Revista Sociales - Marzo 2012 - Nº 13 - Diputación de Valladolid

LA VOZ del aulanos interesasexualidad positiva, en la que se dé la mismaimportancia a todo tipo de contactos y caricias,donde todo tipo de contacto sexual tenga laconnotación de poder producir placer y loscontactos y caricias lleguen más allá de lagenitalidad. Como decía mi profesor Félix Lópezen una de sus clases, hay que hacer un recorridoturístico por aquellas zonas corporales que nose suelen visitar. De la misma manera que hacerturismo por otras zonas siempre nos aporta algoy nos proporciona cierto nivel de placer subjetivo,también contactar con otras zonas del cuerpopuede resultar muy placentero. Generalmente,se considera que lo único necesario para tenerrelaciones sexuales es la penetración y loscontactos y juegos que se llevan a caboinicialmente solo son su antesala. Esta creencialleva a que las personas mayores piensenque, como ya no pueden tener relaciones con penetración, ya se ha terminado lasexualidad. Pero no debemos olvidar que tenemos cinco sentidos, que son muyimportantes en la sexualidad, y que con cada uno de ellos podemos potenciar lasexualidad en la pareja y, de esta forma, no caer en la monotonía, ya que normalmentese tiende a realizar el mismo tipo de prácticas sexuales. Por lo tanto, se puedenintroducir pequeños cambios que hagan que las relaciones no se conviertan enaburridas y monótonas. Tampoco se debe olvidar, en este sentido, la importancia dela higiene personal y el auto-cuidado.Además, en estas personas lo realmente importante va más lejos de todo esto.La sexualidad en las personas mayores es más tranquila, disfrutan más de losdiferentes contactos afectivos que la otra persona le muestra. La experiencia lesha dado el valor de poder disfrutar de otras muchas maneras con una mayorcalidad y un mayor conocimiento entre ellos, y esto es lo que caracteriza susexualidad. Una sexualidad donde los besos y las caricias toman un gran peso,donde la sexualidad va modificándose y transformándose a la vez que van creciendoy adquiriendo sabiduría y donde los contactos sexuales en sí toman menorimportancia y, sin embargo, los afectos se valoran mucho más.Ana Rueda LozanoProfesional en prácticas del Máster en Psicogerontología. Universidad de Salamanca.24