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Instituto Nacional de la Juventud

Programa Observatorio deJuventud1. Sentido y ObjetivosEn nuestro país numerosas institucionesacadémicas, gubernamentales y de la sociedadcivil realizan investigaciones e intervenciones sobrejuventud. No obstante, la sectorialidad del sectorpúblico, la especialización de las organizacionesprivadas y académicas y la ausencia de un sistemaintegrado de información sobre juventud, que logrehacer dialogar las diversas fuentes, perspectivasteóricas y aportes metodológicos, dificulta unalectura integrada de la situación, posición ycondición de los jóvenes chilenos.Por ello, el Programa Observatorio de Juventud(creado en el año 2003) tiene como objetivo darun salto cualitativo en el conocimiento generadosobre juventud, en la comunicación efectiva deéste y en la promoción de su actualización.Concretamente, se pretende desarrollar unmecanismo institucional que dote de continuidada la prolifera producción de información sobrejuventud chilena, y que integre los conocimientosgenerados desde las distintas instituciones, demanera tal de aportar coherencia al conjunto delas actividades de investigación que se desarrollantanto en el Estado como en el sector privado.Actualmente el Programa Observatorio de Juventudse encuentra alojado en el Departamento deEstudios del Instituto Nacional de la Juventud(INJUV), pero a futuro se espera realizar sutraspaso a un consorcio de organizaciones públicasy privadas.Los Objetivos del Observatorio de Juventudson:• Aportar información y conocimiento actualizado,continuo, oportuno y confiable sobre la realidadjuvenil, en sus dimensiones de inclusión en lossistemas funcionales (situación), prácticas de laactividades:vida cotidiana (condición), producción cultural yorientaciones motivacionales de los y las jóvenes(posición).• Aportar información actualizada, continua,oportuna y confiable sobre la calidad de la ofertainstitucional (normativas, programas e instituciones)dirigida a la población joven.• Sugerir orientaciones de políticas públicasbasadas en el análisis de la información generadasobre juventud.• Analizar la información generada desde unaperspectiva prospectiva que permita establecerlas tendencias que en el futuro adoptaría la juventudde nuestro país.• Identificar temáticas relevantes y contingentesa ser abordadas en materia de juventud.• Promover e integrar la perspectiva de juventuden el Estado.2. Actividades Realizadas por el Observatoriode JuventudEn el tema “Actualización del sistema integradode análisis de la realidad juvenil y la oferta públicade juventud”, se han realizado las siguientesactividades:a) Realización, a través de licitaciones públicasy/o privadas de estudios específicos deprofundización en temáticas juveniles.b) Actualización y difusión del ProgramaGeoreferenciado en Juventud: Injumap II.c) Creación y ejecución del Concurso Nacional detesis Universitarias en juventud (año 2004 y 2005).d) Creación y Producción trimestral de la Revistadel Observatorio de Juventud.En el tema “Generación de redes de informaciónsobre juventud y difusión de la perspectiva dejuventud”, se han realizado las siguientes

a) Realización de Seminarios NacionaleseInternacionales sobre Juventud.b) Realización de encuentros de discusión ydifusión de estudios en juventud (Café-diálogos).c) Creación, fortalecimiento y digitalización delCentro de Documentación del INJUV (CEDOC).La Revista del Observatorio de JuventudEl objetivo de la revista es la discusión sobre lascondiciones, calidad de vida, subjetividad yperspectiva de derecho de los y las jóveneschilenos, así como la profundización y la difusiónde las políticas e intervenciones sociales dirigidosa este sujeto social. En términos generales, larevista analiza temáticamente algún área, aspectoo dimensión de la vida juvenil que está presenteen la agenda pública sobre juventud, proponiendouna lógica de discusión permanente frente al tema.De este modo, la publicación plantea desafíos ydilemas de la política pública haciendo hincapiéen perspectivas futuras relacionadas con la realidadjuvenil.

ÍndicePresentaciónMaría Cristina EscuderoGeneración Mayo de 2006:¿Reivindicando el Ejercicio de la Ciudadanía?Andrea Aravena, Francesca Camelio, Alberto MorenoAcción Colectiva, Demandas y Decisiones:Marco Analítico para la Movilización EstudiantilDaniel Grimaldi T.El Clamor de los DesheredadosOscar Dávila León y Felipe Ghiardo SotoMovidas, Movilizaciones y Movimientos:Etnografía al Movimiento Estudiantil Secundarioen la Quinta RegiónOscar Aguilera R.Participación Juvenil, Cultura y MovimientosRaúl Zarzuri CortesJuventud y Participación Política en el Chile ActualClaudio FuentesLos Hijos del Progreso Mal Distribuidoy de la Crisis de Calidad de la EducaciónDr. Jorge Rojas HernándezLos Movimientos Juveniles en TarapacáCristián Cruces GalarceNormas de Publicación

PresentaciónLas movilizaciones estudiantiles durante abril –mayo de este año, transformaron a los estudiantessecundarios de actores pasivos de la sociedad aagentes de cambio, sobretodo ante los ojos de laopinión pública. Esto, abrió un debate en cuantoa sus niveles y formas de participación einvolucramiento en asuntos públicos, ya seadenominándolos como movimiento social oprotesta organizada. Lograron también, introducirinterrogantes que son necesarias de responder,aunque complejas de resolver, orientadas a buscarlas causas de este “despertar” y la legitimidad desu petitorio.En este sentido, para poder explicar su irrupcióncomo agentes que presionan las estructuraspolíticas y gubernamentales en la consecuciónde un fin, es necesario conocer a esta generaciónde estudiantes en cuanto a sus característicasprincipales y diferenciadoras con respecto a otrasgeneraciones escolares.Las y los jóvenes que hoy cursan estudiossecundarios forman parte de una juventud queha nacido y se ha desarrollado en una sociedaddemocrática, cada vez más globalizada y quefomenta el esfuerzo individual como motor deldesarrollo personal. Su actuar en la sociedad segenera en el convencimiento de un derechodemocrático, pero sin apego ideológico político.Adicionalmente, forman parte de una generacióncon más años de formación escolar y con accesoa mayores niveles de información que en elpasado. Son estos, entre otros estímulos yexigencias, lo que hace a esta generación dejóvenes distinta a las anteriores, lo que repercuteen sus formas de asociarse, influye en la maneracomo participan en la sociedad y se involucranen asuntos públicos. No estamos en presenciade una juventud homogénea, sino que sudiversidad la distingue.La IV Encuesta Nacional de Juventud, realizadapor el INJUV en el 2003, da cuenta de algunascaracterísticas relevantes para conocer mejor aestos nuevos actores sociales. Es así comosabemos que los cerca de un millón de estudiantessecundarios son una generación optimista respectodel futuro de Chile, lo que se grafica en que lamitad de ellos cree que en 5 años el país estarámejor (51%). El optimismo es aún mayor entérminos personales, ya que el 85% piensa queen 5 años más, estará mejor que ahora. Estegrupo etareo está atento a la “calidad” de losservicios que recibe y está más consciente nosólo de sus derechos como ciudadanos, sinotambién de sus derechos como consumidor. Eneste contexto, y como se ha visto a lo largo delas movilizaciones en las cuales han sidoprotagonistas, los estudiantes secundariosexpresan deseos de integración y demanda porservicios de calidad, dentro y con el sistema enel que han crecido.Este optimismo va acompañado de pragmatismo.Al ser consultados las y los jóvenes sobre quées la juventud para ellos, un 45,4% señala quese trata de un periodo donde se toman decisionesvitales. En segundo lugar, un 28,2%, define lajuventud como el momento en el cual se adquierenherramientas para el éxito. En consecuencia, losy las jóvenes de esta generación buscan en formaindependiente su autorrealización, y la selecciónde metas y estilos de vida. A pesar de ello, soncapaces de movilizarse y organizarse paraconvertirse en un agente más eficaz y a su vezplantear temas de igualdad de oportunidades, quepreocupan a todos los chilenos.Por otro lado, su relación con el sistema políticose caracteriza por una decreciente participaciónelectoral, en donde el porcentaje de jóvenesinscritos ha caído sistemáticamente. Muestrantambién una baja identificación con “la política” yuna persistente desconfianza en las institucionespolíticas y sus representantes.Sin embargo, estaban equivocados quienespensaron que las y los jóvenes secundarios noestaban interesados o no eran capaces deintervenir en los asuntos públicos o bien, no sabíancuáles eran los problemas que los afectaban. Porel contrario, estamos ante un grupo etareo queactuará para contribuir a la resolución de susproblemas y en este contexto están dispuestos aconvertirse en actores de su propio desarrollo. Eneste sentido, el tema de la reforma del sistema

educativo puesto sobre la mesa, se condice conque gran parte de las y los jóvenes cree que dela educación que obtengan, depende su futuro.Por ello la calidad de la educación está en elcentro de la mira y es parte importante del petitorioactual.Vistos las y los jóvenes secundarios de la formaantes expuesta, se entiende que las demandasde las y los estudiantes movilizados se materialicena través de peticiones concretas y específicas,pero que incorporan un reclamo de inclusión socialadecuado a través de los mecanismos einstituciones que la sociedad pone al servicio deellos, a pesar de manifestar altos grados dedesconfianza en ellas. Adicionalmente, handemostrado que pueden llegar a tener un nivelde organización capaz de canalizar demandas ylograr impacto en la opinión pública a través deestrategias y opiniones fundadas.Los artículos que se presentan a continuaciónindagan tanto en los hechos ocurridos en lo últimosmeses como en las teorías académicas que semanejan sobre cómo los estudiantes secundariosse asocian y actúan, involucrándose en la vidanacional. A su vez, tratan de responder a lasinterrogantes que hacen de la “revolución de lospingüinos” diferente a otras manifestacionesestudiantiles en similares condiciones en elpasado. En consecuencia, podremos aventurarlas proyecciones que se vislumbran de lasacciones de estos nuevos actores y entregarherramientas para fortalecer nuestras institucionesdemocráticas, las cuáles deben dar respuesta aestas formas de participación y relación entre losciudadanos y el Estado.Este número del Observatorio de Juventud, esperaser útil para la generación de conocimiento, diseñoy coordinación de políticas públicas y la ejecuciónde programas específicos en materia de juventud,y así lograr un mejoramiento de los niveles deempoderamiento e inclusión social, igualdad deoportunidades, asociatividad y ciudadanía de lasy los jóvenes chilenos.María Cristina Escudero IllanesSubdirectora NacionalInstituto Nacional de la Juventud

Generación Mayo de 2006:¿Reivindicando el Ejerciciode la Ciudadanía?Andrea Aravena 1 , Francesca Camelio 2 , Alberto Moreno 3L.O.C.E.: LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DEENSEÑANZA que perjudica a la mayor parte de losestudiantes, ya que con esta ley aprobada en ladictadura militar los colegios que pertenecían al Estadopasan a ser parte de las municipalidades, por ende lascomunas con más recursos (las cuales son minoría)tienen una mejor educación, y por esto las comunasmás pobres (que son mayoría) tienen una educacióndeficiente. Esta ley fue creada por Pinochet 48horas antes de que dejara el poder. Fue el último"regalito" que nos dejó.Ley nº 18.962. Se compone de 28 Artículos, léanla.Complejo Educacional de Maipú 4ResumenEl presente artículo pretende ahondar en el perfilgeneracional de los estudiantes secundariosmovilizados en Santiago y en las principalesciudades del país durante los meses de abril ymayo de 2006 5 . El artículo da cuenta de un perfilgeneracional diferente al de generaciones de lasdécadas anteriores. Menos transgresores que losy las jóvenes de los años 80, menos apáticos quelos y las jóvenes de los años 90, y más integradosal sistema social al cual pertenecen, estamos antejóvenes que entienden que la integración al sistemasocial se alcanza a partir del propio proyecto devida y esfuerzo personal. En este proyecto, lareivindicación del derecho a una educación decalidad y equidad adquiere sentido como unelemento trascendental en esta búsquedaindividualizada de éxito hacia la vida adulta.El documento está dividido en tres partes. Unaprimera, en la que se abordan antecedentes dela movilización de los estudiantes secundarios,sus principales demandas, y las solucionesgubernamentales propuestas. Una segunda parte,en la cual se profundiza en los problemasestructurales del sistema de educación públiconacional, a partir de los cuales la movilizaciónestudiantil visibiliza una crisis profunda en unmodelo hasta entonces no tocado. En la terceray última parte, se describe el perfil generacionalde los y las jóvenes protagonistas de estamovilización, a la luz de los antecedentes de laIV Encuesta Nacional de Juventud y del SegundoInforme Nacional de Juventud.Palabras Clave: Movilización estudiantil,estudiantes secundarios, perfil generacional.1. Antecedentes del ConflictoDurante los meses de abril y mayo del 2006 losestudiantes secundarios no asistieron a clasescomo de costumbre, sino que salieron a impactaren la opinión pública y hacer escuchar sushistóricas demandas exigiendo la gratuidad delpase escolar y de la PSU. Es lo queposteriormente se llamó las “demandas de ordencuantitativo y de corto plazo”, relativas a “racionesalimenticias, gratuidad en la tarifa del transportepúblico y de inscripción en la Prueba de SelecciónUniversitaria PSU” (El Mercurio, 29 de mayo de2006, Cuerpo A página 1).Nadie fue capaz de prever que esta vez, unanueva movilización de los estudiantes secundariostomaría un carácter distinto. De hecho, la televisiónnacional se encargó de exhibir las primerasmanifestaciones como verdaderos actos devandalismo juvenil, imágenes ante las cuales lasautoridades nacionales reaccionaron1 Antropóloga (UACH, Chile), Master en Investigación en Antropología y Sociología Política (Universidad de París), Candidataa Doctora en Ciencias Sociales (EHESS-parís); Docente del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad deConcepción y actualmente Jefe del Departamento de Estudios y Evaluación, Instituto Nacional de la Juventud. aaravena@injuv.gob.cl.2 Socióloga (UAH-Chile), Candidata a Magíster en Gobierno y Sociedad (UAH-Chile); Profesional del Programa Observatorio dela Juventud, INJUV/PNUD. fcamelio@injuv.gob.cl.3 Antropólogo (UAHC-Chile); Profesional del Programa Observatorio de la Juventud, INJUV/PNUD. amoreno@injuv.gob.cl.4 www.universia.cl5 Aunque principalmente durante el mes de mayo de 2006.

enérgicamente negándose a dialogar en talescircunstancias. Como nos lo recuerdan algunosdichos de jóvenes: “En la tele sólo mostraban loscinco o diez minutos de caos y violencia, y losrepetían todo el día, en los distintos canales,desde distintos ángulos. Nadie mostraba lo querealmente estaba ocurriendo” 6 . Frente a lo quelas y los dirigentes llamaron una verdadera“distorsión” de sus actos, se agudiza la crisisrevirtiéndose la situación en favor de losestudiantes movilizados, quienes a partir deentonces salen a la calle con los brazos en altoen señal de protesta pacífica. Se instala en laopinión publica nacional e internacional la imagende miles de “pingüinos” caminando con los brazosen alto, frente a cientos de efectivos de la fuerzapública armados para un combate. Desdeentonces se observa un cambio en la estrategiade los estudiantes movilizados, que pasan de lacalle a la toma de los establecimientos, para evitarla infiltración de “delincuentes” en sus marchas:“gran herramienta, pues al no estar encapuchadospodemos tener control sobre las acciones” 7 .Esta nueva fase de la movilización contó con unamplio apoyo de diversos sectores lograndoobtener una amplia cobertura mediática. Surgieronnuevos liderazgos, donde aparece la figura de los“voceros”, representantes encabezados poralumnos de enseñanza media de emblemáticosliceos municipales y quienes presidieron las“Asambleas de Estudiantes”. Así, progresivamente,los estudiantes secundarios reorientaron susdemandas hacia los temas más sensibles delsistema de educación chilena, como son lasdenominadas demandas de mediando plazo, - laJornada Escolar Completa, - y de largo plazo, -derogación de la Ley Orgánica Constitucional deEnseñanza 8 (LOCE).En forma paralela, otros hitos provocaron unaagudización del conflicto estudiantil, como lapropuesta proveniente del Ministerio de Educaciónde regular el uso del pase escolar y el número deviajes, lo que derivó en un principio de acuerdofrustrado entre el Ministerio y la Asamblea deEstudiantes Secundarios llegando a paro nacional;El hecho de que en el discurso del 21 de mayo,la Presidenta Michelle Bachelet no hicierareferencia explícita a las demandas estudiantiles;La ausencia el 29 de mayo del ex Ministro Zilicen la mesa de trabajo estudiantes secundarios /gobierno; La no disposición de la infraestructurarequerida para que los dirigentes estudiantilesestuviesen representados en su totalidad en lamesa, el mismo 29 de mayo, entre otros factores.Así, el malestar generalizado de los estudiantessecundarios por la supuesta falta de respuestade las autoridades a sus planteamientos iniciales,detonaron un llamado a paro de carácter nacionale indefinido: “…Frente a la negativa del gobiernode acoger nuestros petitorios, ellos mismos queinvierten los excedentes del cobre en la carreraarmamentista, es que convocamos desde todasnuestras bases a un paro nacional de estudiantes”. 9La visibilización y mediatización de este malestarprovocó un amplio apoyo de las y los jóvenes aesta causa, donde casi un 80% de los estudiantessecundarios del país se sumó a la paralizaciónnacional convocada por la Asamblea Coordinadorade Estudiantes. Setecientos noventa mil alumnosde colegios municipalizados, subvencionados yparticulares, adhirieron al llamado y losestablecimientos se vieron obligados a suspendersus actividades. Además, se plegaron a laparalización de actividades y a la movilizaciónestudiantil, los estudiantes universitariosrepresentados por las Federaciones deEstudiantes de las más importantes universidadesdel país: “Nosotros estábamos dispuestos a dartodo el apoyo posible, pero respetando suautonomía, porque el pase escolar y la PSU erantemas que debían enfrentar ellos. Ahora, hanemergido los temas de la municipalización, la LeyLOCE, la jornada escolar completa, dondenosotros entendemos que son temas estructuralesy sus solución pasa por aunar sectores másamplios. Estos temas son nuestros.” (Nicolás6 Alumnos del Colegio Cristóbal Colón, Entrevista de Chilevisión: 29 de mayo de 2006.7 César Valenzuela, Vocero, Estudiante del Liceo Confederación Suiza, La Nación Domingo, 28 de mayo de 2006.8 Ley Nº 18.862, de 10 de marzo de 1990, y cuya modificación implica su aprobación formal en el Congreso.Declaración de los Liceos de Quinta Normal en www.universia.cl9 Fuente: www.lanacion.cl. La Nación, viernes 02 de junio de 2006

Grau, Presidente de la Federación de Estudiantesde la Universidad de Chile, El Mercurio, 28 demayo de 2006, Cuerpo D: 12).La Respuesta de La MonedaAnte este escenario, el gobierno, en particular laPresidencia, optó por escuchar y adoptar lamayoría de las demandas de los estudiantes eimpulsar una “agenda amplia de reformas a laeducación”, a través de las denominadas “agendacorta y agenda larga”.Entre las principales propuestas de la “agendacorta” del gobierno cabe señalar las siguientes:• Aumentar en 500 mil becas para almuerzos enlos colegios.• Un programa extraordinario de infraestructuraen 520 colegios del país, que apunte a mejorar lacalidad de los casinos y baños. Asimismo, reponerel mobiliario de mil doscientos establecimientos.• La mandataria instruyó que el pase escolar sepueda utilizar 24 horas al día, 7 días a la semanadurante todo el año escolar y en todo el país. Estebeneficio -agregó- “será distribuido gratuitamentea todos los (as) jóvenes que lo requieran”. Señalóademás que esta medida tendría un costo de 166mil millones de pesos al año, equivalente a “33mil nuevas viviendas sociales o para atender a230 mil niños más en salas cuna”.• La Jefa de Estado propuso -además- que lasprácticas laborales de los (as) jóvenes que estudianen establecimientos técnico-profesionales “seandignamente remuneradas”. Para ello, enviaría unproyecto de ley que establezca una nuevaremuneración por los tres meses que dura elperíodo práctico de aprendizaje.• También, se propuso la generación de becaspara cubrir el costo completo de la PSU, paraaquellos jóvenes de escasos recursos. Si bien lasy los jóvenes querían acceso gratuito universal ala PSU, también existía conciencia de que estamedida era muy difícil de alcanzar.De esta forma, la Mandataria accedió a gran partede la demanda estudiantil: “Este es el esfuerzoadicional que hará mi Gobierno. Es un esfuerzomacizo, con un aporte cuantioso de recursospúblicos, pero también es un esfuerzo realista,porque yo no hago promesas que después no sepuedan cumplir” 10 . A su vez, algunas de las másimportantes medidas de fondo que forman partede la llamada “agenda larga” del gobierno enmateria de reformas a la educación chilena, y quereflejan la fuerza que adoptó la movilizaciónestudiantil, son:• La creación de un Consejo Asesor Presidencial.• La modificación a la Ley Orgánica Constitucionalde Enseñanza (LOCE). Para ello, la PresidentaMichelle Bachelet, envió el mes de junio unproyecto de reforma constitucional y demodificación a dicha ley.• La revisión de la Jornada Escolar Completa(JEC).• Revisión del sistema de financiamiento y deadministración la educación pública.• La creación de una Superintendencia que controley vele por la buena administración del sistema,entre otras medidas.Además, La Moneda dispuso que las propuestasfueran discutidas a lo largo del país para recogerlas impresiones de la ciudadanía, donde losestudiantes debían tener un mayor protagonismo.Esta iniciativa pretendía consagrar el derecho detodo ciudadano a una educación de calidad, dondeel Estado pase a ser un garante de la calidad dela educación subvencionada, pública y privada,haciéndolo efectivo mediante acciones legales.10 Fuente: www.lanacion.cl. La Nación, viernes 02 de junio de 2006.

2. Reforma a la LOCE. Meollo del problema dela calidad de la educación actual y banderade lucha de la movilización estudiantil.Una de las demandas centrales de la movilizaciónestudiantil terminó siendo la reforma y/o derogaciónde la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza(LOCE). La Ley logró constituirse ciertamentecomo la bandera de lucha de las movilizacionesde los estudiantes secundarios, dado al rechazoque concertó a la opinión pública el hecho de queesta fuera promulgada por Pinochet el 10 demarzo de 1990, un día antes de entregar elgobierno. Se reprocha a dicho cuerpo legal elhaber estimulado la enseñanza privada,reduciendo a su mínima expresión la intervencióndirecta del Estado en este campo. En la educaciónsuperior, la LOCE habría igualmente facilitado laprivatización de la educación superior más queel acceso universal de la población al sistema,mientras que en la enseñanza básica y media,además de municipalizar a los colegios estatales,creó la figura de los colegios particulares consubvención del Estado.En un estudio donde se analizan dos modelos deeducación distintos, el chileno, basado en elparadigma descentralizador, y el uruguayo, basadoen el paradigma centralizado en su reformaeducativa, Filgueria y Boglianccini 11, dejan entreveralgunas de las carencias del sistema. Los autoressostienen que la reforma en educación, basadaen un modelo descentralizador, no asegura laequidad en la educación. El éxito del modelodependería más bien de las conexiones entre lasestrategias adoptadas entre uno y otro tipo deparadigma: “no es meramente la centralización odescentralización en la toma de decisiones lo queimporta, sino que la arquitectura de uno u otromodelo” (s/fecha : 33).En este sentido, en el caso de la LOCEconcretamente, lo que habría terminado haciendocrisis no habría sido en definitiva la aplicación deun modelo descentralizador por sí mismo. La grancrítica que se formula a la misma dice relacióncon la forma en la que fue implementada,provocando una serie de inequidades en la calidady acceso a la educación. El referido estudio agregaque si bien el modelo chileno ha logrado avanzaren términos de cobertura en educación media,ha tendido a segmentar por quintiles de ingresoa los estudiantes, no logrando impactar en el 20%del sector más pobre de la sociedad chilena. Loanterior, en buena medida se explicaría por elefecto que provocó el llamado “premio en elsubsidio por alumno” en la educación, lo quehabría terminado beneficiando al segundo y tercerquintil, pero no al primero. Ello habría logradotambién que ciertos sectores (segundo y tercerquintil) lograran acceder a una educación de mejorcalidad, que fue la particular subvencionada,mientras los sectores más desposeídos, habríanseguido segmentados en la educaciónmunicipalizada.Esto significaría que la educación básica y mediapromovida por la LOCE, segmentaría en primerlugar a los estudiantes por tipo de colegio segúnel sistema de administración, ya sea particularsubvencionado o municipalizado. En principio loscolegios de mayor calidad serían los colegiosparticulares subvencionados, en desmedro de loscolegios municipalizados, a los cuales accederíanlas y los estudiantes más pobres que no puedenpagar los primeros. Este sistema sería igualmenteperverso ya que lo que premia es el número dematriculados y la asistencia diaria de los alumnos,en virtud de los cuales se paga la subvenciónestatal. Así, esta subvención apuntaría más a lacobertura que a la calidad de la educaciónentregada, a la capacitación de los docentes o amejorar los sistemas de evaluación. De ahí, queuna de las principales críticas al sistema se hayacentrado en la figura del sostenedor a quien leinteresaría asegurar un alto número de alumnos,al menor costo posible.Otra de las deficiencias de este tipo deadministración educacional (Municipal), tendríaque ver con un manejo deficiente de los recursos.Lo anterior se produciría porque desde el punto11 Documento preliminar, sin año de edición "La descentralización de la educación en el cono sur de América Latina: Unaevaluación de sus promesas y riesgos”, Ver también en http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Filgueira/EducacionChileUruguay1.htm.Documento disponible 16/08/2006.

de vista de los municipios, los recursos por ellospercibidos serían insuficientes para satisfacer lasmúltiples demandas de la población en materiasde educación, de salud y de seguridad, entreotras, y cubrir los déficit que heredan de laineficiencia histórica de administracionesanteriores. Sobre el particular, se ha señaladoque se ha tenido una visión errónea de la auténticaautonomía fiscal de los municipios y de losgobiernos locales, la cual asocia autonomía fiscalcon autonomía absoluta del nivel central(Nickson,199: 8-9). Contrario sensu, se esperaríaque el Estado, y el Gobierno Central, tuviesen unmayor protagonismo en la provisión y en lasatisfacción de las necesidades básicas y en losderechos garantizados de la población. De hecho,Filgueira y Bogliaccini han llegado a sostener queel crecimiento del gasto fiscal entre 1990 y 2000,explicaría esta “inoperancia” e “ineficiencia” delsistema de educación municipal chileno, el que apesar de haber crecido de un 2.6% a 4.3% delPIB, habría seguido manteniendo inequidades alinterior del mismo sistema (Idem: 17).Además de la crítica centrada sobre la inequidady la ineficiencia del sistema de educacióndescentralizado y privatizado que se implementaríadesde la promulgación de la ley LOCE, existencríticas a problemas asociados a la calidad de laeducación entregada y que se manifestarían enlas dificultades de acceso a la educación superior.Estos dicen relación con que actualmente, un 42%de los estudiantes de la educación municipalizada(que a su vez constituyen el 60% de los y lasjóvenes estudiantes secundarios a nivel nacional),que rindió la PSU en el año 2005, quedó bajo delpuntaje mínimo (450 puntos) para optar a unacarrera universitaria (Vega, en www.rebelion.org).Igualmente, el 68% de los puntajes nacionalesmás altos corresponde a alumnos de colegiosparticulares y sólo el 10% son alumnos egresadosde escuelas municipales. Si se toma en cuenta lacondición socioeconómica, el resultado es similar:De las familias que ganan entre 0 y 278 mil pesosmensuales, un 42% obtuvo bajo 450 puntos, y enaquellas familias que superan el millón 400 milmensual, sólo el 7% quedó fuera de laspostulaciones (Vega, Idem).). Esto significa queen Chile, existiría una relación inversamenteproporcional entre la pertenencia al sistemamunicipalizado y el ingreso a la universidad,generándose una tendencia hacia la segmentaciónde la educación por nivel socio-económico.3. Perfil GeneracionalJóvenes de hoy: ¿Distintos a los de ayer?De acuerdo a la última Encuesta Nacional deJuventud 12 , realizada por el Instituto Nacional dela Juventud (INJUV) el año 2003 13 , los y lasjóvenes en Chile no responden a la imagenestereotipada de indiferentes (“no estoy ni ahí”)que ha primado en la opinión pública en los últimosaños. En efecto, las movilizaciones de losestudiantes secundarios transcurridas en el mesde mayo de 2006, demuestran que no existe unasituación de “apatía”, ni de “anomia juvenil”, comolo ha señalado el discurso que se vienesosteniendo desde la década del 90, - productode la baja inscripción electoral-, sino que lageneración manifiesta deseos de integración socialy demuestra ser más exigente y “empoderada” ala hora de exigir servicios de calidad.En otras palabras, se trata de una generación queestá más atenta a la “calidad” de los servicios querecibe, en la medida en que es más conscienteno sólo de sus derechos como ciudadano, sino12 Estudio cuantitativo que mide condiciones socioeconómicas, percepciones subjetivas y estilos de vida de sectores juvenilesen áreas prioritarias para políticas públicas. La encuesta tiene módulos acerca de la composición del hogar, percepción de país,educación, trabajo, visión y participación política, caracterización juvenil, capital social, salud y sexualidad juvenil, familia, religióny creencias, discriminación y violencia, tiempo libre y datos socioeconómicos. El diseño muestral utilizado fue de carácterprobabilístico, por conglomerados, multietápico y estratificado geográficamente; La población objetivo estuvo constituida porjóvenes de ambos sexos de entre 15 y 29 años de edad que habitan en las áreas urbanas y rurales del país. Ficha Técnica:7189 casos en comunas con al menos uno de los siguientes requisitos: población urbana igual o superior a 5.000 habitantes opoblación rural igual o superior a 2.000 habitantes. Nivel de confianza de 95%.13 La encuesta fue aplicada por primera vez el año 1994 y desde entonces se ha realizado cada tres años (1997, 2000 y 2003).La próxima se realizará este año 2006.

también de sus derechos como “consumidor”. Setrata de una generación de jóvenes pragmáticos,que ve a la juventud en primer lugar, como unperíodo de decisiones vitales para enfrentar lavida adulta (45,4%), y en segundo lugar, como elmomento para adquirir herramientas para el éxitoen el futuro (28,2%).Culturalmente, esta generación se caracteriza porla búsqueda autónoma de la autorrealización y laselección de metas y estilos de vida, rechazandotodo aquello que parece ser una obligación 14 .Como se explicará, los y las jóvenes de estageneración son conscientes de sus limitaciones,están en una posición en la cual deben actuarpara contribuir a la resolución de sus problemasy en este contexto, están dispuestos a convertirseen actores de su propio desarrollo. Los últimosacontecimientos han demostrado que losestudiantes pueden llegar a tener un nivel deorganización capaz de hacer canalizar susdemandas y tener impacto en la opinión públicaa través de estrategias y opiniones fundadas.Jóvenes y DemocraciaConsiderando que un segmento importante dejóvenes, en especial de estudiantes secundarios,nació y creció en democracia, representan ungrupo etáreo que posee una alta valoración de lamisma. En efecto, el apoyo a la democracia deeste grupo alcanza al 65% y es asociadaespecialmente con la igualdad, la justicia, y lalibertad de expresión 15 .En materia de participación política, y siguiendouna tendencia común en Iberoamérica, los y lasjóvenes chilenos cada vez tienen menos accesoa espacios decisorios de la sociedad (CEPAL –OIJ 2004, en INJUV, 2006). Como es sabido, surelación con el sistema político se caracteriza poruna decreciente participación electoral, donde elporcentaje de jóvenes inscritos para votar cae deun 58% a un 27% entre los años 1997 y 2003, loque equivale a la exclusión del sistema electoralde más de 2 millones de jóvenes votantes; ademásde una baja identificación con la actividad políticay una persistente desconfianza en las institucionespolíticas y sus representantes. En efecto, la CuartaEncuesta Nacional de Juventud demuestra quelos políticos y parlamentarios ocupan los últimospuestos en el ranking de confianza institucionalde los y las jóvenes, con niveles de confianza de8% y 12% respectivamente.Los principales motivos para no inscribirse en losregistros electorales son reveladores respecto supercepción sobre la ineficacia de la política. El88% de los y las jóvenes, considera que lospolíticos y sus partidos no representan susinquietudes y casi la mitad de los que no estáninscritos en el servicio electoral (42%), arguye sufalta de interés en la política, la que por lo tantose encuentra marginada de su área de interés(Cuarta Encuesta Nacional de Juventud, SegundoInforme Nacional de Juventud, INJUV, 2006).En una tendencia común a la población joven deAmérica Latina, que no utiliza el sufragio electoralcomo una herramienta de posible cambio desistema, es que entendemos el decrecimiento dela inscripción electoral de los y las jóvenes deChile y el creciente fenómeno de la “elitización”del voto juvenil. En efecto, se ha observado queexisten importantes diferencias en el acceso alderecho a voto según condición de género y nivelsocioeconómico, existiendo una mayor exclusióndel voto entre las mujeres jóvenes y mientrasmenor sea el nivel socioeconómico del joven. Otrocontraste interesante a destacar, es que pese aque muy pocos jóvenes participan de los partidospolíticos, más de la mitad de ellos (sobre un 52%),estaría dispuesto a participar activamente en unacampaña política. Sin embargo estos no estaríandispuestos a utilizar las formas tradicionales departicipación política. Lo paradójico de esto, esque esta baja participación político electoral, ocurreen un contexto de activa participación juvenil enotros contextos y a través de otras formas ycanales (INJUV, Documento de Trabajo Nº 9,2006). Una buena demostración de ello, es la14 De hecho un 84% prefiere voto y servicio militar voluntario.15 A pesar de no ser metodológicamente del todo correcto, nos sirve como referencia comparar los resultados de apoyo a lademocracia de Chile en la encuesta Latinobarómetro 2003. De acuerdo a esta última encuesta, Chile figura en el 2003 con un51% de apoyo a la democracia.

movilización de estudiantes secundarios de esteaño 2006.La IndividualizaciónLa individualización, según se ha señalado en elSegundo Informe Nacional de Juventud (2006),se refiere a que “la elaboración del proyecto devida y la construcción de la identidad, se realizaen un proceso de selección de imágenes, modelosy metas de manera autónoma, que trasciende loslímites materiales y categorías sociales como laclase social, el género y la pertenencia a unacultura local, y que persigue la felicidad y el sentidomediante la autorrealización”. Dicho de otro modo,la individualización se refiere a la emancipación,la autodeterminación y la autorrealización de símismo.Si bien es cierto que la individualización es unfenómeno que caracteriza a la sociedad en general,parece darse con mayor fuerza en lasgeneraciones más jóvenes. Esto se puede verreflejado en la inclinación de los y las jóvenes aciertas categorías asociadas con el crecimientopersonal y la autorrealización individual más quea categorías o valores asociados con elreconocimiento social. Un ejemplo de ello es quela mayoría de los y las jóvenes al ser consultadossobre el principal motivo por el cual volverían aestudiar, responden que lo harían para “crecercomo persona” (39%), “conseguir un buen trabajo”(28%) o “aprender más” (27%), por sobre la“búsqueda de retribución y valoración social“(11%).Por último, la individualización no se manifiestapor igual en toda la juventud. La definición de símismo mediante un proceso autónomo caracterizamás a los sujetos que se encuentran en la juventudtemprana (18-21 años), en quienes no tienen hijosy en quienes se ubican en el nivel socioeconómicoalto (PNUD-INJUV, 2003 citado en el SegundoInforme Nacional de Juventud, 2006).Pareciera ser que las demandas de los y lasjóvenes estudiantes movilizados hoy en día sematerializan a partir de este alto nivel deindividualización presente en el mundo juvenil.Ellos han manifestado una serie de petitoriosespecíficos, y reclaman una inclusión socialadecuada a través de los mecanismos einstituciones que la sociedad pone al servicio deellos, a pesar que manifiestan altos grados dedesconfianza en ellas, como se ha señalado.La movilización estudiantil, por lo tanto, segeneraría en el convencimiento de un derechodemocrático, pero sin el apego ideológico-políticoque habría caracterizado a las generaciones dejóvenes movilizados en los años 70 y 80. Pruebade esto sería la baja participación y adherenciade los y las jóvenes al mundo político-partidistaactualmente en Chile, donde apenas un 0.7%participa en partidos políticos, un 15% se identificacon algún partido político y un 22% se identificacon alguna de las coaliciones políticas. El trasfondode la lejanía con la política sería el hecho de queésta, no aportaría a las nuevas generacionesreferentes identitarios, ni elementos para laconstrucción de un proyecto biográfico, procesoque además se llevaría a cabo de una formacrecientemente individualizada (INJUV, SegundoInforme Nacional de Juventud; 2006).Jóvenes y Preocupación por la EducaciónEn términos educacionales, la generación jovende este siglo, puede ser considerada la generaciónmás instruida de la historia del país. Lo que significaque está expuesta a una mayor cantidad de añosde escolarización.En efecto, de acuerdo al CENSO de 2002, hayen Chile 3.700.000 jóvenes (personas entre 15 y29 años de edad), de los cuales en total, 1.029.366jóvenes están matriculados en alguna dependenciaadministrativa realizando su educación secundaria(MINEDUC; 2005) 16 . Un 41% de esta generaciónestudia, y tiene un promedio de escolaridad de11,1 años, y la tasa de analfabetismo tan sólollega al 1,09 en este tramo etáreo (Segundo16 Información de carácter provisoria del MINEDUC, documento que será publicado oficialmente como “Estadísticas de la educación2005”. Disponible en www.mineduc.cl (disponible con fecha 16-08-2006).

Informe Nacional de Juventud; 2006). El porcentajede jóvenes estudiando en la educación superiores de un 32,7%, matrícula que se ha triplicadodesde 1990 (Segundo Informe Nacional deJuventud; 2006).De acuerdo a la encuesta INJUV 2003, los y lasjóvenes tendrían una valoración muy positiva dela educación. Entre aquellos que no estudian, lamayoría (91%) volvería a hacerlo, porque creenque de la educación que obtengan, depende sufuturo. De hecho, una de las principales razonespor la que volverían a estudiar sería la posibilidadde conseguir un buen trabajo.Como puede verse, la calidad de la educaciónestaría colocada en el centro de las expectativasde futuro de los y las jóvenes. Por ello, la reformaa la Ley constituye parte importante del petitoriode los secundarios. Su preocupación ha quedadoexpresada de manera explícita no como una críticaal gobierno sino al sistema de educación: “No esuna crítica en contra del Estado, ni del gobierno,ni de los parlamentarios, sino contra un sistemade educación” (En Boca de Todos; Canal 13, 30de mayo 2006). Por ello, tenemos la impresiónque el tema también ha sido recogido por elejecutivo, sin embargo, falta que este análisis seacompartido por todos los sectores políticos, aefectos de producir los cambios esperados.La crisis de expectativas y el malestar general delos y las jóvenes con respecto al sistema deeducación actual se produce en el contexto enque éstos son críticos de la sociedad chilena porla falta de oportunidades e injusticia social. Dehecho, los dos aspectos principales que los y lasjóvenes mencionan como aquello que le falta ala sociedad chilena para ser democrática sondisminuir las diferencias y la desigualdad (36%)y aumentar las oportunidades (48%).4. ConclusiónEn el presente artículo hemos buscado dar cuentade los antecedentes que gestaron la movilizaciónestudiantil de abril y mayo de 2006, que endefinitiva desembocó en un sentido malestargeneral de los estudiantes a raíz de problemasque atraviesan al sistema de educación en suconjunto. Estos acontecimientos ponen enevidencia la presencia de una crisis deexpectativas.Así, primeramente revisamos lo que parecieronser los detonantes del llamado “conflictoestudiantil”. En segundo lugar los problemasestructurales que han atravesado históricamenteal modelo de educación basado en ladescentralización y municipalización, modelo quea su vez fue heredado de la dictadura militar, ycuyas mayores críticas apuntan a las profundasfallas en torno a la equidad y calidad de laeducación en Chile.En tercer lugar, caracterizamos a las y los jóvenescuyos tramos etáreos se encontraron presentesen los estudiantes que participaron de lasmovilizaciones de este año. Con respecto a ellos,señalamos que se trataría de una generación queestaría más consciente de sus derechos y de sucalidad de ciudadanos; que sería más pragmáticao con los “pies bien puestos en la tierra”, puestoque creen que su éxito personal depende de cómohayan obrado a través de sus biografías de vida,donde la educación es una fuente importante parael cumplimiento de sus expectativas. Saben quela educación es clave para encontrar a futuro unbuen trabajo, por lo cual no les “da lo mismo”tener una educación de buena o mala calidad. Enel proceso de individualización donde lo centralsería la emancipación, la autodeterminación y laautorrealización de sí mismo, adquiere sentidomanifestar lo que consideran su “derecho”: unaeducación de calidad y con equidad.Una de las consecuencias de mayor impactosocial que surge de esta movilización es lademanda de derogar o transformar la Ley OrgánicaConstitucional de Enseñanza y por tantoreplantearse la educación pública en Chile. Estocuenta con un amplio apoyo de la comunidad delas universidades estatales como de los profesoresde enseñanza media y básica, pues ven en estaúltima ley de amarre de la dictadura militar, uncomplejo y desigual marco regulatorio quecontribuyó a minimizar la intervención directa del

Estado en este campo. En la educación superior,la LOCE facilitó la privatización de la educaciónmás que el acceso universal de la población alsistema, generando “clientes” de primera ysegunda categoría, acentuando las diferenciassociales en cuanto al acceso y la calidad de laeducación.Al respecto, también esta reforma ha tenido elrespaldo y la respuesta del ejecutivo que la haincorporado como un tema de la “agenda larga”.Sin embargo, pareciera que las y los jóvenesesperan una mayor celeridad y visibilidad.Diferentes tiempos y acentos entre los distintosactores involucrados podrían ser los detonantesde nuevos conflictos sobre el tema.Santiago, 18 de agosto de 20065. Resumen de los Principales Hitos de la Movilización Estudiantil de Abril y Mayo de 2006-26 de abril. 47 detenidos por manifestación en las afueras del Ministerio de Educación. Tema: Jornada Escolar Completay demora del pase escolar.-5 de mayo. El ex Ministro de Educación, Martín Zilic y 13 dirigentes estudiantiles acordaron la conformación de unamesa de trabajo destinada a abordar una solución a las demandas sobre los siguientes puntos: gratuidad de la PSU ydel pase escolar.-7 de mayo. Los estudiantes secundarios llamaron a una movilización nacional para el miércoles 10 de mayo.-11 de mayo. Gobierno y estudiantes alcanzan un principio de acuerdo sobre el pase escolar, que supone que el documentono tendrá una limitación de dos viajes por día, aunque no será otorgado gratuitamente.-16 de mayo. El Gobierno anuncia que otorgará financiamiento para que 40.000 alumnos de cuarto medio rindangratuitamente la PSU. Pese a este anuncio, la Asamblea de Estudiantes Secundarios llamó a un paro nacional y unamarcha por el centro de Santiago el 18 de mayo. En respuesta, el MINEDUC suspendió el diálogo con los dirigentes dela Asamblea de Estudiantes Secundarios.-18 de mayo. Marcha no autorizada por la Intendencia Metropolitana. 702 jóvenes detenidos en todo el país. En la RegiónMetropolitana se arrestó 566 personas, 66 de las cuales son mayores de edad.-21 de mayo. En su discurso ante el Congreso, la Presidenta Michelle Bachelet no hace referencia explícita a las demandasestudiantiles, lo que había sido solicitado expresamente por los escolares como señal de diálogo.-22 de mayo. Alumnos del Instituto Nacional decidieron deponer la toma que llevaban adelante y anunciaron paroindefinido.-24 de mayo. El ex Ministro de Educación, Martín Zilic, anuncia que el lunes 29 de mayo esperará a los dirigentesestudiantiles en su oficina pero aclara que la mesa estará abierta sólo a los establecimientos que no están movilizados.-25 de mayo. El Ministro de Educación de la época echa pié atrás a su postura de no negociar con los estudiantes quepermanecen en toma y anunció que recibirá a todos los dirigentes, siempre y cuando “no incurran en actos violentos”.Los estudiantes anunciaron que se mantiene la movilización nacional.-27 de mayo. Parlamentarios del PS, PPD y PRSD pidieron la intervención personal de la Presidenta de la Repúblicaen la resolución del conflicto estudiantil.-28 de mayo. Profesores de la Región Metropolitana, estudiantes universitarios, padres y apoderados anunciaron quese sumarán a la movilización.-29 de mayo. Estudiantes se disgustan ante la ausencia del ex Ministro de Educación, Martín Zilic en la mesa de trabajoprometida a los estudiantes. Es reemplazado por la subsecretaria Pilar Romaguera.-30 de mayo. Nueva movilización estudiantil. Casi el 80% de los estudiantes secundarios de todo el país(790 mil alumnos) se sumaron a la paralización nacional convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes.-Primera semana de junio. La Presidente Bachelet anuncia la propuesta del Gobierno para solucionar el conflictoestudiantil dando a conocer a la opinión pública su propuesta de “agenda corta” y “agenda larga”. Entre las principalesmedidas de la agenda corta destaca la ampliación de las becas alimenticias, la ampliación de los días de uso del paseescolar a 7 días y su gratuidad a quienes lo requieran, y la generación de 155 becas para cubrir los costos de la PSU.Entre las propuestas de la “agenda larga” destaca el envío de un proyecto de ley que modifique la Ley OrgánicaConstitucional (LOCE) y la Creación de un Consejo Asesor Presidencial a cargo de los cambios que involucran la LOCE,la Jornada Escolar Completa (JEC), los sistemas de evaluación, entre otras materias 17 .17 Fuente: www.cooperativa.cl, 30 de mayo 2006 y www.lanacion.cl, viernes 02 de junio.

Referencias BibliográficasAutoresFilgueira, Fernando y Boglianccini, Juan Ariel(Versión preliminar, s/año de edición): “LaDescentralización de la Educación en el ConoSur de América Latina: Una Evaluación de susPromesas y Riesgos”. También disponible enwww.henciclopedia.or.uy/autores/EducacionChileUruguay1.htm.Disponible 16/08/2006 (pp. 2-35).Nickson, Andrew. 1998: “Tendencias actuales delas finanzas locales en América Latina”.Documento presentado al II CongresoInteramericano del CLAD sobre la Reforma delEstado y de la Administración Pública, celebradoen Margarita, Venezuela, del 15 al 18 de octubrede 1997. Véase también en Revista CLAD,Reforma y Democracia. Nº 12, Octubre, Caracas.(pp. 1-9.Vega, Héctor, U. de Chile, 28-05-2006 enwww.rebelion.orgInstitucionesINE. 2002: XVII Censo Nacional de Población yVI de Vivienda. Resultados Generales, Santiago.INJUV. 2003: Cuarta Encuesta Nacional deJuventud, Santiago.INJUV. 2006: Segundo Informe Nacional deJuventud, Santiago.INJUV/PNUD/MIDEPLAN. 2006: “Promoción dela Participación Política y el Voto Juvenil en Chile,en Documento de Trabajo Nº 9, INJUV, Santiago.MINEDUC. 2005: Estadísticas de la educación,Versión sin publicar. Disponible en www.mineduc.cl(disponible con fecha 16-08-2006)Entrevistas TelevisivasPrograma En Boca de Todos, Canal 13, 30 demayo 2006.Programa Invasión, Chilevisión, 29 de mayo de2006.Páginas Webwww.cooperativa.clwww.invasión.clwww.lanacion.clwww.mineduc.clwww.universia.clwww.rebelion.orgPeriódicosEl MercurioLa Nación Domingo

Acción Colectiva, Demandas yDecisiones: Marco Analítico ParaLa Movilización EstudiantilDaniel Grimaldi T. 1La teoría sociológica clásica sobre la accióncolectiva pretende llevarnos siempre hacia la raízde la movilización social, pasando por las diferentesteorías sobre el conflicto y la acción racional. Porotra parte, la ciencia política ha intentado bajodiferentes visiones abordar la movilización social,desde la perspectiva de la relación entremovimiento y gobierno para desentrañar las causasy efectos de las diferentes manifestaciones de laacción colectiva sobre el sistema político. Mediantela complementación de estas dos visionesabordaremos en forma general e introductoriaalgunos aspectos del caso chileno y las recientesmovilizaciones estudiantiles, con el fin decomprender mejor, las dinámicas propias de estetipo de manifestaciones en la sociedad chilena yenmarcar un posterior análisis desde diferentesperspectivas.La acción colectiva constituye la base paracualquier movimiento o movilización social.Podemos definirla como una serie de voluntadesejecutadas mediante acciones coordinadas, paraalcanzar un fin común motivado por interesesidénticos. Sobre esta base, situamos a todasaquellas manifestaciones que implican movilizaciónde grupos diversos. Ahora bien, es importantenotar la naturaleza de estos grupos e identificarsi constituyen o no un movimiento social y quéimplicancias tiene su organización para el sistemade decisiones gubernamental.Para Manuel Antonio Garretón (1996) unmovimiento social se diferencia de una movilizaciónsocial, en que el primero constituye una accióncolectiva con algún grado de estabilidad en eltiempo y cierta estructura organizativa, destinadaa lograr cambios en esferas importantes de lasociedad, mientras que la movilización socialpuede ser parte de un movimiento social comopuede no serlo, en cuanto sea parte o no de unacoordinación mayor de intereses para el cambiode contradicciones sociales históricas existentes.En consecuencia un ejemplo de movimiento socialen Chile sería el movimiento obrero que surgieraen los años veinte y que viviera su mayor apogeoen los 70 o las movilizaciones estudiantiles del68 y la reforma universitaria, ya que ambos casospertenecían a un movimiento social mayorrelacionado con un proyecto nacional popular 2 .En este sentido, vale la pena preguntarnos si esque el surgimiento de las movilizacionesestudiantiles forman parte de una lucha contrauna contradicción social mayor y son parte de unacoordinación que represente una movilizaciónmultisectorial simultánea 3 (Dobry 1988) o siconstituyen algún tipo diferente de acción colectiva.A pesar de su grado de organización ycoordinación, las movilizaciones estudiantilesrecientes parecen responder más a un tipo demovilización social aislada, que no constituyemovimiento social de momento, pero que sin dudapone en jaque al gobierno dado su grado deintensidad organizativa, valórica y también deviolencia.Las Lógicas de la Movilización SocialLa evidente importancia de estas manifestaciones,nos lleva a corroborar algunos requisitos de laacción colectiva para dimensionar mejor ladinámica del movimiento estudiantil.La acción colectiva traducida en movilizaciónsocial, requiere de fuertes redes de comunicacióninterna al igual que redes de solidaridad quepermitan al grupo actuar de manera cohesionada.La conciencia de grupo, clase, estrato social ocualquier designación de uniformidad se logramediante redes solidarias generadas a partir de1 Administrador Público y Magíster en Ciencia Política, Universidad de Chile. Académico de la Universidad ARCIS.Actualmente es Jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del INJUV.2 El proyecto nacional popular se relaciona con la matriz socio-política clásica que describe Garretón, relacionada con el Estadode Compromiso y su interacción con los movimientos sociales. Ver en Garretón Manuel A. “Cambios sociales, actores y accióncolectiva en América Latina”. Serie de Políticas Sociales, División de Desarrollo Social, CEPAL, 2001.3 Movilizaciones simultáneas en varias esferas sociales como trabajadores, intelectuales, campesinos, etc.

la transmisión de ideas y valores que penetran alconglomerado al punto que la defensa de losintereses comunes, son entendidos como unimperativo personal, ocasionando que cualquieramenaza contra el grupo pueda generar unamovilización de fuerzas 4 .Lo anterior supone una conciencia de grupo quesupera los intereses individuales, que sonsometidos a la causa entendida única yexclusivamente dentro del grupo, ya que demanera individual no pueden ser conseguidos losobjetivos. Mancur Olson (1971) presenta unapropuesta analítica diferente, sin embargocomplementaria a esta visión está orientada desdela acción racional inspirada bajo las lógicas delindividualismo metodológico, que preconiza quetodas las acciones del individuo serían guiadaspor intereses y cálculos de costo-beneficio alparticipar de una movilización, y que tales cálculosen la raíz del asunto, nada tienen que ver consentimientos de grupo o identidades comunes,sino más bien con incentivos selectivos o castigosproducto de la adhesión o desligamiento almovimiento. La muestra de ello serían los milesde “free riders”o beneficiarios gratuitos de loslogros del movimiento, que sin participar de lamovilización activamente, por el hecho de estardentro de la categoría social representada por elgrupo, reciben también los frutos del trabajo delos demás a costo cero. Por el contrario, el quedecide integrarse a las acciones del grupo estaríamotivado por fuertes compromisos que implicanalgún grado de sanción o beneficio directo. Pesea la solidez de la evidencia de la existencia debeneficiarios gratuitos o “free riders”, la interroganteque nos abre esta visión se genera a partir de laparticipación masiva en concentraciones a granescala, en las que es difícil apreciar algún tipo desanción particular por no adherir a lasmovilizaciones. Entonces bajo estas circunstanciaspara Olson debiéramos acercarnos a comprenderlas causas y motivaciones individuales detrás deuna adhesión a un movimiento, más allá de losincentivos o desincentivos evidentes que puedandarse en la participación en movilizacionesmasivas, como por ejemplo una sanción moralauto impuesta o un deseo personal de estatuspor medio de la consolidación de un liderazgo enel grupo.Sin ahondar aún en la problemática educacionalque generó el movimiento, podemos apreciar enla movilización estudiantil del 2006, varioselementos antes mencionados. Se aprecia laexistencia de una estructura organizativarelativamente estable, por lo menos como canalde comunicación oficial con las autoridades; lasredes de organización están estructuradas en unadirectiva elegida por la Asamblea Coordinadorade Estudiantes Secundarios ACES, que lacomponen los centros de alumnos de los liceosmás tradicionales de Santiago y que luego seamplió a una Asamblea de EstudiantesSecundarios ADES, que incorporó a 90 centrosde alumnos de colegios y liceos de todo el país.La dirigencia investida por la voluntad de lamayoría de los concurrentes a la asamblea, actúacomo vocera de la agrupación y las decisionesson tomadas en la asamblea, aparentemente, sinuna imposición directa de los dirigentes.Con sorpresa hemos visto que las redes decomunicación son las menos tradicionales y seacercan a la usanza de importantes movimientossociales a escala mundial, que utilizando lasnuevas tecnologías de la información encomunicación, logran transmitir los mensajescohesionadores y pueden concitar voluntadespara acciones de fuerza como un paro o unamarcha. Estas estrategias de comunicacióninéditas son propias de las nuevas formas decomunicación entre los jóvenes, donde lacybercultura está al servicio de un movimientoestudiantil mediante chats, foros, mensajes detexto, blogs, etc., todas plataformas desde dondese articulan coordinación de acciones.La generación de un sentimiento identidario esuna variable que surge facilitada por el hecho quela categoría social de “estudiante” estradicionalmente reconocida por la comunidadnacional y no necesitan ser identificados comotales, pero debemos notar que el término lúdicode “pingüino” utilizado por los estudiantessecundarios para identificarse, ha logradocomplementar la consolidación de la categoría4 Lagroye, Jacques. “Sociología Política” Ed. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires 1993. Pp. 304.

de estudiante en una dimensión diferente: “elpingüino” es marginado y perjudicado por elsistema educacional imperante y exigereivindicaciones; es decir, de un término peyorativo,generalmente utilizado por los universitarios paradesignar a aquellos estudiantes escolares desegunda clase que no tienen voz ni voto en lostemas nacionales, se pasa a un sentimiento deidentidad y rebelión a partir de la condición depingüino.Las redes de solidaridad interna fluyeron productode la capacidad de los líderes de concitar laatención de los medios y transmitir claramentelas demandas del grupo, la conciencia de poderque se adquirió durante las primerasmanifestaciones y del apoyo de la opinión públicaa las justas demandas. Ello facilitó que las accionesde nivel nacional como un paro y diversas tomasse fueran dando paulatinamente con éxitogenerando una ola de movilizaciones porlocalidades regionales.Es sorprendente como en un período relativamentecorto de tiempo el movimiento logró estructurarelementos identidarios en torno a iconos ydemandas específicas, que si bien en un comienzopartieron por un ámbito más bien doméstico comoel pase escolar, y la gratuidad de la PSU, luegose transformaron en demandas valóricas ysistémicas que implicaban cambios mayúsculosal sistema educativo y por ende, pusieron enapuros al gobierno central dada la fuerza quetoma el movimiento y el grado de violencia enalgunas manifestaciones.La Filtración de Deseos y DemandasPara el gobierno central, las manifestacionesestudiantiles claramente alcanzaron nivelesinesperados. Al comienzo del movimiento, no seapreciaron elementos distintivos de lasmanifestaciones anteriores como la del 2001 y elfamoso “mochilazo”, en que se recuerda una granmanifestación de estudiantes por la Alameda queterminó con cuantiosos daños a la propiedadpública y privada, con una violencia inusitadaproducto del malestar por el alto costo del paseescolar. Esa fue la primera aparición demovilizaciones de secundarios después de unadécada de inactividad del movimiento durante losnoventa. Para algunos optimistas y nostálgicosde las movilizaciones callejeras, esto era elcomienzo de una nueva generación de dirigentesestudiantiles que romperían el “no estar ni ahí”de la juventud con lo que pasa en la sociedad.Sin embargo para la gran mayoría de la opiniónpública y el gobierno, el mochilazo representómás bien una alerta de un poder callejerodestructivo que estaba latente entre lossecundarios, con lo que la mirada hacia elmovimiento estudiantil fue más bien desde lacriminalidad (Aguilera 2006)Con tales antecedentes, para el gobierno elconflicto en un comienzo no sería muy distinto alas anteriores ocasiones, por tanto, la reacción dela autoridad no debiera distar mucho de lasanteriores ocasiones, es decir, para demandastan específicas como un pase escolar más baratoy la gratuidad de la Prueba de SelecciónUniversitaria PSU, el proceso se agotaba con unpar de negociaciones bien llevadas y punto. Esmás, la visión criminalista sobre lasmanifestaciones de los secundarios también jugóun rol importante esta vez, en el sentido que lasmovilizaciones, gracias a los antecedentes del2001 y las nuevas acciones violentas, fueronfuertemente reprimidas, agudizando el conflicto ypor tanto concentrando los esfuerzos del gobiernoen la disuasión rápida del movimiento.Manejar estas situaciones de conflicto social esde una alta complejidad. Las decisiones de laautoridad deben ser cuidadosamente elaboradasy estudiadas, conjugando delicadas variables,como oportunidad política, grado de penetraciónde las demandas en los medios de comunicacióny la opinión pública; capacidad movilizadora delmovimiento, solidez de los liderazgos, conexióncon otros grupos de influencia política, capacidadde respuesta del aparato gubernamental, efectoscolaterales de las decisiones, entre otros, unacantidad importante de factores de las cuales hayque discriminar entre las más y menos influyentesen determinado momento y un error en el cálculode una de las variables del conflicto puede serdecisorio para el fracaso.

El destacado politólogo norteamericano DavidEaston (1965) se basó en el enfoque sistémico,para la elaboración de un modelo que lograra daruna visión general de la toma de decisiones dela autoridad en cuanto a la asignación obligatoriade valores. El modelo de Easton es conocidocomo insumo-producto 5 , ya que supone unaserie de demandas que actúan como insumos alsistema de decisiones y una “caja negra” quetoma la determinación y asigna valores a modode producto. La retroalimentación al sistema dedecisiones o caja negra está determinada por losefectos en el sistema político del veredicto de laautoridad (productos), que ingresan nuevamenteal sistema como demandas, apoyos y repudios.El modelo insumo-producto establece que a ciertotipo de demandas es correlativa cierto tipo derespuestas. Así, las demandas específicas comoun aumento del 5% en el presupuesto para saludpública debe generar una respuesta específica aese aumento porcentual. Por el contrario, lasdemandas genéricas como “una mejor educación”,requieren respuestas más discursivas ycompromisos futuros de diverso tipo, que no seresuelven en lo inmediato.Para nuestro caso en cuestión, vemos que en eltranscurso de la movilización de los secundarios,una demanda específica se transforma en unagenérica con el tránsito de la demanda respectoal pase escolar y la PSU, a un cambio en laeducación escolar y la derogación de la LeyOrgánica Constitucional de Educación LOCE, quedefinitivamente implicaría una cirugía mayor alsistema educativo en Chile. El problema desdeel enfoque de Easton, reside en la capacidad derespuesta del gobierno a esta demanda, lo queproduciría una “sobrecarga” del sistema dedecisiones, principalmente por la falla de algunode los canales de recepción de demandas quepueden ser:a) Estructurales: Relacionados a los canalesformales de filtración de demandas por medio delos “porteros” encargados de la recepción de estaspeticiones en primera instancia.b) Mecanismos culturales: Que implicanapreciaciones y juicios de valor sobre las partesen conflicto y diferentes normas socioculturalesen juego.c) Canales formales de comunicación:Instancias establecidas por la autoridad para eldiálogo formal entre instituciones.d) Canales amortiguadores: Disminuyen laprobabilidad de un conflicto mayor medianteprocesos de negociación previos al conflicto.5 Easton, David, “A framework for political analysis”. Prentice-Hall, 1965.

Podemos notar que las fallas al comienzo delconflicto tuvieron efectos inmediatos. Existenantecedentes que el anterior Ministro de EducaciónSergio Bitar, tenía conocimiento sobre laarticulación de movilizaciones sobre el pase escolary la PSU para comienzos del año escolar 2006 einformó oportunamente al nuevo ministro MartínZilic, ante lo cual debieron haberse iniciado conceleridad mesas de negociación que distendieranlos ánimos y retardaran por lo menos el comienzode las movilizaciones. A la vez, se desestimó lafuerza del movimiento y no se previó unaarticulación a escala nacional de acciones defuerza, también influyeron factores culturales encuanto al reconocimiento de los liderazgosestudiantiles y la minimización de la importanciapolítica de la movilización. Por su parte, losestudiantes no dieron legitimidad a los canalesformales de comunicación por medio de losministros de Educación e Interior, lo que significóel derribamiento de dos barreras institucionalesde gran importancia que constituían los filtrosgubernamentales de mayor envergadura. La salidade los dos ministros da muestra de aquello comoel costo del sistema decisorio ante un fallo deestas características.Oportunidad Política del MovimientoAhora bien, si es que el movimiento inicialmentepartió con demandas muy semejantes a lasmanifestadas en el “mochilazo” del 2001, ¿porqué se transformaron las demandas estudiantilesy se generó un movimiento de nivel nacional conotros objetivos diferentes a los del comienzo delas movilizaciones? Sin duda hubo una importantetransformación en el movimiento estudiantil, queno se vio sino hasta el primer paro de actividades,en que los estudiantes tomaron conciencia delpoder que tenían y su discurso tuvo un vuelcoradical hacia el fondo de los problemas de laeducación reflejados en la LOCE, ley en la cualla mayoría de los secundarios no teníaconocimiento alguno, que sin embargo en pocosdías, se transformó en una bandera de luchaunánime.La transformación de las demandas, ha podidogenerarse gracias a una oportunidad política queel movimiento supo aprovechar muy bien.Doug McAdam (1997) 6 , logró resumir en 4 puntosun esquema de “estructura de oportunidad política”que favorece la movilización de gruposorganizados frente al gobierno y que para nuestrocaso es pertinente traer a la mesa:1. La relativa apertura o cierre del sistemapolítico institucional: determinado por lareceptividad del aparato decisorio para acogerdemandas. En nuestro caso de estudio lamovilización aprovecha la oportunidad políticafrente a la generación de expectativas por partedel nuevo gobierno respecto a mejorassubstanciales en diversos ámbitos, por medio dediscursos y una supuesta mayor inclinación hacialos “ciudadanos” más que al sistema político departidos que se anunció desde la campañapresidencial. Estratégicamente la apertura esmayor dentro de los primeros 100 días de gobierno,puesto que la Presidenta se comprometió a rendircuenta de sus compromisos y sería poco decorosodar cuenta de los primeros cien días de gestión,con una movilización estudiantil a cuestas. Porende podría entenderse que el sistema dedecisiones prestaba menos resistencia a lasdemandas durante este período.2. La estabilidad o inestabilidad de losalineamientos políticos: se refleja en la relativafijación de las lealtades políticas de acuerdo aproyectos de mediano y largo plazo entre lospartidos políticos. Chile presenta una notableestabilidad de alineamientos políticos, dada laexistencia de dos grandes bloques con poderefectivo, la centro-izquierda y la centro-derecha.Por tanto, para cualquier grupo de interés es fácilprever las estructuras de apoyo, repudio eindiferencia a sus demandas. En consecuencialas movilizaciones estudiantiles se vieronfavorecidas en tanto los grupos políticos6 McAdam, Doug; McCarthy, John D.; Zald, Mayer D. Introduction. Opportunities, mobilizing structures, and framing processestowarda synthetic, comparative perspective on social movements. En McAdam, Doug; McCarthy, John D.; Zald, Mayer. (Eds)Comparative Perspectives on Social Movements. Political Opportunities, Mobilizing Structures, and Cultural Framings. 1997,Cambridge University Press.

dialogantes estaban bien diferenciados y nocambiarían fácilmente sus posiciones frente a susdemandas. Por un lado la Concertación considerólegítimas las demandas y proponía un caminopacífico de resolución de controversias y por otrola Alianza por Chile consideró al movimiento comoproducto del fracaso del manejo educativo de laConcertación y como una manipulación de gruposde ultra izquierda.3. La presencia o ausencia de alianza con laselites: definidas como vías de apoyo en el sistemade decisiones que fomentan el flujo de demandasdentro del gobierno. Igualmente las elites puedenrepresentar otros grupos no oficialistas con algúngrado de poder e influencia en el sistema político.Un canal importante para las negociaciones fueronlas alianzas con ciertos sectores del oficialismo.Es más, dos importantes dirigentes del movimientoeran militantes del Partido Socialista, por lo cualtenían canales extraoficiales con el Gobierno parasolucionar el conflicto. A la vez, la movilizacióndespertó gran interés en los políticos “nostálgicos”de un sujeto juvenil más conciente y movilizado,por lo que las demandas fueron rápidamentecapitalizadas por la izquierda extraparlamentaria.4. La capacidad y propensión del Estado a larepresión: caracterizada por el grado deimposición y restablecimiento del orden públicomediante métodos represivos, que puedenincentivar o desincentivar la coordinación deacciones de fuerza en el movimiento. En estesentido existe un cálculo de cuan violenta puedeser la actuación de la autoridad ante lasmanifestaciones. El Chile democrático, sin dudaalguna, presenta mucha mayor facilidad para lamovilización social que en la época de la dictadura,ya que los métodos extremadamente violentoshan quedado erradicados -a pesar que la doctrinade la mantención del orden público sigue estandomuy presente en las autoridades-. Por lo tanto,el cálculo acerca de la represión por alterar elorden público es generalmente favorable hacia larealización de la manifestación, como un costoque es necesario y hasta conveniente asumir.Según el esquema de McAdam, la estructura deoportunidades para el movimiento estudiantil enel 2006 fue notoriamente favorable para latransformación de las demandas específicas endemandas genéricas. Sin embargo esta estructurade oportunidades se conjuga con otros elementospara determinar la generación de una movilización.Como muestra el cuadro Nº 2 un punto de partidaimportante para generar una coordinación devoluntades que provoquen una movilización sociales la existencia de amplios procesossocioeconómicos relacionados con la generaciónde expectativas en la sociedad respecto abienestar futuro, producto del mejoramiento oempeoramiento de las condicionessocioeconómicas. Este punto de partida sumadoa la expansión de oportunidades políticas másun fortalecimiento organizativo y una liberaciónFuente: McAdam 1982

cognitiva como proceso emancipatorio,condicionarían la concreción de una movilizaciónsocial a gran escala.Es relevante notar las expectativas que se generanen los grupos de interés cuando el sistemaeconómico marcha relativamente bien y se estimaque el fisco tiene sus arcas acaudaladas. Lageneración de expectativas ha sido desde siempreun punto de partida para los movimientos socialesde los cuales muchos pasan a transformarse enrevoluciones. Crane Brinton (1985), en una obrapionera sobre movimientos revolucionariosestableció tres factores determinantes para unaexplosión social: un proceso de crecimientoeconómico acelerado, un alza en las expectativasde la población y la existencia de fuertesdesigualdades sociales 7 . Tales factores constituiríanun caldo de cultivo para manifestaciones popularesde grupos privados de bienestar.Para las movilizaciones estudiantiles, parte de lasatisfacción de sus expectativas estaba en echarmano a los excedentes del cobre, por lo menospara cubrir las falencias más urgentes, y no sololos estudiantes plantearon tal salida, sino tambiénotros actores centrales y periféricos al conflictocomo lideres políticos y centros de estudio. Eneste sentido, las manifestaciones se vieronalentadas por un sentimiento de frustración muyhondo respecto a las supuestas mejoras que hatenido el país en los últimos años en contradiccióncon lo deprimido del sistema educativo. Esimportante considerar que la frustración según lasicología social tiene como un canal frecuente deexpresión la violencia y los niveles de desigualdadque se aprecian en Chile pueden conducirteóricamente a importantes niveles de violenciasocial.Ya hemos visto como diferentes factores facilitanla generación de movimientos sociales y accióncolectiva, pero ¿podrían explicarnos en algunamedida la violencia en el movimiento estudiantil?De alguna forma la violencia incontrolada por losdirigentes es un factor de gran relevancia aconsiderar. No es violencia política propiamentetal, por cuanto no persigue cambios estructuralesdel régimen democrático ni cambios en lacorrelación de fuerzas entre los grupos políticos,sino más bien es una expresión de malestar queno está organizada sistemáticamente por ladirigencia, sino que se produce espontáneamenteante cualquier provocación de la autoridad policialpara disolver la manifestación. La situación decaos, lleva también a la manifestación de actosvandálicos por parte de algunos manifestantesque aprovechan la instancia de descontrol paraexpresar otros sentimientos de frustración ajenosal colectivo, mediante acciones vandálicas.En este contexto, Lewis Coser (1970) plantea quela violencia social como expresión de una privaciónrelativa cumple al menos 3 funciones dentro delos conflictos: la violencia como realizaciónmediante la cual se consiguen beneficios cuandolas vías de solución pacífica se encuentrancortadas, la violencia como señal de peligro encuanto constituye una alarma para la autoridadde la existencia de una “enfermedad social mayor”si es que se mantiene constante en el tiempo; yla violencia como catalizador, que puede ayudara solucionar el conflicto cuando genera redes desolidaridad y repudio a la violencia entre lapoblación 8 .Las acciones violentas de las manifestacionesestudiantiles bajo la visión de Coser, han significadoen menor grado una realización, ya que en eldiscurso oficial no se consideraba la violenciacomo una herramienta para alcanzar los objetivos.Pero sí podemos apreciar que la violencia inusitadaen ciertos grupos de manifestantes puede ser unaseñal de alerta de una “enfermedad social mayor”,que aún no hemos logrado vislumbrar. Respectoa este punto es pertinente recordar losacontecimientos violentos entre los jóvenes árabesde Francia durante el 2005, donde se coincidióen que el problema residía en una dimensióncultural de la democracia francesa y su forma deintegrar a las minorías. Así, puede ser que enChile estemos presenciando un problema demayor envergadura que se refleja en la violenciadesmedida y fuera de contexto por parte de ciertos7 Brinton Crane, “Anatomía de la Revolución”. 1985, Fondo de Cultura Económica.8 Coser, Lewis A. “Continuities in the study of social conflict”. 1970 Free, Press. New York.

grupos de manifestantes que destruyen, saqueany dañan la imagen del movimiento estudiantil.Finalmente, la violencia como catalizador laapreciamos en el repudio a las acciones violentasque se dieron por parte de la fuerza pública hacialos secundarios en uno de los enfrentamientos,la respuesta de la opinión pública fue categóricaal rechazar la violencia utilizada por parte de lafuerza de carabineros, al igual que el gobiernopor medio de la Presidenta reaccionó removiendoal jefe de las fuerzas especiales de Carabineros.A partir de este hecho la violencia fuedisminuyendo en las manifestaciones tanto porparte de los estudiantes como de carabineros.Podemos comprender entonces, que la violenciaen las movilizaciones, si bien no respondía a unapolítica del grupo, fue una expresión de frustraciónen los manifestantes y de alerta para lasautoridades sobre un problema social de fondoen ciertos jóvenes. De todas formas, la acciónviolenta fue instrumentalizada como un efectocolateral para la obtención de algunos apoyos porparte del movimiento estudiantil y como forma depresión no oficial hacia la autoridad.¿Fin de las Movilizaciones?Como resultado del conflicto y después de uncomplejo proceso de negociación, la medida máspublicitada fue la instalación de un Consejo AsesorPresidencial para la Calidad de la Educación,como un medio para avanzar en las demandasmás estructurales hacia el sistema educativo, enel cual los estudiantes tendrían una representaciónimportante. Junto con ello, la creación de unasuperintendencia de educación, que trajo muchosreparos en la oposición, sin embargo, el gobiernotambién aprovechó la oportunidad política paraanunciar un proyecto de ley anhelado desde hacetiempo, el que sin la coyuntura del conflictoestudiantil, sería más difícil poner en agenda.También, una serie de otras importantes medidasfueron presentadas: aumento en las racionesalimenticias que entrega JUNAEB, un programade mejoramiento en la infraestructura de 520establecimientos prioritarios, la extensión de losbeneficios del Pase Escolar a 24 horas todos losdías de la semana, bonos para estudiantes enpráctica y un aumento de becas para cubrir loscostos de la PSU. Probablemente algunas deestas medidas ya estaban en la agenda ministerialpero al momento de la negociación se hicieronpúblicamente conocidas.El costo del proceso fue el desgaste del gobiernoante la opinión pública, la salida de dos importantesministros, remoción del jefe de fuerzas especiales,pérdida de días de clases, cuantiosos destrozosen la vía pública y daños menores en losestablecimientos educacionales. Sin calcularexactamente el costo monetario del conflicto, sepuede intuir que salió bastante caro y los costospolíticos también lo fueron. Además no es prudenteconsiderar aún que el conflicto está terminado,ya que podrían existir nuevas manifestacionesdependiendo de los resultados del Consejo.Guy Bajoit (2003), plantea que para que unmovimiento social permanezca en el tiempo esnecesario que se dote de dirigentes, recursos ytradición 9 . Para ello es menester un liderazgonómico, consistente y perseverante, independiente,competente, visible, combativo, organizado ycarismático. Son necesarios los recursosfinancieros para mantener activa la orgánica,relaciones de influencia y armas reales ysimbólicas. Finalmente son necesarias lastradiciones que logren crear una identidad delucha común capitalizando las gestas anteriorescomo guía para el futuro. De esta manera esposible que el movimiento estudiantil puedamantenerse y consolidarse en el tiempo para serun actor relevante del sistema.En definitiva, el movimiento estudiantil enperspectiva parece estar en resurgimiento con uncarácter diferente a las movilizaciones anteriores.Sin embargo su continuidad dependerá del gradode consolidación y cumplimiento de los requisitosanteriormente enunciados, de lo contrario elmovimiento estudiantil corre peligro dedesarticularse y quedar en el recuerdo como una9 Bajoit, Guy. “Todo Cambia. Análisis sociológico del cambio social y cultural en las sociedades contemporáneas”. Lom, Santiago2003. Pp 222.

manifestación importante pero aislada que no tuvocapacidad de mantenerse por su debilidadestructural. En este sentido, un fuerte retrocesoen el movimiento resulta ser la renuncia dedirigentes emblemáticos y el quiebre de parte delas directivas. El desgaste y alto costo que tieneeste tipo de movilizaciones para dirigentes queno han terminado sus estudios secundarios tienetambién un alto costo que amenaza fuertementela continuidad del movimiento y se pueden preverfácilmente deserciones 10 .Sin embargo puede ser que el movimientoestudiantil tome nuevas fuerzas a partir deexpectativas no alcanzadas en el Consejo Asesory es ahí donde no se pueden cometer los mismoserrores del comienzo, ya que estamos en presenciade un actor del sistema político en vías deconsolidación, que, si bien no alcanza la categoríade movimiento social, de mantenerse la privaciónrelativa de este sector pueden sumarse otrossectores privados tanto o más que los secundarios,provocando una movilización multisectorial quepuede generar una crisis mayor en el sistemapolítico. Esta posibilidad no es tan remota sipensamos en el descontento social creciente ylas adhesiones que tuvo el movimiento secundarioen diversos sectores.En conclusión, se ha podido visualizar laemergencia de un sector social con poder real deorganización y cobertura mediática, con demandascoherentemente articuladas, con un poder decohesión y solidaridad interna que les permiterealizar acciones de fuerza, con una carga valóricaimportante que se traslada a la opinión pública ycon legitimidad en la clase política y apoyosimportantes, por lo cual, es un grupo de interésrelevante que puede pasar a ser parte permanentede la agenda gubernamental si es que lograconsolidar su estatus como actor en un períodosostenido de tiempo, por tanto veremos que elsistema de decisiones del gobierno se enfrentaráen los próximos meses a un movimiento estudiantilentre la línea de consolidación y desarticulación,por lo cual para predecir escenarios futuros atiempo y evitar nuevos desgastes, es necesariogenerar acciones cooperativas y noconfrontacionales con el grupo en cuestión pormedio de la adecuada filtración de demandas.BibliografíaAguilera, Oscar; Contreras, Tamara; Guajardo,Sergio; Zarzuri, Raúl. (Eds). 2006: “ La rebelióndel coro. Análisis de las movilizaciones de losestudiantes secundarios”. CESC, Santiago.Bajoit, Guy. 2003: “Todo Cambia. Análisissociopolítico del cambio social y cultural en lassociedades contemporáneas”. LOM, Santiago.Brinton, Crane. 1985: “Anatomía de la Revolución”.Fondo de Cultura Económica.Coser, Lewis A. 1970: “Continuities in the Studyof Social Conflict”. Free, Press. New York.Dobry, Michel. 1988: “Sociología de las CrisisPolíticas”. Centro de Investigaciones Sociológicas,Madrid.Easton, David. 1965: “A framework for politicalanalysis”. Prentice-Hall.Garretón, Manuel A. 1996: “Movimientos socialesy procesos de democratización. Un marcoanalítico” en Experta, Nº 2, Chile.Garretón Manuel A. 2001: “Cambios sociales,actores y acción colectiva en América Latina”.Serie de Políticas Sociales, División de DesarrolloSocial, CEPAL.Lagroye, Jacques. 1993: “Sociología Política” Ed.Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.McAdam, Doug. 1982: “Political Process and thedevelopment of black insurgency 1930-1970.Chicago: The University of Chicago Press.McAdam, Doug; McCarthy, John D.; Zald, Mayer.(Eds). 1997: Comparative Perspectives on SocialMovements. Political Opportunities, MobilizingStructures, and Cultural Framings. CambridgeUniversity Press.10 Ver El Mercurio 13 de agosto de 2006. “ En qué están los pingüinos famosos”. Cuerpo D6

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El Clamor de los DesheredadosOscar Dávila León y Felipe Ghiardo Soto 1que cumplir», que no traía consigo «ningunamochila pesada que cargar». Todo esto expresadodesde la clásica visión sociopolítica con que noshemos acostumbrado a leer los procesos sociales.La escuela no es simplemente un lugar donde seaprenden cosas, saberes, técnicas, es también unainstitución que otorga títulos —es decir, derechos—y confiere al mismo tiempo aspiraciones.El antiguo sistema escolar producía menos confusiónque el sistema actual con sus ramificacionescomplicadas, que provocan que las personas tenganaspiraciones mal ajustadas a sus oportunidades reales.Pierre Bourdieu, «La ‘juventud’ sólo es una palabra»(2000).1. El Día Después de las MovilizacionesEstudiantilesDespués de las tempestades... siempre (aunquedemore) viene la calma (aunque sea aparente).Así pareciera que comienza a dibujarse el espaciosocial y político luego de cerca de un mes dearduas movilizaciones y jornadas de protestaestudiantil secundaria en Chile. Los liceos vuelvena una aparente normalidad y sus estudiantes aclases, dando por concluidas las tomas y parosde los establecimientos. Se ha pasado a otraetapa u otro momento en estas luchasestudiantiles, signadas en buena medida por uncauce institucional y con cambio y posta en quiendirige las acciones: ya no serán —por lo pronto—los estudiantes movilizados, sino los actoresinstitucionales y corporativos, cada uno desde suspropios espacios y con sus propias estrategias.Dentro de quienes se han ocupado de estudiar«lo juvenil» en Chile durante las últimas décadas,se generó una suerte de imagen discursiva queintentaba vincular a las juventudes actuales, a loshijos e hijas de la transición política chilena, losnacidos alrededor del año 1990, con lareinauguración de la democracia y el término dela dictadura militar. Se decía que estábamos enpresencia de la primera generación contemporáneade jóvenes que no tenía ninguna «misión históricaPor la potencia de los hechos que hemospresenciado, se han venido abajo estrepitosamenteestas interpretaciones. Hoy no cabe duda quepodemos definir a los estudiantes secundarios,con sus particulares formas de movilización y suconjunto de demandas, como el primer movimientosocial desde la transición política chilena hastaahora. Y lo logrado hasta el momento, adquiereuna connotación que sobrepasa con creces unamera demanda o reivindicación sectorial en elcampo de la educación, pues abarcó y tuvomovilizado (discursivamente) al conjunto de lasociedad y sus actores.Los actores y sus razones, demandas yreivindicaciones —específicas y generales— queorientaron este movimiento han estado a la vista;pero una de las ventanas para comprender elmovimiento secundario puede buscarse desdelógicas de tipo sociocultural y temporal, que tienenque ver básicamente con la definición de este tipode jóvenes que actualmente asiste al sistemapúblico de educación.La convicción que tuvo su discurso y la fuerza desus movilizaciones nos hablan de un joven y unajoven que busca interpelar a la institucionalidadpara que vea las condiciones actuales en que seeducan, y con mayor fuerza aun, para que visibilicela realidad existente cuando las alternativas quequisieran darle a sus proyectos de vida futura,cuando sus esperanzas y expectivas altas puestasen los estudios, difícilmente podrán ser satisfechas,sobre todo cuando persiste un sistema deeducación pública que no logra romper sutendencia histórica a reproducir las desigualdadessociales de origen.Los estudiantes movilizados —a fin de cuentas—interpelan a la sociedad en su conjunto pormayores grados de «protección social», pues a1 Investigadores del Centro de Estudios Sociales CIDPA, Valparaíso. E-Mail: oscar@cidpa.cl; felipe@cidpa.cl.El presente artículo se inscribe en el marco del proyecto de investigación «Trayectorias de vida y condiciones juveniles», el queha contado con el apoyo de la Fundación Ford de Santiago de Chile.

partir de la educación pública ven seriamenteamenazadas sus trayectorias escolares y de vidafutura. Es el desfase entre expectativas de losjóvenes y posibilidades, o si se quiere de maneraeufemística: estos jóvenes, hijos de la transicióndemocrática, se creyeron de buena manera lainvitación integradora sobre la necesidad degenerar una nueva revolución de expectativas yaspiraciones, y que éstas serían cumplidas.Sobre la base de estos elementos, deseamosexplorar algunas conexiones que puedenidentificarse a partir del proceso de movilizacionesestudiantes, particularmente desde las miradasque podemos hacer hacia estos jóvenessecundarios de la educación pública actual, tantodesde la perspectiva más de movimiento juvenil,como desde las condiciones juveniles presentesy sus formas de representación.Como hipótesis podemos adelantar queestaríamos en presencia de un nuevo sujeto jovenestudiante secundario, quien ha interiorizado —en lo discursivo y fáctico— una resignificación yelevación de expectativas y aspiraciones (no sóloen materia de metas educacionales, sino quecomo configuradoras de proyectos de vida), quedesde su percepción, no tendrían posibilidadesde ser cumplidas por el sistema social y educativo,en cuanto a garantizar las oportunidades sociales.En pocas palabras: el desface entre altasexpectativas y bajas posibilidades. A su vez,también interesa el trazar algunas conexionesentre las y los jóvenes estudiantes y los otrosactores del sistema educativo, como la escuelay los docentes, e interrogarnos sobre los posiblesroles y desafíos que éstos pueden encarar enperspectiva de favorecer y colaborar con laconcreción de los proyectos educativos y vitalesde las y los jóvenes.No pretendemos hacer un desarrollo teórico sobrela educación o los sistemas escolares. Tampocoqueremos revisar los sucesos que marcaron elrumbo del movimiento estudiantil. Más nos interesaorientar la mirada hacia los sujetos que fueronsus actores principales, los estudiantes del sistemamunicipalizado, ésos que sin aviso aparecierony se hicieron ver y escuchar, que en un mesencarnaron la esperanza y el temor, que fueronhéroes para muchos y villanos para otros:¿quiénes son y por qué afloró este sentimientode descontento y expresividad pública? Para esonos remitiremos fundamentalmente al estudiorealizado por CIDPA con jóvenes del sistemamunicipalizado en períodos previos a la irrupcióndel movimiento estudiantil (Los desheredados;Dávila, Ghiardo y Medrano, 2006) 2 . Creemos quehurgando en sus anhelos y expectativas, viéndolasa la luz de las condiciones en qe se definen comosujetos, podemos contribuir a enriquecer loselementos para el análisis e interpretación de loocurrido.2. Para Entender los Nuevos Sujetos y susProcesosLa teoría pedagógica asume que la labor educativaimplica siempre a un sujeto: el sujeto de educación.Los distintos enfoques pedagógicos difieren ensu objetivo y forma de trabajo dependiendo decómo definan a ese sujeto, de qué cualidades leatribuyan. La tendencia más simple ha sidodefinirlo en base a sus características comunes,y la más inmediata y evidente para la pedagogíatradicional ha sido la etaria. Se trataríafundamentalmente de niños y niñas en el casode la educación básica, y de adolescentes/jóvenesen la educación media. En estas dos categoríasse sostiene la construcción más «clásica» de losplanes y políticas educativas: distribución decontenidos por niveles, cursos distribuidos poredad.Producto del desarrollo de las ciencias socialesy también de la propia reflexión y trabajopedagógico (los profesores se dan cuenta de ladiferencia entre niños y niñas, o entre niños «ricos»y «pobres»), se ha hecho evidente que esta sola2 Para la elaboración de este estudio, se utilizaron diversos métodos de investigación social que combinaron técnicas de acercamientoa la realidad de orden cuantitativo y cualitativo. Los datos estadísticos que a continuación se presentan son producto de un cuestionarioautoaplicado a una muestra de 6.496 estudiantes de primero a cuarto medio, donde 2.907 casos corresponden a hombres y 3.574mujeres, del total de establecimientos municipalizados de las comunas de Viña del Mar, Quillota y Puchuncaví, comunas analizadaspara efectos de esta investigación.

categoría resulta insuficiente para definir a lossujetos de educación, fundamentalmente porquereduce la vida a una sola dimensión (la edad) ydeja en segundo plano un conjunto de condiciones(sociales, económicas, demográficas, culturales,de género) que son tanto o incluso másimportantes. La idea de adaptar los currículos ala realidad o a las características de los sujetos,que aparece como uno de los principios centralespara la reforma que se inició el año 1996, intentade algún modo hacerse cargo de esta falencia.Frente a estas insuficiencias lo que aparece comomás pertinente es adoptar lo que se puede definircomo una perspectiva generacional, un enfoqueque mire desde distintos ángulos, que cubra lascaracterísticas más evidentes, pero que las pongaa contraluz y las ubique en un contexto(sociocultural) y las observe en movimiento(histórico), para de ese modo ampliar el abanicode posibilidades de análisis de lo que ocurre hoycon el sujeto de educación de los establecimientosmunicipalizados.Para ello podemos seguir varias pistas. Entreellas, la primera y que a esta altura ya es dedominio público, tiene que ver con uno de losefectos perversos de la Ley OrgánicaConstitucional de Enseñanza (LOCE) y lamasificación de la enseñanza formal: la progresivaconcentración en el sistema municipalizado dejóvenes que provienen de los sectores con menosrecursos, que son al mismo tiempo los grupos oclases cuyas generaciones adultas históricamentehan tenido pasos menos prolongados por laescuela. Solamente un par de antecedentes.Según la Encuesta Nacional de CaracterizaciónSocioeconómica (CASEN), el año 2000 más del72% de la población que asistía a la educaciónmedia en establecimientos municipales pertenecíaa los primeros cinco deciles de ingresos, quecorresponden precisamente a los de menoresingresos (Mideplan, 2004). En la misma línea,esta vez de acuerdo a datos que corresponden aliceos de la V Región, pero que perfectamente sepueden extender al resto del país, los promediosde ingresos de las familias de los estudiantes delsistema municipalizado se mueven entre losochenta mil y los trescientos mil pesos, pero conuna marcada tendencia a concentrarse entre elingreso mínimo (ciento treinta y cinco mil pesos)y los doscientos mil pesos.Otro dato que se corresponde con el anterior: laescolaridad de los padres de estos jóvenes tiendea ser baja, en su mayoría con menos de doceaños de escolaridad, y una porción importanteque no alcanzó a completar la educación básica.Son muy pocos los jóvenes que son hijos o hijasde padres y madres profesionales (bordean el12%), y además tienden a concentrarseprincipalmente en los establecimientos de mayor«tradición» de las distintas ciudades, que suelencorresponder más a liceos que imparten lamodalidad Científico Humanista (CH) que laTécnica Profesional (TP).Veamos ahora otras dimensiones que tambiénson ilustrativas. Si analizamos los grados deintegración a las Tecnologías de la Información yComunicación (TIC), que viene siendo uno de losmecanismos de integración cultural más potentes,sobre todo para la población joven, encontramosque la porción de estudiantes que maneja ellenguaje computacional más básico sigue siendoreducida (47% según los datos que manejamos),la que tiene computador en su hogar es todavíabastante pequeña (cerca de un 30%), y menoraún la que tiene acceso a la red internet (12%).La carencia de equipos en el hogar es claramenteun factor de desventaja, pues quienes sí lo tienenmuestran un nivel de «alfabetización digital»notablemente superior al de quienes no están enla misma condición. A estos últimos lasposibilidades que les quedan son los computadoresde los propios liceos y de otros lugaresextraescolares (telecentros, cibercafés), pero enel primero no siempre se puede acceder o nosiempre dejan, y en los segundos hay que pagar.En la misma línea, pero esta vez en términos de«consumos culturales», de acuerdo a las variablesque exploramos, podemos sostener que entre losjóvenes que asisten al sistema municipalizadoson en realidad bastante pocos los que sedespegan de una tendencia generalizada amantenerse alejados de las prácticas de consumocultural «culto» (leer las «grandes obras» de laliteratura, leer la historia, ir al cine o a otrosespectáculos artísticos, etc.), aquellas prácticas

que configuran la imagen de la «persona culta»y que se esmera en serlo. Por el contrario, másparece dominar una distancia hacia estasprácticas, incluso con un grado de ironía haciaquienes sí las asumen, que suelen ser los«mejores alumnos», los «mateos», en una actitudque algunos autores (McLaren, 1998; Apple, 1987)han interpretado como parte de los mecanismosde resistencia que los estudiantes de sectoresdesfavorecidos desarrollan en el cotidiano frentea la imposición cultural que encierran loscontenidos que transmite la institución escolar.La gran mayoría se apega a los consumosestandarizados que ofrecen los medios decomunicación masivos, y por lo general, son pocoslos que han tenido en el último tiempo posibilidadesde vivir experiencias que ayudan a construir unaimagen y visión «más amplia» del mundo, comoviajar más allá de los límites de la región, porqueen general son prácticas que requieren tiempo yrecursos.Todas estas variables que hemos revisado sonvariables «estructurales» que de algún modoayudan a graficar la posición de los jóvenes y lade sus familias en la estructura social. En estesentido representan un buen punto paracomprender los marcos en que se produce laexistencia y la subjetividad de estos jóvenes, paraa partir de ahí, tratar de entender las diversaslógicas que buscan los jóvenes para darle cursoa su vida. Y es que estos jóvenes están en mediode un período complejo en que todo se conjugapara que su relación con el mundo adquiera otrosmatices y se dé en otros términos. En el períodoque corresponde a la educación secundaria lesllegan transformaciones por todos lados, porprocesos de distinto orden: cambia su constituciónbiológica y su condición como sujetos sociales,se les otorga grados mayores de autonomía, vandefiniendo sus propios intereses, su propiaidentidad, se identifican con grupos, conactividades, con discursos, participan de «espaciosde jóvenes» (fiestas, carretes, tocatas), establecenrelaciones amorosas, algunos transgreden normasculturales. Y por si fuera poco, socialmente, porla acción del sistema escolar mismo, que es unode los espacios donde más tiempo pasan, se lesobliga a tomar decisiones difíciles que les ponede cara a su futuro personal.Una de ellas es decidirse por una modalidad deestudios. Hay que optar por un camino, el CientíficoHumanista o el Técnico Profesional. En principioy también en la práctica, una y otra alternativaconducen a destinos diferentes: por un lado laesperanza de que los estudios secundarios seanun puente de paso hacia la educación superior;por el otro, la posibilidad de obtener un oficiocertificado al terminar la educación media quepermita ingresar al mundo del trabajo o adelantarcamino en la definición de un área deespecialización. La decisión es compleja, hay quecalibrar muchos factores. Lo peculiar es que elsistema escolar chileno ha venido reservando estedilema casi exclusivamente a quienes estudianen el sistema municipalizado. Prácticamente noexisten establecimientos privados que impartanla modalidad técnica y son muy pocos losparticulares subvencionados. La gran mayoría delas carreras técnicas se imparten enestablecimientos municipalizados, y su avanceha sido tal que si hasta un par de décadas atrásla modalidad Científico Humanista era ampliamentemayoritaria, hoy en día está prácticamente a lapar con la Técnico Profesional. Sobre este puntoconvergen varios factores, principalmenteextraescolares: la necesidad de la industria y elcomercio de contar con un contingente capacitado,el impulso discursivo a la modalidad TP por partede los representantes políticos de la educación,el aumento de la «oferta» TP con la inauguraciónde nuevos establecimientos y la conversión deestablecimientos CH en TP. Pero también influyenfactores que están a nivel subjetivo, que tienenque ver con el modo en que el sujeto procesaestos acontecimientos y delinea su proyecto devida. Con esto llegamos a la segunda decisión,quizás más compleja, pero ligada a la anterior: laopción por un camino para cuando concluya laeducación media. Aquí adquiere todo su peso eldiscurso social que ubica a los estudios comoprincipal promesa de movilidad social, como laalternativa (ideal) para «ser alguien en la vida».Es complejo explicarlo, sobre todo si tenemos encuenta que las tendencias macrosocialesdemuestran la desigualdad de destinosdependiendo del tipo de establecimiento en quese estudia o la clase a la que se pertenece, perola potencia y legitimidad del discurso escolarparece no cuestionarse. Y es que en general la

gran mayoría de los jóvenes pone a los estudioscomo un componente esencial a la hora de definirsu proyecto de vida.No deja de ser importante el porcentaje que piensadejar como tope de escolaridad la educaciónsecundaria completa (22%), que en líneasgenerales tiende a ser más frecuente entre loshombres que las mujeres, entre quienes asistena la modalidad TP que a la CH, y entre quienespertenecen a familias con menores niveles deescolaridad; la mayoría se proyecta hacia el campode los estudios superiores. Entre éstos haydiferencias en el modo en que proyectan ese pasoa la educación superior: si bien la proporción másalta quisiera un paso inmediato y concentradosolamente en los estudios superiores (36%), noes menor la porción que se anticipa forzado acombinar trabajos y estudios (23%), o apostergarlos para antes trabajar un tiempo (10%),seguramente pensando en una forma de juntarrecursos y experiencia.Si vemos las distintas alternativas que contemplael sistema de educación superior, la que concentrala mayor parte de las aspiraciones es laUniversidad. En realidad, es difícil que no lo fuerasi tenemos en cuenta que la figura de estainstitución aparece como un símbolo querepresenta más que ninguna otra la posibilidadde vivir un «ascenso» social y cultural significativo.Al menos idealmente, muchos quisieran serprofesionales de algún campo bien posicionado,algo que les asegure el futuro y les permita surgiro superar las condiciones en que ha transcurridosu experiencia personal y la historia de sus familias.En un segundo lugar y varios puntos más abajo,aparecen los Institutos Profesionales y, más atrás,los Centros de Formación Técnica, que son laalternativa en principio menos considerada, aunqueen la práctica constituyan uno de los destinos másfrecuentes para la población de los quintiles demás bajos ingresos (cf. Mideplan, 2004).Si nos ponemos a ver las diferencias en el nivelde las metas escolares que se proyectan, seobserva que pasan fundamentalmente por lamodalidad de estudios que se encuentrancursando y el género. En términos generales,quienes siguen la modalidad TP tienden aplantearse metas más cortas, con una proporcióncomparativamente bastante mayor de casos queaspira dejar como tope la educación media y sutítulo de carrera como herramienta de inserciónlaboral, y con una menor proporción de casos queaspira llegar a la universidad. En un sentido, sepercibe cierto conformismo con la formación parael trabajo, que según lo han interpretado algunosautores (Bourdieu, 1988; Willis, 1988) no seríasino el rastro de la ideología de la clase trabajadoraque se actualiza, pero que a la larga no hace másque ayudar a reproducir la estructura de clasespre-existente.Lo que ocurre con el género es destacable,principalmente por las marcadas diferencias quese producen entre las opciones de futuro que sevienen planteando las mujeres y los hombres. Esun dato notable que tanto las proporciones queaspiran a seguir estudios superiores como las queaspiran completar estudios universitarios seanconsiderablemente mayores entre las mujeresque entre los hombres. Mientras de los hombresel 26% aspira ingresar a la universidad, entre lasmujeres ese anhelo representa al 55%; es decir,cerca de un 20% más que entre los hombres. Lointeresante es que en este caso se trata de mujeresjóvenes que pertenecen a los estratos de menosrecursos, lo que desde ya encierra un cambio enla «mentalidad femenina» de la mayor importancia.Y es que para las mujeres la alternativaeducacional ha demostrado ser la principalherramienta para integrarse de manera efectivaal mundo del trabajo. Por eso en el discurso delas jóvenes estudiantes aparece fuerte la intenciónde no ser lo que fueron o no vivir lo que vivieronsus madres, y asumir una nueva «imagen ideal»de mujer que tiende a despegarse de la mujerdedicada a las labores del hogar o trabajos malremunerados para acercarse más a la de mujerindependiente, profesional y que participa delmundo laboral, identidades femeninashistóricamente más ligadas a la situación de lasmujeres en las clases medias y altas que a las desectores de menores recursos.Lo interesante de todos estos juegos de proyecciónrespecto a los estudios, estos espacios para«soñar despiertos», es que son construccionesque se ligan directamente a otras «dimensionesde la vida» que en su conjunto permiten distinguir

diferentes maneras de ordenar los cursos que seanticipan para sus proyectos de vida. Se puededecir que los estudios actúan como visagra quearticula la construcción de esos proyectos. Asípor ejemplo, mientras más años se piensa estudiar,más se pretende postergar el paso hacia laautonomía respecto del hogar, más tarde se esperaingresar al mundo del trabajo, menos se piensaen construir una familia o en mayor medida sepretende dejarlo para más tarde. La forma en quese conjuguen estos elementos (estudios/trabajo/independencia/construcción/no construcción defamilia) son los que definirán, en el fondo, el modoen que «se hizo la vida», en que el sujeto seconstruyó a sí mismo.Pero más allá de esas diferencias en los caminosque se anticipan, que no dejan de ser sólo caminosposibles, lo que es común a todos estos jóveneses su anhelo de integrarse, de formar parte deljuego, pero no en posiciones subalternas quesignifiquen carencias e inestabilidad. Si en sudiscurso los estudios son importantes es porquese mezclan elementos vocacionales («estudiar loque me gusta»), elementos pragmáticos («estudiaralgo que me permita surgir»), y elementos que ledan un sentido más abstracto de desarrolloespiritual o moral («estudiar para ser mejorespersonas»). Todas estas dimensiones sonimportantes, pero la tensión que experimentan esporque sienten que no todas se podrán cumplir...o quizás ninguna.No es casual que si por un lado, e independientedel camino que se quiera tomar, se percibe unánimo general de optimismo de cara al futuro (cf.INJUV, 2004), que en el fondo resume unasensación generalizada de que «les va a ir bien»,ellos y ellas saben que nada será fácil, que elmundo no los favorece. De hecho el discurso delos jóvenes del sistema municipalizado estámarcado por el sentimiento de desventaja respectoa los «otros» jóvenes, los que están en los otrostipos de establecimientos. Por eso no resultaextraño que la mayor parte crea que en lasactuales condiciones que presenta la sociedadchilena, las posibilidades de concretar susaspiraciones y hacer realidad sus sueños, son enverdad pocas o simplemente ninguna. Lo complejoes que si por un lado la sensación o a estasalturas, la certeza de que sus posibilidades sonmás bien escasas, hay una tendencia a pensarque son menores mientras mayores son lasaspiraciones en términos de escolaridad. Así porejemplo, entre quienes solamente quieren terminarsus estudios secundarios y nada más, hay unaproporción menor de jóvenes que piensa tenerpocas posibilidades de concretar sus proyectos;mientras entre quienes aspiran llegar a launiversidad, es mayor la cantidad de jóvenes quepiensa que sus posibilidades son pocas.Es en estas contradicciones por donde se escurrenlas desigualdades de todo tipo que impregnan elambiente en Chile, el modo en que se expresa lafragmentación clasista que se impuso al sistemaescolar hechos carne en la persona de estosjóvenes; por eso que ese optimismo se puedeleer como un «a pesar de todo, prefiero pensarque me va a ir bien», que más responde a la ideade no cerrarse a la posibilidad de pensar y deconstruir un futuro, o de no rendirse antes deempezar, que a un optimismo fundado encondiciones, si se quiere, realistas. De ahí queen este desfase entre las aspiraciones y lasposibilidades, que se traduce en la distancia entrelo que se quiere o sueña con la realidad y lasposibilidades que ofrece, se encuentre a nuestrojuicio la fuente donde se vino fraguando lentamenteel descontento que impregnó el movimiento delos jóvenes secundarios.3. Un Nuevo Sujeto en un Nuevo EscenarioAl volver la mirada hacía las y los jóvenes,podemos establecer que estamos en presenciade adolescentes y jóvenes estudiantes distintos,con características diferentes, tanto en su serjoven como en las formas que expresan y estaríanviviendo, percibiendo y significando las diferentesmaneras en que asumen sus condicionesjuveniles; lo que ha impactado con fuerza en laasunción del rol social u oficio de estudiante.Detrás de aquello hay una permanenteintencionalidad en traer las condiciones y culturasjuveniles (en plural) al espacio de la cultura escolar(en singular), lo que plantea primariamente ladisputa por la pluralidad en contra de lasingularidad.

Esta generación de adolescentes y jóvenesestudiantes, en propiedad son «hijos de latransición política a la democracia», muchosnacidos y todos educados en ese contexto/espaciosocial y político. Sólo han vivido una sociedaddemocrática; a diferencia de sus padres como«hijos de la dictadura», con todas las valoracionesy significaciones que pueden hallarse a la basede esas experiencias vitales, sobre todo en lasreferidas a las formas y modos de vivir el períodode adolescencia y juventud en uno y otro contextosociopolítico: y eso no es un antecedente menor.Estos jóvenes estudiantes son herederos —ensus éxitos y fracasos— de la historia reciente,particularmente en el acelerado proceso demodernización (quizás en su tercera fasemodernizadora contemporánea) experimentadoen la sociedad chilena, lo que ha permitido enbuena medida, el poder desplegar esas situacionesy condiciones juveniles a las cuales intentanadscribirse.Esta es la generación joven más escolarizada dela historia, que ya exhibe niveles de escolaridadsuperiores a las de sus padres y madres, loscuales guiaron su vida bajo la promesa hacia sushijos de dejarles educación y «que sean más queellos». Esa promesa ya se cumplió, en la granmayoría, y en los menos, está ad portas decumplirse. Es la primera generación que estácompletamente incorporada en la educaciónprimaria, llegando aceleradamente al ciento porciento en la enseñanza secundaria, y tambiénincorporándose a trancos largos a la educaciónsuperior, pero con muy desiguales accesos deacuerdo a sus condiciones económicas familiares.Es una generación que está contenta con la vidaque lleva y manifiesta un tremendo optimismo ensu futuro y en su vida futura, que adopta unsentimiento de pragmatismo, ven de manerapráctica y vivencial si sus expectativas optimistastienen correlato con sus experiencias de vida.El problema es que ya sospechan del desajusteentre esas altas aspiraciones y expectativas, lasque ven difícil de concretar. Reconocen que tienenpocas posibilidades para cumplirlas, por losdesiguales accesos a las oportunidades sociales,de acuerdo a los orígenes sociales familiares, losbajos capitales heredados y la escasa movilidadsocial que estaría ofreciendo la sociedad chilena,resultando complejo el compensar o revertir lasdesigualdades de origen.Por no haber recibido capitales suficientes, esque se constituyen en desheredados, sujetos quedebe extremar esfuerzos para acumular capitales,de preferencia por la vía de una mayorescolarización, lo que podría acercarlos alcumplimiento de sus aspiraciones y expectativasde vida.Ésa es una de las tensiones fundamentales queenfrentan estos jóvenes estudiantes del sistemapúblico de educación: ¿cómo congeniar esas altasexpectativas y aspiraciones con sus reconocidaspocas posibilidades? Interrogante que seguiráabierta en busca de respuesta satisfactoria, y quesin duda seguirá interpelando a los distintos actoresinvolucrados en el proceso educativo.Referencias BibliográficasValparaíso, 25 de julio de 2006Apple, Michael. 1987: Educación y Poder.Barcelona: Paidós.Bourdieu, Pierre.2000: Cuestiones de sociología. Madrid: Istmo.1997: Razones prácticas. Sobre la teoría de laacción. Barcelona: Anagrama.1988: La distinción. Criterio y Bases Sociales delGusto. Madrid: Taurus.Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude.2003: Los Herederos. Los Estudiantes y la Cultura.Buenos Aires: Siglo XXI.1996: La reproducción. Elementos para una Teoríadel Sistema de Enseñanza. México: Fontamara.Casassus,Juan. 2003: La Escuela y la(Des)igualdad. Santiago: LOM.

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Movidas, Movilizaciones yMovimientos. Etnografía alMovimiento EstudiantilSecundario en la Quinta RegiónOscar Aguilera R 1 .“Mamá, Tráeme Calzones”Pancarta Liceo Eduardo de la Barra“Santiago no es Chile”Pancarta Liceo de Quillota1. Coordenadas Temporales y EspacialesEran los primeros días de abril de 2006, y en lossalones de la Intendencia Regional de Valparaísose realizaba un seminario sobre la situación de laeducación en la región. En el lugar se dieron citaeducadores, directivos municipales de educación,estudiantes universitarios y algunos secundarios.Durante los debates producidos en la oportunidadquedaba en evidencia la sensación de impotenciay abandono en que se desarrolla la tarea educativade los centros de enseñanza pública; no sin ciertatristeza, los educadores señalaron en más de unaoportunidad que en sus colegios la enseñanzaqueda en un segundo plano, porque másimportante es “intervenir” en situaciones deconsumo de drogas, culturas de la violencia anivel familiar y comunitario, “y otras problemáticaspsicosociales” que afectan a los estudiantes delos liceos de la región.Un diagnóstico desalentador, sin duda, pero queno hacía presagiar la más grande movilizaciónestudiantil de todos los tiempos en las ciudadesde la Quinta Región. Porque no se trató sólo delas grandes ciudades como Viña del Mar yValparaíso, sino que también el movimientoestudiantil se expresó y visibilizó en Quilpue,Quillota, San Antonio, Villa Alemana, y decenasde otras comunas. A nivel nacional ocurrió lomismo; cerca de 900 colegios en toma, y 790 milestudiantes movilizados durante los meses demayo y junio. ¿Cómo se logró esta convocatoria?¿Qué permitió una articulación estudiantil decaracterísticas nunca antes presenciadas?¿Cuáles son los antecedentes de este movimientoestudiantil? 2Sin duda existen factores de orden estructuralque la posibilitaron; la situación de la educaciónpública chilena. Sebastián Vilches, vocero de laCoordinadora de Estudiantes Secundarios de laV Región, entidad que agrupó a las CoordinadorasComunales de Viña del Mar, Valparaíso, Quilpuey Villa alemana, el día 30 de mayo, frente a 12.000estudiantes y tras marchar pacíficamente desdela Plaza Sotomayor, lee frente al CongresoNacional el petitorio del movimiento estudiantilsecundario: Prueba de Selección Universitaria(PSU) gratuita y administrada por el Estado, PaseEscolar Único y Nacional, fiscalización practicasprofesionales pagadas, pago de imposiciones ytalleres de formación sindical en la malla curricular,fin al financiamiento compartido de la educación,reestructuración de la Jornada Escolar Completay derogación de Ley Orgánica Constitucional deEnseñanza: “…están propiciando un cambio deestructuras, y eso es lento. Los puntos afectan alsistema educativo y al sistema educacional, si secomenzó con esto se va a terminar con esto. Nohay vuelta atrás”, señala una profesora que seencuentra apoyando a los estudiantes.Pero también hay elementos de orden subjetivoque permiten comprender porqué hoy se produceesta gran movilización y no antes; los estudiantesexpresan su cansancio frente al mal trato quereciben; “estamos hartos de que no se tome encuenta la opinión del estudiante y que siga elabuso del dinero y el poder” señala un dirigenteestudiantil del Colegio Cambridge, “si tenemosque estar 4 meses vamos a estar, lasconsecuencias las asumimos desde un principio.La idea de nosotros es seguir con esto, lo quenecesitamos son respuestas” agrega el encargadode Relaciones Públicas (vocero) del liceo Eduardode la Barra de Valparaíso.1 Profesor Investigador, Escuela de Antropología Universidad ARCIS-Valparaíso, osaguilera@uarcis.cl2 Agradezco la colaboración de Alejandra Villanueva, Rodrigo Rojas y Gabriel Figueroa, antropólog@s de ARCIS-Valparaíso yque participan de los seminarios de investigación sobre juventud que alimentaron este texto.

La aparente claridad y organicidad que muestrael movimiento en su escenificación pública tienetras de sí procesos de organización y participaciónestudiantil que se encuentran en ritmos distintos.Mientras unos colegios venían preparando conbastante anticipación estas movilizaciones,informando a los estudiantes, realizandoasambleas, y definiendo las fechas y modalidadesde las movilizaciones que desarrollarían, en otroscasos los hechos obligaron a reaccionar sobre lamarca tal como cuenta el dirigente del InstitutoSuperior de Comercio de Valparaíso: “…Fue unacuestión que sorprendió a todos, incluso al centrode alumnos pero nos pusimos en marcharápidamente. Se hizo una reunión con lospresidentes de cursos, se votó un reglamento, yse hizo. No alcohol, no drogas, no sexo”.Estos desfases en el desarrollo de la movilizaciónestudiantil tienen una clave en los territorios delconflicto; por primera vez en la historia seexpresaba un movimiento estudiantil de carácternacional, y comunas que no tienen una “tradiciónpolítica” también se pliegan al movimientosecundario; “Es grande la ignorancia, la gentepiensa que Quillota es puro campo, y aquí estamosmovilizándonos”. Con su propio ritmo, aprendiendoen la práctica, y después de muchasdeliberaciones e intentos de diálogo entre ellos ylas autoridades educativas, los estudiantes delLiceo de Quillota se tomaron el colegio, uniéndosede esta forma al movimiento nacional. Pero consus propias particularidades de colegio deprovincia; los estudiantes que participaron en latoma llevaban consigo cartas de autorización desus padres para que sus hijos pudieran dormir enel colegio y así no tener inconvenientes con eldirector del establecimiento.2. Las Coordenadas TeóricasLa discusión sobre la participación juvenil en laúltima década ha estado enmarcada por lasreflexiones sobre la supuesta desaparición de laactividad política en las prácticas de las y losjóvenes. Dichas discusiones fueron paulatinamentedesalojando la dimensión política, incluso en lapropia agenda investigativa nacional, yapareciendo sólo para referirse a aquellasdimensiones más institucionales que confirmabanlas lecturas de la “desafección política”. Sinembargo, lejos de no tener afecto por la política,la juventud chilena se encontraba en un profundoproceso de transición social y cultural queimplicaba una redefinición de los político y eldescubrimiento de nuevos lugares de la actividadpolítica. Por lo pronto, emerge la cultura como unnuevo lugar de conflicto en el que las y los jóvenesse posicionan para constituirse en actoresrelevantes. A pesar de que estas transformacionesen la socialidad juvenil se extienden al conjuntode la sociedad, las instituciones sociales siguenpensando en un sujeto juvenil unificado (en susformas de organizarse, en sus demandas, y ensus tiempos) lo que impide reconocer y validarlas nuevas formas y lógicas de relación social quedesde la propia cotidianeidad hasta susarticulaciones en diversas agrupaciones (lo político)viven las personas jóvenes.Pero sólo realizando una lectura que incorporelas dimensiones socio-estructurales (el modeloeducacional) y las dimensiones subjetivas de lapolítica (culturas y símbolos), podremoscomprender los alcances de estos 30 días queconmovieron a Chile y al mundo; no se trata, portanto, sólo de un movimiento articulado alrededorde objetivos claros y compartidos (movimientos),ni de la utilización de nuevas y viejas formas devisibilizar y ritualizar el conflicto (movilizaciones),sino que también de un conjunto de prácticascotidianas, de orden relacional, pero quecomienzan a configurar unas nuevas formas deestar juntos que tienen las generaciones jóvenesde nuestro país (movidas).Esta perspectiva exige una construcción analíticaque permita comprender en toda su complejidadla actividad y acción humana; en ese contexto esque resulta clave la articulación de una dimensiónde análisis como la acción colectiva con 2 variablesconstitutivas del proceso como son lasafectividades y las identidades colectivas. Cuandohablamos de acción colectiva, señalamos quenos interesa la reconstrucción del procesomediante el cual unos hombres y mujeres (jóvenes,en este caso) llegan a producir una accióndeterminada; o como señala Melucci (en Morales

Gil de la Torre, 1999:18) nos ocupamos de aquellas“orientaciones propositivas que se desarrollandentro de un campo de oportunidades yrestricciones” y que son producto de interacciones,negociaciones y conflictos entre unos actores quese encuentran en un campo de acción definido yen que el “nosotros” que se construye se diferenciay distancia de los demás actores presentes comouna cuestión estratégica.Desde esta perspectiva cobra sentido lapreocupación teórica por la construcción de lasidentidades políticas. Como señala Costa (1998;88) “la identidad colectiva es una definicióninteractiva y activa producida por muchosindividuos que están de acuerdo con lasorientaciones de su acción, así como del campode oportunidades y determinadas por el campoen que la acción se lleva a cabo. En este sentido,el proceso de construcción y mantenimiento dela identidad colectiva es un proceso delicado querequiere una continua inversión emocional ya queprovee a los sujetos de elementos para dar formaa sus expectativas, dentro del grupo y hacia fueradel mismo”. Los movimientos sociales que segeneran a partir de estos procesos secaracterizarán por no partir exclusivamente desdeuna composición de clase, no estarán interesadosdirectamente por el poder sino por elreconocimiento social y la afirmación de laidentidad 3 , accionan en lugares donde lasinstituciones han perdido poder, y replantean lasformas tradicionales de organización quecaracterizaban a las experiencias anteriores.Así como han emergido nuevas formas de estarjuntos entre las y los jóvenes también hay ciertosaspectos interaccionales que no se habían tomadoen cuenta en los estudios más formales de laparticipación política. Uno de esos aspectos es elde la afectividad y las emociones, en tanto “…desu análisis se desprende que la conexión entre laemoción compartida y la comunalización abiertases precisamente la causante de esta multiplicidadde grupos que acaban constituyendo una formade vínculo social, en definitiva bastante sólido”(Maffesoli, 1990: 38)”. El concepto de socialidadnos parece el más pertinente para trabajar coneste tipo de vínculos que se alejan de laselecciones racionales que ordenan la vidacolectiva. “…la socialidad, como parte constituyentede lo social, pretende abarcar ese sinnúmero desituaciones y actitudes cotidianas, irrelevantes, obien carentes de lógica que constituyen ese díaa día que conforma el tejido social” 4 . Desde estaperspectiva, las formas de relacionarse que ellostienen, sobre todo en lo que respecta a los vínculosde amistad y amor que construyen cotidianamentey en colectivo, evidencian mirada una significativaruptura con los modelos tradicionales de hacerpolítica en tanto estas dimensiones son las quedefinen las posibilidades de acción y lapermanencia en los grupos en los jóvenes, inclusoantes que la adscripción e identificación con los“objetivos más racionales”.3. Recorridos EtnográficosLos estudiantes del Liceo Eduardo de la Barra(EdlB) desencadenan las movilizacionesestudiantiles en la Quinta Región cuando decidensumarse a la ola de tomas que se comienzan aextender desde Santiago hacia el resto del país.El liceo está ubicado en un lugar muy transitadode Valparaíso, específicamente la esquina surponientede la intersección de las avenidas Colóny Francia. Es un gran edificio de tres pisos quealberga a 1200 alumnos, separados en jornadasde mañana y tarde, tiene unas 30 salas de clase,varias oficinas administrativas y que en el 2dopiso tiene su sala el Centro de Alumnos (una salapequeñísima donde cabe una mesa, y unas 5personas bien apretadas). Es el colegioemblemático de la Quinta Región, que tiene ungran auditorio llamado "ex alumno SalvadorAllende", en honor a uno de los tanto “ilustresalumnos” que han pasado por el Liceo.La iniciativa toma por sorpresa a todo el mundo;en las afueras del colegio se reúnen profesores,3 Autores como A. Melucci, A. Giddens y M. Castells señalan que los nuevos movimientos sociales buscan, ante todo, obtenerel control de los símbolos y representaciones del mundo.4 Morales Gil de la Torre, Héctor. “Acción Colectiva. Un modelo de análisis”, Colección “Experiencias jóvenes. Lecciones aprendidas”,Nº1, p.18.

apoderados, estudiantes universitarios enviadospor sus profesores a realizar algún trabajo deobservación o bien buscan solidarizar, ycarabineros que en un primer momento se dedicaa controlar el paso y circulación de peatones porlas inmediaciones del lugar. Los voceros definidospor la asamblea del EdlB no dan abasto ante lasinnumerables peticiones de asistir a asambleasen universidades para explicar el movimiento delque forman parte, atender a estudiantessecundarios de otros colegios que necesitan apoyopara tomarse sus establecimientos, y recibir a lasinnumerables visitas (personalidades o no) quedesean expresar su solidaridad con lasmovilizaciones que están desarrollando.Durante la toma, la “sala audiovisual” fue utilizadacomo lugar para realizar asambleas, además deservir para ver los noticieros cuando la contingencialo ameritaba, o simplemente para ver películas oseries de televisión: telenovelas, Los Simpsonsy Lost encabezaron el ranking de los programasmás vistos en esos días. Mientras por los patiosy salas del liceo transitaron alrededor de 300estudiantes, con un promedio de asistencia diariaque fue variando de 50 a 200 estudiantes, lo quehabla de lo masivo que fue este movimientoestudiantil.La forma de ordenar la estadía durante la tomaqueda expresada en la forma de administrar lautilización de las salas de clase como “piezas” enlas que nos encontramos con diversos modos deagrupación y diferenciación juvenil; estéticas,gustos musicales, amistades, etc. Esta situaciónera una primera pista que permitió acceder a ladiversidad de grupalidades 5 que componían eluniverso de estudiantes que tenía tomado el liceo:la utilización del espacio estaba sujeta a reglasy criterios de identificación con determinadosobjetos culturales tales como estéticas, gustosmusicales, grupos de amistad, roles dentro de laorganización interna de la toma, etc. Estaban lasala de punkis, otra donde se concentraban losdirigentes, otra con los reggetón, otra con losgays; de alguna manera, las salas-habitacionesse constituían en enclaves de las subculturasjuveniles presentes en la toma.El estilo es muy importante a la hora de definirlos sujetos 6 , y es según los mismos jóvenes unamanera efectiva para definir con quien seestablecen relaciones o no, puesto que la imagen“significa” en cierto modo a la persona quetenemos frente a nosotros. Pese a todas lasdiferencias en el ámbito del estilo, de los gustosmusicales y estéticos, los discursos asociados acada grupo, etc., las y los jóvenes que estabanen la toma coincidían mayormente con losobjetivos y estrategias que se estaban aplicandoen la consecución de los fines de la movilización.Podíamos encontrar punkis, reggeton(es), flaites,superficiales (o los huecos y huecas) que no sólocompartían el espacio del liceo, de las asambleas,las marchas; sino que también construían unaacción política concreta que los involucraba atodos en mayor o menor grado, y que en no pocoscasos concluyó en el establecimiento de relacionesde amistad con quienes previo a la toma no setenía “nada en común”.En esta explosión y visibilización de las diferencias,dos son las figuras que nos permiten comprenderel papel de las identidades colectivas en losprocesos de movilización política; loshomosexuales y los neonazis. El tema de loshomosexuales fue muy especial en el contextode la toma puesto que, si bien en el imaginariosocial constituyen una subcultura que se mueveen la marginalidad y los límites, en el EdlB selogró mejorar las relaciones durante este procesode toma, al punto de integrar y valorarlos comocompañeros con iguales derechos y capacidadesque los demás. Algunos estudiantes manifiestanque la toma fue el contexto ideal en que losestudiantes homosexuales pudieron “salir del5 Hablar de agregaciones juveniles supone relevar un tipo de acción juvenil más desestructurada pero no menos importante, entanto el énfasis se pone en aquellas dimensiones simbólicas, de confluencia o comunión de códigos de interacción y sociabilidad,símbolos de referencia y significación de los espacios y experiencias analizados desde una dimensión cultural.6 Hablar de estilos y estéticas juveniles supone profundizar el ejercicio reflexivo y asumir, como lo demuestra la tradiciónantropológica, que a partir del estilo es posible reconstruir los distintos posicionamientos frente al mundo que dotan a las prácticasjuveniles de un espesor cultural que trasciende la espectacularidad de sus puestas en escena y reubica al estilo como constructorde sentido y visiones de mundo específicas (Hedbige, 2004).

closet”; en otras palabras, pudieron manifestarabiertamente su opción sexual sin ningún tipo dediscriminaciones por parte del resto delestudiantado.Por el contrario, la figura de los neo-nazis eraconsiderada el enemigo común de todos losestudiantes, y no sólo de los flaites, los punkis olos gays, sus tradicionales objetos de agresión.Alrededor de esta “figura del miedo” se conformóuna serie de mecanismos organizacionales,relacionales y simbólicos. El enemigo estabaafuera, lanzaba pedradas y se paseaba envehículos por los alrededores del recinto, aunqueno se haya podido vincular la participación degrupos neo-nazis en tales agresiones. Lasamenazas eran permanentes, y no sólo en esteliceo en particular, sino también a lo largo de todoChile, situaciones que provocaron incluso lareorganización interna de la toma.Los encargados de repeler los ataques de estosu otros enemigos serían los integrantes de lacomisión de “seguridad”, equipo lideradofundamentalmente por estudiantes hombres. Estegrupo debía vigilar desde el techo y otros sectoresestratégicos cualquier movimiento exteriorsospechoso, además de reprimir toda conductaque fuera contra las normas internas básicas dela toma: drogas, alcohol y desorden. Este grupode seguridad estaba integrado únicamente porhombres, en su mayoría pertenecientes al grupode los punk, (ska, y relacionados) y hasta elmomento del final de la toma, se habíanempoderado bastante conviertiéndose endirigentes estudiantiles de igual importancia a losvoceros o dirigentes de los centros de alumnos.Hubo algunos problemas con la autoridad,representada en los dirigentes y en los integrantesde la comisión de seguridad, por motivo de lautilización inmoderada del poder que se lesdelegaba. Durante una asamblea un dirigente deimportancia en el contexto de la toma hizo callara los presentes mientras se debatía un asuntopolémico; monopolizó la palabra, y quiso cerrarel tema a su antojo, lo que fue duramente criticadopor parte de los participantes con frases como:“el poder que tu tienes no te pertenece, y podemosquitártelo”.Esta situación demuestra lo complejo delmovimiento estudiantil secundario, respecto a lavigilancia de los poderes y la forma de organizaciónque se adoptó en cada colegio. La organizaciónsocial dentro del contexto de la toma fue unadimensión muy importante para estudiar lasrelaciones que se dan entre los estudiantes, lasgrupalidades, y la manera en que éstos eranintegrados y participaban de las funcionesorganizativas y de los espacios de sociabilidadpropios de un proceso-espacio como la toma. Porun lado, identificamos la figura de los dirigentes,en quienes estaba delegado el poder de larepresentación y que hablaban por otros que nopodían expresar su opinión. Esta figura no estabaexenta de polémica, puesto que a veces emergíanvoces o percepciones que contrariaban las de losdirigentes, y eran estos quienes debían por unlado articular la diferencia sin silenciar lasdisidencias.Por otra parte, quienes también detentaban otroespacio de poder eran los integrantes de lascomisiones de seguridad, quienes no estabaninvolucrados directamente en la toma dedecisiones aunque muchas cosas se preguntabana ellos. Además, varias decisiones que debíantomarse con respecto al tema de la seguridad nose debatían necesariamente en las asambleas;temas que requieren soluciones prácticas einmediatas, de cómo se estructuraban los horariosde vigilia, u otros problemas parecidos, quedabafuera de la agenda de preocupaciones de lasasambleas, pero también se constituían en zonasde poder que no estaba sujetas al control delcolectivo.El resto de los estudiantes no participaba en latoma de decisiones más que para cosas precisas,a excepción de las votaciones en las asambleasrespecto a decisiones que requerían laparticipación de todos por su carácter estratégico;la mantención de la toma, la participación enmovilizaciones callejeras, etc. El ámbito másamplio de participación estaba vinculado a lasfunciones que se cumplían dentro de laorganización; limpieza de baños, pasillos, salas,las labores de cocina, entre otros. Tales funcionesno eran necesariamente delegadas o impuestas,sino que cada sujeto se comprometía

voluntariamente con alguna acción concreta y asícontribuía a la continuidad de la toma.Un punto que cobra especial relevancia para losestudiantes que participaban de la toma del EdlBes el carácter de las marchas que se dieron enValparaíso. Todas las organizaciones y grupossociales que se unieron a la lucha de losestudiantes secundarios y solidarizaban con susreivindicaciones conformaron una gran alianzasocial y política que se expresó públicamenteaquel lunes 5 de junio, cuando hubo marchas ymovilizaciones a lo largo de todo Chile. En estecontexto, el caso de Valparaíso fue muy especialpor lo pacífico de esta movilización que convocóuna cantidad enorme de personas en las callescomo hace muchos años no se veía. La explicaciónparcial de este fenómeno, tan diferente a loocurrido en Santiago o Concepción, fue que losdirigentes se organizaron con carabineros y conlas autoridades de la zona y se llegó a un acuerdoexplícito de no agresión por parte de carabinerosy de los estudiantes, así como mantener el controlde la movilización y no dejar que otras orgánicasestudiantiles intentarán monopolizar alterar lasformas de movilización política que estabanacordadas iban a ser sin violencia. Fue una marchasin precedentes en la región, incluso los mediosde información tuvieron grandes problemas parainformar de manera clara y desinteresada acercade lo que ocurría, pues estaba fuera de cualquierpronóstico el que no hubiera actos de violencia.A pesar de lo pacífico, los medios de comunicaciónno estuvieron a la altura de la movilizacióndesarrollada por los secundarios pues igual“desinformarían a la opinión publica” como señalaun estudiante. En una conversación sobre la visiónde los estudiantes respecto a los medios decomunicación, el mismo joven expresó lo siguiente:“[...] ¿cuál fue el titular en la prensa, en la tele?,porque todos lo vimos cuando se dio la marchaen Valparaíso... Con pequeños desmanes terminóla marcha pacífica en Valparaíso, eso es lo quevende, porqué no pudo haber dicho “en la marchapacífica en Valparaíso hubieron pequeñosdesmanes”.[...] ¿qué fue lo primero? Losdesmanes pequeños en Valparaíso.”En el EdlB existía una postura clara respecto aeste tema; su marcha sería pacífica de principioa fin y quienes realizaran desordenes seríanapartados del grupo por no respetar la resoluciónadoptada en la asamblea. El tema de losencapuchados y las marchas “violentas” comolas que se producían en Santiago era muydebatidas en las conversaciones con y entre losestudiantes, especialmente lo referido a lalegitimidad o ilegitimidad de estas prácticas. Seesgrimían diferentes razones; quienes se oponíana las protestas violentas argumentabanprincipalmente que les estaban corrompiendo laimagen que daban al exterior, a la sociedad, a losmedios de comunicación y los políticos; es más,algunos sostenían que “los violentistas” seaprovechaban del proceso de movilización paraactuar según sus intereses, contrariando a losestudiantes. Por otro lado, quienes justificabanactos de esta índole argumentaban que la manerade enfrentarse de aquellos sujetos era tan sólouna vuelta de mano por la forma con que sontratados por la autoridad y los sistemas represivos.Todos los elementos señalados anteriormente(estilos, formas de organización, discusiones) nosilustran respecto al conjunto de prácticas yvinculaciones entre jóvenes, hombres y mujeres,que desde sus especificidades identitarias definenlos posicionamientos frente a procesos tancomplejos como la violencia política, laconstrucción de un movimiento desde diversasmovidas y motivaciones para la acción.4. Final Inconcluso para un MovimientoSi bien las movilizaciones estudiantiles culminaroncon la aceptación de parte del movimientoestudiantil secundario a participar en el ConsejoAsesor convocado por la Presidenta MichelleBachelet, los estudiantes porteños mantendríanalgunos días más la movilización. En efecto, elInstituto Superior de Comercio de Valparaíso seríael último colegio del país en desmovilizarse; 1.700estudiantes que, a diferencia de lo que ocurrió enel resto del país, no retornaron a clases el martes,sino que sostuvieron la toma por unos días más.“El paro sigue. No entregaremos el colegio todavíay las clases normales empezarían el próximolunes, si así se decide. Hemos citado para mañana

(hoy) y el miércoles a nuestros compañeros pararealizar en el colegio jornadas informativas, puesno todo lo que aparece en los medios es efectivo”,explicó Cristián Pérez, vocero del centro dealumnos y delegado del Insuco, a los medios decomunicación de la región y el país que no seexplicaban esta resolución.Los estudiantes del Insuco no estaban conformescon el Consejo Asesor Presidencial, como tampocolo estaban las niñas del Liceo 1 porteño. “Acá lamayoría de las cerca de mil 200 alumnas volveráa clases mañana (hoy), pero nosotras, las vocerasy representantes no asistiremos a clases. No nosgustó lo que dijo la Presidenta. Esperamos quenos de algo firmado sobre los cambiosestructurales que necesita la educación”, explicóen esa ocasión la dirigenta Anaís Quintana.No caben dudas que las movilizacionesestudiantiles que sacudieron a Chile entre mayoy junio de este año 2006 provocaron no sólo elretorno de lo político (Mouffe, 1999) en las prácticasjuveniles de los estudiantes secundarios, sino queademás reinstaló en la agenda de preocupacionesde los investigadores sobre juventud esa dimensiónque había sido desalojada de las preocupacionesinvestigativas.Como forma de darle continuidad al estudio delos movimientos estudiantiles, hemos construidoun cuadro de síntesis de procesos, ejes temáticosy prácticas juveniles que se encuentran presentesen las acciones desarrolladas por las y los jóvenessecundarios que participaron de las recientesmovilizaciones estudiantiles, y que permiteconstruir una verdadera agenda de investigaciónpara el futuro. Este desafío ha sido asumido poralgunos investigadores y estudiantes interesadosen el análisis de las actuales formas de accióncolectiva juvenil 7 .7 En la Escuela de Antropología de la Universidad ARCIS-Valparaíso se desarrollan actualmente dos talleres de investigaciónvinculados al mundo juvenil. Uno de ellos pretende hacerse cargo del análisis de la acción colectiva juvenil que construyen losy las jóvenes de distintas localidades de la Quinta Región, y el otro taller es un seminario temático, de orden teórico, que abordalas cuestiones relativas a la relación juventud y procesos de educación formal y no formal.

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Participación Juvenil, Cultura yMovimientosRaúl Zarzuri Cortes 1ResumenEl presente artículo aborda dos cuestionescentrales –aunque de forma breve- para entenderlas formas de participación juvenil –y en especialla relación participación, política y cultura- a lascuales nos vemos enfrentamos hoy en día. Estetema necesariamente nos remite a la revisiónhistórica de esas formas de participación juvenil,cuya mirada tiene como base la actividad culturalespecialmente relacionada con la música, que semanifiesta desde los años setenta hasta ahoraen nuestro país y las formas de interpretar estaparticipación en clave de redes, colectivos, onovísimos movimientos sociales que hantensionado el clásico concepto de movimientosocial.IntroducciónEn los últimos dos años, el equipo de CulturasJuveniles del Centro de Estudios Socio-Culturales(CESC) 2 ha venido desarrollando unainvestigación 3 , que intenta captar las nuevasformas de participación juvenil y su relación concuatro conceptos claves: ciudadanía, política, lopolítico y los movimientos sociales. Una de lastesis que sostenemos en la investigación, es quehoy día las formas de participación, particularmentela de ciertos jóvenes, empiezan a adquirir ribetesnuevos, los cuales no se expresan necesariamenteen la participación en organizaciones tradicionales(sociales, culturales y políticas), y no se puedenentender bajo lo que se ha denominadoclásicamente como movimientos sociales. Por lotanto, podemos sostener que ha habido undesplazamiento de las formas de organicidadcolectivas tradicionales de ciertos jóvenes, a loque algunos autores denominan redes o colectivosde una amplia variedad, como expresiones másacordes a las realidades de participación de estosjóvenes. Estos, se distinguen en palabra deRossana Reguillo por: i) no partir por unacomposición de clase social (aunque no laexcluyen); ii) organizarse en tono de demandaspor el reconocimiento social y la afirmación de laidentidad (y no por la búsqueda del poder) y iii)ser más defensivos que ofensivos (lo que nonecesariamente se traduce en mayorvulnerabilidad).Se asiste entonces, a nuevas formas de expresiónorganizativa, que son novedosas respecto de lasorganizaciones tradicionales, ya que por ejemplo,en algunas de ellas no hay dirigentes ni liderazgosperpetuos, sino que se rigen por una especie deasambleismo permanente, sin excluir los liderazgosespontáneos que deben estar al servicio delcolectivo 4 . Las relaciones más horizontales ydemocráticas explican la inexistencia de“referentes/ídolos” a quienes seguir, y si estosaparecen, están más conectados a las expresionesculturales juveniles particulares. Por lo tanto, esnecesario destacar que los nuevos espacios deorganicidad juvenil que emergen vanreconstruyendo las relaciones primarias de todoorden, expresadas en nuevas formas deadscripción. Estos espacios aparecen como uncaleidoscopio de subjetividades, en el marco deuna nueva racionalidad que recupera los espacioscotidianos como ámbitos culturales, en los cualesreconfigurar la propia historia.Sin embargo, entender estas nuevas realidades,nos lleva a rastrear las formas de participaciónque han tenido las y los jóvenes en la historia de1 Sociólogo (UAHC), Magíster (c) en Antropología y Desarrollo. Director e Investigador del Centro de Estudios Socioculturales(CESC) en el área de Estudios Culturales, Tic’s, Medios y Culturas Juveniles. cesc@unete.com/culturasjuveniles@cesc.cl2 El equipo está compuesto además del autor, por Tamara Contreras (historiadora) y Sergio Guajardo (Sociólogo).3 La investigación se denomina “De los Movimientos Sociales a los Colectivos Juveniles” y se encuentra enmarcada en unainvestigación más amplia titulada. “Movimientos sociales: políticas del pacto, el disciplinamiento y la resistencia en el Chile delsiglo XX y actual.” que se co-ejecuta con la Universidad ARCIS y ECO Comunicaciones.4 Este es el caso de la movilizaciones de estudiantes secundarios del mes de abril, pero también se manifiesta en organizacionesestudiantiles como centros de alumnos -aún en los más tradicionales- centros culturales, etc.

nuestro país 5 , cuestión que puede facilitar lacomprensión de ciertas prácticas juvenilesactuales, y entender cómo ciertas manifestacionesculturales son espacios donde se manifiesta lapolítica y se construye el espacio de lo político ensu sentido amplio. Del mismo modo, las lecturasde la participación juvenil en clave de movimientoal parecer, habría de ser cuestionada para transitarhacia las redes, los colectivos o la utilización decategorías como novísimos movimientos socialesaunque con algunos matices.A continuación presentaremos de forma breve,las cuestiones enunciadas anteriormente paraintentar realizar un ejercicio comprensivo sobrela participación juvenil actual, conectado con lahistoria, e intentar comprender estedesplazamiento con nuevas claves deinterpretación a nivel del concepto de movimiento.1. Algunas Aproximaciones a las TrayectoriasGeneracionales Juveniles de Participación enChileIndependientemente de la participación juvenil delas y los jóvenes en lo que se denominó “la nuevaola” en los años sesenta, que inaugura y visibilizade forma masiva a este segmento permitiendoutilizar el concepto de culturas juveniles en nuestropaís, tenemos que señalar, que la ubicación deun momento histórico de esa participación quese conecta con lo cultural/político 6 , esprecisamente en lo que se denominó a partir delos años ‘60 la Nueva Canción Chilena (NCCH).Esta marcará –con transformaciones- laparticipación de los jóvenes hasta entrados losaños ’80 en conjunto con otra línea de participaciónmás asociada al rock, que particularmente a finalesde los años ’70 y principios de los ’80 dará origenal “underground”. Por lo tanto, generacionalmentehablando, las y los jóvenes en nuestro país–respecto de la participación con carga cultural-se ven marcados por dos estilos musicales quemantendrán sus “rivalidades” hasta finales de los’80 y que originarán distintas identidades. Nosreferimos a la música de raíz folklórica que seinicia a partir del movimiento de la NCCH queserá posteriormente reemplazada a finales de lossetenta por el Canto Nuevo (CN), que tendrá suauge en los ‘80, y el Rock en sus distintasmanifestaciones.Partamos señalando que, la NCCH es unmovimiento musical que se extiendeaproximadamente entre 1960 y 1975, dando pasoa una estética de rescate de las raíceslatinoamericanas y con un fuerte contenido decambio social proyectado en un ideario políticode izquierda. Por lo tanto, hablamos de unaestética no desligada de lo político, comprometidacon los cambios sociales que llevó a toda unageneración de jóvenes a asumir un compromisocon el cambio social y después del golpe militara enfrentar la dictadura instalada, cuestión queexpondrá a éstos al exilio, a la marginalidad (socialy política) y a otros a la muerte. Habrá que señalarque esta estética, expresada fuertemente en lamúsica y en sus letras, manifestará explícitamenteel compromiso político que la caracterizará,cuestión que no encontraremos directamente enel canto nuevo como se verá más adelante.Este compromiso, marcará a toda una generaciónde jóvenes, que se unirán a este proyecto decambio social. Así, las y los jóvenes cantarán conVioleta Parra “La Carta”, “Yo canto la diferencia”,con Rolando Alarcón “Si somos Americanos”, conPatricio Manns “Arriba en la Cordillera”, con VíctorJara “Plegaria de un Labrador”, con Isabel Parra“Al centro de la injusticia” o Tiempo Nuevo con“No nos moverán” o Quilapayún “El pueblo unidojamás será vencido”, “La muralla” o “la Batea”,entre un listado bastante grande de cancionessignificativas.5 Para profundizar esto, ver: Contreras, Tamara; Guajardo, Sergio y Zarzuri, Raúl. “Identidad, Participación e Hitos de ResistenciaJuvenil en Chile durante el siglo XX”. (www.cesc.cl)6 Sólo habría que señalar, que no se quiere reducir los inicios de la participación juvenil en nuestro país a la participación en estemovimiento cultural, sino señalar, que la mirada sobre las y los jóvenes como sujetos y actores sociales es un área de investigaciónrelativamente nueva en las Ciencias Sociales y en la historia en particular. Como señala Goicovich (2000) “los jóvenes comosujetos del proceso histórico…y como categoría del análisis social son un hallazgo reciente”. La única excepción es el intentode construcción de una historia de la juventud elaborada por Gabriel Salazar y Julio Pinto, quienes analizan la historia de estosdesde una óptica social y no cultural.

Se instala entonces en el imaginario social ypolítico de esos años, la imagen del “jovenrevolucionario” que por supuesto no involucra atodos los jóvenes, pero que hace que un gransector de ellos se sientan llamados a integrarseen el proceso de cambio que se intenta realizaren Chile y que se plasma bajo el gobierno delPresidente Salvador Allende. Esto, lleva porejemplo, a una preocupación manifiesta por partede los militares en los inicios del golpe militar, portratar que este segmento no se involucreactivamente en acciones de resistencia (seanarmadas o no), cuestión que se puede apreciaren el siguiente bando.“Bando N°4(Manifestaciones)La gente joven, más que nadie, debe confiar enlos destinos superiores de Chile y en las FF.AA.que serán las encargadas de velar por ellos.Se les hace presente que la mejor manera en quepueden cooperar con las nuevas autoridades esobedeciendo los Bandos y las Instrucciones quese les dan.A los padres:Los padres están llamados más que nadie amantener en el núcleo familiar la calma en losespíritus, para reestablecer la concordia nacional.Deben cooperar al mantenimiento del orden,cuidando que sus hijos no abandonen el hogar,hasta que aquel sea íntegramente establecido.”11 de Septiembre 1973.De esta forma, la violencia dictatorial instalada apartir de Septiembre del ‘73, clausuramomentáneamente el espacio de lo político quehabía adquirido una enorme relevancia en esosprimeros años de los ‘70, dejando de algunamanera a una generación huérfana de conducciónpolítica, y donde la articulación o reorganizacióndel tejido social y político ya no se manifestarábajo ese alero, sino bajo el alero de lasmanifestaciones culturales, que posibilitarán lareconstrucción de lo político, dando un giro haciala cultura.Frente al disciplinamiento que intenta instalar ladictadura militar, comienza a emerger un tipo deresistencia juvenil que comienza a incubarsefuertemente en los espacios de la universidad yque transita al ámbito cultural, primeramente através de manifestaciones de índole folclórica,dando origen primero a lo que se llamó laAgrupación Folclórica Universitaria (AFU), y queposteriormente pasó a llamarse AgrupaciónCultural Universitaria (ACU) permitiendo de estaforma, rearticular el movimiento estudiantil. Comoseñala Matus, “durante el período de la ACU serealizan seis festivales de música, cinco de teatro,dos concursos literarios y numerosas exposicionesde plástica y artesanía. Lo realizado por estaagrupación demuestra, por lo menos a la juventuduniversitaria, que es posible organizarse, acumularfuerza y demostrar expresividad y presencia enla vida nacional bajo la dictadura militar.” (1997:11).Es en este espacio y en este período donde nacelo que se ha denominado el Canto Nuevo, queviene a reemplazar a la Nueva Canción Chilena.La generación de los ‘80: La lucha antidictatorial,los jóvenes urbano- populares y el inicio deldesembarco de las culturas juveniles“espectaculares”Durante los años ‘80s, se desarrolla unadeterminada práctica cultural entendida ésta comodesarrollo estético, que permitirá otorgar identidada un incipiente movimiento de recuperación de lademocracia. Esta, tenía como eje lo cultural, locual posibilitaba la integración de lo político aunquefuera de forma metafórica, cuestión que se graficafuertemente en el movimiento del canto nuevo.Es a partir de esto, que “la gran contribución dela práctica cultural, se centra en la contribuciónde lo estético a la construcción de significado yla formación de la identidad colectiva” (Eyerman,1998), lo cual posibilita estimular impulsos políticosy originar acciones de orden político como despuésva a ocurrir en las Jornadas de Protesta a partirdel año ‘83, que posibilitará la emergencia de unnuevo actor juvenil: el joven urbano popular.El Canto Nuevo es un movimiento estético, queoriginará una forma original de subvertir el ordena través de la música, especialmente a partir de

sus letras, empleando la metáfora como formade protesta y de resistencia a la dictadura. Unclaro ejemplo son las letras de Schwenke y Nilo,si tomamos la canción de 1979 “Nos fuimosquedando en Silencio”:"Nos fuimos quedando en silencio ."Nos fuimos perdiendo en el tumulto ."Nos fuimos acostumbrando"a aceptar lo que dijeran ."Nos fuimos perdiendo en el tiempo..."o la canción “Raíz del tiempo” donde se manifiestala impotencia ante un autoritarismo aplastante :"quedé con el ala rotade tanto y tanto volar .Y al fin quedé como muertosin ganas para luchar..." (1979)Lo mismo sucedía con otro grupo emblemáticodel Canto Nuevo, nos referimos a Santiago delNuevo Extremo, quienes en la canción “A miciudad” se referían a la situación post golpe de lasiguiente manera:“En mi ciudad murió un díael sol de primaverame fueron a buscar”Hay que reconocer sin embargo que no todo erametáfora, sino también crítica directa, como semanifiesta en “El viaje” de Schwenke y Nilo (1979)."Señores, denme permiso"pa` decirles que no creo"lo que dicen las noticias"lo que los cuentan en los diarios..."que se ocupe del deporte"para distraer la mente,"para desviar la vista de este viaje"por nuestra historia,"por los conceptos, por el paisaje..."Alrededor de este movimiento musical, se empiezaa articular una estética particular entre aquellosjóvenes que trascienden el ámbito universitario,nos referimos a la estética “artesa” o “lana”, quese nuclea alrededor de peñas, festivales folclóricos,utilizando vestimentas como el blue jeans,chalecos y suéters artesanales (nortinos ochilotes), bolsos de lana nortinos y bastante usode artesanía como distintivos característicos,convirtiéndose en un distintivo contra la luchadictatorial hasta bien entrados los años ‘80.De esta forma, y como se ha señalado en párrafosanteriores, la década de los ‘80 viene marcadapor la reconstrucción del movimiento estudiantiluniversitario. Claro está, que esa reconstrucciónya no está dada a partir de una reorganizaciónpartidaria política, sino que el elemento aglutinador,dado el contexto, son las expresiones culturalesque permiten la reconstrucción de lo político. Así,lo político se reconfigura a partir de la accióncultural.Uno de los elementos relevantes de esta actividadcultural ejercida por los estudiantes, es la conexióncon el mundo popular, lo cual permite, el encuentrode jóvenes universitarios a partir de accionesculturales (peñas, actividades teatrales, boletines,etc.) con un nuevo sujeto juvenil, que duranteeste período se transformará en el actor juvenilpor excelencia, nos referimos a la “juventudurbana popular” que alcanzará notoriedad a partirdel inicio de las protestas del año 1983.Este es un elemento relevante del análisis puestoque hasta ese momento (los ‘80) la actoría juvenily lo que se entendía por jóvenes, estaba en elámbito universitario. A partir de las protestas deprincipios de los ‘80, cuyo escenario transcurríaprincipalmente en la periferia de Santiago, o sea,en los sectores populares, el joven urbano popularcomienza a adquirir relevancia desplazando aljoven universitario, aunque no del todo. De estaforma, a la luz de la protestas y de las actividadesculturales, se asiste a un cambio de eje en lamovilización juvenil, donde la “conducción” esejercida por este nuevo actor, que fuecaracterizado por investigadores de la época,como anti-normativos, violentos, fuera de loslímites legales, simuladores y ambivalentes. Apesar de las limitaciones y la marginalidad, estajuventud fue capaz de promover múltiples lazosmicroasociativos, organizaciones de resistenciapolítico/cultural o de promoción barrial, etc., quede un modo u otro posibilitaron la reconstrucciónde un cierto accionar político, contribuyendo deesta forma a minar las prácticas y el ejercicio del

poder dictatorial.Sin embargo, por debajo -lo que podríamos llamarel underground- se cobija una fuerte manifestaciónmusical juvenil, ligada al rock progresivo y/opesado, que se constituye en otro elementoconstructor de identidad. Grupos como Tumulto,Pozitunga, Arena Movediza entre otros, mantienenla alicaída escena rockera de esa época,apartándose en palabras de Fabio Salas del “cultoterrible al dolor”(2003) en que cayó el CantoNuevo. En relación a esto, Cesar Albornoz señalaa Tumulto y su famosa canción “Rubia de los ojoscelestes " 7 , canción que “nos hablaba de un extrañoamor nocturno que bien podía ser un desbutal;nada de Chile o patria o pueblo o revolución,simplemente ‘caminar por la vida sin prisa’.”Esta distinción, alimentó una fuerte discusión quese ha mantenido hasta ahora, respecto de lamilitancia de esa época, y que se instalófuertemente en el imaginario socio-político-cultural:ser militante y estar en contra de la dictaduraimplicaba no adscribir a identidades identificadascon el rock, sino estar dentro de una estética ymovimiento como La Nueva Canción Chilena ydespués en el Canto Nuevo o en la Trova (seacubana o latinoamericana). Hay que señalar queesto fue también alimentado por ciertas estructuraspartidarias tradicionales de la izquierda, quienesveían en el rock cierta alienación y desviaciónideológica.Pero hay que reconocer, que el rock tiene unafuerte influencia en los movimientos juvenileschilenos y en la música popular. Bastaría señalarsiguiendo a Fabio Salas (1998), el aporte de LosBlops (rock urbano existencialista); Los Jaivasque crean el “himno identificatorio” de variasgeneraciones de jóvenes, nos referimos a “TodosJuntos” y Congreso, a la cultura en general y a laconstrucción de cultura juvenil, quienes además,se ligan al movimiento de La Nueva CanciónChilena 8 .De esta forma, el rock con sus distintos matices,articula por abajo, nuevas formas de participaciónque posteriormente se conocerían como culturasjuveniles o tribus urbanas, las cuales tuvieron ytienen una fuerte influencia en las y los jóvenes.Así los años ‘80 estarán marcados por la presenciade la New Wave, el punk, el Techno, el HeavyMetal, el Rap que junto con el inicio del auge delrock latino, sentarán las bases de lo que será laexplosión cultural de los ‘90s.Los años 90’s en adelante: la diversificacióncultural juvenil, el tiempo de las tribus y nuevasformas de participaciónSi en los años ochenta aparece el joven urbanopopular, paradigma de la actoría juvenil, en losnoventas aparecen otros tipos de jóvenes, quecon su diversidad de estéticas y estilos irrumpenen los espacios urbanos, haciendo colorido elpanorama juvenil de la época.Habría que señalar que la participación de losochenta por parte de las y los jóvenes, que setraduce principalmente en la acción ejercida apartir de las protestas y posteriormente en laparticipación en el plebiscito y primeras eleccionespresidenciales en democracia, van a ser asumidaspor los jóvenes de los ‘90s en la participación enespacios más pequeños que se han denominado“subculturas”, “Culturas Juveniles” o “tribus” 9. Deesta forma, se asiste a la emergencia de nuevossujetos juveniles, que conforman una pluralidadde juventudes y jóvenes y que ya no pueden serdefinidos unívocamente (el joven, la juventud),cuestión que será la “gran novedad” respecto delas y los jóvenes de los ‘80 y generacionesanteriores.Así, podemos señalar que asistimos a laemergencia de otras formas de participación7 Para muestra, un pasaje de la canción: “Caminando por la vida sin prisa/te cruzaste en mi camino/sentí la emoción de sentirteen mi alma/y al fin yo pude ver la luz/rubia de los ojos celestes/pasé largas noches en tu compañía/sintiendo tu calor en mí/llególa mañana, se fue tu dulzura/no puedo ahora ser feliz/rubia de los ojos celestes.”8 Ver la compilación editada en Agosto del 2004 por Warner Music, el cual se publicitó como un disco recopilatorio de La NuevaCanción Chilena, que llevaba por titulo “Nueva Canción Chilena. Antología definitiva” donde se pueden encontrar estos grupos,y también, a Los Mac’s con su conocida canción “La muerte de mi hermano” o a Frutos del País con su recordada “Sin ti” y“Salgamos a Correr” expresiones decidoras del aporte del rock.9 Un título más llamativo para denominar ciertas estéticas espectaculares por la forma de usar ciertos estilos.

juvenil, donde precisamente se observa un trasladode los componentes más ideológicos sobrereivindicaciones materiales a reivindicaciones yconstrucciones que apuntan más a lo cultural, osea, a la construcción de un espacio multicultural.Esto es precisamente lo que va a ocurrir con lasy los jóvenes de los 90’s. Si en los ochenta, loque se ha denominado punk, dark/gótico,rasta/reagee, hip-hop, etc. por nombrar algunasexpresiones, eran parte del underground, en losnoventas estas se visibilizan con fuerza dejandode lado las formas más tradicionales departicipación. Esto, ha llevado a un análisis muycomún de esos años, pero que ha trascendido eldiscurso para instalarse también en el inicio delsiglo XXI, el cual es, que con la llegada de losaños ‘90, nos encontramos con una juventudapática, que no está “ni ahí”, inculta, amoral,apolítica; que ya no es la juventud “guerrera” delas barricadas, ideologizada, “militante”. De estaforma, se asiste nuevamente a la construcciónde un estereotipo negativo de las y los jóvenesde los ‘90s .Sin embargo, habría que señalar, que a partir delos ‘90, aparece un mapa juvenil menos doctrinario,pero no por eso menos cargado de ideas, anhelosy micro-estrategias de unidad, de resistencia yadhesión simbólico afectiva a un conjunto decódigos y ritos que le garantizan un imaginario,afectos y seguridades (Carreño, 2005). Las y losjóvenes, adoptan comportamientos y una ética ymoral distintos e incluso opuestos a los que lasociedad ha establecido como norma. De estaforma, se construyen nuevas formas departicipación y de hacer política; lo que podríamosllamar la política de la micropolítica, más que dela gran política, del relato heroico; la política dela cultura que en palabras de Rosaldo lleva aestructurar un nuevo tipo de ciudadanía, la cultural(En: Reguillo, 2000).II. De los Viejos Movimientos Sociales a losNovísimos Movimientos Sociales, Redes yColectivosAnteriormente se ha señalado que se ha producidoun desplazamiento de las formas de organizaciónjuvenil que habían sido leídos en clave demovimientos sociales con apellido juveniles. Sinembargo, podríamos señalar que cuandohablamos de desplazamiento, nos estamosrefiriendo a una serie de hechos que emergendurante el siglo XIX que posibilita la emergenciadel movimiento social más característico o clásico,nos referimos al “movimiento obrero”, que al tenorde los cambios producidos en los años ‘60 esdesplazado por lo que se conoce como “NuevosMovimientos Sociales” (NMS). En estos, laparticipación del segmento juvenil es central,cuestión que a finales de los ochenta y principiosde los noventa cede el paso a los denominados“novísimos movimientos sociales” (Feixa; Sauray Costa, 2002), radicalizando la participaciónjuvenil y centrando su interés en reivindicacionesde carácter más cultural, aunque no dejando delado las viejas reivindicaciones de caráctermaterial, propio de los viejos movimientos, peroque son matizadas por estas nuevas formas departicipación.Este tránsito, supone ubicarse en distintosmomentos epocales en los que han actuado yque por lo tanto, los hacen diferentes, ya sea porlas formas de lucha asociados a ellos, o por elobjeto de sus luchas entre otras cosas, cuestionesque podemos visualizar en el siguiente cuadro(Feixa; Saura y Costa, 2002:16).

Tenemos que señalar también, que asistimos aun desplazamiento del motor que da movimientoa estos movimientos. De esta forma, para algunos,pasamos de reivindicaciones situadas en loeconómico y en transformaciones macro societales(típico del movimiento obrero) a reivindicacionessituadas en lo cultural, o en lo que algunos llamanlas luchas por la identidad (Laraña, 1994).Los Novísimos Movimientos SocialesEl concepto de “Novísimos Movimientos Sociales”es acuñado por Feixa, Saura y Costa en un textotitulado, “Movimientos Juveniles: de la globalizacióna la antiglobalización” (2002) para diferenciarsede los nuevos movimientos sociales, haciendo lasalvedad que esta conceptualización todavía esprovisoria o se mueve en terreno pantanoso.Esta definición es fruto de la observación querealizan estos autores, respecto de lasmovilizaciones antiglobalización ocurridas en losEstados Unidos y Europa a finales de los añosnoventa y principios del año 2000, donde milesde jóvenes –y no tan jóvenes- son convocadosen las jornadas de protesta antiglobalización,ocurridas en Seattle (1999), Praga (2000) y Génova(2001). Sin embargo, los autores señalan que elrastro de esta nueva forma de entender lasexpresiones colectivas, puede tener su punto deorigen en la insurrección del comandante Marcosen México, más específicamente en Chiapas,ocurrida en 1994.Como característica central, este tipo demovimientos vuelven a un tipo de reivindicaciónpropia de los movimientos sociales clásicos, comoes la reivindicación de carácter material(condonación de la deuda externa, comercio justo,etc.) y se caracterizan además por,“recuperar las nociones de organización y luchainstitucional tan desprestigiadas por los NMS; porcombinar la parafernalia festiva carnavalesca querecuerda el situacionismo con tácticas muchosmás efectivas de boicot /tanto real como on-line;finalmente, por cruzar las fronteras de género,clase, etnicidad, territorio y edad que habíanseparado a los activistas de los movimientosanteriores en compartimentos más o menosestancos” (Feixa, Saura y Costa, 2002:17-18).Se señala entonces, que estamos en presenciade una nueva forma de organización que tiene enlas y los jóvenes su eje central -aunque no suexclusividad. En opinión de Feixa, Saura y Costatendrían como características:• Ir del centro a la periferia, donde lo que podríallamarse la”vanguardia” surge de la periferia, yano cerca del centro, como fue a nivel de jóvenes,el movimiento estudiantil.• Ir de lo político a lo cultural. Si lo político era latransformación de las estructuras de poder, hoyen día se asiste a las transformaciones en lasestructuras de la vida cotidiana.• Ir del sistema a la red. Si los antiguos movimientosorganizativamente tendían a formas demovilización organizadas con fines compartidos,las actuales formas organizativas tienen relacionesmás difusas, “sin centralidad aparente ni finalidadesunívocas”.• Ir de la igualdad a la diferencia. Los antiguosmovimientos enfatizaban el ideario de la igualdad,hoy se enfatiza el ideario de la diferencia, cuestiónque se manifiesta fuertemente en los estilos ytendencias juveniles actuales.• Ir de los sucesos a los no sucesos.• Ir de lo formal a lo informal. Se asiste a unrechazo a estructuras permanentes y rígidas,privilegiando relaciones horizontales y recíprocas.• Ir de la tribu a la red. El paso de las microculturas,con fronteras y liderazgos claros a una formadescentralizada y caótica que imita la “telarañainternaútica”.• Ir de lo nacional a lo transnacional. Losmovimientos y estilos especialmente juveniles,son permeables a la globalización cultural, por lotanto, trascienden las fronteras nacionales.• Ir de lo global a lo local. Si bien estas nuevasexpresiones aparecen altamente globalizadas,hay una tendencia a que sus manifestacionesrecuperen lo local, lo cual se transforma en elcomplemento de lo global.• Ir de lo sedentario a lo nomádico (Maffesoli). “lasidentidades juveniles se construyen cada vezmenos a partir de las estructuras étnicas,territoriales y sociales primarias, y cada vez mása partir de los cruces y pasajes de las identidadessecundarias que caracterizan la posmodernidad.”(2002:21).

De esta forma, podemos suponer que estamosasistiendo a una nueva forma en que la accióncolectiva se manifiesta y que encuentra en las ylos jóvenes el sujeto ideal –aunque no excluyentedeeste tipo de movimiento.Del Desplazamiento Material al CulturalTenemos que señalar que lo visto hasta acá, nosindica que si bien hay un desplazamiento de viejasformas de organicidad colectiva hacia nuevasformas, estas se manifiestan mucho más fuertey en categorías de rompimiento, entre lo que seha denominado Viejos Movimientos Sociales(VMS) y NMS. Es claro, que la reivindicacionesde los VMS, son distintas de los NMS o redes ocolectivos, ya que la dimensión reivindicativa, sedesplaza de lo material/económico/productivoy distribución de bienes a locultural/simbólico/identitario, claro está,que rescatando en alguna medida esa viejasreminiscencias reivindicativas. Como bien apuntaMardones (1996), con esto no se está negandola existencia de desigualdades e injusticiassociales, sino que hay un desplazamiento delnúcleo central de las contradicciones sociales.Por lo tanto, Mardones -siguiendo a Touraine yHabermas-, señalará que, “lo puesto en cuestiónes el control de los modelos culturales, allí dondese juega la identidad personal y el sentido de lavida.” (1996:20)Otros elementos que permitiría caracterizar estasnuevas formas de acción, es lo señalado porValenzuela Arce, quien nos dice que el campocultural se ha convertido en un campo de batalla,no definiéndose a partir de las categoríastradicionales de conflicto político, sino que hoydía asistimos a disputas “por la construcción desentidos colectivos y por la conformación opreservación de campos identitarios.” (2002:18).Por lo tanto, hay luchas que aparecen encontraposición o cuestionando las formas deorganización y formas de organización oficialesy dominantes.En ese sentido y en el campo de construcción deidentidades donde se instalan estas nuevasmanifestaciones de la acción colectiva, se puedenidentificar según Valenzuela Arce con las llamadas“identidades proscritas”, o sea, aquellas formasde identidad que son peyorativamente miradasdesde los sectores dominantes y en muchos casosperseguidas, y que se encuentran en el ladoideológicamente opuesto. Estas identidades sondistintas a lo que el mismo autor denomina “grupostolerados”, los cuales no toman posiciones, y porlo tanto, sus prácticas no incomodan al ordendominante, y por último de los “gruposfomentados”, que serían aquellas agrupacionesque son alentadas por el orden dominante.Para finalizar, podríamos señalar siguiendo aRossana Reguillo (2000), que utilizar la figura de“nuevo o novísimos” movimientos sociales, sirvepara entender el replanteamiento de las formasde organización de las y los jóvenes que enpalabras de la autora, “desbordan los modostradicionales de acuerpamiento social”, de loscuales se separan en tanto se trata de“expresiones autogestivas, donde laresponsabilidad recae sobre el propio colectivosin la intermediación o dirección de adultos oinstituciones formales”, emergiendo “la concepciónsocial de una forma de poder a través de la cualbuscan alejar el autoritarismo”. De este modo,aparecen en la arena política movimientos nointeresados en la toma del poder, pero sí enpropiciar otras formas de poder, lo que ha venidoa reconfigurar la idea de una ciudadanía pasiva,a una de carácter activa.BibliografíaCarreño, Jenny. 2005: “De Pasiones ySubversiones: El Canto Guerrero de las Barrasde Fútbol del Sector de Forestal Alto en laCiudad de Viña del Mar”. En: Zarzuri, Raúl yGanter, Rodrigo. Jóvenes la Diferencia comoConsigna. Ensayos sobre la diversidad culturaljuvenil (editores). Santiago, Chile, EdicionesCentro de Estudios Socioculturales (CESC).Contreras, Tamara; Guajardo, Sergio y Zarzuri,Raúl. 2005: “Identidad, Participación e Hitosde Resistencia Juvenil en Chile durante elsiglo XX”. Santiago de Chile, Documento detrabajo CESC.

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Juventud y Participación Políticaen el Chile ActualClaudio Fuentes 1IntroducciónChile enfrenta grandes desafíos políticos y sociales.Somos un país que avanza como ningún otro enAmérica Latina pero donde la desigualdad socioeconómicase mantiene. Tenemos el mal recordde ser el segundo país más desigual de la regiónen términos de distribución del ingreso. Somosun país estable políticamente, pero donde el 85%de las personas de 29 años no está inscrito paravotar 2 . Somos un país donde crecen lasoportunidades pero donde la discriminación porsexo, condición étnica y social es todavía seria.Somos un país donde se abren oportunidades denegocios, pero donde el medio ambiente no esprotegido adecuadamente.Hasta marzo del 2006 se observaba una juventudaparentemente apática y despreocupada de losasuntos de la vida política y social del país. Loanterior parecía contradictorio porque sonprecisamente las y los jóvenes los más afectadospor el modelo socio-económico imperante. Esprecisamente en el segmento juvenil donde seobservan las tasas de desocupación son las másaltas. Son ellos los que más carecen deoportunidades. De hecho, el 90% de los queestudian en liceos públicos no tendrá acceso aeducación superior en las universidadestradicionales. Aquello es quizás el mejor ejemplode la desigualdad y falta de oportunidades delsistema.Sin embargo, sólo en marzo de 2006 se activaronlas y los jóvenes en una de las mayores protestassociales que haya visto el país desde el retornoa la democracia. La pregunta a responder entoncesno es ¿por qué surgió un movimiento estudiantil?,sino ¿que por qué aquella protesta social no surgióantes?.Este artículo se estructura en tres partes. Primero,intentaré derribar la afirmación que dice que lasy los jóvenes “no están ni ahí” con la sociedad.Este análisis de basa en documentos e informesprevios al movimiento estudiantil. Luego, mereferiré a la presente coyuntura del movimientoestudiantil, y finalmente, plantearé algunos desafíosinstitucionales y sociales.¿Están los ‘ni ahí’ con la Sociedad?En Chile, los adultos tendemos a tratar a las y losjóvenes como individuos que parecieran carecerde juicio. La oferta televisiva, la prensa escrita yla oferta radial parte la mayoría de las veces dela premisa o noción que estos carecen de interesescon algún valor social. Las encuestas, en cambio,muestran otra realidad. Por ejemplo, de acuerdoa recientes encuestas, las y los jóvenes menoresde 29 años tienen fuertes opiniones en temasrelevantes. De acuerdo a encuestas sobre valoresrealizadas por CEP y FLACSO-Chile (1998, 2001) 3en relación a las relaciones de pareja, un 79%piensa que el cuidado de los hijos debe ser unaresponsabilidad compartida; el 73% piensa queel aborto debiera permitirse cuando está en riesgola vida de la madre y el 63% de encuestadospiensa que el mantenimiento de la familia es unaresponsabilidad compartida. En relación a temassociales, el 67% de ese segmento piensa que enChile no existen espacios para que las y losjóvenes den su opinión; el 93% considera que ladiscriminación es un problema en nuestro país; yel 73% considera que las y los jóvenes debieranpreocuparse del tema de los derechos humanos.Un tema aparte constituye la sexualidad, dondeel aprendizaje no se da a partir de una relaciónentre padres e hijos, ni menos en la escuela, sino1 Ph.D. en ciencia política. Actual presidente de la Asociación Chilena de Ciencia Política y Director de FLACSO-Chile.direccion@flacso.cl2 Fuentes, Claudio y Andrés Villar 2005. Voto Ciudadano: Debate sobre la inscripción electoral. Nueva Serie FLACSO, FLACSO-Chile.3 Encuestas CEP, 1998. “Estudio Nacional de Opinión Pública” y Encuesta FLACSO, 2001. “Percepciones y actitudes de las ylos chilenos a principios del siglo XXI”

que a partir de la experiencia cotidiana –videos,revistas, Internet--y de sus compañeros ycompañeras. No es casualidad que la tasa deabortos juveniles en Chile sea la más alta deAmérica Latina con más de 100 mil abortosanuales. Nuestra sociedad no ha aprendido aconversar con las y los jóvenes de igual a igual.Las cifras muestran que la población juvenilefectivamente tiene interés en la sociedad, asícomo una estructura definida de valores. Comoes de esperar, tienden a ser más liberales quesus padres en temas relacionados con sus propiasvidas, tienden a valorar aspectos sociales y desolidaridad, y manifiestan altos niveles depreocupación por temas de interés nacional.¿A las y los Jóvenes les Interesa la Política?Los datos parecieran confirmar esta afirmación.Demos algunos ejemplos. Hoy, más de 2.4millones de personas no están inscritas en losregistros electorales. De ellas, más del 80% sonmenores de 29 años. Asimismo, se haincrementado sustantivamente el número depersonas que se abstiene de votar. En su conjunto,cerca de 3 millones 600 mil personas simplementeno participan en el proceso democrático. En otraspalabras, las autoridades de la Concertación y dela Alianza por Chile representan aaproximadamente el 54% de la población 4 .Las encuestas también demuestran que las y losjóvenes no se interesan por la política entendidaen su sentido tradicional. Un 90.8% de los menoresde 29 años no le interesa participar en política.Cerca del 80% de las y los jóvenes del país creeque los políticos tienen poca preocupación porellos. La mayoría de ellos—un 55%--no se sienteidentificado con ninguna postura política sea deizquierda, centro o derecha 5 . Un altísimoporcentaje de jóvenes desconfía de los políticos,desconfía del congreso y piensa que los políticossólo se interesan en hablar con la gente en épocaelectoral 6 .No obstante, es necesario realizar algunasprecisiones a estos datos generales.Primero, es importante señalar que no sólo las ylos jóvenes están menos interesados en la política,sino que el conjunto de la sociedad. Tal comoSebastián Madrid 7 lo indica, se ha producido ungeneralizado desinterés por la política en todoslos grupos etarios, incluyendo a la gloriosageneración de los 60s. Es decir, que el desencantose vincula más que a un problema generacional,a un problema de contexto histórico que vivimos.Segundo, nuestra sociedad tiende a idealizar la“gloriosa” generación de los 60s. Cuandoobservamos los datos empíricos, los niveles deinterés por la política en aquella década sediferencia por el nivel de politicismo, sin embargohabía un amplio segmento de la población quemostraba un claro desinterés en la política. Loque sabemos es que (a) en momentos depolarización social (1970s, y 1988-90) aumentóel interés del conjunto de la sociedad en la políticay (b) pasados esos ciclos, el interés por la actividadpolítica disminuye, lo que se configura como unatendencia entre todas las generaciones y no sólode la juventud. Por lo tanto, afirmar que estageneración es menos “política” que la generaciónde los 60s conlleva un equívoco. Lo que escorrecto indicar es que mientras en la década delos 60s existía una parte de la juventud y de lasociedad más ideológicamente comprometida, enla actualidad aquello ha disminuido.Tercero, efectivamente vivimos una sociedad másindividualista que en el pasado. En términoscomparativos, las actuales generaciones tiendena centrarse mucho más en su desarrollo individual,en su éxito profesional. Pero aquello no esparticular de la juventud, sino que del conjuntode la sociedad chilena. Demonizar a las y losjóvenes como “individualistas” es otro error quesuele cometerse.Cuarto, existen otros factores que también incidenen este desinterés por participar. En primer lugar,4 Fuentes, Claudio y Andrés Villar 2005. Op. Cit.5 IV Encuesta Nacional de Juventud. INJUV, 2003.6 Encuesta FLACSO 20017 Madrid, Sebastián 2005. “¿Políticos de ayer, apáticos de hoy? Generaciones, juventud y política en Chile”. En: Fuentes, Claudioy Andrés Villar 2005. Op. Cit.

el sistema político no favorece que la poblaciónjoven participe activamente. Tomemos el ejemplode la inscripción electoral. El sistema de inscripciónchileno está hecho para no inscribirse. Primero,hay que buscar el lugar donde funciona el serviciocivil en la comuna de residencia. Luego, registrarseen un horario limitado de 9 a 12 horas. Pero nose puede ir todos los días, sólo los 7 primerosdías del mes. Ahora bien, si se logra encontrar ellugar y acordarse de ir los 7 primeros días delmes, al menos cuatro meses antes de la elección,es de esperar que la persona encargada tengaabierto el local.Se requiere un cambio profundo en el sistemapara automatizar la inscripción electoral de todaslas personas en edad de votar. Así, se resolveríade inmediato este primer escollo a la participación.Asimismo, si bien a las y los jóvenes no les interesala política, ello no significa que no estén interesadosen temas políticos. Acá resulta relevante distinguirentre el interés en la actividad política y la “política”en un sentido más general. La gran diferenciaentre la generación de los 60s y la generaciónactual es el abismo en lo que cada uno entiendepor política. Para la generación del 60, el interéspor la política se entendía por cuanto era a travésde ésta que se podía acceder a realizar cambiossociales relevantes. La división ideológica entresocialismo vs. capitalismo motivó a miles dejóvenes a involucrarse en corrientes departicipación política. Pero el sentido de suparticipación no era tanto el poder, sino que latransformación de la sociedad.Hoy, participar en agrupaciones políticas nosignifica transformar nada. Más bien significamantener el status quo, mantenerse en el poder.Para las y los jóvenes, la política hoy día significa“apitutamiento”, acceso a cargos, eventualmentepoder figurar en televisión, y obtener algunosbeneficios económicos 8 . Lo que rechazan es undeterminado tipo de actividad política, una actividadque busca sólo el beneficio personal y la figuración.Cuando preguntamos a las y los jóvenes sobresus aspiraciones sociales, ellos dicen tener esaspreocupaciones. Por ejemplo, en las encuestas 9valoran la necesidad de una educación de calidadcomo medio para surgir en la vida; creen en mayorproporción que los adultos que el Estado debieracobrar impuestos para resolver la desigualdadsocial; mayoritariamente les preocupan temasvinculados a la protección de los bosques, lacontaminación, las condiciones laborales justasy la discriminación. Los tres temas anteriormentemencionados—educación, impuestos, medioambiente—son temas altamente políticos.Entonces, si hoy en día a los políticos tradicionalesno les motiva hacer algo vinculado a laspreocupaciones de la juventud, resulta naturalesperar que -por tanto- se produzca esta brechaentre juventud y política.Sostengo, que el desinterés de las y los jóvenespor la política no se debe tanto a la apatía juvenil—que sin duda existe; sino más bien a las barrerasinstitucionales que hoy existen, así como a laoferta política actual—que tiende a ser pobre. Unaoferta renovada, podría incentivar a las y losjóvenes a participar. La existencia de eleccionesprimarias dentro de los partidos para elegir cargos,por ejemplo, son una oportunidad para debatirprogramas e ideas.El “movimiento” EstudiantilEsta larga introducción nos sitúa en la recientemovilización de los estudiantes secundarios. Lapregunta a responder no es por qué surgió estemovimiento que dadas las condiciones de laeducación en particular debía haber surgidomuchísimo antes: la agenda estaba instalada, losestudiantes estaban organizados. La pregunta esporqué no surgió antes.Esbozo tres hipótesis complementarias:1. No surgió antes porque las condiciones políticasfrenaban la emergencia de protestas sociales.En Chile se produjo un destape post elección deBachelet. Hubo un aumento de expectativas pero,8 IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV, 2003.9 Encuestas Nacional de Juventud, INJUV, 1994, 1997, 2000 y 2003

más que nada, un inicio de cambio de las reglasdel juego ciudadano. La Transición terminósimbólicamente cuando se instalaron nuevas carasy nuevos tomadores de decisión en La Monedael 11 de marzo de 2006. El efecto “Bachelet” hatenido una importante consecuencia política deabrir espacios de participación simbólica que,como una bola de nieve, ha generado efectos encadena en relación al empoderamiento de laciudadanía. La presidenta Bachelet en efectosignifica una nueva forma de hacer política en elpaís y que considera elementos que no fueronconsideradas dentro de las claves políticas de loque fue la transición a la democracia (1985 hastamediados de los 2000s).Estos nuevos códigos implican un proceso gradualde cuestionamiento de ciertas claves degobernabilidad imperantes en la década de los90s. Primero, se cuestiona la política como arreglosintra-elites y se abre el juego político anuevos actores (académicos, grupos sociales,tecnócratas); Segundo, se cuestiona la políticaformulada desde una noción masculina, y sefuerza la apertura de un espacio fecundo paraque las mujeres entren a la arena política; Tercero,se cuestiona el precedente que los arreglospolíticos inter-partidarios son suficientes para darlegitimidad a las decisiones y se busca dichalegitimidad en la “soberanía popular”.2. La segunda explicación se vincula a los propiosjóvenes. Se trata de una generación activa,motivada, apolítica pero con conciencia social yque se reconoce como un actor colectivo. Laidentificación es con el uniforme (la revolución delos “pingüinos”), y se trata de una identificacióncolectiva y no marcada socialmente. Aunque losgrandes dinamizadores de la protesta son jóvenesde estratos medios y bajos, los sectores altostambién solidarizaron.3. La tercera explicación se vincula a la coyunturaespecífica del conflicto: un ministerio que noreacciona bien, estudiantes que reaccionan muybien y que aprovechan oportunidades, y ungobierno que transforma a los “pingüinos” enactores sociales.No surgió antes porque básicamente no se dabanlas condiciones políticas. El contexto político tuvomucho que ver en la activación de fuerzas latentesen la sociedad. Dos o tres años atrás las y losjóvenes contaban con la tecnología (celulares,chats, weblogs) y las demandas para iniciar unaprotesta. Lo que faltaba eran las condicionespolíticas y aquellas se dieron post 11 de marzode 2006.¿Podemos hablar de un movimiento social oesto es sólo una protesta estudiantil?Es una pregunta difícil de responder. Por elmomento no pasa ser de una protesta estudiantilsectorial focalizado en ciertas demandasespecíficas. Se trata de una protesta muyinteresante porque combina varios elementos:1. uso de tecnologías2. uso del concepto de redes tal cual ocurre enlos nuevos movimientos sociales desde comienzosde los 90s3. se trata de protestas bien organizadas, altonivel de disciplinamiento interno, con efectossimbólicos importantes y de alta originalidad4. Se trata de protestas con líderes que tienenuna agenda específica y capaces de explicar ycomunicar su agenda5. Se incorporan dinámicas muy innovadoras: laasamblea como mecanismo de toma de decisión,la rotación de los líderes, la dimensión de géneroen los liderazgos.Ahora bien, ¿por qué sería recomendable todavíahablar de una protesta más que un movimientosocial?. En primer término, esta protesta todavíaestá amarrada a una agenda específica: el paseescolar gratuito, gratuidad en la PSU, lamodificación a la Ley Orgánica de Educación, etc.No se trata de un movimiento que tenga una visiónintegral del país o que realice una demanda másuniversal. Ahora bien, una protesta social sectorialsí puede transformarse en movimiento y consideroque en la protesta de los estudiantes está ungermen de lo que ello podría ser al apelar a uncolectivo y a una demanda implícita socialmentemuy relevante: la demanda por igualdad deoportunidades.

La segunda razón por la que no es un movimientosocial es porque no involucra muchos más actoresque los del mundo de la educación. Se trata deuna demanda muy parcial y focalizada en algunosactores de la sociedad: profesores, apoderados,alumnos. Finalmente, se trata de una acción quesi bien permanece en el tiempo, tiende a seresporádica y estacional: entre abril y mayo decada año es esperable este tipo de protestas.No es que los estudiantes secundarios entre 1973y 2005 no hayan existido o no tuviesen conciencia.Es que el contexto político generaba fuertesbarreras sociales y políticas para que dichosestudiantes se organizaran y se convirtieran enactores sociales significativos. La carencia deotros movimientos sociales en el país en la actualcoyuntura aumenta ciertamente la visibilidad delos estudiantes secundarios.Los DesafíosVarios temas surgieron del caso de las protestasestudiantiles y que es necesario destacar. Enprimer lugar, la relación entre partidos políticos ylos estudiantes secundarios. Aunque existe unarelación, ella es débil. En el actual contextohistórico, es difícil que se vuelvan a repetirsituaciones de alta ideologización política por loque es esperable que en el futuro se den relacionespolíticas fluidas.Permitir no sólo la existencia de centros dealumnos -que son una realidad en la mayoría delos centros educativos- sino también elinvolucramiento proactivo de los estudiantes enla vida de la comunidad educativa y en lasdecisiones relacionadas con el liceo.Finalmente, un tema crucial y muy significativoque emergió de la protesta estudiantil es lademanda por igualdad de oportunidades. ¿Cómonuestra sociedad puede romper con la brecha dedesigualdad entre unos pocos que tienen accesoprivilegiado a la educación y unos muchos que,por mucho que estudien, no podrán alcanzar elobjetivo buscado—contar con una educación decalidad?. Programas de intercambio académicoentre colegios particulares y públicos, experienciasde planes de estudio compartido, promoción deincentivos para que los colegios particularesjueguen un rol mayor en la vida comunal soncuestiones que es necesario promover. Lageneración 2000s parece que está “ahí”, atenta,despierta y en movimiento.Un segundo aspecto se vincula con la relaciónentre la fuerza pública y la protesta. Se necesitade un código de convivencia urbana que regulelas interacciones entre la fuerza pública y laciudadanía. Las experiencias de la ciudad deBuenos Aires son interesantes en este sentido yaque se produjo un diálogo positivo y de constanteretroalimentación entre la fuerza pública y el usodel espacio público para la protesta. Unademocracia madura requiere de tales regulacionesque permitirían, por lo demás, separar entre loque es protesta social y delincuencia.Otro importante desafío se relaciona con lavinculación e interacción entre la autoridad públicay los estudiantes. Es necesario establecer canalesinstitucionales de relación donde éstos no existen.

Los Hijos del Progreso MalDistribuido y de la Crisis deCalidad de la EducaciónDr. Jorge Rojas Hernández 1Resumenpasado con una frase celebre y de profundocontendido. Se refería a la existencia de dosdisociaciones, la primera basada en la existenciade una “contradicción entre una estructura“subdesarrollada” y una organizaciónsociopolítica “avanzada”. La “segundadisociación era resuelta – decía Pinto – con elintercambio de materias primas por bieneselaborados y otras importaciones”, lo que tambiénpodía resumirse con la frase “somos civilizadospara consumir y primitivos para producir”(Pinto, 1985) 2 .En el mes de mayo de 2006 se produjo en Chileun movimiento de estudiantes secundarios queabarcó al conjunto del país. Su capacidad deorganización, sus justas reivindicaciones, eficienteconvocatoria y métodos democráticos,impresionaron y pusieron en jaque al Gobierno ya la clase política, ganándose la simpatía y respetode la inmensa mayoría de los chilenos. Durantelas movilizaciones estuvieron en el centro de lanoticias y de los medios de comunicación,transformando a la educación – su calidad y crisisinstitucional - en un tema urgente de país.IntroducciónPodría sostenerse, que las protestas estudiantilesson, paradojalmente el producto del crecimientoexperimentado por el país y de la falta de desarrollohumano, social y cultural. En efecto, el país hacrecido enormemente en el período democrático:ha crecido en infraestructura, en diversificaciónde sus exportaciones, en modernización de partede su gestión pública y privada, en el incrementodel acceso a la universidad, en el aumento de lacobertura escolar, en su conectividad vial, en laadquisición de bienes durables y no durables, etc.Ahora bien, este crecimiento con escasa equidadha alcanzado un límite cuantitativo que exigetransformaciones cualitativas urgentes: transitardel crecimiento cuantitativo al desarrollo cualitativo.El destacado economista chileno Aníbal Pintoexplicó los problemas de desarrollo del país en elAhora la ecuación es inversa: tenemos unainfraestructura desarrollada (con problemas deequidad), pero una superestructurasubdesarrollada (política y cultural). Es decir, hayprogreso económico y excedente (especialmentelos del cobre), pero no hay distribución equitativadel ingreso, no hay participación ciudadana nidesarrollo sociocultural (ejemplo, conflicto conescolares de enseñanza media), producto de unareducción extrema de la política a los asuntosestatales y a su desvinculación de los asuntosesenciales de la sociedad. Precisamente lacandidatura de Michelle Bachelet interpretó esteprofundo anhelo histórico del pueblo chileno: serescuchado y poder incidir en los asuntostrascendentales del país y de la vida ciudadana.Por esta razón fue elegida Presidenta.Aquí estamos, luchando por una inclusión socialcualitativa y por el desarrollo.Ahora bien, la transición de una sociedad neoliberalde mercado – como la que existe hoy - que notoma en cuenta la sociedad es difícil, implica unprofundo cambio cultural y sobre todo, político. Elcambio cultural es lento, surge desde lasinteracciones individuales y sociales y puedeacelerarse sólo mediante la presencia de protestaso movimientos sociales que lo impulsen. El cambiopolítico no se produce sin una renovación de lapolítica y de los partidos políticos. Esta renovaciónestá lejos de suceder en Chile. La clase políticase ha adaptado al sistema. La política criolla sealimenta y reproduce en la “binominalidad”, masallá de los discursos universalistas y de algunos1 Director del Departamento de Sociología y Antropología. Profesor del Programa de Doctorado en Educación de la Facultad deEducación, Universidad de Concepción2 Aníbal Pinto, 1985, p. 254-255

parlamentarios que defienden la representatividady buscan acercarse realmente a los ciudadanos.La competitividad resulta un mal negocio político,sobre todo en tiempos de precariedad del poderpolítico. Ello dificulta los cambios políticos ysociales. Dificulta también la inclusión de losexcluidos, la repartición más equitativa de lasriquezas y el cambio del sistema educacional. Deallí la emergencia de las protestas juveniles, delos más excluidos, tensionados por la promesade una redistribución del progreso que nuncallega, pero que pasa visible yautocomplacientemente por los entornos de susprecarias aulas de clase.Están ahí para ser protagonistas de su propiodestinoEl movimiento estudiantil mostró y generó nuevoslideres juveniles, de diferentes corrientes políticas(concertacionistas de los partidos de Gobierno,de oposición, comunistas e independientes deizquierda). Uno de los líderes más carismáticoses César Valenzuela. Estos dirigentes tuvieron lainteligencia de moverse por la lógica delmovimiento y el mandato de sus asambleas, antesque por sus pertenencias políticas, como lomanifestaron en forma permanente en entrevistas.Representan, por mismo, también nuevas formasde hacer política, lo que en sí es un fenómenointeresante, sobre todo porque surge en el contextode una alto nivel de despolitización de la sociedady de perdida de legitimidad de los partidos políticos.“Fundamos una organización con el fin de hacerlas reformas educacionales y, además, movidospor la crisis que vivíamos como movimiento.Habían mil organizaciones, cada una con unpetitorio distinto. Salíamos en distintas marchas,cada cual tiraba para su lado. En cambo ahorasomos uno. En abril (2006) hicimos nuestraprimera movilización, que no fue muy organizada.Teníamos harto miedo. Pero ahí nos llevamosuna gran sorpresa, porque nos dábamos porsatisfecho si llegaban dos mil personas y fueronsiete mil. Ahí nos empezamos a creer el cuentoy a trabajar en serio. Queríamos terminar con latontera de que los ‘jóvenes no estamos ni ahí’, ylo logramos” (Valenzuela) 3 .Las y los jóvenes que hoy reclaman por una mejoreducación saben bien lo que quieren, están mejorinformados y "están ahí", preocupados de suinclusión en la sociedad. La inclusión social –oportunidades y movilidad social - ahora pasaespecialmente por la educación, pero no porcualquier educación, sino por una de calidad. Los3 sistemas de escuelas (municipal, subvencionaday privada) representan la reproducción de lasdiferencias y estratificación sociales existentesen el país. Saben que la LOCE (Ley OrgánicaConstitucional de Enseñanza) fue el “amarre” delúltimo día de la dictadura, para transformar ymantener la educación en el ámbito incierto delos negocios; saben también, por experienciapersonal, que la municipalización ha sido unfracaso y esperan un cambio cualitativo de laJornada escolar completa (JEC), paratransformarla de una mera “retención” social enuna oportunidad de aprendizaje.La municipalización de la educación se inscribeen la estrategia y medidas de “modernización” dela dictadura, paralela a la privatización de la saludy del sistema de seguridad social. Apuntaba areducir el Estado y sus gastos, entregando a losmunicipios, en su mayoría pobres, el problemade la educación básica de los niños pobres. Elmodelo económico basado en la exportación dematerias primas no elaboradas, no requería deciudadanos bien formados ni cualificados, sinode mano de obra barata y reemplazable, ya seapor máquinas o por otros obreros. Por lo mismoque en la LOCE se habla de asegurarconocimientos “mínimos”. En otras palabras, laeducación municipalizada tiene por objetivo“producir” futuros trabajadores con conocimientosmínimos, para entrar –en la mayoría de los casoscomo trabajador precario- en los eslabones másfrágiles de la cadena productiva exportadora. Nopara agregar valor al producto ni para participarcon su inteligencia en el desarrollo de la sociedad.Todo ello fue acompañado de un proceso dedesorganización (mediante la represión y limitaciónde la organización y acción sindical),3 César Valenzuela, el secundario disidente. V. Foxley. Revista COSAS. 9 junio 2006

individualización (vía consumismo) ydespolitización (mediante el desprestigio ydescalificación de la política) de la sociedad.“Esa generación “no estoy ni ahí” creo que nuncaexistió...Eso era sólo un juego manejado por losmedios de comunicación que siempre se hanencargado de mostrarnos como lumpen, comodelincuentes” (Camilo Retamal, Liceo deAplicación) 4 .Esta generación no se conforma con lo mínimoque les ofrece el sistema educacional, quierensalir de la pobreza que reproduce dicho sistema.Por lo tanto, la calidad de la educación debe dejarde ser un privilegio de los sectores socialesacomodados, de los colegios privados.Interesante resultó también la solidaridad quemostraron colegios privados con lasreivindicaciones del movimiento estudiantil, lo queseñala que existen importantes fuentes desolidaridad en las y los jóvenes chilenos, más alláde sus pertenencias sociales.La División Social de la LOCEEn relación a la LOCE (1990) 5 esta es laoportunidad para derogarla, lo que implica lograrla mayoría calificada en el Parlamento con elrespaldo de la oposición. Se trata de una ley queno fue aprobada por ningún parlamento, aberranteen lo fundamental, en sus contenidos pero tambiénen su composición: crea en el articulo 32 el ConsejoSuperior de Educación que está compuesto pormiembros de las fuerzas armadas y carabinerosy de la corte Suprema, entre otros. Plantea elcumplimiento de “objetivos mínimos” en educaciónbásica y media (artículos 9 al 20), que obviamenteno pueden ser suficientes para los desafíos queactualmente enfrenta la educación en un mundoglobalizado y crecientemente orientado por elconocimiento. Asigna al Estado “el deber deresguardar especialmente la libertad deenseñanza” y de “financiar un sistema gratuitodestinado a asegurar el acceso de la población ala enseñanza básica” (articulo 3). Es decir, elEstado no tiene una mayor ingerencia en laeducación ni tiene responsabilidades financierasen la educación media ni en lasuperior/universitaria. La función central del estadosería garantizar la entrada de la educación almercado libre de enseñanza, lo que hasta ahorase ha mostrado como un fracaso. La ley estableceque basta con contar con licencia de educaciónmedia para ser “sostenedor” de un establecimientoeducacional, es decir, no se requierencompetencias ni experiencia educacional (Artículo21, letra a).Además, la ley fija arbitrariamente 17 profesionesuniversitarias que requieren el grado de licenciado,dejando fuera de la lista a disciplinas comoSociología y Antropología (articulo 52).La derogación de la LOCE permitiría prepararuna nueva Ley de Educación con participación delos actores involucrados en los procesosformativos, que regule la calidad, facilite el accesoequitativo y asegure su carácter público.En estricto rigor puede sostenerse que en Chileno existe propiamente una educación pública,como se entiende por tal en países de capitalismoavanzado o como existió, al menos en formarestringida, en el pasado democrático en el país.En la actualidad un 50% de los estudiantes asistea los 6.138 establecimientos municipalizados, un42% asiste a los 4.084 establecimientos privadossubvencionados y el resto, un 8% estudia en 930colegios privados. En otras palabras, un 92% delos estudiantes (más de tres millones) de losalumnos/as asisten a establecimientos –municipales o privados subvencionados –apoyados con una subvención pública equivalentea 30 mil pesos mensuales por alumno que asistea clases 6 . A ello hay que agregar el hecho deque el 71,4% de los niños más pobres (primerquintil) de la enseñanza básica y el 65,5% de laeducación media asisten a colegios municipales,4 Francisco Aravena y Ximena Pérez. Cómo es la generación pingüino. El Sábado, revista El Mercurio 10 junio 20065 LOCE: Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza. Santiago, 1990.6 Betzie Jaramillo. La Nación Domingo, 4 al 10 de junio 2006.

con todo lo que ello significa, en cuanto adificultades en el proceso de enseñanzaaprendizaje.Los establecimientos municipales seencuentran además muy dispersos ydescoordinados, mientras que el 67% de loscolegios particulares subvencionadoscorresponden a un sostenedor que tiene solo uncolegio 7 . Algo parecido como sucede en el sistemade transporte privado: muchos dueños con pocosbuses. Muchos sostenedores pequeños sinrecursos, sin capacidad financiera ni pedagógicapara sostener una educación de calidad. Estesistema educacional es el mejor reflejo de larealidad segregada que marca la nueva geografíasocial del país en proceso de modernizaciónneocapitalista de mercado, es también la máquinacultural que reproduce una nueva estructuraclasista de la sociedad chilena.Ahora bien, los recursos económicos para financiarun buen sistema de educación existen, comoconsecuencia de los altos precios y excedentesdel cobre, los que no son meramente transitorioso coyunturales, como se suele sostener. Expertoshablan también de la existencia de un cambioestructural del precio del cobre, es decir, hay uncambio coyuntural y otro de carácter estructural,más permanente. Paradojalmente en medio dela crisis de la educación el país no sabe qué hacercon los excedentes del cobre, discute la posibilidadde depositarlo en un fondo en el extranjero, paraevitar “distorsiones” en la economía interna.Cuando no hay recursos no se invierte eneducación, cuando hay recursos tampoco seinvierte en educación. Da la impresión que enChile, los grupos dominantes, no quieren que elpaís progrese, que los ciudadanos tengan mejoresniveles de educación y de calidad de vida. Lasélites no quieren dar “el salto al desarrollo“,declarado en el programa de Gobierno de MichelleBachelet. Si no se da este salto, especialmenteen educación, ciencia y tecnología (también ensalud y previsión social), el país perderá laoportunidad histórica – que puede ser única - detransitar hacia el desarrollo.¿Cómo Salir de la Crisis?Poco se sabe con certeza cual es la mejor solucióna la crisis educacional actual. Lo que sí esta claroes que el actual sistema municipalizado y elprivado subvencionado son un fracaso absolutoy que no admiten mejoras. En la medida que haydiferentes tipos de municipios, con mayores ymenores recursos, ello se reproduce en el tipo deescuelas y liceos. Aún más, para los municipiosla escuela es un problema "heredado", no es unafunción que asuman con agrado y dedicación. Deotra manera no se explica el hecho que en unacomuna como Concepción, que no esprecisamente de las mas pobres, los egresadosde liceos no alcanzaron los 450 puntos de le PSUpara optar a un crédito con garantía del Estado.Ello se observa también en el enorme déficit enmatemáticas y en el manejo del idioma que traenlas y los jóvenes que ingresan a las universidades.Probablemente la solución al problema de lamunicipalización de la educación vaya por laorganización de un sistema educacional públicoeficiente y de excelencia, con fuerte acentoregional. Ello ayudaría a fortalecer el sentidoterritorial de pertenencia e identidad y a promoverel desarrollo de las regiones, reconstruyendo ladeteriorada identidad nacional, como lo constatóun reciente Informe de Desarrollo Humano deChile. Se requeriría de un sistema más integrado,con participación de profesores, padres yapoderados, estudiantes y directivos, junto conla autoridad pública. El sistema de “seremis”, asícomo el conjunto de instituciones que operanactualmente en la educación, han quedadoobsoletas: sus funciones son mínimas, frente ala magnitud y complejidad de los problemas quedeben enfrentar.Los ejes centrales de un cambio podrían ser: a)formar nuevos docentes con vocación y calidadpedagógica (supone cambiar profundamente lasfacultades de educación, que se dedican más ala asistencia técnica que a mejorar la calidad dela formación de sus estudiantes y perfeccionar asus profesores), b) disminuir drásticamente elnumero de alumnos por cursos (20 alumnos),7 Betzie Jaramillo. La Nación Domingo, 4 al 10 de junio 2006.

para permitir un proceso de enseñanza máspersonalizado, c) mejorar la infraestructura de losestablecimientos (muchos en pésimas condicionesmateriales) y las remuneraciones de los profesores,d) cambiar de paradigma pedagógico: pasar deuna pedagogía basada en el profesor a otrabasada en el alumno/a (adaptación a la políticade Bolonia: concepto de educación continua), e)fomentar en los niños y jóvenes la investigaciónpara que adquieran competencias innovativas einvestigativas que agreguen valor a los recursosnaturales y productos, f) fomentar en el niño yjoven la capacidad de pensar, reflexionar y derespetar al otro, para construir una sociedad mejory más solidaria. Todo ello pasa por abrir muchosespacios de dialogo y discusión sobre comomejorar la educación. Es un tema queademás hoy se discute mundialmente. Suresolución es clave para entrar exitosamente alsiglo XXI.Nosotros, debemos y podemos encontrar mediantela discusión constructiva y profunda nuestro propiomodelo. No pensar en "importar" modeloseducativos, como se ha intentado ilusoriamenteen el pasado. La educación no puede importarse,tiene que ser producida por sus propios actores,por la propia sociedad, recogiendo su propiahistoria y fortaleciendo sus potencialidadeseconómicas, sociales y culturales.Las y los jóvenes que se movilizaron lo hicieronen forma seria, con conocimiento de causa, condiscurso articulado y buen nivel de organización.Lo hicieron en forma creativa y democrática, conmucha fantasía e inteligencia. Si las respuestasoficiales – de las instituciones responsables de laeducación - no se sitúan al nivel cultural que ellosestán alcanzando, los conflictos tenderán aagravarse en el futuro próximo. Son los hijos delprogreso mal distribuido y de la democracia noprofundizada. Y seguirán insistiendo y los quevienen detrás de ellos, vendrán con nuevasexigencias.En la política ya no sirven las "maniobras"distractivas (promesas que no se cumplen) ni lapolítica de los "pequeños pasos" (gatopardismo),que se acostumbra practicar en Chile. Ahora serequieren cambios profundos. O estamoscondenados a quedar a medio camino deldesarrollo, de estancarnos en el subdesarrollo.El movimiento estudiantil se movilizó por la calidady, por lo mismo, representa una gran oportunidadpara dar un salto cualitativo en el mejoramientoreal de la educación. Para ello es imprescindibleiniciar un gran debate nacional sobre la educación.Este debate puede dar luces y orientaciones sobreel camino que debería emprender la educaciónchilena en el siglo XXI. Del debate deberían surgirideas sobre como mejor la educación y comoencauzarla en una nueva institucionalidad.Finalmente, una reflexión sobre la represión. Losestudiantes secundarios han dado ejemplo dehacer uso del derecho democrático a demostraciónen forma pacífica. Entienden que la fuerza delmovimiento se encuentra en la capacidaddiscursiva y argumentativa, en la razón comoprincipio rector de la vida moderna y en el valorque para ellos representa una buena educaciónen el mundo contemporáneo. La masividad delmovimiento, su articulación regional y nacional,hablan de la justeza de sus peticiones, de lacapacidad de convocatoria que ha alcanzado yde las simpatías con que goza en general en lapoblación. Si bien empezó con peticionesbásicamente reivindicativas (PSU gratuita, paseescolar gratis y revisión de la JEC), las jornadasde reflexión y las movilizaciones derivaron entemas esencialmente valóricos (derogación ocambio de la LOCE, revisión de la educaciónmunicipalizada, calidad de la educación), lo queimplican cambios profundos. Cuestionar la LOCEy exigir calidad significa cuestionar el “orden”social que puso a la educación en el mercado delos “sostenedores” y que estratificó su acceso ycalidad a pertenencias socioeconómicas. Por lotanto, este es el “orden” que defiende la represión,es el orden injusto de un sistema escolar quediscrimina a los sectores más pobres, a los hijosde los trabajadores y de clase media.La calidad de la educación es un bien cultural yespiritual al que todo niño y joven tiene derecho,el que debe ser garantizado por el Estado. No esun problema “policial” ni de “orden público”. Elpapel de la policía en un régimen democrático esdefender a los que participan pacíficamente endemostraciones y aislar o neutralizar a los

pequeños grupos que provocan desorden. Losconflictos muestran la falta de una cultura modernade resolución de conflictos por parte de la policía.Las movilizaciones estudiantiles de Valparaíso yTemuco, según la prensa no presentó signos deviolencia. A ello contribuyó al parecer un acuerdoentre los dirigentes estudiantiles y la policía, enel sentido de resguardar la manifestación y de nointervenir policialmente. Estos ejemplosdemuestran que es posible ejercer el derechodemocrático de demostración sin intervención dela fuerza pública.El movimiento estudiantil secundario representaun cambio cultural, que ocurre luego de décadasde acumulación de problemas de calidad noresueltos en el ámbito de la educación y de laparticipación ciudadana. Representa, por lo mismo,una oportunidad de cambio profundo en laestructura y cultura de la sociedad chilena, paraencaminarnos a la anhelada sociedad delconocimiento y profundamente democrática, querespete la diversidad y los derechos ciudadanos.Es el primer movimiento social que cuestiona enforma radical una contradicción central del sistemasocioeconómico chileno: el crecimiento sininclusión.La Comisión Asesora creada por el Gobierno, conparticipación de diferentes actores sociales,incluidos representantes secundarios yuniversitarios, constituye una interesante instanciade debate en torno a tres temas centrales: calidad,institucionalidad y currículo. Su composiciónheterogénea hará muy difícil la generación deconsensos. Además, los sectores conservadoresy de oposición política no son partidarios demodificar una ley que defiende la “libertad deeducación” ni muchos menos de reemplazarlapor otra que garantice el derecho al acceso a laeducación con fuerte regulación pública. La libertaddel negocio es el eje central que mueve losintereses del capital y de la derecha chilena. Y laeducación no se escapa a esta máxima, por loque la lucha por derogar la LOCE y mejorar lacalidad de la educación, será necesariamenteuna lucha de larga duración, en la que losestudiantes y sus aliados, seguirán siendoprotagonistas fundamentales.8 Edgar Morin,2006, p.122Las y los jóvenes secundarios han dado unaverdadera lección de democracia, emprendimiento,compromiso y consecuencia a la sociedad chilena.Constituyen, por lo mismo, una esperanza decambio social.“La misión de la educación para la era planetariaes fortalecer las condiciones de posibilidad de laemergencia de una sociedad-mundo compuestapor ciudadanos comprometidos en la construcciónde una civilización planetaria” (Edgar Morin) 8 .BibliografíaConcepción, agosto de 2006.Aravena, Francisco y Pérez, Ximena. 2006: Cómoes la Generación Pingüino. El Sábado, RevistaEl Mercurio N° 403, 10 junio, Santiago.Foxley, Verónica. César Valenzuela. 2006: UnSecundario Disidente. Revista COSAS. Pág. 26– 30. Año 30 N° 775, 9 de Junio , Santiago.Jaramillo, Betzie. 2006: Réquiem por la Educación.La Nación Domingo N° 29.696, 4-10 junio,Santiago.LOCE. 1990: Ley Orgánica Constitucional deEnseñanza. 10 de marzo, Santiago.Morin, Edgar, Roger Ciurana, Emilio y Motta, Raúl.2006: Educar en la Era Planetaria. GEDISA.Barcelona.Pinto, Aníbal. 1985: Inflación. Raíces Estructurales.Fondo de Cultura Económica, México.

Los Movimientos Juveniles enTarapacáCristián Cruces Galarce 1ResumenEn relación a los movimientos juveniles en laregión de Tarapacá, podemos señalar que el jovende hoy es muy distinto de aquel de los años 80y 90, ya sea por las circunstancias históricas ypolíticas que vivía nuestro país en ese momento,como por los avances tecnológicos que hanpermitido que el joven de hoy tenga una miraday una forma distinta de pensar y de expresar susideas e inquietudes, determinando el desarrollode las movilizaciones sociales que estos hanemprendido en la región.Los jóvenes y los cambios socialesEn los años 80 al igual que en el resto del país,las y los jóvenes tarapaqueños compartieronideales y proyectos de sociedad, que buscabanel reencuentro de todos los chilenos y la justiciasocial, siendo la principal bandera de lucha, ladefensa de los derechos humanos y la igualdadde oportunidades para todas y todos. De estamanera, los movimientos juveniles que se dierondurante este período estuvieron marcados pormovilizaciones que buscaban la recuperación dela democracia, siendo actores principales las ylos jóvenes universitarios. Estos, a través de suscasas de estudios generaron acciones quebuscaban despertar al resto de los habitantes denuestro país que desconocieron o no quisieronreconocer las desigualdades sociales y la violaciónde los derechos humanos ocurridas durante elgobierno militar.Los mitin, ollas comunes y marchas eran lideradaspor jóvenes, quienes creían en la existencia deuna sociedad más justa y democrática. Estageneración de los ochenta como se les conoció,fue aquella que luchó por sus ideales y proyectosde sociedad, e inspiraron a muchos jóvenes aparticipar y ser parte de este cambio social quebuscaban para nuestra región y país.De la misma manera, inspirados por losuniversitarios, los estudiantes secundarios sesumaron a este movimiento y generaron suspropias actividades que contribuyeran al tananhelado cambio social buscado por todos los ylas jóvenes en ese momento, con la seguridad deque se estaba por el camino correcto y de que seiban a cumplir los sueños y aspiraciones juveniles.Los Años 90Esta década estuvo marcada por la perdida dereferencia de ideales y de sueños compartidospor parte de las y los jóvenes, a diferencia de losactores de los años 80, que anhelaban un paísmas justo y democrático, la juventud de estadécada experimentó la inexistencia de un objetivoclaro por el cual luchar, situación que marcó elactuar de la juventud a principio de los años 90.Si bien, siguieron participando en organizacionesligadas al mundo de las pastorales juveniles, nohubo un sentido de pertenencia con los cambiosque estaba viviendo el país y la región.En este período se desarrollaron acciones a travésdel mundo universitario, que buscaban mejorar elacceso de todos los y las jóvenes a una educaciónsuperior de calidad y que le entregaran lasherramientas necesarias para poder desarrollarsetanto académica como laboralmente hablando. Almismo tiempo, en el ámbito secundario se fomentóel trabajo hacía el surgimiento de nuevos liderazgosy en el fortalecimiento de las organizacionessociales juveniles existentes en la región.Sin embargo, dicha participación fue producto deintereses u objetivos momentáneos, situación quepermitió la proliferación de variadas agrupacionesjuveniles, ya sean, culturales, deportivas,recreativas, por nombrar algunas. Sin embargo,1Profesor de Historia y Geografía, Licenciado en Educación, Director Regional Instituto Nacional de la Juventud Región deTarapacá, Email: ccruces@injuv.gob.cl.

una vez alcanzado el objetivo propuestoinicialmente comenzaba a desarticularse yfinalmente desaparecía, teniendo la organizaciónuna duración aproximada de dos a tres años. Estofue lo que ocurrió con muchas organizacionescomunitarias juveniles, a diferencia de aquellasligadas al mundo parroquial como al movimientoscout, las cuales hasta el día de hoy tienen unadestacada participación en el ámbito juvenil.Si bien, el movimiento secundario y universitariosiguió presente en el actuar y en la retina de loshabitantes de Tarapacá, fueron menos los y lasjóvenes motivados por participar de dichasestructuras, resaltando ese desinterés y apatíade la que hablaban los adultos. Conocida era lafrase “no estoy ni ahí”, que caracterizó a toda estageneración, y que popularizó el destacadodeportista Marcelo Ríos.Cabe preguntarse entonces, si las diversasinstituciones públicas o privadas fueron capacesde dar respuesta a las necesidades que lesplanteaban los y las jóvenes en su momento, obien, estos jóvenes no fueron capaces de dar aconocer de manera adecuada sus intereses.Las y los Jóvenes de Hoy en TarapacáEn el mundo globalizado de hoy, se hace imposiblereferirnos a un grupo específico de jóvenes. Porel contrario existe una variada gama deexpresiones juveniles que responden a ladiversidad de intereses y de ámbitos de acción.Influenciados por el auge de las nuevastecnologías y las ciencias de la comunicación,nos damos cuenta que se estructura una nuevamanera de participación por parte de los y lasjóvenes, en las que utilizan los medios que estána su alcance involucrándose activamente en lasdecisiones que tienen relación con su desarrollopersonal.Cuando en el pasado, se hizo referencia al rol dela juventud en la sociedad, se les asoció conapatía y falta de interés por participar enactividades y acciones que contribuyan eldesarrollo social de la región. Esta situación seha revertido en los últimos años, tanto por lasherramientas que han entregado los serviciospúblicos, como por las ganas e imaginación quehan demostrado los y las jóvenes de Tarapacá,para concretar sus iniciativas, ya sean, culturales,recreativas, deportivas o de capacitación.Es valioso el esfuerzo que han ido desarrollandocon el paso del tiempo diversas organizacionesjuveniles, por llevar adelante iniciativas, quecontribuyen a mejorar la calidad de vida, como amejorar la utilización a los espacios públicosexistentes en la región.Si bien, al igual que en el resto del país enTarapacá, las y los jóvenes están muy distantesde los modelos tradicionales de participación, hancreado e incentivado diversas formas deinvolucrarse en las decisiones que se toman enla región. Un aporte valioso en este sentido es elque han desarrollado las Federaciones deEstudiantes Secundarios como los promisoriosConsejos Provinciales de Juventud, quienes hangenerado los espacios de participación y encuentroentre el segmento juvenil y las diversasinstituciones públicas y privadas, asumiendo unrol relevante a la hora de discutir políticas públicasy de participación juvenil.Esto nos demuestra que los movimientos juvenilesse consolidan cuando persiguen intereses yobjetivos comunes, tal como ocurrió con losjóvenes de los años 80, los que lucharon por lavuelta a la democracia y la justicia social. Las ylos jóvenes de hoy se movilizan, por una educaciónde calidad y participativa, y rompen definitivamentecon el mito de que los y las jóvenes “no están niahí”.Ciudadanía y Participación JuvenilEl análisis de los movimientos sociales juvenilesen la región, exige un examen de asociación delconcepto de participación juvenil con el deciudadanía y lo que este concepto involucra enel desarrollo de los movimientos juveniles. Deesta manera, al referirnos al concepto deciudadanía, nos estamos refiriendo al ejercicio dedeberes y derechos, el que está relacionado conel concepto de democracia. Como señala GarcíaMoreno (2005) la democracia es posible si existenciudadanos, sujetos con iguales derechos ydeberes. Históricamente, la ampliación de la

ciudadanía a todos los individuos ha resultado enla profundización de la democracia y está últimase ha consolidado como resultado de las luchaspor la ampliación de los derechos a todas laspersonas.La participación la podemos entender como todaacción colectiva o individual que busca satisfacerdeterminados objetivos. El logro de estos objetivospermite suponer la existencia de una identidadcolectiva, sustentada en valores y motivaciones,que buscan esencialmente mejorar suscondiciones y proyectos de vida. En este sentido,la participación juvenil esta dada por lasmotivaciones que los llevan a agruparse endistintas organizaciones sociales, que les permitansatisfacer sus motivaciones e intereses.Para que las y los jóvenes puedan desarrollar suciudadanía plena, tiene que haber unaconcordancia entre sus deberes y derechos,divulgándolos y disminuyendo la discriminación.Incentivando el protagonismo de las y los jóvenesen instituciones sociales y políticas, favoreciendoel recambio generacional y la representación deintereses, sensibilidades y puntos de vistapropiamente juveniles. Valorando al mismo tiempo,las prácticas positivas individuales o grupales delsegmento juvenil en especial de los sectoresmarginales en distintos ámbitos de su quehacer,y que contribuyan al buen uso del tiempo libre,especialmente a través de las expresiones artísticoculturales,haciéndolas visibles a la opinión pública.También es importante señalar, que lasinstituciones deben contar con metodologíasparticipativas para jóvenes, en las que se respetensus gustos, temporalidades, estilos, modosorganizativos y de relación. De está formacontribuiremos a la participación ciudadana delajuventud, y en esta orientación debemos trabajartodos sin exclusión.Los Jóvenes Sí ParticipanContinuando con lo señalado anteriormente, esimportante destacar que las y los jóvenes síparticipan.. Si bien ha existido un discurso, a travésde los distintos medios de comunicación, queversa sobre la existencia de una apatía juvenil,esta hace referencia al ámbito de la políticapartidista, en la cual mayoritariamente las y losjóvenes de la región no se sienten representados.Y esto se debe a que los partidos políticos nohan sabido dar respuesta a las demandas ynecesidades juveniles. Esto no significa que lasy los jóvenes no crean en la democracia comosistema de gobierno, todo lo contrario. según laIV encuesta nacional de juventud, (INJUV, 2003)un 54% de las y los jóvenes creen que es el mejorsistema, pero que debe ser perfeccionado, sobretodo en el acceso a las oportunidades, disminuciónde las desigualdades sociales y escuchar más alas personas.Si bien en la región, un 77% de las y los jóvenesestán alejados de una posición política enparticular, de acuerdo a los datos regionales dedicha encuesta , esto no significa que no participende alguna organización social reforzando la tesisde la apatía social. Por el contrario, un 56% deellos participa de alguna organización, en dondepodemos destacar los clubes deportivos, gruposvirtuales, grupos de hobbies, grupos culturales ylos grupos religiosos. Lo novedoso es la apariciónde los grupos virtuales, lo cual se explica por laprofileración de las nuevas tecnologías y el accesoal mundo del Internet.A pesar de que la juventud tapaqueña, podríasentirse distante de formas de participación políticapartidista, esta ha logrado generar espacios deencuentro y opinión que le permita transformarseen pilar fundamental para la toma de decisionesen materia de políticas sociales en juventud, einvolucrarse en actividades que incentiven ypromocionen la participación juvenil.En este ámbito, los principales actores han sidolas Federaciones de Estudiantes Secundarios ylos Consejos Provinciales de Juventud, quieneshan desarrollado acciones que les han permitidosensibilizar a sus pares en la participación deactividades tendientes a incentivar elinvolucramiento y la ciudadanía juvenil. Lo anteriorquedó demostrado, durante el año 2005 en laregión, con el incremento de nuevos inscritos enel registro electoral. De acuerdo a la informaciónentregada por el Servicio Electoral,aproximadamente el 40% de los nuevos inscritoscorresponde a jóvenes entre 18 y 25 años.(Diario La Estrella de Arica, 2005)

Sin duda, un gran ejemplo es el que dan estosjóvenes, y que nos permite visualizar que sonmás, las y los jóvenes que participan de accionesque buscan mejorar su participación y generaracciones de solidaridad y emprendimiento, queaquellos que se han visto involucrados en accionesde violencia y delincuencia, frecuentementedestacados con grandes letras y titulares en losdistintos medios de comunicación.El trabajo desarrollado por la Federación deEstudiantes Secundarios y los ConsejosProvinciales de Juventud, es altamenteconsiderado y valorado por distintos organismospúblicos de la región, ya que han contribuido afortalecer los liderazgos, organización yparticipación juvenil, generando un cambio en lavisión que se tiene de ellos en la comunidad.El Movimiento Estudiantil en TarapacáAl igual que los universitarios y secundarios delos años 80, que buscaban reivindicar la justiciasocial y la democracia, rompiendo el régimendictatorial existente en este período, los jóvenessecundarios del Tarapacá de hoy, se organizaronpara lograr mejoras sustantivas en el ámbitoeducacional.Dicho movimiento estudiantil, ha demostrado quelas movilizaciones sociales se encuentran vigentesa la hora de la búsqueda de las reivindicaciones,así como la aparición de nuevos actores juveniles,dando una señal de compromiso por parte de losestudiantes secundarios involucrados con eldesarrollo del país, y por sobre todo con elmejoramiento de la calidad de la educación.En Tarapacá al igual que en el resto de las regionesdel país, durante los meses de abril, mayo y junio,se debatió y discutió respecto a la manera masadecuada de dar a conocer las necesidades yfalencias del sistema educativo. Los estudiantessecundarios fueron capaces de dividir aguas conlos estudiantes universitarios, hecho que generóuna serie de conflictos a nivel local, pero quesupieron manejar y validar ante la comunidad,logrando la empatía la ciudadanía en general yprincipalmente de los padres que acompañarona sus hijos en las tomas y en las marchas que serealizaron en la región. Si bien, estas en unprincipio no estuvieron alejadas de disturbios ydestrozos a la propiedad pública y privada,supieron enmendar esta situación, centrando suaccionar en actividades pacíficas y culturales.Dichas movilizaciones no estuvieron ajenas aconflictos al interior del movimiento estudiantil.Es así como en la región, paralelamente a lasFederaciones de Estudiantes Secundarios queera el organismo que coordinaba dichas accionesaparecieron, otras instancias que buscaban elmismo objetivo, a lo mejor con mas radicalizaciónde las acciones de protesta como por la manerade relacionarse con las autoridades a nivel local.Tal es el caso de la ciudad de Iquique, en dondeel movimiento estudiantil estuvo coordinado porun lado por la Federación de Estudiantes y porotra por una Coordinadora Autónoma deEstudiantes, esto debido a la cercanía, simpatíay buena disposición al diálogo por parte de laFederación con las autoridades de Gobierno, loque despertaba desconfianza y antipatía por unsector de los estudiantes secundarios.Por otro lado, en la ciudad de Arica la divisiónestuvo dada mas que nada por una situaciónsocioeconómica, por un lado los colegiosmunicipalizados y por el otro los particularessubvencionados. Esto, sumado al hecho de quelos dirigentes de la Federación eran más proclivesal diálogo y acciones más mesuradas de protesta,incentivando la comunicación con las autoridades,las que generaron dicha división.Hoy por hoy, las movilizaciones han disminuido,pero nos han dejado la enseñanza de que hayque generar los espacios de participaciónadecuados para que las y los jóvenes se expresende la manera que ellos consideren adecuada,. Esuna oportunidad que debemos aprovechar paraincentivar a aparición de nuevos liderazgos quelleven a esta región a un futuro esplendoroso, endonde todos puedan lograr un desarrollo integralde sus habilidades y competencias personales.Desde esta perspectiva, hemos estado trabajandoen el Instituto Nacional de la Juventud, para que

las y los jóvenes se transformen en actoresrelevantes del desarrollo del entorno en el que sedesenvuelven, participando activamente de loscambios sociales que se empezaron a construirdesde los inicios de los años `80 y 90, apoyandoel trabajo desarrollado por las Federaciones deEstudiantes SecundariosDicho organismo juvenil, ha canalizado los distintosintereses que tienen las y los jóvenes, generandoun compromiso por generar un cambio en la visiónque se tiene de la región, inyectando optimismoy energía para el logro de acciones que aportenal desarrollo regional. Es tarea de todos el fomentary contribuir en el desarrollo de estas actividades,que nos permitan seguir contando con jóvenescomprometidos con el desarrollo de su entorno,y participando activamente de los cambios quenos lleven a mejorar las condiciones de vida dejóvenes la juventud de nuestra región, y lo masimportante, seguir trabajando por aquellos quemas lo necesitan.Referencias BibliográficasBango, Julio. “Participación Juvenil eInstitucionalidad Pública de Juventud. Al Rescatede la Diversidad”, en Revista Iberoamericana dela Juventud de la OIJ.García Moreno, Mauricio. 2005: “Ciudadanía,Participación, y Derechos Civiles y Políticos delos Jóvenes y Adolescentes en Iberoamérica”, enRevista Aportes Andinos Nº 14 Participación yCiudadanía, pp. 1-9.Hoyos Agudelo, Mauricio. 2003: “Ciudadanía yParticipación: Más Fantasmas para la Juventud”,en Última Década Nº 19, Cidpa Viña del Mar, pp.1-11.Instituto Nacional de la Juventud. 2004: “LaIntegración Social de los Jóvenes en Chile 1994-2003. Individualización y estilos de vida de losjóvenes en la sociedad del riesgo. 4ª EncuestaNacional de Juventud. Santiago.Instituto Nacional de la Juventud. 2006: “SegundoInforme Nacional de Juventud. Condiciones devida y políticas públicas de juventud desde laTransición al Bicentenario”. Santiago.

Normas de PublicaciónLa Revista del Observatorio de Juventud es unapublicación trimestral editada por el InstitutoNacional de la Juventud, INJUV.El objetivo de la revista es la discusión sobre lascondiciones, calidad de vida, subjetividad yperspectiva de derecho de los y las jóveneschilenos, así como la profundización y la difusiónde las políticas e intervenciones sociales dirigidosa este sujeto social. En términos generales, larevista analiza temáticamente algún área, aspectoo dimensión de la vida juvenil que está presenteen la agenda pública sobre juventud, proponiendouna lógica de discusión permanente frente al tema.De este modo, la publicación plantea desafíos ydilemas de la política pública haciendo hincapiéen perspectivas futuras relacionadas con larealidad juvenil.Es una publicación dirigida a académicos,investigadores, servicios públicos, alumnos ypúblico en general.Los artículos a publicar deben tener una extenciónde 10 páginas como máximo, incluyendoreferencias bibliográficas y resúmen en español.Las contribuciones a la revista deben ser escritasa espacio simple, en hoja tamaño carta, encaracteres Times New Roman, tamaño 12. Enestos debe consignarse:a) Título del trabajob) Nombre del autorc) Especialidad, institución a que pertenece ycorreo electrónico en pie de páginad) resumen o abstract1.1 Citas y Referencias Bibliográficas. Las citasde referencia en el texto y la lista final dereferencias se deben presentar según formato deAmerican Psychological Association (A.P.A.) oVancouver si se quiere:a) Cuando el apellido del autor forma parte partede la narrativa se incluye solamente el año depublicación del artículo entre paréntesisEjemplo: Habermas (2000) estudió las relacionesentre…b) Cuando el apellido y la fecha de publicaciónno forman parte de la narrativa del texto, seincluyen entre paréntesis ambos elementos,separados por una coma. Ejemplo: El estudio delas relaciones entre política y lenguaje (Habermas,2000) abrió una nueva perspectiva…c) Cuando tanto la fecha como el apellido formanparte de la oración no se usa paréntesis.Ejemplo: En el 2000 Habermas estudió lasrelaciones entre Estado y globalización…d) Si hay más de una obra/artículo de un soloautor aparecido el mismo año, se citará con unaletra secuencia seguida al año.Ejemplo: (Habermas, 2000a, Habermas 2000b,etc)Las referencias bibliográficas en lista final debendisponerse en orden alfabético y año depublicación:Revistas: Apellido de cada autor, nombre onombres, año de publicación, título de trabajo(entre comillas), nombre de la revista (en itálicaso subrayado), el volúmen, página inicial-páginafinal del artículo. Ejemplo: Habermas, Jürgen.2000. “Política y globalización”, en Teoría social82, pp. 11-21.Libros: Apellido de cada autor, nombre o nombres,año de publicación, título del libro (en itálicas osubrayado), edición, volúmen, capítulo y/o páginas,ciudad y país donde fue publicado, nombre de laeditorial. Ejemplo: Habermas, Jürgen. 1993. Eldiscurso filosófico de la modernidad. Madrid:Taurus.Todas las citas en el trabajo deben aparecer enla lista final de referencias y todas éstas debenser citadas en el texto.2. Orden de Publicación de Trabajos. El ordende públicación de los artículos quedará a criteriodel editor.3. Dirección de los Envíos. Los interesados enpublicar en esta revista enviarán sus trabajos atleibovitz@injuv.gob.cl.