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InvestigaciOn Y Ciencia NUmero 473 - Febrero 2016

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Sondas electrónicas<br />

inyectables para el cerebro<br />

Una malla de polímero conductor podría ser de gran utilidad<br />

para las investigaciones en neurociencia<br />

El virus H1N1 de la gripe es uno<br />

de los muchos que se atrapan en<br />

una única prueba.<br />

Rastreo<br />

de virus<br />

Un nuevo método identifica,<br />

con una precisión casi perfecta,<br />

todos los virus de una muestra<br />

Cuando los médicos quieren identificar<br />

los virus que causan una infección, por<br />

lo general emplean la reacción en cadena<br />

de la polimerasa (PCR), una técnica que<br />

«amplifica» fragmentos dispersos de ADN<br />

con el fin de obtener una muestra suficientemente<br />

grande para poder analizarla. Sin<br />

embargo, el uso de la PCR requiere saber<br />

qué clase de virus hay que buscar, y ello<br />

implica hacer conjeturas.<br />

En septiembre del pasado año, un<br />

equipo de investigadores de la Universidad<br />

de Columbia describieron un nuevo método<br />

que prescindiría de suposiciones. La técnica,<br />

que tiene el desafortunado nombre de<br />

«plataforma de captura y secuenciación del<br />

viroma para virus de vertebrados» (o Vir-<br />

CapSeq-VERT), es capaz de identificar, con<br />

una precisión casi perfecta, todos los virus<br />

de una gota de saliva, tejido o líquido cefalorraquídeo.<br />

El método hace posible el análisis<br />

simultáneo de 21 muestras en menos<br />

de 48 horas con un coste estimado de tan<br />

solo 200 dólares por muestra. También<br />

puede detectar virus nuevos o mutados,<br />

siempre y cuando estos sean idénticos en<br />

al menos un 40 por ciento a los ya conocidos.<br />

«Cuando alguien va a urgencias y<br />

acaba siendo sometido a todo tipo de pruebas,<br />

eso cuesta miles de dólares», apunta<br />

W. Ian Lipkin, profesor John Snow de epidemiología<br />

en la Escuela Mailman de Salud<br />

Pública de la Universidad de Columbia.<br />

«Este método es muy barato y nos permite<br />

personalizar la medicina diciéndote exactamente<br />

lo que tienes.»<br />

Para desentrañar los misterios del cerebro, los científicos necesitan monitorizar, de<br />

manera delicada y precisa, las neuronas en sujetos vivos. Sin embargo, las sondas<br />

cerebrales han sido, por lo general, instrumentos de fuerza bruta. Un equipo de la<br />

Universidad Harvard, liderado por el químico Charles Lieber, espera que esta situación<br />

cambie gracias a un implante compuesto por una malla sedosa de polímero<br />

blando. Este dispositivo flexible, que lleva incorporados sensores electrónicos, se<br />

ha ensayado por el momento en ratones vivos. Una vez se haya demostrado<br />

que la técnica es segura, podría usarse en personas para estudiar cómo surge<br />

la cognición a partir de la actividad de las neuronas individuales o para tratar<br />

enfermedades como el párkinson.<br />

—Seth Fletcher<br />

1 Los investigadores<br />

enrollan la malla de<br />

polímero y la<br />

introducen en una<br />

solución líquida que<br />

inyectan en el cerebro<br />

de un ratón vivo a<br />

través de una aguja de<br />

100 micras de diámetro.<br />

Para desarrollar la técnica, Lipkin y sus<br />

colegas crearon en primer lugar una base<br />

de datos de más de 1000 virus de vertebrados.<br />

Después sintetizaron sondas genéticas<br />

específicas para cada cepa de cada virus;<br />

en total, dos millones de hebras de ADN de<br />

25 a 50 nanómetros de longitud. Cuando<br />

una sonda encuentra un virus complementario,<br />

se enlaza a él. Para su extracción,<br />

los operarios de laboratorio añaden perlas<br />

magnéticas que miden entre una y tres<br />

micras de diámetro; un conector químico<br />

une estas partículas con las sondas genéticas<br />

y los virus que han capturado. Los<br />

Malla<br />

Electrodos nanométricos<br />

o transistores (amarillo)<br />

Fibras de polímero<br />

conductor blando (rojo)<br />

2 Una vez en el interior<br />

del cerebro, la malla,<br />

que tiene un 95 por<br />

ciento de espacio vacío,<br />

se despliega y las<br />

células cerebrales se<br />

integran en ella.<br />

investigadores colocan entonces el tubo<br />

que contiene la mezcla en un soporte imantado,<br />

que atrae las sondas hacia las paredes<br />

del recipiente. Tras aislar y lavar los complejos<br />

sonda-partícula-virus, se determina<br />

la secuencia genética del virus para eliminar<br />

el riesgo de falsos positivos. Lipkin y sus<br />

colegas buscan ahora asociarse con proveedores<br />

comerciales que puedan distribuir<br />

la técnica a hospitales y clínicas de todo el<br />

mundo. Además, planean añadir sondas<br />

de todas las bacterias y hongos infecciosos<br />

conocidos.<br />

—Rachel Nuwer<br />

science source (virus); don foley (ilustración)<br />

22 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero <strong>2016</strong>

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