la pesca INDNR

Pesca
Uno de los puntos más débiles, en cuanto
a las mejoras, corresponde a la contratación
de los trabajadores extranjeros, sometida
a condiciones de semi-esclavitud.
En los últimos meses, las autoridades tailandesas
detuvieron a más de cien personas y
rescataron a 130 víctimas de la trata de personas.
Un total de 27 organizaciones internacionales
de trabajo, ambientalistas y de
derechos humanos han remitido una carta
al comisario de Medio Ambiente, Asuntos
Marítimos y de Pesca, Karmenu Vella, para
que inste a la Comisión Europea a mantener
la presión sobre Tailandia por la violación de
los derechos humanos.
En febrero se hizo pública la regularización
de 70.000 trabajadores extranjeros,
de los que 50.000 son empleados
en plantas de procesado de pescado y,
el resto, en barcos pesqueros. Se estima
que aún quedan por regularizar unos
130.000 trabajadores. Tailandia también
ha dictado normas que impedirán la contratación
de menores de 18 años (la ex-
Europa tiene
la lupa puesta
sobre Tailandia,
el tercer mayor
exportador
mundial de
pescado, en gran
parte debido a
la pesca ilegal
y al tráfico de
trabajadores
provenientes de
países vecinos.
plotación infantil figura entre los principales
reproches de estas organizaciones).
El país asiático parece querer solucionar
sus deficiencias para defender la
industria pesquera de su país, ya que le
supone el 10% del total de sus exportaciones
pesqueras, que ascienden a unos
7.000 millones de euros.
Taiwán (una de las mayores potencias
mundiales en la pesca en alta mar) y las islas
Comoras también recibieron “tarjeta amarilla”
en octubre de 2015. El primero presenta
serias deficiencias en el marco jurídico de
pesca, en la falta de supervisión de la actividad
pesquera, control y vigilancia eficaces
de la flota de altura. En cuanto a Comoras,
un país isleño africano situado en el Índico,
Bruselas le acusa de delegar, en parte, la
gestión del registro de su flota en una empresa
privada localizada en el extranjero. Y
esos barcos están violando la propia legislación
de las Comoras y no están siendo supervisados
por las autoridades de las islas.
También en el pasado mes de octubre,
la Comisión anunció la retirada
de tarjetas amarillas a Ghana y
Papúa Nueva Guinea, “porque
han hecho reformas significativas
en su sistema de gobernanza
de pesca”. Estos países
se unen a los que corrigieron
las deficiencias observadas en
el control de la pesca ilegal,
que son Corea, Filipinas, Fiyi,
Belice -que llegó a estar en la
lista negra, de la que fue retirada
en diciembre de 2014-,
Panamá, Togo y Vanuatu.
Actualmente se aplican sanciones
comerciales a Camboya
y Guinea (desde noviembre
de 2013) y Sri Lanka
(desde octubre de 2014), que
recibieron la tarjeta roja de la
Comisión. El sistema de advertencias
iniciado en 2012
se sigue desarrollando con
muy buenos resultados y las
críticas favorables de todos
los sectores y organizaciones
ambientales.
Raúl Gutiérrez
Fotos: Greenpeace
Mar 10
Marzo 2016