19.05.2016 Views

InvestigaciOn Y Ciencia NUmero 473 - Febrero 2016

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Hipótesis<br />

Una mutación que favorece la acumulación de grasas<br />

Los autores proponen que una mutación genética en una especie<br />

de simio hace millones de años ayudó a esos animales a soportar las<br />

hambrunas, mientras que otros simios se extinguieron. Los que sobrevivieron<br />

transfirieron la mutación a especies posteriores, las cuales<br />

se diversificaron y dieron lugar a los humanos (árbol genealógico inferior).<br />

La mutación en cuestión, correspondiente a un gen que codifica<br />

El «gen ahorrador»<br />

apareció en los simios<br />

la enzima uricasa, favoreció la supervivencia durante la escasez de alimentos<br />

porque, entre otros efectos, hizo que el organismo se volviera<br />

«ahorrador» con la comida, ya que almacenaba parte de las calorías<br />

de los alimentos en forma de grasa en lugar de obtener energía para<br />

su uso inmediato. Pero hoy que la comida abunda, la mutación tal vez<br />

esté contribuyendo a la obesidad y otras enfermedades (diagrama).<br />

Las frutas elevan los niveles de<br />

fructosa en la sangre y el hígado;<br />

los alimentos ricos en azúcar<br />

común o jarabe de maíz alto<br />

en fructosa los disparan.<br />

Los niveles altos de fructosa<br />

accionan un interruptor en el<br />

organismo que lo hacen acumular<br />

grasa, aumentar el azúcar en la<br />

sangre y elevar la presión arterial.<br />

Los simios con el gen<br />

de la uricasa inalterado<br />

se extinguieron en los<br />

momentos de escasez<br />

(marrón)<br />

Antepasado<br />

común<br />

Mutación<br />

del gen<br />

de la uricasa<br />

20 15 10 5 0<br />

Millones de años de antigüedad<br />

Las especies con la<br />

mutación sobrevivieron<br />

al hambre y evolucionaron<br />

(verde)<br />

Orangután<br />

Chimpancé<br />

Humanos<br />

Gorila<br />

Cola<br />

Fructosa<br />

La cerveza y la carne,<br />

especialmente las vísceras,<br />

producen ácido úrico<br />

durante la digestión<br />

ON<br />

La fructosa genera ácido<br />

úrico y la mutación<br />

de la uricasa inhibe<br />

su degradación<br />

El aumento<br />

de ácido úrico<br />

amplifica<br />

los efectos<br />

de la fructosa<br />

Ácido úrico<br />

tración de ácido úrico, que a su vez incrementa los efectos de<br />

la fructosa. Esta combinación de circunstancias lleva en última<br />

instancia a sufrir el síndrome metabólico, que aumenta el riesgo<br />

de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diabetes.<br />

cambio duradero<br />

En junio de 2008, cuando se estaba concibiendo esa imagen,<br />

Johnson visitó a Andrews en el Museo de Historia Natural de Londres,<br />

donde el segundo dirigía investigaciones sobre la evolución<br />

humana y de los primates. Durante algunas horas imaginaron<br />

cómo una mutación del gen de la uricasa habría provocado la<br />

carencia de esta enzima, lo cual habría ayudado a los simios hoy<br />

extintos a sobrevivir cuando el clima global se enfrió. Johnson<br />

sugirió que la ausencia de uricasa y la consiguiente elevación<br />

del ácido úrico propiciarían la conversión de la fruta en grasa,<br />

con lo que los animales soportarían mejor los inviernos cuando,<br />

a mediados del Mioceno, hace 15 millones de años, se volvieron<br />

más fríos y secos. Andrews aportó una idea importante. Aunque<br />

África se estaba enfriando, seguía siendo lo suficientemente<br />

cálida como para acoger extensos bosques de ficus tropicales<br />

(grupo de plantas en el que se incluye la higuera), que producen<br />

frutos durante todo el año. De este modo, los simios africanos<br />

dispondrían de alimentos todo el tiempo, como les sucede hoy<br />

a los chimpancés, gorilas y orangutanes. Pero en Europa, a medida<br />

que el clima subtropical se volvía templado, estos árboles<br />

empezaron a escasear y dejaron de fructificar en invierno. Como<br />

consecuencia, los monos europeos empezaron a pasar hambre.<br />

Los autores propusieron la hipótesis de que una mutación<br />

habría desactivado la uricasa y habría permitido a los simios<br />

europeos convertir la fructosa en grasa para poder afrontar los<br />

momentos de vacas flacas. Unos pocos millones de años más<br />

tarde, los descendientes de estos simios habrían regresado a<br />

África y, al llevar la mutación, se hallarían mejor preparados que<br />

los simios africanos para soportar las posibles hambrunas. Si los<br />

simios europeos sobrevivieron mejor y desplazaron a los africanos,<br />

muy probablemente sean los ancestros de los humanos y<br />

simios africanos de hoy en día. Y el gen mutado que desactiva<br />

la uricasa correspondería al «gen ahorrador» que tanto había<br />

buscado James Neel.<br />

Preguntas abiertas<br />

A pesar de las numerosas pruebas que tanto los autores como<br />

otros han reunido, la hipótesis de que el gen que anula la uricasa<br />

constituye un gen ahorrador todavía no se ha demostrado.<br />

Algunos investigadores han buscado de forma exhaustiva los<br />

genes ahorradores mediante el examen de polimorfismos genéticos<br />

humanos (variantes de genes) que pudieran ser responsables<br />

de la epidemia de obesidad y diabetes. Han identificado<br />

algunos que predisponen a las personas a estas enfermedades,<br />

pero ninguno que pueda explicar la epidemia. Sin embargo,<br />

la búsqueda de polimorfismos pasaría por alto el gen desactivado<br />

de la uricasa, ya que este no varía; todos los humanos lo<br />

poseemos igual. Los escépticos han alegado también que un<br />

gen ahorrador solo habría prosperado si la gordura hubiese<br />

supuesto una ventaja para los antepasados de los humanos. Pero<br />

la inhibición de la uricasa surgió hace millones de años para<br />

ayudar a nuestros ​ascendentes simios a no morir de hambre,<br />

no para hacerlos obesos.<br />

fuentE: «EVOLutionARY HIStorY AND METAboLIC INSIGHTS OF ANCient MAmmALIAN URICASES», por JAmeS T. KRATZer ET AL., eN PROCEEDINGS<br />

OF THE NATIONAL ACADEMY OF SCIENCES USA, VOL. 111, N. O 10; 11 de marzo de 2014 (orden de eventos); amanDA montañez (ilustración)<br />

32 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero <strong>2016</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!