La presencia de los cuerpos sexuados en las aulas - Instituto ...
La presencia de los cuerpos sexuados en las aulas - Instituto ...
La presencia de los cuerpos sexuados en las aulas - Instituto ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Una noche <strong>de</strong> invierno fui a c<strong>en</strong>ar con unas amigas a un restauranteárabe. Allí vimos la actuación <strong>de</strong> una mujer que nos fascinó,ella movía absolutam<strong>en</strong>te todo su cuerpo bailando la “danza <strong>de</strong>lvi<strong>en</strong>tre”. Sin embargo, la actitud <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> hombres quitóbrillo al mom<strong>en</strong>to.El<strong>los</strong> gritaron a la bailarina todo tipo <strong>de</strong> improperios teñidos <strong>de</strong>una gran carga sexual, lo que resultó muy <strong>de</strong>sagradable y viol<strong>en</strong>topara cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> que estábamos allí. Con ese gesto, pudimoscomprobar que el<strong>los</strong> habían interpretado el arte <strong>de</strong> esta mujercomo una “provocación” sexual.Nosotras s<strong>en</strong>timos <strong>de</strong>sprecio por la actitud <strong>de</strong> estos hombres. Una<strong>de</strong> mis amigas llegó a plantear que quizás esta mujer se sometióexcesivam<strong>en</strong>te a <strong>los</strong> gustos <strong>de</strong> el<strong>los</strong> al seguir bailando con tantas<strong>en</strong>sualidad. O sea, <strong>de</strong> alguna manera estaba dici<strong>en</strong>do que ella<strong>de</strong>bía haber parado <strong>de</strong> bailar.Mi<strong>en</strong>tras hablamos, nos dimos cu<strong>en</strong>ta que, <strong>en</strong> realidad, esta mujerera más libre <strong>de</strong> lo que p<strong>en</strong>sábamos, porque fue capaz <strong>de</strong> mant<strong>en</strong>erseconc<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> sus movimi<strong>en</strong>tos, a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos queéstos t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> la mirada <strong>de</strong> estos hombres. Por ello, no queríamosque ella <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> bailar porque eso sería una gran pérdida,sino, simplem<strong>en</strong>te, que el<strong>los</strong> <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> viol<strong>en</strong>tarla (nos).Tomar <strong>en</strong> serio a <strong>las</strong> niñasEsta no es una simple anécdota. ¿Qué ocurre cuando hay unachica jov<strong>en</strong>, con pantalón corto, haci<strong>en</strong>do <strong>de</strong>porte y sudando lacamiseta? Y, ante todo esto, <strong>de</strong>jo <strong>en</strong> el aire esta pregunta: ¿Quéhay que modificar: el cuerpo <strong>de</strong> <strong>las</strong> chicas <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to o esamirada que <strong>las</strong> reduce a un simple objeto?-36-