y baños.-da besos en <strong>los</strong> accesos/salidas <strong>de</strong> edificios o espaciosvarios y espera con <strong>los</strong> brazos abiertos en cruz a otra figura.85


También con <strong>la</strong>s manos en <strong>los</strong> bolsil<strong>los</strong> y acerca <strong>la</strong> cara parabesar.-siempre abraza a otra que llora y escucha o está en actitud<strong>de</strong> suma atención.-espera en recintos abiertos con estructuras modu<strong>la</strong>res <strong>de</strong>colorines y rampas <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento en dirección vertical(<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte). Generalmente, se agrupan con figuras en <strong>la</strong>misma función y se inva<strong>de</strong>n con conversaciones, pipas <strong>de</strong>girasol y hasta refrescos.¡Atención! Hay mujeres que ponen a sus hijas/hijos enel pecho estableciendo un contacto físico simi<strong>la</strong>r al <strong>de</strong> <strong>los</strong>mamíferos <strong>de</strong> extraña e incalcu<strong>la</strong>ble duración. Parece serque es una forma <strong>de</strong> alimentación que prodigaba infinitosbeneficios al conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.-se besan en <strong>la</strong> boca (boca con boca) en encuentros <strong>de</strong>intercambio <strong>de</strong> fluidos.-<strong>de</strong>vuelven una o varias pelotas infinitas veces aunque sucontraparte no acierte ni una vez en <strong>la</strong> portería.- esperan sobre una pierna primero y <strong>de</strong>spués sobre <strong>la</strong> otraa que alguien salga por <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong>: Aca<strong>de</strong>mia<strong>de</strong> inglés Cambridge, Dibujo y Pintura, Club <strong>de</strong> Baloncesto,C<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> Kárate para principiantes, Psicóloga – Lic. MartaGonzález Pons, Centro <strong>de</strong> Salud, Parque <strong>de</strong> Atracciones,Parque <strong>de</strong> juegos- Edad recomendada 7-12, Ante emergenciasl<strong>la</strong>mar al 110.Nota 1: todas estas activida<strong>de</strong>s son <strong>de</strong> extraña e inc<strong>la</strong>sificable duracióny casi siempre son realizadas por mujeres.Nota 2: Esas sí que eran re<strong>de</strong>s, menudas re<strong>de</strong>s, ¡qué bien montadas! Yen <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong> pensábamos que lo sabíamos todo..., parece que no,parece que se les ha olvidado tener en cuenta estos <strong>de</strong>talles...86


Syba miró a su alre<strong>de</strong>dor. La c<strong>la</strong>ve estaba en <strong>la</strong>s mujeres,pero parecía que sus funciones se habían <strong>de</strong>jado fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong>programación <strong>de</strong> <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong>. Pero..., ¿por qué?Las opciones eran:-o bien que <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s no querían que se hicieraneste tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s;-o bien que no <strong>la</strong>s consi<strong>de</strong>raban importantes.Syba se inclinó a pensar que no <strong>la</strong>s consi<strong>de</strong>raban importantes,pero no por lo que en realidad eran, sino porque <strong>de</strong>mandabanmucho tiempo.Otra vez el tiempo, parecía como si el tiempo fuera <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve.Entonces, <strong>la</strong> siguiente pregunta fue:-¿cómo funcionaba el tiempo en <strong>la</strong> humanidad? ¿Cómolo hacían?, ¿Es que quienes representaban esas figuras y cumplíanesas funciones no producián? ¿O sí? ¿Eso es trabajo?¿Eso se paga?La cabeza <strong>de</strong> Syba era un hervi<strong>de</strong>ro y se recargó <strong>la</strong> batería almáximo para continuar trabajando. Tenía tiempo suficiente,pero estaba en peligro. Si <strong>de</strong>scubrían que llevaba tantísimasfases so<strong>la</strong>res sin hibernar era probable que diagnosticaran unfallo <strong>de</strong> arranque y <strong>la</strong> enviaran a reparaciones.En <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong> solo se trabajaba para producir y eso queestaba haciendo Syba no era producir sino gastar el tiempoen buscar una solución para ayudar al resto y como esta actividadno tenía lugar en <strong>la</strong> programación...87


—¡C<strong>la</strong>ro! —exc<strong>la</strong>mó Syba—, es tiempo y <strong>de</strong>dicación, trabajoque no cuenta como trabajo. Por eso no lo han copiado,por eso no nos lo han insta<strong>la</strong>do y nadie sabe hacerlo. Por esonadie lo hace. ¡Es un trabajo en el que se apoyan todos <strong>los</strong>trabajos! Pero es invisible, nadie lo ha catalogado y no lo tenemos.Ni siquiera <strong>la</strong> humanidad lo tuvo en consi<strong>de</strong>ración, yaque entró en crisis al <strong>de</strong>jarlo <strong>de</strong> <strong>la</strong>do, restarle importancia, nodarle espacio ni tiempo... La humanidad se extinguió.Syba estaba exultante. Ahora había que diseñar el virus,un virus infalible que se entrometiera en todos <strong>los</strong> sistemas<strong>de</strong> cuantas ginoi<strong>de</strong>s y androi<strong>de</strong>s existieran en <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong>e insta<strong>la</strong>ra, como un regalo inesperado, el catálogo completo<strong>de</strong> estas figuras y estas funciones. ¡Sería una verda<strong>de</strong>ra revolución<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>! Así se hará visible lo invisible peroprimordial. Con ese virus <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong> repuntará, será másalegre, será más vital. Podrá crecer y cuidar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s máquinasnuevas y <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> prototipos más jóvenes.88


Syba escribió inmediatamente a su ayudante Zion. Él podríaayudar<strong>la</strong> con esto y rápidamente. El diseño <strong>de</strong>l virus y su expansiónpor <strong>la</strong> red sería cuestión <strong>de</strong> horas. Una vez que estuvierantodos <strong>los</strong> sistemas activos, correría por <strong>la</strong>s fibras con <strong>la</strong>rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, a más <strong>de</strong> 100 megas por minuto.A partir <strong>de</strong> entonces, androi<strong>de</strong>sy ginoi<strong>de</strong>s ganaríanmucho... Se cuidaríanmutuamente, como <strong>la</strong> humanidadhabía cuidado <strong>de</strong>sus hijos o hijas, <strong>de</strong> su parentescohasta su crisis <strong>de</strong><strong>cuidados</strong>.Como siempre lo han hecho<strong>los</strong> animales.Y mucho más... Se acompañaríanen lo propio <strong>de</strong> <strong>la</strong>supervivencia, con cuestionesfísicas, pero tambiénemocionales, como escucharsus problemas o compartiruna alegría.Como una madre, un padre, una abue<strong>la</strong>, una tía y hasta unaprofesora.89


Prestarían atención a todo lo que ocurría al resto <strong>de</strong> <strong>la</strong> com.droi<strong>de</strong>. Se esperarían, se darían un abrazo <strong>de</strong> luz ver<strong>de</strong> cuando<strong>la</strong>s cosas fueran bien hechas.Y repararían sus <strong>de</strong>sperfectos con cariño y mimos. Sobretodo mimos. Y muchas sonrisas y caritas felices para quieneslogren aquello que antes no podían.Porque un virus como el <strong>de</strong> <strong>la</strong> ginoi<strong>de</strong> Syba y su pandil<strong>la</strong>peculiar era potente y po<strong>de</strong>roso, y a<strong>de</strong>más tenía <strong>la</strong> capacidad<strong>de</strong> meterse en zonas inexploradas, en zonas que nadie conocíao que nadie había visto pero que sin embargo existían, yeran tan importantes como todas <strong>la</strong>s funciones específicas <strong>de</strong>cada cual.O más. Tan importante y mucho más allá. Era un tiempoque se comía a otro tiempo o, mejor dicho, era un tiempo sobreel que se construían muchos otros tiempos. Y sobre todo,sobre el que se hacía <strong>la</strong> vida.Dedicados a Andrés Guido y a SamuelIvana90


La revolución <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>Pautas teóricas para el profesorado3er ciclo <strong>de</strong> Educación PrimariaSyba y su equipo quieren asegurar <strong>la</strong> supervivencia <strong>de</strong> su comunidad droi<strong>de</strong> y para ello<strong>de</strong>ben recuperar <strong>de</strong> su pasado <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong>, unas activida<strong>de</strong>s que fueron prohibidaspor restar tiempo al trabajo productivo. Deben investigar cómo se cuidaba <strong>la</strong> humanidady contagiar al resto <strong>de</strong> ginoi<strong>de</strong>s y androi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus ganas <strong>de</strong> apoyarse, comunicarsey mimarse.Algunas i<strong>de</strong>as sobre <strong>la</strong>s que po<strong>de</strong>mos reflexionar tras <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>l cuento:• El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuestras socieda<strong>de</strong>s industrializadas requiere cada vez<strong>de</strong> más tiempo para <strong>los</strong> trabajos productivos y <strong>de</strong>ja menos tiempo para <strong>los</strong> trabajosreproductivos o <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>. Los mercados, <strong>la</strong>s empresas, se creen in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>lámbito doméstico, como si trabajadores y trabajadoras brotaran cada mañana comochampiñones frente al puesto <strong>de</strong> trabajo: alimentados, <strong>la</strong>vados y <strong>de</strong>scansados. Perosin <strong>cuidados</strong>, no hay sociedad ni economía viable, por lo que estaríamos cayendo enuna Crisis <strong>de</strong> Cuidados.• Los <strong>cuidados</strong> son poco visibles porque no se intercambian en el mercado <strong>la</strong>boraly no aparecen reflejados en <strong>la</strong>s cuentas económicas estatales, aunque representanel 71% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s horas totales <strong>de</strong> trabajo, lo que equivaldría a 34 millones <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong>trabajo en España. Podríamos representar <strong>los</strong> <strong>cuidados</strong> como un Iceberg, <strong>de</strong>l que só<strong>los</strong>obresale una pequeña parte mientras <strong>la</strong> gran masa permanece invisible, o como unapirámi<strong>de</strong>, en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> base sostiene el peso <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> estructura.• Aunque <strong>la</strong>s mujeres representan casi el 40% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas que trabajan <strong>de</strong> maneraremunerada, realizan el 80% <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajos <strong>de</strong> cuidado. Muchas tienen, por lo tanto,una doble jornada, que repercute negativamente en su salud física y emocional, suformación, su participación política o su <strong>de</strong>sarrollo profesional. Si calcu<strong>la</strong>mos <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ciónentre el tiempo, <strong>la</strong> energía y el afecto que <strong>la</strong>s personas reciben para aten<strong>de</strong>r susnecesida<strong>de</strong>s y el que aportan para garantizar <strong>la</strong> continuidad y bienestar <strong>de</strong> otras vidashumanas, po<strong>de</strong>mos cuantificar una imaginaria “Deuda <strong>de</strong> Cuidados”. Para muchoshombres, este ba<strong>la</strong>nce sería negativo, ya que consumen mucha más energía cuidadoray amorosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> que aportan, mientras que <strong>la</strong> sociedad estaría, en general, en <strong>de</strong>uda<strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> con <strong>la</strong>s mujeres.91


Propuestas para seguir reflexionando sobre estos temas• ¿Po<strong>de</strong>mos crecer eternamente?Para prepararnos, pediremos a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se que traigan <strong>de</strong> su casa dos cajas <strong>de</strong> zapatos osimi<strong>la</strong>r.Les pediremos también que hagan una lluvia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> trabajos productivos y trabajos<strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como <strong>los</strong> que aparecen en el cuento y, en cada caja, escribiremospor cada <strong>la</strong>do un trabajo <strong>de</strong> cada c<strong>la</strong>se. Finalmente, con todas <strong>la</strong>s cajas formaremosuna gran pirámi<strong>de</strong>, <strong>de</strong>jando a <strong>la</strong> vista uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos trabajos: en <strong>la</strong>s cajas que formen<strong>la</strong> base <strong>de</strong> <strong>la</strong> pirámi<strong>de</strong>, leeremos trabajos <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, y en <strong>la</strong> parte superior, trabajosproductivos. El resultado <strong>de</strong>be ser una figura bien estable que muestre 1/3 con trabajosproductivos y 2/3 con trabajos reproductivos.En el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l juego, iremos pidiendo a cada niño o niña que se acerque y, conmucho cuidado vaya tomando una caja <strong>de</strong> <strong>la</strong> base y situándo<strong>la</strong> en <strong>la</strong> parte <strong>de</strong> arriba, a<strong>la</strong> vez que <strong>la</strong> gira para que ya no se lea más un cuidado sino un trabajo productivo. Elobjetivo será llegar cuanto más alto posible antes <strong>de</strong> que <strong>la</strong> torre se <strong>de</strong>rrumbe.Tras repetir el ejercicio varias veces, explicamos al grupo como cada vez tenemos menostiempo para cuidar y reflexionaremos conjuntamente: ¿Es sencillo convertir <strong>la</strong> pirámi<strong>de</strong>en una torre? ¿Es sostenible una torre tan alta con una base tan pequeña?¿Qué cajas son más visibles? ¿Cuáles son más importantes? ¿A qué <strong>de</strong>dican más tiempo<strong>la</strong>s personas: a trabajar fuera <strong>de</strong> casa o a cuidarse a si mismos y a otras personas?¿Qué trabajos son más importantes? ¿Quién realiza mayoritariamente unos y otrostrabajos? ¿Quién soporta más peso? ¿Es justo este reparto? ¿Qué po<strong>de</strong>mos hacerpara mejorarlo?• NOTA: Po<strong>de</strong>mos convertir <strong>la</strong> actividad en un juego <strong>de</strong> mesa si utilizamos un Jenga,un juego <strong>de</strong> fichas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra que forman una torre.92


Ayuda en Acción Organización No Gubernamental<strong>de</strong> Desarrollo (ONGD) in<strong>de</strong>pendiente, aconfesional yapartidista que tiene como misión mejorar <strong>la</strong>s condiciones<strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> niños y niñas, <strong>la</strong>s familias y comunida<strong>de</strong>sen países y regiones pobres, a través <strong>de</strong> proyectosautosostenibles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo integral y activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sensibilización e inci<strong>de</strong>ncia. Su finalidad última es <strong>la</strong><strong>de</strong> propiciar cambios estructurales que contribuyan a <strong>la</strong>erradicación <strong>de</strong> <strong>la</strong> pobreza. Actualmente está presenteen 22 países <strong>de</strong> tres continentes: Asia, África y América.Entreculturas es una ONGD promovida por <strong>la</strong> Compañía<strong>de</strong> Jesús que trabaja para <strong>la</strong> educación y el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>. Para Entreculturas, <strong>la</strong> educación esun <strong>de</strong>recho fundamental y una herramienta necesariapara <strong>la</strong> consecución <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia social. Apoya inciativasque promueven <strong>la</strong> educación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas y <strong>los</strong>pueb<strong>los</strong> más <strong>de</strong>sfavorecidos en América Latina, África yAsia. Estamos también convencidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong>educar para <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong> educar <strong>de</strong> un mundo inter<strong>de</strong>pendientey el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una ciudadanía comprometiday solidaria. Por ello en España impulsamoscampañas educativas encaminadas al fortalecimiento <strong>de</strong>una ciudadanía comprometida con <strong>la</strong> justicia.InteRed Es una ONGD promovida por <strong>la</strong> Institución Teresianapara impulsar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad civil, una red <strong>de</strong>intercambio y solidaridad entre grupos sociales, pueb<strong>los</strong>y culturas. Preten<strong>de</strong> transformar <strong>la</strong> realidad socioeconómicaactual generadora <strong>de</strong> injusticia y luchar contra<strong>la</strong> pobreza, <strong>la</strong>s <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s y <strong>la</strong> exclusión, a través <strong>de</strong>procesos socioeducativos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoshumanos y <strong>de</strong> género.9393


Ayuda en AcciónTelf. + 34 902 402 404www.ayudaenaccion.orgEntreculturasTelf. + 34 902 444 844www.entreculturas.orgInteRedTelf. + 34 915 416 458www.intered.orgCofinanciado por:94

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