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Tecnociencia_Deporte_Sociedad_Vol2

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TECNOCIENCIA,<br />

DEPORTE Y SOCIEDAD<br />

¿VICTORIAS DE LABORATORIO?<br />

VOLUMEN 2<br />

SOCIEDAD


Corporación Colombia Digital<br />

Alberto Pradilla, Director Ejecutivo<br />

Comité editorial<br />

Luis Germán Rodríguez, Coordinador<br />

Ignacio Ávalos<br />

Iván De La Vega<br />

Coordinación general<br />

Adriana Molano Rojas<br />

Directora de Contenidos<br />

Autores<br />

Ignacio Ávalos Gutiérrez<br />

Mari Montes<br />

José Luis Solleiro<br />

Norma Solís<br />

Corrección editorial<br />

Adriana Molano<br />

Diseño gráfico<br />

Jorge Luis Velandia<br />

<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>:<br />

¿victorias de laboratorio? - Volumen 2<br />

ISBN 978-958-58088-6-7<br />

Se autoriza la libre consulta, descarga y distribución<br />

total o parcial de este documento con fines<br />

no comerciales y obras no derivadas.<br />

Bogotá D.C. - Colombia<br />

Julio de 2015


CONTENIDO<br />

Página<br />

04<br />

Página<br />

06<br />

Prólogo del Director Ejecutivo<br />

de Colombia Digital<br />

Página<br />

05<br />

Perfil de<br />

los autores<br />

Acerca del<br />

Volumen No. 2<br />

Página 10<br />

Capítulo 1<br />

El dopaje genético<br />

(O qué diría el Barón Pierre de Coubertin)<br />

Página 32<br />

Capítulo 2<br />

Béisbol: ciencia y esencia<br />

Página 48<br />

Capítulo 3<br />

Hitos, alcances y limitantes de la aplicación de la<br />

tecnología en el deporte de alto rendimiento


PRÓLOGO<br />

La Corporación Colombia Digital promueve el uso y apropiación<br />

de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones<br />

(TIC) para el desarrollo social y económico del<br />

país; bajo este marco promueve iniciativas y proyectos<br />

orientados desde la comprensión del papel de la tecnología<br />

en beneficio de la calidad de vida de las personas.<br />

Así, surge la colección ‘<strong>Tecnociencia</strong>, deporte y sociedad:<br />

¿victorias de laboratorio?’, compendio de reflexiones de<br />

autores hispanoamericanos, quienes aportan miradas panorámicas<br />

a la relación tecnología – deporte, y las implicaciones<br />

de ésta en el crecimiento de deportistas amateur y<br />

de alto rendimiento.<br />

El primer volumen de esta colección sirve de abrebocas<br />

para entender que el desarrollo de la tecnociencia no se<br />

limita a la medición o la disposición de mejores condiciones<br />

para la práctica deportiva, sino que, por el contrario,<br />

tiene implicaciones sobre la propia vida de deportistas, colaboradores<br />

y espectadores.<br />

El segundo volumen de ‘<strong>Tecnociencia</strong>, deporte y sociedad:<br />

¿victorias de laboratorio?’ se adentra en el debate sobre<br />

cómo los avances, no solo médicos, se convierten en arma<br />

de doble fijo ante la posibilidad de un dopaje genético; así<br />

mismo, aborda el eterno debate entre el béisbol ‘old fashion’<br />

y los llamados ‘sabermétricos’, y cómo ambas maneras<br />

de ver el juego de pelota a lo largo de su historia lo han enriquecido<br />

y contribuido con su evolución; para concluir, se<br />

analiza una serie de hallazgos en la ciencia y la tecnología,<br />

y su aplicación al deporte.<br />

Al igual que en la arena deportiva, los estándares de competencia<br />

están fijados pero solo el lector podrá determinar<br />

los verdaderos límites de los nuevos juegos en los que la<br />

tecnociencia hace parte del equipo.<br />

Dirección Ejecutiva<br />

Corporación Colombia Digital


Ignacio Ávalos Gutiérrez, sociólogo, ha dedicado su actividad<br />

profesional al estudio de las relaciones entre tecnociencia<br />

y sociedad, principalmente desde la perspectiva<br />

de las políticas públicas. En su ensayo aborda un tema que<br />

es tan viejo como el deporte mismo, pero bajo una visión<br />

propia de los tiempos más recientes. Se trata del dopaje<br />

genético, entendido como parte de una oleada de innovaciones<br />

radicales, algunas de las cuales ya se han comenzado<br />

a utilizar en el ámbito deportivo. Se origina en el espectacular<br />

desarrollo de la tecnociencia a partir, sobre todo, de<br />

un nuevo paradigma tecno – científico, fundado en torno<br />

a la nanotecnología, desde el cual comienza a insinuarse la<br />

aparición del deporte transhumano. Se alerta una señal de<br />

que el futuro está llegando más rápido de lo que se creía,<br />

mientras las claves para pensarlo aún no están disponibles.<br />

En este sentido se advierte que las autoridades que<br />

gobiernan el deporte parecieran encontrarse sorprendidas<br />

y ese factor afecta el diseño de políticas para encarar las<br />

transformaciones que se están generando, entre ellas las<br />

asociadas a las innovaciones genéticas creadas para mejorar<br />

el rendimiento de los atletas.<br />

TECNOCIENCIA,<br />

DEPORTE Y<br />

SOCIEDAD:<br />

¿VICTORIAS DE<br />

LABORATORIO?<br />

ACERCA DEL VOL.2<br />

Este es el segundo volumen de esta serie de publicaciones<br />

sobre la relación entre la tecnociencia y el deporte<br />

en el marco de la <strong>Sociedad</strong> del Conocimiento. Los<br />

tres ensayos que lo integran muestran desde diversos<br />

puntos de vista la importancia creciente de las innovaciones<br />

tecnológicas en la actividad deportiva, así como<br />

las diferentes maneras y condiciones como éstas se producen,<br />

al igual que su impacto.<br />

Mari Montes, comunicadora social, es considerada una<br />

autoridad en el periodismo deportivo y el béisbol es su<br />

foco de interés. Su relato capta la atención del lector en<br />

una apasionante travesía que vincula este deporte con la<br />

tecnología. Su ensayo muestra cómo el béisbol, desde que<br />

fue inventado, ha estado estrechamente vinculado con<br />

avances tecnológicos que aluden a los más disímiles aspectos,<br />

tales como los implementos que se usan para jugar<br />

(uniformes, guantes, bates, zapatos de gancho, gorras y<br />

cascos, entre otros), la forma de analizar el juego y evaluar<br />

a los peloteros y sus capacidades (que se ha llevado a lo<br />

que hoy se conoce como ‘sabermetría’), las herramientas<br />

para seleccionar los talentos, las características mismas del<br />

espectáculo y las bases del arbitraje. El ensayo recoge la<br />

opinión de jugadores y exjugadores, managers, gerentes,<br />

periodistas, quienes aportan elementos y visiones para el<br />

análisis del impacto de la ciencia y la tecnología en la esencia<br />

del juego de pelota. El ensayo aborda el eterno debate<br />

entre el béisbol ‘old fashion’ y los llamados ‘sabermétricos’.<br />

José Luís Solleiro, es ingeniero y Director General de Vinculación<br />

de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(UNAM). También es investigador del Centro de Ciencias<br />

Aplicadas y Desarrollo Tecnológico. Sostiene en su ensayo<br />

que vivimos un tiempo en el que se está produciendo la<br />

modificación sustantiva de los contenidos científicos y tecnológicos<br />

en los que se basa la organización de la sociedad<br />

humana. Se trata de una verdadera revolución que forma<br />

parte, promueve y condiciona profundas repercusiones en<br />

las dimensiones económicas, sociales, culturales, educativas,<br />

poblacionales y políticas de la totalidad de los sectores<br />

y países, así como de las relaciones entre ellos. Señala que<br />

el deporte no escapa, desde luego, a las transformaciones<br />

mencionadas y analiza una serie de hallazgos en la ciencia y<br />

la tecnología, y su aplicación al deporte, asumido cada vez<br />

más como negocio y espectáculo, al igual que el impacto<br />

que tiene en los logros de los atletas de alto rendimiento.


PERFIL DE<br />

LOS AUTORES<br />

ignacio ávalos<br />

gutiérrez<br />

Sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela<br />

(UCV), con curso de especialización en Política Científica<br />

y Tecnológica en el Centro de Estudios para el Desarrollo<br />

(UCV). Fue Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones<br />

Científicas y Tecnológicas (CONICIT) (1994-1999),<br />

Miembro del Consejo Directivo del Instituto Venezolano de<br />

Investigaciones Científicas (IVIC) (1995-2000) y Miembro<br />

del Directorio del Consejo Nacional Electoral (2000-2001).<br />

Actualmente es Directivo de Innova, organización de asesoría<br />

e investigación, Miembro del Consejo Asesor de la<br />

RICYT (Red Internacional de Indicadores de Ciencia y Tecnología),<br />

Miembro de la Red Venezolana de Nanotecnología,<br />

Directivo del Observatorio Electoral Venezolano (OEV)<br />

y Consultor, tanto a nivel nacional como internacional en<br />

el área de políticas públicas y gerencia de ciencia, tecnología<br />

e innovación. Así mismo es profesor de la Facultad de<br />

Economía y Ciencias Sociales (Escuela de Sociología) de la<br />

UCV, dictando alternativamente materias electivas, vinculadas<br />

al tema Ciencia, Tecnología e Innovación, así como<br />

a la Sociología del <strong>Deporte</strong>. Es articulista semanal del el<br />

Diario El Nacional.<br />

Ha publicado libros y artículos relacionados al tema Ciencia,<br />

Tecnología e Innovación. Tiene, así mismo dos libros recientes,<br />

próximos a publicarse, uno sobre béisbol y otro sobre futbol.


mari montes<br />

Autora<br />

Nació en el municipio Baruta, Estado Miranda, Venezuela,<br />

el 20 de mayo de 1967. Estudió comunicación social en la<br />

Universidad Central de Venezuela (1985-1991), mención<br />

audiovisual. Por 22 años locutora y ancla de Radio y Televisión,<br />

especialista en beisbol venezolano y de Grandes Ligas.<br />

Conferencista. Articulista del diario El Universal, El Diario<br />

de las Américas y los portales digitales “Prodavinci” y<br />

“Pelota pimienta”. Anunciadora oficial del equipo Leones<br />

del Caracas desde 1995 hasta 2002.<br />

de la obra teatral “Tania en pelotas” y los libros “Por<br />

la goma: 2004, un año por encima del promedio” y “2005:<br />

El año de Guillén y otras alegrías”, “Mis Barajitas, crónicas<br />

de beisbol”, editados por Editorial Alfa y el cuento infantil<br />

“Lucía, la pelota que soñaba con llegar al Salón de la Fama”<br />

recomendado por el Banco del Libro como “lectura entrañable”,<br />

editado por Ediciones B Venezuela.<br />

Co-guionista junto al escritor y periodista César Miguel<br />

Rondón del documental “Galarraga, beisbol puro beisbol”,<br />

dedicado el grandeliga venezolano. Miembro del Círculo<br />

de Escritores de Venezuela. Presidenta del Caracas Press<br />

Club desde 2011-2013 y reelegida para 2013-2015.


josé luis<br />

solleiro<br />

Investigador Titular “B” del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo<br />

Tecnológico (UNAM) a partir del 2000. Su producción<br />

como investigador comprende más de 175 trabajos publicados,<br />

entre artículos, capítulos de libros y ponencias publicadas<br />

en memorias de congresos internacionales. Ha asesorado<br />

empresas privadas, públicas, universidades, organismos<br />

internacionales y asociaciones empresariales en diversas<br />

cuestiones relacionadas con la gestión de la innovación. Fue<br />

Director General de Vinculación de la Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (UNAM) entre 2008 y 2012.<br />

Recibió las medallas Gabino Barreda de la Unam y la del<br />

Mejor Estudiante de México, la distinción Universidad<br />

Nacional para Jóvenes Académicos, el Premio Jesús Silva<br />

Herzog de Investigación Económica, el Premio Cidecyt,<br />

el de Anfeca por la dirección de la mejor tesis doctoral, el<br />

Arturo Fregoso Urbina por la mejor tesis de posgrado de la<br />

Universidad Autónoma Chapingo y el Premio Ernest Feder<br />

de Investigación. Doctorado Honoris Causa del Consejo<br />

Iberoamericano en Honor a la Excelencia Educativa.<br />

Ha impartido cursos de licenciatura, maestría, doctorado y<br />

educación continua en múltiples instituciones de 17 países.<br />

Es fundador y presidente de Cambiotec, a.c., una organización<br />

privada sin fines de lucro dedicada a la capacitación, investigación<br />

y consultoría especializada en política y gestión de la<br />

innovación tecnológica. Actualmente coordina el proyecto<br />

sobre Sistema Estatal de Innovación en el Estado de México.


norma solís<br />

Llicenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (UNAM), institución<br />

donde también estudió la Maestría en Historia. Su experiencia<br />

en el ámbito periodístico la inició en 1998 con prácticas<br />

profesionales en la Agencia Mexicana de Noticias (Notimex).<br />

Entre 1998 y el año 2000 colaboró como freelance para el periódico<br />

Excélsior, en la sección de “Ciencia y Humanismo”. Del<br />

2001 al 2003 fue reportera de la Gaceta UNAM Comunidad,<br />

de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM, cubriendo<br />

eventos y temas académicos, científicos y deportivos.<br />

En la Fonoteca Nacional trabajó en el control de calidad tanto<br />

del inventario como del catálogo de dicha institución. En las<br />

Suprema Corte de Justicia fue coordinadora en el proyecto de<br />

catalogación de expedientes judiciales (1917-1994).<br />

Desde el 2012 colabora con el Grupo de Gestión Estratégica<br />

de la Innovación del Centro de Ciencias Aplicadas y<br />

Desarrollo Tecnológico de la UNAM, en donde, se encarga<br />

de la corrección de estilo y la edición de libros así como de<br />

la coordinación del diseño editorial de diversos documentos<br />

de difusión.


Capítulo<br />

01<br />

El dopaje genético<br />

(O qué diría el Barón Pierre<br />

de Coubertin)<br />

Autor:<br />

Ignacio Ávalos Gutiérrez<br />

“¿Qué puede ser para mi más fantástico<br />

y más inesperado que la realidad, e, incluso,<br />

qué puede ser más inverosímil que la realidad?”<br />

Fedor Dostoievsky


12 | Capítulo 1<br />

RESUMEN<br />

El dopaje ha sido siempre un dato en el panorama deportivo,<br />

presente desde cuando se usaban unas yerbitas, cuyo<br />

consumo surtía efectos casi ridículos, hasta el sofisticado<br />

menú de Lance Armstrong, señal, entre otras muchas, de<br />

que la actividad deportiva no transcurre bajo la inspiración<br />

de los valores predicados en el evangelio olímpico, sino,<br />

más bien, bajo la despiadada obligación de conseguir la<br />

victoria, más o menos a como dé lugar.<br />

En este marco, el dopaje genético significa un brinco notable<br />

dentro de una larga historia que registra la búsqueda<br />

permanente de maneras, santas y no tanto, con el propósito<br />

de mejorar el rendimiento deportivo. Su aparición ha<br />

replanteado la discusión entre quienes creen que el dopaje<br />

debe legitimarse, bajo ciertas condiciones, y quienes se inclinan<br />

por la aplicación, con sus variantes, de políticas prohibitivas<br />

ya conocidas.<br />

El dopaje genético forma parte de una oleada de innovaciones<br />

radicales generadas en diversos campos y con distintos<br />

propósitos, algunas de las cuales ya se han comenzado a<br />

utilizar en el ámbito deportivo, mientras que otras forman<br />

parte de un pronóstico bastante probable. Son el fruto del<br />

espectacular desarrollo de la tecnociencia a partir, sobre<br />

todo, del paradigma que conforman la biotecnología, la<br />

nanotecnología, las tecnologías de la información y las<br />

ciencias cognitivas. Tales innovaciones han comenzado a<br />

trazar el dibujo de un escenario, el del deporte transhumano,<br />

que plantea la urgente necesidad de contar con esquemas<br />

de análisis que permitan comprenderlo y calibrarlo, a<br />

fin de diseñar políticas idóneas y eficaces para encararlo.<br />

El caso de Oscar Pistorius, con el uso de sus prótesis, y los<br />

avances en cuanto al dopaje genético revelan que el futuro<br />

está llegando más rápido de lo que se creía, mientras las<br />

claves para pensarlo parecieran encontrarse demoradas.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 13<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Por más que sea ya un lugar común señalarlo, e incluso<br />

suene a perogrullada, resulta imposible no decir que<br />

la sociedad contemporánea vive tiempos de muchas<br />

transformaciones, muy radicales y muy aceleradas. Suele<br />

afirmarse, por vía de una expresión muy manida pero<br />

acertada, que no se vive una época de cambios sino un<br />

cambio de época. La humanidad se ve obligada a inventar<br />

nuevos mapas, tanto teóricos como políticos, que<br />

sustituyan a los viejos y le vayan aportando las señas necesarias<br />

para comprender los tiempos que corren y así<br />

poder actuar en ellos.<br />

El conocimiento tecnocientífico tiene mucho que ver con<br />

lo anterior. Es, visiblemente, un motor de gran peso en la<br />

configuración y desempeño de las sociedades del presente<br />

y desde ya deja perfilar un escenario futuro en el que,<br />

según algunos analistas, cabe pensar en una civilización<br />

transhumana.<br />

Al deporte de nuestros días hay que comprenderlo, en<br />

buena medida, en el marco anterior, identificando y sopesando<br />

el impacto que tiene el desarrollo tecnocientífico<br />

en sus diversas disciplinas a partir de innovaciones que<br />

emergen en el seno de un nuevo paradigma, armado en<br />

torno a la biotecnología, las tecnologías de la información<br />

y la comunicación (TIC), la nanotecnología y las ciencias<br />

cognitivas. Se trata de innovaciones radicales que tocan<br />

sus bases mismas, al punto de que se llega a hablar de los<br />

atletas transhumanos.<br />

El dopaje, que siempre ha sido un ingrediente de la actividad<br />

deportiva de alta competencia, ha aparecido ahora<br />

en su versión genética, convirtiéndose en una pieza clave<br />

dentro de las modificaciones que se vienen operando y,<br />

aún más, en las que se presagia que podrán suceder.<br />

Este ensayo se escribe a sabiendas de que es un momento<br />

que se encuentra a caballo entre el presente y el futuro,<br />

un momento en el que, si bien asoman algunos hechos<br />

que sugieren tendencias, aún predominan hipótesis preliminares<br />

y no pocas conjeturas. Se escribe también bajo<br />

la presunción de que la tecnociencia evoluciona más de<br />

prisa que nuestras intuiciones intelectuales y morales para<br />

poder entenderla y aquilatarla en sus secuelas. Se trata,<br />

igualmente, de un texto que busca no ser valorativo (¿es<br />

posible tal cosa?) y que, si bien aterriza en conclusiones, las<br />

mismas son válidas solo por ahora, pues las dudas existentes<br />

no dan, como digo, para muchas certezas.<br />

De paso, escribiéndolo volví a saber que los novelistas, más<br />

que los expertos, son los que conocen mejor en qué dirección<br />

y a qué velocidad soplan los vientos del conocimiento<br />

y sus aplicaciones, dejando prueba de que desde la ficción<br />

se puede saber más acerca de cómo va a ser la realidad. Lo<br />

digo por Aldous Huxley, claro, pero no solo por él.


14 | Capítulo 1<br />

LA SOCIEDAD ‘DEPORTIVIZADA’<br />

(El deporte debería dar más que pensar)<br />

El deporte es, sin lugar a dudas, un fenómeno social distintivo<br />

de los tiempos que corren. Su importancia social, económica,<br />

política y cultural es difícil de exagerar y tiene, seguramente,<br />

muy pocos equivalentes en otros ámbitos de la existencia<br />

humana 1 . Forma parte de la vida de cada día de casi cualquier<br />

terrícola, esté donde esté, al margen de su edad, sin importar<br />

su raza o religión, sea hombre o mujer, adulto o niño, hable<br />

el idioma que hable e independientemente de la naturaleza<br />

de sus inclinaciones políticas. Así las cosas, se ha dicho que la<br />

actual es una sociedad ‘deportivizada’.<br />

Sin embargo, paradójicamente – o tal vez alguien diría que<br />

no tanto, pues esto suele suceder con las cosas que se nos<br />

vuelven paisaje –, el deporte no ha recibido desde las ciencias<br />

sociales toda la atención que amerita. Incluso cierta<br />

intelectualidad se dio el lujo hace unos cuantos años, de relegarlo<br />

y hasta despreciarlo como, por ejemplo, Jorge Luis<br />

Borges con el fútbol 2 . Sin embargo, en los últimos tiempos<br />

el deporte ha cobrado gran importancia para sociólogos,<br />

economistas, psicólogos, politólogos y hasta filósofos, llegando<br />

incluso a considerarse una metáfora de la sociedad<br />

actual y de sus transformaciones.<br />

Pero, no obstante los más o menos recientes<br />

esfuerzos, todavía no son suficientes en comparación<br />

con el tamaño del asunto y de su trascendencia.<br />

Parodiando al escritor Javier Marías, el deporte<br />

debería dar más que pensar. No olvidemos, entre<br />

otras cosas, lo que está ocurriendo en su ámbito al<br />

abrigo del desarrollo tecnocientífico.<br />

El deporte moderno<br />

El deporte es tan viejo como la historia de la humanidad.<br />

Algunos exagerados creen que tuvo lugar cuando Adán se<br />

dio cuenta, antes de dar el infausto mordisco, de la redondez<br />

de la manzana y empezó a patearla, concibiendo<br />

al fútbol. Pero, fábulas aparte y aunque los historiadores<br />

han sentado algunos antecedentes relevantes en ciertas<br />

culturas antiguas, lo que hoy en día se conoce como deporte<br />

tuvo su origen en Inglaterra, a partir del siglo XVIII,<br />

y se fue difundiendo internacionalmente hacia el final<br />

del siglo XIX y principios del siglo XX, mientras se iban<br />

conformando los mercados de la época, vía la expansión<br />

imperial (Duning y Elías, 1986).<br />

En una síntesis que seguramente deja de lado explicaciones<br />

y eventos de gran significación y que resultarían<br />

imprescindibles en un texto de carácter histórico, podría<br />

decirse que originalmente el deporte fue una práctica elitista<br />

de naturaleza amateur, basada en un compendio de<br />

valores morales (temperamento, fuerza de voluntad, disciplina,<br />

respeto a las reglas...), asociado, dicho sea de paso,<br />

a la masculinidad 3 . A principios del siglo XIX, tales valores<br />

fueron en buena medida recogidos en la célebre frase del<br />

Barón Pierre de Coubertin, aquella de que “Lo importante<br />

no es ganar, sino competir”, una definición del deporte que<br />

con el paso de los años ha ido quedando como una de las<br />

afirmaciones más desmentidas de todos los tiempos.<br />

Mientras la sociedad inglesa fue integrando en su cultura<br />

conceptos y prácticas tales como la racionalización, la estandarización<br />

o la precisión de las mediciones, surgidas a lo<br />

largo del proceso de industrialización, estos rasgos fueron<br />

impregnando, a su vez, la práctica deportiva, orientándola<br />

hacia el logro de una eficacia susceptible de probarse estadísticamente,<br />

como sucedía con la manufactura y, también,<br />

aunque en otro grado y de otra manera, con el comercio.<br />

En ese marco afloró el deporte profesional, se masificó<br />

en cierto grado y disminuyó su talante lúdico (Duning<br />

y Elías 1986). Finalmente, vale la pena advertir que el<br />

deporte se fortaleció alrededor de la figura del Estado,<br />

siendo un elemento muy útil para estimular la integración<br />

simbólica, indispensable en la conformación de la<br />

identidad nacional y, desde esa plataforma, se universalizó<br />

bajo un formato que, con sus lógicas transformaciones,<br />

ha permanecido hasta el presente.<br />

1<br />

En el plano económico, por decir algo que sirva para ilustrar, sus dimensiones se tutean con la<br />

de complejos industriales asociados al petróleo, a la producción de fármacos y a la fabricación de<br />

armamentos.<br />

2<br />

En una de sus frases peyorativas más famosas, le declaró a un periodista que el fútbol era un deporte<br />

de estúpidos.<br />

3<br />

Cabe destacar el mantenimiento hasta nuestros días de la idea hipócrita del amateurismo como<br />

fundamento básico de la práctica del deporte olímpico.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 15<br />

Sus rasgos definitorios son los siguientes (Gutman, 1980,<br />

en García Ferrando, 1990):<br />

• El secularismo, como opuesto a la relación de los juegos<br />

antiguos con los rituales religiosos. En efecto, hay pruebas<br />

de sobra que ponen de manifiesto que en lo que<br />

pudiera llamarse la larga prehistoria del deporte se incorporaban<br />

a las ceremonias y rituales religiosos eventos<br />

de carreras, saltos, lanzamientos e inclusive juegos de<br />

pelota. Por ello los primeros Juegos Olímpicos estaban<br />

culturalmente más cercanos a esa concepción que las<br />

olimpíadas modernas. Una característica del deporte<br />

actual es, así pues, su desvinculación de la religión. Es un<br />

fenómeno colectivo netamente secular.<br />

• La democratización, en el sentido de acceso a la práctica<br />

deportiva, durante mucho tiempo reservada a determinados<br />

grupos sociales. Si bien es cierto que hay todavía<br />

diversas expresiones de exclusión, no lo es menos que<br />

en el deporte moderno las mismas han sido reducidas<br />

de manera drástica.<br />

• La igualdad de oportunidades, concepto de acuerdo al<br />

cual se establece que las condiciones para la competencia<br />

deben ser similares para todos los contendientes, esto<br />

es, no puede haber ventajas que inclinen la balanza en<br />

el resultado de la misma. Expresa la idea de que solo el<br />

mérito garantiza el éxito, y el deporte se vuelve, entonces,<br />

un espacio democrático en donde no queda descartado<br />

de antemano que el débil pueda vencer al poderoso.<br />

• El ‘fair play’, vale decir, que la competencia se desarrolle<br />

de forma honesta, sin trampas, sometida a unas<br />

normas que deben cumplirse y cuya inobservancia<br />

ocasiona sanciones.<br />

• La especialización, que muestra que, como correlato<br />

de lo (que se produce en el mundo del trabajo, el<br />

deporte se hace, así mismo, una práctica que corre a<br />

cargo de especialistas, condición que no solo alude a<br />

los atletas sino también a los diversos actores relacionados<br />

con ella: entrenadores, dirigentes, periodistas,<br />

médicos, entre otros. La especialización se ha acentuado<br />

en la actualidad hasta niveles inimaginables.<br />

• La racionalización, como expresión de una evolución<br />

que va desde el deporte entendido como una actividad<br />

más o menos improvisada, cuya suerte es casi<br />

dejada al azar, hasta irse convirtiendo cada vez más en<br />

una práctica planificada de manera minuciosa y estricta<br />

en función de conseguir la victoria mediante métodos<br />

de entrenamiento, y el empleo de estrategias y<br />

tácticas diseñadas para orientar la actuación del atleta<br />

a lo largo de la competencia.<br />

• La burocratización, el desarrollo de una organización<br />

crecientemente compleja, cada vez más extendida,<br />

encargada de darle gobernabilidad al deporte mediante<br />

su organización y administración, poniendo<br />

especial cuidado en el cumplimiento de las reglas que<br />

lo rigen.<br />

• La cuantificación como característica fundamental<br />

que transforma cada acción deportiva en algo susceptible<br />

de ser medido de alguna manera, mediante criterios<br />

cada vez más precisos y métodos de calibración<br />

crecientemente sofisticados.<br />

• La búsqueda del récord como símbolo del valor intrínseco<br />

de una ejecución que trasciende al espacio y al<br />

tiempo en los que se realiza, consecuencia de la propensión<br />

a combinar la cuantificación con el deseo de<br />

ganar. Por ello, desde cierto punto de vista, la historia<br />

del deporte se narra a través de los récords.<br />

Todo lo anterior puede abreviarse de la siguiente<br />

manera: el récord necesita cuantificación, especialización<br />

y racionalización, características que, para ser<br />

logradas, tienen que producirse en el contexto de una<br />

organización burocrática, lo cual tiene sentido en un<br />

ambiente democrático, marcado por la igualdad y el<br />

‘fair play’, compatible con un sistema secular (García<br />

Ferrando, 1990).<br />

Como ya indiqué, los criterios señalados mantienen<br />

su vigencia en la actualidad, acoplados, desde luego,<br />

a las condiciones que imponen los signos de los tiempos,<br />

que valga reiterarlo, evolucionan hoy en día muy<br />

de la mano de la tecnociencia.


16 | Capítulo 1<br />

LA SOCIEDAD DE LA TECNOCIENCIA<br />

(Asoma la era de la nanotecnología) 4<br />

Se sabe que las actividades científicas, tecnológicas y de innovación<br />

(CTI) constituyen un factor determinante, aunque<br />

no único, desde luego, en el trazado del perfil que asoma el<br />

mundo contemporáneo. La producción constante y masiva<br />

de conocimientos y tecnologías infiltra cada rincón del quehacer<br />

humano. Así, en la literatura especializada se hace<br />

referencia a la <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento, o quién<br />

sabe si sea más exacto hablar de la <strong>Sociedad</strong> Global de la<br />

<strong>Tecnociencia</strong>, queriendo indicar con esto último que las actividades<br />

científicas y tecnológicas se hacen cada vez más<br />

difíciles de separar, según lo pone de manifiesto la manera<br />

drástica como se ha acortado el ciclo de innovación.<br />

Tales actividades se encuentran a cargo de actores sociales<br />

muy variados (locales y transnacionales), tienen lugar dentro<br />

de esquemas inter y multidisciplinarios, y han quedado en<br />

buena medida gobernadas por la necesidad de generar,<br />

con cada vez más apremio, aplicaciones de diversa índole.<br />

La actividad económica lo muestra claramente: la misma<br />

está supeditada al conocimiento (en sus disímiles formatos),<br />

convertido en un elemento de gran peso dentro del aparato<br />

productivo. Por eso Jeremy Rifkin (2000), habla de la ‘economía<br />

ingrávida’, subrayando el papel decisivo que actualmente<br />

juegan en su funcionamiento los bienes intangibles.<br />

Tras la caída del Muro de Berlín – y sin que ello signifique<br />

el fin de la historia, como lo predicó con tenacidad Francis<br />

Fukuyama –, terminó la etapa del llamado ‘socialismo real’<br />

y, a distintas velocidades y de acuerdo a ciertas variantes, el<br />

mundo entero pasó a regirse bajo los cánones de la economía<br />

de mercado. China es la demostración más elocuente<br />

de lo que digo: con la anuencia del Partido Comunista es,<br />

desde hace ya un buen rato, un país capitalista, conforme<br />

a un híbrido político – económico que seguramente habría<br />

sorprendido (quizá de manera no muy grata) a Carlos Marx.<br />

La <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento o de la <strong>Tecnociencia</strong>,<br />

es, así pues, capitalista.<br />

En el contexto precedente la empresa figura como el eje<br />

articulador del desarrollo tecnocientífico. Para bien y para<br />

mal, dependiendo de las circunstancias, éste se encuentra,<br />

por tanto, regido por la lógica privada 5 .<br />

No es de extrañar entonces que a nivel mundial la inversión<br />

en esta actividad sea, en números gruesos, 70% privada<br />

y 30% pública, o que las empresas multinacionales<br />

representen aproximadamente el 70% del gasto total en<br />

Investigación y Desarrollo en el mundo. Se observa una<br />

creciente privatización del conocimiento en sus diversas<br />

formas, resguardado por normas de amplia cobertura y<br />

alcance mundial, circunstancia que marca el patrón según<br />

el cual funciona la generación y el intercambio de tecnologías<br />

e innovaciones, no obstante iniciativas importantes<br />

que buscan limitar esta situación 6 .<br />

4<br />

Esta sección se encuentra parcialmente basada en Avalos (2014)<br />

5<br />

Como se sabe, el mercado es un mecanismo torpe e injusto en ciertos ámbitos y con respecto a<br />

determinados fines, así como ocurre también con el Estado.<br />

6<br />

No debe pasarse por alto que el actual modelo civilizatorio ha sido sentado en el banquillo de los acusados<br />

bajo múltiples cargos. De lo anterior da buena cuenta una amplia y diversa literatura, una parte importante<br />

de ella encargada de recordarnos que la <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento (o de la <strong>Tecnociencia</strong>) es,<br />

simultáneamente, la ‘<strong>Sociedad</strong> Global del Riesgo’, según la expresión acuñada y conceptualizada por<br />

el sociólogo alemán Ulrich Beck (1986), quien sostiene que se han creado formas inéditas de peligro,<br />

cualitativamente distintas a las del pasado, imputables básicamente a la acción humana.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 17<br />

LA SOCIEDAD POST-HUMANA<br />

(Al parecer Huxley no andaba tan despistado)<br />

Al ser humano siempre lo ha acompañado la pretensión<br />

de mejorar sus cualidades físicas y, con el correr<br />

de los tiempos, también las intelectuales. Lo hizo<br />

siempre a través de mil maneras, antes sencillas y de<br />

alcance muy limitado, y en la actualidad mucho más<br />

complejas y de efectos de mayor trascendencia. Forma<br />

parte de eso lo que, en medio de no pocas críticas, se<br />

denomina el progreso.<br />

Si para ilustrar lo anterior se recurre a la vida cotidiana,<br />

es fácil constatar el grado en que, para esta fecha, el<br />

terrícola ha logrado la forma de mejorar su apariencia<br />

física 7 , sacarse de encima una depresión crónica que lo<br />

agobia, mejorar su memoria o recuperar la capacidad<br />

sexual venida a menos con la edad.<br />

Adicionalmente hay que registrar el surgimiento de un<br />

nuevo paradigma, identificado como NBIC (por sus siglas<br />

en inglés) e integrado por la Nanotecnología, la Biotecnología,<br />

las Tecnologías de la Información y la Comunicación,<br />

y las Ciencias Cognitivas. Desde allí se está generando un<br />

conjunto de tecnologías convergentes que se refuerza recíprocamente<br />

– sobre todo gracias a la nanotecnología –,<br />

abriendo inmensas posibilidades a la creación de conocimientos<br />

de gran impacto y pronta utilización.<br />

La influencia de estos desarrollos conjuntos ha sido asomada<br />

como una revolución del conocimiento que está impactando<br />

nuestras vidas en modos que, probablemente, contribuyan<br />

en alto grado a determinar la manera misma en que nos percibimos<br />

como humanos (National Science Foundation, 2002).<br />

Huelga decir, en fin, que tales desarrollos influencian (e influenciarán)<br />

de manera determinante la actividad deportiva.<br />

Yendo a aguas que lucen más profundas, en virtud del desarrollo<br />

tecnocientífico articulado alrededor del citado nuevo<br />

paradigma – orientado hacia el estudio de las interacciones<br />

entre sistemas vivos y sistemas artificiales –, se ha vuelto probable<br />

el diseño de dispositivos que permiten expandir las capacidades<br />

físicas e intelectuales de las personas hasta niveles<br />

que causan asombro. “Por ejemplo, ya no es imposible plantearse<br />

el vaciado del contenido de la memoria almacenada en<br />

un trozo de materia blanda, nuestro cerebro, en una matriz de<br />

un material nano-bio-estructurado que contenga interfaces<br />

bioinorgánicas. Por supuesto que esto no es equivalente a la<br />

vida eterna pero tiene indudables implicaciones para nuestra<br />

existencia” (Mujica, 2014).<br />

Se abre, por tanto, el camino hacia una vida<br />

radicalmente distinta, menos limitada por la madre<br />

natura, sentando así las bases de una discusión<br />

de gran trascendencia y de múltiples aristas que,<br />

hasta no hace mucho, era un tema casi reducido a<br />

películas y libros dados a fantasear con el porvenir<br />

de la civilización.<br />

7<br />

En el caso de la mujer, contra quien las presiones por ser bella tienen una desmesura realmente<br />

cruel, se encuentra disponible un conjunto de posibilidades médicas para lograrlo: grapa estomacal,<br />

rinoplastia, vaginoplastia, modificación de senos, nalgas, pantorrillas, pómulos, nariz, párpados,<br />

etcétera.


18 | Capítulo 1<br />

De paso, resulta interesante saber que hace pocos años la<br />

NASA se dedicó a analizar al menos 40.000 obras de ciencia<br />

ficción, con el propósito de encontrar ideas que sirvieran<br />

para alimentar sus programas de investigación. Ante todo<br />

esto no debe extrañar que muchos crean, por tanto, que<br />

el octavo día de la Creación es responsabilidad del ser<br />

humano, encargado de corregir las imperfecciones de Dios<br />

en su trabajo de siete días, sobre todo la de condenarlo a<br />

vivir constreñido por la naturaleza.<br />

Bioconservadores y transhumanos<br />

Por supuesto no es un tema que pueda abordarse en estas<br />

breves líneas, pero resulta imprescindible hacer ciertas<br />

consideraciones muy generales a fin de comprender lo<br />

que está ocurriendo en el deporte. Valga decir, entonces,<br />

que se ha traído al debate el rediseño de la naturaleza<br />

humana, asunto que se topa con la médula de la civilización,<br />

suscitando dudas, incertidumbres, así como miedos y<br />

esperanzas, y dando lugar a una polémica en la que se han<br />

identificado dos puntos de vista contrapuestos: el de los<br />

bioconservadores y el de los transhumanos 8 .<br />

Resumiendo hasta el extremo, cabe afirmar que desde la<br />

perspectiva de los transhumanos se sostiene que gracias<br />

a la tecnología los hombres se encontrarán en condiciones<br />

de “liberar a la raza humana de sus limitaciones biológicas”.<br />

Se ha sugerido la idea de que en años quizá no tan<br />

remotos, comenzará a correr una nueva etapa histórica<br />

sobre la base de una metamorfosis profunda de la condición<br />

humana. En pocas palabras, se habla de la intervención<br />

interna y directa sobre nuestra propia naturaleza a<br />

través de, por ejemplo, la modificación de nuestro ADN o<br />

de la reconfiguración del cerebro. El ser humano tomaría<br />

entonces control de su propio organismo, interviniendo<br />

en su propia evolución, de una manera acelerada y al<br />

gusto, reemplazando la lenta y azarosa (poco efectiva,<br />

por tanto) evolución biológica. Sería, pues, como diseñar<br />

el futuro a conveniencia.<br />

Por otra parte, desde el punto de vista de los bioconservadores<br />

existe el temor de que Huxley haya tenido razón al<br />

escribir, hace ochenta años, en su “Mundo feliz”, una quimera<br />

literaria que hoy parece verosímil 9 . Dentro de esta<br />

perspectiva se sostiene que el coste moral de modificar la<br />

esencia del ser humano, tratando de obviarla, puede ser<br />

muy alto, sacrificando aquello que nos define: la libertad,<br />

la igualdad, la dignidad 10 . Así mismo, se ha subrayado el<br />

peligro de que haya un acceso inequitativo a los recursos<br />

tecnológicos, creando desigualdades sociales muy graves,<br />

y, encima de ello, el riesgo de que se creen diferencias inmanejables<br />

entre los seres posthumanos y los ‘normales’.<br />

Desde el lado más extremo se sostiene que nos encontramos<br />

ante una aberración moral ya que supone ir contra los<br />

designios de la naturaleza, con los humanos atreviéndose<br />

a hacer las veces de Dios.<br />

Sea cual sea el talante intelectual con el que se prefiera<br />

encarar los cambios que vienen en camino, el hecho es<br />

que asoman temas esenciales en los más diversos planos<br />

(político, económico, social, jurídico religioso y ético),<br />

conformando un catálogo de cuestiones relacionadas<br />

con hechos que han comenzado a pasar sin que aún tengamos<br />

la forma de pensarlos cabalmente y, no digamos,<br />

de actuar sobre ellos con mediana eficacia. De vivir en<br />

este siglo, Paul Valery, intelectual francés, repetiría, con<br />

aún más gravedad, lo que dijo en la pasada centuria: “Lo<br />

malo del futuro es que ya no es como era antes”.<br />

Como señalé, la consideración a fondo de este tema<br />

desborda el propósito del ensayo. Concluyo sugiriendo<br />

que en la lidia con estos asuntos hay que tener presente<br />

una frase simple pero profunda del poeta Octavio Paz,<br />

expresada a propósito de las situaciones que derivan en<br />

divergencias radicales: “No es esto o lo otro, sino esto<br />

con lo otro”.<br />

8<br />

Algunas referencias bibliográficas importantes, así como una buena síntesis de ambas posiciones,<br />

puede encontrarse en Raúl Sebastián Solanes (2013).<br />

9<br />

Por ejemplo, con relación a la civilización eugenésica – temas crucial de Huxley –, la ciencia de<br />

nuestros días vuelve su mirada hacia el pasado eugenésico, emprende la búsqueda de la ‘sangre<br />

mejor’, de los niños a la medida y los códigos a prueba de error. Como en ‘El mundo feliz” también<br />

se nos impone hoy una política genéticamente correcta, una potencia de discriminación genética<br />

y un debate utilitario sobre los principales factores que se supone que condicionan al hombre: su<br />

naturaleza o su ambiente (Antillano 2011).<br />

10<br />

Francis Fukuyama (2002) sostiene que “(…) Huxley tenía razón en que la amenaza más significativa<br />

planteada por la biotecnología contemporánea estriba en la posibilidad de que altere la naturaleza<br />

humana y, por consiguiente, nos conduzca a un estado ‘posthumano’ de la historia. Esto es importante,<br />

alegaré, porque la naturaleza humana existe, es un concepto válido y ha aportado una continuidad<br />

estable a nuestra experiencia como especie. Es, junto con la religión, lo que define nuestros valores<br />

más básicos. La naturaleza humana determina y limita los posibles modelos de regímenes políticos,<br />

de manera que una tecnología lo bastante poderosa para modificar aquello que somos tendrá,<br />

posiblemente, consecuencias nocivas para la democracia liberal y para la naturaleza de la propia<br />

política”.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 19<br />

EL DEPORTE Y LA TECNOCIENCIA<br />

(El consumo de innovaciones)<br />

Al contrario de lo que predicaba hace un siglo el célebre<br />

y ya mencionado noble francés Pierre de Coubertin, hoy<br />

en día en el deporte se compite para ganar. El triunfo es<br />

asumido como apremiante obligación, sobre todo, aunque<br />

no únicamente, por las motivaciones económicas que arropan<br />

a todos sus protagonistas, no solo a los atletas. Y, como<br />

resulta sencillo de imaginar, en la <strong>Sociedad</strong> del Conocimiento<br />

o de la <strong>Tecnociencia</strong>, el deporte se ha convertido,<br />

por tanto, en una intensa lucha que se libra cada vez más<br />

en el terreno de las innovaciones. No hay aspecto suyo que<br />

no sea tocado por la varita tecnológica.<br />

La búsqueda e incorporación de mejoras con el objetivo<br />

de lograr elevar el desempeño del jugador es ciertamente<br />

muy antigua, pero hoy en día la situación tiene una intensidad<br />

mayor. El deporte tejido en torno a la competencia, el<br />

negocio y el espectáculo, ha vuelto indispensable el apoyo<br />

tecnocientífico.<br />

De acuerdo a algunos estudios, cuyas conclusiones, sin<br />

embargo, aún se encuentran lejos de ser unánimemente<br />

aceptadas, se estima que a estas alturas resulta difícil mejorar<br />

de ‘manera natural’ las marcas, de allí la necesidad de<br />

echar mano de los remedios que contempla el menú tecnológico<br />

del momento 11 . En otras palabras, hoy en día no<br />

hay récords que no tengan parte de su explicación en la<br />

presencia de alguna innovación.<br />

El dopaje tecnológico<br />

El deporte marcha al calor de una estrecha vinculación con<br />

el progreso tecnocientífico, principalmente en los niveles<br />

de la alta competencia, aunque desde luego su impacto<br />

tiene un ‘efecto derrame’ nada desdeñable sobre la práctica<br />

amateur, llegando en algunos casos a respetables niveles<br />

de masificación. Lo cierto es que el deportista aficionado<br />

tiene hoy en día apreciables recursos a la mano para tratar<br />

de potenciar su actuación, sin llegar, obviamente, hasta las<br />

alturas del refinamiento tecnológico propio de quienes se<br />

desenvuelven en el plano profesional.<br />

De otro lado, no hay disciplina que escape a su poderosa<br />

influencia, amoldándose a sus particularidades, es decir,<br />

tomando en cuenta si se practica de manera individual o<br />

en equipo, si priva la resistencia y la fuerza (ciclismo, natación<br />

y atletismo) sobre la habilidad (esgrima y tenis de<br />

mesa), si es una mezcla de ambas cosas (fútbol, béisbol<br />

y gimnasia) o si concierne a actividades en donde es preponderante<br />

la expresión estética y en consecuencia los<br />

criterios de evaluación guardan un significado diferente<br />

(nado sincronizado).<br />

Sin embargo, la situación podría ser distinta en el futuro,<br />

en la medida en que, como anuncian algunos expertos,<br />

resulte factible la introducción de implantes cognitivo –<br />

motores que incrementarían las habilidades, las cuales no<br />

parecen poder encontrarse en nuestro código genético<br />

sino en la experiencia.<br />

Por otro lado, las aplicaciones de la tecnociencia se abren a<br />

todos los aspectos involucrados en el deporte, vale decir, la<br />

vestimenta, la elaboración de equipos y materiales, el entrenamiento,<br />

la nutrición y la salud del atleta, las estrategias<br />

para competir, el arbitraje de los eventos, el mejoramiento<br />

de estadios y canchas, la evaluación del desempeño de<br />

los jugadores y la intervención sobre el propio cuerpo<br />

humano a fin maximizar sus potencialidades. En síntesis,<br />

no hay nada en lo que la tecnociencia no tenga (o vaya a<br />

tener) su huella cada vez más decisiva.<br />

Emerge incluso lo que tal vez pudiera calificarse de ‘atención<br />

tecnológica personalizada’, con lo que no me refiero<br />

solo, por ejemplo, a ciertos diseños que mejoran la apariencia<br />

de los zapatos de algunos futbolistas, sino a la posibilidad<br />

de medir la potencia, geometría y biomecánica del<br />

pie y permitir la creación de suelas intermedias a la medida<br />

del jugador, útiles para corregir anomalías en el modo de<br />

andar o ineficiencias en los tejidos blandos. Se trata, se-<br />

11<br />

Parece que el ser humano está alcanzando los límites físicos de su especie y que quedan ya pocos<br />

récords de altura, velocidad, etc., que batir. Esa es la conclusión principal de un grupo de expertos<br />

del Instituto de Investigación Biomédica y Epidemiológica del <strong>Deporte</strong> en Francia. Los investigadores<br />

afirman, en el estudio publicado en la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias, PLoS One, que<br />

dentro de 20 años no habrá más marcas deportivas porque “se habrá alcanzado el límite de las<br />

capacidades fisiológicas de la raza humana”, e incluso aseguran que en algunos deportes esos límites<br />

podrán llegar antes. En 2060, si las condiciones no varían sensiblemente, se alcanzaría un valor techo.<br />

Los científicos analizaron 3.263 récords mundiales en pista y campo, natación, ciclismo, patinaje de<br />

velocidad y levantamiento de pesas, desde 1896, cuando comenzó el cronometraje en las primeras<br />

Olimpiadas de la era moderna, hasta 2007. “Si prevalecen las condiciones actuales, la mitad de ellos<br />

no mejorarán mucho más de un 0,05% en 2027”, escribe Toussaint en otra de sus publicaciones.


20 | Capítulo 1<br />

guramente, del anuncio de una tendencia que se extenderá<br />

hacia muchos otros aspectos, prueba de ello es que<br />

ya se habla, igualmente, de que se conocerá tanto del ser<br />

humano que se le podrá estimular de manera personalizada<br />

y eficaz para lograr los mejores resultados. Sobra anotar<br />

que todo lo anterior viene envuelto en la preocupación derivada<br />

del acceso disparejo a la gaveta de las innovaciones.<br />

Avanzando en el análisis, el dopaje es comprendido, en su<br />

significado habitual, como el consumo de sustancias que<br />

aumentan el rendimiento del deportista, violando los límites<br />

fijados en los reglamentos. Pero actualmente se ha<br />

extendido el uso del término, considerando que dopaje es,<br />

igualmente, el hecho de valerse de algún otro medio a fin<br />

de obtener una ventaja en la competencia. Se habla entonces,<br />

por extensión, de ‘dopaje tecnológico’, aludiendo de<br />

esta manera a las mejoras nombradas arriba, alrededor de<br />

aspectos tales como la vestimenta, materiales utilizados,<br />

métodos de entrenamiento, etcétera, parte de una lista<br />

larga de elementos con respecto a los cuales las prohibiciones<br />

no se encuentran tan claras como en el caso del<br />

dopaje en su acepción común, no obstante de que pueden<br />

generar disparidades en la competencia.<br />

En resumen, lo que constituye dopaje tecnológico en<br />

un deporte específico es un asunto que en definitiva<br />

le toca resolver a los organismos reguladores internacionales,<br />

pero que es objeto de intenso debate<br />

tanto en los medios deportivos y tecnológicos como<br />

la sociedad en su conjunto. En este sentido, la Agencia<br />

Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés)<br />

busca mantener un escrutinio cercano sobre todos<br />

los desarrollos científicos y tecnológicos que puedan<br />

tener un impacto en la práctica del deporte, tarea que,<br />

por supuesto, no es nada sencilla.<br />

No se olvide, por último, que el rol decisivo que cumple<br />

la tecnociencia en las actividades deportivas es posible<br />

gracias a un formidable entramado institucional, muy<br />

bien lubricado desde el punto de vista financiero e integrado<br />

por numerosas y diversas organizaciones (públicas,<br />

privadas y académicas), cuyos hilos son manejados<br />

fundamentalmente por las más importantes empresas<br />

mundiales, para las cuales el deporte constituye un espacio<br />

clave desde el punto de vista de sus fines industriales<br />

y comerciales. Este hecho le da, obviamente, un<br />

sesgo al trabajo innovador que llevan a cabo.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 21<br />

La cámara hiperbárica<br />

de Cristiano Ronaldo: ¿lícita o no?<br />

Podría considerarse que el dopaje tecnológico, tal como fue<br />

referido en los párrafos precedentes, supone una superioridad<br />

que atenta contra los reglamentos y en consecuencia<br />

es entendida como trampa. Pero, según se sabe, la realidad<br />

es siempre gris, está hecha de ambigüedades y lo que<br />

parece tan claro en el papel no lo es tanto en los hechos.<br />

Por tanto, en no pocas ocasiones resulta difícil saber dónde<br />

se violenta la igualdad de oportunidades y dónde no. Si<br />

mal no recuerdo, cuando apareció la figura del entrenador,<br />

un invento tardío en el fútbol, hubo quienes lo reclamaron<br />

como una ventaja indebida frente a quienes no lo tenían.<br />

Para abundar en el punto en cuestión resulta ilustrativo el<br />

caso de Cristiano Ronaldo, quien, como es sabido, es un<br />

devoto (casi un neurótico) del entrenamiento y de la preparación<br />

física. Llevado de la mano por esa devoción compró<br />

– y no estamos hablando de un artículo precisamente<br />

barato, por cierto – una cámara hiperbárica, la cual utiliza<br />

en su casa a fin de potenciar la resistencia en la cancha.<br />

De acuerdo al Código Mundial Antidopaje, se trata de un<br />

equipo que no se contempla dentro de la lista de prohibiciones<br />

y por tanto puede ser utilizado por quien lo desee.<br />

Sin embargo, si miramos la situación desde los cánones<br />

que mandan en el deporte, no hay duda de que, por esta<br />

vía, Cristiano Ronaldo cuenta con una ventaja con respecto<br />

a la mayoría de sus colegas, quienes seguramente no<br />

pueden tener algo equivalente. Da la impresión, entonces,<br />

de ser un caso de dopaje tecnológico.<br />

EL DOPAJE GENÉTICO<br />

(De las ramitas al ADN)<br />

Según ya fue indicado, una parte importante de los nuevos<br />

conocimientos orientados a elevar el rendimiento deportivo<br />

tiene que ver con el propio cuerpo humano, diluyendo<br />

de manera creciente la separación entre lo orgánico y<br />

lo cibernético, y dibujando, por ahora en plan de boceto<br />

preliminar, la fase transhumana del deporte. Aquí es donde<br />

encaja el tema del dopaje genético.<br />

El dopaje viene desde muy atrás<br />

Podría decirse que el dopaje, entendido en su versión original,<br />

esto es, como el uso de sustancias para elevar el rendimiento<br />

en una determinada actividad humana, es cosa de<br />

siempre. En lo que se refiere al deporte, tampoco es, desde<br />

luego, ninguna novedad.<br />

El primer caso oficialmente reconocido se remonta a los<br />

Juego Olímpicos celebrados en Los Ángeles en el año<br />

1904, cuando Thomas Hicks, vencedor de la maratón, se<br />

desmayó luego de alcanzar la meta, tras ingerir, de acuerdo<br />

al dictamen de las autoridades, una mezcla de alcohol<br />

y estricnina a fin de reforzar su resistencia. Sin embargo,<br />

aunque no aparece en los registros, se sabe, por ejemplo,<br />

que los atletas de la Antigua Grecia empleaban plantas alucinógenas<br />

para aliviar dolores y mantenerse en buen nivel<br />

durante la competencia. No hay duda, así pues, de que el<br />

dopaje ha sido siempre un dato infaltable en el entorno deportivo.<br />

Creer otra cosa es tener nostalgia por un deporte<br />

que, en verdad, casi no ha existido en la forma prescrita en<br />

el discurso del movimiento olímpico.<br />

El dopaje ha sido asunto constantemente debatido entre<br />

las autoridades deportivas, con frecuencia influenciado<br />

por ciertos intereses económicos que han logrado sesgar<br />

opiniones y decisiones. Así mismo, no se descartan determinados<br />

intereses políticos – el uso del dopaje ‘con fines de<br />

Estado’, que tuvo lugar durante la Guerra Fría –, cultivado<br />

para demostrar, vía el deporte, la supremacía de un determinado<br />

sistema ideológico, pretensión que aún no se ha<br />

abandonado del todo.<br />

El inicio del uso de esteroides replanteó la relevancia del<br />

tema. Con su aparición y proliferación, el Comité Olímpico<br />

Internacional (COI) se dio a la tarea de construir<br />

una organización antidoping que enlazaba y coordinaba<br />

a Estados, Federaciones Nacionales y Ligas, dando<br />

surgimiento a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en<br />

1999 12 . El dopaje pasó a ser, pues, un tema central en la<br />

agenda olímpica.<br />

12<br />

Importa llamar la atención sobre el hecho de que se necesitaba de una gran coordinación<br />

internacional, entre otras cosas porque ya no se trataba de controlar a los deportistas en el momento<br />

en que se reunían a propósito de un determinado evento, puesto que los esteroides se usaban<br />

mucho antes de que se celebraran las competencias oficiales y había que extender la vigilancia de los<br />

atletas durante un buen tiempo previo.


22 | Capítulo 1<br />

Watson y crick como punto de partida<br />

Desde 1865, cuando el científico Ernest Mendel dio a conocer<br />

sus primeros hallazgos en el terreno de las leyes de<br />

la genética, son muchas las cosas que han pasado bajo los<br />

puentes de la investigación científica. Sobresale, sin duda,<br />

el trabajo de los norteamericanos Watson y Crick, a mediados<br />

del siglo XX. A raíz de su mapa del genoma humano,<br />

conocido como ‘El libro de la vida’, los progresos en la comprensión<br />

biológica de nuestro organismo han sido gigantescos<br />

en diversos campos de la ciencia, al punto de que<br />

hoy en día se puede hablar de la naturaleza como ‘objeto<br />

manufacturado’ (Hess 1992), ‘extraída del laboratorio y después<br />

transformada en realidad exterior’ (Latour, 2003).<br />

No es irreal imaginar que dentro de algunas décadas los<br />

implantes cibernéticos aunados a lo anterior permitirán<br />

alargar la vida de los seres humanos, mejorar sus estados<br />

mentales y emocionales, aumentar su fuerza, su capacidad<br />

de visión o su inteligencia. Es decir, habrá la capacidad<br />

de manipular y diseñar seres humanos con unos rasgos y<br />

condiciones particulares que darían lugar a los ya referidos<br />

seres transhumanos.<br />

Como cabe esperar, la genética lleva ya un buen rato<br />

tocando las puertas del deporte. En su utilización se<br />

habla de dos situaciones: de terapia genética cuando<br />

se emplea dicha técnica con propósitos curativos 13 y de<br />

mejora genética cuando se busca el incremento de las<br />

capacidades fisiológicas. Con respecto a esta última ya<br />

se tienen identificados los genes adecuados que permiten<br />

hacerlo con propósitos específicos, bien sea la mayor<br />

transferencia de oxígeno a los músculos, el incremento<br />

de la masa muscular o el aumento de altura. Por esta<br />

vía, los músculos crecen más, se recuperan más rápido<br />

y adquieren más fuerza, y las proteínas generadas serán<br />

iguales a las generadas de manera normal por el organismo<br />

(Pérez Triviño, 2013) 14 .<br />

Adicionalmente, el mejoramiento genético puede tener<br />

dos niveles. De un lado, el aumento del potencial natural,<br />

realizado dentro del ámbito típico de lo que es un ser<br />

humano. Y, de otro, el aumento de las capacidades de una<br />

persona por encima del nivel característico de la especie<br />

humana. Los mutantes serían ejemplos perfectos de este<br />

tipo de mejoras extraordinarias, con la salvedad de que sus<br />

mutaciones van más allá de lo que la tecnología genética<br />

puede realizar en la actualidad (Pérez Triviño, 2012) 15 .<br />

El antidoping como política 16<br />

El Comité Olímpico Internacional se opone al dopaje en<br />

función de la protección de la salud de los deportistas<br />

y de la garantía del juego limpio, entendido éste como<br />

equitativo y sin trampas. Su preocupación se ha extremado<br />

de cara al dopaje genético, aunque para muchos,<br />

vista la experiencia, no queda del todo claro que el control<br />

antidoping sea la medida más inteligente y eficaz de<br />

alcanzar esos dos propósitos.<br />

Un buen número de expertos sostiene, con respecto al<br />

cuidado de la salud del atleta, que aún faltan evidencias<br />

concluyentes acerca de sus efectos negativos, máxime si<br />

hablamos del dopaje genético 17 . Pero, en todo caso, continúa<br />

el argumento, si se comprobaran tales efectos, es claro<br />

que bajo condiciones de prohibición los riesgos son aún<br />

mayores puesto que el dopaje se lleva a cabo en medio de<br />

una vigilancia médica inadecuada, lo contrario de lo que<br />

ocurriría si estuviese establecida como obligatoria, formando<br />

parte de una política de legalización 18, 19 .<br />

13<br />

Quizás el caso más conocido en la actualidad es el uso de tecnologías genéticas sobre la hormona<br />

del crecimiento. Una de las personas sobre las que se practicó dicha mejora fue al futbolista Lionel<br />

Messi, quien a los 14 años medía entre 10 y 15 centímetros por debajo de la media.<br />

14<br />

La WADA entiende por dopaje genético la introducción no terapéutica y consiguiente expresión de<br />

un transgen o la modulación de la actividad de un gen existente para lograr una ventaja fisiológica<br />

adicional en el deporte.<br />

15<br />

En medios científicos se habla igualmente de organismos transgénicos. Se trata de seres<br />

modificados al introducírsele elementos biológicos pertenecientes a otra especie. A pesar de no<br />

encontrarnos todavía con seres de estas características, los debates éticos que plantean estas nuevas<br />

posibilidades de creación de seres con elementos propios de los humanos y de otros animales son de<br />

una gran complejidad (Perez Treviño, 2012).<br />

16<br />

Estas líneas resumen, de manera libre, por así decirlo, lo que he encontrado en la literatura que trata<br />

el tema, la cual se encuentra citada en la bibliografía.<br />

17<br />

Visto que la terapia génica es una nueva forma de medicina y hasta hace poco se puso a prueba solo<br />

en los pacientes con enfermedades terminales, sus consecuencias a largo plazo son desconocidas. Por<br />

lo tanto, de acuerdo a los científicos, las preguntas importantes siguen sin respuesta en el contexto<br />

del deporte. Muchos consideran que tal vez el riesgo clave pudiera ser que los transgénicos utilizados<br />

en el dopaje afectaran a las células germinales y produjeran alteraciones permanentes, transmisibles<br />

a las generaciones futuras. Sin embargo, hoy en día no existen respuestas definitivas a esta pregunta.<br />

18<br />

Siempre se ha dicho que los esteroides se empezaron a emplear apenas salieron del tubo de<br />

ensayo, sin que hubiese ocasión de que se probaran con animales y, en general, sin que se cumplieran<br />

los protocolos exigidos para la investigación científica.<br />

19<br />

En otro orden de ideas se invoca la circunstancia de que en lo que lleva de vida el control antidoping,<br />

la WADA ha recibido denuncias en el Tribunal de Derechos Humanos por considerar que, por la forma<br />

como se lleva a cabo, viola los derechos de los atletas, en lo fundamental su derecho a la privacidad.<br />

Los atletas de alta competencia, en cada vez más disciplinas, son sometidos a vigilancia durante 24<br />

horas, todos los días del año, a fin de atender por sorpresa el requerimiento de las autoridades del<br />

deporte y someterse a un control antidoping (recuérdese en este sentido, que ciertas técnicas ilegales<br />

son aplicadas durante largas fases del entrenamiento, previo al día del evento).


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 23<br />

En lo que atañe a la igualdad de oportunidades para los<br />

competidores, principio esencial de la actividad deportiva,<br />

el planteamiento del COI es que el dopaje, y seguramente<br />

en mayor grado si es genético, viola esa premisa, pues<br />

genera ventajas con respecto a los atletas que no se dopan<br />

y, por tanto, debe prohibirse.<br />

En contra de lo anterior se advierte, sin embargo, que la historia<br />

enseña que ningún conocimiento que tenga la posibilidad<br />

de usarse, dejará de usarse. Este pudiera ser casi un axioma de<br />

la historia en la ciencia y la tecnología, cuya moraleja en este<br />

ámbito es que la eficacia de la prohibición es muy limitada,<br />

por decir lo menos. Además, valga la reiteración, el contexto<br />

dentro del que se realiza la actividad deportiva moderna implica<br />

condiciones que soplan fuertemente a favor del dopaje<br />

y, en general, de la utilización de las innovaciones como recurso<br />

para poder alzarse con la victoria.<br />

A fin de encarar el asunto no queda otra, continúa el razonamiento,<br />

que legalizar el dopaje, dado que la injusticia se<br />

genera, precisamente, por su prohibición. Por otra parte, y<br />

abonando el mismo terreno, se postula que la ilegalización<br />

trae consigo el inconveniente de que se crea una suerte de<br />

‘mercado negro’ que encarece el tratamiento y traba la posibilidad<br />

de que el acceso sea sobre bases equitativas y en<br />

el que todo acontece en medio de una atmósfera de clandestinidad<br />

de la que no cabe esperar algo bueno.<br />

Resumiendo, si bien el dopaje genético todavía se encuentra<br />

rodeado de muchas interrogantes, se sabe de seguro<br />

que la situación futura será muy compleja, una vez que la<br />

terapia génica alcance el nivel hacia el que apunta el pronóstico<br />

de los tecnocientíficos.<br />

Habla Lance Armstrong<br />

El deportista representa, al menos por ahora, el caso más<br />

emblemático y conocido del deporte en lo que concierne al<br />

dopaje. Basta con recordar que, después de haber ganado<br />

varios campeonatos, las sospechas que acompañaron su<br />

vida como atleta se volvieron pruebas. Armstrong triunfó<br />

mediante el fraude gracias a un prolijo menú de sustancias<br />

y, en consecuencia, fue borrado de la historia cuando todo<br />

indicaba que figuraría allí como uno de los grandes ciclistas<br />

de todas las épocas.<br />

“Corrí dopado”, confesó. “Todos mis competidores lo<br />

hacen”, explicó. “Sin doparse es imposible triunfar”, remató<br />

justificándose. Con estas pocas frases hizo la radiografía.<br />

Afirmó lo que casi cualquiera sabe: el dopaje es un aspecto<br />

del deporte, particularmente en nuestros días. Más aún,<br />

puso de bulto que, si bien en la opinión pública cabría esperar<br />

una condena moral al dopaje en todas sus manifestaciones,<br />

algunos estudios revelan que no es tal el caso entre<br />

los atletas.<br />

El investigador Goldman (1988) encuestó durante una<br />

década larga a deportistas de élite planteándoles si estaban<br />

dispuestos a tomar una sustancia que les garantizara<br />

el éxito deportivo, aun sabiendo que dicha droga acabaría<br />

con sus vidas cinco años después. El resultado durante


24 | Capítulo 1<br />

esos años no varió: más del 50% de los participantes respondió<br />

afirmativamente. Sin embargo, cuando este estudio<br />

se aplicó a personas sin relación con el deporte, apenas<br />

estaba a favor un 1% de los consultados.<br />

Por otro lado, y en la misma dirección, recientes estudios<br />

en atletas jóvenes de Canadá han demostrado que hasta el<br />

25,8% de los entrevistados admitió haber tratado de levantar<br />

su nivel de rendimiento deportivo mediante ingredientes<br />

prohibidos o que tenían un uso restringido de acuerdo<br />

a lo establecido por el COI. En la misma investigación se<br />

comprobó que el ambiente psicosocial del atleta tiene un<br />

impacto significativo en la decisión de consumir productos<br />

dopantes (Goulet, Valois, Buist y Côté, 2010) y algunos<br />

atletas están dispuestos a arriesgar sus vidas si se pudiera<br />

garantizar medallas de oro (Citado en Blasco, 2013). Como<br />

se aprecia, Lance Armstrong no es, pues, una ave rara en<br />

el pretendidamente diáfano cielo del deporte.<br />

El evangelio olímpico es (casi) letra muerta<br />

Los valores recogidos en la Carta Olímpica, promulgada el<br />

12 de Diciembre de 1999 (actualizados, pero guardando su<br />

espíritu de siempre), hablan, palabras más, palabras menos,<br />

del deporte como una filosofía existencial, que enaltece y<br />

combina armónicamente las cualidades del cuerpo, la voluntad<br />

y el espíritu.<br />

Al asociar el deporte con la cultura y la educación, el olimpismo<br />

se propone crear un estilo de vida basado en la<br />

alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y<br />

el respeto por los principios éticos fundamentales universales.<br />

Se trata así de buscar la excelencia de la persona, a


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 25<br />

partir de objetivos que trascienden la circunstancia de la<br />

mera victoria, combinando la consecución de una mejora<br />

física con la de una mejora intelectual, de allí el ‘mens sana<br />

in corpore sano’.<br />

Con motivo de las Olimpiadas del año 1900, en Francia, el<br />

Barón de Coubertin condensó lo anterior expresando que<br />

el propósito del deporte era “reunir el músculo y el espíritu,<br />

viejos divorciados”.<br />

De la doctrina anterior deriva la pildorita verbal con la que<br />

el bueno de Pierre pasó a la eternidad – aquello de que<br />

“Lo importante no es ganar, sino competir” –. Sin embargo,<br />

como han ido dejando sentado diversos trabajos (por<br />

si las palabras de Armstrong no fueran lo suficientemente<br />

contundentes) y según puede percibir cualquier aficionado<br />

común y corriente, el deporte se gobierna en buena<br />

medida de acuerdo a cánones que lo separan del evangelio<br />

olímpico.<br />

Siendo un espectáculo montado sobre un colosal negocio,<br />

esa buena prédica no tiene (casi) destino alguno en el deporte<br />

de alta competencia y en algunas disciplinas se ha<br />

despintado, incluso, en los espacios del amateurismo. Así<br />

las cosas, para encarar el problema del dopaje genético (y<br />

en general, por supuesto, el del uso de las innovaciones<br />

tecnocientíficas), lo primero que hay que hacer es situarlo<br />

como una pieza que forma parte de este contexto. El<br />

dilema entre legalizar y prohibir el consumo de los adelantos<br />

tecnológicos debe ubicarse allí.<br />

OSCAR PISTORIUS<br />

(¿El ocaso del deporte paraolímpico?)<br />

Después del invento de las muletas, más de dos mil años<br />

antes de Cristo, son muchos los cambios que han aparecido<br />

en función del objetivo de reparar las deficiencias corporales<br />

de las personas, bien sea para enmendarle la plana<br />

a la madre natura, bien para restañar los daños provocados<br />

por determinados accidentes.<br />

En lo que se refiere al deporte, la incorporación de las personas<br />

discapacitadas ha sido notable a partir de los últimos<br />

tiempos, dándole entrada a personas que de otra manera<br />

difícilmente hubiesen podido terciar razonablemente en<br />

alguna competencia deportiva. El de Oscar Pistorius es un<br />

caso emblemático en este sentido.<br />

Oscar Pistorius en pocas palabras<br />

Comprimiendo al máximo una historia sobradamente sabida,<br />

bastaría contar que se trata de un joven de 28 años, perteneciente<br />

a la clase media surafricana, nacido sin el peroné en<br />

cada una de sus extremidades inferiores debido a una malformación<br />

degenerativa. Siendo su futuro más probable una silla<br />

de ruedas de por vida, los médicos determinaron que lo más<br />

conveniente era amputarle ambas extremidades un poquito<br />

más abajo de las rodillas, lo cual se hizo cuando aún no había<br />

dejado de ser un bebe, de manera que nunca caminó con<br />

piernas de carne y hueso, sino con unas prótesis convertidas<br />

en parte de su naturaleza 20 .<br />

Su biografía revela que desde muy niño se las ingenió para<br />

poder participar en varios deportes (rugby, críquet, tenis y<br />

lucha olímpica), hasta convertirse, un poco más tarde, en<br />

el corredor paralímpico más rápido de la tierra. A partir de<br />

2004, cuando solo tenía 18 años, Pistorius se hizo figura<br />

destacada durante los Juegos Paralímpicos celebrados en<br />

Atenas y, desde entonces, continuó sumando medallas y<br />

récords en distintos eventos mundiales en las pruebas de<br />

100, 200 y 400 metros planos.<br />

Las idas y venidas de las autoridades competentes<br />

(pero desconcertadas)<br />

En el año 2008 se le negó su participación en los Juegos<br />

Olímpicos de Beijing, en los que aspiraba a correr contra<br />

rivales ‘normales’. Fue, la de impedírselo, la respuesta que<br />

tuvieron más a la mano las autoridades deportivas con<br />

relación a Pistorius, un ser considerado híbrido que combinaba<br />

elementos de carne y hueso con máquinas y dispositivos<br />

electrónicos.<br />

A partir de entonces su historia tiene varios hitos que, en<br />

algunos aspectos, semeja las estaciones de un víacrucis.<br />

Iniciando el año 2007 se realizaron algunas pruebas a sus<br />

prótesis, consistentes en el análisis de la filmación de sus<br />

20<br />

Hoy en día las prótesis de Pistorius, descritas como una especie de cuchillas en forma de J, son<br />

de fibra de carbono, pesan 2 kilos, cuestan unos 35.000 dólares y son fabricadas por la industria<br />

islandesa Ossur. Es un invento cuya primera versión se remonta al año 1984.


26 | Capítulo 1<br />

carreras y la aplicación de test biomecánicos, los cuales<br />

determinaron que Pistorius no podía competir en carreras<br />

sancionadas por la IAAF (Federación Internacional de<br />

Atletismo), debido a que sus implantes le daban cierta<br />

superioridad con respecto a sus rivales no discapacitados.<br />

Cabe llamar la atención sobre el hecho de que anteriormente<br />

la misma IAAF lo había invitado a participar en 2005<br />

en un evento internacional en Helsinki (evento al que no<br />

pudo asistir) y le<br />

permitió iniciarse<br />

en competencias<br />

‘normales’ en las<br />

pruebas de Roma<br />

y Sheffield que se<br />

llevaron a cabo dos<br />

años después.<br />

Pero, en marzo del<br />

año 2007 la IAAF<br />

prohibió en sus<br />

normas – algunos<br />

malpensados creen<br />

que esta regla fue<br />

redactada pensando<br />

en el corredor surafricano<br />

– el uso de<br />

“cualquier dispositivo<br />

técnico que incorporara<br />

resortes,<br />

ruedas o cualquier<br />

otro elemento que proporcionara a quien lo usa una ventaja<br />

sobre otros atletas que no usaran tal dispositivo”.<br />

Meses más tarde la misma organización llegó a la conclusión,<br />

tras haber encargado un nuevo examen sobre Pistorius,<br />

que éste mostraba, más bien, una notable inferioridad.<br />

Al poco tiempo, en noviembre del mismo año, fue invitado<br />

a la Universidad de <strong>Deporte</strong>s de Colonia para someterse,<br />

una vez más, a estudios biomecánicos, supervisados por<br />

la propia IAAF. Tras el examen, el informe correspondiente<br />

remata con una opinión distinta a la anterior, indicando<br />

que las prótesis usadas por el atleta surafricano le permiten<br />

correr con un consumo de oxígeno un 25% menor respecto<br />

a los corredores normales; que la capacidad de rebote<br />

de la prótesis es de un 90% frente al 60% de una pierna<br />

humana y que, al realizar un menor esfuerzo y tener menos<br />

masa muscular, acumula menos ácido láctico. Dicho en<br />

cristiano, Pistorius corre en una condición favorable.<br />

Valiéndose de tal examen, en enero del año 2008 la IAAF le<br />

niega, por tanto, la participación en las competencias realizadas<br />

bajo su auspicio, incluyendo, obviamente, la asistencia<br />

al evento olímpico<br />

chino, que se celebraría<br />

en agosto de 2008.<br />

Pero la historia da otra<br />

voltereta. En mayo de<br />

2008 el Tribunal de Arbitraje<br />

Deportivo (TAS)<br />

revoca la decisión de la<br />

IAAF al considerar que<br />

las pruebas no arrojan<br />

evidencia suficiente<br />

para demostrar la<br />

ventaja generada por<br />

las prótesis y, además,<br />

no hablan nada de<br />

las desventajas que<br />

las mismas pudieran<br />

suponer. En consecuencia,<br />

la opinión da<br />

un nuevo viraje y se le<br />

autoriza, entonces, a<br />

competir en las olimpiadas de Beijing, en las que a la postre<br />

no actúa puesto que no alcanza la marca mínima.<br />

Finalmente, Pistorius concurrió a competencias promovidas<br />

por la IAAF el año 2011, en Daegu, y asistió<br />

en el año 2012 a la cita olímpica de Londres, clasificando<br />

para semifinales en la prueba de 400 metros<br />

planos, convirtiéndose así en la primera persona con<br />

doble amputación en correr en un evento de este tipo,<br />

dando lugar a un hecho insólito: un discapacitado encarando<br />

a rivales sin discapacidad, gracias a una pieza<br />

metálica que lo rescata de su inferioridad, lo empareja<br />

con ellos y, de acuerdo con algunos estudios, hasta


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 27<br />

le otorga ventajas (Sánchez García, 2012). Es bueno<br />

advertir que lo anterior no fue obstáculo para que<br />

Pistorius mantuviera el permiso oficial para actuar en<br />

eventos paraolímpicos.<br />

La rapidez con la que se hacen presentes las innovaciones<br />

tecnocientíficas ha traído consigo situaciones que<br />

cambian de manera permanente, vale la pena añadir<br />

a ésta crónica de idas y venidas en el caso de Pistorius<br />

un reclamo formulado por él mismo, con ocasión de<br />

los Juegos Paraolímpicos de Londres (2012), en los que<br />

perdió la medalla de oro en los 200 metros planos frente<br />

al corredor brasileño Alan Fonteles Oliveira. A raíz de<br />

este hecho Pistorius reclamó que su rival usó prótesis<br />

más grandes que las autorizadas, las cuales le permitían<br />

correr más rápido. El Comité Paralímpico Internacional<br />

(CPI) desestimó su queja 21 .<br />

Aunque se suele afirmar que Pistorius es un atleta<br />

ciborg 22 transhumano y, si bien los implantes en sus<br />

piernas pudieran autorizar a que se lo califique de esta<br />

manera, algunos autores sostienen lo contrario, argumentando<br />

que no ha mostrado un rendimiento físico<br />

posthumano. Su caso muestra que, en lo que atañe a su<br />

desempeño, la tecnología se encuentra todavía en fases<br />

que se estiman iniciales.<br />

No obstante, en el horizonte sigue estando pintado un<br />

escenario posthumano. Si alguien tiene alguna duda al<br />

respecto basta con recordarle la exhibición, durante el reciente<br />

mundial de fútbol de Brasil, de un joven parapléjico<br />

chutando un balón, movido por un exoesqueleto robot<br />

diseñado para ser controlado por su mente, mediante implantes<br />

cerebrales.<br />

Pistorius entra en la historia<br />

El de Pistorius ha terminado siendo un caso sorprendente,<br />

no solo dentro del mundo del deporte. Su participación<br />

en eventos con corredores no discapacitados ha causado<br />

un verdadero motín en los medios deportivos, colocando<br />

en la vitrina mundial las complicaciones que derivan del<br />

brusco desarrollo de la tecnociencia. Las prótesis del corredor<br />

se han convertido en un dolor de cabeza, sobre todo,<br />

aunque no solo, para los que gobiernan el deporte.<br />

En resumen, Pistorius se ganó merecidamente un puesto<br />

en la historia del atletismo pero deja colgado un montón<br />

de preguntas que aluden, de manera general, al rumbo y a<br />

las secuelas que irán caracterizando al deporte durante el<br />

transcurso de los próximos años. Preguntas que, por ahora,<br />

no tienen cómo ser contestadas de manera satisfactoria y<br />

solo alimentan dudas y polémicas. Preguntas que, más allá<br />

del caso del atleta surafricano, muestran un posible futuro<br />

marcado por el tecnodopaje e incluso, aunque parezca un<br />

ejemplo inadecuado, por lo aparentemente remoto, dejan<br />

ver amputaciones deliberadas con el objetivo de mejorar<br />

el desenvolvimiento deportivo. Es posible que lo anterior<br />

suene a desmesura pero ya despunta en el menú de opciones<br />

disponibles para un deportista 23 .<br />

Pistorius entra en la historia. Entra por sus marcas y triunfos<br />

de gran atleta. Entra porque fue el portador exitoso de innovaciones<br />

tecnológicas impensadas hasta no hace mucho.<br />

Entra porque de alguna manera replanteó su condición de<br />

discapacidad y pudo competir con brillo frente a deportistas<br />

no especiales. En resumen, entra porque deja un hito en el deporte<br />

moderno bordado por la tecnociencia y porque mostró<br />

un escenario promisorio para otros como él.<br />

CONCLUSIONES<br />

(Mientras tanto)<br />

Reiterando, pareciera que estos tiempos de transformaciones<br />

nos toman por sorpresa y es fácil entender que la<br />

sociedad experimente una buena dosis de perplejidad y se<br />

perciba a sí misma como desarmada y desorientada frente<br />

a lo que ocurre.<br />

21<br />

Con el propósito de ratificar cómo la realidad se encuentra siempre retándonos con nuevas<br />

situaciones, vale la pena contar, igualmente, que en reciente ocasión los entrenadores de Pistorius<br />

observaron que la ‘suela’ de las prótesis podría lesionar las rodillas del atleta. Por lo tanto, Nike, que es<br />

su patrocinador, se dio a la tarea de desarrollar la solución, vale decir, una ‘suela’ con picos que llevan<br />

las prótesis en la parte inferior, una mejora que podría darle una ventaja a Pistorius, pero éste accedió<br />

a que fuera disponible para todo atleta que lo necesitara.<br />

22<br />

La palabra ‘ciborg’ fue acuñada por Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline en 1960, aludiendo a la<br />

combinación entre los términos cibernético y organismo, para referirse a aquellos individuos<br />

cuya naturaleza podría ser una combinación entre lo orgánico heredado y elementos mecánicos,<br />

robóticos, y/o eléctricos.<br />

23<br />

Aunque no es, por supuesto, una situación igual a la que se alude, cabe mencionar, por lo<br />

sorprendente unas recientes declaraciones del gran futbolista argentino Gabriel Batistuta. “Tras<br />

retirarme del fútbol pedí que me amputaran las piernas, porque no podía más”, explicó el máximo<br />

artillero de la historia del fútbol argentino en el programa ‘Líbero’ de TyC Sports. “No tengo ni<br />

cartílagos ni tendones en las piernas” por las lesiones sufridas durante su carrera deportiva, señaló.<br />

“Me he orinado en la cama porque teniendo el baño a tres metros no me quería levantar. Estaba tan<br />

desesperado que tomé un avión y fui a visitar al doctor Avanzi”, confesó Batistuta. “Le dije ‘córtame las<br />

piernas, que no puedo más’. Vi a Pistorius y pensé que esa era mi solución”, expresó.


28 | Capítulo 1<br />

Desde la religión<br />

se miran<br />

con cuidado los<br />

poderes creadores<br />

desarrollados<br />

por el ser<br />

humano, en franca<br />

rivalidad con los de<br />

los dioses. Desde la filosofía<br />

y la ética se buscan explicaciones<br />

para apreciar el significado de una civilización<br />

en la que se toca la que se considera la ‘esencia<br />

humana’. Desde la economía se intentan descifrar las maneras<br />

y dinámicas cada vez más vinculadas a la demanda<br />

y oferta de intangibles, sobre la base de reglas que<br />

no terminan de sedimentarse. Desde la sociología,<br />

se mira el impacto sobre las instituciones que le<br />

dan cauce a la vida colectiva. Desde la política se<br />

analizan las consecuencias de las nuevas tecnologías<br />

sobre los sistemas de gobierno y los patrones<br />

en la distribución del poder, sopesando<br />

las tensiones entre la libertad y el autoritarismo.<br />

En fin, desde todos lados aparecen escenarios<br />

complicados, encima de inciertos, que suscitan<br />

a la vez esperanzas y temores respecto a los caminos<br />

que va tomando el desarrollo tecnocientífico,<br />

a sabiendas de su enorme gravitación en todo lo que<br />

está aconteciendo en el planeta.<br />

Nada más práctico<br />

que una buena teoría<br />

Obviamente, la actividad deportiva ha quedado arropada por<br />

parecidas preocupaciones y dudas. En su ámbito también se<br />

perciben, desde ya, alteraciones de gran calado y se presumen<br />

para el futuro otras aún mayores. El dopaje genético es<br />

apenas una muestra en medio de un conjunto de innovaciones<br />

que la interpelan en sus propias raíces y no son pocos los<br />

que avizoran, por ello, un nuevo concepto de deporte, el que<br />

correspondería a la sociedad transhumana. Hasta ahora las<br />

autoridades se han visto sobrepasadas, de lo cual han dado<br />

prueba, me parece, el trato que se le dio a Oscar Pistorius, así<br />

como la manera como parecen estar enfrentando el tema del<br />

dopaje genético. Han quedo en ‘off side’, o si se prefiere, fuera<br />

de base, como se diría en el béisbol.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 29<br />

Nada sobresale con más claridad que la urgente necesidad<br />

de ir creando nuevos marcos de análisis para estudiar y<br />

comprender los lazos que amarran a la tecnociencia y al<br />

deporte, a partir del trabajo sinérgico entre las ciencias sociales<br />

y humanas, y las ciencias naturales.<br />

El intelectual francés Bruno Latour (citado en Medina,<br />

2008) ha caracterizado las innovaciones tecnocientíficas<br />

como la proliferación de híbridos, es decir, de realizaciones<br />

que embrollan las divisiones esencialistas en<br />

un complejo entramado de ciencia, tecnología, política,<br />

economía, naturaleza, derecho, etcétera. Según él, en<br />

la larga lista de los híbridos actualmente más representativos<br />

habría que colocar, entre otros muchos, los<br />

implantes electrónicos en el cerebro, los microprocesadores<br />

biónicos, la clonación de animales, los alimentos<br />

transgénicos, la congelación de embriones humanos, las<br />

píldoras abortivas y poscoitales, el Viagra, así como una<br />

larga lista de psicofármacos como el Prozak.<br />

A pesar de todo ello, afirma el citado autor, nuestra cultura<br />

intelectual no sabe cómo categorizar el entramado<br />

de los híbridos que la tecnociencia produce. Esto no es<br />

de extrañar, añade, pues para ello es preciso cruzar repetidamente<br />

las líneas divisorias que separan la ciencia y la<br />

sociedad, la naturaleza y la cultura, las cuales se siguen<br />

marcando en la actualidad.<br />

A partir de lo expresado, huelga señalar que también en<br />

el deporte hace falta un gran esfuerzo de comprensión<br />

intelectual que proporcione los códigos requeridos para<br />

desentrañarlo a la luz de los nuevos eventos.<br />

La democracia como exigencia<br />

Al paso en que la tecnociencia se ha convertido en un<br />

factor de gran incidencia en la organización y desempeño<br />

de las sociedades actuales, desde hace varios años<br />

se ha propuesto la participación de los ciudadanos en<br />

lo que se refiere a marcar sus derroteros y evaluar sus<br />

repercusiones. Se trata de que se asuman las reglas propias<br />

de la democracia, de manera que no sea éste un<br />

tema retenido en la sala de reuniones de políticos y tecnócratas.<br />

En los días que corren se trata, así pues, de una<br />

condición de ciudadanía, nada más y nada menos.<br />

El debate público y la vigilancia social sobre las transformaciones<br />

tecnocientíficas pasan a entenderse como<br />

un valor político propio de la época, a fin de que no se<br />

encuentren únicamente supeditadas a la dirección y el<br />

ritmo impuestos por el mercado. Debate y vigilancia,<br />

que conduzcan al objetivo de que los aspectos éticos,<br />

políticos, ambientales, jueguen su papel modulando la<br />

producción de conocimientos (infiltrando todo el proceso<br />

de creación de innovaciones), lo cual, es bueno<br />

advertirlo, no es asunto de estatizar, como con cierta<br />

frecuencia se piensa, sino de democratizar.<br />

La democratización del deporte reviste, igualmente y por<br />

similares motivos, una gran importancia. Así, desde diversos<br />

sectores se observa cómo van tomando fuerza algunas<br />

presiones que ponen de manifiesto la necesidad de<br />

ampliar la mediación de la gente en una actividad que se<br />

encuentra regida por estructuras cerradas, frágiles ante la<br />

corrupción y que funcionan en clave autoritaria, dicho sea<br />

esto último sin exagerar, basta con mirar cómo se eligen<br />

sus autoridades, cómo se perpetúan en los cargos o cómo<br />

se administran los recursos al margen de la más elemental<br />

rendición de cuentas, características que se encuentran<br />

presentes, con sus distintos grados y particularidades, en<br />

todas las disciplinas deportivas. A partir de este ‘estilo’, el<br />

gobierno del deporte se ejerce mediante un gran conjunto<br />

de organizaciones con prolongaciones de variado tipo a<br />

nivel mundial, continental y regional, puesto en manos de<br />

una férrea jerarquía.<br />

Por otra parte, las autoridades se encuentran permeadas<br />

de muchas maneras por diversos grupos que pujan de<br />

acuerdo a sus intereses, principalmente de índole económica.<br />

Se trata, sobre todo, aunque no solo, de presiones<br />

de las grandes empresas del planeta, las que tercian en el<br />

negocio universal del deporte, siendo responsables en altísimo<br />

grado, directa o indirectamente, de la introducción<br />

de innovaciones.<br />

Así las cosas, la administración del progreso tecnocientífico<br />

se torna una cuestión trascendental en la gobernabilidad<br />

del deporte, haciendo aún más indispensable la creación<br />

de mecanismos institucionales que permitan que las decisiones<br />

se tomen por la vía más informada y amplia posible,


30 | Capítulo 1<br />

con el propósito de que éstas no sean alimentadas exclusivamente<br />

a partir de la lógica que hoy en día manda en<br />

la concepción y difusión de sus innovaciones. Además,<br />

no pueden ser tampoco resoluciones que se tomen de<br />

espaldas al gran debate que tiene lugar a propósito de<br />

los escenarios que plantea la sociedad transhumana.<br />

¿Qué diría el Barón de Coubertin?<br />

En lo que atañe al tema del dopaje genético para los venideros<br />

juegos olímpicos en Brasil, a pesar de las dudas<br />

y las críticas, las autoridades deportivas permanecerán<br />

aferradas a la usual política de rechazo, según se ha<br />

puesto de manifiesto con la próxima entrada en vigencia<br />

de nuevas reglas sancionadas por la Asociación Mundial<br />

Antidopaje, de las que, por cierto, se habla informalmente<br />

como ‘Código Armstrong’, debido a la influencia que tuvo<br />

en su redacción la condena al ciclista norteamericano.<br />

competirían atletas ‘ciborgizados’. Irá así perfilándose la<br />

cara a una nueva noción del deporte y el evangelio del<br />

olimpismo irá desapareciendo hasta de la retórica de los<br />

discursos. Tal vez casi nadie se acuerde más nunca del<br />

Barón Pierre de Coubertin.<br />

REFERENCIAS<br />

• Antillano, Pablo (2011). La profecía de Huxley y el siglo<br />

biotech: La sociedad posthumana nos alcanza. Apuntes<br />

Filosóficos. Vol. 20. Nº 38 (2011): 105-125. Caracas.<br />

• Avalos Gutiérrez, Ignacio (2004). Ciencia, mercado y<br />

desarrollo sustentable. Publicado en Ciencia y uso<br />

del conocimiento en Venezuela. Fundación Polar.<br />

Caracas.<br />

La idea con el nuevo cuerpo de normas es hacer más estrictas<br />

las medidas y más severos los castigos. Se plantea,<br />

entre otras cosas, sancionar a las personas del entorno del<br />

atleta, así como a los deportistas en pruebas no analíticas<br />

(como fruto de la investigación policial o de la delación de<br />

otros compañeros) y se establece que se amplíe a diez años<br />

la prescripción del fraude, lo cual permite que los laboratorios<br />

conserven congeladas las muestras por ese lapso a<br />

fin de que vuelvan a ser analizadas si se descubren nuevos<br />

métodos de detección con referencia a sustancias antes<br />

indetectables.<br />

En esa dirección, se han invertido importantes sumas de<br />

dinero para desarrollar métodos que descubran el dopaje genético,<br />

cuyos primeros avances estarán presentes, sin duda,<br />

en tierras brasileñas 24 . Aun así, da la impresión de que los<br />

responsables de la conducción y organización del deporte<br />

semejan a esos militares que se encuentran muy bien preparados<br />

para la guerra anterior. En otras palabras, piensan ‘a la<br />

antigua’ lo que está ocurriendo en la actualidad.<br />

En síntesis, pareciera que ya se percibe la posibilidad<br />

de unos juegos olímpicos transhumanos, en los que<br />

24<br />

Como cabe esperar, los sistemas de vigilancia actuales se encuentran mucho más enfocados<br />

en advertir las violaciones en los sistemas de dopaje más ‘tradicionales’, como los esteroides<br />

anabolizantes y las diferentes opciones de dopaje sanguíneo, que en el dopaje genético.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 31<br />

• Avalos Gutiérrez, Ignacio (2014). La producción de<br />

conocimientos: La democratización es el nombre del<br />

juego. Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología,<br />

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Siglo XXI. España.<br />

• Blasco, Raquel (2013). El dopaje genético: desde los<br />

‘ratones Schwarzenegger’ hasta el Repoxygen.<br />

• Bostrom, Nick (2003). Human Genetic Enhancements:<br />

A transhumanist Perspective. Journal of Value Inquiry.<br />

• Camporesi, Silvia (2008). Oscar Pistorius, enhancement<br />

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• De la Vega, Iván (2014) La convergencia tecnológica<br />

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justo que el antidopaje”. Consultado el 17-09-2014.<br />

• Mujica, Vladimiro (2014). Nanotecnología y deportes:<br />

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• National Science Foundation (2002) Converging Technologies<br />

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• Pérez Triviño, José Luis (2012). X-Men: de mutantes y<br />

posthumanos (Ingeniería genética y pánico moral).<br />

• Pérez Triviño, José Luis (2013). Deportistas genéticamente<br />

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• Rifkin, Jeremy (2000). La era del acceso. Paidós, Buenos<br />

Aires.<br />

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pista olímpica: casos Pistorius/Semenya y la re-definición<br />

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Humanas y Religiosas. Universidad de Murcia.<br />

• Solanes Raúl Sebastián; Francisco y Víctor Páramo<br />

Valero (2012). Ética del deporte y dopaje: el caso Armstrong.<br />

Revista de Filosofía, Ética y Derecho del <strong>Deporte</strong>.<br />

• Solanes, Raúl Sebastián (2013). Tranhumanistas y bioconservadores:<br />

el dopaje genético. Revista de Filosofía,<br />

Ética y Derecho del <strong>Deporte</strong>.<br />

CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />

• Fotrografía página 23 Randy Miramontez Shutterstock.com<br />

• Fotografía página 24 pcruciatti Shutterstock.com


Capítulo<br />

02<br />

Béisbol:<br />

ciencia y esencia<br />

Autor: Mari Montes<br />

“Los cambios del béisbol a través de los<br />

años lo han vuelto más suave”<br />

Babe Ruth, enero 1948


34 | Capítulo 2<br />

RESUMEN<br />

‘Béisbol: ciencia y esencia’ es un ensayo sobre cómo la tecnología,<br />

la ciencia y el desarrollo del béisbol desde su invención,<br />

han estado estrechamente vinculados en diversos aspectos<br />

que comprenden la evolución de los implementos<br />

que se usan para jugar, la forma de analizar el juego y evaluar<br />

a los peloteros y sus capacidades,<br />

que se conoce como sabermetría,<br />

las herramientas para<br />

seleccionar los talentos,<br />

la comunicación y cómo<br />

las redes sociales y los<br />

avances informáticos<br />

han influido en la forma<br />

de llevar la información al<br />

público interesado, al igual<br />

que el cambio en las reglas<br />

que parecían esenciales, como la<br />

repetición instantánea para ratificar o<br />

contradecir una sentencia de los umpires<br />

que están en el terreno de juego.<br />

Sobre el tema aún no hay amplia<br />

bibliografía disponible, pero en el<br />

ensayo son citados jugadores estelares<br />

como Miguel Cabrera, exjugadores, managers,<br />

gerentes, periodistas, un scout y un médico<br />

especialista en medicina deportiva, quienes con su opinión<br />

aportan elementos y visiones para el análisis del impacto<br />

de la ciencia y la tecnología en la esencia del juego<br />

de pelota.<br />

El ensayo aborda el eterno debate entre el béisbol ‘old fashion’<br />

y los llamados ‘sabermétricos’, y cómo ambas maneras<br />

de ver el juego de pelota a lo largo de su historia lo han<br />

enriquecido y contribuido con su evolución.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 35<br />

BÉISBOL: CIENCIA Y ESENCIA<br />

Cuando se habla del ‘béisbol de antes’ se olvida que los<br />

cambios han sido la constante del juego desde sus inicios.<br />

El béisbol, como un organismo con vida propia, ha experimentado<br />

la mayoría de esas transformaciones al compás<br />

de los avances de la tecnología.<br />

El béisbol cambió cuando las normas permitieron que los<br />

aficionados se quedaran con las pelotas. Cambió cuando<br />

por primera vez se transmitió un partido por la radio y<br />

cuando pudo jugarse con luz eléctrica. La llegada de la<br />

televisión y la transmisión vía satélite también provocaron<br />

cambios en la duración del encuentro y en la comercialización<br />

y ganancias de los dueños del negocio, en los medios<br />

de comunicación, y claro, en los peloteros.<br />

En los primeros episodios no existían los guantes o las mascotas,<br />

los receptores no llevaban los equipos de protección<br />

que hoy vemos y que han evolucionado para disminuir<br />

riesgos durante el juego, ni tampoco existían los cascos.<br />

Los materiales con los que están elaborados los implementos<br />

del béisbol han cambiado para dar mayor confort a los<br />

jugadores y otros actores como los árbitros y los propios<br />

fanáticos. Telas frescas, cómodas, a diferencia de los primeros<br />

tejidos de lanilla que eran resistentes pero calurosos.<br />

Los bates ahora se elaboran de maderas dependiendo de<br />

las características y gustos del bateador. Los guantes y los<br />

zapatos de ganchos también se han modificado para hacerlos<br />

óptimos.<br />

Se trata de un avance constante para hacer más eficiente<br />

la práctica del béisbol, el pasatiempo tradicional de los<br />

Estados Unidos, Canadá, algunos países del Caribe – entre<br />

ellos República Dominicana, Cuba, el Estado Libre Asociado<br />

de Puerto Rico –, Venezuela, Panamá, una parte de<br />

México y la costa de Colombia, Brasil, Japón, Taiwán, Corea<br />

del Sur, China, Australia y otros europeos en los cuales se<br />

está comenzando a jugar pelota a modo profesional, como<br />

España, Italia, Francia y el Reino de los Países Bajos.<br />

Los números y los peloteros son infinitos<br />

Cuenta el periodista estadounidense Jason Stark que el<br />

manager de los Rays, Joe Maddon, mientras toma café<br />

en un local de la cadena Starbucks, leyó en su iPad los<br />

números de los bateadores y lanzadores a quienes enfrentaría<br />

horas más tarde. Las estadísticas reflejan las<br />

fortalezas y debilidades de cada hombre, divididos en<br />

múltiples números, con fórmulas casi infinitas para definir<br />

a un jugador y de ahí dónde colocarlo, cómo neutralizarlo<br />

o potenciar sus cualidades. Los números, pareciera,<br />

y las cada vez más evolucionadas maneras de mirar a un<br />

pelotero, marcan una distancia entre ‘el béisbol de antes’<br />

y éste de la sabermetría.<br />

Le dijo Maddon a Stark, en su interesante artículo publicado<br />

en ESPN.com ‘Bienvenidos a la era de la información’ (Stark<br />

2011): “El primer renacimiento llegó con Branch Rickey entre<br />

las décadas de 1920 y 1940”. En esos años el ejecutivo fue pionero<br />

en el uso de los sistemas de desarrollo de jugadores y de<br />

las estadísticas para seleccionar los talentos.<br />

Incluso para la firma de Jackie Robinson, Branch Rickey estudió<br />

meticulosos informes que daban cuenta de las cualidades<br />

de otros jugadores de las Ligas Negras, con números<br />

más impresionantes pero poco susceptibles a la ponderación,<br />

como su coraje, hidalguía, compromiso, fe cristiana<br />

metodista, formación universitaria y haber servido en la II<br />

Guerra Mundial, lo que terminó de convencer al empresario<br />

de que Robinson debía ser el elegido.<br />

El momento requería además de buen desempeño a un<br />

hombre capaz de soportar toda clase de vejaciones, que<br />

asumiera el compromiso de enfrentar el racismo sin violencia,<br />

hasta abrir la puerta de la integración. El elegido, sin<br />

embargo, debía tener las mismas cualidades de cualquiera<br />

que llega a las Ligas Mayores.<br />

Las estadísticas han sido siempre parte del juego.<br />

Desde su origen hubo la necesidad de traducir a<br />

números el rendimiento de sus protagonistas.<br />

Para los menos informados sobre el béisbol resulta difícil<br />

entender que alguien que falle siete de cada diez<br />

veces sea estelar, pero cuando leemos .300 sabemos que<br />

se trata de un bateador de cuidado, con habilidad para<br />

conectar la pelota por encima del promedio (.300 y más)


36 | Capítulo 2<br />

y que si mantiene ese promedio durante varias temporadas,<br />

podría llegar al Salón de la Fama de Cooperstown,<br />

la meca del béisbol.<br />

La tecnología y la precisión de la medición matemática<br />

intentan reducir al mínimo la subjetividad para observar<br />

y analizar un juego de pelota, lecturas que para los puristas,<br />

los cultores del ‘old fashion baseball’, resultan ser<br />

visiones del juego que lo desnaturalizan, le restan instinto,<br />

una característica de mucho valor para los románticos<br />

y conservadores que se resisten a conocer otros<br />

promedios distintos al de bateo, jonrones y carreras empujadas,<br />

efectividad, ponches, ganados, salvados, fildeo<br />

y bases robadas.<br />

Pero las estadísticas tradicionales no fueron suficientes<br />

para medir todas las capacidades de un jugador en aspectos<br />

como el estadio, las carreras evitadas por la defensa y<br />

comparaciones con jugadores de otras épocas.<br />

El periodista Ignacio Serrano, reportero y columnista del<br />

diario El Nacional desde hace 25 años opina: “La sabermetría<br />

ha aportado mucho al análisis del béisbol, desde el<br />

punto de vista de la detección de talentos, estructuración<br />

de equipos y plantearse escenarios probables. Es imposible<br />

predecir el futuro, pero es factible conocer tendencias<br />

de un jugador o equipos gracias a los números. La prueba<br />

es que hoy por hoy todos los equipos tienen un departamento<br />

dedicado a la sabermetría. Unos le hacen más o<br />

menos caso, pero todos, desde los Atléticos de Oakland<br />

(vanguardia en sabermetría) hasta los Filis de Filadelfia (los<br />

más conservadores), cuentan con uno”.<br />

Todo está en la palma de la mano<br />

El uso de la tecnología y la sabermetría han cambiado la<br />

dinámica de la comunicación con los aficionados. La información<br />

más detallada dejó de ser un privilegio de los periodistas<br />

y escritores especializados. Diversas aplicaciones<br />

para dispositivos móviles permiten seguir un juego picheo<br />

a picheo desde casi cualquier lugar.<br />

Si un jugador resultó lesionado, por ejemplo, es probable<br />

que primero se conozca el resultado de la radiografía en<br />

Twitter que en el clubhouse.<br />

Los nuevos tiempos retan también el ingenio periodístico<br />

para seguir manejando y comunicando información<br />

de interés que no esté en las redes o en el casi infalible<br />

buscador Google.<br />

Las transmisiones cuentan con narradores y comentaristas<br />

expertos en béisbol, apoyados en equipos de producción<br />

en los que hay numerólogos que llevan las estadísticas al<br />

instante para mantener informadas a las audiencias.<br />

La cantidad de datos que se pueden aportar en una transmisión<br />

ha aumentado a la par de las nuevas maneras de<br />

medir a un jugador, hacer comparaciones en tiempo real<br />

para saber cuándo se ha establecido un récord, o remontarse<br />

a la historia consultando páginas como ‘Elias Sports<br />

Bureau’, ‘Baseball Reference’, ‘Major League Baseball<br />

(MLB)’, ‘Total Baseball’, ‘Baseball Almanac’, por citar algunas<br />

de mucha utilidad.<br />

De nuevo buscamos la opinión de Ignacio Serrano, periodista<br />

que utiliza la sabermetría para desarrollar sus análisis,<br />

y le preguntamos si es posible medirlo todo:<br />

“No lo sé. Hay una conversación interesantísima que<br />

tuvo hace tres años Bill James (padre putativo de la sabermetría)<br />

para el Seattle Times, donde reconocía que<br />

hay cosas que realmente, hoy por hoy, son imposibles de<br />

medir y que ciertamente existen intangibles que afectan<br />

el trabajo de una persona o la actuación de un jugador.<br />

Él ponía el ejemplo de una oficina y su ambiente agradable<br />

y estimulante, y el desempeño de un empleado y<br />

que eso puede trasladarse a un clubhouse. Lo dice nada<br />

menos que Bill James. Él admite que esos intangibles son<br />

importantes y causan un impacto en el juego y también<br />

planteaba que las nuevas generaciones de sabermétricos<br />

deben buscar cómo hacer posible medir todas las<br />

herramientas, que ya los primeros sabermétricos habían<br />

hecho su trabajo y ahora le toca a las nuevas generaciones<br />

desarrollar nuevas fórmulas”.<br />

Según Serrano, “querer medirlo todo es sano, aunque es<br />

un deseo soberbio querer saber más, es el mismo que ha<br />

llevado al ser humano a caminar por la Luna, a conocer los<br />

océanos y cada fosa de la tierra, a hacer grandes descubri-


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 37<br />

¿Y por qué el debate entre sabermétricos y tradicionalistas?<br />

Serrano responde: “Creo que es falso el debate entre<br />

sabermetría y tradición, porque hay una continuidad de<br />

la tradición en la sabermetría como evolución del conocimiento”.<br />

Cuando llegaron los radios portátiles y los fanáticos<br />

comenzaron a llevarlos al estadio para seguir la transmisión,<br />

se crearon los circuitos, los equipos hicieron sus<br />

propias cadenas, luego se sumó la televisión y en estos<br />

tiempos vemos en los parques a fanáticos con sus tabletas<br />

y celulares con acceso a montones de herramientas<br />

para manejar información fascinante, de esas que desde<br />

siempre han atraído a los fanáticos.<br />

mientos o a conocer el genoma humano. Es una motivación,<br />

es un ansia de conocimiento que nos lleva al progreso<br />

y la sabermetría está casada con eso”.<br />

Para los comunicadores es preciso ser cuidadosos porque<br />

las fórmulas matemáticas para analizar cada aspecto del<br />

juego deben traducirse a un lenguaje que pueda ser comprendido<br />

por la mayoría de las audiencias, quienes no<br />

necesariamente manejan las herramientas para entender<br />

esta forma de analizar el béisbol.<br />

En opinión de Ignacio Serrano, “es cierto que algunos sobrevaloran<br />

ese nuevo análisis y miran por encima del hombro<br />

a los tradicionalistas, pero al mismo tiempo pienso que ese<br />

deseo soberbio nos ha hecho una civilización más avanzada<br />

y eso en un menor grado se refleja en la sabermetría<br />

y la forma de ver el juego de pelota. Creo que uno como<br />

periodista debe aplicar los conocimientos aprendidos en<br />

la universidad, los conceptos básicos. Lo primero que nos<br />

enseñan es a escribir para todo el mundo, uno sabe que<br />

cuando trata un tema de manera noticiosa, eso debe llegar<br />

a un público muy amplio: tanto gente conocedora, como<br />

gente que no lo es. Se debe tener esa conciencia muy clara.<br />

Algunos parece que hablan en otro idioma y al final no<br />

cumplen el objetivo básico de comunicar. No hacen llegar<br />

el mensaje. Pero es normal y lógico que haya medios sabermétricos,<br />

que sí son para expertos, que conocen y dominan<br />

el tema”.<br />

La tecnología no solo ha modificado el juego para jugadores<br />

y técnicos. Para los fanáticos ha sido fundamental y para<br />

los propietarios y cadenas de televisión se ha convertido<br />

en un negocio lucrativo en el mundo del entretenimiento.<br />

Como señala Jason Stark en el artículo ya citado: “De repente,<br />

mientras usted estaba ocupado lavando su ropa<br />

o haciendo el draft para su equipo de fantasía o algo<br />

por el estilo, el mundo ha sido invadido por un ejército<br />

de magos de las sabermétricas, capaces de calcular el<br />

FIP (‘Fielding Independent Pitching’) de Justin Verlander<br />

como visitante, contra equipos con récord menor a<br />

.500, en juegos en los que más del 20 por ciento de sus<br />

lanzamientos son curvas –y que además son capaces de<br />

entender todo lo que eso significa –”.<br />

LA TECNOLOGÍA PARA MAYOR EFICIENCIA<br />

Mientras buena parte de los fanáticos atribuye a los controles<br />

del uso de sustancias prohibidas la notable disminución del<br />

número de cuadrangulares, también hay que darle valor al<br />

uso de las estadísticas y la comunicación. La información y la<br />

facilidad de acceder a ella han influido en ese cambio.<br />

Un lanzador puede saber por dónde no tirar la bola a los<br />

bateadores que enfrentará durante una temporada, que<br />

lo logre es otra cosa. Mientras entrena en la caminadora<br />

puede analizar en una tablet las zonas frías y calientes de la<br />

alineación que verá unas horas más tarde, o también podrá<br />

hacerlo desde su celular camino al juego.


38 | Capítulo 2<br />

En los primeros años del béisbol, cuando no existían las<br />

pistolas para medir la velocidad de un lanzamiento, bastaba<br />

con un apodo como ‘Smokey’ (Joe Wood) para saber<br />

que el lanzador tenía un picheo meteórico casi imposible<br />

de conectar y con una palabra se describía el sonido del<br />

cuero de la pelota contra el cuero de la mascota después<br />

de un swing fallido.<br />

El uso de la tecnología ha tocado todos los ámbitos del<br />

béisbol desde que el juego existe formalmente; organizado<br />

según Norman Chadwick, quien se encargó de darle mejor<br />

sentido con reglas básicas y esenciales para hacer comprensible<br />

un duelo complicado que consiste en, para empezar,<br />

arrojar una esfera confeccionada con un centro de corcho,<br />

hule, lana y dos tapas de cuero de vaca entrelazadas por una<br />

costura de 108 puntadas de hilo rojo sobre el espacio de un<br />

pentágono, espacio que, según la regla, debe tener 17 pulgadas<br />

quitando 2 de las esquinas en tal forma que solo uno<br />

de sus lados sea de 17 pulgadas de largo, 2 lados adyacentes<br />

de 8 ½ pulgadas, y los dos lados restantes de 12 pulgadas<br />

formando un ángulo que termina en punta, fijado en el terreno,<br />

de tal forma que el bateador no pueda conectar la<br />

pelota o si lo hace no pique a terreno de nadie.<br />

¿Batear es más fácil que antes?<br />

Batear es una de las acciones más difíciles de ejecutar<br />

en el deporte. Se trata de golpear una bola de unos 26<br />

centímetros de circunferencia y entre 5 y 5.25 onzas de<br />

peso (entre 141.75 y 148.84 gramos), que viaja a más de<br />

90 millas por hora (160 Km/h) en fracciones de segundo<br />

(0.44), con un mazo de madera lisa y redonda de no más<br />

de 2 3/4 pulgadas (7 cm) de diámetro en su parte más<br />

gruesa y no más de 42 pulgadas (1,07 m) de largo. El bateador<br />

debe comenzar su trabajo en cuanto el lanzador<br />

inicia sus movimientos y juntar vista, velocidad, fuerza y<br />

ritmo en el tiempo que tarda el envío en llegar al plato<br />

para impactarla o escuchar el sonido de la captura del<br />

receptor y el canto del umpire: “¡Strike!”.<br />

La pelota sale de la mano del pitcher milésimas de segundo<br />

antes que el bateador pueda ajustarse y calcular el tipo<br />

de picheo, velocidad y trayectoria, y en los últimos milímetros<br />

hasta que llega al guante del receptor es casi invisible,<br />

eso sin hablar de la cantidad de giros que puede hacer una<br />

pelota según las habilidades del lanzador.<br />

Walter Johnson, pitcher miembro del Salón de la Fama, estrella<br />

de los Senadores de Washington desde 1907 hasta<br />

1927, legendario por la velocidad de sus envíos decía: “No<br />

puedes batear lo que no puedes ver”.<br />

Por eso bateadores de la talla de Ty Cobb, Honus Wagner,<br />

Babe Ruth, Ted Williams, Willy Mays, Stan Musial, Mickey<br />

Mantle o más recientemente David Ortíz, Miguel Cabrera<br />

o Mike Trout son vistos casi como súper hombres; bateadores<br />

extraordinarios entre grandes toleteros, legendarios<br />

por sus hazañas con el bate de madera.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 39<br />

“Batear es un arte, no una ciencia exacta”, dijo Rod Carew,<br />

el panameño miembro del Salón de la Fama de Cooperstown,<br />

ganador de siete títulos como líder bate, a quien le<br />

da gusto explicar que tenía siete maneras diferentes de pararse<br />

en el plato. Carew era un estudioso de los lanzadores<br />

y sabía qué podía esperar para ajustarse, en tiempos en los<br />

que no había sabermetría o videos.<br />

Miguel Cabrera, ganador de la Triple Corona de Bateo en<br />

2012 (el primero en hacerlo desde 1967, cuando lo logró<br />

Carl Yastrzemski), nombrado jugador más valioso, líder<br />

bate en tres temporadas consecutivas, ha sido evaluado<br />

desde su aparición en el béisbol como ‘un natural de habilidades<br />

sobrenaturales’.<br />

A Cabrera – consultado para este ensayo – le sorprende que<br />

no haya bibliografía sobre el tema o trabajos más extensos<br />

sobre el uso de la tecnología en relación con este deporte<br />

ya que para él, herramientas como videos, medidores de<br />

velocidad y sabermetría, son cotidianas desde que llegó al<br />

béisbol profesional con 16 años en 1999, cuando comenzó<br />

a destacar por su fuerza e instinto para batear, comparado<br />

con los mejores de todos los tiempos. Los pronósticos<br />

y proyecciones sobre la carrera de Miguel Cabrera no se<br />

equivocaron. Ha sabido potenciar su talento con trabajo<br />

que incluye el uso de la tecnología.<br />

“En todos los clubhouses desde que yo empecé en esto,<br />

los técnicos se apoyan en el video para mejorar los aspectos<br />

defensivos y ofensivos del juego. Pero siempre hay que<br />

descifrar a los pitchers, ellos buscarán poncharte, sacarte<br />

out. Lo esencial de este juego ocurre en ese momento del<br />

duelo entre lanzador y bateador; hay que dar jonrones, hits,<br />

impulsar carreras y ayudar a la victoria”, cuenta Cabrera.<br />

Todo lo que ocurre después del batazo es también difícil<br />

de explicar, lo que debe hacer la defensa para evitar que el<br />

hombre que se embasó anote una carrera, las estrategias,<br />

las decisiones que sorprenden, el obtener provecho, en el<br />

mejor sentido, de cada uno de los hombres del juego.<br />

Johan Santana, uno de los mejores lanzadores zurdos de su<br />

generación, ganador por unanimidad en dos ocasiones del<br />

Premio Cy Young, galardón que distingue al mejor pitcher<br />

de una temporada, y autor de un juego sin hits ni carreras<br />

antes de ser víctima de lesiones que lo han tenido fuera<br />

en dos temporadas completas, cuenta que para estudiar<br />

a los bateadores que debe enfrentar recurre a los números<br />

y videos que analiza varias veces para definir la estrategia<br />

para intentar dominarlos. “Es interesante – advierte<br />

Santana – pero en realidad es una adivinanza. El bateador<br />

no sabe qué picheo usaré y a veces aunque lo sabe no es<br />

posible que la conecte, y otro día o al inning siguiente, ese<br />

envío ya no funciona”.<br />

Entonces cabe preguntarse cuánto cambia la esencia<br />

el hecho de disponer de todos esos avances cuando se<br />

quedan frente a frente pitcher y bateador. En realidad es<br />

poco. Por más que aparecen fórmulas e inventos, el trabajo<br />

del lanzador siempre será tratar de mantener la pelota<br />

lejos de donde el bateador pueda conectarla a zona buena.<br />

A finales de la década de los ‘80s, cuando aún existía el sistema<br />

de video VHS, Andrés Galarraga, el slugger, campeón<br />

de bateo, impulsador de jonrones en las Grandes Ligas, retrocedía<br />

muchas veces la cinta que le hacía un amigo en<br />

sus primeros desafíos como profesional.<br />

Ahora los buscadores de talento usan radares para<br />

medir la velocidad de los picheos, del tiro del cátcher<br />

a las bases, del brinco antes de salir a robar segunda,<br />

gracias a que casi todo lo ejecutable puede ser medido<br />

con exactitud y de acuerdo con esos resultados se<br />

establecen bonos para contratar a un prospecto.<br />

En el pasado remoto, a finales del siglo XIX y principios del<br />

siglo XX, cuando no era imaginable disponer de esos aparatos,<br />

el instinto, lo obvio y herramientas que hoy parecen<br />

rudimentarias, como un simple reloj, permitieron la contratación<br />

de hombres como Walter Johnson, Cy Young, Nap<br />

Lajoie o Babe Ruth.<br />

Puede que los puristas digan que no hacía falta entonces y<br />

que tampoco hace falta ahora.<br />

Para Félix Luzón, economista, Presidente del Grupo 9 Stars,<br />

asesor financiero de jugadores de la MLB, agente autorizado<br />

por la Asociación Única de Peloteros Profesionales de


40 | Capítulo 2<br />

Venezuela (AUPPV) y Agente ‘General Certification’ de la<br />

Asociación de Jugadores de Grandes Ligas (MLBPA), “la influencia<br />

de la tecnología en la captación y preparación de<br />

talentos es esencial, como ha sido siempre en la evolución<br />

del béisbol: los aspectos del juego, tan llenos de números y<br />

aproximaciones, deben ser siempre catalizados dentro de<br />

un espectro que conjugue esos números con la realidad y<br />

permita obtener resultados a corto plazo”.<br />

El agente Luzón explica cómo funciona la captación de nuevos<br />

talentos en lo que él llama ‘el béisbol aguas abajo’, es decir,<br />

en las ligas profesionales del Caribe y América Latina, donde<br />

se descubren esos jugadores que luego se negocian con los<br />

equipos de las Grandes Ligas. “Su influencia no es de carácter<br />

sabermétrico, pues no se cuenta con estadísticas de juego,<br />

pero sí hay una gran influencia de análisis de crecimiento y<br />

variables de las herramientas que debe tener un talento”.<br />

Respecto a las estadísticas para medirlo todo, Pedrique<br />

es un poco más conservador, aunque no las desestima:<br />

“La sabermetría es interesante y consigues muchas informaciones,<br />

aun cuando no estoy de acuerdo con que sea<br />

tomada en cuenta 100% para evaluar a un pelotero o hacer<br />

cambios. Me gusta la sabermetría, pero me llevo más por<br />

la intuición y lo que veo a diario en el terreno. No todas<br />

las habilidades de un jugador pueden medirse. Hay que<br />

verlo jugar bajo presión, qué habilidad tiene para tomar<br />

decisiones claves, la anticipación antes de que las cosas sucedan.<br />

Se ignoran muchas veces a la hora de firmar o subir<br />

de categoría a un pelotero, las cualidades intangibles, su<br />

control emocional, la responsabilidad, preparación, actitud<br />

y deseos de superación. Para mí son un riesgo altísimo los<br />

Ahora para los cazadores de talento, como en el caso de<br />

Félix Luzón, “esas cifras y tendencias de crecimiento se proyectan<br />

según los valores del método conocido como ‘Overall<br />

Future Potencial’ (OFP) y con el uso de tecnología de<br />

punta para medir habilidades”.<br />

Nada que mejore el desempeño dentro de las reglas, siempre<br />

que sea honesto y legal, debería ser desestimado; pero<br />

Moisés Alou, exjugador de Grandes Ligas y ahora gerente,<br />

dijo el 24 de junio de 2013 en una entrevista publicada por la<br />

página de la Liga Dominicana, “yo no soy enfermo con la sabermetría.<br />

A mí me gusta conocer a los jugadores. El día que<br />

puedan medir los testículos a un jugador, ese día voy a creer,<br />

porque hay que tener mucho corazón para jugar béisbol”.<br />

Ciertamente hay intangibles en el béisbol. No podía ser<br />

distinto porque hay cualidades o debilidades que no son<br />

evidentes para un radar ni cuantificables matemáticamente,<br />

pero tampoco la tecnología resta esencia al juego.<br />

Alfredo Pedrique, exjugador y exmanager de las Grandes<br />

Ligas y de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, coincide<br />

con Alou, pero explica que “la tecnología le ha aportado<br />

algo positivo al béisbol: el sistema de los videos, por<br />

ejemplo, ayuda mucho a la hora de enseñar y corregir a los<br />

peloteros, sobre todo en Ligas Menores”.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 41<br />

‘showcases’ (exhibiciones), donde solo ves el talento físico.<br />

No sabes nada de la parte mental, inteligencia, actitud, conocimientos<br />

e ideas de cómo jugar el béisbol”.<br />

Para los conservadores el uso de la tecnología es casi una<br />

herejía, mientras que para los defensores de los adelantos<br />

tecnológicos y sabermetría, se trata de eliminar en lo posible<br />

los errores humanos y una cosa no debe excluir a la<br />

otra. Yo estoy de acuerdo con eso.<br />

LA REPETICIÓN Y LA AUTORIDAD<br />

“Señores, él fue puesto out porque yo lo dije”, eso lo aseveró<br />

Bill Klem, legendario árbitro de las Grandes Ligas, elevado<br />

al Salón de la Fama de Cooperstown, una vez que le insistieron<br />

con una fotografía que evidenciaba haber cometido<br />

un error dejando fuera a un corredor que quedó quieto.<br />

de la repetición, se ha alterado esa potestad que tenían los<br />

árbitros en el terreno y que por más de cien años fue esencia.<br />

En su libro ‘Las reglas’, el economista y miembro de la <strong>Sociedad</strong><br />

para el Análisis y la investigación de la Historia, y<br />

fundador del Museo del Béisbol y Salón de la Fama de<br />

Venezuela, Bruno Egloff, explica el papel del árbitro como<br />

legislador para concluir que: “A pesar de contener las reglas<br />

centenares de normas que definen el correcto comportamiento<br />

para juzgar la acción del juego, la mayoría de las<br />

decisiones que se toman están basadas en el juicio personal<br />

que de un hecho se forma el árbitro y en la opinión que<br />

de una norma tenga él mismo”.<br />

Una de las reglas que se pensaba sería inquebrantable es la<br />

que otorga a los umpires la última palabra. La apreciación<br />

de un árbitro era, hasta hace poco tiempo, indiscutible, sentencia<br />

definitiva. Si el umpire apreciaba que el corredor llegó<br />

a la base primero que la pelota, pues ese hombre quedaba<br />

quieto y si alguien se atrevía a reclamar podía ser expulsado<br />

de inmediato por discutir lo indiscutible. Ahora, con el uso


42 | Capítulo 2<br />

Según Egloff, “la tecnología está siendo incorporada para mejorar<br />

la calidad de las decisiones. Cámaras para ‘Instant replay’<br />

(repetición instantánea) fueron incorporadas en agosto de<br />

2008, pero solo en relación a cuadrangulares discutibles”.<br />

Por años el béisbol de las Grandes Ligas se negó a usar el video<br />

para verificar decisiones arbitrales, de hecho, fue el último<br />

deporte profesional en los Estados Unidos que implementó<br />

el sistema para usarlo únicamente con el fin de revisar si una<br />

pelota había salido o no del terreno en zona buena.<br />

A partir de la temporada 2014, casi cada jugada puede revisarse<br />

en repetición, son diez las situaciones que pueden<br />

ser revocadas o ratificadas después de ver un video.<br />

Como explica el periodista venezolano Fernando Conde<br />

en su artículo ‘Regla del sistema de repetición’ (Conde s.f.):<br />

“Además del cuadrangular, dobletes por regla; interferencia<br />

por un fanático; decisiones arbitrales por jugadas en los<br />

límites del terreno de juego (por ejemplo, pelotas capturadas<br />

en las gradas por un jugador a la defensiva, determinación<br />

de la bola muerta); forzado en base (excepto la jugada<br />

de toque al pisar la segunda base en medio de la ejecución<br />

de un dobleplay); robos de base y movimiento del lanzador<br />

para sacar out a un corredor en una almohadilla; determinar<br />

si una bola pasó en zona fair o de foul en las líneas<br />

del jardín; atrapadas a la defensiva difíciles de determinar<br />

en el outfield, bateador golpeado por el lanzamiento de un<br />

pitcher hacia el home; el tiempo de juego (para captar si<br />

un corredor anota antes de un tercer out); tocar una base<br />

(requiere apelación), por ejemplo, advertir cuando un corredor<br />

pisa o no una base, dos jugadores en una base al<br />

mismo tiempo, etc.; determinar si un corredor pasó a otro<br />

en las bases, precisar registros (conteo de bolas y strikes a<br />

un bateador en su turno ofensivo, número de outs en un<br />

inning, anotación de carreras y otras situaciones). Todas<br />

las demás jugadas no serán retadas, impugnadas ni revisadas<br />

mediante repetición instantánea, aunque los umpires<br />

podrán convocarla después del sexto inning”.<br />

No se revisan en repetición conteo de bolas y strikes, o la<br />

apreciación de si el bate cruzó el home, o si un infielder<br />

hace el debido contacto con la segunda base en jugadas<br />

potenciales de dobleplay.<br />

La MLB invirtió más de 10 millones de dólares para conectar<br />

la oficina ubicada en Park Avenue en Nueva York con<br />

cada uno de los estadios. Por una señal de cable se transmiten<br />

las imágenes con cámaras que permiten ver el juego<br />

desde 12 ángulos diferentes.<br />

Los críticos de la innovación argumentaban que la<br />

repetición provocaría retrasos notables, pero la MLB<br />

aseguró, antes del inicio de la temporada, que solo<br />

tomaría 400 milisegundos que las imágenes lleguen<br />

al Centro de Operaciones de Repeticiones.<br />

La práctica, a unos meses de implementada la norma que<br />

incorpora la repetición, es que en algunos casos dura un<br />

poco más - hasta 6 minutos se ha demorado una decisión<br />

- y tampoco el apoyo de la imagen vista de nuevo y cuadro<br />

a cuadro son infalibles, ni los árbitros del terreno, ni los de<br />

Manhattan. Al final es una decisión humana, aunque ahora<br />

los errores de los árbitros son reversibles y los aciertos ratificados<br />

en la pantalla principal del estadio.<br />

Fredi González, manager de los Bravos de Atlanta, declaró<br />

a AP en una información replicada por la página en español<br />

de la MLB, que los juegos no sufrirían mayor retraso: “En<br />

cuanto vean que algo ocurre, pueden ir directamente a esa<br />

jugada. Creen que habrá una respuesta cuando el umpire<br />

se ponga los audífonos... no habrá demora”.<br />

Ocho umpires trabajan en la oficina en Nueva York,<br />

donde cada uno atiende dos juegos, acompañados de<br />

técnicos que los asisten con el ángulo de las jugadas y<br />

las diferentes cámaras.<br />

“Lo que vamos a hacer es algo realmente grande”, dijo el<br />

Comisionado de la MLB, Bud Selig, el día que se anunció la<br />

aprobación de la nueva regla.<br />

Una información de la agencia Associated Press publicada el<br />

27 de marzo de 2014 en las páginas deportivas de El Universal<br />

de Venezuela describió: “En un área de 84 metros cuadrados,<br />

llena de pantallas y equipos de última tecnología con


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 43<br />

conexión directa a los 30 estadios de Grandes Ligas, está el<br />

Centro de Operaciones de Repeticiones (ROC, por sus siglas<br />

en inglés) el cerebro de la nueva política de revisiones de<br />

video que a partir de esta temporada tendrá la MLB”.<br />

En 2010, el lanzador venezolano Armando Galarraga estuvo<br />

a un out de lanzar el juego perfecto número 21 de la historia.<br />

Había dejado fuera a 26 bateadores, nadie se había embasado<br />

hasta que el árbitro de primera, Jim Joyce, cantó quieto<br />

a Jason Donald aunque en el video se vio claramente que el<br />

pitcher, en poder de la pelota, pisó primero la almohadilla.<br />

Aunque el propio umpire reconoció su error y se disculpó<br />

con el lanzador, la decisión quedó así. “Por mi culpa ese muchacho<br />

no logró un juego perfecto. Yo estaba convencido<br />

de que el corredor le había ganado al disparo hasta que vi<br />

la repetición. Fue la decisión más importante de mi carrera”,<br />

dijo después de ver el video de su error garrafal.<br />

Con la nueva regla el derecho venezolano estaría inscrito en la<br />

selecta lista de quienes han hilvanado la gran joya del picheo.<br />

Armando Galarraga dijo entonces: “Dejen al<br />

béisbol como está”, para responder a una pregunta<br />

que planteaba la revisión de la jugada.<br />

Los zapatos que llevaba el lanzador la<br />

noche de la hazaña negada por un error<br />

de apreciación, son exhibidos en el<br />

Museo Nacional del Béisbol y el Salón<br />

de la Fama de Cooperstown, con una<br />

placa que explica por qué el juego<br />

no fue perfecto.<br />

Los defensores de la decisión de<br />

ratificar la sentencia de Jim Joyce<br />

alegaron que las jugadas de<br />

apreciación son la esencia del<br />

juego; para los detractores<br />

también es esencial que si la<br />

pelota llega primero que el<br />

corredor es out.<br />

En aquel momento llegó a discutirse la posibilidad de revertir<br />

el error de Joyce apoyados en el video que demostraba<br />

el out. Incluso el presidente Barack Obama opinó en<br />

favor de revisar la decisión, pero todo quedó como establecía<br />

la norma vigente.<br />

Según publicó ESPN.com el 8 de junio de 2010, en nota<br />

tomada de AP (Galarraga 2010), “El presidente Barack<br />

Obama dijo en Washington que el error de un árbitro<br />

que costó a Armando Galarraga un juego perfecto,<br />

pone de manifiesto la necesidad de que las Grandes<br />

Ligas estudien la posibilidad de más revisiones<br />

video grabadas instantáneas”.<br />

Bud Selig opinó al día siguiente (3 de junio de<br />

2010) sobre histórico error: “A pesar de que el<br />

elemento humano es una parte integral del<br />

béisbol, es vital que los errores en el terreno<br />

de juego sean analizados. Tomando la decisión<br />

de anoche y otros eventos recientes, examinaré<br />

nuestro sistema de arbitraje, el uso más amplio<br />

de las repeticiones instantáneas y otros elementos<br />

relacionados”.


44 | Capítulo 2<br />

LA MEDICINA: CURACIÓN Y ATAJOS<br />

“Cuando me operaron el brazo, le dije al doctor que le pusiera<br />

la recta de Koufax. Y lo hizo, pero me puso el de la<br />

señora Koufax”. Tommy John.<br />

La medicina ha sido determinante en el béisbol. Antes de<br />

que el doctor Frank Jobe realizara la operación de trasplante<br />

de ligamento al lanzador Tommy John, las lesiones<br />

en el codo solían acabar con la carrera de los pitchers. El<br />

25 de septiembre de 1974 Jobe realizó la innovadora cirugía<br />

al lanzador de los Dodgers, quien presentaba ruptura<br />

de ligamento colateral medial en su codo izquierdo.<br />

La operación se conoce con el nombre del primer pelotero<br />

intervenido por Frank Jobe, fallecido en marzo de 2014 a los<br />

88 años de edad.<br />

Al principio el galeno creía que solo había 5% de probabilidades<br />

de que John volviera a las Grandes Ligas. Luego afirmó<br />

que entre 92 y 95 por ciento de sus pacientes volvían a lanzar,<br />

igual o mejor que antes de la intervención quirúrgica.<br />

La rehabilitación ameritaba cerca de un año para los lanzadores<br />

y seis meses para jugadores de otras posiciones. Inicialmente<br />

se requerían cuatro horas para llevar a cabo la intervención<br />

quirúrgica que ahora se realiza apenas en 60 minutos.<br />

Según el fisiatra venezolano Luis Parada, especialista en<br />

medicina deportiva y terapia del dolor, “la llamada operación<br />

de Tommy John es un procedimiento para reconstruir<br />

el ligamento medial del codo con la colocación de un injerto<br />

del mismo sujeto. Si bien, después de una larga rehabilitación,<br />

se han visto casos de mejoría en la velocidad, no<br />

hay reportes conocidos de pacientes sin lesión que hayan<br />

mejorado sus velocidades o desempeño profesional. Durante<br />

el proceso de rehabilitación se aprenden nuevas estrategias<br />

y ejercicios que logran fortalecer los músculos, no<br />

solo de la zona intervenida, sino también de las cadenas<br />

cinéticas de forma más efectiva y se adquieren mejores conocimientos<br />

de todo el cuerpo y de sus capacidades, y por<br />

ende de su recuperación”.<br />

“La operación de Tommy John – continúa explicando el<br />

fisiatra – se planteó como un experimento con un porcentaje<br />

muy bajo de eficiencia y revolucionó el mundo de la<br />

medicina deportiva. Aquí se puede hablar en el mundo<br />

médico y deportivo de investigación, creatividad y aciertos.<br />

Un pitcher amerita una intervención Tommy John<br />

por fallas en la técnica, la mecánica, el uso inadecuado<br />

de la cadena de lanzamiento (relación brazo – muñeca –<br />

hombro) y pie de apoyo, y por otro lado el sobreuso del<br />

lanzador (el inconveniente reposo o descanso). Es importante<br />

un entrenamiento adecuado y una vigilancia en los<br />

periodos de preparación – descanso – alimentación. He allí<br />

la relevancia de los entrenadores para corregir la técnica y<br />

no buscar soluciones mágicas”.<br />

El acceso a la información de voces autorizadas contribuye<br />

a la divulgación de importantes trabajos que apuntan a<br />

mejorar la práctica del béisbol en todos los niveles. La Academia<br />

Americana de Medicina Podiátrica Deportiva (‘American<br />

Academy of Podiatric Sports Medicine’) publicó en su<br />

página web un artículo sobre las lesiones que se producen<br />

por el uso indebido de zapatos, desconocimiento o falta de<br />

entrenamiento en situaciones como barrerse en las bases<br />

o pisar las almohadillas, y la importancia del conocimiento<br />

para la prevención de riesgos, especialmente para los jugadores<br />

de la pelota menor y los ‘peloteros de fin de semana’.<br />

Es un aporte que debe ser tomado en cuenta.<br />

Junto a la medicina y el béisbol también aparece el espinoso<br />

tema del uso de las sustancias para mejorar el rendimiento,<br />

incluso el asunto fue investigado por el congreso de los Estados<br />

Unidos. Hubo peloteros estelares involucrados, salieron<br />

a la luz pública los nombres de los laboratorios productores<br />

de los esteroides y anabolizantes, y en los noticiarios y<br />

espacios deportivos se hicieron polémicos debates sobre la<br />

validez de los números de quienes quisieron tomar el atajo.<br />

Fue un escándalo, el gran escándalo del béisbol. Una<br />

sombra en tiempos en los que los jonrones le dieron brillo<br />

al juego. Lo cierto es que la ausencia de controles permitió<br />

el abuso de las sustancias ilegales para mejorar el rendimiento<br />

con riesgos para la salud.<br />

En agosto de 2014, Anthony Bosch, dueño de la Clínica<br />

Biogénesis, ubicada en Coral Gables (Florida), se entregó a<br />

la DEA admitiendo su culpa en el suministro de sustancias


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 45<br />

(testosterona y hormonas de crecimiento humano) para<br />

mejorar el rendimiento a un grupo de peloteros que encabeza<br />

Alex Rodríguez, uno de los jugadores más importantes<br />

de la historia, destinado, desde que era un adolescente,<br />

a las más altas cumbres a las que pueda llegar un pelotero.<br />

Rodríguez fue tentado para usar las sustancias ilegales y a<br />

pesar de su magnífica carrera, es posible que no llegue al<br />

Salón de Fama, al igual que ha sucedido hasta ahora con<br />

jugadores de números extraordinarios como Barry Bonds,<br />

Mark McGwire, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y el lanzador<br />

Roger Clemens, quienes sin la sombra de los esteroides<br />

en sus historias ya deberían tener una placa en Cooperstown<br />

(Nueva York).<br />

Los defensores de esas figuras estelares insisten<br />

en que esas ‘sustancias de ayuda’ no mejoran<br />

el rendimiento. Entonces vale preguntar ¿por<br />

qué las usan?, ¿por qué se esconden?, ¿por qué<br />

tanta vergüenza al admitir sus culpas si no está<br />

mal consumirlas?<br />

El fisiatra Luis Parada explica el efecto en los deportistas:<br />

“El uso de esteroides y de otras sustancias para mejorar<br />

el rendimiento siempre ha estado en el campo deportivo,<br />

con verdades y mitos. En los años ‘60 el uso de estas<br />

sustancias, sobre todo entre los deportistas que practicaban<br />

halterofilia, se hizo frecuente, tanto así que en<br />

1986 la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional<br />

prohibió el consumo de cualquier sustancia como<br />

esteroides anabolizantes, estimulantes del sistema nervioso,<br />

anabólicos no esteroideos como hormonas de<br />

crecimiento, insulina y eritropoyetina”.<br />

“¿Qué conduce a un deportista a buscar o solicitar el estudio<br />

de sustancias anabolizantes para mejorar su rendimiento<br />

o sus marcas?”, se pregunta Parada. Para ello es necesario<br />

valorarlo desde un enfoque bio-psico-social.


46 | Capítulo 2<br />

Existen mecanismos para mejorar el desempeño atlético<br />

en los que la eficiencia se ve incrementada al mismo<br />

tiempo que ciertos efectos sobre el sistema nervioso central<br />

como euforia, disminución de la fatiga, acortamiento<br />

en el tiempo de recuperación entre sesiones de trabajo.<br />

Los principales efectos adversos podemos dividirlos en 4<br />

categorías: en el hígado, en el sistema reproductivo, en el<br />

sistema cardiovascular y alteraciones psiquiátricas.<br />

Los efectos adversos dependen de la dosis y de eso no hay<br />

data cierta, aunque son famosos los estudios de Archier<br />

en los ‘90 donde relaciona los niveles de testosterona en<br />

la sangre con conductas competitivas agresivas y dominantes.<br />

También pueden presentar elevación en la presión<br />

arterial por la retención de líquidos.<br />

Los efectos en el corazón son más importantes e incluyen isquemia<br />

y falla cardiaca súbita con el uso de anabólicos. Existen<br />

otras sustancias utilizadas para reducir la fatiga durante<br />

los eventos competitivos como las anfetaminas, cocaína y<br />

cafeína. Algunos atletas las usan como supresores del apetito<br />

para el control de peso. La menos frecuente es la cocaína<br />

debido a la corta duración de su acción. Los efectos adversos<br />

de las anfetaminas incluyen manifestaciones del sistema<br />

nervioso central como intranquilidad, mareos, temblores,<br />

irritabilidad, confusión, sobresaltos, paranoia, alucinaciones;<br />

efectos cardiovasculares como taquicardia, palpitaciones,<br />

arritmias, angina, alteraciones de la presión sanguínea y<br />

colapso cardiovascular. También se han reportado síntomas<br />

depresivos asociados a la supresión de estas drogas.<br />

Así que la vinculación de la ciencia con el deporte<br />

no debería considerarse como una perturbación a<br />

la esencia del juego. No es la medicina, se trata del<br />

negocio, de la ética.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 47<br />

Sobre eso también fue consultado el doctor Luis Parada:<br />

“No podemos perder el ojo crítico, el pensamiento científico<br />

en cada una de nuestras actividades, esa es la verdadera<br />

ciencia. No es la operación sola lo que mejora un<br />

lanzamiento, es todo un proceso de equipo, de trabajo, de<br />

conocimientos sinérgicos en busca de un objetivo común”.<br />

¿CUÁL ES LA ESENCIA?<br />

El béisbol, como todos los deportes, no es ajeno a la vida<br />

y por ende no ha estado nunca al margen de la ciencia,<br />

de los adelantos tecnológicos y hasta de las perversiones.<br />

Pero ha sido posible mantener su esencia en cada<br />

cambio, incluso los que al principio recibieron rechazo<br />

por parte de la afición ‘old fashion’ que ha existido desde<br />

los primeros tiempos.<br />

Si bien la incorporación de la repetición aún no termina de<br />

ser aceptada, la norma siempre será susceptible de alteraciones<br />

para ajustar los tiempos y evitar retrasos. El instinto<br />

del que hablaba Connie Mack para referirse a Casey Stengel,<br />

es una cualidad que debe tener un manager. Pero no<br />

es concebible en estos tiempos que los técnicos del béisbol<br />

desestimen las herramientas que brinda la tecnología<br />

o no echen mano de la sabermetría para tomar decisiones,<br />

aunque no lo hagan siempre y no lo hagan todos.<br />

podrían disfrutar; y también como dijo el escritor y periodista<br />

Jimmy Breslin: “El béisbol no es estadísticas, el béisbol<br />

es Joe DiMaggio doblando por la segunda base”.<br />

REFERENCIAS<br />

• Conde, Fernando. Beisbol.about.com. s.f. http://beisbol.<br />

about.com/od/reglas_y_principios/ss/Regla-del-sistema-de-repeticion-instantanea-en-Grandes-Ligas.htm<br />

(último acceso: 2014 de septiembre de 4).<br />

• Egloff, Bruno. Las reglas. Los Nardos Editores C.A, 2010.<br />

• Galarraga, Armando. ESPN. 6 de agosto de 2010. http://<br />

sports.espn.go.com/mlb/news/story?id=5263364<br />

(último acceso: 2014 de septiembre de 4).<br />

• Stark, Jayson. ESPN. 30 de agosto de 2011. http://<br />

espn.go.com/mlb/story/_/id/6908844/information-age-changing-way-game-played<br />

(último acceso:<br />

2014 de septiembre de 4).<br />

• Vené, Juan. Cinco mil años de Bbéisbol. Venezuela: Ediciones<br />

B, 2007.<br />

CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />

• Fotografía páginas 40 - 41 Eric Broder Van Dyke Shutterstock.com<br />

La esencia del béisbol es el duelo. El que se establece entre<br />

el pitcher y el bateador, el de un estratega contra el otro, el<br />

que se plantea el bateador consigo mismo cuando llega al<br />

plato, el del fildeador que trata de leer el batazo, el del corredor<br />

que le toma el tiempo al lanzador para salir al robo<br />

de la siguiente base, el de dos equipos que deben engranar<br />

más allá del rendimiento individual para buscar la victoria.<br />

El duelo entre los fanáticos con sus cantos y señas.<br />

El béisbol, a lo largo de su historia, ha incorporado cambios<br />

derivados de los avances tecnológicos, pero siempre<br />

un ganador de la Triple Corona será fenomenal y por más<br />

que existan videos para conocer el repertorio de un lanzador,<br />

los bateadores serán sorprendidos por un cambio y se<br />

poncharán viendo pasar una recta.<br />

Quienes no han incorporado a su visión del juego a la sabermetría,<br />

es probable que se estén perdiendo de algo que


Capítulo<br />

03<br />

Hitos, alcances y limitantes<br />

de la aplicación de la tecnología<br />

en el deporte de alto rendimiento<br />

Autores:<br />

José Luis Solleiro y Norma Solís<br />

“…El deporte se ha convertido en un sector relativamente<br />

autónomo: el de la teoría y la práctica científicas del<br />

cuerpo como potencialidad de rendimiento máximo (…),<br />

en la ciencia experimental del rendimiento corporal,<br />

y ha exigido la creación de laboratorios de medicina<br />

deportiva, la puesta a punto de material experimental<br />

y de equipos diversos, la apertura<br />

de institutos deportivos especializados”.<br />

Jean-Marie Brohm


50 | Capítulo 3<br />

RESUMEN<br />

De acuerdo con Tangelson (2010), “en algunas circunstancias<br />

de la historia humana, la modificación sustantiva de<br />

los contenidos científicos y tecnológicos en los que se basa<br />

la organización de la producción, constituye una verdadera<br />

revolución y forma parte, promueve y condiciona profundas<br />

repercusiones en las dimensiones económicas, sociales,<br />

culturales, educativas, poblacionales y políticas de la<br />

totalidad de los sectores y países, y de las relaciones entre<br />

ellos. En la actualidad se está desarrollando un proceso de<br />

transformación tan intenso y generalizado que es posible<br />

reconocer en nuestros días una revolución de esas características;<br />

un punto de inflexión a partir del cual habrán de<br />

modificarse todos los aspectos de la realidad”.<br />

En efecto, somos testigos de una era en la que la generación<br />

de conocimiento científico y tecnológico crece exponencialmente,<br />

incentivada por inversiones crecientes en el<br />

marco de un nuevo proceso socialmente distribuido en el<br />

que ya no solamente participan laboratorios universitarios,<br />

sino también empresas de diversos tamaños y orígenes,<br />

gobiernos, emprendedores, trabajadores y organizaciones<br />

no gubernamentales. La búsqueda por la competitividad<br />

en los negocios globales se ha convertido en el gran impulsor,<br />

lo cual confirma la vieja frase de Lincoln: “El combustible<br />

del interés que aviva la llama del ingenio”.<br />

Esta búsqueda no es ajena al negocio del deporte, que<br />

se ha convertido en una actividad económica de gran<br />

trascendencia por su impacto en el empleo, pero también<br />

por su influencia mediática. En este artículo se analiza<br />

una serie de hallazgos en la ciencia y la tecnología y<br />

su aplicación al deporte, así como el impacto que tienen<br />

en los logros de los atletas de alto rendimiento. Se incluye<br />

también una breve reflexión sobre la pertinencia<br />

ética de esta exigencia extraordinaria sobre el individuo<br />

a favor del éxito deportivo y económico.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 51<br />

DE LA CIENCIA DE LABORATORIO A LA TECNOLOGÍA<br />

EN LA INDUSTRIA DEPORTIVA<br />

Los avances dentro del marco conceptual de la física, con<br />

sus respectivas implicaciones en el desarrollo de la electrónica,<br />

la nanotecnología y en la revolución de las tecnologías<br />

de la información y las comunicaciones; los grandes<br />

descubrimientos de la biología molecular y las aportaciones<br />

de la química en la producción de nuevos materiales<br />

y la mejora de los procesos de producción, son conceptos<br />

propios del análisis de la relación entre la innovación y la<br />

competitividad de diversos sectores industriales; hoy también<br />

lo son para la emergente industria del deporte.<br />

El panorama actual para quien busca ser un deportista destacado<br />

se ha transformado significativamente, al tiempo<br />

que las oportunidades para alcanzar semejante anhelo se<br />

han multiplicado, justamente gracias a los conocimientos<br />

científicos traducidos en aplicaciones tecnológicas que no<br />

solo coadyuvan a que un individuo sea más veloz, más preciso,<br />

más fuerte y más ambicioso.<br />

Más aún, el desarrollo de las ciencias naturales que distinguió<br />

al siglo XX, impregnando la vida cotidiana sobre todo a partir<br />

de los últimos 25 años de dicha centuria, ha logrado acortar,<br />

en el ámbito deportivo, la brecha entre las limitaciones y el<br />

potencial humano al posibilitar que personas con alguna<br />

discapacidad física compitan en las más diversas disciplinas,<br />

incluyendo aquellas con exigencias como las de un triatlón.<br />

¿Cuáles han sido las innovaciones producto de la tecnociencia<br />

que han impactado de manera tangible el deporte<br />

en las recientes cuatro décadas?, ¿qué conocimientos o<br />

estudios subyacen detrás de ellas?, ¿qué tanto han ayudado<br />

a aumentar los récords?, ¿cuáles son los aspectos del<br />

desempeño humano en los que no han podido incidir? En<br />

este artículo se analizan las grandes corrientes de innovación<br />

para impactar el desempeño deportivo, llevando al<br />

humano a rebasar constantemente sus límites.<br />

“Ningún otro período de la historia ha sido más impregnado<br />

por la ciencias naturales (…) que el siglo XX” (Hobsbawm,<br />

1998: 516); de hecho, en ellas se basan los progresos de la<br />

tecnología revolucionaria que ha permeado y redefinido la<br />

vida humana, sobre todo desde el último cuarto de dicho<br />

siglo y en lo que va de la actual centuria. Aunque la tecnología<br />

basada en las modernas teorías científicas, como la<br />

relatividad, la física cuántica o la genética, era perceptible<br />

desde antes de 1914 – señala Hobsbawm – no fue sino a<br />

medida que concluía el segundo milenio que su irrupción<br />

en la vida cotidiana se tornó más frecuente y tangible.<br />

“La experiencia de las investigaciones realizadas durante la<br />

guerra, entre 1939 y 1946, que demostró, por lo menos a los anglo-norteamericanos,<br />

que una gran concentración de recursos<br />

podía resolver los problemas tecnológicos más complejos en<br />

un intervalo de tiempo sorprendentemente corto, animó a una<br />

búsqueda tecnológica sin tener en cuenta los costes, ya fuese<br />

con fines bélicos o por prestigio nacional, como en la exploración<br />

del espacio. Esto, a su vez, aceleró la transformación de la<br />

ciencia de laboratorio en tecnología, parte de la cual demostró<br />

tener una amplia aplicación a la vida cotidiana.<br />

El láser es un ejemplo de esta rápida transformación. Visto<br />

por primera vez en un laboratorio en 1960, a principios de los<br />

ochenta había llegado ya a los consumidores a través del disco<br />

compacto. La biotecnología llegó al público aún con mayor<br />

rapidez: las técnicas de recombinación del ADN, es decir, las<br />

técnicas para combinar genes de una especie con genes de<br />

otra, se consideraron factibles en la práctica en 1973. Menos de<br />

veinte años después la biotecnología era una de las inversiones<br />

principales en medicina y agricultura” (Hobsbawm, 1998: 521).<br />

En opinión de Zbigniew Oziewicz, por un lado, y de Leonel<br />

Pineda 1 , por otro, no obstante los adelantos que se hacen<br />

en la ciencia ocurren lentamente, es innegable que la metodología<br />

desarrollada por los científicos experimentales,<br />

a pesar de cuestionarse en muchos casos, ha propiciado<br />

avances significativos en términos tecnológicos, extendiéndose<br />

con el tiempo a muchas otras áreas que esperan<br />

obtener la misma eficacia en los resultados. “Y muchas de<br />

las aplicaciones consideradas modernas nacen de la física,<br />

tanto de la teórica como de la experimental” (Pineda, comunicación<br />

personal, 2014). Además, la innovación centrada<br />

en la aplicación y difusión amplia del conocimiento, se<br />

ha extendido a los más diversos campos de uso, incluido el<br />

deporte como se ilustra en la Figura 1.<br />

1<br />

El Dr. Oziewicz es profesor del Departamento de Física de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la<br />

Universidad Nacional Autónoma de México. El licenciado Pineda estudia actualmente la Maestría en Ciencias<br />

de la Computación en el Centro de Investigación e Innovación Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional.


52 | Capítulo 3<br />

Figura1: Hechos científicos y tecnológicos relevantes<br />

en innovaciones en el deporte de alto rendimiento<br />

1955<br />

Invención del transistor 1948<br />

Se publican el artículo sobre la Teoría Matemática de la<br />

Información, y el libro 'Cibernética o el control y<br />

comunicación en animales y máquinas', que retoma dicha<br />

teoría. Este último será uno de los pilares de la literatura<br />

en el estudio y desarrollo de la Cibernética propiamente y,<br />

a partir de ésta, de campos de investigación como la<br />

informática, la biónica y la robótica.<br />

Primera mitad del siglo XX<br />

Se desarrolla en su forma básica la mecánica o teoría<br />

cuántica cuyo objeto es el estudio y comportamiento de la<br />

materia a escala reducida, ésta será en lo subsecuente la<br />

teoría subyacente en los campos de la física y la química.<br />

Se publica 'Scientific Principles of Coaching' considerado<br />

el primer libro de mecánica aplicada al deporte.<br />

1953<br />

James Watson y Francis Crick proponen el modelo de<br />

la doble hélice del ADN.<br />

1952<br />

Los rusos L. V. Radushkevich y V.M. Lukyanovich dan<br />

cuenta de la existencia de nanotubos de carbono.<br />

Década 1950<br />

*Richard Feynman, en su conferencia "Hay mucho<br />

espacio en el fondo", se refiere a la posibilidad de<br />

manipular las cosas átomo por átomo.<br />

1958<br />

Desarrollo del microchip.<br />

1959<br />

Honeywell desarrolla el primer sensor inteligente.<br />

1960 - 1965<br />

1969<br />

Puesta en órbita de los pimeros satélites de<br />

comunicaciones.<br />

se acuña el término biónica, "la ciencia de los<br />

sistemas cuya función se basa en sistemas vivos o<br />

parecidos a éstos".<br />

1960<br />

Isaac Asimov acuña el término robótica.<br />

1957<br />

Lanzamiento del primer satélite artificial, Sputnik I.<br />

Década 1950<br />

Década 1960<br />

Crece el interés por la investigación en torno a la<br />

mecánica del movimiento humano y hacia la mecánica<br />

de las técnicas deportivas; aparecen las primeras revistas<br />

especializadas en Educación Física.


Nacimiento del primer bebé probeta. 1978<br />

1975<br />

Primera computadora personal, Altair 8800, para<br />

armar en casa.<br />

1974<br />

Norio Taniguchi acuñó el término nanotecnología para<br />

referirse a la tecnología aplicada al diseño, síntesis,<br />

caracterización y aplicación de materiales y dispositivos a<br />

escala atómica y molecular. El comportamiento de los<br />

materiales con dimensiones en el rango de los<br />

nanómetros se rige por las leyes de la mecánica cuańtica.<br />

<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 53<br />

1989- 1990<br />

Timothy Berners-Lee desarrolla la World Wide Web, la cual<br />

será liberada al público en 1992.<br />

1985<br />

Se crean moléculas de 60 carbonos (fullerenos); una de sus<br />

aplicaciones tecnológicas son los dispositivos de grabación.<br />

Década 1980<br />

Se desarrolla una amplia gama de microscopios de sonda de<br />

barrido que logran imágenes a escala atómica, lo que favorece<br />

el avance en la nanotecnología.<br />

1971<br />

Intel lanza al mercado el primer microprocesador<br />

digital integrado en un chip, el 4004. El hecho es un<br />

salto tecnológico en la evolución de la electrónica y de<br />

la computación, ya que estos circuitos integrados,<br />

capaces de ejecutar instrucciones indicadas por los<br />

programas computacionales, permiten la<br />

miniaturización de las computadoras.<br />

Clonación de una oveja.<br />

1991<br />

1997<br />

Sumio Lijima descubre oficialmente los nanotubos de<br />

carbono, láminas muy finas de grafito enrolladas en forma<br />

de tubo, entre cuyas propiedades fisicoquímicas destaca su<br />

extraordinaria dureza y el ser muy ligeras. Los nanotubos<br />

suelen utilizarse para sistemas de almacenamiento de<br />

energía embebidos en los tejidos.<br />

1970<br />

Hamilton Smith y Daniel Nathans descubren una enzima<br />

capaz de reconocer y cortar el ADN en secuencias<br />

específicas, descubrimiento clave en el desarrollo de la<br />

ingeniería genética o ADN recombinante.<br />

Década 1970<br />

Resultado de la investigación continua en física de<br />

particulas, se completa la descripción de tres de las<br />

cuatro fuerzas básicas (electromagnética, fuerte y débil),<br />

mediante las cuales interactuan las partículas que son<br />

los componentes básicos de la materia en el universo.<br />

*Comienza el auge de la nanotecnología, cuya precursora<br />

es la física de superficies.<br />

Década 1990<br />

Desarrollo y aplicación de la terapia génica, un método para<br />

tratamiento de enfermedades basado en la transferencia de<br />

material genético a las células de un individuo.<br />

2004<br />

Se aisla el grafeno, material fino (de un átomo de espesor),<br />

resistente, flexible, transparente y superconductor, utilizado<br />

para fibras ópticas, computadoras más rápidas, pantallas<br />

flexibles, páneles solares y sensores de diferentes tipos.<br />

2003<br />

Se termina de secuenciar el genoma humano.<br />

Década 2000<br />

Fuente: elaboración propia con base en Martínez (1984), Soberón (1997), Custorio, Bragos y Pallás (1999), Bizberg y Meyer (2003), Ruíz y Sangro (2005), Asimov<br />

(2007), Miralles y Giullano (2008), Izquierdo (2008), Alario (2009), Espinoza (2011), Díaz del Castillo (2012), Morán y Rodríguez (2012).


54 | Capítulo 3<br />

Así, por ejemplo, los hallazgos y el entendimiento alcanzado<br />

hacia la década de 1970 en cuanto a la estructura molecular<br />

de los seres vivos y respecto a las propiedades físicas<br />

y el comportamiento de la materia, fueron determinantes<br />

para desarrollar métodos, técnicas y dispositivos tecnológicos<br />

que salieron de los ámbitos de investigación y académico<br />

para impactar, entre otras realidades e inquietudes,<br />

en ese histórico afán por mejorar las cualidades físicas del<br />

cuerpo humano que ha encontrado su expresión por excelencia<br />

en las competencias deportivas.<br />

No es casualidad que a la frase que desde finales del siglo<br />

XIX identifica a los Juegos Olímpicos de la era moderna,<br />

“Más rápido, más alto, más fuerte”, se le haya asociado<br />

en años posteriores con la idea de ser un estímulo para<br />

la mejora de los récords 2 . Con ese sentido, dicho lema ha<br />

pasado a ser una expresión metonímica del objetivo de ese<br />

tipo de encuentros que se caracterizan por reunir a hombres<br />

y mujeres de diferentes países del orbe con condiciones<br />

genéticas, características fisiológicas y psicológicas<br />

que les permiten llevar al límite su rendimiento en aras de<br />

erigirse como los mejores en su categoría.<br />

En la actualidad, tal élite dispone cada vez más y con mayor<br />

frecuencia, de medios e instrumentos tecnológicos para alcanzar<br />

el referido anhelo; en las últimas cinco décadas sus<br />

posibilidades se han multiplicado continua y exponencialmente.<br />

Situación en la que, paralelamente a las aplicaciones<br />

derivadas del avance del conocimiento científico y tecnológico,<br />

subyace la propia evolución sociocultural de la actividad<br />

deportiva que, de la mano del desarrollo de medios de<br />

comunicación masiva, se convirtió en uno de los fenómenos<br />

sociales distintivos del siglo XX 3 (y con ese sello ha transitado<br />

por los tres lustros del XXI). Pasó de ser el entretenimiento<br />

de unos cuantos aficionados al espectáculo de masas en<br />

el que sus protagonistas ganan sueldos de estrellas de cine<br />

y se convierten en personajes dignos de admiración, en figuras<br />

públicas a escala nacional e internacional, idóneos para<br />

promocionar no solo la disciplina deportiva que practican<br />

sino también todos los productos relacionados.<br />

La expansión del deporte, de acuerdo con Capretti (2011)<br />

“puede ser considerada una de las primeras manifestaciones<br />

de la mundialización, con respecto del incremento del<br />

número de participantes, de los intereses mediáticos y de<br />

las inversiones económicas (Hobsbawm, 1991)”.<br />

Desde su nacimiento, el deporte moderno fue incluido<br />

en la red de relaciones económicas. Su institucionalización<br />

a lo largo del siglo XX favoreció y acentuó<br />

su carácter comercial hasta consolidarse como el principal<br />

producto de la industria del entretenimiento.<br />

Porque constituye un negocio que, simultáneamente<br />

a la venta de derechos de difusión de las competencias<br />

y los acuerdos de patrocinio de los atletas, comprende<br />

la venta de equipamiento, alimentos y ‘souvenirs’<br />

dirigidos tanto a estos como al público en general,<br />

despertando siempre una idea aspiracional.<br />

“La industria del deporte tiene una incidencia cada vez<br />

mayor en la economía mundial, concretamente en la<br />

creación de empleo, en la inversión en infraestructura<br />

pública y en la movilización de recursos. Se prevé que<br />

los ingresos mundiales que genera (…), incluidos los<br />

acuerdos de patrocinio, los beneficios de taquilla, los<br />

derechos de los medios de comunicación y la comercialización,<br />

asciendan a 133 mil millones de dólares en<br />

2013, en comparación con los 114 mil millones de dólares<br />

registrados en 2009” (OMPI, s/a:1).<br />

Es esa característica de ‘actividad rentable’ la que explica el<br />

que ésta resulte económicamente interesante para empresas<br />

de diversos sectores: los clubes y ligas deportivas, los<br />

medios de comunicación y, por supuesto, los fabricantes<br />

de artículos que posibilitan el deporte de máximo nivel.<br />

El interés, sobre todo de estos últimos, los ha llevado a<br />

vincularse con instituciones académicas, con expertos en<br />

diferentes disciplinas científicas y tecnológicas; y, destinar<br />

recursos y establecer sus propios centros de investigación<br />

en pos de realizar estudios que les permitan dotar al atleta<br />

de los aditamentos propicios que lo ayuden a alcanzar el<br />

éxito (Tabla 1).<br />

2<br />

Establecida como lema de los Juegos Olímpicos por el Barón Pierre de Coubertin, la frase fue<br />

originalmente utilizada por el padre dominico Henri Martin Dideon (Prefecto de Colegio de Arcueil,<br />

localidad cercana a París. Este pedagogo la pronunció el 7 de marzo de 1891 durante la entrega de los<br />

premios anuales de la Asociación École Albert le Grand, de la que era director. Señala Jesús Castañón<br />

Rodríguez que “el verdadero sentido de la frase corresponde a una invitación a ser más digno, más<br />

alto, más fuerte en la mejora personal y progresiva del perfeccionamiento moral” (Castañón, 2000: 1).<br />

3<br />

Señala Silvia Capretti, doctora en Sociología e Investigación Social, que en las últimas décadas<br />

(desde 1970 y sobre todo a partir de 1980) el deporte ha sido revaluado por las ciencias sociales,<br />

que lo han llegado a considerar como una metáfora de toda la sociedad y lupa de la mutación social.


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 55<br />

Tabla 1. Empresas de artículos deportivos que invierten en investigación<br />

Nombre<br />

Vínculo con actividades de investigación Valor según Forbes 2013<br />

Nike<br />

Adidas<br />

Under<br />

Armour<br />

Reebok<br />

Speedo<br />

En la década de 1970 Nike diseñó unos zapatos para correr que resultaron<br />

más ligeros y de mejor tracción que los que había en el mercado. Tal<br />

innovación la distinguió de sus competidores. En esa misma época creó el<br />

Nike Sport Research Lab (NSRL), laboratorio donde el trabajo de científicos,<br />

ingenieros, diseñadores y atletas se centra en la biomecánica, la fisiología,<br />

la percepción y el rendimiento deportivo.<br />

Con la experiencia de fabricar calzado deportivo desde los años veinte,<br />

Adolf Dassler creó la empresa en 1948. En 1954 trascendió por<br />

proporcionar a los futbolistas germanos calzado hecho de piel más ligera y<br />

con clavos metálicos que le brindaron mayor adherencia al suelo mojado<br />

durante la final de la Copa del Mundo, elemento al que se atribuyó en gran<br />

parte el triunfo de la escuadra alemana en aquel día lluvioso. Su centro de<br />

investigación y desarrollo se encuentra en Alemania y tiene un centro de<br />

medicina deportiva en la University Park, St Johns (Auckland).<br />

Su origen se remonta a mediados de la década de 1990, cuando el jugador<br />

de fútbol americano Kevin Plank diseñó una camiseta de microfibra que<br />

mantiene al deportista seco y actúa como una segunda piel dado el ajuste<br />

que reduce la vibración del músculo y la fatiga de los tejidos. La marca se<br />

ha distinguido por la innovación textil al desarrollar en su laboratorio fibras<br />

para prendas con funciones como las de resistencia al agua y la lluvia,<br />

manteniendo el cuerpo protegido y seco; evaporación de la humedad para<br />

que el atleta permanezca fresco; protección ultravioleta, etc.<br />

El producto que marcó el inicio en 1895 de la empresa fue las 'Spike of fire'<br />

('Clavos de fuego'), las primeras zapatillas en la historia diseñadas para<br />

correr. El atleta inglés Joseph W. Foster las fabricó para sí mismo a fin de<br />

tener un mejor agarre en las pistas de arena y, posteriormente, las produjo<br />

para otros deportistas. Muestra de que la compañía ha incorporado<br />

avances tecnológicos a sus productos es que en 2010 lanzó en el mercado<br />

mexicano el calzado 'ZigTech', cuya premisa es evitar lesiones al reducir el<br />

desgaste y desgarre en músculos clave de la pierna. Dicha tecnología es<br />

responsabilidad del equipo de Innovación Avanzada de Reebok, liderado<br />

por el ex ingeniero de la NASA, Bill McInnis.<br />

Fundada a principios del siglo XX, en Sydney (Australia), Speedo se ha<br />

dedicado principalmente a la fabricación de artículos para nadar,<br />

destacando sus innovaciones en la confección de trajes de baño. En la<br />

década de 1970 se convirtió en la primera compañía en producir trajes de<br />

baño hechos con nylon y elastano. En 1992 lanzó el traje 'S2000', el cual<br />

presentaba un 15% menos de resistencia al avance en comparación con el<br />

tejido de los bañadores convencionales. Aqualab, su departamento de<br />

investigación y desarrollo, cuenta con expertos de distintos sectores y<br />

disciplinas como la industria aeroespacial, ingeniería y medicina, así como<br />

líderes en ciencias del deporte y construcción de la tela del vestido.<br />

U$17.3 mil millones<br />

U$7.1 mil millones<br />

U$3.7 mil millones<br />

U$1.1 mil millones<br />

Forbes no la incluye<br />

en su lista de las 10 marcas<br />

deportivas más valiosas<br />

en el 2013<br />

Fuente: Elaboración propia con base en Smit (2007), Schaefer (2012), Forbes (2014) Speedo (s/a) y Adidas (2014).


56 | Capítulo 3<br />

De hecho, los principales fabricantes de artículos deportivos,<br />

como Nike, Puma, Asics, entre otros, destinan más<br />

del 1% de sus ventas anuales a investigación y desarrollo<br />

(Shaefer, 2012), además de mantener redes de colaboración<br />

que les facilitan el acceso a conocimientos creados en<br />

diversos ámbitos institucionales.<br />

Es evidente el acercamiento que ha tenido en los últimos<br />

50 años el deporte moderno y postmoderno con la ciencia<br />

y la tecnología en aras de encontrar satisfacción a las<br />

demandas inherentes por las características esenciales del<br />

primero: la constante persecución del récord, el creciente<br />

interés por la velocidad y la obsesión por lo mensurable<br />

(Brhom, 1982). El ritmo al que se ha movido la relación ha<br />

sido directamente proporcional al grado de exigencia de<br />

tales necesidades.<br />

Reflejo de esa dinámica es la paulatina pérdida de vigencia,<br />

conforme fue avanzando el siglo XX e iniciando<br />

el XXI, del credo olímpico pronunciado en los Juegos<br />

de Londres en 1908: “Lo importante en la vida no es el<br />

triunfo sino la lucha, lo esencial no es haber vencido sino<br />

haber luchado bien” (COI, 103:1); y, consecutivamente,<br />

la transición a un contexto en el que contender dejó de<br />

ser suficiente. “Hoy se compite para ganar, ganar casi a<br />

como dé lugar, pues la moral deportiva se ha vuelto acomodaticia,<br />

acoplada a la urgencia del triunfo” (Ávalos,<br />

2005:1 citado en De la Vega, 2005).<br />

LOS MEDIOS TECNOLÓGICOS: PROYECCIÓN Y<br />

EXTENSIÓN DE LAS CAPACIDADES HUMANAS<br />

Las innovaciones tecnológicas han sido una constante<br />

claramente identificable en la historia del deporte profesional<br />

de alto rendimiento, a raíz del impulso sostenido<br />

que éste empezó a tener tras la instauración de los<br />

Juegos Olímpicos Modernos en 1896. Y sobre todo después<br />

de la Segunda Guerra Mundial, cuando el deporte<br />

adquirió una dimensión mundial con la multiplicación<br />

de competencias, su extensión a un mayor número de<br />

países y el incremento en la cantidad de atletas participantes<br />

(Gillet, 1971; Brohm, 1982).<br />

Es justamente en este proceso de expansión del deporte,<br />

de su posicionamiento como fenómeno sociocultural y<br />

económico distintivo de la época moderna y, por supuesto,<br />

de la <strong>Sociedad</strong> de la Información, donde se evidencia<br />

la presencia de las innovaciones tecnológicas en materia<br />

de información y comunicación. Ese grupo de sistemas o


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 57<br />

dispositivos que se caracterizan por procesar datos (texto,<br />

imagen y audio), cuyo manejo influye directamente en la<br />

organización y difusión del evento deportivo.<br />

Al respecto, el primer gran referente es, sin duda, la televisión<br />

que, como medio de comunicación masiva, vino no solo a reforzar<br />

el trabajo de darle una dimensión pública al deporte,<br />

el cual había empezado, con sus respectivos alcances y limitantes,<br />

la prensa escrita y la radio al difundir las confrontaciones<br />

deportivas y sus resultados. Más aún, la televisión (que<br />

aunque empezó a funcionar a finales de la década de 1920, su<br />

auge ocurrió a partir de los años cincuenta) llevó a los hogares<br />

las imágenes en movimiento y con ello contribuyó a hacer del<br />

deporte un espectáculo (Hobsbawm, 1998; Brohm, 1982), lo<br />

que, a su vez, propició un público numéricamente mayor.<br />

“… La verdadera fascinación del espectáculo que se apodera<br />

de las multitudes proviene del poder de la retransmisión<br />

generalizada de las competencias. Retransmisión<br />

que – desde un único punto del mundo, un estadio, hacia<br />

todos los puntos posibles, a cada hogar – respeta el estilo<br />

propio de estos espectáculos: lo directo, lo instantáneo, la<br />

cámara lenta y la repetición de todos los ángulos” (Brohm,<br />

Perelman y Vassort, 2004:9).<br />

A la popularización del deporte y a “convertirlo en una industria<br />

del entretenimiento con cobertura global” (De la<br />

Vega, 2005: 1) 4 , contribuyeron también las transmisiones<br />

en vivo que fueron posibles, a partir de la década de 1960,<br />

gracias a los satélites artificiales de comunicación; y, por<br />

supuesto, 30 años después el paradigma de las <strong>Sociedad</strong>es<br />

de la Información: Internet, un ejemplo más de la rapidez<br />

con la que las novedades tecnológicas han tocado<br />

la gestión de los acontecimientos deportivos. A menos<br />

de un lustro de que la ‘tripe w’ fuera liberada al público, el<br />

Comité Internacional Olímpico abrió, en 1995, su página<br />

web; un año más tarde, en la celebración del centenario<br />

de los Juegos Olímpicos Modernos en Atlanta, por primera<br />

vez se incorporaron masivamente sistemas de información<br />

que sirvieron para la difusión y organización de los juegos.<br />

IBM creó un sistema para proveer, tanto a los atletas como<br />

a los profesionales de los medios de comunicación, de información<br />

sobre los participantes; además de un servicio<br />

de correo electrónico interno para coordinar la logística del<br />

evento. Según datos de IBM, la web oficial de Atlanta 1996<br />

permitió la venta de 130.000 localidades y tuvo un total<br />

de 190 millones de visitas durante los 16 días que duró el<br />

evento (De Pablos Pons, s/a) 5 .<br />

De hecho, en el rubro de innovaciones orientadas a la organización<br />

para ofrecer un mejor espectáculo, destacan<br />

las cámaras como la ‘Ref Cam’ que se probó en el 2013 en<br />

juegos de rugby, cuyo objetivo era que el público tuviera<br />

imágenes del juego desde la perspectiva del árbitro; las<br />

cámaras robóticas controladas remotamente para lograr<br />

imágenes de lugares que son inaccesible para los fotógrafos<br />

humanos (implementadas en las Olimpiadas 2012); y la<br />

transmisión en tercera dimensión de diferentes encuentros<br />

deportivos a partir del 2010 6 (Peralta, 2012).<br />

Tecnologías para hacer eficiente la medición de<br />

pruebas y potenciar el rendimiento humano<br />

La muestra clara de que, en las últimas cinco décadas, el deporte<br />

ha retomado para sus propios fines gran parte de la<br />

metodología e instrumentos que la ciencia y la tecnología<br />

han desarrollado en el último siglo (Pineda, comunicación<br />

personal, 2014) yace principalmente en dos actividades:<br />

• El diseño de instrumentos que pueden ayudar a definir,<br />

a nivel arbitral, el resultado de la competencia.<br />

• La adopción y creación ex profeso de técnicas o dispositivos<br />

que impactan directamente en el rendimiento<br />

del competidor.<br />

Instrumentos de precisión para la toma<br />

de decisiones arbitrales<br />

Sistemas que captan y registran el movimiento de los deportistas<br />

y de los objetos que se utilizan durante la competencia a fin<br />

de brindar información clara y precisa sobre las variables involucradas<br />

(velocidad, trayectoria, etc.), que influyen en los resultados,<br />

y a partir de las cuales se puede determinar el ganador<br />

de una prueba; la Tabla 2 ilustra algunos de los más relevantes.<br />

4<br />

Uno de los primeros eventos a nivel mundial que se transmitió por televisión fue precisamente los<br />

Juegos Olímpicos que se celebraron en 1936, en Berlín (Alemania).<br />

5<br />

Fue en la década de 1960 cuando se empezó a utilizar computadoras para almacenar y procesar<br />

datos sobre los deportistas y los resultados, o a fin de coordinar la logística de los eventos.<br />

6<br />

Entre los primeros encuentros transmitidos en tercera dimensión figuran el de rugby entre Francia<br />

e Inglaterra del Torneo Seis Naciones (20 de marzo de 2010) y el de la Liga Nacional Americana de<br />

Hockey entre los New York Ranger y los NY Islanders (25 de marzo de 2010), y ese mismo año el<br />

Mundial de Fútbol efectuado en Sudáfrica (Casanova, 2010).


58 | Capítulo 3<br />

Tabla 2. Principales instrumentos de precisión para la toma de decisiones arbitrales<br />

Nombre del sistema<br />

o dispositivo<br />

Repetición<br />

instantánea<br />

Paneles tácticos<br />

Tacos de salida<br />

completamente<br />

electrónicos<br />

Ojo de halcón<br />

Balón electrónico<br />

(Sistema Cairos)<br />

Petos electrónicos<br />

Tecnología base<br />

• Cámara de televisión y video.<br />

• Sensores que se activan al contacto con el dedo de<br />

un nadador.<br />

• Computadoras que reciben la señal de activación<br />

del sensor y registran tiempos parciales y totales<br />

en la prueba de natación.<br />

• Sensores que se activan al contacto con el pie del<br />

corredor y se combinan con un disparo de salida<br />

que se transmite a través de un pequeño altavoz<br />

en la parte posterior de cada bloque de salida<br />

por lo que cada corredor oye exactamente al<br />

mismo tiempo.<br />

• Cámaras de video que funcionan a una velocidad<br />

de 500 tramas por segundo para detectar la<br />

trayectoria de una pelota.<br />

• Computadoras que analizan tanto las imágenes<br />

que se registran en tiempo real como su posición<br />

respecto de un área de juego predefinida<br />

conforme a las reglas de éste.<br />

• Sensor dentro del balón que detecta campos<br />

magnéticos al entrar en contacto con ellos.<br />

• Cables en el césped del área de penalti y de meta con<br />

corriente eléctrica que genera un campo magnético.<br />

• Computadora para análisis y transmisión de datos.<br />

• Radio reloj para recibir señal en caso de que el balón<br />

cruce la línea de meta.<br />

• Sensores de impacto y proximidad en el peto y/o<br />

protectores de pie que identifican los golpes<br />

válidos y transmiten los datos respectivos a un<br />

ordenador.<br />

• Software que registra los datos y señala la<br />

puntación inmediatamente.<br />

Aplicación<br />

Se utilizó por primera vez en los Olímpicos de<br />

Invierno de Squaw Valley 1960, para definir si<br />

en la prueba de eslalon un esquiador se había<br />

saltado una puerta. Pero fue en el fútbol<br />

americano que se implementó de manera<br />

continua en esa misma década. Sistemas<br />

similares se implementaron en el rugby ('Video<br />

ref') y en el baloncesto de la NBA.<br />

Estos dispositivos de cronometraje<br />

automático y electrónico, que registran el<br />

tiempo de un nadador al participar en una<br />

competencia, se empezaron a utilizar en la<br />

década de 1960.<br />

Estos sistemas, estrenados en los Juegos<br />

Olímpicos de 2012, detectan el tiempo de<br />

reacción y la fuerza ejercida en un margen más<br />

preciso que la tecnología utilizada desde los<br />

Juegos de Montreal en 1976, la cual requería<br />

que los atletas empujaran los bloques cinco<br />

milímetros para registrar una salida.<br />

El sistema, desarrollado inicialmente en<br />

1999, es utilizado por los jueces<br />

principalmente para determinar y<br />

comprobar la zona o línea en la que cae o<br />

golpea una pelota dentro del área de juego.<br />

La primera prueba se hizo durante un<br />

partido de Críquet en 2001 y a partir del<br />

2006 se utiliza principalmente en el tenis.<br />

El sistema Cairos, diseñado en 2006 y<br />

probado por primera vez en la Copa Mundial<br />

de Clubes de la FIFA 2007, en Japón, envía<br />

una señal al radio reloj del árbitro cuándo el<br />

balón cruza la línea de meta.<br />

La Federación Mundial de Tae Kwon Do<br />

decidió incorporar esta tecnología después<br />

de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la<br />

cual ayuda a definir casi en tiempo real si un<br />

contendiente consigue determinada<br />

puntuación en función del golpe efectuado,<br />

zona de impacto y potencia.<br />

Fuente: Elaboración propia con base en OMPI (2010), Azcona (2012), Alperín (2006), Sutter (2012) y Howard (s/f).


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 59<br />

Técnicas o dispositivos de impacto directo<br />

en el desempeño<br />

Son, en esencia, aquellos utilizados por el equipo de entrenamiento<br />

del atleta o por este último, durante la etapa de<br />

entrenamiento o en plena competencia, con el objetivo de<br />

mejorar su rendimiento al potenciar sus cualidades físicas.<br />

En cuanto al equipo empleado durante la etapa de<br />

entrenamiento, muchas de las opciones disponibles<br />

tienen un estrecho vínculo con la investigación biomecánica<br />

en tanto que ésta “estudia los fenómenos físicos<br />

(un lanzamiento, un desequilibrio, el impacto con el<br />

suelo en la carrera, etc.) necesitando de las tecnologías<br />

para medir diferentes variables biológicas y mecánicas”<br />

(Moya, Vera-García, López, Aracil, Reina, Gutiérrez<br />

y Paredes, 2007b); y, a partir del análisis de los datos<br />

obtenidos, establecer la adecuada periodización de<br />

las cargas de actividad física en el entrenamiento, los<br />

movimientos o posiciones técnicas a corregir por parte<br />

del atleta, los ejercicios a realizar, entre otras acciones<br />

encaminadas a maximizar la probabilidad de obtener<br />

mejores resultados.<br />

Al respecto, hasta mediados de los años sesenta la tecnología<br />

básica utilizada se circunscribía a la cinematografía<br />

y la electromiografía. Pero los avances tecnológicos de la<br />

época (entre ellos, las computadoras que facilitaron la concentración,<br />

manejo, y análisis de datos) ampliaron, desde<br />

la siguiente década, la gama tanto de dispositivos como de<br />

técnicas en la investigación biomecánica, incluyendo algoritmos,<br />

equipos y software para simulación. Algunos de los<br />

más representativos se refieren en la Tabla 3.<br />

Tabla 3. Técnicas y dispositivos para maximizar el rendimiento deportivo<br />

Nombre<br />

Goniometría<br />

electrónica<br />

Plataformas<br />

de fuerza<br />

Realidad virtual<br />

GPS<br />

Analizadores<br />

portátiles de lactato<br />

Electroestimuladores<br />

Caminadoras<br />

antigravedad<br />

Función<br />

Sistema de sensores que se colocan sobre las articulaciones para registrar el movimiento de éstas;<br />

ayudan a calcular aceleraciones y velocidades como la de rotación o flexión de un hombro durante<br />

el lanzamiento.<br />

Dispositivos que se encajan en una superficie para que al ser pisados pueda conocerse el impacto<br />

que supone el apoyo del pie en el suelo. Son empleadas en diferentes disciplinas deportivas<br />

(carreras de fondo y de velocidad, baloncesto, gimnasia) ya que ayudan a determinar la eficacia de<br />

técnica del deportista en la amortiguación. Es uno de los principales instrumentos utilizados por las<br />

marcas de zapatos deportivos en busca de sistemas de amortiguación.<br />

Sistema informático que simula una situación para que sea percibida como real desde el punto de<br />

vista del participante. Los ciclistas australianos lo utilizaron para entrenar con miras a su<br />

participación en Londres 2012.<br />

Registran frecuencia cardiaca, así como posición, velocidad, pendiente o altitud a la que se<br />

encuentra el deportista en pleno esfuerzo. De especial interés para deportes extremos como esquí,<br />

windsurfing, paracaidismo, etc.<br />

Se utilizan para efectuar una valoración metabólica del deportista.<br />

Funcionan con corriente eléctrica para estimular los músculos y desarrollar la fuerza en los<br />

deportistas.<br />

Reducen el impacto en articulaciones y músculos. Tecnología desarrollada en la NASA y probada por<br />

Nike en corredores de distancia. La corredora Shannon Rowbury entrenó en una caminadora de este<br />

tipo para su participación en los Olímpicos de Londres 2012.<br />

Fuente: Elaboración propia con base en Moya et ál. (2007), Univisión (2009), Shutter (2012) e Ingenet Bitácora (2012).


60 | Capítulo 3<br />

Un caso destacable de cómo la aplicación del conocimiento<br />

de los principios biomecánicos repercute en la mejora<br />

de la técnica y rendimientos deportivos es el del tenista<br />

español Rafael Nadal, uno de los mejores del mundo en<br />

la última década. En el 2010, luego de efectuar un estudio<br />

biomecánico de la ejecución corporal del jugador al realizar<br />

el saque, su equipo de entrenamiento introdujo una<br />

ligera variación en el grip (posición de la mano en el agarre<br />

de la raqueta) del jugador (Antena 3.com, 2010). El resultado:<br />

“Nadal llegó a sacar a 217 kilómetros por hora, récord<br />

absoluto en su carrera… Para él son cifras que hace unos<br />

días parecían impensables” (Mateo, 2010: s/p).<br />

Como el entrenamiento, la competencia en sí se ha visto<br />

permeada por las innovaciones tecnológicas que acompañan<br />

al deportista en ese momento decisivo, el de la<br />

prueba; y son éstas principalmente las que remiten a la<br />

idea de que las tecnologías surgen como metáforas del<br />

cuerpo humano, son una prolongación del mismo e incrementan<br />

sus capacidades.<br />

Hablamos ahora de la indumentaria y de artículos indispensables<br />

para participar en una prueba deportiva determinada:<br />

calzado, camisetas, gafas, guantes, jerseys, cascos, bicicletas,<br />

raquetas, palos de golf, etc. En su diseño convergen<br />

conocimientos y tecnologías de diversas áreas científicas,<br />

una de las más jóvenes, pero de mayor impacto en la carrera<br />

por obtener el producto que catapulte al deportista al punto<br />

más alto del pódium, es la nanotecnología, cuyos ejemplos<br />

de uso se encuentran en múltiples disciplinas:<br />

• Palos de golf más resistentes y ligeros gracias a que<br />

los cubrimientos de los nanometales con estructura<br />

cristalina son hasta mil veces más pequeños que<br />

los metales tradicionales, pero cuatro veces más<br />

resistentes. Con esas características se presenta la<br />

posibilidad de pegarle a la pelota con más fuerza y<br />

precisión (Oaleta, s/f).<br />

• Bicicletas más ligeras pero con mejores niveles de rigidez<br />

y mayor resistencia gracias a su biela y cuadro<br />

construidos con nanotubos de carbono, como las utilizadas<br />

por primera vez en el Tour de Francia 2005, las<br />

‘Pro Machine’ (Nanotecwe.org, 2005).<br />

• Zapatos para correr que se distinguen por su ligereza.<br />

Una gama es la ‘Adizero’ creada por Adidas, la<br />

cual se caracteriza, por tejidos transpirables, una<br />

plataforma de carbono de 1.3.mm para minimizar<br />

la pérdida de energía, tachuelas de nanocerámica<br />

a fin de optimizar la propulsión y lograr mayor velocidad<br />

(Shaefer, 2012). El hilo sintético es uno de<br />

los materiales clave en zapatos como estos ya que<br />

envuelve el pie como si fuera un calcetín para crear<br />

así zapatos ligeros (aproximadamente 110 gramos)<br />

que brindan soporte y ventilación, destinados a corredores<br />

de distancias largas (Peralta, 2012).<br />

A la lista de equipamiento innovador también se suman:<br />

• Diversas prendas elaboradas con base en tejidos de<br />

compresión y bandas de poliuretano para lograr precisamente<br />

la compresión de vasos sanguíneos, incremento<br />

del flujo sanguíneo y mejora en la distribución<br />

de oxígeno y la expulsión del dióxido de carbono y<br />

el ácido lactático que emiten los músculos. Lo que<br />

representa, entre otros beneficios, la disminución<br />

de pérdida de energía ocasionada por los músculos<br />

que se mueven o agitan durante la práctica del<br />

deporte (Peralta, 2012). La compresión fue introducida<br />

por Adidas en 1998 en la natación, al emplearla<br />

para confeccionar el primer traje de baño de cuerpo<br />

entero. Uno de los atletas que utilizó los productos<br />

con esta tecnología fue el nadador australiano Ian<br />

Thorpe, medallista en los campeonatos mundiales<br />

de natación 1998, 2001 y 2003, y en los Juegos<br />

Olímpicos de Sidney 2000 y Atenas 2004.<br />

• Las raquetas de tenis cuya evolución tecnológica ha<br />

sido determinada por obtener dos características fundamentales:<br />

rigidez y ligereza. Bajo ese eje se han probado<br />

diversos materiales: grafito, cerámicas, fibras de<br />

vidrio, titanio. Por ejemplo, la tenista rusa María Sharapova,<br />

ganadora de los cuatro abiertos del Grand Slam,<br />

utiliza una raqueta construida a partir de un compuesto<br />

híbrido para reducir la vibración de la pelota. “La<br />

delgada geometría de la cabeza de la raqueta también<br />

aumenta su maniobrabilidad, lo que permite mayores<br />

velocidades de swing” (Shaefer, 2012).


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 61<br />

• En el abanico de este tipo de innovaciones no podía<br />

faltar el Speedo LZR Racer, un traje de baño de tres<br />

piezas, con mezcla de poliuretano y nylon que, resultado<br />

de la combinación de un conjunto de tecnologías<br />

y análisis, impactaba favorablemente en la velocidad<br />

del nadador ya que producía un 5% menos de resistencia<br />

al contacto con el agua que el modelo anterior<br />

de la misma marca, el ‘FS Pro’ (lanzado en el año 2007<br />

y usado por nadadores que rompieron 21 récords en<br />

seis meses) (Brooke, 2008). De acuerdo a Speedo (s/a)<br />

se trataba del traje con mayores avances técnicos en<br />

el mundo. La ventaja que se le atribuyó al LZR Racer<br />

como elemento diferenciador al momento de ganar<br />

una medalla condujo a la controversia de qué tanto el<br />

uso de este modelo y de los subsecuentes Arena X-Glide<br />

y el Jacked (100% poliuretano) ponían en desigualdad<br />

de condiciones a los competidores que no los<br />

podían portar, entre otras razones, por su alto costo.<br />

La polémica terminó con la decisión de la Federación<br />

Internacional de Natación (FINA) de regular el uso de<br />

trajes de baño de alta tecnología y prohibir, a partir<br />

de 2010, aquellos modelos que cubrieran el cuello<br />

o se extendieran más allá de los hombros y los tobillos.<br />

Para poder utilizarse en competencia, además,<br />

se estableció que los trajes deberían tener un efecto<br />

de flotabilidad que no podría ser superior a los 100<br />

gramos (Adnmundo.com, 2009). Lo que no cesó fue el<br />

trabajo de las empresas de productos deportivos en<br />

pos de nuevas opciones apoyadas en las tecnologías<br />

de punta para las siguientes competencias.<br />

Una cuestionada impronta de las innovaciones<br />

tecnológicas<br />

Agosto de 2008, en el Centro Acuático Nacional de Pekín<br />

(China), romper récords se vuelve una constante. Del 9 al 17<br />

de agosto, atletas provenientes de diferentes países compiten,<br />

en el ‘cubo de agua’, en pos de la presea dorada que los<br />

distinga como los mejores nadadores en su estilo. En el intento,<br />

Michael Phelps, César Cielo Filho, Aaron Peirsol, Kosuke<br />

Kitajama, Britta Steffen, Federica Pellegrini y Kirsty Coventry,<br />

entre otros, superan los límites; acompañados por las marcas<br />

deportivas trascienden los deportistas y pasan a la historia<br />

como los hombres y las mujeres más rápidos del mundo en<br />

deslizarse sobre esa superficie acuática.<br />

La natación en la XXIX edición de los Juegos Olímpicos<br />

dejó la impronta de 25 nuevos récords: atrás quedó incluso<br />

la marca más antigua y legendaria, la que impusiera<br />

en 1989 Janet Evans en 800 metros libres, que en<br />

estas olimpiadas fuera superada por Rebecca Adlington<br />

al registrar un tiempo de 8:14,10, es decir, dos segundos<br />

menos que Evans (ABC.es, 2008). Más aún, en aquella<br />

ocasión por primera vez en el haber de los Juegos, un<br />

atleta obtuvo ocho medallas de oro en eventos individuales<br />

en una sola cita olímpica.<br />

“Phelps en la capital china ha ascendido un peldaño<br />

en el Olimpo”. Ha pasado del grupo de los grandes a<br />

“la categoría de los mitos del deporte, donde no hay<br />

más de diez personas y es con 14 medallas de oro<br />

el mejor atleta de la historia del olimpismo” (ESPN<br />

<strong>Deporte</strong>s , 2008).<br />

En el conjunto de hazañas destacó un común denominador:<br />

los trajes de baño Speedo LZR Racer que fueran utilizados por<br />

varios de esos ganadores (entre ellos Adlington y Phelps), los<br />

cuales se distinguen por tener características de alta tecnología<br />

que ayudan a aumentar la velocidad de sus portadores.<br />

Desde las décadas de 1920 y 1930 los diseños de trajes de<br />

baño Speedo se han asociado al nombre de deportistas de<br />

alto rendimiento, entre los primeros el del sueco Arne Borg.<br />

Patrocinadora incluso de equipos en competencias olímpicas,<br />

la empresa se ha caracterizado por recurrir a las innovaciones<br />

tecnológicas y a la asesoría de expertos para la confección de<br />

sus productos. El diseño del LZR Racer es una muestra clara de<br />

este tipo de vinculación: aplicación de técnicas de institutos<br />

internacionales de investigación como la Administración Nacional<br />

de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en<br />

inglés) y de Ansys, compañía líder en programas informáticos<br />

de simulación para diseño (Tabla 3); asesoría del doctor Herve<br />

Morvan, de la ‘School of Mechanical, Materials and Manufacturing<br />

Engieneering’, de la Universidad de Nottingham.<br />

En este proyecto Herve, especialista en mecánica computacional<br />

de fluidos (CFD, por sus siglas en inglés), se desempeñó<br />

como Consejero del Departamento de Investigación<br />

y Desarrollo de la compañía Aqualab.


62 | Capítulo 3<br />

Figura 2: Tecnologías en el diseño del LZR Racer<br />

Nombre<br />

Institución vinculada<br />

Dinámica de fluidos computacional (CFD) para<br />

analizar la fricción, presión y el flujo de fluidos, y de<br />

esta manera identificar las áreas del cuerpo de los<br />

deportistas en que se producía una mayor fricción con<br />

el agua al momento de nadar. Con los datos obtenidos<br />

los diseñadores pudieron ubicar un tejido de baja<br />

fricción en lugares estratégicos del traje.<br />

Ansys-The University<br />

of Nottingham<br />

Túneles de viento para probar la resitencia de la<br />

superficie de 60 tejidos y elegir el LZR Pulse, un tejido<br />

de nylon y spandex que ayuda a repeler el agua y<br />

reduce la vibración del músculo y la piel debido a la<br />

compresión que proporciona.<br />

NASA<br />

Soldaduras ultrasónicas para unir las tres piezas que constituyen el traje.<br />

Estabilizador de núcleo interno que ayuda al nadador a<br />

mantener una posición correcta en el agua.<br />

Test de corriente para medir la resistencia pasiva del<br />

traje.<br />

Universidad de Otago,<br />

Nueva Zelanda<br />

Pruebas con nadadores<br />

Australian Institute of Sport<br />

Nota: La dinámica de fluidos computacional es una rama de la dinámica de fluidos, un conjunto de técnicas<br />

numéricas en computadora que permite reproducir y predecir procesos físicos relacionados con la<br />

transferencia de calor y masa, interacciones sólido-fluido, reacciones químicas, cambio de fase y radiación.<br />

Fuente: Elaboración propia con base en Brooke (2008) y Castro (2008).


El entrenamiento<br />

La condición física de los atletas es esencial para destacar<br />

y formar parte de una selección mundial. Correr y hacer<br />

un ejercicio solía ser parte de los entrenamientos comunes,<br />

pero hoy no es suficiente. Lo que los atletas necesitan<br />

ahora es fuerza y resistencia extraordinarias. La energía<br />

suficiente para resistir las condiciones de las competencias<br />

actuales se logra con una dieta estricta combinada con un<br />

entrenamiento conocido como pliometría (‘plyometrics’ en<br />

inglés). El entrenamiento pliométrico surgió en los años 60<br />

en la Unión Soviética, donde se utilizaba para preparar de<br />

forma óptima a los deportistas, particularmente a los que<br />

realizaban saltos de longitud y de altura. Gradualmente,<br />

la técnica se fue aceptando como una herramienta valiosa<br />

para muchos deportes que involucran el arranque y los<br />

saltos, como es el caso del cabeceo en el futbol. Tagüeña y<br />

Flores (2006) ilustran está técnica.<br />

“La base científica de este entrenamiento se centra en<br />

los diferentes tipos de contracción que pueden llevar a<br />

cabo los músculos: la concéntrica, donde los músculos se<br />

acortan, y la excéntrica, donde los músculos se alargan y<br />

se mantienen juntos por tensión. Cuando un músculo de<br />

la parte alta del brazo se contrae concéntricamente, la<br />

mano se mueve hacia el hombro a medida que el músculo<br />

se acorta. Las contracciones excéntricas entran en acción<br />

cuando el cuerpo se desacelera y mantienen la estabilidad;<br />

es decir, si un jugador corre para alcanzar la pelota y frena<br />

súbitamente, los músculos de sus piernas sufrirán una contracción<br />

excéntrica.<br />

Dada la multiplicidad de movimientos que los jugadores<br />

realizan con las piernas a lo largo de un partido, sus músculos<br />

tienen que cambiar constantemente de la contracción<br />

concéntrica a la excéntrica y eso ocurre en fracciones<br />

de segundo. El objetivo del entrenamiento pliométrico es<br />

lograr que esas fracciones de tiempo sean sensiblemente<br />

menores en los jugadores que en las personas comunes, ya<br />

que no solo se enfoca en desarrollar y dar mayor capacidad<br />

de respuesta a los músculos, sino también a las fibras nerviosas<br />

que los controlan.<br />

Debido a que este entrenamiento implica un trabajo de<br />

condicionamiento del sistema nervioso del jugador, debe<br />

aplicarse con mucho cuidado por parte del preparador<br />

físico del equipo. Si los jugadores realizan los ejercicios<br />

antes de haber adquirido suficiente fuerza, los riesgos de<br />

lesiones son muy altos. Los ejercicios incluyen saltos de<br />

profundidad, que implican saltos desde plataformas de<br />

1.5 m hacia el suelo y volver a saltar esta altura tan pronto<br />

como han tocado el suelo, saltar repetidamente con una<br />

pierna y rebotar hacia delante con las dos piernas juntas”.


64 | Capítulo 3<br />

La dieta<br />

Un plan de alimentación para un deportista es similar<br />

que el de cualquier otra persona, en cuanto a variedad<br />

y tipo de nutrientes, pero las necesidades de energía si<br />

se deben incrementar. Ninguna bebida o alimento por<br />

sí solo contiene todo lo que un deportista necesita para<br />

mantenerse saludable y vigoroso. La dieta es un factor<br />

esencial en el buen rendimiento de los atletas. La mayoría<br />

de las dietas para deportistas excluyen los azúcares,<br />

las carnes rojas y las comidas fritas, y reducen los lácteos<br />

con grasa. Los alimentos más aceptados y que se<br />

incluyen en mayor cantidad son carnes blancas (pollo,<br />

pescado), frutas y verduras, y agua en abundancia.<br />

Por otro lado, el aumento de las reservas de glucógeno<br />

muscular, por medio de la manipulación de la dieta, puede<br />

mejorar de manera significativa el rendimiento de resistencia<br />

en algunos atletas, esto porque cuanto mayor es el nivel<br />

inicial de glucógeno, mayor será la capacidad de resistencia.<br />

Los carbohidratos se digieren fácilmente y ayudan a<br />

mantener los niveles sanguíneos de glucosa.<br />

Existen en el mercado una serie de fórmulas líquidas o en<br />

polvo, utilizadas como complementos alimenticios gracias<br />

a los diferentes nutrientes que contienen, por lo que<br />

pueden ser de utilidad para entrenadores y atletas. Cuentan<br />

con características como la variedad sabores, la facilidad<br />

con que se digieren, el brindar sensación de saciedad<br />

controlando el hambre, que contribuyen a la hidratación y<br />

a la incorporación de energía.<br />

ACORTANDO LA BRECHA ENTRE LAS LIMITACIONES<br />

Y EL POTENCIAL HUMANO<br />

En la búsqueda por potenciar sus capacidades físicas, el ser<br />

humano del siglo XX encontró una propuesta significativa<br />

en el deporte y su estrecho vínculo con la tecnología “sobre<br />

la cual descansa una confianza inquebrantable dada su capacidad<br />

de reestructurar el mundo de manera continua”<br />

(Martín Reyes, 2012:3).<br />

Los progresos científicos traducidos en aplicaciones<br />

tecnológicas no solo potenciaron capacidades en el<br />

deporte convencional de alto rendimiento, más aún,<br />

contribuyeron a que lo que empezó, en la década de<br />

1940, como una actividad física con fines terapéuticos<br />

para personas con discapacidad, trascendiera a deporte<br />

de alta competencia.<br />

¿En qué medida los conocimientos científicos y tecnológicos<br />

han contribuido a que personas con alguna alteración<br />

en sus funciones físicas o intelectuales puedan practicar<br />

los más diversos deportes? Una respuesta podría proporcionarla,<br />

además del creciente número tanto de atletas<br />

participantes como del tipo de discapacidad, la cantidad<br />

de deportes que se han practicado en las 14 ediciones de<br />

los juegos paralímpicos de verano y las 11 de invierno.<br />

En cuanto a los paralímpicos de verano, en los primeros<br />

juegos celebrados en Roma en 1960, los atletas, todos con<br />

lesiones medulares, participaron en 8 deportes. Para los<br />

Juegos de Londres 2012, esta última cifra fue de 19 disci-


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 65<br />

están desarrollando nuevas tecnologías no previstas o<br />

anticipadas por la naturaleza. La biónica explora la interacción<br />

entre la biología y el diseño.<br />

(…) Hoy voy a contar historias humanas de integración biónica,<br />

cómo la electromecánica unida e implantada dentro<br />

del cuerpo está empezando a cerrar la brecha entre la discapacidad<br />

y la capacidad, entre la limitación humana y el<br />

potencial humano” (Herr, 2014).<br />

plinas deportivas y el tipo de discapacidad comprendía,<br />

además de minusválidos físicos, a personas ciegas, sordas,<br />

con debilidad visual, limitaciones auditivas y parálisis cerebral<br />

(CPI, 2014).<br />

En el caso de los Juegos Paralímpicos de Invierno, en su primera<br />

edición, realizada en la ciudad sueca de Örnsköldsvik en<br />

1976, solo se practicaron el esquí alpino y el de fondo. Mientras<br />

que para Sochi 2014, el programa incluyó cinco deportes:<br />

esquí alpino, esquí nórdico, biatlón, curling en silla de ruedas y<br />

hockey sobre hielo; con la novedad de que dentro de las pruebas<br />

del esquí alpino se incluiría el snowboard.<br />

Independientemente de la importancia de los indicadores<br />

numéricos, es relevante observar la creciente integración<br />

de personas discapacitadas al deporte, la factibilidad de<br />

que alguien sin una pierna esquíe o corra los 400 metros<br />

planos, por ejemplo, ha ido en aumento de la mano de la<br />

propia evolución de disciplinas como la biología sintética,<br />

la medicina y la biónica.<br />

“Buscando profundamente dentro de la naturaleza,<br />

a través de la lupa de la ciencia, los creadores extraen<br />

principios, procesos y materiales que forman la base de<br />

la metodología del diseño de constructos sintéticos que<br />

se asemejan a materiales biológicos, a métodos computacionales<br />

que emulan los procesos neurológicos, la naturaleza<br />

está guiando al diseño. El diseño también está<br />

guiando a la naturaleza: en áreas de la genética, la medicina<br />

regenerativa y la biología sintética, los diseñadores<br />

Hug Herr, Jefe del Grupo de Biomecátrónica del MIT Media<br />

Lab, declaró lo anterior mientras, al dictar su conferencia<br />

“La nueva biónica que nos permite correr, escalar y bailar”,<br />

caminaba fácilmente con sus prótesis robóticas, esos<br />

miembros especializados que le permitieron volver a escalar<br />

montañas después del accidente debido al cual, en<br />

1982, le fueron amputadas ambas piernas.<br />

Sin olvidar el hito que representa el desarrollo de la silla<br />

de ruedas, es innegable que los adelantos en materia de<br />

investigación y fabricación de prótesis han sido uno de los<br />

principales hitos en la historia reciente del deporte para<br />

personas minusválidas.<br />

Un antecedente cercano en la materia es el trabajo del diseñador<br />

biomecánico Van Philips quien, dado el deficiente<br />

ajuste y escasa sensibilidad de la prótesis que debió usar<br />

tras perder su pie izquierdo al practicar esquí acuático, se<br />

asoció con Dale Abildskov (un ingeniero especializado en<br />

materiales compuestos para la industria aeroespacial) a fin<br />

de encontrar una mejor opción.<br />

Philips y Abildskov se percataron que al cortar la fibra de carbono<br />

en forma de C se lograba “el máximo aprovechamiento<br />

de la resistencia y flexibilidad del material, lo que facilitaba la<br />

reproducción del efecto de resorte de un pie normal y permitía<br />

al usuario correr y saltar (OMPI, 2008)”. La invención,<br />

comercializada hacia 1984 con el nombre de ‘Pie de guepardo’<br />

imitaba la función de una pierna orgánica y resultó<br />

tan eficaz que permitió a Oscar Pistorius, quien tiene las dos<br />

piernas amputadas, competir incluso contra los mejores<br />

velocistas del mundo en los Juegos Olímpicos de Londres<br />

2012. El caso Pistorius resulta emblemático en el desempeño<br />

de los deportistas discapacitados, aunque no es el único.


66 | Capítulo 3<br />

“El nadador Philippe Croizon, amputado de las dos piernas<br />

y ambos brazos, es una estrella en gran parte gracias a sus<br />

prótesis. Este deportista ha sido capaz de conectar a nado<br />

los cinco continentes atravesando cuatro estrechos gracias<br />

a sus aletas disimétricas fruto de la colaboración entre<br />

múltiples actores del mundo deportivo y universitario”<br />

(Thomas, 2012: s/p.).<br />

En la antesala de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012,<br />

la exposición derivada del concurso ‘Sport Innovation Challenge’<br />

7 , es una muestra del interés que suscita el generar<br />

nuevas propuestas que continúen ampliando el número<br />

de este tipo de atletas, su incursión en más disciplinas deportivas<br />

y mejorando su rendimiento.<br />

En el evento fue presentado el ‘Ghost’, un dispositivo de entrenamiento<br />

personal, para llevarse en la mano y muñeca<br />

del codo, cuyo objetivo es ayudar a los atletas, como los<br />

nadadores que no pueden ver, a perfeccionar su estilo y<br />

técnica mediante la emisión de sonidos y vibraciones que<br />

le avisen cuando realizan un movimiento determinado en<br />

forma correcta.<br />

Destacó, asimismo, el ‘Brainslead’, un trineo que puede ser<br />

manejado mediante impulsos mentales captados a través<br />

de unos auriculares especiales, innovación que – de acuerdo<br />

a sus creadores – propicia que la fuerza deje de ser el<br />

factor fundamental y que permite a personas con discapacidad<br />

física grave poder competir en igualdad de condiciones<br />

con aquellos que no la padecen (OMPI, 2012).<br />

La comprensión que, a partir del último cuarto del siglo<br />

XX, se ha logrado progresivamente en el funcionamiento<br />

biomecánico del cuerpo humano, la manipulación de materiales<br />

más ligeros, resistentes y flexibles, y el perfeccionamiento<br />

de técnicas en ingeniería y diseño, ha transformado<br />

radicalmente el escenario del deporte de élite, ampliando<br />

los horizontes de deportistas con alguna deficiencia física,<br />

mental o intelectual. A diferencia de los años sesenta del<br />

siglo pasado, hoy las alternativas tecnológicas y el contexto<br />

sociocultural hacen posible que compitan deportivamente<br />

entre sí y en modalidades tan exigentes como el Ironman,<br />

e incluso que disputen medallas enfrentándose a los mejores<br />

exponentes del deporte convencional.<br />

LOS RIESGOS EN LA CARRERA POR SUPERAR LOS<br />

LÍMITES DEL RENDIMIENTO HUMANO<br />

En el 2009 un ser humano, identificado con el nombre de<br />

Usain Bolt, demostró que puede correr una distancia de<br />

100 metros planos en 9.572 segundos, mientras que en<br />

1968, cuando se introdujo el cronometraje electrónico<br />

para medir este tipo de pruebas, Jim Hines lo hizo en 9.95.<br />

Lejos había quedado la marca que registró Thomas Burke,<br />

de 12 segundos, al iniciarse el movimiento olímpico en<br />

1896 (IIEH, 2012).<br />

Detrás de éste y otros logros alentados por una constante dinámica<br />

en la progresión de los récords, “que son la historia real,<br />

materializada del deporte” (Brohm, 1982: 37), se asoman elementos<br />

y circunstancias distantes a la faceta positiva de recurrir<br />

a los adelantos científicos y las innovaciones tecnológicas.<br />

El primer y quizá más antiguo aspecto que, asociado a la<br />

explotación máxima de las capacidades del deportista,<br />

se ha descalificado, es el recurso denominado doping,<br />

término que a principios del siglo XX se empezó a<br />

utilizar para aludir al uso de sustancias que provocan<br />

un aumento artificial del rendimiento físico.<br />

No obstante que en 1928 la Federación Internacional Atlética<br />

Amateur prohibió tal práctica, en 1968 el Comité Olímpico<br />

Internacional (COI) tuvo que empezar a realizar controles<br />

obligatorios, que condujeron a que en las Olimpiadas de<br />

Atenas 2004 se estableciera por primera vez el control antidopaje<br />

sistémico, los casos siguieron presentándose entre<br />

los deportistas de élite (Sebastián y Páramo, 2014).<br />

Los velocistas Ben Johson y Marion Jones, los tenistas Petr<br />

Korda y Martina Hingis, el saltador Javier Sotomayor, el futbolista<br />

Diego Armando Maradona y el ciclista Lance Armstrong,<br />

pasaron a formar parte de ese grupo de individuos cuyas extraordinarias<br />

capacidades y habilidades fisiológicas los llevaron<br />

a alcanzar metas deportivas casi inhumanas, pero quienes<br />

en el afán de ganar partido tras partido, de erigirse como los<br />

mejores prueba tras prueba, de darle continuidad a su éxito,<br />

7<br />

En el concurso, que contó con el patrocinio de la organización Río Tinto y el apoyo de Ottobock,<br />

empresa líder en el sector de la fabricación de prótesis, participaron alumnos de ingeniería y diseño<br />

del ‘Imperial College London’ y del ‘Royal College of Art’ de Londres (OMPI, 2012).


<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 67<br />

ingirieron sustancias prohibidas. Esto lleva ciertamente al<br />

cuestionamiento de la obsesión por el triunfo aunque éste se<br />

dé mediante el uso de sustancias prohibidas.<br />

Más allá del cuestionamiento ético que se ha hecho al<br />

dopaje, en tanto que implica el engaño y representa una<br />

forma de obtener el triunfo con el menor esfuerzo, el rechazo<br />

también obedece a los riesgos de salud que supone.<br />

“Muchos deportistas de alto nivel han muerto brutalmente<br />

estos últimos meses. Las autopsias practicadas dieron<br />

como conclusión ‘muertes naturales’, una explicación calificada<br />

como insostenible por el profesor Jean Paul Escande,<br />

ex presidente de la Comisión de la Lucha contra el Dopaje”<br />

(Le Monde citado en Brohm, Perelman y Vassort, 2004: 16).<br />

Independientemente del dopaje, que ahora ya contempla<br />

el de tipo genético, en las últimas dos décadas el escenario<br />

deportivo se ha visto desfavorablemente impactado por<br />

diversos casos de muerte súbita cardiaca en jóvenes atletas<br />

de diferentes nacionalidades. Entre ellos figuran los de<br />

Gabriel Riofrío, de 23 años, víctima de un paro cardíaco sufrido<br />

el 7 de enero del año 2000 mientras jugaba un partido<br />

de baloncesto para el club Estudiantes de Bahía Blanca,<br />

Argentina; Antonio Puerta, defensor del Club Sevilla, murió<br />

el 28 de agosto del 2007, a los 22 años, tras varios paros cardíacos<br />

mientras jugaba un partido de Liga (Pérez, Resnik<br />

y González, 2014); Vigor Bovolenta, jugador de voleibol y<br />

medallista olímpico que, en el 2012, no pudo ser reanimado<br />

después de desvanecerse en pleno partido.<br />

¿Realmente tiene sentido forzar a un individuo hasta su<br />

eventual muerte en pro del éxito deportivo y económico?<br />

Ante ese panorama, en el que persiste la lógica de que lo<br />

importante es el triunfo y su continuidad, el reto se trasladó<br />

al campo de la genética y a la capacidad de sus especialistas<br />

para diagnosticar y evaluar el riesgo de una enfermedad<br />

hereditaria asociada a la muerte súbita en los atletas, a<br />

fin de tener una práctica deportiva segura.<br />

Se ha planteado que el deporte contribuye a mejorar la relación,<br />

el conocimiento y la expresión corporal. Es un factor<br />

de integración social, fuente de disfrute, salud y bienestar.<br />

La realización de estos valores permite la participación en<br />

la sociedad con guías como la del respeto a las distintas<br />

nacionalidades y razas, al medio ambiente y a la calidad<br />

de vida como factores de convivencia social. Pero, ¿en un<br />

ambiente hipercompetitivo como el del deporte profesional<br />

actual es posible preservar estos valores y ponerlos por<br />

encima de la motivación económica?<br />

La preservación de estos principios hace necesario que el<br />

deporte recupere algunos de sus elementos tradicionales<br />

y que, por tanto, el respeto a las reglas del juego, la lealtad,<br />

la ética y la deportividad sean elementos vertebrales de los<br />

participantes en cada disciplina 8 .<br />

Al respecto, uno de los hechos que mayor conmoción causó<br />

fue la muerte del futbolista camerunés Marc-Vivien Foe, cuya<br />

caída en el estadio de Lyon fue captada en directo por las cámaras<br />

de televisión el 26 de junio de 2003. “No fue víctima de<br />

ninguna patada criminal. Nadie lo había tocado. Foe murió<br />

por extenuación. El ritmo de la Copa Confederaciones, un<br />

partido tras otro, acabó con él” (Galeano, 2004: 7).<br />

Tales sucesos replantearon varias cuestiones: las condiciones<br />

médicas y de salud en las que se encuentran los deportistas<br />

al participar en las competencias; el esfuerzo que les<br />

demanda la multiplicación de entrenamientos y encuentros<br />

deportivos, y el aumento de la carga de trabajo vinculado<br />

a la elevación del nivel de las pruebas y los récords.<br />

8<br />

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68 | Capítulo 3<br />

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