Tecnociencia_Deporte_Sociedad_Vol2
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TECNOCIENCIA,<br />
DEPORTE Y SOCIEDAD<br />
¿VICTORIAS DE LABORATORIO?<br />
VOLUMEN 2<br />
SOCIEDAD
Corporación Colombia Digital<br />
Alberto Pradilla, Director Ejecutivo<br />
Comité editorial<br />
Luis Germán Rodríguez, Coordinador<br />
Ignacio Ávalos<br />
Iván De La Vega<br />
Coordinación general<br />
Adriana Molano Rojas<br />
Directora de Contenidos<br />
Autores<br />
Ignacio Ávalos Gutiérrez<br />
Mari Montes<br />
José Luis Solleiro<br />
Norma Solís<br />
Corrección editorial<br />
Adriana Molano<br />
Diseño gráfico<br />
Jorge Luis Velandia<br />
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>:<br />
¿victorias de laboratorio? - Volumen 2<br />
ISBN 978-958-58088-6-7<br />
Se autoriza la libre consulta, descarga y distribución<br />
total o parcial de este documento con fines<br />
no comerciales y obras no derivadas.<br />
Bogotá D.C. - Colombia<br />
Julio de 2015
CONTENIDO<br />
Página<br />
04<br />
Página<br />
06<br />
Prólogo del Director Ejecutivo<br />
de Colombia Digital<br />
Página<br />
05<br />
Perfil de<br />
los autores<br />
Acerca del<br />
Volumen No. 2<br />
Página 10<br />
Capítulo 1<br />
El dopaje genético<br />
(O qué diría el Barón Pierre de Coubertin)<br />
Página 32<br />
Capítulo 2<br />
Béisbol: ciencia y esencia<br />
Página 48<br />
Capítulo 3<br />
Hitos, alcances y limitantes de la aplicación de la<br />
tecnología en el deporte de alto rendimiento
PRÓLOGO<br />
La Corporación Colombia Digital promueve el uso y apropiación<br />
de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones<br />
(TIC) para el desarrollo social y económico del<br />
país; bajo este marco promueve iniciativas y proyectos<br />
orientados desde la comprensión del papel de la tecnología<br />
en beneficio de la calidad de vida de las personas.<br />
Así, surge la colección ‘<strong>Tecnociencia</strong>, deporte y sociedad:<br />
¿victorias de laboratorio?’, compendio de reflexiones de<br />
autores hispanoamericanos, quienes aportan miradas panorámicas<br />
a la relación tecnología – deporte, y las implicaciones<br />
de ésta en el crecimiento de deportistas amateur y<br />
de alto rendimiento.<br />
El primer volumen de esta colección sirve de abrebocas<br />
para entender que el desarrollo de la tecnociencia no se<br />
limita a la medición o la disposición de mejores condiciones<br />
para la práctica deportiva, sino que, por el contrario,<br />
tiene implicaciones sobre la propia vida de deportistas, colaboradores<br />
y espectadores.<br />
El segundo volumen de ‘<strong>Tecnociencia</strong>, deporte y sociedad:<br />
¿victorias de laboratorio?’ se adentra en el debate sobre<br />
cómo los avances, no solo médicos, se convierten en arma<br />
de doble fijo ante la posibilidad de un dopaje genético; así<br />
mismo, aborda el eterno debate entre el béisbol ‘old fashion’<br />
y los llamados ‘sabermétricos’, y cómo ambas maneras<br />
de ver el juego de pelota a lo largo de su historia lo han enriquecido<br />
y contribuido con su evolución; para concluir, se<br />
analiza una serie de hallazgos en la ciencia y la tecnología,<br />
y su aplicación al deporte.<br />
Al igual que en la arena deportiva, los estándares de competencia<br />
están fijados pero solo el lector podrá determinar<br />
los verdaderos límites de los nuevos juegos en los que la<br />
tecnociencia hace parte del equipo.<br />
Dirección Ejecutiva<br />
Corporación Colombia Digital
Ignacio Ávalos Gutiérrez, sociólogo, ha dedicado su actividad<br />
profesional al estudio de las relaciones entre tecnociencia<br />
y sociedad, principalmente desde la perspectiva<br />
de las políticas públicas. En su ensayo aborda un tema que<br />
es tan viejo como el deporte mismo, pero bajo una visión<br />
propia de los tiempos más recientes. Se trata del dopaje<br />
genético, entendido como parte de una oleada de innovaciones<br />
radicales, algunas de las cuales ya se han comenzado<br />
a utilizar en el ámbito deportivo. Se origina en el espectacular<br />
desarrollo de la tecnociencia a partir, sobre todo, de<br />
un nuevo paradigma tecno – científico, fundado en torno<br />
a la nanotecnología, desde el cual comienza a insinuarse la<br />
aparición del deporte transhumano. Se alerta una señal de<br />
que el futuro está llegando más rápido de lo que se creía,<br />
mientras las claves para pensarlo aún no están disponibles.<br />
En este sentido se advierte que las autoridades que<br />
gobiernan el deporte parecieran encontrarse sorprendidas<br />
y ese factor afecta el diseño de políticas para encarar las<br />
transformaciones que se están generando, entre ellas las<br />
asociadas a las innovaciones genéticas creadas para mejorar<br />
el rendimiento de los atletas.<br />
TECNOCIENCIA,<br />
DEPORTE Y<br />
SOCIEDAD:<br />
¿VICTORIAS DE<br />
LABORATORIO?<br />
ACERCA DEL VOL.2<br />
Este es el segundo volumen de esta serie de publicaciones<br />
sobre la relación entre la tecnociencia y el deporte<br />
en el marco de la <strong>Sociedad</strong> del Conocimiento. Los<br />
tres ensayos que lo integran muestran desde diversos<br />
puntos de vista la importancia creciente de las innovaciones<br />
tecnológicas en la actividad deportiva, así como<br />
las diferentes maneras y condiciones como éstas se producen,<br />
al igual que su impacto.<br />
Mari Montes, comunicadora social, es considerada una<br />
autoridad en el periodismo deportivo y el béisbol es su<br />
foco de interés. Su relato capta la atención del lector en<br />
una apasionante travesía que vincula este deporte con la<br />
tecnología. Su ensayo muestra cómo el béisbol, desde que<br />
fue inventado, ha estado estrechamente vinculado con<br />
avances tecnológicos que aluden a los más disímiles aspectos,<br />
tales como los implementos que se usan para jugar<br />
(uniformes, guantes, bates, zapatos de gancho, gorras y<br />
cascos, entre otros), la forma de analizar el juego y evaluar<br />
a los peloteros y sus capacidades (que se ha llevado a lo<br />
que hoy se conoce como ‘sabermetría’), las herramientas<br />
para seleccionar los talentos, las características mismas del<br />
espectáculo y las bases del arbitraje. El ensayo recoge la<br />
opinión de jugadores y exjugadores, managers, gerentes,<br />
periodistas, quienes aportan elementos y visiones para el<br />
análisis del impacto de la ciencia y la tecnología en la esencia<br />
del juego de pelota. El ensayo aborda el eterno debate<br />
entre el béisbol ‘old fashion’ y los llamados ‘sabermétricos’.<br />
José Luís Solleiro, es ingeniero y Director General de Vinculación<br />
de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(UNAM). También es investigador del Centro de Ciencias<br />
Aplicadas y Desarrollo Tecnológico. Sostiene en su ensayo<br />
que vivimos un tiempo en el que se está produciendo la<br />
modificación sustantiva de los contenidos científicos y tecnológicos<br />
en los que se basa la organización de la sociedad<br />
humana. Se trata de una verdadera revolución que forma<br />
parte, promueve y condiciona profundas repercusiones en<br />
las dimensiones económicas, sociales, culturales, educativas,<br />
poblacionales y políticas de la totalidad de los sectores<br />
y países, así como de las relaciones entre ellos. Señala que<br />
el deporte no escapa, desde luego, a las transformaciones<br />
mencionadas y analiza una serie de hallazgos en la ciencia y<br />
la tecnología, y su aplicación al deporte, asumido cada vez<br />
más como negocio y espectáculo, al igual que el impacto<br />
que tiene en los logros de los atletas de alto rendimiento.
PERFIL DE<br />
LOS AUTORES<br />
ignacio ávalos<br />
gutiérrez<br />
Sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela<br />
(UCV), con curso de especialización en Política Científica<br />
y Tecnológica en el Centro de Estudios para el Desarrollo<br />
(UCV). Fue Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones<br />
Científicas y Tecnológicas (CONICIT) (1994-1999),<br />
Miembro del Consejo Directivo del Instituto Venezolano de<br />
Investigaciones Científicas (IVIC) (1995-2000) y Miembro<br />
del Directorio del Consejo Nacional Electoral (2000-2001).<br />
Actualmente es Directivo de Innova, organización de asesoría<br />
e investigación, Miembro del Consejo Asesor de la<br />
RICYT (Red Internacional de Indicadores de Ciencia y Tecnología),<br />
Miembro de la Red Venezolana de Nanotecnología,<br />
Directivo del Observatorio Electoral Venezolano (OEV)<br />
y Consultor, tanto a nivel nacional como internacional en<br />
el área de políticas públicas y gerencia de ciencia, tecnología<br />
e innovación. Así mismo es profesor de la Facultad de<br />
Economía y Ciencias Sociales (Escuela de Sociología) de la<br />
UCV, dictando alternativamente materias electivas, vinculadas<br />
al tema Ciencia, Tecnología e Innovación, así como<br />
a la Sociología del <strong>Deporte</strong>. Es articulista semanal del el<br />
Diario El Nacional.<br />
Ha publicado libros y artículos relacionados al tema Ciencia,<br />
Tecnología e Innovación. Tiene, así mismo dos libros recientes,<br />
próximos a publicarse, uno sobre béisbol y otro sobre futbol.
mari montes<br />
Autora<br />
Nació en el municipio Baruta, Estado Miranda, Venezuela,<br />
el 20 de mayo de 1967. Estudió comunicación social en la<br />
Universidad Central de Venezuela (1985-1991), mención<br />
audiovisual. Por 22 años locutora y ancla de Radio y Televisión,<br />
especialista en beisbol venezolano y de Grandes Ligas.<br />
Conferencista. Articulista del diario El Universal, El Diario<br />
de las Américas y los portales digitales “Prodavinci” y<br />
“Pelota pimienta”. Anunciadora oficial del equipo Leones<br />
del Caracas desde 1995 hasta 2002.<br />
de la obra teatral “Tania en pelotas” y los libros “Por<br />
la goma: 2004, un año por encima del promedio” y “2005:<br />
El año de Guillén y otras alegrías”, “Mis Barajitas, crónicas<br />
de beisbol”, editados por Editorial Alfa y el cuento infantil<br />
“Lucía, la pelota que soñaba con llegar al Salón de la Fama”<br />
recomendado por el Banco del Libro como “lectura entrañable”,<br />
editado por Ediciones B Venezuela.<br />
Co-guionista junto al escritor y periodista César Miguel<br />
Rondón del documental “Galarraga, beisbol puro beisbol”,<br />
dedicado el grandeliga venezolano. Miembro del Círculo<br />
de Escritores de Venezuela. Presidenta del Caracas Press<br />
Club desde 2011-2013 y reelegida para 2013-2015.
josé luis<br />
solleiro<br />
Investigador Titular “B” del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo<br />
Tecnológico (UNAM) a partir del 2000. Su producción<br />
como investigador comprende más de 175 trabajos publicados,<br />
entre artículos, capítulos de libros y ponencias publicadas<br />
en memorias de congresos internacionales. Ha asesorado<br />
empresas privadas, públicas, universidades, organismos<br />
internacionales y asociaciones empresariales en diversas<br />
cuestiones relacionadas con la gestión de la innovación. Fue<br />
Director General de Vinculación de la Universidad Nacional<br />
Autónoma de México (UNAM) entre 2008 y 2012.<br />
Recibió las medallas Gabino Barreda de la Unam y la del<br />
Mejor Estudiante de México, la distinción Universidad<br />
Nacional para Jóvenes Académicos, el Premio Jesús Silva<br />
Herzog de Investigación Económica, el Premio Cidecyt,<br />
el de Anfeca por la dirección de la mejor tesis doctoral, el<br />
Arturo Fregoso Urbina por la mejor tesis de posgrado de la<br />
Universidad Autónoma Chapingo y el Premio Ernest Feder<br />
de Investigación. Doctorado Honoris Causa del Consejo<br />
Iberoamericano en Honor a la Excelencia Educativa.<br />
Ha impartido cursos de licenciatura, maestría, doctorado y<br />
educación continua en múltiples instituciones de 17 países.<br />
Es fundador y presidente de Cambiotec, a.c., una organización<br />
privada sin fines de lucro dedicada a la capacitación, investigación<br />
y consultoría especializada en política y gestión de la<br />
innovación tecnológica. Actualmente coordina el proyecto<br />
sobre Sistema Estatal de Innovación en el Estado de México.
norma solís<br />
Llicenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (UNAM), institución<br />
donde también estudió la Maestría en Historia. Su experiencia<br />
en el ámbito periodístico la inició en 1998 con prácticas<br />
profesionales en la Agencia Mexicana de Noticias (Notimex).<br />
Entre 1998 y el año 2000 colaboró como freelance para el periódico<br />
Excélsior, en la sección de “Ciencia y Humanismo”. Del<br />
2001 al 2003 fue reportera de la Gaceta UNAM Comunidad,<br />
de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM, cubriendo<br />
eventos y temas académicos, científicos y deportivos.<br />
En la Fonoteca Nacional trabajó en el control de calidad tanto<br />
del inventario como del catálogo de dicha institución. En las<br />
Suprema Corte de Justicia fue coordinadora en el proyecto de<br />
catalogación de expedientes judiciales (1917-1994).<br />
Desde el 2012 colabora con el Grupo de Gestión Estratégica<br />
de la Innovación del Centro de Ciencias Aplicadas y<br />
Desarrollo Tecnológico de la UNAM, en donde, se encarga<br />
de la corrección de estilo y la edición de libros así como de<br />
la coordinación del diseño editorial de diversos documentos<br />
de difusión.
Capítulo<br />
01<br />
El dopaje genético<br />
(O qué diría el Barón Pierre<br />
de Coubertin)<br />
Autor:<br />
Ignacio Ávalos Gutiérrez<br />
“¿Qué puede ser para mi más fantástico<br />
y más inesperado que la realidad, e, incluso,<br />
qué puede ser más inverosímil que la realidad?”<br />
Fedor Dostoievsky
12 | Capítulo 1<br />
RESUMEN<br />
El dopaje ha sido siempre un dato en el panorama deportivo,<br />
presente desde cuando se usaban unas yerbitas, cuyo<br />
consumo surtía efectos casi ridículos, hasta el sofisticado<br />
menú de Lance Armstrong, señal, entre otras muchas, de<br />
que la actividad deportiva no transcurre bajo la inspiración<br />
de los valores predicados en el evangelio olímpico, sino,<br />
más bien, bajo la despiadada obligación de conseguir la<br />
victoria, más o menos a como dé lugar.<br />
En este marco, el dopaje genético significa un brinco notable<br />
dentro de una larga historia que registra la búsqueda<br />
permanente de maneras, santas y no tanto, con el propósito<br />
de mejorar el rendimiento deportivo. Su aparición ha<br />
replanteado la discusión entre quienes creen que el dopaje<br />
debe legitimarse, bajo ciertas condiciones, y quienes se inclinan<br />
por la aplicación, con sus variantes, de políticas prohibitivas<br />
ya conocidas.<br />
El dopaje genético forma parte de una oleada de innovaciones<br />
radicales generadas en diversos campos y con distintos<br />
propósitos, algunas de las cuales ya se han comenzado a<br />
utilizar en el ámbito deportivo, mientras que otras forman<br />
parte de un pronóstico bastante probable. Son el fruto del<br />
espectacular desarrollo de la tecnociencia a partir, sobre<br />
todo, del paradigma que conforman la biotecnología, la<br />
nanotecnología, las tecnologías de la información y las<br />
ciencias cognitivas. Tales innovaciones han comenzado a<br />
trazar el dibujo de un escenario, el del deporte transhumano,<br />
que plantea la urgente necesidad de contar con esquemas<br />
de análisis que permitan comprenderlo y calibrarlo, a<br />
fin de diseñar políticas idóneas y eficaces para encararlo.<br />
El caso de Oscar Pistorius, con el uso de sus prótesis, y los<br />
avances en cuanto al dopaje genético revelan que el futuro<br />
está llegando más rápido de lo que se creía, mientras las<br />
claves para pensarlo parecieran encontrarse demoradas.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 13<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Por más que sea ya un lugar común señalarlo, e incluso<br />
suene a perogrullada, resulta imposible no decir que<br />
la sociedad contemporánea vive tiempos de muchas<br />
transformaciones, muy radicales y muy aceleradas. Suele<br />
afirmarse, por vía de una expresión muy manida pero<br />
acertada, que no se vive una época de cambios sino un<br />
cambio de época. La humanidad se ve obligada a inventar<br />
nuevos mapas, tanto teóricos como políticos, que<br />
sustituyan a los viejos y le vayan aportando las señas necesarias<br />
para comprender los tiempos que corren y así<br />
poder actuar en ellos.<br />
El conocimiento tecnocientífico tiene mucho que ver con<br />
lo anterior. Es, visiblemente, un motor de gran peso en la<br />
configuración y desempeño de las sociedades del presente<br />
y desde ya deja perfilar un escenario futuro en el que,<br />
según algunos analistas, cabe pensar en una civilización<br />
transhumana.<br />
Al deporte de nuestros días hay que comprenderlo, en<br />
buena medida, en el marco anterior, identificando y sopesando<br />
el impacto que tiene el desarrollo tecnocientífico<br />
en sus diversas disciplinas a partir de innovaciones que<br />
emergen en el seno de un nuevo paradigma, armado en<br />
torno a la biotecnología, las tecnologías de la información<br />
y la comunicación (TIC), la nanotecnología y las ciencias<br />
cognitivas. Se trata de innovaciones radicales que tocan<br />
sus bases mismas, al punto de que se llega a hablar de los<br />
atletas transhumanos.<br />
El dopaje, que siempre ha sido un ingrediente de la actividad<br />
deportiva de alta competencia, ha aparecido ahora<br />
en su versión genética, convirtiéndose en una pieza clave<br />
dentro de las modificaciones que se vienen operando y,<br />
aún más, en las que se presagia que podrán suceder.<br />
Este ensayo se escribe a sabiendas de que es un momento<br />
que se encuentra a caballo entre el presente y el futuro,<br />
un momento en el que, si bien asoman algunos hechos<br />
que sugieren tendencias, aún predominan hipótesis preliminares<br />
y no pocas conjeturas. Se escribe también bajo<br />
la presunción de que la tecnociencia evoluciona más de<br />
prisa que nuestras intuiciones intelectuales y morales para<br />
poder entenderla y aquilatarla en sus secuelas. Se trata,<br />
igualmente, de un texto que busca no ser valorativo (¿es<br />
posible tal cosa?) y que, si bien aterriza en conclusiones, las<br />
mismas son válidas solo por ahora, pues las dudas existentes<br />
no dan, como digo, para muchas certezas.<br />
De paso, escribiéndolo volví a saber que los novelistas, más<br />
que los expertos, son los que conocen mejor en qué dirección<br />
y a qué velocidad soplan los vientos del conocimiento<br />
y sus aplicaciones, dejando prueba de que desde la ficción<br />
se puede saber más acerca de cómo va a ser la realidad. Lo<br />
digo por Aldous Huxley, claro, pero no solo por él.
14 | Capítulo 1<br />
LA SOCIEDAD ‘DEPORTIVIZADA’<br />
(El deporte debería dar más que pensar)<br />
El deporte es, sin lugar a dudas, un fenómeno social distintivo<br />
de los tiempos que corren. Su importancia social, económica,<br />
política y cultural es difícil de exagerar y tiene, seguramente,<br />
muy pocos equivalentes en otros ámbitos de la existencia<br />
humana 1 . Forma parte de la vida de cada día de casi cualquier<br />
terrícola, esté donde esté, al margen de su edad, sin importar<br />
su raza o religión, sea hombre o mujer, adulto o niño, hable<br />
el idioma que hable e independientemente de la naturaleza<br />
de sus inclinaciones políticas. Así las cosas, se ha dicho que la<br />
actual es una sociedad ‘deportivizada’.<br />
Sin embargo, paradójicamente – o tal vez alguien diría que<br />
no tanto, pues esto suele suceder con las cosas que se nos<br />
vuelven paisaje –, el deporte no ha recibido desde las ciencias<br />
sociales toda la atención que amerita. Incluso cierta<br />
intelectualidad se dio el lujo hace unos cuantos años, de relegarlo<br />
y hasta despreciarlo como, por ejemplo, Jorge Luis<br />
Borges con el fútbol 2 . Sin embargo, en los últimos tiempos<br />
el deporte ha cobrado gran importancia para sociólogos,<br />
economistas, psicólogos, politólogos y hasta filósofos, llegando<br />
incluso a considerarse una metáfora de la sociedad<br />
actual y de sus transformaciones.<br />
Pero, no obstante los más o menos recientes<br />
esfuerzos, todavía no son suficientes en comparación<br />
con el tamaño del asunto y de su trascendencia.<br />
Parodiando al escritor Javier Marías, el deporte<br />
debería dar más que pensar. No olvidemos, entre<br />
otras cosas, lo que está ocurriendo en su ámbito al<br />
abrigo del desarrollo tecnocientífico.<br />
El deporte moderno<br />
El deporte es tan viejo como la historia de la humanidad.<br />
Algunos exagerados creen que tuvo lugar cuando Adán se<br />
dio cuenta, antes de dar el infausto mordisco, de la redondez<br />
de la manzana y empezó a patearla, concibiendo<br />
al fútbol. Pero, fábulas aparte y aunque los historiadores<br />
han sentado algunos antecedentes relevantes en ciertas<br />
culturas antiguas, lo que hoy en día se conoce como deporte<br />
tuvo su origen en Inglaterra, a partir del siglo XVIII,<br />
y se fue difundiendo internacionalmente hacia el final<br />
del siglo XIX y principios del siglo XX, mientras se iban<br />
conformando los mercados de la época, vía la expansión<br />
imperial (Duning y Elías, 1986).<br />
En una síntesis que seguramente deja de lado explicaciones<br />
y eventos de gran significación y que resultarían<br />
imprescindibles en un texto de carácter histórico, podría<br />
decirse que originalmente el deporte fue una práctica elitista<br />
de naturaleza amateur, basada en un compendio de<br />
valores morales (temperamento, fuerza de voluntad, disciplina,<br />
respeto a las reglas...), asociado, dicho sea de paso,<br />
a la masculinidad 3 . A principios del siglo XIX, tales valores<br />
fueron en buena medida recogidos en la célebre frase del<br />
Barón Pierre de Coubertin, aquella de que “Lo importante<br />
no es ganar, sino competir”, una definición del deporte que<br />
con el paso de los años ha ido quedando como una de las<br />
afirmaciones más desmentidas de todos los tiempos.<br />
Mientras la sociedad inglesa fue integrando en su cultura<br />
conceptos y prácticas tales como la racionalización, la estandarización<br />
o la precisión de las mediciones, surgidas a lo<br />
largo del proceso de industrialización, estos rasgos fueron<br />
impregnando, a su vez, la práctica deportiva, orientándola<br />
hacia el logro de una eficacia susceptible de probarse estadísticamente,<br />
como sucedía con la manufactura y, también,<br />
aunque en otro grado y de otra manera, con el comercio.<br />
En ese marco afloró el deporte profesional, se masificó<br />
en cierto grado y disminuyó su talante lúdico (Duning<br />
y Elías 1986). Finalmente, vale la pena advertir que el<br />
deporte se fortaleció alrededor de la figura del Estado,<br />
siendo un elemento muy útil para estimular la integración<br />
simbólica, indispensable en la conformación de la<br />
identidad nacional y, desde esa plataforma, se universalizó<br />
bajo un formato que, con sus lógicas transformaciones,<br />
ha permanecido hasta el presente.<br />
1<br />
En el plano económico, por decir algo que sirva para ilustrar, sus dimensiones se tutean con la<br />
de complejos industriales asociados al petróleo, a la producción de fármacos y a la fabricación de<br />
armamentos.<br />
2<br />
En una de sus frases peyorativas más famosas, le declaró a un periodista que el fútbol era un deporte<br />
de estúpidos.<br />
3<br />
Cabe destacar el mantenimiento hasta nuestros días de la idea hipócrita del amateurismo como<br />
fundamento básico de la práctica del deporte olímpico.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 15<br />
Sus rasgos definitorios son los siguientes (Gutman, 1980,<br />
en García Ferrando, 1990):<br />
• El secularismo, como opuesto a la relación de los juegos<br />
antiguos con los rituales religiosos. En efecto, hay pruebas<br />
de sobra que ponen de manifiesto que en lo que<br />
pudiera llamarse la larga prehistoria del deporte se incorporaban<br />
a las ceremonias y rituales religiosos eventos<br />
de carreras, saltos, lanzamientos e inclusive juegos de<br />
pelota. Por ello los primeros Juegos Olímpicos estaban<br />
culturalmente más cercanos a esa concepción que las<br />
olimpíadas modernas. Una característica del deporte<br />
actual es, así pues, su desvinculación de la religión. Es un<br />
fenómeno colectivo netamente secular.<br />
• La democratización, en el sentido de acceso a la práctica<br />
deportiva, durante mucho tiempo reservada a determinados<br />
grupos sociales. Si bien es cierto que hay todavía<br />
diversas expresiones de exclusión, no lo es menos que<br />
en el deporte moderno las mismas han sido reducidas<br />
de manera drástica.<br />
• La igualdad de oportunidades, concepto de acuerdo al<br />
cual se establece que las condiciones para la competencia<br />
deben ser similares para todos los contendientes, esto<br />
es, no puede haber ventajas que inclinen la balanza en<br />
el resultado de la misma. Expresa la idea de que solo el<br />
mérito garantiza el éxito, y el deporte se vuelve, entonces,<br />
un espacio democrático en donde no queda descartado<br />
de antemano que el débil pueda vencer al poderoso.<br />
• El ‘fair play’, vale decir, que la competencia se desarrolle<br />
de forma honesta, sin trampas, sometida a unas<br />
normas que deben cumplirse y cuya inobservancia<br />
ocasiona sanciones.<br />
• La especialización, que muestra que, como correlato<br />
de lo (que se produce en el mundo del trabajo, el<br />
deporte se hace, así mismo, una práctica que corre a<br />
cargo de especialistas, condición que no solo alude a<br />
los atletas sino también a los diversos actores relacionados<br />
con ella: entrenadores, dirigentes, periodistas,<br />
médicos, entre otros. La especialización se ha acentuado<br />
en la actualidad hasta niveles inimaginables.<br />
• La racionalización, como expresión de una evolución<br />
que va desde el deporte entendido como una actividad<br />
más o menos improvisada, cuya suerte es casi<br />
dejada al azar, hasta irse convirtiendo cada vez más en<br />
una práctica planificada de manera minuciosa y estricta<br />
en función de conseguir la victoria mediante métodos<br />
de entrenamiento, y el empleo de estrategias y<br />
tácticas diseñadas para orientar la actuación del atleta<br />
a lo largo de la competencia.<br />
• La burocratización, el desarrollo de una organización<br />
crecientemente compleja, cada vez más extendida,<br />
encargada de darle gobernabilidad al deporte mediante<br />
su organización y administración, poniendo<br />
especial cuidado en el cumplimiento de las reglas que<br />
lo rigen.<br />
• La cuantificación como característica fundamental<br />
que transforma cada acción deportiva en algo susceptible<br />
de ser medido de alguna manera, mediante criterios<br />
cada vez más precisos y métodos de calibración<br />
crecientemente sofisticados.<br />
• La búsqueda del récord como símbolo del valor intrínseco<br />
de una ejecución que trasciende al espacio y al<br />
tiempo en los que se realiza, consecuencia de la propensión<br />
a combinar la cuantificación con el deseo de<br />
ganar. Por ello, desde cierto punto de vista, la historia<br />
del deporte se narra a través de los récords.<br />
Todo lo anterior puede abreviarse de la siguiente<br />
manera: el récord necesita cuantificación, especialización<br />
y racionalización, características que, para ser<br />
logradas, tienen que producirse en el contexto de una<br />
organización burocrática, lo cual tiene sentido en un<br />
ambiente democrático, marcado por la igualdad y el<br />
‘fair play’, compatible con un sistema secular (García<br />
Ferrando, 1990).<br />
Como ya indiqué, los criterios señalados mantienen<br />
su vigencia en la actualidad, acoplados, desde luego,<br />
a las condiciones que imponen los signos de los tiempos,<br />
que valga reiterarlo, evolucionan hoy en día muy<br />
de la mano de la tecnociencia.
16 | Capítulo 1<br />
LA SOCIEDAD DE LA TECNOCIENCIA<br />
(Asoma la era de la nanotecnología) 4<br />
Se sabe que las actividades científicas, tecnológicas y de innovación<br />
(CTI) constituyen un factor determinante, aunque<br />
no único, desde luego, en el trazado del perfil que asoma el<br />
mundo contemporáneo. La producción constante y masiva<br />
de conocimientos y tecnologías infiltra cada rincón del quehacer<br />
humano. Así, en la literatura especializada se hace<br />
referencia a la <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento, o quién<br />
sabe si sea más exacto hablar de la <strong>Sociedad</strong> Global de la<br />
<strong>Tecnociencia</strong>, queriendo indicar con esto último que las actividades<br />
científicas y tecnológicas se hacen cada vez más<br />
difíciles de separar, según lo pone de manifiesto la manera<br />
drástica como se ha acortado el ciclo de innovación.<br />
Tales actividades se encuentran a cargo de actores sociales<br />
muy variados (locales y transnacionales), tienen lugar dentro<br />
de esquemas inter y multidisciplinarios, y han quedado en<br />
buena medida gobernadas por la necesidad de generar,<br />
con cada vez más apremio, aplicaciones de diversa índole.<br />
La actividad económica lo muestra claramente: la misma<br />
está supeditada al conocimiento (en sus disímiles formatos),<br />
convertido en un elemento de gran peso dentro del aparato<br />
productivo. Por eso Jeremy Rifkin (2000), habla de la ‘economía<br />
ingrávida’, subrayando el papel decisivo que actualmente<br />
juegan en su funcionamiento los bienes intangibles.<br />
Tras la caída del Muro de Berlín – y sin que ello signifique<br />
el fin de la historia, como lo predicó con tenacidad Francis<br />
Fukuyama –, terminó la etapa del llamado ‘socialismo real’<br />
y, a distintas velocidades y de acuerdo a ciertas variantes, el<br />
mundo entero pasó a regirse bajo los cánones de la economía<br />
de mercado. China es la demostración más elocuente<br />
de lo que digo: con la anuencia del Partido Comunista es,<br />
desde hace ya un buen rato, un país capitalista, conforme<br />
a un híbrido político – económico que seguramente habría<br />
sorprendido (quizá de manera no muy grata) a Carlos Marx.<br />
La <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento o de la <strong>Tecnociencia</strong>,<br />
es, así pues, capitalista.<br />
En el contexto precedente la empresa figura como el eje<br />
articulador del desarrollo tecnocientífico. Para bien y para<br />
mal, dependiendo de las circunstancias, éste se encuentra,<br />
por tanto, regido por la lógica privada 5 .<br />
No es de extrañar entonces que a nivel mundial la inversión<br />
en esta actividad sea, en números gruesos, 70% privada<br />
y 30% pública, o que las empresas multinacionales<br />
representen aproximadamente el 70% del gasto total en<br />
Investigación y Desarrollo en el mundo. Se observa una<br />
creciente privatización del conocimiento en sus diversas<br />
formas, resguardado por normas de amplia cobertura y<br />
alcance mundial, circunstancia que marca el patrón según<br />
el cual funciona la generación y el intercambio de tecnologías<br />
e innovaciones, no obstante iniciativas importantes<br />
que buscan limitar esta situación 6 .<br />
4<br />
Esta sección se encuentra parcialmente basada en Avalos (2014)<br />
5<br />
Como se sabe, el mercado es un mecanismo torpe e injusto en ciertos ámbitos y con respecto a<br />
determinados fines, así como ocurre también con el Estado.<br />
6<br />
No debe pasarse por alto que el actual modelo civilizatorio ha sido sentado en el banquillo de los acusados<br />
bajo múltiples cargos. De lo anterior da buena cuenta una amplia y diversa literatura, una parte importante<br />
de ella encargada de recordarnos que la <strong>Sociedad</strong> Global del Conocimiento (o de la <strong>Tecnociencia</strong>) es,<br />
simultáneamente, la ‘<strong>Sociedad</strong> Global del Riesgo’, según la expresión acuñada y conceptualizada por<br />
el sociólogo alemán Ulrich Beck (1986), quien sostiene que se han creado formas inéditas de peligro,<br />
cualitativamente distintas a las del pasado, imputables básicamente a la acción humana.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 17<br />
LA SOCIEDAD POST-HUMANA<br />
(Al parecer Huxley no andaba tan despistado)<br />
Al ser humano siempre lo ha acompañado la pretensión<br />
de mejorar sus cualidades físicas y, con el correr<br />
de los tiempos, también las intelectuales. Lo hizo<br />
siempre a través de mil maneras, antes sencillas y de<br />
alcance muy limitado, y en la actualidad mucho más<br />
complejas y de efectos de mayor trascendencia. Forma<br />
parte de eso lo que, en medio de no pocas críticas, se<br />
denomina el progreso.<br />
Si para ilustrar lo anterior se recurre a la vida cotidiana,<br />
es fácil constatar el grado en que, para esta fecha, el<br />
terrícola ha logrado la forma de mejorar su apariencia<br />
física 7 , sacarse de encima una depresión crónica que lo<br />
agobia, mejorar su memoria o recuperar la capacidad<br />
sexual venida a menos con la edad.<br />
Adicionalmente hay que registrar el surgimiento de un<br />
nuevo paradigma, identificado como NBIC (por sus siglas<br />
en inglés) e integrado por la Nanotecnología, la Biotecnología,<br />
las Tecnologías de la Información y la Comunicación,<br />
y las Ciencias Cognitivas. Desde allí se está generando un<br />
conjunto de tecnologías convergentes que se refuerza recíprocamente<br />
– sobre todo gracias a la nanotecnología –,<br />
abriendo inmensas posibilidades a la creación de conocimientos<br />
de gran impacto y pronta utilización.<br />
La influencia de estos desarrollos conjuntos ha sido asomada<br />
como una revolución del conocimiento que está impactando<br />
nuestras vidas en modos que, probablemente, contribuyan<br />
en alto grado a determinar la manera misma en que nos percibimos<br />
como humanos (National Science Foundation, 2002).<br />
Huelga decir, en fin, que tales desarrollos influencian (e influenciarán)<br />
de manera determinante la actividad deportiva.<br />
Yendo a aguas que lucen más profundas, en virtud del desarrollo<br />
tecnocientífico articulado alrededor del citado nuevo<br />
paradigma – orientado hacia el estudio de las interacciones<br />
entre sistemas vivos y sistemas artificiales –, se ha vuelto probable<br />
el diseño de dispositivos que permiten expandir las capacidades<br />
físicas e intelectuales de las personas hasta niveles<br />
que causan asombro. “Por ejemplo, ya no es imposible plantearse<br />
el vaciado del contenido de la memoria almacenada en<br />
un trozo de materia blanda, nuestro cerebro, en una matriz de<br />
un material nano-bio-estructurado que contenga interfaces<br />
bioinorgánicas. Por supuesto que esto no es equivalente a la<br />
vida eterna pero tiene indudables implicaciones para nuestra<br />
existencia” (Mujica, 2014).<br />
Se abre, por tanto, el camino hacia una vida<br />
radicalmente distinta, menos limitada por la madre<br />
natura, sentando así las bases de una discusión<br />
de gran trascendencia y de múltiples aristas que,<br />
hasta no hace mucho, era un tema casi reducido a<br />
películas y libros dados a fantasear con el porvenir<br />
de la civilización.<br />
7<br />
En el caso de la mujer, contra quien las presiones por ser bella tienen una desmesura realmente<br />
cruel, se encuentra disponible un conjunto de posibilidades médicas para lograrlo: grapa estomacal,<br />
rinoplastia, vaginoplastia, modificación de senos, nalgas, pantorrillas, pómulos, nariz, párpados,<br />
etcétera.
18 | Capítulo 1<br />
De paso, resulta interesante saber que hace pocos años la<br />
NASA se dedicó a analizar al menos 40.000 obras de ciencia<br />
ficción, con el propósito de encontrar ideas que sirvieran<br />
para alimentar sus programas de investigación. Ante todo<br />
esto no debe extrañar que muchos crean, por tanto, que<br />
el octavo día de la Creación es responsabilidad del ser<br />
humano, encargado de corregir las imperfecciones de Dios<br />
en su trabajo de siete días, sobre todo la de condenarlo a<br />
vivir constreñido por la naturaleza.<br />
Bioconservadores y transhumanos<br />
Por supuesto no es un tema que pueda abordarse en estas<br />
breves líneas, pero resulta imprescindible hacer ciertas<br />
consideraciones muy generales a fin de comprender lo<br />
que está ocurriendo en el deporte. Valga decir, entonces,<br />
que se ha traído al debate el rediseño de la naturaleza<br />
humana, asunto que se topa con la médula de la civilización,<br />
suscitando dudas, incertidumbres, así como miedos y<br />
esperanzas, y dando lugar a una polémica en la que se han<br />
identificado dos puntos de vista contrapuestos: el de los<br />
bioconservadores y el de los transhumanos 8 .<br />
Resumiendo hasta el extremo, cabe afirmar que desde la<br />
perspectiva de los transhumanos se sostiene que gracias<br />
a la tecnología los hombres se encontrarán en condiciones<br />
de “liberar a la raza humana de sus limitaciones biológicas”.<br />
Se ha sugerido la idea de que en años quizá no tan<br />
remotos, comenzará a correr una nueva etapa histórica<br />
sobre la base de una metamorfosis profunda de la condición<br />
humana. En pocas palabras, se habla de la intervención<br />
interna y directa sobre nuestra propia naturaleza a<br />
través de, por ejemplo, la modificación de nuestro ADN o<br />
de la reconfiguración del cerebro. El ser humano tomaría<br />
entonces control de su propio organismo, interviniendo<br />
en su propia evolución, de una manera acelerada y al<br />
gusto, reemplazando la lenta y azarosa (poco efectiva,<br />
por tanto) evolución biológica. Sería, pues, como diseñar<br />
el futuro a conveniencia.<br />
Por otra parte, desde el punto de vista de los bioconservadores<br />
existe el temor de que Huxley haya tenido razón al<br />
escribir, hace ochenta años, en su “Mundo feliz”, una quimera<br />
literaria que hoy parece verosímil 9 . Dentro de esta<br />
perspectiva se sostiene que el coste moral de modificar la<br />
esencia del ser humano, tratando de obviarla, puede ser<br />
muy alto, sacrificando aquello que nos define: la libertad,<br />
la igualdad, la dignidad 10 . Así mismo, se ha subrayado el<br />
peligro de que haya un acceso inequitativo a los recursos<br />
tecnológicos, creando desigualdades sociales muy graves,<br />
y, encima de ello, el riesgo de que se creen diferencias inmanejables<br />
entre los seres posthumanos y los ‘normales’.<br />
Desde el lado más extremo se sostiene que nos encontramos<br />
ante una aberración moral ya que supone ir contra los<br />
designios de la naturaleza, con los humanos atreviéndose<br />
a hacer las veces de Dios.<br />
Sea cual sea el talante intelectual con el que se prefiera<br />
encarar los cambios que vienen en camino, el hecho es<br />
que asoman temas esenciales en los más diversos planos<br />
(político, económico, social, jurídico religioso y ético),<br />
conformando un catálogo de cuestiones relacionadas<br />
con hechos que han comenzado a pasar sin que aún tengamos<br />
la forma de pensarlos cabalmente y, no digamos,<br />
de actuar sobre ellos con mediana eficacia. De vivir en<br />
este siglo, Paul Valery, intelectual francés, repetiría, con<br />
aún más gravedad, lo que dijo en la pasada centuria: “Lo<br />
malo del futuro es que ya no es como era antes”.<br />
Como señalé, la consideración a fondo de este tema<br />
desborda el propósito del ensayo. Concluyo sugiriendo<br />
que en la lidia con estos asuntos hay que tener presente<br />
una frase simple pero profunda del poeta Octavio Paz,<br />
expresada a propósito de las situaciones que derivan en<br />
divergencias radicales: “No es esto o lo otro, sino esto<br />
con lo otro”.<br />
8<br />
Algunas referencias bibliográficas importantes, así como una buena síntesis de ambas posiciones,<br />
puede encontrarse en Raúl Sebastián Solanes (2013).<br />
9<br />
Por ejemplo, con relación a la civilización eugenésica – temas crucial de Huxley –, la ciencia de<br />
nuestros días vuelve su mirada hacia el pasado eugenésico, emprende la búsqueda de la ‘sangre<br />
mejor’, de los niños a la medida y los códigos a prueba de error. Como en ‘El mundo feliz” también<br />
se nos impone hoy una política genéticamente correcta, una potencia de discriminación genética<br />
y un debate utilitario sobre los principales factores que se supone que condicionan al hombre: su<br />
naturaleza o su ambiente (Antillano 2011).<br />
10<br />
Francis Fukuyama (2002) sostiene que “(…) Huxley tenía razón en que la amenaza más significativa<br />
planteada por la biotecnología contemporánea estriba en la posibilidad de que altere la naturaleza<br />
humana y, por consiguiente, nos conduzca a un estado ‘posthumano’ de la historia. Esto es importante,<br />
alegaré, porque la naturaleza humana existe, es un concepto válido y ha aportado una continuidad<br />
estable a nuestra experiencia como especie. Es, junto con la religión, lo que define nuestros valores<br />
más básicos. La naturaleza humana determina y limita los posibles modelos de regímenes políticos,<br />
de manera que una tecnología lo bastante poderosa para modificar aquello que somos tendrá,<br />
posiblemente, consecuencias nocivas para la democracia liberal y para la naturaleza de la propia<br />
política”.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 19<br />
EL DEPORTE Y LA TECNOCIENCIA<br />
(El consumo de innovaciones)<br />
Al contrario de lo que predicaba hace un siglo el célebre<br />
y ya mencionado noble francés Pierre de Coubertin, hoy<br />
en día en el deporte se compite para ganar. El triunfo es<br />
asumido como apremiante obligación, sobre todo, aunque<br />
no únicamente, por las motivaciones económicas que arropan<br />
a todos sus protagonistas, no solo a los atletas. Y, como<br />
resulta sencillo de imaginar, en la <strong>Sociedad</strong> del Conocimiento<br />
o de la <strong>Tecnociencia</strong>, el deporte se ha convertido,<br />
por tanto, en una intensa lucha que se libra cada vez más<br />
en el terreno de las innovaciones. No hay aspecto suyo que<br />
no sea tocado por la varita tecnológica.<br />
La búsqueda e incorporación de mejoras con el objetivo<br />
de lograr elevar el desempeño del jugador es ciertamente<br />
muy antigua, pero hoy en día la situación tiene una intensidad<br />
mayor. El deporte tejido en torno a la competencia, el<br />
negocio y el espectáculo, ha vuelto indispensable el apoyo<br />
tecnocientífico.<br />
De acuerdo a algunos estudios, cuyas conclusiones, sin<br />
embargo, aún se encuentran lejos de ser unánimemente<br />
aceptadas, se estima que a estas alturas resulta difícil mejorar<br />
de ‘manera natural’ las marcas, de allí la necesidad de<br />
echar mano de los remedios que contempla el menú tecnológico<br />
del momento 11 . En otras palabras, hoy en día no<br />
hay récords que no tengan parte de su explicación en la<br />
presencia de alguna innovación.<br />
El dopaje tecnológico<br />
El deporte marcha al calor de una estrecha vinculación con<br />
el progreso tecnocientífico, principalmente en los niveles<br />
de la alta competencia, aunque desde luego su impacto<br />
tiene un ‘efecto derrame’ nada desdeñable sobre la práctica<br />
amateur, llegando en algunos casos a respetables niveles<br />
de masificación. Lo cierto es que el deportista aficionado<br />
tiene hoy en día apreciables recursos a la mano para tratar<br />
de potenciar su actuación, sin llegar, obviamente, hasta las<br />
alturas del refinamiento tecnológico propio de quienes se<br />
desenvuelven en el plano profesional.<br />
De otro lado, no hay disciplina que escape a su poderosa<br />
influencia, amoldándose a sus particularidades, es decir,<br />
tomando en cuenta si se practica de manera individual o<br />
en equipo, si priva la resistencia y la fuerza (ciclismo, natación<br />
y atletismo) sobre la habilidad (esgrima y tenis de<br />
mesa), si es una mezcla de ambas cosas (fútbol, béisbol<br />
y gimnasia) o si concierne a actividades en donde es preponderante<br />
la expresión estética y en consecuencia los<br />
criterios de evaluación guardan un significado diferente<br />
(nado sincronizado).<br />
Sin embargo, la situación podría ser distinta en el futuro,<br />
en la medida en que, como anuncian algunos expertos,<br />
resulte factible la introducción de implantes cognitivo –<br />
motores que incrementarían las habilidades, las cuales no<br />
parecen poder encontrarse en nuestro código genético<br />
sino en la experiencia.<br />
Por otro lado, las aplicaciones de la tecnociencia se abren a<br />
todos los aspectos involucrados en el deporte, vale decir, la<br />
vestimenta, la elaboración de equipos y materiales, el entrenamiento,<br />
la nutrición y la salud del atleta, las estrategias<br />
para competir, el arbitraje de los eventos, el mejoramiento<br />
de estadios y canchas, la evaluación del desempeño de<br />
los jugadores y la intervención sobre el propio cuerpo<br />
humano a fin maximizar sus potencialidades. En síntesis,<br />
no hay nada en lo que la tecnociencia no tenga (o vaya a<br />
tener) su huella cada vez más decisiva.<br />
Emerge incluso lo que tal vez pudiera calificarse de ‘atención<br />
tecnológica personalizada’, con lo que no me refiero<br />
solo, por ejemplo, a ciertos diseños que mejoran la apariencia<br />
de los zapatos de algunos futbolistas, sino a la posibilidad<br />
de medir la potencia, geometría y biomecánica del<br />
pie y permitir la creación de suelas intermedias a la medida<br />
del jugador, útiles para corregir anomalías en el modo de<br />
andar o ineficiencias en los tejidos blandos. Se trata, se-<br />
11<br />
Parece que el ser humano está alcanzando los límites físicos de su especie y que quedan ya pocos<br />
récords de altura, velocidad, etc., que batir. Esa es la conclusión principal de un grupo de expertos<br />
del Instituto de Investigación Biomédica y Epidemiológica del <strong>Deporte</strong> en Francia. Los investigadores<br />
afirman, en el estudio publicado en la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias, PLoS One, que<br />
dentro de 20 años no habrá más marcas deportivas porque “se habrá alcanzado el límite de las<br />
capacidades fisiológicas de la raza humana”, e incluso aseguran que en algunos deportes esos límites<br />
podrán llegar antes. En 2060, si las condiciones no varían sensiblemente, se alcanzaría un valor techo.<br />
Los científicos analizaron 3.263 récords mundiales en pista y campo, natación, ciclismo, patinaje de<br />
velocidad y levantamiento de pesas, desde 1896, cuando comenzó el cronometraje en las primeras<br />
Olimpiadas de la era moderna, hasta 2007. “Si prevalecen las condiciones actuales, la mitad de ellos<br />
no mejorarán mucho más de un 0,05% en 2027”, escribe Toussaint en otra de sus publicaciones.
20 | Capítulo 1<br />
guramente, del anuncio de una tendencia que se extenderá<br />
hacia muchos otros aspectos, prueba de ello es que<br />
ya se habla, igualmente, de que se conocerá tanto del ser<br />
humano que se le podrá estimular de manera personalizada<br />
y eficaz para lograr los mejores resultados. Sobra anotar<br />
que todo lo anterior viene envuelto en la preocupación derivada<br />
del acceso disparejo a la gaveta de las innovaciones.<br />
Avanzando en el análisis, el dopaje es comprendido, en su<br />
significado habitual, como el consumo de sustancias que<br />
aumentan el rendimiento del deportista, violando los límites<br />
fijados en los reglamentos. Pero actualmente se ha<br />
extendido el uso del término, considerando que dopaje es,<br />
igualmente, el hecho de valerse de algún otro medio a fin<br />
de obtener una ventaja en la competencia. Se habla entonces,<br />
por extensión, de ‘dopaje tecnológico’, aludiendo de<br />
esta manera a las mejoras nombradas arriba, alrededor de<br />
aspectos tales como la vestimenta, materiales utilizados,<br />
métodos de entrenamiento, etcétera, parte de una lista<br />
larga de elementos con respecto a los cuales las prohibiciones<br />
no se encuentran tan claras como en el caso del<br />
dopaje en su acepción común, no obstante de que pueden<br />
generar disparidades en la competencia.<br />
En resumen, lo que constituye dopaje tecnológico en<br />
un deporte específico es un asunto que en definitiva<br />
le toca resolver a los organismos reguladores internacionales,<br />
pero que es objeto de intenso debate<br />
tanto en los medios deportivos y tecnológicos como<br />
la sociedad en su conjunto. En este sentido, la Agencia<br />
Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés)<br />
busca mantener un escrutinio cercano sobre todos<br />
los desarrollos científicos y tecnológicos que puedan<br />
tener un impacto en la práctica del deporte, tarea que,<br />
por supuesto, no es nada sencilla.<br />
No se olvide, por último, que el rol decisivo que cumple<br />
la tecnociencia en las actividades deportivas es posible<br />
gracias a un formidable entramado institucional, muy<br />
bien lubricado desde el punto de vista financiero e integrado<br />
por numerosas y diversas organizaciones (públicas,<br />
privadas y académicas), cuyos hilos son manejados<br />
fundamentalmente por las más importantes empresas<br />
mundiales, para las cuales el deporte constituye un espacio<br />
clave desde el punto de vista de sus fines industriales<br />
y comerciales. Este hecho le da, obviamente, un<br />
sesgo al trabajo innovador que llevan a cabo.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 21<br />
La cámara hiperbárica<br />
de Cristiano Ronaldo: ¿lícita o no?<br />
Podría considerarse que el dopaje tecnológico, tal como fue<br />
referido en los párrafos precedentes, supone una superioridad<br />
que atenta contra los reglamentos y en consecuencia<br />
es entendida como trampa. Pero, según se sabe, la realidad<br />
es siempre gris, está hecha de ambigüedades y lo que<br />
parece tan claro en el papel no lo es tanto en los hechos.<br />
Por tanto, en no pocas ocasiones resulta difícil saber dónde<br />
se violenta la igualdad de oportunidades y dónde no. Si<br />
mal no recuerdo, cuando apareció la figura del entrenador,<br />
un invento tardío en el fútbol, hubo quienes lo reclamaron<br />
como una ventaja indebida frente a quienes no lo tenían.<br />
Para abundar en el punto en cuestión resulta ilustrativo el<br />
caso de Cristiano Ronaldo, quien, como es sabido, es un<br />
devoto (casi un neurótico) del entrenamiento y de la preparación<br />
física. Llevado de la mano por esa devoción compró<br />
– y no estamos hablando de un artículo precisamente<br />
barato, por cierto – una cámara hiperbárica, la cual utiliza<br />
en su casa a fin de potenciar la resistencia en la cancha.<br />
De acuerdo al Código Mundial Antidopaje, se trata de un<br />
equipo que no se contempla dentro de la lista de prohibiciones<br />
y por tanto puede ser utilizado por quien lo desee.<br />
Sin embargo, si miramos la situación desde los cánones<br />
que mandan en el deporte, no hay duda de que, por esta<br />
vía, Cristiano Ronaldo cuenta con una ventaja con respecto<br />
a la mayoría de sus colegas, quienes seguramente no<br />
pueden tener algo equivalente. Da la impresión, entonces,<br />
de ser un caso de dopaje tecnológico.<br />
EL DOPAJE GENÉTICO<br />
(De las ramitas al ADN)<br />
Según ya fue indicado, una parte importante de los nuevos<br />
conocimientos orientados a elevar el rendimiento deportivo<br />
tiene que ver con el propio cuerpo humano, diluyendo<br />
de manera creciente la separación entre lo orgánico y<br />
lo cibernético, y dibujando, por ahora en plan de boceto<br />
preliminar, la fase transhumana del deporte. Aquí es donde<br />
encaja el tema del dopaje genético.<br />
El dopaje viene desde muy atrás<br />
Podría decirse que el dopaje, entendido en su versión original,<br />
esto es, como el uso de sustancias para elevar el rendimiento<br />
en una determinada actividad humana, es cosa de<br />
siempre. En lo que se refiere al deporte, tampoco es, desde<br />
luego, ninguna novedad.<br />
El primer caso oficialmente reconocido se remonta a los<br />
Juego Olímpicos celebrados en Los Ángeles en el año<br />
1904, cuando Thomas Hicks, vencedor de la maratón, se<br />
desmayó luego de alcanzar la meta, tras ingerir, de acuerdo<br />
al dictamen de las autoridades, una mezcla de alcohol<br />
y estricnina a fin de reforzar su resistencia. Sin embargo,<br />
aunque no aparece en los registros, se sabe, por ejemplo,<br />
que los atletas de la Antigua Grecia empleaban plantas alucinógenas<br />
para aliviar dolores y mantenerse en buen nivel<br />
durante la competencia. No hay duda, así pues, de que el<br />
dopaje ha sido siempre un dato infaltable en el entorno deportivo.<br />
Creer otra cosa es tener nostalgia por un deporte<br />
que, en verdad, casi no ha existido en la forma prescrita en<br />
el discurso del movimiento olímpico.<br />
El dopaje ha sido asunto constantemente debatido entre<br />
las autoridades deportivas, con frecuencia influenciado<br />
por ciertos intereses económicos que han logrado sesgar<br />
opiniones y decisiones. Así mismo, no se descartan determinados<br />
intereses políticos – el uso del dopaje ‘con fines de<br />
Estado’, que tuvo lugar durante la Guerra Fría –, cultivado<br />
para demostrar, vía el deporte, la supremacía de un determinado<br />
sistema ideológico, pretensión que aún no se ha<br />
abandonado del todo.<br />
El inicio del uso de esteroides replanteó la relevancia del<br />
tema. Con su aparición y proliferación, el Comité Olímpico<br />
Internacional (COI) se dio a la tarea de construir<br />
una organización antidoping que enlazaba y coordinaba<br />
a Estados, Federaciones Nacionales y Ligas, dando<br />
surgimiento a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en<br />
1999 12 . El dopaje pasó a ser, pues, un tema central en la<br />
agenda olímpica.<br />
12<br />
Importa llamar la atención sobre el hecho de que se necesitaba de una gran coordinación<br />
internacional, entre otras cosas porque ya no se trataba de controlar a los deportistas en el momento<br />
en que se reunían a propósito de un determinado evento, puesto que los esteroides se usaban<br />
mucho antes de que se celebraran las competencias oficiales y había que extender la vigilancia de los<br />
atletas durante un buen tiempo previo.
22 | Capítulo 1<br />
Watson y crick como punto de partida<br />
Desde 1865, cuando el científico Ernest Mendel dio a conocer<br />
sus primeros hallazgos en el terreno de las leyes de<br />
la genética, son muchas las cosas que han pasado bajo los<br />
puentes de la investigación científica. Sobresale, sin duda,<br />
el trabajo de los norteamericanos Watson y Crick, a mediados<br />
del siglo XX. A raíz de su mapa del genoma humano,<br />
conocido como ‘El libro de la vida’, los progresos en la comprensión<br />
biológica de nuestro organismo han sido gigantescos<br />
en diversos campos de la ciencia, al punto de que<br />
hoy en día se puede hablar de la naturaleza como ‘objeto<br />
manufacturado’ (Hess 1992), ‘extraída del laboratorio y después<br />
transformada en realidad exterior’ (Latour, 2003).<br />
No es irreal imaginar que dentro de algunas décadas los<br />
implantes cibernéticos aunados a lo anterior permitirán<br />
alargar la vida de los seres humanos, mejorar sus estados<br />
mentales y emocionales, aumentar su fuerza, su capacidad<br />
de visión o su inteligencia. Es decir, habrá la capacidad<br />
de manipular y diseñar seres humanos con unos rasgos y<br />
condiciones particulares que darían lugar a los ya referidos<br />
seres transhumanos.<br />
Como cabe esperar, la genética lleva ya un buen rato<br />
tocando las puertas del deporte. En su utilización se<br />
habla de dos situaciones: de terapia genética cuando<br />
se emplea dicha técnica con propósitos curativos 13 y de<br />
mejora genética cuando se busca el incremento de las<br />
capacidades fisiológicas. Con respecto a esta última ya<br />
se tienen identificados los genes adecuados que permiten<br />
hacerlo con propósitos específicos, bien sea la mayor<br />
transferencia de oxígeno a los músculos, el incremento<br />
de la masa muscular o el aumento de altura. Por esta<br />
vía, los músculos crecen más, se recuperan más rápido<br />
y adquieren más fuerza, y las proteínas generadas serán<br />
iguales a las generadas de manera normal por el organismo<br />
(Pérez Triviño, 2013) 14 .<br />
Adicionalmente, el mejoramiento genético puede tener<br />
dos niveles. De un lado, el aumento del potencial natural,<br />
realizado dentro del ámbito típico de lo que es un ser<br />
humano. Y, de otro, el aumento de las capacidades de una<br />
persona por encima del nivel característico de la especie<br />
humana. Los mutantes serían ejemplos perfectos de este<br />
tipo de mejoras extraordinarias, con la salvedad de que sus<br />
mutaciones van más allá de lo que la tecnología genética<br />
puede realizar en la actualidad (Pérez Triviño, 2012) 15 .<br />
El antidoping como política 16<br />
El Comité Olímpico Internacional se opone al dopaje en<br />
función de la protección de la salud de los deportistas<br />
y de la garantía del juego limpio, entendido éste como<br />
equitativo y sin trampas. Su preocupación se ha extremado<br />
de cara al dopaje genético, aunque para muchos,<br />
vista la experiencia, no queda del todo claro que el control<br />
antidoping sea la medida más inteligente y eficaz de<br />
alcanzar esos dos propósitos.<br />
Un buen número de expertos sostiene, con respecto al<br />
cuidado de la salud del atleta, que aún faltan evidencias<br />
concluyentes acerca de sus efectos negativos, máxime si<br />
hablamos del dopaje genético 17 . Pero, en todo caso, continúa<br />
el argumento, si se comprobaran tales efectos, es claro<br />
que bajo condiciones de prohibición los riesgos son aún<br />
mayores puesto que el dopaje se lleva a cabo en medio de<br />
una vigilancia médica inadecuada, lo contrario de lo que<br />
ocurriría si estuviese establecida como obligatoria, formando<br />
parte de una política de legalización 18, 19 .<br />
13<br />
Quizás el caso más conocido en la actualidad es el uso de tecnologías genéticas sobre la hormona<br />
del crecimiento. Una de las personas sobre las que se practicó dicha mejora fue al futbolista Lionel<br />
Messi, quien a los 14 años medía entre 10 y 15 centímetros por debajo de la media.<br />
14<br />
La WADA entiende por dopaje genético la introducción no terapéutica y consiguiente expresión de<br />
un transgen o la modulación de la actividad de un gen existente para lograr una ventaja fisiológica<br />
adicional en el deporte.<br />
15<br />
En medios científicos se habla igualmente de organismos transgénicos. Se trata de seres<br />
modificados al introducírsele elementos biológicos pertenecientes a otra especie. A pesar de no<br />
encontrarnos todavía con seres de estas características, los debates éticos que plantean estas nuevas<br />
posibilidades de creación de seres con elementos propios de los humanos y de otros animales son de<br />
una gran complejidad (Perez Treviño, 2012).<br />
16<br />
Estas líneas resumen, de manera libre, por así decirlo, lo que he encontrado en la literatura que trata<br />
el tema, la cual se encuentra citada en la bibliografía.<br />
17<br />
Visto que la terapia génica es una nueva forma de medicina y hasta hace poco se puso a prueba solo<br />
en los pacientes con enfermedades terminales, sus consecuencias a largo plazo son desconocidas. Por<br />
lo tanto, de acuerdo a los científicos, las preguntas importantes siguen sin respuesta en el contexto<br />
del deporte. Muchos consideran que tal vez el riesgo clave pudiera ser que los transgénicos utilizados<br />
en el dopaje afectaran a las células germinales y produjeran alteraciones permanentes, transmisibles<br />
a las generaciones futuras. Sin embargo, hoy en día no existen respuestas definitivas a esta pregunta.<br />
18<br />
Siempre se ha dicho que los esteroides se empezaron a emplear apenas salieron del tubo de<br />
ensayo, sin que hubiese ocasión de que se probaran con animales y, en general, sin que se cumplieran<br />
los protocolos exigidos para la investigación científica.<br />
19<br />
En otro orden de ideas se invoca la circunstancia de que en lo que lleva de vida el control antidoping,<br />
la WADA ha recibido denuncias en el Tribunal de Derechos Humanos por considerar que, por la forma<br />
como se lleva a cabo, viola los derechos de los atletas, en lo fundamental su derecho a la privacidad.<br />
Los atletas de alta competencia, en cada vez más disciplinas, son sometidos a vigilancia durante 24<br />
horas, todos los días del año, a fin de atender por sorpresa el requerimiento de las autoridades del<br />
deporte y someterse a un control antidoping (recuérdese en este sentido, que ciertas técnicas ilegales<br />
son aplicadas durante largas fases del entrenamiento, previo al día del evento).
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 23<br />
En lo que atañe a la igualdad de oportunidades para los<br />
competidores, principio esencial de la actividad deportiva,<br />
el planteamiento del COI es que el dopaje, y seguramente<br />
en mayor grado si es genético, viola esa premisa, pues<br />
genera ventajas con respecto a los atletas que no se dopan<br />
y, por tanto, debe prohibirse.<br />
En contra de lo anterior se advierte, sin embargo, que la historia<br />
enseña que ningún conocimiento que tenga la posibilidad<br />
de usarse, dejará de usarse. Este pudiera ser casi un axioma de<br />
la historia en la ciencia y la tecnología, cuya moraleja en este<br />
ámbito es que la eficacia de la prohibición es muy limitada,<br />
por decir lo menos. Además, valga la reiteración, el contexto<br />
dentro del que se realiza la actividad deportiva moderna implica<br />
condiciones que soplan fuertemente a favor del dopaje<br />
y, en general, de la utilización de las innovaciones como recurso<br />
para poder alzarse con la victoria.<br />
A fin de encarar el asunto no queda otra, continúa el razonamiento,<br />
que legalizar el dopaje, dado que la injusticia se<br />
genera, precisamente, por su prohibición. Por otra parte, y<br />
abonando el mismo terreno, se postula que la ilegalización<br />
trae consigo el inconveniente de que se crea una suerte de<br />
‘mercado negro’ que encarece el tratamiento y traba la posibilidad<br />
de que el acceso sea sobre bases equitativas y en<br />
el que todo acontece en medio de una atmósfera de clandestinidad<br />
de la que no cabe esperar algo bueno.<br />
Resumiendo, si bien el dopaje genético todavía se encuentra<br />
rodeado de muchas interrogantes, se sabe de seguro<br />
que la situación futura será muy compleja, una vez que la<br />
terapia génica alcance el nivel hacia el que apunta el pronóstico<br />
de los tecnocientíficos.<br />
Habla Lance Armstrong<br />
El deportista representa, al menos por ahora, el caso más<br />
emblemático y conocido del deporte en lo que concierne al<br />
dopaje. Basta con recordar que, después de haber ganado<br />
varios campeonatos, las sospechas que acompañaron su<br />
vida como atleta se volvieron pruebas. Armstrong triunfó<br />
mediante el fraude gracias a un prolijo menú de sustancias<br />
y, en consecuencia, fue borrado de la historia cuando todo<br />
indicaba que figuraría allí como uno de los grandes ciclistas<br />
de todas las épocas.<br />
“Corrí dopado”, confesó. “Todos mis competidores lo<br />
hacen”, explicó. “Sin doparse es imposible triunfar”, remató<br />
justificándose. Con estas pocas frases hizo la radiografía.<br />
Afirmó lo que casi cualquiera sabe: el dopaje es un aspecto<br />
del deporte, particularmente en nuestros días. Más aún,<br />
puso de bulto que, si bien en la opinión pública cabría esperar<br />
una condena moral al dopaje en todas sus manifestaciones,<br />
algunos estudios revelan que no es tal el caso entre<br />
los atletas.<br />
El investigador Goldman (1988) encuestó durante una<br />
década larga a deportistas de élite planteándoles si estaban<br />
dispuestos a tomar una sustancia que les garantizara<br />
el éxito deportivo, aun sabiendo que dicha droga acabaría<br />
con sus vidas cinco años después. El resultado durante
24 | Capítulo 1<br />
esos años no varió: más del 50% de los participantes respondió<br />
afirmativamente. Sin embargo, cuando este estudio<br />
se aplicó a personas sin relación con el deporte, apenas<br />
estaba a favor un 1% de los consultados.<br />
Por otro lado, y en la misma dirección, recientes estudios<br />
en atletas jóvenes de Canadá han demostrado que hasta el<br />
25,8% de los entrevistados admitió haber tratado de levantar<br />
su nivel de rendimiento deportivo mediante ingredientes<br />
prohibidos o que tenían un uso restringido de acuerdo<br />
a lo establecido por el COI. En la misma investigación se<br />
comprobó que el ambiente psicosocial del atleta tiene un<br />
impacto significativo en la decisión de consumir productos<br />
dopantes (Goulet, Valois, Buist y Côté, 2010) y algunos<br />
atletas están dispuestos a arriesgar sus vidas si se pudiera<br />
garantizar medallas de oro (Citado en Blasco, 2013). Como<br />
se aprecia, Lance Armstrong no es, pues, una ave rara en<br />
el pretendidamente diáfano cielo del deporte.<br />
El evangelio olímpico es (casi) letra muerta<br />
Los valores recogidos en la Carta Olímpica, promulgada el<br />
12 de Diciembre de 1999 (actualizados, pero guardando su<br />
espíritu de siempre), hablan, palabras más, palabras menos,<br />
del deporte como una filosofía existencial, que enaltece y<br />
combina armónicamente las cualidades del cuerpo, la voluntad<br />
y el espíritu.<br />
Al asociar el deporte con la cultura y la educación, el olimpismo<br />
se propone crear un estilo de vida basado en la<br />
alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y<br />
el respeto por los principios éticos fundamentales universales.<br />
Se trata así de buscar la excelencia de la persona, a
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 25<br />
partir de objetivos que trascienden la circunstancia de la<br />
mera victoria, combinando la consecución de una mejora<br />
física con la de una mejora intelectual, de allí el ‘mens sana<br />
in corpore sano’.<br />
Con motivo de las Olimpiadas del año 1900, en Francia, el<br />
Barón de Coubertin condensó lo anterior expresando que<br />
el propósito del deporte era “reunir el músculo y el espíritu,<br />
viejos divorciados”.<br />
De la doctrina anterior deriva la pildorita verbal con la que<br />
el bueno de Pierre pasó a la eternidad – aquello de que<br />
“Lo importante no es ganar, sino competir” –. Sin embargo,<br />
como han ido dejando sentado diversos trabajos (por<br />
si las palabras de Armstrong no fueran lo suficientemente<br />
contundentes) y según puede percibir cualquier aficionado<br />
común y corriente, el deporte se gobierna en buena<br />
medida de acuerdo a cánones que lo separan del evangelio<br />
olímpico.<br />
Siendo un espectáculo montado sobre un colosal negocio,<br />
esa buena prédica no tiene (casi) destino alguno en el deporte<br />
de alta competencia y en algunas disciplinas se ha<br />
despintado, incluso, en los espacios del amateurismo. Así<br />
las cosas, para encarar el problema del dopaje genético (y<br />
en general, por supuesto, el del uso de las innovaciones<br />
tecnocientíficas), lo primero que hay que hacer es situarlo<br />
como una pieza que forma parte de este contexto. El<br />
dilema entre legalizar y prohibir el consumo de los adelantos<br />
tecnológicos debe ubicarse allí.<br />
OSCAR PISTORIUS<br />
(¿El ocaso del deporte paraolímpico?)<br />
Después del invento de las muletas, más de dos mil años<br />
antes de Cristo, son muchos los cambios que han aparecido<br />
en función del objetivo de reparar las deficiencias corporales<br />
de las personas, bien sea para enmendarle la plana<br />
a la madre natura, bien para restañar los daños provocados<br />
por determinados accidentes.<br />
En lo que se refiere al deporte, la incorporación de las personas<br />
discapacitadas ha sido notable a partir de los últimos<br />
tiempos, dándole entrada a personas que de otra manera<br />
difícilmente hubiesen podido terciar razonablemente en<br />
alguna competencia deportiva. El de Oscar Pistorius es un<br />
caso emblemático en este sentido.<br />
Oscar Pistorius en pocas palabras<br />
Comprimiendo al máximo una historia sobradamente sabida,<br />
bastaría contar que se trata de un joven de 28 años, perteneciente<br />
a la clase media surafricana, nacido sin el peroné en<br />
cada una de sus extremidades inferiores debido a una malformación<br />
degenerativa. Siendo su futuro más probable una silla<br />
de ruedas de por vida, los médicos determinaron que lo más<br />
conveniente era amputarle ambas extremidades un poquito<br />
más abajo de las rodillas, lo cual se hizo cuando aún no había<br />
dejado de ser un bebe, de manera que nunca caminó con<br />
piernas de carne y hueso, sino con unas prótesis convertidas<br />
en parte de su naturaleza 20 .<br />
Su biografía revela que desde muy niño se las ingenió para<br />
poder participar en varios deportes (rugby, críquet, tenis y<br />
lucha olímpica), hasta convertirse, un poco más tarde, en<br />
el corredor paralímpico más rápido de la tierra. A partir de<br />
2004, cuando solo tenía 18 años, Pistorius se hizo figura<br />
destacada durante los Juegos Paralímpicos celebrados en<br />
Atenas y, desde entonces, continuó sumando medallas y<br />
récords en distintos eventos mundiales en las pruebas de<br />
100, 200 y 400 metros planos.<br />
Las idas y venidas de las autoridades competentes<br />
(pero desconcertadas)<br />
En el año 2008 se le negó su participación en los Juegos<br />
Olímpicos de Beijing, en los que aspiraba a correr contra<br />
rivales ‘normales’. Fue, la de impedírselo, la respuesta que<br />
tuvieron más a la mano las autoridades deportivas con<br />
relación a Pistorius, un ser considerado híbrido que combinaba<br />
elementos de carne y hueso con máquinas y dispositivos<br />
electrónicos.<br />
A partir de entonces su historia tiene varios hitos que, en<br />
algunos aspectos, semeja las estaciones de un víacrucis.<br />
Iniciando el año 2007 se realizaron algunas pruebas a sus<br />
prótesis, consistentes en el análisis de la filmación de sus<br />
20<br />
Hoy en día las prótesis de Pistorius, descritas como una especie de cuchillas en forma de J, son<br />
de fibra de carbono, pesan 2 kilos, cuestan unos 35.000 dólares y son fabricadas por la industria<br />
islandesa Ossur. Es un invento cuya primera versión se remonta al año 1984.
26 | Capítulo 1<br />
carreras y la aplicación de test biomecánicos, los cuales<br />
determinaron que Pistorius no podía competir en carreras<br />
sancionadas por la IAAF (Federación Internacional de<br />
Atletismo), debido a que sus implantes le daban cierta<br />
superioridad con respecto a sus rivales no discapacitados.<br />
Cabe llamar la atención sobre el hecho de que anteriormente<br />
la misma IAAF lo había invitado a participar en 2005<br />
en un evento internacional en Helsinki (evento al que no<br />
pudo asistir) y le<br />
permitió iniciarse<br />
en competencias<br />
‘normales’ en las<br />
pruebas de Roma<br />
y Sheffield que se<br />
llevaron a cabo dos<br />
años después.<br />
Pero, en marzo del<br />
año 2007 la IAAF<br />
prohibió en sus<br />
normas – algunos<br />
malpensados creen<br />
que esta regla fue<br />
redactada pensando<br />
en el corredor surafricano<br />
– el uso de<br />
“cualquier dispositivo<br />
técnico que incorporara<br />
resortes,<br />
ruedas o cualquier<br />
otro elemento que proporcionara a quien lo usa una ventaja<br />
sobre otros atletas que no usaran tal dispositivo”.<br />
Meses más tarde la misma organización llegó a la conclusión,<br />
tras haber encargado un nuevo examen sobre Pistorius,<br />
que éste mostraba, más bien, una notable inferioridad.<br />
Al poco tiempo, en noviembre del mismo año, fue invitado<br />
a la Universidad de <strong>Deporte</strong>s de Colonia para someterse,<br />
una vez más, a estudios biomecánicos, supervisados por<br />
la propia IAAF. Tras el examen, el informe correspondiente<br />
remata con una opinión distinta a la anterior, indicando<br />
que las prótesis usadas por el atleta surafricano le permiten<br />
correr con un consumo de oxígeno un 25% menor respecto<br />
a los corredores normales; que la capacidad de rebote<br />
de la prótesis es de un 90% frente al 60% de una pierna<br />
humana y que, al realizar un menor esfuerzo y tener menos<br />
masa muscular, acumula menos ácido láctico. Dicho en<br />
cristiano, Pistorius corre en una condición favorable.<br />
Valiéndose de tal examen, en enero del año 2008 la IAAF le<br />
niega, por tanto, la participación en las competencias realizadas<br />
bajo su auspicio, incluyendo, obviamente, la asistencia<br />
al evento olímpico<br />
chino, que se celebraría<br />
en agosto de 2008.<br />
Pero la historia da otra<br />
voltereta. En mayo de<br />
2008 el Tribunal de Arbitraje<br />
Deportivo (TAS)<br />
revoca la decisión de la<br />
IAAF al considerar que<br />
las pruebas no arrojan<br />
evidencia suficiente<br />
para demostrar la<br />
ventaja generada por<br />
las prótesis y, además,<br />
no hablan nada de<br />
las desventajas que<br />
las mismas pudieran<br />
suponer. En consecuencia,<br />
la opinión da<br />
un nuevo viraje y se le<br />
autoriza, entonces, a<br />
competir en las olimpiadas de Beijing, en las que a la postre<br />
no actúa puesto que no alcanza la marca mínima.<br />
Finalmente, Pistorius concurrió a competencias promovidas<br />
por la IAAF el año 2011, en Daegu, y asistió<br />
en el año 2012 a la cita olímpica de Londres, clasificando<br />
para semifinales en la prueba de 400 metros<br />
planos, convirtiéndose así en la primera persona con<br />
doble amputación en correr en un evento de este tipo,<br />
dando lugar a un hecho insólito: un discapacitado encarando<br />
a rivales sin discapacidad, gracias a una pieza<br />
metálica que lo rescata de su inferioridad, lo empareja<br />
con ellos y, de acuerdo con algunos estudios, hasta
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 27<br />
le otorga ventajas (Sánchez García, 2012). Es bueno<br />
advertir que lo anterior no fue obstáculo para que<br />
Pistorius mantuviera el permiso oficial para actuar en<br />
eventos paraolímpicos.<br />
La rapidez con la que se hacen presentes las innovaciones<br />
tecnocientíficas ha traído consigo situaciones que<br />
cambian de manera permanente, vale la pena añadir<br />
a ésta crónica de idas y venidas en el caso de Pistorius<br />
un reclamo formulado por él mismo, con ocasión de<br />
los Juegos Paraolímpicos de Londres (2012), en los que<br />
perdió la medalla de oro en los 200 metros planos frente<br />
al corredor brasileño Alan Fonteles Oliveira. A raíz de<br />
este hecho Pistorius reclamó que su rival usó prótesis<br />
más grandes que las autorizadas, las cuales le permitían<br />
correr más rápido. El Comité Paralímpico Internacional<br />
(CPI) desestimó su queja 21 .<br />
Aunque se suele afirmar que Pistorius es un atleta<br />
ciborg 22 transhumano y, si bien los implantes en sus<br />
piernas pudieran autorizar a que se lo califique de esta<br />
manera, algunos autores sostienen lo contrario, argumentando<br />
que no ha mostrado un rendimiento físico<br />
posthumano. Su caso muestra que, en lo que atañe a su<br />
desempeño, la tecnología se encuentra todavía en fases<br />
que se estiman iniciales.<br />
No obstante, en el horizonte sigue estando pintado un<br />
escenario posthumano. Si alguien tiene alguna duda al<br />
respecto basta con recordarle la exhibición, durante el reciente<br />
mundial de fútbol de Brasil, de un joven parapléjico<br />
chutando un balón, movido por un exoesqueleto robot<br />
diseñado para ser controlado por su mente, mediante implantes<br />
cerebrales.<br />
Pistorius entra en la historia<br />
El de Pistorius ha terminado siendo un caso sorprendente,<br />
no solo dentro del mundo del deporte. Su participación<br />
en eventos con corredores no discapacitados ha causado<br />
un verdadero motín en los medios deportivos, colocando<br />
en la vitrina mundial las complicaciones que derivan del<br />
brusco desarrollo de la tecnociencia. Las prótesis del corredor<br />
se han convertido en un dolor de cabeza, sobre todo,<br />
aunque no solo, para los que gobiernan el deporte.<br />
En resumen, Pistorius se ganó merecidamente un puesto<br />
en la historia del atletismo pero deja colgado un montón<br />
de preguntas que aluden, de manera general, al rumbo y a<br />
las secuelas que irán caracterizando al deporte durante el<br />
transcurso de los próximos años. Preguntas que, por ahora,<br />
no tienen cómo ser contestadas de manera satisfactoria y<br />
solo alimentan dudas y polémicas. Preguntas que, más allá<br />
del caso del atleta surafricano, muestran un posible futuro<br />
marcado por el tecnodopaje e incluso, aunque parezca un<br />
ejemplo inadecuado, por lo aparentemente remoto, dejan<br />
ver amputaciones deliberadas con el objetivo de mejorar<br />
el desenvolvimiento deportivo. Es posible que lo anterior<br />
suene a desmesura pero ya despunta en el menú de opciones<br />
disponibles para un deportista 23 .<br />
Pistorius entra en la historia. Entra por sus marcas y triunfos<br />
de gran atleta. Entra porque fue el portador exitoso de innovaciones<br />
tecnológicas impensadas hasta no hace mucho.<br />
Entra porque de alguna manera replanteó su condición de<br />
discapacidad y pudo competir con brillo frente a deportistas<br />
no especiales. En resumen, entra porque deja un hito en el deporte<br />
moderno bordado por la tecnociencia y porque mostró<br />
un escenario promisorio para otros como él.<br />
CONCLUSIONES<br />
(Mientras tanto)<br />
Reiterando, pareciera que estos tiempos de transformaciones<br />
nos toman por sorpresa y es fácil entender que la<br />
sociedad experimente una buena dosis de perplejidad y se<br />
perciba a sí misma como desarmada y desorientada frente<br />
a lo que ocurre.<br />
21<br />
Con el propósito de ratificar cómo la realidad se encuentra siempre retándonos con nuevas<br />
situaciones, vale la pena contar, igualmente, que en reciente ocasión los entrenadores de Pistorius<br />
observaron que la ‘suela’ de las prótesis podría lesionar las rodillas del atleta. Por lo tanto, Nike, que es<br />
su patrocinador, se dio a la tarea de desarrollar la solución, vale decir, una ‘suela’ con picos que llevan<br />
las prótesis en la parte inferior, una mejora que podría darle una ventaja a Pistorius, pero éste accedió<br />
a que fuera disponible para todo atleta que lo necesitara.<br />
22<br />
La palabra ‘ciborg’ fue acuñada por Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline en 1960, aludiendo a la<br />
combinación entre los términos cibernético y organismo, para referirse a aquellos individuos<br />
cuya naturaleza podría ser una combinación entre lo orgánico heredado y elementos mecánicos,<br />
robóticos, y/o eléctricos.<br />
23<br />
Aunque no es, por supuesto, una situación igual a la que se alude, cabe mencionar, por lo<br />
sorprendente unas recientes declaraciones del gran futbolista argentino Gabriel Batistuta. “Tras<br />
retirarme del fútbol pedí que me amputaran las piernas, porque no podía más”, explicó el máximo<br />
artillero de la historia del fútbol argentino en el programa ‘Líbero’ de TyC Sports. “No tengo ni<br />
cartílagos ni tendones en las piernas” por las lesiones sufridas durante su carrera deportiva, señaló.<br />
“Me he orinado en la cama porque teniendo el baño a tres metros no me quería levantar. Estaba tan<br />
desesperado que tomé un avión y fui a visitar al doctor Avanzi”, confesó Batistuta. “Le dije ‘córtame las<br />
piernas, que no puedo más’. Vi a Pistorius y pensé que esa era mi solución”, expresó.
28 | Capítulo 1<br />
Desde la religión<br />
se miran<br />
con cuidado los<br />
poderes creadores<br />
desarrollados<br />
por el ser<br />
humano, en franca<br />
rivalidad con los de<br />
los dioses. Desde la filosofía<br />
y la ética se buscan explicaciones<br />
para apreciar el significado de una civilización<br />
en la que se toca la que se considera la ‘esencia<br />
humana’. Desde la economía se intentan descifrar las maneras<br />
y dinámicas cada vez más vinculadas a la demanda<br />
y oferta de intangibles, sobre la base de reglas que<br />
no terminan de sedimentarse. Desde la sociología,<br />
se mira el impacto sobre las instituciones que le<br />
dan cauce a la vida colectiva. Desde la política se<br />
analizan las consecuencias de las nuevas tecnologías<br />
sobre los sistemas de gobierno y los patrones<br />
en la distribución del poder, sopesando<br />
las tensiones entre la libertad y el autoritarismo.<br />
En fin, desde todos lados aparecen escenarios<br />
complicados, encima de inciertos, que suscitan<br />
a la vez esperanzas y temores respecto a los caminos<br />
que va tomando el desarrollo tecnocientífico,<br />
a sabiendas de su enorme gravitación en todo lo que<br />
está aconteciendo en el planeta.<br />
Nada más práctico<br />
que una buena teoría<br />
Obviamente, la actividad deportiva ha quedado arropada por<br />
parecidas preocupaciones y dudas. En su ámbito también se<br />
perciben, desde ya, alteraciones de gran calado y se presumen<br />
para el futuro otras aún mayores. El dopaje genético es<br />
apenas una muestra en medio de un conjunto de innovaciones<br />
que la interpelan en sus propias raíces y no son pocos los<br />
que avizoran, por ello, un nuevo concepto de deporte, el que<br />
correspondería a la sociedad transhumana. Hasta ahora las<br />
autoridades se han visto sobrepasadas, de lo cual han dado<br />
prueba, me parece, el trato que se le dio a Oscar Pistorius, así<br />
como la manera como parecen estar enfrentando el tema del<br />
dopaje genético. Han quedo en ‘off side’, o si se prefiere, fuera<br />
de base, como se diría en el béisbol.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 29<br />
Nada sobresale con más claridad que la urgente necesidad<br />
de ir creando nuevos marcos de análisis para estudiar y<br />
comprender los lazos que amarran a la tecnociencia y al<br />
deporte, a partir del trabajo sinérgico entre las ciencias sociales<br />
y humanas, y las ciencias naturales.<br />
El intelectual francés Bruno Latour (citado en Medina,<br />
2008) ha caracterizado las innovaciones tecnocientíficas<br />
como la proliferación de híbridos, es decir, de realizaciones<br />
que embrollan las divisiones esencialistas en<br />
un complejo entramado de ciencia, tecnología, política,<br />
economía, naturaleza, derecho, etcétera. Según él, en<br />
la larga lista de los híbridos actualmente más representativos<br />
habría que colocar, entre otros muchos, los<br />
implantes electrónicos en el cerebro, los microprocesadores<br />
biónicos, la clonación de animales, los alimentos<br />
transgénicos, la congelación de embriones humanos, las<br />
píldoras abortivas y poscoitales, el Viagra, así como una<br />
larga lista de psicofármacos como el Prozak.<br />
A pesar de todo ello, afirma el citado autor, nuestra cultura<br />
intelectual no sabe cómo categorizar el entramado<br />
de los híbridos que la tecnociencia produce. Esto no es<br />
de extrañar, añade, pues para ello es preciso cruzar repetidamente<br />
las líneas divisorias que separan la ciencia y la<br />
sociedad, la naturaleza y la cultura, las cuales se siguen<br />
marcando en la actualidad.<br />
A partir de lo expresado, huelga señalar que también en<br />
el deporte hace falta un gran esfuerzo de comprensión<br />
intelectual que proporcione los códigos requeridos para<br />
desentrañarlo a la luz de los nuevos eventos.<br />
La democracia como exigencia<br />
Al paso en que la tecnociencia se ha convertido en un<br />
factor de gran incidencia en la organización y desempeño<br />
de las sociedades actuales, desde hace varios años<br />
se ha propuesto la participación de los ciudadanos en<br />
lo que se refiere a marcar sus derroteros y evaluar sus<br />
repercusiones. Se trata de que se asuman las reglas propias<br />
de la democracia, de manera que no sea éste un<br />
tema retenido en la sala de reuniones de políticos y tecnócratas.<br />
En los días que corren se trata, así pues, de una<br />
condición de ciudadanía, nada más y nada menos.<br />
El debate público y la vigilancia social sobre las transformaciones<br />
tecnocientíficas pasan a entenderse como<br />
un valor político propio de la época, a fin de que no se<br />
encuentren únicamente supeditadas a la dirección y el<br />
ritmo impuestos por el mercado. Debate y vigilancia,<br />
que conduzcan al objetivo de que los aspectos éticos,<br />
políticos, ambientales, jueguen su papel modulando la<br />
producción de conocimientos (infiltrando todo el proceso<br />
de creación de innovaciones), lo cual, es bueno<br />
advertirlo, no es asunto de estatizar, como con cierta<br />
frecuencia se piensa, sino de democratizar.<br />
La democratización del deporte reviste, igualmente y por<br />
similares motivos, una gran importancia. Así, desde diversos<br />
sectores se observa cómo van tomando fuerza algunas<br />
presiones que ponen de manifiesto la necesidad de<br />
ampliar la mediación de la gente en una actividad que se<br />
encuentra regida por estructuras cerradas, frágiles ante la<br />
corrupción y que funcionan en clave autoritaria, dicho sea<br />
esto último sin exagerar, basta con mirar cómo se eligen<br />
sus autoridades, cómo se perpetúan en los cargos o cómo<br />
se administran los recursos al margen de la más elemental<br />
rendición de cuentas, características que se encuentran<br />
presentes, con sus distintos grados y particularidades, en<br />
todas las disciplinas deportivas. A partir de este ‘estilo’, el<br />
gobierno del deporte se ejerce mediante un gran conjunto<br />
de organizaciones con prolongaciones de variado tipo a<br />
nivel mundial, continental y regional, puesto en manos de<br />
una férrea jerarquía.<br />
Por otra parte, las autoridades se encuentran permeadas<br />
de muchas maneras por diversos grupos que pujan de<br />
acuerdo a sus intereses, principalmente de índole económica.<br />
Se trata, sobre todo, aunque no solo, de presiones<br />
de las grandes empresas del planeta, las que tercian en el<br />
negocio universal del deporte, siendo responsables en altísimo<br />
grado, directa o indirectamente, de la introducción<br />
de innovaciones.<br />
Así las cosas, la administración del progreso tecnocientífico<br />
se torna una cuestión trascendental en la gobernabilidad<br />
del deporte, haciendo aún más indispensable la creación<br />
de mecanismos institucionales que permitan que las decisiones<br />
se tomen por la vía más informada y amplia posible,
30 | Capítulo 1<br />
con el propósito de que éstas no sean alimentadas exclusivamente<br />
a partir de la lógica que hoy en día manda en<br />
la concepción y difusión de sus innovaciones. Además,<br />
no pueden ser tampoco resoluciones que se tomen de<br />
espaldas al gran debate que tiene lugar a propósito de<br />
los escenarios que plantea la sociedad transhumana.<br />
¿Qué diría el Barón de Coubertin?<br />
En lo que atañe al tema del dopaje genético para los venideros<br />
juegos olímpicos en Brasil, a pesar de las dudas<br />
y las críticas, las autoridades deportivas permanecerán<br />
aferradas a la usual política de rechazo, según se ha<br />
puesto de manifiesto con la próxima entrada en vigencia<br />
de nuevas reglas sancionadas por la Asociación Mundial<br />
Antidopaje, de las que, por cierto, se habla informalmente<br />
como ‘Código Armstrong’, debido a la influencia que tuvo<br />
en su redacción la condena al ciclista norteamericano.<br />
competirían atletas ‘ciborgizados’. Irá así perfilándose la<br />
cara a una nueva noción del deporte y el evangelio del<br />
olimpismo irá desapareciendo hasta de la retórica de los<br />
discursos. Tal vez casi nadie se acuerde más nunca del<br />
Barón Pierre de Coubertin.<br />
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desarrollo sustentable. Publicado en Ciencia y uso<br />
del conocimiento en Venezuela. Fundación Polar.<br />
Caracas.<br />
La idea con el nuevo cuerpo de normas es hacer más estrictas<br />
las medidas y más severos los castigos. Se plantea,<br />
entre otras cosas, sancionar a las personas del entorno del<br />
atleta, así como a los deportistas en pruebas no analíticas<br />
(como fruto de la investigación policial o de la delación de<br />
otros compañeros) y se establece que se amplíe a diez años<br />
la prescripción del fraude, lo cual permite que los laboratorios<br />
conserven congeladas las muestras por ese lapso a<br />
fin de que vuelvan a ser analizadas si se descubren nuevos<br />
métodos de detección con referencia a sustancias antes<br />
indetectables.<br />
En esa dirección, se han invertido importantes sumas de<br />
dinero para desarrollar métodos que descubran el dopaje genético,<br />
cuyos primeros avances estarán presentes, sin duda,<br />
en tierras brasileñas 24 . Aun así, da la impresión de que los<br />
responsables de la conducción y organización del deporte<br />
semejan a esos militares que se encuentran muy bien preparados<br />
para la guerra anterior. En otras palabras, piensan ‘a la<br />
antigua’ lo que está ocurriendo en la actualidad.<br />
En síntesis, pareciera que ya se percibe la posibilidad<br />
de unos juegos olímpicos transhumanos, en los que<br />
24<br />
Como cabe esperar, los sistemas de vigilancia actuales se encuentran mucho más enfocados<br />
en advertir las violaciones en los sistemas de dopaje más ‘tradicionales’, como los esteroides<br />
anabolizantes y las diferentes opciones de dopaje sanguíneo, que en el dopaje genético.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 31<br />
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Ética y Derecho del <strong>Deporte</strong>.<br />
CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />
• Fotrografía página 23 Randy Miramontez Shutterstock.com<br />
• Fotografía página 24 pcruciatti Shutterstock.com
Capítulo<br />
02<br />
Béisbol:<br />
ciencia y esencia<br />
Autor: Mari Montes<br />
“Los cambios del béisbol a través de los<br />
años lo han vuelto más suave”<br />
Babe Ruth, enero 1948
34 | Capítulo 2<br />
RESUMEN<br />
‘Béisbol: ciencia y esencia’ es un ensayo sobre cómo la tecnología,<br />
la ciencia y el desarrollo del béisbol desde su invención,<br />
han estado estrechamente vinculados en diversos aspectos<br />
que comprenden la evolución de los implementos<br />
que se usan para jugar, la forma de analizar el juego y evaluar<br />
a los peloteros y sus capacidades,<br />
que se conoce como sabermetría,<br />
las herramientas para<br />
seleccionar los talentos,<br />
la comunicación y cómo<br />
las redes sociales y los<br />
avances informáticos<br />
han influido en la forma<br />
de llevar la información al<br />
público interesado, al igual<br />
que el cambio en las reglas<br />
que parecían esenciales, como la<br />
repetición instantánea para ratificar o<br />
contradecir una sentencia de los umpires<br />
que están en el terreno de juego.<br />
Sobre el tema aún no hay amplia<br />
bibliografía disponible, pero en el<br />
ensayo son citados jugadores estelares<br />
como Miguel Cabrera, exjugadores, managers,<br />
gerentes, periodistas, un scout y un médico<br />
especialista en medicina deportiva, quienes con su opinión<br />
aportan elementos y visiones para el análisis del impacto<br />
de la ciencia y la tecnología en la esencia del juego<br />
de pelota.<br />
El ensayo aborda el eterno debate entre el béisbol ‘old fashion’<br />
y los llamados ‘sabermétricos’, y cómo ambas maneras<br />
de ver el juego de pelota a lo largo de su historia lo han<br />
enriquecido y contribuido con su evolución.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 35<br />
BÉISBOL: CIENCIA Y ESENCIA<br />
Cuando se habla del ‘béisbol de antes’ se olvida que los<br />
cambios han sido la constante del juego desde sus inicios.<br />
El béisbol, como un organismo con vida propia, ha experimentado<br />
la mayoría de esas transformaciones al compás<br />
de los avances de la tecnología.<br />
El béisbol cambió cuando las normas permitieron que los<br />
aficionados se quedaran con las pelotas. Cambió cuando<br />
por primera vez se transmitió un partido por la radio y<br />
cuando pudo jugarse con luz eléctrica. La llegada de la<br />
televisión y la transmisión vía satélite también provocaron<br />
cambios en la duración del encuentro y en la comercialización<br />
y ganancias de los dueños del negocio, en los medios<br />
de comunicación, y claro, en los peloteros.<br />
En los primeros episodios no existían los guantes o las mascotas,<br />
los receptores no llevaban los equipos de protección<br />
que hoy vemos y que han evolucionado para disminuir<br />
riesgos durante el juego, ni tampoco existían los cascos.<br />
Los materiales con los que están elaborados los implementos<br />
del béisbol han cambiado para dar mayor confort a los<br />
jugadores y otros actores como los árbitros y los propios<br />
fanáticos. Telas frescas, cómodas, a diferencia de los primeros<br />
tejidos de lanilla que eran resistentes pero calurosos.<br />
Los bates ahora se elaboran de maderas dependiendo de<br />
las características y gustos del bateador. Los guantes y los<br />
zapatos de ganchos también se han modificado para hacerlos<br />
óptimos.<br />
Se trata de un avance constante para hacer más eficiente<br />
la práctica del béisbol, el pasatiempo tradicional de los<br />
Estados Unidos, Canadá, algunos países del Caribe – entre<br />
ellos República Dominicana, Cuba, el Estado Libre Asociado<br />
de Puerto Rico –, Venezuela, Panamá, una parte de<br />
México y la costa de Colombia, Brasil, Japón, Taiwán, Corea<br />
del Sur, China, Australia y otros europeos en los cuales se<br />
está comenzando a jugar pelota a modo profesional, como<br />
España, Italia, Francia y el Reino de los Países Bajos.<br />
Los números y los peloteros son infinitos<br />
Cuenta el periodista estadounidense Jason Stark que el<br />
manager de los Rays, Joe Maddon, mientras toma café<br />
en un local de la cadena Starbucks, leyó en su iPad los<br />
números de los bateadores y lanzadores a quienes enfrentaría<br />
horas más tarde. Las estadísticas reflejan las<br />
fortalezas y debilidades de cada hombre, divididos en<br />
múltiples números, con fórmulas casi infinitas para definir<br />
a un jugador y de ahí dónde colocarlo, cómo neutralizarlo<br />
o potenciar sus cualidades. Los números, pareciera,<br />
y las cada vez más evolucionadas maneras de mirar a un<br />
pelotero, marcan una distancia entre ‘el béisbol de antes’<br />
y éste de la sabermetría.<br />
Le dijo Maddon a Stark, en su interesante artículo publicado<br />
en ESPN.com ‘Bienvenidos a la era de la información’ (Stark<br />
2011): “El primer renacimiento llegó con Branch Rickey entre<br />
las décadas de 1920 y 1940”. En esos años el ejecutivo fue pionero<br />
en el uso de los sistemas de desarrollo de jugadores y de<br />
las estadísticas para seleccionar los talentos.<br />
Incluso para la firma de Jackie Robinson, Branch Rickey estudió<br />
meticulosos informes que daban cuenta de las cualidades<br />
de otros jugadores de las Ligas Negras, con números<br />
más impresionantes pero poco susceptibles a la ponderación,<br />
como su coraje, hidalguía, compromiso, fe cristiana<br />
metodista, formación universitaria y haber servido en la II<br />
Guerra Mundial, lo que terminó de convencer al empresario<br />
de que Robinson debía ser el elegido.<br />
El momento requería además de buen desempeño a un<br />
hombre capaz de soportar toda clase de vejaciones, que<br />
asumiera el compromiso de enfrentar el racismo sin violencia,<br />
hasta abrir la puerta de la integración. El elegido, sin<br />
embargo, debía tener las mismas cualidades de cualquiera<br />
que llega a las Ligas Mayores.<br />
Las estadísticas han sido siempre parte del juego.<br />
Desde su origen hubo la necesidad de traducir a<br />
números el rendimiento de sus protagonistas.<br />
Para los menos informados sobre el béisbol resulta difícil<br />
entender que alguien que falle siete de cada diez<br />
veces sea estelar, pero cuando leemos .300 sabemos que<br />
se trata de un bateador de cuidado, con habilidad para<br />
conectar la pelota por encima del promedio (.300 y más)
36 | Capítulo 2<br />
y que si mantiene ese promedio durante varias temporadas,<br />
podría llegar al Salón de la Fama de Cooperstown,<br />
la meca del béisbol.<br />
La tecnología y la precisión de la medición matemática<br />
intentan reducir al mínimo la subjetividad para observar<br />
y analizar un juego de pelota, lecturas que para los puristas,<br />
los cultores del ‘old fashion baseball’, resultan ser<br />
visiones del juego que lo desnaturalizan, le restan instinto,<br />
una característica de mucho valor para los románticos<br />
y conservadores que se resisten a conocer otros<br />
promedios distintos al de bateo, jonrones y carreras empujadas,<br />
efectividad, ponches, ganados, salvados, fildeo<br />
y bases robadas.<br />
Pero las estadísticas tradicionales no fueron suficientes<br />
para medir todas las capacidades de un jugador en aspectos<br />
como el estadio, las carreras evitadas por la defensa y<br />
comparaciones con jugadores de otras épocas.<br />
El periodista Ignacio Serrano, reportero y columnista del<br />
diario El Nacional desde hace 25 años opina: “La sabermetría<br />
ha aportado mucho al análisis del béisbol, desde el<br />
punto de vista de la detección de talentos, estructuración<br />
de equipos y plantearse escenarios probables. Es imposible<br />
predecir el futuro, pero es factible conocer tendencias<br />
de un jugador o equipos gracias a los números. La prueba<br />
es que hoy por hoy todos los equipos tienen un departamento<br />
dedicado a la sabermetría. Unos le hacen más o<br />
menos caso, pero todos, desde los Atléticos de Oakland<br />
(vanguardia en sabermetría) hasta los Filis de Filadelfia (los<br />
más conservadores), cuentan con uno”.<br />
Todo está en la palma de la mano<br />
El uso de la tecnología y la sabermetría han cambiado la<br />
dinámica de la comunicación con los aficionados. La información<br />
más detallada dejó de ser un privilegio de los periodistas<br />
y escritores especializados. Diversas aplicaciones<br />
para dispositivos móviles permiten seguir un juego picheo<br />
a picheo desde casi cualquier lugar.<br />
Si un jugador resultó lesionado, por ejemplo, es probable<br />
que primero se conozca el resultado de la radiografía en<br />
Twitter que en el clubhouse.<br />
Los nuevos tiempos retan también el ingenio periodístico<br />
para seguir manejando y comunicando información<br />
de interés que no esté en las redes o en el casi infalible<br />
buscador Google.<br />
Las transmisiones cuentan con narradores y comentaristas<br />
expertos en béisbol, apoyados en equipos de producción<br />
en los que hay numerólogos que llevan las estadísticas al<br />
instante para mantener informadas a las audiencias.<br />
La cantidad de datos que se pueden aportar en una transmisión<br />
ha aumentado a la par de las nuevas maneras de<br />
medir a un jugador, hacer comparaciones en tiempo real<br />
para saber cuándo se ha establecido un récord, o remontarse<br />
a la historia consultando páginas como ‘Elias Sports<br />
Bureau’, ‘Baseball Reference’, ‘Major League Baseball<br />
(MLB)’, ‘Total Baseball’, ‘Baseball Almanac’, por citar algunas<br />
de mucha utilidad.<br />
De nuevo buscamos la opinión de Ignacio Serrano, periodista<br />
que utiliza la sabermetría para desarrollar sus análisis,<br />
y le preguntamos si es posible medirlo todo:<br />
“No lo sé. Hay una conversación interesantísima que<br />
tuvo hace tres años Bill James (padre putativo de la sabermetría)<br />
para el Seattle Times, donde reconocía que<br />
hay cosas que realmente, hoy por hoy, son imposibles de<br />
medir y que ciertamente existen intangibles que afectan<br />
el trabajo de una persona o la actuación de un jugador.<br />
Él ponía el ejemplo de una oficina y su ambiente agradable<br />
y estimulante, y el desempeño de un empleado y<br />
que eso puede trasladarse a un clubhouse. Lo dice nada<br />
menos que Bill James. Él admite que esos intangibles son<br />
importantes y causan un impacto en el juego y también<br />
planteaba que las nuevas generaciones de sabermétricos<br />
deben buscar cómo hacer posible medir todas las<br />
herramientas, que ya los primeros sabermétricos habían<br />
hecho su trabajo y ahora le toca a las nuevas generaciones<br />
desarrollar nuevas fórmulas”.<br />
Según Serrano, “querer medirlo todo es sano, aunque es<br />
un deseo soberbio querer saber más, es el mismo que ha<br />
llevado al ser humano a caminar por la Luna, a conocer los<br />
océanos y cada fosa de la tierra, a hacer grandes descubri-
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 37<br />
¿Y por qué el debate entre sabermétricos y tradicionalistas?<br />
Serrano responde: “Creo que es falso el debate entre<br />
sabermetría y tradición, porque hay una continuidad de<br />
la tradición en la sabermetría como evolución del conocimiento”.<br />
Cuando llegaron los radios portátiles y los fanáticos<br />
comenzaron a llevarlos al estadio para seguir la transmisión,<br />
se crearon los circuitos, los equipos hicieron sus<br />
propias cadenas, luego se sumó la televisión y en estos<br />
tiempos vemos en los parques a fanáticos con sus tabletas<br />
y celulares con acceso a montones de herramientas<br />
para manejar información fascinante, de esas que desde<br />
siempre han atraído a los fanáticos.<br />
mientos o a conocer el genoma humano. Es una motivación,<br />
es un ansia de conocimiento que nos lleva al progreso<br />
y la sabermetría está casada con eso”.<br />
Para los comunicadores es preciso ser cuidadosos porque<br />
las fórmulas matemáticas para analizar cada aspecto del<br />
juego deben traducirse a un lenguaje que pueda ser comprendido<br />
por la mayoría de las audiencias, quienes no<br />
necesariamente manejan las herramientas para entender<br />
esta forma de analizar el béisbol.<br />
En opinión de Ignacio Serrano, “es cierto que algunos sobrevaloran<br />
ese nuevo análisis y miran por encima del hombro<br />
a los tradicionalistas, pero al mismo tiempo pienso que ese<br />
deseo soberbio nos ha hecho una civilización más avanzada<br />
y eso en un menor grado se refleja en la sabermetría<br />
y la forma de ver el juego de pelota. Creo que uno como<br />
periodista debe aplicar los conocimientos aprendidos en<br />
la universidad, los conceptos básicos. Lo primero que nos<br />
enseñan es a escribir para todo el mundo, uno sabe que<br />
cuando trata un tema de manera noticiosa, eso debe llegar<br />
a un público muy amplio: tanto gente conocedora, como<br />
gente que no lo es. Se debe tener esa conciencia muy clara.<br />
Algunos parece que hablan en otro idioma y al final no<br />
cumplen el objetivo básico de comunicar. No hacen llegar<br />
el mensaje. Pero es normal y lógico que haya medios sabermétricos,<br />
que sí son para expertos, que conocen y dominan<br />
el tema”.<br />
La tecnología no solo ha modificado el juego para jugadores<br />
y técnicos. Para los fanáticos ha sido fundamental y para<br />
los propietarios y cadenas de televisión se ha convertido<br />
en un negocio lucrativo en el mundo del entretenimiento.<br />
Como señala Jason Stark en el artículo ya citado: “De repente,<br />
mientras usted estaba ocupado lavando su ropa<br />
o haciendo el draft para su equipo de fantasía o algo<br />
por el estilo, el mundo ha sido invadido por un ejército<br />
de magos de las sabermétricas, capaces de calcular el<br />
FIP (‘Fielding Independent Pitching’) de Justin Verlander<br />
como visitante, contra equipos con récord menor a<br />
.500, en juegos en los que más del 20 por ciento de sus<br />
lanzamientos son curvas –y que además son capaces de<br />
entender todo lo que eso significa –”.<br />
LA TECNOLOGÍA PARA MAYOR EFICIENCIA<br />
Mientras buena parte de los fanáticos atribuye a los controles<br />
del uso de sustancias prohibidas la notable disminución del<br />
número de cuadrangulares, también hay que darle valor al<br />
uso de las estadísticas y la comunicación. La información y la<br />
facilidad de acceder a ella han influido en ese cambio.<br />
Un lanzador puede saber por dónde no tirar la bola a los<br />
bateadores que enfrentará durante una temporada, que<br />
lo logre es otra cosa. Mientras entrena en la caminadora<br />
puede analizar en una tablet las zonas frías y calientes de la<br />
alineación que verá unas horas más tarde, o también podrá<br />
hacerlo desde su celular camino al juego.
38 | Capítulo 2<br />
En los primeros años del béisbol, cuando no existían las<br />
pistolas para medir la velocidad de un lanzamiento, bastaba<br />
con un apodo como ‘Smokey’ (Joe Wood) para saber<br />
que el lanzador tenía un picheo meteórico casi imposible<br />
de conectar y con una palabra se describía el sonido del<br />
cuero de la pelota contra el cuero de la mascota después<br />
de un swing fallido.<br />
El uso de la tecnología ha tocado todos los ámbitos del<br />
béisbol desde que el juego existe formalmente; organizado<br />
según Norman Chadwick, quien se encargó de darle mejor<br />
sentido con reglas básicas y esenciales para hacer comprensible<br />
un duelo complicado que consiste en, para empezar,<br />
arrojar una esfera confeccionada con un centro de corcho,<br />
hule, lana y dos tapas de cuero de vaca entrelazadas por una<br />
costura de 108 puntadas de hilo rojo sobre el espacio de un<br />
pentágono, espacio que, según la regla, debe tener 17 pulgadas<br />
quitando 2 de las esquinas en tal forma que solo uno<br />
de sus lados sea de 17 pulgadas de largo, 2 lados adyacentes<br />
de 8 ½ pulgadas, y los dos lados restantes de 12 pulgadas<br />
formando un ángulo que termina en punta, fijado en el terreno,<br />
de tal forma que el bateador no pueda conectar la<br />
pelota o si lo hace no pique a terreno de nadie.<br />
¿Batear es más fácil que antes?<br />
Batear es una de las acciones más difíciles de ejecutar<br />
en el deporte. Se trata de golpear una bola de unos 26<br />
centímetros de circunferencia y entre 5 y 5.25 onzas de<br />
peso (entre 141.75 y 148.84 gramos), que viaja a más de<br />
90 millas por hora (160 Km/h) en fracciones de segundo<br />
(0.44), con un mazo de madera lisa y redonda de no más<br />
de 2 3/4 pulgadas (7 cm) de diámetro en su parte más<br />
gruesa y no más de 42 pulgadas (1,07 m) de largo. El bateador<br />
debe comenzar su trabajo en cuanto el lanzador<br />
inicia sus movimientos y juntar vista, velocidad, fuerza y<br />
ritmo en el tiempo que tarda el envío en llegar al plato<br />
para impactarla o escuchar el sonido de la captura del<br />
receptor y el canto del umpire: “¡Strike!”.<br />
La pelota sale de la mano del pitcher milésimas de segundo<br />
antes que el bateador pueda ajustarse y calcular el tipo<br />
de picheo, velocidad y trayectoria, y en los últimos milímetros<br />
hasta que llega al guante del receptor es casi invisible,<br />
eso sin hablar de la cantidad de giros que puede hacer una<br />
pelota según las habilidades del lanzador.<br />
Walter Johnson, pitcher miembro del Salón de la Fama, estrella<br />
de los Senadores de Washington desde 1907 hasta<br />
1927, legendario por la velocidad de sus envíos decía: “No<br />
puedes batear lo que no puedes ver”.<br />
Por eso bateadores de la talla de Ty Cobb, Honus Wagner,<br />
Babe Ruth, Ted Williams, Willy Mays, Stan Musial, Mickey<br />
Mantle o más recientemente David Ortíz, Miguel Cabrera<br />
o Mike Trout son vistos casi como súper hombres; bateadores<br />
extraordinarios entre grandes toleteros, legendarios<br />
por sus hazañas con el bate de madera.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 39<br />
“Batear es un arte, no una ciencia exacta”, dijo Rod Carew,<br />
el panameño miembro del Salón de la Fama de Cooperstown,<br />
ganador de siete títulos como líder bate, a quien le<br />
da gusto explicar que tenía siete maneras diferentes de pararse<br />
en el plato. Carew era un estudioso de los lanzadores<br />
y sabía qué podía esperar para ajustarse, en tiempos en los<br />
que no había sabermetría o videos.<br />
Miguel Cabrera, ganador de la Triple Corona de Bateo en<br />
2012 (el primero en hacerlo desde 1967, cuando lo logró<br />
Carl Yastrzemski), nombrado jugador más valioso, líder<br />
bate en tres temporadas consecutivas, ha sido evaluado<br />
desde su aparición en el béisbol como ‘un natural de habilidades<br />
sobrenaturales’.<br />
A Cabrera – consultado para este ensayo – le sorprende que<br />
no haya bibliografía sobre el tema o trabajos más extensos<br />
sobre el uso de la tecnología en relación con este deporte<br />
ya que para él, herramientas como videos, medidores de<br />
velocidad y sabermetría, son cotidianas desde que llegó al<br />
béisbol profesional con 16 años en 1999, cuando comenzó<br />
a destacar por su fuerza e instinto para batear, comparado<br />
con los mejores de todos los tiempos. Los pronósticos<br />
y proyecciones sobre la carrera de Miguel Cabrera no se<br />
equivocaron. Ha sabido potenciar su talento con trabajo<br />
que incluye el uso de la tecnología.<br />
“En todos los clubhouses desde que yo empecé en esto,<br />
los técnicos se apoyan en el video para mejorar los aspectos<br />
defensivos y ofensivos del juego. Pero siempre hay que<br />
descifrar a los pitchers, ellos buscarán poncharte, sacarte<br />
out. Lo esencial de este juego ocurre en ese momento del<br />
duelo entre lanzador y bateador; hay que dar jonrones, hits,<br />
impulsar carreras y ayudar a la victoria”, cuenta Cabrera.<br />
Todo lo que ocurre después del batazo es también difícil<br />
de explicar, lo que debe hacer la defensa para evitar que el<br />
hombre que se embasó anote una carrera, las estrategias,<br />
las decisiones que sorprenden, el obtener provecho, en el<br />
mejor sentido, de cada uno de los hombres del juego.<br />
Johan Santana, uno de los mejores lanzadores zurdos de su<br />
generación, ganador por unanimidad en dos ocasiones del<br />
Premio Cy Young, galardón que distingue al mejor pitcher<br />
de una temporada, y autor de un juego sin hits ni carreras<br />
antes de ser víctima de lesiones que lo han tenido fuera<br />
en dos temporadas completas, cuenta que para estudiar<br />
a los bateadores que debe enfrentar recurre a los números<br />
y videos que analiza varias veces para definir la estrategia<br />
para intentar dominarlos. “Es interesante – advierte<br />
Santana – pero en realidad es una adivinanza. El bateador<br />
no sabe qué picheo usaré y a veces aunque lo sabe no es<br />
posible que la conecte, y otro día o al inning siguiente, ese<br />
envío ya no funciona”.<br />
Entonces cabe preguntarse cuánto cambia la esencia<br />
el hecho de disponer de todos esos avances cuando se<br />
quedan frente a frente pitcher y bateador. En realidad es<br />
poco. Por más que aparecen fórmulas e inventos, el trabajo<br />
del lanzador siempre será tratar de mantener la pelota<br />
lejos de donde el bateador pueda conectarla a zona buena.<br />
A finales de la década de los ‘80s, cuando aún existía el sistema<br />
de video VHS, Andrés Galarraga, el slugger, campeón<br />
de bateo, impulsador de jonrones en las Grandes Ligas, retrocedía<br />
muchas veces la cinta que le hacía un amigo en<br />
sus primeros desafíos como profesional.<br />
Ahora los buscadores de talento usan radares para<br />
medir la velocidad de los picheos, del tiro del cátcher<br />
a las bases, del brinco antes de salir a robar segunda,<br />
gracias a que casi todo lo ejecutable puede ser medido<br />
con exactitud y de acuerdo con esos resultados se<br />
establecen bonos para contratar a un prospecto.<br />
En el pasado remoto, a finales del siglo XIX y principios del<br />
siglo XX, cuando no era imaginable disponer de esos aparatos,<br />
el instinto, lo obvio y herramientas que hoy parecen<br />
rudimentarias, como un simple reloj, permitieron la contratación<br />
de hombres como Walter Johnson, Cy Young, Nap<br />
Lajoie o Babe Ruth.<br />
Puede que los puristas digan que no hacía falta entonces y<br />
que tampoco hace falta ahora.<br />
Para Félix Luzón, economista, Presidente del Grupo 9 Stars,<br />
asesor financiero de jugadores de la MLB, agente autorizado<br />
por la Asociación Única de Peloteros Profesionales de
40 | Capítulo 2<br />
Venezuela (AUPPV) y Agente ‘General Certification’ de la<br />
Asociación de Jugadores de Grandes Ligas (MLBPA), “la influencia<br />
de la tecnología en la captación y preparación de<br />
talentos es esencial, como ha sido siempre en la evolución<br />
del béisbol: los aspectos del juego, tan llenos de números y<br />
aproximaciones, deben ser siempre catalizados dentro de<br />
un espectro que conjugue esos números con la realidad y<br />
permita obtener resultados a corto plazo”.<br />
El agente Luzón explica cómo funciona la captación de nuevos<br />
talentos en lo que él llama ‘el béisbol aguas abajo’, es decir,<br />
en las ligas profesionales del Caribe y América Latina, donde<br />
se descubren esos jugadores que luego se negocian con los<br />
equipos de las Grandes Ligas. “Su influencia no es de carácter<br />
sabermétrico, pues no se cuenta con estadísticas de juego,<br />
pero sí hay una gran influencia de análisis de crecimiento y<br />
variables de las herramientas que debe tener un talento”.<br />
Respecto a las estadísticas para medirlo todo, Pedrique<br />
es un poco más conservador, aunque no las desestima:<br />
“La sabermetría es interesante y consigues muchas informaciones,<br />
aun cuando no estoy de acuerdo con que sea<br />
tomada en cuenta 100% para evaluar a un pelotero o hacer<br />
cambios. Me gusta la sabermetría, pero me llevo más por<br />
la intuición y lo que veo a diario en el terreno. No todas<br />
las habilidades de un jugador pueden medirse. Hay que<br />
verlo jugar bajo presión, qué habilidad tiene para tomar<br />
decisiones claves, la anticipación antes de que las cosas sucedan.<br />
Se ignoran muchas veces a la hora de firmar o subir<br />
de categoría a un pelotero, las cualidades intangibles, su<br />
control emocional, la responsabilidad, preparación, actitud<br />
y deseos de superación. Para mí son un riesgo altísimo los<br />
Ahora para los cazadores de talento, como en el caso de<br />
Félix Luzón, “esas cifras y tendencias de crecimiento se proyectan<br />
según los valores del método conocido como ‘Overall<br />
Future Potencial’ (OFP) y con el uso de tecnología de<br />
punta para medir habilidades”.<br />
Nada que mejore el desempeño dentro de las reglas, siempre<br />
que sea honesto y legal, debería ser desestimado; pero<br />
Moisés Alou, exjugador de Grandes Ligas y ahora gerente,<br />
dijo el 24 de junio de 2013 en una entrevista publicada por la<br />
página de la Liga Dominicana, “yo no soy enfermo con la sabermetría.<br />
A mí me gusta conocer a los jugadores. El día que<br />
puedan medir los testículos a un jugador, ese día voy a creer,<br />
porque hay que tener mucho corazón para jugar béisbol”.<br />
Ciertamente hay intangibles en el béisbol. No podía ser<br />
distinto porque hay cualidades o debilidades que no son<br />
evidentes para un radar ni cuantificables matemáticamente,<br />
pero tampoco la tecnología resta esencia al juego.<br />
Alfredo Pedrique, exjugador y exmanager de las Grandes<br />
Ligas y de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, coincide<br />
con Alou, pero explica que “la tecnología le ha aportado<br />
algo positivo al béisbol: el sistema de los videos, por<br />
ejemplo, ayuda mucho a la hora de enseñar y corregir a los<br />
peloteros, sobre todo en Ligas Menores”.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 41<br />
‘showcases’ (exhibiciones), donde solo ves el talento físico.<br />
No sabes nada de la parte mental, inteligencia, actitud, conocimientos<br />
e ideas de cómo jugar el béisbol”.<br />
Para los conservadores el uso de la tecnología es casi una<br />
herejía, mientras que para los defensores de los adelantos<br />
tecnológicos y sabermetría, se trata de eliminar en lo posible<br />
los errores humanos y una cosa no debe excluir a la<br />
otra. Yo estoy de acuerdo con eso.<br />
LA REPETICIÓN Y LA AUTORIDAD<br />
“Señores, él fue puesto out porque yo lo dije”, eso lo aseveró<br />
Bill Klem, legendario árbitro de las Grandes Ligas, elevado<br />
al Salón de la Fama de Cooperstown, una vez que le insistieron<br />
con una fotografía que evidenciaba haber cometido<br />
un error dejando fuera a un corredor que quedó quieto.<br />
de la repetición, se ha alterado esa potestad que tenían los<br />
árbitros en el terreno y que por más de cien años fue esencia.<br />
En su libro ‘Las reglas’, el economista y miembro de la <strong>Sociedad</strong><br />
para el Análisis y la investigación de la Historia, y<br />
fundador del Museo del Béisbol y Salón de la Fama de<br />
Venezuela, Bruno Egloff, explica el papel del árbitro como<br />
legislador para concluir que: “A pesar de contener las reglas<br />
centenares de normas que definen el correcto comportamiento<br />
para juzgar la acción del juego, la mayoría de las<br />
decisiones que se toman están basadas en el juicio personal<br />
que de un hecho se forma el árbitro y en la opinión que<br />
de una norma tenga él mismo”.<br />
Una de las reglas que se pensaba sería inquebrantable es la<br />
que otorga a los umpires la última palabra. La apreciación<br />
de un árbitro era, hasta hace poco tiempo, indiscutible, sentencia<br />
definitiva. Si el umpire apreciaba que el corredor llegó<br />
a la base primero que la pelota, pues ese hombre quedaba<br />
quieto y si alguien se atrevía a reclamar podía ser expulsado<br />
de inmediato por discutir lo indiscutible. Ahora, con el uso
42 | Capítulo 2<br />
Según Egloff, “la tecnología está siendo incorporada para mejorar<br />
la calidad de las decisiones. Cámaras para ‘Instant replay’<br />
(repetición instantánea) fueron incorporadas en agosto de<br />
2008, pero solo en relación a cuadrangulares discutibles”.<br />
Por años el béisbol de las Grandes Ligas se negó a usar el video<br />
para verificar decisiones arbitrales, de hecho, fue el último<br />
deporte profesional en los Estados Unidos que implementó<br />
el sistema para usarlo únicamente con el fin de revisar si una<br />
pelota había salido o no del terreno en zona buena.<br />
A partir de la temporada 2014, casi cada jugada puede revisarse<br />
en repetición, son diez las situaciones que pueden<br />
ser revocadas o ratificadas después de ver un video.<br />
Como explica el periodista venezolano Fernando Conde<br />
en su artículo ‘Regla del sistema de repetición’ (Conde s.f.):<br />
“Además del cuadrangular, dobletes por regla; interferencia<br />
por un fanático; decisiones arbitrales por jugadas en los<br />
límites del terreno de juego (por ejemplo, pelotas capturadas<br />
en las gradas por un jugador a la defensiva, determinación<br />
de la bola muerta); forzado en base (excepto la jugada<br />
de toque al pisar la segunda base en medio de la ejecución<br />
de un dobleplay); robos de base y movimiento del lanzador<br />
para sacar out a un corredor en una almohadilla; determinar<br />
si una bola pasó en zona fair o de foul en las líneas<br />
del jardín; atrapadas a la defensiva difíciles de determinar<br />
en el outfield, bateador golpeado por el lanzamiento de un<br />
pitcher hacia el home; el tiempo de juego (para captar si<br />
un corredor anota antes de un tercer out); tocar una base<br />
(requiere apelación), por ejemplo, advertir cuando un corredor<br />
pisa o no una base, dos jugadores en una base al<br />
mismo tiempo, etc.; determinar si un corredor pasó a otro<br />
en las bases, precisar registros (conteo de bolas y strikes a<br />
un bateador en su turno ofensivo, número de outs en un<br />
inning, anotación de carreras y otras situaciones). Todas<br />
las demás jugadas no serán retadas, impugnadas ni revisadas<br />
mediante repetición instantánea, aunque los umpires<br />
podrán convocarla después del sexto inning”.<br />
No se revisan en repetición conteo de bolas y strikes, o la<br />
apreciación de si el bate cruzó el home, o si un infielder<br />
hace el debido contacto con la segunda base en jugadas<br />
potenciales de dobleplay.<br />
La MLB invirtió más de 10 millones de dólares para conectar<br />
la oficina ubicada en Park Avenue en Nueva York con<br />
cada uno de los estadios. Por una señal de cable se transmiten<br />
las imágenes con cámaras que permiten ver el juego<br />
desde 12 ángulos diferentes.<br />
Los críticos de la innovación argumentaban que la<br />
repetición provocaría retrasos notables, pero la MLB<br />
aseguró, antes del inicio de la temporada, que solo<br />
tomaría 400 milisegundos que las imágenes lleguen<br />
al Centro de Operaciones de Repeticiones.<br />
La práctica, a unos meses de implementada la norma que<br />
incorpora la repetición, es que en algunos casos dura un<br />
poco más - hasta 6 minutos se ha demorado una decisión<br />
- y tampoco el apoyo de la imagen vista de nuevo y cuadro<br />
a cuadro son infalibles, ni los árbitros del terreno, ni los de<br />
Manhattan. Al final es una decisión humana, aunque ahora<br />
los errores de los árbitros son reversibles y los aciertos ratificados<br />
en la pantalla principal del estadio.<br />
Fredi González, manager de los Bravos de Atlanta, declaró<br />
a AP en una información replicada por la página en español<br />
de la MLB, que los juegos no sufrirían mayor retraso: “En<br />
cuanto vean que algo ocurre, pueden ir directamente a esa<br />
jugada. Creen que habrá una respuesta cuando el umpire<br />
se ponga los audífonos... no habrá demora”.<br />
Ocho umpires trabajan en la oficina en Nueva York,<br />
donde cada uno atiende dos juegos, acompañados de<br />
técnicos que los asisten con el ángulo de las jugadas y<br />
las diferentes cámaras.<br />
“Lo que vamos a hacer es algo realmente grande”, dijo el<br />
Comisionado de la MLB, Bud Selig, el día que se anunció la<br />
aprobación de la nueva regla.<br />
Una información de la agencia Associated Press publicada el<br />
27 de marzo de 2014 en las páginas deportivas de El Universal<br />
de Venezuela describió: “En un área de 84 metros cuadrados,<br />
llena de pantallas y equipos de última tecnología con
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 43<br />
conexión directa a los 30 estadios de Grandes Ligas, está el<br />
Centro de Operaciones de Repeticiones (ROC, por sus siglas<br />
en inglés) el cerebro de la nueva política de revisiones de<br />
video que a partir de esta temporada tendrá la MLB”.<br />
En 2010, el lanzador venezolano Armando Galarraga estuvo<br />
a un out de lanzar el juego perfecto número 21 de la historia.<br />
Había dejado fuera a 26 bateadores, nadie se había embasado<br />
hasta que el árbitro de primera, Jim Joyce, cantó quieto<br />
a Jason Donald aunque en el video se vio claramente que el<br />
pitcher, en poder de la pelota, pisó primero la almohadilla.<br />
Aunque el propio umpire reconoció su error y se disculpó<br />
con el lanzador, la decisión quedó así. “Por mi culpa ese muchacho<br />
no logró un juego perfecto. Yo estaba convencido<br />
de que el corredor le había ganado al disparo hasta que vi<br />
la repetición. Fue la decisión más importante de mi carrera”,<br />
dijo después de ver el video de su error garrafal.<br />
Con la nueva regla el derecho venezolano estaría inscrito en la<br />
selecta lista de quienes han hilvanado la gran joya del picheo.<br />
Armando Galarraga dijo entonces: “Dejen al<br />
béisbol como está”, para responder a una pregunta<br />
que planteaba la revisión de la jugada.<br />
Los zapatos que llevaba el lanzador la<br />
noche de la hazaña negada por un error<br />
de apreciación, son exhibidos en el<br />
Museo Nacional del Béisbol y el Salón<br />
de la Fama de Cooperstown, con una<br />
placa que explica por qué el juego<br />
no fue perfecto.<br />
Los defensores de la decisión de<br />
ratificar la sentencia de Jim Joyce<br />
alegaron que las jugadas de<br />
apreciación son la esencia del<br />
juego; para los detractores<br />
también es esencial que si la<br />
pelota llega primero que el<br />
corredor es out.<br />
En aquel momento llegó a discutirse la posibilidad de revertir<br />
el error de Joyce apoyados en el video que demostraba<br />
el out. Incluso el presidente Barack Obama opinó en<br />
favor de revisar la decisión, pero todo quedó como establecía<br />
la norma vigente.<br />
Según publicó ESPN.com el 8 de junio de 2010, en nota<br />
tomada de AP (Galarraga 2010), “El presidente Barack<br />
Obama dijo en Washington que el error de un árbitro<br />
que costó a Armando Galarraga un juego perfecto,<br />
pone de manifiesto la necesidad de que las Grandes<br />
Ligas estudien la posibilidad de más revisiones<br />
video grabadas instantáneas”.<br />
Bud Selig opinó al día siguiente (3 de junio de<br />
2010) sobre histórico error: “A pesar de que el<br />
elemento humano es una parte integral del<br />
béisbol, es vital que los errores en el terreno<br />
de juego sean analizados. Tomando la decisión<br />
de anoche y otros eventos recientes, examinaré<br />
nuestro sistema de arbitraje, el uso más amplio<br />
de las repeticiones instantáneas y otros elementos<br />
relacionados”.
44 | Capítulo 2<br />
LA MEDICINA: CURACIÓN Y ATAJOS<br />
“Cuando me operaron el brazo, le dije al doctor que le pusiera<br />
la recta de Koufax. Y lo hizo, pero me puso el de la<br />
señora Koufax”. Tommy John.<br />
La medicina ha sido determinante en el béisbol. Antes de<br />
que el doctor Frank Jobe realizara la operación de trasplante<br />
de ligamento al lanzador Tommy John, las lesiones<br />
en el codo solían acabar con la carrera de los pitchers. El<br />
25 de septiembre de 1974 Jobe realizó la innovadora cirugía<br />
al lanzador de los Dodgers, quien presentaba ruptura<br />
de ligamento colateral medial en su codo izquierdo.<br />
La operación se conoce con el nombre del primer pelotero<br />
intervenido por Frank Jobe, fallecido en marzo de 2014 a los<br />
88 años de edad.<br />
Al principio el galeno creía que solo había 5% de probabilidades<br />
de que John volviera a las Grandes Ligas. Luego afirmó<br />
que entre 92 y 95 por ciento de sus pacientes volvían a lanzar,<br />
igual o mejor que antes de la intervención quirúrgica.<br />
La rehabilitación ameritaba cerca de un año para los lanzadores<br />
y seis meses para jugadores de otras posiciones. Inicialmente<br />
se requerían cuatro horas para llevar a cabo la intervención<br />
quirúrgica que ahora se realiza apenas en 60 minutos.<br />
Según el fisiatra venezolano Luis Parada, especialista en<br />
medicina deportiva y terapia del dolor, “la llamada operación<br />
de Tommy John es un procedimiento para reconstruir<br />
el ligamento medial del codo con la colocación de un injerto<br />
del mismo sujeto. Si bien, después de una larga rehabilitación,<br />
se han visto casos de mejoría en la velocidad, no<br />
hay reportes conocidos de pacientes sin lesión que hayan<br />
mejorado sus velocidades o desempeño profesional. Durante<br />
el proceso de rehabilitación se aprenden nuevas estrategias<br />
y ejercicios que logran fortalecer los músculos, no<br />
solo de la zona intervenida, sino también de las cadenas<br />
cinéticas de forma más efectiva y se adquieren mejores conocimientos<br />
de todo el cuerpo y de sus capacidades, y por<br />
ende de su recuperación”.<br />
“La operación de Tommy John – continúa explicando el<br />
fisiatra – se planteó como un experimento con un porcentaje<br />
muy bajo de eficiencia y revolucionó el mundo de la<br />
medicina deportiva. Aquí se puede hablar en el mundo<br />
médico y deportivo de investigación, creatividad y aciertos.<br />
Un pitcher amerita una intervención Tommy John<br />
por fallas en la técnica, la mecánica, el uso inadecuado<br />
de la cadena de lanzamiento (relación brazo – muñeca –<br />
hombro) y pie de apoyo, y por otro lado el sobreuso del<br />
lanzador (el inconveniente reposo o descanso). Es importante<br />
un entrenamiento adecuado y una vigilancia en los<br />
periodos de preparación – descanso – alimentación. He allí<br />
la relevancia de los entrenadores para corregir la técnica y<br />
no buscar soluciones mágicas”.<br />
El acceso a la información de voces autorizadas contribuye<br />
a la divulgación de importantes trabajos que apuntan a<br />
mejorar la práctica del béisbol en todos los niveles. La Academia<br />
Americana de Medicina Podiátrica Deportiva (‘American<br />
Academy of Podiatric Sports Medicine’) publicó en su<br />
página web un artículo sobre las lesiones que se producen<br />
por el uso indebido de zapatos, desconocimiento o falta de<br />
entrenamiento en situaciones como barrerse en las bases<br />
o pisar las almohadillas, y la importancia del conocimiento<br />
para la prevención de riesgos, especialmente para los jugadores<br />
de la pelota menor y los ‘peloteros de fin de semana’.<br />
Es un aporte que debe ser tomado en cuenta.<br />
Junto a la medicina y el béisbol también aparece el espinoso<br />
tema del uso de las sustancias para mejorar el rendimiento,<br />
incluso el asunto fue investigado por el congreso de los Estados<br />
Unidos. Hubo peloteros estelares involucrados, salieron<br />
a la luz pública los nombres de los laboratorios productores<br />
de los esteroides y anabolizantes, y en los noticiarios y<br />
espacios deportivos se hicieron polémicos debates sobre la<br />
validez de los números de quienes quisieron tomar el atajo.<br />
Fue un escándalo, el gran escándalo del béisbol. Una<br />
sombra en tiempos en los que los jonrones le dieron brillo<br />
al juego. Lo cierto es que la ausencia de controles permitió<br />
el abuso de las sustancias ilegales para mejorar el rendimiento<br />
con riesgos para la salud.<br />
En agosto de 2014, Anthony Bosch, dueño de la Clínica<br />
Biogénesis, ubicada en Coral Gables (Florida), se entregó a<br />
la DEA admitiendo su culpa en el suministro de sustancias
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 45<br />
(testosterona y hormonas de crecimiento humano) para<br />
mejorar el rendimiento a un grupo de peloteros que encabeza<br />
Alex Rodríguez, uno de los jugadores más importantes<br />
de la historia, destinado, desde que era un adolescente,<br />
a las más altas cumbres a las que pueda llegar un pelotero.<br />
Rodríguez fue tentado para usar las sustancias ilegales y a<br />
pesar de su magnífica carrera, es posible que no llegue al<br />
Salón de Fama, al igual que ha sucedido hasta ahora con<br />
jugadores de números extraordinarios como Barry Bonds,<br />
Mark McGwire, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y el lanzador<br />
Roger Clemens, quienes sin la sombra de los esteroides<br />
en sus historias ya deberían tener una placa en Cooperstown<br />
(Nueva York).<br />
Los defensores de esas figuras estelares insisten<br />
en que esas ‘sustancias de ayuda’ no mejoran<br />
el rendimiento. Entonces vale preguntar ¿por<br />
qué las usan?, ¿por qué se esconden?, ¿por qué<br />
tanta vergüenza al admitir sus culpas si no está<br />
mal consumirlas?<br />
El fisiatra Luis Parada explica el efecto en los deportistas:<br />
“El uso de esteroides y de otras sustancias para mejorar<br />
el rendimiento siempre ha estado en el campo deportivo,<br />
con verdades y mitos. En los años ‘60 el uso de estas<br />
sustancias, sobre todo entre los deportistas que practicaban<br />
halterofilia, se hizo frecuente, tanto así que en<br />
1986 la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional<br />
prohibió el consumo de cualquier sustancia como<br />
esteroides anabolizantes, estimulantes del sistema nervioso,<br />
anabólicos no esteroideos como hormonas de<br />
crecimiento, insulina y eritropoyetina”.<br />
“¿Qué conduce a un deportista a buscar o solicitar el estudio<br />
de sustancias anabolizantes para mejorar su rendimiento<br />
o sus marcas?”, se pregunta Parada. Para ello es necesario<br />
valorarlo desde un enfoque bio-psico-social.
46 | Capítulo 2<br />
Existen mecanismos para mejorar el desempeño atlético<br />
en los que la eficiencia se ve incrementada al mismo<br />
tiempo que ciertos efectos sobre el sistema nervioso central<br />
como euforia, disminución de la fatiga, acortamiento<br />
en el tiempo de recuperación entre sesiones de trabajo.<br />
Los principales efectos adversos podemos dividirlos en 4<br />
categorías: en el hígado, en el sistema reproductivo, en el<br />
sistema cardiovascular y alteraciones psiquiátricas.<br />
Los efectos adversos dependen de la dosis y de eso no hay<br />
data cierta, aunque son famosos los estudios de Archier<br />
en los ‘90 donde relaciona los niveles de testosterona en<br />
la sangre con conductas competitivas agresivas y dominantes.<br />
También pueden presentar elevación en la presión<br />
arterial por la retención de líquidos.<br />
Los efectos en el corazón son más importantes e incluyen isquemia<br />
y falla cardiaca súbita con el uso de anabólicos. Existen<br />
otras sustancias utilizadas para reducir la fatiga durante<br />
los eventos competitivos como las anfetaminas, cocaína y<br />
cafeína. Algunos atletas las usan como supresores del apetito<br />
para el control de peso. La menos frecuente es la cocaína<br />
debido a la corta duración de su acción. Los efectos adversos<br />
de las anfetaminas incluyen manifestaciones del sistema<br />
nervioso central como intranquilidad, mareos, temblores,<br />
irritabilidad, confusión, sobresaltos, paranoia, alucinaciones;<br />
efectos cardiovasculares como taquicardia, palpitaciones,<br />
arritmias, angina, alteraciones de la presión sanguínea y<br />
colapso cardiovascular. También se han reportado síntomas<br />
depresivos asociados a la supresión de estas drogas.<br />
Así que la vinculación de la ciencia con el deporte<br />
no debería considerarse como una perturbación a<br />
la esencia del juego. No es la medicina, se trata del<br />
negocio, de la ética.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 47<br />
Sobre eso también fue consultado el doctor Luis Parada:<br />
“No podemos perder el ojo crítico, el pensamiento científico<br />
en cada una de nuestras actividades, esa es la verdadera<br />
ciencia. No es la operación sola lo que mejora un<br />
lanzamiento, es todo un proceso de equipo, de trabajo, de<br />
conocimientos sinérgicos en busca de un objetivo común”.<br />
¿CUÁL ES LA ESENCIA?<br />
El béisbol, como todos los deportes, no es ajeno a la vida<br />
y por ende no ha estado nunca al margen de la ciencia,<br />
de los adelantos tecnológicos y hasta de las perversiones.<br />
Pero ha sido posible mantener su esencia en cada<br />
cambio, incluso los que al principio recibieron rechazo<br />
por parte de la afición ‘old fashion’ que ha existido desde<br />
los primeros tiempos.<br />
Si bien la incorporación de la repetición aún no termina de<br />
ser aceptada, la norma siempre será susceptible de alteraciones<br />
para ajustar los tiempos y evitar retrasos. El instinto<br />
del que hablaba Connie Mack para referirse a Casey Stengel,<br />
es una cualidad que debe tener un manager. Pero no<br />
es concebible en estos tiempos que los técnicos del béisbol<br />
desestimen las herramientas que brinda la tecnología<br />
o no echen mano de la sabermetría para tomar decisiones,<br />
aunque no lo hagan siempre y no lo hagan todos.<br />
podrían disfrutar; y también como dijo el escritor y periodista<br />
Jimmy Breslin: “El béisbol no es estadísticas, el béisbol<br />
es Joe DiMaggio doblando por la segunda base”.<br />
REFERENCIAS<br />
• Conde, Fernando. Beisbol.about.com. s.f. http://beisbol.<br />
about.com/od/reglas_y_principios/ss/Regla-del-sistema-de-repeticion-instantanea-en-Grandes-Ligas.htm<br />
(último acceso: 2014 de septiembre de 4).<br />
• Egloff, Bruno. Las reglas. Los Nardos Editores C.A, 2010.<br />
• Galarraga, Armando. ESPN. 6 de agosto de 2010. http://<br />
sports.espn.go.com/mlb/news/story?id=5263364<br />
(último acceso: 2014 de septiembre de 4).<br />
• Stark, Jayson. ESPN. 30 de agosto de 2011. http://<br />
espn.go.com/mlb/story/_/id/6908844/information-age-changing-way-game-played<br />
(último acceso:<br />
2014 de septiembre de 4).<br />
• Vené, Juan. Cinco mil años de Bbéisbol. Venezuela: Ediciones<br />
B, 2007.<br />
CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />
• Fotografía páginas 40 - 41 Eric Broder Van Dyke Shutterstock.com<br />
La esencia del béisbol es el duelo. El que se establece entre<br />
el pitcher y el bateador, el de un estratega contra el otro, el<br />
que se plantea el bateador consigo mismo cuando llega al<br />
plato, el del fildeador que trata de leer el batazo, el del corredor<br />
que le toma el tiempo al lanzador para salir al robo<br />
de la siguiente base, el de dos equipos que deben engranar<br />
más allá del rendimiento individual para buscar la victoria.<br />
El duelo entre los fanáticos con sus cantos y señas.<br />
El béisbol, a lo largo de su historia, ha incorporado cambios<br />
derivados de los avances tecnológicos, pero siempre<br />
un ganador de la Triple Corona será fenomenal y por más<br />
que existan videos para conocer el repertorio de un lanzador,<br />
los bateadores serán sorprendidos por un cambio y se<br />
poncharán viendo pasar una recta.<br />
Quienes no han incorporado a su visión del juego a la sabermetría,<br />
es probable que se estén perdiendo de algo que
Capítulo<br />
03<br />
Hitos, alcances y limitantes<br />
de la aplicación de la tecnología<br />
en el deporte de alto rendimiento<br />
Autores:<br />
José Luis Solleiro y Norma Solís<br />
“…El deporte se ha convertido en un sector relativamente<br />
autónomo: el de la teoría y la práctica científicas del<br />
cuerpo como potencialidad de rendimiento máximo (…),<br />
en la ciencia experimental del rendimiento corporal,<br />
y ha exigido la creación de laboratorios de medicina<br />
deportiva, la puesta a punto de material experimental<br />
y de equipos diversos, la apertura<br />
de institutos deportivos especializados”.<br />
Jean-Marie Brohm
50 | Capítulo 3<br />
RESUMEN<br />
De acuerdo con Tangelson (2010), “en algunas circunstancias<br />
de la historia humana, la modificación sustantiva de<br />
los contenidos científicos y tecnológicos en los que se basa<br />
la organización de la producción, constituye una verdadera<br />
revolución y forma parte, promueve y condiciona profundas<br />
repercusiones en las dimensiones económicas, sociales,<br />
culturales, educativas, poblacionales y políticas de la<br />
totalidad de los sectores y países, y de las relaciones entre<br />
ellos. En la actualidad se está desarrollando un proceso de<br />
transformación tan intenso y generalizado que es posible<br />
reconocer en nuestros días una revolución de esas características;<br />
un punto de inflexión a partir del cual habrán de<br />
modificarse todos los aspectos de la realidad”.<br />
En efecto, somos testigos de una era en la que la generación<br />
de conocimiento científico y tecnológico crece exponencialmente,<br />
incentivada por inversiones crecientes en el<br />
marco de un nuevo proceso socialmente distribuido en el<br />
que ya no solamente participan laboratorios universitarios,<br />
sino también empresas de diversos tamaños y orígenes,<br />
gobiernos, emprendedores, trabajadores y organizaciones<br />
no gubernamentales. La búsqueda por la competitividad<br />
en los negocios globales se ha convertido en el gran impulsor,<br />
lo cual confirma la vieja frase de Lincoln: “El combustible<br />
del interés que aviva la llama del ingenio”.<br />
Esta búsqueda no es ajena al negocio del deporte, que<br />
se ha convertido en una actividad económica de gran<br />
trascendencia por su impacto en el empleo, pero también<br />
por su influencia mediática. En este artículo se analiza<br />
una serie de hallazgos en la ciencia y la tecnología y<br />
su aplicación al deporte, así como el impacto que tienen<br />
en los logros de los atletas de alto rendimiento. Se incluye<br />
también una breve reflexión sobre la pertinencia<br />
ética de esta exigencia extraordinaria sobre el individuo<br />
a favor del éxito deportivo y económico.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 51<br />
DE LA CIENCIA DE LABORATORIO A LA TECNOLOGÍA<br />
EN LA INDUSTRIA DEPORTIVA<br />
Los avances dentro del marco conceptual de la física, con<br />
sus respectivas implicaciones en el desarrollo de la electrónica,<br />
la nanotecnología y en la revolución de las tecnologías<br />
de la información y las comunicaciones; los grandes<br />
descubrimientos de la biología molecular y las aportaciones<br />
de la química en la producción de nuevos materiales<br />
y la mejora de los procesos de producción, son conceptos<br />
propios del análisis de la relación entre la innovación y la<br />
competitividad de diversos sectores industriales; hoy también<br />
lo son para la emergente industria del deporte.<br />
El panorama actual para quien busca ser un deportista destacado<br />
se ha transformado significativamente, al tiempo<br />
que las oportunidades para alcanzar semejante anhelo se<br />
han multiplicado, justamente gracias a los conocimientos<br />
científicos traducidos en aplicaciones tecnológicas que no<br />
solo coadyuvan a que un individuo sea más veloz, más preciso,<br />
más fuerte y más ambicioso.<br />
Más aún, el desarrollo de las ciencias naturales que distinguió<br />
al siglo XX, impregnando la vida cotidiana sobre todo a partir<br />
de los últimos 25 años de dicha centuria, ha logrado acortar,<br />
en el ámbito deportivo, la brecha entre las limitaciones y el<br />
potencial humano al posibilitar que personas con alguna<br />
discapacidad física compitan en las más diversas disciplinas,<br />
incluyendo aquellas con exigencias como las de un triatlón.<br />
¿Cuáles han sido las innovaciones producto de la tecnociencia<br />
que han impactado de manera tangible el deporte<br />
en las recientes cuatro décadas?, ¿qué conocimientos o<br />
estudios subyacen detrás de ellas?, ¿qué tanto han ayudado<br />
a aumentar los récords?, ¿cuáles son los aspectos del<br />
desempeño humano en los que no han podido incidir? En<br />
este artículo se analizan las grandes corrientes de innovación<br />
para impactar el desempeño deportivo, llevando al<br />
humano a rebasar constantemente sus límites.<br />
“Ningún otro período de la historia ha sido más impregnado<br />
por la ciencias naturales (…) que el siglo XX” (Hobsbawm,<br />
1998: 516); de hecho, en ellas se basan los progresos de la<br />
tecnología revolucionaria que ha permeado y redefinido la<br />
vida humana, sobre todo desde el último cuarto de dicho<br />
siglo y en lo que va de la actual centuria. Aunque la tecnología<br />
basada en las modernas teorías científicas, como la<br />
relatividad, la física cuántica o la genética, era perceptible<br />
desde antes de 1914 – señala Hobsbawm – no fue sino a<br />
medida que concluía el segundo milenio que su irrupción<br />
en la vida cotidiana se tornó más frecuente y tangible.<br />
“La experiencia de las investigaciones realizadas durante la<br />
guerra, entre 1939 y 1946, que demostró, por lo menos a los anglo-norteamericanos,<br />
que una gran concentración de recursos<br />
podía resolver los problemas tecnológicos más complejos en<br />
un intervalo de tiempo sorprendentemente corto, animó a una<br />
búsqueda tecnológica sin tener en cuenta los costes, ya fuese<br />
con fines bélicos o por prestigio nacional, como en la exploración<br />
del espacio. Esto, a su vez, aceleró la transformación de la<br />
ciencia de laboratorio en tecnología, parte de la cual demostró<br />
tener una amplia aplicación a la vida cotidiana.<br />
El láser es un ejemplo de esta rápida transformación. Visto<br />
por primera vez en un laboratorio en 1960, a principios de los<br />
ochenta había llegado ya a los consumidores a través del disco<br />
compacto. La biotecnología llegó al público aún con mayor<br />
rapidez: las técnicas de recombinación del ADN, es decir, las<br />
técnicas para combinar genes de una especie con genes de<br />
otra, se consideraron factibles en la práctica en 1973. Menos de<br />
veinte años después la biotecnología era una de las inversiones<br />
principales en medicina y agricultura” (Hobsbawm, 1998: 521).<br />
En opinión de Zbigniew Oziewicz, por un lado, y de Leonel<br />
Pineda 1 , por otro, no obstante los adelantos que se hacen<br />
en la ciencia ocurren lentamente, es innegable que la metodología<br />
desarrollada por los científicos experimentales,<br />
a pesar de cuestionarse en muchos casos, ha propiciado<br />
avances significativos en términos tecnológicos, extendiéndose<br />
con el tiempo a muchas otras áreas que esperan<br />
obtener la misma eficacia en los resultados. “Y muchas de<br />
las aplicaciones consideradas modernas nacen de la física,<br />
tanto de la teórica como de la experimental” (Pineda, comunicación<br />
personal, 2014). Además, la innovación centrada<br />
en la aplicación y difusión amplia del conocimiento, se<br />
ha extendido a los más diversos campos de uso, incluido el<br />
deporte como se ilustra en la Figura 1.<br />
1<br />
El Dr. Oziewicz es profesor del Departamento de Física de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la<br />
Universidad Nacional Autónoma de México. El licenciado Pineda estudia actualmente la Maestría en Ciencias<br />
de la Computación en el Centro de Investigación e Innovación Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional.
52 | Capítulo 3<br />
Figura1: Hechos científicos y tecnológicos relevantes<br />
en innovaciones en el deporte de alto rendimiento<br />
1955<br />
Invención del transistor 1948<br />
Se publican el artículo sobre la Teoría Matemática de la<br />
Información, y el libro 'Cibernética o el control y<br />
comunicación en animales y máquinas', que retoma dicha<br />
teoría. Este último será uno de los pilares de la literatura<br />
en el estudio y desarrollo de la Cibernética propiamente y,<br />
a partir de ésta, de campos de investigación como la<br />
informática, la biónica y la robótica.<br />
Primera mitad del siglo XX<br />
Se desarrolla en su forma básica la mecánica o teoría<br />
cuántica cuyo objeto es el estudio y comportamiento de la<br />
materia a escala reducida, ésta será en lo subsecuente la<br />
teoría subyacente en los campos de la física y la química.<br />
Se publica 'Scientific Principles of Coaching' considerado<br />
el primer libro de mecánica aplicada al deporte.<br />
1953<br />
James Watson y Francis Crick proponen el modelo de<br />
la doble hélice del ADN.<br />
1952<br />
Los rusos L. V. Radushkevich y V.M. Lukyanovich dan<br />
cuenta de la existencia de nanotubos de carbono.<br />
Década 1950<br />
*Richard Feynman, en su conferencia "Hay mucho<br />
espacio en el fondo", se refiere a la posibilidad de<br />
manipular las cosas átomo por átomo.<br />
1958<br />
Desarrollo del microchip.<br />
1959<br />
Honeywell desarrolla el primer sensor inteligente.<br />
1960 - 1965<br />
1969<br />
Puesta en órbita de los pimeros satélites de<br />
comunicaciones.<br />
se acuña el término biónica, "la ciencia de los<br />
sistemas cuya función se basa en sistemas vivos o<br />
parecidos a éstos".<br />
1960<br />
Isaac Asimov acuña el término robótica.<br />
1957<br />
Lanzamiento del primer satélite artificial, Sputnik I.<br />
Década 1950<br />
Década 1960<br />
Crece el interés por la investigación en torno a la<br />
mecánica del movimiento humano y hacia la mecánica<br />
de las técnicas deportivas; aparecen las primeras revistas<br />
especializadas en Educación Física.
Nacimiento del primer bebé probeta. 1978<br />
1975<br />
Primera computadora personal, Altair 8800, para<br />
armar en casa.<br />
1974<br />
Norio Taniguchi acuñó el término nanotecnología para<br />
referirse a la tecnología aplicada al diseño, síntesis,<br />
caracterización y aplicación de materiales y dispositivos a<br />
escala atómica y molecular. El comportamiento de los<br />
materiales con dimensiones en el rango de los<br />
nanómetros se rige por las leyes de la mecánica cuańtica.<br />
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 53<br />
1989- 1990<br />
Timothy Berners-Lee desarrolla la World Wide Web, la cual<br />
será liberada al público en 1992.<br />
1985<br />
Se crean moléculas de 60 carbonos (fullerenos); una de sus<br />
aplicaciones tecnológicas son los dispositivos de grabación.<br />
Década 1980<br />
Se desarrolla una amplia gama de microscopios de sonda de<br />
barrido que logran imágenes a escala atómica, lo que favorece<br />
el avance en la nanotecnología.<br />
1971<br />
Intel lanza al mercado el primer microprocesador<br />
digital integrado en un chip, el 4004. El hecho es un<br />
salto tecnológico en la evolución de la electrónica y de<br />
la computación, ya que estos circuitos integrados,<br />
capaces de ejecutar instrucciones indicadas por los<br />
programas computacionales, permiten la<br />
miniaturización de las computadoras.<br />
Clonación de una oveja.<br />
1991<br />
1997<br />
Sumio Lijima descubre oficialmente los nanotubos de<br />
carbono, láminas muy finas de grafito enrolladas en forma<br />
de tubo, entre cuyas propiedades fisicoquímicas destaca su<br />
extraordinaria dureza y el ser muy ligeras. Los nanotubos<br />
suelen utilizarse para sistemas de almacenamiento de<br />
energía embebidos en los tejidos.<br />
1970<br />
Hamilton Smith y Daniel Nathans descubren una enzima<br />
capaz de reconocer y cortar el ADN en secuencias<br />
específicas, descubrimiento clave en el desarrollo de la<br />
ingeniería genética o ADN recombinante.<br />
Década 1970<br />
Resultado de la investigación continua en física de<br />
particulas, se completa la descripción de tres de las<br />
cuatro fuerzas básicas (electromagnética, fuerte y débil),<br />
mediante las cuales interactuan las partículas que son<br />
los componentes básicos de la materia en el universo.<br />
*Comienza el auge de la nanotecnología, cuya precursora<br />
es la física de superficies.<br />
Década 1990<br />
Desarrollo y aplicación de la terapia génica, un método para<br />
tratamiento de enfermedades basado en la transferencia de<br />
material genético a las células de un individuo.<br />
2004<br />
Se aisla el grafeno, material fino (de un átomo de espesor),<br />
resistente, flexible, transparente y superconductor, utilizado<br />
para fibras ópticas, computadoras más rápidas, pantallas<br />
flexibles, páneles solares y sensores de diferentes tipos.<br />
2003<br />
Se termina de secuenciar el genoma humano.<br />
Década 2000<br />
Fuente: elaboración propia con base en Martínez (1984), Soberón (1997), Custorio, Bragos y Pallás (1999), Bizberg y Meyer (2003), Ruíz y Sangro (2005), Asimov<br />
(2007), Miralles y Giullano (2008), Izquierdo (2008), Alario (2009), Espinoza (2011), Díaz del Castillo (2012), Morán y Rodríguez (2012).
54 | Capítulo 3<br />
Así, por ejemplo, los hallazgos y el entendimiento alcanzado<br />
hacia la década de 1970 en cuanto a la estructura molecular<br />
de los seres vivos y respecto a las propiedades físicas<br />
y el comportamiento de la materia, fueron determinantes<br />
para desarrollar métodos, técnicas y dispositivos tecnológicos<br />
que salieron de los ámbitos de investigación y académico<br />
para impactar, entre otras realidades e inquietudes,<br />
en ese histórico afán por mejorar las cualidades físicas del<br />
cuerpo humano que ha encontrado su expresión por excelencia<br />
en las competencias deportivas.<br />
No es casualidad que a la frase que desde finales del siglo<br />
XIX identifica a los Juegos Olímpicos de la era moderna,<br />
“Más rápido, más alto, más fuerte”, se le haya asociado<br />
en años posteriores con la idea de ser un estímulo para<br />
la mejora de los récords 2 . Con ese sentido, dicho lema ha<br />
pasado a ser una expresión metonímica del objetivo de ese<br />
tipo de encuentros que se caracterizan por reunir a hombres<br />
y mujeres de diferentes países del orbe con condiciones<br />
genéticas, características fisiológicas y psicológicas<br />
que les permiten llevar al límite su rendimiento en aras de<br />
erigirse como los mejores en su categoría.<br />
En la actualidad, tal élite dispone cada vez más y con mayor<br />
frecuencia, de medios e instrumentos tecnológicos para alcanzar<br />
el referido anhelo; en las últimas cinco décadas sus<br />
posibilidades se han multiplicado continua y exponencialmente.<br />
Situación en la que, paralelamente a las aplicaciones<br />
derivadas del avance del conocimiento científico y tecnológico,<br />
subyace la propia evolución sociocultural de la actividad<br />
deportiva que, de la mano del desarrollo de medios de<br />
comunicación masiva, se convirtió en uno de los fenómenos<br />
sociales distintivos del siglo XX 3 (y con ese sello ha transitado<br />
por los tres lustros del XXI). Pasó de ser el entretenimiento<br />
de unos cuantos aficionados al espectáculo de masas en<br />
el que sus protagonistas ganan sueldos de estrellas de cine<br />
y se convierten en personajes dignos de admiración, en figuras<br />
públicas a escala nacional e internacional, idóneos para<br />
promocionar no solo la disciplina deportiva que practican<br />
sino también todos los productos relacionados.<br />
La expansión del deporte, de acuerdo con Capretti (2011)<br />
“puede ser considerada una de las primeras manifestaciones<br />
de la mundialización, con respecto del incremento del<br />
número de participantes, de los intereses mediáticos y de<br />
las inversiones económicas (Hobsbawm, 1991)”.<br />
Desde su nacimiento, el deporte moderno fue incluido<br />
en la red de relaciones económicas. Su institucionalización<br />
a lo largo del siglo XX favoreció y acentuó<br />
su carácter comercial hasta consolidarse como el principal<br />
producto de la industria del entretenimiento.<br />
Porque constituye un negocio que, simultáneamente<br />
a la venta de derechos de difusión de las competencias<br />
y los acuerdos de patrocinio de los atletas, comprende<br />
la venta de equipamiento, alimentos y ‘souvenirs’<br />
dirigidos tanto a estos como al público en general,<br />
despertando siempre una idea aspiracional.<br />
“La industria del deporte tiene una incidencia cada vez<br />
mayor en la economía mundial, concretamente en la<br />
creación de empleo, en la inversión en infraestructura<br />
pública y en la movilización de recursos. Se prevé que<br />
los ingresos mundiales que genera (…), incluidos los<br />
acuerdos de patrocinio, los beneficios de taquilla, los<br />
derechos de los medios de comunicación y la comercialización,<br />
asciendan a 133 mil millones de dólares en<br />
2013, en comparación con los 114 mil millones de dólares<br />
registrados en 2009” (OMPI, s/a:1).<br />
Es esa característica de ‘actividad rentable’ la que explica el<br />
que ésta resulte económicamente interesante para empresas<br />
de diversos sectores: los clubes y ligas deportivas, los<br />
medios de comunicación y, por supuesto, los fabricantes<br />
de artículos que posibilitan el deporte de máximo nivel.<br />
El interés, sobre todo de estos últimos, los ha llevado a<br />
vincularse con instituciones académicas, con expertos en<br />
diferentes disciplinas científicas y tecnológicas; y, destinar<br />
recursos y establecer sus propios centros de investigación<br />
en pos de realizar estudios que les permitan dotar al atleta<br />
de los aditamentos propicios que lo ayuden a alcanzar el<br />
éxito (Tabla 1).<br />
2<br />
Establecida como lema de los Juegos Olímpicos por el Barón Pierre de Coubertin, la frase fue<br />
originalmente utilizada por el padre dominico Henri Martin Dideon (Prefecto de Colegio de Arcueil,<br />
localidad cercana a París. Este pedagogo la pronunció el 7 de marzo de 1891 durante la entrega de los<br />
premios anuales de la Asociación École Albert le Grand, de la que era director. Señala Jesús Castañón<br />
Rodríguez que “el verdadero sentido de la frase corresponde a una invitación a ser más digno, más<br />
alto, más fuerte en la mejora personal y progresiva del perfeccionamiento moral” (Castañón, 2000: 1).<br />
3<br />
Señala Silvia Capretti, doctora en Sociología e Investigación Social, que en las últimas décadas<br />
(desde 1970 y sobre todo a partir de 1980) el deporte ha sido revaluado por las ciencias sociales,<br />
que lo han llegado a considerar como una metáfora de toda la sociedad y lupa de la mutación social.
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 55<br />
Tabla 1. Empresas de artículos deportivos que invierten en investigación<br />
Nombre<br />
Vínculo con actividades de investigación Valor según Forbes 2013<br />
Nike<br />
Adidas<br />
Under<br />
Armour<br />
Reebok<br />
Speedo<br />
En la década de 1970 Nike diseñó unos zapatos para correr que resultaron<br />
más ligeros y de mejor tracción que los que había en el mercado. Tal<br />
innovación la distinguió de sus competidores. En esa misma época creó el<br />
Nike Sport Research Lab (NSRL), laboratorio donde el trabajo de científicos,<br />
ingenieros, diseñadores y atletas se centra en la biomecánica, la fisiología,<br />
la percepción y el rendimiento deportivo.<br />
Con la experiencia de fabricar calzado deportivo desde los años veinte,<br />
Adolf Dassler creó la empresa en 1948. En 1954 trascendió por<br />
proporcionar a los futbolistas germanos calzado hecho de piel más ligera y<br />
con clavos metálicos que le brindaron mayor adherencia al suelo mojado<br />
durante la final de la Copa del Mundo, elemento al que se atribuyó en gran<br />
parte el triunfo de la escuadra alemana en aquel día lluvioso. Su centro de<br />
investigación y desarrollo se encuentra en Alemania y tiene un centro de<br />
medicina deportiva en la University Park, St Johns (Auckland).<br />
Su origen se remonta a mediados de la década de 1990, cuando el jugador<br />
de fútbol americano Kevin Plank diseñó una camiseta de microfibra que<br />
mantiene al deportista seco y actúa como una segunda piel dado el ajuste<br />
que reduce la vibración del músculo y la fatiga de los tejidos. La marca se<br />
ha distinguido por la innovación textil al desarrollar en su laboratorio fibras<br />
para prendas con funciones como las de resistencia al agua y la lluvia,<br />
manteniendo el cuerpo protegido y seco; evaporación de la humedad para<br />
que el atleta permanezca fresco; protección ultravioleta, etc.<br />
El producto que marcó el inicio en 1895 de la empresa fue las 'Spike of fire'<br />
('Clavos de fuego'), las primeras zapatillas en la historia diseñadas para<br />
correr. El atleta inglés Joseph W. Foster las fabricó para sí mismo a fin de<br />
tener un mejor agarre en las pistas de arena y, posteriormente, las produjo<br />
para otros deportistas. Muestra de que la compañía ha incorporado<br />
avances tecnológicos a sus productos es que en 2010 lanzó en el mercado<br />
mexicano el calzado 'ZigTech', cuya premisa es evitar lesiones al reducir el<br />
desgaste y desgarre en músculos clave de la pierna. Dicha tecnología es<br />
responsabilidad del equipo de Innovación Avanzada de Reebok, liderado<br />
por el ex ingeniero de la NASA, Bill McInnis.<br />
Fundada a principios del siglo XX, en Sydney (Australia), Speedo se ha<br />
dedicado principalmente a la fabricación de artículos para nadar,<br />
destacando sus innovaciones en la confección de trajes de baño. En la<br />
década de 1970 se convirtió en la primera compañía en producir trajes de<br />
baño hechos con nylon y elastano. En 1992 lanzó el traje 'S2000', el cual<br />
presentaba un 15% menos de resistencia al avance en comparación con el<br />
tejido de los bañadores convencionales. Aqualab, su departamento de<br />
investigación y desarrollo, cuenta con expertos de distintos sectores y<br />
disciplinas como la industria aeroespacial, ingeniería y medicina, así como<br />
líderes en ciencias del deporte y construcción de la tela del vestido.<br />
U$17.3 mil millones<br />
U$7.1 mil millones<br />
U$3.7 mil millones<br />
U$1.1 mil millones<br />
Forbes no la incluye<br />
en su lista de las 10 marcas<br />
deportivas más valiosas<br />
en el 2013<br />
Fuente: Elaboración propia con base en Smit (2007), Schaefer (2012), Forbes (2014) Speedo (s/a) y Adidas (2014).
56 | Capítulo 3<br />
De hecho, los principales fabricantes de artículos deportivos,<br />
como Nike, Puma, Asics, entre otros, destinan más<br />
del 1% de sus ventas anuales a investigación y desarrollo<br />
(Shaefer, 2012), además de mantener redes de colaboración<br />
que les facilitan el acceso a conocimientos creados en<br />
diversos ámbitos institucionales.<br />
Es evidente el acercamiento que ha tenido en los últimos<br />
50 años el deporte moderno y postmoderno con la ciencia<br />
y la tecnología en aras de encontrar satisfacción a las<br />
demandas inherentes por las características esenciales del<br />
primero: la constante persecución del récord, el creciente<br />
interés por la velocidad y la obsesión por lo mensurable<br />
(Brhom, 1982). El ritmo al que se ha movido la relación ha<br />
sido directamente proporcional al grado de exigencia de<br />
tales necesidades.<br />
Reflejo de esa dinámica es la paulatina pérdida de vigencia,<br />
conforme fue avanzando el siglo XX e iniciando<br />
el XXI, del credo olímpico pronunciado en los Juegos<br />
de Londres en 1908: “Lo importante en la vida no es el<br />
triunfo sino la lucha, lo esencial no es haber vencido sino<br />
haber luchado bien” (COI, 103:1); y, consecutivamente,<br />
la transición a un contexto en el que contender dejó de<br />
ser suficiente. “Hoy se compite para ganar, ganar casi a<br />
como dé lugar, pues la moral deportiva se ha vuelto acomodaticia,<br />
acoplada a la urgencia del triunfo” (Ávalos,<br />
2005:1 citado en De la Vega, 2005).<br />
LOS MEDIOS TECNOLÓGICOS: PROYECCIÓN Y<br />
EXTENSIÓN DE LAS CAPACIDADES HUMANAS<br />
Las innovaciones tecnológicas han sido una constante<br />
claramente identificable en la historia del deporte profesional<br />
de alto rendimiento, a raíz del impulso sostenido<br />
que éste empezó a tener tras la instauración de los<br />
Juegos Olímpicos Modernos en 1896. Y sobre todo después<br />
de la Segunda Guerra Mundial, cuando el deporte<br />
adquirió una dimensión mundial con la multiplicación<br />
de competencias, su extensión a un mayor número de<br />
países y el incremento en la cantidad de atletas participantes<br />
(Gillet, 1971; Brohm, 1982).<br />
Es justamente en este proceso de expansión del deporte,<br />
de su posicionamiento como fenómeno sociocultural y<br />
económico distintivo de la época moderna y, por supuesto,<br />
de la <strong>Sociedad</strong> de la Información, donde se evidencia<br />
la presencia de las innovaciones tecnológicas en materia<br />
de información y comunicación. Ese grupo de sistemas o
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 57<br />
dispositivos que se caracterizan por procesar datos (texto,<br />
imagen y audio), cuyo manejo influye directamente en la<br />
organización y difusión del evento deportivo.<br />
Al respecto, el primer gran referente es, sin duda, la televisión<br />
que, como medio de comunicación masiva, vino no solo a reforzar<br />
el trabajo de darle una dimensión pública al deporte,<br />
el cual había empezado, con sus respectivos alcances y limitantes,<br />
la prensa escrita y la radio al difundir las confrontaciones<br />
deportivas y sus resultados. Más aún, la televisión (que<br />
aunque empezó a funcionar a finales de la década de 1920, su<br />
auge ocurrió a partir de los años cincuenta) llevó a los hogares<br />
las imágenes en movimiento y con ello contribuyó a hacer del<br />
deporte un espectáculo (Hobsbawm, 1998; Brohm, 1982), lo<br />
que, a su vez, propició un público numéricamente mayor.<br />
“… La verdadera fascinación del espectáculo que se apodera<br />
de las multitudes proviene del poder de la retransmisión<br />
generalizada de las competencias. Retransmisión<br />
que – desde un único punto del mundo, un estadio, hacia<br />
todos los puntos posibles, a cada hogar – respeta el estilo<br />
propio de estos espectáculos: lo directo, lo instantáneo, la<br />
cámara lenta y la repetición de todos los ángulos” (Brohm,<br />
Perelman y Vassort, 2004:9).<br />
A la popularización del deporte y a “convertirlo en una industria<br />
del entretenimiento con cobertura global” (De la<br />
Vega, 2005: 1) 4 , contribuyeron también las transmisiones<br />
en vivo que fueron posibles, a partir de la década de 1960,<br />
gracias a los satélites artificiales de comunicación; y, por<br />
supuesto, 30 años después el paradigma de las <strong>Sociedad</strong>es<br />
de la Información: Internet, un ejemplo más de la rapidez<br />
con la que las novedades tecnológicas han tocado<br />
la gestión de los acontecimientos deportivos. A menos<br />
de un lustro de que la ‘tripe w’ fuera liberada al público, el<br />
Comité Internacional Olímpico abrió, en 1995, su página<br />
web; un año más tarde, en la celebración del centenario<br />
de los Juegos Olímpicos Modernos en Atlanta, por primera<br />
vez se incorporaron masivamente sistemas de información<br />
que sirvieron para la difusión y organización de los juegos.<br />
IBM creó un sistema para proveer, tanto a los atletas como<br />
a los profesionales de los medios de comunicación, de información<br />
sobre los participantes; además de un servicio<br />
de correo electrónico interno para coordinar la logística del<br />
evento. Según datos de IBM, la web oficial de Atlanta 1996<br />
permitió la venta de 130.000 localidades y tuvo un total<br />
de 190 millones de visitas durante los 16 días que duró el<br />
evento (De Pablos Pons, s/a) 5 .<br />
De hecho, en el rubro de innovaciones orientadas a la organización<br />
para ofrecer un mejor espectáculo, destacan<br />
las cámaras como la ‘Ref Cam’ que se probó en el 2013 en<br />
juegos de rugby, cuyo objetivo era que el público tuviera<br />
imágenes del juego desde la perspectiva del árbitro; las<br />
cámaras robóticas controladas remotamente para lograr<br />
imágenes de lugares que son inaccesible para los fotógrafos<br />
humanos (implementadas en las Olimpiadas 2012); y la<br />
transmisión en tercera dimensión de diferentes encuentros<br />
deportivos a partir del 2010 6 (Peralta, 2012).<br />
Tecnologías para hacer eficiente la medición de<br />
pruebas y potenciar el rendimiento humano<br />
La muestra clara de que, en las últimas cinco décadas, el deporte<br />
ha retomado para sus propios fines gran parte de la<br />
metodología e instrumentos que la ciencia y la tecnología<br />
han desarrollado en el último siglo (Pineda, comunicación<br />
personal, 2014) yace principalmente en dos actividades:<br />
• El diseño de instrumentos que pueden ayudar a definir,<br />
a nivel arbitral, el resultado de la competencia.<br />
• La adopción y creación ex profeso de técnicas o dispositivos<br />
que impactan directamente en el rendimiento<br />
del competidor.<br />
Instrumentos de precisión para la toma<br />
de decisiones arbitrales<br />
Sistemas que captan y registran el movimiento de los deportistas<br />
y de los objetos que se utilizan durante la competencia a fin<br />
de brindar información clara y precisa sobre las variables involucradas<br />
(velocidad, trayectoria, etc.), que influyen en los resultados,<br />
y a partir de las cuales se puede determinar el ganador<br />
de una prueba; la Tabla 2 ilustra algunos de los más relevantes.<br />
4<br />
Uno de los primeros eventos a nivel mundial que se transmitió por televisión fue precisamente los<br />
Juegos Olímpicos que se celebraron en 1936, en Berlín (Alemania).<br />
5<br />
Fue en la década de 1960 cuando se empezó a utilizar computadoras para almacenar y procesar<br />
datos sobre los deportistas y los resultados, o a fin de coordinar la logística de los eventos.<br />
6<br />
Entre los primeros encuentros transmitidos en tercera dimensión figuran el de rugby entre Francia<br />
e Inglaterra del Torneo Seis Naciones (20 de marzo de 2010) y el de la Liga Nacional Americana de<br />
Hockey entre los New York Ranger y los NY Islanders (25 de marzo de 2010), y ese mismo año el<br />
Mundial de Fútbol efectuado en Sudáfrica (Casanova, 2010).
58 | Capítulo 3<br />
Tabla 2. Principales instrumentos de precisión para la toma de decisiones arbitrales<br />
Nombre del sistema<br />
o dispositivo<br />
Repetición<br />
instantánea<br />
Paneles tácticos<br />
Tacos de salida<br />
completamente<br />
electrónicos<br />
Ojo de halcón<br />
Balón electrónico<br />
(Sistema Cairos)<br />
Petos electrónicos<br />
Tecnología base<br />
• Cámara de televisión y video.<br />
• Sensores que se activan al contacto con el dedo de<br />
un nadador.<br />
• Computadoras que reciben la señal de activación<br />
del sensor y registran tiempos parciales y totales<br />
en la prueba de natación.<br />
• Sensores que se activan al contacto con el pie del<br />
corredor y se combinan con un disparo de salida<br />
que se transmite a través de un pequeño altavoz<br />
en la parte posterior de cada bloque de salida<br />
por lo que cada corredor oye exactamente al<br />
mismo tiempo.<br />
• Cámaras de video que funcionan a una velocidad<br />
de 500 tramas por segundo para detectar la<br />
trayectoria de una pelota.<br />
• Computadoras que analizan tanto las imágenes<br />
que se registran en tiempo real como su posición<br />
respecto de un área de juego predefinida<br />
conforme a las reglas de éste.<br />
• Sensor dentro del balón que detecta campos<br />
magnéticos al entrar en contacto con ellos.<br />
• Cables en el césped del área de penalti y de meta con<br />
corriente eléctrica que genera un campo magnético.<br />
• Computadora para análisis y transmisión de datos.<br />
• Radio reloj para recibir señal en caso de que el balón<br />
cruce la línea de meta.<br />
• Sensores de impacto y proximidad en el peto y/o<br />
protectores de pie que identifican los golpes<br />
válidos y transmiten los datos respectivos a un<br />
ordenador.<br />
• Software que registra los datos y señala la<br />
puntación inmediatamente.<br />
Aplicación<br />
Se utilizó por primera vez en los Olímpicos de<br />
Invierno de Squaw Valley 1960, para definir si<br />
en la prueba de eslalon un esquiador se había<br />
saltado una puerta. Pero fue en el fútbol<br />
americano que se implementó de manera<br />
continua en esa misma década. Sistemas<br />
similares se implementaron en el rugby ('Video<br />
ref') y en el baloncesto de la NBA.<br />
Estos dispositivos de cronometraje<br />
automático y electrónico, que registran el<br />
tiempo de un nadador al participar en una<br />
competencia, se empezaron a utilizar en la<br />
década de 1960.<br />
Estos sistemas, estrenados en los Juegos<br />
Olímpicos de 2012, detectan el tiempo de<br />
reacción y la fuerza ejercida en un margen más<br />
preciso que la tecnología utilizada desde los<br />
Juegos de Montreal en 1976, la cual requería<br />
que los atletas empujaran los bloques cinco<br />
milímetros para registrar una salida.<br />
El sistema, desarrollado inicialmente en<br />
1999, es utilizado por los jueces<br />
principalmente para determinar y<br />
comprobar la zona o línea en la que cae o<br />
golpea una pelota dentro del área de juego.<br />
La primera prueba se hizo durante un<br />
partido de Críquet en 2001 y a partir del<br />
2006 se utiliza principalmente en el tenis.<br />
El sistema Cairos, diseñado en 2006 y<br />
probado por primera vez en la Copa Mundial<br />
de Clubes de la FIFA 2007, en Japón, envía<br />
una señal al radio reloj del árbitro cuándo el<br />
balón cruza la línea de meta.<br />
La Federación Mundial de Tae Kwon Do<br />
decidió incorporar esta tecnología después<br />
de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la<br />
cual ayuda a definir casi en tiempo real si un<br />
contendiente consigue determinada<br />
puntuación en función del golpe efectuado,<br />
zona de impacto y potencia.<br />
Fuente: Elaboración propia con base en OMPI (2010), Azcona (2012), Alperín (2006), Sutter (2012) y Howard (s/f).
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 59<br />
Técnicas o dispositivos de impacto directo<br />
en el desempeño<br />
Son, en esencia, aquellos utilizados por el equipo de entrenamiento<br />
del atleta o por este último, durante la etapa de<br />
entrenamiento o en plena competencia, con el objetivo de<br />
mejorar su rendimiento al potenciar sus cualidades físicas.<br />
En cuanto al equipo empleado durante la etapa de<br />
entrenamiento, muchas de las opciones disponibles<br />
tienen un estrecho vínculo con la investigación biomecánica<br />
en tanto que ésta “estudia los fenómenos físicos<br />
(un lanzamiento, un desequilibrio, el impacto con el<br />
suelo en la carrera, etc.) necesitando de las tecnologías<br />
para medir diferentes variables biológicas y mecánicas”<br />
(Moya, Vera-García, López, Aracil, Reina, Gutiérrez<br />
y Paredes, 2007b); y, a partir del análisis de los datos<br />
obtenidos, establecer la adecuada periodización de<br />
las cargas de actividad física en el entrenamiento, los<br />
movimientos o posiciones técnicas a corregir por parte<br />
del atleta, los ejercicios a realizar, entre otras acciones<br />
encaminadas a maximizar la probabilidad de obtener<br />
mejores resultados.<br />
Al respecto, hasta mediados de los años sesenta la tecnología<br />
básica utilizada se circunscribía a la cinematografía<br />
y la electromiografía. Pero los avances tecnológicos de la<br />
época (entre ellos, las computadoras que facilitaron la concentración,<br />
manejo, y análisis de datos) ampliaron, desde<br />
la siguiente década, la gama tanto de dispositivos como de<br />
técnicas en la investigación biomecánica, incluyendo algoritmos,<br />
equipos y software para simulación. Algunos de los<br />
más representativos se refieren en la Tabla 3.<br />
Tabla 3. Técnicas y dispositivos para maximizar el rendimiento deportivo<br />
Nombre<br />
Goniometría<br />
electrónica<br />
Plataformas<br />
de fuerza<br />
Realidad virtual<br />
GPS<br />
Analizadores<br />
portátiles de lactato<br />
Electroestimuladores<br />
Caminadoras<br />
antigravedad<br />
Función<br />
Sistema de sensores que se colocan sobre las articulaciones para registrar el movimiento de éstas;<br />
ayudan a calcular aceleraciones y velocidades como la de rotación o flexión de un hombro durante<br />
el lanzamiento.<br />
Dispositivos que se encajan en una superficie para que al ser pisados pueda conocerse el impacto<br />
que supone el apoyo del pie en el suelo. Son empleadas en diferentes disciplinas deportivas<br />
(carreras de fondo y de velocidad, baloncesto, gimnasia) ya que ayudan a determinar la eficacia de<br />
técnica del deportista en la amortiguación. Es uno de los principales instrumentos utilizados por las<br />
marcas de zapatos deportivos en busca de sistemas de amortiguación.<br />
Sistema informático que simula una situación para que sea percibida como real desde el punto de<br />
vista del participante. Los ciclistas australianos lo utilizaron para entrenar con miras a su<br />
participación en Londres 2012.<br />
Registran frecuencia cardiaca, así como posición, velocidad, pendiente o altitud a la que se<br />
encuentra el deportista en pleno esfuerzo. De especial interés para deportes extremos como esquí,<br />
windsurfing, paracaidismo, etc.<br />
Se utilizan para efectuar una valoración metabólica del deportista.<br />
Funcionan con corriente eléctrica para estimular los músculos y desarrollar la fuerza en los<br />
deportistas.<br />
Reducen el impacto en articulaciones y músculos. Tecnología desarrollada en la NASA y probada por<br />
Nike en corredores de distancia. La corredora Shannon Rowbury entrenó en una caminadora de este<br />
tipo para su participación en los Olímpicos de Londres 2012.<br />
Fuente: Elaboración propia con base en Moya et ál. (2007), Univisión (2009), Shutter (2012) e Ingenet Bitácora (2012).
60 | Capítulo 3<br />
Un caso destacable de cómo la aplicación del conocimiento<br />
de los principios biomecánicos repercute en la mejora<br />
de la técnica y rendimientos deportivos es el del tenista<br />
español Rafael Nadal, uno de los mejores del mundo en<br />
la última década. En el 2010, luego de efectuar un estudio<br />
biomecánico de la ejecución corporal del jugador al realizar<br />
el saque, su equipo de entrenamiento introdujo una<br />
ligera variación en el grip (posición de la mano en el agarre<br />
de la raqueta) del jugador (Antena 3.com, 2010). El resultado:<br />
“Nadal llegó a sacar a 217 kilómetros por hora, récord<br />
absoluto en su carrera… Para él son cifras que hace unos<br />
días parecían impensables” (Mateo, 2010: s/p).<br />
Como el entrenamiento, la competencia en sí se ha visto<br />
permeada por las innovaciones tecnológicas que acompañan<br />
al deportista en ese momento decisivo, el de la<br />
prueba; y son éstas principalmente las que remiten a la<br />
idea de que las tecnologías surgen como metáforas del<br />
cuerpo humano, son una prolongación del mismo e incrementan<br />
sus capacidades.<br />
Hablamos ahora de la indumentaria y de artículos indispensables<br />
para participar en una prueba deportiva determinada:<br />
calzado, camisetas, gafas, guantes, jerseys, cascos, bicicletas,<br />
raquetas, palos de golf, etc. En su diseño convergen<br />
conocimientos y tecnologías de diversas áreas científicas,<br />
una de las más jóvenes, pero de mayor impacto en la carrera<br />
por obtener el producto que catapulte al deportista al punto<br />
más alto del pódium, es la nanotecnología, cuyos ejemplos<br />
de uso se encuentran en múltiples disciplinas:<br />
• Palos de golf más resistentes y ligeros gracias a que<br />
los cubrimientos de los nanometales con estructura<br />
cristalina son hasta mil veces más pequeños que<br />
los metales tradicionales, pero cuatro veces más<br />
resistentes. Con esas características se presenta la<br />
posibilidad de pegarle a la pelota con más fuerza y<br />
precisión (Oaleta, s/f).<br />
• Bicicletas más ligeras pero con mejores niveles de rigidez<br />
y mayor resistencia gracias a su biela y cuadro<br />
construidos con nanotubos de carbono, como las utilizadas<br />
por primera vez en el Tour de Francia 2005, las<br />
‘Pro Machine’ (Nanotecwe.org, 2005).<br />
• Zapatos para correr que se distinguen por su ligereza.<br />
Una gama es la ‘Adizero’ creada por Adidas, la<br />
cual se caracteriza, por tejidos transpirables, una<br />
plataforma de carbono de 1.3.mm para minimizar<br />
la pérdida de energía, tachuelas de nanocerámica<br />
a fin de optimizar la propulsión y lograr mayor velocidad<br />
(Shaefer, 2012). El hilo sintético es uno de<br />
los materiales clave en zapatos como estos ya que<br />
envuelve el pie como si fuera un calcetín para crear<br />
así zapatos ligeros (aproximadamente 110 gramos)<br />
que brindan soporte y ventilación, destinados a corredores<br />
de distancias largas (Peralta, 2012).<br />
A la lista de equipamiento innovador también se suman:<br />
• Diversas prendas elaboradas con base en tejidos de<br />
compresión y bandas de poliuretano para lograr precisamente<br />
la compresión de vasos sanguíneos, incremento<br />
del flujo sanguíneo y mejora en la distribución<br />
de oxígeno y la expulsión del dióxido de carbono y<br />
el ácido lactático que emiten los músculos. Lo que<br />
representa, entre otros beneficios, la disminución<br />
de pérdida de energía ocasionada por los músculos<br />
que se mueven o agitan durante la práctica del<br />
deporte (Peralta, 2012). La compresión fue introducida<br />
por Adidas en 1998 en la natación, al emplearla<br />
para confeccionar el primer traje de baño de cuerpo<br />
entero. Uno de los atletas que utilizó los productos<br />
con esta tecnología fue el nadador australiano Ian<br />
Thorpe, medallista en los campeonatos mundiales<br />
de natación 1998, 2001 y 2003, y en los Juegos<br />
Olímpicos de Sidney 2000 y Atenas 2004.<br />
• Las raquetas de tenis cuya evolución tecnológica ha<br />
sido determinada por obtener dos características fundamentales:<br />
rigidez y ligereza. Bajo ese eje se han probado<br />
diversos materiales: grafito, cerámicas, fibras de<br />
vidrio, titanio. Por ejemplo, la tenista rusa María Sharapova,<br />
ganadora de los cuatro abiertos del Grand Slam,<br />
utiliza una raqueta construida a partir de un compuesto<br />
híbrido para reducir la vibración de la pelota. “La<br />
delgada geometría de la cabeza de la raqueta también<br />
aumenta su maniobrabilidad, lo que permite mayores<br />
velocidades de swing” (Shaefer, 2012).
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 61<br />
• En el abanico de este tipo de innovaciones no podía<br />
faltar el Speedo LZR Racer, un traje de baño de tres<br />
piezas, con mezcla de poliuretano y nylon que, resultado<br />
de la combinación de un conjunto de tecnologías<br />
y análisis, impactaba favorablemente en la velocidad<br />
del nadador ya que producía un 5% menos de resistencia<br />
al contacto con el agua que el modelo anterior<br />
de la misma marca, el ‘FS Pro’ (lanzado en el año 2007<br />
y usado por nadadores que rompieron 21 récords en<br />
seis meses) (Brooke, 2008). De acuerdo a Speedo (s/a)<br />
se trataba del traje con mayores avances técnicos en<br />
el mundo. La ventaja que se le atribuyó al LZR Racer<br />
como elemento diferenciador al momento de ganar<br />
una medalla condujo a la controversia de qué tanto el<br />
uso de este modelo y de los subsecuentes Arena X-Glide<br />
y el Jacked (100% poliuretano) ponían en desigualdad<br />
de condiciones a los competidores que no los<br />
podían portar, entre otras razones, por su alto costo.<br />
La polémica terminó con la decisión de la Federación<br />
Internacional de Natación (FINA) de regular el uso de<br />
trajes de baño de alta tecnología y prohibir, a partir<br />
de 2010, aquellos modelos que cubrieran el cuello<br />
o se extendieran más allá de los hombros y los tobillos.<br />
Para poder utilizarse en competencia, además,<br />
se estableció que los trajes deberían tener un efecto<br />
de flotabilidad que no podría ser superior a los 100<br />
gramos (Adnmundo.com, 2009). Lo que no cesó fue el<br />
trabajo de las empresas de productos deportivos en<br />
pos de nuevas opciones apoyadas en las tecnologías<br />
de punta para las siguientes competencias.<br />
Una cuestionada impronta de las innovaciones<br />
tecnológicas<br />
Agosto de 2008, en el Centro Acuático Nacional de Pekín<br />
(China), romper récords se vuelve una constante. Del 9 al 17<br />
de agosto, atletas provenientes de diferentes países compiten,<br />
en el ‘cubo de agua’, en pos de la presea dorada que los<br />
distinga como los mejores nadadores en su estilo. En el intento,<br />
Michael Phelps, César Cielo Filho, Aaron Peirsol, Kosuke<br />
Kitajama, Britta Steffen, Federica Pellegrini y Kirsty Coventry,<br />
entre otros, superan los límites; acompañados por las marcas<br />
deportivas trascienden los deportistas y pasan a la historia<br />
como los hombres y las mujeres más rápidos del mundo en<br />
deslizarse sobre esa superficie acuática.<br />
La natación en la XXIX edición de los Juegos Olímpicos<br />
dejó la impronta de 25 nuevos récords: atrás quedó incluso<br />
la marca más antigua y legendaria, la que impusiera<br />
en 1989 Janet Evans en 800 metros libres, que en<br />
estas olimpiadas fuera superada por Rebecca Adlington<br />
al registrar un tiempo de 8:14,10, es decir, dos segundos<br />
menos que Evans (ABC.es, 2008). Más aún, en aquella<br />
ocasión por primera vez en el haber de los Juegos, un<br />
atleta obtuvo ocho medallas de oro en eventos individuales<br />
en una sola cita olímpica.<br />
“Phelps en la capital china ha ascendido un peldaño<br />
en el Olimpo”. Ha pasado del grupo de los grandes a<br />
“la categoría de los mitos del deporte, donde no hay<br />
más de diez personas y es con 14 medallas de oro<br />
el mejor atleta de la historia del olimpismo” (ESPN<br />
<strong>Deporte</strong>s , 2008).<br />
En el conjunto de hazañas destacó un común denominador:<br />
los trajes de baño Speedo LZR Racer que fueran utilizados por<br />
varios de esos ganadores (entre ellos Adlington y Phelps), los<br />
cuales se distinguen por tener características de alta tecnología<br />
que ayudan a aumentar la velocidad de sus portadores.<br />
Desde las décadas de 1920 y 1930 los diseños de trajes de<br />
baño Speedo se han asociado al nombre de deportistas de<br />
alto rendimiento, entre los primeros el del sueco Arne Borg.<br />
Patrocinadora incluso de equipos en competencias olímpicas,<br />
la empresa se ha caracterizado por recurrir a las innovaciones<br />
tecnológicas y a la asesoría de expertos para la confección de<br />
sus productos. El diseño del LZR Racer es una muestra clara de<br />
este tipo de vinculación: aplicación de técnicas de institutos<br />
internacionales de investigación como la Administración Nacional<br />
de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en<br />
inglés) y de Ansys, compañía líder en programas informáticos<br />
de simulación para diseño (Tabla 3); asesoría del doctor Herve<br />
Morvan, de la ‘School of Mechanical, Materials and Manufacturing<br />
Engieneering’, de la Universidad de Nottingham.<br />
En este proyecto Herve, especialista en mecánica computacional<br />
de fluidos (CFD, por sus siglas en inglés), se desempeñó<br />
como Consejero del Departamento de Investigación<br />
y Desarrollo de la compañía Aqualab.
62 | Capítulo 3<br />
Figura 2: Tecnologías en el diseño del LZR Racer<br />
Nombre<br />
Institución vinculada<br />
Dinámica de fluidos computacional (CFD) para<br />
analizar la fricción, presión y el flujo de fluidos, y de<br />
esta manera identificar las áreas del cuerpo de los<br />
deportistas en que se producía una mayor fricción con<br />
el agua al momento de nadar. Con los datos obtenidos<br />
los diseñadores pudieron ubicar un tejido de baja<br />
fricción en lugares estratégicos del traje.<br />
Ansys-The University<br />
of Nottingham<br />
Túneles de viento para probar la resitencia de la<br />
superficie de 60 tejidos y elegir el LZR Pulse, un tejido<br />
de nylon y spandex que ayuda a repeler el agua y<br />
reduce la vibración del músculo y la piel debido a la<br />
compresión que proporciona.<br />
NASA<br />
Soldaduras ultrasónicas para unir las tres piezas que constituyen el traje.<br />
Estabilizador de núcleo interno que ayuda al nadador a<br />
mantener una posición correcta en el agua.<br />
Test de corriente para medir la resistencia pasiva del<br />
traje.<br />
Universidad de Otago,<br />
Nueva Zelanda<br />
Pruebas con nadadores<br />
Australian Institute of Sport<br />
Nota: La dinámica de fluidos computacional es una rama de la dinámica de fluidos, un conjunto de técnicas<br />
numéricas en computadora que permite reproducir y predecir procesos físicos relacionados con la<br />
transferencia de calor y masa, interacciones sólido-fluido, reacciones químicas, cambio de fase y radiación.<br />
Fuente: Elaboración propia con base en Brooke (2008) y Castro (2008).
El entrenamiento<br />
La condición física de los atletas es esencial para destacar<br />
y formar parte de una selección mundial. Correr y hacer<br />
un ejercicio solía ser parte de los entrenamientos comunes,<br />
pero hoy no es suficiente. Lo que los atletas necesitan<br />
ahora es fuerza y resistencia extraordinarias. La energía<br />
suficiente para resistir las condiciones de las competencias<br />
actuales se logra con una dieta estricta combinada con un<br />
entrenamiento conocido como pliometría (‘plyometrics’ en<br />
inglés). El entrenamiento pliométrico surgió en los años 60<br />
en la Unión Soviética, donde se utilizaba para preparar de<br />
forma óptima a los deportistas, particularmente a los que<br />
realizaban saltos de longitud y de altura. Gradualmente,<br />
la técnica se fue aceptando como una herramienta valiosa<br />
para muchos deportes que involucran el arranque y los<br />
saltos, como es el caso del cabeceo en el futbol. Tagüeña y<br />
Flores (2006) ilustran está técnica.<br />
“La base científica de este entrenamiento se centra en<br />
los diferentes tipos de contracción que pueden llevar a<br />
cabo los músculos: la concéntrica, donde los músculos se<br />
acortan, y la excéntrica, donde los músculos se alargan y<br />
se mantienen juntos por tensión. Cuando un músculo de<br />
la parte alta del brazo se contrae concéntricamente, la<br />
mano se mueve hacia el hombro a medida que el músculo<br />
se acorta. Las contracciones excéntricas entran en acción<br />
cuando el cuerpo se desacelera y mantienen la estabilidad;<br />
es decir, si un jugador corre para alcanzar la pelota y frena<br />
súbitamente, los músculos de sus piernas sufrirán una contracción<br />
excéntrica.<br />
Dada la multiplicidad de movimientos que los jugadores<br />
realizan con las piernas a lo largo de un partido, sus músculos<br />
tienen que cambiar constantemente de la contracción<br />
concéntrica a la excéntrica y eso ocurre en fracciones<br />
de segundo. El objetivo del entrenamiento pliométrico es<br />
lograr que esas fracciones de tiempo sean sensiblemente<br />
menores en los jugadores que en las personas comunes, ya<br />
que no solo se enfoca en desarrollar y dar mayor capacidad<br />
de respuesta a los músculos, sino también a las fibras nerviosas<br />
que los controlan.<br />
Debido a que este entrenamiento implica un trabajo de<br />
condicionamiento del sistema nervioso del jugador, debe<br />
aplicarse con mucho cuidado por parte del preparador<br />
físico del equipo. Si los jugadores realizan los ejercicios<br />
antes de haber adquirido suficiente fuerza, los riesgos de<br />
lesiones son muy altos. Los ejercicios incluyen saltos de<br />
profundidad, que implican saltos desde plataformas de<br />
1.5 m hacia el suelo y volver a saltar esta altura tan pronto<br />
como han tocado el suelo, saltar repetidamente con una<br />
pierna y rebotar hacia delante con las dos piernas juntas”.
64 | Capítulo 3<br />
La dieta<br />
Un plan de alimentación para un deportista es similar<br />
que el de cualquier otra persona, en cuanto a variedad<br />
y tipo de nutrientes, pero las necesidades de energía si<br />
se deben incrementar. Ninguna bebida o alimento por<br />
sí solo contiene todo lo que un deportista necesita para<br />
mantenerse saludable y vigoroso. La dieta es un factor<br />
esencial en el buen rendimiento de los atletas. La mayoría<br />
de las dietas para deportistas excluyen los azúcares,<br />
las carnes rojas y las comidas fritas, y reducen los lácteos<br />
con grasa. Los alimentos más aceptados y que se<br />
incluyen en mayor cantidad son carnes blancas (pollo,<br />
pescado), frutas y verduras, y agua en abundancia.<br />
Por otro lado, el aumento de las reservas de glucógeno<br />
muscular, por medio de la manipulación de la dieta, puede<br />
mejorar de manera significativa el rendimiento de resistencia<br />
en algunos atletas, esto porque cuanto mayor es el nivel<br />
inicial de glucógeno, mayor será la capacidad de resistencia.<br />
Los carbohidratos se digieren fácilmente y ayudan a<br />
mantener los niveles sanguíneos de glucosa.<br />
Existen en el mercado una serie de fórmulas líquidas o en<br />
polvo, utilizadas como complementos alimenticios gracias<br />
a los diferentes nutrientes que contienen, por lo que<br />
pueden ser de utilidad para entrenadores y atletas. Cuentan<br />
con características como la variedad sabores, la facilidad<br />
con que se digieren, el brindar sensación de saciedad<br />
controlando el hambre, que contribuyen a la hidratación y<br />
a la incorporación de energía.<br />
ACORTANDO LA BRECHA ENTRE LAS LIMITACIONES<br />
Y EL POTENCIAL HUMANO<br />
En la búsqueda por potenciar sus capacidades físicas, el ser<br />
humano del siglo XX encontró una propuesta significativa<br />
en el deporte y su estrecho vínculo con la tecnología “sobre<br />
la cual descansa una confianza inquebrantable dada su capacidad<br />
de reestructurar el mundo de manera continua”<br />
(Martín Reyes, 2012:3).<br />
Los progresos científicos traducidos en aplicaciones<br />
tecnológicas no solo potenciaron capacidades en el<br />
deporte convencional de alto rendimiento, más aún,<br />
contribuyeron a que lo que empezó, en la década de<br />
1940, como una actividad física con fines terapéuticos<br />
para personas con discapacidad, trascendiera a deporte<br />
de alta competencia.<br />
¿En qué medida los conocimientos científicos y tecnológicos<br />
han contribuido a que personas con alguna alteración<br />
en sus funciones físicas o intelectuales puedan practicar<br />
los más diversos deportes? Una respuesta podría proporcionarla,<br />
además del creciente número tanto de atletas<br />
participantes como del tipo de discapacidad, la cantidad<br />
de deportes que se han practicado en las 14 ediciones de<br />
los juegos paralímpicos de verano y las 11 de invierno.<br />
En cuanto a los paralímpicos de verano, en los primeros<br />
juegos celebrados en Roma en 1960, los atletas, todos con<br />
lesiones medulares, participaron en 8 deportes. Para los<br />
Juegos de Londres 2012, esta última cifra fue de 19 disci-
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 65<br />
están desarrollando nuevas tecnologías no previstas o<br />
anticipadas por la naturaleza. La biónica explora la interacción<br />
entre la biología y el diseño.<br />
(…) Hoy voy a contar historias humanas de integración biónica,<br />
cómo la electromecánica unida e implantada dentro<br />
del cuerpo está empezando a cerrar la brecha entre la discapacidad<br />
y la capacidad, entre la limitación humana y el<br />
potencial humano” (Herr, 2014).<br />
plinas deportivas y el tipo de discapacidad comprendía,<br />
además de minusválidos físicos, a personas ciegas, sordas,<br />
con debilidad visual, limitaciones auditivas y parálisis cerebral<br />
(CPI, 2014).<br />
En el caso de los Juegos Paralímpicos de Invierno, en su primera<br />
edición, realizada en la ciudad sueca de Örnsköldsvik en<br />
1976, solo se practicaron el esquí alpino y el de fondo. Mientras<br />
que para Sochi 2014, el programa incluyó cinco deportes:<br />
esquí alpino, esquí nórdico, biatlón, curling en silla de ruedas y<br />
hockey sobre hielo; con la novedad de que dentro de las pruebas<br />
del esquí alpino se incluiría el snowboard.<br />
Independientemente de la importancia de los indicadores<br />
numéricos, es relevante observar la creciente integración<br />
de personas discapacitadas al deporte, la factibilidad de<br />
que alguien sin una pierna esquíe o corra los 400 metros<br />
planos, por ejemplo, ha ido en aumento de la mano de la<br />
propia evolución de disciplinas como la biología sintética,<br />
la medicina y la biónica.<br />
“Buscando profundamente dentro de la naturaleza,<br />
a través de la lupa de la ciencia, los creadores extraen<br />
principios, procesos y materiales que forman la base de<br />
la metodología del diseño de constructos sintéticos que<br />
se asemejan a materiales biológicos, a métodos computacionales<br />
que emulan los procesos neurológicos, la naturaleza<br />
está guiando al diseño. El diseño también está<br />
guiando a la naturaleza: en áreas de la genética, la medicina<br />
regenerativa y la biología sintética, los diseñadores<br />
Hug Herr, Jefe del Grupo de Biomecátrónica del MIT Media<br />
Lab, declaró lo anterior mientras, al dictar su conferencia<br />
“La nueva biónica que nos permite correr, escalar y bailar”,<br />
caminaba fácilmente con sus prótesis robóticas, esos<br />
miembros especializados que le permitieron volver a escalar<br />
montañas después del accidente debido al cual, en<br />
1982, le fueron amputadas ambas piernas.<br />
Sin olvidar el hito que representa el desarrollo de la silla<br />
de ruedas, es innegable que los adelantos en materia de<br />
investigación y fabricación de prótesis han sido uno de los<br />
principales hitos en la historia reciente del deporte para<br />
personas minusválidas.<br />
Un antecedente cercano en la materia es el trabajo del diseñador<br />
biomecánico Van Philips quien, dado el deficiente<br />
ajuste y escasa sensibilidad de la prótesis que debió usar<br />
tras perder su pie izquierdo al practicar esquí acuático, se<br />
asoció con Dale Abildskov (un ingeniero especializado en<br />
materiales compuestos para la industria aeroespacial) a fin<br />
de encontrar una mejor opción.<br />
Philips y Abildskov se percataron que al cortar la fibra de carbono<br />
en forma de C se lograba “el máximo aprovechamiento<br />
de la resistencia y flexibilidad del material, lo que facilitaba la<br />
reproducción del efecto de resorte de un pie normal y permitía<br />
al usuario correr y saltar (OMPI, 2008)”. La invención,<br />
comercializada hacia 1984 con el nombre de ‘Pie de guepardo’<br />
imitaba la función de una pierna orgánica y resultó<br />
tan eficaz que permitió a Oscar Pistorius, quien tiene las dos<br />
piernas amputadas, competir incluso contra los mejores<br />
velocistas del mundo en los Juegos Olímpicos de Londres<br />
2012. El caso Pistorius resulta emblemático en el desempeño<br />
de los deportistas discapacitados, aunque no es el único.
66 | Capítulo 3<br />
“El nadador Philippe Croizon, amputado de las dos piernas<br />
y ambos brazos, es una estrella en gran parte gracias a sus<br />
prótesis. Este deportista ha sido capaz de conectar a nado<br />
los cinco continentes atravesando cuatro estrechos gracias<br />
a sus aletas disimétricas fruto de la colaboración entre<br />
múltiples actores del mundo deportivo y universitario”<br />
(Thomas, 2012: s/p.).<br />
En la antesala de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012,<br />
la exposición derivada del concurso ‘Sport Innovation Challenge’<br />
7 , es una muestra del interés que suscita el generar<br />
nuevas propuestas que continúen ampliando el número<br />
de este tipo de atletas, su incursión en más disciplinas deportivas<br />
y mejorando su rendimiento.<br />
En el evento fue presentado el ‘Ghost’, un dispositivo de entrenamiento<br />
personal, para llevarse en la mano y muñeca<br />
del codo, cuyo objetivo es ayudar a los atletas, como los<br />
nadadores que no pueden ver, a perfeccionar su estilo y<br />
técnica mediante la emisión de sonidos y vibraciones que<br />
le avisen cuando realizan un movimiento determinado en<br />
forma correcta.<br />
Destacó, asimismo, el ‘Brainslead’, un trineo que puede ser<br />
manejado mediante impulsos mentales captados a través<br />
de unos auriculares especiales, innovación que – de acuerdo<br />
a sus creadores – propicia que la fuerza deje de ser el<br />
factor fundamental y que permite a personas con discapacidad<br />
física grave poder competir en igualdad de condiciones<br />
con aquellos que no la padecen (OMPI, 2012).<br />
La comprensión que, a partir del último cuarto del siglo<br />
XX, se ha logrado progresivamente en el funcionamiento<br />
biomecánico del cuerpo humano, la manipulación de materiales<br />
más ligeros, resistentes y flexibles, y el perfeccionamiento<br />
de técnicas en ingeniería y diseño, ha transformado<br />
radicalmente el escenario del deporte de élite, ampliando<br />
los horizontes de deportistas con alguna deficiencia física,<br />
mental o intelectual. A diferencia de los años sesenta del<br />
siglo pasado, hoy las alternativas tecnológicas y el contexto<br />
sociocultural hacen posible que compitan deportivamente<br />
entre sí y en modalidades tan exigentes como el Ironman,<br />
e incluso que disputen medallas enfrentándose a los mejores<br />
exponentes del deporte convencional.<br />
LOS RIESGOS EN LA CARRERA POR SUPERAR LOS<br />
LÍMITES DEL RENDIMIENTO HUMANO<br />
En el 2009 un ser humano, identificado con el nombre de<br />
Usain Bolt, demostró que puede correr una distancia de<br />
100 metros planos en 9.572 segundos, mientras que en<br />
1968, cuando se introdujo el cronometraje electrónico<br />
para medir este tipo de pruebas, Jim Hines lo hizo en 9.95.<br />
Lejos había quedado la marca que registró Thomas Burke,<br />
de 12 segundos, al iniciarse el movimiento olímpico en<br />
1896 (IIEH, 2012).<br />
Detrás de éste y otros logros alentados por una constante dinámica<br />
en la progresión de los récords, “que son la historia real,<br />
materializada del deporte” (Brohm, 1982: 37), se asoman elementos<br />
y circunstancias distantes a la faceta positiva de recurrir<br />
a los adelantos científicos y las innovaciones tecnológicas.<br />
El primer y quizá más antiguo aspecto que, asociado a la<br />
explotación máxima de las capacidades del deportista,<br />
se ha descalificado, es el recurso denominado doping,<br />
término que a principios del siglo XX se empezó a<br />
utilizar para aludir al uso de sustancias que provocan<br />
un aumento artificial del rendimiento físico.<br />
No obstante que en 1928 la Federación Internacional Atlética<br />
Amateur prohibió tal práctica, en 1968 el Comité Olímpico<br />
Internacional (COI) tuvo que empezar a realizar controles<br />
obligatorios, que condujeron a que en las Olimpiadas de<br />
Atenas 2004 se estableciera por primera vez el control antidopaje<br />
sistémico, los casos siguieron presentándose entre<br />
los deportistas de élite (Sebastián y Páramo, 2014).<br />
Los velocistas Ben Johson y Marion Jones, los tenistas Petr<br />
Korda y Martina Hingis, el saltador Javier Sotomayor, el futbolista<br />
Diego Armando Maradona y el ciclista Lance Armstrong,<br />
pasaron a formar parte de ese grupo de individuos cuyas extraordinarias<br />
capacidades y habilidades fisiológicas los llevaron<br />
a alcanzar metas deportivas casi inhumanas, pero quienes<br />
en el afán de ganar partido tras partido, de erigirse como los<br />
mejores prueba tras prueba, de darle continuidad a su éxito,<br />
7<br />
En el concurso, que contó con el patrocinio de la organización Río Tinto y el apoyo de Ottobock,<br />
empresa líder en el sector de la fabricación de prótesis, participaron alumnos de ingeniería y diseño<br />
del ‘Imperial College London’ y del ‘Royal College of Art’ de Londres (OMPI, 2012).
<strong>Tecnociencia</strong>, <strong>Deporte</strong> y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 67<br />
ingirieron sustancias prohibidas. Esto lleva ciertamente al<br />
cuestionamiento de la obsesión por el triunfo aunque éste se<br />
dé mediante el uso de sustancias prohibidas.<br />
Más allá del cuestionamiento ético que se ha hecho al<br />
dopaje, en tanto que implica el engaño y representa una<br />
forma de obtener el triunfo con el menor esfuerzo, el rechazo<br />
también obedece a los riesgos de salud que supone.<br />
“Muchos deportistas de alto nivel han muerto brutalmente<br />
estos últimos meses. Las autopsias practicadas dieron<br />
como conclusión ‘muertes naturales’, una explicación calificada<br />
como insostenible por el profesor Jean Paul Escande,<br />
ex presidente de la Comisión de la Lucha contra el Dopaje”<br />
(Le Monde citado en Brohm, Perelman y Vassort, 2004: 16).<br />
Independientemente del dopaje, que ahora ya contempla<br />
el de tipo genético, en las últimas dos décadas el escenario<br />
deportivo se ha visto desfavorablemente impactado por<br />
diversos casos de muerte súbita cardiaca en jóvenes atletas<br />
de diferentes nacionalidades. Entre ellos figuran los de<br />
Gabriel Riofrío, de 23 años, víctima de un paro cardíaco sufrido<br />
el 7 de enero del año 2000 mientras jugaba un partido<br />
de baloncesto para el club Estudiantes de Bahía Blanca,<br />
Argentina; Antonio Puerta, defensor del Club Sevilla, murió<br />
el 28 de agosto del 2007, a los 22 años, tras varios paros cardíacos<br />
mientras jugaba un partido de Liga (Pérez, Resnik<br />
y González, 2014); Vigor Bovolenta, jugador de voleibol y<br />
medallista olímpico que, en el 2012, no pudo ser reanimado<br />
después de desvanecerse en pleno partido.<br />
¿Realmente tiene sentido forzar a un individuo hasta su<br />
eventual muerte en pro del éxito deportivo y económico?<br />
Ante ese panorama, en el que persiste la lógica de que lo<br />
importante es el triunfo y su continuidad, el reto se trasladó<br />
al campo de la genética y a la capacidad de sus especialistas<br />
para diagnosticar y evaluar el riesgo de una enfermedad<br />
hereditaria asociada a la muerte súbita en los atletas, a<br />
fin de tener una práctica deportiva segura.<br />
Se ha planteado que el deporte contribuye a mejorar la relación,<br />
el conocimiento y la expresión corporal. Es un factor<br />
de integración social, fuente de disfrute, salud y bienestar.<br />
La realización de estos valores permite la participación en<br />
la sociedad con guías como la del respeto a las distintas<br />
nacionalidades y razas, al medio ambiente y a la calidad<br />
de vida como factores de convivencia social. Pero, ¿en un<br />
ambiente hipercompetitivo como el del deporte profesional<br />
actual es posible preservar estos valores y ponerlos por<br />
encima de la motivación económica?<br />
La preservación de estos principios hace necesario que el<br />
deporte recupere algunos de sus elementos tradicionales<br />
y que, por tanto, el respeto a las reglas del juego, la lealtad,<br />
la ética y la deportividad sean elementos vertebrales de los<br />
participantes en cada disciplina 8 .<br />
Al respecto, uno de los hechos que mayor conmoción causó<br />
fue la muerte del futbolista camerunés Marc-Vivien Foe, cuya<br />
caída en el estadio de Lyon fue captada en directo por las cámaras<br />
de televisión el 26 de junio de 2003. “No fue víctima de<br />
ninguna patada criminal. Nadie lo había tocado. Foe murió<br />
por extenuación. El ritmo de la Copa Confederaciones, un<br />
partido tras otro, acabó con él” (Galeano, 2004: 7).<br />
Tales sucesos replantearon varias cuestiones: las condiciones<br />
médicas y de salud en las que se encuentran los deportistas<br />
al participar en las competencias; el esfuerzo que les<br />
demanda la multiplicación de entrenamientos y encuentros<br />
deportivos, y el aumento de la carga de trabajo vinculado<br />
a la elevación del nivel de las pruebas y los récords.<br />
8<br />
Código Ético del C.S. Conferencia Mundial Deportiva. Berlín. 2003.
68 | Capítulo 3<br />
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