13.07.2015 Views

Querida y elaborada Sociedad violenta…

Querida y elaborada Sociedad violenta…

Querida y elaborada Sociedad violenta…

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Antonio González ArenasCriminólogo.Las conductas delictivas y antisociales, en muchas ocasiones son unaconsecuencia del estilo de socialización que el sujeto ha recibido a lo largo de su vida.A pesar de que, sobre todo en el caso de los comportamientos agresivos, se reconoce laexistencia de factores relacionados con el temperamento de los sujetos, y que están encierta medida genéticamente determinados, actualmente se considera que estos factorespueden influir en estas conductas sólo si los diversos contextos de socialización,principalmente el familiar, presentan una serie de características que potencian estasrespuestas agresivas y violentas. (por ejemplo los programas de televisión violentos olos video juegos violentos tenderán en mayor medida a formar aptitudes ycomportamientos agresivos en aquellos niños que tengan una predisposición violentapor sus características genéticas y, en cambio, no producirán dicho efecto en niños conmayor tolerancia al estrés y menor predisposición violenta).La familia es el núcleo básico donde el niño recibe sus primeras impresionesafectivas, impresiones que configurarán más tarde su actitud y modo de entender lavida, su personalidad, la calidad de sus relaciones con los demás y su seguridad oinseguridad emocional ante el mundo. Así pues, como primer grupo de referencia, seconvierte en un punto central de atención ya que puede ser fuente de modelos agresivos.De tal manera que la agresión persistente puede originarse como resultado del modeladode la violencia y su refuerzo: observando continuos conflictos familiares, potenciandolos intercambios agresivos entre padres e hijos, y siendo testigos de la violencia en elseno familiar y en el ambiente.Entre los factores familiares se destacan (Serrano, 1998; Sanmartín et al., 1998;Berkowitz, 1996; Kazdin y Buela, 1994; Junger-Tas, 1994):• Interacciones entre padres e hijos que van moldeando la conducta agresivamediante las consecuencias reforzantes inherentes a su conducta.• El tipo de disciplina a que se les someta. Se ha demostrado que una combinaciónde disciplinas relajadas y poco exigentes con actitudes hostiles por parte deambos padres fomentan el comportamiento agresivo en los hijos.• La incongruencia en el comportamiento de los padres. Ocurre cuando los padresdesaprueban la agresión y, cuando ésta ocurre, la castigan con su propia agresiónfísica o amenazan al niño. ¿No resulta contradictorio castigar la agresividad conagresividad? Otra forma en que suele expresarse la incongruencia es cuando anteel comportamiento agresivo del niño, unas veces es castigado y otras ignorado(lo que llamamos ‘reforzamiento intermitente’), o bien cuando uno de los padreslo aprueba y el otro lo desaprueba. En ambas situaciones, al niño no se le estándando pautas claras de conducta, no sabe qué puede y qué no puede hacer, por loque puede experimentar una sensación de incoherencia al carecer de estructurassólidas que le sirvan de marco de referencia.• Las relaciones deterioradas entre los propios padres. Los padres de jóvenesagresivos no sólo se caracterizan por la infelicidad, los conflictos y lasagresiones entre ellos, sino que muestran más actitudes hostiles, menoraceptación de sus hijos, y menos afecto y apoyo emocional. Las restriccionesexcesivas que los padres imponen al hijo (del tipo “haz esto -o no hagas estoporquelo digo yo y basta”), sin dar explicaciones o razonar la adopción de laswww.carris.es 4


Antonio González ArenasCriminólogo.mismas; estas situaciones pueden provocar una sensación de opresión quedesemboque en rebeldía y agresión., las prácticas de parentalidad juegan unpapel muy relevante en el desarrollo de estos problemas de conducta. Elambiente más amplio en que el niño vive también puede actuar como unpoderoso reforzador de la conducta agresiva: por ejemplo, si el niño reside en unbarrio donde la agresividad es vista como un atributo muy apreciado.‣ Factores cognitivos y sociales:Los sujetos agresivos no tienen en su repertorio respuestas a situacionesadversas que no sean agresivas, por lo que la conducta agresiva es el resultado de unainadaptación debida a problemas en la codificación de la información que dificulta laelaboración de respuestas alternativas.Presentan déficit de habilidades necesarias para afrontar las situacionesfrustrantes y déficit en habilidades sociales para resolver conflictos. Estos déficit sociocognitivosinciden de manera decisiva y pueden mantener e incluso aumentar lasconductas agresivas.Se establece un círculo que comienza con la siguiente premisa: la conductaagresiva es el resultado del rechazo que sufre un individuo por su grupo social, que lolleva al aislamiento. Ese aislamiento y rechazo excluyen al niño de las experienciasbásicas de interacción social, necesarias para el desarrollo de la competencia social, conlo cual el problema relacional cada vez será mayor (Blackburn, 1993; Walters, 1990;Farrington, 1994a, 1994b; Madina, 1994; Echeburúa, 1994; López et al., 2002; Kazdinet al., 1992; López y Garrido, 2000).‣ Factores orgánicos:Los factores orgánicos (factores hormonales y mecanismos cerebrales) puedeninfluir en la conducta agresiva. Tanto en experimentos realizados con animales como enobservaciones clínicas realizadas en humanos cuyos cerebros han sido dañados porenfermedad o por accidente, se han podido localizar centros en el cerebro(concretamente en mecanismos neurales en el sistema límbico) que están implicados enla producción de conductas agresivas.Estos mecanismos son activados y producen los cambios corporales cuando el individuoexperimenta emociones como rabia, excitación, miedo.‣ Factores de personalidad:Los niños agresores muestran una tendencia significativa hacia el psicoticismo(despreocupación por los demás, gusto por burlarse de los demás y ponerles en ridículo,crueldad e insensibilidad ante los problemas de los demás...). Otra característicadestacada es su alta extraversión, a la que hay que añadir cierta inclinación por el riesgoy las situaciones de peligro.Es preciso llamar la atención sobre uno de los reforzadores más poderosos queexisten para incrementar la probabilidad de ocurrencia de una determinada conducta yque, a veces, pasa inadvertido para los adultos: la atención prestada al niño tras laemisión de la conducta agresiva.www.carris.es 5


Antonio González ArenasCriminólogo.Para algunos niños, es mejor llevarse una reprimenda que pasar desapercibidos;aprenden rápido que la mejor manera de llamar la atención de los adultos es portándosemal.CONCLUSIONES.-Queda un largo camino por recorrer penoso, ingrato, tormentoso y condificultades para conseguir una <strong>Sociedad</strong> respetuosa entre las personas que la integran,dentro del marco de la civilizada convivencia bajo la Justicia, la libertad y absolutorespeto a nuestro prójimo y a sus derechos a vivir en las mismas condiciones quenosotros mismos, recogidas en el catalogo de Derechos Humanos inherentes a nuestracondición de personas.El temperamento impulsivo o violento que algunas personas llevan implícito porfactores genéticos y otros aprendidos se combate con el abrazo altruista del amigo, elconsenso y comprensión es la vía para socializar a nuestros niños y jóvenes en la culturade la paz y la igualdad. NO FOMENTEMOS LA VALENTÍA CABALLERESCA,sino la humildad genuina y la amista incondicional.Por último los comportamientos agresivos e irrespetuosos que derrochangratuitamente y muestran algunos individuos con los demás, en cualquier esfera derelación social (familiar, escolar, laboral) deben ser erradicados, TOLERANCIACERO, mediante la indiferencia y el reproche social, aunque nos cause temor noalabemos o sonriamos sus acciones ni alentemos su fatal y reprochable comportamiento.El reproche debe ser moral y general para conseguir que se sientan solos y busquen ensu repertorio conductual otra forma de actuación ante los demás.LA PALABRA es nuestra mejor arma contra la violencia, por mucho que nosduelan algunas acciones agresivas y antisociales, ya que, toda respuesta violenta generamayor violencia en una escalada exponencial.Bibliográfica recomendada.‣ López, M.J. y Garrido, V. (2001) La necesidad de prevenir e intervenir en ladelincuencia juvenil. Informe Técnico presentado a la Universidad Carlos III deMadrid.‣ Echeburúa, E. (1994) Personalidades violentas. Editorial Pirámide S.A.:Madrid.Serrano Pintado, I (1996). Agresividad Infantil. Madrid: Pirámide.www.carris.es 6

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!