INTRODUCCION

permitan reemplazar los bosques de eucaliptus que amenazan con
incendios. En ningún caso se deben favorecer conjuntos de viviendas o
loteos. El principio es que ninguna actividad que se pueda emplazar
dentro la ciudad se emplace fuera de ella. Allí solo sólo deben
instalarse aquellas funciones que requieran de grandes terrenos,
produzcan alto impacto o sean actividades que, por su naturaleza,
deban estar en entornos suburbanos o rurales.
No más grandes torres: Debe controlarse la altura de la edificación,
los ciudadanos no desean grandes torres. Las grandes torres de 15 o
25 pisos son completamente ajenas a la ciudad de Valparaíso, alteran
el paisaje, congestionan los barrios y cambian el clima y son un
atentado contra la autenticidad del bien patrimonial reconocido por
UNESCO. Se deberá establecer alturas máximas de acuerdo a la
morfología del territorio. En las mesetas debe predominar las menores
alturas, en el Plan alturas medias y las mayores alturas deberían
encontrarse en los fondos de quebrada, las que no deberían superar
en ningún caso los 10 o 12 pisos. Está demostrado que las altas
densidades sólo funcionan en grupos sociales de altos ingresos que
cuentan con alternativas para desarrollar una vida saludable. Y por lo
demás es una falacia que las grandes torres permiten mayor densidad
de población. Una torre sólo funciona correctamente si se libera
mucho suelo en torno a ella, y por tanto, las densidades son
equivalente a construcciones de baja altura y una mayor ocupación
del suelo. Poner al porteño en el centro: una ciudad que es buena
para sus habitantes es buena para sus visitantes. El turismo se
favorece en la medida que los porteos quieren vivir en su ciudad y
pueden disfrutarla. El turista no busca ciudades muertas sino ciudades
con su gente y su idiosincrasia viva. Hay que favorecer que los barrios
turísticos no segreguen a los porteños sino que los integren.
Enfrentar el rezago económico: Valparaíso lleva 35 años de rezago, es
necesario favorecer la inversión que le permita un crecimiento del
empleo. Pero para que haya inversión debe haber una orientación
clara hacia dónde va la ciudad. Debe favorecerse la inversión, pero
esta debe orientarse a aquel tipo de ciudad que Valparaíso quiere ser.
El principal capital que tiene la ciudad es su carácter único, los
porteños desean compartirlo pero no que sea depredado por la
especulación, sino que se potencie su carácter.
Conservar y Potenciar el patrimonio: El tejido, la construcción de la
ciudad, debe ser conservada. Por un lado se trata de cuidar algunos
edificios y piezas de valor patrimonial que el instrumento defina como
inmuebles de conservación histórica; ellos deberán ser protegidos
rescatados o recibir un nuevo uso y evitar que se deterioren. Pero
también se trata de ocupar las quebradas y los cerros a la manera
como Valparaíso se construyó. Manteniendo el sentido de conjunto.
Se puede construir con arquitectura contemporánea, con materiales
modernos pero del mismo modo como se construyó en el pasado y
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