JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVADiego López de Haro a su vez hubo de realizar parecidas operaciones de organizacióny equipami<strong>en</strong>to, si bi<strong>en</strong> no estamos informados sobre <strong>el</strong> desarrollo de la expedicióngallega que dispuso y capitaneó por especial <strong>en</strong>cargo de la Corona.Mi<strong>en</strong>tras se disponía este considerable aparato bélico, bastante disuasivo por sumisma naturaleza, no se descuidaba la vía confid<strong>en</strong>cial y persuasiva. Con este objeto<strong>en</strong>viaba la Reina al Conde de Lemos, a los pocos días de la caída d<strong>el</strong> castillo de Ponferrada,al Lic<strong>en</strong>ciado Álvaro de Yebra, arcediano de Ribas de Sil. Llevaba un m<strong>en</strong>saje que t<strong>en</strong>íaperfectam<strong>en</strong>te fijadas y unidas dos caras: la cordial y apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te compr<strong>en</strong>siva, quepedía explicaciones de hecho tan insólito; y la amarga y am<strong>en</strong>azadora d<strong>el</strong> castigo pordesacato y reb<strong>el</strong>día.La Reina manifestaba que, al <strong>en</strong>terarse, no había podido m<strong>en</strong>os de p<strong>en</strong>sar que <strong>el</strong> Cond<strong>en</strong>unca querría at<strong>en</strong>tar contra la legalidad y lealtad debida a la Corona y que estaría movidotal vez por <strong>el</strong> temor de que otros nobles sus contrincantes (=<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te)int<strong>en</strong>tas<strong>en</strong> algo contra Ponferrada a cuya posesión creía t<strong>en</strong>er derecho. Pero, a r<strong>en</strong>glónseguido, confiaba al m<strong>en</strong>sajero <strong>el</strong> <strong>en</strong>cargo severo de hacer pres<strong>en</strong>te al desapr<strong>en</strong>sivo Condeque, <strong>en</strong> caso de no estar dispuesto a <strong>en</strong>tregar inmediatam<strong>en</strong>te la fortaleza, «que sepa qu<strong>el</strong>a Reyna nuestra Señora y los d<strong>el</strong> su Consejo no han de desimular caso tan feo y que hande mandar proceder contra él y tomar sus villas y fortalezas y bi<strong>en</strong>es como contra personaque cahe <strong>en</strong> mal caso..., y han de mandar juntar las g<strong>en</strong>tes de sus guardas y de susçibdades e yr sobre él, hasta tanto que la dicha villa y fortaleza se le tome; y porque destono pueda pret<strong>en</strong>der ignorancia, se lo <strong>en</strong>vía a desir» (28).10.- LA HORA CRÍTICAA mediados de julio de 1485 todo parecía dispuesto, según se afirmaba <strong>en</strong> la Corte,para <strong>el</strong> asalto a Ponferrada por las tropas de Quintanilla y Acuña. Los Reyes así locomunicaban <strong>en</strong> una nueva serie e misivas firmadas precisam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> día 18 d<strong>el</strong> mismo mes.Se dirigían al Conde de Alba de Aliste, Don Alfonso Enríquez de Guzmán, y a los capitanesg<strong>en</strong>erales Acuña y Quintanilla, confirmándoles sus amplias atribuciones y mandando alas poblaciones d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> que les prestas<strong>en</strong> toda la colaboración solicitada. Entre estascédulas una se dirigía también al reb<strong>el</strong>de Don Rodrigo, por si quería volver atrás de sup<strong>el</strong>igrosa andanza y se decidía a <strong>en</strong>tregar Ponferrada a los Reyes (29).Era la postura oficial y legitimadora. En Ponferrada, por <strong>el</strong> contrario, mandaban loshechos. Y estos decían claram<strong>en</strong>te que <strong>el</strong> Conde de Lemos estaba bi<strong>en</strong> parapetado <strong>en</strong>Ponferrada y no era posible desalojarlo sin graves riesgos. En consecu<strong>en</strong>cia, fue precisoacercarse a él y pactar un armisticio. Son las treguas de cuar<strong>en</strong>ta días, de 31 de julio de1486, suscritas por <strong>el</strong> Conde de Lemos y los repres<strong>en</strong>tantes de la Corona, <strong>el</strong> Gobernador,Alonso de Valderrábano y Alonso de Quintanilla. En <strong>el</strong>las se estipula:-paro de las hostilidades <strong>en</strong>tre las tropas reales y las milicias d<strong>el</strong> Conde de Lemos por unperíodo indefinido, hasta tanto que los Reyes dispongan otra cosa, cambio que no se espera;-garantías a la población para seguir sus actividades y tratos librem<strong>en</strong>te;-se mant<strong>en</strong>drán los pleito- hom<strong>en</strong>ajes y vasallajes correspondi<strong>en</strong>tes a cada parteb<strong>el</strong>igerante, sin admitir tránsfugas de la parte contraria;-se fijará una línea de separación de los cont<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes que estará marcada por <strong>el</strong> ríoBoeza, no pudi<strong>en</strong>do traspasarla, sin la lic<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Conde o d<strong>el</strong> gobernador Valderrábano,desde <strong>el</strong> citado río hacia Ponferrada ni hacia Campo y Barrios de Salas;116<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29
GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...-se constituirán jueces árbitros de los conflictos surgidos durante la tregua,especialm<strong>en</strong>te respecto a los aprovisionami<strong>en</strong>tos de las poblaciones y más <strong>en</strong> particular aPonferrada, a dos caballeros de la tierra;-garantía de los pactantes de mant<strong>en</strong>er los compromisos: por parte de la Corona, de nointerv<strong>en</strong>ir contra <strong>el</strong> Conde de Lemos; por parte de éste, de guardar la fid<strong>el</strong>idad a la Corona (30).El Conde de Lemos estaba por lo tanto imbatido y fuerte <strong>en</strong> los castillos de Ponferrada,durante la primavera de 1486. Fue necesario cambiar de estrategia: dividir las fuerzas d<strong>el</strong>conde reb<strong>el</strong>de y atacarlo <strong>en</strong> varios fr<strong>en</strong>tes. Esta parece haber sido la táctica desde abril de1486. Se acomete al de Lemos <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>. Por otra parte hay innovaciones <strong>en</strong>los mandos de las tropas que rev<strong>el</strong>an un <strong>en</strong>durecimi<strong>en</strong>to de la situación. Al fr<strong>en</strong>te de laexpedición que cerca <strong>el</strong> castillo de Ponferrada. está ahora <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te (30).Fernando de Acuña acosa a los seguidores de Lemos <strong>en</strong> otro reducto: Villafranca. Seprecisan nuevas y frescas tropas y se reclutan <strong>en</strong> los obispados de <strong>Galicia</strong> y León y <strong>en</strong> lasciudades y villas sigui<strong>en</strong>tes: Zamora, Toro, Carrión de los Condes y Sahagún (31).Así se llegó al verano de 1486 sin que las tropas expedicionarias impusies<strong>en</strong> su ley alConde de Lemos. Los Reyes estaban ya de vu<strong>el</strong>ta de su periplo andaluz. Y se dispusierona hacer fr<strong>en</strong>te directam<strong>en</strong>te a la insurrección d<strong>el</strong> Conde de Lemos. Les había llamado conurg<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, incapaz de fr<strong>en</strong>ar a su adversario (32). Por agosto de esteaño los soberanos estaban efectivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Palacios de Valduerna, <strong>en</strong> contacto inmediatocon los problemas d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>.11.- DON RODRIGO SE SOMETELlegó la hora de la r<strong>en</strong>dición para <strong>el</strong> bizarro Conde de Lemos. Ya no podía abrigaresperanzas sobre la codiciada Ponferrada, que acababa de pasar a la Corona. Hubo depres<strong>en</strong>tar sus humildes disculpas que fueron admitidas con tacto y moderación por losReyes que necesitaban más de la paz <strong>en</strong> la zona que de las justicias resonantes. T<strong>en</strong>ía porotra parte sus valedores <strong>en</strong> la Corte. Se excusó de todo lo acontecido afirmando que nohabía t<strong>en</strong>ido otro móvil que <strong>el</strong> de hacer fr<strong>en</strong>te a las desmesuradas ambiciones de sucontrincante <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Insistía <strong>en</strong> que se trataba de una quer<strong>el</strong>la familiar<strong>en</strong>tre hida1gos, que no de un desacato a la autoridad de la Corona .Los Reyes aceptaron las excusas. Pero querían hablar desde <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> fuerte. Don Rodrigo recibiría su v<strong>en</strong>ia previas estas duras condiciones:1.-Dejaría las fortalezas de Ponferrada, Valboa y Sarria <strong>en</strong> poder de García Osorio,tesorero de la iglesia de Astorga.2.-Comparecería <strong>en</strong> la Corte <strong>en</strong> e1 término de 50 días.3.-V<strong>en</strong>dería Ponferrada a los Reyes, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de que le fuese adjudicada, y losSoberanos la quisier<strong>en</strong> recuperar.Proyectiles d<strong>el</strong> castillode Ponferrada. Foto:Alfredo Erias.117<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29